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'1. GINO GERMANI


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.' .~ SOCIOLOGIA I

DE LA
MODERNIZACI()N
I

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Es'rUDIOS TEORICOS, ,1 ,

METODOLOGICOS ,y , APLICADOS"
A AMERICA LATINA
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EDITORIAL PAIDOS
I
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Psicología social y sociología Buenos Aires

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Impreso en la Arg'cllliua - Pdutco in Al'l;cnlilli.l.
r
Qucda hecho " el depósilo que previenc 1" Le)' 11.72~.

Lo. reproducción total o pDI"cia} de rsl.e lihro ('Il CUuhluicr forma


'1
.. 'lplUSeu., 'idónLlcll o rnodUicndo. cscritu n mÚ'luillu,
1 Jlor d sistema
"~\(ultigruph", mimeógrn(o, i1l1presu, (:t¡"., no' 'Uutori1.al1." ,pnrlos
~
cuitores. ¡violo. tlcrochos r~ser\'lulo~. CUlIlquil:r uti1izadlin od.e
ser previamente sol.icill1uu:'1
INDlCE
@ Copyright de toda; las ediciones en castellano Ly

EDITORIAL PAJDÓS. S.A.l.C.F. Del"nsa 5')1). nucnos Aires


Introducción ••••••••• ". O" •• _ •••••••• _ o •••••
, v
1. Las etapas de'] proceso de modernizaei(')Jl en Améric:1 1:11:111:1. 15
1. La Iransicióll como proccso global y los procesos 'lile la C{JlHp:IIlCn J5
2. Val'iaóollcs de dlnlos y sccllc))da~ entre ]os procesos ceJ1llpOnl~rlles :!l
3. Elapas de la transici6n ¡ ;, .. 26
1. E1el~l~nI<IS de un eSf)UCllla de clapas en las actllales dislIISioll';s sobr"
Amcl'Ica laLJna . 29,
:». Ensayo de un csquema de etapas dc lllodcl'Ilizaciúut.:l\ AlII{,rin latina ~5
!-: ti. IlIlel'au:ic"1I de lo~ faclon:s c'IHh"ge.uos y CXt'J¡';f:1I0S ell d ,lllllgiIlJiC'IILO ~I

la ~ristali7.a~:iúll de las confi¡:;uracior'.es eslructurah:s q"e lipiL::;1I1 1.0;


varl(JS cstal.ll()s ........•....................... ¡ . 36
, I
7. Los "efectos eslabilizadores" de )" moderllización como posi!>l(,s facto.
res de retraso tic caulhios futUloS •.............•...............•... 13
'.' Etapas CIl la mOll.erllizaciólI ecouólI,ica. social y política de ''\llI<'riC:l
btina : . 19
i
, 11. La movilización social y sus conflictos : .! ,. "9
, , 1. })esinlcgTación y .r~i~tegración. ~n ~l 111.'oceso d.e modclIlizaciújl socia! 59
2. 1'l1L'sta CIl dlspollllJllldaú. movJ1llaCl6n, lIltcgracl6n ' : r,2
., 3. Movilizadóll primaria y secuudaria. Dcsmovilización ; . G9
.i 1 I

, ' 4. DisponiiJilidaú y movilidad úe las élites . 71


5. Movilización e integración como fucllles ,lc tensión y conflietoscntn:
¡1 gl'lll'0s , . 75

I 11. El impacto de la movilidad sohre el consenso y la ;Icepta.


ción del orden social '. 85
I,
l. Las consccuencias sociales de la movilidad y su I:CJIIlesto cSlrUC'l!rai .. H5
:!. La 11l"I'ilidad COIIlO faclor de opusiciún radiral y dc rllptllra del eoll.
SCIlSU ••.••••••••••••••••••.••••••••••••.•..•..••......••.. ,........ 'H
3. La IIIO\'ilidad como factor de estímlllo del COllsellSO y de la aCl'pt,lciún
II del orden socia I •........................................... J 00
1. COllsecllcllcias de la movilidad en los países a\'anzados 10'1
[1. J\1igTadollcs, JlIovilidad Illasiva ycol1~:ellso sodal en la Argenlill:l y CI"I i j

I
el lIi'asil 110
"I
IV. ¡\similación de mígrantes en el medio urba1lo (aspcclo~ tcun-
cos y metodológicos) ' . J21
l. Tres llivelcs en el an;í1isis de iallligr;tciúlI , . J24
:!. Los orígencs de los migranlcs )' Sil lIIolivaciúll para migrar: .Jatos " )'.".'
all:í1i,is ; , .. , . 132 ': .
3. El proccso de asiJllil;lCión: dalos y all:í1isis .. , , . H2 B.'~. ~

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GINO GERMANI
8

V. El pl'Oceso de urbanización en los países avanzauos y en los


países en desarrollo , ' .. HG
14[j
1, ndiniribn dcmolir;\fica y dcfinición sociolúgica dc urhanizaciún .. , .
14!J
2. lJrbani7.ació\1 primaria. urbanización secundaria y secularización .
:1. Url,:tni7.:tción <.lcmo~r;ífka y dcsarrol1o cconómico en los paíscs dc mo-
151
r1r:flli/ariún ft'tllprall;\ .
.1. Plohklnas IIlctodológicos Y tdll ic05 cn el estudio de j;¡s cotrelaeioncs
¡,,!í
('Itln0 la 1I1hani/ariúll)' otros proccsos .
Ilj.¡
':'•. U,haniwciún e: industli:tli/.aeión .

\'1. Nola~ sobre el problema tle la explosión demogrMica y el Introducción


'. desarrollo económico
l. La Iransiciún dClllogr;\fica cn América latina ,
.
.
177
177
183
~. Crecimicnto de:mogrMico, marginalidad y urbaniz;¡ción .
:1. Crecimiento de11ll)~ráfif() Y dcsarrol1o cconómico. Nccesidad y limites
de IIl1a política ele pohlación . 185 Se suele clasificar a América latina entre las regiones del Tercer
JI'fundo. Esto es sin duda correcto en lo que respecta por lo menos a
V1 1. Notas soure el proceso de urbaIl iz:¡ción en América latina .. 188 tres puntos esenciales. En. primer lugar América latina comparte con
188
1. 1'.\ crccimiento de la conccntración 111'\)'11 a . regiones q\le han inici;l(lo su tr;lIlsicilÍn cn época m;\s tardla, \lila serie
193
:!. F;I('IOI"C< dclnluin:tnte:s de: la nrh:tni7ación .
3. S"hrc algnnasconsecucncias dc la urbanización en América latina:
de importantes características que la diferencian de las que se adelanta-
199
el ncrimicnto acelcrado de los estratos mcdios urbanos . ron en la iniciación del proceso. En segundo lugar compal~te con los
., 4. La ('vo!ufión
latina .. ,
de las dascs mcdias urbanas
,
cn Europa
,
y cn América
. 202 países menos desarrollados y subdesarrollados su situación "periférica",
en términos de nivel tecnológico y científico, económico, político y mi-
litar, en relación con los países "centrales". Pon fin, si pensamos en
las connotaciones ideológicas y políticas del término, no pan;~e haber
duda de que América latina se coloca en el Tercer Mundo.
La finalidad principal ue este libro 'consiste en ~lI1aliz~r algunos
aspectos del primer punto, el que es en part~ inseparable del segundo
y del tercero o, más g-enéricamente. del problema de la dependencia.
En verdad, muy poco podría entenderse acerca de la ~ituación de Amé-
rica latina si no se tuvicran constantemente en cuenta las diversas for-
mas y grados de dependencia implic<ldos en la "situación per~férica":
dependencia del mercado internacional, con touas las consecuencias de-
rivadas del deterioro de los términos del intercambio y otros aspectos;
,
~ depenuencia de su economía interna respecto de la hegemonía econó-
,
mica y tecnológica de intereses extranjeros (sin olvidar ~us alianzas con
intereses internos); dependencia científica)' cultural, con todos sus efec-
tos materiales y p.~icológiros, y por fin -last but 1101 leas/-, depfn-
dencia política y militar, soslayada bajo una apariencia (a menudo muy
débil) de soberanía nacional. Por ello, aunque estos temas no consti-
tuyen el objeto del libro, se ha tratado de tener en cuenta, especialmen-
te en el primer capítulo, el impacto de los factores "externos" sobre
las c<lr<lrteristic<ls de la transicic'>n. Por otra parte, éstos también son
estudiados en el libro de una manera mtiy parcial. Por ('jcmp]o, casi
- -~--~....;:. ~-- no_cn l,'?c-!, ';ºJ_8~ --.:!:~~ ...~ _ _._~
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f) S()!Jn:lc'rcia ri:wciríll: Crl:cim ielllo de dos 1ipos dc "tc'rci;lri,," eti
]e,," dd an:.¡)i~is, las que, sin enilJ;,r¡.!;o, otros autores 11c\':ln al celllro una proporciún mayor que la regislr;'ll:i en los países :1\'::11/:"1,,, ('11
de la alenciún, Estas limilaciones son comprensiiJles; resull:1l1 directa- estadios similares del desarrollo. E.n p:lrticular: 1) "PSL'UdOlCl'ciariu":
mente (le la finalidad del libro, que no es precisamenle la de ofrecer un ocupaCiones en servicios de muy baja prodllctil'id:l(l, qlll: ll:prCSCIIL:t1!
tr:lt:,L1o sislcJlI;'llico Y completo' sobré la sociología de la lllodcrnilaciúno realllll:nte formas disfraladas de deselllplco; ~) '\crci:lrio extl:ndido":
.• r'Lh-, Cnnce 1JIlUOS
, ~.ó ( :>r
., ~\ CL 1:7 . I a InO! l"l:nllZaClon, C01\lO un jJroceso " / u 1111 / , en e 1 cu:,',I il1crellll:lIlo sllpcrior a las posihilid:ldcs dd desarrollo l:(,()IlÚllli('l), dl:
,opE¡;:"" _o' • osin o- cmh:lrgo, cs neccsario
' distinguir . \lna ~l:rie dc procesos b cOl11poncutcs. actividades terciarias de tipo "lIlOlicrl1o", 1011 la IIJlISigl,IicIIlc t~Xp;llsi('JI¡
La pcculiaridad de la transición en cada país rl:sulla cn gran parte dd
S
"1)rl:llJalllra" de los l:stralos mcdios lIrh:lllUso , ~ ,
hecho de I1lle las secLlenciils con las que se dan tales componCllll: , )'
:lllun;'ls '"u Yl:locidad, varían considerablemente de país en país, y en g) Aspiraciones de consumo "modernas" dl:l1lro de lIn:1 cstrllrtl1ra
CiICIUISLI1\l:i:IS his\(\ricas diferentes, :\ nivel nacion:ll e inlernacional. de prodllccir'lI1 relativamenle "arc:¡jca".
')
F,t:1 Y:lria( i:1I1 l:n t:IS:1S )' secucncias es lo que diferencia ];¡ tr:rllsicil'Jl\ ~
dl: los paisl:s (lel Tercer l\l LIndo tic la transiciún (k los I':IÍS\:S hoy :I\':lI1- lt) Probablc "alraso" ell d slI1',I.!;illlir:llio )' (,xjlll'I,Ii<m (Ir: /11.1 !I,lilu- '>
z:lllos, I qne 'se lLealizó en parte en épocas históricas distintas. Si toma- dcs "modernas" adecuadas concernientl:s a J:¡ cil:llc!". 1:1 :Icli ...idad ecO- I

mos (arhilral:~a1llcntc) la 1);lln:,da cxpl:ril:ncia occidhll:d y la co.mpa- nómica, la organizaci(Jn l:stat:!l (dl:1l11'O c!t: ];IS ,.Ii'lr's: intd~(,lll:d, 1 )
ra1\lOS con. la ,de, Anlérica lalina, hay algunas difcrl:nci:ls cn lllsas y económica, política, etcéter~l) . '>
secuellcias que ap:lITCl:n l:n forma prominente: )
I
: i) Araccillliento simll/lril/(:o c!r:{)lros ¡non ,lOs
o
(/I/{: IIlVU'((}/1 !lIp,llr
a) )'ol)lac!óll y tasas vitalcs: La tlisrninución de la tasa (le mortali- sllu:sivll1l/(:nli:(:11 la c:O:j)(:ril:lu'ill, occicir:lIlll/ (por cjl'lllplo. ':1I1('I'g:ncia
<1:111qt;'¡ ?'clIrriclldo en lIna etapa 1l1;'¡stemprana -en cOlllparaciúl1 COI1 de las sociedades de masas en las gra IIdcs ci lIdadcs, :Il'OIllP:Iii;lll:i~, por
el gr:ldo de desarrollo econc'>ll1ico- y con un ritmo 1/uís rri/lirlo; la t:lsa la persistencia de marglnalidad "tradiciollal" l:n las regiolle, alr:1 ;:,das
de 11:llalilLIlI es 1lI;'ts ;,tlla qlle cll Europa y 511 dcdil1:lcil')n /I/lc¡{c: l/eNI" y <Íreas rurales dentro de cada nación, y aun el1 :tlgllnos :.l:ctorcs de .~.)
IIl1is fin/l/JO en muchos de los países lalinoatlll:ricanos (consl:cul:ncia: la población en {Ircas urbanas) .
"cxp\osi"J\1 de la po\)laciún").
I:t lj"C l:n F!,ropa
No hay una "v:'dvlIla tle escapl:" con¡O
propol'cion,a la emigraciúll masiva a otros continentes. j) l\folli/ización iJUlítica )' SOcill/; ocurre. por Jo JllCIIOS .'11 :¡)gllllOS
t,~
países, a 11W)'Or velocidad y (lntes Cjue las l:1:IP:IS "colTespolldiellte:;" de ~J
l~) , Ul'balli~a('iiÍn (concclltración uruana):
p"nlo anterior (la urhanización es 11I:'\Srúpida
La misma aceleración
que la industrialización).
del desarrollo
trialización)
económico
.
(por ejelllplo, '\indi":ilila(il'lIl" (//I/('s t¡lle i'ldl~s-
t!
d 1'ersisll:ncia de patrones arcaicos en las estruclllr:IS econúmicas, k) Persistencia dd palrt'JIl de la ill1l'I'\,(,lll i",JI JI I i1i 1:,1', l'll Clll (( 1 i-
SOli;d¿ y cullJlralcs de 1:Is :\l'l:as rurales (conccntr;,cil'lll de 1:1 plopicl1:l1\ dones ya ll1(H!nnil:lllas <1t: p:lrticipaciúll polílica. ~
dc 1:1 til:rra, lipós ;Ircaicos dl: relacionl:s interperson:l!l:s Y socia1t:s, et- ~)
«(olera). Algunas de estas discontinllidades
paísl:s hoy ;l\'anlados,
inll:rnas laIJlI,i'("ll se r,'~islr:ln ('11
aunljlll: a llll'llll(\O CIl JlIl:IIOI' c~caf:lo E,l Il':<lid:ld l~(
J.-J
Id.
d) Persistencia (le fuerles disconlinuidades internas entre las :'lreéls e)]as SOll d reslIllado de 1:Is ;lsiJlcronias, qlll' ('(IIISliIIIYCII 1I11a (:IL\' I'Tís-
11\'Hlcll1i/;llLts ("centrales") y las alrasadas ("pl:l'if,o:ricas"). delltro de lica uni\'Cl's:1! dd clIIIIJio sr)ci:il. parliclILtrlllL'Ull' del ClllilJio soci:il 111.1
(!:,da p;lh. Tl'ill\cncia a la acclllU;lciún de los desl:qlliliíJrios inlernos, planl:ado o 110 dirigido. 1'1I(~sto <¡nc cl prO(CSO 1tisl,o'l'i(o 110 se delil:I\{~,
en :llIsencia de políticas ddiut::radas de integraciún n:lciOlla1. ell los p:iÍscs In:',s IIlodl:rnil,ad(ls, :ldelll;'IS dc :<I:-',IIII;ISde \:IS irdic:ld IS en
)
la liSIa, plledl:ll aparecer OII';IS di'sCOlllillllid:ldcs ol'igin:IlLls I (\r u;lIpli-
e) l'er,isle1lli;1 de la I1llI1p;illll/idll¡{ (ccoIH'l\nic:l, soci:¡], (1IILllr:d, {.;lciones propi:ls de eSladios 1I1u.'1io]'(:s dd il\lll(,SlJo ,\d<'ll\:"s, (011:d:-,1I110S
polílica) lalllO en l:is :'lre;ls rlll':¡]es y l:Clllógicalllentl: :Iisl:tdas o jJerifé- GISOS I;IS asinll'onias IT(o:((las por Jil 'll (''''s i,isl,oll.i, o, ]H'I IIJi:ll ('S dl: clda
ricas dl:lIlrn del lerritorio 11;11iOllal, (,(l\1l1) l:n l:is ;o'I'l::IS 1I1]¡:III:IS (lI1i- país JHIl:dell Ol igill:11' cfllilli<los casi illsoj¡ddl's iIHlll"',) l:ll lo~; p:¡js,'" eco-

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:~I';llll'CS illlerllos paniallllclltc segrcg:,dos dculro de Lis ciIIlLtdc,) o

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I
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN , 13

12
GINO GERMANI , ,
del"nizaciói1 y ~lesarrol1o econlJmico. Pero cuando se comp;u;1ll ,las na-
nómica y socialmente más modernizad~s. T~l es el ~aso'l por ejemplo, .. ciones de AmGrica latina con otras naciones del 'Tercer l\f undo, debe
del problema negro en los Estados U mdos. J 15'0 N T \J D ",., '" 1..•.\ '>TI>- -. r L. ;iQmitirse que su integración y su organización como E~taelo nacional
Dr r< '" [' í7~LLo
Habiendo destacado los rasgos que América atwa comparte con han alcanzado estadios más avanzados y que, c::n todo caso, presentan
. otras áreas menos desarrolladas, será convenient.e recordar también las problemas muy distintos. I I
difercncias. Tales diferencias existcn y serIa peligroso olvidarlas, pues í'0 Por último. debe subrayarse el hecho. íntimamente rela~ionado con
ello podría lIe\';lr a generaliz;]ciones inaplicables. Los hechos que se lllCTl' el anterior, de que los países latinoamericanos m;\s importanles, los que
cionar;Ín son bien ("ono(idos. Sin emhargo. a menudo no son tenidos repn.'Sl'lIlan ullas tres cuartas parles de la po1J\ación, dtbell considerar.
en cuent;¡, acaso por ser demasiado obvios. se no ya como regiones subdesarrolladas, sino C01110una especie de
CorPI\.'L.~c.. ~0En pnmer
/!.¿, CP.••.'/}). . I ugar, A m'nca
é' l'atina se cl'f' .
1 erenCla porque su ongen "clases medias" de naciones dentro ele la escala internacional' en tér-
;:,..:~ ~ < tiene fuertes raíccs en la cultura occidental. Cualquiera que sea la in- minos de desarrollo y ele modernización. Se trata de' un' hecho cono-
o' Go¡"'![t.,
í7f¡ •• <'
¡...
fluencia de las poblaciones autóctonas y de las graneles culturas pre- cido, pero demasiado a menudo olvidaclo al asimilar América latina
hispánicas, el impacto del mundo occidental a través de cuatro siglos el Tercer ]\1lindo. I

, y el ori~en cultural europeo de gran parte de su población, hacen de Todos los estudios comparativos, basados sobre la utilizacitlll ele
Al1Iérica latina un caso muy distinto que el de muchos países de Asia una variellael de indicadores de modernización económica. política y
social, ubican estos países de AITlt:rica latina en una posición int.er-
(5)y Arrica.
En segundo lugar, debe decirse que las diferencias étnicas en Amé- media, usualmente en la Ínitad superior de la escala'! . Aunque estas
rica latina no son enter;]lllente comparables con las que se dan en otras e\'aluaciones tienen sin duda sus limita~iones, parece aceptable decir
regiones. Aunque en el pasado y aun actualmente existan formas de lJue proporcionan por 10 menos una visión comparativa adecuada que
extremada discriminación en muchos de los paIses del continente, sus permite uhicar las diferentes unidades nacionales dentro del contexto
bases son más bien socioeconómicas Y culturales que raciales. Si bien internacional. De cualquier modo debe recordarsel que muchos países
muchos de los "pensadores" latinoamericanos del siglo pasado apoya- de la regilm han superado ampliamente los primeros estadios uel des-
ban las teorías hiologistas llominantes en su tiempo, el "racismo", en arrollo econl)mico. Por ejemplo, varios de ellos incluyen un sector in.
el sentido en que se manifiesta en p¡¡íses occidentales Y no occidenta- dustrial importante. que cont.ribuye sustancialmente al producto na.
les, no puede consic1erarse tlpico del sistema latinoamericano de valores. cionaJ.2 También han avanzado en cuanto al nivel de modernización
Las formas particu1;lres asumidas por los cli\'ajes étnicos y culturales soci;]l, aunque pnedan incluir ;¡reas retrasadas. La posición ~kanzada
, parecen dejar a los países de América latina mejores posibilidades de por un país en su transición hacia formas industriales modernas. así
~~ iutegración nacional que las que se dan en aquellas regiones donde como las cararlerísticas seguidas por la transición, misma, consti tuyen
.-J 1<1percepción de las llamadas eliferencias "raciales" y las actitudes hacia faClores de SlIma imparlancia que det.erminan en gran medida 'l;¡s po-
• ellas estiln basadas en prejuicios J¡iologistas honc1amente arraigados . sibilidades que le son asequibles (o no) en el curso j!oster'¡or del
t]) ',En tercer lur;ar, es conveniente recordar que, si bien los paIses
latinoamericanos son usualmente considerados "naciones nueyas", esta 1 TheodoH' CaplolV y ¡';un l'imterhmch, Del'c/a/JlHCIl! na"/;: A He", Me/liad
. ., no puel 1e ser aceptal l'a Slll una sene. l1e reservas. E's ver-
l ;¡IC'l!;orl1;H'~1I1 nI !laH";Hg Na!;ollal Dellclo/'IHe,,! (Nueva \'c,,'k, nureau for Applied Social Research,
1'I(j(j), En este estlldio se clasifican (jH naciones (((ln cinco millon('s o m;ís de hahit:>n-
dad que el proceso de constmcrión nacional no puede considerarse lrs). seg"lIl un conjllnll) dc 20 indicadores. La Argentina aparece en el primer tercio.
tlTlllinallo en 11\uchos de nuestros paises, y que la independencia for- en el IlIgar 17. y otras seis naciones latinoamericanas se IIhican en la parte superior
de la ,crie (Chile: rango 23, Cllba: 2'1, Vell('znela: 29, M0xico: 30. Brasil: 33 y
~ mal no fue acompaiíada por la modernización de la estrnctura social, Colombia: 3,1). Una posición illtermedia silllilar o(lIpau estns paises lalilloanH" icanos
y que a parecieron' al1cm;\s nuevas [armas de dependencia. Sin em- cn IIn c,lndio puhlicado por las Naciones Unidas, Re/lO,.! 011 (I<c lI'arld, Socinl
baq!;o. nds de un siglo y medio de vida indepeneliente 110 ha dejado Si/lln/ion (1\lIe\"a York, 19GI). p;ífis. 18"19. '
~ United l'\aliollS. lOCLA, 1'1<" F,roIlOlIl;C DC1'c/al""etll 01 La/;n illllrrim i" ti/e
de ("Ie;II', en grados variahles en los distintos paIses, una illenticlad na- /'''.I/.Il'O''¡ti "'or 1'cr;o(/ (:"lIeva York, 1%.1). r;\~'. 27.28. La proporciólI dc I'BN
("ioll;lI leal, una integración nacional creciente en térmi nos psicol6- generada por la indllstria akanzaba IIn tercio del lotal en la Argentina, 1111cuarto
o 111;'''ell JlI asil y l'Ilt':xico y 1111c]lIilllO al'TOximadamentl' en Colll1l1i>ia. Chile)' I'er •.•.
gicos, sOlialcs y poHtic:os. No puede, por cierto, negarse la existencia I'ara toda la región la proporción era dd 23.7 por cielito (contra 27,9 en la pro-
(k "astm S('CI0ITS Itlar~~ill;¡lcs de la pohlación. ni la de pro[¡tndOs di- dllCl ión In imaria).
";Ii('S internos en C;l(\;l país entre regiones de diferente nivel de mo-

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1;

c~
14 GINO GERl\fANI
~~

proceso. El olvido de estas circunstanci<ls y la falta de discriminación


entre grados de desarrollo (o de subdesarrollo) es una de las causas ")

princi pales de los errores iueológicos y políticos en esta ma tcria. En


l.1
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i
realidad ~s posible que en esta posición intermedia en el eurso del pro-
ceso sm'jan IJroblemas IJcculiares, muy distintos de los qlle pueden pre-
sentarse tanto en los primeros P<lSOSde la transición como en el estadio
:~

j
~
1';
m,ls avanzauo.
, Al escribir este li1;ro se han ulilizado -en algunos casos- traba-
jos anteriores. Todos ellos han sido rcvisados y ;¡ mcnudo sustancial-
Capítulo J
" t~ 1
:tI
l~ ,,'
mente modificados.3 Deseo agradecer el apoyo que me otorgó el Social
Science Research COllncil, que me ha permitido disponer del tiempo
necesario, en particular' para las partes nuevas, y a las señoras Sonia
Cairoli, fIelen Foster y Kiki l'latt, que con mucha paciencia han dac-
Las etapas dd proceso ele modernización en AméricZl latina
ti )
j~ '1 1. La transición como jn'oceso global j' los jJrocesos fjlU: la er)lIlI)011(~n I
,J
1. '
\¡ i,
~ tilografiado el manuscrito.
Nuestro punto de partida es la definición de la sociedad ir dllstrial
moderna como categoría genérica que abarca di ferentes ti po i de so-
t-~ tI)

tf
j: I
I
ciedades industriales, en parte similares (lo que justifica su ,\;¡sifi(;l-
cicSn dentro de una misma categoría) y en parte din:'g-clltes (lo que
requiere la disl.inci(ín cn diferentes tipos). Las bases de la ddinicion
t)
)
¡ adoptada fueron 'cxaminadas cn trab;¡jos :lIlleriorcs y llO scr;íl, repe:i-
1, das aquí. Bastad recordar ~l.c::.oncepto de seculm"ización, Cjui' cons .i- )
~ tuye el mkleo dc la ddinici(ín misma. Por sccularizacit'1I1 cntt'ndcm)5
un proceso compucsto por tre" tipos de cambios:Q cambio ,l'e la es-
~ J
I ,
;!:~Is:tur,~_n9n.ll£lJ¡~:¡l,predQminaJlI~ que rige la acción social y las aCli- ~)
f ludes internalizadas correspondientes, preduminio o eXlensi('JIlcr::cicnles
I
¡
de la acción electiva y disminución correlativa del campo de aplic 1- ,
ción de la accidll presCl'ijJtilla;1ii; especializaci(ín crccicnte de las ~
illStilucion~s.y ...su.rgillli.t:nl(~.~Ic.sislemas v,t!ol'ativos eSJlccíricos '/ rclali-
,;alT;-é~l'leautónolllos para cada e,rera inslitllcional;@ inSliluciollaliza-
ción cl..~cü:nt~. del cambio (por sobre Lt i IIslitllcion;dizaci("1 de 'o
C)
lraé¡jdonal). El re<juisiro universal mínilllo p;u'a la cxislenci;¡ de cu;¡)-

3 El trabajo "Social Change amI Intergroup Conflicts", puhlicado en 1. 1. Horo-


ql~i~r..!.C?c~cd~(J.:)ndl/stri;-¡l lIlodern;¡" comiste en );¡ "sen dar ¡aci!')!"."
del conocimj~rHQ.,cieJltífjco, la tecnolog'ía y la econolllía, de la! modo
qtíe -neven al clllplco Glc!a vez mayor dc ['l/cmcs cncrgéticas de aIro
,)
~~

witz (comp,), Tile Nt'lV Soci%gy (Nueva Yurk, Oxford IJniversily l'ress, 19(3), Ita pot'encial y a la maximización de la eficiencia cn la Jll'odll(',-i(ín ele
sido utilizado para el capitulo sC!gulldo; la \'ersiún 'original de "Tite l'oli'¡ical ¡¡nd bienes)' sClvici~)S.l
Social Effects of l\fuhility" (par;, el • apiLUlo tercero) fue publicado en S. ~f. Lipset
y N. SlllcJser (con,ps.), Social Slrllclllre (/lid l\Ioui/ily i,,' 1:collolllic Dt~J{:/oJ)ll\cnt Estos rasgos pucden considcrane como un núdeo i>;ísico (allnquc
(Chiclgo, Aldine l'ress, I%G); el (apillllo cuano se hasa ell "~fi?;ratioJl ancl
Accultmalion", aparecido en I'hilip Hauscr (comp.), Ha'ltl/'uak lor Social Research
1 Originariamente esta dc:filJici6n :lparc<:ilJ ("11 un dOC1I0Il:lIl0 editado en n' ¡.
iJl (hua" A'reas (París, UNI'.SCO, 196.1). En los capiwlos quinto y sexto se han
I mcógrafo 1'01' la FLACSO, S:lnli:lgo de Chill', en 1!)(jX. ~[;',s ':1,,1<: fllc ITl'lal,,'rado y
i ulilil:ldo alguuas I';\~illas de dos articulos aparecidos eJl la Revista lI'[exicall(l de
ampliado)' constituye el lapo JlI de l'olllic(l j' So,.irdati. en UII" "/,nra ele I 'a71.,lci<in,
Soriologla: "La ciudad como J1lecaJlismo illlcgrador" (alÍo XXIX, nQ 3, 1%7) Y
0jJ. cil, Ulia versión rel'isada apareció CII S. N. FiscllSladl. (COIIII"): TI,e J'mlc,,(n II
l'Urballilaciún, sccularila(Í"1(1 y desarrollo econlJllIico" (;lIio XXV, nQ 2, ID63).
Elhic aml lIlol1rl'1liw/lOll. 11 (O/ll/mral""" pie", (NJI('\'a York, Jlasic lIooh, I '¡Gil).
.\ .

.~ -
~
I '

"

SOCIOLOGí.\ \lE l.A' 1\IODER:"IZAC¡Ó;-'; .' I



GINO GERMANI
16
miento del primer caso hislc',rico de sociedad illdu'strial, sino a las
genéric~) de toua sociedad industrial, Y también requerimientos uni- m/lchas transiciones producidas por la difLl~iún uni~ersal del 1ll1('\"O
versales para su existencia y mantenimiento. No obstante, más allá complejo "illdustrial-modenú'/'. Desd,e el punto del "i~ta d~ su ocu-
del ambiente institucional requerido para lograr el empleo creciente , rrencia empírica o histórica, cada tilla de est;\s transiciones constitnye
de energía de alto potencial y una crecicnte eficiencia en la ttcnología una totalidall concreta. La complejidad del proceso y Ii!' variedall de:
productiva, es necesario dr.jar un margen para una amplia gama de forlll:Js quc adopt<', ('!1 diferentes cOJ]diciones hisli:)rins, cultur;t1l's,
variaciPlles cstructt; •.•t1cs Y cu1tllTa1cs, es decir, para muchos tipos 'di- .,ocia!rs )' econl>rnicas exigen c¡ue cl ;lIl;íJisis discrimine entre los di-
\'crsos dc sociedad industria!. Aún qucda sin respucsta satisfactoria la "ersos procesos qne en su (onjpntn cOlllponcn la transili,'lII glulj:JJ._
cllestit'111sol )I'C si la futura cvol UÓÓIl prod ucirá m;ís homogeneidad o En cSLeselltidu distinguirclllos aqllÍ los {rcs proccsos COIII]>Olll'lIt("S 1I1;'IS-" >.

m;ís diversificación.2 lA T/!-/".!-1H= e (I.J1¡l. '-;'" t-' • ':""


.• ~, , ~'~
_~.:.. :"'!(:j¿.-:.I.' ;J.~ (.,....,.'~ importantes: desarrollo eC07I1Jtlliro,1I1otiol1iz'lIriríll SOclfl/ y 1I1Orlc:miZ(l~ h'9'-'.f 1l <ic
Aun cuando un cierto grado de secularización (la que, digámoslo ciÚIl !Jo/ílira. Esta distinción se el1lplca (orrientemp1te, pero las defi-
otra vez, pucde variar en condiciones históricas y socioculturales di- niciones <1dOpLadasimplícita o explícitamcnte no sicmpre rcsult.an cia-
fr.rcntcs) es una condición necesaria para el empleo de energía de alto ras y, en todo caso, est:1n lejos de ser unifurmes entre los científicos
potencial y alta eficiencia en la producción de bienes y servicios, no sociales. Por este motivo se hadn indicacioncs cOl1 respecto ;¡ los sig-
es una condición sufieiertte. En realidad hay diversos casos históricos ni'f'IcaeI os aSlgn;1(
.
~.
1os a ta I cs l1"IsUnCloncs
, en cste contex to. .1,,) ~~') ?~C{:"'-.' P? ~,;
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T'."!",'.
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en que la secularización no fue seguida ni acompañada por cambios Desc;¡mos destacar otra vez que, .a los mismos efectos analít icos.
en el lISO de fuentes energéticas o por una creciente eficiencia tecno- cada uno de los tres procesos princii);¡les debe considcrarse como si
lógica.a Fue con la "gran transformación" (para emplear la afortu- eslll"iera compuesto por 1.Ina serie dc 'procesos parcialcs o SulJiJrocesos.
nada expresión de Polanyi) como esta asociación logró darse, generán- \
1.uu'lue '
estos no sera, n ana l'Izal1os, menCIonaremos. a 1"11I10S,.r0~
J. s,.p"n.rF
~~"' ... -' r.-' -, D",.. -, ,.
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b -T; J./{n.. /FnfJnnt: 1-,r),é, Dt: ~


dose así el surgimiento de tm nuevo comil/ejo cultural: la sociedad Tal como lo denlllcstran las correlacioucs estadísticas quc se obser~ -
industrial. El hecho de que esta asociación ocurriera en determinadas . _ .
"an usualmcnte cntre ellos, los prtnClpales procesos y los snhprocesos
D'FFf7E¡../-r ~
-
circunstancias Y no en otras debe explicarse en términos de un proceso (Iue los componen est;'ln relacionados entre sí. Pero, conlo hicn se sabe,
histórico único que 'no es nuestra tarea analizar aquí. Por otra parte, csas correlaciones distan de ser perkctas y no deben interpretarse sino
ap;¡recido por primera vez, el nuevo complejo cultural constituido por como la cxpresiún de la tendencia de asociarse por parLc" de cienos
la SOciCllad indllStrial dcmostró tcner un extraonlinario potcucial de indicadores. En rcalidad, lo que puede deducirse de la experiencia
diftlSión. lJisl<',rie<les quc los di,-ersos subproccsos pueden tencr lugar COIIritlllos
Como es obvio, debc distinguirse entre el proceso que lleva al sur- (o !;lsas dc c;lmhio) muy diferelltes y en difer~ntes secl/ellc/as, Dife-
gimiento del primer caso histórico de este nuevo tipo de socieJad, ICIHia, CII lo quc p\lcde considerarse cl "punto de partida" d'e la tr;ln-
y la gran variedad de [armas ue transición que tuvieron lugar poste- ,i,i,'m \" en las di\'crsa' condicione, internas c internacionales cn las
¡'iormf:nte en e! proceso de Sil di[mión, adaptación Y transformación, IU;r1(') ;Iqudla tiene lugar, pueden ser las responsables de ~S;¡Svaria-
primero en algunas sociedades occidentales Y luego en el resto de! ,iones cn ritmos y secuencias, "£XP¿" c",- e,'"", 08 ¿. o.e ?7.1.('1C',' ,c,.:': :,:- :,' . c-,

_ 1-:1,\l.'sal'loJ!o econ,"mic?, la IlHHle1'l1iz;lcic'H1 social y la modclIliza. ~


munclo.
NO,'lllc rcfcrjn~ ;¡qní a "la gran transformación" previa al surgi.
\ ,¡,')U polil ic;¡ ! "usl iluyen prr)Ccc,osdc ("{¡l/tI¡io La transici('lI1
! ('sll"llclllra/.
, :~llJl);t1,por otl a parte, cs \In proceso flc/llIll//a/i¡;o, al cual s:: ineol po-
2 Entre J~s recientes contribuciones ~ est~ discusión, véase: A. S, Fc1dmann y r:1I1.;1 (";Ida ll1omcnto, los n'sl//lados dc su curso ;lllteri'or (01l10 faclores
W, l'.. Moore. "¡ndustri~li1.~tion ami IndllStria li' ",", en Tmnsaclions 01 tltc Fiftll '
, ICllTllIlIl;llIles 1 Ie Ia orICul;I(llJn
. " quc ;11 l'optara e I proccso cn . Sil I (urso
Il"orld Cong,'c.ls 01 S"riology (1.5.A. \%2), vol. 11; Rapnond Aron, "La Thcorie du
,Ievdopmcnl el i'interpretarion hislorique de i'ép0'luc contcmporaine", en R. Aron :"1'1('1 ¡Ol". En cad;1 proceso componente la defilliciún se ¡,as;] en la
v 1\. F. Ho~eJilz, 1),'ve!ol'llcment Social (París, Monton, \965); Reinhard l\cndix, :lpli';1I ¡"lIl de los principiO'; b;bicos que car:lclerizan ;11 "comp!l'jo in.
"Tr:"lilion an(1 !\1odenlÍry Rcwf1siuereu" en Collt/¡aralive studies in Soeiely ond
"u,,, i;r1 nHH!cl'lw" y 'JlIC ('n su coujunto !temas dcnOlninado "secu-
l/i<IO"Y, IX (1!Hi7), 2<¡2.~1¡¡. !;Ili/a,j,'m", :EL DLs.¡,.r¿~",,¿t"> rc""" .....
', ("~,
:r ¡by \arios ejemplos rle ef.te "rracaso" en transrorm~r un proecso rclativa-
",,'nIC "vall"/,,,do de sccnl:l1'i7.aci"'n cn \In proceso de modernización propiamente F/ t/r'I((rrolllJ ('('oll';lIIico se eldin(', en 11I'inclp'o. como 1I11a1I'ans-
e1i,lo,,: Se 1'1Il"le dl~r l'ntre otros el c~so ,le \~ sociedad allli!\ua grecorromana, con
"1 ("l ",,,,,,,1,,. (aliri •.aela l'CIt" m''''1:"s .Ie "capilalista", y el ele las rept't!l\icas italianas IOllllac ¡,',,] (',\lrl/r'//ll1I/ ele la econonlía, a lr:l\'{'s elc la cu:r1 llH'ca;lis. I()~

,le ti,"'S .\1, la ]o'.da,1I\tcdia y .Id l'.en~cilllielllo.

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1
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18 GINO GERMANI

-.,.,J 'l'," r. ¡.. F L !:>£.>I:<(Uc",!1 c> A LJ ro ';os7 ['¡-i ,';:::' ()


T2,¡- Qj' o
SOCIOLOGÍA !lE LA }.fO))ER~IZ"Cl():--:
J!J '\
mos funcionalmente requeridos para ''(;1 ,crecimiento autosostellido" se ~
prc'lxillla ;tI "¡ipo id(';tI" ddiuido por b, •;¡L" 1"1í,,,ic;IS ;uII('s IIICII-
incorporan permanentemente al mismo. EJ tipo ideal de uJla econo- eiOIl;ld;ls, ti}
mía desarrollada puede caracterizarse por la existencia de una serie
1, de ras¡;-os principal.es: W, el empleo de fuentes de energía de alto
l;:~ lIecesarj(,
{:C{)IIr!7IIico.,
distillgllir
l.a prilllera
elltre {~xj}(l1Isir!1l

1)lIede defiuirse
{'{:oll,j/nilll y d"SI/;TO//O
({l\l1O Ull proceso'caraCl(Ti7ado
\
potencial y de tecnología de alta eficiencia en todas las ramas de la
'; por el (reciuliclllO del I'I\N /)('1' I.'IljJilfl tlllr;lIlle 1111pcríodo rdll.i\'a- ~
actividad ecoJ?ómica (incl\lsive la primaria);@ la existencia de mc-
IllelHe prolong;ldo, pero 'lile GI]'('ce de alg'lIUos de I,)s psgos ('slr:lt0-
canismo~ apropiados (recursos institucionales y humanos) para la
)Jennanente creación y/o ahsorción de innovaciones lenlOl"l~icas y org-a-
f!;icos n:<¡IHTi<los p;lr:1 l'l "crCCiUli('lllo alll"soSIC'uid,,", "se:l, aJ~,lIuos ••
1
')
nizaciona1es. Dichos mecanismos
miento de nnevos sectores dinámicos,
deberían garantizar el continuo sUlgi.
con el fin de compensar o reem-
de 1,,\ (tlllll)tllll'lllc-s "'1111111Ir;II<-~,1<-1<1"\;11rtllltl e( tlll('''lIi, tl ('1111111('
('u d p;í Ila 1() :lll1crior.
LSlo 110 sigllilic:r (JI/(: la cxpausi"lIl eCOIII'JI11ic:rno illlpliqlle elr il¡jl)s
:,,10'
-.,)
J plazar aqnellos C\lyo rol din;\mico en la economía est;í decayen(lo o 'lne r)
(',Sll'llCIllr:tl('s, 1',/1 n:;tlitl;ld, ('S 1;1I1111i(1lIIU pro('('so de' (;IIII/)io (;slr[ICIII-
han alcanzado' ,su m;'lximo' posible@ la :Hlecuada diversificación de
la plc¡ducción;.(1) predominio de la producción industrial sohre la
1':ti , jW1'O nli: {{lIn/Jio 110 1'.1' .l'lIfú'ir~III,: I'IIUI 1',' '¡",ll/l')olllJ {II{lo,w.l'Ir~'lÍrllJ. ~)
1.:1 ('SP:IIISi('lIl ('COIIÚllli¡a plll'e1C (y :Isí sll«,de de'C1il';lIilcllle 1'11 J;¡ fIIa-
:1 producci(~n 'primaria;f'5)' ulla ;Ipropiada "l1Ie/,c1:I" de indll~trias de 1':1-
L- ' )'oiÍ;1 dc I",s C;I~OS) 1"/11'1' JIIg;lr "1111(; ];¡ /);Ise de J;¡ III111icrlliz:lCi')1I y
!I pital 'y de bi~nes de consum? (una mezcla diferente de acuerdo con
,¡ ex p;llI,i('" I ele a 19'1llI:1prodlll:ci"lll pri Ina ria especia 1 iZ:ld;l, su i ulegr;lción ~~
la situación de caela país y su etapa de desarroll~;@ mayor tasa de \ J
('11 d IIIl:rCI(/O illterllaciollal )' la exp;illsiúll cOlllerci:r1 y jin:rllciera <]lle
inv'ersión en relación con el producto nacional;Q)) ;jIta prodllclividad )
Lt ;11'01111';11-1;1, 1'(1111,)(/;IS ,~IlS 01 ra~ r('I"Tnlsiolles sollrc la (,COIlOIIIí:I, y
111I
percapita;'JJJ preddminio de las actividades intensivas de capital sobre ,,)
solnl: olros SI:c!OITS de la sucied;ld, L 1 ex-
,,-)
'1 SIIS "ci'<'l'IOs 11l()(/crllil:"iol:es"
, /:"'
las intensivas de trabajo;'~ mayor independencia (o menor depen- P;IIISi"'1I ecoII('JIllica p"c<!e cvelllll:tllllelllC orjg-in;lr o IrawJorlllarse en
(!encía) del comercio exterior (en tr.rminos de su proporci"lI1 respeclo Illl pro('(:so de d"S:IITOl/o e(,{Jllt"lulico propi:llllelltc didlo. Qllió ¡meda
del P~N cdn determinados 'niveles de población, de Sil jmportal~cia es, comlilllir, aJ IllellOS, ulla dI: SIIS /)rr:uJlII/ir:iolll:S, 1\ pes;lr de qil~ no
tratéglca con tespecto al mantenimicnto del crecimiento y de su di,'Cr- exisle ;Icllcrdo ell cOllsiderarla 1lI1'a precolldicj"Jl1 1/CCCJ'1Irill, puede;1 ceír- ~)
)
1,:
, [,
si[icación

eional)
en, lo que a tipos de bienes y número
y 10 una 'distribución más igualitaria
tanto en lo que ¡'especta a la parte ;l1rihllj(b
de países se refiere),
del PBN (Producto Bruto "'a-
a los difereute,
se, COll Illa)Or cenen, qlle 1/0 es Ulla prccondicilÍn
lidad, 110 pllede SUpOllcl'se que la reoriClllación
illlroclllni"1/1 de Jos C;llIlilios ('slrtlclllr;c1es rcqlll'ridos
sllfiáClIlI:.
de la ('COIlOl1lí;1 y la
para el des:lr oll!)
EIl rca-

)

, estr,í' tos socioocupaeionales como a las actividades de cada sector y a ('COll('lIllico S(,;III illducidos por ciei'lo grado de exp;lIl-
1I1llml/lilit'llll/CllIi: ~
las di [eren tes áreas del naís:1 El Inoceso de desarrollo eeou"lIu ieo s(' si"1/1 CCOlllJlllica, ,S(',lo ell delenJli Iladas cOlldicioncs pucdc COII\'(']f.irse l.\)
define como la transición hacia una estructura econ('lIniea c1IIpírica, la expansi,')n cn una etapa -qlliz;ís illlpOn;IIlI.C_ del proccso de des-
I
','i,'

11

¡ arrollo ecoll"}Jllico, :::L j)rSk/2[::J.'-',. DQLi~.-c, ..... C)


4 Algunos de l~s elementos 'incluidos en csta definición SOIl allalllc'nlc POll'lIli,
coso Por ejemplo, varios ecollolllis(aS disculcn
ducci6n induslrial sobre la primaria
la idea dd prcdominio
como exi¡!;encia uuiversal
de la 1'10-
para d desarrollo;
El COllCCptO .1(' t/nlll'rol/o
desarrollo
j}(Jliliro
eC(lIl"l/llico_ PlIeden deslacarse
es aun Ill:ís polt':lIIico 'lile el de
qlliz:í Ires cara(lt';'íSlic::rs prin-
.~
I
í
véase, por cjcmplo, Pcler T, Hauer y Jlasil S. Yamey, 'j'/¡c i':md(J(Jlic,
VCl'do/¡ed (;IÍlml,.;cs (Chicago, lJnivcrsily
un ejenlplo del p"nlO de visla 0iJlleslo ('lnc es asimismo el lI"ís aeeplad,,),
'"V. \V, I{OSIOW."lnt1uscrializaci6n Y crecimiento ccollómiLll", Cll ¡,sl(Jco/"w
(JI U".!,,/'.
of Cltica¡!;o l'ress, 1!J~,í), cal', XV. Para
vl'ase
MC,lIl.-".
cip;¡]cs:(i:) la "org;lIliz:lI'i"11I racioll;i1 del ESf.:I(I()" (Cll U',rtllillOS "che-'
¡'iallos), illclu)'clldo IIll:1 ;tll;1 ericil'll( i;l ell cl ClllllpliJlliclllo
IICS l'slal;i1l's ell cxpalLsiúll y CI(I;I \'(,1 111:ísdiycrsificad:J4
de [IIIICio.
('sp"ci;i1iz 1'laS
~
Fin/ ¡ulema/ioHIlI eOHfe,'ellce ot Ecul1ol/lic [f isl al)' (!'ads, Moulon. 19(;0). Elllrc -)
y cClllr;i1i/ad;ls, Pl'Opi;IS de ulla sociedad illdllslriaJ:(~)' !;l {'apac (1:td
los cicnLÍficos sociales de la ¡'cgi6n, la comlllllllÍ.\ oj,illio
favor de la induslrialización
lalino:lIneriealla
como condici6n Jiue q"fl 'WIl d,e1 desarrollo,
yorla de ellos también insiste cn el papel clave dc las indnslrias de bienes dc pro-
e;(;1 en
1.;1 ma. de orip,illlll'
mica, políticl
y II!JSIJI'/JI'1' jos cllllhjos eSII'lIClilr;t!cs ('11 1;,S csi'l'I';IS cc llll!-
y soci;i1, 1l1;IIlICllicJldo, ;¡] II1isl110 li('IIIPO, al IIlCllo, un
C)
(ltlcci61l (01110 elapa snpcrior neccsaria dc induslrial¡'acitÍn. El dOLlllncnlo dc la IIlíllilllO de iJl¡¡',~ra{'i")JI;r:1) ;t!gúII tipo dc parlicip;ICi"1I1 POlílic;¡ de
CEl'AL sohre Towortlll D)'lIalllie ])ellclojJnICHI Palie)' for 1.a/ill Al/lnicll (N_Y., U.N.,
cjCN/12/680. Rev. 1) es el 'lue mejor expresa la "tcsis latinoamcricana", Las prue- !.oda o de la gl';11I 11I;I)'Orí~ dc la pO/J!;lciúII ;Ielltlla, Otros IOII]pOnelltcs
bas estadisticas confirman abnllnadoralllcnte la asociaci6n causal entrc la indns. fjlle se suelcn inclllir pllcdc~l coÍlsidcl';lrse COIIS('C1ICIlCi;lso aspcClo,; de
nialización y el desarrollo e'conóll,ico; véase H. n. Chcncry, "l'atlcrns uE Indus(rial ~
Lts Ircs clraCl('l'íslicas CllI IIlllT;I(Jas, Por ejelllplo, éslc es el CISO d~ la
Grow(lt", ell Amel'ican Ecollomic Revicw, 1960: 624-654, ~
"madlln'z COIlIO ESI:I(!o naciollal" )' de 1:t "i(/clllificaci"1I1 nacional"

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11

SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN
I:.! 1
GINO GERMANI
:!o 1
de los diferenciales puetle afectal' a la mayor parte' de 1':1 población,
(que podrla considerarse como un aspecto de participación total). En es posible que subsistan o incluso alimenten el cli\'ajeen la 'cúspide
forma .1O;'t\oga, la "cstabilidad" .podría percibirse como un aspecto de de la sociel\;rd, especialmente por medio de la concentracilÍn' del poder
hl capacidad para promover, orientar y absorber el cambio, sin que "0 .11menos de ciertas formas del poder) cD¡JC<.u~;d(\1 ~ CAru<:f1;Il-,';7¡'cA LX' l.'/1
'-;;'Oc...;£..tJAVI fi.'ODEf2NA ..
. blC altere el mínimo' de integración necesario para el funcionamiento , 1 " (( •

L~ característica distintiva de la sociedad moder,',!a re~ide en su


dd sistcma social. t¡¿. ll'2.D'"Iz,' ZI.',c."'...,,,' g"c,'"L permanente incorporación de mecanismos ;¡decu;¡dos para o'riginar y
Finalmente, la modernización social se concibc, sobre todo, como ;¡JJsorber un finjo de cambio continuo, ;11 liempo que mantiene lln
1111.1 catcgoría residual, ilustrada (antes que definida) mediante una ";!lkruado" grado de integ-racicín. Con respecto a eslo se puede intro.
Clllllneración (forzosamentc incompleta) de l(ls slIbprocesos que la dIH;! IIna analogía COII el desalTollo econlÍmico: la modernización
componen, lales como:rQ:) la "movilización social" de una creciente
proporción de la población; 5rnla urbanización, o sea, la creciente con-
s~JCial y política es una transronn;¡ción
implica mecanismos de "cambio
de la estn¡'ctura social, que
social y político autosostcnido".
ccntraóún demogrMica en las zonas urbanas 'c:on frecuencia, una de
Y.
En realidad, dada la unidad básica del proceso de tran,sició;i,' "el cre-
las cxpresiones más típicas de movilizacíón)( 2) otros cambios demo- cimicnto económico ;¡utosostenido" y "el cambio social y político au-
gr;ificos, tales como la disminución de las t<lsas de mortalidad y nata- tosostenido'.' son formas diferentes 'r1e considerar el mismo proceso.
¡¡(hd, y los consecuentes cambios en la estructura de edad;<]:) los cam- Si no pucden establecerse tales mecanismos a los efectos de un cambio
bios en la estructura familiar y en las relaciones internas de la fnmilia continllO, puede llegarse a la interrupción, estancamiento o "derruJl1-
nllclear, asl (0010 en los grupos de parentesco; '::0
camhios en la be" dcl proceso de modei'nización socinl o política. Del mismo l1Iodo,
nllllllnidad local y nacional; \...0 cambios en las comunicaciones; ~ si no se estableccn mecanismos equivalentes cn la estructllra c('onc')-
cambios en el sistema de estratificnción: modificación del per£il de
mica, ocurridn fenómenos similares en cse orden. Por último, deh,!"" I';l::l./c,! (_
estratificación (primeramente, reducción ele los estratos intermedios tra- seiíabrse que el rasgo esencial que d~fine la modernización no es el l)[ ¿1:, .
dicionales, luego una expansión de los estratos medios modernos).: mo- hecho del cambio continuo, sino Sil ,legitimidad, en términos ele ex_hO¡;;l':I2~
z"'.o
dificación de la naturaleza ele las diferencias y distancia entre estratos, pectativas institucionali7~'1das y actitudes internalizadas, a la ,,'ez quc
con el surgimiento final de un "continuo de estratificación"; aumento la cap;¡cidad de originarlo y a1}sorber!0.7 I
de la movilidad de "intercambio"; aumento de la mo\'ilidad "estruc-
tllral" (de transición); emergencia de una forma de movilidacl perma-
tlcnte "por participación creciente" (basada en ~l mecanismo de "mo- 2. T'ariari()//('S de ritmos y scrlllmcias entre 10.\ !Jroccsos cOT71j)O//(,IlICS
vilidad autosostenida", que consiste en la continua ascensión ocupa-
(¡unal y la continua transferencia de símbolos de status rlesde arriha ,
La intclTc!ariún enfre los procesos componentes debe considerarse "

hacia ;Ibajo); 6 ~ cambios en el alcance y formas lle participación, C01110de causlllidlld rceijJrocn. O sea, uno afecta al otro, y estos erectos
('11 particular, cxtensión de derechos civiles y sociales a los estratos recíprocos delerJllin:lr;Í11 la orientacilín y el ritlllo ,de la transición tOlal;
, j
1I\;'ISbajos (similar a la extensión de la participación poHtica); cx-
tcnsión de fmmas modernas de consumo a los mismos grupoS; exten- ,
7Como '" iclca de "instilucionalimción del cambio" a menudo se considera
'~iúl1 (1r.'a ellucaciólI y la extensión resultante de sentimientos ele par- s;núnimo del camhio "sin confl;ctO,S", dehen agregarse dos calificacioncs esenciales:
ticipacil'lIl y creciente identi ficación con la sociedad nacional; @ otros a) Fn I'rim('l" In~ar, por definición, los camhios lJue ticncn hl~ar el1 las prime.
las fas('s )' en las illlen11eclias de la trausidóu, por' lo ~rneral quiebran parcial o
camhios import:11ltcs en instituciones tales como la Iglesia, asociacio- 10Ial11,,'nl<: el rnn("ionamienlo del sislema social. No sólo la clesinte¡::radún cle las
lI"S yolunt:nias, fonn;¡s de recreación, etcétera, y@ reducción de las \ iejas ('slrtI("llIras puede producirse a elevada vclocidad. sino lJuc la e",,-ción <le nn
nn('n, orclell ¡;(,,"k a caraclerilarse por profundas escisiones y connictos ([recucn.
difercncias «(lelllogT;'tfic;ts, económicas, socioculturales) entre estratos, "'1I1I'lIli, (Olll1illos IT\oluciollarios) entre !(rUpos. Esta fue la lexperiencia pa~ada y
~r\1 pos socia les rura l-ll1banos y regiones (111
ien tras que una red ucóón li(,lI(, Ina)"r ,alid(,l ;,,',n cn los p;I(SCS actualmcnte en desarrollo (véase capítulo JI).
1» En segnndo lugar, aUIl en )a~ sociedades m:is "avanzadas", aunq"e el cambio
se illslilucillllalila ell I,'rminos del sistema de volores lIla7Ji/ie.,las de la, sociedad (o
r, 1'.\ ("OIlI'l'pIO quc sc \"a aqu[ ,¡¡[iere del que se emplea corrientemente. Véase "'a. d lanlh;o se Jc¡~jtimiza). subsisten ciertas limitaciones. Toda~ las soc;er!ades
,1 "'I,iIUlo 11. l.", nlll's sllhprocesos que compouen la modernización social han 1I,0d('I'1:1< ;'"lIales illcluyell flOr lo mellas un conjullto de iIlSliIUcio7Jes, o seclor
,ilio 0\('" I iplOS ,oo',s a"'l'\i"",elll(.' en Polilica y .!ocir.rlod, op. cil. d,. la ("IIlI(llIra s"cial, en e\ (nal es IlIn)' prohable quc el taml>;o sca allam('nle
r. ~,.1l1'~ 1.1 1<'"('('1'10 <le "lllo\'ilicl:lI¡ (luImOS/CHirla" cn la sociedad moderna ;1I11;lgl't1drn, ('11 algul10s taso!; 11:1"'(a el P"llto dc cailsar itnp0rlallte~ rUplUf:lS en el
\ •..•
,'l' l'i ':lpillllo 1\1.

~---~
.GINO GERMANl
SOCIOLOGíA DE 'LA l\IOIlERNIZACIÚ:-¡ 23
22

asimismo, pueden producir. efectos inhibitorios o dinamizadores sobre nacional como en el inlernacionaJ. TOlllando COIllO hase de compa-
cualesquiera' de 'los procesos componentes. En otras p;,lilbras, los pro- ración la experiencia hisl,'¡rica de la lIansici"1I1 O( (idelllal ill ci:d, .oh-
cesos de des~rrollo.econ6mico (y, en determinadas condiciones, ¡HOCC-
S(TVaIllOS Cjuc huho casos de dil'crelltes fitll1()'\ (o sea, {/("¡,:I'II( I';!! o
sos de expansión económica) condicionan los procesos de nlOdel'1li/,a- desact:!cración), y también di[ere:ucias en las secllcllcias (atrasos o (l,1c-
ción social y política, y viceversa. También puede sugerirse que existen lal/tos). El aUlllenl.o de la urlJallizacit'ln (cslriclalllcntc ddjniJa C0ll10
graJos mínimos (umbrales) de' desarr<Jllo económico (o exp;\I1sión ecO. coucentración dcnlogr;írica en zOllas Ur!I;UI;IS) o la dislllilluci,'l!\ eh: la

nómica) , requeridos para lograr determinados grados de modernización tasa de mortalidad, !lIle tendían a /JI"nn/cT antes que;t Sl:gllir e a acom-
social o política, y viceversa, (j¡:terl1linados grados mí)jilll~s dc llIoder- paliar c:I des:ll'lollo ('(OIlÓlllico. prol){)\'l iOU:1l1 ".iellll~los cono: ¡dos dc
:I( der;«i"ln y ;ldcJanlo (con respcl:lo ;d g'l :«10 de indllStri:l1iz;lci:ln
nilación soci;,1 o política, <¡"e constituyen los rcqllCl'illlienlos pa-
ra logr;lr determinados grados de desarrollo o expansión el(1I1('1I11icos, "c(luivail:ntc"). l.os casos de acclcracic'lIl dc la lllovilización :¡ocial, la
Pero se ca1'-ece aún de un modelo teórico adecu;¡do para el ;ud!isis de parlicip:ICi('m jlolílica y la dil'llsic'J11 ele aspira<:ÍolH's, lJue CII c; rnoddo
dichas rdaciones recíprocas, e incluso de un esquema conceplual ade- ouidenlal telldicron a prod'l('irse con UII ritmo IIJ<ÍSIClllo y SCllo av;tIl-
cuado., T~n sólo puede indicarse que los ti pos y formas de las inler- ¡¡Iron considerablcmcnte desjJlltls que la economía alcan:~ara 'ln
rclaci~nes' Y 'los di\'ersos "umbrales" varían según las circunstaucias mayor grado dc desarrollo ecollómico (cspeci;dlllcII1C cn términos ele
cambio estruclllral). son mellos universales, pero se ubserv; ron con
I h¡'stói'icas en las que tiene lugar la transición de cada nación, Estas
1"
::1 frecuencia en diferentes países. También es TlllIY común el f,;númeno
circu~~t¡¡hcias históricas allarcan una considerable escala de factores
j: inverso: ritlllos lI/1Í.1" lenlus yatmsos. Dehe tenerse presente que la ace-
culturales, '¡;ociales y económicos. y lo primordial es que no sólo se
kraci(')(J y/o anticipaci¿n de ciertos proccsos puede lI1uy bien coexistir
refieren a las condiciones in ternas de la sociedall en transición, sino
nlll el atraso )'/0 desacelcraci(')(1 de otros. Cc>Jo.l,J:!(uE-A'CA'A. D£ LA t1't'n¿TF2 ..•."".
también a sus condiciones externas, especialmentc a Sil "clacióll COll J:I.- OvJ.\¿-,t!:.l'4 a

dtrll.~ sociedades. 'Esta es una de las razones por las cuales' existen dife- lJlgic:IIlH:nlc, es,p falta de sincronizaciún o ddasaje es un ronocido
rencias en 'los ritmos y las secllencias entre los diversos procesos parci,,- aspecto del cambjo socia l en ¡;enera 1. lJ n;( de las consecllelll'ias eu-
ci:des cs la coexistencia de sectores nl<Ís "arcaicos" y m;ís "avanzados"
les de desarrollo económico y modernización.
, ' , (('n' términos relativos) dentro de los mismos países, las misulas in~;ti-
, Este' e',lfoque sugiere que la expansión econ(lmica p"ede produ-
<,ir en la estructura social efectos similares a los que induce el desarrollo luciones, los mismos grupos sociales y los mismos individuos. Por
ccont'nn!cC/ -es en este sentielo' que la expansic'm económica puede ejemplo, eu e! ÍI1tilllo caso, cn algunos campos de acción socia. i)lleden
';i tener un "efecto modernizador" ..
coexistir actitudes y comportamientos "ulOdernizados" COII ac.itude~ y
,I El car;kter y las co'nsecuencias de esta interrc!aci('l11 enlre los pro- l'CJlllp0rlamientos "arcaicos" o menos modernizados en otros campos.
I
,\ Ull<¡ne las genera Iizae iones a 1 respecto son muy difíciles de veri ficar,
cesos componentes sc \'en profundamente afeC\a(los por las circunstan-
pucde conjeturarsc (llIe los valores h;ísicos (espccialmentc lo; que sc
cias históric.as y sociales en las cuales tiene lugar la tramicit'ln, (ir-
internalizaron CII la primera época de vida de! individuo) pucden per-
I cUl1SI;lncias que incluyen. para cada naci('lI1 o región, las dil'erencias
1l1:1l1ecer inll\nt:ddcs y c()cxislir con otros \'alores y artitlldes adqn;ri-
sociocu!tllr;des en el "puJilO de parlida". Como ya se oJ¡sc/,\'t'l. una de
dos por Illedio del cOlllal'lo con ;llnbiellles e iurtuellcias Il"ís 11 odernos.
las priucipales' fuentes de \'ariacic~n en las send:,s que sigue la tr;lmi-
1.<;/ (1 tr(l, 6 .PE jq) ción LOtal son las variaciones TOlllalldo IIU cjl'lllplo del esccllario 1:llinoall\cricano, puede o;lservacse
de los út1HOS y las secUCl/cias sCf-\ún LIs
(r.>t' .~,...¡.':l /.'1':;) J)C '1u(' la an~placi('lI\ "manifiesta" de h ((;cnología m od e 1'1I a (y hast;l su
cuales tieIlen lugar los procesos componentes., y las \'ariaciones mismas
I l' t,,~,r*¡f?,.."'Zt.f"IC:Ñ
! - deberían ulislllO empleo dCcli"Il) pnede ir acoulpallado por Ul1a PC;'sislel1'.:ia
explicarse en términos de las distintas condici<Jnes contex-
de oricnl:llioncs \';dor;lli\'as m;ís "arcaicas" poco favorables a la cien-
tnales (económicas, cnlturales, políticas y sociales), tanto en el ni,'eI
cja lI\odcl'lla; o (¡ue puedc 11;1hcr ideologías polít icas )' sociai<:s extre-
Illad:lIuetlle ":IV:IIl/:ld:ls", acomp:,ii;ldas por valores y cOlllporLlmicntos
ordcn social y \In elevado grado (le dcsintcgración, Alln'l,ie ;t1~lIn"s de las l.'"'''' ILlllicioll:des Cll 1:1 "ida cOlidiana. ('n h Ltmilia, en las relaciolles intc\:-
j'; antagónicas son pril'ativas de determinados lipos dc CSlrllctllras indllstriales 1110-

dernas, e inclnso de dClcrminados ámbitos cullurales nacionales. es posible que la pcr:-:onales. cn 1:Is ;Ispiracionc:s personales y eu la imagcn de la propi;l
eslructura básica (univcrsal) del orden induslrial moderno 11e,- se inclnya tcnsiones ,ida. El fcn('mlcllO de la coexistcncia origina efectos p;lIticulares de
estructurales intrínsecas e inevitables, las que en dc(crminadas circunstancias pucdcn
"rlisi('m" de lo "llloc1enw" y lo "Iradi,joll;d". Un ejcmplo d~ est,) es
tencr un altísimo pOlcncial de conflicto.

1,:
l. ~
,

(1;
~r- ,
.1
I
,SOCIOLOGíA DE, LA MODERNIZACIÓN
,
1I

(' GINO GERMAN[


I
25
24 " I

( la, fusión del {nfasis conferido al consumo que caracteriza a la etapa 3) Los rasgos históricos y culturales y la estructura social I del país
de ucs~rrollo m;'¡s avanzal\a y el ideal de ocio y consumo pertenecien- al iniciar la transición (o sea, ,el tipo de sociedad en el "punto de par-
(
tes al modo de vida sciíorial tradicional. La interrupción del proceso de ',tida"). Puede observarse que el concepto de "sociedad; tradicional" se
(' empleó a menudo como una categoría residual que indpye una gran
modcrnil,aciún )' el estancamiento social, político o económico quizá
variedad de estructuras sociales y condiciones culturales. En ¡'ealidad,
(-- puedan explicarse pareial1l1cnle por la pcrsistencia de I;¡s orientaciones

.i
sería necesaria una tipología de "puntos de partida",
valorativas "no modernas" subyacentes en procesos de modernización
( ,. ;\cc1crad(IS que tiencn' ¡ugar en (Iircrentes sectores de la sociedad.
8
4) El estado de los conocimientos en ciencias n(lturales, el carác-
ter de la tecnología disponible en el momento inicial de la transición,
LA 1.•.$lr1~¡-~.~
¿Líut AL Co,<Jc.wrJ!nimportante aspecto
'. dc la discontinuidad Y el desnivel del pro-
a y el conjunto de su evolución y cambio~ durante la transi~ión. (En
D"- "L£ ,~"ceso de tral1siciólJ es la di[ercnciación entre "centro" Y "peri£eri ",
( muchos países en des;)rrollo estos Cambios se originan en' otro lugar; su '1
'1 "Pl'rÚ/Tf1'A'am1Josdcntro de cada naciún y, en el nivel internacional, entre nacio-
~nes. La relación entre las {,reas "avanzadas" y "atrasadas" (en el nivel naturaleza exógena ejercerá un impacto particular sobre la forma de
( transición del país receptor.) .
interno e internacional) no siempre es de coexistencia, sino que en
( Illuchos casos pueue convertirse en una de supraordenación, de hege- 5) El estado de las ciencias sociales, especialmen'te ~n relación con
( monía del centro sobre la periferia. La "dualidad" puede tender a ser el proceso de modernizacic'm y desarrolI6 económico. Esto depende no
sólo del desarrollo de las ciencias sociales, sino también del grado
( •• i
un proceso ;¡utorrC£orzado Y a aumentar, en lugar de desvanecerse.
Al llegar a este punlo puede resultar útil enumerar brevemente de acumulación de experiencia histórica -en el nivel internacional_
(, otros factores que probablemente intervengan Y comlicionen la natu- en el momento inicial y durante la transición.
I raleza, orientación y ritmo de los procesos compoñentes y de la tran- G) El gr;)do de "espontaneidad", "toma de concienci~", ';delibera-
ción y ele('cilin" y "planeamiento" que caracteriza a las acciones socia-
~4 siciún total.
J) La naturaleza y disponibilidad de los recursos humanos en les que generan lus procesos parciales de desarrqllo económico y mo-
derni7.ación social.
(~ Cilla país (la "viabilidad" del país y las condiciones necesarias para el

(3
(
desarrollo económico de acuerdo con sus recursos). n Estas pueden tam-
1
bién originar di [eren tes ti pos de desarrollo Y modernización, ta como
el desarrollo expansionista o intrínseco sugerido por Hoselitz,lO o pueuen
conferir al proceso económico una dinámica particular, como. en el
7) La naturaleza
gC1l0S que determinan
y /;J proporción
la transición.
de los factores exógc1l0S y erutó-

8) Los diferentes tipos de élite que dirigen o participan, de uno


u otro modo, en la iniciación de la transición y sus etapas éosteriores.ll
('1, caso de la "economía de espacios libres" de Argentina Y otros países 9) Los cambios que se produjeron en sociedades que se desarro-

(1
(
latinoamericanos.
2) l.a posición relativa del país dentro de la dimensión centro-
I I iI'cli;t CI1 rela( i"JI\ 1'011; a) la ('sIrali [¡cación in tern:lriOllal de acuerdo
¡(
llaron y modernizaron con anterioridad, y los tipos de sociedad indus-
trial avanzada que emergieron. Estas sociedades' (en especia]. las na-
ciones "centrales" hegemónicas) sirven como modelos de transición y,
eDil cl podcr político y cconómico y, en consecuencia, de acuerdo con el como tales, proporcionan fines a1ternativo,S para ser adoptado,S por los
grado lle l\cpendeneia política y/o económica, y b) las circunstancias grupos moderni7.adores de las sociedades en d~sarrollo, y en forma más
~ C~,PCI íl icaJ (y 1 allllJialltcs) creadas 'por la situación internacional en el general, ejercen el conocido "efecto de demostración". Puede obser-
lIlOIJIClllOy durante la transici<'Jn. v;)rse que ésta es la forma en que se originan las diferentes ideologías
de desarrollo. Estas ideologías pueden lIegar a conver~irse en poderosos
" Sohre el .. ..reCiO clt- fllsión", d" Pnlítica y snciec!ncl., nlJ. cil. Se ha señalado
r;,ctores capaces de imprimir una u otra forma a la transici(in.
~~ 'lile el ,i"ellla c"III,ational ell Ami'rica latilla [il'nde a I're,,'rv;lI' eU comiderahle
IIII'''i''a ciertas orientaciones armicas. Tamhién muchos ohservadores han descubierto Es necesario ;)iiadir otras observaciones gener;¡les: 1) estas ca te-
( arlillllil's profu,,"as de tipo tradicional, expresadas (l disfrazadas [ras expresioneS garfas de factores no se pueden separar claramente; en reali¿lad, se
, •.d'.Ih" ,,111\' a\;IU¡;IILts, i"rlIISl' '.Ie extrema izquierda. Véanse varios artículos puoti.
superponen considerablemente entre sí; 2) los diversos factores no son

" 1,,,1,,' •.11 .,ltlt. ~"I:\Ii ~ ~, ,1. Lipsl'l (n'mp',).


