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E
El cerebro del varón n un día gris, a mediados de enero, Lawrence
Summers, rector de la Universidad de Harvard,
difiere del cerebro de la mujer dejó caer que entre las causas de la escasez de
mujeres dedicadas a las ciencias podrían contarse
en organización y actividad. unas diferencias innatas en la constitución de los cerebros
masculino y femenino. Esas declaraciones atizaron el
La investigación de las fuego de un debate que lleva humeando desde hace un
siglo, desde que algunos medidores del cerebro humano
variaciones observadas podría se valieron de uno de los resultados que habían obtenido,
que el tamaño medio del cerebro de las mujeres es me-
llevar a un tratamiento nor que el de los hombres, para ratificar la superioridad
intelectual de éstos.
de patologías mentales Nadie, hasta la fecha, ha descubierto prueba alguna
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o ingeniería (véase el recuadro “La polémica del rec- desarrollar tratamientos diferenciados según el sexo para
tor de Harvard”). Se ha demostrado que el cerebro de diversas enfermedades, entre ellas las depresiones, las
un sexo se parece mucho en multitud de aspectos al drogodependencias, la esquizofrenia o el síndrome de
del otro. No obstante, a lo largo de los diez últimos estrés postraumático. Tales diferencias entrañan, además,
años, las investigaciones realizadas sobre una varie- que en las investigaciones futuras relativas a la estructura
dad de cuestiones, que van desde el procesamiento del y función del cerebro se deba tener en cuenta el sexo de
lenguaje, la capacidad de orientarse en un recorrido los participantes al analizar los datos, pues de lo contrario
o el registro de recuerdos emotivos, han sacado a la cabe el riesgo de obtener resultados engañosos.
luz un asombroso abanico de variantes estructurales,
químicas y funcionales entre el cerebro del varón y Esculpir el cerebro
el de la mujer. Hasta no hace mucho, se creía que las diferencias ce-
Estas desigualdades no se reducen a meras idiosin- rebrales entre los individuos de uno y otro sexo se li-
crasias que expliquen por qué les gustan más a los mitaban a las regiones responsables de las conductas
hombres que a las mujeres cierto tipo de programas de apareamiento. En un artículo publicado en 1966 por
de televisión: nos llevan a pensar que quizá haya que SCIENTIFIC AMERICAN, Seymour Levine, de la Univer-
connotaciones de género.
Como es improbable que las pre-
siones sociales de la cultura huma-
na hayan condicionado a los monos
vervet, los resultados dan a entender
que las preferencias infantiles hacia MAYOR EN EL CEREBRO FEMENINO
unos u otros juguetes se deben, al MAYOR EN EL CEREBRO MASCULINO
menos en parte, a diferencias bio-
lógicas innatas. Esta divergencia, y
de hecho, todas las diferencias ana-
BASADO EN JILL M. GOLDSTEIN ET AL. EN CEREBRAL CORTEX, VOL. 11, N. o 6, PAGS. 490-497; JUNIO DE 2001
tómicas que presenta el cerebro de Muchos investigadores han descrito puso este experimento— o un móvil
uno y otro sexo, surgieron, presu- disparidades en lo mucho o poco que que recordaba en color y tamaño al
miblemente, en virtud de presiones se “centran en los demás” niños y ni- rostro de la investigadora y donde
selectivas durante la evolución. En el ñas de muy corta edad. Por ejemplo, se habían adherido rasgos faciales
caso del experimento de los jugue- Baron-Cohen y su discípula Svetla- desordenados.
tes, los machos, tanto humanos como na Lutchmaya descubrieron que las Para evitar posibles sesgos, los ex-
primates, prefieren los juguetes a los niñas de un año pasan mucho más perimentadores ignoraban durante el
que se pueda ir impartiendo movi- tiempo mirando a sus madres que los ensayo el sexo de los bebés. En las
miento de manera continua y vengan niños de esa misma edad. Y cuando cintas que se grabaron vieron que
bien para juegos donde haya peleas se les ofrecía mirar varias películas, las niñas dedicaban más tiempo a
y agitación. Estas cualidades, pare- unas de rostros, otras de coches, se mirar el rostro de la investigadora,
ce razonable conjeturarlo, podrían fijaban más tiempo en las primeras; y los niños, el objeto mecánico. Esta
tener relación con conductas útiles los niños, en cambio, se inclinaban diferencia en interés social era ma-
para la caza o para conseguir com- hacia las segundas. nifiesta ya en el primer día de vida.
