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Capítulo 1

Que'son las competencias


El concepto de competencia, a pesar de su carácter impreciso e in-
cluso variable según las personas que lo utilizan, se ha impuesto en
la literatura sobre gestión empresarial de los últimos diez años. Y no
solamente en la literatura: un número cada vez mayor de empresas
elabora sistemas de referencia de competencias que afectan la ma-
yoría de las veces a sus mandos, y a veces también a los miembros al-
tamente cualificados de su personal.
Sin embargo, la noción de competencia es una recién llegada al vo-
cabulario de los psicólogos del trabajo y, más en general, de los gesto-
res de recursos humanos. Hablamos corrientemente de aptitudes, in-
tereses y rasgos de personalidad para representar parámetros según
los cuales los individuos difieren unos de otros. Pero, cada vez con
mayor frecuencia, las exigencias de un puesto a cubrir vienen defini-
das por los superiores en términos de competencias. Y por otra parte,
la noción de competencia parece reemplazar la palabra dimensiones
para definir las características que uno se propone describir con ayu-
( da de un assessment center (centro de evaluación). Por consiguiente, es
importante precisar el estatuto respectivo de estos diferentes concep-
tos, así como las relaciones que pueden existir entre ellos.
í
| 1. Aptitudes, personalidad, competencias
?
-' I "no de los problemas con que nos encontramos en el manejo de
r estos diferentes elementos de nuestro vocabulario, como sucede con
36 Gestión de las competencias Que son las competencias 37

muchas otras palabras utilizadas en psicología, procede del hecho ¿Por qué recurrir a un análisis factorial cuando la simple lectura
de que tienen un sentido difuso en el lenguaje corriente, y de que de las correlaciones ya permite llegar a esta conclusión? Porque, en
son, al mismo tiempo, términos a los que la investigación sobre psi- la mayoría de los casos, nos vemos inducidos a buscar los factores
cología diferencial ha dado un significado preciso. Éste es el caso en responsables del éxito o del fracaso en un gran número de tareas o
lo que respecta a las aptitudes y a los rasgos de personalidad. Y este de tests y porque el mero examen de las correlaciones resalta dema-
hecho aparece todavía con mayor claridad cuando se describe la for- siado difícil de hacer. En el ejemplo precedente, para cuatro tests,
ma en que se han desarrollado los modelos teóricos que sirven de no había más que seis correlaciones a examinar; si hubiéramos pasa-
marco a las definiciones de las aptitudes y de los rasgos de persona- do diez tests en lugar de cuatro, habría habido 45 correlaciones a
lidad y que permiten caracterizarlos utilizando tests apropiados. examinar. Por añadidura, es difícil saber a priori cuántos factores (o
Intentemos describir este proceso de manera sencilla partiendo aptitudes) bastarán para dar cuenta de una matriz de correlaciones,
de un ejemplo concreto, pero sin entrar en la descripción detallada mientras que el análisis factorial permite determinar el número de
de los procedimientos complejos y de los indicadores estadísticos factores útiles y sus características.
utilizados. Hacer el análisis factorial de los resultados obtenidos en una serie
Supongamos (el ejemplo está tomado de Murphy y Davidshofer, de tests presenta por tanto un doble interés: por una pane, permite
1988) que nosotros hemos confeccionado cuatro tests, cada uno de resumir con eficacia una serie importante de notas en puntuaciones
los cuales presenta a los sujetos una tarea que cumplir. El primero es factoriales menos numerosas; por otra, permite dar significado a los
una prueba de comprensión lectora: propone un texto a leer y, a factores identificados estudiando cuidadosamente el contenido de
continuación, una serie de preguntas sobre ese texto. El segundo es los tests que cada factor agrupa. La lista de aptitudes que poseemos
una prueba de conocimiento del vocabulario, cuyas preguntas se re- en este momento, así como las relaciones que existen entre ellas, son
fieren a las palabras y a una elección que hay que hacer entre varias el resultado de multitud de estudios que utilizan el análisis factorial
frases; la tarea consiste en encontrar su forma contraria. El tercero aplicado a series de tareas variadas, las cuales pertenecen tanto al
es un test de «rotación de formas», en que el sujeto debe identificar ámbito de las aptitudes mentales como al de las aptitudes motrices.
figuras geométricas presentadas desde ángulos diferentes. El cuarto Los mismos pasos se pueden utilizar en lo que se refiere a la per-
es un test de «formas estalladas», donde el sujeto debe reconocer fi- sonalidad y a la identificación de los rasgos de personalidad, a ex-
guras tridimensionales que se han hecho estallar en fragmentos de- cepción de que los datos sobre los que se calculan correlaciones no
siguales. sean notas de test que impliquen la ejecución de una tarea concreta,
Si se pasan estos cuatro tests a un grupo de 100 personas, por sino respuestas a preguntas que permitan a los individuos interroga-
ejemplo, será posible, primero, obtener para cada una de ellas, y dos describir su comportamiento habitual. Los trabajos más recien-
para cada uno de los cuatro tests, una nota que representa el núme- tes en este ámbito muestran que cinco o seis «factores» explican de
ro de respuestas acertadas obtenidas y, luego, calcular las correlacio- modo exhaustivo la variedad de respuestas.
nes que existen entre estas cuatro series de notas. El examen de estos Muchos modelos teóricos y muchas consecuencias prácticas, so-
coeficientes de correlación mostrará que existe una fuerte relación, bre los que no vamos a entretenernos aquí, pueden extraerse de es-
por una parte, entre las notas obtenidas en el test de vocabulario y el tas investigaciones y de las descripciones que de ellas resultan. Re-
de comprensión lectora y, por otra, entre las notas obtenidas en el cordemos que estos esfuerzos de medición y estos análisis han
test de rotación de formas y el de las figuras estalladas. Las otras co- permitido elaborar una colección de tests cuya cualidad principal
rrelaciones son débiles. Todo ello sugiere que los cuatro tests miden consiste en que se conoce perfectamente lo que miden, porque se
dos aptitudes diferentes: la aptitud verbal en el primer caso y la per- trata de aptitudes definidas en comparación con las tareas a las que
cepción en el espacio en el segundo. De hecho, si se utiliza el proce- permiten hacer frente y de rasgos de personalidad definidos en
dimiento estadístico del análisis factorial, confirmará esta interpre- comparación con los comportamientos que se pueden observar. Se
tación de sentido común y permitirá extraer dos factores, uno sabe igualmente que toda tarea -y todo test- implica varias aptitu-
correspondiente a los dos primeros tests y el otro, a los dos tests si- des, incluso aunque una de ellas tenga un papel dominante. Ello
guientes. significa que hay que utilizar varios tests para tener la posibilidad de
Gestión de las competencias Que son las competencias 39
delimitar la aptitud objeto de estudio común a todos ellos y, sobre ejercicio de una actividad profesional es una fuente directa de desa-
todo, que el éxito en una tarea profesional cualquiera descansa so- rrollo 'pérsonáL Pero este desarrollo mediante la elaboración de
bre diversas aptitudes. El análisis del puesto es una condición previa cojspetencias nuevas exige que el individuo sea capaz de aprender,
a la elaboración de una batería de tests .destinada a evaluar las posi- es decir, que posea las aptitudes necesarias.
