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La sufijación

La derivación léxica mediante sufijación es el procedimiento de formación


de palabras más productivo, general y variado del español. Se emplea la sufijación
en todo tipo de lenguaje, en todos los registros idiomáticos y tanto en la modalidad
oral como en la escrita.
Los sufijos tienen, por lo general, una categoría gramatical propia e incluso,
en el caso de algunos sufijos nominales, un género fijo. Ejemplos: -ción impone la
categoría nombre y el género femenino a la base que se agrega; -ble impone a su
base la categoría de adjetivo y el sufijo –iza(r), la categoría de verbo.

Derivación heterogénea: cuando uno de estos sufijos se adjunta una base léxica
que no coincide con su categoría, cambia la categoría de esta. Ejemplo:
demostra-ción, demostra-ble.
Derivación homogénea: sufijos que respetan la categoría gramatical de la base.
Ejemplo: blanc-o, blanc-uzco.

Los sufijos tienen la particularidad de seleccionar la base léxica en atención a


la categoría gramatical de esta.
En consecuencia, los sufijos pueden clasificarse tanto por la categoría de las
palabras derivadas a las que dan origen, como por las bases léxicas a las que
añaden.

La selección de la base léxica por parte del sufijo


Algunos sufijos son sensibles a ciertos rasgos ‘subcategoriales’ a la base,
que llamamos así porque son rasgos que dividen a una determinada categoría
gramatical en subclases. Por ejemplo, los verbos transitivos que indican un
estado, no una acción, y no llevan por tanto un sujeto agente, tampoco son
buenos candidatos para la derivación en –ble.
La selección de la base léxica por parte del sufijo puede estar basada en
una distinción categorial de orden semántico. Esta restricción se ve muy
claramente en aquellos casos en los que un mismo adjetivo puede tener dos
interpretaciones, una calificativa y otra relacional. Consecuencia también de la
diferencia semántica entre dos tipos de adjetivos es que solo los calificativos se
pueden graduar con el sufijo superlativo. Si en la base hay un adjetivo que tiene
una interpretación relacional, cuando toma el sufijo verbal, pasa a significar una
propiedad, es decir, pasa a interpretarse como adjetivo calificativo.
Hay distinciones relevantes para la sufijación que tienen que ver con la
diferencia semántica entre evento y entidad. La elección por parte de un sufijo de
un determinado alomorfo de la base puede estar motivada también por rasgos de
carácter semántico.
En la definición sufijal pueden intervenir también factores pragmáticos.
Ejemplo: el sufijo –udo de significado aumentativo.

Sufijos con más de una función y sufijos con más de una forma
 Sufijos polifuncionales: un mismo sufijo puede establecer diferentes
relaciones semánticas con su base respectiva y tener, por tanto, distintas
funciones.
 Sinónimos: una misma función semántica puede materializarse en diferentes
sufijos.
 Homófonos: sufijos que son diferentes desde el punto de vista de su función
pero que son formalmente iguales.
 En las estructuras oracionales en las que el verbo denota una actividad y lleva
un sujeto agente, los nombres en –dor reciben una interpretación agentiva.
 Con los verbos que permiten un instrumento como sujeto, los nombres
derivados correspondientes pueden tener una interpretación instrumental.
 Las construcciones verbales que denotan estados y que, en consecuencia, no
llevan un sujeto agente o instrumental, no son bases idóneas para la formación
de nombres en –dor.