!,\\UfH1l5 :\ill:~.\'ai(\t\s, \~ltli).
Elile.' y dr.<ol'1011o en ,~III':riea la fina
independientes, sino que est;in intercorrelacionados en diferente grado;

~1
U ~r,\l1c '" enllccpt" ,Ic "\.iahilirlad" véase Helio Jal~l.laribc, Desarrollo UD"

,!,:Ilij,',l y dr"ll1lnlll' l'n1iti(() ,.n\ll~nll~ :\tres. f.\"PfR\. \96-\).


1" j\. ,1 r. \l""'lít', "¡'all"II" nf Fr"",mir e,.""I"", Tire Canariian Jour"al 11 r:1~rk Kcrr y 011'05, F.l indll.<lriali.<lIIo )' rl hombre indll.</rlll/ ([luenos Aires,
n'HrnA, 191;3).
uf '"/ f HfI,,,i,s (lut! l'oiltl(td ,'-¡(¡fU"', 2\ (\~.n:}i: -\16.-\31.
rr----.--- ,-- --
, \
~
G1NO Gl::Rl\lANl SOCIllLOGíA DE LA MOIlEltNIZACJ(',:'oi 27

l
26
:1) todos los factoresfuncion;lll dentro de UII sistema internariollal <¡lIe den (a 1" debería repcl irse; en n;a I i(l;¡d, lo con trario cs lo 1I1:'ISI)!'O ha I¡le,
~
avanza llacia una mayor unificación c iutcnlcpclldcllcia. Al analizar Los I'n)(l.dilllielllo~ cSl;lllíSlic()~ ~;(lll 1l1llY n('l'l'~;lrios p;lra I'0d,'( dncu-
el proLc~o de una IInidatl u;lcional dcterllliuada siclIlpn: [¡;l)' <¡lIC lellcr brir corn:l:ici(JllL:S y asoci;l( iOlll'S elllre pnl( ('SOS,' pno !lO ¡JI Cd"ll ('\._ l
presclItc <¡lIe seml:jalltc proceso uo se plll:de' separar dd contcxto global pliclr sus causas, ni la existencia, se;1 de los (asos e~l;,dí~1 i';IIIIl' Ile
en el nivel intcrnacional,' Y 4) por último, tal C0ll10 se illtlicó arriba, nOl'ln:dl:s, sca de los GISOS de cit:sviaci"'l1. 011'0 1'1'0111('111a dc ;1 ddilli.
toLios los bctorcs ticncn un;1 uawrakza din:ullica. En otras pabhras. 1 i(Jn cstaciÍbtica dt: "ct¡uivait:llcias" es t¡11t.; usnallllt:lltc"e (Ji,tie I'~II (,(,11\. .(
varían continuamente a través del tiempo, originando así, en cual<¡uier lJinalldo cLllos de paíst:s t.;n los 'lile la trllll.l'ici,jn SI: j)liJl/" io I:H jJl'riodos
mo~cnto d!ldo, diferentes' configuraciones de circunstancias <¡u'C in- lúsl¡jricos IlIfernill's, (;H cOlltliciuTII;S illlerrlllciollCl/es 1IIás bieH /iut:rg'lI-
l~
fluyen en la transición mientras' est¡'¡ ocurriendo. U's, y que se ltall:1Il CIl Iliveles de tr;lIl~i('iún muy distintos.
U 11 intcre~ante ejemplo de las consecuencia.s generadas por las I.-A.!'Ú'LI <~ ~',~;' '7 LI respucsta a e,te pl'oblem;1 debt:ría ser Ulla teoría de l ¡S etapas

:1
variaciones en ritmos y en secuencias es el "efecto 1lI0derllizatlor" de S'or~ -'"101" •..
e! ¿ 1 ~'"
,::,:£$ -
de Illoderlliz;ICicJn. l'ero hasta el nl~)nll'uto, bs tClltativ:1S dI: esa ín-
la cxp;~nsión económica: la nceleración de ciertos procesos de mocler- S':' DII d(J1t: no hall tellit!o éxito.!" En realidad, las dikrellcjas ell J(IS riullos
:1\1
nización social (acompaiíada a menuclo por atraso en otros) en com- y las sCClIt:llcias de los procesos componclltl:s y I;lJllhiéll Lis otl:IS varia-
11
,\ paración coh el ritlllo de desarrollo económico (tal conw se define ciones generadas por las diferentcs fllcnl.es ya 1I1Ul(iOlladas, originan
JI aqüí).' Esta 'variación es particularmente importaute en el caso de IIlla v;lricdad de "caminos' qlle pucde lIt:gar o reducir en gr;lr IIledida
1\ muchos países latil1oamericanos Y dependerá del grado y naturale:La de la validez de cualquier esquema general o lIuiver.,al de SUCSi('Jll dt:
las repercusiones sobre el resto de la economía (las que Hirschman ctapas dclt:l'lllillad:ls. 0, 'llliós, el t:st¡ut:l\la de sUlt:SiÚIl dd,jera ha-
llama reper~lISioncs "laterales', "hacia atrás" y "hacia adelante") l~ y s;l!'Se ell una tcoría ca paz de integra l' Illuchos faclort:s, dt:lel'loi oa lites y
sus consecuencias sobre los otros sectores de la estructura social, es cOlltextu:t1es, y de generar lodll 1/1111 tij){)/ogill cit: Irllllsicio},i:s (¡"JII
decir sobre los procesos d~ modernización social y de modernizacióu "e(a pas e'l u iva lell tt:s' a lo largo de ",elidas di vergen tes") a pI iL;ti¡!c ;1
IIl1a gran variedad de procesos lJiSl(Jricos. Aquí, el cjeutí/i, (j s:JCi:t!
polí~ica.
enfrenta un dilema. Por una parte, carece de ulla teoría tal, al me-'
,¡ nos por cl momento. Por la otra, CII todo an;í1isis de transici"l1J cs 1ll1I}'
i
!
3. ,EtlllJlIS de la trllllsiciúT~
f¡¡.o1J f'>/>¡'¿'''
U
w:,4) 'IEou iVtl

Una cucstión h;ísica -aún no rcsuelta


.•{N"7S" p¡,¡2/e< LA

leóricamente
C-ohf7,6.IlAc..,'6"1.

es la ddiniLiún
difícil evitar el empleo de conceptos
realidad, eSI:ín implícitos
de "nivelcs', "grados" y 01ros. I:n
ell él, y a lIll'nos que sc cOlhiderc CII!:t nno
de Jos casos dt: 11l()(lerllizaci("1I /'OUltl IIU ,ll(,('SO ¡'¡lIi(o )' ~t:, dt:scal'l('n
. "

dc las "cqnivalencias' al comparar las secuclHi:IS y los ritmos de los todas Lis cOlllp:u'-;ll.iones (inl'1uso las illlplícitas), cs probable qll(; csl.'JS
procesos p:lrciale~ de diferentes transiciones. Se nccesita algún criterio conceptos se reiutroduzcau de llIla u otra IOlllla. E~a es ];¡ r;lz<'m por
de cOlllpar;lción independicnte para definir qué cs lo que caracteriza la cu:tl, a pesar de sus obvias desventajas telJricas, los c:ritt:rios extcruos
los gr:ldos "cquivalentes' o "csperados" en los divcrsos procesos par- convcnciollales y arbitrarios (tal COlUO el ll\oddo "occidclIl:ti ' () Lts
(i;dl's. \,01' jn general se sigucn dns procedilnicnLOs difercntes: 1) la (orreLicioncs e~[;ldísliC:;ls) COllSCl'Vall SIl lllililbd. COliJO n:IJIl'di" P:II',
r
cxpcriclH.ia

en él parágrafo
hist")l'ica del modelo occidental
terio o LJa~e de COll1p;lración general
prccedente);
puedc adopl;¡rse
(tal como en los ejemplos
2) pueden empIcarse e'l\,iva'lcncias
como cri-
dados
basa-
¡;...- .~o.~ ,
9-S"r:.~'\'J~
',c
,:,. ,. ...
~)::! : 1.,...,',.,
.•
_ ~
nEo
;...'
(\;11 P;II:l Li l':tll;\ dt' UII;I tcorí:l salisi'altoria
posibilid:ld. ]\'Ie 1diel'O a los esqucmas
<:la¡Jas, ;IJ)licti¡!es a \11\ limitado
SI' I!llede

1{¡:scri!¡Ii¡.'os
SlIgL'1ir "1i0
dt: la ,uct:si¡'m dc
g'lUIJO de ll:lÍSl:S, 'llIiÓS \lna 1't:!~i('1I1,
••. •

'"rTApA;J,
da~ cn promcdios y en la correlación estadística de los indicadores de
- - l:¡ Véase lIert F. lloselill, "Th';oril:s 01' Sla¡{"S01' Ewnomic Crowl"", CII JI. F,
los diversos procesos en varios países. Ambos procedimientos son ,útiles
l' Hll~'elitl y col., Th,'ol'ies al l!ClJlloll/ic (;roll'¡/¡ (c;lcnwl.'. Fl'('(' 1'1'1''', 1!lfiO'. I'nl:' e
pe~'o ,teóricamente poco ade(llados, en la medi(la ~n que el Cl:iterio h"llarse IIn cXCelcllle an;í1isis hiSiórico sobre el ¡'IIIPlco de las lcor;as ~ol"e 1" elal':'s
;ldoplado se convierte implícita o explíciLullente en un llloddo nllivcr- 4.:11 la Ilistorja Cl:OI)ÓllIica eH \V. \V. RO.'ilow. Th,: Sl(l.!!.e.~ nI F((JIl(JlIli(' (;It)(~'lh (:am-
bridgc linil'crsil.y l'ress, l!lIilJ). Con rcspcClo a las clapas dc la clo"lli¡':n sodal,'
sal de rransici('lIl. N'o !lay razón alguna para creer 'lne el modelo "occi- podría cilarsc IOda nn" biblioll'ca, " pall;r dc las I/'olías d<:l 1'1'I'¡{reSll1"'" "do POf
I ('1 CVOlllCiollislIlO dd siglo diecinueve, hasfa su ~clla('ill)jelllo aClual hajo I;¡ orilla le
:\Ibcrt O. lIi,schIllall, TIJe Sll'lllcf!J' 01 Ecollolllic Deue!o/JlII(llt
l~ (Ncw Ila\'ell, "ocO-cvoIIlLÍonisIIIO".Un intcresante conccpto de ""I'ora hisllÍrit:a" lo hallamos en
Yale Univcrsity Press, 1958), cap. \'1 (definición y discusión dc "rcpercusion", hacia Siilion R. KlIlllCIl, Moci"TII l!col/ol/lic Gl'Olt"" (i':CIV !I"\'en, \'"Ie Uni\'crsil)' l'ress,
J9(j(j).
alrús y hacia adelante"). ,
-J
I
/.

SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACiÓN
GINO GE.RMANI 29
28
'1 de desarrollo económico mds elevados podría explicarse en térmi-
relativamentc n¡;'¡s homogénea en términos dc su estructura cull\lral y
nos de eS1s "configuraciones" y "decisionel.". 1,
social inicial y de las condiciones históricas en las cualcs tuvo lugar (o
Aquí hay que observar dos puntos importantes: en primer lugar,
tiene lugar) la transi(:ic'lII. Puede suponerse que podrlan f01111u!arse
se entiende que las configuraciones o caracterí~ticas no sólo incluyen la
generalizaciones Ill;\s dlidas para ¡íreas gc~ogr;Ífico-c1l1Lurales limita(las
estructura interna de la sociedml, sino también la situacióll ex tema e
y p:lra perío(los históricos específicos, Este tipo de esquema 110 sería
illlcnuu:ional. En sq~unc1o lugar, se admite quc, si bien el concepto de
~jlJo una fOrllla ;\llccuada para presenl;lr 1In p;lIlOrallla ~illlplifica(b de
"decisión" es e~per.ialmenle dificil y tec'>ricamente falto de precisión,
una serie dc pron:sos hisll',rj(Os silllil¡IITS (pero no idénticos). Por otra
,~e lo emplea con frecuencia, implícita o explícitamente, en el aniÍlisis
p~rte. podría tener alguna utilillad analítica para aislar asociaciones o
de procesos históricos y, especialmente, de la adopción de cursos de
conjuntos particulares de rasgos y' para ;¡yudal' a r:onstruir una tipo-
logía de las etapas de transicillll. En realidad, el ullpko de elapas
°
;1l'cicJn polftica económica. En todo caso, el significado de la "deci-
podría vincularse con l¡\ hipútesis de que, en el curso de \;¡ transiciún, sión" debe definirse en función ele la gama de "op¡¡iones" que se hallan
concretamente a disposición de los ¡¡ctores, gama que variará en dife-
las variaciones en ,ritmos y secuencias de los procesos componentes Y
rentes condiciones internas y externas (o sea, en determin~das "con-
,el impacto de otros factores determinantes Y contextualcs (en los nive-
figuraciones" de características eSlructurales). .
les internos e internacionales) pueden tender a cristalizar en configura-
ciones estructurales específicas. A su vez, es probable que t:stos sc Otro facIal' importante es el grado de conocimiento y tecnología
ilH.:orporen al proceso mismo y se transformen en factores claves para óentíficos (tanto en las ciencias naturales C01l10 en las sociales) a di s-
cxplicar su curso ulterior. Esto o[rece (\uiz¡Ís una basc m;ís objeliva posicic'>n de los actores. Tal como se dijo antes, el grado de "esponta-
p:lra la selección de etapas y para dividir la transición en períodos neidad", de "toma de conciencia", de "planificación" en el cual tiene
significativos. c",,'7!:.r-e-- o 'PArtA L..A. ;"'T"~' T,'c~. r,o;' PE LAS ETi'-PAS lugar la transicil'lIl es Ull factor importante que hay que tener en l;:ucn-
P"ra identificar las etapas pucden sug-erirse dos criterios prineipa- tao Este grado aumentó con el tiempo, y desde este plinto de "ista, la
lcsG lil cmergencia de' una configuracic'JIl de caractní~ticas (en la situación de los países que iniciaron sus transiciones COIl anterioridad
estrlll.t,lra económica, snlÍal y política) dotadas de lln cierto grado de debe considerarse en forma totalmente c.liferente a la de las: naciones
actualmente en desarrollo.
5?staúilirlricly (/nraeiól1, y claramente diferenciadas de las configuracio-
nes, estructura les precedcntes y sigui en tes;'@ la importancia causal
de \;l configuración para dar forma al futuro cnrso de la transición.
Desde otr<\ pcrspectiva, la etapa puede consielerane como un "pun- 1. Elementos de un esquema de etapas en las actuales discusiones
to c1edecisión" en la transición. Por cierto, todo proceso histórico es un sobre América latina I
1,
flujo coutinuo coucrelo. y el concepto ele "pnnlo de (lerisicín" es siem-
I
, , pre. ell>~ran mcdil\;¡, llll re('llrSO arbitrario o convcncional. No ohs- América latina parece brindar las condiciones q¡'te según se indicó
lanle. ~u clllpll'n pucllc coutrilluir a restriugir llll mOlIdo puramente antes podían asegurar cierta validez lilIlitada a un ~squellla de etapas:
determinista ele la transici('m. En C:~lC sentido puede definine un "pun- .~ ambientes culturales; sociales y econ6rnicos relativ;qnente similares
to lle' dec.?siún" COI\\O un momcnto parlinc1ar (de duración val iahle c.le al comienzo de la transición, yÚ)) circunstancias históricas externas e
acuerc10 ~on condiciones (Ii!'erentes), en el lJuc tJllcrk producirse (o no) internas similares durante el proceso. En realidad, aun cU,ando se rea-
lllla reoricntación. Su ocurrencia re"l, así como su car;Ícter __ positivn lizaron pocas tentativas explícitas para presen,tar una teoríá. de etapas,
o neg¡ll ivo- des(le el punto de vista de la mOI1crnizaci/JIl Y (\csarrolln la mayoría de los an;ílisis históricos y teóricos de la modernización o, cle
econr\mico logrados, cstad determinada por la intcrre\;¡ción particular sus procesos componentes, si no tocIos, tienden a presuponer cn una u
de los procesos soci;l!cs y ec:onc)lIljcos, es decir, por la cOlüigllración otra forma una sucesión de ctapas ,,;Hielas para to'da la' región. Sin
p:,rticn]¡lr de las características estructurales originadas por el curso embargo, cn cierta medida la concepción de América latiJ}a como una
prc\'io de la Iransiciún. )' \;¡s "decisiones" ac10ptadas por los actores unidad no sc'>lose basa en factores hist6ricos y socioculturales' teóricos,
~ll( i;dcs (il\di\'irlun~ y ~rnpos en ['osil iones claves). Se sugiere que la sino también -para emplear un ténnino obsoleto con respecto a una
il1ll~llIll)lillll (1c'la mn(1crni/a( iún y l'1 c:sUlllcamicnto económico o (vi- condici()n que aün existe- en causas "geopolíticas" e ideolcígicas: el
(('\'('IS;') 1'1 I'r":.',r<'sn hacia l!,rados de Illllde:rnizacir'ln social -o p"Jílir:a sla/us polil ¡CO conl1'Jn !¡¡tino:lIllericano en relación con la estructura

,..1
30 C;INO GERMANl 'j
SOCIOLOGíA DE LA ]\1()IlFIC, II.Al:/(',;'>J ,)1
J
1, .. . . I'c ..'UUCi('lIl de "es[eras de in-, propiedad tcrritorial",
tern'ICl()lnly !.leLtll . . ¡ ...en forllla
, / .sCllIej;lIue
j a J'" ];¡ Europa jpOSITOlllana.
. 11
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del ])oder po.
' I\lCO
l" Jll . •.
'ierlo '.
(lile la ll.\l l'." . lelectual
IClI.lll 111... cOlllnbll)'o l.a Cla¡J;¡
''''., C(Jlill ana, e Irl!.;II;1 1;lIla ;1 . (elllr;; I/;ll 11111('11
" a\ ,'IIU ae es
f1l1cllcia".
' 1 am 11
)lel1 cs
l. CcrC'IClOll
., del "...
C.lIllP') ." l.
(C los "estlldios latlllO- "prllllates
'. • n:p":sC'II\O IIl1a eX¡)Icsl<)/1
" dlrl'Cla. dc b ] I'('/allllll
I de
1 la. ('010- ")
de l11;ll1era nota) C
1 a.l. '1 . .'. 1o 1"
1 • 11e\'o, del11asl.l( .
C]0s, tnnsforl11;\l1dolo
• a ll"l con el, . 11I11l1llo "eXlcnor y . pnllnp;dllll'lItc
. . dc :1 (('PI'1I1
. 1'¡¡n,1 n¡J-
•'1IIlcricallos", COIl
, " o Cll,l
.,' otilJO y rCb;¡S;II11I o. ell
' I O(lo C1S(l
•. '. el límile
. de tllr;¡l, pO/lllel, C(OIlOllllel
. y llIllilar dc "l:I sociedad co!olllal )('SI)('("IO de
)
menudo cn UI1 muo cstCICO .
"¡'ltcírlC'l(luecste . > l' IpO de "clleralll.auo11cs
h es SIIS
'. cellll'os IlIclr"p"lllall"s ('IIIO¡>COS. SIII cllliJ;lrgo. "', el ~olln'/JIO dc d<ls
)
,,¡;'¡xima prOdllC\I\'Il.le ( • fascs, nl:Ís qlJ(: propon IOIl;lr 1111(,S(¡t/l'III;1 dI' SI/l('Slllll nt. ('Ia/':". ;IISIa y
}
ralJaz de dar.., ' r il'ldo dc ClJ111I I JlIlIOIIC\
.' .' ..
¡)'(\"I /,olle dc JII;IIJilicslo dc IlIallcr;1 t'ficlz y Silll("licl dos de 1;l'i fll('l(:IS 111;S
Fs /'"\jl)1c: r;ISlrcar cicrlo lIumero 1111 • ..]. j(')11 (011 d iIlIP"/I;IIIICS ljl/l: flllllioll;II1111 ell h "'/,Olll 'l)jollild y POSll'liolllllllll' (la )
UII'I• ICOIÍ:I o cS<¡lIellla dc, etap:ls,
l' l' ¡¡(,I.O IISIl:dlllt'I'.'l'
. '11'11l¡>lo p.I!.1 IIIl',n
\lll l.~JI..:.1 11
• 'lislori:1 sl'gllllda el;I/,;1 IlIh;III;1 (('llllÍp(:LI de l\roIS(: eXlclldid;¡ ;¡ 11;ld:s del si-

'Ill''disis de procesos ]l;llna cs. III (. '. 11 1)' illdil ¡'¡ UII.I gil) )(IX y <¡"C sc pl'O]ollga /"ISI;I c:J pn:sclllc).
)
• . " l'" el urh,lIll\la .lIgCllllllo .11( o . . Or.-rr,r-.: . ,

urh;dla
. de '..
1\l1lcl'1(;a .11111.1,
... 1.11 t1tura l'
ur);1I1.1 ¡lI( 'Ct..
)loni't1 de los ;l/tCc.lS c L,./:-S
._' {T/0tJ
.', .. .....,~
'!-¡SI-. -vJ: El
,_: el11plco dc ,..1111CSlj"cllla
. dc alllplías clapas . dc dcs::rro.lo CSt:l

serlc,
'. dc SCIS
.• et.lp,ls.
>. , 1 a [undaClon
Cl " ,'0 l'.0111.1
1 cSlnIiol1
.' , , sc"ulc!a
h) ;¡I PO(O / .,; ,._"
. ... é.",.. <;:'_ IIlIp!rIlIO 1.:11
'" c:J ;¡na!rsls /orlllllbdo por los .(,(,OIlOllllstas.
, talllO
. " (on rc:.-
Incas.
. luego ., LI ct.'1),l
t 'rccrl'CC etalJa .'.1 IIIC.
eSCllllol 'nlc Irrl11in;lda en
,. ]!íHO, '.cn 1 la. pe( .lo, a delenlllll;J(los pals(,s
. "', COIIIO cn rc!auol1 con la trallSI(IOII. . en ., 11

Ilcmpo pOi
.. lllM
- ], C'los
.. . I)Ol'tugucscs csl;1 11'
) C(',iC101I el ¡'atron colOnlZII( 01 I'C~IOII
. COIIIO 1111lodo. '. Ollll.a
:.... ~--: la" /orlll;¡
•. mas
'. pop"lar ..",sca la c1ISIIIIClOI1
q"e .,
los csp.1Il0 1cs ) art'l cta))a,..' m.1S l'
Jlcn 1,.,)rOloll.rada, .,
<¡IIC abarco , apro-
I 1 \;' _ . (I'CUJIlIClIlo .h;¡ua
Clllre . ,a/llcra y !TCClIIIICII[O !raCla ;ldcl1lro. Esta;
de]a
. reglOn. ,1'._a CII.. tes -
anos, ...
se c.llol( t CII
.'1')
( 1)0\ la cOllsllllda(lol1. 'c . .
?tAU,(_ >'.
.. ~,1 f)£ ¿<Jlos
,,> , /ollllas dc crCUllIIClIlo corrcspollden
"". ;¡l contrastc cntrc .\lila ccono-
.
XIITI;ldamenlL
' .. (OSClen
. ).
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., de h so, iedad colon,,¡!.
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.1111111,,' (,1I1'1I/lC:I)' por :1 'l'('1110- ,,_.;
~,.,( ,'- .' ...
, 1"ln;1 ;"I"II/lll). .....,..
lISII;dIIlCII!C sc IIldlCI J!J:.ll C0l110 <:l P"l1to dC(ISIVO
J;¡ .... ' ... C 1.
qUIIl!.1 .11'"1'1'; '))'II1!lpaks
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(11Il..IllS htilloalllé'lil;IIl;¡S.
. ". 1'01' 11111'10,
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., ".-'~r""'. ('11 d q"c ,.,.,
se prodlllo c:I (';11111>10
dc Ol'lellt;¡(JOI1 cn Alllcl'lca
•• "..
lalll1:1 o SC;¡
1'~'II..llIO.l " (C . •.l. ¡ 'IUII;¡I sc ....
CII':II'lelll..1 ))01' I"s
.,. I1U!'I';1l1011("i
,; , 1111.1
'. I s- ,'11 la ".,"poca de b (,r;1Il JkprcslOlI. Para
". los t'ICIII¡(J('oS
" socl;dl's
".. lallno ..
la sex!.a . c:1..1
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oi, .1
,.1• 1.;'1 '.
pido 1'IlJIIO ( l'C 1I'('.1'illlielllo IId);IIIIJ. !'.JI
. el IIIISIIIO
., .. aIIlCI'ICaIlOS,
" . d ." call1/llo dc CXp;lIlslOn
, h;¡l'I:t ;¡fIICra
" a CXP;IIISIOII
. . h;¡CJa

urlJ:llI;¡s ], J' '101'1'1


IIIlICI11.IS ) C:. \lrh;l!!a, . , tor IJcrcibe dos ;1l11pll:IS etap.ls. ;Idclllro
011o .111 '" . slg'II¡(¡ca
. IIIIIdlO llIas q"e 1I1l
, calld)lo
.., eCOlll)/nICO.
., j\lI/c~
. blell, ,

CII1lPO
.' LC
.. ,\ 'll'lfi¡<T{/
\lS,' b;1n;1 , .. ( l'
" rI f liCIo! C las cilldadcs, )'. la l .. '.(111-'.
SCgIIlHIa, '. es/rIlCllIra]
el C:lIllI)1O cn la eCOIlOIllI;1 sCllalo "
tanJl)JclI .
los Cl))llJell'OS dc
);¡.'. PIII1lCI.I,
, [(II• > Ic b'.
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CO\lCentraClOII 111l.'111'1
',.. CSj'''('J;¡IIlICI1IC 1.1(1.1 1.1
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" scne de otros clllIl)Jos ell la eslrllctllr;¡
,'. sflClal ' en
. la ]Jll)¡tIC;¡
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COSI1l0POI . ]r, T' "l. ¡"Ise
. celltrífu"a h SI: CII.lUCII/,\
,. plll1 Jdeologla y en d. '.gr;le/o )' d ",C;1r;11'll:r .de la Ie/enlldad 11;¡C101l;d. No

. .. .,.',.
C111l1.1t1 l." e y'o
p1l1l11l la [l/zclICl/l. . cn 1..\
.1 , I11C
''!'in". !)I)I'Uln'lIeS;¡).
." <¡lit.
..' "'11.1".- oil.,I;IIIIC.
'. c:s[as , dlstlllnollCs
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,i. ].1 ' 11


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j. les IlIla IOI'lIlIl/a( 1011prc('Jsa. ,
1'01' otr;1 parle, 110 cslall cOIHI'iJld;¡s ) IlIla,
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l. 1 t'C..
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tcoría de etapas, allll . (,(1;IIHIn
. ., "cSle: _.CS, cn .
realidad, Sil p;'lll'l... ell Jo:; ;ln;l-
(.H
. . .I.H.
. I . . . 'I\eS y que J.1,1 .
sl'(l() clllI1IJar;¡t!a COIl la 1/1 iI IOlllolllol
1 .!IsIS. A JIIcnlldo];¡ dlstll1<'1(J11 !tan;1 ;""c:ra-Ilacla ;lllt:l1lro se IIllclprcta
m!lllares
1.. ]ay dedmaclOn
JlI< ~u •. .' ] 1'.1IllPCIIO..
(e ,.' 1ro Fl dcsarrollo '.del siste11la l'"dc Ila.
'''_ ('11
. ,. fllllcj"lIl del c;¡mbio CII el grado
..".".. de dcpelldcncia cxtralljera )' ;Jiicna ..
(IC
(.III.lI1tC. .' 1 1 I ilitamicl1to del papcl de las Clllcladcs, y .1 ce., 'H)JI naCIonal, correspolldlCIHlo la fasc ha(Ja afllcra ;¡ h
c11:¡ll'lIdcl cla y
I1(h JIll¡)IICÓ e (e) l' . o 11" 1'1 "1 In " " . 1 l' 1" j f " .
". 11 "t1i/;ICj{lIl
, de la SOClC(1.I(
. .] ( lel NIIC\'ll ]\[UIH o el1 10111 ~\. h' ;1 IIlIa ". .
conClcnua na(JOn;¡ a .Icna{
. .
a , en COlllraste ('011 a '. ase I:lCla

LCI l. .. , , adcllllO , me/IGlda por un (TCCJIlIICnlo clel /lIVel de ;1I1(O/lO/lIiIl. En l'ca]l-


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CII (1;1<1, cn estc cnfo'Juc
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'
(ú ;¡)JSolllla
es a" IlIO;IOlllí;[
de 1111.1
dCIICllllclICla) cn la l:¡)Oca
crc-

.
1%7) '" ¡do's. !í7.!íR." , .' Clícs Aspctl.¡ 111hlllUllln
. .' ,(II(
. I .Strllc- colonia!. .
a una silllali(')1I .
"scll1i-coloni;"" o "colonial illforlllal" dllrantc
,::i¡r, Richard
.' l\f.
. 1'.,l\[orse,
Sllldics
"l.al~1l
1Il
}\lllclKanall ,¡ '1/:'/(1)'
SOClfly l> ,
1\' (1%1-2). p;ígs. '. 17~..HI3.
'.
h [;¡se dc expansión "haCia afucra" (con un
"
[!;r;¡do
'.
dc alltonomía
""
muy

ture, lo ellC' CO/llj'''/(J.lIc .'


C"'ncdcs del Castillo, "J."a socied:ld ("lollí.,1
_ :1I11(',ilana
J' CII Jos ~,If\I~)s
(1\11«.:1011.' X\l
\ HCII,- haJo), hasta
. la lcrecra Clap;¡ '.dc dcsarrollo II;IU;I adelltro
. ,q"C 1I1l')!lca
y X\'II",
!
en .'
r l',',I.'
,.
IGcns- I
. \"v"s
•..
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I/isla,.i" dc EI/"III" )' IIIICI/I"" , pllr pl'lmcra vez IIn;1 tCllIall\,<! delJlJcrac!a para onelllar el I"'orcs,) dc
Vivcs, 1%7), p;\g. 508.

~
" I
SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN
GINO GERMANI 33
32 '..:~ r, A... f:;DErP-jLO '?

" 'POl(c.'c'l~

desarrollo
, .'
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el1 funriún
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de intereses
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nacionales,l7 Autores
' ... ' •
de tendencias
l'
primaria
,.'
de exportacic)n' , '
mvel slOnes extranJe
.
' , ,
" Irlcolog
"
1cas
(lsunt,ls,
>. "
espeua mente os e e mSpll.IC.lOn (e extrema IZ- Jera, una organizac"
( - IOn es tata l.' mejor y má ras,' mmlgraclón extran-
, qtll.cnla , por .lo ' general no ,,' estan de acuerdo " sobre el I grado de l' autono., ' comunicaciones ' tI' a nI'sportes, ee tlcaCIón y s t' raCIonal,
d mejoras
I
en las
1111a de la ultima etapa haCIa adentro, Para el os, la legemollla mente se admite que I " es an ares de Vida, Usual-
, ' l' I l' ' . 'l" 1 I 1 e creCImiento de los "se t '
" !Tnpena Ista y a a lena non nanona , estan' 'i1l1CU. ar' as con' a estructura
' gar en el siglo xx' ' so bre toe Io en sus tres' ' c ores I medIOS" " tuvo lu-
dd pod<T que prevalec(' , ' en ];IS na('lOl1rS
,.' de ¡\lllC'l'Ica latIna: cOlIslderall la nllcva -y más
. cJeClSlva-
" ola de md . pnmeras
t' l" r éc;¡das, aun cuando

"
, ti verd:l(1cra
que ," !Ibrr:llllllJ 1J;IClonal
' soloI jlucde IIcgar
"1' a traves
1 del"1'calll- t;¡l1l/¡ié'r1
. . rOlltribuy' o a Sil u l'tenor eXI)aIlSIÓn ~s naIDlZaCI
A n posterior a 1930
IJlq ,revoluclOnano, 1:.11ese..'. senlldo, el l esaITollo 1:lua ¡¡l elltro , );ljo UltlllloS a¡lOS. el 1)ape ,1 (cI estos sC'ctores
. en el ,pesar
. de que CIl los
el Ilder:17."o
e, de la bllrgllesla
" naCIonal, esta condenado al fracaso, En se volvir',
•. , TTIIIVcont
1 ra d"Ictono el '" ploceso
" , de 1Il0derll)'Z'lcl'(')Il
.. .
rcalidad, no tiellen fe algllna , cn la 1Jnrguesía y ell su capacid:\(l para vio eksmentido ' ser' la d'ff'l Y
I CI negar optImIsmo
que 1I1lC1al
' " de
' ¡¡Igunas tesis se

"
dirigir

dllur
',' un proceso lle verdadero
011':1 parte, los lfnlll.es eslrllclllrales
, l' I
. . (lRIC 10 proceso
J' I l'
desarrollo'

Jall SIL () l escl'lptos yana


nacional

l' 1
autónomo.

1
Por
de las 1JlIrgllcslas l(lcale~ p;¡ra con-
Iza( os por I1I\IC JOS eslll-
tante cambio en el proceso mismo
vamente
'En
estable de la
la discusión
.
f'
.'
"
med'su apanc\()n

,. con IguraClón. estructural


,1 ente sólo conSiderar
prccec
t
1)
SIgnifica
' ,
lan e una modlflcacic)n
' ' e e ¡ a ISOCIedad.
,
un impor •
rclati- I
liOSOS. ' , " parCIales de etal)as , como a 1gunas de la
' , , así P'" nos a gunos esquemas '
<

¡ A pesar (\p. la forma en que se, pueda llsar o abusar' uleologlcalllellte corrientcs sobre l..\ suceslOn'.
' .. ' . de ' etar)as ., en SASil é"
aSlclotles ",,'Implícitas más
de csquemas . h:lsat1os cn las l':ltllplws fases. de I 1ll0UenllZauon
1' l" antes esbo- sc' 1Il(J¡ccJ anteriorme n t e, l.,IS tentativas
' para el m1 Ilca latma, Tal como
.
údas. ('stas se basan en a percepclOn (e cam 1I0S l rasUCOS ocu- SIVOSr.xjllicilos son mu 'l" " a )orar esquemas compren-
1, nidos en la región y tienden a poner de relieve el papel de los factores de ellos alJn inédito, y rc( tlcldas: de hecho, sólo conocemos dos, uno
externos
. I o . .ilHernacionales.
I l' que ffrecuentemente
1 110
"\" reciben la. 1debida A pesar de. g u'.1
e e f'111 pnnclpal
" de I 1 '
COI1SI(craClOIl en os estl\( lOS e ectua( os por Clenll ICOS sona es ex- _ .• ,_ proccso políti' I " os (OS es el ele :maliZ'lr .1
,,'.
tl.lllJClOS, c~t:. r",n.nf>.);)tCt..C>'>'¡=-'o'¡, [1': :r:'~"I$;j.tH:.II-'"'''' 1': ',' >.... ,p~a~¡¡mbos tom:ln (O, puc(cn consHlcrarse am p lios en el sentIdo " c
• T.
• _
._,
.' l/l.,. ' 'l.':.... '1' .1 ""'r-r, r" 11"'<'
" -, en con<I'(lera
" . clon .. ,
en CIerta ¡'d de flQue
l~n esta busque(la ,.' de'es(plem:ls de etapas en' Amenca
" laUlla plle( en SOCIales yecon(JIll'
. ICOS, El < ,"
pnmero ele . II mell
<
f a al menos ". los camuio s :I
hallar~c (,ltras contn!>uclOnes valIOsas aunque IIldlrcctas, Por ejemplo. arios por Kalman H S'I e os ue presentado hace algunos
el c1r;'tstico cambio introducido en la cstruct.lI1'a social latinoamericana al mente, se basaba en 'u I ~ert ,Y, el al1tor de est~ libro, Fundamental- 1
, 1" l' ". l' l' ' n aná1Jsls del I)roceso el ' ,
surO'lI'
t> ~.
1 crecer os sectores me( lOS PO( na "0 ver a Interpretarse en I "1 la 'sllresi,"¡
.• exp anslOn'. (eI la parti' ' 'ó e movlhzaci6n. . polftl'ca., ,
térIuinos de una succsiún de ctapas: la prirnrra caracterizada por la considerc'l como un as . ' '. ,ClP~CI n política, Este proceso se
. 1 'l' 'f 1 I 'l'" 1" '" ' '1' <.pecto de movl}¡Z:lClÓn e' ;" '
heO'cmolll
o l e e Ites , semI CU( a es y e ¡.tes .o Igarqulc:lS" scmlcaplta . , IS. c!Jamente relacl'on
,. a dI'o con a tran '. . mtegraclOn soci:lles' , ('<tre
..., .
las, a
, estrechamente VIl1Cul:luas
. (on la econonlla pnmana ,.de exportanon;
'. ",' esl'e Ir;lbaJ'o se CO'llserV,lI ., on Ias etapa SIClon,
" total
l"" subyacente, ,,' Ahora en
'1 una sq!;unda etapa, , mas' :lvanzada, en la que la parllupaclOn de los.' I frc<JCloncs), ¡Jera I os" componentes e o s ' ,Po" Itlcas (con dIversas modl'. I' ,
nlle\'oS estr:llos llIedloS , Introduce un poderoso elemento ele modernl-
. ' I dos
' ele acuerdo co . n e Ir'cn oque teonco ~ nomlCOS
a t Y SOCIales
'1 2 I fueron aO'rega-b ~71z;,c,
, ,
.' .
zaciún y purde convertIrse ' .
en un factor para el desarrollo '...
econOllllCO I
, '
Ilva fue )Jresent'](la ,por . JI e l'10 JalYu:. 'J"n 21 E
es sugenr o, D La' olra, tenta-' Pt=¡:"'''o.z.
_l., ••.
• ",o,:
"

y pollt)co. • fulUI'O, El surgl1ll1ento de


,,' las clases mc(h;IS se (OnSI(1cla etapas IJrinci¡"l!es' ' , 1a co l'onla l' la b fe1I1.)e,l' 1ste autorI cltstmlrlle
,1 b tres '
('lImo un?) de los :lSjlrctl)s dI' 1I11a sene dc (a1111110sque tuvIeron lugar, ' ' , 7711ca Otlza y la l,ra,nsicional, En
li) I In ej('rnplo de est~ C1'ono]ogl;¡ se encontrnr;'1 en Johr ,1ohmon, Po/itica!
desde 1:1 segunda mitad del siglo XIX, en la expansi"JI1 (le la economía (;h"71gc ;" ,-"1;,, A11/u;rn (Stanrord. St~nronl I1niversity I'ress. 1%8). '].ntroducción,
~" (;, Cerman;, "Iknwctnlie Representalive et elasses Populaires en AlJlérique
17 11,u,,\"lf'ntr los econ()ll\i,I~' ,le \;¡ CEPA!. ,\islin¡.:uen entre las Ilos elap~' brinc", en Socin/ogi-: clu Tralla;!, JII (I96J): !lG.] 13; G. Germnni y K, Silvert. "Po.
dl' dl',~rr(ll",: "ltacia "fuera" \' "It"ci" ;,,\enlr,,", El concepto lle la creciente aull)' litics, SofÍal Slructure "ud Milirary Inlervention in Latiu America".' en, Archives
lH""ia de los p"ises \alinl'''llll';irano, _fU \;¡ el~pa lle ,Iesarrollo. "hacia "den\To"-- ¡';71rnf,,:c7lCJ 'de Socio/agio, 11 (I!lG]): 62-81: en "El proceso de ,transición hacia una
l" la ha'l' de 1", teoria' dc Il\udw' (ÍentifilO' ,ociale' ];¡tiuo"meric"nos, asl como de delTl(luada de n"'sas en la Argentina" en PoUlica, XVI (1%1):; 10-27. se puede ha-
/,'" 1" "'(1"" 1¡j.~i1Il'I.\ tic b, il\clll(1~i~> (Ic 1.\ "illlnicrcb n~cion~l". llar Hna "p!icación a In Argentina, Gran parte ele estos 'trabajos ,han sido incorpo-
. l' \'i':111'C ~l~nno, ,le los ani,nlo, inclnillns en \;¡ anlologia (ompib(b por James r.,dos "n Polílica y .<oc/edad, o/J. cit, ' , I i
1','11:1' \' \I"nrile'l.rillin, 1 II/i" .-1"Icr;r", He/mili ,l!' I1c.,,,11I1;0,,1 (Greenich. Conn. 2) n "'''In(m" dc etnpas esl;\ incluido en los apuntes de un curso 'de confe.
1 :1"""11' 1',lili¡l':llion<, I')(ill): ';nnhii-n Fernaudo I\. Canlo,n, F.1lI/,rc.,a,io lmlu,'rial rencia, dicla(10 en la IJni\'er!idad de I1Jrvnrd (1!l6.5) que s~ hizo circular mimco.
, 11. \,'11",1/.';/11('11/0 E/lluomico 110 Hnl.'\il (San ¡';lhln, Difusora ElIropcia do lj\'fo, g-rafíndo,

I'."il),

Ji , , ,--._j
")
'}¡,,"rl/,"~~ (3~1-y¿J--,..
GINO GERMANI

U :;:JFf'H>;:->.FN c...i.~ -
SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACiÓN
35
t, )

este esquema ha'1lamos una excelente presentación del concepto de


-.que creemos de suma illlportancia_ de utillzal
autonomía creciente. En realidad, su principal variahk (aunque de modelos matcmá-
ticos que permitirían el uso de un Icnguaje nds ~~
ningún modo la única) ,parece ser eigrado de dejJe11dC:/leia y el grado adecu;ldo - p Ir;1 el
empIco de una enormc cantidad dc \'ariables.~'1
c~r.respondiente de autonomía nacional auténtica. En la primera etapa,
'~)
que no finaliza/ con la caída del régimen colonial españolo portugués,
sino C011 los comienzos de la expansión de la economía primaria dc
5. Ensayo de un esquema de etalms de 1/1Ot!c:núwcicill
\)
exportación como resultado de la rcvolución inuustrial (o sca, a mc- )
en América latina
,
diados dd siglo XIX), el Rrado dc dcpen<lcneia
m;ís alto. En la etara "semicolonial"
cn fOl"1l1;\difereute, micntras
dad origi'na una "capacidad
la dependcncia
que la transforllLlci('lI\
inicial para el crccimicnto
se halb en su punto
contiuúa, aunque
illtCl'lla de la socic-
autoinducido".
La tabla qne ~c prcsclHa cn estc ('apíllllo
"t(;o)1;, de las clapas". Sil fin cs 11I;ís modcsto:
110 prclt'lldc ofrc(cr una
sc trala de ulla Icnla-
t, l
)
,iva para proporcionar un panorama dc la trallSición SUlllamente s mpli-
Esta capacidad se ve más afianzada aún con el derrumuc dc la cconomía
ficado, que puede scr útil para ilustrar algunas dc Lis caraClcrstica!>
de ex'po'rtación primaria posterior a 1930, durante la tcrccra ctapa "lran- ~~
principalcs del proccso. Por cierto, la LibIa no pucde consid :Tarsc
1

t;
sicional", que también se caracteriza por el surgimiento de nuevos grupos
sino como un rcsumen de scntido cOlln'ln, altamcllte condensado, dc
y clases y por la ap,arición dc nuevas tensioncs. la historia social latinoamericana. No es necesario dccir Cjuc, ¡J,:bido
Por último, puede hallarse una importante contribución al concepto a esta condensación y ;¡ su nivel de gener;t1idad, no represcnl;1 lliJ.gUl10

•.
de etapas comunes en las dis~usiones entre los historiadores sobre las de los procesos histtíricos espccíficos que tuvieron (y liencn), lugar )
posibilidades de una historia comparada
respecto a esto es muy pertincnte
del hemisferio
mencionar
occidcntaL
aquí quc en su examcn
Con en los países latino;lI11cric;ínos.
samelHe al destacar
Las cxcepcioncs
estas "desviacioncs"
sedn regla, pcro">rcci-
quizá se pucda empIcar r:omo
r-)
de "The History oE American Progress",22 Charles C. Griffin, al in- instrumento de comparación y COI)IO un medio para destacar lanto
)
formar
americana
sobre las' discusiones

que parezca",
(tanto latina
hubo un "acuerdo
~~crca del pcríodo
como no latina) afirmó
considerable
nacional dc historia
que, "por extraño
sohre el importante
los LISgOS cspccíficos conlO los COJlluncs (si los hubicre)
de modernizacitlJl
su contcnido cmpírico
de los países latinoamcricanos.
en los tres procesos principales
CJI el pr:->ceso
AdcJlJ;Ís, al clasificar'
de i:l transición
l.). I

)
problema de la división en períodos". ,En consccucncia, sugirió un total (y al cspecificar "en horrador" alguuos dc sus corrcspondi::ntcs
)
marco comÍln que distinguicra
L ',él rompimiento
rrollo de nuevas naciones
cuatro períodos:
con el viejo mundo (1770-1820). n. F.l dna-
(de la década de 1790 a la década de 18Gll).
subprocesos)
sincn'lflicos
de subprucems
puede contribuir
COIIIO asincn'JIlicos:
espedJicos,
a poncr dc relieve tanlo, sus aspectos
casos de (/{'d/TI/(-itín
o diferencias
o t1"SI/('(.ItT(,('/(jn
en sus secuencias, o cases en
t) )
IlI. El ajllste lal capitalismo indwtrial y financiero (de la década de los que las diferencias eJl ritmos y secuencias produjcron fllsiores o
1860 hasta la Primera

(1911 hasta el presente).~3


Guerra J'vIundial).

.0
lV. La Teacción de América
a1lte ~l impactp de las tensiones del siglo xx en la civilizacitÍn occidental
contemporaneidad
,indica CIj el esqucma
;t1g-nnos casos empíricos).
de etapas, en lug-ar dc una snccsi{m, lal COJll() se
(y COIIIO ocurri(') rcahJlcntc,
Por último, el esqucma
por lo J:lCJlOS en
pucdc contribl ir a
')'i
. )

t.~
En esta :breve reseJia omitimos toda referencia a la aplicación de proporcionar, al mcnos, una rcspucsta provisioJlal al problcma del CIlI-
etapas a las naciones individuales, así como a fonnubciones m;ís abs- plco im/)licito de a 19ún ti po de sllcesi"lIl. Talo como se O/¡scr\'r'l ;lliles,
tractas y generales' como, por ejemplo, el conociuo modelo folk-urbmlO hasla la mcra menci¡'m de "m;ls" o "menos" avanz;ldo, 1;11I rrcrllcnt~ el!
desarrollado,

I
por Retlfield.

,
T~mpoco - nos hemos referido al intento

22 F~e un proyeclo iniciado por Arlhur }'. Whilaker en 1917, palrocinado por
illStililciones regionales e inlernacionales Y ampliamente discutido, en reuniones cien-
2-1 Una rcvisión Jc las teorías del cambio

irllnlnetaciolles
sncia! en .-\lJIérÍLa Ialiua se e"con-
frará en luan ],'. Marsal, Cambio social ell la A m ¿rica latirla, Critica de alpl1las
tlomi/lalJtes e/l las cien tÍa" .\tIcialr." (Bucnos Aircs, Solar-llaclicllc,
19(j7). Una primera vcrsión del modelo mencionado ha sido presentada por Torma!o
t~
. )
tlficas. Véase A. 1', 'Vhilaker, "Inlroduction lO lhe projccl for a lIislory of Amerka", J>i TelJa, Oscar Cornblil y Ezcqlliel (;;1110; "J'olitics in Nctv Nalions _ A mo(I~1 of
en Lewis Hauke (comp,), Do tJlt: Al1Iel-icas 1Ialle: a Ca"'''I07I [/i51'''-'y1 (Nueva YorK,
Knopf, 1964). E~(a compilación inclnye muchas conlribuciones sobre el problema.
social chall¡:c for ',a(ill j\lllcrica" (I>ocun,cn(o dc Trabajo N') :!I, Ccnlro (le Socio o¡:¡ía
COlllparada, ITUT); Osear Cornillil; "Confliclo, Cooperación y Cambio: inleq1re-
-(~
23 Qlarles C. Griffin, "]'roblems of the Nalional l'eriod", en L. HanKc, lación [ormal d" Un modelo de ca,nilio social para América latina", (J)oclllllent) dc
Trabajo NQ 10, (;;1.5" ITIlT); T. ni TcJla: "The Political Proecss iu Lalín ¡,me- ~.
op. cit. -

t;
tica", manuscrito (parle de un libro por publicar).
, ,

I
~)
6."" --
36
GINO GERMANI
l LA .
C;in/{..I/UD .,
SOCIOLOGíA
1"'" S<-c¿v7t.-
DE LA MODERNIZACIÓN
vi '-F~rz
,...... -., C;~\';:
- <=,~
37

1
totlas las discusiones sobre el tema de la modernización, significa la [ similares
••••.•• en....,todos eIJos. El carácter común y la relativa simultaneidad
adopción implícita del concepto de que algunos cambios suelen prece- ..
I
~ •..•.••
""_
••.
c,:No~,..,,,.
de este impaoto externo ~s, precisamente, lo que contribuye de manera
der a otros, o que determinado país está ubicado en otro punto de la .poderosa a conferirle a cada etapa amplias características similares o .
sucesión temporal (impllcita), es decir, una. suposición de sucesión. En equivalentes. ?'fo es necesario decir que las similitudes no excluyen
este sentidO, la tentativa puede ser considerada un paso para hacer grandes, diferencias. También es cierto que determinadas I,configura-
t'xplkitas dichas suposiciones al sugerir una dC£inici("n más específica ciones estructurales que emergen en una etapa dada en cada nación
son el producto de factores tanto exógenos como endógenos. Por último,
de la sucesión. es muy importante observar que el desencadenamiento de proce,sos simi-
No trataré de describir aqul cada una de las etapas indicadas en
la tabla. Por una parte, ello sería imposible dentro de la limitad;l lares en países ubicados en diferentes etapas tuvo por efecto ,habitual
extension del ca pilulo y los propósitos del libro; además, el contenido acen/wir SIlS discontinuidades internas, es decir, la asincronicidad entre
de la tabla es conocido y se explica de por si, a la luz de la li teratma áreas, instituciones, pautas de actitudes y comportamiento. E~to ocurrió
actual sobre la región. Por lo tanto, la parte final del capitulo estará dado que el impacto externo puede acelerar' algunos procesos compo-
nentes, al tiempo que no afecta, o reduce, anula o invierte la velocidad
dedicada a ilustrar brevemente el tipo de análisis que podría inten- de otros.
tarse sobre la base del marco sugerido. Nos limitaremos, pues, a consi-
El significado histórico del impacto externo e~ bastante obvio.
der:lr :llgunos aspectos de la interrelación entre factores endógenos Y
pero con frecuencia se ignóró su papel en la acentuación de la homo-
eX("gcllos, y el slITgimicllto Y cristalil.aeión de ciertos "efectos estabili-
geneidad en/re naciones y a su vez las discontinuidades dentro' de las
.zadorcs", principalmente en la tercera Y cuarta etapas.
mismas. El mismo olvido ocurrió con el papel ejercido en este doble
efecto por la interacción entre factores exógenos y endógenos. Quizá
l'
I¡¡leda indicarse que tal efecto aumentó con el transcurso, del tiempo
5. Interacción de los factores endógenos y exógenos en el surgimiento
0, por lo menos, que tendió a hacerse más visible en la, tercera, y aun
)' la .cristalización de las configuraciones est1'uctllrales que tiJ,i/icail
n¡;Ís. en 1a cuarta etapa. Tarnbién podría sugerirse que con el aumento
los vados estadios de la interdependencia internacional" en todas las esferas _y especial-
fM'"",,~o"J) 1>€ ~~ :¡::hcA.oO fLo€~ r.)<oC;e.¡Jo\ u' ¿ A Pl:(7..,"'Q' z,c.c.2>N- 11'
mente con el crecimiento de la estructura mundial de la estratificación
Se observará que los principales estadios del esquema están
del poder- los factoi-es exógenos pueden haberse vuelto .más. pode-
fechados mediante acontecimientos externos. Ahora bien, el atribuir
rosos. Esto puede haber ocurrido aun cuando crecieran las fuerzas inter-
caracterlsticas amplias similares a todos los paises, aproximadamente
nas de muchas naciones a causa del deSarrollo económico, la creciente
cn un mismo momento cronológico, plantea serias dudas (aun cuando,
modernIzación social y el aumentado nivel de "cOl~cienc.ia nacio.'nal"
ta~ co~o se sugiere en parte en la tabla, se deje un margen para
(o quiz.;\ disminuido grado de alienación), rasgos que según 'algunos'
grandes variaciones en las características más específicas). En realidad,
caracterizan a la et.apa de "crecimiento hacia adentro". Por otra parte;
dado, el conocido hecho de los diferentes ritmos de moderniz:leión que
a medida que rasab:l el tiempo y tendía a aumentar la distancia entre ,1 :
caracterizan a, las diversas unidades nacionales, cualquier fecha deter-
Jos países de la región, el efecto generalizado del iq¡pact.o externo ,r I

min<\da los (ttberia hallar en diferentes posiciones o etapas. Aun en


puede haber acentuado las discontinuidades internas, especialmente
el caso de que el esquema de sucesión tuviera la precisión de una. ley
en todos aqueJlos casos en los que dicho impacto produjo la aceleración
natural, la falta de sincronización entre naciones (para no hahlar. de
de ciertos procesos componentes, mientra,s que al mismo' tiempo frenó
la asihcronicidad den/ro de las naciones), deherla implicar la impo- o desaceleró otros. F6c;,:"'(I-t.-J J.b "EFfc'1", jlr)DI'(l.fl./IZ4Dorz ...IIE¡-1 A. L_
sibi1iI\;1(1de inici:lr la misma etapa alrededor de una fecha aproxima-
El efecto conjunto de los factores exógenos y endógen9s en la
damente igual. o dentro de un pla7.0 relativamente breve. La homo-
tercera etapa es conocido: "expansi6n económica" sobre la base' de la
10~la no implica la simultaneidad. La respuesta a este aparente
economía de exportación primaria, y consiguiente e'stímulo qe efectos:
:11¡~\lIdo pone de relieve l:l importancia dinámica de los factores exó-
"limitados" de modernización, en los órdenes social', y políticb. El
gCTlO.l. sohrc los qúe se hasa la periodización. Estos factores generan en alcalice de! "efecto modernizador" se dio en función de tre; variables'
(ad:\ l':lÍs _sin lrner en cucnla el grado de modernización alcanzado principales: 1) el tipo de economía tIe exportacit'JIl primaria; 2) el
por (:Jcla lino en cse momcnto- pna serie de procesos esenLÍalnwnte
t -.......J
i
1,
l'
38
GINO' GERMANI

.grado, d~ éxito. que ésta logró al fomentar la "expansión econó-


t
~
SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN

mente "encapsuladas" y segregadas del resto de la economía y la socie-


:\9

~ica'" (lal como se definió antes), Y 3»)a existencia de élites moder-


nizadoras intcrnas y su nivel de eficaGia. Es el tipo de economía dc y dad, hasta actividades más din;\mic;ls, que ejercier;lll un illlpa.:to sohre
una cOllSi<Jerable proporción de la 'l)oblación y que afcctaran urla gama
más amplia de grupos e instituciones sociales.
~
exportación primaria que determinó, en gran medida, la varieebd y 1
a1c¡¡nce de las rcpercusi(?nes sobre el resto de la estructura social. E~ la cuarta etapa el principal. impacto externo lo constituyó
Nuevamentc, empero, estas repercusiones estaban limitadas o expan- 1 la Gr;m Depresión, que forzó la indusli'j;¡jiz;¡cilÍn en .loda la :\IIICl'IC;[
Ji ~
'dicJas, retanlad;ls o aceleradas por la acción y la orient¡¡ción de las t
¡
l;~tina. Esta tendencia se vio llJ{[Sreforzada ;n'ln por Scgnnd; Guerra
tvfuudial, y de b iutelTebcicíu con los faclon:s internos s,lrgieron e,
¿llles, importantes fuerzas sociales y nuevas aet¡tmles en favor del "ti ,'sarrollo
~,'!_expansiún económica basada en un tipo de producción prima- , ")
ria, que exigía la movilización de una reducida parte de la población hacia adentro" por medio de una industrialización deliberad; y, m;ís
o cuyas l'eperC\lsio~es sobre el resto de la economía eran limitadas, tarde, wn planificación nacional. La industrialización de los ¡¡íios 10
no ej'ercieron sobre la estructura social un impacto de gran alcance. comenzó, en realidad, en la mayoría de los casos, no ya <:,)mo nn
~
Este fue el caso de ciertas economías mineras o de plantaciones, u proceso planificado o deliberado, sino como un proccso lonudo,' im-
puesto por las nuevas condicioues creadas a partir de b Gran J) :presion '')
otra5 ac'tividades económicas,' que representaban realmcnte "cnclaves"
dependientes del extranjero Y relativamente aisladas de la economía y seguidas luego por la irrupción de la Segunda Guerra l\luncli;d.
nacional. Aquí era probable que surgieran una sociedad y una econo- El crecimiento industrial y el ritmo considerable de desarrollo econlí-
mía "duales" típicas, caracterizadas por un profundo clivaje entre los mico que caracterizaron, a la mayor parte de los países lalinoalll::ricalV)s ~
sectores "arcaicos"l y los "modernizados". La modernizacil>n social en la década del 'lO y primera mitad dd !JO pal'ecieron tcrminar ell III
podía afcctar algunos aspectos del comportamiento e institucioncs en estancamiento o, por lo menos, disminuyeron notablcmcllte en ,os aiío,
algunas ;íreas restringidas y algunos grupos más bien sociales _usual- que siguieron. AlIl1 cuando la industrialización en algunos de, los ~
mente los estratos más altos y medios de los centros urbanos o, con países más adelantados fue m,ís allá de la etapa de sustitución ue
mayor frecue~cia, de las ciudades "primates". No obstante, algunas bienes de consumo de importación,~r. aparecieron otros obst;ícv Jos q t:e
orientaciones de valor básicas permanecían invariables aun en estos atrasaron tanto el desarrollo industrial como el desarrollo y la moder-'
~


sectores, coexistiendo con otros síntomas manifiestos de modernización.
En aquellos países, en los' que la economía de exportación primaria
exigía, o cuadto mcnos inducía indirectamente, la partic:ipación de
grandcs sectores de poblar,ión a niveles ocupacionales tanto' ha jo como
nización de otros sectores de la economía. Estos o!>st;'tculos, que en
parte reflejaron las nuevas condiciones creadas por el crecim ¡Cilla ¡n-
dustrial anterior, han sido relaej'onados por lllllChos observadores con
rasgos cristalizados durante la tercera elapa y <pIe signiel'OlI pcrsl,ticlldo
e;
I intennediq, tuVO lugar una expansión del mercado interno y/o ¡¡lgún en la cuarta, unidos a la incapacidad de las sociedades latilloalllCI ican;.s
otro <,;fecto de "dispersión", así (Joma otros procesos de modernización de introducir los cambios estructura1cs necesarios. Un;t vez 111ís, esto
puede interpretarse como determinado directa o indircctamente por U1 ~
social, a un ritmo acelerado y con anterioridad al nivel "correspon- ;,1,)

t;
complejo de factores internos y externos.~ll
dicnte" o "equivalente" en, el orden económico.
DOI\de las élites no lograron o no desearon dar un paso m:ís alLí Otro proceso importante, típico de la C11<lrtactapa, file la urh,.
de SllS intereses inmediatos; el efecto mouernizador fue restrin¡!;irlo. nización, que ocurrió de manera extensa y r;ípida y file el rCiullad,)
En 'cambio dcurrió lo opuesto allí donde las élites, imbuidas de ideolo- de otra combinacic'll1 de [¡¡cIares intcrnos y cxternos: por Iln lado, 11
gías modernizadoras, estaban dispuestas a elevar el proceso por 10 menos
2:; Se puede ouservar una secuencia de tres fases eu el proceso de industri;¡-
hasta el m';íximo posible permitido dentro de los límites de ptros lilación: desde \In gran predominio de lIlannfacturas, conceutra<1as en a;illleu!o,¡,
factores conlextl1ales (rktermin;índose estos límites, p,or una parte: -por behidas, tabaco, \lna !llenor proporción <1e texti1cs y \In sector IIl\lY pe'lleÍÍo <le ~

\ ,1,
la '!!pcl'spcniva de clase" de las élites por la otra, por el marco histó.
otras industrias, hasw las llI¡is av,llIza<1as (<1eutro de la regióJl) con nua n:;lrcad ¡
expausióu <1e las in<1ustrias lIlel:oI "', giras. 'Iní",icas y 01 ras. Vl"a,'<: Nacio'"" 1Jni<1a:,
1)
, " rico ~cllcdl en el que tuvicron lugar sus acciones). Como resultado CEPAL, TI,,: /'roce"s 01 h"twlri"l /h7Jcl0/I/IICIII ill 1.lIlill A"":ri,',, (1'\'1<:1 a Yor~,
19(j(j),

I de ello podí~n esperarse diferentes tipos y distintos alcanccs de los

'l 1\
;\jI
, ",'<J'
, I
efectos modernizadores, siendo quizá posible formular una tipología
a base de tipos intermedios que abarcaran desdc actividades rcbtiva-
I1
1%3),
2G Para \In análisis de los factores económicos iuternos y exlernos véase ¡<acione ¡
Unidas, T.oW(ll'{/s a d"Jl(llTlic devdopmelll jJOlic), 101' l.ali" AJllerica (Nuel.l York,
~~

t;~ ~
~ ..-..)
jII
40 GINO GERMANI
\1 SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZ~CIÓN 41

explosión dcmográfica, consecuencia de los efectos modernizadores de la


tercer:!. etara (introducción de tecnologla sanitaria y una leve mejorla
c;n};¡ cllndit.iún de vicIa dc las masas), por elotro, la crisis de la econo-
mía de exportación primaria, la persistencia de la muy desigual distri-
1~ ': ~
\
de las fuerzas annadas; b) las limitaciones (de orden psic~cultura] en
parte, per? so~re todo originadas en factores estructurales internos )'
externos) de las "burguesías nacionales", para ejercer una acción cohe-
rente y eficaz en favor del desarrolló económico; c) la pJrsistencia del
intervencionismo militar .. Este fenómeno debe considerarse, como un
bucirJll de la tierra y (hasta cierto punto) la nueva demanda de mano
d(~ohr;] industrial. La llrbanización estuvo, evidcntcmente, relacionada
COIl las graneles migraciones illternas. Ahora bicn, estos movimientos
¡ rasgo intrínseco de la "cultura política" latinoamericana
muy reforzado por factores exóge!ios. Su surgimiento debe explicarse
que se vio'

JI eJl términos históricos, pero su supervivencia se produce por medio de


de población deben cOllsiderarse como un aspecto de otro proceso
\ mecanismos similares a los que mantie,nen en vigencia toel.a pauta cul-
eru;:Í;ll: el de movilización SOO:1.l.27 Como se indicó en la tabla, la
movilización social se había iniciado en la tercera etapa (como uno de
:1II tural: la pauta de la intervención militar ha llegado a transformarse
en América latina en una "contra-norma" con vigencia creciente. Esto
los <lSpc("tosde los "efectos mo(iernizantes"), pero alcanzó una escala I significa que, si por un lado la "nonna ideal" y las actitud~s y los
masiva durante la cuarta etapa. Y fueron sus causas, en parte, los valores "manifiestos" insisten en condenar la participación de las
cambios objetivos ambientales mcncionados anteriormcnte
demogrMica, crisis de economla primaria, comienzos de industrializa-
(explosión

ción). Pero otros factores causales poderosos de este proceso se ejercie-


I¡ fuerzas armadas en la dirección política del país, también existe una
"contra-norma" empíricamente vigente (en las actitudes y expectaciones
de políticos y ciudadallos, militares y civiles por igual) ,en' virtud de
ron CII el nivel psicosocial, con cambios en las actitudes y expectativas.
Tales cambios se. produjeron por una serie de factores internos y
¡ la cual la interve'nción militar forma parte de las "reglas del juego"
efectivamente aplicadas en la vida política. Durante largos períodos
1,
!'xtC'rllOS: cambios en el clima ideológico (tanto en el nivel interna- '1
la "contra-norma" de la intervención pudo pennanecer latente, COlll0
ciOl1al COllWen el nacional) , y amplias innovaciones en los medios dc
ocurrió en la Argentina, el Brasil y otros países. Pero llegó a reacti-
lOl1l11llicaciúl1de masas durante el período. A medida que nuevos secto- varse en tiempos de tensiones y conflictos, es decir, precisamente
res ek la pobl;¡ricín esttlvieron listos para la participación polltica, apa-
durante las crisis de participación y, durante el cuarto estadio, piar el ;!
reció un tipo distinto ele "crisis de participaóón", caracterizado por la ,",
refuerzo de factores externos; d) entre los factores exógenos operantes
'aditlld y el comportall\i~nto ~\Illbivalente y fr;¡grnentario de las
en todos los aspectos, desde 1930, los más importantes fueron' sin duda
clases llledi:ls. ' las tensiones creadas por la guerra ,'fría y el poder hegemónico de los
,\ menudo ciertos sectores de estas clases, que en la tercera etapa Estados Unidos. Aunque la acción ejercida por ese país e~tá muy
lIa1¡í;111encabezado movimientos liberal-populares, con la participación lejos de representar un factor monolítko operante' de manera coherente
lit: ~cglllCI1LOS del proletariado urbano en formación, se opusieron, im- en una sola dirección, es difícil poner en duela que sectord poderosos
pJil ila o explíeiL;lInente, a la extensión de la participación polltica ele la sociedad norteamericana tendieron a reforzar las rigideces man-
de ,Ills nuC'\'OSs,'clores ele \;ts c];¡ses populares recién emer~idas como tenidas por factores internos, en oposi'ción con las fuerzas favorable.5 a
" ' I \TSldl;nlll ele los procews masi\'os (le movilización ocurridos después la introducción de reformas realmente significativa~. ! I
"
de . ErJ(l, Es decir, };¡s clases medias, o parte de ellas, dejaron de ser Procesos de esta naturaleza se hallan en el origen de la 'inestabili-
t
ra•.,illTS ele llll\¡io pal a la modcrni7,ación y se convirtieron en factores dad política que caracterizó el cuarto estadio, así' col1(0 'las aparentes
de l:sta\¡iJizaci('lI\ (véase la sección siguiente). También intervinieron recaídas en el círculo vicioso constitliido por una sucesión de intentos
lltlllS raclolTS. excígenos y endógenos, que complicaron singnlarmente abortados de gobiernos constitucionales con régimen representativo, e
la ,il!laricin, ;I~reganelo nuc\'as rigideces y lIcvando en muchos casoS intervenciones militares, igualmente abortadas en sus propósitos refor-
al eslancamiento o a la regresión en el desarrollo económico y la madores, renovadores o "modernizadores". S~ habla ele "recaída" pues
moc\nni/.aci"lIl política. Entre tales factores debemos mencionar: a) sIlJ)crfir.ialmente se trata de procesos análogos a los golpes militare5
los n:sid110S supervivientes, pC'ro todavía acti\'os, de las antiguas estrnc- como formas "quasi institucionalizadas" de sucesióh poHtic;a (tipo Ha"
tmas de poder, tales corno la élile terrateniente, y ciertos segmentos en la tabla). Esa "recaída" en el. intervencionismo, mijitar fue muy
e1C']a l:-;!csia (la "1~1csia preconciliar" como fue llamada),.y grupOS cvidentc.en países que por muchas décadas habían permanecido políti-
camente estables bajo regímenes de democracia de participacir1ll limi.
'.'j \":'a." f;lpilllln 11.

