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DEMANDA DE AMPARO INDIRECTO

C. JUEZ DE DISTRITO EN MATERIA ADMINISTRATIVA EN LA CIUDAD DE MÉXICO,


EN TURNO.

Alejandro Ramírez Lares, apoderado legal del directo quejoso Alonso Ancira Elizondo,
personalidad que acredito en términos de la escritura pública que se adjunta al presente
como ANEXO 1 (señalo bajo protesta de decir verdad que la misma es original), demando
en su favor el amparo y protección de la Justicia de la Unión. Autorizo en términos amplios
del artículo 12 de la Ley de Amparo al Licenciado en Derecho José Manuel Quintanal
Hernández (cédula profesional número 5228023).

Designo como domicilio legal el ubicado en Mercaderes número 39, colonia San José
Insurgentes, alcaldía Benito Juárez, Ciudad de México.

Solicito tramitación del juicio en línea y sea autorizado el usuario “Alejandro.Ramirez”, que
se permita la consulta del expediente electrónico que se genere con motivo del presente
juicio de amparo, recibir notificaciones y promover recursos; preciso a esta autoridad que
el titular del usuario es el suscrito Alejandro Ramírez Lares.

A continuación, preciso:

I. TERCERO INTERESADO.

No existe dada la naturaleza de los actos que se reclaman.

II. AUTORIDAD RESPONSABLE.

Señalo con el carácter de autoridad ordenadora al Presidente de los Estados Unidos


Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador.

III. ACTOS RECLAMADOS.

De la autoridad ordenadora se reclaman los siguientes actos:

1. La manifestación pública realizada en la conferencia de prensa (comúnmente


denominada mañanera) de fecha 20 de agosto del 20201, en la que expresó:

“INTERLOCUTORA: Usted hablaba también de Agro Nitrogenados. También


ayer se informa que un juez ordenó cancelar la orden de aprehensión en contra
de Alonso Ancira, de Altos Hornos de México por lavado de dinero.

Si esto no correría el riesgo precisamente de que se lograra tener el reembolso


del sobreprecio que se pagó precisamente por la planta de fertilizantes.
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: No, porque si no se
devuelve el dinero, pues nosotros no podemos otorgar perdón, para

1 La versión estenográfica de la conferencia de esta prensa es visible en el siguiente hipervínculo: https://www.gob.mx/presidencia/es/


articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-del-20-de-agosto-del-2020?idiom=es
(se of

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decirlo con claridad. ¡Cómo vamos nosotros a darnos por atendidos si no
se repara el daño! Eso no lo podríamos hacer, sería complicidad.

Tienen que devolver el dinero, esa es la condición; o sea, nosotros sí


podemos decir se reparó el daño y que de acuerdo a la ley se determine
para ver si es posible que se le reduzcan las penas, siempre y cuando se
repare el daño a la hacienda pública.

INTERLOCUTORA: En caso de Ancira se dice que prescribió precisamente el


delito por el que fue…

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: No, no, eso es lo que


dicen, claro, sus abogados, pero todavía la fiscalía tiene que decidir sobre esto.

INTERLOCUTORA: Está impugnando el fallo, pero de todas maneras…

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Sí, sí y tiene derecho a


hacerlo, pero no prescribe. Imagínense, ¿cómo van a prescribir si todavía
se tiene la deuda?, porque todo eso se hizo con deuda, Pemex debe ese
dinero. No es así.

Claro que tienen derecho a la defensa, pero nosotros… Y la fiscalía lo está


haciendo, está defendiendo legalmente el tema.”

2. La manifestación pública realizada en la conferencia de prensa (comúnmente


denominada mañanera) de fecha 21 de agosto del 20202, en la que expresó:

“Además, el señor Ancira está muy encumbrado y con muchas influencias.


Bueno, tan es así, que acaba de lograr que un juez declarara que ya no
procedía el juicio, que había prescrito. A todas luces, una irregularidad,
por decir lo menos. Les prestaba aviones a los políticos, financiaba campañas.
Entonces, esa operación es cuantiosísima.

Miren lo que pasó ayer. ¿Cuándo se iba a ver en México que un hombre
tan influyente como Ancira recibiera un revés del Poder Judicial, de la
Judicatura del Poder Judicial, que sanciona o suspende a un secretario de
juzgado que resuelve que ya no se podía enjuiciar al señor Ancira?
¿Cuándo se había visto eso?, si estos eran los que mandaban en el Poder
Judicial, eran los mandamases. Entonces, ya es otro el Poder Judicial. Claro, es
un proceso, lleva tiempo, pero es distinto.”

3. La manifestación pública realizada en la conferencia de prensa (comúnmente


denominada mañanera) de fecha 24 de agosto del 20203, en la que expresó:

“PREGUNTA: Gracias, presidente. Buen día. Dalila Escobar, de Atiempo.TV.

Preguntarle, usted la semana pasada mencionaba sobre el tema de si no


se reembolsaban los 200 millones de dólares por el tema de la planta de
fertilizantes, no iba a haber una especie de perdón, lo mencionaba usted.

2 La versión estenográfica de la conferencia de esta prensa es visible en el siguiente hipervínculo: https://www.gob.mx/presidencia/es/


articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-del-21-de-agosto-del-2020?idiom=es

3 La versión estenográfica de la conferencia de esta prensa es visible en el siguiente hipervínculo: https://www.gob.mx/presidencia/es/


articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-del-24-de-agosto-del-2020?idiom=es

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Pero ¿eso incluye también situación de entrega de contratos a Altos Hornos de
México hasta que no se llegue a un arreglo?, porque es un proceso legal que
puede llevar tiempo y que pudiera estar afectando también esta zona de
Monclova, ahora que va a Coahuila.

PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Sí, tenemos que ver


esto bien, lo estamos analizando, pero son tres lineamientos generales para
los casos de Lozoya y García Luna, tres lineamientos para los casos Lozoya,
García Luna:

Uno, que se sepa toda la verdad, todo. Así como salió un video y como ya
se conoce la denuncia de Lozoya, que declaren todos y se presenten
todas las pruebas, y lo mismo en el caso de García Luna.”

4. La manifestación pública realizada en la conferencia de prensa (comúnmente


denominada mañanera) de fecha 26 de agosto del 20204, en la que expresó:

“En la planta de fertilizante que vendió Ancira, AHMSA… También lo digo


porque aquí estamos en Coahuila y quiero que se sepa, porque se está
padeciendo de una crisis en Monclova por la pérdida de producción de AHMSA
y a algunos se les hizo fácil plantear que había que rescatar a AHMSA, que el
gobierno federal, con dinero público, se rescatara, claro, para ayudar a los
trabajadores, por mucha gente que vive de esta planta.

Pero es importante que sepan -o que todos estemos informados- que esa
empresa, o su socio principal, vendió una planta de fertilizante chatarra, al
gobierno, en 200 millones de dólares por encima de su precio real, o sea,
valía cuando mucho 50 millones de dólares y pagaron 275 millones de
dólares, y está probado porque hay auditorías.”

5. La manifestación pública realizada en la conferencia de prensa (comúnmente


denominada mañanera) de fecha 27 de agosto del 20205, en la que expresó:

“Dos, dos, lo repito, tanto en el caso de García Luna como en el caso Lozoya
recuperar lo robado. Porque ayer que hablé de que los de AHMSA, el
señor, ¿cómo se llama?, Ancira, vendió su planta de fertilizante, que llevaba
16 años parada, arrumbada, una chatarra, se la compró el gobierno en 200
millones de dólares cuando menos de más, de sobreprecio, 200 millones de
dólares.

Y dije, porque me habían informado de que un nuevo dueño de AHMSA estaba


dispuesto a pagar esos 200 millones de dólares. Ayer dijeron que no, que no
los van a pagar; pues no hay reparación de daño entonces. Entonces,
tienen que ser enjuiciados, castigados.”

6. La manifestación pública realizada en la conferencia de prensa (comúnmente


denominada mañanera) de fecha 31 de agosto de 20206, en la que expresó:

4 La versión estenográfica de la conferencia de esta prensa es visible en el siguiente hipervínculo: https://www.gob.mx/presidencia/es/


articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-del-26-de-agosto-del-2020?idiom=es

5 La versión estenográfica de la conferencia de esta prensa es visible en el siguiente hipervínculo: https://www.gob.mx/presidencia/es/


articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-del-27-de-agosto-del-2020?idiom=es

6 La versión estenográfica de la conferencia de esta prensa es visible en el siguiente hipervínculo: https://www.gob.mx/presidencia/es/


articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-del-31-de-agosto-del-2020?idiom=es

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“En el Poder Judicial, lo acabamos de ver, cómo de repente al señor
Ancira un secretario de un juzgado en un estado -creo que en Chiapas- le
concede un amparo y le protege argumentando que ya había prescrito el
delito por el que se le acusaba y de inmediato interviene el Consejo de la
Judicatura y lo somete a proceso.

Estoy hablando del señor Ancira, busquen los antecedentes de cómo el


señor Ancira era poderoso caballero, con amistades, influencias, en lo
más alto del poder. Entonces, esto ya es distinto y si un Ministerio Público, un
juez no está actuando bien, además de la fiscalía y además de la judicatura, el
tribunal del pueblo, lo que aquí vienen a decir ustedes con toda libertad.”

7. La manifestación pública realizada en la conferencia de prensa (comúnmente


denominada mañanera) de fecha 4 de septiembre del 20207, en la que
expresó:

“No le hace, pero no puede ninguna autoridad, creo yo, dar alguna
garantía a los implicados si no se repara el daño, al menos no lo vamos a
permitir. Si un juez dice que sin reparar el daño queda en libertad el señor
Ancira, yo desde aquí voy a pedir una investigación al juez. No es
amenaza ni advertencia, es que no puedo ser encubridor, como ningún
ciudadano debemos ser encubridores, cómplices, todos tenemos que
ayudar a limpiar de corrupción al país.”

IV. ANTECEDENTES DE LOS ACTOS RECLAMADOS.

Manifiesto bajo protesta de decir verdad, que los siguientes hechos constituyen los
antecedentes de los actos reclamados:

El quejoso nunca ha cometido conducta alguna o desplegado acto que amerite la


privación o restricción de su libertad. Pese a ello, Alonso Ancira Elizondo sufre
desde hace tiempo una indebida persecución política del mas alto nivel por parte
del Estado Mexicano, encabezada por el titular del poder Ejecutivo Federal, Andrés
Manuel López Obrador.

El 28 de mayo de 2019, el impetrante fue detenido en Mallorca, España, por elementos de


Interpol. Tras su aseguramiento, tuvo conocimiento de que su detención se debió a la
elaboración, suscripción y publicación de una orden de búsqueda internacional con fines
de detención –“ficha roja”-, relacionada con el número de expediente A-5897/5-2019, en
los países que integran Interpol. Dicha orden fue emitida por el Titular de la Dirección
General de Asuntos Policiales Internacionales e Interpol de la Fiscalía General de la
República.

Ese mismo día 28 de mayo de 2019, el quejoso tuvo conocimiento por medio de diversas
notas periodísticas que en esta Ciudad de México, un Juez de Distrito de Control
Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, libró una orden de aprehensión en su
contra y que la orden de búsqueda internacional -ficha roja- de que se habla, tenía como
finalidad el cumplimiento en territorio mexicano de aquel mandamiento judicial de captura.

7 La versión estenográfica de la conferencia de esta prensa es visible en el siguiente hipervínculo:


https://www.gob.mx/presidencia/es/articulos/version-estenografica-conferencia-de-prensa-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-
del-4-de-septiembre-de-2020?idiom=es

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El 5 de junio de 2019, a través de medios de comunicación, el quejoso tuvo conocimiento
de que la autoridad emisora de esta orden de aprehensión era el Juez de Distrito
Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, adscrito al Centro de Justicia Penal
Federal en la Ciudad de México, con sede en el Reclusorio Norte, en su carácter de Juez
de Control, José Artemio Zúñiga Mendoza.

Evidentemente, la carpeta de investigación de la que derivaron la orden de aprehensión y


la ficha roja antes descritas, fue integrada a espaldas del quejoso, pues no fue
debidamente citado como imputado durante su integración, ni se le permitió el ejercicio de
su derecho a una defensa adecuada.

Entonces, como parte de su derecho elemental de defensa el quejoso adoptó varias rutas
de combate legal.

De la negación a someterse voluntariamente a un procedimiento de extradición.

Tras su detención provisional en Mallorca, la representación diplomática del Estado


Mexicano en España, formalizó su petición de extraditar al quejoso. Dicho procedimiento
continua su curso legal sin que a la fecha de promoción de la presente demanda se
cuente con resolución firme que vincule a la extradición en comento.

Basta mencionar que con base en los lineamientos del Tratado de Extradición y Asistencia
Mutua en materia penal entre los Estados Unidos Mexicanos y el Reino de España, el
quejoso hizo uso de su derecho de negarse al sometimiento voluntario de la extradición
requerida, por considerar que no existen bases legales para atender dicha petición,
entre otras razones, porque los hechos que se le imputan presentan claros matices
de un delito político en términos del derecho internacional.

También es importante mencionar que el quejoso a la fecha goza de una libertad


condicionada que obtuvo mediante el otorgamiento de garantías y el establecimiento de
obligaciones procesales ante la autoridad española que tramita el procedimiento de
extradición en aquel país.

De la demanda de amparo contra la orden de aprehensión.

El quejoso promovió una primera demanda de amparo para combatir la orden de


aprehensión y ficha roja supracitadas. Su causa de pedir se radicó finalmente ante el
Juzgado Octavo de Distrito de Amparo en Materia Penal del Primer Circuito, en el juicio de
amparo indirecto 579/2019. Actualmente, se encuentra en trámite un recurso de revisión
ante el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito bajo el número
10/2020, promovido en favor del aquí quejoso en contra de la sentencia definitiva que le
negó el amparo en primera instancia.