pañera. Análogamente, cabría pre- Estas preferencias podrían atri- Al parecer, pues, salimos del seno
sumir que las hembras seleccionan buirse a la forma en que los adultos materno con diferencias cognitivas
juguetes que les permiten afinar las actúan o juegan con niños y niñas. según el sexo.
destrezas que les serán precisas para Para eliminar tal posibilidad, Baron-
la crianza de sus crías. Cohen y sus alumnos dieron un paso Sometidos a estrés
Simon Baron-Cohen y sus asocia- más. Llevaron su cámara de vídeo En muchos casos, las diferencias
dos de la Universidad de Cambridge a una sala de una maternidad para entre uno y otro sexo por lo que
adoptaron una metodología diferente, examinar las preferencias de recién se refiere a los procesos químicos
aunque no menos original, para in- nacidos de sólo un día de edad. Les del cerebro y en su construcción in-
vestigar la influencia relativa de la mostraron el rostro amigable de una fluyen en la forma en que hombres
naturaleza y de la crianza en lo que estudiante de doctorado —la primera y mujeres responden al ambiente,
toca a las diferencias entre los sexos. firmante del artículo en que se ex- en cómo reaccionan ante aconteci-
30 - “MASCULINOS” “FEMENINOS”
Porcentaje de tiempo
FUENTE: GERIANNE M. ALEXANDER Y MELISSA HINES EN EVOLUTION AND HUMAN BEHAVIOR, VOL. 23, N. o 6, PAGS. 467-479; NOVIEMBRE DE 2002.
demostrado que al situar ratas en
un “ambiente enriquecido” —jaulas
mientos estresantes y en cómo los Se permitió a las crías oír las lla- llenas de juguetes y de otros roedo-
recuerdan. Tomemos, por ejemplo, madas de su madre durante el período res para promover las interacciones
la amígdala. Goldstein y otros han de separación. Esa señal auditiva sociales—, se produjeron efectos di-
informado de que la amígdala es aumentaba la concentración de re- ferentes en la estructura de las neu-
mayor en los hombres que en las ceptores de serotonina en la amíg- ronas del hipocampo de machos y
mujeres. Y en la rata, las neuronas dala de los machos, pero rebajaba hembras. En éstas, la experiencia
de esta región establecen más inter- la concentración de tales receptores hizo más “tupidos” los árboles den-
conexiones en los machos que en las en las hembras. Aunque resulta di- dríticos de las células, las estructuras
hembras. Sería de esperar que estas fícil extrapolar al caso humano el ramificadas que reciben señales de
divergencias anatómicas se reflejaran comportamiento registrado en este otras neuronas. Cabe presumir que
en la reacción al estrés de machos estudio, si el resultado fuese válido tal modificación refleja un aumento
y hembras. Con el fin de evaluar si para los bebés, la ansiedad de la se- de conexiones neuronales que, se
las amígdalas de machos y hembras paración afectaría de distinto modo cree, participan en la fijación de
responden realmente de distinta for- al bienestar emotivo de los niños y los recuerdos. En los machos, sin
ma ante el estrés, Katharina Braun y de las niñas. Se requiere abundar en embargo, la complejidad del ambien-
sus colaboradores de la Universidad ejemplos de ese tenor si queremos te no repercutió sobre los árboles
Otto von Guericke de Magdeburgo, averiguar por qué los desórdenes de dendríticos o incluso los podó li-
le retiraron durante un breve tiem- ansiedad en las niñas son mucho más geramente.
po una camada degu a la madre. frecuentes que en los niños. Pero esos machos aprenden a ve-
A estos roedores sociales, nativos El hipocampo, estructura crucial ces mejor en situaciones de estrés.