Sufijos en secuencia
A partir de un mismo lexema podemos ir construyendo nuevas palabras
mediante la aplicación sucesiva de sufijos, es un proceso morfológico recursivo
que, a diferencia del que caracteriza a la sintaxis, es restringido. Un mismo sufijo
puede repetirse en la palabra derivada siempre y cuando el sufijo no esté en un
ciclo adyacente al suyo.
Algunos sufijos se agrupan en parejas, de modo que se produce la
sustitución de uno por otro, y no una relación de derivación morfológica: -ero/-ería,
-nte/-ncia, -ista/ismo.
Las formas derivadas en –ista tienen una relación, tanto semántica como
formal, con los derivados nominales en –ismo. Sin embargo, no todo sustantivo o
adjetivo en –ista tiene la forma en –ismo correspondiente y hay formas en –ismo
que no cuentan con un derivado nominal en –ista. Los dos sufijos aparecen
sistemáticamente con la misma base solo cuando la forma en –ismo denota bien
la adhesión a una doctrina, movimiento o partido, bien a una disposición o actitud,
en cuyo caso se dan los adeptos o seguidores correspondientes que lexicaliza el
sufijo –ista. Los sustantivos en –ista que no parten de un –ismo anterior, son
casos diferentes: tienen en la base un nombre común y designan un oficio o una
actividad. Todas estas consideraciones nos muestran que la relación entre los dos
sufijos ha de establecerse solo en términos semánticos y en la dirección –ismo>-
ista.
La sufijación apreciativa o evaluativa
Es costumbre hablar de diminutivos, aumentativos, y despectivos, aunque
estos significados no se pueden atribuir a un sufijo en concreto, pues la carga
apreciativa que puedan aportar esta función de la base léxica a la que se adjunten
e, incluso, de la ocasión que se producen y de la intención del hablante.
La productividad de este proceso morfológico solo está limitada por razones
de índole semántica o fonológica. Los sufijos apreciativos se insertan tras todos
los morfemas derivativos que pueda contener la palabra en cuestión, justo antes
de los morfemas flexivos. Cuando el sufijo apreciativo se aplica a un nombre,
suele marcar su género con la vocal canónica.
La base léxica a la que se aplica el morfema apreciativo preserva su
contenido nocional básico; el contenido que aporta el sufijo es de carácter
connotativo. Estos sufijos, en cuanto apreciativos, pertenecen a la derivación
homogénea. Adjuntados a ciertas bases nominales, sin embargo, algunos de ellos
llegan a perder su significado apreciativo, contribuyendo entonces, como cualquier
otro sufijo derivativo, a formar palabras con un significado particular, no predecible.
Además de aceptar sufijos apreciativos, los adjetivos calificativos pueden
incrementarse en morfemas de sentido cuantitativo.

Clasificación de los sufijos según su categoría gramatical


 Sufijos que forman nombres.
 Sufijos que forman adjetivos.
 Sufijos que forman verbos.
 Sufijos que forman adverbios.

Clasificación de los sufijos según el significado que aportan a la


base
 Sufijos nominales que indican cualidad o conducta propia de: -ada,
-dad / -idad / -edad / -tad, -era, -ería, -ez / -eza, -ía, -ismo, -itud, -or, -ura.
 Sufijos nominales que indican acción y resultado: -a, -e, -o, -aje, -ción /
-ión / -ón, -da, -do, -dura / -tura, -ido, -miento / -mento, -ncia / -nza.
 Sufijos nominales que indican golpe: -ada, -azo, -ón.
 Sufijos nominales que indican conjunto de o colectivos: -ada, -ado,
-aje, -ario, -ata, -ería, -ío.
 Sufijos que al significado colectivo unen el del lugar: -al / -ar, -eda /
-edo, -era / -ero, -erío, -ario.
 Sufijos nominales que indican lugar: -ado / -ato, -dero, -dor, -ero / -era,
-ería, -ía.
 Sufijos nominales y adjetivales que indican oficios y ocupaciones:
-ario, -dor / -tor / -or, -do, -ero, -ista, -ivo, -nt[-e/-a].
 Sufijos nominales que indican objetos, recipientes e instrumentos:
-dor / -dora, -dera, -ero / -era.
 Sufijos adjetivales que indican relación con o cualidades y
propiedades de personas, animales o cosas: -al / -ar, -ado, -ario, -ble,
-bundo, -dero, -dizo, -do, -dor, -eo, -ero, -esco, -ico, -ica, -iento, -il, -ín, -ino,
ista, -istico, -ío, -ivo, -izo, -nte, -ón, -oso, -torio, -udo, -uno.
 Sufijos adjetivales que indican semejanza, especialmente en el color:
-áceo, -ado, -ento, -ino, -izo, -oide, -oso, -usco / -uzco.
 Principales sufijos adjetivales formadores de gentilicios: -ano, -ense,
-eno, -eño, -és, -í, -ino, -ita.
 Principales sufijos apreciativos: -aco, -acho, -aina, -ajo, -ales, -ato, -azo,
-ejo, -engue, -eras, -ete, -ica, -ico, -illo, -ín(o), -ingo, -iño, -itis, -ito, -ón,
-orrio, -orra, -ote, -ucha, -uca, -uelo, -ujo, -urrio, -uza.
 Sufijos superlativos: -ísimo, -érrimo, -isima, -isimos.