Con motivo de la rendición del informe justificado del juez de control señalado como
autoridad responsable en dicho juicio (575/2019), el quejoso tuvo finalmente acceso a la
orden de aprehensión emitida en su contra y al pliego de judicialización elaborado por el
Ministerio Público, a través del cual solicitó el mandamiento de captura en cuestión (se
adjuntan ambos documentos como ANEXO 2 y ANEXO 3, en miras a acreditar el
interés legítimo del impetrante en el presente juicio de amparo).

De la demanda de amparo contra la omisión del juez de la causa penal a decretar la


prescripción de la acción penal.

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Posteriormente, diverso apoderado legal del quejoso, promovió una segunda demanda de
amparo en contra de la omisión del Juez de Control José Artemio Zúñiga Mendoza de
decretar la extinción de la acción penal del delito imputado a Alonso Ancira Elizondo en la
causa 211/2019, del índice del Centro de Justicia Penal Federal en la Ciudad de México,
con sede en el Reclusorio Norte.

Por estrategia de defensa y considerando los criterios definidos en jurisprudencia de la


Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (en torno a la competencia
para conocer del juicio de amparo indirecto contra actos que no requieren ejecución
material), esta demanda fue presentada en el Vigésimo Circuito Judicial, siendo radicada
con el número 141/2020, del índice del Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de
Chiapas, con residencia en Tapachula.

Mediante resolución de fecha 13 de agosto de 2020, el Secretario en funciones de Juez


del Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de Chiapas, con residencia en Tapachula,
otorgó el amparo y protección de la Justicia Federal, lisa y llanamente, a favor del
señor Alonso Ancira por considerar que la acción penal por los hechos que se le
imputaban en la causa penal 211/2019, se encontraba prescrita. Asimismo, mediante
proveído de fecha 14 de agosto de 2020, con fundamento en el artículo 77 de la Ley de
Amparo, ordenó informar al Juez de Control a cargo de dicha causa penal, que en
forma inmediata, debía dar cumplimiento al fallo protector y que debía decretar la
prescripción del delito imputado, dictando además todas las medidas congruentes con
dicha determinación, entre ellas la cancelación de la orden de aprehensión que existiera
en contra del quejoso en la causa penal ordinaria (se adjuntan la sentencia de amparo
concedente, oficios de la autoridad responsable y autos subsecuentes, como ANEXO 4 y
ANEXO 5, en miras a acreditar el interés legítimo del impetrante en el presente juicio de
amparo).

De manera inexplicable, el Juez de Control responsable, en repetidas ocasiones incumplió


con los requerimientos efectuados para atender un fallo de protección constitucional,
debidamente comunicado. En mi opinión, este incumplimiento atiende a presiones
externas en contra del Juez señalado como responsable en dicho juicio de amparo
(141/2020), y en consecuencia ocasiona una trasgresión en perjuicio de Alonso Ancira.

De los actos reclamados.

Desde los primeros días de su mandato como titular del Ejecutivo Federal (desde el 3 de
diciembre del año 2018), el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la
celebración de conferencias de prensa, diarias y matutinas, dirigidas por su persona, en
su cargo presidencial, con la finalidad de mantener “informado al pueblo mexicano” de
todas las acciones de su gobierno; lo anterior en obediencia a su deber de garantizar al
pueblo su derecho a la información. Constituye un hecho notorio que a tales conferencias
(denominadas comúnmente mañaneras) asisten medios de comunicación, para tener una
interlocución directa con la aquí señalada autoridad responsable y cuestionarla sobre
dudas o inquietudes en el desarrollo cotidiano de la administración pública. En tales
conferencias, la autoridad responsable emite comunicaciones generales a la ciudadanía o
responde a discreción cuestionamientos de los medios de comunicación asistentes.

Es el caso que tras la publicación de las resoluciones de amparo en el juicio 141/2020


supraindicado, entre el 20 de agosto y al menos hasta el 4 de septiembre, del año en
curso, el Presidente de la República comenzó una serie de manifestaciones públicas en
las conferencias de prensa matutinas en donde expuso al quejoso Alonso Ancira Elizondo

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como culpable de los hechos delictivos que se le imputan en aquella causa penal,
llegando al extremo de sugerir abiertamente que había obtenido de “manera irregular”
una sentencia de amparo protectora.

El mismo 20 de agosto de 2020, es decir, el mismo día en que el Presidente de la


República, en conferencia de prensa, manifestó que la acción penal en contra del quejoso
no estaba prescrita, el Consejo de la Judicatura Federal emitió un comunicado en el que
se informó la suspensión e investigación del Secretario en funciones de Juez del Juzgado
Tercero de Distrito en Chiapas, que había concedido el amparo señalado anteriormente
(se invoca como hecho notorio el COMUNICADO: 33/2020 de 20 de agosto de 2020,
localizable en el portal de internet de dicho Órgano).

Los actos que se reclaman mediante la presente demanda son precisamente las
manifestaciones públicas o declaraciones, hechas por el Presidente de la
República, ostentando dicha investidura (y no la de un particular) en relación al
proceso penal que enfrenta el quejoso. Estas manifestaciones son claramente
lesivas de los derechos humanos y garantías del impetrante, en forma directa, al
acceso información plural (oportuna y veraz), y en forma indirecta, a la presunción
de inocencia, a un debido proceso y al acceso a la justicia imparcial, constituyen
además claras intromisiones, injerencias y presiones inconstitucionales, tanto de la
autonomía de la Fiscalía General de la República como de la independencia del
Poder Judicial Federal, en inobservancia del principio de división de poderes.

Por mandato Constitucional (del artículo 20 del Pacto Federal) Alonso Ancira
Elizondo es a la fecha inocente de cualquier hecho delictivo imputado en su contra.
Esta condición de inocente no es elegible a facultad potestativa, de autoridades o
particulares, no se sujeta a un derecho de libre expresión o pensamiento, sino que
la ley lo consagra como prerrogativa humana mínima en un procedimiento penal. Lo
anterior es así, porque la secuela materia de la causa 211/2019 multimencionada se
encuentra en una fase incipiente, es decir, no existe sentencia ejecutoriada que
declare responsabilidad en contra del quejoso y lo condene a pena alguna.

Por lo tanto, los actos reclamados estigmatizan a Alonso Ancira Elizondo y lo


colocan en una clara posición de desventaja pública, política, mediática y procesal,
generando condiciones de presión directa sobre los resolutores a cargo de los
procedimientos de amparo y penal correspondientes.

V. PRECEPTOS CONSTITUCIONALES VIOLADOS.

Son los artículos 1, 6, 7, 14, 16, 20, 21, 49,102 y 116 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y el artículo 8.1 de la de la Convención Americana sobre los
Derechos Humanos.

VI. APUNTE PRELIMINAR.

Para mejor entendimiento. Antes de exponer las razones por las que la presente demanda
de amparo es procedente, es fundamental establecer cuáles son las interrogantes
jurídicas a resolver para aterrizar en la procedencia.

1. ¿Cuál es la naturaleza jurídica de una conferencia de prensa del Presidente


de la República?

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2. ¿Qué relación tiene el derecho de Acceso a la Información con las
conferencias de prensa del Presidente de la República?

3. ¿Cuál es alcance del artículo 6o Constitucional, que garantiza el derecho de


los gobernados a la información?

4. ¿Al cumplir su obligación de informar a la sociedad las acciones que realiza su


Gobierno a través de conferencias de prensa, el presidente realiza actos de
autoridad?

5. ¿La exposición ante los medios de comunicación y ciudadanía de un imputado


son actos consumados de un modo irreparable?

6. ¿Cómo podría repararse la exposición de un imputado ante medios de


comunicación y ciudadanía en general, así como el tratamiento de culpabilidad
que se le da al mismo?

VII. INTERÉS LEGÍTIMO DEL QUEJOSO. PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN


CONSTITUCIONAL.

El presente juicio de amparo resulta procedente en términos de los artículos 6, 103,


fracción I, 107, fracción I y IV de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en relación con el numeral 5 fracción I de la Ley de Amparo.

La reforma al artículo 107 constitucional de 6 de junio de 2011, tuvo como consecuencia


la introducción del concepto de interés legítimo, que se define como aquel interés
personal, individual o colectivo, cualificado, actual, real y jurídicamente relevante, que
puede traducirse, en caso de concederse el amparo, en un beneficio jurídico a favor del
quejoso derivado de una afectación a su esfera jurídica en sentido amplio, que puede ser
de índole económico, profesional, de salud pública, o de cualquier otra.

El juicio de amparo se sigue a instancia de parte agraviada, teniendo tal carácter quien
aduce ser titular de un derecho o de un interés legítimo individual o colectivo, que se
acredita con la existencia de la norma constitucional, en la que se tutela el interés difuso
en beneficio del quejoso.

En el caso concreto, el quejoso alega que al encontrarse sujeto a un procedimiento penal,


los actos reclamados inciden de forma indirecta en su esfera jurídica, pues transgreden
principios rectores del Estado de Derecho, como son la división de poderes, la
independencia judicial (y la imparcialidad que de ella emana), la presunción de inocencia
y el debido proceso.

Alonso Ancira Elizondo se encuentra en una situación especial frente al orden jurídico en
relación con los actos reclamados, pues se encuentra sometido a una causa de
persecución penal.

En ese contexto, el quejoso ha sido sometido a una acusación y linchamiento continuados


y públicos por parte de la autoridad responsable.

La cuestión es clara, el quejoso actualmente está siendo procesado por el delito de


operaciones con recursos de procedencia ilícita. Como imputado, tiene el derecho a una
justicia imparcial e independiente, sin embargo, las declaraciones que realiza el

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Presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando señala de manera terminante que
pedirá investigar a cualquier Juez que ordene exonerar al quejoso, implican una
amenaza en contra de los integrantes del Poder Judicial de la Federación y, así,
constituyen presiones externas que no deben permitirse en un Estado democrático. La
violación al principio de independencia judicial implica también, una violación indirecta al
derecho a una justicia imparcial que asiste al quejoso.

Como se narró en antecedentes, al día siguiente de las declaraciones presidenciales del


20 de agosto del año en curso, un Secretario en funciones de Juez que había concedido
días antes el amparo al quejoso fue suspendido de su cargo.

Debe realizarse un estudio pormenorizado del acto reclamado en razón de que las
declaraciones que emitió el Presidente de la República incidieron con claridad en la esfera
jurídica del quejoso.

Por medio del presente juicio de amparo, se puede restituir al quejoso en el pleno goce de
los Derechos Humanos violados, volviendo al estado en que se encontraban las cosas
antes de la conculcación de derechos. Ello redundaría en un beneficio jurídico a favor del
quejoso.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 6, establece que


el Estado Mexicano tiene la obligación de garantizar a todos el acceso a la información
pública. De tal forma que, el Estado Mexicano debe de establecer los mecanismos
mediante los cuales dará a conocer a la sociedad la información pública.

Como se anticipó, en los primeros días de su mandato (desde el 3 de diciembre del año
2018), el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la celebración de
conferencias de prensa, diarias y matutinas, dirigidas por su persona, en su cargo
presidencial, con la finalidad de mantener “informado al pueblo mexicano” de todas las
acciones de su gobierno; lo anterior en obediencia a su deber de garantizar al pueblo su
derecho a la información. Constituye un hecho notorio que a tales conferencias
(denominadas comúnmente mañaneras) asisten medios de comunicación, para tener una
interlocución directa con la aquí señalada autoridad responsable y cuestionarla sobre
dudas o inquietudes en el desarrollo cotidiano de la administración pública. En tales
conferencias, la autoridad responsable emite comunicaciones generales a la ciudadanía o
responde a discreción cuestionamientos de los medios de comunicación asistentes.

Estas manifestaciones que hace la responsable en sus informes matutinos no deben


considerarse como meras opiniones personales, sino como auténticos actos de autoridad,
máxime, que todas sus manifestaciones las realiza investido con el cargo de Presidente
de la República.

Es precisamente a la luz del artículo 6º, párrafos primero y segundo, Constitucional, que la
autoridad aquí responsable, cumple su obligación de garantizar a los gobernados
información respecto a los actos de su administración. Lo anterior porque así lo
dispuso expresamente como titular del Ejecutivo Federal.

Dicho precepto, a la letra establece:

“Artículo 6o. La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición


judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o
los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el
derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley. El derecho a la
información será garantizado por el Estado.”

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La libre expresión de las ideas no constituye un derecho ilimitado en su ejercicio. Mas aun
cuando se está en presencia de una persona que detenta y ejerce uno de los puestos
públicos mas importantes del país. Por el contrario, constituye una obligación inexcusable
a su cargo (una vez delineado el canal elegido para la comunicación), ser congruente y
respetuoso del resto de derechos y garantías consagrados en la Constitución Federal.

En otras palabras, ni el canal de comunicación (conferencia de prensa o mañanera), ni el


cargo público del mas alto nivel, menos aun la libertad de expresión, legitiman a la
autoridad responsable a la transgresión de los derechos del quejoso. Por el contrario, el
hecho de desarrollar su actuar precisamente en el canal de comunicación que él mismo
eligió para satisfacer una obligación estatal (garantía de acceso a la información),
claramente evidencia su actividad como autoridad en términos legales, en forma unilateral
e imperativa; es precisamente esa la razón por la que este tipo de conferencias, en
determinadas condiciones (como en el caso), son susceptibles de ser consideradas como
actos de autoridad para dar lugar a la procedencia del amparo indirecto.