.... _~~
11

42 GINO GERl\IANI
SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACiÓN -13 t~
tada o ampliada. A menudo la crisis de partiCIpación -que eu la
cuart;f fase siempre implicó sectores de las clases populares y ell alglluos
camiento. Aquí la influencia externa se ejerció en forma de "modelo
ideológico", tal COl1l0el "nasserismo" y olros ejemplos ele accii.n moder-
.J
i)aíses representaba el tr;ínsito a la participación total de la pol)la- j:)
lIizadora en los países del Tercer 1\'IllIldo.
ción- uesembocó en nuevas formas políticas, en regímenes "naciona.
En términos generales, puede decirse que la interacción de los
les ])opu!ares" (yen un país. -Cuba-,- en un ré~imell socialista).
factores externos e internos, en la cuarta etapa -actualnente en
I En estas nuevas formas -y mientras se mantuvieron en el poder- curs~ por un lado produjo efectos modernizan tes, por el otro oti.
la participación política y social se extendió de alglÍn mouo a los muIó ciertos factores de resistencia o estahilización. ~stos efcclos con-
estrati)s populares, aun'lue con mccallisuloS distilllOS 'lue cu los dd tradictorios se manifestaron en <:1plano político eIl~ténllino:, de i/les-
llIodelo convencional de "democracia n:¡)lcscntali\';¡". Por SIl P;IlIC, la tabilidad y agudiúción de las tensiones y conflictos. ~
jntcn'Cncióu de las fuerzas armadas -aunque lejos de ejercerse ron I ')
una orientación cohereute- pareció nds biell inclinada a operar comu
instrumento de '(desmovilización" de los sectores populares recién mo-
L)
"il 7. Los "efectos estabilizado1'es" de la 711otle17úwción como jlosilolcs ~.)
), vilizados.~s La reiteración de las intervenciones militares no dejc'l factores de retraso de cambios futuros
de reforzar la "contra-norma" correspondiente e incluso contribuyó
~
~!
~!
: a reducir la validez de ,la ¡;arma ideal referente a la "prescindeucia"
profesionalismo estricto de los militares. ]\.Lís aún, emergieron nuevas
ideologías tendientes a atribnir un papel positivo a la actuaci('lIl política
y Cualesquiera (Iue sean los alcances y la naturaleza de lo; "efedos
modernizadores" y sus consecuencias en la creación de un scclor rch:ti.
vamente avanzado en, la sociedad, uno de los rasgos COlllUlles de la
t~
")
,directa de las fuerzas armaua's y a los regímenes militares. Estas idco- configur.Jción estructural emergente característica de la tercna etapa
'¡:1 logías hubiesen sido inconcebibles durante la tercera etapa, dominada fue que contenía también ciertos "efectos estabilizadores". En Ol.ras
~
il1; por el liIJera!'ismo como norma ideal. Como es natural .. dada la inco-
herencia de las orientacioues militares y los conflictos que caracleriza.
palabras, aun cuando fueran conspicuos y difundidos, los "c[xtos mo-
del'nizadores" TIO lograron inc()r/JOrar los mccrmismos ajJToIJia.:/(}sy S1l-
)~)

l.
ban a la yuarta etapa, esas expresiones ideológicas, justificativas de las
interyellciones militares" fueron' a menudo contradictorias. Quid dos
fueron los núcleos ideológicos m;ís importantes de las "nuevas" {armas
ficientes para el "cambio autosostcnido" ell el orden .cconómico, soóal
y político (es decir, de un tipo de cambio capaz de realizars(: sin pro- ts

de intervencionismo militar. Por un lado, la ideología de la "frontera
fundas quiebras del sistema social, aUllque trausfonn;índolo). Un buen
1.)
1; ideológica", según la cual el papel de las fuerzas armadas ya no consis-
!Iría en la defensa de las fronteras g-eogr;í[icas, sino en la defensa de las
ejemplo de este fracaso es la tendencia a perdurar dentro dd marco
de la economía de exportaci()n primaria, aun en un mU1ncllto en el
que era tanto más racional como factiLle emprender un eI~liber4.(lo
¡)
fronteras ideológicas, es decir de cierto statu quo. Aquí fue ~\'idente intento de reorientarlo en términos de industrializaciún y d ¡versif: ca- :I?
jl1

l'
el impacto de la guerra fría y la influenci;l de sectores de poder -mi-
litares y ci"i!es- de los Estados Unidos, operantes en combinación
con factores' sociales internos de los países de la regi,)n, igualmcnte
ción del sector primario, en un nivel tecnológico más ele, ado. La
factibilidad de dicha reorientación se dio ,en forma pronunci;.,LI en la
tercera etapa y en los países m;ís grandes, y en aquellos en IÓi "Iue los
J? '1 )
itltl':rcsad~)s en evitar rdormas sustanciales que pudieran perjudicarlos. " )
efectos modernizadores fueron más fuertes. Aun así, con esta ,i t uaciún
Por old 'pa'rt.e, algunos sectorh, civiles y luilitarcs, percihieron el papcl nds favorable el illlpulso de industrializar se demor<Í hasta la déQtla
de las fuerzas, annadas COIIIO factores escuciahncl1te "llIodernizautes", ~)
del treinta, y lo g'c1lcró 1111impacto cxlt:n/(}: la protecciún eSllont;Ínea
es decir, capaces de cumplir un papel positivo en la eliminación de creacla por el derrumbe del. mercado internacional. Ni siquiera el '.,)
los ohst;ículos al "desarrollo econ()lllico" y el1 la superaciún del c~tan. impacto de la Primera Guerra Mundial logró introducir lIIl cam lío
I
-~
permanente en las actiLudes.~9 En términos del marco analítico. suge-
" I
~s '(111 all:í'lisis <11'los !iri golpes mililares exilO"os O<lllTil!osiclI ~O países Ialill()'
.j
;1111,.,.iea 1I0S CII el periodo J!l:::i-l!Jlj,j mllCSlra tllI inen'lIlclIl" CII la proporriólI de J)
g()lp~'s llil'i~~i:lvs cplltra g-olJicrllos Iconstitucionales )' para prc\'l~llir o ~llll¡)ar resultados ~9 El conceplo de la "gran demOla" de la illduslrialilacioíu se illtroHJujo para
explicar el eslalleamielllo económico ar~entjno en la Cllalta elapa. No obstante.
(,Il'norales de pa':lieipacit\n ampliada. Véase l\lanill Needh:r, "Poljtical lle\'e1o¡>mcllt
en AlIlcrir,'," jJ()/iJical Sdcllce Nn¡ic:1.I', podría extenderse asimismo a otros imponantes países latinoamcricanos. V~ase Gt:ido ¡ )
I¡'.[. alld ,~rJljtary
IX (1\lI¡n):
Int¿TvClllion
(jIG.(j21i.
in L~(il1 Amcrica".
di Tella y Manuel Zymehnan, Las elajJas del tkmrl'OlIo econó1Ilico urge, lino (T:uc- ~
I nos Aires, EUDEBA, 1967). Aunque en algunos países los "efectos llIo<.!el,ti/.:u]orcs':.

!I
l " .

_ ....•
~, )
.: I

GINO 'GERMANI
SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN 45
H

rido en una sección anterior, en un momento determinado, durante la tica y social) de los grupos emer!{entes y recientemente incorporados
tercera etapa se llegó a "un punto de decisión" en el cual habla dos (de nivel socioeconómico medio y bajo', en las áreas urbanas). A veces
elecciones posibles: girar hacia una política de industrialización deJi- permitieron su I .alianza virtual con los ,sectores más interesados en
, be rada con una reorientación en términos de productividad y diver- mantener el stalu quo. En otros casos tendieron a transformar aquello
sific;¡óón apropiada del sector primario, o simplemente continuar la que pudo ser IIna fuerza unificada para el cambio político, social y
"iej:l sC'Il(!;tdd "crecimiento hacia afuera", aun cuando este n'ccimiento, económiro, en una acó{¡n polftica incoherente, fiagmentaria y .con-
hahía dejado de ser viable. tradirtoria.
La explicaciúlI de ('ste y otros fracasos similares puede hallarse (~n Rebasa las posibilidades de esle capítulo y del libro trat;¡r de
un complejo de [acto)'(~s endógenos y exógenos interrelacionados que rr.alizar un an{¡)isis completo de este fentÍmeno. Nos limitaremos a
podl fa .Ienominarse el "síndrome de expansi<'m hacia alllera". Quisie- mencionar aquí tres de los efectos est"bilizadores principales. En
ra mencionar, entre mudws otros, dos de sus aspectos: en primer lug;lr, primer lllgar, nos rcleriremos al surgimiento y crecimiento de las
a pesar de que implicaba importantes componenles dinámicos,_ éstos- clases medias urhan:ls. Como se verá en otro lugar/lO puede observarse
no bastaron para prodllcil' cambios en ciertos rasgos altamente estra- que estos grupos se han expandido en América latina más allá del
, ' tégicos de la estructura social y eliminar obst;ículos emi<')genos y exó- lamai'io esperado sobre la b;¡se del nivel de desarrollo económicp y de
~enos. En segllndo lugar, aIguuas de ];¡s cstruclUr;¡s modernas parci;¡1cs otros aspectos de modeTIIÍ7.aóón social (esta comparación se hace to-
introducidas en la tercera etapa tendieron a funcionar más como esta- mando como criterio la experiencia occidental) . Aunque el surgimiento
bilizaclores (lue corno factores dinámicos. Algunas de las paradojas de los estr;¡tos medios fue habitualmente considerado como un [act9r
latinoamericanas derivan de este hecho, puesto que, prerisamente alll favorable para la modernización, en la ;lctualidad se reconoce que, tina
donde l()~ "efectos nlCHlcrni7adoJ'es" parecían más fuertes y difundidos, ve7; que estos sectores alcanzan cierto grado de participación social y
el alraso y el estanr;unienlo lendieron a trab;¡r el pro~reso hacia po]{ti,a, disminuyen considerablemente en su propensión reformista
CU'P;IS ulteriores tras haber alcanzado un grado Ile modernización a Illf'dirla que V:ln siendo más absorbidos por el sistema. Señalamos
•1fluí que, en el caso europeo, esos grupos originaron, en el ,período
ha~UllIte avanzado, a ml'nudo a un ritmo acelerado, A pesar de que,
en t¡'~rminos de estancamiento, las consecuencias sólo se tornaron visi- mrnprC'nclido entre dos guerras, lo q"e constituyó la más impresionante
1.1
bles en la cU;lrta etapa, las caus;¡s slIhyacenles se hallan en las confi- "quiehra" dd proceso de modernización ocurrida hasta ahora, Evidcn-
1,
guraciones esl ruclur;¡]es SlIIgiclas en la- tercera ela pa, en el "slmlrome IC111('lIte,no puede negarse que el sbrgimiento y crecimiento de estos
de la expansión haria afuera", Por (lira parte, en la cuarta etapa se ('~tr;jtm es uno de los ;¡spectos cruciales de la modernización 'social. Pe-
agregaron nllevos "eferlos estabilizadores". Una de sus car:lcterísticas ro los episodios fascistas dernostr;¡ron (lue en ciertas condiciones esos
com unes file el hecho de que estos efectos son en venIad parte de las c~'r;¡I(lS podía,n operar como oust{lculos poderosos para \1I1:lfutma m01
1I
ronsecllenciasintegrantes Ile la llIoderni7a(Í('m social. Son "estabiliza- '¡"lni7acilm e incluso ser causa de involu(Í()n. Es cierto, sin embargo,
dores" en lanto llevan a la incorporarir'»1 de nuevos grupos en el sector que rn general en Latinoamérica ];¡s clases medias no han engendi'ado
moderno, ,en términos de pautas CIt1tura!r.s, tipos de consumo (aun 1I1O\'imif'ntos de masas de tipa fascista, aunque hubo varios intentos' de
cll;lTldo sea a un nivel bajo), rel;¡cioncs soriales, aspir;¡ciones y espe- l11;]ni¡mlar!:ls en esa rlirecciún. Mas su ambivalencia e ineficiencia po-
raUZ;js. p;lIJicip:ICióll política y otros aspertos del comport:lmiento. 1l1i(a~ WlI, sin dmIa, un llamado de atenci6n acerca ele su posición', es-
Es dificil analizar n'm\O estos "efectos (o mejor aún, "llIecanis- lrmtllr;jl ambigua, por lo menos en deter~inados períodos durÚlt~ la
n10s") estabilizadores" drsrlllpciiaroll Ul1 paprl 1'01110obq;Í(ulos para tnmiric'lll, ftl I

Ialllodcrniz;lCilÍn fulura. Silllplificando, podría decirsc que tendieron ,~'~


;1 disminuir ti potencial de innovación (en (;¡s esfer;js económica, poll- ~o W'a~c caplt1l10 v. /'!i::,\.tl • bf'
," 11
~I Sohrc la reardón contra el "milo dc la clasc media" \" /ijc1 trabajo pre- ~
p~rado por la CE!' AL, Naci01lcs Unidas, El rie,¡arrollo social ncrica latirla en ~
------ 111 f'o,ll!"rrl'll (Tlllcnos Airc~, Solar-Har.hettc, 19G3), y el excel te an;ll~Vf¡r<¡lo~M) V.
111I,,¡'i(a1l (icrlo' 1:1;111\,de i1lcl\lst,.i;c1i/~('iúlI pr('vio a lli30, t'sle rcrm~ncciú
del'''io dr.' lo '1"" /a"hi("" ,ido p"sihle, \',,1 ('jcllIplo rI de'~rrollo
mllY por
de la infraestrllc-
1', 1;laeiarcna en Porier y c1a.les sociales en el d,rsarrol/o de , ;ric\1~\lIAtI\ le- ;g
"0' "\il('<, I'~illós, 19G7), eap, V, Una e\'alllació1I tcmprana ( a ame~~l tA\;
c::
"II,,'del Irall'I"I\I(', '111(' ell "tras parles aportó \111gr:ll1 i,,«'nrivo p~ra la expansión
fr;;'
i".I"s" ial, fra. as'" ('1\ A,,""rica )al i"a, \'1',;",: CL\' A l., '1"'" l'ro((',\,1 uf IIlo/u"l.riol
t~ (ial il11lH'rantc t'n el wrgimicnto de la< clases mr.dias para la ~dernilRHb\i poH-

"~~~
lira dr 1 alillPalllí'rira apalr.ce en (;, Germani, "La clase mc! liG':n la Argentina ~:-
11(';""/111"11/ in ,1.IIltll Amllita {:'\II('\':1 \'Jlk, l\aciol\l'r; {lllit!.lo;;, 1!1Gr.) , p:'lgc;. (j''l. ~ <".1> • C")
~ ..r:,/} ,\ "', /,
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16 Gl:"O G¡':Ri\lANI

, La migTaci(ín masiva, inlerna provcc el segulldo cjcmplo importante


SOCIOLOGíA [)E LA MO[)ERNIZACIÚN
47
f
. 1
);

de 'mcc:anislllo estauiJiz;,dor, Otra vez encontramos a(juí un proceso integración, de la misma manera (lUC ocurrió para los cstrato i mcd íos
que no es cxclllsivo dc la América larina. Sabemo,~ llIuy bien (jue <:11 durante la tercera ctapa. Por olra parte, IlIUdlOS observadores (oincidcn ~~
11
Eriropa la migración masiva al exterior operó como una "v;ílvula de al sugerir otros mecanismos eSlabiliz¡¡dorcs similares. Por cjemplo, el ,,\
scguridad" durante el siglo XIX. Esta función "latelllc" de la migra.
citÍn como "su~lituto de revoluLilÍn" 110 fue en realidad tan "larenle",
pasaje a la ciudad generalmente trae aparejada una mejora en las con.
ti
,~
diciones de vida, por lo menos para perso:ns quc vivían en zonas muy
'ya ljue no fallaron dirigcntcs POlílicos curopcos que Usar;1I1 delibcra- deprimidas del país. Y esto puede lambién v('rificar~e en el caso de
damente de ese medio con el fin de dismilluir la prcsi(')1I de );¡ ebst- desempleo o pohrcza cn la ciudad. En otros casos b4illargilt;o!¡dad ur.
I¡aja. Este illlp0rla!1tc dccto "scnIJlllario" de la IlIigra( iÚIl 1'111';11-11111;;11;1 baua opera COItIOIlJI ncutralizador" de la luoviliza( i('1I1polírica. ('spcci ti.
(incluso dc cu;lIquicr migración illlerlla) 110 cs lI\li;IIIIIClllc n:collo(ido mente él través de la transfereucia de pautas ruraks a la cilldad, que
:¡:
en Lui noamérica. Muchos" princi p:tllllcnte los conservadores, perci Ilcn tienden a malltencr relativamcnte pasIvos a los sectorcs rccicn inmi-
,!
la "explosi¡'1I1 urbana" 1'011\0IIna alllCIl;lZa al sll/Iu (jIlO, o ((J1l1OUII in- grados.

1':: . I

,11
rl
cremenlo del potencial para la revolución social. Pero, en rcalidad,la
m ígraci(ín dcsde regioncs m;ís alrasadas ticllde a operar en !(':nlliIlOS s~-
Finalmente, otro poder'oso mecanislllo estabilizador lo pro)lOrcio:la
la movilidad social. Aun cuando el migrante urbano tiene mC¡IOSpü;i-
~.~

1")
.',11
, ,11

I
!c<tivos, proporcionando
;Iuivos y potcncialmente
una salida l:irecisamentc a los illdividuos ll1;ís,
"peligrosos" (desde una perspectiva cOllserva-
dOl,\t): d~lltro de la poulaci(ín rural.!l~ Podría argüirse que este poten.
biJidades de movilidad que las personas nacidas en la ciudad, c ¡;o!e¡uicl'
oportunidad que alcance será siempre muy superior a ,la situación que'
tenía en el lugar de origen. 33 Evidentemcllte, queda aún por cstable-
t)
I )
cial revoll1cionario es transferido a los principales centros nrballOs, o' cer durante cu;ínto tiempo estos mecani'smos seguidn siendo cfectiH's.
sea al propio'asienro del 'I)oder polílico de la nación. En el nllevo mc- Es posible que con el tiempo desaparezcan. Pcro hasta el mon)(~IIto h; n
'l)
dio podrían tornarsc mllcho m;ís peligrosos para la estauilidad dd sis- producido una absorción del potcncial revolucionario en los scctor~s
tema s~ciaL Sin cmbai'go, el proceso real es bastante difercnte, ya II bajos de la población recientemente movilizados.
~)
lle .¡

ti
en la socidlad urbana se' ponen en movimiellto nnevos "Illccallismos. La raZÓn por la cual estos mccanismos estabilizadores puc(:en COIl-
esta !Ji IiZ;'dores".
vertirse en obstáculos para cambios ulteriores es C]ue, erl el Ilivel (:e
' Es ve~dad que los nuevos sectorcs urbanos, recientemenle incorpo-, modernización alcam'ado por Latinoamér-ica, no es probable C]ue cier-
radas; }mede'n' ~legar a estar disponibles para la participación poiíri( a tas refOlmas significativas sean aceptadas por los gl'llpos llegeJn("nicos
I i (como ocurrió en diversas oportunidades) y originar lluevas fnerzas.
polítidis ;i menudo anlcllaz;ldoras para el sla/u £jitO social y POlílico.
Pero la cxperiencia del período posterior a la Segunda Guerra 1'vfun.,
de la sociedad nacional (y del extranjero), sin <¡uc se cjcrza UII;( presi("1l
poderosa y decidida por parte de a<¡ucllos <¡uc mellOs sc uellcfi~:ial1 COII
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1 , el s/a/u qua y más tendrían que ganar con las reformas llIiSIll;s, Pero
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dial ipdica que estos seclores urhanos se satisfacen Lícilmcllte con re. si estos grupos, potencialmente interesados en tales reformas, resulta '1
formas parciales qne il~lplican mcjoras modestas en su est;índar de, absorbidos y canalizados hacia mejoras sccloriales míllimas~ la l'0siiJil:-
vida "y cn cuanto ~tI nivel de panicipaci()n en los asunlos I)olílicos o dad de transformaciones más significativas se vc muy reducida, I)()r h , )
en los sindi'c;itos. Aunque estas mejoras parecen ,lJ1lenazadoras para tJ
los conservadores menos ;,gudos, operan de hecho como factores de
menos temporariamente. Los efectos cOl1tr<ldictorios de la 1lI0t1erniziJ-
ción parcial pueden percibirse ahora con mayor claridad. Por u II lade., " )
1 tales efectos son con)iderac!os positivos, ya <¡ue constituyen un pmgresn )
('(In: especial referencia :l SIlS seclores IIrballOS" en Th. Crcvenna (comp.). Jlfalt:- real y una mejora de la calidad de vida de algunos sectores de la po. )
,'iaks' IJara el esludio de las claus medias ell AlIlériCll lalilla (\Vashinglon, lJnioll blación, Sin embargo, si se produce ese grado de modernización saciar
,i Pananll'l'ica/':l,' ]!I!JO. \'01. 1. Alguuas de las iudic;ll:ioues sobre las ca lisas qlle 'ÜII!'i.
antes de introducir otros cambios importantes y necesarios, las nejora; )
dierou el eSlablecimieulO en la Argenlina de IIn régillleu fascisla c1;ísico basado en
Ja clase 'nledia "parece en Genuani. "Fascisrn aud Class" eu Slru!ic,f i,1 r:"IIlI'(ll'ali,'e
llllcnla¡i,mn/ Delle/o/JflleIl1, IV (1968) (uua versiÓII en esp:1I101 será pllblicada en
hrcv~ por la Reoisla lIlexiClllI(l de mciología).
83 Entre aIras referencias véanse los articulos de revisiÓn por V"illialll Man.
Il'in, ''1-atin AllIerir:Jn Squallcr SClllellleuls", eu 1.ali" AmericlIlI /Iesearch llt,vie"..
b)
3~ Por desgracia no Se posee evidencia empírica susceprible de :Ipoyar eSla 11 (1967): 65-98; Richard Morse, "Urbanizarion in J..alin America", en, la mism¡,
Stlgeslión, ya 'lue la mayoría de los esllldios sobre migran tes iUlemos no consideró revisra, 1 (1966): 85-7~; acerca de los efeclOs pol/licos, véanse los u'abajos puhlicado!!
d prohlellla de selección en el hJg'ar de origen.
en la edición especial de Sociologíe du Travai/, sobre "Ollvriers el Syndir.ats en.
Amériqlle Latine", por vario;¡ aUIOJ-es (1961, nI' 4). y la edición especial de Ilroislo
/alinoarnerica'la de sociolog,'a, sobre la clase trabajadora <:1\ América 1:Jtina (67, 3)
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GINO GERMANI l'
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mismas acaban por operar indirectamente como obstáculos hacia un


mayor progreso. Una determinada secuencia dentro de los procesos
componentes está retardando toda la transición ..
, Parecerla que un análisis detallado de la configuración estructural
que surgió dÍJrante la presente et.1pa de "movilización social de masas"
debería ayUdar para la identificación de los obstáculos al desarrollo, h .,

viejos y nuevos, y para esclarecer el significado de los "puntos de dcci- ETAPAS EN LA MODERNIZACION ECONOl\~ICA,
SiÓ~I" )' las elecciones posibles con las que se ven enfrentadas las presen- SOCIAL y POLITICADE AMERICA LATINA 1

~,,~esgeneraciones en América latina.

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FACTORES PRINCIPALES ,1
EXTERNOS, ETAPAS ECONOMIA SOCIEDAD POLITICA
1
Descubrimiento 1 Economía regional ais'lada Estructura tradicional
Conquista.
1 Gobierno colonial
Sociedad tradi. -Predominio de la economía -Estratificación: Sistema dual
Colonización cional de subsistencia (con cierta diferenciación in.
--Sector de exportación: pe- terna: el estrato local tradi.
queño pero importante al cional intermedio)
moldear el futuro curso del --Si!tema de la "hacienda"
desarrollo dependiente (como unidad económica y
social y como centro de au.
toridad) ,
-Demografía: Alta tasa de
mortalidad y natalidad; cte.
cimiento natuldl inexistente
o muy bajo; concentración
urbana muy l'educida

Revoluciones II Transición hacia la expansión SubsistCtlcia del orden tradi. Tentativas y fractlJos para es.
fldncesa y ame- Comienzos del económica dependiente ci07WI (pero desencadenamien. tablecer un estado nccional
ricana derrumbe de la -Persistencia de la economía to de factorts desintegradorcs) moderno (2, 3, 4)
sociedad tradi. de subsistencia y del aisla. -Estratificación: faira o redu.
cional miento regional, con algunos cido cambio en el sistema 2 Guerras de independencia y re.
comienzos de un mercado in. "dual", pero sustitu_ción de
terno limitado voluciones
los espalioles por criollos; -2n?ependencia fOTm~1 y ten.
-Libre comercio y. en algu"' surgimiento de una ¿lile ur"
nos casos, primera ola de t=ras para organizar un
bana muy pequclia. pero estado nacional moderno go.
crecimiento de la exportación dinámicamente importante,
primaria bernado por la ~lite urbana
Cierta movilidad de "inter.
cambio" provocada por las
re\ OlUClOne, ) guerras oe 11'1'
beración y civiles -

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POLITICA
SOCIEDAD \
PRI~CIP_~U;S \ ECO:SOMIA
FACTORES
ET.U'A:>
....
EXTERl';oS
\
Persist~cia de la hacienda 3 A narquía y caudillismo
--Elius urbanas educadas ("ci.
Comien:o.' .1 c I como una institución eco-
vilización") vs. caudillos y es-
derrumbe ele la nómica, social y política fun-
tratos bajos ignorantes ("bar-
sociedad tradi- damental
-Sociedades locales (y regio- . barie")
cional (cont.) -Democracia "inorgánica" con.
nales o provinciales): aisla-
trapuesta a la "aristocracia
miento reforzado por el de-
rrumbe de la administraóón iluminada"
_Tendencias centrifugas- Cau-
colonial dillos .locales "periféricos" y
_Persisteilciá del modo de
vida tradicional para más del regionalismo
9Q por ciento de la población
_Algunas tentativas iniciales 4 Autocracias unificadoras
_Unificaóón naciente bajo
de modernización (en cen-
el gobierno de un caudillo
~t,.•.• tros urbanos, por las "¿lius
independentistas") "central"
~
...... -Demografía: Pocos cambios
3-4 _Rasgos generales de las sub-
desde la Etapa 1; crecimien-
to natural: muy lento; con- etapas 3 y 4
centración urbana: muy lenta a) Independencia formal pe.
ro sin identificación nacional,
excepto la ¿lite
b) "Oligarquía" (intereses la-
tifundistas y sectores asocia-
dos): manteniendo y aumen-
tando el poder económico y
social: 1) en la mayoría de
los casos por medio de los
ca.udillos; 2) en algunos ca-
sos mediante el gobierno po-
lItico directo (véase Etapa V)

.El',~.~w:t;3jll;¡¡t.i~¡;.I.I._lql_l
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P ACTO RI':S
EXTER." OS
I PRJ:SCIPALES
ETAPAS
I - SCONOMIA SOCIEDAD POLITI-CA

Comien:os del -Comienzos de los partido,


derrumbe de la políticos "tradicionales" (par-
sociedad tradi- tidos de "familias" y "nota-
cional - (cont.) bles''); conservadores vs. li-
berales; federales' vs. unita-
rios, etc. (todos ellos partidos
"oligárquicos" con diferen-
ciaciÓn re3tringida O no
ideológica)

-Ninguna movilización pollti-


ca y participación de masas,
salvo la participación "ha.
r-.
V"<
dicional" bajo el sistema
de caudillos populares o de
"'"
'-' "clientela'" .

Impacto de la III Econom{a primaria de expor- "Efectos modernizadores" limi- Organización n.aciontÍl y crisis
Revolución in- Sociedad dual tación y expansión dependien- tados y "expansión económica"
dustrial de la participación de las cla-
y "expansión te "hacia afuera" -Primera ola de moderniza- ses medias (4, 5. 6)
_Innovacion e s hacia afuera" -Diferentes grados de moder- ción social limitada (con al- 1) Rasgos generales:
tecnológicas nización de la producción cances y frecuencia que de- -Organización estatal racional-
en transpor- primaria (plantacione9, agri- penden, en cada país, del burocrática. Centralización y
tes, comuni~ cultura, ganadería, minas) tipo de "expansión econó- control creciente del territo-
cadones, pro- -Evolución de la "hacienda" mica") rio nacional -
ducción tradicional paternalista ha- "Dualidad" resultante
-Profesionalización del ej~rcito.
-Industrializa- cia formas modernas de em- _Ci~dades "primates" (focos
presa 2) Rasgos variables: .
ción avanza- de "modernización limitada") -Características' del régimen
da de países -Extensión gradual def mer. -Cambios urbanos:
•.. "centrales" político y nivel y carácter de
cado interno Aparición- de estratos' medios la participación: tres posibi-

'-
FACTORES
EXTERNOS
I PRIJ'CIPA LES
_ ETAPAS
-¡- E e ON o M 1 A--:- I -- _ SOCIEDAD POLITICA

-Emil(ración I Snriedad dual -"Expansión económica" _ modernos;' disminución de. lida<!.es segun el alcance de
europca en \' "('xi'ansión (aumento del-PB:'\) estratos lrapicionales "inter' la modernización social (ca-
masa hacia afuera" _(En algunos países: primera medios" - sos variables de lenta tran-
-Inversiones (con[.;)-
ola de industrialización, es- Primera ola en la formación sición de 4 a ;; y 6, o saltos
de capital eu- trechamente vinculada 'con (en algunos países) de un repentinos que sobrepasan"
ropeo
la producción primaria) proletariado urbano modero las etapas intermedias; in-
-Economías duales: no cluso tránsito directo a la
Fuertes clivajes. internos: 1) -Comienzos de la moviliza. subetapa 7 cad) _
Ideologías:
Liberalismo po- urbano-rural; 2) centro y .ción. social y participación 4 Continuación del patrón de
lítico y econó- periferia "moderna" (grandes variacio- autocracia unificadora (inte-
mico -Capital extranjero, Inmigra- nes entre los países de un rrumpida por crisis de suce-
ción extranjera (pocos paí- ritmo muy lento a uno muy sión, tentatÍ\'as de democrati-
ses) . rápido; de una proporción zación - recaídas en autocracia)
Modelo: Alíanza entre intereses terra- de población muy reducida
"Occidental" tenientes e intereses extran- a una muy elevada) -Participación política "mo-
jeros derna" inexi~tente o eficaz.
Demografl'a: mente impedida
-Influencia británica
Influencia -En la mayoría de los países: -Intervención mili tar como
-Inversiones en capital social persistencia de la alta ferti- mecanismo quasi-institucio.
extranjera:
(feiTocarriles, comunicacio- lidad tradicional v comienzos nalizado de sucesión política
Europa occiden-
nes y servicios urbanos de de la caída de 'la tasa de (tipo 'a')
tal (mayormen-
las ciudades primates; edu- mortalidad, Leve aumento
te británica)" -
cación y salubridad en los en la tasa de crecimie"nto
••••••• _.......... 'o, ••_ ••••• _ •••••••••••• _ ••• _ ••••••••••••• _ •••••••••••••••••• _. ._

países mas a "anzados)


-En algunos países: :lvance
-"Gran tlemora" en la indus- 5 Democracia "representativa con
más rápido de la transición
trialización (en los países participación limitada (poder
demográfica; ma~-or caída de
más a"anzados) político monopolizado por la
la mortalidad seguida por la oligarquía):
caída de la fertilidad
-Participación "moderna" li-
-En algunos paises: inmigra-
mitada en el área "central";
ción extranjera en mas~
comienzos de los partidos de
-Aumento en la concentra- masas (populistas, 'con fuer.

FACTORES PRINCIPALES
ETAPAS
I ECONOMIA
EXTERNOS SOCIEDAD POLITICA
1
Sociedad d u al ción urbana }' alta urbani- tes componentes de clase me-
)' "expansió11 zación (en países de inmigra- dia) -
hacia afuera" ción extranjera)
(con!.) -Estabilidad o (en algunos
Dualidad: casos) posible continuación
del tipo de intervención mi-
-Coexistencia de patrones litar previo fa'),. cambiando
"modernos" y "tradicionales" a intervención en las crisis
(modificados) (en los niveles de participación de la clase
geográfico, social, cultural y media (tipo de intervención
psicológico) militar 'b')
-Coexistencia de gru pos y sec- -Crisis de participación de la
tores "modernos" }' "arcai- clase media (luchando por
cos" de la estructura social. una mayor participación)
Coexistencia de rasgos aro -Conciencia nacional "oligár-
caicos y modernos dentro quica"
de las mismas instituciones,
grupos o categorías de po-
blación. Coexistencia de ac- 6 "Democracia representativa C011
titudes y comportamiento flarticipación ampliada" (regí-
arcaico y moderno en los menes de clases medias, pero
mismos individuos coexistencia y a menudo alian-
-Fuertes diferencias y contras- za implícita con la oligarquía)
tes entre un "centr;''' y "pe- -A~mento de la participaci(m
riferia" dentro de cada país_ polmca "moderna" (exten-
Centro: altamente urbani- sión a la primera ola de pro-

I
zado -usualmente primacia letariado moderno urbano en
de la ciudad ~~pital_, 1110-- ~:e~s. "~e~.tr:les). surgimien-
Ut:LJ.U, Ut:':)i1IIUilaao. y pEn" J• d~r:~~/~'H uc 1..1U\..':) !:l;::'::'d.:) UJU'}

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feria: s\lbdesarrollada y ar-
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F.-I.CTORE5
EXTERNOS
\ l'UIT"t:lJ"ALf:B
y,'pd'AH
I ECONOHIA I
I
SOCIEDAD I POLITICA

,\f arginalidad: grandes secto- dos populistas con ideologías


S,l( ¡,,'ÚJ1I ,~¡,¡J res de la población en la pe- nacional-liberales. Pos - Pri-
v ",. ".I,'1 1t :u:in riferia y (parcialmente) en mera Guerra Mundial: co-
1uu'" fJ/ut:ra" áreas centrales en un estado mienzos de "nuevos" partidos
\«(>1,1 ) de marginalidad económica politicos populistas: énfasis
y polftica. Diferentes grados sobre la justicia social
y tipos de marginalidad _Estabilidad, salvo en las cri-
"Colo':lialismo interno" sis de participación de las
clases medias. (In tervención
militar de tipo 'b' en favor
de ambos lados)
_Conciencia nacional de "cla-
ses medias"

~<..-.
C'>
•......• Aumento en el ritmo 'Y al- 7 Transición a la participación
IV Industrialización 'Y desarrollo
Gran Depre- "hacia adentro": cance de la movilización social total y crisis de participación
,\lHllil;:.'I' ¡tÍ" 50.
sión (1930) _Urbanización en difusión y de las clases bajas
I ¡"I ,Ir. 7ft/U as _Derrumbe del mercado in-
Segunda Gue- ternacional de exportación aumento _Movilización política de los
rra Mundial primaria estratos urbanos inferiores
_Migraciones internas' de ma-
(1939) (migración rural-urbana; sur-
_Derrumbe de la economía sas (pre,1930, algunos pai~es;
.._•............................... ,._.~ gimiento del "nuevo prole-
primaria pos -1930, todos los países)
tariado", disponibilidad de
-Caída de las técnicas del in- _Aumento adicional de los es- sectores emergentes)
tercambio tratos medios (urbanos), im-
_:'Iuevos partidos populistas:
_Industrialización no-planifi- portancia de empleados y
"movimientos populares na-
cada (a veces no deseada) clase media dependiente. Sec-
cionales"
volviéndose (después de la tor empresarial industrial de
Segunda Guerra Mundial) la "Nueva Generación" _Sindicalización con interven-
ción o liderazgo del Estado

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I
,. A C'Ttl PRJSClP A LES
gxTER~OS ETAPAS ECONO!llIA SOCIEDAD POLITICA

Ideologías: .Hauílización so. en industtialización preme- --(En algunos países): nuevo -Extensión de derechos socia-
liberalismo cial de masas ditada_ proletariado urbano de "se- les --salario mínimo, garan-
i !narxismo (cont.) -Primera fase: sustitución de gunda generación" tías sociales, etc..,....a los tra-
nacionalismo -(En otros):. comienzos de un
I la importación y énfasis so- bajadores urbanos (sólo par-
fascismo bre los bienes de consumo. proletariado urbano moderno cialmente efectuada)
(En algunos paises comien- _Transición demográfica (en -Predominio de la "justicia
zos de la segunda fase: bie- algunos paises: caída persis- social", 'desarrollo nacional'
Modelos: tente de la tasa de mortali-
nes de capital) sobre las ideologías "nacio-
"occidental" dad y aumento de la tasa
"soviético" -Extensión adicional del mer- nales liberales"
de natalidad; en países más
"cruno" cado interno (predominio de -Caida de la 'oligarquía', pero
avanzados: cálda de la tasa
"castrista" un mercado nacional con mayor ambigüedad y absor-
"bolsillos" supervivientes de de natalidad). En la mayo-
ría de los países: explosión ción de las clases medias (es-
•......• economias de subsistencia). pecialmente burguesía más
:..' (Diferentes grados de exten- demogrdfica
_1 influencia elevada, pero también de los
sión según los países) -Fin de las inmigraciones ex-
'-' extranjera
tran jeras europeas
I ,
funcion£rios), en el statu
I Guerra fria
E.U.A.
-Estancamiento económico
(después del desarrollo de - -Algunas migraciones iTlteTna-
qua
i
-Caída (y/o) fracaso de. las
1- la industria de bienes de cionales (dentro de América tentativas de reforma' social
consumo y avanzado reem- latina) por los re gimen es de clase
plazo de importaciones) -"Colonialismo interno" (dis- media
¡ -Inflación. Nuevos embotella- minución en términos rela. - Tendencias reformistas (y
mientos económicos. tivos, 'aumento en cifras ab- falta de radicalización) entre
solutas) - los obreros urJ¡anos partici-
-Persistencia de los latifun-
dios y problemas relaciona- -Difusión de la movilización pantes, _
dos con el sistema de tenen- social (con grados y exten- -Carácter variable de la in.
cia de la tierra (algunos es- sión de "marginalidad" va- tervención militar (~ipo ~b')
fuerzos limitados en pro de riables persistiendo aún; ca-
-Creciente rol ideológico del
una reforma ,"agraria bajo --existencia de "sociedad de
ejército (:'la frontera ideoló-,
regímenes democraticos - r¡;. masas" y de "marginalidad")
gica ") sobre todo como "una
presentativos)
barrera contra la extensión
de la participación y refor-
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Capítulo l1
II ~. ~ e ~ 'E
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UVO'" ovo.~~ u u~u_ -~o~u
° ~:lo's:
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<S ~ t'J '~ '¡::"'::I'~ 0..8 u ~ •.•. s;::
t; eu • .~ •• . _ Q.¡ ~ .Io-t
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1: La movilización social y SI1S confliclos'
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reintegración en el jJr(Jr:eso de 1I7or/c1'1Iizaciáll wcial
J c..e;"-:-',:;
ti'"¡ ¡...

En el capítulo anterior se incluyó, entre los componentcs de J;¡


modcrn ización soci ;11,d,Jl!.:g~~S.9(!<;:.,IIIO.r:i 'i.ZIIcúJn. ESle 1)) occso c'2!.~IJ)J'gJ\;
J5 )-
.)
I !:! 1
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U
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, ,
~1.~ill.g1!~}9.s (!e los mecanismos n);Ís il1lPOrtilll~CS11H:dialllClos, CII;I;.CS.:.s~
produce la transici()n: desintcgración' de la 'estn.IClura prc~xis~cn.te.
ci~IiC~n~ (!!si)QlJilJi!idad,. nlOv¡lización pn;¡;iamellte (.ii~:h;!,.1:einl~gl~a-
")
..-)
r.ni
, ,, ción. Se trata de cambios en la natur;lraleza y extcnsión de la )l;'\'liri.
.,.,
, I ,
, p7;;:¡Ó~1, noción esta que se define cOI1lZ.sJJ.2!:iU.!.I.!'y ..!li:'.1,;.0lfS 1 que un I~
individuo deSeJ11j';eñaen virtud del co'njllnto ele statlls en los 'lue s:~ha- ,)
lla ubicado dcntro de la sociedad. Sc incluyc explícitamcnte entrc l.;des .}?
..:
.2 in:l'JM
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oe::";
(; 8. ~
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8 g•..8'~-° -'8•..
(1)

.g.=.g ~
So~ ~ e
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roles no solamente los (lue con'esponden a posiciones estl'llctural,~s en
las varias instituciones y grnpos, sino talll!)ién los qlle definen el ;\cceso ,t) "
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M o.. '" - 'c'~
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° o ] del individuo al consulllO de bienes materiales e inmateriales y el cjer-

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l~iR.Sradicales en cl conjllnto de status (y dc roles corrcspondicntes) ;lsig-
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no tenían acceso a ellos, preferimos hablar, por comodidad de kngllaje,
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de P.4:rJ.icj,j~{;l_c.Ú;!I.",En este sentido P9.clría definirse la movjJ,izaCiIJ,1ls~- i
cial como nn cambio en el contenido y la extcllsiún de ti parlieipaei('m.,/
so'~I,1'{(icfinida de l1Ian~ra mllY ;¡mpli;,). En este all;'di~is .se tcr;dl;í en '
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60 GINO' GERMANI SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN 1 ,1' (jI


I 11

Ahora bien: antes de continuar es necesario advertir que el pro- que se analiza. Consideramos también como parte tIe lo ambiental las
~ ceso de movilizaci{;n pue(ie ser definido en un nivel más elevado de condiciones ¿readas por la acción, de otros sistemas sociales. ..
gene;'alidad, que abarca taJllO el r.aso de la transición "tradicional- " De acuerdo con lo anterior, se defin~rá como "desintegración" .t.oda..
moderno" como otros casos, en los que el proceso se da a partir de es- situ~c_ión"en)a .•.que.no se registre -en la medida mhlima sufiCiente-
~ . tructuras ya total o parcialmente
legraciún y sucesiva reintegración
modernizadas. Fenómenos de desin-
en estructuras distintas, con cam-
d ~stado de. ajuste en uno o y~rios de Jo,s aspectos indicadps, Es claro
q~(;""'~i -~;;;c~pt;de ¡¡sociedad integrada" es una npción limite que
bios en la torma y extensióu de la participación, ocurren en todos los nunca se da en la realidad. Toda sociedad empírica registrará cierto
~ tipos de sociedades -modern;ls o tradicionales.-, y en sus ;¡spectos grado de "desintegración" (o no integración). pero habrá períodos en
generales el proceso presenta elementos comunes. Sin emhargo, adopta- que ésta será particularmente intensa o abarcará áreas esenciales de la
d fonn~s especffir.as segün se trate de movilización a partir de estruc- actividad humana y otros períodos en que la falta de inregradón o la
turas de :tipo <Ircaico, o a partir de estructuras de tipo moderno. Para "desintegración", tales como aquí se las define, quedarán restringidas
• • 1

manlener esta distinción se introducen aquí los .términos de moviliza- dentro de límites menores. To/)O ('PHi>, =-- luí'''''-<' •... ;' , ~'.<. t •••

ción' primaria para el primer caso y movilización secundaria para el Por consiguiente,!?d..o_~mbio.~oc!al .-en tanto ~~ lo defina como (1:J.~"I'c
segundo. Nuestro interés se dirige prin'cipalmente al primer caso, aun- transformación de la estructura soclal- Implicará Cierto grado. de de-
que se dadn algunas indicaciones con respecto a la movilización secun- ~.i!.!.!fgr~!{m••.EIJq, _QClJrre_por el hecho de la asincronla en. el cambio
\ d~~~,( ~o~~~l~lo con el fin de arlarar la distinción. de las variasJ?artes d~J'J..estl1l,c:tl}ra, por el sonocido fenómeno del "re-
---
';.0.00:. .t~;isq"-:'pero' ~ntendido en términos. mucho ~ás amplios que en S~I
Partimos del concepto de.soci~d.d. "integrad:(. Con este término
formulación originaria. 2 Solamente SI todas las partes variaran al mis-
eJllenderemos una sociedad en ]a que se dan las siguientes cirr.unstan-
mo tiempo y en la misma "dirección" podría mar¡tenerse el ajuste o la
das:@ las iliIerentes partes de su estructura }lormaliva -es decir, sus
congruencia en el plano normativo y en el psicosocial; además, las
sistemas y subsistemas de normas, status)' roles.- sé hallan en condic.io-
otras circunstancias "reales", físicas y sociales dentro de las cuales fun-
nes .~k_r.cJaüvo ajuste reclpr!2co; hay un grado de "compatibilidad" en-
ciona la estructura en cuestión también deberían experimentar trans-
tre las diferenles partes que es. por lo menos, suficiente para as~gurar
formaciones congruentes. El",.(;.aso más frecuente, sin embargo. será .•el
el funcionamiento "normal" de la sociedad (puede haber conflictos,
pero o bien son previstos y resueltos dentro de la estructura rtíisma, o
<.1s..!a-.a,rincm?,l(a, y_.~9r:)0_ tanto. de la, pérdida de ajuste. en los tr~s
planos mencionados o en algunos de ellos. Habrá "desintegración", y
hien IlO son tan intcllSos (l111l0p:\ra' illll)edir lal funeionamienlo;~"b)' las
- / cs rn'uy importante anotar. a los fines del análisis de las tensiones, que
('xpe~Hri(l.IH's" )ns.l:O\cS )' las actitudes int~rnalizados por los individups ('sc proceso podrá ser percibido desde varias perspectivas, eptre Lis
1\~t..,'~',n~~'~}l!,ü'_ :\~.I\~".lh').l\;!})I\~Ü~'\ l:n:vi>tl' p,)r b emucttlí:l nC'l111atip (lIales podrá haber conflicto, tanto en lo referente al mero diagt)(')stico
i:.,,1'1~r)!-.~J~1I:LI0._,l'xi~\t:.l;t1llbién un f:tado de recíprO(;l compatibilidaa 'f . del proceso (el significado y la orientación, del cambio), cQmo,en mérito
',Ú).Il¡;~.H:n(i~\._.c\1trc. J.\~intcr,ll.l1ilacil)IH:~~. de 1l'5 indi\idllos): @ b~ c!r- a \:dorcs 'el tipo de cambio social m:ís deseable). r"v.
(1 -_~~'..
(um~.'}.c.i2,~re.1I):.Le¡1.
~.,~_.,- la.s~,q1J~ .d~.b,;n.d-:;ar;')~lar;e I:H a((il)nes de los En resumen, s~,presentarán dos puntos de vista opuestos: el d~ éJ
:~.S~ ....i.~~'";{J~~ ..t.~: .4, la ~~.>Li-:¿'~dc,)71~:¿~T2:::~2..(QrT~~pond~n su.
.¡~::!:_'::J~~"~~~íl b. r.,S1I\1cturadcsde la cual se opera el cambio. y(f)' el de la estructura
t; {~e!ll~tr:~n.~e .• a _b~.pre.'.:¡sione~" expectaciones y ddiniciones de la 1rllJ.ia ]a, epal se orienta el cambio., Cada una de estas perspectivas po-
~ít.u;~Sio~!.tal cual resultan del sistema normativo y de las internaliza- (Id ori~inar' actitudes de aceptación o de rechazo clel' proceso, Además.
,J dones relativas (C0I110es oovio. tales circunstancias no resultan única-
Il\('nle dc la intcracciún enlre los miembros ele la sociedael en cuestión,
(liando se mira el cambio desde el punto
lllta plleden aparecer otras divergencias:
de vista de la eslructura fu-
diagnóstir.os diferelltes en
sino también de hechos y procesos ambienlales físicos y de illterferen- (lIanto;¡ la orientación del proceso mismo (qué tipo de sociedad o de
cias de origen social originadas en otras sociedades). Para entenelernos ('Utllctura parcial va a resultar del cambio) y diferentes concep<:ioll(,s
designaremos el ;¡Spccto de la integración aludido en a) con el término ,
de integración normativa, el aspecto selialado en b) como integración 2 F.,\ rlreir. mhre la ba~ de una noción de r.~lructura social ql1e dUiere IUI-
IInci~hJlcJlle de la que se halla impllcita en la bien conocida distinción entre los
1).liros()cial y el aspcrto c) como integración ambicntal. Esta última 11J",~d'J1 elementos "maferiale~" e "'inmalt:'tia1cs". véase G. Germani: PoUticlI '1
calegoría tienc cadeter residual; adCIT\¡'ls.depende del sistema social ,,,,¡,,rnri. ntl, (il.. capitulo'

.._.. ~."..~===
.. ~""-~-==---_
•.
62 GINO GERl\IANI

SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN
63
acerca del modelo_ de, estructura hacia el cual debcl'ía tenderse. Son
precisamente estos puntos de vista divergentes los que se manifiestan en !"io, la sociedad llamada "industri;¡J" se caracteriza pur un a!tísimó grao
forma de ideologías políticas antagónica,. Jo de participación, en la mayoría de las esferas, por parte de una

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proporción creciente de la poblaci(ín, hasta alcanzarse en ,1_g'u1lOSseco

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- I 2~ Pucsta el1 d'ISPOlll'b'I'.7-!d 'l.". "
I luu , movl IZaCIU1l, mtcgraCloll
d.f>,/ plí- tI>. i'r> v-.' v-:2,.Á CA' O""
tores un nivel total de participación, En ,1I11bas sociedades, entonces,
la integración se caracterizar;í de diferenles maneras, las qll:: ser;h en
cada caso esperadas y consideradas legítimas por los grtlpns g uc las
: t'''III
L'1.OL1.e:/ "I~unO\l¡lizaciórt'es un proceso de camuio social que puede anali- componen. Adem;ís, en ambos casos las cin;unstanciés "reale:¡" amhiell.
',1 "~", z;¡ne en térmillos de una serie de "1I10JllenlOs" ljllf.:, desde el punto de tales ser;ín ,ult-cuadas y suficientes para asegllrar d grado :fe ya -tici.
n :~::::
¡,¡ .

visla empírico, pucdell darse silllult;\nca o sll({:sivalllente, Talts "mo, pacil.n normal i\-a y psico!(')gi(;IIIIt'1I11' adm it ido y requerido,
'~!'
)¡ ",,""'-
',:,"": melitos" son:, \./ 1) .:--
e) estado de il/tegracidn . (dentro de formas estructura- Es IlIuy importante distinguir este tipo de panicipaciólI, que po.
'~\' 11","" I , les específicas); I~, eLp::oceso de ruptura o desintegració.n (que afecta dríamos denolllina¡- "integrada", de otra forma IIIUYdistillla, la "par.
\ ;~!: :::::::::: alglln;'ls p:trles de dicha estl'llctura o altera de algún mo(!o significati\'o ticipación no integrada", La primera es la que se realiza el. condicio-
'1~r: ,,,,,1111:: el nivel de,ajus~e ell.tre ni\:ele~',seg¡'1I1 se indicó antes); 3) ~I desp~a::a. nes de integración normativa, psicol¡'.gica y amhiental, segúr: la termi-
-~ ",,11'11
t,1~:
lJ t.l I "1I"JliI
1
:\'-',.,m/e/I/o o- deSIII)/f'llClOlI de IlHIt\'lduos, gTUI)OSo senores SOCl:J!CS.//f\,la
'\.:..J _ nología ;uloptada. La segnnda, por lo contrario, se daría ell aqudlos
1'" "':: I~dúucsta a tal desplazanliento (]lH~ puede darse como 1'ctmi/lliento, o (asos en que no hay cOlrespolldellcia elltre grado, forma y extensifín
I :",1111
;~ 'como 1)~{cJta en disponibilidad'..--..o movilizació1l psicoldgica);@ mouili- de la participación psicológica ,y normativamellte requerid;¡ (y dec.
;~H zacidll objetiva; y finalmente,(0J re.ill/egracipll (que puede ocurrir por tivamellle posible) y la que se registra de hecho, Esta falta de corres.
1,tI i
I
absorcúJU o a~-illlill/ci¡jn, o Líen por camúio de la c,l/rlle/lITa p1'eexi".
/Pllc),
pOlulellcia pucde ocu; .•.ir en dos semidos opuestos: por "exn:s)", o bien
por "defecto" de participación, en relación con lo normati\(<l y. F;ico.
~I 1 Al h:;llarse "integrado" un grupo funcionar;í de manera "norm;¡l" l¡'¡gicamente csperado y lo efeclivamente posihle en virtud de las cir.
&f dentro de la sociedad:, su participación sed precisJmente aquella pi-e- CllI1stancias anilJÍentalCs existentes.
~~ vista' y' esperada por la estructura' 1l01111aliva,por las expectaciones ill- El concepto de movilización resultad de la ;¡plicación d,~ csta dis.
I
f Í' t~~naljzadas y por las circunstanci;}s ambientales; sus roles, expecta- tinción, jnntamente con las nociones desarrolladas en p:lrrafos an-
f~i tivas, a~titudes, su presencia y lugar en ];¡s diferentes esferas ud COrn- teriores. Vimos )'a que todo camhio social -en. b medida r:J1 que se
I'~ 'j j porta;lIiento ser:\n "I~gítil1los", y los demás grupos que componen la c;¡racteriza por retrasos° asincronías-- implica "desintegracilÍn" o "pér.,
¡' 11 sociedad en cuestión los perciuirán como tales, Esta normalid;¡c! de dida de intcgraci{l/l", la cual, aunqllc COII diferelltes sentidos. cs -)er-
! jI: ',ningún modo implica ausencia de conflictos; pero los conflictos se'-:\n ceptihle talllo dc_sde el punlO de "iSla de la eSI'"UClura :Inlc--ior ("(11110
" ' ",¡"", ¡ , 'únicament~ aquéllos 'también previstos y esperados por la estructura ell rc/acilJn COII la estructura fUlura (deseada o real). En CU;¡IIlo_a par.
i¡: ::::::11I I normativa y psicosocial. Sabemos muy hien que diferentes tipos de es. ticipaci<ín, el proceso implica (lue los gru-pos afeclados po~ d cambio
tructura social pueuen caracterizarse por diferentes grados y formas de dejan el nivel, grado, forma de participación integrada, para pasar a
p:lI'licipacilll1 'de los distintos grupos en las mlrltiples esferas Je la otros tipos de parlicipacifín IlO previstos cn la estruclllra normativa y l.l \

' acti~idad humana, En particular, en el tipo llamado "tradicional" hay psicosocial de la sociedad antcrior al ~"all1hio (y de los grupos que' han
11 una gran m:J)'oría de la población cu)'a particip:Jción se halla conside, quedado "relrasados" cu este respecro), () biell (ya la vez seg:in los ca-
, rahlemen'te limitada: ;1) en cuanto al ámbito geográfico, pues se cir. sos) 110viables desde el Plll1l0 de visla de las posibilidades I"f :des ofre- ~~

t~
cunscriLe dentro del ámbito de pequeñas comunidades; h) en cu;¡nto' cidas por las circullstallcias ;¡mhientales, De acuerdo COIllos ,:OllCCP0.'i
a las esferas de actividad (por ejemplo, relativo aislamiento en lo eco- aquí lIlilizados, cste c;¡mbio ell la panicipaci(ín puede ¡mp icar ulla
nómico, no participación en las decisiones y actividades política~, ete.), disminucilÍn o Ull ;llImento en su nivel y extensión . .según 1I!J:t imagen
,'1 y c) en ClI:Jnto al conocimiento, la experiencia y :los bienes materiales empleada a nlenudo, el grupo se halla ahora "dcsllhicado" con respecto
'_1
e inruateriales de la cultura de la sociedad global (tal como acune a la estructura preexistente, y esta desuhicac:ilm [JlIcde tradllcirse, se-
IJ: i(:u~ndo una considerable proporción de los hahitanlt.s se halla limitada g-IÍn los casos, en retraimiel1to, a/)aiz'a, abal1dono de actividades, o bien
para un aumento de rar-
~
Ir dentro de los confines de sus respectivas culturas fa/k). Por lo contra.
I
en una actitud de puesta en disponibilidad,
ticipación, y/o en cambios en la n;¡turaleza e intensidad de é~;ta.

L~ ~-.y
I,a~
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11

6'1 \ '- GINO GERMANI SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACiÓN 65


\.-, "'l ••••
.'-,'\lD-< 1""" t; b~.)
Y es precisamente este último el proceso que denominamos mOllilizfI- gica puedcn ocmrir en distintos momentos. En algunos casos la movi-
cióII. Entendemos entonces por.-.mo~Ui¥J,.ciól) el,:'~.xcesg;' (en illfcmidad, lizacic)n psicológica se transforma en acción (mov~lización ~bjc'tiva),
e::l(m.IÍón y/o forma) (J.r•.•La.tJa~tJciJ~acJr)n JI.e J~rypo$ .f;JJ .rc.JqJ:Ílj/1 cQn el siempre y cualJt10 int.ervenga otro estímulo activo -por ejemplo, una \ e.P ¡
111YIll...!£ef.irügo. como "nQn;ual'~ ..sg(Jre Ja. ..,k{Wül(Ua ..qJJ:I!ctl:nªMPrelérila.~ a¡lr.-.- que pr.O\:e~,expresi,ón .Y Ii~~erazgo"a un movim iento ,social., ,'£-:.:~,,~
,1:,,::'¡''7-Ct_
), ..•.. • (l A esta altura debemos introducir una distinción muy importante En la defllllCJOn, eLt~rm.mo exceso' Se emplea para subrayar no, ~.. d...._ .
"1
!"1~V' l\ 2!':>- '-e;¡trc lT~ov}I}7.~~:i.óJ.l 1),~icológ~ca y l~yiliza(.i.ÚIJ.objctú)a. El primer tér. s(',I() el hecho de ljue el r.lmhio en el conjunto de roles (cambio en la' 1',
'.'1 II
mino es el c¡"e qlleda re;llmente implicado en el. concepto de disP01¡j. participaciún) impli(;J S71sfilllc¡rin dc ;llgunos roles poe ot.ros, 'sino _y
bllidad, es decir, eslar IJrolllo para una respuesta activa en relación con sohre lodo-- en (uanto incluye la invasión de roles (j\le antes estaban
un aumento o cambio CII la p;lrtiópación. En ténnillos m;is generales, J ('SlT\';¡dos a otros se( torcs de la so(icd:ltL AUJlcluC la uocióJI dc rambio

la movilización psicol0giGI podría también definirse como una propen. eñé':l .;¡~~rY~()ST~";l tic' la
p;lrt'icipación (como mle ,se!) potlría
sión activa a reestablecer el equilibrio entre el nivel psicosocial y otro n:l)Jcsar~;c de m;mera m;is ncutra y m;is general, es decit, sin acentuar el
(ti otros) niveles -normativo y ambiental-o Ese restablecimiento pue- ;¡'¡'CCIO de "invasión" en el desempef¡o de roles' otrora excluidos para
de significar una modificaciún de la estructllra social (en sus normas y el grnpo ('JI lIloviliz;)ric'm, prefcrimos utilizar un término más "carga-
"nivel ambiental"). En cambio, tl. movilización ()bjctivaes l,a expl:e- do" justamente para deslac;lr dos aspr-ctos que nos parecen iTllp~rtantes
s.0.!:_de la resp"~sta activa, en. térmilJ9~ .del ~omportarnient.o.real (por ell el ;ln;iJisis dc l;l transición: J) el hecho de la expa~lsión de
la par::
ejemplo: migración a la ciudad, participación en un nuevo movimiento p
ticipacic'lll, y 2) el hecho u_c que est.a 1f ansión a menudo es pc,rcibit!a
político o social). La movilización psicológica y la ohjetiva a meIi.udo ("c;1l10i"1I7)(7siríll de si atlls y ,roles que estaban antes reservados I'a otros
ocurren al mismo tiempo. Pero la movilización psicológica puede pre. gri,pos. '¿y.. I Pf..'<-.n.- eh P(.>/Z1,c.'?¿,u~'-'l
.ceder a, su expresión objet.iva. T;lmhién puede ocurrir, un fcnflmeno .~ l ~~!2~~.. c]~~~~~!'f~c!..(!.,?
falla dr. participa~ic'>n en td~cic'1I1.con.la
opuesto: cambios en el nivel ambiental puedcn producir una descolo. J>:~1_0ciJl;tei(ín1!!!E!.':lali\'al!.!cl:t~.legl.~!~~.r.!.~:.s..~~g!~~.:!....~!l est£.
cación del grupo, el q\le se ve forzado hacia una movilización ohjetiva e~~~!!..~l.Qbre todo para seíialar el posible efecto.anÓllImo de la desjn-
(por ejemplo, la "huida" de un ,irea rural). La. mo\'ili7ación psicolcShi. I('~r;lei(JI1sobre ciertos grupos y en ciert.os aspectos del comportamiento,

ca tiene lugar despu(~s, una vez que el grupo reacciona a la desroloca- d~~'3'~.:i!Ü[Le:~ta~,~:~!"!.".cÉ~s:A~. r'e.tra!~lie'll!O o-ap~ll;t :rambjén ~s
ción material con cambios de actituc1es. Sea como fucre. la distinción ",[ir re,nnbr que este de/lelO de participación puede ser observado: l)
entre ambas es ue(esaria, ya que la movili,:acián objetiva y la psi coló- desde r:I punto de vist.a del nivel ,dc participaei('JI1 colTespon~liente a
Lt ('" nl('tur;J social eu Ilesint.egracián, o bien, 2) en rclaci¿lIl con los
~ Concrptm tCI"licntcs a interprelar el comportamiento de 105 grnpo~ ¡nle. JlII('\'05 tipos dc participacil)JI Iltle podrían esperarse sohre la base de la
~r,_ntes de una wciecbcl. cn términos de "cksplazamicll\o", "puc~ta en )11(lI'illlicnto", I'SII'11< tilIa social c1I1crgctlte. Un ejcmplo del primer, caso podría ser
"pnesla en disponibilidad", "movilización" .,on muy comune. cn la ¡¡Ieratnra :sohre
el lellla, pero el aulor quc ha dado una definición más prcci.,a del concepto de
,, Lt ralla de participación religiosa; tln ejemplo del segundo caso lo ha-
mevililarión es K. W. Deulsch, quien lo empicó en su libro .Nalional~(m (Inri Social J1:ll1lmcn la demora de los inmigrados recientes, t.ransformados de cam-
CO'lIr1luniratioll. Nnen York. "7iley, 1953, cap. VI. Rccienlcmcnle dcfin;/, la movili.
!'<"¡I1O:; cn obreros inc1l1Striales, de part.icipar en actividades sindica-
zación social como el proceso por el cnal se quiehran lo, principale, conjunto< ele
las anliguas Icallades y compromiso, (coII,milment), r:n l'I Ol'llo-n sn<.ial. psiUl)/,girn Ir"~ fl 1'1) Ií 1 iras.
y polílÍtO. " la !:ente se vuelve "oi'ponihlc" r~ra la ""plari"" de \lllna' [('rma'
,\¡o [('''':,ml~'',;cnl" ~. de S",.-i.l1;z:lCit'!1, n~"I'ch "5"(;11 "lohilizJtion end I'olitir.al
Dnrl<'l'!1\eril", .4r'lni(Ml l'C'/itim/ Sr;erlrr llr. :r:,. \"1;\ 11.\-" 4~1~-.q F\ ",¡ven ('
" ¡,,,"ir rI•. r,lrUl'lllras Ir:trliri(Jn~!f's. La inlenc'ión es la de hallar elementos com-
l'al;lIil'''~ ("IllUlleS (y ]al ne~esarias dislindones) COIl los fenómenos que originaron
,Ir\ C"Il'("l't,' I'lle,le h~naf5~ I'n IZ. ~hnnhcit11 (,1rmocralinci,';n !lm(bment,l). en
1", llIo\'imienlos tOlalitarios de (lc:recha y de izquieríJa en Europa. Un an;'llisis
1 ¡balad ~' (,Ianifi(ación, México, F.e.E.. 19.\1. La idea de "dj'ponibilidad" usada
"""p, •.at"'o riel fascisllIo y del peroni~mo. forlllulado aproximadamenle en eslOS
en rclación con un proceso di,linlo. pero an;ilogo 31 pr(,ducio" (11 13\ c1a'~' medias
""1 millO'. pucde h~lIarse en G. Ccrmani: La il/legra(ión 1Jolítiea de las majas
europeas enlre las dos guerra'. [ue fomnllad" pr>r R .. \ron, l'N lO ,lrmís. h
~. ,./ 1"1,,lil'''';,1I110. ]lUCilOS Aires. elES. 19!i6; una aplicación a la situación de Amé-
dc'\cripción con dilcr~nlcs ténninos de la integ1Jr:6n de 12' ma~~' mo,ililadl~
.pllede hallarse en ",rio' autores, Pna (>Xcelenle de'cripcion del proceso d~ inl~' t:. I jc", 1:11ina en "])emocraf ie Reprl'Senlative
linc", "/', ril. 1Jua ddillición
el Cla,~es Porulaires en Amcrir¡ue
hasad:l. en IIna lipologla de la acción sncial se halla
La-
~raci6n polltica en 11l~\aterTa. en términos conceptllalmenle semejantr.', se halla
~n /',,/;/:ra y sociedad, o/,. cit., 'lue jncluy~ lambiéu el texlo ele los olros dos arlfculos
"n T. H. Marshall: (;iliunsiJi/, and Sorial e/II.1.<, Cambrir\¡;e, Univ, Prc~', 1950.
fi':ldnCi. I
En ~~ta exposición se 1m Irata,)o de dar del pIO(CSO de "rllesta en d;lp"nibili(bd"
(y e\'entual movilización) una ,ldillki6n suficicntemente amplia como para aharcar
t 'U:I 31'licari,\n de la teorla de la movilizaci{,n social (secllndari,> h: fascismo
Í1,Ii;II'o puede leerse en "Falcislll and Class", o/" rilo
I(,tio tipo de proCl'Sf) d('silllrJ;r,d'lr de orrlen colc,'n,'o. y no snlall1l'ntc el r¡ne ocurre
'66 I GINO GERMANI
SOCIOLocíA DE LA MODERNIZACIÓN
("\ ~ I,A Lu.o ?~ '1 1'1" vI'! 2 (. ¿...~~•• 67
1

El.pr?~eso de movilización tiene estrecha relación con el de movi:,.


lidg4~ En efecto, en determinadas circunstancias algunos tipos de movili. que se da normalmente en los países desarrollados, donde la movilidad
,oad pueden ser considerados como formas especiales de movilización. Es- social ha adquirido el car;ícter de un mecanismo alll()SO,I'len;I/>l(se :rata
i I

te concepto, empero, ~s.,?1l;1ch~~ás amplio e implica ~lpa' perspectiva. aquí de movilidad integrada, que ocurre en un t;po de socic:dac1que la
diferente'.¡.En primer lugar, mientras la moyil~z~!=i9n incluye-aualquier incluye en su sistema normativo •.la internaliza como actitud y motiva-
'1?,r'ma..~i_d~.e.I!.~~.mle?to ,-horizontal, vertical, etc.-, la. movilidad ~ ción y además le proporciona oportunidades reales para que se realice).1l
En cambio, la movilidad de facto, no legitimizada e'1 términos de nOT-
, r_eg<::.~.u~ica~~t~ .a)?~._d~spl~~a~~e~tos. ---en ascens~ o en descenso---:-~
'lo '1argo del sistema de estrauflcaclón. En este sentIdo el concepto de mas sociales imperantes, la movilidad no integrada,' constit,Jlye UJ~ fe-
~~:!l: I movilidad social es mucho más restringido que el de movilización. En nómeno ele lIIo\'ilización (cuando es de orden clIlr.ctillO y uo un ,dcro
caso de desviación individual).
1.:1'

'l,i1¡
segundo lugar, 12:.x:n<?.vil~d~ de ascenso o descenso implica abandono de
1,,1111
£i~.Uoi.~.t.al!!~•.(y los roles correspondientes) y~.dquisición de otros, qu~ En términos m;ís generales puede decirse que uno de los r;;fgos
,I':ll!l

"I:Udl ,corresponden a po~icio.nes superipres o inferiores a las que se oCllpaban esenciales ~lIe dist~nguen ~a movilización es. que la ~nisma 'incluye un
¡ ",UIJIlI
aiile's' de( n:t'ovimiento. En la movilización, en cambio, puede haber ad- "momento' de desll1tegraClón del orden SOCIalpreeXIstente, llue p¡ ,cde
:,~¡1I11
hl!lllIl I 1
quis[dÓ~de nuevos status sin pérdida de los anteriores; o pérdidas de los eventualmente traducirse en un camhio estructural (aunClu,: también
~¡:~ljlll 1 }
lit I
,anteriores sin idquisici6n de nuevos. En tercer lugar, J:ay ciertas for¡p.as puede originar simple ahsorción en el orden preexistente, ,; implicar
~:;Ulllll I
lli:tl:lll I de movilidad que son claramente distintas de la movilización. Se, tratq de pocos cambios) . Toda otra forma legítima o esperada dc can; lúos en la
~ 1::IUI 1
¡l':1I1 "
I '- ... ' .'
, la movilidad de orden individual. Recordemos aquí la distinción entre la forma, intensidad o extensión de la participación no cons,tilüye movi. )
I movilidad de intercambio o de reemplazo ---en la que algunos indivi- lización social, tal como aquí se la define. ¿J,., T'fl.-1'..N~"'-'',)""' Ce-clA-.'-;""-"
duos' ascienden en reemplazo de otros que descienden- y la movilidad En resumen, el proce~~ ,de transÍr:iól), se.practeriz;l por una des'nte-
,de orden colectivo, movilidad de masas que afecta a estratos enteros, sea gr~~,ión inicial de1a:~;tr{,ctura tradicional (por lo me'nos en ;.~g-una3de
~n sentido ascendente o descendente. 4 En el primer caso se trata de Siis panes); en el nivel d~, los grul~q~ ,tal desintegración se manifiesta
,1 un fenómeno claramente distinto del de movilización. En el segundo, mediante la (íesiJ7)i~aci~jn'de los mismos en relación con el lugar que les
en cambio, la mov'ilidad colectiva puede considerarse, en determinadas éó"iiespó'ñdía.' Cilan;lo'-dic1t'a disponibilidad se traduce, en pa¡licipadón
condici0res, como una forma especial de movilización. Más específi- r;;ds '''llltci¡Sa'dé la que se daba anteriormente o en esferas an !'es exclui-
camente, la movilidad colectiva se da como movilización cuando se das, hablaremos de movilización. Cuando por fin sc han producidc los
trata de un proceso intrageneracional muy rápido y no esperado ni cambios que permitan por un la:do legitimizar, y por el otro ('freeerpo-
previsto por la estructura normativa de la sociedad ni por las actitudes sibilidarles efectivas de l'calización al aumentado grado de IJar/id/ladón
I
int~rnalizadas de los otros grupos. particularmente de los grupos hege- de los grupos movilizados, se hablarti dc integraciún, Parece ría h;:ber
'1,1
: ~I I
mónicos. Cuando un estrato. como tal, causa de alteraciones estructura- aquí una sucesión temporal; sin embargo, pese a ser muy frecuente,
~I••\:ljtll ,
~',!¡rnll les o psic'osociales es desplazado velozmente (durante una misma gene- ella no es esencial. Lo que se quiso destacar hasta ahora son diferentes
~1!:lIiB
ración) de I su posición dentro" del s£Stema de es/ratificación social, y "momentos" de la transición. disting-uibles como unidades d ~ análisis.
este desplazamiento no forma parte de un mecanismo normal de cam- aunque a veces puedan darse simultáneamente en el tiempo.
bio previsto y esperado, es decir legítimo, entonces la movilidad verti- Pero de hecho, y de acuerdo con el fenómeno general •.lr: asincro-
cal (en ascenso o en descenso) representa un caso particular de moviliza- nía, muy raras veces habd simultaneidad, Por lo tanto. en tll);1 prirr, era
ció'n, con todos sus efectos. Si por lo contrario, la movilidad colectiva fase algllnos grupos se verán puestos en disponibilidad por b desinte-
"ertical es algo esperado y normativamente aceptado (y/o es de orden" gración parcial de ciertos sectores de la sociedad tradicional; ", CIta 11 do
intergeneracio~a0, entonces no puede hablarse de procesos'<;le mo- responden C01l una participación activa aumerltada Cll cualql;ier esjáa
vilización. Tal sería el c.aso de la movilidad por p~rticipación creciente no prevista eTI la estructura anterior, cliremos que se hallan mcvilizaLlos.
,
F.s necesario reiterar que tal res/mes/a adilla no se da neces1!riameute,
1,4 Véase para estas definicioneg, G. Germani. "Estrategia para estimular la pues una alternativa posiLle es la apalia. A esta primera' fate de dis-
movilidad social", en José Medina Echeverr[a y EglJert de Vrie! (compiladores).
Aspectos social~s dd dt:sarrol/lJ ~conómico ~n América lajina (Par/s. UNESCO.
ponibilidad y movilización puede seguir un. segunda de i:llegracián,
,1963). y cap/tulo III de este libro.
G Véase cap/tulo lII.