La derivación nominal (I). Nombres de acción y efecto


Los derivados nominales
Definición y tipos
Se llama derivación nominal la que permite derivar sustantivos de otras
categorías. Apartados:
 Sustantivos deverbales (V > N): se forman a partir de los verbos.
 Denomínales (N > N): se forman a partir de nombres.
 Deadjetivales (A > N): se forman a partir de adjetivos.
Nombres de acción: designan la acción expresada por el verbo y a menudo
también su efecto.
Nombres de cualidad: expresan cualidades, estados y otras propiedades,
inherentes o accidentales, de las personas o de las cosas.
Consideraciones semánticas
Los paradigmas se extienden, ejemplo:
 Nombres de cualidad: puede dar cabida también a los de condición o
estatus y a los de empleo o actividad, entre otros.
 Nombres de acción: se interpreta en sentido amplio, lo que permite
extenderla, por ejemplo, a ciertos sustantivos derivados que poseen bases
nominales.
El marco general expuesto prevé tipos de derivados que lexicalizan determinados
participantes en la noción designada por el verbo, como los de agente,
instrumento o lugar, paciente o destinatario.
Por otra parte, los derivados pueden reinterpretarse y dar lugar a significados
nuevos. Es muy conocida la relación entre las nociones de ‘acción’ y ‘efecto’, la
reinterpretación de los nombres de cualidades para expresar dichos o hechos e
incluso cosas materiales, personas o eventos.
Ocurre, además, que los límites entre los grupos semánticos se difuminan con
frecuencia. En efecto, los nombres de lugar expresan frecuentemente grupo y los
de agente se interpretan a menudo como nombres de instrumento.
Perspectivas sincrónica y diacrónica
Diferencias teóricas y metodológicas que existen entre las orientaciones
diacrónica y sincrónica en la morfología derivativa
Diacrónica Sincrónica
Las derivaciones morfológicas se Se basa en las conexiones entre forma
atienen a la consecuencia temporal de y significado que se establecen en la
los testimonios que proporciona la conciencia lingüística de los hablantes.
historia de las palabras.
Se prefiere evitar la base opaca y
suponer la variante alternante,
supletiva o alomórfica, de la que
derivaría el adjetivo.
Nombres de acción y efecto
Los sustantivos de acción y efecto constituyen uno de los paradigmas más
extensos y articulados de la morfología española. Estos conceptos no están
exentos de dificultades, la distinción no siempre es nítida, sobre todo cuando los
efectos de las acciones son inmateriales. No obstante, acción y efecto son
conceptos útiles.
El sufijo –ción y sus variantes
Este sufijo da lugar a gran número de nombres de acción. De origen culto,
coexiste con el patrimonial –zón y con las variantes –ión y –sión. Los derivados
son femeninos y proceden de verbos de las tres conjugaciones. En los derivados
actuales, el sufijo se adjunta al tema verbal, que en estos casos es la
característica de los temas de participio.
Los derivados en –ción muestran numerosas irregularidades, resultado de la
confluencia entre las formas heredadas del latín o del español antiguo y las
formaciones nuevas. Las principales irregularidades afectan a derivados de verbos
con las siguientes terminaciones:
-cibir -decir -ducir -ecer -egir, -igir, -poner -scribir
derivados en derivados en derivados en -eger derivados en derivados en
-cepción -dicción -ducción derivados en -posición -scripción
-ección
-solver -sumir -tar -tener -traer -uir -venir
derivados en derivados en derivados en derivados en derivados en
-solución -sunción -tracción -ción -vencir
Para el análisis de estas formas en la morfología sincrónica se necesita recurrir a
bases supletivas o procesos fonológicos diversos.
Con la variante –sión se forman nombres de acción o efecto, especialmente con
verbos que muestran las terminaciones siguientes:
-ceder derivados en -cluir -dir se forman con la -meter
-cesión pérdida de la sílaba -di
-mitir -nder derivados en -primir derivados en -ter, -tir
-nsión -presión
Nota: no todos los derivados siguen el modelo que presuntamente pertenecen, ejemplo: atender – atención.