El tema no es novedoso, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,


ya ha emitido pronunciamientos de contenido similar. Véanse al respecto:

REDES SOCIALES DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS. LA PROTECCIÓN


CONSTITUCIONAL DE SUS CUENTAS PERSONALES NO PUEDE OBEDECER A
SU CONFIGURACIÓN DE PRIVACIDAD. Los servidores públicos ostentan un grado
mayor de notoriedad e importancia en la sociedad, pues sus actividades son de
relevancia para la ciudadanía por el tipo de labores desempeñadas en el ejercicio de
su gestión, así como por el uso de los recursos públicos manejados en beneficio de la
comunidad. Bajo estas premisas, se justifica que el espectro de protección de su
derecho a la intimidad reconocido por los artículos 6o., párrafo primero, 7o., párrafo
segundo y 16, párrafo primero, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos se vea disminuido. En el caso de sus cuentas personales de redes
sociales, éstas adquieren la misma relevancia pública que sus titulares,
particularmente si a través de ellas comparten información o manifestaciones relativas
a su gestión gubernamental, cuestiones que siempre serán objeto del interés general
protegidas por el artículo 6o. de la Constitución Federal. En consecuencia, la
privacidad de sus cuentas personales de redes sociales no puede depender
únicamente de la configuración abierta o cerrada que se elija, sino que debe obedecer
al tipo de información publicada a través de éstas. Por tal motivo, en caso de
controversia se deberán analizar los contenidos difundidos, así como su relevancia
para el interés general y la discusión pública de los asuntos para poder determinar el
nivel de protección constitucional que merecen.
Amparo en revisión 1005/2018. Miguel Ángel León Carmona. 20 de marzo de 2019.
Cuatro votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Eduardo Medina Mora I., José
Fernando Franco González Salas y Javier Laynez Potisek; votó con reservas José
Fernando Franco González Salas; Javier Laynez Potisek manifestó que formulará voto
concurrente. Ponente: Eduardo Medina Mora I. Secretario: Juvenal Carbajal Díaz.

REDES SOCIALES DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS. BLOQUEAR O NO


PERMITIR EL ACCESO A UN USUARIO A LAS CUENTAS EN LAS QUE
COMPARTEN INFORMACIÓN RELATIVA A SU GESTIÓN GUBERNAMENTAL SIN
CAUSA JUSTIFICADA, ATENTA CONTRA LOS DERECHOS DE LIBERTAD DE
EXPRESIÓN Y DE ACCESO A LA INFORMACIÓN DE LA CIUDADANÍA. Las redes
sociales se han convertido en una fuente de información para las personas y un
espacio donde la discusión pública se desarrolla diariamente. En este entendido,
muchas instituciones gubernamentales y servidores públicos disponen de
cuentas en redes sociales, en las que aprovechan sus niveles de expansión y
exposición para establecer un nuevo canal de comunicación con la sociedad. Es
así como las cuentas de redes sociales utilizadas por los servidores públicos

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para compartir información relacionada con su gestión gubernamental
adquieren notoriedad pública y se convierten en relevantes para el interés
general. En estos casos, el derecho de acceso a la información (reconocido por el
artículo 6o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos) debe
prevalecer sobre el derecho a la privacidad de los servidores públicos (establecido en
los artículos 6o., párrafo primero, 7o., párrafo segundo y 16, párrafo primero,
constitucionales), que voluntariamente decidieron colocarse bajo un nivel mayor de
escrutinio social. En consecuencia, los contenidos compartidos a través de las redes
sociales gozan de una presunción de publicidad, y bajo el principio de máxima
publicidad previsto en el artículo 6o., apartado A, fracción I, de la Constitución Federal,
deben ser accesibles para cualquier persona, razón por la cual bloquear o no permitir
el acceso a un usuario sin una causa justificada, atenta contra los derechos de libertad
de expresión y de acceso a la información de la ciudadanía.
Amparo en revisión 1005/2018. Miguel Ángel León Carmona. 20 de marzo de 2019.
Cuatro votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Eduardo Medina Mora I., José
Fernando Franco González Salas y Javier Laynez Potisek; votó con reservas José
Fernando Franco González Salas; Javier Laynez Potisek manifestó que formulará voto
concurrente. Ponente: Eduardo Medina Mora I. Secretario: Juvenal Carbajal Díaz.

La cuestión es simple, las instituciones gubernamentales y los servidores públicos


disponen de la facultad para elegir libremente canales de comunicación con la sociedad.
De esta manera comparten información relacionada con su gestión gubernamental,
la cual adquiere notoriedad pública y se convierte de inmediato en relevante para el
interés general.

Por tanto, a la luz de los artículos 6º, 7º y 16, Constitucionales, la actividad de las
autoridades en la comunicación de información y actos directamente relacionadas en el
uso de dicho canal de comunicación, son susceptibles de vulnerar el derecho de acceso a
la información que tiene todo gobernado en forma directa, o bien otros derechos humanos
en forma indirecta.

Ahora bien, el interés legítimo del quejoso se encuentra plenamente probado, pues su
esfera jurídica ha sido lesionada por las declaraciones presidenciales, debido a que se
encuentra sujeto a un procedimiento penal y como imputado todas las autoridades deben
respetar sus derechos humanos, dentro del ámbito de sus respectivas competencias; si
bien no se violaron los derechos del quejoso dentro del proceso penal en forma directa, si
fueron violados en forma indirecta los principios de independencia judicial, división de
poderes y presunción de inocencia.

Estas violaciones sufridas por el quejoso, se tornan evidentes cuando públicamente el


Presidente de la República hace afirmaciones directas que implican, denotan o sugieren
responsabilidad del quejoso en la comisión de un delito, también cuando le exige, pide o
insinúa constantemente “una reparación el daño” sin que exista una sentencia
condenatoria que lo haga responsable de hecho ilícito alguno. También cuando
expresamente amenaza con iniciar investigaciones en contra de juzgadores que puedan
favorecer al quejoso con sus decisiones.

Tales formas constituyen intromisiones indebidas en la independencia de la función


judicial, denotando un indebido ejercicio del poder público, en el contexto de brindar
información a la ciudadanía en un canal de comunicación expresamente elegido. Así, los
actos reclamados constituyen de facto, órdenes a la Fiscalía, quien debería gozar de
independencia y autonomía, y amenazas directas a la independencia de la judicatura.

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Hace mucho que en la historia moderna de México, no existía una amenaza directa
de un poder a otro. El sentido de la afirmación presidencial no deja duda de
interpretación:

“No le hace, pero no puede ninguna autoridad, creo yo, dar alguna garantía a los
implicados si no se repara el daño, al menos no lo vamos a permitir. Si un juez
dice que sin reparar el daño queda en libertad el señor Ancira, yo desde aquí
voy a pedir una investigación al juez. No es amenaza ni advertencia, es que no
puedo ser encubridor, como ningún ciudadano debemos ser encubridores,
cómplices, todos tenemos que ayudar a limpiar de corrupción al país”

De acuerdo a la lógica presidencial, no hace falta un procedimiento penal en contra


del quejoso, de facto él ya lo ha juzgado y lo considera culpable, y esta opinión
personal la expresa investido del cargo que ostenta y públicamente la externa,
diseminando su forma de pensamiento para generalizarla en la opinión pública.

Asimismo, de manera autoritaria, cualquier juzgador que favorezca al quejoso, será


investigado -se infiere por orden suya-.

Estas violaciones afectan la esfera jurídica del quejoso, en tanto que atentan contra la
independencia judicial y la imparcialidad que de ella deriva, como garantía esencial del
debido proceso a su favor.

Los actos reclamados tienen la naturaleza de consumados, pero no son irreparables. Un


acto consumado irreparablemente es aquel que presenta una imposibilidad jurídica para
restituir al peticionario en el goce de la garantía o derecho transgredido, en virtud de que
es material y físicamente imposible volver las cosas al estado que tenían antes de la
violación reclamada.

En ese sentido, las manifestaciones hechas por el Presidente de la República que aquí se
reclaman, son reparables, pues a través del presente juicio puede vincularse al mismo a
que en el mismo canal de comunicación empleado para emitirlas se retracte de ellas y se
le vincule a respetar los derechos trastocados en lo subsecuente.

Así, los actos de autoridad provenientes del Titular del Ejecutivo, afectan los derechos
subjetivos del quejoso y éste cuenta con interés legítimo para instar esta vía de control
constitucional.

VIII. CONCEPTO DE VIOLACIÓN.

ÚNICO. DE LA VIOLACIÓN AL DERECHO DE ACCESO A INFORMACIÓN


PLURAL Y VERAZ, Y A LOS PRINCIPIOS DE INDEPENDENCIA JUDICIAL,
IMPARCIALIDAD, DIVISIÓN DE PODERES, PRESUNCIÓN DE INOCENCIA
Y DEBIDO PROCESO.

Como se ha anticipado, las declaraciones hechas por el Presidente de la República en


relación al proceso penal que enfrenta el quejoso Alonso Ancira Elizondo, en el contexto
de ministrar a la ciudadanía información, atentan en forma indirecta contra los principios
de independencia judicial e imparcialidad, división de poderes, presunción de inocencia y
debido proceso.

El presente concepto de violación se expresará en apartados, referentes a la violación de


los principios señalados. En cada uno de los apartados, se analizarán precedentes tanto

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nacionales como internacionales para evidenciar la inconstitucionalidad e
convencionalidad de las declaraciones hechas por el Presidente de la República.

Asimismo, antes de proceder al desarrollo de las violaciones reclamadas, se considera


oportuno plantear las siguientes interrogantes qué envuelven los problemas jurídicos que
se enfrentan:

1. ¿Cuáles son las vertientes del principio de independencia judicial?

2. ¿Qué tipo de actos pueden violar el principio de independencia judicial?

3. ¿Qué actos pueden considerarse como presiones externas a la función


judicial?

4. ¿Puede considerarse como presión externa a la función judicial, que el


Presidente de la República manifieste que se investigará a todo Juez que
resuelva en favor del quejoso?

5. ¿Qué autoridad del Estado Mexicano es la facultada y obligada a


proteger a los jueces cuando hay una amenaza en contra de la libertad
para emitir sus resoluciones?

6. ¿Cuál es el límite a la libertad de expresión del Presidente de la


República?
7. ¿Cuál es el alcance del principio de división de poderes?

8. ¿Qué autoridades están facultadas para investigar a los integrantes del


Poder Judicial?

9. El principio de división de poderes ¿protege las facultades de los


órganos constitucionales autónomos?

10. ¿Cuáles son las vertientes del principio de presunción de inocencia?

11. ¿Puede violarse el principio de presunción de inocencia por actos


ejecutados fuera del proceso?

12. ¿Puede violarse el principio de presunción de inocencia por parte de


autoridades que no intervienen de manera directa en el trámite legal del
proceso penal?

13. La exposición de un imputado ante los medios de comunicación ¿puede


implicar una violación al principio de presunción de inocencia?

14. ¿Qué naturaleza jurídica tiene la reparación del daño?

15. ¿Qué implicaciones genera que una autoridad exija, requiera o solicite en
forma reiterada y pública la reparación del daño de un delito al imputado,
antes que el mismo sea condenado por un Tribunal competente?

16. ¿Qué implicaciones tiene que, ante los medios de comunicación, se exija
a un imputado que repare el daño de un delito?

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17. ¿Cómo deben repararse las violaciones al principio de presunción de
inocencia cuando se expone a un imputado como culpable ante los
medios de comunicación y se le exige, requiere o insta públicamente a la
reparación del daño de un delito que aun no ha sido juzgado?

Estas interrogantes implican interpretaciones directas de los artículos 6, 7, 14, 20,


21, 49, 102 y 116, constitucionales. Se solicita expresamente pronunciamientos de
este órgano jurisdiccional al respecto.

De la violación al principio de independencia judicial e imparcialidad que de ella


deriva.

En todo Estado constitucional y democrático, es fundamental el respecto al debido


proceso y a la división de poderes. Los jueces que integran el Poder Judicial deben gozar
de completa independencia y libertad para emitir sus resoluciones, sin que puedan
solaparse o permitirse presiones de otros poderes que atenten contra esa independencia.

Las declaraciones que ha hecho el Presidente de la República en las conferencias de


prensa matutinas, señaladas como actos reclamados, en relación con las acusaciones
que existen en contra de Alonso Ancira Elizondo, concretamente, cuando señala que se
investigará a cualquier juez que deje en libertad al quejoso, implican una flagrante
violación al principio de independencia judicial, que afecta de indirectamente al
quejoso.

El poder que detenta el Presidente de la República tiene un alcance de enorme magnitud


y las declaraciones que ha realizado implican un amedrentamiento a los Juzgadores
nacionales.

Con sus manifestaciones se menoscaba seriamente la posibilidad de que el principio de


independencia judicial tenga operatividad y eficacia. Eso no puede tolerarse en un país
que reconoce (y dice respetar) las libertades y derechos de las personas.

No es entendible bajo ninguna óptica que cualquier Gobierno imponga a los jueces la
obligación de resolver de determinada forma, so pena de ser investigados, suspendidos,
removidos de su cargo o, inclusive, encarcelados.

Comencemos por delimitar el alcance del principio de independencia judicial en el sistema


jurídico mexicano, así como analizar los precedentes existentes de origen nacional.

El principio de independencia judicial


en el sistema jurídico mexicano y su violación.

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no prevé, de forma expresa, la


existencia del principio de independencia judicial, sin embargo, la establece de forma
implícita al establecer el principio de división de poderes.

No cabe duda que, el principio de independencia judicial, existe y es uno de los pilares en
los que descansa el Estado de Derecho.

El principio de independencia judicial debe respetarse por los propios jueces, pues todas
sus decisiones deben dictarse conforme a su convicción acerca del caso en concreto, sin
doblegarse ante presiones de los demás Poderes de la Unión o de poderes fácticos.

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Dicho principio implica la obligación paralela de los demás Poderes de la Unión de no
pretender influir en las determinaciones judiciales mediante presiones mediáticas,
políticas o de cualquier naturaleza.

