En pocos meses desde su aparición en Wuhan, China, el nuevo coronavirus COVID-19 se
ha convertido en una pandemia global sin precedentes. El virus no entiende de fronteras y
se extiende por todo el mundo, llevando al límite a los sistemas de salud y de protección social. Los países y regiones afectados cierran escuelas, negocios y fronteras, en un esfuerzo ímprobo por detener la propagación de la infección, y mitigar sus consecuencias en la salud y la economía. Los niños y niñas en todo el mundo se enfrentan a efectos de esta crisis, que van desde el impacto psicológico de perder a sus familiares o permanecer confinados, la interrupción de su educación o el riesgo de violencia intrafamiliar. En los países más pobres donde muchos hogares no cuentan con agua y comida, la atención sanitaria tiene graves carencias, muchos niños están debilitados por la desnutrición y otras enfermedades, y la mayoría de las familias vive al día y depende de la economía informal, el virus puede ser devastador para la infancia. Existe mucho que ver los principios de la doctrina social por que se va aplicando en la realidad que estamos viviendo como una experiencia en primer lugar sobre lo que es la solidaridad por ejemplo donde empresas realizan aportes gratuitos hacia la personas o personas que aportan ya sea comida, dinero o complemento sanitario entonces es algo que se volvió fundamental en este momento en el que vivimos. Otro punto que toma mucha importancia es el bien común ya que se ve en las personas en la mayoría que muestra interés y preocupación por personas ya sean conocidas o no de cómo ayudar o compartir y se el principio de subsidiaridad donde vemos sobre empresas ya sean empresas privadas o estatales como ayudan y aportan a los hospitales con variedad de equipos o de proporcionar comida a los mas necesitados, es algunos ejemplos de cómo se pone en práctica y es algo fundamental y que se necesita cada uno de los principios de la doctrina social es algo