Se obtienen derivados en –ión a partir de una serie de verbos terminados en –sar.


La –s- pertenece a la base léxica. Otros sustantivos terminados en –ión, que cabe
derivar de verbos en el análisis sincrónico, son rebelión (< rebelar) y los formados
a partir de unir.
Las variantes en –ción, -sión y –ión son de uso general, aunque los derivados
están restringidos geográficamente por que también lo están los verbos de los que
proceden.
Muchos sustantivos derivados en –ción o sus variantes son nombres de acción,
pero también de efecto. La diferencia procede en casi todos los casos del entorno
sintáctico. Las paráfrasis con «lo + participio» ilustran en muchos casos la
interpretación de efecto. Algunos verbos reciben con igual naturalidad las dos
interpretaciones de sus derivados, por ejemplo: creación, pensamiento y lengua o
los que designan la acción o el efecto de mostrar algo o hacerlo patente.
La variable patrimonial –zón se combina sobre todo con verbos de la primera
conjugación. Un grupo nutrido de esta variable designa sensaciones
desagradables, sean físicas o emocionales. Existe, por otra parte, los elementos
que designan golpes o movimientos impetuosos terminados en –ón, ya que las
acciones o procesos a los que hacen referencia se suelen caracterizar por ser
intensos, extremos, convulsos o imprevistos.
El sufijo –miento
Ha dado lugar a un gran número de neologismos. Aparece sobre todo con bases
verbales de la primera conjugación, aunque también se registran ejemplos de la
segunda y tercera. Se adjunta al tema verbal.
Es especialmente productivo cuando se adjunta a verbos parasintéticos o a verbos
terminados en –ecer, sean o no parasintéticos. Los terminados en –cionar lo
reciben muy fácilmente si a su vez están formados sobre sustantivos en –ción que
no significan acción. Si se trata de nombres de acción, no se suele formar el
nuevo derivado.
Los nombres derivados mediante este sufijo suelen expresar acción y efecto; son
menos numerosos los derivados en que se percibe el sentido de efecto. Es
frecuente, por otra parte, que la interpretación de efecto en muchos sustantivos
derivados desemboque en alguna otra, especialmente en la de estado o situación,
actitud o propiedad e incluso lugar y grupo o conjunto.
Los sustantivos derivados del sufijo –miento admiten complementos argumentales,
los derivados de verbos intransitivos admiten un complemento preposicional que
se corresponde con el sujeto del verbo de la base. Si el verbo tiene dos
argumentos, que corresponden al sujeto y al objeto directo, pueden estar
presentes en el grupo nominal. El sufijo –miento tienden a elegir solo a la
interpretación correspondiente al intransitivo.
Este sufijo posee la variante –mento, que al no ser productiva, no forma nuevas
voces, por lo que las existentes no suelen asociarse con sus bases mediante
pautas sistemáticas. Las formas opacas en –mento pueden constituir las bases
nominales de verbos derivados, ejemplo: ‘complementar’.
El sufijo –(a)je
La segmentación de los sustantivos que contienen este sufijo, solo se forman a
partir de los verbos de la primera conjugación. Algunas de las formaciones son
específicas de ciertas zonas o adquieren en ellas sentidos particulares.
El sufijo –dura
Forma nombres de acción sobre bases verbales de las tres conjugaciones.
Permanece en estos derivados la vocal temática de los infinitivos, con pocas
irregularidades. Los derivados de participios fuerzan a reconocer en el análisis
sincrónico una variante –ura que no está relacionada con el sufijo que forma
nombres de cualidad; cabría también pensar en una variante –tura. Es sumamente
productivo, especialmente en las áreas caribeñas y chilenas. Predomina el sentido
de instrumento, utensilio, recurso o medio para algo.
Los sufijos vocálicos –a, –e, –o
Los sufijos átonos –a, –e, –o dan lugar a un gran de derivados deverbales. Los
derivados en –a son femeninos, los que se forman en –e y en –o son masculinos.