L
l'

68 crNO C£RMANl SOCIOLOGíA DE LA M~DERNIZACIÓN 69 I

'1
la (yc puede producirse, a grandes rasgos, de dos maneras que pueden brá afectado el plano de las actitudes; en segundo' lugar, cualquiera
ocurrir alternativa o simultáneamente: a) por asimilación, es decir, que sea el paI:ticular sector de actividad en que' el desajuste ~e haya
a través de la modificación de los grupos movilizados que adquieren los producido, tender;' con una mayor o men<;>rrapidez a extenderse' a otros,
rasgos necésarios para su legitimización como grupos participantes; b) '/ '
chnpos. Esto es obviamente lo mínimo y más genérico q~e puede afir- 1:,
por cambio social, es decir, por modificación de la cstructUla de la m;USf:: tan sólo señala que los grupos afectados deb~rán advertit el
sociedad que se transforma en el sentido requerido como para h;lcer cambio y per~ibirlo como una alteración que hace inaplicables
. , , 'las an-
que la participación sea prácticamente lJialJle y normativa y psicológi- tiguas prescripciones. A tal alteración p~lrán responder con retraimien-
call1t'nle legítima. to, ;¡P;lt í:l, formas de ;momia y desorgani1.ación individual, o con acti-
Por olra parlr. y sicJlJ¡)I"e tenicndo en lllrllta el car<Ícler general tudes 'Ille •.ienden a estructurar nuevos roles que implican participa-
dc ;Jsincronla que caracteriza el cainhio, tanto la puesta en disponibi- ción; y es precisamente a esta respuesta activa a la que derihminamos
lidad como la respuesta apática o la movilización y la sucesiva intrgra- movíl i7.ación.
eión no suelen darse, en un mismo grupo social. simult,íl1eamente en Debe advertirse que dentro de este esquema no atribuimos' priori-
todas las esferas del comportamiento (o en todos los sectores ele la es- dad causal necesaria a los cambios "objetivos" (en el sistema normativo.
tructura en que el grupo participa), sino en diferentes momentos. El en las circunstancias ambientales) con respecto a los "subjetivos;' (alte-
resultado de cIlo es que pueden coexistir sitllaciones muy tliSIintas:
racit'ln de las actitudes, roles internalizados). Así, el incremcntado nivel
apatía en ciertos aspectos, movilización en algunas áreas del comporta-
de comunicación de ideas r~ede constituir el elementt>'(ó, por lo menos,
miento, IJ;Hlicipación intq?;radá en otras y prrsislencia del patrc"ll tra-
un elemento) uesencadenante, no menos que una alteración "qbjeti\'a"
dicional en las restantes. Por In dem;ís. incluso con este agregado el es-
en el equilibrio demográfico, en la estructura económica, etcétera.I Pero
quema simplifica groseramente los procesos concretos, pues. aun dentro ! 1 I

es neces<Jrio insistir en que se trata siempre de "procesos circulares",


de lo qlle consideramos analíticamente como un área dada lle compor-
en los cuales los cambios en un nivel estimulan y facilitan cambios en
tamienlo (por ejemplo, el trabajo, la familia, b actividad política, la
los otros niveles, los gue pueden a su vez ,reaccionar ,sobre los primeros
recreación, cte.), pueden darse todos los tipos de comhinaciones entre
1"011 ulla ulterior facilitación)' estimulación (aunque también en sentido
elemcntos "tradidonales" y. "no tradicionales". Este panicular fenóme-
contrario, como inhibición).
no, que en otra parte se ha denominado "efecto de fusión", caracte-
riza muchas situaciones de lransición.
Sobre esta variedad de posihilidades influyen ciertamente las cau- 3. Movilización primaria y secundaria. lJesmovilizaciqn
5as del desplazamiento y las formas en que ocurre la puesta en dispo-
, I

Illibilidad )' la movilización (cuando y si la primera desemboca en la En la seccifín anterior 1l0S hemos 'referido al p~oceso de moviliza-
tercera, lo <¡ue no ocurre necesariamente). En principio, el desplazamien. ción t;¡1 como ocurre dentro de tina estructura tradicional y que se inicia
to se p~oduce en virtud de la pérdida de integraci(/m en alguno o en con su desintegración, que puede originar el surgimiento de una pro-
\';uios de los tres niveles sefíaIados en la definiciún: a) alteración de la pensil'm hacia . lluevas formas de partisipación de tipo moderno. Sin
cort"csponlkncia interna entre normas socialmente v;í1idas; 11) aller:1cil'm embargo, como se mencionó al comienzo del capítulo, la teoría de la
de la correslt~ndencia entre normas por un lado V actitudes intcrn;¡li. movilización social puede tener una validez más. general; .en realitlad
zal1:ls por rl ~tro; c) alteraciún entre normas y actitudes por un lado y puede referirse no sfÍ\o a procesos que tienen lugar deritro de estruc-
pnsibilil\;¡dcs efectivas de aplicación por el otro (nivel ambiental). Las turas tradicionales sino también en sociedade's modernas. Este tipo de
formas concretas que pueden adoptar estos fen('1Il1ellOSWI\ sumamente movilizaCión sení ciertamente distinto; su significado histórico, st~ resul-
vari(\(las y, aunque el comienzo del proceso PUC(!:t darse en cualquiera tado final y la naturaleza de los movimientos pollticos generados por
de lo~;ln:s niveles, en la inmensa mayoría {le los casos tended a ex ten- él adquirir,in cierto carácter propio. Pero aun así seguirá siendo "movi-
dns{' a los dcm:ls. De todas maneras y en todos los casos, dos aspectos lizacilín" y poseerá 2lgunos de los rasgos generales que definen este
eS(,Il<,;l1cs deben sciíaIarse: en primer lugar. la puesta en disponiLiliclad proceso .. Por ello hemos denominadtL!l,lOvilizacián fll'imaria a J;~....n.lO:
il1lplir::lr:'tsiempre 'lile la mencionada "pérdida r1e correspondencia" ha-
-,."-
vi!iz;J(:Í(JIlque ocurre dentro de una estructura tradicionat (por ejemplo,

L
r)
70
GINO G£RMAN(

I ti
I
en Una región o en un -grupo social tradicional, dentro de una sociedad,
o-~n ,una so¿iedad totalmc:nte tradicional); y llamaremos 11lovilizaciúll
,ie'7:;tñ~df;lrfa.a}'proceso que se ~~s.arrolla a p~rtir(¡e l~l desintc,f,'Taci-ón
CfeUna estructura moden~a. En la movilización primaria el gnlpo des-
pril'Zado' es' pbr definición no participante, marginal con respecto a la
¡

1,
;
1-
.1. Disponibilidad
SOCIOLOGíA

y movilidad
DE LA MODERNIZACiÓN

de las éliles

Aunque no analizaremos aquí el papcl dc las élilt:s en lo! procesos


7I

,~ ~
)

I sociedad modérna. Tal es el significado del concepto de democratiza_ de desintegración, movilización y reintcgración, daremos algl nas illlli-
rió n fundamental de Mannheim. En la movilización secundaria Un
¡- caciones al respeclo. ~~
I
')
I grupo que ya participaba en la estructura moderna es ,dcsplazado a GIU- Los términos.i!t!.:.~J: ...)~~l~~l~ S9!) ..!!l.~~U)ien i!,!.l P!'d:i sos; y debemos
_.~IIII:::
,.1Ii1lrl

'llllllll
l:11I1
Osa de algt'1I1 tipo de dcsintegración, ya caus:¡ de ello ya 110 puede ]>;11'-
-ticipar I cn el mismo nivelo en la misllla forma qnc antes. El cjemplo
~
reconocer que un an,í1isis detallado re(l"eriría un;l \tcfinici")IJ m:ís ri-
gurosa. Pero para nuestra finalidad, digamos simplelllcnte IJUl' a] ut ili~ '
zar el primer térnlino nos referimos a los grupos e individuos que se
tiJ
, ~.Ii'lll c!;ísico lo constituye, el desplazamiento que afectó a las clases medias
I 'ill U~:~
tI europeas en la década del veinte, como efecto de la inflación y la prole- encueñi'fan en la cúspide de ¡as div~l~s~s inslituci?nes y actividades hu-
:'I~t;lJlII
¡ •.• ¡mlll
I tarización. Su respuesta activa .ll impacto del desplazamielHo fue un rñáiias o que ejercen actu?I2..p'olcncialmente el liderazgo de detenpi-
,Jl'lllll
, __,,11I111
I
ilaOos sectores sociales. ~on el segundo designamos a la mayorÍ1 que no ~~
I
tipo de rj1ovilización' que originó un nuevo movimiento político: el
/1/:» P" --- . . (eI a 1lo presllglO
- .. o pOlI lT, O el l'UG¡CIOn, . . .•
tliit

Hillllll
I
I
fascismo. A causa de ql!e ambos tipos de movilización pertenecen a la -:...:---- ocupa pOSICIOnes o ,lluacLon f)
1.1'I;lilll
:'. ~)Il!1I1
misma categ~ría general, muchos autores no han introducido c.!Sladis- ec15noffiiéa. -etéétera., Tal vez esta distinción podría ser formulada mc-
¿¡¡alite una expresión estadística simple, diciendo que la cúspille sc re-
1-)
~!lJ~~~~
tinción, considerando la movilización primaria y la secundaria COmo
si filCran exactamente Jo mismo. Esto puede llevar a serios enores. J .os fiere al 10 ó 15 % "superior" de la ¡)obIación. Sea como f¡1(:re, debe
Ir;
1I tenerse presente que la" cúspidc no coincide necesariamcnte con los es-
movimienlos que se han gencrado sobrc la hase de un;1 lIIovilizaci()n
primaria SOn muy difcrentes de los causados por la movilización secUIl- lratos m,ís aILos en el sistema de cstratiric~ciún. Algunas per:¡onas o
daria;
grupos pueden eslar en la cúspide de ciertas aClividades o inst lUciones
y al mismo ticmpo no pertencccr a las clases sociales superiores. l\delll;ís ~
°U2..<;'C;;>E.S.!1l..!£Jlnl~~r~ame.
que debe definirse es el de desmoviliza.._ , I

1-
cion. 'En el transcurso de los conflictos causados por la movilización,
en la definición incluimos las "élites pOlcnciales" y las "contra.ditd',
es decir, grupos .que en la estruClura aClual no gozan de p)sicioncs
t-))
.

ep
;¡gmio, g<upo, d, b ,oded'd pU'den opone"e a la nMili,.dón de
privilegiadas, pcro quc por su liderazgo dc delerminados grupw pueden
'l;os 'olros o bien a su participación, ya Jegitimizada, en ciertas esferas
llegar a ellas. Seí'íalamos aquí un factor muy irnportante en d compOJ'-
dadas. Si los primeros logran su propósito, tratadn de reesta)¡lecer el tamienlo de las élites: SlJ po~icil'lIl "congruel1le" o "incongruente" den-
statu q1l0, 9 sea dcsmovilizar a los Scctores rccientemenle movilizados. tro del sistcma de estralifi'(";tción. Por ejl:lllplo, los casos bien CiJllocidos
1,11
IlIil
Esto ha Ocurrido varias veces Gn la llÍstoria reciclHe de Ellropa y Anlé- )
~dll del homure de negocios exilos~ pero careute de poder político o de Im~s.
rica. El fascismo, basándose en Ja movilización secUIl(j;¡ria de bs clases
~:!I¡:: tig-io, la arisLOcracia cl<lpo]¡recida, el illle!ectual "proletarizadl'''' y ,!sí
medias logró la desmovilización de las clases bajas. En América latina, siguiendo.
desp~lés e1e1 30 muchos- movimientos militares tuvieron como objeto "Teniendo presentes esas definiciones rcsultará claro quc 1;-5 procc- ~
precisamente la desmovilización, en una forma u otra, de las clases
sos de ruptura del ordcn social aJ1lerior, de "desplazamienlo", "dispOJli-
medias o bajas, ele acuerdo con las circunstancias (por ejemplo, el goJpe bilidad", "apalía", "movilizaciúll", y "reinlegración", sc aplic;m tanto ~~-
militar de 1930 en la Argentina fue Un intento de desOlOviliz:lcilÍn de a las masas como a las élites. Es cierto que cn muchos an;ílisis de la t
las, clases medias, como lo fueron también Jas illlervencioncs militares moviliz;l,ción el lérmino élile parece haller sido ;¡cuiiado especialmentc
COntra el APRA en Perú. El goJpe de 1915 contra Vargas, el dc'.J!J!j5 en relación con las m;¡sas, pero la desi ntegraciún dc la cstntcr_lra pi e-
contd Perón y muchos de los Sucesivos golpes milit~res en ambos paí- existente pucde muy Ilien afectar a gTUpOSde élite que pueder encon- .~

ses fueron prcparados, por lo menos en parte, con Jd inLCllcilín de des- trarse "desplazados" en una u' otra dirección, los <¡"e reaccionan C('11
movilizar a la clase lrabajadora o reducir Sil panicipacil")1l IlOlírica). H retraimienlo, ;qlalía o diferentes formas y grados de p:llticiy>ari('lll, la
quc pucdc ser legílima o no, aceptada () confliuual. ~
o Véa,e C. Ccrinani, "Fa,cislD and Class", op. cit. El papel de la ¿lite desplazada o parcialmclHe desplazac.!i' _.C!U~1_.c2- .)

l-----.-
mino--SOC'iarespeClalulcr!le el; ci proceso de modcrnización, ha sido des:

~
..-..J
7~
72 GINO GF..RIIlANI
. SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 11

taca~lo, p(~r,Ai~ersas t<~orlas. Sc ha SlIpucStoquc la movilidad "lJloqpca- ci(JIl de rupttl\'i1 y d.isponibilidall O es posi~lc que la élile externa sea I
J7í" y la "incongruem:ia de status" de ulla mancra u otra crean "grupos un grupo "establecido" que pueda encontrar, conveniente <lirigir la mo-' I
parcialmente subordinados". 7 Estos conceptos bien conocidos se refie- vilizadó de grande~ sectores desplazados con el fin' de integrarlos en el.
n
ren básicamente a los 'mismos procesos de desplazamiento, disponihili- sial1/. qilO. En el segundo caso no intervendrá ,ninguna élile extern¡¡. y,1
dad y movilizaci(')fl <¡ue estamos examinando. Pero deuemos recordar el lillerazgo (P'C provocará la movilización de grandes sectores es genc-
<fue clliderazgo puede también ser descmJ>eíiado por élites "integrada~", rado clesde adentro. La élite aparece sobre la base de un proceso
es dccir, por grupos cau:¡)mente establecidos en el orden ~ocial existente. de <likJt~ntiaeiún intcrl1~, sirnultúneo o sucesivo respecto del proceso de
Por lo general se suponc lJue cn el proceso de J/1ovilización (inclu- 1\11't.llr;1y dC;p1a7.;lllliclltO. quizá como ot.ra cons~cuencia del de mismo
}'endo sus v~arias fases de desintegración, desplazamiento y puesta en
proceso. Fin;llmentc, cierta fonna de movilizacir'n pucde darse sin ,la
:lisponiuilidad), las élites asumen el papel más activo; la iniciativa les inlCl"Vf:nción de líderes (por lo menos en el sentido de ,ún grupo de
,:orresponde, así C0ll10 también el liderazgo y eventualmente la organi. líderes claramente di fcreneiatlos) . Las migr'aciones rural-urbanas -con-
:?acil'm (cuando el proceso tiene una exprcsión organizada), Pero aun ~ider;\c!as a 'Veces como un sustituto de la revolución- son un buen
'éste cnunciado cs sumamcnte impreciso y ambiguo: se hasa cn el su- ejemplo de tales procesos "carentes de llder", o el surgimiento de nuevas
aspiraciones, nucvos esfuerzos en pos de la. movilii.lad, social, nue~as
puesto de que cualquier camuio implica la necesi(bd funcional de una
necesidades, nuevas actitmlcs y pautas de conducta CJue de,'una man~ra
dile de innovadores o de lideres, pero no alcanza a esclarecer el origen
u otra proporcionan :ll~una orientación concreta a las 11la~as cksplaza-
y naturaleza de cada élile, Slt papel específico y' sus relaciones mil la
das, d:'ll1doles los medios de cxprc'sar en una mancra estructurada nl~cvas,
masa de seguidores. También puede cuestionarse el supuesto mismo del
p;nllas ele participación, y canaliz;\mlolas hacia alguna reacci6n"posi\iva
. requerimiento funcional de una élilr!. Un problema conexo ataiíe a la
en lugar dd retr;lÍlIliento Y la ;'patfa. Es cierto que aun en este raso
naturaleza -inducida, eSl'onl;inca o mixta- de todo el proceso o de-
el proceso requiere la mediación de innovaclores, la infltle'ntia personal
algunas de sus etapas. Por supuesto, en una sitllación de cambio espon-
de lideres formales, pero no n05 referiremos a éstos como 'a una ,élilC
táneo el papel de las éliles será mllY diferellle del que desempeíian en
porque no est;\11 rlaramenl.e diferenciados
.. Y operan todavfa 1 a ,nivel I in-
una situación provocada por grados diversos de pIaneamiento o' induc-
ción delibcrada. Tal vez una de las situaciones m;\s comunes será el t("persona, 1 <cntro
1 (1e grupos prnnanos. . ' '
En cualquier proceso concreto de movilización las tres formas sr-
'desplazamiento y la disponibilidad de grandes sectores de la poblacic'm
com1Jinar<Ín en diferentes proporciones y algunos aspect,os imporlante~.
como consecuencia' de camuios espontáneos en la socicebd; es d('cir, Ulla
del proceso mismo nri;¡r:íll de acuer<1ocon el tipo de combiJiación.
situación en ia cual los factores de cambio, cualesquiera <¡ue sean, tie-
Para expresarlo de lIna manera más general: la naturaleza dr tal
Ilen consecuencias que no son esperadas ni previstas sobre el de~pla7a.
proceso esl;¡r:í condiciOl1ada )lor la existencia, la naturalN.;l y' la dis-
miento y la eventual disponibilidad de ciertos grupos. En IIna siluaciún
ppni1Jiliclad de las éliles, en relación con la natura1cza, existencia Y'
lal podríamos distingnir tres diferentes fonnas en que la disponibilidad:
disponibilidad de sectores m:ís amplios de la población. L¡l combinación
, de la masa puede convel:tirse en movilización: 1) por intervención de
una élite "externa"; 2) por intcn'ención de una élile "int(Tna", es de-
d~ (:liles di<;ponibles (y movilizrzrirzs) y de masas disponibles (y por lo.
II1CIIOSllIoyiliz;lblcs) parece proveer las lo~diciones más favorables para
ci:', i{l'nrrada en el interior del grupo movilizado; ,1) corno proceso sin
la ap;¡riei{lIl lle movimientos poIlticos extremistas aHli-slalu. qua. Se
liderazgo .•~n el primer caso, la élile es proporcionarla por grupos o ca-
ha argumentado, por ejemplo -de acuerdo con una tesis muy cono-
tegorías ehernos al sector de masa. disponible, que por una u otra razón
ricla-, que un venladero movimiento revolucionario siempre requerirá
aS~lmen el liderazgo y las armas iueológicamente necesarias para provocar
];¡ intervención de lIna c!lile proporcionada por intelectuales, "los.
la movilización de esa masa. La élile misma puede ser un gmpo "des-
representantes' educados de las clases proletarias". Sin embargo, tam-
phzado" en una situación de disponihilidad, pero en r.ual<Juier <:<lS0
poro esta tesis niega la segunda alternativa, que m'encionamos antes,
su diferenciación respecto de la masa disponible jJrccxislia a la sitlla-
de una (:lile "interna", Pero el movimiento que surja de ahí será muy I
7 l'na de Ia~ formulaciones n,;,s completas de esta Icorfa pllcdc encontrarse di£C'lcnte.s
en E'elc'tI 11, lIa¡:cn, 0" lile Tlrenn' nI Sociol ClIO'I};C (lIorn~wood, JllillOÍ5, The
llt I'e\' Press. ll)fi~), cap, 1), Pel,) b 111;'l11a hiF'ótc<!\ ha si,l') cllulIcia,h cn l11'JcllJS R 1. n, I.cllill, 1I'Ilnl i\ In I,r. DOl1cr (Nueva Yml:. Inlcll1alional publishers, ~
h'l :1\"( l~i~:,'l"{'~\tt'~.
,>1
1'1'."':" I";~'," ~~.~3. 1.enil1 agrega !juc "la histllria tle lodos los países lTlue',tra que •i
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7,1 " GINO GERl\lANI t~

I
SOCIOLOGíA DE LA MODEltNIZAC1ÓN 75
, I )
;
Probablemente, el hecho de que la Canalización de un proceso de
Hemos visto, por otra parte, que aun en ausencia de un;! eliir.
m~viIización en un movimiento político requiera una élile exlerna 1; ')
! disponible y movilizada, o <le otro ~rtlpo líder proporcionado pcr una
variará según las caract~rísticas de los sectores illl()licados )' según la ve-
¿lile establecida, el proceso de movilización puede muy bien origi~ar ~
10cidad.e1el proceso. ESlo puede explicar la diferencia en lo que hace a
un liderazgo interno o asumir alguna otra forma cspontánea Cirente
los 'movin1ientos de clase b<lja entre los p,iíses tempranamente indus-
<le 'l/der. ~~
'trializ<ld9S )' los que es[;ín h'o)' en el proceso de indnsll'ializaci<'ln. En , ,
11
,~
el
,I los prij1)(:ros, la importancia de las élites internas era quid lll<ÍSgrande, ')
, 1,
"!l1I111
.aun, cuando hubiera li'der<lzgo externo y éste tuvicra una fUllci")ll. En
~ 'l~ 11
5. lI[ovilizació1l e integración como f1/l:nlt:s de tel1siá71 y cmz [licios
,_.1;.11
los últimos, la dif~renciación interna de una "aristocracia dc Lt clase
'Ii'!" entre grut)()S
1/;111
¡rabaj,)elora" se h,lce nds difícil a caUSa dd car;íClcr lIds tr;ldiciollal di: .)
¡ dll~1I

~;
I ")'11111 los sectores 'disponibles)' ele la velocilbd e1el proceso. Talllbién la cxis-
" 1.1;;;;;; Los diversos fenómenos que se ha tratado de definir, -pueHa en
1. ~1'l!1I111
tencia ele una élile "dislJollible", pronta para asumir el liderazgo de
I <Iisponibilidad, movilización, integracit'lIl- pueden ahora tomarse co-
~:liIJ11"
los grandes sectores movilizados, puede apresurar la cristalizacilÍn de
1"""111» mo punto de partida para el an,ílisis de las tensiones cuando ést.as se t,
~ Jl,l II
un movimiento p¿Iítico e impedir la formación esponl<Ínea ele una )
~(fljlllll !J
~'cntran sobre todo en el hecho de la ~ubitáTlea IJartieipación actitla de
('llIlrl
~¡Ill/<lll
KIIllt
..,"
"
, dite "interna", que en otras circunstanci<ls podría haberse formado
mucho m,ís lentamente en ausencia de una intervención eXLerna. Sea
como fuere, si bien en ciertas condiciones la existencia de élites d isro-
segmentos que a1lies se caracterizaban PO}",su "pasividad". Tal "des-
pertar" es percibido (y recibido) de distinta manera por los distintos
t)
"J

'.'1,
,"
I

,
nibles,es 'un requerimiento necesario para la moviliz;¡ción políLic<l de
,estr;¡tos más amplios en una situación de disponibilidad, la si tu;¡ción
sectores de la población, ,yen sus actitudes al respecto, a menwlo en
violento COl1lraste u oposición las unas con las otras, ha de buscarse
la fuente princi pal -si no la única- de las tensiones. Este fenl'meno
,;
opuesta -élitcs
guid?res-
disponibles y movilizauas sil! m;¡sas potenciales de se-
no es susceptible de origin;¡r grandes 1lI0\'illlientos ideuló-
es bien conocido; el término tan empleado de "revolución de las as-
piraciones crecientes" se refiere precisamente a hechos de esta naturaleza.
,)
'gi'cos y polílicos. La acción política de J;¡ dile movilizada debe tomar L)'
El an,í1isis desarrollado hasta aquí tenía por objeto formular UI!l al-
alguna otr'a [oml;¡, toda vez (llle tome alg<lna. EncolltralllOS aquí que
gún rigor su significado, relacioJl<\ndolo con el cambio en gener<lI.
F)
un aspectoilllport;¡nLe es la capacidad dc J;¡s éliles para percibir co- ~)
rrectamente la sitll;¡ción, su "I,'ealismo" o "llIopismo". Es cierto <¡IIC También se proponía señalar con mayor énfasis que este despertar,

, I
en algunas circunst<lncias los enfoques utópicos de la acción política
pueden resultar Jos' más realistas; pero en una situación en que la
esta revolución de las aspiraciones, de ninguna manera se ciJ'cuns-
aiLe únicamente a lo económico (o más estrechamente a los' deseos de t)
r)
•.
.,111 I
:;11111,
m<l)'oríaele 'la población' está integrada aún en el orden social existente, mayores consumos). Es todo eso, por cierto, pcm es también mucho m,ís:
'011" I
"!:I!II I J;¡s posibilidades polític<ls de un grupo de ¿lite desplaz<ldo y mOI'i1izaelo es una nueva aclitud de participación genemlizada que choc~ con
,i1lilJJ
serán limilae1<Js. ,El único procedimiento realista p,lra originar 1111 gT<l1l las actitudes preexistentes en muchos grupos y a veces también (( ,n las )
posiLilidaeles concretas de hallar satisf;¡cciones relativamente ;tl ecua-
movimiento de masas consistiría en "indllcir" de ;tlg-una IlIancra la .)
desintegración del orden social existente)'
ponibilidad
I
de los sectores de masas.
promover la puesta cn dis- das dentro de las circunstancias
opinión, la interpretación
concrctas dominantes. En nllestra
restringida a lo económico dc las "aspi racio-
nes crecientes" de grandes estratos de la población ele Améric;¡ ;atin;¡
,
t)
.)
la clase trahajadora, por su prQpio y exclusivo esfucrzo, cs capaz de dcsarrollar ha sido y es fuente de graves malentendidos, y errores, tanto por partc
solamcnte \lna concicncia sindical", que es un tipo de organización
mista, gradualisla, pcro no \In movimiento ideológico cou vcrdadera
política refor-
co,i,ieucia
de las elites dominantes de cada país como de los observadores e):tran-
t~
de clase (cn el sentido marxista).
han reconocido

Audlear Cabral, "L'anuc


Algunos sectores de la izc]uicrda naciou'alisLa
por ¡su parle quc dentro de la si !Ilación depCl,llJicule de lus nuc\'os
países. " colon bies" o "neom!oniales",
de los mOl'illlieutos dc liberación
el único sector capaz de asumir el liderazgo
es "la pcqucl1a bUI'g'uesía" dc cada país (réf.
dc la .théol'ic" eu Pariisall.l', no'. :!(j.:?7). Es)a "tesis i"só.
lita", COmo lo sellala Luis l\fcrcier Vega, ha sido talllbiéu ;llloptada.
mucha cau'tela, por el com\lnismo ortodoxo
cnero J 966. al'io IX. uQ 1).
auuque
(cn Prou/e/luls de la paz)' del sucialismo,
COIl
jeros. Este malentendido lleva, por ejemplo, a juzgar el éxito o el
fracaso de un movimiento tan sólo sobre la base de lo <¡ue ol'rezca
en témlillos de mejoras económicas. Sin embar):',,-), lo que podr; <lmos
llamar una "experiencia de participación" en olras esferas (y a l1Ie-'
nudo una mera ilusión de IJarticij¡aeión) puede ser tanto o IlI,ís efec-
tiva para asegurar el apoyo de los grupos recién movilizados que una
expansióTI en los consumos.
,~
li)

l ~~
--:...)
" "
SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN 77
76 'GINO GERMANI

medios de comunicación de masas; incremento y difusión de la educa-


..• En términos generales puede decirse que las tensiones y confliclo\
ción a capas crecientes de la población; desequilibrio demográfico :'
entre grupos' dependerán, de dos categorías de variables. La primera se
producido por la petsistencia de alta natalidad frente al descenso de
relaciona 'con la estructura de I{nlpas. incluyendo 'el sistema' de estrati-'
la mort;lidad. Estos y otros fenómenos; como es bien s~bido, trastrue;
fiC;ici¡')ilsoeiál, la estructura étriica (si existe diferenciación al respecto)
can el viejo orden tradicional en una escala incomparable con lo ocu-
la distriiJuci,'m de la población en el territorio y la posición "centrar"
rrido en el siglo pasado, pues mientras durante la época de la lnde- I
o "pcrifé'rica" que ocupan los diferentes !;rllJlos. Esta posición se rc-
pendencia, )' a 'lo largo de tOllo el siglo XIX e incluso parte' del actual,' ;
J;I( iOllólcon el pólJlel h('g'cllu'JlIico dc ;I!gun;¡s ;'IITas dcnt)o dd territorio
mn algunas excepciones, la modernización sólo tocó (y parcialmente)
n;1(iOll;1! y ticlle que ver con la disll ibución del poder. Con respecto-
pequeños grupos de las éliles de las áreas "cen~rales" de cada país, lo
a la segunda cal c¡!;orfa lle variahles, dehen mcncionarse diferentes ;"1 s-
peculiar del proceso actual es que abarc? a la totalidad de la pobla- r "
pectos, a s;¡!Jcr: a) esrrra o esferas de la actividad humana en las que
, , ción e invade tocio el territorio nacional; y, además, adquiere hna ve-
sc produce la disponibilidad, la movilización y la posible subsiguientc
integr;¡óún; b) velocidad del proceso; c) existencia '0 no de mecanis- loeidad inmitad;!. ,
--+,
J:"" cJ-r +' (
J --.,- t" ~ (1/J

mos de integraó(¡n dentro de la sociedad, adecuados para los grupos Concretamente, lQ.s_con[Jictos .Y tensiones ,surgen por el hech~ 'de
en' movilización; d) imlepcTI(lientemente de lo anterior, existencia o' (U!$d~n virtud de los cambios mel).cionados, las aspiraciones, actitudt¡s,
no de posibilidades "reales" que hagan viau!C la participación illle- 1!!Q1iyaciones y los correspondientes comportamientos de ,cada g~upo.
gl:ada (estos dos ültimos aspectos log-ran ;Ibsorber los sectores en mo- (ill£.~~omp()nen.la estructura social han dejadó de ser "congruente(
£.Q-I}_la,s,expectativas de algunos o ele todos ll?s demás grupos:_ Los COI1- i '
vilización; t"mbién inclu)'CI\ la r"pidel con la cual los meeanismm
de integración de 1" estructura cxistente y el "costo" social de dichos lIictos más visibles son aquéllos entre los grupos recién rpovilizados
mecanismos, su tipo, etcélC:ra; la misma c(lnsideracic'lII se aplica a la ele los estratos inferiores y los grupos que poseen el poder 'polftico y
ereacic'lIl lk las circunstancias concrctas quc permitan o h"gan viable económico, pites las nuevas actitudes de participación de aquéJlos no
SOIl aceptadas corno "legítimas" por las éliles dirigentes mientras ésds
la participacic'Jn), y e) respecti\'as proporciones de la pobl<lcie'lJl movili-
zada, a movilizar, intc¡!;rad" o en das de integración, es decir el esta- se sigan orientando de acuerda con las expectativas tradicionales. El
, dio del proceso global en que se ('1~cuentran Jos diferentes grupos que !J' enfrentamiento de las familias tradicionales, con sus aliados",los mili.
wmpOllen la población. J",-t __o e.- __ Jl-r "l. Oí'-v I'{."-'--' d--<
T~ e J; c.- <=-. r ~- (Jo. e,
CQc-,'oJe 9~ tares y la Iglesia, son por supuesto la forma clásica asumida en Améri'ca
Los países dei\mé:riGl latina presentan grancles diferencias en i latina, expresada mediante muchísimas manifestaciones ideologicas.
cuanto a los aspcllos se¡"¡alados y ello hace muy difícil formular propo- Sin embargo, los conflictos y las tensiones son sobremanera más com-
siciones precisas aplicables a todos. En términos gcnerales..las causa!> plicados de lo que podrÍa. parecer si nos limitáramos al simple e'sque-
que h;lII producido la ruptura del patrún tradicional son bien conoci- lila aludido, Hay "arios aspectos que tienden' a hacer niá~' compleja
d;s" y apenas necesitan ser mencionadas aquí. Consisten en la acelera- aún la situación. I ' I ' I l'

c1;:)I1dc algunos procesos de lll(ldcrnil.arje'm (según la definición d~da En primer lugar, las incongruencias -y por lo tanto los conflidtos--
"\
eñ el primer capitulo): lreciente pcnetración de pautas, ;¡ctitud~s y '110 se producen sólo entre grupos que ocupan lugares distintos en j'
formas de cultura materi;,' correspondicntes a la socicdall na,cional la jerarquía del poder, del prestigio, de la economía, sino que, abarcan
rtr'-grand~' estratos de la pohlación que permanecían aislados ep una ;\ otros situados en niveles equivalentes o por lo menos próximos (con
u 'Otra forma; rupturil de las comunidades locales; dcsaparición de las I cferenna a tal jerarqula), o también grupos que no forman parte
economlas cerradas o aisl<Jdas y creciente incorporación a la economía' como tales del sistema de estratificación. ' '
nacional; trans(ormal je'", lle las formas tradicionales de trahajo en El papel de la hurguesía naciente y de los demás estratos de cIase
trabajo asalariado. o por cambios en el sellor primario en general,
por \0 tanto, dcsapariciún de ];¡s "iei:ls (ormas "primarias" o romuni-
t:ni,\; lIl' rl'1:1cú'tll', ~"ri,l1r, t:11110en la mi<11H e,fera' de trabaio como
en \.'~t.\'. tJL, ~\'~'~l.' \.\ ,iJ.\ \.~.t' (\"~n'.1l1t..~.l,\. 1., Tc\-r:".1;(~,"n. (tc.: crec\-
media -o sectores medios, como se los ha llamado-
~TllPOSque anteriormente
[1\ un mismo nivel, a menudo,
monopolizahan
al enfrentar
el poder; es bien conocido.
los nuevos grupos empresarios --orien-
~,~
f,:
f
'l.

",i~':lt" l:C \,,, ""',\i,,, ,:,' lr.m'\,,~ttt' \ 11':1\\'1':1"c'<ibi\i,h,\ l\e b" 101\:l~
• \ l,:" .: .•.. :. "l. '" •• ,....... •••• '.' .••• :'.,. ' •••••• , ••••• \ :' .••• , 1 ~ ',"
t:ldos hacia la industrialización- enfrentan a las "famlIias tradiciona-
Ir,", rIl\'O poelrrlo y si¡{nific:lrlo se b::'lsa en la concentración de la f'
t~
-"""
l.
'78

Iprópiedad
GINO

de la tierra o la exportación
GERMANI

d~ pocas materias primas.


SOCIOLOGíA DE LA MODEIlNIZAC¡ÚN 79 E~
de la diferenciación creada por el hecho de que los procesos de moviliza-

~•
Conflictos análogos deben enfrentar la IglesIa y las fuerzas armadas. I ción e integración suelen afectar a los diversos sectores de la pOr, , .
. Iras situaciones creadas por el cambio rápido pueden producir toda 1, blación en fases sucesivas. Por ejemplo, la movilización ue sectc,res
clase de enfrentamientos, no sólo entre los diversos grupos sino tam-
:r bién en el interior de éstos. Así, resultaría hoy muy erróneo cOJ1sidentr l. de las clases populares puede realizarse en dos o tres fases q',le dis:an
entre sí, en términos de tiempo, dos o más décadas. De este mo~lo,
i, '. , al ejército como el sector monolítico enrolado en favor de una u otra
solución; por lo cdntrario, en la mayoría de los países el ejército se i por ejemplo, al iniciarse una segunda fase de la movilizaá'lI1 'de la

t~
I 1. clase popular, los sectores afectados por la primera f¡Se treinta o l 1;'I~
"IJ'!llInl
'\!11I11I11
l' ha visto fragmentado en muchas facciones que reflejahan, en parte,
los clivajes existentes' en la sociedad (aul1(lI1C en téllJlilloS generales
años antes ya se hallan de alguna man(Ta infc¡.;-rados ,al sist('lua. Por
1.IIIIIUII I lo tanto, en ese momento hal>r;í dos proletariados "'JlIodel'll :)S"; 1 no
'lIill"lhll su intervención se haya producido casi siempre en favor del orden
"antiguo", resultado de la primera fa~e de la lIlovilizaciún y ya Le tal ( ')
,: ~:;:::;::~ J preexistente).
,,~'Il~~~!~~l
I o parcialmente integrado, y un segundo, "reciente", cuya mO'liJizacjón
~¡ II;UIIIIIII
,~ 1111I1I11Rl
I I! Lo mismo cabe observar en relación con la Iglesia, que en la ma-
se está iniciando y que no necesari~ente adoptad los mismos canale~ ~l
I
yoría d~ los países ha sido penetrada por corrientes renovadoras orien- )
'ihl!!lIl111Ul
I de expresión, en particular, de participación política, que fueron usa- \

t;
l::,llllllllJltl
111111111 tadas por propósitos de reformas sociales más o menos radicales. Por
~"flllllll!J11 ,
otra, parte, no hay q'ue olvidar que los nuevos motivos de conflictos dos por los sectores populares de antigua movilización. Según la c):is-
.lr!ll:llUl
'0' ~IIIIflllUI I suelen superponerse a las' antiguas luchas de facciones de tipo pur;)- tencia -o no- de una tradición política v;ilida para las clasc! popula.-
p!1I1:WII
1",,1 mente personalista que caracterizaban la historia política de la mayo" res, la existencia de las dos capas "históricas" del proletariado puede
ría de los países la tinoarnericanos. originar conflictos y tensiones internas en el mismo. Procesos an;ílo~:'os l')
::;:/1 pueuen ocurrir en los 'sectores medios y en la, burguesía. Cuardo estos
.,' I , Tampoco sería correcto haular de los estratos populares como de
estratos han emergido en distintas y sucesivas fases, sectores ya integ'a- C>)
,~
'''iI
un oloque monolítico enfrel1lado con los antiguos _y l1uevos_ posee-
dores del poder .. Por un lado el proceso de transformación hacia una dos de las clases medias (o de la burguesía) pueden coexiHir con sectores ,
IU I

estructura de tipo industrial tiende a diferenciar, delllro de estos estra- recién emergentes y movilizados, pero todavía no integrados, No se
,
'11 I

"
"11 I
tos, sectores dotados de características peculiares en cuanto a nivel edu- tratará en general de una coexistencia pacífica, sino que el proceso
cacional y formación técnica, papel en el proceso productivo, nivel provocará tensiones y conflictos en el i?llajor de cada estrato.
-F¡;,sn .~ ~'pv,i.I;2...c>c.,''¿'-...., f-,,(... ,

"
-!>~

~;
., , I de vida, del mismo modo que ha estado ocurriendo en los países in- " Tal como se indicó en el -capítulo anterior.&-~. diero'1 cn.,'.A¡ngj£;i!.•
~iustriales. Por el otro, el proceso de movilización, como se ha indicado. .latina .dqs fases princip¡¡.les de movilizaciól}.~ U na, menos im ~ortan t~
."", I
,t, ,cobra diferentes ritmos en los distintos grupos, y este hecho introduce desde el punto de "ista de su amplitud y penetración en la pc,lJlacién,"
",IIHII
~ 1111,1 I
una ulterior 'diferenciación entre sectores más o menos modernizados. ocurrida en varios países como "efecto modernizador" de la e :ono¡'n í•• )
\1111mB 1
"""I'JIIUI
"dl'IlUI
"A todo ello caoe 'agregar las diferencias étnicas que a veces tamuién
d~sempeñan un papel ,en los conflictos, en el interior de los estrato~
de exportación primaria durante el tercer estadio, y la segunda, mu-
cho más amplia, iniciada en el cuarto estadio bajo el illl pactu del ti e- C~
.~
populares y de otros sectores. .
rrumbe del mercado internacional y la industrialización 7ll(l,'gré snj,
Además hay conflictos que se plantean, por lo menos parcialmente, con las grandes migraciones internas, la explosión demográfi.:a y los
fuera del sistema de estratificación social; tal es el caso del conflict(> otros fenómenos relacionados. Cada una de esas fases esti m u 1<',el SL r-
entre generaciones, que se va agudizando obviamente en períodos de gimiento de sectores modernos en las ciudades, el proletariado. las cia-
cam bio rápido. En..~ln,s.d.C'l.. ..@ti.lli!.c;J."jl).Lq~grad.o.de, .po1ilización de. ses medias y la uurguesía_ Con frecuencia, las capas más antiguas se -j
]~.wl!'y~n,t\;lqes tll1iv~!:s.it,~lI:i
il.s_h~J,~c;!=h~.
de é?fas..u,na, fue,n.te.de .li~lerazgó, hallaban parcialmente asimiladas en el sistema cuando se i lició la
ck..granimpor~anda .•~n,J,os W9viroientos que t,rat¡m de dar r'cspucst;!S segunda fase que tuvo por efecto el surgimiento de un prol,~tariado ~)
m"okQ9.na.ri¡ts (aunque a menudo contradictori~s entre sí) a las nue- "más reciente", así como de "nuevos" sectores medios y de burguesí:l,. l)
vas situaciones creadas por la transición.
"recientes". 1\1uchos de los fenómenos político-sociales ocurridos dt s-
Por último, y relacionándose en parte con los conflictos generacio- pués de la Gran Depresión y de la Segund.a Guerra Mundia l debfll ~)
nales, hay que mencionar otra fuente de conflictos y tensiones en el
explicarse teniendo en cuenta la existencia de estas "capas" ,Je dife- '.)
interior , de ' los distintos grupos, clases, estratos y sectores sociales. Se trata rente antigüedad de formaci6n (en términos históricos). Mu:Jlas de

~.)
L'; ()
.&.
80

las ambivalencias Y contradicciones


GINO GERMANl

de las clases medias en América


SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN

desarrollo económico, o la aceleración' de los procesos de moderniza-


ción social conducen a esta situación.
si
I
!
,
~

1, latina responden no solamente a su posición "interl1\edia~' dentro del "

Estas é.:'5incio~ías son, obviamente, causas de conflictqs. 'Cu~ndo


, sistema de estratificación (enfrentando al mismo tiempo al proleta- 1
prod\,lcen contrastantes expectativas' entre Jos grupos, detenninan la i
riado urbano y a las antiguas, élites tradicionales), sino también a la t
hcte:-ogeneidad de su composición en cuanto a antigiiedad de forma-
adopción de propósitos incoherentes entre si, o bien es~imulall cier-
tos de~e(Js sin la 'aceptación de los costos correspondient.es, etcétera. Un 11

ción y grado de irilegraóún, o absorción en el sist.ema. 1
ejemplo tlpir:o ;¡1 respecto es el fenómeno de la aspir;¡ción, ahora flrác-
En segundo lugar, l:ts "incongruencias" no se dan úniC<Jmcnle entre
ticamente universal, por part.e de Jos grupos diJ igentr~s, de "des:!l rollo"
los ¡:,;upos y dentro de éstos, sino lamhién en d nivel psicoll')giro, en
)' de "moderniza<.Íún", que 110 se acomparía por el reconocimiento y
er"inlerior'" de sus miembros individuales. En las mismas personas,
la aceptación de muchas de sus consecuencias, clland~ éstas afectah
a1gíJil0s ;ISI)Cctos"mO\:illzados" ["iedeJl (:¿'existir con la persistencia de
situaciones de privilegio de los mismos grupos. Cónsideraciones 'aná-
actitucles tradicionales cn otros aspectos. Así, el inmigr;mte rural pue-
logas pll?den hac:ci'se cn relación con las expresiones ideológicas en que
de h<Jberse transformado en obrero industrial, pero su orientación ha- 1
cia un tipo de relación patc~'nalista (o particularist<J) que caracteriz<tba
suelen artiCt1Iar~~ Jos movimientos de los estratos populares recién I j'

su anterior situación de trabajo puede no lwber desaparecido e in-


movilizados; aquí tamhién la adopción de actitudes irrcalist~s e iuter-. l' 1:
namente contradictorias es uno de los rasgos caracter1stic~s. Un 'aná- 1

fluir de este modo en su relación con la empresa o con el sindicato.


lisis d~ las "ideologías de desarrollo" de muy diferente (o iricluso,qpr.tcs- I .''1\
Asinctonías equivalentes pueden ocurrir entre ,los empresarios, los po- "
1:
1

ta) orientación permitiría descubrir tales, incoherencias internas y


líl.i(O~;, las élites diri~elltes antigu;¡s' y nuevas, las emergentes clases
medías y la burguesía indnstríal naciente.
probablemente re1:J.cionarlas, por lo menos en parte, con bs contradic- j.
('iones inherentes a la posición de los grupos que las ~ustentanr '~
En tercer lugar, las aspiraciones de part.icipación en los consumo,;; . ~
Las consieleraciones anteriores pueden acaso invocarse p:ni dar
a m~nudo no hallan ü';;7;"a'd~CII;,(i'a posibilidad (le ~~Í:¡sfacción en l{ls ~f
una explicación siquiera parcial de una característi.ca bastante difun- i'
¿íi¿¡.ínstáiiCias' l:eóÍle-sC-XIst.entes:'El gr;;(io' dé des:irrdlo 'er.onómico no
dida que p2Tecen asumir los conflictos en América latipa, o, sea' la l~
,..
p~¡'m'he:!~~i)~oñdér" a la -(1cniamlá lié ni'1.' nivel de vid;¡ rn,ás: c1c:-ac\o.
extrema fragmentación de los grupos en juego, hecho que, salvo en 1',
Ariñ[smo tiempo, la dis~r!'yucV;n del product.o nacían al es nuiy d(;;s- h
algullos países, se observa tanto en el campo de la expresióri "política
!!('I
!~~?!,a?le .para, los grtlPOS ~ovilizados. El conocido "cEecto de dell.:0s-
como en otros; multiplicación de facciones euyos respec,tivos lineaI';1Í~n- _ '"
t.ración" abarca tanto los estratos popul;¡res como los medios y altos, . b . .?'r- "~'l>-/~ <o", r
01''''1 "J . ¡.
fas resultan a menudo vana les y hasta Incoherentes. , '1"''' erre ¿r:.0,'"'>:;'.
y en definitiva concluce a b ;lspiraeióll' de consumos 01¡entados por el
llIodr.lo d~ los paises dcsarroll;ulos, mientras el aparato productivo se
Como se indicó antes, la integración
puede ocurrir por asimilación 7 7;r p ca,iibto
de Jos grupos l1).ovilizado~
cíe estructura, d~biÚld~e
¡t
halla t.odavía en un estado de subdesanollo o de desarrollo insuficiente.
seií'alaí' (JITé estas cIós formas no se excluyen s~no que pueden' combi- ¡¡
US<Jndo la terminología de Rmtow, se producen los <1c,eos referentes a
n,i'i-¡;e ele v,iríos 'lnodos. Dada la situación de los países de América
una etapa de "consullJo de masa" en una ctara en que ni siquiera se ".._- ••...•••.•. ,' ~~ •• _~~.. , . I

¡~Tlna es, sin embargo, la segunda forma la que predomina, a través


ha producido el "despegue". Este efecto de demostración, en lo que i de la Il1ovili7ación masiva de gr<Jndes estratos' de la pob1dción. Es la
,~
rrC refiere a las actitudes ele los estr;¡loS superiores, implica énfasis wbre i e~tructl1ra misma de la sociedad que se ve sometida a un proces<;) de
el consumo, 'r11;ísque (;tlfasis sobre laprodurciún, de manera que al'Juf
il::
t;¡mhién se inYirrle el orden observado en el desarrollo histl')rico seg¡'ln i'! transformacil'm más o menos radical. 'Si biei! la dirección, gen('ral
~
d~:.~_ 'pr?~csC! va hacia l~ mo~ernizaciÓn, es decir, h~cia elsurgi-
'.
'1
~ :

el modelo occil\ental ("ascesis capit.alista" y "ét.ica protestante"


etapa de acumulación, según la fonllulación de .Weher).lJ El retraso del
en la
m lento de alguna forma de sociedad industrial, hay tres aspectos que
puciTeií" ";ÍrElr fundamentalmente: ~ el.lipo de sociedad inclustri':l.l
"
[1
11 Se prmlnce al rc~pe<.\o 111\ (a~o (le "dcclo de ¡1I~i6n": las rccicntes :l.cliluc\e~ qüe' adopian ~omo meta los diferentes grupos;di}) el tipo' de sociedad
'1"C ponen el I'lIfn~i~ rohre el consumo, ~nrgida~ en I<,~ pahcs de más alto ues- incfúSi'l'iaf que resulta realmente posible en función de' las condiciones
¡¡rrollo.' ~n alloplada~ por la~ ¿litrs de los paises menos de~arrollados, pero aqu( e~.i,;~ente!i,.y @la J.?rma. -gradual o masiva- que caracteriza el pro-
¡¡ mrtl\lll" ~l' "[u~i(,nan" (0n b~ conrepci"lIc~ de la "ida "~eñorial" que predo-
c~so mismo. - 1
miu::h,," cn la ~l'cil'(btl fr:lllici('nal, las que, paradójicamente, ohlienen _por decirlo I
:l'.; \11\ tl'Í\H'T1rt t'1;":1":'ll!0 (n 1(\~ ln(\{\e\C'~ n,:\~ (..'\trett~0~ de Y'd~dd.d "rüQ6J~rn3.". a) Este aspecto comprende por 1In lado las meta~ "reales" de la ¡i'
••...
,. ~::."'" ~l.: , .. ~., ",':1: .• r..
'~~'~"~
" !:.:,J~~ ,..~ ~'l
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~j
'~

, I
, '82
I I
GINO GERMANI
SOCIOLOGÍA DE LA lIfOI>ERNIZACIÚ:\l
33, ,
r:,,, .)

acción de los diferent~s grupos y sectores comprendidos en el proceso,


:1 , y por el otro. su expre~ión ideológica. Resulta obvio que ideologías y existentes en cada país. Descle luego, existe una gama definid 1 de 1e-
,'metas ,reales no coinciden necesariamente. Un ,análisis en términos sultados posibles, determinados por los procesos hisll'¡ricos Jm',TcI~ntes
de metas "reales" resulta difícil desde :el punto de vista tanto teórico y por el contexto internacional general. En olros capítulos J¡CI1l0Stra- ~
1,. tado de formular un esquema de etapas cOJlcel'llicnlcs al cre(¡mien~o
como empírico. El concepto de metas "reales'~ es extremadamentc
complejo. A menudo dichas metas no alcanzadn una expresión cons- de la participación política en _cl proccso de nlodernizaci('lIl a :¡cr ap' i-
ciente y sólo puede con jeturárselas por medios de acciones concretas del cado a la situaCión latinoamericana, esqucma que p1lcde ayndar en ~
' '11"11I»11
'ltli¡tll'
HII,tllllll

1:::::::11111
grupo. Otras veces tales metas pueden ser fijadas 'implícita o cxplíci-
tamente por los lídcres. Finalmcnte, el grupo puede no tener metas
"reales", siendo su acción bastante incongruente. Sin embargo, la dis-
la ex'plicaci()n de la naturaleza variahle de la int('~r:lci~n ('11dil'erenL':;
circunstancias /!is(<'JI'jcas.
c) Con respeClo al terccr aspeClo, o sea la n:ltlll':dez;l vic knta ()
t)
""""1111[11 tinción, entre las metas y su cxpresión ideológica es necesaria, pues
,rl,III'lUl de otra índole, del proceso de movilización)' reinlegracitÍn, Fodemos
",,;;;;;;:11I1 siempre existe la posibilidad de' un uso exclusivamente instrumental decj¡~, en general, que cuanto 'más r<Ípida sea la fase de "desplazamien- ~~
,:::;:::::::¡lll 'de las ideologías. No aceptamos el concepto de Pareto de una dife- (o" y mayor la pmporciór. de Lt poblaci()JI que <¡ueda disj)onib!e y:
""1111111111
J,)
renciación o hasta oposición entre las ideologías y el objeto "real" de (¡nilo Ul¡ís pequeiías ser:íli I:ts posihilidades de L1naliz;lr

~;
" '1"'' '111
7lloviliza!J!e
:: ~im'lll!lll
',¡;:!II!IIIIIIII
. ,la acción concreta; en realidad tal contraste' puede variar mucho de a los sectores movilizados por llIecanisinos legítimos de participacicín,
'!I,:r.11I1I
I
acuerdo. con las distintas situaciones históricas y los difCl"entes grupos. nds profundas scr;ín las terisiones )' nds e1cvadas las probab lidades,
/~I'1 ~:::¡1Il
Pero, como difimós ántes, en América latina el grado de manipulación de confliclos abienos y violentos. Las proporciones respectivas enuc
.... 1111
.:,1

1":::::111
deliberada es a menudo bastante alto, aunque no sÜponemos que la
elección, de ideologías sea completamente arLitraria. Las ideologías
lJsadas no son tampoco irrelevantes con respecto al curso concreto de
esa parte de la población total de IlIl país lot:dlllcl1te Iliovil'zada c
ill(egl'ada en formas de vida Illoderll:ls, la parle ¡n'lll slll1lcrgid;1 ell el
'>rdcu U"adirional y, por ¡'¡Itimo, la parte eJl proceso de. movil;zaci<Ír,
,;
.'¡Id" acción. ' En primer lugar existe el problema de ideologías adecuadas constiluyeJl otros aspectos esenciales. La posibilid:ld de proces(?s soci::-
1)
'Iull
'para poner'en práctica ciertos propósitos y la posibilidad de una elec- , les <¡ue ocurren en etapas sucesivas es un elemento im)lortan':e para
::::11
ción equivocada; en segundo lugar, la ideología misma, una vez puesta
~)
la determ inaci()n del ca r<Íetcr de los con flietos. En otras pa I:thra s, I.l
":11
e~ práctica, p~lede afectar la acción, desviándola de las metas originales oportnnidad y el tiempo necesario elllre una' etapa y la si:r,uiente' ,
.)
'1111
'que habían sido fijadas o eran "realmente" perseguidas por el liJerazgo. ')
"1111
"'1
,1 , La posición del gTupo dentro de la estructura soc::ial, su ubicaciÓn
para integrar esa parle de la poblaci('l/l <¡lIe est,i sielldo movilizada.,
Esto es lo <¡ue ha ocurrido en muchos países de Occidente con repecto' t)
:,:;a
1,1111 •• 11
~lIklllll'

.'ullunuJl

.,';'il 1:::::::::
"c~ntral" o "periférica", la forma en que ha sido afectada por el
proceso de desplazamiento, disponibilidad, movilización y condiciones
históricas que caracterizan el contexto social en el cual ocurren, sedn
, los factores de mayor importancia en la determinación de la existencia
y naturaleza de metas reales. Estos factores probablemente limitar<Ín
tanlo a la integra('it'lJI política C01\10 a o(ras formas de partici ¡:lci('JlI.
La formaci(ín de ca lIa les legílimos de pa']'1ici paci('¡n ell cada ct:I):.1 han:
jlosible J¡¡ illtegr:lci('l/l de csa parle dc la jloJ¡l;¡ciúlI <¡lIe Vjl a sel 1II00'i,
liz;,da. El eqllilibrio del sistema en cada etapa se ve asegurado por el
hecho de que la pobJ:¡ciún todavía 110 incluida no ejerce presi¡')JJ (o POlo
,] .)
ti
la elección de' ideologías, y la elecCión misma podrá ser afectada por lo menos 110 un grado peligroso de presiún) porquc permancce pasiva,
'. otras' dos condiciones adicionales: primero, la naturaleza de otros gru- y la secuencia es lal q"e, cUjlJ1do rn,is tardc (-sla se cOllvierla (:11 activ;l, ~)
pos o sectores de la población que se hallan disponibles y movilizahles deben exisli'r lllecallisllloS capaces de callalizar I;¡ par(icip:ICioll sin ,)
y, segundo, la' naturaleza y contenido de las ideologías disponibles. incurrir en ca(aslróficos disturhios dcíllro del sistema (aullque (\'id~II'
, Muy a menudo la expresión' política del proceso de movilización en!
América latina origina alianzas implícitas o explícitas entre diferentes
grupos y sectores, así como también el "uso" y :manipulación de un
lemenle no sin agudós conflictos y camhios cstl'llctllrales). Estel:lOdeJc.
ha sido aplicado (eli eSI()s o en ;lIJ;Ílogos términos) a la formacÍ(')J' de I;¡
estnl(:lura política de los países más avanzados en el mlllldo occidclita!.
t~ )
sector por otro. En nuestra opinión, el análisis: de estos fenómenos Sin lugar a dudas podría ser apliciltlo a otras formas de movili raciún
necesitad lIe. las 'distinciones que hemos tratado de exponer aquí. e integracir')f]. Por ejcmplo, la secllcncia entre I;¡ expallsi()1l del apa- ~)
b) No discutiremos el problema concerniente al tipo de sOGiedad rato técriico y CCOlIl)mico para la producci<Ín ell IllaSa, }' !as aspiracio- 1)
industrial que será en realidad posible dadas las' condiciones históricas nes de consumo en masa, siguió cstc eS<jllcma cn los países' k in_
1
I
1 1
dustrialización' temprana.
.~)
. )
. I 1

5 "')
84 GINO CERMANI
l'

La secuencia de etapas mencionada anteriormente, una baja tasa,


de rnovilizacióncombinada con una marcada elasticidad en la estruc-
,tma social (demostrada por la disposición de las clases gobernantes
a aceptar el cambio)' la actitud por parte de los estratos bajos al mo-
1, derar sus dema'ndas), ha sido el rasgo esencial de este proceso en al-
p'UIlOSpaíses de Occidente,' aunque en todos ellos la transición se ca-
racterizó por serios conflictos, algunos de carácter revolucionario. En
Capítulo JII
,,1105 la rigidez de la estructura preexistente sc manifestó a través
de intentos masivos de desmovilización, que llegaron a estabilizarse
durallte décadas y condujeron a prolongadas interrupciones, del proceso
El impacto de la movilidad sobre el ~onsenso'
de llIol1ernización. p.í'&C~ '-:..;0 y..roo,-' ti' f">:>~4;.:> 0- ~,L.,
(e'

y la aceptación del orden social


En América latina, aunque en su carácter más general el proceso
parecesérsimilár, la diferente secuencia cntre procesos parciales, ;l!s
__~e~~i,da<!es y: la situación periférica producen
disjiil!t.::.s situaci0!,les 1. Las consecuencias sociales de la movilidad y su contexto estrudural
'mu)' distintas. Algunos de tales rasgos diferenciales ya fueron analizados
'Drey;;:ncnte en el capítulo anterior:(!) la rapidez de los proccsos de ,1,
El análisis de la literatura existente sobre las consecuencias socia- ¡,
T:lOvilización, c;specialmente en la cuarta 'etapa de la transición (des-
, ,
les de la' movilidad llevaría probablemente a una única cbn'clusión so.
pués de 1930):@ el hecho de que la integración y absorción de fiertos
bre la que fuera posible un acuerdo general: prácticamc¡nte to~a Clase
sectores en el sistema se producc antes de que ciertas etapas más a.van-
dc diferentes y a menudo opuestas consecuencias sociales e in,dividuales
Zá(~ásrld desarrollo económico y la modernización social hayan llegado
pueden imputarse a la movilidad social. No sólo diferentes tipos de
acumplirse; por este motivo esa in,t;qración se convierte en una causa
movilidad producirán consecuencias diferentes en circunstancias di-
acTicioí1al de resistencia al cambio;~ la coexistencia de estos sectores
ferentes, sino que además el número y la varied,ad de los proccsos
intcgr:~~()s ,con ,amplios sectores de la pob¡'ación todavía marginales, y' I
comprendidos por el concepto general de movilidad (aun limitando, I
(@} la dcpendencia respecto del sistema internacional y las consecven- I
esto a 1'J movilidad vertical) y, sobre todo, la complejidad y diversi-
, das de"'Tilfrit'érvenlÍón externa directa o indirecta .• 1
o ,.............. ~. ~ ."
dad de las circunstancias históricas con probabilidad de afectar la
movilidad y el curso 'de sus consecuen,cias, haccn extre/11~qamente
¡
(:
difícil formular incluso unas pocas generalizaciones empíric~~ válidas. li)
Por otra parte, debe reconocerse que un análisis d~' ~as consecuen-
cias de la movilidad -sea ésta social o individual_ exigiría una
\:
teoría, esto es, una serie de hipótesis especificadas con claridad y 'rela- ,1'
cionadas lógicamente entre sí, de ser esto posible y, al mismo tiempo,
la disponibilidad de datos pertinentes. Infortunadamente, tfnto las ji

,
,
~
formulaciones teóricas como los datos empíricos son insuficientes, por I
decir poco. De hecho, la mayor parte del material empírico consiste
en estudios no mu}' riguT{)50s, vagas generalizaciones históricas,. infe-
rencias indirectas y meras conjeturas, ,Por otra parte, disponemds de ,/'
muchas sugestiones teóricas, pero de pocas hipéJtesis específicas b~cn
I" 1
definidas y, por cierto, de ninguna teoría sistemática. II
Entre las muchas consecuencias posibles de la movilidad,1 este
capítulo se referirá solamente a su impacto en las actitudes de acep-
l'
I
.'
1 1:
I
1 En el conocido libro de P. A, Sorokin, Social Mobilily (Nueva Yorle, Har.
i!~
.. PeT, 1927), cap. XXI. puede hallarse una resella general.
,l
Ií..,
.1
'HG GINO GERMANI

,
SOCIOLOGíA DE LA l\LODEItNIZAClÚN
:n
tanún o rcchazo del orden social y/o político exislcllle, examinando
! Cnadro (¡-¡J1II.)
I en especial Jps efectos ,de la movilidad colectiva y dc masas cn los
cstratos m:\s bajos. Inici:lremos nuestro an:íJisis con una exposición de l. I 'llIillb/e illClejJeudiellle: MOllilid(/(1 "oIJjdi¡),," ,
'los lactares quc pueden determinar las consecuencias socja!l:s de la
1.:1 IllljJorlllllcia cllantitativa del
IHO\ilidad. mUl'iUliento
1'I'lI1'0rci6n dc iudil'iduos uuíl' les y' 110
I! lIl:'>l'iks (u ot ra~ uuidades) ,,,Ii.dada pOlI'
Las consecucncias "individuales" y "sociales" de la movilidad de- la clase cspedfi¡:¡, dc movilidad tal como'
penden de los mismos.procesos sociales b:ísicos. En el caso dc las pri- Ja defincn los faclCJres lucucionados <:n
I.I y con rcJ"crcncia J a) estrato clr i.
' ' ' '1111 meras, has interesan los efectos causados por la movilidad en los indi- sor; h) estrato n,cep~)r
11ft
",JI,I "idu~JS como individuos, miclItr;;s CjIIC las últimas sc refiercn a las
";!~J . consccuencias <¡ue, a través de los individuos y los grupos implicados, :l. r'arilliJles lHicológiclls M ""ilitlllll ".IlIIJj/,¡j¡.,," e
"'1" I (illlen1illielltes): .
""II~I afectan la estructura social. o algunos de sus aspectos y los procesos i/l/lmcta m/"'e lus i,uli"icirws
,;:':Iijll .'sociales. En este sentido algunos de los efectos "individuales" de la
,1'11" I
1 2.1 Gralificacióll/frustmció;¡ de los
"'
""1111, movilidad desempeñan un papel como variables gue interviencn en Gradu de eqüiliurio entre cl nile! de las
1" illdivicillos (móviles)' no mó\'iles)
, :f>II,IlIHI aspiraciones )' la mUl'ilidad re:ll (o su
' ' '1 I
.!.,.,,,II la causaci(}n de consecuencias sociales. Debe subrayarse gue el impacto implicados en el proceso carencia)
sobre los i.;/(livitillOS no ha de considerarse como un fenómeno psicoló-
1::,:;;I!i I 2.~ Acu/luracióll
Adqnisición de Jos rasgos eultu ralcs dd
gico püramente individual; 'en realidad, tales "efectos individuales"
:::::II! ! estrato receptor: desde courorlll ¡dad 0:-
son de por sí el resultado de procesos social y cultura1mente pautados. trcma hasta retcnción de los r; sgos dd
cstrato emisor
"::!Iill 1 i En los Cuadros 1 y 2 hemos resumido las principales categ-orías
<le variables gue, en'nuestra opinión, debcn tenerse en CUCllla al ana- :!.:J lciclltificacióll
:::m 11 (;r;l<lo dc identificación con e estrato )
'l¡'zar las consecuencias de la movilidad. Puede agregal:se que su perti- receptor (o retención de la idenlificación I
,)
",,~I
,,';rl
I nencia variar;\' <le acuerdo con la especie de impacto que se estudie. con el .cstrato emisor)

2.4 Adaptauilidad lJtr.wllal


'''~
l' Capacidad de' soportar tensiones psicoU,.
::;1,1 , Cuadro 1 gicas (si ~e presentan) prol'ocada\ por el
Factores pertinentes al análisis de las consecuencias sociales traslad.; a IIn medio sociocultural e in- ~
,,,",1 terpersonal diferente
.,~ 11
II
.~:
l. "n/iau!"
'de la movilidad

illl1cj,e,uliellte:
3. Variables contexluales
(illltl1!illielltts):.
> )
..~:~r
,11,;;111,1
'111.
1
Movilidad "u/Jjdiva"

3.1 Estmctul'tl del sistema de )


(Véase Cuadro 2)
l
tlllI:nJ
1.1 Natllral"'a dd 1Il0l'illliellto Dirección (descendente, asccndente) estratificacióll y gracio y
:t!l!:lIDt
Itl:lHl/ll
1

(asa de la 1Il0tlerllizacióIl
(Véasc lexto) )
Distancia (desde el cstrato cmisor al re- .facial Y. jJulitica dc la sociedad
ccptor) )
3.2 Grado y lasa del desarrollo
"¡mto de partida (posición del cstrato ecoll'ólIlico
(Véase texto) )
cmisor) I
3.3 Configuración' de los seclores ,)
Dimensiones (ocupacióil, pOllcr, ri'lueza, \tarias GOlllhinacioncs posihles oLg-in;u\a,¡
mÓIJiles y 110 mÓIJiles
prestigio, consumo, .participación social, por la ap:lrición Silllllll:íllea de ,Iiferen .. )
etcétera) les tipos de movilidad 'lile afectan dife ..
relltes sectorcs dc la pohlación y su co..
Tiempo (período requerido piira com- cxistencia con sectores no móvills
pletar el movin!iento: a) intra¡\eneracio-
. nal: número de alios; h) inlergcnera-
1:
cional: número de generacioncs) La lis la dehe considerarse sólo como una ilustracic'll1 de l: clase
I.~ l.artlcll'l'í-'iws de los i,¡dividuos Critcrios de selección: de fáctores gue determin;1I1 los efectos sociales de la movilidad. No es
~
(n otras Innidades) implicados (tanto
móvi!,.s romo no móviles) ,
(inteligencia, rasgos dc pcrsonalidad, etni-
cidad, origcn rural-milano, etcétera)
en mod~ alguno exháustiva, aunque acaso de 'U1ia idca tic la comple-
jidad del anúlisis. t
I ,¡

J
- -
.)
)
SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACiÓN 89
GINO GERMANI
88
Aunque el nivel de las aspiraciones y la elección de los grupos de
referencia pueden: ser en parte el resultado de factores ~diosincráticos.
'j) La "movilidad objetiva" como variable independiente
si ha, de buscarse en los efectos de la movilidad alguna regularidad,
El concepto de movilidad "objetiva" se basa en los procedimiento~ en mucho mayor medida deben ser éstos el resultado de la experiel?-cia
social y culturalmente pautada de lQs individuos, obtenida por 'medi() .'
corrientes utilizados habitualmente para medir cambios posicionales
de sus procesos de socialización temprana y en etapas posteriores de
en el status manifiesto de los individuos (u otras unidades, tales como
su vida. Las variables cOlltextuales intervendrán en ese, sistema de
familias o gTupos) en una o más de las dimensiones de la estratificación.
pautas desde la estructura del sistema de estratificación hasta el im-
.Obsérvese que es sumamente amplio el número de tipos de la mov¡'"
pacto que las circunstancias históricas pudieron haber producido du-
lidad "objetiva" que puede construirse utilizando todos o la mayor
rante la vida de varias generaciones coexistentes .•
parte de los rasgos señalados en el Cuadro l. Puede que algunos no
El traslado de una subeultura perteneciente a un 'determinad()
resulten empíriC3mente pertinentes o ni siquiera teóricamente impor-
estrato, a otro diferente, puede comprender la aculturación, el cambio
tantes, pero no es necesario 'destacar el hecho evidente de que el im-
de identificación de clase y la adaptación personal a un medio so¿ial
pacto social de la movilidad debe reladonarse específicamente con tipos
e interpersonal diferente. La mayoría de las investigaciones llevadas
I

específicos de movilidad objetiva.2


a cabo sobre las consecuencias de la movilidad y sobre su "costo" se
refieren precisamente a tales. procesos. A este respecto, las pruebJs.
empíricas de que disponemos revelan la existencia de diferentes "IÚec-
~ b) Ji Ot,ilicitl(l "sllbjetiva" 'Y efectos "individlLales" como variables
tos". Por ejemplo, la movilidad "norm.ativa"r6 que implica un cambio
intcrvitlientes de clase en una subcultura. puede traducirse algunas veces e? "confor-
midad extrema", otras en "asimilación" (vale decir. en conformidad
, I La movilidad "objetiva" exige que se la interprete en términos
promedio), otras, en fin, en "retención" de las viejas normas cortes-
de .acción social. Cómo perciben la movilidad los individuos implica-o
pondientes al estrato original o emisor.6 Respecto de la autoi(]cntifi-
dos (debemos incluir aquí tanto individuos móviles como 7W móviles.
cación en una clase,7 pueden observarse a'lternativa's basta~te seme-
implicados de un modo u otro en la situación) y su reacción frente a
jantes. Y, finalmente, una serie de efectos psicosociales p,arecen rela-
todo esto, esel determinado no sólo por las características de un tipo
~ espeCífico de "movilidad objetiva" sino también por una serie de cionarse con la situación anómica de los individuos y, grupos trasl~CIados.
de un medio sodocultüral interpersonal a otro diferente, en el que
procesos psicosociales. y los requerimientos' del la
Sabemos en qué medida se relaciona 1:\ teoría del grupo de refe- l' el conflicto entre las normas internalizadas
rencia con el análisis de la movilidad: 8 la g~atificación o la frustración
dependerán de los grupos de referencia elegidos, de las aspiraciones
('xperimcntJc1as Y del margen de distancia entre tales aspiraciones, y
Ii nueva situación provoca una desorganización

4
personal lO colectiva.s

H. L. Wilensky: "Orderly CareCrS and Social Participation",


I '1
Ameri~anSdcio-
/ogical Review, 26 (1961). "
dc la posibilidad rcal de movilidad (tal como esta movilidad es per- ¡; A. S. Fcldmnn: "The Interpenetration of Firm and Society", , en 'ISSC (comp.),.
Les imfJ/icalions .'ocia/es du progres tec/lnique (Par/s, ISSC, 1962), pág. 192. "
cihida por l.s sujetos). 'No son la clase y el gratIo de movilidad obje-
tivos los qlk constituyen los factores dim~micos (entre otros) los que
6 Véase 1'. M. nJa\l: "Social Mobility and Interpersonal Relations", en Ameri- t
can Soci%gical' Reviclll, 21 (1956) " 290-295.
¡
j det.crminan las consecuencias individuales y sociales, sino la relación
entre aspiraciones y movilidad. Además, como se observó, una mayor
movilidad objetiva. tanto en las personas m{¡viles como en las no mó-
7 Parece existir lendencia
fectamente
jetiva e illdicadores
a "retener"

objetivos de estratificación
el status 'del padre; este efecto era per-
claro en un estudio sobre Buenos Aires; cL Germani, Clase social sub-
(Buenos Aires, Instituto de Socio. !
logra, 1%3); también observaron los efectos de la movilidad sobre la, autoafiliación
viles, puede elevar el nivel de las aspiraciones o crearlas tIonde no las n. Hutchinson, en "Class Self-Asses.sment in Rio de Janeiro l'opulalion", en America t
Latina, 6 (1963), 53-61 Y F. M. Martin, en "Some Subjectivc Aspects of Social
habla. De este modo. la noción de privaci6n relativa (y también de Stratification", en D. V. (comp.), Class and Social lIfobilily in England (Londres,
gml'¡icacicill relativa) cabe enteramente en este respecto. Routledge. Kegan Panl. 1951), cap. 111.' I