Es relevante el pronunciamiento que ha hecho el Pleno de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación en cuanto a la existencia del principio de independencia judicial y la posición
jerárquica que tiene en el sistema jurídico mexicano:

INDEPENDENCIA JUDICIAL. ES UN PRINCIPIO DE RANGO CONSTITUCIONAL.


La independencia judicial constituye un rasgo distintivo de la regulación constitucional
y legal que rige, entre otros aspectos, los relacionados con el nombramiento, duración
en el cargo, remuneraciones y demás aspectos relevantes de los derechos y
obligaciones de los titulares de los órganos jurisdiccionales, por lo que, al interpretar
dicha regulación, las conclusiones a las que se arribe deben ser acordes con
ese principio.
(Énfasis añadido).

Destaca por su importancia el fragmento en que se hace énfasis: las conclusiones a las
que se arribe (el Poder Judicial) deben ser acordes al principio de independencia judicial.

Lo cierto es que, si el Titular del Ejecutivo emite declaraciones que constituyen amenazas
directas hacia el Poder Judicial, impide que exista un ejercicio libre de la función
jurisdiccional.

Debe decirse que el principio de independencia judicial no es un fin en sí mismo, sino que
es instrumental; resulta indispensable para garantizar el respeto al derecho humano de
acceso a la justicia. Es decir, la independencia judicial es un medio sin el cual el Estado
no puede garantizarle a sus gobernados el acceso a la justicia.

Sin independencia judicial, no hay justicia.

El principio que estamos analizando implica una obligación para los jueces, pero también
implica un derecho: el derecho a decidir libremente y sin ataduras o presiones externas.
Así lo ha sostenido el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación:

INDEPENDENCIA JUDICIAL. LOS DERECHOS QUE ASISTEN AL TITULAR DEL


ÓRGANO JURISDICCIONAL TIENDEN A GARANTIZAR QUE RESUELVA
SIEMPRE CONFORME A DERECHO, SIN INFLUENCIAS AJENAS. De la
interpretación sistemática de los artículos 17, 94, párrafo octavo, 99, párrafo
penúltimo, 100, párrafo séptimo, 101 y 128 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos debe concluirse que los titulares de los órganos jurisdiccionales se
rigen por un sistema que garantiza su independencia, consistente en la actitud que
debe asumir todo juzgador para emitir sus resoluciones con apego a derecho, al
margen de todo tipo de presiones o intereses extraños, lo cual se protege mediante
diversos mecanismos, como son la fijación de un plazo de duración en el cargo, la
imposibilidad de disminuir sus remuneraciones y de que ocupen diverso empleo o
encargo durante un periodo.

Como puede apreciarse, el sistema jurídico prevé diversas normas administrativas en


relación con los plazos de encargo, la imposibilidad de disminuir remuneraciones, etc.
Pero, destaca del anterior criterio, que se reconoce a favor de las autoridades judiciales,
el derecho a resolver sin presiones o intereses extraños. Las declaraciones que ha
realizado el Presidente de la República en las conferencias matutinas constituyen, sin

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duda alguna, presiones externas que menoscaban severamente la independencia judicial
y el debido proceso de Alonso Ancira.

El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al analizar la obligación del


legislativo de establecer normas que garanticen la independencia judicial, sostuvo lo
siguiente:

AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA JUDICIAL. EL LEGISLADOR DEBE


ESTABLECERLAS Y GARANTIZARLAS EN LA LEY. Las garantías de autonomía e
independencia judicial son instrumentales respecto del derecho humano de
acceso a la justicia y se enmarcan en la fracción III del artículo 116 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, conforme al cual deben ser "establecidas" y
"garantizadas", lo que se traduce en un doble mandato constitucional: el de establecer
condiciones de independencia y autonomía, que exige una acción positiva y
primigenia del legislador local para incluirlas en la ley; y el de garantizar esos
contenidos, lo que significa para el legislador ordinario un principio general que
presume la necesaria permanencia de los elementos y previsiones existentes, bajo
una exigencia razonable de no regresividad, para evitar que se merme o disminuya
indebidamente el grado de autonomía e independencia judicial existente en un
momento determinado. Lo anterior significa que los componentes que integran la
independencia y autonomía judicial deben preverse, por mandato constitucional, en
normas materialmente legislativas que, una vez establecidas, dejan de estar a la libre
disposición del legislador, de modo que el estudio de su constitucionalidad debe tomar
en cuenta necesariamente el contexto de la evolución constitucional de cada entidad
federativa.
(Énfasis añadido).

Así, en cuanto a la independencia judicial, existen claras obligaciones que deben cumplir
los tres Poderes de la Unión:

(a) El legislativo debe crear normas que reconozcan y garanticen el principio


de independencia judicial,

(b) El ejecutivo debe respetar esa independencia, omitiendo hacer


declaraciones públicas o actos de cualquier tipo que incidan o amenacen el
ejercicio pleno de la libertad de resolver conforme a las propias convicciones
del Poder Judicial y,

(c) El Poder Judicial está obligado a ejercer esa independencia judicial, es


decir, no debe ceder ante presiones externas.

Sin bien los jueces se encuentran obligados a ejercer la independencia judicial, desde un
punto de vista humano, es difícil ejercer esa independencia cuando el Presidente de la
República amenaza con instaurar (fuera de sus facultades constitucionales)
investigaciones administrativas y/o penales que podrían implicar la destitución injustificada
del cargo. Por lo anterior, es fundamental que el Poder Judicial vele por el libre ejercicio
de la función jurisdiccional y, en sede constitucional, prohíba al Presidente de la República
que emita pronunciamientos que coarten la libertad de decisión de los integrantes del
Poder Judicial, en tanto han afectado indirectamente la esfera jurídica del quejoso.

La ex Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y actual Secretaría de


Gobernación, realizó un interesante trabajo académico titulado “La Independencia Judicial
en México. Apuntes sobre una realidad conquistada por los jueces mexicanos”, en el que,
citando al jurista español Luis Diez Picazo, señaló lo siguiente:

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“Con gran precisión teórica, Luis Diez Picazo, notable jurista español, distingue tres
subespecies dentro de la categoría de la independencia judicial como garantía. Estas
son:

1. La independencia personal, que consiste en el conjunto de características


derivadas de la situación en que la Constitución coloca al juez individualmente
considerado, y que protegen a éste de eventuales presiones ejercidas por los otros
dos poderes políticos del Estado (Legislativo y Ejecutivo).
2. La independencia colectiva, que tiene que ver con la protección a la judicatura en
su conjunto frente a los demás poderes del Estado; y
3. La independencia interna, que ampara al Juez, en su individualidad, frente al
resto de la estructura judicial”.

La actual Secretaría de Gobernación no se equivoca: es fundamental que se respete la


independencia del Juez como individuo, que éste se sienta seguro y libre de resolver
conforme a sus propias convicciones jurídicas; es fundamental también, que se respete a
la judicatura en su conjunto, frente a presiones externas; por último, es vital que se
respete y ampare al Juez frente a la propia estructura judicial, para que este pueda
cumplir con sus funciones jurisdiccionales al resolver los procedimientos inherentes al
señor Ancira.

El Presidente de la República ha violado todas las vertientes de la independencia judicial.


Ha violado la independencia personal pues, de facto, ha desprotegido al Juez, al
presionarlo a decidir conforme a los intereses que expresa el representante del Gobierno
Federal, bajo amenazas de represalias administrativas y/o penales. Ha violado la
independencia colectiva, pues, como titular del Poder Ejecutivo, atenta contra la libertad
de la judicatura para resolver de acuerdo con su propio criterio jurídico. Por último, viola la
independencia interna que ampara al Juez, pues presiona al Consejo de la Judicatura
Federal, para que sancione a sus propios jueces, ningún Juez que juzgue al quejoso lo
hará respetando el debido proceso.

Así, las presiones del Ejecutivo a través de los medios de comunicación, son una forma
de corrupción, en tanto que rompen el tejido institucional del Poder Judicial.

Precedentes internacionales en torno al


principio de independencia judicial.

El artículo 8.1 de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos prevé el


principio de independencia judicial:

Artículo 8. Garantías Judiciales

1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un
plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación
penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones
de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
(Énfasis añadido).

No cabe duda de que en el sistema interamericano se reconoce este principio. El


propósito del presente apartado es evidenciar que los actos reclamados violan la
Convención, así, me permito transcribir un fragmento de la Conferencia Matutina del
Presidente de la República de fecha 4 de septiembre de 2020:

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“No le hace, pero no puede ninguna autoridad, creo yo, dar alguna garantía a los
implicados si no se repara el daño, al menos no lo vamos a permitir. Si un juez
dice que sin reparar el daño queda en libertad el señor Ancira, yo desde aquí
voy a pedir una investigación al juez. No es amenaza ni advertencia, es que no
puedo ser encubridor, como ningún ciudadano debemos ser encubridores, cómplices,
todos tenemos que ayudar a limpiar de corrupción al país.”
(Énfasis añadido).

Es evidente que la declaración del Presidente, hoy autoridad responsable, es una clara
amenaza y advertencia a los jueces, para que resuelvan en contra del señor Alonso
Ancira, so pena de ser investigados.

Bajo ninguna perspectiva puede sostenerse que las declaraciones del Presidente son una
manifestación o ejercicio de la libertad de expresión, esto, pues sus declaraciones no las
hace como un ciudadano común, sino como un acto de autoridad bajo la investidura de
Presidente de la República y, bajo ese papel, no puede bajo ninguna circunstancia emitir
pronunciamientos sobre aspectos que no le corresponden, sobre todo, cuando implican
limitar o anular en forma definitiva la libertad de los jueces de decidir conforme a sus
propias convicciones.

Es vinculante el caso Tribunal Constitucional vs. Perú, resuelto por la Corte


Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Corte Interamericana”), ya que si
bien los hechos son distintos a los que se señalan como actos reclamados en la presente
demanda, el análisis y criterio al que arriba la Corte Interamericana debe aplicarse al
resolverse el presente juicio de amparo, por la interpretación que arroja respecto a la
Convención.

En síntesis, este caso versó sobre la destitución de tres miembros del Tribunal
Constitucional de Perú, sin que existiera un respeto al debido proceso. Al resolver el caso,
la Corte Interamericana realizó un estudio profundo del principio de independencia
judicial. A continuación, se transcribe un fragmento de ese estudio:

75. Esta Corte considera necesario que se garantice la independencia de


cualquier juez en un Estado de Derecho y, en especial, la del juez constitucional en
razón de la naturaleza de los asuntos sometidos a su conocimiento. Como lo señalara
la Corte Europea, la independencia de cualquier juez supone que se cuente con un
adecuado proceso de nombramiento, con una duración establecida en el cargo y con
una garantía contra presiones externas.
(Énfasis añadido).

Del párrafo citado, se desprende que el principio de independencia judicial no solo se


materializa a través de normas referentes al nombramiento, destitución y plazos de
encargo de los jueces, sino que también se materializa a través de una protección de la
función judicial de presiones externas.

El mismo criterio se sostuvo en los siguientes casos: Caso Chocrón Chocrón Vs.
Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de julio
de 2011. Serie C No. 227, párr.100; Caso Atala Riffo y Niñas Vs. Chile. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia del 24 de febrero de 2012. Serie C No. 239, párr. 186;
Caso de la Corte Suprema de Justicia (Quintana Coello y otros) Vs. Ecuador. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de agosto de 2013. Serie C
No. 266, párr. 146; Caso del Tribunal Constitucional (Camba Campos y otros) Vs.
Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de
agosto de 2013. Serie C No. 268, párr. 190.

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En la sentencia del Caso Reverón Trujillo vs. Venezuela, se destaca la importancia de
la independencia judicial y la prohibición de que existan presiones externas a la función
judicial:

68. El principio de independencia judicial constituye uno de los pilares básicos de las
garantías del debido proceso, motivo por el cual debe ser respetado en todas las
áreas del procedimiento y ante todas las instancias procesales en que se decide sobre
los derechos de la persona. La Corte ha considerado que el principio de
independencia judicial resulta indispensable para la protección de los derechos
fundamentales, por lo que su alcance debe garantizarse inclusive, en situaciones
especiales, como lo es el estado de excepción.
...
70. Conforme a la jurisprudencia de esta Corte y de la Corte Europea, así como de
conformidad con los Principios básicos de las Naciones Unidas relativos a la
independencia de la judicatura (en adelante “Principios Básicos”), las siguientes
garantías se derivan de la independencia judicial: un adecuado proceso de
nombramiento, la inamovilidad en el cargo y la garantía contra presiones externas.

80. Los Principios Básicos disponen que los jueces resolverán los asuntos que
conozcan “basándose en los hechos y en consonancia con el derecho, sin
restricción alguna y sin influencias, alicientes, presiones, amenazas o
intromisiones indebidas, sean directas o indirectas, de cualesquiera sectores o
por cualquier motivo”. Asimismo, dichos principios establecen que la judicatura
“tendrá autoridad exclusiva para decidir si una cuestión que le haya sido sometida
está dentro de la competencia que le haya atribuido la ley” y que “no se efectuarán
intromisiones indebidas o injustificadas en el proceso judicial”.

(Énfasis añadido).

La forma en que debe protegerse la independencia judicial y en consecuencia el derecho


del acceso a la justicia del impetrante de garantías en el presente caso, es instruirle al
Presidente de la República que se retracte públicamente de las declaraciones hechas en
relación con el proceso del hoy quejoso Alonso Ancira Elizondo. Esta es la única forma
en la que se repararía la violación en la que incurrió dicha autoridad responsable.

El mismo criterio se sostuvo en el Caso Chocrón Chocrón Vs. Venezuela. Excepción


Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de julio de 2011. Serie C No.
227, párr.106.

