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LA REPRESENTACION

Art. 145.- El acto jurídico puede ser realizado mediante representante, salvo disposición
contraria de la ley.

La facultad de representación la otorga el interesado o la confiere la ley.

CONCEPTO.- Los actos jurídicos pueden ser realizados personalmente por el sujeto titular del
derecho subjetivo o por medio de otra persona que actúa en su nombre o bajo cualquier otra
forma.

Por la representación una persona (el representante) sustituye a otra (el representado o
principal o parte sustancial) en la celebración de un acto jurídico. El representante manifiesta
su voluntad por cuenta y en interés del representado. Con la representación se amplían las
posibilidades de obrar del representado, quien puede celebrar varios actos jurídicos al mismo
tiempo o sucesivamente en el mismo lugar o en lugares diferentes.

En general, la representación es la institución jurídica por la cual el representante realiza uno o


más actos jurídicos por cuenta y en interés del representado.

Se denomina representante a quien obra por otro; representado a aquél por quien se obra; y
acto representativo, al verificado por el representante con un tercero, con efectos directos o
indirectos para el representado.

El concepto de representación que hemos dado limitando su objeto a la realización de actos


jurídicos se adecua a nuestro ordenamiento jurídico. Sin embargo, la representación excede
ampliamente el ámbito jurídico para comprender también los denominados actos meramente
lícitos (ejemplo, tomar posesión de un bien) y los actos de Derecho Público, como exigir
judicialmente el cumplimiento de una obligación.

NATURALEZA JURÍDICA DE LA REPRESENTACIÓN.- En cuanto a la naturaleza jurídica de la


representación se discute sobre si es la voluntad del representado, o la del representante, o la
de ambos, la que interviene en la celebración del acto representativo (realizado entre el
representante y el tercero),
Nosotros, de acuerdo a la “teoría de la voluntad del representante acondicionada por el
representado”, propugnada por Hupka, podemos afirmar que la naturaleza jurídica de la
representación, es la manifestación de voluntad del representante pero condicionada por el
representado, en otras palabras, el poder otorgado por el representado es la condición y límite
de la voluntad del representante. El representante no puede excederse de los alcances,
condiciones y límites establecidos por el representado o por la ley.

En realidad, en la celebración del acto representativo, el representante manifiesta su propia


voluntad dentro de los límites establecidos por el representado o por la ley. Este es el criterio
seguido por nuestro Código, que establece que el acto es anulable por vicios en la voluntad del
representante, pero si el contenido del acto es total o previamente determinado por el
representado, el acto es solamente anulable por vicios en la voluntad de éste (Art. 163° el C.C).

CLASES DE REPRESENTACIÓN

1. Representación Legal
2. Representación voluntaria o convencional
3. Representación Directa
4. Representación Indirecta

REPRESENTACIÓN LEGAL.- En la representación legal, llamada también necesaria, el


representante es designado por la ley para que gestione los intereses de un incapaz. El poder
del representante legal se deriva de la ley. El representante legal tiene autonomía para la
gestión de los negocios del representado; su voluntad no depende de la voluntad del
representado. La representación legal es obligatoria (ejemplos: la patria potestad, la tutela, la
curatela).

Con la representación legal, generalmente, se suple la falta de capacidad de obrar de una


persona o se provee al cuidado de los bienes que están faltos de titular o cuyo titular no está
en condiciones de asumir por sí mismo su gobierno.

REPRESENTACIÓN VOLUNTARIA.- La representación voluntaria o convencional emana de la


voluntad del representado, es quien establece a su arbitrio las bases y límites de las facultades
que confiere al representante (acto unilateral). Este actúa por decisión del interesado y en
estricta dependencia de su voluntad. La voluntad del representante depende de la voluntad
del representado.

REPRESENTACIÓN DIRECTA (Art. 160 del C.C.).- En la representación directa o representación


propiamente dicha, el representante (o apoderado) actúa por cuenta, en interés y en nombre
del representado (o poderdante), de tal forma que los efectos del acto realizado entre el
representante y el tercero (acto representativo) entran inmediatamente en la esfera jurídica
del representado.

El representante concluye el acto o negocio jurídico con el tercero, pero permanece ajeno a la
relación, es excluido al inicio de ella. A consecuencia de la directa y automática vinculación
entre representado y tercero, ya que el representante actúa en nombre del representado, se
denomina a este fenómeno representativo como representación directa.

En la esencia de la representación directa está el poder que nace de una relación que sirve de
causa eficiente (ley, contrato, resolución judicial, etc.). Al tercero que realiza el acto con el
representante sólo le interesa comprobar la existencia del poder, sin importarle la validez o
invalidez de la relación causal de la cual se deriva. - La representación directa puede ser
voluntaria o legal.

REPRESENTACIÓN INDIRECTA.- En la representación indirecta (denominada también impropia,


oculta o mediata), el representante actúa por cuenta y en interés del representado, pero en
nombre propio. Frente al tercero, el representante se presenta como parte directamente
interesada en la realización del acto jurídico, cerrándolo en su propio nombre. Los efectos del
acto que realiza con el tercero no entran inmediatamente en la esfera jurídica del
representado, sino que en ejecución del encargo deberá transferirlos mediante otro acto
jurídico, Se dan tres actos sucesivos: a) del representado con el representante, en cuanto éste
recibe el encargo de actuar por cuenta de aquél: b) del representante con el tercero, acto al
cual es ajeno el representado; y e) del representante con el representado por el cual éste
recibe de aquél lo que adquirió por su cuenta.

Resumiendo, en la representación directa el representante actúa por cuenta, en interés y en


nombre del representado, de modo que los efectos del acto que realiza se producen directa e
inmediatamente para el representado. En cambio, en la representación indirecta, el
representante actúa por cuenta y en interés del representado, pero en nombre propio,
cerrando el negocio en su propio nombre.

LA REPRESENTACIÓN SIN PODER

Art. 161.- El acto jurídico celebrado por el representante excediendo los límites de las
facultades que se le hubiere conferido, o violándolas, es ineficaz con relación al
representado, sin perjuicio de las responsabilidades que resulten frente a éste y a terceros.

El acto practicado por el representante excediéndose en sus facultades para las que está
autorizado, es en principio para el representado ineficaz, salvo caso de ratificación por el
representado. El representante que ha obrado sin poder o excediéndose de sus facultades,
responde frente a la otra parte, o sea en cuanto puede quedar obligado a ejecutar la
obligación o a responder por daños y perjuicios, a elección del tercero.

Ejemplo de representación excediéndose en las facultades: Isminio Panduro (representado)


otorga su representación (poder) a favor de Daniel Tovar (representante), para que venda el
primer y segundo piso de su casa, más no los aires, pero resulta que Tovar, excediéndose en el
poder, a más de vender los dos pisos de la casa, se compromete ante el comprador a venderle
los aires dentro de seis meses. En este caso, la venta no es nula, es válida, pero respecto al
compromiso de venderle los aires, es ineficaz (sin valor) para el representado (Panduro). Si con
esa promesa ha ocasionado daños al comprador, Tovar tendrá que pagar por daños y
perjuicios.

Ejemplo de representación sin poder: Jorge Puerta, sabedor que su amigo Juan Arteaga tiene
deseos de vender su casa, atribuyéndose su representación y sin tener representación (poder)
para ello. Suscribe un contrato de promesa de venta con Pol Sánchez. En este caso, esa
promesa es ineficaz (sin valor) para el representado Juan Arteaga.

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