S E. Durkhcim: Le suicide (París, Alean, IR!)?), cap. V; M. Halbwachs: Les


~ (alises du .Iuicide (l'arls, Alean, 1930): una temprana c interesante reforlllulación ~
~ ~'" -:t'''~l.\l
• :. ,
~<'.\
.•• ,l:
r<rc,:i{i(i,hJ
,~ o•• o', .'; : , .1
nt' ~e tiene en (\1e"::I en 10\ e~lUdiC'\ emp!ri.
.. ~~ -~'.
rle b r1;\sica hipóle,is rlurkhcimi:lna por un cminentc
R. 1'. :'Ilellon: ,,/,. cit., p:íg. 188. Sobre los efectos desorganizadores
miembro de la cs(ncla .
de la movilidad
4
.... - ..
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, .. -"'----;t~~
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; 90 I I GINO GERMANI 1 11.4'

SOCIOLOGíA In: I.A MOIlElC'\IZACIÚN


I ': r 91
Otros dectos importantes pueden imputarse al conflicto entre las as-
piraciones culturalmente favorecidas y los medios socialmente penni- contrario. El gmdo de discontil1uidad entrc los estratos afe,'lar;í ~i,!.mi.
siblcs.u 'La naturaleza de tales procesos -aculturaeión, ideiHificación ficativamcnte el proccso <lc andlllr;/{ i¡'jfI, idullilicl(i"lIl )' adapl;lci(;lIl
Y, adaptación personal- puede dcscmpeí'iar un importante' papel en pcrsonal. Con el llli~lIlo lipo de IIlo\'ilid;1l1 ",,!l.jl'li\'a" (b lIIislll1 di-
la modclacilm del impacto 'de la movilidad soure la estructura social rccci('>n, distancia, plinto de partida, CIC), el mislIlll nivel dI' aspiracio.
y los proccsos sociales. ncs }' socialización anticipatoria, cs posible que talc~ ProCCS.ISresllltcn
nliÍs traum;íticos, m;ís proclives a provocar reaccioncs an"lmic;¡; cn
l' condiciones dc 'aha discontinuidad, qllc cn las co~;dicioncs 0plIcstas.'
""!11~1II
r~~lll~lrn
",J:'II¡¡I~
r~) l'aTiaúlr:s cOlltextllllles inleminienles El grado de j'(:rarr¡uiz(I'cidl7 ¡[(: ll/s rdl/á()uI's ill/n"/'('1"Soll(t!es >lH'dc con.
:':~::llrj siderarsc CI] realidad COIIIOtilla d;lS(; partirll!:Jr dc disl'OlIlillllid;¡d y,
'''''''''II~'Il'
11'~l!lhl

:,",~;~;III
I
No nos interesa aquí cl contcxto social general como causa de la
movilidad sino sólo en la medida en que éste intervenga directa o indi-
I cn estc sentido, plIedc tcner cn parte efectos similarcs. Sin cTlbargo, ;J!
,mismo tiempo su iínpaclo sobre 'la rno\ilidad y su consecucncia sjcial
,,"bIIIUII~1
,.l:'lllnullllJ rect;Jn¡(~ntc en el condicionamicnto de sus consecuencias sociales. 'El I
I
puedcn ser indircctos y producir efectos difcrentcs. ClIando hay una
"i~'IIIIUlldI marco gcneral en gu'e la movilidad ocurre se ,da por el sistema de estra-' .ieraiquización muy marcada los individuos pcrtcllccienles a los estralos
JI 'l'IIUII~1
l;IUntHIIl' I
'Iifitación.' Su estructura condicjol,1a el impacto de la movilidad \lO stÍlo inferiorcs (9 los pcrtcnccientcs a los c~tratos mcdios respe~:to de ,las
~ "''''''lIl1tl~1 élites) se sicnten segrcgados y la scparaci('lII entrc los divers:)s estratos
~ ~ 1UHhlllllllf
medianty sus normas y valores especificas de movilidad y la distriuu-
t'ib~'~~:llt
: ción de las oportunidades reales, sino también llHidiante las' much<js resulta sumamcnte visible. Con las ~lIislllas oportllui(J¡¡dcs .Ic nl(,\'ili-
otras caracterís~icas enumel'adas' en el Cuadro 2.10 Unas pocas obser- ,dad, cs probable (IUC la visiúilir!lul de la movilidad asccr dente s~a
'''n;
,,¡,l/l..
vaciones bastarán 'para ilustra.r su pertinencia a este respecto. El perfil Illenor cn las socicda(]e~ dc jerarquización muy marcada que Cll las me-
"'' lit
1"11111I, nos jcrarquizadas. La movilidad desccndente o la privación relativa
de la estratificación resultará de suma imponancia en la determinación
, del impacto cuantitativo dc la movilidad: dada una misma propor~ dc los no Ill<ívilcs puedcn tcncr efcctos m;ís gra\'cs cn el ('as(; en qlle la
,''",~I
' u I II discontinuidad y l;¡ jerarquizacic'lII ~;ean c!c\'adas.ll Tanlbil'n csta; ca-
'ción 'de individuos móviles o no móviles, ese impacto dependerá del
:::~II I tarnalio relativo de los estratos emisor y rcccptor. Cuando los estratos racterísticas deben ir acompaliatlas halJitnalnientc de una (lIla ¡17J.~illl~ i:
":UI1 .1 ci07wlizarián tic la imagen de (:slrtllifi('(lrián. Este rasgo plCtlC tencr
medios y altos, son relativamente pequeños, aun una pcrmeabilidad
,,¡fl suma importancia en la detcrmina(:i{'llI dc la naturaleza y (' 1 imlneto
completa' (esto es, una movilidad empírica que se aproxima a la mo-
! ,1 ""1' I vl'lidad "pcrfecta" fornlalizada en ciertos índices) significará muy poco de la congrucncia c incongruencia de status. Con una clara imagcn de
,,"11 la' congruencia, el efccto psic~ltígico de la incongrucncia sobre los
,,;11 en términos de las oportunidades reales de los individuos ubicados en
1
los estratos más bajos. Cuando los estratos medios son más grandes ~ individuos debe ser mucho nds intcnso quc en una sociedad (~n que Jos
''''''1
1hlq;n' 1
limites cntrc las c1ascs se:Jn borrosos)' quc carezca de una idca clar;1
incluycn una proporción de la población no mucho más pequeIia que
.,ikUI"li
I
:~1::~::::=1'
la proporció~ ubicada en ios estratos más bajos, será posible un efecto dc' 1:Is "cquivalencias" en cada dimcnsión de la cs[r;llificaciún. La ')1'0'
hahilidad de la aparici,ín dc la incongl:lIl'ncia se relaciolla, por SUlllICS'
to, con el grado de homogencidad de las 1/orlll{]S ¡fe 111(wil¡'¡l/r! ,y !:Js
social. se ha publicado una abundante literatura; véase el índice y la bibliografía
'de la "hr.l de S. M. Lipsét y R. Bendix, Social Mo/Jilily in ¡'/{hlllrial Sociely
oportu11idades l'eales cn 1:Is varias dinlcnsiones. En los CISt,S Cll qllC
(lIerkeley y Los Angeles,' Univ. 'of CalifornjaPre~s, 1959), p¡lg. G,l y, sig., :!52 y las' nonnas dc movilidad}' 1;ls oportunidades empíricas SC;IIIlas 111 ¡'s lI:IS
twuim. Tamhiéu M. janowilz: "Some Consequences of 'Social l\ofohilily in lhe en todas las dímclisioncs, no es prohable qllC la 11I00'ilid;1I1proclll/{'a
lInilCll Stales"cn Trnl/Sflcliolls o{ l!le III J1!ol'lcl COllgress of Sociulogy (Londres,
ISA, 1956), vol. IIJ, 191,201. Contribuciones m;ls recientes sobre esl~ tópico son': incongrucncia dc status, pcro si la hcrcncia es la norma dOlllinante en
R. J. Keiner y S, l'arker: "Coalstriving, Social' Status and Mental Disprder", en ,tlgunas dimcnsiones, mientras quc Olros clII;des sc manticnen abic,.tos
Arnl'l'ican Sociological lIt:l'iew, 28 (1963), 189'203; W. Breed: "Occupational Mob.
deacueruo COn critcrios dc logro. 'la incongTllclIcia SCr;'l\In rcsllll.ldo
ility ¡¡"d Snicide 'among White Males", en loc. cil. Resp~cto de la lileratnra ante:
rior sobre' el tema, P. A. Sorokin: Social Mo/Jility, o/). cit., cap. XXI, págs. 6.10, frecuentc dc b movilidad . .Esta es IIna siluacit">n dc particllJ Ir impor-
[1 R. K. Menon: uf): cil., pág. 135 Y sigo tancia ,para los efcctos sociales dc la 1ll(l\'i1idad: la movilida'] ]);lI"cial,
l' , JO, Véase sobre 'esle lema M, TUl11in: "Competing Stalus Systems", en 'V, E. mente hloqllcada se considcra hahitualmclltc (,OlllO'IIna de h, lll;ís
Moore y A. S. Feldlllan '(comps.), Labor Commillllenl and SocÍlil Clulllge in Deve.
\ loJ,illg Areas (Nueva York, SSRC, 19(0), P¡\¡''S. 279.280. )¡J
,11 S. l\f. Lil'sCl r lt. lIC1l<1ix, o!,- ,il. \""he "'I'cliaillll:nlc cap. "l.
I '

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"
SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN 9~

j
92 GINO GERMANI
1-
Cuadro 2
poderosas fuentes de resentimiento y tensiones ~ociales, Los valares
de la movilidfld, lizs actitudes y las creencias condicionan, claro está, el Caracterfsti~as de la estructura del sistema de estratificación,
nivel de aspiración y, en relación con las normas de movilidad)' las' para el análisis de las consecuencias de la movilidad '
1j
oportunidades reales ofrecidas al individuo, determinan el grado de l. Perfil de la estratificación. Ptoporción de la población ubicada cn los divcrsos
satisfacción o frustración provocadas tanto en las personas móviles como cstratos (posibilidad de varias combin-aciones: ¿liles relati vamenle pequefias y
relativamente grandes, estratos medios grandes, pequefios o prácticamellte inexü-
en las no móviles, Además, como se indicó antes, las creencias y las :1
tentes, etcétera).' .
actitudes pueden incrementar o disminuir la visibilidad de la movili- 2. Grado de discontimtidad entre lo.t estmto.'. (Desde un m.\ximo de discontinuidad
con claras llneas de demarcación entre l(ls estratos junto con grandes diferencias-
dad real o cmpíric. •.
y d~igualdades en tod2s las dimensiones, hasta un mlnimo de discontinuidad
Con las características que :;e incluyen en el Cuadro 2 podr!a cons- en todas las dimcmiones y aparición de un "c01ltin:uum de estratificación".)
truirse una tipología de' sistemas de estrati[icacÍón. La más general- 3. GTllda de ;erarquizaciórJ de las relaciones interpt:Tsonal~, (Desde un máximo
mente maua -sea explícita o implícitamente-- es la clasificat:Íón. de acentuacitln [abierta o encubierta) de las desigualdades 'de status en la mayor
parte o en todas las situaciones sociales, hasta' un mínimo de acentuación de las
dicotómica (o, mucho mejor aún, un C07lli711lUm) cuyos tipos polares uesigualdad~ de status en la mayor parte o en todas las situaciones.) I
enfr~ntan una pauta "t.radicional" con una "moderna", La primera 4. Grado de institucionali:tació" de la "imagen"
del ,sistema de eslratificación. (Des-
se uescribe con frecuencia como un sistema de dos clases: de acúerdo de un grado máximo a \In grado mlnimo de institucioualización; esto comprende
también el paso de un grado máximo a un grado mlnimo de élaridad de la
con ella se ubica a la gran mayoría de la población en los estratos más
"imagen" de cada uno de los es~ratos, y de co¡;tgl'Uencia "ideal".)
bajos y comprende una alta discontinuidad y jerarquización, una alta 5. Normas de movilidad. Predominio de la herencia o del logro (desde la herencia
institucionalización .de la imagen de estratificación, predominio de nor- en todas )-as dimensiones de la estratificación, hasta el logro en tbdiu las dimen-
, , mas de herencia, valores y actitudes y po'ca~ oportunidades reales de siones de la estratificación, incluyendo las varias posibilidades intermedias)¡
movilidad. La segunda, la pauta "moderna" de estratificación, se de- 6. Valores, creeneillS 'Y actitudes relativos a movilidad, Desde la máxima valoriea-
ción de la estabilidad y la herencia, hasta la má~ima valorización de la movilidad
fine por los rasgos opuestos: mullir)licidad de est.ratos o aun un "COft- y el logro (junto con grados variables de consenso en los diferentes estratos).
lilllillm de estratificaciém", baja discontinuidad, h¿¡ja jerarquización, 7. Posibilidades ,'eales de mnviliCÚld. Desdc muy pocas, excepcionales y desigual-
falta de claridad en la imagen del sistema, frecuente incongruencia de mente distribuidas entre los estratos, hasta muchas e igualmente diStribuidas
entre los estratos. '
- st!:!tm, predominio de normas de logro o desempeño, valores y actitu-
I '
des y abundantes oportunidades de movilidad efectiva. Es bien cono-
rido el hecho de que tal tipología no 'pretende describir empíricamente Tienden, en efecto, a agruparse, y las combinacion,es en )a~Ique
los sistemas existentes; por lo contrario, debemos estar preparados para los rasgos "modernos" prevalecen se obsen'an más freeuentemen'te 'en las '
)
hallar variadas mezclas de rasgos "modernos" y "arcaicos", y esto re- sociedades industriales urbanas, mientras que las configuraciones más
sulta v;ílido no sólo para las sociedades en transición -a causa de su "tradicionales" parecen ser bastante comunes en las preindustriales.
car;kter de transición- sino adem;ts para sociedades m;ís estabilizadas. Pero al mismo tiempo debe subrayarse que muchas importantes con-
. En reali,dad, se han ob&ervado rasgos "modernos" en muchas socieda- secuencias sociales de la movilidad sólo pueden comprenderse ~n el
des preindustriales y, viceversa, el grado de compatiIJili(l;td entre los contexto de un sistema de estratificación "mezclado". .
rasgos "tra~licionales" -incluyéndose aspectos de la cstratificaciún- y Otros aspectos de la modernización (s~cial y polItica) d~ la socie-
las socied~dcs urbanas, industriales y modernas parece ser elevadd. dad también afectan los resultados de la movilidad: grado de, urbani.
Pero no puede rieg~rse que muchos de los r<lsgos enumerados en el zación, alfabetización, difusión de los medios' de comunicación, de
ruadro estén interrelacionados. movilización, de participación polI t:ica, de se~ularizació~ de la familia,
la Iglesia _y otras instituciones, etcéter~. Debe, reconocerse que m1lchbs
de estos rasgos 'se relacionan en alguna medida con el sistema de estra-
tificación y ejercen su influencia sobre todo a través de él. Sin embargo,
algunos aspectos de la modernización, tales como las acqtudes respecto
del cambio, la habilidad para adaptarse a nuevas situaciones y, espe-
cialmente: a alteraciones sociales y ecológicas, y varios otros pueden
.q<t.
~'!r,
94 , , GINO GERMANI
, i SOCIOWGíA DE LA MOllERNIZACIÓN 9.)
¡

Intervenir más directamente en la determinación de las consecuencia~


so~iales' de la movilidad. grupos implicados a reequilibrar su status.12 Nos referiremos aquí a ,
"i
El grado y la tasa del desarrollo económico (diferenciados dcl grado dos tipos de situación: 1) la movilidad jJarcial ascendcnte, y,2) la
l' y la tasa de la modernización) introducen otro importante conjunto de movilidad fJarcia'l descendente.
condiciones que puedeJ,1 modificar el impacto de la movilidad. Pretcn-
, de'mos sugel'ir aquí que, en un mismo nivel de modernización, el mismo 1) Afovilidad parcial ascendente: caso de los f){lúes en desarrollo, '
1, tipo ~Ie movilidad "objeqva" puede producir diferentes consecuencias En esta situación los b'TuIJOSafectados trat:lri de eliminar los oi)stáculo;
,)
sociales en condiciones de ,desarrollo económico que en una situaci('¡n de (¡ue impiden p,uTialmcnte su asccnso social, yesos es(i,crzos Jlucden
~~I' convenirlos ell grupos innovadores o revolucionarios. Es dccir, en tale,;
depresión económica, y que la etapa dc desenvolvillliellto económico ¡ti.
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canzada por la sociedad' in troducirá an,í1ogas condiciOllcs madi ficadoras.
Debe recordarse filfalmenteque difcrentes tipos 'de movilidad pue-
den o,currir al mismo tiempo, y que las configuraciones
que resultan de tales procesos simultáneos pueden' introducir
particulares
nuevas
condiCiones pertinentes en los efectos de la movilidad, sea respecto de la
sociedad global, sea respecto de grupos específicos.
casos sc dan las circunsta'lIcias de "desplazamiento" y IlIovilizaci(',n exa-
minadas eh el capítulo a'nterior. La bien conocida teoría del ro, estra.
tégico del "grupo parcialmente bloqueado" en las primeras elapas de:
desarroEo, se basa precisamente en una hip(~tcsis de csta c1ase.1,=iEn ta.
les casos se ha considerado que si la movilidad completa Íluhiera sido
posible (esto es, si la posibilidad de cquilil.li"io de statushuhicra
tido durante el slnlu qllOY, 1/0 h;dJi-i:ln pre\':llecido' actitudes innova.
exis. I
,~
~~

A
~ doras o revolucionari<ls. A la movililbd parcial creada por 1;1d fusión
2. La movilidad como factor de oposición radical y de ruptura del de la educaci<Ín se le han ¡¡tribuido consecuencias an;ílogas. Las es,
""11[,
,,\ " consenso peranzassurgidas el1tre los grupos dc reciente educacitÍn pueden per ..
'1
'''I~
,;I~; manecer insatisfechas a causa, del virtual monopolio.quc tiener aIro!,
1; Sobre la base, de la secci(ín precedente, puede decirse que' la mayor gruJlos -extranjeros o cOlllpatriotas- dc tOlL1S las ¡titas pos ,cione~,
I :1 ~~~.

I '''~I, partcde los efectos ,desorg'anizadores sob •.e la aceptación del statu qua asef¡'uibles de la sociedad, o' porque cl suministro de nuevas p( rson:l;
~)
\"'1111,
'il!\l

]~l,
, ""~, 11 '
se produce, por causa de una de estas dos situaciones o por ambas a la
vez: '1) movilidad de 'facto o no il1stitucionalizada, y 2) desequilibrio
entre las aspiraciones y las ojJOrtunidades reales de movilidad o su
instruidas excedc la dcmanda o no respondc a las habilidades te;cnica~
o 'intelectuales de que se tienc necesidad. Dc este modo, la for:'laci<Í1l
de un "proletariado intelectual desarraigado" se considenl un £actol
,)
)
1 '''lu I
i ',I'iIJI, GlI!encia en el cnsode que b movilidad sea objeto de expectativa y se del desarrollo del cOllllmismo en 1\sia.1-I En Afriea y en otros lugares
"'CiII¡
)
halle institucionalizada. En este sentido la movilidad seda desOl-ga-
'~I 12 S. I\f. Lipsct y R. I\clldi". O/,. rit., considcl'an la illcun!{l'lIencia d" SIJlllS ~./)
I"::'I~I' ,
ll~uIJllUI I
nizadora en una sociedad "tradicional" (con tal de que tcnga un sis-
Como uno tic los In~'lS iU)portallll'S f~lt:l()rcs '(lIe ¡lIlen ¡Clleu l'1l el condidou;ullicqlo
tend' "adscripti'i'o" de estratificación), mientras que en una sociedad de las cOllscCUellli:ls so,ia"'s de la 1l11l\'ilidad. (;. E. l.e:lIsky desCllhrió al~llllos
"''':"ilII,' ,
""',aq"1 )
;;;:' ~l:1 ' "jndllStrjal" (quc se aproxima al tipo ideal opuesto) sería un proceso cícelos dc la h~lja crisl;lIizaciúll sobre la orit'lJtaci()u (lolit¡ca t; . ideológica. Tamhiéll
{obuuló una técllica para la dcfillitie\1I cs(adisl ka de la illcollgrtlelll'ia véase
permanente y nornial que favorecería la conservaC;ión dcl equilibrio del (;. E. l.ellsky. "Slallls Cryslallizalioll: ¡\ !':oll.Vcrlical DilllellsiulI of ,Social Slatus", ~)
sistcma (o aun' resultaría indispensable). Cuando estos procesos son: a) CII Americall Socioir'gical Uelll'e1ll"J9 (Í!I}'l), '¡O'í-41:1; 1. \\'. (;offman halló resllltauos
de orden colectivo, )' b) intrageneracionales y rápidos, la movilidad dc ,allálogos: "Status COlIsistenC)' and I'rcfcrellce for Chan~e ill I'ower J)istl'il '1Ilion"
ell A"lericlllI Su/'Íological II<:"ic1II, :!~ (1!1;,7),~7!í,:!HI; sc estudiaroll tambiéll los
facto o el deseq~lilibrio entre aspiraciones y oportunidades reales COI1S- dcclos suhre' la participaciólI social: C. E. Lcnsky, "Social I'anicipalion and Status
ti ttlyen un caso de movilización social (primaria o secundaria). Cr)'stallizatioll .allu CI:lss COllsciuIIsness", cn AlIllTirllll Sociological Rcvi~ll', ,21

.La movilidad no institucionalizada introduce por definición in' (1956), 458.464. También el grado de congruencia dc stalUS pal'ece afectar II aUlo-
afiliación 'a una clase: \V. S. Landcácr, "Class Cr)'slallizalion ano Class Conscio-
congruencias de status: de hecho, implica la apertura de algunas usness", cn A IIlCriCllTl SociologiCllI Revicw, 28 (1!lCi:l), 21!1.229; rcsllltauos sen ,cjanles
dimensiones, mientras que las normas y valores dOI':ninantes (o al me-, se ohtilvicron en Buenos Aires cn el estlldio de G. Germalli. cilado cn la' II,la 7,
1:¡ !\l. Lcv)', "Contrasting l'ac'lors in the Modcrnizalion of ChUla amI .rapan",
'nos las normas y valores de los grupos, dominantes) siguen respon-
diendo a los requerimientos
anteriümlcnte,
de la estructura previa. Como se indicó
es muy posible que esta situación se convierta en una
en S, h.uznets, W. E. 1\foore y .J. J. SpengJer
IlIllill,
01 Social
ja/"J>r (Durllam,
Changr:,
14 M.. \Valnick,
o/J. cit.
"Tlle Appeal of Communism
(i"omps.), I,rollolllie

to Ihe l'eoples of Und('nJevel.


Growth:
Dllkc Universit)' .J'rcss, 19!í!í); E. E. J (agen, 011' the Tircory
¡¡rllúl,

. r)
poderosa fuente de tensiones sociales a causa de la tendencia de los oped Arcas". en Chus, Status and PO'wer (GJcncoe, N. Y., Tlle Free l'ress, 1953) ";'~
comp. por S. M. Lipsct y R. Bendix; M. \Veiller, "Tlui l'olitics of Soutll Asia",
I
I
. )
~
. . .,i )
l'

96 GINO GERMANI SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN 97


I
"

se ha observado una "clara polarización ideológica" entre élites "vie- difirieron grandemente, y que para realizar un análisis más específico
1,
jas" y élius "nuevas" (ambas educadas) que ha dado origen a movi- de ellos deben tenerse en cuenta más abundantes y, fihas distin-
mientos innovadores semejantes. Su familiaridad con las ideas y los ciones. Sin emBargo, todos ellos fueron partidos integrados por muchas
métodos modernos les ha dado un sentimiento de superioridad que c1~'ses, su ideología apoyaba cambios sociales básicos y todos ellos fue-o
, I I
estimula sus <lmbiciones de aIcam.ar el poder mediante la revo!tl(;ión ron pronunciadamente nacionalistas, antiimperialistas y <lntioligárqui- 1,
o la reforma.1r, En Latinoamérica, los grupos cuyo ascenso fue parcial- coso Hay que destacar que variaban bastante de un país a otro .y, de
mente entorpecido por la persistente rigidez del sistema de estrat.ifica- vez en cuantlo, dentro del mismo país, rcspecto de. su verdadera oposi-
tión, promovieron moyimicntos extremistas revolucionarios o, al me- ción al .l/alu quo. Al respecto puede recordarse que precisamente uno
llaS, reformistas. Tal fue habitualmente la situación de los estratoS de los factores esenciales era la posición cambiante de los grupos que
medios en ascenso, creados durante la tercera elapa de la transición, componían la clase media conductora, especialmente, 'el grado d~ difi-
por los efectos modernizan tes de la expansión económica. Su recién cultad con que tropezaban al tratar de equilibrar su status. La evolu-
adquirida identificación como clase y sus esfuerzos por participar del ción típica de estos movimientos ha ido desde una oposición revolu-
poder político y de las posiciones de prestigio, hizo que se opusi.eran cionaria al orden político y social, a una orientación plUcho más
, I
al orden político y, a veces, incluso al orden social, que daba a las éliles moderada. Este cambio pareció corresponder al nivel de integración
tradicionales un virtual monopolio del poder y del prestigio. Apoyados de los grupos de la clase media. El partido Radical (je la Argehtina
por los sectores de los estratos más bajos recientemente movilizados y mantuvo su ímpetu revolucit;mario hasta ,comienzos dél .qiglo: ,Luego,
que habitualmente carecían de experiencia política y de liderazgo pro- la inusitadamente alta tasa de movilidad y el muy veloz proceso de
pio, los intelectuales, los profesionales, los empresarios industriales y' modernización social, que originaron una clase trabajadora, urbana
otros grupos similares, organizaron los típicos movimientos "liberal- independiente, lo transformaron en un partido típicamente c~ntrisla,
populares" o "nacional-populares" que aparecieron en la mayoría <.le más homogéneamente arraigado en las clases medias. En Chile pudo, '
los países latinoameric.anos desde fines del siglo pasado y durante las observarse una evolución similar. I I

últimas décadas. Podemos mencionar aquí, entre otros, el AI'RA en .


El APRA comenzó con mía orientación más extre'misla, lo que '
'11

Perú, el partido de Liberación -Nacional en Costa Rica, la Acción respondió a una pauta de estratificación mucho más tratliciOl~al y a
,Democrática Veneiolana, Cl MNR en Bolivia, los partidos "Radicalcs" su mayor rigidez. En años posteriores, sin embargq, ,cierto grado de
en Chile y en la Argentina, al menos, en sus primeras etapas de' evo- participación polltica y, probablemente, la incrementada 1egitimiza-
luciÓn polftica, y el PRI en Méjico. 'También deben clasificarse en esta eión social de sus sectores conductores han' producido una. moderación
amplia, categoría el peronismo y el varguismo (que examinaremos m;ís en su orÍentación,17 : "
adelante), en la medida en que incluyeron como importante elemento
La revolución nacional de Bolivia fue 1ma consecuenCia ~ás extre-
dinán~ico sectores de la clase media parcialmente entorpecidos en su
ma, que puede explicarse casi enteramente por la combinación de la
ascensión política y social,16 Cierto es que eslOs movimientos POIíllCOS
grave privación de los sectores conductores de la clase me<;lia y el mayor
grado de movilización social de los estratos 'más bajos,' que obtuvieron
en G. A. Almancl y Coleman (comps.), TIJe Pr.>litics of tl,e DCTJe10ping ArCO.f
I
(Prineeton ~Jniversity l'rcs."19(0) ; J. M. d. Krocf; "Sodal Conmet and Minority I
I
Aspiration~, in Indonesia", en Amcl'icoll ]oumal o/ Socic>logy, LV (1950), 450-4Gj. revolucionarios en Indoll.mérica", en Combatc, sel. 1961 y febo 1962; M. Monteforte
15 R. F. Uehj-enclt, "The Emergence of New E1ite~ ancl New Political Inte- Toledo: Parlidos t,o/{ticos de ]1Jcl'Oamérica (Méjico, Instituto de Invcstigaciones
gration Forms and Their Infiucnce on Economic Development", en Transaclions Sodaleq, UnÍ\'erqitlad Nacional Autónoma, 1961). Torcuato Di Tella ha ana-
"f Ihc Fiflla World Cc>llgress of Sociology (Lovaina. ISA, 1962). En un estudio lizado el p3pel de la movilidad parcialmente entorpecida en las actitudes anti
~obre la c\'olur:ión polltic<l de Uganda se menciona un interesante ejemplo de los slatu quo de los intelectuales y los grupos de clase media latinoamericanos, en-
efectos contrastantes de la educación moderna en un medio tradicionalista, cuando "Loq procesos pollticoq y sociales de la industrialización", en Desarrollo Económico,
se acompaña o no se acompaña por discrepancias de status: D. E. Apter, Tlle vol. 2 (1902), nI' 3. 19.48, Y en El sislema po/{Iico argentino. y la clase obrera
P"Wical Kingdorn of Ugand4 (Princdon, Princeton University Press, 1961), 199 (Buenos Aires, EUDroJlA, 1961), cap, IX.
Y sig,; 313 y sigo 17 A. Mendoz~ Diez analiza desde el punto de vista de la izquierda la tlpica
16 Sobre la alianza p"pulista de la clase media en ascemo ~' los estratos inre- evolución del ArRA y otros 1ll00'imicntos latinoamericanos similares en La rCTJolu-
ri"r •.'. véase ", Alba, HistClril\ n(1 r.tl't'imimto C'!>rrro (r; A",idrn !atino (~l!iieo, ríon dc 1m t'rofrsiorJalcs e i"Iclalunlr.! en LatirJonmhiw (Méjico, Instituto ele
1 ,1'1<"" ~lri".:ll1l" \'niJ,,,'. \%\\. C~::'. \'\1: \. \'i\~':"\le' 1 .id C~<npv. 'T~='_i,i-, Ir"TstiR~d(loes S"ciaks, Universidad Naci()n~1 AntÓllolIl:!, ]!){j2).

, ..•~
98 GINO GERMANI
SOCIOLOGÍA DE LA lIfOIlERNIZACIÚ:" 9!J
Ii
para el MNR un apoyo popular mucho más amplio que en el caso análogas en grupos de clase baja, en el nivel individual.20 El Oi ro fac-
de Perú. tor esencial de este proceso fue. la alta discontinuidad y la alta jel arqui-
I ,

zación del sistema de estratificación que prevalecía en Europa duran!!:


"2) Mo~ilidad parcial descendente: un ejemj)lo cm-opeo. Uno de ese tiempo, lo cual aUlllcnló las consecul'ncias anómicas dd dl~l'bza-
los' caso~ ¡;nás impresionantes de las grandes tensiones sociales creadas miento e hizo intolerable .la amenaza de la e1evaciún de la c:lase traba- '. . ')

por la movilidad parcia,l descendente es el apoyo prestado por la clase jadora, especialmeJ1Le para los grupos medios inl'criores.( Pucde .obser.
)
media a los movimientos totalitarios derechistas que tuvieron lugar en varse aquí que procesos similares de igualaci(ín entre nj,~'elcs mcd ios y
:~!. Europa en el período interbélico. La movilidad descendcntc se origillú populares ocurridos en los misJllos países desp"és de la Scgllllda 1 ;ucrr~: ']
.'.¡[I.n por la acumulación de \'arios facLOres: la inflaciún redujo ddstica- 1\Iulldial no fueron causa de los Illismos efectos m:lsi\'os. COJllO se' su'
)
;il 1 mente los ingresos reales y los ahorros de la mayor parle de los mielll- giere en la sccción sig-uientc, los cambios recientes del sistema de eSlra..
I,:¡i~1 bros de los estratos medi~s, su posición relativa se afectó profunda- tificación de esos países constituyen una importante explicación de ')
]~ . mente por las ganancias sustanciales que los trabajadores obtenían por la diferencia.
)
.:J) entonces, tanto en ingresos como en poder político y, finalmente, el Los ejcmplos precedentes han mostrado que la direccit'll1 de 1:1
'''lil~ }
:!~ desempleo 'de los profesionales contribuyó también a su "proletariza- movilidad puede relacionarse con una orientaci(ín ideol<Jgica específica:
~:[~~ ción". Bajo el. impacto de este proceso, los intelectuales proveyeron la movilidad ascende1lte bloqueada parcialmente crea una prop~nsión )
';Iit: de líderes a ambos extremos radicales del espectro político, pero fun- al "progresismo", mientras que el "reaccionarismo" sería una expre-
')
damentalmente, al totalitario derechista.1B sión de la movilidad descendente. Siri embargo, la re!aci,ín es mucho
'¡¡ : Este ejemplo europeo sugiere que cuando la movilidad descendente más compleja, pues intervienen muchos otros factores. Por ejcm¡:;lo, las )
'l,' afecta <1, una alta proporción de individuos de posición media o elcvada diferentes configuraciones ele grupos móviles y no m(')viles que ,'oexis-
ten en una sociedad y su dispollibilidad para la acci,')n políli"a fue
)
eS posible que los efectos anómicos de! desplazamiento transformcn un

.~~
,m otra condición determinante de la orientación '''nacional-popular'' en )
,11. fenómeno individual en un fenómeno de masas, es decir en moviliwción.
;.1" K. Mannheim y otros han descripto, cómo la inseguridad individual Latinoamérica y el movimiento totalitario derechista en Europa. En el
)
provocada por la inOación, la inestabilidad de status o la desocupación primer ca'so los sectores incongruentes de la clase media eran e:.casos,
',,4: masiva pueden originar inseguridad colectiva,' crC<Índose de este modo pero les era asequible el apoyo de los grupos inferiores recientc.llente )
:) las condiciones para la aceptaCión de soluciones totalitarias.lO En un movilizados, y esto requirió, claro est;Í, una ideología "populista' y de )
"o« clinla de depresión gen'eral semejante se han observallo consecuencias "justicia social". Incluso los gTllPOS de movilidad descendCIII.l:de las
I.';""'~~I-
1.I~lt"•
L.:;~
••
élitBs tradicionales (que habían fracasado en sus anteriores in .entos
de promover movimientos fascistas) se sumaron ell la Argclltin; )' el
)
in¡licios de que d status y el grado de modernización
~"~I'1
"dll
18 Existen
de origen han sido faclores importantes en tal orientación política.
de la región
En Alemania
Brasil a la masa nacional-popular de los partidos peronista y var~'uista.
parece que los intelecluaIcs de status mns eIcvado y de regiones más tradicionalislas En Europa la clase trabajadora hacía ya tiempo que estaba políti-
y periféricas lenían con suma frecuencia una ideología nazi, mientras que lo con- camente organizada y se hallaba históricameme relacionada con el
u'ario SlIcedía con los "cosmopolitas" y aqnellos de orígenes sociales más bajos.
En la Argentina, durante la década del treinta. el nacionalismo de extrema dere- "progresismo"; las únicas m:lsas "dispollibk~" eran las c/;¡~es uedias
cha estaba claramente asociado con la élite tradicional de movilidad descendenle. desplazadas, qlle concentraban un m'lIllero de micnd)'l'Os lo suficiente-
compuesta en su mayoría por miembros pertenecientes a zonas atrasadas del interior.
Illellte amplio COIllOpara integrar IlJ~ 1I10VilllielllO lnasivo, aun cllando
10 K. Mannhcim, Libertad y planificación (Méjico, Fondo de Cultura Econó-
mica, 1942), partes l. JI, 111. E.ste autor describió hábilmente la diferencia enlre no le fuera posible incluir a la mayoría de la pohlaci(ín, como al urría
los efectos de la desocupación i'ldividual y la d~socupación masiva: "Si en 'tiempos en Latinoal1lérica.21 Élites, masas e ideologías disponibles constil.uycn
normales un indi\:iduo pierde su empleo, puede por cierto; desesperarse, pero sus las condiciones importantes p;¡ra la modclación de Lis orientaciones
reacciones pueden aproximadamente preverse y su desazón sigue las líneas de una
pauta general. ( ... ) El pánico cunde en grado máximo cuando el individuo des-
cubre que su inseguridad no es meramente personal. sino que le es común con la 20 Sobre las diferenles consecnencias de la lIIovilidad descl'ndelllc en nn clima
masa de sus congéneres, y se le hace claro que no existe ya una autm'idad' social de depresión y ejl un clillla de prosperidad. v('ase 11. L. Wilensk.y y E. Edll'ards,
,que imponga estándores incuestionables y determine SU conducla." 01'. cit., pág. "The Skidder", eH American Sociological l/e"ic"" 24, l!l!in. 215.2111. .
130 (ell. inglesa).
21 Germaní. PoliliUl y soried"", O/,. cit" cap. !l. y "FascislIl and C1ass", o[), cil.

~
~
W

1,
GINO GERMANI SOCIOLOGíA VE LA MODERNIZACIÓN lOl
lOO

ideológicas específicas de los moviIpientos origina~05 en procesos de lidad "estructural'~ (transicional), y condiciones permanentes que posi- 1
moyilización constituidos sobre la ~ase de moviH~ad colectiva parcial bilitan altas tasas de
\
movilidad de intercambio; 2) movilidad adicional
,
11
It,[
descendente o ascenuente: ' 1
creada por diferenciales demográficos; 3) una mayor "fluidez" origi- " '

nada 'i)Qr la movilidad de "intercambio",23 ,como resultado de una m;í~ "

amplia aplicación de criterios de logro ,o' desempefíb (especiiJlmente h


,~

:l, 1,(/ movilidad como factor de estímulo del COIlSCllSO y de la educación) con la consiguiente mayor proporción de ipdi viduos m¿J-
Ilcr:1Jlllción dd urrkn social viles, y 1) continua transferencia de símbolos 'de status desde el vÚtice
"
a la base, a través de una incrementada participación en las pautas de
Los resullados de la exposición precedente sugieren las condicion.es consuma y estilos de vida más prestigiosos, y la elevación de los niveles 1,
~eIlerales para que la movilidad sea una fuerza integradora en la SOCIe- de prestigio ocupacional a causa del progreso tecnológicq (podemos i ,'it
dad. Tale~ condiciones pueden resumirse como sigue: 1) las aspi- llamar a este proceso "movilidad por par~icipación creciente"). ' d;
, I

;-ariones de movilidad deben tener importancia


tlifllntlirse ampliamente
para el individuo y
entre la población; 2) debe mantenerse un
Por olra parte, todo este proceso se refuerza grandemente IJor la J~
movilidad misma, una vez que alcanza un nivel cuantitativ~' relativa- ¡',ff
FCIuilibrio entre las aspiraciones y la movilidad rea122 en todos los mente alto y cierta duración. Deben tenerse en cuenta, varios as- L,'
~stralOs y para la gran mayoría de los individuos (los fracasos se per- pectos de esta funci6n reforzadora de la movilidad comb factor de

I
, fi~en como casos "desviados" que deben explicarse de acuerdo con las cambio estructural del sistema de estratificación: a) I en, primer lugar,
pormas de la movilidad institucionalizada); 3) la, movilidad debe ser contribuye a modificar la significación psicológica de la incongruen-
igualmente posible en todas las diVlensiones pertinentes (esto es, no cia y a disminuir sus efectos. Durante las etapas iniciales l.1e la tr~nsi-
~lebe provocar incongruencias 'grav~s); 4) la jerarquización y las dis- (i6n la "incongruencia" contint'Ia percibiéndose a través de la "image~ ,.
conlilluidades culturales e interperspnales (o, al menos, su visibilidad ideal" de la congruencia vinculada con el patrón tradicional d~'estp.
para la mayoría de los individuos) ,¡eben redllcirse a un mínimo, y 5) ~~
tificaci6n, y esta situación puede durar largo tiempo y coexistir ~~;;
~lcbcn desarroIlarse mecanismos individuales y sociales de adaptación a
con aspectos mucho más modernizados. Pero una vez qtie ~na persis. W:
,la movilidad. En una situación semejante es probable que los "costos" ~~I

tente alta tasa de movilidad incrementa la proporción de i'lltlividuos


111llividllalcs de la movilidad sean peqtleños o inexistentes, mient.ras
incongruentes más alIá de un cierto nivel, es .probable' que la "imag~1l
¡¡ue la ¡{ratificación cont.inua que resulta del equilibrio entre las aspi-
ideal" pierda mucho de su anterior validez y cese de ser un criterio
raciones y las oportunidades reales drbe tender a fortalecer (o al menos i
importante de valorización. Puede sefíalarse que --con excepcíón (k
a mantener) un intenso sentimientQ de participación en la sociedad y,
ciertos casos especiales donde intervienen elementos de. castas.- cuanto
:[
(OTIlOconsecuencia,' debe promover' un alto grado de compromiso en rl';
mayor ht proporción de individuos incongruentes en una población
su orden social y político y una amplia acept.ación de los mismos.
tanto más débil la previa imagen institucionalizada. En un cierto nivel
La experiencia hist.órica de los paíse~ actualmente desarrollados,
dado, como ocurrió en el sistema de estratificación de las zonas 'desarro-
Ir.
así como también la de algunas naciones en proceso de desarrollo.
lIadas, la congruencia se convierte en una cuestión de opinión (se re-
sugiere que bajo el impacto acumulativo de algunos de los procesos
curre a una encuesta con intención de descubrir dicha imagen en la
lípicos c1ettdes;urollo económico y de la modernización política y social,
propia sociedad) o -corno para el sociólogo...,....en un hecho estadís-
10's factor~5 contextuales que en lal' primeras etapas de la transición
tico basado en la distribución de frecuencia de los indicadores de es-
fOlllribuyeron a determinar los efect.os desorganizadores ,le la movili-
jlac1 o a neatralizar SllS cOllsecllcllci;IS integ-raooras, tienden a ser reem- tl.~'"":
I)~azados por las condiciones opm:st~s. Podemos ~lencionar aq~¡j. va~ios 23 El término fluidez es utilizado por S. M. MilIer, "Comparative Social !~;
Mobility", en Cunera SociO/Off)', IX, 1960, XX, 1.. Por movilidad de intercambio 1\
fJcl11plos de tales procesos: 1) Gnnblos en el perhl de la estlal.lflG1ClÓn se entiende la movilidad en la que el ascenso de urta persona es posible cuando
¡)(JI' los que los estratos medios se cps<lnchan con la consiguiente movi- se produjo el descenso de otra. La movilidad estructural se da cuando, a causa ¡,i:,'}
ti;¡

del ensanchamiento de un estrato (mayor proporción de "puestos" en une!trJlto (


¡
¡ 22 Tal equilihrio d"hp. r('1:lrinnar agllimcion('~ r,,¡.'rcífirnr fon rst,1uí{icn.l c1ages dado, en rclari(,n COII IIna situación anterior en que dicha proporción era rncnqr).
f¡i~,'
~'t rn"l'ilil!;"\ ,,'al. v r!che n'"d('\' a ",r!"I,ir a U" mínim', la privación relativa y "C llcccsifa reclutar a los ocupantes rk lag nuc\'as "vacantcs"
r.~ll afos.
as! creadas cn otros
.
:~
,1I ;t'..q;1I1ar nU:1 "IP'Í1":l I~';lljfi('adl"u jt'1;ll¡.":J. .

r ...J. ~ ,-ni
, .,
102 GINO GERMANI
1,
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACiÓN 103
I
1,

tratificación.24 Cuando la incongruencia alcanza una proporción ele- y creencias m;ís iljualitarios y de actÍllllles, expresiollcs, ntoda les y lela.
vada' de individuos se 'convierte en uI)a p~opiedad del sistema de estra- ciones interpersonale~ menos jerarquizados.
¡
, , tificación'. La significación psicológica de la incongruencia, sus efectos Existe quizá cierta analogía entre este proceso c¡ue se autoforta'lece ')
individuales y sociales y la posibilidad misma de ser consciente de ella, y el proceso de desarrollo económico. Antes de alcanzar la etapa de'
I .
l.'
~
.i deberían tender a disminuir; b) en segundo lugar, el aumento de movilidad "autosostenida", debe modificarse una serie de aspectos es-
')
, l' proporción de los factores incongruentes, junto con la combinación tratégicos dados de la estructura social, y esta transiciún puede reque-
',de un alto grado de movilidad ascendente y descendente tiende a dis- rir períodos de ¡H\lY diversa dlll'ación, según, quiz;í,~1a nawraleza. de )
'.l¡!\ I minuir la homogeneidad interna de las clases y, por lo tanto, a dismi- los valores y otras características estructurales de la s()c~'dad en el "punto
I :~~ nuir la separa~ión entre ellas, tendiendo de ese modo a oscurecer las ')
i '~r, discominuidades entre los estratos. Esta observación est;Í lejos de ser
de partida". Pero una vez alc;l1Izada dicha etapa entra (n accÍón
\In efecto de realimentación positiva, y la movilidad tramitoria de las •
4 )
f~."' "'I¡I
J:ilol¡' original,25 pero el fenólheno no parece haber estimulado la aparición etapas iniciales se convierte en un proceso normal pelmanente.
?~;:;;!~ ")
de estudios destinados a determinar hasta qué grado tales procesos Los cambios re(lueridos por el desarrollo industrial originan el ensan-
~:¡~::~ pueden ~lterar la estructura del sistema de estratificación.20 No es 'chamicnto del perfil de estratificación y otras modificaciones tIe la es- ")
".~
~"l::ld
~1t'I;llt
necesario insistir en sus efectos inmediatos sobre las orientaciones po- tructura ocupacional que provocan la movilidad masiva inici:J!. Al ')
~..':''':Ib líticas al debilitar la solidaridad de clase y tener una influencia ge- mismo tiempo, las cambiantes necesidades de ubicación de pesonal en
J
dll~II~l!'

'Jt neralm~nte moderadora a este respecto:27 lo que. queremos subrayar las diversas posicioues -especialmente las necesidades educativas 2:l-:..
'aquí es el impacto estructui'al de la fluidez una vez que alcanza un tienden a incrementar la movilidad de "intercambio", mientras que 'el )
"'~["
.J.: alto nivel' suficientemente constante; c) finalmente, la experiencia de la desenvolvimiento de la producción nacional y su m;'ls equitativa distri-
;11, movilidad compartida por muchas generaciones y por una amplia y bución incrementan el consumo. Por otra parte, loda clase de movilidad )
I crecient~ proporción de la población contribuye a la difllSión de valores originada de este modo reacciona con el tiempo frente a las condiciones
.'~&¡
. estructurales que refuerzan los cambios en la misma <1irección. La in-
)
.,.,.
en op. cit. lIovación tecnol<ígica como proceso normal parece ser un 11\I~canismo )
':;~ 24 G. 'E. Lensky utiliza el procedimiento
25 P. A. Sorokin, op. cit., cap. XXII. b;ísico para el mantenimiento de la tasa de movilidad neces;;ria p;;ra
.l " 20 En el área metropolitana de nuellos Aires el origen social de la generación
)
producir los efectos de integración. De hecho, la sola ,movi ¡idad de
"i4 actual aparece suma!Uente mezclado. Usando una clasificación en siete estratos
socioeccnómicos, en los dos estratos inferiores (manuales) considerados juntos, "intercambio" no sería suficiente para satisfacer tal requerimiento, pues )
: -:»
".••. sólo el 34,7 por ciento habla pemlanecido
otro);. el 21,7 por ciento habia ascendido
estable (sea en un estrato o en el el grado máximo posible de fluidez en toda sociedad resulta obvia- )
I ~ll
.;1 ,ambos dentro de las dos categarlas manuales;
y el 6,6 por ciento había descendido,
finalmente, había un 37 por ciento
mente limitado. Pero la innovación tecnológica lleva a cabo la tarea
)
,i;'.:~~I' en ocupaciones
En las tres categorías
manuales cuyos padres hablan
medias la heterogeneidad
tenido ocupaciones no manuales.
era aun mayor; sólo el 23,8 por
de dos maneras: por una parte, produce una continua elevación ocu-
pacional al transferir a las máquinas las tareas "1l1;is bajas", '"nientras
I '"I~~'~II
'~'llíi ,ciento habla permanecido en cada una de las tres categorías de sus padres; otro )
20 por ciento habla ascendido o descendido dentro de los estratos medios; el 17,4 que por la otra, al crear nuevas necesidades y nuevos productos .q'le
por ciento habla nacido en los dos estratos más altos; y, finalmente,
cicrlto era de un origen más bajo, es decir de padre manual.
el 38,7 por
En los dos estratos
las satisfagan, es capaz. de mantener el flujo constante de nuevos sím-
bolos de status circulando del nivel superior al inferior.
?)
m¡\s elévados, el 29 por ciento era estable, el 8,5 por ciento se había trasladado
dentro de los dos estratos altos y la mayoría -62,5 por ciento_ tenía origen m;ís
¿ bajo (o sea el 42,0 por ciento habla nacido en los 'estratos medios y el 20,5 por ~8 Pueue seJial~rse <¡lle la tasa de movilid~d desccndente tiende a aumentar
)
y. 4 ciento en los estratos manuales). Esta situación parece bastante corriente en las con el desarrollo de I:ls ocupadones cuyo acceso depcllua m;ís de Jos rcq""rimiclllos
:: 70nas urbanas. Cf. G. Germani, "La movilidad social en la Argentina", puhlicauo, <:ducadonalcs que de Ja J,crencia de riquczas. Porque aunque las 0pOltuuidat'.es )
c'oino apéndice a la edición en español del libro de R. nenuix y S. JI!. Lipset, cducativas no se hallen equitativamente disllihuidas, existe siempre, par<. el in,li.
La movilidad social en la sociedad, indusll'ial (Buenos Aires, EIIIlEllA, 19'6~). "i<luo, UlI mayor riesgo de fracasar en la co"'pJÍsta del nivel cducacional requeri.jo )
.27 P. A, Sorokin, op. cit., caps. XXI y XXII; S. M. Lip~et y R. nendix, p,ua manlencl' su posidú11 familiar, que cn el mero hecho de hercdar una P1U-
.~ A J o/J. :cit., p:íg. 66 y sig.; H, l:. Wilensky y II. Edwards, op.: cit., etc. R. ])'ahrenuorf piedad. En la CIlCllesta sobre estratifiración y mOl'ilidad IIcvada a caho en S'lIl )
~¡. expresa la misma opinión; sin cmbargo observa que cn el COlllexto del collfliclO Pahlo (Brasil), se asoci6 uua c:nllsidcrahlc plOl'orci"'n de luovili<lad desccndelltc
'.A. "'e c1ascs, "la movilidad dentro de las mismas clases carece enteramcnte de impor- con la illlposihilidad de ad'luirir el nivcl cducadollal "requerido" en cual<¡uier
tancia":' Class and Class Con/lie! in all Industrial Soeiety (Londrcs, Routledge ami l''!ralo o(;lIpacio::al dado (el "requerilll~cnto" ,se. d~finía cstadistica.ment':). Vé3se .'ir )
Kegan Paul, 1959), p~gs. 220.221. Pero entonces puede UlIO preguntar dónde se
hallan los límites de clase cn la sociedad urbana mctropolitana. n,
oH Hutclllnson,
"bilid",I, ,
A Educa<;:lO e a MoLdldade
",",,,,1/,,, ("'"
J, );""''". cm'
SOCIal,
E. """l' cu 11. JIUttl'JIISOll
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GINO meRMANl
SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN 105
I • 10'1
I
de representar nada m;ís que un artefacto estadístico producido por el
Ilustraremos los efecLOsde "integración" (le la movilidad mediante
un análisis de las sociedades desarrolladas _especialmente de las de nlJmero y la especie de las categorías empleadas. Por ejemplo, si dis- I
criminamos derHrb de los estratos manuales, esto es, si consideramos la 11
los países de Europa occidental- Y mediante ejemplos de procesos
sepa~ación existente entre obreros manuales calificados y no calificados,
;in{¡)ogos en dos países btino'amcricanos.
la proporción de hijos de obreros no calificados que asciende abarca en
muchos países industrializados a la mayóría de la 'poblacióri de ese
4. Consccucncias de la movilidad cn los t}(/Jses a1laJlwr/os estrato.311 Aquí debemos también recOl dar la hipótesis, según la cuhl
los sujelos móviles .11 perciben y experimentan como muy imp0rl¡\l1tc
.
Los cambios ocurridos en Europa p;uecen haber tenido por resul- la movilidad (ascendente o descendente) de corta distancia. Esto resulta
tado una mayor semejanza entre los paises europeos Y el tipo de socie- cierto especialmente para la movilidad intrageneracional. Se sabe per-
dad industrial ejemplificado por los Estatlos Unidos. A pesar de las fectamente, por ejemplo, que la hahilidad para discriminar diferencias
,.
• I notables difercncias entre tales países, parece quc todos han ido apro- de prestigio es más elevada cuando se comparan ocupaciones ubi~adas
ximándose a las diversas condiciones necesarias para producir el im- en la proximidad de las propias, que 'cuando se comparan ocupaCiones
I ,
pacto !ntegrador. Esas condicioncs, por otra parte, se han alcanzado alejadas de la posición ocupacional en la que el sujeto se encuentra.
hasta 'un punto considerable: disminución de las tensiones entre las Lo más importante resulta aquí observar que los niveles de aspiración
clase:;, una mayor aceptación del orden social por parte de los estratos de los individuos pueden restringirse habitualmente a \lna esfer'a muy
I
inferlores Y una sustallcial reorientación de SlIS partidos políticos. Exa- reducida de la jerarquía social. Si esto es así, deBemos concluir que
minaremos aqui los dos aspectos b,ísicos del proceso: movilidad "indi- probablemente muchos estudios de la movilidad, basados en 1111 'cpn-
vidual" de masas (de intercambio Y estructural) y movilitlad por parti- junto de muy generales categorías ocupacionales, subestim~n el m~rgen
cipación creciente (hay [actores desintegradores _potenciales o reales- de movilidad psicológica y socialmente significativa. Sería necesario
que subsisten en todas las sociedades occidentales, pero se sitúan, 1)01' tener un (;onocimiento más preciso de los' niveles modales de'sviados y
(l/IO'm, fuera del sistema de estr;¡ tificación -en el contraste generacional, de aspiración y grupos de referencia dentro de cada uno de los estr~tos
por ejemplo, o en la combinación de conflictos étnicos, marginalidad Y y de los factores que pueden col1()¡cionar tal distribucióri. ' Los estudios
,discriminación racial como en los Estados Unidos).2~ de que se dispone muestran que aun e~ los Estados Unidos, que p~dría
Sobre' el car<Ícter masivo de la movilidad oCtlpacional individual considerarse un caso extremo de cultura que valoriza al máximo el
pueden señalarse una serie de puntos. Sin utili7.ar otro criterio que el éxito ocupacional y económico, los niveles de aspiración I de los ~ra-
clel carácter manual o no manllal de las ocupaciones, los datos recogi-
dos por Miller lIluestran qlle en lo~ nueve países más industrializados
bajadores son Illucho nds bajos que los de
las clnses medias Y' altas.
,:
1:

Parece <¡ue existe nna tendencia a ver en tén~inos realistas los valores
la movilidad illlergen'nacional ascendente de los estratos mallll;lks al-
canzó del 20 al 30 por ciento. Ahora bien, que esas cifras se consideren
no Los datos publicarlos mueslran que la movilidad ascendente a partir de
"elevadas" o, no, depende obviamente de las esperanzas que uno tenga l(Os estralos JIl:ís hajos o no calificados puede ser sumamente elevada tn algunos
respecto de (;ste proccso en el tipo de sociedad d;l(lo. Pero en todo caso países: el 7!l,r. por ciento en los Paises Bajos; el 80,0 por cicnto en los Estados
ti nidos; el '12,6 por ciento en Inglaterra; el 51.6 por ciento en Dinamarca; y más
resulta atinlltlo ohscrvar que laS<lStic esla proporci('H\ dejarían insatis- baja en d Japón (36,3 por ciento) y en' llaJia (34,0 por cientq). Pero puede
fecha a una mayoría, al menos, de las personas pertenecientes a estos (lh~en'arse que en los primeros, la movilidad ascendente a partir de los estratos
I cstratos, pues ha permanecido estahle (esto es, si todos cllos rea lmentc semicalifieaclos incluye a la mayor/a de los nacidos en ese estrato (el 53.7 por
riento): también se ohserva tina alta movilidad cuando se tienen en cuenta sólo
aspiraban a trasladarse al nivel no manual). Por otra parte, se ha ob- los movimientos a partir del m:ís bajo estrato urbano: Puerto Rico, el 8G,0 por
servado que la categorización "manual/no mal1u;¡l", si bicn es suma- riel1l0, los Estados Unidos el G3,O por ciento; pero a partir de un estralo media-
11:l1l1ellle h:ljo en Alemania occidental, sólo el 38,5 por ciento. Datos eu S. M.
mente conveniente desde el punto de vista de las comparaciones inter- ~liller. o/). cil. .
nacionalrs, puede incurrir cn una grosera suhcstimación tle la movilidad 31 Lipset mencionó la posibilidad de una relaCión inversa entre la distancia
psicológicll11lelltc sig1lificativll. La proporción dc personas móviles pue- l' lo~ efectos de la movilidad descendente; véase S. M. Lirset )' J. ('..ordon: "MobiJity
and Trade Urdan Memhership", en S. M. Upset y R. Bendix (comps.), Class ..•
o,," eil., p~gs. 703.701. I
~\l \'(;¡se al r('sp('cto poli/in! )' sociednd, of'. cit., cap. Jll.
"07'')
106 , ; CINO GERMANI
SOCIOLOGÍA DE LA l'\'fODERNIZM:J('I;\;
, , ,
107 ~
sociales dOlhinantes que ponen de relieve el éxito individual, según la

"
,I dudable q lIe -cualesquiera: que sean los costos de adaptación y la'
escala de posibilidad de que realmente se dispone.32
, l' contradicción interna- esle proceso implidl, a la brga, la eJevaci¡'lIl ,')
Debemos tener también en cuenta otras tendencias generales que
masiva de grandes estratos de }JohlaeiúlI.:II¡ Este proceso, que dllranle
estan transformando la situación laboral en el sentido de qlle modelan
d siglo pasado y parte del actll;d se c(lIllhillú CII Ills Estados llúidos y
las 'aspiraciones de movilidad de acuerdo con una secuencia de pasos
cn varios países con las graJl(!cs lIligraciones internacionales, fue ~cgllido )
~elativamente ordenados: de esto trata la llamada profesionalización
recientemente por migraciones internas. La mayO!" p:ll'le de los paí~es
del trabajo. En',sí mismo,~ste proceso es el resultado de una serie de
curopeos, y especialmente los mcnos desarrollados,
,cxperimentado
11;114' ')
'otros factores tecnológicos' y económicos, pero al menos una de su!> gra ndcs cam bi os en este rcspecl o.:J7
consecuencias generales consiste en introuucir la movilidad "de carre- ')
ra" (¡ue, aun cuando se limite a la esfera de las posiciones de la "¡Jase La movilidad descendente p:¡re(c haber bido 11111)'cOllSidel:i1IJc en •• )
laboral", es no obstante experimentada por el sujeto como un proceso Europa durallle las últimas d<:c;l(l:Is.::5 AllnCJue a esle fcncímello 110 se
ordenado .de avances sucesivos, de acuerdo con una serie de expec- le consagró mucha atención, se s;¡J)e (lue los individuos Ill<'lvilcs tiendcn
a mantener durante algún tiem po sus actitudes )' aun su idcllti ricaci(:,n
tativas.33
Las carreras que se ordenan a lo largo de la mayor parte de la con su clase origin¡¡ria. Pero las consccuencias sociales dc l:t f!ui(kz, ~~
vida <le un individuo son, según estudios realizados por 'Wilensky, pro- pueden variar considerablemente de acuerdo con Sil (,OlllcXlo )' Sil" cir-
bablemente nada más que una pequeña proporción de todas las ca- cunstancias históricas. Nos referimos aqllÍ a las sociedadcs indllslriaks
1', n"eras.Pero, como lo señala el mismo alltor, los efectos psicológicos desarrolladas y
a un período de desclI\'ol\'illlicnlO C(()IH'lI11ieo. : Puedc
~
de la "carrera" dependen de una serie de diversas circunstancias, entre seíialarse quc, mientras la persistellcia en los individuos mó"liles Le )
I
otras, de la experiencia generacional, que puede afectar el nivel de algunos rasg-os cultur;¡}es relacionados ('on su clase originaria ¡la con. ,)
aspiración de los individuos de acuerdo con su edad y, por lo tanto, tribuido a incremcntar la Ileterogencidad denlro de cada esl -;ltO, el
según el iÍnpacto recibido a través de las diferentes circunstancias his- "costo" de la IlIovilidad puede habcrse reducido )l0r Lt dism/IIIICi(íll )
de los difcrenciales de clase. Adem<Ís, la socializacü'JIl, ell nll per (¡do de
tórips en las que le's ha tocado vivir.34 )
cambios r;ípidos.'J alta movilidad ccoh')gica y veniea], millO lo cs):1 dc la

'J.;
!} Apenas es necesari~ mencionar uno de los más importantes aspec-
generación aClual, pucde Iwber conll'ibllido a crear mecanislbos de
\1 t<;>s'dela movilidad masiva: las grandes migraciones de las zonas rurales
a l~s urbanas y t¡l sucesivo desplazamiento de las actividades primarias a 1.1

f~I~ las secundarias y terciarias. Aunque la interpretación de estos movi.


mientas en términos de movilidad dista mucho de ser simple,35 es in-
36 Los dalos
rural.urbana
internaciouaks
fueron compendiados
sobre la movilidad

R. lIen<lix; véanse p:iJ\'. 21G y siJ\'S. Aunque


la selección de (Iuielles emigrall,
en relación con la llIiJ\'ración
y analiz'ados en la o/J. cit. de S. Jlf. Lipset y
las ('irCllUslancias de la Illiwaci<\n.
la dislribuci{JI} de oportunidades ocup:ciouale;,
)
')
,:\.' L. Reissman: "Level of Aspiration and Social Class", en American Socio-
<'le.. coudicionan la adaptación}' las c(lnsecuencia~ de la lIligracióu, en Uila etapa
.,1 32
<le desarrollo y eu la siluación contempor;ínea del trabajo se <la ulla l:,"ciencia
l logical Review, 18. 1953, págs. 233.242: y la bibliografía
¡" America"
mencionada
Society (Clencoe, The Free Press, 1959), cap. VI. Chinoy descubrió,
en su invesligación sobre los obreros de la industria del automóvil,
en su Class

que un empleo
a pncibir
invesligacióJl
el traslado rural.urbano
subre Jos Irabajadores
como JJlovilidad 'lscelllle'"e,
frauceses de origen
EII IIl1a •.•.ri('nl~
rural, Touraiue :Irinll~:
>,)
"Su preseucia eJl laf,ibrica es -para ellos_ prueba de uw\'ilidad, si 111)de UII.I
estable se experimentaba como movilidad o "apertura de porvenir"; véase E.
Chino}': Automo/Ji'le Worhers and ¡he American Dream (Carden City, Doubleday,
movilidad conquislada, al menos de un pri,uer paso. de una pri,"era victoria: )
Sil enlrada eu la cmnomía y la "ida urbanas," A. 'j'ollraille y O. !{ag:II,/i: "Im'ril'/I' I
1955), p:lg. 125. Seg¡'m F. Zweig, el trabajador "qlliere mejorar no lanto por tl'uri¡;ille fJ¡;ricole (PaJis, Edilions dll Seuil, 1%1), p:íg. J 17. ' •
promoción como por tina paga más elevada"; antepone la seguridad a toda otra
37 El caso de Jlalia es pl'Ohahlelllenle 11110 de los nl:Ís notahles elltre los
1)
cosa; F. Zweig: T/¡e Worhcr in' lln Alfll/ent Society (Londres. Heinemann, 1961),
págs. 205.206,'
países d~ la Europa occidelltal: en EJ51 el ,10 por ('iclllo de la po!>I:" ii", a(li\:I )
33 N. N. Foote: "The Professionalization of Labonr in Detroit", en American se cllllcenlr:,ba en el trahajo agrícola: en I!)(jl eSla )'llIporci,," se haiJia l'cdlldd,)
¡oumal 01 Sociology, LVIII. 1953. págs. 371-3flO; 1'. F. Drucker: "The EÍ'!¡ployee a la mitad. esto es. al 20 por rielllo. Este proceso (,Olllillll:II:\ prohablenll.'lIle ell )
InllcllCJs paíscs eumpe()s: en Ellropa se ha calclllado lJlle la poblaci"n adiva s:
Society", en loco cit., p:"gs. 358.363; respeclo de la mismal tendencia en Francia.
"éase S. Jlfallel. La noltvelle classe ollvri2re (l'aris. E<1ilioll$ <Iu Senil, 1963). p,ig. Irasl:ldar:\ desde el SCelor pri,"ario a los otros seclores en lI11a I'llIporci<'Jn ,k )
milloncs; véase C:. Ikijer: Jlur"l !IIigr{//it,¡ in Ur/IIIII Sl'ltillg (La Ilaya, ~larlillUi
56 Y sigo ' Nijhofr, 19(j:), p:íg-. 23. I

34 n. L.¡Wilensky: op. cit.