bilidades que tiene un individuo de triunfar en un puesto determi- Debejcía ser posible, pues, hacer corresponder aptitudes y rasgos
nado, ya que tiene como objetivo principal precisar cuáles son las de personalidad con las competencias cuya adquisición facilitan. De
aptitudes y los rasgos de personalidad requeridos para este puesto. hecho, cuando se procede aí análisis de las cualidades requeridas
Estas investigaciones todavía no han concluido. Pero ya han perr para ocupar puestos simples, por ejemplo puestos manuales o em-
mitido definir listas de aptitudes y de rasgos de personalidad que pleos administrativos, es relativamente fácil hacer precisar por ex-
constituyen otras tantas características individuales; ello aporta un pertos qué aptitudes y qué rasgos de personalidad son necesarios
sistema de referencia que permite describir a los individuos y dife- para una ocupación correcta de estos puestos. Pero, cuando la com-
renciar a unos de otros en el marco de las evaluaciones necesarias plejidad de las responsabilidades y de las misiones aumenta, el siste-
previas a las decisiones que constituyen la gestión de las carreras ma de referencia de aptitudes y de rasgos de personalidad ya no bas-
profesionales por las empresas. Recordemos que en esta perspectiva ta y las exigencias de los puestos son descritas por los expertos
evaluación y sistema de referencia parten de la observación de indi- directamente en términos de competencias. Estas competencias son
viduos que realizan tareas relativamente artificiales y desligadas de entonces caracterizadas en relación con misiones concretas como:
un contexto profesional real, o que responden a preguntas referen- tratar las reclamaciones de clientes descontentos; negociar contactos
tes a situaciones generales por no estar definidas en una situación importantes con empresas extranjeras; concluir una operación que
concreta. Pocos oficios conllevan tareas como buscar analogías de no adelanta; organizar la acogida y la formación de los mandosjóve-
una palabra o reconstruir figuras «estalladas». nes. Es evidente que estas misiones recurren a varias aptitudes y ras-
Sin embargo, numerosas investigaciones han demostrado la vali- gos de personalidad, que estas características deben estar bien inte-
dez de los tests de inteligencia para predecir el éxito profesional, gradas y que el éxito de estas misiones depende también de
cualquiera que sea el oficio y el nivel, incluso en funciones propias conocimientos teóricos y de saberes adquiridos sobre el terreno.
de mandos (Arvey, 1986; Hunter, 1986; Barret y Depinet, 1991). Hay que tener igualmente en cuenta el hecho de que este tipo de
Además, las aptitudes intelectuales tienen más peso -es lógico- competencia puede ser dominado de diferentes maneras. Dicho de
cuando se trata de tareas o de oficios que ponen en práctica procesos otro modo, y para retomar los ejemplos dados arriba, hay muchas
cognitivos, y menos cuando se trata de actividades que comportan formas de negociar bien un contrato o de concluir bien una opera-
procesos motores. Finalmente, cuando se unen al informe indivi- ción, y estas diferentes formas de actuar requieren aptitudes y perfi-
dual métodos que permiten medir las aptitudes específicas requeri- les de personalidad que no son forzosamente los mismos.
das para un puesto concreto, se aumenta significativamente la cali- He aquí una clara diferencia entre apdtudes^yjasgos^de^pfrsQna-
dad de las decisiones que este informe permitirá tomar. Lo mismo lidad por una parte, y competencia^ por otra. Los primeros permi-
vale para los rasgos de personalidad, los cuales tienen una validez ten caracterizar a los individuos y explicar la^yaKaaón de sus com-
que aumenta desde el momento en que son claramente exigidos por portamientos en la ejecución de tareas específicas; las segundas
el puesto de trabajo. afectan ajajtuesta en práctica integrada de aptitudes, rasgos de personali-
Por otra parte, las síntesis
— ——
de los estudios
-- - - -
de
—•—
validez muestran que dad^ y también conocimientos adquiridos para cumplir bien una misión
las aptitudes mentales medidas por los tests de inteligencia determi- compleja en el marco de la empresa que la ha encargado al_ind_iyi-
nan el éxito profesional de dos formas: directamente, en la medida duo y dentro del espíritu de sus estrategias y de su cultura. Desde
en que son requeridas por la actividad considerada; e indirectamen- este punto de vista, no se puede decir pues que las competencias no
te, porque es la inteligencia la que facilita la adquisición de compe- estén en relación con las aptitudes y los rasgos de personalidad. Pero
tencias en el curso de las nuevas experiencias que ofrece el trabajo constituyen una categoría específica de características individuales
(Hunter, 1986). Recordemos este punto: esmdiar el papel de las ap- que tienen también lazos estrechos con los valores y con los conoci-
titudes intelectuales permite tomar conciencia del hecho de que el mientos adquiridos. Finalmente, parece efectivamente que tienen
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un carácter «local», es decir, que dependen del marco de la empresa puede demostrar su competencia, pero se le pondrá en un gran
en el que son elaboradas y, por lo tanto, utilizadas. aprieto si se le pide que la verbalice y, además, que la enseñe a otros
En otras palabras, las competencias no pueden desarrollarse si las a través de un informe y no por la observación de sus propias con-
aptitudes requeridas no están presentes. Pero las competencias no se ductas sucesivas.