Por otro lado, en el Caso Villaseñor Velarde y Otros vs. Guatemala, resuelto por la
Corte Interamericana. la Jueza María Eugenia Villaseñor Velarde y otros, durante su
encargo como jueces, recibieron constantes amenazas e intimidaciones tendientes a que
resolvieran los asuntos sometidos a su conocimiento en determinado sentido. La violación
estatal en este caso se dio en forma omisiva por no evitar tales intimidaciones, así como
la falta de medidas de protección a favor de las víctimas, es decir, los jueces.

En este caso, las personas que amenazaban e intimidaban a los jueces eran, al parecer,
ciudadanos que no ocupaban cargos públicos, es decir, no se trataba de integrantes de
otros poderes de la República de Guatemala. Sin embargo, esa circunstancia no anula la
aplicabilidad del criterio de la Corte Interamericana pues es claro que cualquier Estado
parte de la Convención, no solo debe omitir pretender interferir en el adecuado
ejercicio del poder alterno, sino que es su obligación proteger a la judicatura de
cualquier presión externa, sea ésta pública o privada.

Dada esa obligación, se acude a esta instancia constitucional a solicitar que se ampare al
quejoso para que se respete el principio de independencia judicial (principio instrumental)

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para que, así, tenga vigencia y aplicación efectiva su derecho de acceso a una justicia
imparcial en donde el Tribunal que resuelva su caso sea plenamente independiente.

Transcribo fragmentos de la sentencia citada:

83. La Corte ha señalado que “el ejercicio autónomo de la función judicial debe ser
garantizado por el Estado”, siendo “la garantía de la independencia de los jueces” uno
de “los objetivos principales que tiene la separación de los poderes públicos”.

84. La garantía de independencia judicial “abarca la garantía contra presiones


externas, de tal forma que el Estado debe abstenerse de realizar injerencias
indebidas en el Poder Judicial o en sus integrantes” y adoptar acciones para evitar
que tales injerencias sean cometidas por personas u órganos ajenos al poder judicial.
En ese sentido, la Corte ha notado que “los Principios Básicos de Naciones Unidas
[relativos a la Independencia de la Judicatura] disponen que los jueces resolverán los
asuntos que conozcan […] sin restricción alguna y sin influencias, alicientes,
presiones, amenazas o intromisiones indebidas, sean directas o indirectas, de
cualesquiera sectores o por cualquier motivo’”. De igual modo, “dichos Principios
establecen que ‘[n]o se efectuarán intromisiones indebidas o injustificadas en el
proceso judicial”.
(Énfasis añadido).

El criterio sostenido por la Corte Interamericana es perfectamente aplicable al caso. Es


claro que existe una prohibición de injerencias arbitrarias o indebidas en el Poder Judicial,
así, se proscriben las presiones, amenazas, influencias o cualquier otro tipo de injerencias
en la función jurisdiccional que impidan que los integrantes de la judicatura resuelvan con
total y absoluta libertad los asuntos sometidos a su conocimiento.

Se reitera, esa prohibición vincula a los Estados parte a proteger a los jueces, lo cual,
implica una protección paralela a los gobernados, pues sin independencia judicial, éstos
no pueden acceder a una justicia independiente e imparcial.

Bajo ese panorama, no solo se viola el derecho de los jueces, sino también el derecho de
Alonso Ancira Elizondo a acceder a una justicia completamente imparcial. Esa violación
debe repararse por el Estado Mexicano y, por eso, se acude ante este órgano de control
constitucional.

Resulta fundamental que, a través del juicio de amparo, el Poder Judicial proteja al
quejoso en contra de las injerencias arbitrarias y autoritarias en las que ha incurrido el
Presidente de la República, pues es la única herramienta con la que cuenta para obtener
una reparación del Derecho Humano violado.

Como se dijo anteriormente, los actos reclamados no se han consumado de forma


irreparable, pues los efectos intimidatorios se encuentran vigentes y son susceptibles de
reparación. Esta reparación consiste en que el Presidente se retracte públicamente de sus
declaraciones y permita que los jueces resuelvan la situación jurídica del quejoso de
forma completamente libre e independiente.

Además, la instauración de una investigación en contra de determinado Juez, no es


competencia del Presidente de la República, es decir, él no puede “ordenar” una
investigación, pues eso le compete o al Consejo de la Judicatura o al Fiscal General
de la República, dependiendo de la naturaleza de la investigación. Por esa razón, el
Presidente también violó el principio de división de poderes, violación de la cual me hago
cargo a continuación.

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El principio de división de poderes y su violación.

Como se dijo anteriormente, el principio de independencia judicial emana del principio de


división de poderes y es precisamente en los artículos 49 y 116 constitucional donde
encuentra su fundamento.
Así, en aras de no caer en reiteraciones innecesarias, en el presente apartado me
centraré en explicar las razones por las que los actos reclamados violan el principio de
división de poderes, en tanto que interfiere con las facultades del Consejo de la Judicatura
Federal (órgano que, de acuerdo con la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación,
pertenece a dicho Poder de la Unión8) y del Fiscal General de la República (órgano
constitucional autónomo9).

En la conferencia de prensa de fecha 4 de septiembre de 2020, el Presidente de la


República, como señalé anteriormente, dijo que se investigaría a todo Juez que liberara al
señor Ancira.

Ahora bien, las investigaciones a las que se refiere el Presidente, pueden ser o de
carácter penal, en cuyo caso le corresponden al Fiscal General de la República, o de
carácter administrativo, en cuyo caso le corresponden al Consejo de la Judicatura
Federal.

En el apartado anterior ya dijimos las razones por las que tales declaraciones implican un
amedrentamiento de los jueces que integran el Poder Judicial de la Federación, a esa
consideración, debe sumarse que el Presidente de la República no tiene facultades para
ordenar ese tipo de investigaciones.

a) Facultades en torno a las investigaciones de carácter penal.

De acuerdo con el artículo 21 constitucional, la investigación de los delitos corresponde


exclusivamente al Ministerio Público y a las Policías, es decir, el Presidente de la
República no tiene la facultad para investigar la comisión de un delito, tampoco para
asumir decididamente una postura en la que permita inferir a la ciudadanía que a él se
debe o no una investigación.

Una postura de ese tipo, rompe con la garantía de acceso a la información plural y veraz
en cuyo contexto de ministración se desarrollaron los actos reclamados. El Presidente de
la República mal informa al sugerir o dar a entender que dentro de sus facultades legales
se encuentra una investigación. En todo caso, si quiere erigirse como un denunciante, así
debe exponerlo ante su audiencia.

Lo realmente relevante en el caso, es que la autoridad responsable tampoco tiene la


facultad de ordenar una investigación de esta naturaleza, pues desde la entrada en vigor
de la reforma al artículo 102 constitucional, la Fiscalía General de la República es un ente
autónomo con respecto a los demás Poderes de la Unión, incluido el Poder Ejecutivo.

8 Artículo 1o.- El Poder Judicial de la Federación se ejerce por: ...VI. - El Consejo de la Judicatura Federal;

9 Artículo 102. A. El Ministerio Público de la Federación se organizará en una Fiscalía General de la República como órgano público
autónomo, dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio.

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Así, el Presidente, en sus conferencias matutinas, asume un papel que no le corresponde,
pues no está facultado para ordenar ninguna investigación de carácter penal. La
autonomía de la Fiscalía General de la República es un avance importante adoptado en
nuestro país en miras a la consecución de un sistema de justicia penal transparente; el
objetivo de la autonomía es despolitizar a los procesos penales y que un órgano técnico
se encargue de sostener acusaciones con base en el derecho y no los vaivenes políticos.
Las declaraciones del Presidente de la República rompen drásticamente con esta
autonomía, pues interfiere públicamente con las facultades unilaterales del Fiscal General,
y con la libertad de actuar conforme a su criterio en cada caso. El Titular del Ejecutivo
evade la autonomía del Fiscal para atemorizar a los jueces que, dado el caso, absuelvan,
amparen o beneficien al quejoso. Esto, sin duda, implica una regresión en la vida
democrática de nuestro país.

Antes de la reforma, la entonces Procuraduría General de la República dependía


orgánicamente del Poder Ejecutivo, así, su nombramiento y remoción era facultad
exclusiva del Ejecutivo. Ahora no es así, por lo que la Fiscalía debe ejercer su función de
Ministerio Público de forma autónoma e independiente. En ese sentido, el que el
Presidente pretenda ordenar o sugerir una investigación de carácter penal viola el
principio de división de poderes, porque la función de Ministerio Público es exclusiva de la
Fiscalía como ente constitucional autónomo. De nueva cuenta, el Titular del Ejecutivo ha
violado la independencia de un ente público y como consecuencia de ello el derecho a la
imparcialidad del quejoso.

b) Facultades en torno a las investigaciones de carácter administrativo.

El Consejo de la Judicatura Federal es el ente público encargado de administrar al Poder


Judicial Federal. Dentro de sus facultades se encuentra investigar posibles conductas
indebidas de los integrantes de este Poder, así como su eventual suspensión o remoción.

El artículo 97 constitucional prevé la existencia del Consejo y solamente se permite que la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, solicite que se investigue a determinado
funcionario judicial, lo cual, excluye la posibilidad de que el Ejecutivo solicite este tipo
de investigaciones. El artículo citado establece lo siguiente:

Artículo 97. Los Magistrados de Circuito y los Jueces de Distrito serán nombrados y
adscritos por el Consejo de la Judicatura Federal, con base en criterios objetivos y de
acuerdo a los requisitos y procedimientos que establezca la ley. Durarán seis años en
el ejercicio de su encargo, al término de los cuales, si fueran ratificados o promovidos
a cargos superiores, sólo podrán ser privados de sus puestos en los casos y conforme
a los procedimientos que establezca la ley.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación podrá solicitar al Consejo de la


Judicatura Federal que averigüe la conducta de algún juez o magistrado federal.

(Énfasis añadido).

Que la Constitución Federal establezca expresamente que la Suprema Corte de Justicia


de la Nación puede solicitar al Consejo la investigación de un funcionario judicial,
implícitamente excluye al resto de las autoridades gubernamentales, esto es, solamente
aquella se encuentra legitimada para hacer esta solicitud.

Así, el Presidente de la República violó la independencia judicial, y en consecuencia al


quejoso en su derecho a una justicia imparcial e independiente, mediante amenazas que
implicarían ir más allá de sus facultades constitucionales, por eso, como se desarrollará

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en el capítulo respectivo, se solicita que se otorgue la suspensión provisional y en su
momento la definitiva, para efecto de que se le instruya al Titular del Ejecutivo se
abstenga de realizar pronunciamientos en torno a la forma en que deben resolver los
jueces el asunto del quejoso Alonso Ancira Elizondo.
Del principio de presunción de inocencia
y su violación.

El señor Alonso Ancira Elizondo es inocente. Las autoridades públicas tienen la


obligación de darle trato como inocente tanto en la tramitación y desahogo de su
proceso, como ante la opinión pública, hasta en tanto no se determine su
culpabilidad. Actualmente no se ha declarado que el quejoso sea responsable de la
comisión de delito alguno, por lo tanto, todas las autoridades están obligadas a
darle el trato que corresponde a su inocencia.

El Presidente de la República, en reiteradas ocasiones, ha sugerido o expuesto ante la


opinión pública que el quejoso es culpable del delito que se le acusa en un procedimiento
penal; así lo ha expuesto de forma ilegal con el objetivo de generar una imagen de
culpabilidad con respecto a su persona.

Mediante los actos reclamados, el Presidente de la República ha hecho comentarios en


torno a la imagen del quejoso, que contribuyen a la generación de una convicción de
culpabilidad en la sociedad. Por ejemplo, en la declaración hecha en fecha 21 de agosto
de 2020, señaló:

“Además, el señor Ancira está muy encumbrado y con muchas influencias.


Bueno, tan es así, que acaba de lograr que un juez declarara que ya no procedía
el juicio, que había prescrito. A todas luces, una irregularidad, por decir lo
menos. Les prestaba aviones a los políticos, financiaba campañas. Entonces, esa
operación es cuantiosísima”.
(Énfasis añadido).

Asimismo, en fecha 31 de agosto de 2020, expresó ante los medios de comunicación:

“Estoy hablando del señor Ancira, busquen los antecedentes de cómo el señor
Ancira era poderoso caballero, con amistades, influencias, en lo más alto del
poder. Entonces, esto ya es distinto y si un Ministerio Público, un juez no está
actuando bien, además de la fiscalía y además de la judicatura, el tribunal del
pueblo, lo que aquí vienen a decir ustedes con toda libertad.”
(Énfasis añadido).

Estos comentarios generar un agravio al quejoso, pues el Presidente ha generado en la


opinión pública una imagen de culpabilidad y corrupción que afecta su derecho a una
justicia imparcial e independiente, y que únicamente puede resarcirse mediante una
retractación pública.

En la multicitada conferencia de prensa del 4 de septiembre de 2020, el Presidente


amenazó a la judicatura con el hecho de investigar al juez que ordenara la libertad del
quejoso “si no paga la reparación del daño”.

Lo que no advierte el Presidente es que la reparación del daño es una consecuencia de la


condena, es decir, solo se puede obligar a un particular a reparar el daño si es declarado
culpable mediante sentencia firme. Así, al exigirle una reparación del daño al quejoso,
el Presidente lo ha expuesto como una persona culpable, violando su derecho a la
presunción de inocencia.

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El artículo 20 constitucional, al establecer los derechos de las víctimas, aclara la
naturaleza jurídica de la reparación del daño, como una sanción penal cuyo presupuesto
es la condena:

Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de
publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación.

C. De los derechos de la víctima o del ofendido:

IV. Que se le repare el daño. En los casos en que sea procedente, el Ministerio
Público estará obligado a solicitar la reparación del daño, sin menoscabo de que la
víctima u ofendido lo pueda solicitar directamente, y el juzgador no podrá absolver
al sentenciado de dicha reparación si ha emitido una sentencia condenatoria.