de América del Sur, que viven en para el almacenamiento de recuer- El equipo de Tracey J. Shors, de
grandes colonias, como los perrillos dos y para la representación espacial, la Universidad Rutgers, ha observa-
de las praderas, la separación, incluso es otra de las regiones del cerebro do que una breve exposición a una
REPRODUCIDO CON PERMISO DE ELSEVIER
efímera, puede resultarles bastante de las que hoy sabemos que varían serie de descargas eléctricas en la
turbadora. Se les midió la concen- según el sexo, tanto anatómicamen- cola, de un segundo de duración,
tración de receptores de serotonina te como en su respuesta al estrés. reforzaba la ejecución de una tarea
en diversas regiones del cerebro. La Las imágenes obtenidas revelan aprendida y aumentaba la densidad
serotonina es un neurotransmisor, una que el hipocampo es mayor en las de las conexiones dendríticas con
molécula portadora de una señal ner- mujeres que en los hombres. Estas otras neuronas en los machos; en
viosa, que desempeña un papel clave diferencias anatómicas podrían guar- las hembras, mermaba la calidad del
en la determinación de la conducta dar relación con la distinta forma ejercicio y disminuía la densidad de
emocional. (El fármaco Prozac realza de proceder de hombres y mujeres las conexiones. Las observaciones
la acción de la serotonina.) al orientarse en un recorrido. Son de ese tipo tienen derivaciones so-
ESTRES CRONICO
cian en la forma en que fijan los El estrés crónico, en cambio, puede tornar más vulnerable a la lesión el hipocampo
recuerdos de incidentes que suscitan de los machos. Cuando Cheryl D. Conrad, J. L. Jackson y L. S. Wise, de la Univer-
emociones. Por investigaciones con sidad estatal de Arizona, suministraron una neurotoxina a ratas estresadas de forma
crónica, los machos, pero no las hembras, sufrieron más daño que las ratas del
animales se sabe que el proceso en mismo sexo que sirvieron de control. Las micrografías al pie corresponden a sujetos
cuestión entraña la activación de la estresados.
amígdala.
En uno de nuestros primeros ex- MACHO HEMBRA
perimentos con sujetos humanos, les
mostramos a los voluntarios una serie
de películas con imágenes de gran
violencia; al propio tiempo medíamos
su actividad cerebral mediante to- Zona lesionada Zona lesionada
mografía por emisión de positrones.
Unas semanas más tarde les pasamos
un cuestionario para averiguar qué
recordaban.
HOMBRES MUJERES
Amígdala
izquierda
Actividad débil
LARRY CAHILL ET AL. EN LEARNING AND MEMORY, VOL. 11, N. o 3; 2004. REPRODUCCION AUTORIZADA (arriba); MIRKO DIKSIC Instituto Neurológico
de Montreal, Universidad de McGuill, DE PNAS, VOL. 94, PAGS. 5308-5313, © 1997 ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS, EE.UU. (abajo)
Al darnos cuenta de que el cerebro mente perturbadores. Administramos balón de fútbol. En investigaciones
de varón difería del cerebro de mujer esta droga a hombres y a mujeres recientes hemos descubierto que po-
en la forma de procesar un mismo antes de presentarles una breve se- demos detectar casi inmediatamente
material provocador de emociones, cuencia fotográfica donde un niño una diferencia en la actividad hemis-
nos preguntamos por el posible signi- sufría un horrible accidente mientras férica de uno y otro sexo cuando
ficado de tal disparidad. Para abordar caminaba junto a su madre. reaccionan ante un estímulo emotivo.
tal cuestión, volvimos la mirada hacia Al cabo de una semana, nos pro- Al serles mostradas fotografías que
una teoría centenaria que afirma que pusimos averiguar qué recordaban. suscitan emociones desagradables,
el hemisferio derecho se orienta ha- Los resultados pusieron de manifiesto los voluntarios reaccionan en el in-
cia el procesamiento de los aspectos que a los hombres les costaba más tervalo de 300 milisegundos (queda
globales de cada situación, mientras acordarse de los aspectos holísticos, plasmado en un pico del registro de
que el izquierdo tiende a procesar el núcleo, de la historia: el accidente la actividad eléctrica del cerebro).