reducen a una aptitud, por muy bien definida que esté, ni tampoco Resultado de experiencias acumuladas durante años,' las compe-
a un patchworkde aptitudes diversas: sonj<conjuntos estabilizados de tencias permiten sobrepasar los límites del funcionamiento cogniti-
saberes :y_de savoir-Jaire, de conductas tipo, de^rocedimientos_están- vo. En efecto, no podemos concentrar nuestra atención en muchas
dar, de tipos de razonamiento, que se pueden poner en práctica sin cosas a la vez, ni extraer de nuestra memoria al mismo tiempo varios
nuevo aprendizaje» (Montmollin, 1984, pág. 122). Las competen- repertorios de conocimientos adquiridos. La competencia permite
cias, pues, se refieren a tareas o a situaciones de trabajoy a la re^u- actualizar sistemas de información y utilizarlos sin tener que con-
lación de la que es capaz el operario en él entorno de su trabajo y de centrar en ellos nuestra atención. P. Herriot (1992) pone el ejemplo,
su_actmáScl. Son diferentes igualmente de las conductas mtelígerT para que se comprenda mejor lo que sucede, de los grandes maes-
tes que se suceden en el tiempo sin vínculo real entre ellas, ya que tros del ajedrez; son capaces de movilizar un repertorio considera-
una competencia es un conjunto de conductas organizadas, en el ble de secuencias de movimientos sin tener que explicitarlo pero sir-
seno deTupTésírLÍctúra mental, también organizada y relativamente viéndose de él para analizar las analogías entre la posición actual de
estable'_y^ movilizable cuárido es preciso. las piezas sobre el tablero y las secuencias de movimientos que ellos
Los conocimientos que pueden aplicarse a una tarea o a otra se di- conocen; dicho de otro modo, en lugar de examinar todos los esce-
ferencian igualmente de las competencias, porque estas últimas im- narios imaginables, a partir de todos los movimientos posibles, recu-
plican una experiencia y un dominio real de la tarea y porque po- rren a secuencias de movimientos integrados sin tener necesidad de
nen en práctica representaciones, «imágenes operativas» (Ochanine, descomponerlas.
citado por Montmollin, 1984), constituidas progresivamente por la El problema de las relaciones entre aptitudes y competencias sur-
experiencia que el operario, adquiere en el curso de su trabajó. Ti- ge, pues, al estudiar el papel de las aptitudes desde el punto de vista
nalmente, las competencias se diferencian de las habilidades, cuali- de la adquisición de las competencias. En este punto, los resultados
dades que resultan de una formación y que caracterizan másjfre- de las investigaciones sobre el aprendizaje permiten completar el
cuentemente procesos psícomotores. cuadro. En efecto, estos trabajos han mostrado que existen fases del
En consecuencia, las_cornpetencias están vinculadas a una tarea o aprendizaje, fases que coinciden perfectamente con la definición
a una actividad determinada. Pero también pueden aplicarse a un que acabamos de dar de las competencias: Fitts y Posner (1967) des-
conjunto de actividades: se habla, así, de competencias lingüísticas o cribieron, hace más de veinte años, el aprendizaje de una tarea. Ésta
de competencias de mando. También pueden estar limitadas a una comienza por una etapa cognitiva, en el momento en que el indivi-
actividad concreta: se hablará entonces de competencias del regula- duo afronta por primera vez el trabajo a realizar y la situación. El in-
dor de la sala de control, del controlador aéreo o del programador. dividuo empieza por comprender las exigencias de este trabajo y
Por otra parte, sor^consecuencia de la .experiencia y_constituyen_5a- por intentar memorizar los procedimientos y las estrategias. Esta
beres articulados, integrados entre ellos y de alguna manera auto- etapa requiere cualidades intelectuales y una buena capacidad de
matizados, en la medida en que la persona competente mpy_iHza,e_ste atención. Cuando los datos fundamentales concernientes al trata-
saber en el momento oportuno, sin tener necesidad de consultar re- miento de la información y del repertorio de respuestas requeridas
gías básicas ni de preguntarse sobre las indicaciones de tal o cual son conocidos, una segunda fase permite aumentar la rapidez de
conducta. Estas características de las competencias hacen que sea di- ejecución y disminuir los errores. La tercera fase, que va a consagrar
fícil describirlas, porque la representación que guía al operario en la posesión de la competencia, se alcanza cuando el trabajo se hace
su actividad y que sirve en definitiva para integrar sus diferentes sa- más automatizado y cada vez menos dependiente de un control cog-
beres y las aptitudes necesarias está implícita. Se necesita la inter- nitivo permanente. Notemos que es el caso de muchas actividades
vención de un experto exterior para inducir a la persona competen: de la vida cotidiana, como conducir un coche, utilizar un teléfono o,
te a explicitar sus conductas. Por esto, el individuo competente sencillamente, vestirse. La competencia para estas tareas implica
r Que son las competencias
42 Gestión de las competencias
que ya no tenemos que reflexionar para ejecutar las diferentes eta- En resumen, aptitudes diferentes desempeñan un papel impor-
pas ni, sobre todo, para adaptar nuestra conducta a los cambios tante durante la adquisición de todas las competencias, pero el pa-
constantes del entorno. pel de las aptitudes intelectuales y de las capacidades cognitivas es
Investigaciones más recientes, particularmente las de ShiíTrin y vital; además, perdura cuando se trata de tareas complejas, o sea,
Schneider (1977), han mostrado que, cuando la tarea aprendida es que no enfrentan al individuo a exigencias repetidas 'de manera
muy compleja y, especialmente, cuando consiste en hacer frente re- idéntica o muy aproximada. En el plano práctico se impone, pues, la
petidamente a informaciones no coherentes o a situaciones total- medición de las aptitudes individuales por medio de tests clásicos,
mente nuevas, el aprendizaje -y el dominio- de la tarea se detiene cada vez que una competencia no haya sido adquirida a pesar de la
en la fase que exige un control cognitivo total y no alcanza la auto- experiencia sobre el terreno, y cada vez que las condiciones de tra-
matización de los procesos. bajo hagan difícil la adquisición de una competencia específica por-
Además, las aptitudes puestas en práctica en el curso de un apren- que los datos de los problemas planteados y el entorno laboral cam-
dizaje cambian a medida que éste se desarrolla. Fleishman lo ha bian demasiado y demasiado aprisa para que la experiencia pueda
mostrado desde 1954 para un aprendizaje psicomotor. Sus resulta- crear competencias reutilizables.
dos han sido confirmados y ampliados por Ackerman et al. (1989),
que han descrito perfectamente el papel crítico que desempeña la
inteligencia general (aptitud para estructurar la realidad, para cons- 2. Competencias y misiones profesionales
truir relaciones, para imaginar estrategias y examinarlas) al princi-
pio de todo aprendizaje. Pero este papel disminuye en seguida a me- La comparación que acabamos de hacer entre aptitudes, rasgos
dida que la persona accede a su nivel óptimo de ejecución, porque la de personalidad y competencias ha mostrado que las aptitudes y los
automatización de la tarea permite reducir el recurso a las funciones rasgos de personalidad se definen corno diferencias entre los indivi-
intelectuales y aumentar el papel de las aptitudes específicas. Estos duos, mientras que las competencias están estrechamente ligadas a
autores destacan que no tocio el mundo alcanza en el mismo tiempo las actividades profesionales y, más concretamente, a las misiones
un mismo nivel de competencia y, en consecuencia, no llega en el que forma'ri parte de un puesto. Woodrufe (1993) propone por otra
mismo tiempo a la fase de automatización y de «liberación» en reía- parte que se hable de competencias para caracterizar una misión de-
ción con la codificación explícita y razonada de la tarea a cumplir. terminada y de «dominio de competencias» cuando se considera el
Estas diferencias explican por qué cada uno posee en una escala va- conjunto de misiones que componen un puesto. El^concepto de
riable las aptitudes requeridas; confirman además que, cuando la ta- competencia está asociado, por lo tanto, al análisis de las actividades
rea es compleja o cuando presenta constantemente aspectos nuevos, profesionales y al inventario de lo que es necesario para cumplir
el recurso a las cualidades intelectuales no disminuye con el paso del perfectamente las misiones que aquéllas implican.