La ley fijará procedimientos ágiles para ejecutar las sentencias en materia de


reparación del daño;
(Énfasis añadido).

El artículo 20 constitucional claramente establece que la reparación del daño es


consecuencia de una sentencia condenatoria, por ello, exigir tal reparación sin que exista
una condena es anticipar la pena y, así, violar el derecho a la presunción de inocencia.

Por otro lado, el artículo 29 del Código Penal Federal10 cataloga expresamente a la
reparación del daño como una sanción penal; de manera que exigir, pedir, sugerir
públicamente al quejoso que repare el daño, implica tratarlo como culpable ante la opinión
pública en forma anticipada al momento procesal oportuno y fuera de todo cause legal.

Aunado a ello, el Código Nacional de Procedimientos Penales, en su artículo 206,


establece que la reparación del daño debe fijarse por el Juez de Juicio Oral o el
Tribunal de Enjuiciamiento en la sentencia:

Artículo 206. Sentencia. Concluido el debate, el Juez de control emitirá su fallo en la


misma audiencia, para lo cual deberá dar lectura y explicación pública a la
sentencia, dentro del plazo de cuarenta y ocho horas, explicando de forma concisa
los fundamentos y motivos que tomó en consideración. No podrá imponerse una pena
distinta o de mayor alcance a la que fue solicitada por el Ministerio Público y aceptada
por el acusado. El juez deberá fijar el monto de la reparación del daño, para lo cual
deberá expresar las razones para aceptar o rechazar las objeciones que en su caso
haya formulado la víctima u ofendido.
(Énfasis añadido).

Los artículos citados nos permiten arribar a la conclusión de que la reparación del daño es
parte de la pena, es una sanción pecuniaria que puede imponer el Juez una vez que ha
declarado culpable al imputado. Por lo tanto, cuando el Presidente de la República le
exige al quejoso que repare un daño, se coloca en la posición que le corresponde al Juez
y, al mismo tiempo, expone ante los medios al señor Ancira, como culpable.

La violación es clara, se mostró al quejoso como culpable ante los medios de


comunicación pese a que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos lo
prohíbe:

10 Artículo 29.- La sanción pecuniaria comprende la multa y la reparación del daño.

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Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los
principios de publicidad, contradicción, concentración, continuidad e
inmediación.
...

B. De los derechos de toda persona imputada:

I. A que se presuma su inocencia mientras no se declare su


responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez de la causa;

(Énfasis añadido).

El Código Nacional de Procedimientos Penales, como norma rectora del proceso penal,
aterriza el principio de presunción de inocencia mediante la prohibición de que los
imputados sean expuestos ante los medios de comunicación, pues se genera una
convicción de culpabilidad en la opinión pública antes de que si quiera sean juzgados ante
un Tribunal imparcial:

Artículo 113. Derechos del Imputado. El imputado tendrá los siguientes


derechos:

XIV. A no ser expuesto a los medios de comunicación;

(Énfasis añadido).

Se reitera, el Presidente de la República constantemente ha mencionado a Alonso Ancira


Elizondo buscando que la opinión publica lo condene y, a la par, amenaza al Poder
Judicial para que no lo beneficie con sus resoluciones. En ese este contexto, no existe
posibilidad alguna de que el quejoso sea juzgado de forma justa.

El principio de presunción de inocencia tiene varias vertientes: como estándar de prueba,


como regla de trato procesal y como regla de trato extraprocesal. Esta última, se refiere a
que todo imputado tiene derecho a ser tratado como inocente aun fuera de las
actuaciones procesales y por todas las autoridades, incluidas aquellas que no intervienen
en el proceso penal, así lo ha sostenido la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación:

PRESUNCIÓN DE INOCENCIA COMO REGLA DE TRATO EN SU VERTIENTE


EXTRAPROCESAL. INFLUENCIA DE SU VIOLACIÓN EN EL PROCESO PENAL.
Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha reconocido que
como regla de trato, el derecho fundamental a la presunción de inocencia exige que
cualquier persona imputada por la comisión de una conducta tipificada como delito,
sea tratada como inocente durante el trámite del procedimiento e, incluso, desde
antes de que se inicie, pues puede ser el caso de que ciertas actuaciones de los
órganos del Estado -sin limitarlos a quienes intervienen en la función
jurisdiccional propiamente dicha- incidan negativamente en dicho tratamiento.
En este sentido, la violación a esta faceta de la presunción de inocencia puede
afectar de una forma grave los derechos relativos a la defensa del acusado, ya
que puede alterar la evolución del proceso al introducir elementos de hecho que no
se correspondan con la realidad y que, en el ánimo del tribunal, y sobre todo de las
víctimas y de los posibles testigos, actúen después como pruebas de cargo en contra
de los más elementales derechos de la defensa. Así, la presunción de inocencia como
regla de trato, en sus vertientes procesal y extraprocesal, incide tanto en el proceder
de las autoridades en su consideración a la condición de inocente de la persona,
como con la respuesta que pueda provenir de las demás partes involucradas en el

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juicio. Particularmente, la violación a la regla de trato de la presunción de inocencia
puede influir en un proceso judicial cuando la actuación indebida de la policía que
pretenda manipular la realidad, tienda a referirse a: (i) la conducta, credibilidad,
reputación o antecedentes penales de alguna de las partes, testigos o posibles
testigos; (ii) la posibilidad de que se produjere una confesión, admisión de hechos,
declaración previa del imputado o la negativa a declarar; (iii) el resultado de exámenes
o análisis a los que hubiese sido sometido alguien involucrado en el proceso; (iv)
cualquier opinión sobre la culpabilidad del detenido; y, (v) el hecho de que alguien
hubiera identificado al detenido, entre muchas otras.
(Énfasis añadido).

De acuerdo al criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, viola el derecho a la


presunción de inocencia el hecho de que la Policía, indebidamente, emita opiniones
acerca de la culpabilidad de un detenido.

De la misma manera, viola el principio en cuestión el hecho de que el Presidente de la


República constantemente emita estas opiniones, pues influye directamente en la opinión
pública y altera la evolución del proceso, más aun, cuando amenaza al Poder Judicial.

La sola exhibición de un imputado ante los medios de comunicación implica una violación
a la presunción de inocencia, pues se expone al imputado como culpable y se politizan los
procesos que deben ventilarse únicamente en los tribunales.

Lo anterior, lo ha sostenido la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación:

PRESUNCIÓN DE INOCENCIA COMO REGLA DE TRATO EN SU VERTIENTE


EXTRAPROCESAL. ELEMENTOS A PONDERAR PARA DETERMINAR SI LA
EXPOSICIÓN DE DETENIDOS ANTE MEDIOS DE COMUNICACIÓN PERMITE
CUESTIONAR LA FIABILIDAD DEL MATERIAL PROBATORIO. La sola exhibición
de personas imputadas en los medios de comunicación representa una forma de
maltrato que favorece el terreno de ilegalidad y que propicia otras violaciones a
derechos humanos. Por tanto, estas acciones deben ser desalentadas con
independencia de si ello influye en el dicho de quienes atestiguan contra el inculpado.
Al respecto, pueden consultarse las tesis aisladas de la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación: 1a. CLXXVI/2013 (10a.) y 1a. CLXXVIII/2013 (10a.), (1)
de rubros: "PRESUNCIÓN DE INOCENCIA COMO REGLA DE TRATO EN SU
VERTIENTE EXTRAPROCESAL. SU CONTENIDO Y CARACTERÍSTICAS." y
"PRESUNCIÓN DE INOCENCIA Y DERECHO A LA INFORMACIÓN. SU RELACIÓN
CON LA EXPOSICIÓN DE DETENIDOS ANTE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.".
Ahora bien, cuando se plantea una violación en este sentido, la exposición mediática
(y la información asociada a ella) tienen que ser suficientemente robustas para que
pueda considerarse que han generado una percepción estigmatizante y que ésta ha
elevado, de modo indudablemente significativo, la probabilidad de que los testimonios
y las pruebas recabadas contengan información parcial y, por ende, cuestionable.
Algunos de los elementos que el juez puede ponderar al llevar a cabo esta operación
son: 1. El grado de intervención y participación del Estado en la creación y/o en la
divulgación de la información. Cuando el Estado es quien deliberadamente interviene
para crear una imagen negativa y contribuye a su formación, los jueces deben ser
especialmente escépticos para juzgar el material probatorio. 2. La intensidad del
ánimo estigmatizante que subyace a la acusación y su potencial nocividad. 3. La
diversidad de fuentes noticiosas y el grado de homogeneidad en el contenido que las
mismas proponen. Con apoyo en este criterio, el juez valora si el prejuicio
estigmatizante ha sido reiterado en diversas ocasiones y analiza su nivel de
circulación. También analiza si existen posiciones contrarias a este estigma que, de
facto, sean capaces de contrarrestar la fuerza de una acusación. Cabe aclarar que si
bien la existencia de una sola nota o la cobertura en un solo medio puede generar
suficiente impacto, eso ocurriría en situaciones excepcionales, donde el contenido y la

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gravedad de la acusación fueran suficientemente gravosas por sí mismas para
generar un efecto estigmatizante. 4. La accesibilidad que los sujetos relevantes tienen
a esa información. Al valorar este aspecto, el juez puede analizar el grado de cercanía
que él mismo, los testigos o los sujetos que intervienen en el proceso tienen con
respecto a la información cuestionada. Si la información es demasiado remota,
existirán pocas probabilidades de que el juzgador o tales sujetos hayan tenido acceso
a la misma; consecuentemente, la fiabilidad de las pruebas difícilmente podría ser
cuestionada. Estos criterios no pretenden ser una solución maximalista, capaz de
cubrir todos los supuestos. Se trata, tan sólo, de criterios orientadores que facilitan la
tarea de los tribunales al juzgar este tipo de alegatos. Es decir, se trata de indicadores
que, por sí mismos, requieren apreciación a la luz de cada caso concreto. De ningún
modo deben interpretarse en el sentido de que sólo existirá impacto en el proceso
cuando un supuesto reúna todos los elementos ahí enunciados. En conclusión, el
solo hecho de que los medios de comunicación generen publicaciones donde
las personas sean concebidas como "delincuentes", ciertamente viola el
principio de presunción de inocencia en su vertiente de regla procesal. Sin
embargo, para evaluar el impacto que estas publicaciones pueden tener en un
proceso penal, es necesario que los jueces realicen una ponderación motivada para
establecer si se está en condiciones de dudar sobre la fiabilidad del material
probatorio.
(Énfasis añadido).

El criterio sostenido por la Primera Sala es claro: la mera exposición de los imputados
ante los medios de comunicación como culpables, como lo ha hecho insistentemente el
Presidente de la República al señalar al quejoso, sugiriendo, pidiendo e incitándolo a que
repare el daño de un delito del que no ha sido juzgado, implica violar su derecho a la
presunción de inocencia. Esa violación tiene reparación: el Presidente debe retractarse
públicamente de esas declaraciones para que la imagen que la sociedad se ha creado
acerca de la culpabilidad del quejoso, sea eliminada.

En el Caso Cantoral Benavides Vs. Perú, la Corte Interamericana de Derechos


Humanos efectuó interpretaciones vinculantes sobre el principio de presunción de
inocencia. De la lectura de este precedente, se advierte que el señor Cantoral Benavides
fue exhibido ante los medios de comunicación vestido con un traje infamante como autor
del delito de traición a la patria antes de ser procesado penalmente. Al respecto, la Corte
Interamericana sostuvo lo siguiente:

119. La Corte observa, en primer lugar, que en el presente caso está probado que el
señor Cantoral Benavides fue exhibido ante los medios de comunicación, vestido con
un traje infamante, como autor del delito de traición a la patria, cuando aún no había
sido legalmente procesado ni condenado (supra párr. 63.i.).

120. El principio de la presunción de inocencia, tal y como se desprende del artículo


8.2 de la Convención, exige que una persona no pueda ser condenada mientras
no exista prueba plena de su responsabilidad penal. Si obra contra ella prueba
incompleta o insuficiente, no es procedente condenarla, sino absolverla.

(Énfasis añadido).

De esta forma, la Corte Interamericana reconoce que el derecho a la presunción de


inocencia se debe respetar tanto en el desarrollo del proceso penal, como fuera del
mismo, es decir, la exhibición de un imputado ante los medios de comunicación como una
persona culpable, afecta este derecho pues crea una imagen negativa de culpabilidad. El
quejoso es inocente, esa es su situación jurídica actual, y el Presidente de la
República no puede bajo ninguna circunstancia afirmar lo contrario ni exigirle una
reparación del daño (sanción pecuniaria que solo puede ser impuesta sino

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mediante sentencia condenatoria firme), pues eso implica imponer una pena o
consecuencia anticipada al quejoso.

El mismo criterio sostuvo la Corte Interamericana en los siguientes casos: Caso Ricardo
Canese Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de
2004. Serie C No. 111, párr. 153; Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de
2010 Serie C No. 220, párr. 183; Caso López Mendoza Vs. Venezuela. Fondo
Reparaciones y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2011 Serie C No. 233, párr. 128;
Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27
de noviembre de 2013. Serie C No. 275, párr. 228.

El diverso precedente (Caso Lori Berenson Mejía vs. Perú.) Lori Berenson Mejía fue
procesada en el fuero militar por el delito de traición a la patria en una época en la que
Perú atravesaba una crisis por actos terroristas. Una vez detenida, Lori Berenson fue
presentada ante los medios de comunicación y se le estigmatizó como una traidora a la
Patria bajo el contexto de la crisis en cuestión.

Al resolver el caso, la Corte Interamericana sostuvo lo siguiente:

158. Durante el proceso militar, la señora Lori Berenson fue exhibida por la DINCOTE
ante los medios de comunicación como autora del delito de traición a la patria, cuando
aún no había sido legalmente procesada y condenada (supra párr. 88.28).

