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“Influencias de la escuela
y la comunidad en el desarrollo humano”
Jaquelynne S. Eccles
Universidad de Michigan
Robert W. Roeser
Universidad de Stanford
Introducción
Individuo
Tiempo
Supuesto #2. Suponemos también que, en cualquier entorno escolar dado, los
procesos de niveles múltiples descritos en la figura 12.1 están entretejidos
entre sí. Las relaciones entre los diferentes niveles de organización en la
escuela pueden ser complementarios o contradictorios, y pueden influir en los
niños directa o indirectamente. Por ejemplo, un director puede decidir ordenar
ciertas técnicas tales como la enseñanza en cooperación (nivel escolar), que se
supone que los maestros tienen que implementar en el nivel de clase. Si se
hace bien, los niños dentro de las aulas específicas en esa escuela trabajarían
en grupos (nivel grupal) en los problemas conceptuales relativamente
complejos para que los que se diseñaron las técnicas cooperativas (nivel
tarea). Una política escolar como esta, bien implementada, podría conducir
indirectamente a incrementos de la autoestima, las relaciones interétnicas y el
rendimiento entre los niños, especialmente de aquellos que tienen debilidad o
estatus bajos (Slavin, 1990). En contraste, si se hace mal, podría resultar en un
caos, lo que conduciría a resultados mucho menos positivos en los niveles de
los alumnos.
Supuesto #3. Los procesos asociados con los diferentes niveles escolares
que interactúan dinámicamente entre sí los que influyen en los niños más que
los recursos estáticos o las características del curriculum, los maestros o la
escuela. Adicionalmente, la propia concepción del significado y la interpretación
escolar con los acontecimientos que caen los niños dentro del ambiente escolar
son los mediadores críticos entre sus sentimientos, creencias y conducta y las
características de la escuela.
Lo que realmente hizo enojar a estos hombres fueron los cortes explícitos e
implícitos de las cosas que eran centrales en su vida. Por ejemplo, el baile,
la música y los modos de comunicación de los negros se veían
negativamente y se caracterizaban como impropios… El mensaje de
inferioridad cultural se transmitía de innumerables maneras, desde corregir
el habla abiertamente hasta la omisión cotidiana de referentes negros y la
ausencia de la historia de los negros en el curriculum… Las escuelas
dominadas por los blancos enfatizaban un curriculum de orientación inglesa
y dejaban de lado o más frecuentemente “cortaban” las contribuciones de
los grupos étnicos (pp. 58 y 62).
El uso de la instrucción a todo el grupo o por grupos por habilidades dentro del
aula puede resaltar diferencias de habilidades y conducir a una creciente
comparación social y al trato diferencial de los maestros hacia los alumnos de
alto y bajo rendimiento en el aula (Eccles y Adler, 1984). Cuando esto sucede,
esas estructuras promueven jerarquías de estatus, creencias diferenciadas
entre los alumnos de alto y bajo rendimiento sobre su competencia, y patrones
de selección de amistades basados principalmente en las semejanzas en las
habilidades académicas. Consecutivamente, los niños de bajas habilidades
llegan a sentirse cada vez más incompetentes, con menos evidencia
(Covington, S.J. Rosenholtz y Simpson, 1984). Esos niños de bajas habilidades
también llegan a ser percibidos por sus pares como amigos menos deseables
que sus compañeros de alto rendimiento, lo que, a su vez, puede incrementar
su aislamiento social.
Una dicotomía relacionada con las creencias del rol de los maestros ha
surgido del trabajo sobre diferencias de género en la matrícula de los recursos
de matemáticas (Eccles, 1984). Algunos maestros piensan en sí mismos como
responsables de escardar de entre los alumnos a los que son menos capaces;
otros maestros piensan en sí mismos como cultivadores de todos los alumnos.
Al primer tipo de maestro se le etiqueta como escardador, al segundo, como
cultivador. Esta distinción está relacionada con una variedad de creencias y
prácticas distintas tales como: (a) teorías que conciben a la inteligencia como
una entidad que no puede incrementarse con la práctica, contra las que la
consideran como una característica que se desarrolla y que puede aumentarse
con la práctica (Dweck y Elliot, 1983), (b) metas de dominio contra metas de
desempeño, y (c) estrategias de enseñanza y motivacionales competitivas
1
De los niveles que se presentan en el documento original (Nivel 1. Tereas académicas e
instrucción; Nivel 2. Estructuras y grupos de actividades; Nivel 3A. Creencias de los maestros;
Nivel 4. Segmentos académicos/diferenciación curricular; Nivel 5. Escuelas como
organizaciones; Nivel 6. Enlaces escuela/casa/comunidad), en la siguiente sección se describe
únicamente el nivel tres por su relevancia para el estudio de los temas que integran esta
asignatura.
HUGO ALBERTO BLAS
Gran parte del trabajo sobre los efectos de las expectativas de los maestros de
ha enfocado en el tratamiento diferencial relacionado con el género, el grupo
étnico/racial y la clase social. La mayor parte de este trabajo ha investigado los
posibles efectos perjudiciales de las bajas expectativas de los maestros
respecto a las niñas (en matemáticas y ciencias), los niños provenientes de
minorías (en todas las áreas) y los niños de antecedentes sociales de clases
bajas (nuevamente en todas las áreas); ver Brophy y Good, 1974; Eccles y
Wigfield, 1985; Jussim, Eccles y Madon, 1996. Más recientemente,
investigadores como Steele (1992) relacionaron esa forma de tratamiento
diferencial, particularmente con respecto a los alumnos afroamericanos, con el
desinterés y el rechazo a la identificación con la escuela (la separación de la
propia autoestima de todas las formas de retroalimentación relacionadas con la
escuela). Steele argumentó que los alumnos afroamericanos son conscientes
del hecho de que los maestros y otros adultos tienen estereotipos negativos de
las habilidades académicas de los niños afroamericanos. Esta conciencia
aumenta sus ansiedades, lo que, a su vez, los lleva a rechazar el identificarse
con el contexto escolar para proteger su autoestima.
El trabajo reciente, sin embargo, sugiere que los efectos de las expectativas
de los maestros puede no ser tan negativo como alguna vez se creyó. Para
que el efecto sea de gran interés, uno necesita demostrar que tiene un efecto
sesgado negativo (v. g., que las expectativas de los maestros llevan a cambios
de motivación y el desempeño con el tiempo más allá de lo que se esperaría
HUGO ALBERTO BLAS
de los alumnos de bajo rendimiento), los altos índices de crítica se asocian con
una confianza mayor que la pronosticada en las habilidades propias.
escolares que enfatizan cada vez las diferencias en las habilidades, mine la
autoestima y la motivación de muchos adolescentes (ver Eccles y Midgley,
1989; Maehr y Anderman, 1993).