tiempo. El origen del concepto de competencias permite comprender
De estos análisis se pueden retener dos puntos importantes. En mejor cómo y por qué se ha impuesto. El término aparece hace más
primer lugar, se recruieren aptitudes específicas para adquirir o para de veinte años para dar cuerpo a la idea de que ni los resultados es-
utiljzar competencias concretas; estas aptitudes desempeñan un pa- colares ni las notas en los tests de aptitud y de inteligencia predicen
pel que está limitado a la fase de aprendizaje, cuando la tarea puede el éxito profesional, ni incluso la adaptación eficaz a los problemas
ser completamente automatizada. Pero, en segundo lugar, cuando la de la vida cotidiana (McClelland, 1973). Hemos visto más arriba
tarea no es rutinaria y está caracterizada por exigencias imprevistas y que numerosos argumentos de campo han probado que estos pun-
constantemente renovadas, se recurre permanentemente a procesos tos de vista son inexactos; y que los tests de inteligencia, todavía de-
cognitivos y a aptitudes mentales; éste es el caso, evidentemente, de nominados tests de funcionamiento cognitivo, poseen una indiscu-
una gran parte de las responsabilidades de los mandos y de la casi to- tible capacidad predictiva de los resultados profesionales (Barrett y
talidad de aquellas en que las situaciones cambian con frecuencia o Depinei, 1991). Es cierto que se puede todavía discutir sobre la
que exigen creatividad, una iniciativa real e imaginación, e incluso existencia de una o de varias formas de inteligencia (Kemp y Mc-
una aptitud para salir de los caminos trillados. Clelland, 1986; Sternberg, 1992). Pero, desde un punto de vista
44 Gestión de las competencias
I Qiieson las competencias 45

práctico, parece prioritario reconocer la validez de los tests de inte- análisis de los protocolos de un test proyectivo de motivación (Flana-
ligencia admitiendo, sin embargo, que no lo explican todo y sin re- gan, 1954; Hertzberg et al, 1959; McClelland, 1953).
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nunciar, por tanto, a comprender cómo se desarrollan y a qué se La validez de este método, que ha quedado anticuado y es contro-
deben las competencias que permiten asumir fructíferamente sobre vertido, y el significado de las relaciones que pueden existir entre
el terreno misiones profesionales precisas. En otras palabras, la los resultados del análisis de contenido de los diferentes incidentes y
oposición entre aptitudes e inteligencia, por una parte, y competen- la realidad de los comportamientos de campo están por demostrar,
cias, por otra, no tiene razón de ser: el conjunto de estas cualidades lo que el propio Boyatzis reconoce. Por otra parte, no es cierto que
son necesarias para ejercer con éxito una actividad profesional. los mismos mandos sean los mejores jueces de sus competencias. Sin
Gracias precisamente a esta nueva mentalidad, el término compe- embargo, este estudio representa una de las primeras aproximacio-
tencias ha adquirido, en el curso de los últimos diez años, una gran nes directas a las competencias, observadas en el terreno profesio-
presencia tanto en los textos como en las intervenciones referentes a nal, y tiene el mérito de acometer directamente la descripción de las
la gestión de los recursos humanos. El segundo punto de partida se conductas portadoras de éxito. En otras palabras, en lugar de entrar
debe probablemente al libro de Boyatzis, The competent manager en el vínculo hombre-trabajo mediante la búsqueda de las diferen-
(1982), que se refiere básicamente a las competencias de dirección. cias individuales, la aproximación mediante las competencias con-
Esta obra describe un estudio referente a 2.000 mandos que ocupan siste en abordar esta doble taxonomía de los hombres y de las tareas
41 puestos diferentes y pertenecen a 21 empresas, la mayor parte por medio de la descripción de los comportamientos reales frente a
anglosajonas. El autor propone, sobre la base de este estudio, dife- problemas profesionales concretos.
renciar las competencias «umbral», que todos deberían poseer a un Otra manera_de considerar el concepto de competencias, que va
nivel mínimo, y las competencias «superiores», que caracterizan a en^djuismo. sentido pero con un objetivo diferente, es utilizada por
los mandos pertenecientes al 10 % mejor. La identificación de estas los_c_entros de evaluación (assessment centers), cuyo funcionamiento
competencias se ha hecho con la ayuda de diferentes análisis de describiremos con detalle en el capítulo siguiente. Éstos comportan
puesto, y cada competencia está relacionada con resultados específi- siempre varios tests y ejercicios, cada uno de los cuales mide diver-
cos. Pero la naturaleza misma de las competencias, el tipo de varia- sas competencias. Y el principio de construcción de los centros de
ble que constituyen, no está definida claramente, ya.qu£_ab_arcan un evaluación impone que cada una de las competencias sea medida
vasto dominio de características psicológicas, tanto aptitudes, como por varios tests y ejercicios. Cuando varias personas han sido evalua-
conocimientos, actitudes, fuentes de motivación y rasgos de perso- das con un centro de evaluación, se dispone pues de una serie de no-
nalidad. Y para aumentar la confusión, el mismo Boyatzis da una tas por competencias y por ejercicios. Y entonces es posible calcular
definición muy vaga de las competencias, como si fueran un con- las correlaciones entre las notas atribuidas a las mismas competencias
junto de características individuales, que pueden pertenecer a ámbi- medidas en ejercicios diferentes y las correlaciones entre las notas
tos tan distintos como las aptitudes, los motivos, los rasgos, las capa- atribuidas a competencias diferentes medidas por un mismo ejercicio.
cidades, la imagen de sí mismo y de su papel social o que incluso Se puede esperar que las primeras serán altas, ya que se trata de me-
pueden ser un conjunto de conocimientos adquiridos. dir la misma competencia en situaciones diferentes, y que las segun-
Queda lo esencial: el método utilizado por Boyatzis se basa en el das serán bajas, ya que se trata de medir competencias diferentes
análisis de acontecimientos descritos por los propios mandos bajo la utilizadas en el curso de un mismo ejercicio. Ahora bien, lo que se
forma de Behavioral Events (acontecimientos del comportamiento), observa a menudo es lo contrario (Sackett y Dreher, 1982; Robert-
que se inspira en «el análisis de incidentes críticos», método ya anti- son £ía/.,1987;Tziner etal, 1993). En otras palabras, los «examina-
guo y debido a Flanagan (1954). Los mandos interrogados debían dores» de los centros de evaluación son perfectamente capaces de
describir tres incidentes de su vida profesional en que juzgaban ha- evaluar el éxito de los candidatos en un ejercicio determinado, pero
ber sido eficaces y tres incidentes en que afirmaban haber sido inefi- les será mucho más difícil ponderar el papel de las competencias es-
caces. Estos incidentes eran evaluados a continuación según un mé- pecíficas en este éxito global y, todavía más, usar su poder de abs-
todo de análisis de contenido parecido al empleado por Hertzberg tracción para evaluar una misma competencia utilizada en varios
en sus investigaciones sobre la satisfacción y por McClelland para el ejercicios diferentes.