Estos sufijos parecen aplicarse sobre los temas de presente, puesto que muestran
las mismas alternancias vocálicas. Se agregan sobre todo a los verbos de la
primera conjugación. No es posible predecir cuál es el sufijo vocálico que debe
unirse a cada clase verbal, pero se perciben algunas regularidades; por ejemplo,
los verbos terminados en –ear eligen –o.
Irregularidades:
 Acentuaciones esdrújulas.
 Algunas derivaciones que no se forman sobre temas de presente.
 La necesidad de postular bases supletivas.
Muchos derivados de estos sufijos están restringidos sintácticamente; unos pocos
se usan más en plural o a veces en el interior de alguna expresión idiomática.
Buen número de los derivados en –e son creaciones recientes propias sobre todo
en la lengua juvenil y deportiva, por ejemplo: ‘desmadre’.
La mayor parte de los sustantivos derivados denotan acciones, pero gran número
de ellas admiten la interpretación de efecto, sea este material o no. Una serie de
estos derivados designan cantidades económicas, sonidos o acciones que suelen
comportarlos, instrumentos, medios o recursos; o bien sirven para caracterizar
acciones o situaciones, como cuando se dice de algo o alguien. La formación de
sustantivos plantea el problema de la dirección de procesos derivativos, es decir,
la cuestión de elegir entre la derivación de verbos a partir de sustantivos o
viceversa.
En muchos casos se registra más de un derivado para la misma base. Es
frecuente también que el nuevo derivado sea paralelo a otro ya existente de mayor
cuerpo fónico, el que agrega algún matiz expresivo.
Derivados participiales
Se forman un gran número de sustantivos masculinos y femeninos cuya forma
coincide con la de los participios. Estos derivados se obtienen más
frecuentemente de participios regulares de las tres conjugaciones, pero no se
excluyen los irregulares. En el caso de los sustantivos derivados de participios
regulares, los sufijos son –do y –da, precedidos de la vocal temática -a- en la
primera conjugación, e -i- en las otras dos. No deben confundirse estos sufijos con
–ado y –ada, que forman derivados a partir de bases nominales y en los que no se
distingue vocal temática alguna.
Los derivados participiales expresan acción que incluyen actividades; estos que
expresan acción se unen con frecuencia a los verbos de apoyo y expresan
entonces acciones puntuales o delimitadas, y muy a menudo, también breves y
ocasionales.
Son muchos los que significan efecto, debido al carácter perfectivo del participio.
Aun así, se pierde con frecuencia la relación con el sentido original del verbo. La
mayor parte de los sustantivos que designan alimentos, bebidas y diversos
preparados culinarios son derivados participiales, algunos de ellos parasintéticos.
Otros nombres participiales de efecto designan informaciones o contenidos
verbales, instrumentos o recursos e incluso, conjuntos.
Las diferencias geográficas en estos derivados afectan no solo a las creaciones
léxicas específicas de cada zona, sino también a la interpretación que reciben
ciertos derivados de uso general. Así, muchos derivados participiales designan
tanto acciones como efectos, pero no siempre en las mismas áreas.
Los sufijos –ada, –ado, –ido, –ón
Forman un grupo numeroso los derivados en –ada que designan golpes y otras
acciones o movimientos similares. Constituye su base un nombre que suele
expresar aquello con lo que se da el golpe, sea un objeto o una parte del cuerpo.
Solo unos pocos se interpreta como ‘golpe dado en un lugar’, en lugar de ‘golpe
dado con algo’. Estos derivados se relacionan con los participiales que se refieren
a movimientos impetuosos y predomina en ellos el sentido de efecto sobre el de
acción. Una variante de la interpretación de efecto es la herida.
La interpretación de acto propio de alguien, con sentido negativo, es característico
de los sustantivos en –ada derivados de nombres de persona y también de animal
cuando se refieren a seres humanos. A partir de nombres se forma una serie de