los aspectos de detalle. mortal del niño, por ejemplo. En las Con Antonella Gasbarri y su grupo,
Si esa tesis fuera correcta, razoná- mujeres, el propranolol provocó el de la Universidad de L’Aquila, hemos
bamos, una droga que amortiguase efecto contrario: debilitó su recuer- observado que esta rápida cresta, a la
la actividad de la amígdala debería do de los detalles más accesorios; que se denomina respuesta P300, es
mermar en el hombre la capacidad por ejemplo, que el chico llevaba un más exagerada en el hombre cuando
de recordar la esencia de una his-
toria emotiva (al lastrar la amíg-
dala derecha): en cambio, debería TOMOGRAFIAS por emisión de positrones MACHO HEMBRA Alta
reducir la capacidad de una mujer como éstas, obtenidas por Mirko Diksic producción
de evocar los detalles precisos (al y sus colaboradores de la Universidad
dificultar la función de la amígdala
McGill, revelan que la tasa de producción
izquierda).
de serotonina es mayor en los cerebros
Una de tales drogas es el proprano-
lol. Este fármaco, un betabloqueante, humanos masculinos que en los femeninos.
frena la actividad de la adrenalina y La serotonina influye en el estado aními-
de la noradrenalina. Amortigua así la co; este descubrimiento quizá contribuya
activación de la amígdala y dificulta a explicar por qué la depresión es más Baja
la evocación de recuerdos emocional- frecuente en la mujer que en el hombre. producción
se registra el hemisferio derecho; en nes hallaron que, al menos en tales fármacos que refuerzan la concen-
las mujeres, en cambio, es mayor unidades, los betabloqueantes redu- tración de serotonina.
cuando se toma el registro del iz- cen el recuerdo de acontecimientos Una situación parecida podría dar-
quierdo. Por consiguiente, las dispari- traumáticos en las mujeres, pero no se en las drogodependencias. En este
dades entre los dos sexos en la forma en los hombres. Así pues, resulta caso, el neurotransmisor en cuestión
en que el cerebro procesa imágenes posible que incluso en los cuida- es la dopamina, un compuesto que
emotivas empiezan en los primeros dos intensivos los médicos deban interviene en las sensaciones pla-
300 milisegundos, mucho antes de tomar en consideración el sexo de centeras asociadas con las drogas
que los individuos tengan grandes sus pacientes cuando prescriban la de adicción. El equipo de Jill Bec-
posibilidades, si es que tienen alguna, medicación. ker, de la Universidad de Michigan
de interpretar conscientemente lo que en Ann Arbor, descubrió que en las
han visto. Diferencias hembras de rata los estrógenos re-
De tales descubrimientos podrían en las enfermedades mentales fuerzan la liberación de dopamina en
derivarse consecuencias para el tra- El síndrome de estrés postraumático regiones cerebrales que intervienen
tamiento del síndrome de estrés pos- no es la única alteración psicológica en la regulación del ansia de con-
traumático. Investigaciones anteriores que parece manifestarse en hombres sumir drogas. Además, la hormona
realizadas por el grupo de Gustav de distinta forma que en mujeres. suscitaba efectos de larga duración:
Schelling, de la Universidad Ludwig Un estudio realizado con tomogra- incrementaban la probabilidad de
Maximilian de Múnich, han estable- fía por emisión de positrones en la que las hembras siguieran anhelando
cido que ciertos fármacos, como el Universidad McGill por el grupo de cocaína semanas después de haber
propranolol, reducen los recuerdos Mirko Diksic puso de manifiesto que recibido la droga por última vez.
correspondientes a situaciones trau- la producción de serotonina era nada Tales diferencias en la susceptibi-
RICK FRIEDMAN Corbis
máticas cuando su administración for- menos que un 52 por ciento más ele- lidad, especialmente a estimulantes
ma parte de las terapias habituales en vada en el varón que en la mujer; como la cocaína y las anfetaminas,
una unidad de cuidados intensivos. quizás explique por qué las mujeres podrían explicar por qué las mujeres
Incitados por nuestros descubri- son más propensas a la depresión, son más vulnerables a los efectos
mientos, los investigadores alema- enfermedad que se suele tratar con de estas drogas y por qué tienden