46 Gestión de [as competencias r Que son las competencias 47
Esta observación es interesante por dos motivos. Se ha probado que existe entre las características del individuo y las características
muchas veces que los centros de evaluación tienen una validez pre- de la situación (Cascio, 1991).
dictiva elevada, y confirmada no sólo por las cifras citadas en las di- En segundo lugar, el observador más atento, cuando se le encarga
ferentes investigaciones, sino también por su éxito entre los técnicos quejuzgue las competencias utilizadas en la ejecución cíe un trabajo
y en las empresas. Y ello aunque su «validez de construcción» sea real o simulado, se concentra en la evaluación del trabajo realizado
débil, y probablemente porque las competencias observadas no se -la manera como la misión ha sido llevada a cabo- y no juzga las di-
juzgan independientemente de las situaciones en las que son medi- ferentes competencias específicas ni, afortiori, las diferentes aptitu-
das. Es exactamente lo contrario de lo que sucede con los tests de ap- des más que en comparación con esta evaluación global. Este «efec-
titud, cuya génesis hemos descrito más arriba: tienen una validez de to de halo», bien conocido de todos los investigadores que han
construcción fuerte en el sentido de que representan factores de éxi- analizado fichas de calificaciones profesionales, existe cuando se
to identificables y comunes a tareas simples y homogéneas, pero trata de evaluar las competencias utilizadas en una actividad profe-
ninguna de estas aptitudes basta para explicar la variación de los sional, así como cuando se trata de una situación test. Dicho breve-
comportamientos profesionales. Es probable, por tanto, que la vali- mente, la observación^directa no permite discriminar con facilidad
dez predictiva de los centros de evaluación dependa de la calidad de las competencias y las aptitudes, ni diferenciar unas aptitudes de
las simulaciones y de las muestras de tareas profesionales reales que otras._..
los componen, y del hecho de que comprenden a la vez ejercicios y Este conjunto de observaciones ilustra la cualidad fundamental
tests clásicos. Y son los ejercicios los que permiten valorar de mane- de las competencias, a saber, su relación directa con las misiones a
ra adecuada la forma en que los participantes ponen en práctica si- llevar a cabo en el marco de un puesto o de un empleo determinado,
multáneamente un conjunto de competencias para llevar a cabo las y las dificultades encontradas para definirlas y evaluarlas. Se puede
tareas que les son confiadas. añadir, por tanto, a la definición dada más arriba el hecho de que las
Por otra parte, cada vez son más numerosas las empresas que es- competencias están ancladas en comportamientos observables en el
tán descontentas de su sistema de calificaciones o puntuaciones pro- ejercicio de un oficio o de un empleo y que- se traducen en comporta-
fesionales; y los análisis de estas calificaciones efectuados por psicó- mientos que. contribuyen al éxito profesional en el empleo ocupado.
logos han mostrado ampliamente que no son coherentes en el Citando otra vez a Woodrufe (1993), «la competencia se refiere a se-
tiempo, y que el acuerdo entre calificadores es bajo (Fletcher, 1995). ries de comportamientos que hay que adoptar para llevar a cabo las
Defectos graves que se explican, en parte, por el hecho de que cada tareas y las misiones de un puesto con competencia». En otras pala-
calificación refleja la opinión de un superior sobre una misión, sin bras, las competencias constituyen un vínculo entre las misiones a llevar
que éste tenga la posibilidad ni las informaciones necesarias para a cabo y los comportamientos puestos en práctica para hacerlo, por una par-
efectuar unjuicio general sobre las cualidades individuales. te, y las cualidades individuales necesarias para comportarse de manera sa-
Las conclusiones que inspiran esta doble constatación son las si- tisfactoria, por otra.
guientes. En primer lugar, las competencias son específicas de situa- Dicho esto, evaluar las competencias constituye un desafío real.
ciones concretas, e incluso de contextos de empresa específicos. Por Es cierto que juzgar la calidad de los resultados globales en relación
tanto, es útil medirlas en el marco de simulaciones que, como mues- con los objetivos de las misiones asignadas a los colaboradores for-
tras que son, reproduzcan del mejor modo posible la realidad de las ma parte de las responsabilidades normales de un mando en ejerci-
situaciones de trabajo. Hace mucho tiempo que se sabe que las cio. Pero apreciar cada una de las competencias utilizadas es bastan-
muestras de trabajo (work samples) tienen una buena validez predicti- te más difícil -el ejemplo citado antes de los centros de evaluación lo
va. En el caso de tareas relativamente simples, esta validez es con muestra a la perfección. Es imposible evaluar las competencias que
frecuencia mejor que la de los tests clásicos (Asher y Sciarrino, 1974; existen, pero que no son puestas en práctica en una actividad obser-
Reilly y Chao, 1982). En lo concerniente a los mandos, las muestras vable. Por otra parte, las fichas de calificación elaboradas en las em-
profesionales son ciertamente más difíciles de construir y más deli- presas raramente son satisfactorias y son siempre difíciles de utili-
cadas a la hora de validarlas. Pero su valor no puede ser discutido: zar. Sobre todo, no han sido construidas con la intención de analizar
tienen, en efecto, la ventaja de reconstituir la interacción compleja las competencias con mentalidad de balance y de desarrollo del po-
Gestión de las competencias Que son las competencias 49

tencial individual. En consecuencia, hay que repensar los métodos los rasgos de personalidad, aun cuando el acuerdo entre los especia-
de evaluación, en particular en los sectores donde la competición es listas sobre el contenido de estas listas todavía no es total; los instru-
fuerte y donde la flexibilidad de las competencias constituye un im- mentos destinados a hacer análisis de puesto, particularmente, pre-
perativo. sentan sistemas de referencia de aptitudes con ejemplos concretos
Desde este punto de vista, no es suficiente saber, en teoría, cómo que permiten señalar el nivel requerido para ocupar un puesto. Es
situar las competencias en la cadena de las diferencias individuales el caso del F-JAS de Fleishman (Fleishman y Mumford, 1988;
ni haber comprendido cómo se adquieren. Disponer_de_jj.na lista Fleishman et al, 1992; Lévy-Levoyer y Chartier, 1993): ofrece una
de competencias, provistas de definiciones claras y concretas que lista de 52 escalas, cada una con el nombre y la definición de una ap-
todos los miembros de la estructura jerárquica puedan entender, titud, así como ejemplos de actividades que requieren esta aptitud
representa una condición sine qua non de la evaluación de-las com- en diverso grado, a fin de permitir a los expertos que hacen el análi-
petencias sobre el terreno. Se vuelve a encontrar ahí una dificultad sis de un puesto de trabajo escoger las aptitudes requeridas y preci-
que ya habíamos señalado más arriba: el hecho de que el vocabula- sar su nivel de exigencia; se trata de aptitudes cuya descripción se
rio utilizado pertenece a la vida cotidiana y de que, muy a menu- basa en el conjunto de las investigaciones mencionadas más arriba,
do, las mismas palabras tienen significados diferentes para perso- como la comprensión oral, la memorización, la facilidad en el ma-
nas diferentes, divergencias que no se hacen explícitas. Desde esta nejo de las cifras, etc. Estas aptitudes, que Fleishman describe como
perspectiva, una etapa esencial consiste en elaborar un sistema de «características relativamente estables del individuo que permiten la
referencia que provea de una lista de competencias, con descrip- realización de un cieno número de tareas», tienen su origen en los
ciones precisas que permitan evaluarlas en perfectas condiciones. resultados de análisis factorial sobre notas obtenidas en tareas es-
El apañado siguiente describe las tentativas que se han hecho en pecíficas.