derivados en -ado y –ada que expresan contenido o medida.
Con el sufijo –ido se crean derivados que designan ruidos o sonidos. Se forman a
partir de los verbos, casi todos los de la primera conjugación. Desde el punto de
vista del aspecto léxico, los verbos de los que se derivan estos sustantivos se
consideran semelfactivos.
El sufijo –ón forma sustantivos derivados de verbos, prácticamente todos de la
primera conjugación. No debe confundirse con el sufijo aumentativo –ón / -ona,
que se aplica generalmente a las bases nominales. El sufijo –ón también se
adjunta a nombres y forma derivados que denotan golpes dados con una parte del
cuerpo o recibidos en ella. Los derivados de este sufijo están en estrecha relación
con las formas en –ado / -ada y con los derivados participiales –do / -da. En primer
lugar, forman frecuentes dobletes con ellos y en segundo lugar, las formas en –ón
comparten con los derivados participiales su carácter puntual y también la
construcción de verbo de apoyo.
El sufijo –azo
Forma sustantivos, casi siempre a partir de otros nombres. Coincide en su forma
el apelativo –azo / -aza. La existencia de cierto número de sustantivos terminados
en –etazo hace pensar que se agrega el interfijo -et- en estas voces, pero también
es posible integrar este segmento en el sufijo.
Los sustantivos formados con este sufijo suelen denotar golpes o acciones
bruscas, repentinas o sorpresivas, sea en sentido literal o en alguna de sus
extensiones metafóricas. Los golpes a los que se alude pueden proceder de
objetos físicos o de alguna parte del cuerpo, aunque esta representa a veces el
lugar donde se recibe el golpe.
Los usos figurados más próximos al sentido original son aquellos en los que los
golpes no se dan literalmente con el objeto denotado por la base. Los golpes son
con frecuencia anímicos, como cuando se habla de fracasos y otras situaciones de
adversidad repentina o sobrevenida. Otros derivados están más alejados del
sentido primitivo, pero en ellos se mantiene el carácter puntual o instantáneo de
los golpes, ya se trate de sustantivos que designan informaciones, sonidos u otros
sucesos.
Otros sufijos que forman nombres de acción y efecto
El sufijo –ncia posee los alomorfos –ncia y –nza, forman nombres de cualidad;
pero aplicado a bases verbales pueden dar lugar a ciertos nombres de acción o
efecto, aunque también de estado. Tales bases verbales pueden pertenecer a las
tres conjugaciones en el caso de –ncia. Eligen este sufijo casi todos los derivados
de los verbos terminados en –ferir. El sufijo –nza, por su parte, solo forma
derivados de la primera conjugación.
No son numerosos los derivados mediante este sufijo en los que se perciba con
nitidez la interpretación de acción, sea como única lectura o en concurrencia con
la de efecto. En otros se reconoce solo la de efecto, estado o situación, persona o
conjunto de personas, o período.
Se forman algunos nombres de acción y efecto con el sufijo –ío de base nominal.
Finalmente, unos pocos nombres de acción y efecto contienen los sufijos -ato,
-ata, -azgo, -toria o –torio.
Alternancia entre sufijos
Se documentan numerosos dobletes en los nombres de acción y efecto. Algunos
autores entienden que solo constituyen verdaderas alternancias los dobletes que
registran dentro de una misma comunidad, sea con diferencia de significado o sin
ella.
Entre las alternancias más frecuentes están las que se mencionan a continuación:
-a ~ -e -a ~ -o -e ~ -o -a ~ -e ~ -o -miento ~ sufijos
vocálicos
-ción ~ sufijos -ción (o -ión) ~ -dura ~ -miento -dura ~ -dura ~ -anza
vocálicos -miento -aje

Los sufijos participiales alternan a su vez con otros, entre ellos:


- - - - - sufijos
miento ción nza dura aje vocálicos

Entre las variantes de cada doblete pueden no existir diferencias notables, pero es
más frecuente que las que haya, sean relativas a la extensión geográfica de los
derivados o su significado.

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