35 A,' H. Feldman: "Economic Developmcnt and Social Jlfobilily", cn ECOllO- 38 S, l\f. Jlliller: O/J. ('jI. Las (ilras )'1I1,];('ad:ls sohre los d:,los n::::iollalc,;
mi~ Development a'ld Cultltral C/¡fJ1¡ge, VIII. 1960. 311.320; véanse sns observa. JIlUCSIran UJI InillilHO de aproxilllad;llllclllC ~O por cicllto a 1111Jldxirno dc .13 po~
<:iOilCSsobre la acción reciproca entre movili<1ad de slnlus y movilidad de sitllS. cien/o de illdividuos ulóvi!c's desdc los estratos 110 lllanllales hacia abajo, ~s ded,'
hacia los estra lOS In:III1,a les. 1,
I
l'
I

lOS GINO GEIt\I,\Nl SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN, 109


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adapl;1ciúll a lo que parcce ~er lln ncon!.ecimiento Los efectos¡¡orillnl.:I!' jora generalizada para la entera población pueden sentirlo los sujetos ,I
1
frustr<mles de la 1ll00'ilidad elesr.endcn!.e pueden haber sido neutraliza- mismos como 1JI1a.conquista individual.'
dos en parte por el difundi(lo sentimiento de que se dispone cada yez ". Dos elementos muy importantes' de este tipo de movilidadcolec-
'de mayor' número de oportunidades, como ya se apuntú. De r.llnlquicr tiva'son su continuidad y su rapidez relativa, losuficienteme~te grandes
manera, este clima pucde haber impedido que los casos individuales como para que influyan en la mayor parte de la presente generación,
de movilidad descendente se hayan convcrtido en un fenónwno de con lo cual cada uno experimenta una progresiva expansión de las poJ 1I
frllStracic'm 1/1l/sil.',l (con erectos de ",novili7;lcit'JIl"). sibilidades del individuo. En estas condiciones parece que la c:"I/ansión
¿1Iasta e¡1I0 PUllto se 'cxperinll'llta COIllOrn1"1lla de Il1ovilid:lll per- dc las a,lpimácl1lcs ('s si71l11l(ánca con la cxl1ansión dc las posibilida-
sonal la p;'l'licipaciún progresiva de grnndes sectores de población en des de satisfacción.
las [orlnas,'de conSllrno, el estilo de "jda y los nil'eles de educnriún <¡ue De acuerdo con su bien conocida hipótesis, Lipset y otros l~an
un;1 vez constituyeron los símhqlos de status de las cl;lses al[;ls? En sugerido que todas las sociedades industria~es tienen ~'altas" tasas de
otras, palabras: ¿cu;índo pierden tales c1e1llentos su va lar psicosocial movilidad individual y que algunas consecuencias atribuidas a" este
como símbolos de stalU~? Fs evidellte q'l(' las IJI.ICV;!S formas de rOIl- proceso en los Estados Unidos, especialmente la mayor integración de
SUl110ticndcn n incluirsc r;ípid;llllrtlle el1 (] presupucsto [;lIl1iliar r01l1O las clases inferiores y la ausencia de típicoS movimientos de clase, no I
sus elementos permanentes, y a convertirse en expectativas normales.~() se deben tanto a la movilidad como a otros aspectos de ,la estr\lctura
!'
No obstante, para las g(~neraciolles actuales al llIcnos, 1lluchas ele las social y del sistema de estratificación: la igualdad de valores que tiene 1.(
, ~
nuel'as pautas de consumo se consideran tocla\'Ía símholos de éxito por consecuencia la "igualdad' en las relaciones interpe~~onales":. Esto ¡ .t
personal.oll De cualquier moclo, no es necesario esforzarse para allverl ir
que ,este proceso ha disminuido (OllSiclcrahlcmf'nte la diqnucia cnll,~
sin duda ha contribuido a disminuir o a disimular las di[e'rencias de
poder y prestigio que en muchos países europeos son (o eran) mucho
+
:r
t
el estilo de vida de los estratos lrah;,j;ldores y el de las cbsl's medias. m;is visibles y tendían a subrayar el aislamiento de la ~lase trabaja- .~.
,f.-

origin;índose en la población trabajadora 1In cierto grndo de almrgllc- dora. Esta barrera no sólo no existía o era menos' visible en los Esta- :1
salllil'n(o. Respecto de esto, la prugresi,'a elev;lci(ín edllc:lcional y el
hecho de que cada 11I1cvag-ellcraciún ten~a acreso a niveles que cstaban
dos Unidos, sino que a(lemás estaban ausentes o eran má~ débiles o,tl"OS :~:
;1
factores vinculados con la persistencia de, rasgos arcaicos I~n el'si~tema I
fuera del alclIlce de la que la precedía, no sólo origina un sentimiento de estratificación. En contraste ron esto, fueron típicas de la situa- l'
de mejoramiento individual, sinu que ,;Idcm;ís permite transmitir a los
hijos las eventuales aspiraciolles de movilidad de los padres.
cic'm de Europa occidental algunas de las principales concllcibnes ,;que
pro\'oC;lIl la movilidad "frustrada" y facilitan la movilización)' la ra-
¡'"l d
,~
f

l\lerlinnle 1In mecani,lllo scmejante, lo (¡tIC en lT:llidad es uua me- dicalizaci{lIl subsiguiente de grupos subordinados °
a'is!a'cIos. Ahora L! ~

bien, es perfectamente cierto que tale~ contrastes existen el'ltre la- Eu- í ~~
;11ILa, 1I1(}\'ilieJad no parl'((, resllltar dcwrgalli7adora para aquellos Rrtlpo~ qlle ropa occidental y los Estados Uniuos. Sin embargo, una, vez que, en
se hallan pr('paradlls para ella: estas cOIlc1l1siolles provisionales se rclicren a la mo- "

"ilidad cwl,j,~;rn, pero pueden aplicarse también, en cierta medida, a la movilida(l


la sitllacilÍll europea se dieron por fin las condiciones necesarias para
,'erliea!. \'['as(' 1'. fellin )' E, I.ilwak: "Ncighbolll'hoo(l Cohesion Undec Conr1iliolls facilitar los efectos integradores de la movilidad, como observó 'el mis- /.¡
oE 1Il01Iili,y", en A /l/aiOll1 Soriologicnl Un'ic1I', 28. )%:1, p;ígs. 3G\-37(;, mo Lipset, la, integración de la clase trabajadflra fue aumentando con- , :r'"
11"

4(l Esle p1'llcew de (;lmhio progresi\'ll 1'11 las eXl'eC(;IIÍ\'as normales del con- ':"1

Slllno file ohl.'n'ado y descril'lo hace 'lid, de treinla :nio< por ]\f. lIalbw:lch, siderablemente; esto halló clara expresión en la modificación sustancial ;~

';:tl
1'11 1:cllo(1IIioll ,"',\ (,,',will.l ,[(/11,\ le,' c/(/,\.\{',\ ollllri.:rcs (I':lris. Alean, I!lD), p;',g". de sus acl iludes políticas e ideológicas, aun cuando los viejos rótulos "t~
I-IH r si~.;. :n"
.Ji El <:oIlSUIllOcOlISl'i(llo ('sl:í haci,'ndme corriente ,'nlre los trabajadores. Dice
~' la ori{anización partidarios permanecieron inalterildos.~2 La' hipótesis
Zl\'eig. o/,. eil.: "Es(e [el trahajador) prelende qne su (rallajo mucs(re al~o tan- según la cual existe una tasa de movilidad igualmente alta en tocIas
gihle 'lile pueda \'er tooo el mUI"lo V bahle clararnenle el len~lIaje del éxito. las soried;,des in(lustriales no ha sido aceptada por ll1uch,os., De todos
J'rele,,,lc d('JlIo~rrar que no ha Ikspereliriado su vida, sino que ha lo~rado algo .~,

qne Ilo es mellos que el nivel :J1r:1l11:"lo por otros. De ('s(" modo una amplia modos, debe tenerse en Cllenta que la t;lsa de que habla Lipset se li..
s('('(i"'1I ele la p"lllatiún de la dase trabajadora se cOIH'icrle elJ r1a~e propielaria" mita a la movilidad "individunl" principalmente de tipo manual/no
, q;;;g. ~11'¡). !.os h¡enes dur,"le, "s. lo" :llJlomú"ilcs y la rasa propia rOllsrrnn su :¡'!I'
,I~',l
,
\all~r rOllJo ~jllllJtdl)s de StCllI1S. a pesar de S{'r r.ada \(~, 111;'1'; corrientes ("J\fi~ 42 S. M. l.irsel, "'file Chan¡:ing Class Slrnclure ancl COlltemporar)' European .~
\('';1I'" di"'1l 'l1Jl' 1"'r1elll'lm a la clase me,!i" I'0rqlle la r;,s:, dOllde ,¡vo es mí:l". 1'"lilics". en DnctlnlllJ, invierno ele I !H101 , p';gs. 27I-30~; V['allSe la 111
bit'-r, en el mismo '¡',.;,
(J/'. ril, 1";:;' I 'I~). número los arllculos de R. Dahrcnc!orf, A. PillOl'IlO y A. Touraine.
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]]0 GINO GERMANI
;
,, SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACiÓN
111

:,I manual. Peroi como hemos indicado, esta clase de movilidad es sólo
ción, se han aproximado a las condiciones que ;.1 principio de est;¡ "
una de las varias formas qqe pueden crear las condiciones de movili-
: l' dad masiva necesarias para romper el aislamiento de los estratos infe- sección señalamos como las más conducentes
de la movilid¡¡d.
a los efectos integ-radore:¡
riores,'Y su sentimiento de inferioridad y abandono. Estamos entera-
mente 'de acuerdo cOn la idea de que los valores, las actitudes y las La experiencia argentina durante las seis décadas de migracÍlJn inter-
nacional masiva (1870-1930) representa casi un caso "puro" de cOllpleta ')
ideólogÍas son factores determinantes de las consecuencias de la mo-
transformación del sistema de estratificación y de notahle cambio de
vilidad, pero consid~ramos alt~mente pertinente destacar que Cl1 COl1- ')
diciones de movilidad masiva' es 1J1'olJable que estos mis1/los vlllor!'s, valores y actitudes bajo el impacto de la movilidad 1l1as~b. ,Esta etap"
")

actitudcs c ideologills sc modifiqucl1 sustancialmcl1te; y éstc fue de hccho. corresl)oIH!e al "(crel'r" l'slaliio lid CS1Iul'Ulagl'IIl'l':II, el l's(udio >:Is:I<I"
!'l IJTOCCSOquc ,tIlVO lllgar CI! EUJ"Oj)(1dll1"ll1llc' las décadas de jJOsgllc- en el desarrollo "hacia afuera" y sus efectos modernizadores. f\ c,Imil'1l ,)
rrn.~:l La wmparación entre la 'experiencia norteamericana y la euro- lOS dd período, la estructura social y los valores prcdominantes de
esta sociedad se asemejaban bastante 'a los de los otros paíscs latino- ')
pea indica que para cristalizar organizaciones políticas de composición
americanos. De aClIcrdo con la Iradiciún hisp:ínica, se ponían dc rclie ..
predominante o exclusivamente obrera, es condición necesaria un pe- )
ríodo más bien prolongado de aislamiento en un sistema de estratifi- ve normas y valores adscriptivos, el origen familiar y la estabilidad.,
En el nivel nacional, b estnlclura socioo('(rpacÍonal cxhibía b típica )
Gleil)n altamente i~rárquico '> discontinuo. Pone también de relieve
que t~les. organiLaciones son lo suficientemente estables como para per- pauta de dos clases, oJ.I de acuerdo con la cual el grueso de la poblar~iún se ')
sistir después que las condiciones del aislamiento han desaparecido o ubicaba en los estratos inferiores y entre las clases prevalecía la h;hitual
alta discontinuidad y alt.a jerarquizaciún. Durimte la seg-untla mitac' )
disminuido en alto grado. Sin embargo, el contenido ideohígico y las
consecuencias de' la acción política de tales partidos serán modificados del siglo pasaJo, en la Jécada de 1860-1870, se inició UIl acelerado )
profundamente por la acrecentada integración de los estratos 'inferiores proceso de expansión económica y de modernizació'n q;le en pOlO m:ís
de cuarenta aiios transformó cc:>mpletamente la estructura social y la )
en I;i sociedad nacional. En los Estados Unidos la integración se pro-
dujo 1111,IChomás temprhno, y la mayor y más difundida aceptación economía del país o, al menos, de su región "central", cJuc ;¡)br:rgaba ')
del orde'ri social existente hie a parentemente una barrera para la crea- dos tercios de la población. En este caso el agente innovador fue la
élite liberal, formada en su mayoría por grandcs terratenientes que )
ción de partidos específicos de clase obrera que tuvieran alguna im-
portanCia. ' emprendieron la tarea de organizar la Argentina como nación moc1ern;¡ , )
y cumplieron sus propósitos dentro de los límites de bs c()Jw'Fcioncs
económicas de la época y de acuerdo con sus propios intcreses pe líticos
)
5. Migmriones, movilidad masiva y consenso social en la Argcntina
y económicos. Su programa comprendía: inmigración extranjCJ a ll~a.
y cn el Brasil )
siva, importación en gran escala de capitales extranjeros para inver-
siones infraestructurales (construcción de ferrocarriles, caminos y nedios
)
La Argentina, en dos de las etapas de su desarrollo socioeconómico,
y m;ís recientemcnte el Brasil, en sus regiones de rápida industrializa- de comunicación), establecimiento y difusión de un moderno sistema )
de educación en todos los niveles, creación de una organizacil'lIl buro-
)
43 Resulta interesante comparar las condiciones para la existencia de una crática moderna y de una democracia representativa estahle, oClIpacicJn I
clara conciencia de clase cntre los trabajadores, tal como las compendió Henri )
de Man hace unos cuarenta años sobre la base de una encuesta entre traba-
de toda la tierra disponible, incorporación de todo cl tcrritorio nacio-
jadores, y las investigaciones de Zweig sobre la clase trabajadora inglesa contem. nal a la econoinía de mercado y, fin;¡lmcllle, la inlegraci"lI1 de la ero-
por:inea. De acuerdo con de Man las condiciones son: 1) el hecho de pertenecer
)
a una clase desprovista de propiedad; U) inseguridad; IJI) bajo status, consiguiente'
ralta de consideración; IV) falta de movilidad; H. de Man: La Gioia nel Lavo'l'()' 44 T. ni Tella observó en Chile, la Argentina y otros paises la existencia )
(Bari, Laterza, 1931), p:lg. 292. Segúll Zweig 1) "la población i de la clase tra- de un eslrato "intermedio" de natllrale7.a tradil'Íoual (artesanos, peC]ucljos comer.
bajadora se con\'ierte en clase propietaria" (porqne posee por :10 menos su "i- ciantes, <:le.) quc ('Ourclltra ulla cousidcrable proporción de la pohlaciúlI l¡rÚana,
,'icnda): 11) ticne "propensión a la seguridad"; 111) "posee un lugar social reco- aun cuando en escala uacioual resnltc muy pc<¡unja. Ik¡.;rad'"la por el. "pri~c,r
noddo y aun 'posición social' "; IV) sin conlar aquellos qne ascienden denu.o de' impacto" de desarrollo ccollúnli('o, podría descmpeljar c:icrlo papel polltlco. I-.sla
la clase trabajadora,' "una Cllarla parte de los muchachos provenientes de familias hipótesis, sin emhargo, no altera eu el uivel uacional la hipólcsis dc 1111 'istem~
de trabajadores industriales alcanzan rdl'ell:s de clase media". F. Zweig: 01'. di." de dos clases. Véase T. Di Tella, "Economía y estructura oCllpacion~1 en un pa~s
p,ígs, 1'16.147, 205-206. subdes?l'l'ollado", en Desllrmllo ECOIlÓ'lIico (1901): 123.153. Cl. tambIén, [,(. t,:orta
det pnmer impacto del desflrrollo ecolló",ico (Iuslituto de Sociología, lIuCllos AIres).
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los alias que siguieron. Este crecimiento implicó que la clas¿ inedia
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emergente reclutara a sus miembros entre los estratos ,ir(eriores. Puede
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hasta el fin de la inmigración masiva, en 1930 más de dos 'tercios
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~ .~ 00000
r en muchos casos la movilidad era intrageneracionaI. 47 E'1, realidad,
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~~:~]~~ la mayor parte del rec1utamirnto tuvo lugar entre la masa de ínmigran-
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tes extranjeros que durante mucho tiempo, formaron la I mayoría de la
'"g población adulta de sexo masculino 48 en las regiones "centrales" del

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país. Hasta 1900 m;ís del !J5 por ciento de los extranjeros que IÍegaron

46 Las mismas fuentes del Cuadro 11y para 1960, G. Germani


La ~structura sociooCllj)(lcional de la Argentina
47 G. Germani. "La movilidad social", op. cit.
y Malvina Segre,
~n 1960 (en preparación).

4R :'fás rk) 70 por dento en la zona de Buenos Aires, y más riel 50 por
riento en el Litoral. G. Germani, J'olítirn JI .wcicrinri, 01'. cit., cap. VI.
CINO CERMANI SOCIOLOGíA DE LA 1\I00ERNIZACIÚN ]]5
114
" I
a la Argentína pertened~n a la clase baja, trabajadores rurales en su riada urbano en la regi(ín "central" puede explicarse dentro del marco
mayoría; durante las décadas siguientes la proporción de inmigrantes de conceptual que hemos utilizado hasta ahora. La lIIo\'ilidad in1Iivi'.lual
la cl'ase media aumentó algo, pero nunca alcanzó más del 10 por cien- de los estratos manuales fue elevada, r,~ pero aun cuando hahía siJo
to durante la etapa que consideramos.4u insuficiente para afectar a la mayor ,'¡arte de las personas, se apoy(í en
1I Respecto de las consecuencias sociales de este proceso debemos re- mecanismos suplementarios. El país no alcanzó por cierto 1; etapa de
cordar, en primer lugar, que la Argentina se transformó en \10 país consumo masivo en esa é:poc;i, pero de cuaJclllier manera d proccso
donde prevalecieron actitudes de "sociedad abierta", valores, modelos de inintelTumpida expansiún económica pllede haherlolllrilJllido a ~atis-
y relaciones interpersonales igualitarias y una di[ulHlida creencia en faen las 1ll0desl;ls aspiraciones de ];¡ lIlayoría. Sin ('m!>;lIgo, el lll;ís
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las posibiJid,l<les dcl éxito individual concehido en términos materiales, dectivo "lIlultiplic;¡dor" de los dcctos de J;¡ nlovilidad indi"il!lI;il fllC
l! I y mellar formalismo y distinciones jerárquicas que en los otros países la continua renovación de una alta I'roporciún de los eSlr:lIos iuferiores
1 'latInoamericanos. 50 Debe recalcarse el hecho de que este cambio (con mediante el continuo ingreso de nuevos inmigrantes perten('cientes al
\' respecto a la situación histórica original) fue mucho menos marcado o nivel llI:ís hajo, que reenlplazaha el egreso prodncido por ];¡ movilidad
aun inexi~lente en las zonas no afectadas por el proceso que, como ascendente. Cuando este hien conocido mecanismo (según el cual se
se indic() antes, se concentró principalmente en la regiún litoral. En produce una cadena de reemplazo desde el u);Ís hajo nivel) es lo :iufi-
~ cuanto a la aceptación del orden polltico y soei.ll, el impacto du- cieJ1l.emente vclol -como lo file en la Argelltina- no existe tiempo
~ rante este período, (1870-1930) pareció enteramente an;ílogo a la ex- bastante como para que se forme una verdadera "tradiciún proletaria",
i pcrienc:ia, europea. La élite innovadora -la llamada "oligarquía"- Esta re(jllCriría, como lo muestra la experiencia europea, un largo pe_
concibió su régimen polltico como una democracia liberal con una ríodo de aislamicnto y' homogeneidad sin :lpreciab!c lIIovilid;id (por lo
1 li~nitada participación popular. De hecho, los cambios radicales que la menos dos generaciones). . , ,
l élite misma había promovido originaron las fuerzas sociales y políticas El período de setenta años que hemos analizado fue bas':ante esta-
\ que con el tiempo amenazarían su monopolio de poder y de prestigio. 'ble, con una sucesión de gobiernos civiles y sin ninguna inlcn'ención
\ Como se señaló en una sección anterior, el resultado de esta situación militar, y con una participación cada vez mayor por medio de eleccio-
') i
de'l"movilidad parcial" fue un movimiento de reforma "populista" di- nes y una actividad política normal. Sólo la abundante j)ohlaci6n ex-
1 rigido por la clase media, pero su éxito político relativamente fácil tran jera no participaba en las elecciones, roa y en las regiones subdcsarro-
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'~con la ampliación de la participación política y su acceso al poder, liadas "exteriores" el peso político de los estratos inferiores segda siendo
11 junto con el persistente alto grado de movilidad- pareció disolver en uastante bajo.
I~
'gran medida s,. celo reformista. En los estratos inferiores, el proletariado El segundo ejemplo lo tomamos de los procesos ocurridos en la
urbano recientemente formado originó en la primera década del siglo "cuarta" etapa del esquema general, con los comienzos del :\esarrollo
movimientos de protesta revolucionaria que alcanzaron una considera- "hacia adentro" )' la movilización de masa en la Argentina y ;n el Bra-

I~
ble violencia, pero cuya' duración fue relativamente corta pues queda- siL Estos dos países ofrecen una buena ilustración ~le los efectos i:.\te-
~ ron rápidamente absorbidos por los gremios y el muy moderado socia- gradares de la movilidad en los países actualmente en desarrollo: en
lismo que durante las décadas del veinte y el treinta se convirtió en ambos casos, el hecho ele que la movilidad masiva se aproximara a las
el ala izquierda de los partidos de clase media. En cuanto al comunis-
mo en sus diversas variedades, se conoce bien el hecho de que en la coaliciÓn COn grupos <ICIlJocr;\licos no comunistas, fuc mcnos del !i PO)' dente: cn
Argentina" tanto antes de 1930 corno después, constituyó un grupo su: 19'J(j cu la zona de Buenos Aircs. En el rcsto del país scncillamcnte uo existían.

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fi~ El promcdio nacional pucdc eslimarsc cn alrcdedor del 20 al 2!í por
mamen te limitado.' 51 Esta integración relativamente rápida del yroleta-.' cicnto como mínimo. I'ero como el proceso sc coilccntró cn las zon; S ccntlales
las verdadcras tasas dc movilidad asccndcnte dc esta rcgión dehcn hahcr sido ~
1 mucho más .lItas, )' csto cs v;¡!illo csp,ccialrncntc para Bncnos Aires y ot 'os gralllles
'1 '40 G. Germani, "1.'1 movilidad social", op. eit. . ccntros urbanos.
50 Salvo el Uruguay, donde tuvo lugar un proceso muy semcjante al de la roa Sólo el 2 por cicnto elc los cxtranjeros lcnía ciudadanía ar~':l1tina. La
Argentina. oportnnidad les cstaua ahicrt.a a lodos y cra relativamcntc simplc, pe:o a todos
51 Dutantc la década' dcl veintc los comunistas en la Argentina no alcanzaban

..
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los lcnia en realic1~d sin cuidado, pucs la silllación leRal dd cXlranjcrll rcsullaba
a 3500. Véase R. Poppino: Inlernalional Cornmunism in Lalin Ameriea, Glencoe, en todos los aspectos sumamcnte vcntajosa. Por lo gcncral, tampoco tcnlall el
( Frce I'ress, 1964, pág. 64. El máximo de votos obtenido por los comunistas, en Ilábito dc participar anivamclJ(c cn polltica.

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1 !fi CINO G£Ri\IANI SOClOLOGÍA DE LA MODERNIZACiÓN 117

u)11dirin!le~, 1 c!jucridas parece 1I;II)('r atenuarlo las 1.l'nsiones original1as que los trabajadores urbanos anteriores,nl desorganización personal ;; ,
j''-'!' el lHlI}' veloz proceso dc~ "movilización social", mediante el (lIal se familiar, mayor aislamiento, mayor alienacÍl'm y una menor propensión
illl'O) )10)";11011 :t. la \'ida 1';11:;onal grandes grllpos de población. El pro- a par'icipar en asdciaciones volunlarias, menor racionalidad en el com-
cr.~o e'~ sClIJejanf,c al (JlH' t1l'.o IlIgar en muchos países clll"opeos durante portal:nienlo económico, etcétera.5B Pero la reorganización de acuerdo
el, ,;igJn pasado, pno el r¡t'llo mucho m;ís veloz de desarraigo de la con las pautas urbanas también parece haber sido rápida.nu Las lC'n~i(),
(',1 Tl.I(,t 1Il :1 tradicional n el medio rural, junto con las m;ís elevadas Hes sociales provocadas por este gran flujo de población ¡nigranl'c cOII
su problema de adapt;ición :1, la sociedad industrial, aunque gTave, no "i
;I']'il.l(:IlW'S (l'(';Iljas ¡"JI' C'! "c[rc(o de dC111oQraci(JI1" ('11 una era de <:on-
"Pin'" "I;¡~i,\,f) inllll(lllCCn illlporl;nllcs r1ircrenri;ls. alcan7Ó nunca la gran i'ntctJsicl:1c1 <Id proceso similar acaecido a cCJlI1ieJl-
Ln ),¡ !hli;clllil1;1. 1,," lIlaS,I:; I eciclltelllclIIC llloliliL;\das I'crtcnecí:m ,7.05 del siglo.n', De hecho, las tensiones ruCrtJll en su l1Iayoría, abs()11,jd;¡~
princ ij)'¡]lllcnlc ;¡ las regiones "periféricas" todavía en gran medida por la movilidad masiva en sus varias formas, el mejor lIivc1 general de
SlI1>e1csarrollac!as y n¡;Ís tradicionales, pero también provinieron de las vida .alea'n7.ado por medio de una mayor participaci~>n en la euucacÍóll,
,1
zo!:as moderlliz:'c!as "cClllraks", donde gramles sectores hablan quedado la (1.l1tul';] material e inmaterial y la movilidad inuividual. En la zona
CTU1!1')JlIic;jy sori;¡]llll.'fl(e des:trraigados por el impacto de la <Idstica de ll1.1ell0~ Aires, la movilidad ascendente a partir de los eSlr;:¡tos ma-
, rcdllC('i"'lI de e~xporlariolles prm'.xada por la crisis mundial y la larga nuales se reveló m{¡s intensa aún que a comienzos de,l siglo, y ocur;'ió
del'rcsi'JIl tic comienzos de la d(c;Hla del treinta. L:I interrupci,'m del <'_ través delmislIlo mecanismo de elevación desde el nivel más bajo de
co;n('l'rio r;lI11Hlial puso I'n !IIO\-illlienld un nuevo (;do de industriali- 1:Is sucesivas generaciones que hablan inmigrado a. la cÍuuad.Gr Aun COI~
/:,c:iÚ~1,{ue sc hilO HlUdlO m:ís iflt('ns~vo y veloz que el primero. :1 prin- menores nportllnidades imlividu;¡les, los recién llegados 110 se sintieron
,ripios del siglo,ro'l y los sectores movilizados y desl-'lal.;l(los de la pobla- frustrauos en sus esperanzas 62 y después ele diez afias de estancamie'hto
(i'H1 pmporrion:lI'on la mano de ollr:-. rrxluerida por la dcmanua de econt'nnico y disminucie'm del nivel de vida, la mayor P;¡rlC del proleta- ,1 :
ilIc!,Usirias. Las migr;,cioncs masivas inlernas rrcmpbzaroll a la inmi- riado Ilru;¡no todavla crela en el éxito gallad¿ con el trabajo duro y la l'
~r.lr'i\')J1 l'xlral1jela que sc hahía detenido cOlllplel:;UI1,,:ntc en EI,W. Des- inici;¡tiva personal.U3 I I I

d •.. mediado!; ele la década del treillta a la dp.cada del ciTHut'lJta,la zona En re:.tlidad, los trabajadores parecieron' totalmente dispuestos a
I "
11!C1I'Opolit;lTl'.l <le Buenos Aile~ n:eihit'J un flujo de casi 100.0\10 mi- , ,
g¡antr~s }'or aiio. El desalTol1o de: b migración interna ;¡rcctó tamhi{:n nI J. N. Kllox halló mucho mayor ~ra,lo de ihestabilioao y amenlismo enlre
los, migralltes inlernos que entre los e:;tranjeros o los nacidos en la ciudad. J. N.
;: Jas' olrilS gr;llH1es ei udadcs del país, y hacia EH 7 casi un (uarlo de los
Knox: "Absentisrn ano Turno,"er in an A.gentine Factory", en American, Socio:
ar¡..'."l1tinlls vida en una prc'vincia q1le !la (''-;1 ac.¡ueJh donde había /ogica/ Revir.lI', 2(i, 1961, p:¡p .. j2H2B. , I ,
n:,;idu."'¡ Un" í~ran lllaS;¡ de trabajadores rur;l1e'; y pueblerinos, pequc- 58 G. Gennani: HAn Jnqlliry into lhe Soci:ll E£fects of lndllslrialization alltl
Urbanization in TIm:nos Aires", en P. Hauser (comp.): Vl-banizatioll ¡,I La/in
¡iO', ;~I ;llJjcl I)S, arrendatarios en Sil mayoría, pequclios ;nl ~5anos, pe- Amcrira., I'arls, IINFSCO, 19li2. " '1
('plf'ÍH'S lOllll:l'ci,;llltc~, bajo •• cl1lplc;¡dw¡ y dcpcndielllrs de lienda, )' los r.u Hahilar en nna "villa miseria" conslilula la m;ls seria ba.rrera 'i)ara la
de,,,o(,lIp;,do~ cnd(~lIlj(oS dt, );¡s provilH:ias subdcsanoJl;ubs sc (onvirl.ie. r:lpida :l(uJIllI'ación ,le los emi~raltte~ a la "illa urbana (pero scilo aproximadamelJlc
el 2 por dento de \;¡ pohlación tolal. vivía en lales condiciones). Aun' el' tul/llruio
ron en Irabaj;ntores de la ,indllstria en las grandes ciudades)' en la zona era IIna siluación 1I1:\s favorable para la ve101. adaptación del migran le. ,:
de HuellOS ¡\ires,:'o prodll<:Íendo el impacto hahitual en la vivienda y en .fU' G. (;("nna11 i: "El pr()l:r.~o ele llt'h~lni7.;¡d6nH, o/,. dt. 1,

.,,
lil En HIGO, ':n 1111elll'S Ah("; el 77 por dento di, los hijos' ,le p3dl'C~ 110
l.IS ll)lllli{'iOlIl'~ soci:des gClIerales y probablemente mClIor Ill'olluClivida<l
, codificados hahla aJr;l1lzado cil'rl.n p;rado dc 1I10vili,lad astelldente; esta prorortión
,
era dc 1I1:"s,leI Hu por denl(, para aquéllos nacidos en la 7CIn:l de J\l1eno~ Aires,
;"\ ll~,,-allk 1',I\~1)('"",10 1:1 l'r"rnn-il.m de la I'rO'ltl(('j¡"tl na<:Í"na1 p;r:nerada y del 75 por cielito aproximadamenle para los mi¡;l'anleS ¡lIlernos. El ,lirado de
1",'- \.1 illdm, r;a f\l<' 1l1ayor '1\11.' la gencrada por 1:1 n~ric\lll.llra y la g:lIladerla; movili.lad hada la~ catc{iorfas 110 manuales (desde las nn manuales', fueran ellas
\"l";IS(' t ',n:,t!ro :~. • califkad¡¡s (l no) fue lamhiéll elevado y reveló mayores diferenciales enlre los
¡,:, 1;. C"llll:lIli: "El I'H'f"'I' tic nlba1l:1ación en la Argenlina", en Rruisll1 nad"los cn la (il"lad, los mir;ranl('s y los extl'anjeros.
1 Hir1l.:tU'''''BU."l ,,'c (;i(.'lIdtl.~ :;(lci(tl,!.'i (\,Vas1Jinglont )~Hl:L "r,1 :t. • 112 Sólo el 3 por ciento de los Illi{iranles ton larga estadla en 1:,. ciudad deda
,," 1,:1 dl'llt:lIll!:l '\(-' Itab:ljo dI.' las ilidll511ia~ excedió con mutho el creci. 'lnc sus espel-anzas se hahían visto frnslradas. La proporción de k.s de menor
'lIjell:1l :11111:11 10',,1 dI, 1" I'"hlarilln al'til'a, Lo,~ mígralllcs inlernos, que en 1914 esladia na lIl;ís alla (el 20 por cienlo), pero hahlan lle¡;ado en un periodo de
~,,';¡ll < ','Il,liln;,lll 1,1 í I 1'01' ._'cnt¡, ti" la rohl~ci6n de la l(ll1a melropolitana de declinación econolllica. (Véase G. Gernwni: ':1\n lnlllJiry inlo lhe Social Eltecls",
itUc,lio:') _:\¡n~C\ y i.(lr1.t\'i." f'1l I~':lf~ no f'xo'dian el'~ pr0l'nrtió11 h(lblan alcanzarlo o{,- cil)
d 2~i ¡)I" d,'rll" c:" 1~\l7, /,] ,"i~,''Iln ¡¡('In ro, la pohlación extnl1ljna dislllinula (ii\ El 1'c1m. aUll1cnlo de illgresos l,cr e"j)i/,l (m:ls del r. por dcnto al afio)
l,'lpid;n:,r:llf.f". FI Illi",,"() j>,""rt ~H tll\t\ lt~g.1t" ('n la lnayof parle ele lP5 (,f~ntrl)~ urhanos. 11:11,/;1 ,nado en ]lJ5().!í2.

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118 GINO GERMANI ~()CIOLO¡;ÍA DE LA I\IOllERNIZACILJN II!) '1
• 1 )
aceptar el orden económico y social existente, aun cuando quisielan nismo fue mucho m<Ís cauteloso que la mayor parte de los movimicntos
ciertas reformas. De cualquier manera, los conflictos pol/ticos y la ines- de este tipo. Nunca cuestionó la base del ordcn ct'O/lól/lic(' exist~nte }
tabilidad reinante durante las tres últimas décadas no pueden impu- -propiedad y empresa priv<ldas-; sólo iJ1Si~tió cn la "jIlSIÍ< ia ~ocial", 1)
1I
tarse a la' abrumadora presión social de una cla~e obrera.revolucionaria; la kgi~lación social, la industrializaciún, la rc!'orllla agraria, la planiri- I

tales perturbaciones fueron el resultado de otras circunstancias histó- cación y otros camhios compatibles' con los intere~cs de algtlln.i sectores ')
ricas, allnque también expresaron el impacto de la ~úLita incorporación de las dasc~ medias.Hu Vehc tcncrsc en cllcnta <¡"C I;~ ori<:nt¡¡ció/l ;¡/Ili-
}
. de lbs grupos recientemente movilizados a la arena política y el co- democr;ítica y autoritaria de sus lídere~ políticos tdlÍa \In ~ig-/Iirjcado 1..,
mienzo de la participación total. El hecho de <luC tal incorporación culcraml'nle distinto p;,ra la masa partid:ll'ia y p;lra los ohr,:ros."7 De
I
,,' tuvo lugar mediante un movimiento "nacional.popular" autoritario, cllalqllier lIlallCra, la evoluciún ]>olíticl de los ;Iijos JlosIWI',)Jlisla~ ha )
I fue sobre todo resultado dc las graves limitacione~ que ~e lc habían dellJo~trado <¡lIe la 'mayoría de Jos trabajadorcs, si bien llIaUlllVicl'On SllS
impuesto al ~istell1a político a partir de 1930. La introducción de los organizaciones }' ~u disponibilidad para defender sus intel'c,cs econcl-
grupos rc~ientemente movilizados y los cambios en la composición de micos y sociales por medio de la pauta normal del wnflicto industrial,
los estratos inferiores urbanos requerían, sea la adaptación de los, parti- no se mostraron dispuestos a buscar soluciones extremas. D.n'ante las
dos políticos existentes, sea la creación de uno nuevo, dentro del marco varias elecciones de lo~ recientes aiíos, parte considlTablc de los v:Jtos
~~
de la democracia representativa. Sin embargo, por una parte el in- perdidos por el peronismo se canalizó hacia los pal'lidos denlOcr;Íticos
tento de restablecer una democracia "limitada" en beneficio de la vieja y el movimieJ1lo peronista mi~m(), profundamente di vid ido, pareció dis-
"oligarquía" tuvo corno resultado una mayor rigidez precisamente en puesto a una reorient~ción an:doga.UH
i
l momento en que había una gran necesidad de un máximo de f1exi- El proceso qllc tuvo lugar en el llrasil a partir de I~J30 es en mu-
bilidad.U4 Por otra parte, la élite política era incapaz de comprender
..los cambios económicos y sociales que estaban ocurriendo tan veloz- 60 Especialmente la nueva clase media inoustri:tI, '1ue prohabl'~mente fue
un caso oc 11IlJ\'ilidad parcialmente hlo(lneada; ele hecho no fue ,:nteran:ellte
mente. El partido Socialista, como también los gremios, fueron parti- aceptada por la clase media preexistenle y se rehusó a seguir su posi( ión :w.ipe-
Cl;larmeme incompetentes para canalizar el potencial político que re- ronista.
07 En C. (;ermani, l'oUiica y sociedad, o/,. cit., cap. 8, puede leerse un aná.
presentaban los nuevos trabajadores indu~triales.ü5 Los comunistas y
lisis especifico del significado ele la libertad y el autoritarismo para 1:, clase baja
otros grupos de extrema izquierda se mostraron activos, pero no logra- durante el peronismo.
ron conquistar su apoyo, que le dieron en cambio a Perón. Este hecho 68 Del m;ís alLo porcentaje ele votos alcanzado por el peronislno durante
el régimen (aproximadalllente el 65 por cien lo ele los votos), los vutos ,:n "blanco"
sólo puede e~plicarse parcialmente como expresión <.le la necesida<.l <.le (peronistas) qnedaron reducidos al 18 por ciento aproximadamenle en h s elecciones
un liderazgo carismático. Aunque esto sea verdad respecto de los secto- de 1%3. a pesar de la "orden" tic I'erón. En conjunto los grnpoc peronistas
res m;ís tradicionales de la clase baja, para la mayoría de los traba ja- parecen represen lar hoy un tercio del electorado. Los datos recogidos en encuestas
sobre las actitudes pulíticas ele la pohlación de la zona ele nuenos Aires (en 1960)
dores no fue sino la elección más realista para obtener una reforma parecen también indicar un amplio apoyo al pluralismo políLiw y e! rechazo del
moderada de acuerdo con el, ~istema social existente que, básicamente, sislclna 1Illil'anitIario.

aceptaban. Al prestar apoyo al peronismo elegían una alternativa mo- Nivel economicosocial: l r,
2 3 .1 6
derada: bajo sus proclamas antiimperialistas y antioligárquicas, habi- (bajo) (alLo)
tualmente puestas de relieve en el populismo latinoamericano, el pero- I'rcfcrelH:ia por el sislell,a
I unipartidario: (';;,) 20,1 17,1 13,'1 13,7 \3 ' 3.2,
O~ Este intento tuVo luga~ en 1930, cuando un golpe militar puso fin a un" Los dos grupos m;ís bajos (el 1,1 por ciento aproximadamente de J:¡ población
periodo de estabilidad política que había durado setenta años. El generalizado total) IlIljestran una luayor frecuencia de individuos partidarios de! autoritarism~,
fraude 'electoral limitó e! funcionamiento del sistema H\presentativo. Dé 1943 a pero conslitu)'eu, sin embargo, Ilteuos de IIn quinto en amhús estratos (GeTlllant,
I I I !H5 otro golpe militar intentó eStablecer una dictadura fascista de estilo europeo.
I "Autoritarismo y prejnicio eu Hueuos Aires", inédito). Existeu mucl.os indicios
I
En 1946 se reestableció la constitución y el peronismo ganó' las elecciones con el que señalan que los partidarios del aUlOrilarismo I'eneueceu al tipo "lradicion~l"
55 por cie\lto de los votos, aproximadamente. (véase G. Germaui, "Anti"en,itismo ideológico )' antisemitismo tradicional" en Co-
, 65 Los periódicos de la Confederación del Trabajo y de los gremios no pres- mentario, I!J(3). Otra encuesta (I%~) mostró que los peronistas "lil: siem~re"
taron. atención alguna a la, masa de los nuevos trahajadores industriales. Estos provenían en muy alto I'0rcelllaje dc.:!sector emigrante del interior de J; pohlaclón,
permanecieron en su mayorla desorganizados hasta que se produjo su agremiación y su orientación estaba determinada sobre todo por su "lealtad" al líder cari,;má.
'en m:\sa. por acción de I'erón y de sus aliados gremiales. tico (J. L. Imaz: 1IIO/il'llcióll electoral, Buenos Aires, liJES, 19(;2).
1;
SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN 121
GINO GERMANl
120 I

tal y los Estados Unidos, el impacto de la movilidad masiva produjo


,chos aspectos semejante al que acabamos de describir. Una diferencia mecanismos integradores seinejantes, en' las lOn¡ls de r;ípido desarrollo,
importante, que sin embargo úo altera el significado del proceso que ,. \
economlco.
vamos a examinar, consiste en que algunos de los efectos de moderni- .. Hay varios estudios que describen el papel que .desempeiía 'la mo-
zación política que en la Argentina ocurrieron en la tercera etapa del vilidad. en el proceso de asimilación de ,los migran tes rurales en Bra-
esquema general, se fusionaron en el Brasil con los procesos pollticos sil. En esta transición se han distinguido dos fases fundamentaies. L;¡"
de la cuarta etapa. l\'rient.ras que en la Argentina la ampliación de la primera consiste en la simple trasposición de la pauta tradicional a
panicipaeión política y el paso a la democracia ampliad;! ya hahía ocu- la nueva ~itllarión; la segunda comprende la redeflnición de la situa-
rrido Jurantc la fase de la economía primaria exportadora. en el Brasil ción, nuev;'s actitudes y nuevos modos de ;¡cción. '
se dio en la cuarta etapa junto con la fase de "movilización de masas" En la primera etapa, las tareas específicas relacionadas con el tra-
Entonces, a l.ravcs de la car;¡cterística aceleración ele ciertos proccsos. bajo industrial se asimilan a las "obligaciones" tradicionales que se
bajo el impacto de los mismos acontecimientos externos que operaron tenían para con el patrao y que se "retribuían" mediante u~ salario
~'n la Ar~cnt.ina como en el resto de la región y a poco más de una "justo". Se c~pera (Iue la empresa dispcnse la misma "protección" par-
década del movimicnto revolucionario ele 1930 _que había sido una ticularista como lo hada el "patrón", amo de las tierras. Aunque sigue
afirmación ele las clases medias-, se manifestaron también los efectos existiendo un difuso sentimiento de solidaridad, es ~ste mús una expre~
s
de la movilización social de grandes sectores de las clases pOlíulare . sión de la dis~inción tradicional entre la "gente pobre" y los "ricos",
También en Brasil, como en la Argent.ina, hubo un intento -el Estado que una m;ís específica expres-ión de la solidaridad del grupo de' traba- I
Novo- llc rl:gimen totalitario, el cual, sin embargo, y por los mismoS !J'¡
jadores como tapO Como resultado, los nuevos trabajadores' ,carecen
motivos que en el país del Plata, no pudo prosperar Y dio lugar a un ele tOlla p;¡uta de ;¡cóón co1cctiva org;inizada o, de lo contrario, taJcs
movilllicllto Y a un régilllcn típicamente "nacional popular". A partir pautas existen exclusivamente en el nivel de las relaciones primarias de
de 1930, un ciclo de intensa urbanización e industrialización modificó parentesco y <Imistad. Puede ocurrir que el gremio inicie y organice "
profundamcnte la estructura social de algunas regiones, creando una
pauta más moderna de cstratificación social, con un nuevo prolet.ariado
una acción colectiva. pero ;¡un cuando logre imponer la disciplina ne- j
cesaria para una huelga, se lo percibe como factor externo, q¡le carece 1I
urh;¡no y una nueva, clase metlia. Este cambio no afecló amplias 7.onas l'
de la participación activa y psicológica del trabajador migrant~. El
del país, y Brasil sigue siendo todavía en gran medida rural, con una gremio se concibe como proveedor de servicios; a menudo no se hacen
pauta marcadamente dual según la cu~l contrastan las zonas altamente distinciones entre éste y el Est.ado. Las aspiraciones se orientan predo.
urbanizadas e indu~tri;¡li7,adas con ;¡mplias regiones muy tradicionales minantemente haria una huida de 1;1situación industrial misma.u Sin
1, y todavía cconÓmiGllllcntc marginales.m, Pero la migración interna y embargo, con' el tiempo se produce la adaptación a la nueVa cultura A
l;¡ movilización de una creciente proporción dc la pohlación, Y SIl ahsor-
ción por el nucvo medio ur1>;,1110 e industrial. tIlvieron lugar en ,condi-
industrial urbana: una proporción de losmigrantes, al menos, es
capaz de desarrollar una nueva definición de la situación, nuevas £or-,
f
cioncs de dpido desarrollo económico y movilidad masiva, creadas por 1
mas de interacción y una más clara conciencia como oh'rero industriall 1I
los cambios estructurales y las mejores condiciones de "illa de la pobla- que debe enfrentar un nuevo conjunto de relaciones sociales. Pero SI
ción de las,7.0nas en dcsa;-rollo, Aunque el lT\a~'or tl';¡llieionalismo de estos camhios ~ignifjcan una mits eleva~la conciencia polít.ica y' un~
los grllpoS;cnH'rgentC's. el lll;'tSbajo nivel de moderni7.:tciún' llel ~ist.ell\a mús consciente y m;¡dura partieipaci6n ,en el sindicato, no. implican
tle r\;lSt' ~_,_aun en la, rq:,il111CS1l\;'ISavan7.atla~- y el l"lll1texl.Ogeneral una mayor disponibilidad para aceptar formas de extremismo idce¡ló-
lTl'-'tl., \".,r \ln:1 <1'ri(,l\:\t\ tOlb"ía (;¡r;¡rteri7alla \lor el dualismo estrU(-
tuu] j¡~\\,li,.\\\ \HU imp"rLantr di[rrenri:r ,,:,\'("('.(1 dC' E\II'0pa 0((iden- 70 El rau,hin dc iikulificaeióu de c1asc de "pobrc" a "ohrero" disminu)'e con
,t la ('llu("aci{lll y parece tamhién rdadonarse inversamente con la conciencia política;
,1,
t,~"\'t<": C. ,,'?~lt,'. "Tk 1\\;;111';'" Re\l"~'J:'('" 0:,>1 Ch2"',~~' S,;,ce 1'?~"". (;. A. ))i1lon Soarcs: "Classes Sociais, Slrala Sociais e as Ele~oes Presidenciais
on R, ". :\dam' \' (,IT"" ,O),ial (.1,n'l~e in Lr.tin A",~I"ic(l Tcór., ""ue';a YOlk. IIe HIGO", en Sociología, 1961. págs. 217-238. I
i
11"'1"'1. l'Hi ,); F. i1. C:ITlI,,''', "Le l'ro1claTiat Bré,i1¡~n". en SO)ciolog ! d1l TI"m':ii.l: 71 .J. R. Hrandao Lopes, op. cit.: .J. R. Brnnclao Lopcs, "Relations lndustridles
t n IIan, den x Commnnaulés Brésilienlles". en Sociologic du Tmvail. lJI. 1961. p,í~s.
\'11,\, '1, 1"'1-;'.. (,11 r,",; 1\, I\"I<II¡"""', "'1"11" :-'li\\I"""l )'opulati " oi \lrban Bra7l1 •
1'0 tllll':'iur Lalil"', ti. \~lIi:\. p'IV5. 1).71; ,k a"'''''\o o
<.OU e,ta encII,,~ta, Ile\'ada 1~.~2. 11, F. Cardow: "Actitudes e F.xpecwlivas Desfavor:',veis a Mullan\" Social",
a ("all ('11 <ris ,1<' las "':,,, ¡",pol,alll"s lÍl\(\aI1cs IlTasikil"S. el (j~) por cienlo apr ,,¡, on /loklí" (CI.AI'ECSO, Río de .Tane;ro) 111. 1%0, nQ 3. p:\gs. 15,22"
o
11,,,<1,""1;111<:<11:la p"I>I;II'¡"" c"aha [DII<lillli<lo por Il\i~I"anl('s ¡lIternos. .J;.

~ 1I
"' .....•
")

1
GINO GERMANI SOCIOLOGÍA DE LA l\IODERNIZACIÓN 1~3 " '1
122 '1
¡
gico. H. F. Cardoso ha descripto esta transición, seiíalando que el com- extremas.76 El hccho de que el presidcnte Coulart no lograra obtener
")
portamiento de aquellos trabajadores que han alcanzado esta etapa se el apoyo de los trabajadorcs industriales en un momento puede consi.
derarse otro síntoma de la falta de potcncial rcvolucionario. 1 n la dase )
caracteriza
m;\s por su! demanda de mejores condiciones dentro del sistema capilaiista ha ja urhana.

t¡'\
que por una acción polftica dirigida a transformar el' sistema social en su ')
Aunque semejante moderaci¡'H1 puedc en. parlc reflejar ];¡ pasividad
totalidad. Tal estimación del futuro se basa en el hecho de que existe la
posibilidad de embarcarse en una carrera en la in,lnstria, en el hecho del de un pueblo todavía tradicional (y sumiso), de acuerdo con el an~ílisis
d,'sarrollo económico y dcl razonable nivel de los salarios de los trabajadorcs precedente se pucde ver qne cs tamhién cl resulrad<i' de Ulla evolnción
calificados ... de la conriencia de la clase trabajadora, qne parece diferir nctablclllcn-
Por eSla razón, el autor encuentra que por el momento hay en el te de la experiencia hist('¡rica de los países ellropeos. En estos ¡'¡J,ill1C'sel ')
proletariado 'urbano brasileño escaso potencial revolucionario.
lo contrario, cree que lo más probable es que la acción de los trabaja-
Por despertar de una concicncia de cIasc en los grnpos tradicionales, en
condi~iones ue aislamiento social y fuertc jerarquización, implicó' una
r•. ')
dores se ori~nte antes hacia movimientos caracterizados por demandas etapa 'intermedia (que duró varias décadas) en la que predominaba )
de mejor trabajo y mejores condiciones de vida, que hacia ninguna la alienación y una extrema radicaliz;¡ción, y s¡'¡lo posteriormcllle tuvo
otra cosa.72 La movilid;¡d individual desempeña un papel central en lugar una tercera etapa, con una integración progrc~iva y un;¡ creciente
esta transición. Touraine le ha aplicado una tipología basada precisa. aceptación del orden soc¡"aI. En cambio, tanto en el Brasil COIlIOen la ~~
mente en diferentes niveles de aspiración y en diferentes experiencias
de movilidad. En el nivel más bajo, no existen aspiraciones ni movi.
Argenlina parece haber tenido lugar una Iransici¡'lIl de dos etapas: di.
rectamente desde "la. situación tradicional". a la si [nación de inte;;ra- ")
]idad"y nos encontramos con una negación llana de la situación indus-
trial, que conduce a una especie de adaptación apática y, tal ve,!-, en
condicion~s más favorables, al populismo. Por otra parte, cuando' las
ción caracterizada por un reformismo moderado.77 La movilidad ma-
siva y las otras condiciones, al eliminar o reducir considerablcrnel1t:~ el
período de aislamiento y segregacic'lIl de la c1asc trabajador:, elill" ina
t;
'1:
. i
,
aspiraci0'ies son más elevadas, la experiencia de alguna medida de mo.
vilidad ascsn,dente dentro de la sitl.lación industrial originará un más
alto nivel' de iptegración y de participación política y gremial. En con-
también la posibilidad de la elapa radical intermedia. ,Tal parece ser
-como se indicó en ];¡ primera sccción del capítulo- la cOllsecuencia
específica de la movilidad masiva para la clase baja en los países en
')
r,,)
. )
I diciones de desarrollo económico, y si la movilidad individual se vive
t
desarrollo cuando todas las otras condiciones necesarias ir tervic:1en
como parte1
de un proceso subyacente general de desenvolvimicnto
~ 1
na- en la misma direcci()n.
!I¡ ~)
eio'nal, es ppsible que la orientación política de los trabajadores sea más
moderada que revolucionaria.73
£~)
, La evolució'1 política del Brasil refleja muy de cerca tal orienta-
c'ión re£ormista y moderada del nuevo proletariado urbano. En ese
C)
'W )
sentillo puede decirse que el varguismo no difiere del peronismo res-
" ~1
,
pecto del nivel moderad\) de demandas obreras, la composición de su ?
•. )
liderazgo y,su autoritarismo.'l4 Dado el más tradicional elemento en los
sectores movilizados, el factor paternalista y carismático debe haber sido s~)
! j

más intp1!s0.'5 No obstante, en el Brasil el varguismo cxpresó una elec-


110-'-
.. )
ción más moderada, pl)eS existían por cierto otras posibilidades más
~
H. F. Cardoso: "l.e prolclariat. .. ", op. cil., pág. 377 .
72 .~
. , '

I Soci%g.ie
A. Touraine:
73

dll 'Tral'ail,
"IlIdustrialisation et conscience ouvrÍere
I!l. 1961. p;\gs. 389-407.
74 C. Wagle)': 01'. cit:; .l . .I01lllson: Political
a Sao Paulo", en
C/wuge iu L.atiu AJllcrica (Stan- '"DIOS;
El panido
7G c(Jlllunísla aicam'; aproxillladamcule el 8 },or ciC'lto de los
se 1I:lllaha 1Ii(,1I oq,::tIlizado y ICII;a UIl lider p,esti~ioso, .
t)
/)
tordo Stallrord lllli\'crsit)' I'ress. 1~:íH) p:\g. 171. 77 En Hla~il lal inl('g-rali{'11 ~ólo aharca a las zunas 1Ir1lallas ln;lf inclusr.na.
1 1" A. Pcarse: "Algunas •."aractcrislicas de la urbani¿aci611 ell Río ck .Ianciro", liza<1as. Dchc recordarse quc la 1'0111:1<;<'>11 no illcorporada o fonn:dmclI'C nnrgll\:I1
en P. 1I:lIIs(r (uunp.). o/, .•. il. p:\g~. 194-207. sigllc sielldo Illlly grande. ~)
~)
-,--- ---Dh.)
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 125
I

es el resultado de la acción recíproca y el equilibrio de fuerz,as expul-'


sivas existentes en' el campo y fuerzas atradivas' operantes, en la ciudad ..
. Com'binacion~s diferentes de tales fuerzas pueden determinar a veces
~quilibrios eqi.livalentes, esto es,. movimientos de población del mismo'
sentido. Así, se .ha observado a menudo que en tanto 'que en países
desarrollados la migración rural-urbana está relacionada principalmen ..
te con aumentos de la demanda de trabajo creados por el crecimiento
Capliulo IV indll5trial urbano, en muchas naciones en des3lTollo se producen mo-
vimientos Il1ilsi\'os lJileia las ciudades aun cuando esas nuevas y mejores
oportunidades de empleo son extrem3d~mente bajas o completamente
Asimilación oc Illigranles en el medio urbano
inexistentes. En este caso tenemos una combinación de fuerzas dife.
(Aspectos teúricos 'j metodológicos)
rente en la que el peso de los factores atractivos hacia las áreas urbanas
sería menor que el de los factores de expulsión de'sde las zonas rurales ..
Si bien la ur!J;l1lizaciún es 1111 I)lOCl"sOcomplejo qlle comprende mu-
En otros casos podernos encontrar situaciones en las que las condiciones
chos aspectos diferentes, no hay duda <le que las migraciones internas
rurales, aunque realmente están mejorando, todavía son insuficit;ntes
e illternacíona!cs constituyen los m;ís imporL;llltes, no sólo porquc la
para contrabalancear los abrumadores incentivos que irradian las ciu- :.
mayor parle dd Cll'ci1I1icnto dl'1l1()~dfico urbano es callsado por movi-
dades.2 Mecanismos análogos pueden usarse, por supuesto, para descri.
mientos de po!llaciúll, sino también en "irtml del hecho dc que la mi-
bir no sólo la existencia y el grado de la migración rural-urbana sino.
'graci(')Il'rnisma. como proceso social, cs una expresión de los camhios
también su ausencia. . ,
l)ásicos que csl;in lr;¡ns(ormall(lo al IlIlIndo, con\'irl.ielHlo a un planeta
de aldeas y desiertos ('11un l'!allcla de CiUll;ll\cSy lllCl.rópolis. En Am(~- Si bien este enfoque puede ser bastante tnil, en ciertos sentidos,
debe reconocerse que implica el riesgo de simplificar demasiado el pro-o
ri(;1 LItina las lIIi1,?;racíonesinternas represcntan probablemente uno de
ceso, reduciéndolo a una especie de equilibrio mec:inico de hlerzas im-
In~ procesos m;ís significati\'os que car;¡cterizal1 el cuarto estadio del
personales externas. Al mismo tiempo parece otorgar démasiad,o énfasis
eSf.IUlélllageneral. Varios (le los enfoques teóri.cos y metodológicos con.
a las motivaciones "racionales" o instrumentaks, sin tener en cuenta la
"~;id{'radosen este capíttl!o se rclacionan estrechamente con problemas
posible complejidad del proceso psicológico que da lugar a la decisión
1 raudos en otroS capitulos sobre movilización social, urbanización
de irse o de quedarse. Ahora bIen,' para los fine. del an;\lisis macroscó-
01 rosIcmas concxOS. pico mediante el uso de ltatos globales pdncipalmer,lte, este modelo o

En el ;ln;Uisis de la migraciúll podemos distinguir por lo menos


puede resultar m,ís o menos adecuado. En C;Hnbio, en los casos en que
tres procesos principales: la decisión de rnir,rar, el traslado real y la
la investigación apunta a un estudio de las diferenciales de migración,
aculturación en la scicícd;\(1 urbana.1 Si bicn la mayoría de los estudios
a una descripci6n tle la adaptación, participación' y aculturacion' de los
se ocupan pri nci pa 1men te del tercero, nosotros inc1l1iremos las tres eta-
migran tes en las áreas urbanas, y a un análisis causal de los principales
)las en nucstro examen. factores asoci;ltlos con eslOs procesos,el modelo que se emplee debe tener'
En to(lo caso, el estudio (le \;¡ aculturación requerid;¡ el conocimien-
en cuenta no s6lo factores expulsivos y atractivos sino también las de-
"
to y la com41rensiún de tOllo el proceso de migración, incluyendo el
m;ís condiciones sociales, culturales y subjetivas en las que tales factores
proceso que~ocurrc en ('\ lugar de origcn y tiene por re~ultado la ~Ieci-
operan tanto en el lugar de residencia como en el lugar de destino.
siún de 1l1if';r:\r)' cl ú;\slado físico rcal a la cill(la(1. , I 1I
2 Este. parece ser el caso en ciertos sectores rurales de Italia y otros paIses
europeos, especialmente entre la generación joven. Cf. G. Beyer, Rural Migran!s
l. Trl'.\ 1I°i,Ir'/I's ('11 1'/ l11/(íli.li.1 ,[r; /n llli,araci(jll
,~ itl Urbnn SeUillgs, op. cil.; Francisco Alberoni, "Caralleristiche e tendcnze delle:
migr:17.Íoni interne in Italia", S!udi di Sociologia, 1 (1963)': 23-50. Véase también,
Es frcl'l1'.'llle analilar la migración rural-urbana en términos de fac- en relación con el peso de los factores de atracción en áreas urbanas; Ph. Hamer
(comp.), Urbaniza!ion in Asia and tite Far Eas! (Calcuta, 'UNESCO. Res~arch
ton:s llc c7'Jluhiun :0 atracción. S: considera entonces que b. migración Center, 1957), y Kirigsley Davis y Ho H. Colder, "Urbanization and the Dcvel.
opment of Pre-In<!ustrial Arcas", en' Economic Developmen! and Cultural Change,
1 eL. ~. :-;. Fi<("IHla,ll, TJlr ,~¡'!oll,ri('!1 '" 11'1IJlig'(11If! ',Lom!le«: ROlltletigc 111 (1951): (j.26 '

.1\" \-.",,"1\ 1'.l\d. 1~1:"\, lol\'. \.

--'-
~
')

SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN ')


126
GINO GERMANI 1:!7
1

t
Al formular un esquema teórico para el análisis ue las migraciones los roles, las expectativas y las pautas de comportamiento instituciona-
)
utilizaremos los ¡¡rincipios que han guiado la concepLUalización del lizadas proporcionan el marco dentro del cual las personas perciben
proceso de movilización. Como se indicó, la migración en ciertas con- y evalúan tales condiciones objetivas. Se sabe <¡ue un rasgo frecuente '\
dicioncs pucde c(.nsiderarse C0l110una de las formas asumidas por la de muchas áreas rurales y, en general, de las sociedades m;ís tr;dicionl- I ...

movilización social. Se disti'nguidn pues, en este análisis, los tres ni- les (con excepciones como las de los pueblos nómadas y similares), es ;;le l
veles mencionados en el se~undo capítulo: nivel a1IlÚiClllal u objctivo, énfasis en la estabilidad, el aislamiento y la fijación (1£ los individuos ......)
nivel normalivo y nivel jJSirosociitl. al suelo natal. En una sociedad industrial)' m;ís mod<..'~'niz:lda,b mo\ i- I :;' I
1. En el primcro incluiremos dos categorías principales: por un;t lidall ecoMgica es otra respuesta posihle (cnlre llIuchas) a cicrtas situ,t-
parle, lus factures cxpulsivos y atractivus, y por otra, la naturaleza y las ciones. ]'vliel1tras que en las primcras no es norm;¡]melltc esp:~rada, y I
1;
condiciones de las comunicaciones, la accesibilidad y el contacto entre hasta es considerada en algunos casos como comportamiento t..I,csviado .~. I
las ;íreas ruralcs y urbanas o, en términos m;ís generales, entre el lugar )' sancionada negativamente, en la segunda la movilidatl ecol<igica es
1, '
de origen y el lugar de destino. por lo mellos permilida, si no realmente faeilitatla y fomcntaLa. .,' ')
J. 1. Los factores expulsivos, y atractivos son bien conocidos y no La pauta 1I0rlll:ltiva también puede facilitar la migración de ciertas ,1 't-'"

t
es ne~esario describirlos aquP Es necesario indicar, sin embargo, que categorías de personas y dificultar la de Olras, como owrre, per ejem-
no.¡Jebemos 'imitarnos a lps contrastes entre condiciones rurales y urba- plo, con la migraCión de las mujeres, que puede depender de su status, )
nas si queremos abarcar todas' las clases de migraciones urbanas. En en la sociedad. En todo caso, las normas y los valores ueben :;er COIl-JI')
muchos 'países (tanto en desarrollo como avanzados) la migración puede siderados como variables inlervinientes en el ;lIl;í1isis del itllJl:tclo de
ocurrir y ocurre entre áreas urbanas, generalmente entre ciudades de los fact?res eXI)l~I~jvosY alra~li~os. Lo <¡u: a tll1 obs~rvador exterior.le . . )
tam;,lño y características diferentes, y en esos centros urbanos fuerzas parecenan condICIOnes eCOnOnUGISexcepCIonalmente malas, 110 funclO- .)
,1 '
atractivas Y' expulsivas operan e influyen sobre el flujo de la inmigra- nará en absoluto como factor expulsivo si corresponde a t¡(la pauta tra- ;'t,..
dicional que no solamente est;í ins(iluciOlÚ1lizada en las normas, lüs )
~!
ción y In emigración.
~ valores y las creencias tle la sociedad, sino que también contilllla ope- ")
, ¡,
,.
111: 2. Las con1lll1icaciones Y la accesibilidad entre el lugar de origen
y clluga'i- de destino constituyen otro conjunto de factores objetivos que rand~ c~mo una exp:~ta~iva. illte~-nalizada en la mente de las pl:rs~nas.
Esta ultima observaclOn lIl(!Ica, Slll emhar¡!;o, que el mero conOCimIento
!I-
••..
,\ L.)
~: LOndicipnan, la migración (contactos formales e informales, medios de
~
. romun'icación de masas, sistema de transportes, distancia, costos, ete.).
'11, Las conuiciones objetivas no operan en el vacío, sino en un
de la~ nor.mas, l.os ideal~s y los va,lores no es suficienl~ para el es~t.~(~iode'~.r)
la mIgraCIón. Surge aSI la neceSidad de un tercer Illvel de anaJlSls. -;,;,iIiíII
.'
~ contexto normativo y psicosocial. En las normas, creencias y valores IIJ. En el nivel psicosocial deben tenerse en euenta las actitudes ffr )
.~ )' expectativas de los individuos concretos. En una sociedad perfecta,-.")
de la I'socie(lad de origen pueden encontrarse no sólo criterios acerca
j de lo <¡ue debe considerarse malas o buenas condiciones, atracciones o mente integrada, sin desviados ele la pauta idcal, el marco nOlmativo."
estaría exactamente reflejado en las actitlldes y expectativas ihtemali- ..t........
) expulsiones, si,no también attitudes y pautas de comportamiento que en
did¡a' sociedad regulan la migración. Esto es: en el nivel normativo 4 zadas de los individuos.
Otra condición b;ísica para el mantenimiento
"
de esa inte¡!;raci()Ji 1..•_
.
.'

1
I
3 En Iforllla muy sumaria podríamos enumerar tales factores como sigue: sería que las condiciones objetivas correspondieran efectivamente: a las,
1,
'L, )

a) condiciones económicas favorabtes o desfavorahles en' el campo (estado de Jos


recursos naturales, su deterioro o mejora, tasa de crecimiento demográfico, rela- expectativas, l~s actitudes y el comportamiento real. Tal situa(~ún d~~ I ,.~,.

ción población. tierra, sistema de tenencia, grado de concentración de la propiedad correspondenCIa perfecta o cuasi-perfecta entre los tres niveles (condi-
de la tierra, técnicas ineficientes o atrasadas y baja productividad de la agricultura
o,. al. revés, modernización Y reducción de la demanda de \llano de ohra I,!••.a]);
ciones objetivas, marco normativo )' actitudes internalizadas) es en 1.,.J
l?) falta -<l exísteucia- de oportunidades a\lernativas en' e,I :lInbienle rural; c) realidad extremadamente difícil ele encontrar, y debe reconlatse quelr~¡ \
condicioues económicas favorables o desfavorables en las ciudades: oportunidades cierta proporcion de desviación debe ser considerada normal ell toda
de .emplco, nivel de salarios, etc.I, y d) otros diferenciales rural.urbanos no econó.
I'licos. como condiciones educacionales y sanitarias, servicios I'ecreativos, condiciones sociedad. E~ las actuales .nacion~s en desarrollo la silliación (Ipues~~ . )
políticas' de segurida,l personal (tales como evitar guerra de guerrillas y bandidaje).
4 Las normas idcales pueden definirse por contraste con las normas reales:
es mucho mas frecuente, SI no unIversal. La falta de corres por denSI,t ~;r
puede darse de varias maneras: camhios en las condiciones ohjetivas "
éstas se refieren al comportamiento empírico de los individuos, en tanto que aqué-
¡I \las indican el comportamiento prescripto por la sociedad. ("1" como "'p"pobb,¡ún, b'jn, """-;0', gn''''' , "e) pn,d" 1m",' . .)

,
aJ
GINO GERMANI SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN
128 129
'1
imposiblc realil.ar las ilccioncs sociales según las c)(pectativas del marco 1) La Iloción de adajJlación se ldiere a la maner¡¡. en que el mi-
institlicionalil.:llló Y de los roles y actitüd~s intemalizados; o contactos grante desempeña sus roles en las ([iversas esferas de' actividad en que
1 lI]tllr~,Jcs, la comunicación de masas, etc, pueden haber producido participa, .:\qyí el interés del observador s~ concentra en el I1ligrante
cambiasen l;is expectativas; o tal vez,' como es más probable, diferen" mi~l\lo: es su adaptación jJl:rsonai lóquc se estudia, es decir, 'su capaci-
les Gimas llc cambio p"edetí operar' simultáneamente. En cualquier d~d para cksempeJiar los roles sin tensión psicológica excesiva o into-
(aso, directa" oillllircclamentc, el nivel psicológ-ko estará implicado, lerahle. Hay, por supuesto, I1l~chas maneras de definir.la adaptación;
y el. modo en q"e son akrl;ld:ls las actitudes individuales condiciona lo qlle debemos acentuar aquí es la necesirlad de distinguir ron la ma-
I'rcI isalllcntc 110 sú]o la dCIisic'm de migr:,f, sino tamhién el c;¡dctcr yor rlaridarl posible este ;\sperlo tic los, dem;ís.
de la ll1igraciúll y el (1l1l'lH,rl:llllicIlIO IIllnio," del llligranle CIl 1" socie- ::') r:()1l el (()l1U'pIO dI' jJIl1"licijwcll.íl1 a(!oplamo'i el [lllllto tic vista,
110 del individuo migrante, sino (1;; la socicdad recipiente. Aquí
dad recipiente.
Destaquemos qlle 110 estamos reduciendo las C;¡lIsas de la mig-ra- debelTlos distinguir otra vez tres dimensiones diferentes por, lo ,menos.
(j(',n cxclusivamente a lIn proceso psicológico; 10 q"e estamos tratando En prime\' lug-;¡r podernos preguntar por la exlensión y el grado de
'de sei"í;¡lar es la necesidad de usar lIn contexto psicológico y un con- la participación del individuo: ¿cll~¡ntos y qué roles desempeña dentro
le)(IO normativo con el fin de comprender el funcionamiento de los de las instituciones, los grupos soci;¡les y los diversos sectores de la
lactares objetivos. Adent:'ts debe recordarse llue este esqllerriaconcep- sociedad urbana? Esta pregunta incluirá la partici'paci6n tanto como
lual, u otro equivalente, debe emplearse en el análisis de todas las la no-parti~ipación. y tambi&n la partícipación en estrunuras no-urba-
'etapas del proceso de migración, es decir, no sólo en clIanto a la deci- nas, pur ejemplo, ¿en qué medida est;¡ todavía conectado (es decir,
'siún de riJigrar, sino, también en lo que respecta a la acultllraeión participa) con su comunidad de origen? 0, muy a menudo y si el
, y la adaptaci<'>n a la sociedad reCipiente. De hecho, las condiciones individuo participa en ipstitueiones y grupos sociales ubicadq~ ecoló-
objetivas existentes en esta última _oportuni(lar1cs de empleo, viviell- g-iGIITlCllledentro de las [rontcras del ;\rea urbana en que vive, ¿hasta
da, sueldos, oportunidades educucionales, y similares--, ílsí como las yu{: punto dicha,; instil.ueiOlles y grupos pertenecen a la sociedad ur-
normas, creencias y valores que caracterizan a la sociedad urbana y bana propiamente dicha? 7 En segundo lugar podemos pi"cguntarnos
;' los grupos soci,l1es que la wmponen, temldl11 un profundo impacto t"Ol1qué c¡£ci(?llcia el individuo desempeña los roles, debiendo definirse
~oh)'e la recepción de los migran tes y su integración. la eficiencia desde el punto de vista de las instituciones y grupos re-
, Por último, d~be subrayarse que los varios elementos indicados no cipientes y de hn valores de la sociedad recipiente. Ea tercel-' lugar,
operan atomísticamentc; por 10 contrario. son estrechamente intenle- podemos ocuparnos de la rer:ejJción brindada por la sociedad urbana:
pendientes. El énfasis en las distinciones analíticas no (lebe llevarnos ~c,'¡rno reaccionan ~;US grupos e insti,tuciünes frente a los inmigrantes
a olvidar el hecho húsiw de que, en el proceso empírico a ohservar, y su participacic'ln? Aquí podemos encontrarnos con situaciones de
esos elementos constituyen una confir,uración específica y no una mera jJaFlicií}aárjn arel7/ada, 1/() acc/Jlar/a y crm[Tic/l/aT. Tall\"ez podr!amos
colección de ras~os ,:Iislados. Dehemos ,¡hora aplicar estc esquema con- hablar ;¡ ('~te rc~p('cto de il/legración, rdi¡ iéndonos c~pcrífir;¡lI1entc al
ceptual gencral al problema espccfrico de la asilllilacic'Jn de los mip;ran- 1
14¡¡do de participaci()fI acr.¡;t.ada y/o no conflictual. Esta dis,tincíón
tes en las {¡reas urbanas, Se sahe que este concepto es algo ambiguo. :;jgnific;¡ 1111(' 1111gnrpo de: migrantes podría jJm"licijmr en una deter-
I
Por una p"rte tenemos una serie de térm inos que se rdieren a los illin;¡c!a estructura Hrhana ún eslar integrado en ella, si el grupo des-
mismos fcn;1ll\enos o a fcnómcnos conexos; ro por la otra, muy a menudo f'mpciía role~ dCIlII() t1r.ella pero tal actividad es resistida o 110aceptada
el mismo t(\rll\ino tiene diferentes signific:lllos. Este no es el lugar por olros gr1.lp'os illlportantes (los ca~os colTlunes de conflir:toh raciale~
para ulla 11isrusit"111
terminológ-ica y teórica riel t(,Pla; empezaremos m:\s " pe,líticos).
hien por distin~lIir un coujunto de nociones que nos permitirán iden- ,!\) El tbrry ¡1I0 aC1dtllracirjn inr.lic:l el proceso (y el grado) de ad- I
tificar los fenómenos y procesos m;\s importantes. pertinentes para el <¡uisicic'm )' aplTlldizaje, por parle del migrante, de los modos urba-
estudio de la asimilación en áreas urbanas: 1) adaptación; 2) partici- nos de comportamiento (incluyendo roles, h;\lJitos, actitudes" valores,
J pación, y :1) aculturaeión.6 1
7 PI lérmino "~malg-nmnci6n" indica a veces matrimonios cruzarlos. Hay Una
ro eL )1[. J. TIc'r,kc"dl7. AUII1IIIralicJll (Nueva York. J" J. A~llstin, 1938). ¡,urna "i~rll<iún dd ItTltlino "asimilación" en Charles Tilly. "Migrar ion lo ~n
,6 S" N. F.iSCllsla<!l. 01', rit., y G\l'ltu10 11 oe esle libro. AlI1rrk;m Cily" (1%3, mallusnilo inéLlilo).

l.. r
CINO GF.RMANI
130 SOCIOLocíA !lE LA 1\I01>1o:1(<'IIZ,\<:""1\:
1:\1
conocimientos). Como han observado los antropólogos, tal proceso no
grada de manera tan completa.u Hay ;t1gunas ()bscr\';¡ciolle~ m;ís que
se produce sin ejercer alguna in£luencia sobre la sociedad recipiente.
formular con respecto a l;¡s tres nociones de (1I/lIj¡lflrilÍll, j)(ll'lir:ij)(u:irín
Este aspecto debe ser recordado, aunque no siempre sea considerado
y aClllluracÍón. Todas ellas se ,refiercn a ];¡ vez a cierto (:slm/o de cllsas,
muy importante desde el punto de vista de un estudio que se ocupa
en un mOlllento determinado, y a un j¡roo'so en el tiempo: en estcl
'H
".~
princip;¡Jrr:ente de la asimilación de los inmigrantes en la ciudad. Otra
sentido el interés de ]a investigacic'lI1 puede estar (eut r;¡do~n tilia ti.
ohservación es más importante: la adquisición de nuevos rasgos culLll-
, otro, o en ambos. Se puede querer est imar el gl';HI~.)de ;'j llste, pani-
ralc:,s puede tener lugar de diferentes maneras: puede consistir en un
i! cipaciún, etcétera, que se ohserva cn cierto período. y/o se pucde de.
'.
;t1)J"(.:ndi¡ajerelativam'ente slll)erficial o que los rasgos penetren profun-
sear estlldiar el proceso por el cu;t1 Jos migl';1I1tcs sc ;Idaptall ;¡ l:ts COil-
.'1 (J;¡lllente en la personalidad. Los rasgos pueden ser inlclnali¡;l(los cn ~
, dicioncs urb;lIlas. Esta distinciún p;m:rc 1J:lStantc oh"i;t y cn carla ca\(J
. mayor o luenor grado y el sujeto scntirse Ill;ís o menos (,oll\!l1'olllctido
:~ 1 t dehcn cmplcarse técnicas diferentes.
cn la nueva pauta de conducta. Al hablar de "internalización" nos
,referimo~ al proceso por el cual el rasgo sc vuelve parte dc la perso- Por olra parte, los tres proccsos no son ueceSari;llJleut<: simuJl;í.
nalid'ad del individuo;' en el caso de una pauta de comportamicnto neos ni se dan Ilcccsari<lOlcntc asociados en un mismo grupo o indi- ~
compleL¡ltnente internalizada, ésta sería vivida como una expresic'lI\ viduo., Esta cs, por supuesto, la r;wín principal de la introdl1cci')n ~e ~~
l<ls distinciones mencionadas. Tal1lhién es posible que se logre un
espont;íf!ea ,del sujeto mismo.
grado determinado de adaptación (o part icipat'Íón, o aCII'ttll'<lcilÍn)
,1 . A traves' del proceso normal de socialización y aprendizaje dent ro
, en una esfera de actividad y no en otra. Una persona puede e~:tar
'de la familia, durante la infancia, el migrante ha internalizado la
~ (o sentirse) muy adaptada con respecto a las tareas técllicas concretas
1. culLura de su sociedad de origen. En el ambientc nrbano sc cnfrenta
requeridas cn su trabajo, y scr incapaz de soportar las tensones ;Jsi-
c~n" la ~ecesidad de adquirir nucvos roles, nuevos conocimientos y
cológicas introducidas por las relaciones humanas "illlperson:lles". La
't:lI1\bién Ilucvas actitudes y nuevos valores. Pero en esta re-socializa-
aculturaci,ín a cienos rasg'os no implica la acu!turaci¡')il a otros, Lt
II
,ción pucde 10gr;1r, a vcccs, UI1 concrimiento suficiente, pcro no profun-
'I! ,1 /la rtici paci<in eil del crm inados grupos urba 1l0S ¡Jllcdc I'c;t1i¡'arse con
'¡ ~ il
d;\mente ,vivido, de las nuevas pautas de comportamicnto, y en otros
I una acuituraci(Jn insuficiente, etcétera. Es verdad que, porio menos
casos internalizarlas más profundamente. En el campo de las actitudes ... ,'
1
con respecto a ciertas esferas dc actividad, la adaptación, la panici pa- i
,I y valorfs ~a re-socialización puede llevar a un profundo compromiso
'j ción y la aculturación normalmente van juntas, pero las incongrut~n-
e identificación con la nueva pauta urbana, a una aceptación muy su-
l '. ,1 :~
'perfieial o a un rechazo más o menos complelO_8 El reconocimiento
cias entre diferentes esferas de actividad pucden scr mu)' frecuentes. '.t.
~ :¡. Con respecto a esta posibilidad debe advertirse quc, si bien la maTO- ,.
; "W de estas Uiferentes formas y grados de aculturación es a veces de sum;l "

'\
ría de los migrantes pueden por lo menos desempeíJar cierto núméro ~
importancia. El aprendizaje intelectual es más f:ícil que la adquisición
1 de roles que constituyen el mínimo requerido para continuar "ivicn:lo
'de rasgos en los que dominan los componentes emocionales y afectivos:

S
lo:
en las áreas urbanas, permanecen sin cmbargo segregados o <ljenos a
1\
, \ -';1"
ti ';lCtitudes, valores o pautas de comportamiento
'lados campos de las ~-elaciones interpersonales.'
asociados con determi-
un conjunto de otras actividades, que, por ]0 contrario, pu,~dcn ¡;cr
consideradas "normales" para los habit<lntes nativos -con J;¡ misl:la
Sahemos que los mjgrantes rurales pueden <ld<¡uirir con relati\'a educación y el mismo status economicosocial_ de la, ciudad.
rapidez habilidades técnjcas nuevas, pero su acu!turaciún a tipos nue- ~
Por ejemplo, es probable que tengan un trabajo, que ,lsen los
vos 'y mouernos de relaciones sociales industriales en la Líhrica o el ~
scrvicios públicos, que compren biene~, etc., y en este sentido tiei](~n
sindicato toma normalmente mucho m;ís tiempo y puede no ser 10-
11
que haber ac!<¡uirido el conocimienlo necesario para llevar a caho
esas actiyidades y desempefíar los diversos roles implícitos en lIS situa-
8 Mayer describe tres tipos de migrante aculturado: el de "cultlll:h. doble",
ciones sociales correspondientes. Pero al mismo ticmpo csas mismas
~
que "puede ir y venir libremenle de los ambientes nlrale~s y urhanos conservando
siempre "C1 otro conjunto de pautas rn estado latcIllC ..•. el "rúst iw" quc siguc personas pueden seguir viviendo en un harrio aislado form;¡do p'mo,
comporlát\dose como tal aun en ,la ciudad y, finalmentc, cl migraute que se ha migrantes del mismo origen, manteniendo o tratando de 11'antel1'~rl
I vuclto un "rcncgado en scntido cultural". Philip Maycr. TO"'"SIIIC" al' Trilic,.,¡ell, ~
1
[ , lIr/l,,"í;,,'iol i" (/ Dj¡,ílil'd Socícl)' (Ciu(lad del Cabo, Oxford Univcrsity !'ress. )
o Véase. por ejemplo, el informe de Jlrandao Lores. "Adaplalions of ruraL

j
1 1963), págs. 10.11,
migranls in 5:10 1'aulo", en J'h. Jlanser (comp). Vrballizalioll~ (J/), cit.

