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EL BALANCE DE ENERGÍA
Ecuación 1
El caso más simple en el que todas las densidades de flujo de calor actúan en la
vertical respecto a un pastizal amplio se ilustra en la Figura 1a. Al tratarse un sitio
extenso se evitan las complicaciones derivadas del transporte de calor horizontal
en contra del viento desde superficies marcadamente diferentes.
Figura 1 Esquema de los flujos en el SEB de (a) un volumen rural y (b) un volumen urbano
edificio-suelo-aire. Las flechas se dibujan en la dirección en la que el flujo correspondiente se
considera positivo. Para ΔQS y ΔQA, son positivos si aumenta la energía interna del volumen.
Fuente? 1
Densidades de flujo de calor turbulento
Ecuación 2
2
Por la noche, todas las densidades de flujo suelen invertir su signo. La superficie
se convierte en un emisor neto de radiación (Q ∗ < 0) y la superficie se enfría,
formando una inversión de térmica en la capa más baja. Esa salida de calor se
equilibra con la suma de un QG negativo conducido desde el subsuelo más cálido,
más QH y QE negativos (y de menor magnitud) que transportan energía desde la
atmósfera hacia la superficie. Las capas de aire más bajas se enfrían y se secan
ligeramente debido a un flujo intermitente de vapor sobre la superficie más fría,
como rocío o escarcha.
Para cualquier faceta urbana (techo, muro, camino, suelo) el SEB es similar al de
la superficie plana de la Ecuación 1. Sin embargo, cuando se trata de facetas
múltiples vinculadas entre sí, se vuelve imposible tratar con superficies
individuales y se prefiere el manejo de capas o volúmenes
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Ecuación 3
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después de la aplicación de los factores de conversión correspondientes,
producen un equivalente de calor. Por lo general los datos sólo están
disponibles para períodos de tiempo más largos y/o para escalas de
espaciales más extensas que las requeridas para los estudios urbanos de
SEB. Por lo tanto, las emisiones deben adaptarse en espacio y tiempo
basándose en los patrones de actividad de los usuarios, sin embargo, este
proceso está sujeto a muchas incertidumbres y suposiciones.
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En resumen, ninguno de los tres métodos usados para obtener los valores de QF
es sencillo de implementar y todos tienen limitaciones significativas. No obstante,
los resultados de estudios de alta calidad que utilizan estos métodos convergen
razonablemente.
Dos ciudades pueden tener valores QF muy diferentes, aunque sus habitantes
consuman una energía per cápita similar. Esto es así si comparamos la energía
consumida / liberada por unidad de área. Si se libera la misma cantidad de energía
(por edificio o persona) en un área densamente desarrollada, se genera un QF
mayor que si se emite desde un asentamiento disperso, simplemente porque (con
la excepción de áreas industriales) la densidad de personas mayor en el primero.
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de QF. En este caso la densidad urbana es sin duda el control principal de QF, pero
el macroclima también juega un papel importante. Las ciudades ubicadas en
latitudes altas (por ejemplo, Fairbanks y Reykjavik) y / o en un clima continental
(por ejemplo, Montreal, Chicago y Salt Lake City) tienen menor eficiencia
energética debido al consumo / liberación de energía ocasionada por la necesidad
de calefacción y refrigeración en comparación con las ciudades de climas más
benignos de latitud baja o marítimos (por ejemplo, Hong Kong, Sao Paulo, Sydney
y Toulouse)
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Figura 2 Relación entre la densidad de flujo de calor antropogénico Q F y la densidad de población
de las ciudades.
Variaciones temporales
Variaciones intraurbanas
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estos edificios se encuentran en el techo. Por lo tanto, se inyectan grandes
cantidades de calor tanto sensible como latente por encima del dosel urbano. Las
emisiones de chimeneas altas y torres de enfriamiento también son elevadas. Esto
significa que para comprender y modelar de manera integral el impacto de QF es
necesario tener en cuenta la altura de la liberación.
Los indicios del impacto térmico directo están surgiendo de modelos numéricos
que incluyen los intercambios de energía tanto del edificio como de la subcapa de
rugosidad, especialmente si la magnitud de QF se puede incluir o eliminar. Las
simulaciones sugieren que la temperatura del aire aumenta en aproximadamente
0,8 K por cada 100 W m-2 de entrada de QF.
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