Está en la página 1de 1

Sucede que Pasamos una incontable cantidad de tiempo tratando de separarnos de

situaciones tóxicas, pensando, reiteradas veces, que lo mejor para nuestro bienestar es
irnos, pero seguimos ahí porque no conseguimos el arte de dejar ir y nos quedamos porque
somos incapaces de estar solos, vivimos con un miedo constante a la soledad, a la
impotencia de no sentirse querido por otra persona. Debemos parar eso y enamorarnos de
nosotros mismos. Pero no, pasa que Volvemos porque nos asusta el después y preferimos
quedarnos en ese laberinto sin salida, que te corta las alas pero que te hace sentir seguro a
ratos e infeliz a cada momento. Pensamos que el amor es aguantar, y el amor no es algo
tóxico. Te cubres con tus miedos en vez de afrontarlos porque te da pavor sentirte capaz.
Sigues ahí y vuelves a repetirte "el amor perdona”. Para mañana cubrirte de lágrimas y de
sueños rotos. Lo que acabó, acabó. Listo. No hay tanto alboroto por una despedida. Pero
sigues temblando, sin esa persona crees que no hay vida. Ojalá no pierdas los mejores
años de tu vida en un falso “volvamos a empezar”

También podría gustarte