'1
, ,

(;11'0 GF.RMANI
SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACiÓN
i :
133
11\2

la misma cull.ur,l ele 511aldea o Ill~ar de origen y estrechas relacioncs de vida mbano. Por otra parte, para fines de comparación con cam-
interperson,llcs CUll amigos y parientcs quc todavía residen allí. Aun- bios posteriores a la migTación, la información sobre eJi lugar, ~le origen
qlle viven I'ísicamente cn 1;, ciudad y hasta participan en un conjunt.o (y solne las c~racterfsticas de los grupos migran tes) dche ser bastante
de actividades Ilr1J,lnas, estos lIligrantes permanecen'ln' parcial o total- detallada. Por ejemplo, una descripción general de las principales ins-
mente ajenos a (JIros importantes sectores de la vida urbana, como [ituciones -familia, trabajo y ecanomla, religión, po\Itica, ~ducación,
ciert;'s I'ormas de ocio, p;lI'liripación en el sindicato, polltica, asocia- etcélcra- y su funcionamiento constituye una inforn\ació~ l'nuy im~
pon<Jnte sobre Jos.inrnignll1tes en la 'ciudad. De especial importancia
(jl'il('S \o1tllttari;ls y olros. ~Cl ;ín los (!;)tos relativos al grado de desarrollo eC0I1"1111i((1
y de 111ollcr-
lIi/acj"lIl cultural y a los aspectos particulares que plled('n caractcTj7;'r
~. J.lIs'uri!':I'1/CI d(: los 11Iigrlln.lCs )' .511 1/ioti'{I(¡('ir)n jJllra migra?';
el lllgar de orig".n desde el punto de vista de la transición de una es-
tructura mellas moderna (o m;ís' tradicional) a una más nl0derna
datus )'i'lláli.li.\ (o menos tradiríonal): formas de tenencia de la tierra! grado de COIl-
Las dos sen iones pn'cedclltes habr{1I1 sugcrido al lector la COI1\- centr"rit'¡n ele la propiedad de la tierra, extensión de la economía
l'leji(bll dc las siluariolles quc caracterizan a la migración y la acultu- Inollciaria o de subsistencia, grado de integración del área en el mer-
raciúll. y la varieda(l de factores que pueden condicionar estos pro- cado nacional, tipo de relaciones sociales' qne prevalele en el campo
cesos. Seria imposible examinar aquí en forma completa y coherente del trabajo y la economía, así como en otros órdenes de la vida.
esos pro((.'sus, no sólo a causa dd .1lcancc limit.a(\o de este capitulo Infortunadamente, el i~vestigador rara 'vez encuentra ,estudios pre-
SilHl también por el eSlallo lUdada muy imperfecto de Iluestro cono- vios o siquiera datos primarios sobre estos esenciales asuntos. Sin em-
(illliclIlo ll'¡'¡ricu y elllpírico. Intentaremos, sin emhar~o, indicar la bargo. no sería aconsejable limitarse al material obtenido de los mi-
r1;lS(~dl' datos !jue el investigador dehe hllsc.r (~n IIn es1tH\io (lcdiclllo gr<lntcs elll.revistados cn la ciudad; sc debe tr;J.tar de lograr por lo
menos un cuadro aproximado acudie~do a otras fucntes o ;¡un me-
;; ];¡ a';illli\:tci"JI1 (le 1I1igranl('s en áreas Uf/lanas .
. Fn esla. sccciún nos ocu¡J,\I-clllOSprincipalmente de lo que htmos diante la experiencia personal.
,'k¡'0111illado 1.t.s dos primtras etapas del proceso: la derisión tle mi, Un ejemplo ~vbresaliente de análisis completo de la sociedad de
!~I'"r J' el traslado f/~al. Consideraremos entonces el tipo de datos nece- origcn es el estudio clásico de Thomas y Znaniecki sobre el campesino
sarios para ta.l :1I1;'oIisisy, en panicular, los datos sobre: ~1) caracle- polar.o.l° Como se s;¡be, estos autores il~du)'cron en su libro sllbre la
]'isliras del JU¡'"tr de or igtll: 11) cal'itcterísticls ue los miro-rantes antes asimilación del migrante polaco en los Estados Unic1rJs un profundo
de la mig:rariúll; () mot ivación para migrar, y ti) e:irrnIlsta.ncias IIel análisis de la sociedad campesina polaca, sus institl.ciones principales
y el proceso de desorganización individual y socd.!. Su investigación
lr;¡sl:\l.l(). sc bas(; en colecciones decanas, peri(')diros )' material hiogrMico com-
plemcntados por fuentes ernngráficas, otros estudios sistcndticos y SIl
;¡) J.lIgl/l" .le origen propio cOllocimiento de la sociedad polaca. En los países en desarrollo
No e:i I'rc{nente encontrar cSllldios sobre migración a ;"feas urh:l.1las en los que una población indígcna vive todavía en sociedadp folh o
qllc i:ld"Y;1Il il1\'c"ti¡l;aeioJles sistC'm:íticas realizadas en el lugar de ori- lrihal(~s, pucde existir un importante cuerpo de estudios etnográficos
"('\1\.' sdl-Jle los l'flIIJOS 111i\rrantcs anks ele la mifTraóón. La mayorla. r antropulr"gicos susccptibles de contribuir mucho al trazado de un
\ } ,1 ,) .~
:-, clladro completo del car<Ícter de las sociedades de; origen, de su pre-
ti\' l.,' ('''Il\llios {l\,ticIII'n inl'nnllarión suhre :\mbos plintos sea mediante
rI .lllilis¡' ,k \'.H'lIt'.., s('(lItHh,.ia, o por la iliyc,tigacioJll directa de los senle grado de integración y de las características de los grupos de los
l •.•..'.• "\' .• ' : ,1" , ,:. 1.: ":','1',:. ¡',,!, rl ('1nocimiento dd \l1<:;ar oe ..~ (lile pmvienen los migran tes. Tales son, por ejemplo, los casos de
" ;.".' \\ ..•..• ;..,.' ~'.•' ,,'~.' ~.•,~,~.~".,'1< ,'.'.1.h'l;,ri<:;,'.\; \\~[~I\\\:'.n r\'l"-
lfl \\'. 1. Thomas y F. Zllaniccki; The Po!isl¡' P"a.<Ilnt in EU~op" an'r1 America
,"" ..:." ..... : ,'\".;' .1 '.:':.' ,': :":,: '.,\.'11. ,:1\\' :'.,'Tqn~ cl
t.1".\~':;;n (Nllc\'a Y",k, DO\'cr I'uhlicalions, 1958), vol. 1 (la primera cdición cs dc 1918.1920).
o." ,,' •.. " .' .::. ':.1 t:":'~ é1 l'.:~.~:'-~~",ic~:'. '. el de ,~
\:n r<llldio sohre las ~rcas de OIíp;cncs fue realizado en la Arp;enrina por Mario
~: :. •••• :_ :_.:;~-:- •• ""I .:~. :~~~ ~::-t~'"\";.
• .'~:- Marp;nJi,: Migración )' marginalidad en la sociedad argentina (Buenos Aires,
,;"
--0-'.': ~'.::-.....
:.1 ""id"", I()(jfl). 1 amenlah1cmcnrc estc Irabajo no pudo ser teuirlo en cucnla en
'-." ~l r, ..: .. ~ n,--
~7"".r.~::-~ rI IlIc'cUlc ;lIdlisis por haber aparecido de.'/lIlrs de Sil rc(lacció'\.
2í't,

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13-1 GINO GERMANI SOCIOLOG íA HE LA ]\1 ()IlFI{N
IZACIÚ:" ]35

i , 0-rric~ y <.lelos paíse,s indio-mestizos <.leAmérica latina. En la mayoría lI¡tles, propon.i('lIl de votantcs. proponi('J/l de ;Iriliados a ,illdil'atos,
;! )
(le los casos los autores !1O hacen un an;ílisis cspedfico <.Iel lugar de circllbeir'JI\ de diarios, ap,lIatos de radio y lc!el'isi"'1l ell fllllCi'JlJa-
.~
origen, &ino que emplean Sil conocimiento de otl'<lS informaciones so- lI,iento, etcétera Y'
hre, aquél, principalmente con fines de comparación con la socieda<.l AdenJ;Ís de los indicadores rdativos .al gr:ldo de IlIod :rniz:ll'ir'm
¡i
re(iI)iente y como la base de inferencia que se necesita cuando se estu- debe explurarse lo que POdl'Í;UIIIJSJ!alllar el "gr:ldo de (ksill.c:gracit'JII"
, I dian problemas de acultllración.1l del orden tradicional. Call1hios de ¡¡('(itud, Illlcvas c~)ccta!iv, s, rCc!lazo ~
fI A veces, las comparaciones sumarias cntre el lugar de origen y creellcias y o!Jlig;llioncs a'lliglla~, r O!I'W tipos de
C'
parcial de v~t111l'eS,
el lugar de destino pueden ser muy útiles para olJtener d contexto COIllpOrlallliClllo illllol'adol' a IIlCllllllo Jlllcdl'1I ser ini'('ridm a p;lrlir
general dentro del cual es pmible hacer un an~íJisis nds detallado.l~ del grado de 1I11,dcrniza(.i('JIlestilJlado sobrc b h:lse de los illdic:ld'Jles ')
[' " A me;ll:do la información más f,ícilmente disponible en relación
~
~ dClllogdricos y de otro tipo slIgcridos IlI:ÍS arrilJ,l. Sin ellli>argc, y
L" C011 'estos asuntos generales se encuentra en los Jatos censales y otras especiallllente cn las primeras etapas de la transiciólI. los call1bios psi-
~~
~ üSt~dístic~ls ¡¡n;í]ogas. El tamaJÍo de la ciudad y la mano de obra cosociales n1<Ís illlportantes para la migración --es decir, la difusión
~ , no,-ab'Tíco1ason dos de los indicadores m¡\s conocidos de la moderniza- de desviaciones actitlldinales respecto de los valores y normas predo- .. ')
,
~
J
~. ,,
ción y el desarrollo económico. Sin embargo, aun cuando ambos estén
, ¡¡, menudo asociados con tales procesos, sería muy eugaíloso basarse
e~clusivamente en ellos. Por razones no sólo teóricas, sino también
minantes- bien pueden preceder al tipo de call1l¡jos qlle dic.hos indi-
cadores pueuen descubrir.
El tamaílo y la composición de la inmigracit'Jl1 y cmigr,)ción del
~
)
ernpíric~s, se los debe considerar como procesos diferentes. De hecho,

1 ,11 1
tenemos qnto ¡lreas rurales modernizadas como ciudades tradicionales
Eh' algunos de los países más avanzados, los diferenciales rural-urbanos
¡írea de origen deben' ser cuidadosamente ;lIlalizados, si es posible, no
sólo para estimar las características delllogrMicas de los migra:1tes, s ;no
también en relación con la lIallll'alcza de la Illigración y 1;, sociedad
t)
., )
\1' , , con respecto ¡¡ características demogTÚficas, sociales, culturales y psico- de origcn en Sil coujunto. Por c:jelllplo, lUla tasa alta de L11igraciólt ' ,.,-

,l
.:
1 '.~

\ :'
,','

I tI!"
,1
'1'
sociales Ilan disminuido considerablemente. En tales casos, la distancia
cultural entre ¡íreas modernizadas, ciudades pequeíias y ciudades gTan-
'des puede ser no muy grande o totalmente inexistente.
", Una situación an,jloga de distancia cultural reducida se encuentra
a menudo len aquellos países subdesarrollados donde las pautas tradi-
de \In ambicnte que cs tradicional CII los c!cm:ls aspectos sllgeriría la '
hipútcsis, digna de ser explorada, de ulla desintegracit'm aval' zada del
viejo orden o, tal vez, de la existencia de fuertes factores e)pulsivos
En estos casos la selectividad de la migración uebc ser IIds, bien baja.
Por lo contrario, una tasa baja cn \Ina sociedad en \lila eta :Ja tra(\i-
8
l i¡
cionales tadaría prevale¡:en tanto en las áreas urbanas como en las
,rurales'. Sin embargo, considerables desniveles internos en cuanto al
cional equivalente debería ser interpretada como altamente selectiva
y J?rouablell1ellle no relacionada con procesos desinteg-raLivos.
~
.,' ).
ll'
~, 1 grado de modernización son bastante normales en la mayoría de los
'1 I países en desarrollo y !lO raros en los desarrollados. De acuerdo con IJ) ~
,~Ji
1
1
las indic;\ciones precedentes, el tamaño de la ciudad y la proporción
de la población empleada en actividades no-agrícolas dehen ser siem-
Caraci£:r/slicas tle los l/1igl'flllln
(y ele ll/s {rI/f'gor/fls, /!,1'IIj){}S
mUes ele /a migracirín
y es/m/os fit: (os f¡lIf: jll'rJllicllcll)
.;
; !lj
)

pre completados con otros datos relativos a las ¡',reas de migración, La infol'lll:lcit"ln sobre la sociedad en (lue los IIligTallles nacier,)n
talesl como tasas de fecundidad, mortalidad general y mortalidad infan- y vivieron alúes de la migración no es suficicnte para averi~uar 19~ ~
til, tamaíio de la familia, proporción de la r>oblación empl~ada en la diversos factores que pueden intervcnir en su decisit"ln de emigrar, 'ti
, )
industria, tamalío de las Líbricas, ingreso per CQ'pila, proporción de es- prod uciendo di fel'en tes propensiones y diversos ti pos de moti';acion ~s,
,tratos socioocupacionales medios, alfabetismo y otras tasas e~llIcacio- y cn Sil ulterior cOlilllOrt:lm ien lo en la ci udad.
1'0l[emos distiugnir dos tipos de caracterlsticas: 1) aspecDs socio- ~
, ! 11 Véa~c por cjcmplo el informc dc .l. Malos Mar, "~ligralion and Urbaniza- culturales (incluyendo los aspectos biosocillles o delllogr:íficcs), y 2)
I ion, Tltc 'barriadas' in Lima", cn I'h. Hauscr (comp.), ti/l. cit. y varios trabajos alributos individuales.
¡,ndnidos cn InlcrnaLional African InSlitlllC, Soda/ bll¡Jii('fllio7ls o/ lutiustri!lliwliulI
Illlil l!r/}{lIIiwtiou iu Afriea, Soullt' o/ lile Sallara (Parls, UNESCO, 1!l5G). ~.)
1~ R. M. Tcxtor, "Thc Nonhcastcrn Sanllor Drivcr in Bangkok" cn UNESCO ];iSohrc indicadures de desarrollo ccow'nl) ico y social y sobre IHo<.h rJlizaci.illl, '!
Rcscarch CClllcr, Soriil/ /1I//J/ira¡iollS o/ /1Ii{u"lria/izaliou in S"ul!lern Asia (Caleuta, ,,('am'c: UIlilcd Natiolls. Re/JOrl 1111 I!le lV,,'¡'¡ Silua/;,,,, (Nnel'a York. 191i1), pa¡;s.
lINESCO, I95G)_ ~!l-(i2, K. W. IkllLsch, "Social Mobilizalion", o¡J. cit., y Hauscr (19GI) ..

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SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN l37


l3G GINO GERMANI
I

l) Entre los \)\ imeros, los m;\s conocidos y universales son la edad de campesinos, etcétera. Pero las mismas consicleraciones pudden ha-
y el sexo: la mayoría de las migraciones se caracterizan por tales dife- cerse con respecto a los valores, normas y actitudes; los estratos socio-,
renciales; tipos diversos de sociedades y configuraciones de condiciones económicos pll'eden constit.uir hast.a cierto punto sub,culturas especí-
originan (liferentes propensiones entre los div~rs(),) grupos de e(iad y fitas caracterizadas por marcos nOD1Jativos diferentes y,' en ~ol\secuen-'
tamuién inducen proporciones diferentes de migración familiar e in- cia, dotadas de diferentes propensiones a la migración 'y, ,en última
dividual. Pero no menos significativas son la educación y la oCllp,lLi6n, in5t:mcia, a la asimilación. Más aún: en las soci~dades transici6nales,
lIluy illlJH)r1alltes en si mismas y taIJlIJ.ién ¡mI' el hecho de ('star rstre- l;]s dife;'enlcs ca legorías hiosociales y socioeco\l('m~i~as pueden estar
rhalllclItc c"nc!aciolladas (011 otras \;11 i;thles, (nrno ni .•c1 (1c viua, in- cXl'u(,slas <1.. trianera diferenri;d al proceso de desinlel?;r<lciólI del viejo
¡.:reso, vi\ iClltla o, cn términos más genC'ra!t:s, el status t'collomicosocial ordell y a camhios de actitudes, J\lientras que las condicione, que
(SES), cn el <¡lIe normalmente se inclUyen todas,. juntamente con la ! afectan a un estrato determinado pueden haberlo dejado' inalterado,
de manera que la mayoría de sur. miembros todavía sienten, y se com-
ocupación )' la educación.
2) La inteligencia y otros rasgos psicosoeiales relacionados con la portan de acuenlo con la paut.a tradicional, en otro e5tr;lto esto puede
propensión a adl) u irir actil. udes innovadoras, aspiraciones al tas, lide- resultar ¡m posible a causa de rnol1i{i':aciones en las cdndiciones obje.
razgo y otras, están entre las Glracterísticas individuales más impo\"" tivas () en virtud de cambios en la~ actitudes; tal vez como resultado
tan tes.
de ]a exposición diferencial a Jos medios de comunicación. Un grupo
Puede verse que la distinción entre los dos tipos de capcterístic<ls socioeconómíco determin ••.do puede sentirse tan frustrado' que recuna
no I:S lIIlIY clara: por \In:! parle todas la~ Gnactcrísticas mcioc\llturales a la migración aun. en unasocied;J(l que la. prohibe o la. desalienta.
son expresada., --empírir;l1ncl1te- como atributos individuaJcs, no me- Los "rasgos individuales" operan dentm del m<lfCOgeneral est.a-
nos <¡ne los denominados individllales o psic:ol(')~icos; por otra parte, blecido por las calegorías tal como son definidas por las cJracterlsticas
~stos últimos 110 wn (o no son siempre) independienles de los as- sociocllltur;llcs. Aun si \Ina i)roport.:i(JIl considerable de los jóvenes, de
pectos ~;()cioculluralcs (por cjc::mplo, inteligencia, etc.) y pueden estar las mujeres o de los trabajadores lluiere migrar (o de hecho migra).
diqribuidos diferellcialmenl.c cntre los diversos estratos socioeconómi- habd. otros que prefieran quedarse. Siempre hay una selección, y los
cos, ctc<:tera. La razón de la distinción se aclarará cuando consideremos factl)re~ que condicionan esa sc1ección, ,dc7ltro de la calegoría socio-
el papel que dcsclll'peíl;Jn, e1l el análisis de la motivación, la 3daptación Cll1tllTllI, deben ser buscados precisamente en las diferencias de inteli-
y la <Icu!I\ll'aÓón. Las características sociocnlturales afectan a los imli- gencia, neccr.idad de logro, etcétera. En ciertas condicion.es (betas los
viduos. lIO como inuividuos, sino por el hecho de peItenecer a cierta l11ás inteligentes, () los que tienen m;ís alta necdidad psicológica de
catc¡::oría, grupo o cstr:/to sociales. l.as Illuj,'res no son \Ina c;Jleg(>ría H:alizarse, ser<Ín los qlle migren o los que se aculturen m;\s f,\cilmente.
drfinicL solamente por cararlcrisl.ic:as biológicas, sino también por un Dehe ,llh-ert.irse que las dos cat.egorías de atributos son empleadas
S/I1II1S c'i\wdfi((l, definido por lln conjunto de nonnas ) v<llorf"s: es como factorc~ explicativos en la motivación de migrar y en el compor-
1'1(',.í':1IIIt'llt(' esll' SI;\11ISel Ijue prohíbe, I.lilicnlta o facilita SIl I1lÍ~r:l. tamiento po~tcrioL Sin embargo. no agotan ,
toda la. CU\lsación
l'
en
l1"'I1, Y. por ,11\)\\("\1', t:1I :a:\l1ls ('5 l':ntc de la ('strllctllr:l so<:ial de la ninguno de los dos aspectos. Una tercera serie de factores puede inter-
~l'l tt:I.~.HL 1 t..' tl':,n\l' t' ...~.:~'~~"
dC\-lr;:" l\C 1.l~ nl.~.J'; c~t_~~':l'lr{:1';,.. ,-le l~s C~~fiA . vcnir y lo 11"ce: podríamos lbunarlos factores plIramente aleatorios,
.. '" '. .:
" . ..... - .'." '~ .•.. , --' . ,.r::
".
, __: :._ r' :::: 1 ales como los rasgos idiosincr;.íticos, los accident¡;s; biográficos, etc. No
,
~ 1m hrmos inc1ui(lo en ];¡s categorías que deuen tenerse en cuenta por-
{lile b inve~lig;eié>n se concentra en el descubrimiento de TI~g'ulllrida.
. - .::- ...• ::. ~-:: •. tir!, ('n b dctennillariún de la probabilidad de que cierto cQmporta-
, ., '\ ;,

:4 :..-' ..... .:::::: ~7.~:'1~.~ ~.~ ~.!\"), mirntn tcJiga htgar en determinada categoría de individuos y no en
-.¡. . - ,-' .:': "-. .:'. :•.; ,"' '~."', . ..:'"
~-~ ':1'_:.!;2(:<'~. E~:t) rl1~->(~e 1:t p,rdin:iún del comportamiento individual como tal. Podría ob~er-
~;:( .";"7: rJ ,~~::,.: •• ~ •••• ~~~ ;;r~'~~'J'~":.'.""'.
\'afM'. por otra parte, que a "eces lo que en la mayoría de las situaeio-
. '.: .... L~:..•.;~r:'.{: (.><:I.:l~::-:.r'.: ":!: -::l C'\~~i~: 1::. (';~:'_:.1:1(,:1':~e:0:11':~l!C'C;;:
1:: d.~,t}\'ui.~~¡,if'qi n ir¡ •. ~¡:t~rl('~ b:11o~ :l:f(t.ln a 3~t\ln{J~ eqr:1to~ ~0[i()..
nM ~\ (Omiderado un "accidente biogr;Ífico" resulta! ser, en circuns-
tanri;¡~ dif('rcntes, llna wndición común que afecta a 'todas las perso-
l',:onr'lIni(os, ,no :1 to<los: las for:-11:;,de t('nrnl i;\ d~ la tierra () 1" lefa.
,.i('11llierra'pl)bhción .ejercen inflllencia sr')lo sf)lnc ci('rtas catcg()rla~ 'la' (!:t<ifi( ;ld:l, en un;t categoría (lada. Pero en tales casos, preci~a-
1: , 'J38
,
I , 'CINO GERl\IANI
SOCIOLocíA DE LA MODl:RNIZACJÚN l3')

mente ;11 c'ausa de su' cadetcr de cOlldil.:iún cOllllÍn, que afecta a todo
texto sociopsicológico total que conduce a la decisión de migr:lr o de
un: ptrato, grupo de ed;~d, ctc., 1/0 sed considerada por el investigador )
quedarse. Tambitn puede intentarse reconstruir dicho context:) inte-
('amo un acolltecimiento LiogrMico, individual. .~
l rrogando a los migrantes entrevistados en la ciudad.
1 'Las fuentes de (]¡¡tos soLre las caral.:terístil.:as considcr¡¡das hasta
La literatura pertinente revela que, en la abrumadora mayoría
:It¡uí S~J11 aproximadamente las mismas que las indicadas con respecto
de los casos, se atribuye la migración a motivos "econ('lInicos"; de esta
al luga!' 9 ,área de origen, y las difil.:ultades y limiulciones ljue suelen

el
manera las respuestas directas de los sujetos parecen confirmar d aná. ~
surgir e'n ,es~c caso son similares. Normalmcnte el censo ofrece por
lisis hecho en términos de faLtores explllsivos y atric:livos. Hemo;
,'lo menos ciena información que pucde dar un cuadro de las ,aradc-
visto, sin cmhargo, (IIIC la llligTaóún es el resullado de UII proceso
ríslíbs' demog-r:',j'ieas dc Ins migrantes; por ejelllplo, gnlJJ(Js dc ed:,d y
lllUY complejo, en el que tanto bs prcsiones o atrau:iolJCs 11: mada:; )
sex<;l,a menudo por lugar o iÍrea de origen. Estos datos pueden per-
"económicas", como las de otro tipo, súlo pueden expresarse a travé:;
I milir un~ comparación tendiente a averiguar hasta <]lIé punto pro-
de los valores y normas peculiares de la' sociedad y de los grupos so,.
vienen desproporcionadamente de ciertas categorías. En alguJlos casos
ciales a que pertenece el migran te, así como por la de las ac:i tude!
-~~
,es posible extel1<ler dichas comparaciones a otros atrjulIlos, como la de éste. '
eailcal.:iqil. ' Pero en todo caso la mayor parle de la información puede
Como indicamos m:ís arriba, ;1l1ll<¡lIe no nos intcresa dc!ulbrir
obtenerse de los migral,ltes, y la comparal.:ión debe llacerse elit re este
las peculiaridades y complejidades de LIS motivaciones y d(;cisione!,
grupo' y los datos relativos a la población del lugar de origen.u En
individu;¡les como tales, subrayamos la necesidad de estahlecer el ca.
~
,nlla~llo a la inteligenc!a y otras características psicológicas -si se in- )
!' ( r:ícter de la 'migración en la medida en <Iue est:í relacionado con el , ".
, 1
cluye este tipo de atributos en el diseiio de la iJlvestigaeión-,
mente I sera '. .
necesarIO . 1
un estlH ,.JO especIa.
general-
contexto social dellllgar de origen y LOn la adaptación y la acullu;'ación
en la ciudad. Desde este punto de vista podcmos indicar alglllios as-
C>
l' ~)
pectos de la motivación que deben explorarse.
,
I!
, La r1lotivació1l de migrar a) Motivos manifiestos, que pueden ser registrados yana: izados ~
'1 El estudio de la tnotivación es un punto estratégico en toda la
J I I en los términos habituales de razones económicas (salarios b;ijos, des- ~j
,,
I'j!

I 1, investigación. Por una parte, para comprenderla correctamente, todos ocupación, falta de tierra, ete.), domésticas (es decir, el ,deseo de reu- )1
!~~ I los datos consi~erados haSta aquí deben ser objeto de una integración nirse con otros miembros de la familia), educacionales y otras (deseo
:1
:~
~j. , 1I
~jgllificativa y usados Co~lO base para interpretar cualquier informa-
ción directa que pueda obtenerse sobre la decisión individual de mi.
grar; por ptra parte, los tipos de migración (por ejelnplo, permanente
de nuevas experiencias, deseo de escapar del ambiente tradicioJ,al, de
;\spiraciones y movilidad mayores, ctcétei-a).IJ
b) Intención lIlanitiesta del migrante con respecto al car;ícter tem-
t~
~'
ü transitoria), los tipos de motivación y de migrantes son aspectos es- porario o permanente de la migración:
i trecham~nte relacionados que representan una de las claves básicas c) Carácter de la decisión, que podría analizarse en términos del ~
para comprcnder la adaptación, la participación .Y la aculturación. grado de deliberación, que iría, por ejemplo, desde la c!ecciór. alta-, I \ )
:1JI' , Los datos sobre el car<Íct'er de la migración y su motivación son mente racional hasta la pura impulsividad, en la <¡ue no podría des-
,'
I obtenidos generalmente de los propios migrantes mediante cuestiona- cubrirse ninguna etapa consciente de deliberación.
rios, entrevistas e, instrumentos similares. En algunos casos puede usar- Por supuesto, hay muchos otros aspcctos que se podrían a¡;regar ~
se otro tipo de documentos personales. Los estudios en el lugar de ;1 los indil.:ados. Pero el esquema de an;Í/isis' debe ser diseJiado de )
origen sobre actitudes o sobre la propensi<'m a migrar son mucho m:ís
raros; su Íliterés es, sin embargo, muy alto, porque iluminan fl con-
, .",
acuerdo con los fines específicos de la investigaciún y también ~n re-
lación coI} las pLÍrticulares circunstancias de la migración q ue s~ está [J
estudiando. Tal vez algunos ejemplos tomados de la literatura pueden
14 Un ejemplo dc uso dc dat'os censales para caracle)"izar rcgión de origen
ilustrar esta posibilidad. '
,)
y grupos migranlcs puede encontrarsc cn ]\f. B. ])eshmukh ¡)c1hi, A Stlldy o/ Floa-
/i"g Migra/ion (UNEStO Researdl Ccnlcr, Calfllla, I!Jr,(j). COInparacilllles,
('n q IIlislllll lipo de fucllle, entre pohlación IlIi¡.¡rallle y no.nligrante
mismo lugar de origcn, puedcn
has;"bs
lIacida en el
,"crsc cn F. Zaccone de Rossi, "L'inserimenlo
Ir. Véanse ejcmplos de laJes dasifiracioncs de motivos de mi¡.¡rar (,n T: MalOS P )

t:
1Ie1 lavoro dc¡;-li inlllligrali lIleridiollali a Torino", en Ant.ores varios, bwJigm¡jolle e
Mar, op. cit., G. Halandier, Soci%gie de"' limZZfllJilles naires (París. CoJin, 19~5),
I"dllstria (MiJ;ín, ,Comllni¡;"I, 1962). págs. 40.43; G. Gennani. "El proccso dc ur/xlI1izaci6n cn la Argenlina" Rct'ls/.a,
IlItertlll1e1'icaIlCl de Ciellcias Sociaks, 2 (1963), ::,;7.31".

~
1,
¡
i
l'
!'lO (;INO GERMANl SOCIOLOGIA DE 'LA MODERNIZACIÓN
, ,
I 11 l
, ,
,TOur;lilH',IG por ejemplo, distingue entre rléplacement (desplaza- pos](]bn relativa del lugar lle origen y el 'de destino en cuanto a pres-
miento), 'cn el (IUC la migración. no cs expresión de un propc'Jsito per- tigio y por la dIstancia cultural entre el uno y el otro: cuando ,el lugar
sOllal y madurado. sino resultado dc circullstancias fortuitas, presiones de, origen todavb es aceptado o muy valorado po~ los individuos '(una
o atr;lcciones ocasionales (corno cuando se ofrece al migrante un tra- indicación de buena integración en esa sociedad) y la distancia cultural I
bajo industrial, sin esfuerzo deliberado de su parte por obtenerlo); entre ése y el lugar de destino es muy grande, la migración, si la hay,
dé/larl (partida), en la qllc por lo menos esa intención existe y es tenderá a ser transitoria y el migrante propenderá a aisl~rse de la socie-
1J;lst;IIl\(' conscientc; y finalmellte mobifil(: (movilidad). en )¡¡ qlll: la dad recipiente, participando en ella tan poco corno sea posible y a("lll-
llli~',J:l('i¡'OII
('S 1l1l,li";llb pOI :lsl'iJ;ICillnes dc1il)('r:J(l:is dc 1111 stallls s(xi:lI 1\l1';;ndose en escasa medida. Cuando la distancia cultural es menor, el
m:ís allo ....Es iJllport:lllle obser\';lr que los tres 1II0dos cSl;Ín n:laci<)na- lugar de origen menos valorado que el lugar de destino, y el grado de
dos cc>n el proceso de asimil;lción o, en caso de ser pcrl11<tncnte. que integración en el primero es más I.>ienbajo, la migraciÓ~ ~enderá a ser
];¡ ;lcull\lrar.iún 110 se produzca o sea incompleta. En consecuencia, la pennanente y la aculturación m{ls fácipo
P:lI Licipación en estrucLuras m'banas puede ser muy restringida y m;!- Este esquema parece adecuado para muchas situaciopes existl;ntes
')'or.la prob:¡J)ilidad de inadaptaciún. POl" lo contrario, en el caso de en los países en desarrollo --en Africa y en América latina, por ejem-
la 711obilité, la asimilación a la vida urbana será más f¡íci) y más com- plo--, y la existencia y el grado de efecto de demostración entre 'el lugar ,
pleta. Otra tipología de orientaciones de movilidad 17 tiene en cuenta de origen y el de dest.ino podrían ser usados. en la construcción de una
la l'oncxión entre status ocupaciollal y modo de decisión. Estos autores interesante hip()tesis de trahajo. También otras situaciones pueden
proponen la hipótcsis de que cuanto más alto es el status, TTl;í,~fre- afectar el modo y el tipo de 'migraci(~n. Por ejemplo, podríamos, com-
cuente es c,l modo de decisi!'lIl "intencional.racional" y, viceversa, cuan- p"rar situ"ciones de migración masiva con la migración .aislada; en el
to n¡;Ís bajo el slatus, mayor la frecuencia de b orienlación "hed"nisla primcr (':ISOpue.le sugerirse que la selectividad sed baja y la llccisión
:1 '01 Lo p!;IIU". I.a primera eSL;l cOIlllicionada por meLas de toda la tenderá a ser del tipo "hedonista a corto plazo", y qpe ,se dará la
vida, en tanto que la segunda est.¡í determinada principalmente por tendencia opuesta en el caso lle la migración aislada.
faet.orcs situaciunales del m0111ento. Podría' sugerirse que esta tipolo-
gí:l debe sn referida IlO sú10 al estralo social, sino tambif:n al grado d) CirCU1'Istancias del tmslado
de ll10derni/ación }' desarrollo exislf:nLes en el lugar de origen en Sil El aspecto más importante a incluir aquí es la naturaleza de lo
con jun to: cuan to m¡ís ava nzada sea la lTlo(lernización cu hural de esta l., quc podríamos JIamar el "canal" por el cual tiene lugar el traslado.
sociedad, más frecucntes ser;ín las (keisiones "racional.intencionales", Al igual que Jos otros aspectos, no es un rasgo independiente del pro- ji
en t:mto que 1¡IS'''hcdonistas a corto pla7.0" serán más probables en ceso de migraci6n. A este respecto se ha distinguido entre canales rela- ~
;lreasde transición.1R Por otra panc, los tipos de motivación no son cionados con el trahajo )' canales relacionados con parientes y amigos.21 ~
illdl'fl('1Il1ien{es dd grado de dcsorg;lIIizaciún y cambio del orden t.ra- 1)11caso típico y "puro" de uso del primer tipo de canales es la lI1igl~a- !J
'1'-
dicional. La migración puede ser un sustituto de la revoluóún; en .-i('lll de ejecutivos u otros empleados de una empresa privada o de una
todo caso es \Ina expresión de rnovilizaciún social y, como se ha ob- institución pública, que pasan de un lugar a otro por las líneas de la :1
serv;ldo a menudo, la propensión a emigrar est{l correlacionada (on "red org:l/lizacion;¡]"; casos similares son las migraciones de profesio-
el rechazo '.el orden tradicional.19 Por último, se ha sugerido que los nales y de personas de otras ocupaciones, en cuyo caso puede hablarse
:!!¡
tiFoS de. utt'isi()n Lambién pucden ser dcterminados en' parte por la dI.' una "reu de contacto ocupacional",22 esto es, de un sistema de comu- ;t
nicación que sostiene la movilidad eco1c'Jgica. Los canales de parientes .'
'.: , \ " ..•,;'': \ l' R 1('J."'¡ (l'l: ':':"; :~.p!('.~!':". ct" ci!. c~n t
.r,.":;~'!~ )' amigos son ilustrados por las típicas migraciones en cadena, que Se
,.'~ .,.... \' , '<"C' , •••••• 1 ~ •• .:' .-'~-':-1":- '"""\
••••• ~ ;:.-
.: ~

I'IIrnentra11 tan comúnmente en llIuchos paIses; la afluencia de 'inmi- i:


,~
~I!
~:r:l/ltes se produce por la cadena establecida por los pioneros que se
• I
ir.
¡.~

ZO )'¡ "ntim' A l!leroni, np. cit.


ZI F<I~ dislinr.i6n es su~crida (en términos diferentes) por Ch. Tilly, op. cit.

t"". l
".~,.Z1 1-". 1-". "al~, "OcCIlparional OJllt:1ct Nctwork", en Social Forces, 37 (1958):

)
L..
"
~
...~
112 GINO GERMANI SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 14:}

1 e~tabláen en la cim!ad: luego vendrán amigos, paJ'ientes y vecinos. generacional). Se incluyen normalmente en los estudios infonl1aciún
encontrando ayuda para conseguir uhicación y trabajo, así como un sobre hechos ocurridos, comportamiento manifiesto y aspcnos de la ~
poderoso. p~ecanismo de, adaptación a la nueva situacilÍn. Puede obser- cnltura material, así como informacil)n sobre anitudes y otros a\pecto;
varse que estos dos modos de traslado est;ín estrechamente conectados psicológicos.
con 'el modo de decisión y con la motivación. Po~' otro lado, est¡ín re-
Cualquiera <fue sea el interés partirular de la investigaci<'m y el
lacionados' con el proceso de a(!Jptación y acu!turacil'm: vale la pena panicular aspecto qne se acentúe (trahajo, familia, par}ir.ipaci<'n polí. ~
mencionar aqüÍ que la cadena; de migración facilita el aislamiento y el
aI)artamiento de Lt participaciún plena en la cultura Ulhana, aun cuan-
do, COIllOhelllos indicado, pueda proporcionar s()st~n psicol,')gico.
tica, etcétera), es conveniente lener en cuenta la posibi¿ldatl sllhrayad~
cn nna sCü'i"Jll anteriOl', ;¡ saher, (lile tilla miSllla 1l('I"S())];1 jlll/'de no
akanzar simuldncalllcnte grados comparahles dc asimila( ión el1 lr)da~,
t)\)
¡I I,Otro aspecto importante relacionado con las circnnst;lIlcias deT las esferas de comportamiento, y que esta falta de congruencia puede
traslado I es la distinción entre migmción familiar e indivillual. POI" ser mny importante cuando no se trata de una expresi¡'m idiosinerática
{ri
familia
11
entendemos
I
aquÍ s(llo
.
la familia nucle<lr o conyugal. La infor- de un individuo aislado, sino que afecta a categorías cnteras -cstrato!; p)
mac,i(ln sobre este aspecto, así como sobre el tipo de canal antes me n- sociales, grupos sociales- de sujetos.
."')
ci~nado, puede ser múy importante en el an¡í1isis de la motivaci"lI1 y de
los ulteriores procesos de asimilación en la ciudad.
li I
Cada IIllO de los diversos aspectos de la asillli!aci()u (la a(/;tplacirín,
la participación, la acultllfación) réquiere indicadores específicl}s que
han de elegirse dentro de las esferas de actividad consideradas en la
t) ')

;
:1. EII)mccso
II j
I
dc asimilación: dalos 'Y
-
,
a1/álisis
investigación. El estudi9 de la adaptación es realizado tamhién en un
nivel m:ís general, 1'01- medio de tests psicológicos. lit} 1,c:cesarj¡lIIleme
relacionados con el comportamicnto o las actitudes eu instituciones
C) ')
, Como hemos indiódo en una sección anterior, la asimilación de espccíficas (o bien incluyendo mueslras de muchas silllaciol/l's (lcsiblcs, l .•'

, ,1

, l'
los mig+al~tes puede ser analizada en términos de tres procesos: adap-
tación, participación y ;lculturación.
,;ados
I
Tales procesos pueden ser obser-
en' las diversas esferas de actividad de un individuo y en relación
cbr diferentes institucio,nes, grupos y sectores de la sociedad. La inclu-
en diversas áreas),24
La elección de indicadores debe guiarse por el criterio del 111
poder de discriminación entre el comportamiento
:íximo
(y las actitudes) 'dc
~; ").
los "asimilados" y de los "no asimilados", Esto implica. por sur ucsto,
: 'sión de ciertas esferas específicas y la omisión de otras depencle del
'alcance y la amplitud del estudio. La literatura revela una gran varie-
una definición operacional de la "asimilación" para cada uno -:le los
elementos específicos observados. C0l110 se sahe, la dcterJIlinación de la
t)
, dad de temas: lIe hecho los inventarios antropológicos ~3 pueden dar validez es uno de los problemas cruciales en la investigación socia:, y S~I J
;
I¡l
1I
tIna iclea de tal variedad. La mayoría tle los estudios, sin embargo, res-
tringen el campo de observaci6n a cierto nlll1lero de sujetos definidos de
acuerdo co'n los prop,)si tos principales de la investigación. Hay, por
solución es bastante difícil. El investigador puede decidirse aquí en
favor de un criterio pragmático. Por ejemplo, el conl(lortaTllient] mo-
t)
,)
":1' delo o medio del habitante nativo de la ciudad se toma romo un ,nade.
supuesto, algunos temas muy frecuentes y rara vez omitidos, aunque se


lo con el cual se compara al migran te. Por supuesto, tal comparación
les' de Idiferente énfasis: familia)' parentesco, trabajo (aspectos técnicos, debe limitarse a lo que es realmente comr)arable: deben tenerse en'
sociales y psicol6gicos), ubicaei6n y vecindario (cultura material y rc- cuenta consideraciones de cdad, sexo y nivel socioocupacional. El ;ratlo
, I

1'1 laciones sociales), medios de comunicación de masas y otros contactos y la extensión de hl participación política del obrt:m 111igl'll1/.IC 1/1' cali-
con la sociedad mayor, participación informal (especialmente partici- fIcado, sus actitudes hacia los sindicatos, o los tipos de relaciones inter.
paciÓn poIíticil). educilción (formill e informal, tipos especiales,- como personales que se dan dentro de la familia, son comparados aniÍlogamen- ~
técnica)' profesional), costumbres y hábitos (vestim~nta, alimentad6n). te, tomando como criterio las categorías equivalclllr:s de los habilantes ~)
lenguaje, pautas de carrera y movilidad social (tanto intra con10 inter-

23 Véanse. por ejemplo: Human Rclation Area ]'iles. Cw'ilille al' Cultural
nativos de la ciudad. l\fuchas investigaciollcs adoptal1, explícita o

21 Pnede encontrarse uua ilustración en el estudio de la salud menlal en


¡) )
/\fa/erials (New /laven, 19">0). y Royal Jnslitl.l\e' for AnthropoJol(Y, No/es ami relación con la urbanización de H. Rotollc!o. "All(1lnos aspectos de la salud TIenlal
Qller~cs Oll A71/hro/){Jlogy (Londres. ROlltledge and Kegan l'auJ, 1(51). en relación con el f"nómt:no de la urbanización", cn I'h, Hallscr. o/}, cit.

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'H'! GINO Gf.R1I1ANI


I SOCIOLOGÍA DE, LA MODERNIZACIÓN -145-
"
, implícilalnCIlI.c.:, este lipa de critl~rio pr;]l~m;¡lico.~¡; Ha)', sin cmbargo, mente en la ciudad. La consideración de la sel~ctiviuadde la migl;a¡ ,
otras solucioncs: el criter:;:, Plll":2 ser estableódo por Ull lTIoddo no ción y otras precauciones por tomar son también bastante obvias. Como'
empírico sino td'rico. En -este caso es necesario construir un "tipo", i~dicalUos ant~s, el entrevistado actualmente en la ciuc1~d o eh ,cl~lllgan
)' esto debe hacerse en cOlicord;mcia 'con lln nJarco t.eórico específico. de origen puede proporcionar información sobre silllacioll~s anleúo-
Una definición explícita y teóricalllente fundada del "hombre imlm. ¡'es y cambios posteriores - " , ' ,i
trial" (J ~lel habilante de~ hJs ciudades modcrIlas (urbrm£lc) (COll todas
las espccificlciones rclati\':!s a ((1:1<1,sexo y SES) p':Hlrb emplearse como
t.-~
nilerio p;iLI úllnrúrar Iris diversos tip()s empíricos ólx,érvac1os -en la
invc'sligaci"HI. IklJenws dccic '¡ue lal COllstrllcci(\n explícita ¡-;¡ri'. vez
se encuclltra en la investigación sobre lIrbanizacir'>n y mign,ción. I\I;ís
In'cuente tS <¡tiC el modelo sea implícito y ljne, ClWIlt10 éste no (oinci-
de con el rnodclo empírico ofleeido por Jos urbanistas locales, se tomen I
I I¡
romo base de eómp;uación los ejemplos ofrecidos por la socicd;¡d uro
ball;l de países nds :lvanzados. Por ejemplo, al estudiar el surgimien-
to de la "conciencia o-hrera de clase" entre los obreros de origen rural , 1
en un l);lÍs en desarrollo, el _investig;l'.lor puede compararlo con la s¡tua.
ciún aUllal n, :_1 \TCeS, con l:t ~-,itu;lciún hisl.c:"rica. pn~valeciente en Eu-
ropa y en los E.U.A. Tnitasc de un cnloque rcl;,tivamente adecuado,
\ cOII,h condiciúfl de <¡ue sc l'Cll,l:a¡¡ dcbirtullcntc en cnenta las difcren ..
(ia~; I1isll:'rie:ts pcrti !len lcs. ~(;
1,:1" cOlllp:rracionC's con r:I crilerio aduptado como modelo de la
";lsinlil:ILión" no :;011 ~.~Ifirien(('s: es llcresari:t también una "línea bá-
,sica" con n.:spcC!n :1 la I)lal 5('3. posible medir o comparar los cambios
'onmidris desde qtl(; se produjo la migración, y esto.n~ S(l]O en estudios.
,explicativos, sino lalllhió, cuando ,simpkmente se quierc describir el
proceso. L;I lk"cril'ciún de ];, sc)('¡(.'dad ud !lIgar <1r~ 01 ¡gen 'j bs carac-
-I.erísl.icls del Illigrallte antes de 1.1 l11it;ración proponiorl:lll tal "líllea
.J¡;bic,". '1'(:1'Jo gCIH:r:JI 110 se [r;lla ;li¡ní de un;'. cOIllparaci¡')1l del mismo
grll]J() (oliu.-elO: Jo:; lIligl':lnlTs 'lne se cnClIcntr::n (¡(lIwl1lIcnlr: en el
In¡;-ar de destino son cOlllp:lr:ulos con d grupo cOITt'SJlOndiellte obser.
"<lilo (/('lIwi1llcllle en el Ili;~;It- rte origen. ESl~" I'rtl(et1irniel1to tiene SIl"
rleS¡~OS,pero lllU)' a JlJCllll(l" es el único de CjHe di"pnnt el inn;sl.ig-;ldor;
Ol11t~ fllct-e, dehe ser cornnJclllcnl.:HJo
. - :'1.':1 \ con dat.os adicionales referentes
e ~)~

l'
a posih¡'es calldJios que jmc(!;1Il haber alterado la si~lIac:iún en el lugar I _~

-'t
de origCII rk'sde "la partid:: d,~ In:; mi::iTantcs (lue :;1.' cncncntr;'.n ;Ictual. :~\t
.~:
,9~\~
~'\)
,~;, !\'afi\'(~s y 11l\~~ral1l('S dr' ciifr:1";nIC ;HIt.¡,~iinl;HI rle rcsidcnd.í\ .Hrh;1~la f\H:ron
"lnl'k;"I;J~ I'n 1:1, wlllp:tr:t.:i"III'S )'01' G. C:clInalli, "JllIluiry inlO the Sodr.\ EC.
ft'cls, .. ",.0/', 1'Í1.

_"._ E~I_~~ tipo


~(j c.k cliloqllC. puedt., {'nc:nn'rar~e en una_ 5;'rie de .arlJr:1.l.los .. d~di-
cldns a Jí'S (¡hrenl.', )' lo:~ (:jnt-1ical.os ('11 A,,}¡.rir~ );lt.jl1a: que se OCl~pan 11~l, problema
de la ac:;ill!i 1;1~'i"'1l (~e .i 11iII igr:llll ('s, fO:;c:r ¡triS por 'T:~li rainc, CarcI0!=.fJ, ~~jm~(\ y Hr:ant1:lo
I.fl}le" "'(\II'''ii~'~'~ (.t ~Y'lIlil';lIs d'''\l'l(r!qtn~ l.:Hi,:p", Sf)r;(}lo.r?,jt~ du 7'1l1tiuil, nt:' 4. IOGt.

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---Jri;t
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7\
SOCIOLOGíA DE LA l\IOIJERNIZACIÚN
1,
'i.j
147 ~
1
1
ro 1, bina con el anlerior, es el que se hasa s(Jhre el tipo de or¡;anizaric'm polí-
H ; ti
tico.adlllinistrat iyo dd ¡'In:a cOllsiderada. Es~o es posible solll'i: todo en ~
I
I
~ I
;1 ',1
a(lueJ1os países donde las ¡íreas urbanas tienen una forma de admhis_
~
tracie'm diferente de la de las ;íreas rur;tIes. POI' último, lal11l.i~n a los
~ ' ,1
';1
'\ I
>.¡
Capítulo V
fines cellsales, se ha propueslo IIn tercer niltTio, IJas;ldo s"llI e b ot't)-
paciúu -agrícola
conslderaJa.
°
no agrícola- de los habitalltes de la unidad
El Instituto 11llernaciollal de Estadístic.¡J, ¡'ti qlH: se (ll:be
b )

"r
.:. '1
El 'proceso de urbanización en los países avanzados
y en los países en desarrollo
esta propuesta, sllgería qlle se consil1eraran urbanas lIquellas divisiones
;]dminislrativ;IS mínimas cuy;) pof¡J;¡cic'm eSluvi(:s(' dedicada (11 \111 (jO
por ciel1lO, por lu menos, a tareas no agrícoLts.1
t~
,)
1) l'

~ Todos estos criterios no son e"iJvi;unente sino indicadores ele cierta lo,}
_r)
I

1 ", , realiJad social que se quiere estudiar. Son útiles, por cierto, en los
1, Defhliciún demográfica )l definición sociológica de 1I1'[¡anizaciól1
~ análisis macrosociológicos y en las comparaciones, por su cadc ,el' cuan-
'1 1, titativo y porque son fücilmente observables. Queda abieno, sin em- ( ')
,
J El termino urbanización se refiere tanto al proceso por ti cual una
t>)
1,

detcrrniJlada área y su poblaci{lI1 se tornan urban;¡s, C0ll10 al estado hargo. el problema de su validez, es decir, de su conexión o representa-

alcanzado por el proceso mismo en un momento dado. En su semido ti vidad, en relación con aquellos fenómenos que se pretellde; estudi.lr.
1 Estamos aquí frente a un problema teórico, pues se trata de definir el ~
.¡ ~ din,i'niico y en su sentido estático~ la definición depended de los crile-
l.'
que '1se emp een para caractenzar
. 1o ur' bE" , concepto de lo urbano 'y luego examinar en qué medida, cutre los n~u-
~' I nos ano. 'stas cntenos vanan
'en for'11a considerable y en realidad no existe una definicie'm universal- chos posibles indiC:ldores manifiestos qlle podrían tomarse para aislar; ~)
\ 1:' empíricamente la realidad concreta <¡ue corresponde a ese c[)ncepl.o,
;.';'
)
i. It men(e aceptada al respecto. Lo que hace sobrem<lnera complejo el ,I
4 ¡~i análisis y 1<1definiciéin de este termino es la íntima concxión enlre el ¡, algullo~ de cntre ellos -POI- ejemplo, densidad y tamaiio- ser;'ll1 los
1 '\
l
1 ~
'jI
jo

I
1 proceso de urbanización y otros procesos de cambio, tanto en la epoca
,moderna y COnlcllIpor;ínea como en el pa~ado. Esta cOllexit'in es tal
que, a mdnudo, el concepto de urbanización tiende a seóalar el proceso
I más convenientes para estudiarla. ,
Una definiciún socioZ,ígica del concepto debería bas;lI'se sob'e aque-
llas notas específicamente .Isaciadas con 1;1 panicular estructura social
t'~ )
l' ;~
1
1 '~
ir'
,1 glob<ll, es decir, a identificarse con la totalidad de esos cambios. Nues-
tro propósito' es aquí muy limitado: se trata de seilabr en términos muy
generales y sumarios de que mauera debe tenerse en cuenta, cuando se
que caracteriza la sociedad urbana, en contraste con la no urbana o
rural. Si adem,ís se intenta una definición universalmente v,íl,da, esas
notas deberían ser tan generales como para cubrir muy dircrcn ,es tipos
t)
')
~1 II
considera el proceso de urbanización entendido puramente como fenó-
meno. de concentración ecológica, su conexión con los otros procesos 1 Naciones Unidas, "Elude sur les données relalivcs ;1 la pop"lalior IIrhaine
q ,::r componentes de la transición global, en particular el proceso de desa- el it la p"pulation rm-ale dans les recensemcn(s
nQ 8 (Nueva Yurk, Lake Sncces, 1950), cap. I.
récel1Cs", Elude", n"1II0¡;,o/,iliqll,:S, ~,~
rroJlo 'económico y los subprocesos de modernización social. , Problemas adicionales se agregan en reladán con la delimitaciún del "centr',)"
, En los censos y otr<ls est,Hlhlicas oficiales se suelen :Hloptar crite- o "aglomeración urb;lIla". Allui surge la bien conocida dicollllnía enlle li,niles,
! adminislrativos, por un lado, y ;Ireas reahnenle urbani7,adas por el 01 ro, y la
rios relativamente sencillos 'Y de f,ícil determinación cuantitativa. El
['1 falla de coincidencia entre ;¡mbas puede asumir diferenlc'S formas. En l:t Arge 1- ~
criterio del tamaiío numérico de habitantes, y el (le la densidad de tina, la \lirección de Es(adística reconoce la aglomeraciólI urhana del Cora 1 Buen)s
)
1 pobbcieín son los m;ís empleados. Según este criterio se definc como Aires, cOlIsliluit!a por la Capital Federal y 18 partidos de la provincia. f':1'O ha'la
el presente los censos no han dado inrurmaciones labuladas en relación con ul
urbano el centro y aglomeración identificable (por ejemplo, sobre la ZOlla l]ne, por otra parle, incluye ciertas ,íreas todavía no urbani7;llbs (I:S decir,
base de qn nivel dado de densidad) que posea cierto número ni,ínimo de un pel]lIelio poréelllaje de población l]ue no vive en aglomeraciones de 2.000 y ~
m,\s ha\)ilailles, seg¡'1II la definición oricial aceptada ell la Argentina). Adem;\s, 11;y .)
ha bitantes. Este mínimo suele variar: 2.000, 5.00~0, 10.000 Y 20.000 son
en el país otras a¡.;'lomeraciones elue incluyen nl<Ís de una división admi lÍstrati,a
cifras a menudo utilizadas para marcar la diferencia entre unidades urha- (partidos o depanamenlos).
nas y no urhan;1s. Otro criterio menos difundido, que a veces se com- Sobre la identificación de aglollleración urbana, c('ntro nrhano, cL los tns
primeros capitulos de .J. 1'. Gibbs (COlllp_), U,-ball ne.,eare/¡ lIlelilods. (Nue\a ~~
York, Van Nos(rant!, 1961).
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tl' 1, ~
.A' )
l1R GINO GERMANI SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN 1. 149

de ~ociedades. i\quI reside la principal dificulLad: la naturalcz~ tle lo logas podrían dirigirse a otros esquemas teóricos, por ejemplo a la
urbano y de lo no urbano varía fundamentalmente según el t~po ~e idea del continu,o [oUt-urbano. Otro de los elementos negativos que
sociedad en niestiún. El concepto de lo urbano, en una medida 111- stle~e presentar la caracterización de la ciudad como sociedad seculari-
rluso mayor que otros conceptos de la 'sociología, es de cadcter hi~tó- zadá es su asimilación a la llamada "sociedad de masas", que le atribll~
--------ri('ü.lo que in'fp1tc-:rquc tilIA <!efillit.iáll debe .'tener suficiente col1.te.l1~do a la vez todas las connofaciOnes negativas de este concepto.3 L;' res-------
J lomo para (lue sirva para aislar fenómenos concretos. Una defImClón tricción de la validez de una definición a un ámbito histórico dado es
--Ji 1I11~\'.el..sal ,le lo \liba ¡¡O, :Illllque J~osible, ~o has.lada ~ los fines d~~ perfectamente legítima. La i~lea de W~ber de ~OI~siderar 1:' ciudad
alJ:dlsIS; p:lra ello se rer¡lucre un IlIvel de concreliCIad t,ll, que su :lph sobre todo corno una comumdad política comlttlllda por Iguales y
cabilidad qucda nccesari:1tI1ellle reslrillgida a uetcrminado tipo de dotada de soberanía y de los medios militares correspondientesl'esulta
socicda(1cs. Es ob"io que pueden tenerse simulláneamente en ~uenta sin duda muy fecunda cuando se intenta explicar el papel de la ciudad
diferentes niyelcs de abstracción (o de concretidad), pero sería muy occidental en el súrgimiento de la sociedad moderna, y como tal se la
¡>cli¡:;roso eXlrnder definiciones válidas en UI\ detennin;~do ;ÍI~bito, o opone a la ciudad oriental, sede de burocracias autocráticas, desprovista
en UII nivel de aplicabilidad,-ll olro ¡ímbito o a UI1 nivel dJ~e~-ente. de poder propio y caracterizada por un sistema de casta~ que establece
I\luchas de );¡s d iscusiollCS sohre lo urhano ha 11 l) lIedado estenlizadas barreras insuperables entre sus habitantes.. Pero el fenómeno de lo
precisamente por una Jalta de claridad en cuanto a estas restricciones urbano y de la urbanización en una época de r;Ípida trans[onnación
en el uso de los diversos conceplos. tecnológica y social requeriría otros instrumentos conceptuales.
Uno de los intentos más logrados de definir la ciudad en ténninos
, ,
de teoría sociológica -el de \'Yirth- presenta ))recisamente ese defecto:
extiende la aplicahilidad del concepto más allá de los l/mi tes de su 2. Urbaniza'cÍon primario) urbanización secundaria y seCll{ari~ación
,,:¡¡¡dez histc/lrica. \Virth dofine la ciudad como "nn asentamiento per-
manente relativamente grand.e y denso de individuos socialmente hete- Redfield y Singer 5 han intentado formular un esqlH;ma destinado I
1I
ropéllcos". Esta dclini~iún proporciona las variables que -a juicio a diferenciar conceptualmente por un lado la sociedad [olk y por el otro .
d~' \-\'irth- caracterizan fa estructura social urbana y a la vez condi- dos tipos de ciudad: la ciudad promotora del cambio "ortogenético" y
cionan .muchos de sus rasgos culturales y psicológicos.2 Se reconocerá la ciudad promotora del cambio "heterogenético". Redfield concibe la
;¡CjIlÍ y m':ís alÍn por su descripción 'del "urhanismo como. modo de ciudad corno desempefiando un importante papel en el cambio cultural
vida", la inlhH.'ncia de DurkheilI1 y Simmcl. Volumen, denSIdad, hete- pero, con la distinción indicada, intenta marcar claramente una sepal'a-
. rn~'~;leidad son los caracteres de la sociedad urbana, y de. aIll. pr?c.eden ción entre la ciurlad preindustrial y la correspondiente a las sociedades
los dcrn;ís rasgos: predominio de las relaciones secundanas .. Im]¡~I~lua- "secularizadas". En el primer caso la ciudad .no niega ni destruye la
lislllO, toler;Jllr:ia, roles segmentarios, propensión ~ll cambio, mOVIlIdad antigua cultura. folk sino que la desarrolla, dentro de los mismos valo-
res, sistematiz¡índola, dándole una expresión "culta" (en el ,sentido de l.
slKiaJ, pens:¡¡nielllO ;¡J)stracto, al par que muchos elementos considera-
dos p:'LOlú;.;icos, cOnglobados bajo las nociones ele anomia y (\e desorga- cultura superior) en el arte, la filosofía y las letras. I ,

lIinlci('lIl socia!' Ahora bicn, esta noción de lo lIrb;lno, como se ha En el segundo caso, la ciudad del cambio heterogenético, ,li! llrbe

, d(,sl;lcatlo~'rciter:l(l;¡s veces, responde más bien a una fase histórica


dC:ltnnina'tla de la ciudad y a UI1tipo de sociedad dado. Muchos de los
es creadora de una nueva forma cultural ql,le niega la cultura foUe y la
sustituye precisamente por esos valores de racionalidad,. predominio
~l]
I
ras~os indicados por \Virlh son los mismos (lue se asignan a la "sacie-
,
.~I ti;".! industrial" cn las llicotolJlías que oponen este tipo ele est.ructura
3 A menudo se ha observado el carácter valorativo de las dicotornl~s "secu-
lar-accesihle, urbano-rural, comunidad-social, etc.... Igual' infiltración ideológica
1I
al tipo "prcindust.rial" o "tradicional". La ciudacl es percib.ida. como padece el' concepto de sociedad de masas a menudo atrihuido a la ciudad como
lal. Recordar <'¡tle el an;\lisis de lo patológico -la desorganizaCión .sodal-l. se
ulla sociedad secularizada por excelencia y, por lo tanto, urbamzaClón se haJl~ hisl<;ricarnente vinculado, de manera muy estrecha, con la sOciologla IHbana
cOllvierte en sin('lllimo tic llloderni/.aóón y secularización. Críticas aná- (de tal modo re£Jeja, sohre todo, las circunstancias correspondientes a Chicago
en la Meada de 1920 a 1930). ' "
4 M. Weber, EconOlllía y sociedad (México, F.C.E., 1914), vol. IIJ, cap . .vIII.
? I.. Wirlh: "lilllanism aS;¡ wa)' or tire" en 1'. K. llalt )' A. J. Rciss: Cilíes ro R. Re,llicld y 1,1. H. Sin~er, "The CulLmal Role of the Cilies", en ECOllomic
olld SlIcicty (1;1o'1I1:0e,Tlle Free I'ress, 19:'7). T>rr'c/o/"',,'n! an,l Cllllnral C¡wng", 111 (1!l5.1). 53-73.

1
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.}

GINO GERMANI
SOC.IOLOGíA DE LA l\IOIlERNIZ'\(~IÚN l!:íl
f¡ '}
150
I
i, Por cierto, como lo han mostrado \Veher y otros, la ciudad (occi-
I
de lo técnico y lo científico, relaciones secundarias y otras características dental Jesempeiiú un papel central en la -creación de las prec(.ndici(,nes
que usualmente se emplean para definir las sociedades secularizadas. culturales que l'0silJilitaron el a<!vcnillliC'nlo de la sociedad industrial. ~
En concxión con esta tipología se definen dos tipos de urhanización: 1>e allí salieron los valores, las actitudes, las rOJIII:ISde pl:mall.ic'llto, los
}¡l muallizaciun primaria y la sewndaria. La urbanización jnil/¡aria no
~onduce a un contraste agmlo entre cultura rural y cultura urbana,
pues ésta, de todos modos, se nutre de aquélla y representa una subli-
gru pos huma nos y las obras cult u ralcs sulJre las cua les se c'unstrll)'{¡
este nuevo ti po de suciedad. Es deci r, la ci udad oecideu la 1 dcselllpelió
UII papel esencial eu c:l proceso de secularizaci('lll (IU~ fiuahrcnte, lIIC-
l~
¡
mación y una articulación "culta" de las tradiciones.
La uruanización secundarla, por lo contrario, supone el surgimien-
to de valores y de una estructura social que modifica sllslanciahncnte la
dianle Sll asociación con el cambio de actitudes econ~lI\icas y el uso de
tecnología )' fOrIuas cnergéticas de al lo ]Jolcnci:t!, origillú]Jo prill,cra [>
vez el surgilllicnlO del "complejo culwra] illduslri:t1 1I1l)(1cCIII)". ,)
n;'ltura rural y tradicional. Se trata precisamcnte del jJruu:so de sall-
lariznción, el cual, como se vio en el primer capítulo, constilllye el
cambio básico, condición necesQl-ia (aunque no su£ieiente) del surgi- ;), Urua7lizacián dClIlogriÍfiea y desarrollo cco7l(jlllico CJI los /J(líscs ~~
miento de la sociedad "moderna-industrial". Esta aportación de Red-
de moderni:wcidn temprana .)
fieM y Singer puede contribuir sin duda a aclarar parle de la confu-
sión que todavía existe a propósito de urbanización.
actual es sin duua de "urbanización
Si bien.el proc;eso
secunuaria", el hecho de que la
Por otra parte, incluso en Enropa debemos distinguir con claridad
este papel de la ciuJad como cuna del mundo modcrno, con s:¡ iTnpacto
t)j
misma ocurra en ¡Íreas' donde se dio previamente la uruanización /)ri- en los grandcs procesos históricos del Renacimiento o la R.dormJ, el
maria y que la modernización se dé en circunstancias
complejas, obliga a tener inuy en cuenta la distinción.
en extremo
Entre otras
surgimiento de la ciencia y la secularizaci"lI1 en la política y ~a eUHlO-
rnía, del papel y de la situación ele la ciuelad cn relación CO.l las con-
[> ( )
cosas, el surgimiento de una "identidad nacional" en los países nuCVOS
diciones universales que requieren cierto nivel de cOllcenlracic.'n ürhana
puede conducir a dar nuevos significados a los productos cullllra!cs de
para <¡lIe la industrialización (en scntido estricto) sea posihle. Se trata,
la "urbanización primaria". Se trata de formas de "tradicionalismo
'l' entonccs, ele la conexic'J\l entre la urbanización por un lado y el desa- ~~
ideológico".o Contenidos de la cultura "preindustrial" se transforman
rrollo económico por el otro. Ac¡uí la concentración urbana se re,'ela
en el,ementos de la nueva conciencia nacional que los inteleclUales Y )


,~os dirigentes políticos de los países ex coloniales tratan de promover
entre la masa de la población.
dientes i'la lIruanizacidn
Por otra parte, estructuras correspon-
primaria pueclen seguir coexistiendo con las
como un requerimiento funcional necesario, dado cierto IÚ\ el de de-
sarrollo técnico y científico, y ciertos rasgos de la cstructura social (es
decir, ciertas "precolldiciolles" para el suq~imient() del "ti]Jo" in ..lus-
t)
producidas por la urbanización secllndaria y es éste un fenómeno que
tri al). Pero una vez difundido c:I princi pio de la racionalid ¡el instru- J
I mental, puede mostrarse cómo las lIecesiuades de la racio :Jali'Jción
puede tener consecuencias significativas. económica, incluso en el nivel de actuación "espont;\nea" (:e las em- ~ )
,l
'.,r
, Del importancia deben considerarse los trabajos de Sjiiberg, desti-
presas en un régimen liberal, tiCllden a promover 1:\ concenlración
naclos a proporcionar genera liz<lciones sohre la "ci ullad prei udustri al",
ecológica de la población. Lampanl M ha rcslllnido cn un esquema muy
especialmente la ciudad preindustrial de nuestros días,7 es decir, una
claro los mecanismos que en el sUI-gimiento de la "prilllera~ sociedad
estructur~' social ele transición rúpida hacia otras formas, a las que no

.)
~.~

industrial y su difusión en el :\lllbito occidental han Ile\ado ~ la


~ólo no so~ enteramente aplicables los eS(luemas construidos sobre la
concentración urbana.
base de los tipos sociales correspondicntes a etapas previas al comienzo
'd~1 pro~eso de transición o ele los que ya han alcanzado sus etapas m:\s La especialización de funciones y su result:mlc interdc)cnt!encia
conducen a una necesidad de integración, y de aquí, dadas cicrta~ con- ~)
avanza(las, sino c¡ue tampoco se prestan a ser analizados en lo", mismos
términos a los c¡ue se dieron en la transición ~ocurrida en países que diciones, a la concclllración ecológica. La uhicaciún y el lamafío ele la "J
i~iciaron temprano "la gran transrormación", en panicular lnglatcrra, ciudad resultará de un balance ele difcrentes elelllcntos: CO!,LO de los
Estados Unidos y otras naciones de Europa occillental.
8 £. E. Lampard: "The History of Citics i" Eeonolllically Advar cCll Aleas", ~
Eca'lOltIic Deve/ojJlllellt G1,d ClI//lIm/ Change, 111 (1~5,1): 81-1:Hi.,
,o c.Ccnnani, l'olitira j' .\Oeietllltl, a/I. eil., cap, 111. en
)
t)
(
I I 7 G,.' Sjiihcrg: TI,e j',cilltluslr;1I1 (;i/)', (Cknwc, T'rce l'rcss, 1(0).