este sentido. ¿Es igualmente posible para las competencias lo que es posible
para las aptitudes? La respuesta es ambigua: sí y no. Entre los nu-
merosos métodos de análisis de puesto elaborados por psicólogos
3. Qué competencias anglosajones, algunos ofrecen listas de referencias basadas no en
aptitudes sino en la observación, el desglose y, luego, la clasifica-
Los análisis precedentes han permitido progresar en la definición ción racional de las actividades de trabajo. Así, el PAQ (Position
de las competencias. Éstas difieren de las características individua- Analysis Questionnairé) organiza 187 «elementos» de trabajo en cinco
les, que son las aptitudes y los rasgos de personalidad. Para desarro- secciones: tratamiento de la información, procesos mentales, resul-
llarse, requieren a la vez la presencia de cualidades específicas y el tados del trabajo, relaciones interpersonales, contexto de trabajo y
paso por experiencias de formación. Son aprehendidas no desde la otras características (Me Cormick et ai, 1977). En el mismo sentido,
perspectiva de las diferencias entre individuos, sino desde el punto el inventario de actividades de dirección y profesionales de Baehr
de vista de los comportamientos que permiten llevar a cabo con efi- clasifica en 16 categorías las actividades que constituyen las funcio-
cacia un puesto o un empleo. nes cotidianas de los mandos medios y superiores (Baehr y Alien,
¿Es esto suficiente para pasar a la etapa siguiente, es decir, para 1984).
confeccionar listas de competencias que sea posible evaluar? No del En estos ejemplos, se trata de descripciones de actividades sin re-
todo. Todavía se plantean muchos problemas, problemas que son ferencia a las cualidades que los individuos encargados de ellas de-
teóricos pero que tienen igualmente consecuencias prácticas impor- ben poseer para efectuarlas correctamente. Los métodos de análisis
tantes. de puesto, por otra parte, clásicamente se reparten en dos grupos,
Primera cuestión. ¿Se pueden constituir listas de competencias que según estén orientados hacia el individuo (y sus aptitudes) o hacia el
representen una referencia universal utilizable por todas la empre- trabajo (y sus elementos). Pero ninguno ofrece este doble aspecto de
sas? ¿O bien se deben aceptar las competencias como relativas a cada características individuales/misiones a llevar a cabo que constituye
empresa, a cada puesto o incluso a situaciones específicas? Recorde- la originalidad del concepto de competencia. Por otra parte, en el
mos que tales listas generales existen en el caso de las aptitudes y de tratado de Gael (1988) sobre los métodos y las aplicaciones del análi-
50 Gestión de las competencias Que son las competencias 51
sis de puesto, libro de consulta que contiene 1.384 páginas, el térmi- tas que puedan surgir, etc. En consecuencia, se puede recordar que
no competencia no figura en el índice de materias... Dicho brevemen- las listas de competencias existentes incluyen tanto aptitudes como
te, los métodos tradicionales de análisis de puesto apuntan ya sea a competencias específicas directamente orientadas a una de las mi-
las aptitudes y a los rasgos de personalidad, ya sea a las actividades siones particulares en el empleo en cuestión; y también competen-
de trabajo, pero nunca a las competencias que constituyen el víncu- cias genéricas, comunes, por ejemplo, a todas las funciones que im-
lo entre ellos. plican responsabilidades de mando directo.
Se comprende, en estas circunstancias, que los gestores de recur- De hecho, parece que toda empresa tenga necesidad de hacer fi-
sos humanos, en la búsqueda de un sistema de referencia de compe- gurar en sus listas las competencias específicas vinculadas a su sector
tencias, se hayan visto en la obligación de construirlo por sí mismos. de actividad, su estructura, sus estrategias, su propia cultura. Es útil,
La mayor parte de estas listas están inéditas, han sido elaboradas por por tanto, distinguir cuatro categorías de informaciones: las aptitu-
tal o cual empresa para uso propio y están reservadas a los usuarios des y los rasgos de personalidad, las competencias genéricas, las
pertenecientes a la empresa que las ha elaborado. Algunas han sido competencias específicas y finalmente las competencias técnicas.
citadas por autores de lengua inglesa que proponen repertorios bajo Por ello, en los sistemas de referencia de competencias muy «defini-
la denominación de competencias «genéricas» o también de «supra- dos» elaborados por France Telecom para puestos concretos, por
competencias». Se dan cinco ejemplos de ello en las tablas 1 a 5.' La ejemplo, se encuentran aptitudes corno la autonomía y el espíritu de
lista establecida por Thornton y Byham intenta reunir todas las análisis, competencias genéricas como el sentido de mando, compe-
competencias necesarias para los puestos de mando de alto nivel. La tencias específicas como «saber aconsejar técnicamente a los comer-
lista propuesta por Dulewicz se refiere a los mandos intermedios. ciales» y competencias técnicas como «saber analizar los indicadores
Otra lista ha sido elaborada por el servicio de Recursos humanos de de observación del comercio y proponer planes de acción técnicos o
Electricité et Gaz de France bajo la sigla BICC (Banque Informatisee de comerciales para mejorar la tasa de eficacia».