159. La Corte Europea ha señalado que

[el derecho a la] presunción de inocencia puede ser violado no sólo por un juez
o una Corte sino también por otra autoridad pública. […] [el] artículo 6 párrafo 2
[de la Convención Europea] no puede impedir a las autoridades informar al público
acerca de las investigaciones criminales en proceso, pero lo anterior requiere que lo
hagan con toda la discreción y la cautela necesarias para que [el derecho a] la
presunción de inocencia sea respetado.

160. El derecho a la presunción de inocencia, tal y como se desprende del artículo 8.2
de la Convención, exige que el Estado no condene informalmente a una persona
o emita juicio ante la sociedad, contribuyendo así a formar una opinión pública,
mientras no se acredite conforme a la ley la responsabilidad penal de aquella.

61. En consecuencia, la Corte considera que el Estado violó, en perjuicio de la


señora Lori Berenson, el artículo 8.2 de la Convención Americana, en relación
con el artículo 1.1. de la misma, en el proceso penal en la jurisdicción militar.

(Énfasis añadido).

El fragmento transcrito es fundamental y debe aplicarse en el presente caso. Las


declaraciones del Presidente de la República han contribuido a que la sociedad en
general (incluidos los jueces) formen una opinión de culpabilidad en torno al señor Alonso
Ancira Elizondo, cuando aun no ha sido juzgado, mucho menos sentenciado.

El juicio de amparo está diseñado para instituirse como un recurso efectivo, por lo tanto,
atañe a esta vía constitucional reparar las violaciones al principio de presunción de
inocencia en las que ha incurrido el Titular del Ejecutivo Federal.

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El mismo criterio se sostuvo en el Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C No. 275, párr.
235.

Finalmente, en el Caso Acosta y otros vs. Nicaragua, advertimos la señora María Luisa
Acosta era una defensora de derechos humanos en Nicaragua. Su esposo fue asesinado,
por lo que se iniciaron las investigaciones correspondientes y se instruyó un proceso
penal en contra de ciertas personas. El juez encargado de la instrucción realizó una serie
de declaraciones en el diario de mayor circulación nacional de ese entonces, refiriéndose
a una manifestación de la señora Acosta realizada en el marco de la instrucción que se
seguía por la muerte de su esposo, en la que se señaló como sospechoso a una persona
que en ese momento no identificó. El juez manifestó ante la prensa que tal declaración,
así como una respuesta de ella a una pregunta de la fiscalía “perfectamente encuadraba
en señalarla como encubridora del homicidio de su esposo”.

Así, el Juez de instrucción, expuso a la Señora Acosta como partícipe y culpable de haber
encubierto al asesino de su esposo. Al respecto, la Corte sostuvo:

205. En el presente caso, la Corte considera que las declaraciones del juez
instructor de la causa en un medio de comunicación social pudieron tener
efectos perniciosos, de desacreditación, estigmatización o desprestigio, que
pudieron generar impactos tanto psicosociales en la señora Acosta y otros
familiares, tal como se desprende de sus declaraciones…

Resulta fundamental analizar el caso citado, pues tiene una diferencia muy importante con
respecto a los dos anteriores. Los dos casos analizados anteriormente, se refieren a
hechos en los que los imputados fueron físicamente expuestos ante los medios de
comunicación, lo cual, los estigmatizó como culpables ante la opinión pública.

El caso de la Señora María Luisa Acosta es relevante para el presente caso, pues ella no
fue exhibida físicamente ante los medios de comunicación en su detención, sino que el
Juez instructor la mencionó como culpable del delito de encubrimiento ante la prensa
escrita. Lo mismo sucede en el caso del quejoso: el Presidente de la República lo expone
constantemente ante los medios de comunicación con formas y sugerencias como
culpable de hechos delictivos e irregulares. Señala también el Titular del Ejecutivo que el
señor Ancira tiene que “reparar el daño”, cuando no existe una sentencia firme en la que
se le haga responsable de haber causado un daño a consecuencia de una conducta
delictiva.

Así, la mención del nombre del quejoso ante los medios y la estigmatización que se ha
generado en relación a su persona y proceso penal, es una clara violación al principio de
presunción de inocencia que debe repararse en esta sede constitucional.

Por estas razones es que debe otorgarse el amparo y protección de la Justicia Federal al
quejoso, para el efecto de que el Presidente de la República se retracte públicamente de
las manifestaciones hechas en cada uno de los actos reclamados en relación con el
proceso penal que afronta el quejoso Alonso Ancira Elizondo, así como, se abstenga de
realizarlas en el futuro.

IX. SOLICITUD EXPRESA DE RECONOCIMIENTO DE PRECEDENTES DE LA


CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS.

En la presente demanda de amparo se han invocado diversas sentencias de la Corte


Interamericana de Derechos Humanos cuyo estudio y aplicación es obligatorio para las

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autoridades judiciales mexicanas. Así lo ha establecido la Suprema Corte de Justicia de la
Nación:

JURISPRUDENCIA EMITIDA POR LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS


HUMANOS. ES VINCULANTE PARA LOS JUECES MEXICANOS SIEMPRE QUE
SEA MÁS FAVORABLE A LA PERSONA. Los criterios jurisprudenciales de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, con independencia de que el Estado Mexicano
haya sido parte en el litigio ante dicho tribunal, resultan vinculantes para los Jueces
nacionales al constituir una extensión de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, toda vez que en dichos criterios se determina el contenido de los derechos
humanos establecidos en ese tratado. La fuerza vinculante de la jurisprudencia
interamericana se desprende del propio mandato establecido en el artículo 1o.
constitucional, pues el principio pro persona obliga a los Jueces nacionales a resolver
cada caso atendiendo a la interpretación más favorable a la persona. En cumplimiento
de este mandato constitucional, los operadores jurídicos deben atender a lo siguiente:
(i) cuando el criterio se haya emitido en un caso en el que el Estado Mexicano no haya
sido parte, la aplicabilidad del precedente al caso específico debe determinarse con
base en la verificación de la existencia de las mismas razones que motivaron el
pronunciamiento; (ii) en todos los casos en que sea posible, debe armonizarse la
jurisprudencia interamericana con la nacional; y (iii) de ser imposible la armonización,
debe aplicarse el criterio que resulte más favorecedor para la protección de los
derechos humanos.

Por lo anterior, se solicita respetuosamente a su Señoría un pronunciamiento expreso


sobre el carácter vinculante o no de los precedentes que se desarrollan en el cuerpo del
presente escrito.

X. CAPÍTULO DE SUSPENSIÓN.

Solicito se tramite por separado el incidente de suspensión correspondiente y se conceda


al quejoso la suspensión de los actos reclamados, primero en forma provisional y después
definitiva, toda vez que se cumplen los requisitos establecidos por la ley de la materia, ya
que se solicita a nombre del directo quejoso, además no se sigue perjuicio al interés
social, ni se contravienen disposiciones de orden público y la ejecución de los actos
reclamados genera daños de difícil reparación.

La suspensión del acto reclamado se solicita para el efecto de que la autoridad


responsable, sin dejar de cumplir con la obligación que le impone el artículo 6
constitucional, de garantizar el acceso de los gobernados a la información a través de
cualquier canal de comunicación:

1. Se abstenga de emitir cualquier pronunciamiento, manifestación o declaración


pública como Titular del Ejecutivo Federal, que sea contrario al derecho de
presunción de inocencia del quejoso Alonso Ancira Elizondo.

2. Se abstenga de emitir cualquier pronunciamiento, manifestación o declaración


pública como Titular del Ejecutivo Federal, que sea contrario a los principios de
autonomía de la Fiscalía General de la República e independencia judicial, en
relación con los procedimientos legales del directo quejoso.

3. Emita de inmediato una manifestación pública en la que reconozca abiertamente


que el quejoso Alonso Ancira Elizondo es inocente a la fecha de cualquier delito
que se le impute hasta que no exista una sentencia definitiva que lo condene como
penalmente responsable del mismo.

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La concesión de la suspensión es procedente en términos del artículo 107, fracción X de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en términos de los
artículos 147 y 150 de la Ley de Amparo, que otorgan facultades amplias al Juzgador
constitucional para que analice caso a caso la procedencia de la suspensión, y de ser
posible, restituya al quejoso en el goce de los derechos que estime violados, cuando se
encuentren en riesgo de daños irreparables o de difícil reparación.

Lo anterior obedece a que en el caso se satisfacen los requisitos establecidos por la Ley
de Amparo; tolerar la vigencia del acto reclamado en esas condiciones implica consentir la
imposibilidad de reparar el daño que podrían ocasionar los actos reclamados, en
menoscabo de los derechos del impetrante.

Se solicita a este Juzgador, analice la naturaleza de las violaciones alegadas así como el
hecho o actos que entrañan las mismas, considerando sus características y su
trascendencia, pues de estas se podrá advertir que los motivos de reclamo son violatorios
de derechos fundamentales.

La apariencia del buen derecho, como elemento a considerar respecto a la petición de la


suspensión, debe prevalecer en sobre posición del interés social y el orden público. Para
arribar a dicha conclusión se debe tomar en consideración lo siguiente:

• Los derechos del quejoso involucrados en la ponderación, son el acceso a


un debido proceso mediante la administración de una justicia imparcial
(derecho potencialmente lesionado con la intervención directa sobre la
autonomía o independencia judicial descrita en la presente demanda), la
prerrogativa de ser tratado como inocente hasta en tanto no exista
determinación judicial que lo declare culpable de un delito y a recibir
información publica de su persona en forma plural y veraz.

Tales derechos se consagran sistemáticamente en los artículos 6, 7, 14, 20,


49, 102 y 116, constitucionales. No se encuentran sujetos a comprobación.

• Debe considerarse en su justa dimensión el posible, real y presente perjuicio al


interés social o contravención al orden público.

En el caso no existe ninguna afectación de esta naturaleza, por el contrario, como


ha definido la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el
contexto de autoridades ministrando información a la ciudadanía a través de
canales de comunicación libremente elegidos (como en el caso una conferencia
mañanera), la información que se suministra, se sujeta a los principios de
pluralidad y veracidad, consagrados en el artículo 6º constitucional, constituye
información de interés general.

Por lo que un aparente conflicto entre el derecho colectivo o interés general


y el interés privado, se desvanece bajo la perspectiva de que no puede
priorizarse la divulgación de información que estigmatice al quejoso como
culpable de un hecho ilícito, o que lo inste o coarte a reparar el deño por ese
hecho, cuando aun no ha sido sentenciado ni condenado al respecto.

Deviene absurdo suponer una sobre posición del interés general a los
derechos del quejoso, basado en una premisa falsa como lo es la creencia
de la autoridad responsable de que su opinión puede generalizarse o
irradiarse a la ciudadanía que gobierna.

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• La no concesión de la suspensión, ocasiona daños de difícil reparación al quejoso.
Pues durante todo el tiempo que subsistan los efectos o condiciones generadas
por los actos reclamados, sus derechos (acceso a justicia imparcial y presunción
de inocencia) se debilitan severamente sin posibilidad de restituirse.

• Para resolver sobre la suspensión, bien puede efectuarse una apreciación de


carácter provisional sobre la inconstitucionalidad del acto reclamado y del derecho
alegado. Basta leer los conceptos de violación desarrollados, mismos que se dan
por reproducidos en el presente apartado, para concluir que los actos que se
reclaman poseen una presunción de inconstitucionalidad que torna necesaria la
concesión de la medida cautelar pretendida.

• Pretender que la autoridad responsable emita de inmediato una


manifestación pública en la que reconozca abiertamente que el quejoso
Alonso Ancira Elizondo es inocente a la fecha de cualquier delito que se le
impute hasta que no exista una sentencia definitiva que lo condene como
penalmente responsable del mismo, no crea derechos inexistentes antes de
la solicitud de la suspensión pretendida, pues como se ha desarrollado,
constitucional y convencionalmente el quejoso tiene hasta el día de hoy la
condición de inocente, le guste o no a la investidura presidencial.

Que el Titular del Ejecutivo informe sobre su gestión a los gobernados no genera violación
de alguna especie en sí misma, excepto cuando dicha actuación conlleva violación a la
presunción de inocencia, independencia judicial y división de funciones, en cuyo caso, es
dable que la responsable sea vinculada de inmediato a respetar los postulados básicos
del Estado de Derecho, para evitar una afectación indirecta en perjuicio del quejoso.

La pretensión que se eleva no implica impedir el adecuado ejercicio comunicativo


de la autoridad responsable con su ciudadanía, a través de los canales que estime
pertinentes al efecto, sino simplemente acotar sus facultades legales para que no
generen violaciones a los derechos del quejoso.

En consecuencia, vincular al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos a respetar los


principios señalados, de ninguna forma transgrede el orden público, ni el interés social, la
sociedad es la principal interesada en que estos postulados sean respetados por las
autoridades mexicanas.

