Está en la página 1de 5

Parcial de Filosofía

Lopez Camila

Descartes

1.En este argumento Descartes trata de establecer una línea segura de demarcación que
nos permita saber si estamos soñando o estamos despiertos. Establecer criterios que
satisfagan el pensamiento en vigilia, pero no los pensamientos de los sueños. Descartes
nos habla de la indistinguibilidad entre el pensamiento del sueño y el de la vigilia, como si
existiera un continuo de lo observable a lo inobservable. Aunque ciertamente hay una
transición entre el pensamiento onírico y el pensamiento en vigilia cualquier discurso
sobre una continuidad desde el primero al segundo es, ostensiblemente, un desacierto.
Esto, en virtud de que no saber si se está dormido o despierto implica una imposibilidad
de nuestro conocimiento del mundo exterior y, desde luego, la posibilidad de su
conocimiento. Y como para Descartes el criterio de verdad se sustenta en la evidencia, y
ésta deberá cumplir con los atributos de claridad y distinción, entendidos por Descartes
como un criterio para ser usado en decidir qué creer, dicho criterio se desvanece al no
poder establecer una línea de demarcación que rompa con la continuidad entre los dos
tipos de pensamiento mencionados. De ser el caso, esto nos llevaría a una dicotomía por
demás necesaria que dé cabida al criterio de evidencia, y con él poder saber si se está
dormido o despierto en determinado instante; esto nos permitiría alejar de nosotros la
duda, y con ella toda falsedad; ya que si puedo determinar si estoy despierto, puedo
determinar que puedo conocer. Y, a partir de aquí podré ejercer mi facultad de la voluntad
y con ella la de juzgar; pero considerando siempre razones suficientes. Sin embargo, en el
nivel de la percepción no es posible saber si se está dormido o despierto, por lo que hay
que buscar la solución a este continuo de otra manera. Descartes parte de esta situación
de imposibilidad del conocimiento del mundo exterior hacia una sustentación que nos
garantice el conocimiento.

2.La evidencia tiene como notas distintivas la claridad (presencia del objeto ante el


espíritu) y la distinción (no confusión de los límites y rasgos de lo que se muestra con
otros elementos). El cogito (yo pienso) es la evidencia básica de todo nuestro
conocimiento. Sin embargo, Dice Descartes (1967) “por más certeza y evidencia que yo
encuentre en mis razones, no puedo convencerme de que todo el mundo sea capaz de
entenderlas”(p.157)

3. Aparece la idea de que el conocimiento, en la última instancia, es como un gran edificio


antiguo que hemos elegido sobre la base de fundamentos muy poco firmes o estables y
ha llegado el momento de pensar cual sería la forma correcta de refundar el edificio del
conocimiento.

Debido a esos acontecimientos, para Descartes, todas las antiguas verdades se estaban
desmoronando. Al tiempo que iban surgiendo a la luz de nuevos descubrimientos, nuevas
certezas, nuevas verdades que venían a reemplazarlas.

Su problema era ¿Cómo obtener certezas? ¿Cómo estar seguros de que los nuevos
conocimientos están bien fundados y que no vuelva a ocurrir lo que ya ocurrió, que lo que
parecía firme y estable, de pronto con nuevos eventos, se terminen dando cuenta de que
estábamos equivocados o errados?

Su mayor preocupación era como volver a fundar el conocimiento sobre bases sólidas,
principios estables. El escepticismo, entendido como el ejercicio del pensamiento, va a ser
en Descartes, un acto de negación y destrucción. A la misma vez un acto de afirmación y
reconstrucción. Dudar o desconfiar del saber, va a ser cuestionar fuertemente el orden
establecido, pero es también lo que nos va a permitir refundar las bases de las ciencias.
Las disciplinas como la literatura, poesía, fabulas, lógica, matemática, filosofía, etc. En
ninguna de esas se encuentra la verdad, que es lo que Descartes busca y a dónde quiere
llegar. De todas ellas, solo la matemática y la lógica son las más cercanas a su propósito,
ya que, las ideas de la literatura o la filosofía, por ejemplo, tiene evidencia únicamente en
nuestro conocimiento.

Kant

A. Sensibilidad: Recibir impresiones. A través de la intuición, el objeto se nos da. Se


encarga de ordenar en el espacio y en el tiempo las impresiones que tiene cada sujeto. 

Entendimiento: Espontaneidad de los conceptos. A través de los conceptos, el objeto es


pensado. Organiza las impresiones a partir de ciertas categorías. Que nos permite
construir juicios.
Razón: Como facultad. Supone la suprema unidad de pensar. Es una síntesis distinta del
entendimiento. Toma estos juicios y los relaciona con la realidad. 

El objeto no se puede conocer, sino actúan las 2 primeras facultades. 