Compe'tences des Cadres). La lista que figura en la tabla 4 ha sido ela- Segunda cuestión. Se ha visto más arriba que las listas de aptitudes y
borada por Lafargue y Coppcc para la calificación de sus mandos, de rasgos de personalidad, así como sus definiciones, no eran fruto
La tabla 5 reproduce dos de las secciones de evaluación utilizadas de la imaginación, ni tampoco de la observación directa de los com-
por Bouygues para caracterizar a sus mandos: responsabilidad ac- portamientos, sino que son el resultado de análisis factoriales repeti-
tual y cualidades de fondo. dos. ;Se puede proceder del mismo modo en lo que concierne a las
La simple lectura de estas listas permite hacer varias observacio- competencias y agruparlas en conjuntos coherentes? Esta posibili-
nes. En primer lugar, presentan solapamientos importantes entre dad ha sido abordada cíe dos maneras diferentes. La primera consis-
ellas, que podrían servir de base para una lista universal de compe- te en reagrupar lógicamente las competencias surgidas de las entre-
tencias generales. Comportan igualmente competencias que pare- vistas y otros métodos de análisis de puesto como lo ha hecho
cen específicas de un nivel jerárquico, de un sector de actividad o in- Dulewicz. Pero es igualmente posible utilizar un análisis factorial,
cluso de una empresa o de un empleo concreto. En segundo lugar, con objeto de fundamentar empíricamente la reagrupación de las
se puede notar que estas competencias «genéricas» a menudo están competencias. Es el método seguido y completado por McCauley et
cerca de las aptitudes «clásicas», lo que no sucede con las competen- al (1989). Estos investigadores han realizado varias encuestas entre
cias «específicas». Así, por ejemplo, la comunicación oral correspon- mandos intermedios y superiores con el fin de recoger descripcio-
de perfectamente a una aptitud, pero éste no es el caso de la capaci- nes de comportamientos que ponen en práctica competencias y cua-
dad de un vendedor para presentar un material de alta tecnología lidades de dirección. Estos comportamientos han servido para crear
que supone no sólo una aptitud verbal y las cualidades necesarias un cuestionario que permite describir a un mando dando una nota a
para hacer una presentación oral, sino también cualidades de rela- cada comportamiento sobre una escala de cinco puntos. Las notas
ción, conocimientos técnicos, la experiencia con una cierta categoría obtenidas sobre una muestra de 336 mandos, pertenecientes a diver-
de compradores, el control de sí mismo ante las críticas y las pregun- sas grandes empresas estadounidenses, han sido sometidas a un aná-
lisis factorial que ha dado como resultado tres factores principales.
1. Presentadas en el anexo de este capítulo.
Un segundo análisis factorial, efectuado sobre cada uno de los gru-
Gestión de las competencias Que'son las competencias

pos de conceptos que forman parte de los tres factores definidos por se implicando a la estructura jerárquica en la elaboración de las lis-
el primer análisis, ha permitido obtener una estructura jerárquica tas de competencias, formando a los calificadores y probando los
que se presenta en la tabla 6. Esta investigación, original en sus prin- sistemas de referencia para verificar que las diferentes evaluaciones
cipios pero clásica en su forma, muestra perfectamente que se pue- no se correspondan mucho entre ellas, cosa que significaría que los
de crear una lista de competencias genéricas basada en el análisis calificadores no distinguen entre dos conceptos demasiado próxi-
factorial de valoraciones efectuadas acerca de comportamientos ob- mos o mal definidos.
servables directamente sobre el terreno profesional. Además, ha
servido de base para un cuestionario de evaluación de las competen-
cias que ha sido adaptado bajo el nombre de «Referencias», del que
se tratará en el capítulo siguiente.
Tercera cuestión. Queda un problema de vocabulario. El ejemplo
de Referencias, así como los análisis precedentes, muestran a la per-
fección que cada competencia reúne bajo una misma etiqueta un
conjunto de comportamientos homogéneos. El nombre dado a este
conjunto tiene forzosamente una parte de arbitrariedad, como suce-
de con todos los nombres atribuidos a dimensiones resultantes de
análisis factoriales. Desde este punto de vista, un mismo nombre
dado a una competencia en lugares diferentes no significa forzosa-
mente que se trate del mismo contenido. Y, simétricamente, una
competencia específica puede remitir a comportamientos diferentes
según las situaciones. Así, la tolerancia al estrés experimentado ante
empleados recalcitrantes es diferente de la tolerancia al estrés ante
clientes descontentos o de la misma competencia cuando se trata de
adaptarse a una intensa sobrecarga de trabajo... De aquí el cuidado
que hay que tener con los comentarios que dan una definición deta-
llada de cada competencia: éste es el caso de las 16 competencias de
Referencias, presentadas en la tabla 6.