Por el contrario, negar la suspensión, supone una permisión del propio Poder Judicial
para aceptar presiones externas en detrimento de los Jueces que les corresponda
analizar asuntos relacionados con el quejoso.
Al respecto la jurisprudencia por contradicción de tesis sustentada por el Alto Tribunal ha
sostenido:

SUSPENSION. PARA RESOLVER SOBRE ELLA ES FACTIBLE, SIN DEJAR DE


OBSERVAR LOS REQUISITOS CONTENIDOS EN EL ARTICULO 124 DE LA LEY
DE AMPARO, HACER UNA APRECIACION DE CARACTER PROVISIONAL DE LA
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ACTO RECLAMADO. La suspensión de los actos
reclamados participa de la naturaleza de una medida cautelar, cuyos presupuestos
son la apariencia del buen derecho y el peligro en la demora. El primero de ellos se
basa en un conocimiento superficial dirigido a lograr una decisión de mera
probabilidad respecto de la existencia del derecho discutido en el proceso. Dicho
requisito aplicado a la suspensión de los actos reclamados, implica que, para la
concesión de la medida, sin dejar de observar los requisitos contenidos en el artículo
124 de la Ley de Amparo, basta la comprobación de la apariencia del derecho

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invocado por el quejoso, de modo tal que, según un cálculo de probabilidades, sea
posible anticipar que en la sentencia de amparo se declarará la inconstitucionalidad
del acto reclamado. Ese examen encuentra además fundamento en el artículo 107,
fracción X, constitucional, en cuanto establece que para el otorgamiento de la medida
suspensional deberá tomarse en cuenta, entre otros factores, la naturaleza de la
violación alegada, lo que implica que debe atenderse al derecho que se dice violado.
Esto es, el examen de la naturaleza de la violación alegada no sólo comprende el
concepto de violación aducido por el quejoso sino que implica también el hecho o acto
que entraña la violación, considerando sus características y su trascendencia. En todo
caso dicho análisis debe realizarse, sin prejuzgar sobre la certeza del derecho, es
decir, sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los actos reclamados, ya
que esto sólo puede determinarse en la sentencia de amparo con base en un
procedimiento más amplio y con mayor información, teniendo en cuenta siempre que
la determinación tomada en relación con la suspensión no debe influir en la sentencia
de fondo, toda vez que aquélla sólo tiene el carácter de provisional y se funda en
meras hipótesis, y no en la certeza de la existencia de las pretensiones, en el
entendido de que deberá sopesarse con los otros elementos requeridos para la
suspensión, porque si el perjuicio al interés social o al orden público es mayor a los
daños y perjuicios de difícil reparación que pueda sufrir el quejoso, deberá negarse la
suspensión solicitada, ya que la preservación del orden público o del interés de la
sociedad están por encima del interés particular afectado. Con este proceder, se evita
el exceso en el examen que realice el juzgador, el cual siempre quedará sujeto a las
reglas que rigen en materia de suspensión.

SUSPENSIÓN. PARA DECIDIR SOBRE SU OTORGAMIENTO EL JUZGADOR


DEBE PONDERAR SIMULTÁNEAMENTE LA APARIENCIA DEL BUEN DERECHO
CON EL PERJUICIO AL INTERÉS SOCIAL O AL ORDEN PÚBLICO. El Tribunal en
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia P./J. 15/96,
de rubro: "SUSPENSIÓN. PARA RESOLVER SOBRE ELLA ES FACTIBLE, SIN
DEJAR DE OBSERVAR LOS REQUISITOS CONTENIDOS EN EL ARTÍCULO 124 DE
LA LEY DE AMPARO, HACER UNA APRECIACIÓN DE CARÁCTER PROVISIONAL
DE LA INCONSTITUCIONALIDAD DEL ACTO RECLAMADO.", sostuvo que para el
otorgamiento de la suspensión, sin dejar de observar los requisitos exigidos por el
artículo 124 de la Ley de Amparo, basta la comprobación de la apariencia del buen
derecho invocado por el quejoso, de modo que sea posible anticipar que en la
sentencia de amparo se declarará la inconstitucionalidad del acto reclamado, lo que
deberá sopesarse con el perjuicio que pueda ocasionarse al interés social o al orden
público con la concesión de la medida, esto es, si el perjuicio al interés social o al
orden público es mayor a los daños y perjuicios de difícil reparación que pueda sufrir
el quejoso. Conforme a lo anterior, el juzgador debe realizar un estudio simultáneo de
la apariencia del buen derecho y el peligro en la demora con la posible afectación que
pueda ocasionarse al orden público o al interés social con la suspensión del acto
reclamado, supuesto contemplado en la fracción II del referido artículo 124, estudio
que debe ser concomitante al no ser posible considerar aisladamente que un acto
pudiera tener un vicio de inconstitucionalidad sin compararlo de manera inmediata con
el orden público que pueda verse afectado con su paralización, y sin haberse
satisfecho previamente los demás requisitos legales para el otorgamiento de la
medida.

Los efectos restitutorios del derecho violado son factibles en términos del artículo 147 de
la Ley de la Materia. Es patente que debe ser respetada por todas las autoridades del
país la presunción de inocencia y restituir al quejoso en su imagen de inocente durante el
curso de su proceso:

SUSPENSIÓN EN EL AMPARO CONTRA UN ACTO OMISIVO. PUEDE TENER


EFECTOS RESTITUTORIOS PROVISIONALES, ATENTO A LA APARIENCIA DEL
BUEN DERECHO Y LA AFECTACIÓN O PERJUICIO QUE AQUÉL OCASIONE. En
términos del artículo 147 de la Ley de Amparo es posible restablecer provisionalmente

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al quejoso en el goce del derecho violado mientras se dicta sentencia ejecutoria en el
juicio de amparo. En efecto, sus párrafos segundo y tercero prevén la posibilidad de
que la medida suspensional tenga como efecto restablecer provisionalmente al
quejoso en el goce del derecho violado, mientras se dicta la sentencia ejecutoria
relativa, siempre y cuando sea jurídica y materialmente posible. Asimismo, debe fijarse
la situación en la cual habrán de quedar las cosas y tomar las medidas pertinentes
para conservar la materia del amparo, hasta la terminación del juicio. El órgano
jurisdiccional de amparo también está obligado a dictar las medidas necesarias para
evitar que se defrauden los derechos de menores o incapaces, en tanto se dicta la
sentencia definitiva, con lo cual existe la posibilidad no sólo de que sean medidas
conservatorias, sino también innovativas y prohibitivas, acorde con la naturaleza del
acto reclamado, para garantizar que los derechos de ellos no se defrauden y, por
ende, se hagan efectivos. Por otro lado, dependiendo de la naturaleza del acto
reclamado, tiene facultad para establecer condiciones de cuyo cumplimiento que dé la
quejosa, depende que la medida cautelar siga surtiendo efectos. Entonces, el texto del
artículo 147 citado, obliga al Juez a analizar cada caso concreto y sin importar si
el acto reclamado tiene carácter positivo, negativo u omisivo, dado que la norma
no hace distinción al respecto, debe ponderar la apariencia del buen derecho y
la afectación o perjuicio que ocasione el acto, para establecer en qué medida se
afecta un derecho sustantivo del agraviado, puesto que tan graves pueden ser las
consecuencias de un acto positivo, como las de una omisión, porque lo relevante es
precisar cómo se manifiesta el acto reclamado en la esfera de derechos del quejoso.
En ese contexto, sí podrá conceder la suspensión contra un acto omisivo y fijar la
situación que habrá de imperar, ordenando que todo se conserve en el estado en que
se encuentra y, en su caso, de resultar jurídica y materialmente factible, restablecer de
manera provisional al quejoso en el disfrute de la prerrogativa que le fue afectada y
dictar las medidas necesarias para que no se defrauden los derechos de menores o
incapaces.
(Énfasis añadido).

Por todo lo anterior se solicita conceder la suspensión de los actos reclamados primero en
forma provisional y después definitiva, pues con ello se impediría que se agraven los
efectos de los actos reclamados y se ocasionen daños de difícil reparación.

XI. RESERVA DE DERECHOS.

El directo quejoso se reserva su derecho para ampliar la presente demanda.

XII. RESERVA DE INFORMACIÓN CONFIDENCIAL.

Con fundamento en el artículo 8 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la


Información Publica Gubernamental, manifiesto oposición a la publicación de los datos
personales del quejoso.

XIII. OFRECIMIENTO DE PRUEBAS.

Con fundamento en los artículos 75, 119 y 121 de la Ley de Amparo, para la tramitación
tanto del cuaderno incidental como del principal, se ofrecen las siguientes pruebas:

• LA DOCUMENTAL PÚBLICA, consistente en la copia certificada del pliego de


Judicialización elaborado por el Ministerio Público en contra del quejoso, que dio
origen a la causa penal 211/2019, seguida ante el Juez de Distrito Especializado

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en el Sistema Penal Acusatorio, adscrito al Centro de Justicia Penal Federal en la
Ciudad de México, con sede en el reclusorio Norte, en funciones de Juez de
Control José Artemio Zuñiga Mendoza. (misma que se adjunta como ANEXO 3).

Dicha copia certificada fue rendida al juicio de amparo 575/2019 narrado en los
antecedentes, donde el quejoso tuvo acceso electrónico y obtuvo el documento
escaneado que la autoridad responsable remitiera a dicho juicio en
acompañamiento a su informe justificado.

• LA DOCUMENTAL PÚBLICA, consistente en la orden de aprehensión de fecha 25


de mayo de 2019 emitida por el Juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal
Acusatorio, adscrito al Centro de Justicia Penal Federal en la Ciudad de México,
con sede en el reclusorio Norte, en funciones de Juez de Control José Artemio
Zuñiga Mendoza dentro de la causa penal 211/2019, mediante la cuál se acredita
el interés legítimo del quejoso por encontrarse en una situación jurídica que causa
agravio a su esfera jurídica (misma que se adjunta como ANEXO 2).

Dicha copia certificada fue rendida al juicio de amparo 575/2019 narrado en los
antecedentes, donde el quejoso tuvo acceso electrónico y obtuvo el documento
escaneado que la autoridad responsable remitiera a dicho juicio en
acompañamiento a su informe justificado.

• LA DOCUMENTAL PRIVADA, consistente en la publicación realizada por la


Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder
Judicial de la Federación, mediante la cuál se acredita la preocupación por parte
de sus integrantes ante las amenazas que infieren las declaraciones señaladas
como actos reclamados, emitidas por el Presidente de la Republica, (misma que
se adjunta como ANEXO 6).

• LA DOCUMENTAL PÚBLICA, consistente en 7 versiones estenográficas de cada


una de las conferencias de prensa emitidas por el Presidente Andrés Manuel
López Obrador, específicamente las de fecha 20, 21, 24, 26, 27, 31 todas del mes
de agosto de 2020 así como una última del día 4 de septiembre de la misma
anualidad, con dichas pruebas se acreditan las declaraciones hechas por el
Presidente, (las mismas se adjuntan ANEXO 7, 8, 9, 10, 11, 12 y 13).

Dichas probanzas acreditan plenamente el interés legítimo del quejoso para la


procedencia y suspensional, así como la existencia de los actos reclamados.

Queda demostrado que Alonso Ancira Elizondo se encuentra en una situación especial
frente al orden jurídico en relación con los actos reclamados, pues se encuentra sometido
a una causa de persecución penal, en el expediente 211/2019 del Juez de Distrito
Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, adscrito al Centro de Justicia Penal
Federal en la Ciudad de México, con sede en el Reclusorio Norte, en su carácter de Juez
de Control, José Artemio Zúñiga Mendoza.

Ahora bien, única y exclusivamente como pruebas al cuaderno principal, se ofrecen


además como testimoniales las siguientes:

• José Ramón Cossio Díaz Ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación José Ramón Cossio Díaz,

• Denise Eugenia Dresser Guerra, escritora, politóloga y catedrática,

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• Carlos Loret de Mola Álvarez, periodista, y

• Víctor Alberto Trujillo Matamoros, periodista,

Todos en su calidad de ciudadanos, para que declaren en relación con los hechos objeto
de los antecedentes de la presente demanda y los reclamados en la misma.

Ni el quejoso ni el suscrito conocemos directamente a las personas cuyo testimonio se


solicita.

La finalidad de los mismos radica en probar o no el impacto de los actos reclamados en la


percepción de la ciudadanía.

El perfil personal de cada testigo, es del dominio público. Se tratan de individuos activos
en la vida pública del país con diferentes formaciones profesionales y una clara libertad de
pensamiento. Jurista, politóloga y comunicadores, respectivamente, podrán ilustrar a su
señoría respecto al alcance o trascendencia, desde su propia percepción personal, de
manifestaciones ejecutivas de estigmatización pública.

La pertinencia de tales pruebas radica en ampliar la perspectiva de entendimiento del


alcance de las manifestaciones presidenciales que por esta vía se reclaman.

En su momento se indicarán los domicilios donde puedan ser citados los mencionados
testigos, así como el pliego de preguntas para que las respondan ante la presencia
judicial.

XIV. PRECEDENTES DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS


HUMANOS.

A la presente demanda de amparo se anexa la totalidad de las sentencias de la Corte


Interamericana de Derechos Humanos que se han citado, esto, pues se considera que es
fundamental que se analice su contenido vinculante. Dichas sentencias son las siguientes:

1. Caso Tribunal Constitucional vs. Perú. (se adjunta como ANEXO 14)
2. Caso Chocrón Chocrón vs. Venezuela. (se adjunta como ANEXO 15)
3. Caso Atala Riffo y niñas vs. Chile. (se adjunta como ANEXO 16)
4. Caso de la Corte Suprema de Justicia (Quintana Coello y otros.) vs. Ecuador. (se
adjunta como ANEXO 17)
5. Caso Reverón Trujillo vs. Venezuela. (se adjunta como ANEXO 18)
6. Caso Villaseñor Velarde y otros vs. Guatemala. (se adjunta como ANEXO 19)
7. Caso Cantoral Benavides vs. Perú. (se adjunta como ANEXO 20)
8. Caso Ricardo Canese vs. Paraguay. (se adjunta como ANEXO 21)
9. Caso Cabrera García y Montiel Flores vs. México. (se adjunta como ANEXO 22)
10. Caso López Mendoza vs. Venezuela. (se adjunta como ANEXO 23)
11. Caso Lori Berenson Mejía vs. Perú. (se adjunta como ANEXO 24)
12. Caso Acosta y otros vs. Nicaragua. (se adjunta como ANEXO 25)

Atentamente,

Alejandro Ramírez Lares en cuanto,


apoderado legal Alonso Ancira Elizondo

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Ciudad de México, a la fecha de su presentación.

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