La intuición pura: Es la forma, bajo la cual intuimos algo. 
Llamamos sensibilidad a receptividad que nuestro psiquismo posee. 
Entendimiento: Es la espontaneidad del conocimiento. 
La capacidad de pensar el objeto de la intuición. La intuición solo puede ser sensible. 

B. Kant va a tener reformular el concepto de experiencia, ya no es más percibir algo. De


ahí sale el concepto de conocimiento, conocer es hacer experiencia. La razón está en
discordia consigo mismo, las antinomias, la contradicción. Cae la razón en contradicción
cada vez que va más allá del límite de la experiencia. No hay conocimiento para un
hombre con experiencia limitada. Lo «a priori»: es aquello que en el conocimiento no
procede ni se deriva de la experiencia, sino que la antecede de alguna manera y surge
independientemente de la experiencia. Al no derivarse ni proceder de la experiencia
empírica, lo a priori en el conocimiento es universal y necesario en y para el
conocimiento. Ambos (intuiciones y conceptos) son, o bien puros o bien empíricos:
1) Empíricos, cuando una sensación (que presupone la presencia efectiva del objeto)
está allí contenida.

2) Puros, cuando a la representación no se le mezcla ninguna sensación. Se puede


llamar a esta última la «materia del conocimiento sensible». Por eso, la intuición pura
contiene solamente la forma en la cual algo es intuido, y el concepto puro contiene
solamente la forma

del pensar un objeto en general. Únicamente las intuiciones puras o los conceptos puros
son posibles a priori; los empíricos, solo a posteriori

C. Kant establece una diferencia fundamental que es decisiva para la justa compresión de
su pensamiento. Es la diferencia entre conocer y pensar. Dicho breve y sencillamente: no
todo lo real es susceptible de ser conocido, pues conocer significa, en vigor,
conocimiento científico. No todo lo pensable es susceptible de ser conocido
científicamente, pero no por ello el pensar carece de sentido; antes al contrario, abre otras
vías de comprensión de la compleja realidad. La doctrina de Kant sobre el conocimiento
se basa en la distinción fundamental entre dos facultades o fuentes del conocer:
la sensibilidad y el entendimiento, que tienen características distintas y opuestas entre
sí:

1) La sensibilidad es pasiva, se limita a recibir impresiones.

2) Por el contrario, el entendimiento es activo. Tal actividad (a la que Kant llama


«espontaneidad») consiste en que el entendimiento produce de forma espontánea ciertos
conceptos sin derivarlos de la experiencia.

Nuestro conocimiento surge de dos fuentes fundamentales,de las cuales la primera es la


de recibir las representaciones (la receptividad de las impresiones), y la segunda, la
facultad de conocer un objeto mediante esas representaciones (la espontaneidad de los
conceptos); por la primera, un objeto nos es dado; por la segunda, este es pensado en
relación con aquella representación (como mera determinación del ánimo). Intuición y
conceptos constituyen, por tanto, los elementos de todo nuestro conocimiento; de modo
que ni los conceptos, sin una intuición que de alguna manera les corresponda, ni tampoco
la intuición, sin conceptos, pueden producir un conocimiento.

Ricoeur

A. Según Ricoeur, el psicoanálisis juega un rol paradigmático, al denunciar la


"conciencia falsa". La hermenéutica, para quien todo diálogo es transparente, es
impotente frente a esta situación. La opacidad específica de este discurso y el
malentendido que lo constituye, le son inaccesibles, tratará la conciencia
falsa como si ella fuera conciencia auténtica. El psicoanálisis dirá que hay que
conocerse para comprenderse. La comprensión en una hermenéutica: el sentido
es descifrar las expresiones.
B. Por la idea de humillación, el autor se refiere a que el reconocimiento de lo que es
el hombre y lo que es uno mismo en realidad genera esa humillación. Hay 3
humillaciones que se señalan:
•humillación cosmológica: destruye la ilusión narcisista en el cual el hombre esta
en reposo.
•humillación biológica: puso fin a la pretensión del hombre de hallarse escindido
del reino animal.
3. La conciencia resiste a comprenderse, por ejemplo, en “Edipo Rey”, el
protagonista se resiste a su verdad conocida y reconocerse a sí mismo por ser
trágico. Sin embargo, el psicoanálisis dirá que es esencial el autoconocimiento
para la comprensión de quienes somos y de nuestros actos. El psicoanálisis
encontró difícilmente lugar en nuestra cultura. Sabemos ahora que no tomamos
conciencia de su significación mas que a través de representaciones que suscitan
las resistencias de nuestro narcisismo. Se busca actualmente que abriendo el
campo de la conciencia y ampliando la misma, se pueda vivir mejor, mas libres y
mas felices.

También podría gustarte