En conclusión, debe recordarse que, además de listas universales
de aptitudes y de rasgos de personalidad, la gestión de los recursos
humanos cada vez tiene más necesidad de elaborar listas de compe-
tencias individuales que correspondan estrictamente a las activida-
des, a las estrategias y a la cultura de la empresa. Estas listas inclui-
rán .forzosamente competencias universales, útiles de manera muy
general, y competencias particulares de tal o cual sector, empresa-o
departamento. En todos los casos, estas listas sólo serán operativas si
se^ respetan dos imperativos: en primer lugar, el carácter preciso y
concFetcTde'lás definiciones de cada competencia; en segundo lu-
gaj-, la seguridad de que estas listas son efectivamente utilizabfes, es
decir, de que las personas que deban servirse de ellas para describir
las exigencias de un puesto o para evaluar las competencias de un
individuo van a ser capaces de identificar perfectamente las dife-
rentes competencias de la lista. Estos objetivos sólo pueden alcanzar-
54 Gestión de las competencias Qué son las competencias
Resumen Tablas de presentación de las competencias
• Las competencias son repertorios de comportamientos que Tabla 1
algunas personas dominan mejor que otras, lo que las hace Competencias universales para los mandos superiores
eficaces en una situación determinada. (según Thorntony Byham, 1982)
• Estos comportamientos son observables en ía realidad coti- Presentación oral
diana del trabajo e, igualmente, en situaciones test. Ponen en Comunicación oral
práctica, de forma integrada, aptitudes, rasgos de personali- Comunicación escrita
dad y conocimientos adquiridos. Análisis de los problemas de la empresa
Atención a los problemas de la empresa
• Las competencias representan, pues, un trazo de unión entre Análisis de los problemas externos a la empresa
las características individuales y las cualidades requeridas Atención a los problemas externos a la empresa
para llevar a cabo misiones profesionales precisas. Planificación y organización
Delegación
Control
Desarrollo de los subordinados
Sensibilidad
Autoridad sobre un individuo
Autoridad sobre un grupo
Tenacidad
Negociación
Espíritu de análisis
Sensatez
Creatividad
Aceptación de riesgos
Decisión
Conocimientos técnicos y profesionales
Energía
Amplitud de intereses
Iniciativa
Tolerancia al estrés
Adaptabilidad
Independencia
Motivación
56 Gestión de las competencias Que'son las competencias 57

Tabla 2 Tabla 3
«Supracompetencias» (según Dulewicz, 1989) Banco de datos informatizado de las competencias de los mandos
(EDF/GDF; solo se reproducen aquí las llamadas «competencias
Intelectuales genéricas»)
Visión estratégica
Análisis y evaluación Adaptabilidad
Planificación y organización Ambición
Amplitud de espíritu
Interpersonales Autonomía
Dirigir a los colaboradores Autoridad
Persuasión Capacidad de concentración
Espíritu de decisión Capacidad de mando
Sensibilidad interpersonal Capacidad de síntesis
Comunicación oral Confianza en sí mismo
Control de sí mismo
Adaptabilidad Coordinación
Flexibilidad y adaptabilidad Creatividad
Orientación hacia los resultados Disciplina
Energía e iniciativa Energía
Deseo de triunfar Expresión escrita
Sentido de los negocios Expresión oral
Identificación y análisis de problemas
Persuasión
Razonamiento y resolución de problemas
Sensibilidad social
Sentido de la negociación
Sociabilidad
Tolerancia
58 Gestión de las competencias Que son las competencias 59
Tabla 4 Tabla 5
Cuadro de análisis de Lafarguf-Coppee Extracto de la ficha de identificación de posibles mandos
(extractos; L'essentiel du Management, junio de 1995) (Bouygues)
Características personales Experiencia adquirida
• Aproximación a ios problemas: capacidad de analizar y Respeto de los objetivos
sintetizar problemas complejos. Calidad de los contactos internos
• Capacidad de acción: capacidad de decidir dotándose Calidad de los contactos externos
de medios adaptados a los objetivos y a la dimensión de Formación y valoración de los hombres
los problemas. Expresión del liderazgo
• Dominio de sí mismo: estabilidad emocional y confian- Sentido del interés común de la compañía y del grupo
za en sí mismo. Resistencia nerviosa y capacidad de
aprovechar las experiencias. Cualidades de fondo
Personalidad/carisma
Características en las relaciones con los demás Adaptabilidad
• Receptividad: disponibilidad. Apertura a las ideas de Autonomía/sentido del riesgo
los demás. Flexibilidad de espíritu. Ambición/afán de triunfo
• Animador, sentido de equipo: saber hacerse compren- Sentido de los demás
der y saber asociar al equipo a las decisiones. Valoración de los bienes confiados
• Sentido moral: respeto y lealtad para con los demás. Implicación
Responsable en sus compromisos. Resistencia/estabilidad frente al estrés
Disponibilidad
Comportamiento dentro de la empresa Actitud abierta
• Inserción/integración: respeto de la empresa. Inser- Reacti vid ad/creatividad
ción fácil en las redes de competencia. Adhesión a las Aptitud para la decisión
normas y a los valores de la empresa. Honestidad/integridad
• Fuerza de proposición: competencias reconocidas por Cultura personal
sus iguales y por la jerarquía. Protagonista consciente
de su papel y responsable ante su empresa.
• Capacidad de representar a la empresa en el exterior.
60 Gestión de las competencias Que son las competencias 61

Tabla 6 9. Contratar colaboradores con talento: contrata gen-


Las dieciseis competencias de Referencias (McCauley et ai, 1989) te con talento para su equipo.

1. Ser una persona de muchos recursos: sabe adaptar- 10. Establecer o restablecer buenas relaciones con los
se a las circunstancias cambiantes y a menudo ambi- demás: sabe cómo establecer y mantener relaciones
guas; capaz a la vez de pensar estratégicamente y de de trabajo con colaboradores y grupos externos;
tomar decisiones acertadas bajo presión; capaz de puede negociar y regular los problemas de trabajo
poner a punto sistemas de trabajo complejos y de sin enajenarse las personas; comprende a los demás
adoptar conductas flexibles de resolución de pro- y es capaz de conseguir su cooperación dentro de
blemas; capaz de trabajar eficazmente con los man- relaciones no jerárquicas.
dos superiores para tratar los problemas de gestión
complejos, 11. Ser humano y sensible: da pruebas de un interés
sincero por los demás y de sensibilidad ante las ne-
2. Hacer lo que se debe: persevera y se concentra ante cesidades de sus subordinados,
los obstáculos; asume, sabe lo que es necesario y si-
gue adelante; es capaz de trabajar solo y es también 12. Enfrentarse con sangre fría: es firme; confía en las
capaz de aprender de los demás en caso de necesi- opiniones basadas en hechos, no censura a los de-
dad. más por sus errores y es capaz de salir de situaciones
embarazosas.
3. Aprender deprisa: domina rápidamente nuevos sa-
beres técnicos y comerciales. 13. Equilibrar el trabajo y la vida personal: equilibra
las prioridades del trabajo y las de la vida privada
4. Tener espíritu de decisión: prefiere actuar con ra- para que ni las unas ni las otras queden desatendi-
pidez y de forma aproximativa antes que lentamen- das.
te y con precisión en numerosas situaciones de di-
rección. 14. Conocerse: tiene una idea exacta de sus puntos
fuertes y de sus debilidades y está dispuesto a mejo-
5. Dirigir a subordinados: delega eficazmente en sus rar respecto a estas últimas.
subordinados, íes procura amplias oportunidades y
da muestras de justicia a sus ojos. 15. Hacer que las personas se sientan a gusto: se mani-
fiesta afable y da muestras de buen sentido del hu-
6. Crear un clima propicio para el desarrollo: multi- mor.
plica los retos para crear un clima que favorezca el
desarrollo de sus subordinados. 16. Actuar con flexibilidad: puede adoptar comporta-
mientos que a menudo son considerados opuestos,
7. Hacer frente a los subordinados con problemas: ser a la vez duro y compasivo, dirigir y dejar que los
obra con decisión y equidad cuando trata a subordi- otros dirijan.
nados con problemas.

8. Estar orientado hacia el trabajo en equipo: lleva a


cabo su trabajo dirigiendo a la vez el trabajo de los
demás.
62 Gestión de las competencias Que'son las competencias 63
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