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DEFINICION:

El acoso escolar es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre
estudiantes de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado tanto en el aula, como a
través de las redes sociales, con el nombre específico de ciberacoso. Estadísticamente, el tipo
de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en la clase y en los patios
escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso
de entrada en la adolescencia, siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de
víctimas

CAUSAS: pueden ser personales o familiares o bien pueden deberse a la falta de control y
vigilancia en la propia escuela.

En lo referente a las causas personales, normalmente el niño que ejerce bullying sobre otro, en
la mayoría de casos, lo hace porque es frecuentemente humillado por los adultos. Este alumno
se siente superior, ya sea porque cuenta con el apoyo de otros en el colegio o porque la
víctima que sufre bullying cuenta con muy poca capacidad para responder a las agresiones, Por
su parte, las causas familiares están relacionadas con la forma de expresar sus sentimientos
ante un entorno familiar poco afectivo, donde por ejemplo existen situaciones de ausencia de
algún familiar (padre o madre), un divorcio o un abuso o humillación ejercida por parte de sus
padres o hermanos mayores. Puede ser un niño que viva bajo una presión constante en su
casa o sencillamente puede tratarse de un niño excesivamente mimado.

Todo ello puede derivar en un comportamiento agresivo siendo niños y arrastrarle a la


violencia cuando son adultos.
CONSECUENCIAS:

No hace falta decir que las consecuencias para la víctima son muchas y algunas de ellas,
irreversibles. Una autoestima baja, una actitud pasiva, gran pérdida de interés en los estudios,
depresión, ansiedad, trastornos emocionales, problemas psicosomáticos e incluso
pensamientos suicidas, que como decíamos arriba llegan a cumplirse porque muchos, por
desgracia, acaban con su vida “para dejar de sufrir”.

Por otro lado, el niño o adolescente agresor acaba sintiéndose frustrado porque se le dificulta
la convivencia con los demás niños, pues habrá rechazo en la escuela por parte de los demás
estudiantes. Su rendimiento académico será más bajo, tendrá dificultades para cumplir las
normas y sus relaciones sociales serán bastante negativas.

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