I )
SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN 153
GINO GERMANI
J!.>2
la electricidad ha originado nuevas condiciones que favorecen lo que
(ramportes. disponibilidad dc materias primas y dc trabajo. situación
podrlamos llamar la "dispersión urbana", es decir, la aparición de las
con respecto ;¡ los mercados compradores. Las llamadas "economlas
grandes ;\reas fllelJ'fJpolit<lnas. de un sistema continuo de aglomeracio-
externas" de la concentraciólI resllltadn de la reducción de costos ori-
n~s urbanas que cubren regiones enteras y pueden llegar a concentrar
~inados en esas consideraciones. También hay que aRregar __dentro
decenas de millones de habitantes. Este nuevo proceso. en cuyas cau-
de ellas- la reducción del costo de las inversiones rc\ali\.;l<; a la infra-
sas no ha]bmos lJnieamente las innovaciones tccnológicas alndidas sino
es! IUclllra cconi'lITlica (tales (01110 provisión de a~ua y cnerr,la. servicios
Iam bién mod ificaciones sustanciales de la estructura social de los paí-
~drninistralivos. limpieza. ele .. transportes urbanos y ;1ll;'tIOgOS). o en
ses de de;;arrollo más avanz<I(ln, está alterando sl1stancialrnente la cim\;lll
inversiones "sc)cialcs" (vi\'iend;l. servicios sanitarios, educaciona1cs, ser ..
y al misllIo tiempo otorg;¡ nuevos significados al término urbanizacilÍll.
vi,jns de protección). El1tn~ e~;le tipo dc "ccollomías" Lampard seiíala
Los cambios tecnológicos por un lado (revolución en el sistema de
t:mli)i¡"ll (citando a l\Iarshall) el clima psicológico crp<ldo por la con-
transportes y en los medios de comunicación de masas). ul1idos,la1 1)\0-
cel,tI ación de 1;1 acti\idad indllslri;ll; un clima p<lrticlllarmente favo-
ceso de "participación creciente" y de "movilidad autosostenida" 9 que
ra¡'le p;¡ra la jllnovacj{'n. 110ndc la estimnlación intc1ectual para cl
caracteriza las fases más avanzadas de la sociedad industrial. conducen,
cambio haJlaría conJidones óptimas. T;l1l1POCOhay <¡ne olvidar a estc
en e[Ccto. a un;¡ homogenización de la sociedad, tendiendo a borrar
respecto ciertas velltajas 11\<1 teria1cs y organizativas de la concentración
las diferencias entre ciud ••d y campo. El proceso implica, lisa y llana-
cn el campo intc1cctu<ll y científico: por ejemplo. hibliotccas y labo-
mente, qlle el modo de vida, las formas culturales y el tipo de estructura
rat.orios.' A las economías "cxternas" se :Jgreg<ln obviamente las "inter-
social que distingulan a la ciudad del campo y quel (para seguir la
na,"; las rrc!lIcciones de costo deriva,las de la ampliación de "escala"
terminolog!J. de Redficlc1). en la lit banización "secundaria" tendía a
ne bs operaciones eccnómicas. oponer ciurbd y campo como dos so~iedades bien diferenciad~s, llega a
Si se dan estos y otros requerimientos puramente técnico-económi-
extenderse ahora a toda la sociedad. La consecuencia de esta tendencia
cos del desarrollo illllustrial que condncen a la concentración urbana.
sería la de borrar en dd.initiva muchas o todas las diferencias entre
este mismo efecto se convierte en una causa de ulterior concentración.
"sociedad ur~';¡n;¡" y "sociedad rural" mediante la absorciém de ésta por
no sMo a c¡¡usa de qne aumenta la fllerza de atracción de la concen-
parte de aquélla. El proceso asumirla tres formas principales.
tI'ación exist.ente, sino porquc surgen nuevas necesidades rlerivadas del
GHllbio de escala de la unidad urbana: por ejemplo. el crecimiento a) La espectacular reducción de las distancias en térm'inos de cos-
ele las necesidades de conrdinaci¡'lIl y ~le organización (es decir, la ara- tos y de tiempo (la llamada "fricción del espacio") tiende a disminuir.
ricir'nl de nuevos servicios). A este proceso se ar~rega otro (lue también lo qne amplía enormemente el radio geográfico de organización uni-
contribuye de rn<lnera poderosa a incrementar la "concentración urba- taria de las funciones, influyendo m;ls las limitaciones de carácter social
1\:\". el aumento del sector terciario, no solamente por la mencionada (lue las de orden físico y espacial. El ámbito de organización "funcio-
necesidau en cuanto a las funciones de organización y coordinación nal". ahierto a la redistrif.¡ución y dif~renciación óptima de. las acti-
sino t;lmhitn por el :Jumento en todos los servicios y la aparición de \"jdades, personas y "cultura material", tien,de ahora a extenderse a toda
nuevas forma~,. hecho este rc1;lrionado, por un lado. con mayor pro- la nación (y aun a trascendeda en la medida que lo permitan la' remo-
ductividad industrial, pues re(luce consicler;lhlernente el person;¡l detli- ción de los (.I>sr.:ículossociales y lo alienten las medidas de planificación
cado a la;1lTotll\cci{1Il de Lienes físicos y, por el otro, C1Jnlas continuas supranaeional; por ejemplo, "mercados comunes"). Este proceso im- 1,
innovarioll(,s Y la creciente expansión de los conSl\mos a sectores cada plica una fuerte intensific:Jeión de los contactos y de la iÍ1Hcnlependen-
cia ecol{)gica entre las diversas regiones del país. El resultado es, --eo-
\l'Z 1'1~\';\mplios de la pnhlari"l\\.
1110 se ha ohservado-.lo UI1 cambio de escala de la socitdad, y -las gran-
l- :: ....' ." 'o' i~'
.'.;
...' '.::~','.':h' C'~n,.li,i;~n~, e'~~1ci:ll~,. del F,oce," "
.:..•• ~ _ •. :: : -: _""! •. .;..•. -: '.~ des :íl"C<lS'metropolitanas, las cindades y centros mellores', asl como las
demás ;íreas, tienden a integrarse de una manera íntima en un sistema
n;tríollal, lo que provoca, por ejemplo, una movilidad ecoJ¡',gif=aextra-

n C'f. r:lrilnlo"J1I y Política y sorirrl",l, "1'. cil. cap" vr. ,


10 s. Creer: T/¡~ 1':lI1e'"gi,rg Cit)" GlcnC0c, Frce I'rr,s. 1962, p:ig. !l!l y si~s .

.ln.~....
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. ~'.~" : '<' .. ~
. -~
~

154 GINO GERIIIANI


SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 15,; ~
ordinaria por parte de los habitantes. que tiende a cubrir el territorio
nacional en su totalidad.ll 1. Problemas meluduldgicos y lclÍricos CII d l:sllldio (11: IIIS
,h) Este cambio ue escala va unido ;¡ la o-eciente importancia <le ~
cOrrclllcilJ111'S enln: la lI1"ballizacitíll y olros f)J'()('(:.l"IJs
las grandes orgal1izaciones -sean
sindicatos u otras formas de asociación-
éstas empresas privadas o públicas,
que cubren el territorio
nacional y ejercen su infiuenci;¡ en los habitantes' por encima de su
Se indicó en el primer capítulo que la creciente concenlraCIOD
l~
.j
demográfica en las ciudades debe considerarse como 11110 de le'5 sub ..
ubicac'it'lI1 en una u otra ciudad. en las zonas urbanas o en las rtIrales. procesos de la modernización social. Ahora bien, la ex¡jrieneia hisllÍ ..
Tirndtn así a constituir un sistcma de rolcs "orientados hacia una rica dc los países de "prillHTa trallsicióu" revela lllla de\('llllill:,,1;¡ f"l"Il1a
org:lJlil.aci/lll de escala nacioual. industrias de escala Ilaciou:¡]. glllJlOS de conexil'1I1 cnlre I:i urh;llIi/aci('JII y "tros proces1h COIllI}(lIH'II!t'S.('n ~
ocupacionales de escala nacional". a causa d,e lo cllal sea cu:t1 fune el panicular el desarrollo económico (sobre lodo el desarrollo industrial
)
lugar físico de sV residencia, 105 miembros consideran como su sede
natural la red organizativa misma que cubre el país o incluso puede
propiamente dicho) y la extensión de la secularización a distinta~ úreas
cleI comportamiento. A esta forma de conexión sc allHli(í cn el r:írrafo J..l)
trasccnderlo. Son "ciudadanos de la nación" y, podríamos agregar. con precedente. ¿En <¡ué medida cabe esperar que ella se repita o. por 'lo
igualo incluso mayor 'derecho que miembros de la comunidad urlJana
donde -por' así dccirlo- "accidcntalmcnte" viven.
c) El tercer aspecto del proceso se vincula con la aludida revolu-
ci('m en los meuios de comunicación de masas (cine, prensa, TV, radio).
contrario, sufra modificaciones sustanciales en los p:lÍsc;s que !J;'n ini-
ciado la transición 11I;ís taruíamente? Por otra parte. cabe tauiJién
preguntarse, ¿en qllé medida el proceso de urbani/.:¡ción secul1daria,
tal como se ha ciado y est;l ocurriendo en Occidente, se halla villnt!:ido
ts ( )
los profundos cambios en el sistema de estratificación y los efccLOs no sólo con requerimientos universales de la mol!ernizacit'Jn sinc tam~
de la participación creciente en los consumos, la educación, la política, bién con formas culturales peculiares e intransferibles de los p:'opios ~
la recreación, con todo lo que ello implica en cuanto a normas de pa íses occiden tales? ( )
pensamiento y.actitudes.

~i
Sólo muy parcialmente sed posible contestar a est.as preguntas.
1'odo esto -los tres aspeCtos del proce~- apunta hacia una Lo que parece incuestionable es <¡ue la velocidad y la secuencia e:l <¡ue
desaparición potencial de la dicotomía campo-ciudad; por lo menos se da el proceso ele creciente concentración urballa, varían cn rorma
tal como se 'da en las etapas de crecimiento o de maduración ue la
sociedad, indllStrial, la sociedad urbana tienue cada vez más a coincidir
con la nación. , Por ello se ha uicho, paradójicamente, que con el
;Ivance uhiversal ue la urba"nización. la ~iudau desaparece como unidad
notable al variar las circunstancias históricas tanto en el ni,'cl n:lcio-
nal como en el internacional. Con el término "circunstancias hist('¡ricas"
seilalamos un conjunto de condicioncs de lodo ordcn <¡ue ell u Il1Cranos
brevemente en el primer capítulo.I:1
r; " )

histórica (p,or lo menos en sentido weberiano). y es reemplazada En una primera aproximación podría intentarse una \'crifi( acic'lll
por la nación,l~ Por otra parte, "el urbanismo como forma de vida" de la existencia (o no) de un grado de con'C1acilÍn n~lativ:ullenle ;tlto
tiende a tra'nsformarse en el modo de vida universal, independiente- entre urbanización (definida como concentraci<Ín dClllogr;ílica llIha- ~ ,,)
meri'te de la ubicación ecológica de los' grupos humanos. Con estas na) y una varieclad ue otros procesos componentes de la transición.
últimas ~o~sideraciones llegalllos a otro sentido que puede otorgarse
I Como se sabe, el proceuimiento m:!s común para este tipo de verifica-
<JI tér'mino urpanización, sentido que se parece, por cierto, a la clásica ciones es acudir a alguna mediua de correlación entre indicador~s de ~
dcfínidón de'Virth. pero que a diferencia de ésta no intenta señalar ;~"',~
los procesos cuya asoLÍación se formula como una hip<Ítesis.,
notas universales d~l fenómeno urbano sino cierta forma específica
que' adppta en los países en que se dan auem;Ís otras dos características:
el alto grado' de. desarrollo económico y su pertenencia histórica a un
La construcción, selección y uso de eslos iildicadores presenta 1 00-
viamente .ulla s::l'ie de problemas muy C<J1l1plcjostalllo en el urden
teórico y concéptual como en el ele la mera accesibilidad de la infor-
t~ ~)
,
círculo cu,ttural determinaclo, ;mnque muy amplio, ~I de Occidente. mación; y no podría afirmarse que .tales problemas tengan por' ,¡ hora

1, , 11
~'
D. ~farlindale
I'~
r-1. Weuer (TJ¡e
I
Loe. cit., p;\gs. ~3.48.
en Sil prefacio a la traducción
Cily, Glencoe. )Oree Prcss. 1958).'
inglesa de La ciudad, de
una soluciólI s;ltis'facloria. a pesar dd cOllsiderable: trahajo tdJ,rico y
empírico <¡ue sc CSt;'1Ilcvando a calJo a este ITspccl.O desde Ilace muchos " p
, )
la \'éa~c l':íg-. 2CJ )' sigs,

~. )
,C--- ~. b ,a.-
.:~)
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN 157
CINO GF.RMANI"
156
distinto del de modernización social. Los indicadores seleccionados
alios.H Con todo, su empleo está ahora muy difundido y, a pésar de por las Naciones Unidas implican un propósito determinado: medir la
las grandes limitaciones, ofrece por lo menos un punto de partida. En "calidad de la ,¡ida", es decir un aspecto del proceso de transición, visto
esta secri<'ln nos limitaremos a l\;lr algunos ejemplos de los indicadores desde el punto de vista del "bienestar" de las poblaciones a las que
que potlrlan usarse para intentar medir el grado de correlación entre se refieren los indicadores mismos. El punto de partida es aquí la idea
urbanización demográfica y otros snbprocesos. de que el "desarrollo económico" sólo debe presentar un medio para'
La construcción de indicadores de urhanización, 'en el sentido mejorar realmente lá "calidad de la vida" de los individuos, y no un fin
('st I i( I ~1llrnte (lcmográfico del término. es rela tivamente f;ícjl en com- en sI mismo. Se trala de un propósito, no sólo legitimo, sino esenci;¡1.
pa¡;lciún r01l las difindladcs presentadas por 1;1 l\1cdj{ i<'ln de otros pro- l'cro, indudablcmente, desde el punto de vista conceptual y práctico
cesos. C01110 se indicó al comienzo, lo m:ís común es tomar corno indi- esta definición presenta dificultades no menores.tú El concepto de "mo-
'cadof de urbanización la proporción lle población en centros urbanos dernización social" que hemos venido empleando apunta a otra ,orien-
ddinidos sobre la base de un talll<lííO determinado. A partir de esta tación teórica. Su propósito es proporcionar un esquema analitico
base podr:in construirse diferentes tipos de tasas de urbanización, en para el estudio histórico y causal del proceso de transición global. La
sentido est;Ítico y dinámico. selección de indicadores debería, pues. satisfacer esa exigencia. '
T\Iucho m;ís complejo es el problema <¡ue pr"esentan los indicadores Existen numerosisimos intentos de operacionalizar los subprocesos
de JIlo(lerni7.<Ición social. económica y política; no sólo por las di£icul- incluidos en la modernización social. Recordemos en primer lugar uno
ta(ks conceptu<llcs y lm'tcticas ya mencionadas sino también a caUsa de de los más conocidos, el de ¡{arl Deutsch, Este autor ha clasificado su
w casi inagotahle variedad. Tenninologia y conceptos "arian comi- conjunto de indicadores bajo el concepto de "movilización social".lo Se
der;¡l)1cl1lent~; por ejemplo, las Naciones Unidas. en un estudio sobre trata, sin embargo, de una Iloción bastante distinta ¡-aunque muy
ill!nrclación de procesos de modcrnizaciún. uliliza, cnglohándolos bajo relacionada- de la que hemos analizado en un capitulo anterior. Se-
el (Oll.c('plO de "desarrollo social" (como distinto de "desarrollo econó- gún la terminología usada aqui, poddamos hablar"más bien c)e un
miro"), una serie de indicadores demogrMicos (esperanza de vida al conjunto de indicadores referidos a los tres aspectos de la moderniza-
nacer. mortalidad infantil). educacion;J1es (proporci6n de niños que ción: social. politica y económica, Deutsch reconoce la existencia de un
concurren a la escuela. dentro de los grupos de edad correspondientes, gran número de indicadores posibles, pero, dada la" hipótesis de su
l'
tasa de alfahetismo), ocupacionales (proporción de desocupados en la interrelación 'y por lo tanto de su relativa intercambiabilidad, selec-
población acliva) y de consulno (calotías, hidratos de carbono, otr05 ciona entre ellos siete que correspondedan al proceso sul~yacente de lo
commnos "personales"). Pero aquí "desarrollo social" es un concepto que él llama movilización social, especialmente en conexión con el
• '1
!I
comportamiento politico, Tales indicadores sedan: 1) el porcentaje dé
1.\ Ik~(k <¡ue Alfl'l',lo NÍl:f[oro publicó \1111)de los primcros (o r¡l\i7.á~ el pri-
m<'l''') textos sohre i\lllic~dore~ de la 1l\00!crnizaciól1. a comiel\zos de este siglo. la
personas expuestas en una medida importante a uno o más aspectos
hihlio,:r~fia .~oh•.•: el t('m~ se h~ hIn 11\\11tiplirallllo. eL Alfrcdo Nicdoro. Les significativos del modo moderno de vida (uso de, maquinarias, edifi-
i"tii¡'clto'ur.< lltllllt'1i'1u(.< ,le In cit.ili.<ntioll et du /,rc,¡::rrs (l'arls, flammarion. lll::!l). cios, bienes de consumo, etc.; exposición a prácticas gubernamentales.
Tamhkn la ,'i<p<mibilidJd dc los dato' ha ido en continuo aumento. 10 que es
elc.); 2) porcentaje de personas expuestas a los medios de comunica-
"' .. \ !":.' >\ ,;:~:~.c~:.:
;.~~!. ..,~~~...~.:.:;;r~il~~:;n'h:;;~~;":¡~
i~ l;~~~~,.:~~~;:'~
~l;~~r~ ., l1e masas (1"
notl os PU) '11'leos •• (elId' a prensa, ra lO, Irrv', cme;, etc.
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_... ' .. ,",' :.: .•..• .:-o-:::~:,,-.~..:.. -:'". :::~.l-:~~.:"":".'::
~ ~.::.
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~~ ';: ':~~f'
.._ 1\..
--=--.- ~) porcentaje de personas que han cambiado de residencia; 1) porcen-
...., ..•... Lije de personas que viven en centros urbapos; 5) porcentaje de perso-
Ila~ ocup;¡(bs en actividades no agrícolas, respecto del total de la / '
",,- ..::.,:-:l~
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~I' -:~ •• _~ ..;: •••••• , ••••••• :- •• "! ','.o,' .--: :- '" \".••..•..
,~ lo 15 Nadone~ Ullic.la~. Re/,ort 011 the World Social Situation (Nueva' York,
"' •..• _~" ,__ ••.--~-:-< \~'tI: 1961). parte 1\. J. Drewcowski y 'W. Senil, por Sil parte. han construido' un ¡ndice
,-:.:::-::..,.....~
C~- « nÍ\'rl de vicia. dirigido preci~amente a medir ,la "calidad de la villa" en paises
,.' ., - - "-: ,:"'"> "" lit diltinta, cllltnras: 1'he Leve[ 01 Living In'dex (Ginebra, United Nation~ Research
, ,_.: ..'.. ~'.' .. ,', :: ,,'. ,?':','.'. r. ":n.l«. ..illlll~. I%G) .
•1 r.",,\ ¡'d,:'. ,.",,', ,( ",,,)'''';2'. \\1'1 ¡.,.... )'.,.',. l:' t1 (U<\ \(,da~ b~ nTiü1kl le R. \1rlll~eh. "Sodal Mohili7,tion ...•.• 01'. eit.
5011 de tipo ,"1I0I11in:d" 11 "CI,di11"I" Y ~c 1IS~1I ,li(ClIOmi7ada;.
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158 I

I
GINO GERl\IANI SOCIOLOGÍA UE LA MODERNIZACIÓN l5~'
']
población activa; G) porcentaje de los alfabctos, y 7) producto nacional jan el grado de propensión al camhio. Pero, a diferencia de los dem;Í!
brúto (o neto) jJcr ((I/Jila. indicadores recordados hasta aquí, torlos ellos requieren el elllpll:o de
Todos estos indicadorcs pueden construirse sobre la base de infor. encuestas especialc:s y obviallH:nte presellt:t11 el prohlema de su Irac1uc- ~
maciún preexistente, lo que sin duda presenta considera Lles vcntajas ción en términos operacionales de inSIJ'lIIlICIlI<lSCOIHTClOS de obscrl'aciúlI \
pr;ícticas. No se deja de reconoccr; sin embargo, que también tienen (problemas que no fueron del todo superados por Lerner), O .ra su..
gTan~les limitaciones. Por un lado se trata de datos en el nivel nacional, gestión sumamente interesante para la construcci(in de indicadcres re .. '~
lo que usualmcnte oculta las discontinuidades internas, especialmente ferentes a los procesos de moderni7.ación social, distingui~ndo analítica ..
importantcs en I(')spaíses menos desarrollados.17 Adem;ís. Illuchos aspec. mente sus aspectos, es el de \V. ]Hoore,ln aunquc a(l'~ t:lmbi('n no~ .~
tos de la nlo(krnizaci('1I1 social no hallan expresi('lI} e11 la infonu;lci("11 enfrentamos con d prohlClJl:1 dc que se nccesitan, en la IlIa)'oría de lw;
<¡ue entidades públicas () l',il'ad;ls compilan con diferentes finalidades. casos, encuestas u olJservaciones indircet;ls e iuferellci;t!es, )' (ue de ,)
Por este motivo varios estndiosos han propuesto y usado en algunos casos todos modos la traducción de las propuestas a términos operac. onalc~;
otro tipo de indicadores que se suponen más v;ílidos. Lerner,18 por (no intentarla por el autor) acaso no siempre sea posible con los me.
ejcmplo, ha sugerido alguna~ definiciones de indicadores <¡ue estarían dios de que se dispone. Un indicador global del proceso de seculari .. ~
m;ís directamente relacionados con cambios en la personalidad y po- zación no siempre empleado de manera explícita es el referente a la ')
drían detectar la transiciún desde la situación de "no participación" tasa de natalidad, u otro índice dc!mogr;ífico capaz de detectar la pant~
(tradicional) I a la de "participación" (industrial o moderna). Tales de la planificación consciente (o de acciún electiva) en la esfera de la:;
índices indicadores: 1) la cmpalia definida como la capacidad de ubi- relaciones matrimoniales. Aunque obviamente aquí también :;c est;', ~
c\rse a sí mismo en la posición del otro, la capacidad, es decir, de
"idd,ltlficación con aspectos nuevos del ambiente";
dependería de los mecanismos de proyección
esta capacidad
(atribución a los demás
tratando de un solo aS/Icé/o del proceso, que puede reslllt:lr en algunos
casos relativamente independiente de los demás, parecería C]ue, s~empre
que no se trate de los efectos de algún intento deliberJdo y masivo de
t)
de atribnt051de uno mism'o) y de illlmyeceión (atribución a uno mismo illlroducir el control de nacimientos en una pohlacil'lI1 tradicional (conw
de los, ;,¡tributos de los demús); en ambos casos el "sí-mismo" incorpo-
ha ocurrido en parte de Japón). la planificación de nacimiento::, deli.
raría a "los demás" (o bien porque sc quiere ser como ellos, o bien ~
berada y no inducida por medidas externas, en el nivel indivi(lLal, (Jc..
pol-que 'slen1te que ellos son como uno mismo); 2) el de calJacidad de (')
hería implicar un grado de secularización en las relaciones fall,iliarc~,
01:>111(11", (lc.~inido como la propeilsión a dar opiniones sobre cuestiones
que, d~i1tf(;>~l~ la situación tradicional, escaparían por completo a la
competéncia del individuo. Lerner trata de mostrar cómo estos uos
bastante avanzado, el que a la vez debería tener bastantes 'probabilida.:
des de ser acompaiíado por otros aspectos de la secu!arizacit'm, por lo
menos en cuanto a "electividad" de la accÍ('UI, estratificaciún (asr iracio'
t)
fen<'¡m'eI10sse hallan vinculados con otros aspectos del proceso de mo-
l' nes de movilidad) y otros. La ventaja de este indicador sería, natural ..
dernización y, en particular,' ele qué manera algunos indicadores como
mente, su fácil acceso, En cuanlO a los límites)' conveniencia de Sl .~
a!fabet,isnlO,', residencia urbana, participación en medios de comunica-
utilización como indicador de "seclllarizacit'm" sería preciso a :l;llizal .. )
ción de masas, participación política, forman un "sistema" correlacionán-
dose con los dos mencionados indicadores. No hay duda de que tanto su validez en reIacilm con varios aspectos del proceso global que ~~staría
la !emj)atía como la jJro/Jensión a opi1lar representan síntomas impor-
tantes del .~1roceso de secularización tal como se lo ha definido antcs. lU \V. Moore inlenló formnlar una melodología para la medición de las con,
I~
.J
Amhos apuntan a los cambios psicológicos necesarios para que la ac- secuencias sociales dd camhio tecnológico, sin illlplicar en cllo ningln:a clase )
t)
\

ción c.;/c;'liva¡reemplace
I 1;
acción prescrijJtiva, e implícitamente rene-
de determinislllo
teórico que distingue
a la manera de Oghurn. En función de un inlen:santc
tres uiveles de vínculos enlre d camhio. t,,¡;Jlieo )' (1 social
esquema

(el de lüs l~roducloS maleriales, el de los roles ,le: trahajo. y el dd "espiril.l racio.
Sohr~ esle problema véase Merrit y Rokkan, o/). c~l. Kings\cy Davis ha nal"). y varias uIJidades de ohservación, propuso una serie de indicadores, la ma.
. '17
yoría de los cuales requiereu encuestas especiales. u oh,:err;lcioncs indireclas e infe- ')
formulado' serias crílicas al uso de indicadores que no sean generados por una
teoría. Véase su artículo "P,roblems and Solulions in intel'nalional Comparisons renciales (y ohviamente su Iraducción operacional ('n illStl'lllllenlos adecuadw); v(:as£:
1'01: Social Scicnce I'nrposcs", ;Iparcddo ell versión caslellana en A lIláiCll /1I1illll,
su trahajo "Measllrellll'nt 01' organi/alion and inslillllion:d i'"l'lil;'lions ,,1' ,h;,ngl",
n'I,I, l!lli5, [n\gs. 61-76. in prodnctivc lelilu"logy", en Bnn:au (ulemali"nal de Recherches snr les IlIIpli-
I , 1/\ D. Lerncr, Tile Passl/g o{ Tmdiliollal Society (Glcncoe, Free 1'ress, 1958). cati"ns Sociales du, Progri:s Technique: CJltmgelllclIls Tcclmiqlles, t'cOlllJllliqllCS el ~
1,:lpS. 11 y I1L I
sociaux (París, 1958)'.

...~~.i.
, 1

r
I

¡(jO (;INIJ GERlIIANl SOCIOLOGÍA DE l.A MODERNIZACIÓN J61

deslinado a del(.rtar.~1) ;\ est(~ propr.">sito cabe s(,[í;¡far no solallleute las mica, social y política, los que han sido clasificados en sllhgmpos ('uando
limitaciuues derivadas de la falla o incxactitlld de los dalos y el hecho era posible. Sr trata de datos ;¡gregaci,os; en el uivd' nacional. Como
de que por lo geÍlcral se trala de tasas bruta:;, sino también que en los puede verse, todos estos indicadores se hallan correlacionados con ur-
j¡ais('s de: s(:clIlarizaci(hl )' (ksarrollo
mil)' avanz.ado se Ita
('col/(ímico banización (positiva o negativamente segúlI la forma asumida por
jJ7'(){llIcir/o 11.11 rcjJ1l1ltl' repunte que no implica
en la 1IfIlo1icifl(l., obvia- cada indicador de modernización), pero, como podía e~'rer;¡rsc, estas
¡/lenl.e UII regreso a la natalidau 110 planead;I., sillo probablcJJlcntl~ un correlaciones, aunque "altas" en muchos casos, di~;tan mucho de ser
I ;;Illi¡io CII el LIlII;ti'io idr;t! de l:t familia. En c;,l.ns (a;;\1~¡las tasas de l1a- "perfectas"; es uedr, existen "rel.r,lsos" o "ade1,1ntos" (''1 1;1 111 1J;llIiJ.a-
l:did:1l1 puC'drl1 vol\'{'rsl' 11111)''('tlsih¡f'S a ]IlS cl1nh¡os (ovlItlttlr;J1cs dc la ,i(;n. C'n rc!:l('Í"lll con lns dem;Ís ¡lI'H!'S",. cn un '¡l/I1lICIO ('f)J),id('laJ¡k
('ClIlIlIJllía, Jos hiju:;, sielldu a110Ia tilia 101111;[de "UJI1;,lIl1lO". 1':'..10 illl- d<: casos. Lo lÍnico 'llIe puede afi!ll1arse sobre la base de estas cortt'-
plica que, en clcterl1lin;¡dos períoc] os, en algunos países ue alto desarrullo lacioncs es la existencia de UlJa "tendcncia" genérica, ell cl proceso
la tasa dc l1at;didad puede penn;lIIeccr rclal.iV;l1rJcutc ";dl:a" y coexistir de urbanizaci6n, de asoei;¡rsecon los dem;ís procesos componentes de
con 1111~dl() grado dc sccutu'i/.ación en las relaciones familiares. la lran:;ición. En realidad, todos ellos se hallan asociados entre sí, y la.
En ('pura llI;ís I'l',iellt(' se han hecho otlOS itltcntos ill1pol'laUl.es de :lplic;JcjOll de téC11ica~ cSla(lIsticas -_..e1 ;m;\Iisis factorial, por ejemplo-
CollstnlCl i"'n y ;lplic;l('i"lIl de indicadores de IIlOdcrnil,a, ¡c'JlI, construidos suele fIlostl al' qllC:' est.os indicadores sc comportan como si por deba jo
/Ir! lLOc. Tal es el caso dc la escala de llJoL!ernizaciún elauorada por de 105 muchos subprocesos componentes operara Ulla e~tructura' com-
;\. Inkeles y aplicada cn \111 estw'.!;() compar;'livo en v;¡rios países,~l o puesta de pocos [actores () "dimensiones" indepündientcs, o incluso
los cuestionarios usado, por J. Kah1 eu su investigación sobre actitlldes un. solo factor. Por ejempló, en uno de los primeros
1
int.entos ,de este
modernas en 1\1 f~xico y Bra:,il.~~ tipo, Cattell y otros ais~on 12 factores subyacentes ei1 las intercorrela-
En el cuadro I se ha rellnido cicrlo IIÚIlH'rO de correlacioncs cntre
1.111 illdicador de ur!¡;lfIiZ;tcj")f1 e illdicadores dc Illot!erllizaciún <:('011("- Cuadro ]
Correlar:iones entre un indicador dc urbanizaciéJll (porcentaje de la
~I) Una IIlilizari,;n hien cOllocida de eSle ftl'!i':r.' .... 0 de I:t l;¡~a de increlllen1U
'Tgctalj"u_ pua caraclelil.ar de Illatwra global b lran~ic:ióll de la sociedad tra- poblaóón que ,'ive en cent.ros de :20.000 o uds !I;¡hit.antes) e indica.
rlirional a la soeicua,l i",lll,trial.
LOllely erowd
es 1.a 'Ille rcali7an 1). Rit';;man y col. en TII(,
(Ne", JI a \!.' 11, Yak I!nj\,('\'~jly ¡'ress. I!J(i!l) [hay versión cast.: JJi
dotes de desarrollo económico, modernización social y'
mo~lerni7.ac.ión
política (aprox. J 95~- J <)()n) n
IIlUcI'Cdl/trI1,re .<oli/fIl';"
literafura
()\s. t\ires, \'aidós, 1968, ~a ed.)]. J.a I~layor parle (k la
d('lnogTiHka !wií:lf:l ios factores .~()( i~lk~ :~;;()dad()s (on la Lr.1H:;ic:iún de.
--------_. __._-_._--------_._-----------------,--._,
Coefi- '
lI,o¡:r:ili, a, y Ulla hrni,iJIl;t ,¡Ill".~is »"('01" halbl ~r: el! C'I ~rtíclll() de N. 11_ Ryrler ciento N'aÍlncro
VIl.il'!M~
SOIHC fertilidad (ell ]'11. 11~II't'T )' O. D. 1)\III(all, mm)'s., Tilt~ SllIti)' of I'''j.'tllalion, d~ de

1,
<:"ira!~o, Tllc .lJlli\'er~ily 01' Chicagll ¡'res', J~:.,'1); O\rO ""llario alllplio pllccle ----------------_._-_._-----------_._------------
Ve.'arrollo uO/l(;m;co
('orr. f)Rís('s

h;oIbne <':11 l'l lihlll p"iJli<:,do 1'''1' 1':atiolll" ljlliti:". 'J'b: !J<:lrllllillfl7II.l (11/11 co",
1
.\I'('IICI/rr.\ flj ¡'''I"J/flt;()1! 'I'U'1/'!.1 (Nw"';J York, 1"r,:;:). 1. I'l'fJduclOllnHo N~donal (Plll~), por PCIR,jla . ,0.71 110
Algllllo, ejemplo, 1';III'r''Tian mostrar 'lile
la la", de p;JI:;Iidad p"er1e funr.ionar 2. ltn-cl'lióninterna bruta, romo porcentaje del pnN .. 0,12 ~"
/~
(0:110 indicador de traditiollali";1110 (q s(,tllhll'b~!( ¡('Jn) de Tn;'U\Cra inrh:pendicntc 3. Porccntaje del 1'1IN generado por la agriwltllr~ . -0.67 73
dc (ll rO.li pnKt",(J~ (po!" 4:.1"1\11'1 •.1: gl ;!do dl~ \11 h:lTlil~H:¡on. de!'1c.rroJlo indu~ll ¡al f' 'l. C')1I5UtnO ,k cnf'rJii~ flor pCTSi1na . O,A1 72
5, 1'(~rU~nl:l;(" ,fe la p( ..I,J(td(ln ;n:fiva ,1
«'t"Onlllnirn f"tl 'o.;ell,¡dn ""!"i( ~i'). 'l';II('~ sCTíall k~ 1';1:'1'''. ,!f' Ht;I~~iI ¡" l\1t~xkn (cnfll(' '2'((HU'Jlni(aITlCntc

('jt'lllpln li(' 1'('11;1'0 l'll 1;1 ":lula ddilll'l":,d" (;11 1;ls ¡h.'as "d~ lIrhanas
del 4..ullllol 11'1::.\) "11 agdn!II'!l:f -0.72 ~2
(' indllsf I ¡a'¡/adas) () d~' J. ranlÍa (Cf)J1J() r.j('llJplo dl fldl'lunlo t'n J el;1l j"JlI eO:1 la (i. Porcentaje de la PEA en ;;etivirJa<lcs 110 agrícolas O,78! 175
11 all,rll\ fnat ¡e'JI} ('1) ~;t'lllidn te'., 11 inl-('t.Ol1t'l1l1 it:o) (CI. rOl1sidcracioncs sohre lo.~ t~I~O"
dp IIr:"il l' Frallr;;l ('11 F. 1.OI'illltT, C,,;/fI1~ (/Jlti /llIlIInll F('J'lilit~., I'ari" U:~ESl:O. 23 Excepto para las \';ohhles £loe se .irH1iC<i1la rOlllinu~ci,ín. las c()lTc1acionC5
\~}'..l). <:,,.. lod". '" po,i1Jk 'lile ,,~ Irale dl~ UII indi(,'l;or r'wo ~eusihJc '\ los call1bios han si,lo !.l'madas (le Rus<ct )' DCUlsch,' 011. cil. En e"os C;\!;OSel indi(';l(inr' de urba-
¡,,;ri,Jin. h:H ia \ll\a maYIOl :-.t.'nl1:11 ¡lar jbll: R. l~li1\d)l'lg' 11:l11ú que ~óll) ;~ p:trtir ,Ir "ilaci611 cs el porCl!l1taje de poblacÍl'lI1 qlll: vive en c'elltTCIs dc 20.f)()O hahitantes o
UIl l\i"d lit: alt.d."t'\IlH' 1\1;1\01' que el ~O por rit':ltn fl~ 11. pobladón ~r.: prr;t111'C: nt;h El wcfidet,!c de correlaciólI es el de l'carson. 1 l'
111\ r~H\\l\\P t:ldit,d t'll 1.\ 1 '''.\ lk n,it:l1~l~'l\\. lIlkl\tl';l~ tl',le ~~\3I\lt' ••• (iI.' 10 a t;O pflr . La, variables ~, 17 )' 14 corresponden al cstudio de Leo }:. Schnoro~,' "The
l.. ';',-", 'o" ~';\. ' •.•.,.;;~ •• : :,.":' •• ,.,';" ,-''l' - .• "~ l"-~';i' ...
l 'E:"-~ Sta!i,licaJ MeasurcJncnl of Urbanization and Economie DevcJopnwnl", .el1 J.a7ld
, rcnTlf;'mir:s, agosto 1%1. La~ variables 8, 9., 27 Y 3~ 'pntenccen al e~tudill pllhlicado
,1
"or l'J¡ilip Cutright.
~n A mr.riran
"National Politir.aJ De\'elormcnl: 1\feasllremenl a\,ci Analy,i,",
Sót:iol"g:m! Ji C'l.'ir.lI.', 28 (\9G3): 253.2f,1. I.¡;S \"ólriables I'1, I.~, 'B Y 1!l
l'
,~ !'"n lomado del estudio .le Nacionc:s Unidas. OIJ. cit. Para todas las correlarione,
~I m' lit iPlIle empicado en Jos ca '''s arriba mc:ntiollaclns es el oc Srcarmal\;
""~:~(~~
':~f;.,
.."
~.~
..... .....

.-' .
~"llo
1,62 GINO' GERMANI
SOCIOLOGÍA DE 1.A MODt:ItNIZACIÚN J(i3 ~
Coefl.
ciente Número ciones dI: unos 70 indicadores de modernización pertenecie.les a .JO
Variable de de ~ ')
corro paiutl
países "indllstriales 1ll0dernos".24 Berry realizó un trabajo ;lIdlogo uti-
--- lizando .1:1 indicadores de desarrollo econúlllic.o y modernizac ún (para
7~ Porcenlaje de la población en edad de trabajar ow-
pada en la industria , '.' . 0,67 78
!l:! países), encontrando "cuatro factores \);ísicos subyacentes los .1:J in.
8. Indice de diversificaciÓn industrial .................• 0,87 41 dicadores". Entre ellos se destaca llIlO, denolllillado por (ite alltor ~
9. Inrlice de dispersión externa relativa de las importa-
"faelor teclloll')gico", de llIucho mayor peso qlll: los otros In:i.~" eOIl-
ciones . O,RO 22
Modernización ~ocial dllsiones más favorables aún a la "lInidimensionalid;l<{ del proceso [ue-
a) Tra7l.\ición tiemognífica rOIl al, all/;l(las POI' S( hllor(', ('n Sil ('sllH\io dirigido pn:cis Illll'lIl~ a
1lI. Tasa hrula de lJalalidad . -0.50 RO ~
JI. Tasa bruta de IJl(ntalidad .
;1I1;i1ilar J¡¡ rclaciúlI clltre lIr!J;llIizaciúlI y desarrollo CUlIll'Hllil(l (iIlJll- )
-0,33 54
12. "Esperama" de vida al nacer (mujeres) . 0,71 69 ycndo en su definición modernización social). En su an;íli,is (el~ el
13. Tasa de mortalidad i'lfantil . -0.69 74 que utilizú doce indicadOl-es), la llrbanizaci('m aparecil) COIllOlIllO de 1m
14. Tasa de depenrlencia (proporción de la población de
divCI'sOSaspectos de un pron:so lÍnico. Si bien 1I111chosprocesos pue. len
15 a 6.j años, sobre población total, en porcentaje) .... O,5G (j~ ~
b) Estratificación social' . distingllirse en el nivel conceptual, tallos ellos aparecen extrenndamente

1,
15. Porcentaje

16. ,DistribuciÓn
e') COllwrnos y salud
de trabajadores dependientes
obreros, sobre total de la población en edad de trabajar
de los ingresos (índice de desigualdad)
(empleados

..
y
0.G9
-0,39
7(j
20
interrelacionados en el plano elllpírico.~6 Correlaciones en el nivel in-
Iranacional, como las realizadas por ndloll Soarez p;lra \'!nczu~la,
Brasil, Chile y .Japún, también aportaron resultados p;lrcci('()s.~7
t~ ..•.
()
17. Vehículos de motor registrados, por persona'
11l., Consumo de calor/as, por persona
; l !l. Porcentaje
consumo total
de consumo de hidratos de carbono sobre
.
.

.
0,74
0,69

-0,66
67
40

40
Estos y otros resl.t1tados similares son por cierto lJtiles en tanto
representan un punto de partida para el an;'disis. Confirman la hipó-
tesis de <¡lIe la transición puede percihirse como UII proceso global y
t)
, I
20. "'úmero de habitalllcs
21. Número de habii:lJltcs por cama de hospital
por nH'rlico .
.
-0.69
-O,G2
114
117
que lodos los varios sullprocesos componeqtes sehalbn illu:rrchcjo-
.~ d) í J,d.lI«(lCiÓIl nados enlre sÍ. Al mismo tiempo indican que existen cowideral,Jes
" 22. Porcentaje de alfabetos en la población de 15 y m;\s a¡jos 0.66 109 \'ariaeiones en h forma adoptada por la transición en cada país. GJn-
23. Porcentaje de alumnos secundarios y primarios, sobre
firman, es decir, lo <¡ue se había sugerido en el primer capítulo ace:'ca ~
t,;tal de la pobladón de 15 a,ios' . 0,71 74
:/ de I;:s considerables variaciones en los Tilmos oltasas ue,cam!:ios, y en

t~
I
24. ;Número de estudiantes universitarios o e'luir'alentes, por
, 'IUO.ooO habitantes . 0,56 100 las secuencias de los subproductos en 'las condiciones peculiar~s (exter-
1 (.) (:(;1I1UnicllCió7I de 11laSas e i71lercar"/Jio
2' •. CirCIIlación de diarios, por I.UOO habitantes . nas e internas) <¡ue caracterizan las diferentes sociedades en I.rallsici('lI1.
,1 1I 2G. Radios por 1.000 habitantes .
0/;9
0,68
115
109 El pnhimo paso sería, entonces, \Ina teoría o sistema de hipót(sis
I , ,27. ,T.V. por 1.000 habitantes . 0,54 67 rcrcrcntcs a las formas posibles de transición y a las condiciores y flc-
1 2fl. Concurrencia a cinematógrafos, por persona O,(j2 9(j
;.!!I. In~ice combinado de .comunicaciones de masas (diarios. tares <¡ne en cada caso I;¡s detenilinan. Las hi p(ll.esis collc<Tnien tes ~
!
.,1 impresos, teléfonos,
interno)
circulación de piezas por correo
.
a I proceso de u rha n ización en relación con los otros proces()~ com ]l0- .... )
0,82 73
3(1. Número de piezas enviadas por correo interno, por nentes dl:berían ser parte de esa teoría general. Como se dijo, (':¡ta
I persona' . 0,65 68 (eoría no existe por ahora y los intentos preliminares para, llegar a
131. Número de piezas enviadas por correo internacional. eJla ptleden lomar difG'enles caminos, <¡\lid complementarios, sea PIr- ~
por persona ; . 0,54 66
Modernización Poli/iea I tielldo del lado tdlrico, con la construcci<'Jn de modelos, sea dd lado :le .)
I
321 Porcelllaje del "fiN .gastado por el gobierno (inclusive
sf:l('ltridad social y empresas pllblicas)
33. Porcentaje de empIe-ados pllblicos (mismas inclusiones).
s9bre tolal población en edad de trabajar
. 0,47 41 ~.I Rapnontl !l. Callcll y otros, "An Attempt at More Refinel1 Dl:finition of
111" Cultural Jlillleusions of Sylllality in Modern Nalions", en 11111erictlll Sociolagi,al,
f)
,I 31.' Porcentaje de votantes sobre la población en edad de
.... ~..... 0,56 21 /lt'l'it'lI', 17 (19[>1), .toll,'l:?1. '.J
:!" N. (;iusblll', o/). cil.
votar .....•.... ,........•..................... , ..... 0,38 90'
.' l' 35. Indice Cutright de funcionamiento de la democracia ~(; 1.. Srhnorc, o/J. cit.
represenlativa . :!7 (:Jaucill Ary Jlillun Soarez, "Congrtlency and Incongruency among Inrlil:8-
0,69 77 ~
I I
36. Porcentaje de per~onas que habJan el idioma dominante, lors of F",uolllic Ilcvelopme,e:. An Exploratory Study" (trahajo prescntado en Ja
, ' "onfneuria Internaciunal sohre Investigación Social Comparativa. Bucnos Ail'l~s.
sobre lota l de la población . 0,54 61
1; J9M) .

~
)
..-....Ii. )
1,

I
t '1

16.1 GINO GERMANI


SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN
165

la gcneralizaci/l/l empírica. Una ilustr;¡ei{l/l de esto úlLimo ya se vio en, I


do con est.e criterio se ha hablado ele "sobre urbanizaci<'Jn" para la ma-
el esquema de etapas referentes a América latina, esquema de validez
yoría de los países subdesarrollados o' actualmente en desarrollo, y esto
limitada a una región relativamente homogénea y a un determinado
" se aplica especialmente a América latina, cuya urbanización es la más
periodo hi~tórico, La comparación de este esquema con otros correspon-
"alta de todas las regiones del Tercer Mundo. Ya a comienzos de la década
dicntf~s a otras regiones podría acaso proporcionar una primera aproxi-
1950-1960 Davis y Golen observahan que, con pocas excepciones; todos
maei()npara aislar las condiciones y factores detemlinantes 11.elas dis-
.los p;lÍscs menos desarrollados se caracterizaban por un proceso aceleraclo
lillt:IS forlllas a~\ltllidas por b Irallsici('>lI. Otro procedimiento podría ser
(le urbaniz:JciÓII.~n Los {1;ltoS hisllíricos confirman csta impresión, Por
cOlllpar;11'Jos "pcrliks" de desarrollo y llIodcnir.ación alcanzados en un
(,¡cilIpln, el grllpo de paLses nl<Ísnrbanizados en .IH!IO, con lIna proporción
llHllIH'llto dado por tilia grall Gllltid:ld (k países, y tr:II:1t de extraer de
de pohlaei(ín cn centros urbanos (de 20.000 o más habitantes) del 33,8
;¡Jií tina tipología de t;IIl:s "perfiles". Es el procedimienlo eshozado en
por cicnto, alcanzaba ('n términos de "producto real" por persona un
el estlldio de NacioJH:s Unidas, en el que se cOlnparan indicadores de
índice promedio de 869 (en "unidades internacionales" de Colin Clark). ,
desarrollo económico con indicadores de "desarrollo social". Se proce-
En 1950 un grupo de paises latinoamericanos, con un promedio de ur-
dió a c1asifi(;¡r todos los países en relación con cada tino de los indica-
uanizaciún simihr (32,5 por ciento), alcanzaba solamente un índice pro-
dores seleccionados, en tina escala tic seis GltcgOl ías en onlen de crecien-
medio de "producto real" por persona inferior en más de un~ cuarta
te desalTollo económico y social. De este modo pudo definirse como pa .te ((i24 U /1) con respecto a aquéJ.:1O ,
. "equilibrado" el desarrollo de aquellos países que remltaron ubicados
En la experiencia del primer p;¡ís que se induslrializ6 -Inglaterra--
en la misnla categoría para lodos los indicadores, es decir, qlle habÍ;lIl
el proceso de conccntraci<'Jn urbana avanzó casi pari IJassu con el del
I alcan7.;Ido el mismo grado relativo de desarrollo en cada uno de los as-
crecimiento industrial. Al mismo tiempo que ocurría una profll11da trans-
pectos considerados. En el estudio se vio que en los países n¡{\s avanza-
formaciún del sector rural, resultante en la expulsión (o "liberación") de
do', los indic;¡dores de desarrollo social)' los (le desarrollo económico
campesinos, surgía y aumentaba r:ípidamente la demanda creaJa por la
tendí;\n a forlllar \lila ('onfj!~lIraci{'n lII;ís "equilihrada" que la de los
industria moderna.!l1 Si se toma el proceso de industrialización corno as-
p:lÍscs en transicilín y IlICllOSavalllados,~H
pecto clave del desarrollo económico (según la dcfinici9n sugerida en un
tJna limit:l(it'm muy grave de este procedimiento, que también se capítulo antlnior), una forma más adecuada para an:diz;¡r el crecimiento
:lplica a las correlaciones)' a Jos amílisjs factoria1cs ya mencionados, es urbano en relaC'iún con el crecimiento illdmtrial es utilizar un índice que
(Iue rom para países cuya tr:lI1sición se inició en ('pocas distilltas, es decir, reladone estos dos procesos. En el Cnadro 2 se ha empleado un I índice
el! U/I cllIljllllto de circlIllstancias hisu')ricas muy diferentes en el nivel de este tipo.32 Su aplicación a datos de 25 países es apenas una ilnstración
internacional (con su illlpacto en el lIivel nacional). Como se sefialó, del procese), m;ís que una verificación. Como puede verse, cuar¡,to más
1, ('stas cin:lIl1swncias varían continuamente y de este modo alteran de alto el desarrollo económico (medido en PBN por persona), tanto menor
IIVlIera :,ir,nificaiiva la forma que adopta la transición en los paises cs la relación urballizacic'>n-ocupación industrial. La cOI!relación entre
que la hall inici;1l1o en ('pocas dislintas. Este efecto puede wrse c1aI~I-
I'BN por persona, e Indice urbanización.ocupación industrial es 1lega-
mente cn el caso del proceso de urbanizacióu. tiva (-0,74). ,Es también in tcresante ohservar que dicha correlación •.iri- ,1
"

, ..
( ,
"r
2lJ KinR~lcy Davis c Hilda Hcrtl
t're.lndustrial Area,~", <;n £rmlOl/lir
Goldscn, '~Urhanilation
J)cudOJ"Ilt:111 ol1d Clllplral
a 11<1 thc Devel0l'llIent
Change, JJI (1951)
!J, Urf¡I/~li~(/,.ir¡lI (' illr!lIstr;aiizar.i(ín l...... ,

:JO T.o~ dalns para estc olmruto han ~ido dtra{dn~ de E. f'. 'Vc!Jer, The Growlh
S:d)('1ll0Sque el nin:l de urh:lIIizar.ión dc los países menos desarro- o/ I"e Cirirs i,~ l/u Ninrlecntl! CCII/ury (nueva c(lición, Comell Univ, Prcss, 196:J),
r;'tg~. J.j.(.!¡, y Colin Clark, Tlu: COlldili(ms of F.col1omic Pm¡;>ess (Londres, 'l\bcMi.
llal10s es "11 la ;lclllalidad hastanté uds e1c\'ado de lo que podría espe- lIan, 1(57)', cal', 111. V«'asc G, Gennani. "La ciudad como llJecani~mo integrado", en
1 arse dado su grado de desarrollo cconl'Hniro, cuando se 105 compara llr.lIi.\la Jlte,~icflna de Soriolvgí,¡, XXIX (1967), 387.406.
,1
.con el niv!'! lh~urbanizari(ín que tenían los países "cI.\lalment,e nds avan-
¡';uíos en l'OlTc"pond('nria lOll \In Rrado simil"r de desarrollo. De acuer-
~r Eric ,E. Lampard,
Arc:IS , n/,. Cl!,
8~ Ta~a (le urhani~ación
"Thc

(porccntaje
History oE Citic;; in the Economically

dc población en ciudarlcsl de 20.000 )' má~


Advanced
, '

habitantc~) sobrc ta~a de indu5trialinci6n (porccntaje dc la población cconómica.


:-¡: titlill'd ~ath)Il'i:. l~f'JU}" .• 19t1l. "lJ, rifo
lIlente acti"a que trabaja en manufactura), por ciento. Cuanto mC'nor el {ndicc, tanlo
mcnor la urbanimción cn rC'lación con cl cmpleo illllmtrial. cr, Germani, o/J, .dI.

• - ..--.::::::
i
166 'GINO GERMANI , 167
SOCIOLOGíA DE LA r.IO[)ERN IZACIÚ;-':

versa tiende a ser mayor en los niveles más bajos de mbanización (y de según esla tesis por uu proceso de urbanización anormal o pato: úgico, en
desarrollo económico). Es decir que a parlir de estadios más avanzados tanto el mismo no se lllanlencIría dcnlro de las proporciones conectas ')
de la 'transición la relación urbanización-ocupación industrial se vuelve o funcionalmente req ueridas para su grado de ¡lid ustrializac:i,'JIl Algu'lOS
relativamente' m,ís independiente del grado de desarrollo económico. Por
autores han rechazado esta ¡'lOsición PUCMO <¡ue la misllla adoi)ta COIIIO
otra parte puede también notarse que cuando' se separan los países en
malIcIo universal lo ocurrido históricamente en los países hoy más avan-
dos grupos, los de transición más temprana y los de transición más zados en la transición.a• Aun teniendo en cuenta las e,nseñanzas de esa ~
reciente, el primer grupo, registra un índice urbanización-ocupación
~)
industrial
pa labras,
inferior en un 50 'por ciento al de los segunuos;
la urbanización' más elev:lC1a, en relación con el grado
con otras
de
experiencia
urhanizaciún
histórica, tanto las causas como los efect;s del p -oceso de
en los países ell curso de desarrollo
en funci/III de las l il'<llllslancias
del>eríau :I11:diz;rsc
en las cuales se est:í re:di':llIdo <¡ue '")or
[J
)
industrialización se da en los países que han iniciado la transición cierto difieren de las que se daban en el siglo pasado.
1:
más recientemente. En las circunstancias históricas (sociales, cultura-
.J)
El crecimiento de la poblacit'm urbana en ulla medida mue'lo mayor
les, polItieas, económicas, etc.) del siglo pasado y comienzos ,del actual, <¡ue el crecimiento de la proporción ocupada en la industria ha ocurrido ,~)
el proceso de crecimiento urbano telidía a ser más lento y mús tardío
li en comparación
I
con ,el desarrollo económico.
en todos los países. Una mirada
llI'bauización-ocupación
al Cuadro
en el sector secundario
3 Illuestra que la relación
ha ido en continuo
)
Jumento. Es decir, la población urbana ha crecido mucho m-Ís que la
i . I ' Cuadro 2 proporción de las personas ocupadas en la industria y en las (¡tras acti-
I La ¡elación urbanización.industrializJción (índice U / J) Y el grado de ~

~i
desarrollo
I
económico (PBN) , en diferentes
(1950-1955) 33
niveles de urbanización

1,
vidades del sector "sen,mdario"
La explosión urbana
(clasificación
en los países de "antigua"
dujo por medio de varias fases sucesivas, que ocurrieron
de Colin Clark).
transición se pro-
en distintJs épo-
E)
I'BN por Indice .de urhn- cas según los distintos países. Si bien en términos re!atiyos el gran ere-
U~bnniznci6n (porcen- Número persona nización/indu:t-- Correlaciones
taje de ;10 población en de (¡Jromcdio trioliznción entre PUN y cim ¡ento urbano ocurriú en los países m¡Ís avanzados de Europ: el Ul:a 'l'te
ciudades de 2tJ.000 y países en dolares <UII) !JII
mlÍs habitantes) E.U.A.) flromt..-di~ el siglo XIX, :1l1lJ rcciellternente, despuó de la Segunda Guerra Mundial,
:I¡ J ~
¡¡rellos del 25 '70 8 247 :\110 -0,'11
:1:' 26%'~,tO% 9 900 2:l7 --O,ti7 )
. ': Cuadro 3
41',70 ,o más 7 J.219 200 _0,(i8
Relación urbanización-ocupación en el sector secundario para 1111grupo )
Los ,2'1 país¿s 24 -0,7,1
; J¡ de países (18.10.1950) aro
13 paiscs m,\s desarrollados
cn 1913 13 1840 1910 1950
)
I 177 1870 1890
I'¡ P\tÍscs Illcn<;JSdesarrollados Paillu (avrox.) ("prux.) (nprox.) (n¡>rox.)
I !, en 1913' I1
I_~~

330 G. llretalÍa 67 112 145 ISO


) Vrancia 36 50 80 93
'f Estados Unidos 59 92 107 119
La obs~rvJción ele e'ste contraste entre ,los países de antigua tI'ami.
Australia 126 1~7 150
cióh'y los de transición reciente ha sugerido la noción de "sobre urbani- Sucria 59 60 130
zación". Los países actllalmente
I I
menos desarrollados estarían afeclados Rllsia
Argcntina 15 9G
100
JO(i
113
1-11 I ,
,.'
Chilc !)j 133
, Compilado soure la base de datos de: Naciones IllIidas, lIc/}()rt mI JI,,:,
Cnlla 115 172
H'or¡'l SociaL Sitllalion, 1957 (Nueva York, 1957), p'\g, 127; J. D. Durand, "l'attcrns 18 p,,¡:,cs lalino:lmcrica-
of Uruanization in Latin America", en II-liLbank !lIemol'iaL FWl(! Q.uarter/y, XLIII 'IlJS (promcdio) 137
{1~G5); 'nQ 4. Las correlaciopes est,\n computadas sobre la Ipsc del ílldice de Spcar-
man, Los ocho paises con menos del 25 por ciento de urhanización son l'akisl<Ín,
Boli"ia, India, lJaiti, Filipinas, México, Cosla Rica, Finlalld¡,i; los paiscs ('On un ni"el :1,1Véase V. N. Sovani, "Tlle An,ilysis of Ovcrlll'ballizalion", en Úco'107IIic .De.
del ~G al 40 por, ciento: Egipto, Chile, Pnerto Rico, Vcnczuela, ,\lIslri:l, Frallri:I, .'c:l0I""Cl11 mil! Cu/tum! Changc, XII (I!}(j,)), 11:1-122. "
3;' 1)"los cxtraídos de Nacioncs Unidas, 1I"/)/)I't 1m 'l'he lVo'rl<! Socia: Situation
~uiza, SlIecia, Can'ad,\; con el ,41 por cielito o nds: Argcntilla, Jlolanda, Alclllallia
occidclJt:lI, Inglaterra, Bélgica, Australia. La clasificación enlre los 13 países m:is 19:,7, oj). cit.; Adna V. Wcbcr, o/). cit,; C. Ciad;, o/). cit. El índice se ),a "OInput:ldo
uesarrollados y los I1 menos desarrollados en 1913 se ha hccho mure la basc <lc dividiendo el porccntaje de lIa!Jilantcs en riudadcs de ~I),(JOO y m;,s, por el por(e~.
los datos incluidos en C. Clark, 0i). cit. I:l¡e dc la poblaci"", econólllicnncnte activa' quc trabaja en el sector secund::no ,
,!
(1 (,n" rurción. lila 11 11 fa(( n ra, electricidad).
, ,

':

líjP GINO GERMANI SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN 169

hemos a~istirllJ a IIna, nueva intensificación de dicho crecimiento, espe- actualmente en desarrollo. El hecho de que ,en el siglo XIX no existieran
cia 1r1Jf:ntcen paIses (¡ue, como It¡llia, España y 01 ros, se caracterizaban todavía medios efectivos de comunicación de masas íue acaso uno de los
todaVÍa por la subsisten, iade un scctor rural muy extenso.30 En Europa {actores que mantuvieron el aislam~ento de los sectores "peri'féricos"
y ell los 11('\11;'15 !níses ya desarrollados el crecimiento urbano ocurrió dei1tro de sociedades cuya burguesía, en las zonas centrales, 'ehaba impul-
en p;nt/:' por crecimiento vegetativo (en el siglo XIX), pero sobre todo sando vigorosamente el desarr9110 capitalista. En Rusia, ocurrió básica-
por 1l11'di,)de la mig-r:let(ín rural-urbana interna e internacional. En mente un proceso similar, pues la gran mayoría de la po,blaci(m, toebvía
1('I'I11illl'S1~('n,;r¡)!l's.el llli:;1\11)csquema de anJlisis de este p:'oceso sllge- rural, tendió a permanecer en las formas tradicionales de viúa y fue solo
:''¡O ('11 ,,1 (:'1,¡IIII •• ;Iull'rior es ;lpli(ahle a los p;1Íscs de "anligua" cn el curso de la ('onstrucción socialist.a 'ltIe se promovió su Illovilizaciún
I r:lIlsi(il'lll y ;1 kl~ de Ir;\I1:;idóu reciente. hacia formas modcrnas. Y dicho proceso fue en medida considerable
En el nivel "!Jjd;U'} o UIIII,¡r:II/(L!,R7 1m faclores de "cxpu!Sj"lIl del sometido a una planificación central tanto económica como social y psi-
c:¡nllo'O" sc 01 igill:tlon en la modnnización de la agricultllra, que permi- cológica. Por supuesto, el desplazamiento desde las zonas rurales a las
riú \;¡ "liber ación" de lIn CllC'rme nlÍmero de pcrsonas y la reducción urbanas, y de las formas culturales preindustriales a las industriales, ori-
'dr:ístiLa ue 1;, OCtijJ;\I:it':n(;11 el sector primario. U na segunda causa de ginó conflictos profundos y de larga duración en todos los paÍses~ Es
"cx.p,t!Si,')Il" del ('¡)mpo lue el crecimiento dcmogd{ico. Por ot.ra parte. notable, empero, que en varias naciones europeas la ¡migración desde el
1<1misma tr;l1lshrmaóón tccnoV)gica y económica afectaba simultánea- campo tuviera caracterl,sticas muy distintas en el siglo pasado y hasta
ml'lI((' el ¡;-Ido urbano, El crecimiento de la población ocupada en la la Primera Guerra Mundial, ~n comparación con las migraciones de la
i11llustl i;. c:i(illllll(', w);111wnl',~una primera fase de la expansión urbana. segunda posguena. En el primer caso la migración 110 implicaba una
Lo? c;nl'lhjos t.eCl!ológicos )' el consiRuient.e aumento Je la productividad ruptura definitiva con el orden tradicional; en las intenciones del mi-
, l'n:uó el ;IlJincnlo de la po\)bción absorbida por la industria, En realidad grante se trataba de una migración transitoria. realizada con la irhención
,lodo el sector sccllIlllario se estabilizó o induso tendió a disminuir en de procurarse los medios para adquirir tierra en su lugar natal y reesla-
términos porcentuales. Sin embargo, al mismo tiempo el surgimiento de blecer así las condiciones "normales" en términos de expectativas' y as-
1I11CVaS neccsidades -salud, educar.i('m, servicios sociales, rccreación '1 piraciones de tipo tradicional. En las migraciones de la segunda pos-
horas lihres, or~;allizacic'ln y aclminislración- irnpnls6 enormemente el guerra, la motivaci(m central fue el abandono definitivo de la 'forma
sc(lpr de servicios, De csl,e modo, fue el intenso aumento de la produc- de vida rural y la decisión de adaptarse a la forma urbana indus~rial de
ti..-idad en la ;lgríCllltllra y en la industria lo que permitió el creci- manera permanente.3S
miento del sector [r~rri;lril>,Tale:; han sillo los camhios ambientales gene- El fenómeno de la "marginalidad", en términos económicos, poll-
r;ltlorcs de los rartorcs ohjetivos dc "atracción hada la ciudad". En tér- ticos, sociales y culturales, se dio por cierto en esos paIses y afectó a
11lillOSeconóm leo:;, míenll as d ismi nub la demanda agrícola, aumentaba grandes proporciones de la población, pero su ingreso allsector moderno
1;1dl'manda lIlhana, demalld:l r¡ue ('n las fases m;ís avanzadas ya no es- no sólo fue relativamente lento sino que se produjo medi~nte la incor-
laba 1,;lsada '1.:'11 bs Ilcccsid:l(1cs de la industria sino en la aparición de poración parcial a determinadas esferas de actividad, m.ientras en otras
nUC';]S necesidades, • 'se mantenían las normas y las actitúdes tradicionales. A menudo, l'a in-
Ell lo:; ni, c!r', "nOl'ln;lI ¡"o" y "I"ico:;orial", la ruptura del orden tra- corporación al trabajo industrial, como mano de obra. tendió a prece-
c!icion:,] 1('I1~li(');1 OC!!!'r;l (011 cierta !elllilud para grulllles sectores de la der los cambios en el nivel normativo y psicósocial en cuanto a actitudes,
pnIJl;lci"lll, t'l 't1l11pal';]Ci'\ll 1'011 los pron.'sos an;'¡jof;oS en 1111,,110S
países expectativas y relaciones in terpersona les. Aunque a lo largo de todo el
proceso la desocupación urbana fue un hecho constante,ah alcanzando
:W ¡'mirla r,'((mlar,e '1"" "n el perí"do ('ntrc la, dos ~lIerras, en varios paí.'es
de £:""'I'a I'l'l'dtJIuinal>all id"ologías anlilllbanas, Particularmente en los paIses fas- con las crisis cíclicas niveles amenazadores, el desarrollo económico (y el
1 isla~, el "r<:tOrtlO" a la licrra r,lln5Ii'"}'6 11110 de los objetivos principales del Estado drenaje que significó la gran migración de ultramar, particularmente I 1I
,,,talíl;lIio, Des]'".', de I!Hr" c'Il('Liallllel1le (011 el Mercado ComÍln, los movimientos
en el siglo XIX 'y comienzos del xx. así como el causado por la disminu-
(lo: l-'"blacY", r1e~;d,: l'l C:lIlI!," y ¡"ada las dlldades asumieron el volumen de un ver-
l\;ldn'l ",'sod,,", Sin clllharl(o, ,,,davia en l!JliU se estimaba que solamente para los ción del crecimiento ve:getativo) permitieron finalmente que la pobla-
~l'is p;Jil:('\ ,,)1 11l'lvimicnlo tUl";)1.1I1tJílHO aref"Íaría a JntH.hn~ millones dr personas
I
,'u l'i flllu", 'illlllediato, V"aS(: C;. lIe)'er. JI ",.,,/ Afi¡:rrllll,', "tI. ril. Sohre las migra- a8 V~ase, por ejempln, F, Alheroni, 01" cit.
(iOIII'l; i'n I I sj~lo .\;lX \':'as(' ¡\. V. 1Vehef. 0/', cit. 3D La noción marxista de "ejército de reserva" hallaba su fundamento len
::7 \'(.'as'.~ l:qll(tt1n IV, este hecho,

I 'r---- ...
\~ .l. j ,
, J.

SOCIOLOGíA m; LA MOIlERNIZACIÓN J 71
170 GINO GERMANI

ción en edad de trabajar fuera absorbida en actividades cconómicas mo. el paso desde la urhallización preindustrial a la nrhanización illdustrial '
dernas y de mayor productividad. Aun ahora esta absorción dista de ser ocurdó en [unci,'))I de factores m,ls endógenos qlle eX"lgenos. ;:
...
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~ .¡
completa, por lo menos en las economías de mercado. llasta recordar la b) La secuencia con que se dieron los subprocesos se vio alterarla' . .
.:,'>r

persistencia de considerables sectores económica y socialmente s~grega- por diferentes motivos. En primer lugar, la industrialización pwpiamen-
dos entre .los negros y otras minorías en los Estados Unidos, y la persis- te dicha se vio retrasada o incluso impedida por una conjunción de fnc.
tencia ,dc ,áreas subdesarrolladas en muchos país:o:savanzados. El proceso tores internos y externos. Entre los primeros pueden hilber influido el
de movilización en sus diferentes aspectos objetivos y subjctivos ocurrió tipo de cultura y las actitudes dominantes, la falta de ~~pitales, de mero
en estos países de manera discolltinua, CII grandes "olas" succsivas dis- cado interno, de infraestructura organizativa, de inversiolll:s básicas, et:.; ~
tanci;ldas entre sí, '1 veccs, por lapsos de m;Ís dc IIl1a generac.i,'¡n. El! en tre los segundos, la sit uación Ill'isllla de pa ís ex portador eh: Ina teri as
r~alidad, toda clase obrera urbana permaneció relativamente aislada o primas y el complejo de intereses locales y extranjeros favOIables al
segregad¡t de la sociedad nacional y de varias esferas de la cultura mo- mantenimiento de esa situación. El retraso o, la falla de desarrollo in.
dCJ;na hasta muy tarde, pues su incorporación e integración (relativa) cn dustrial no impidió, sin embargo, el desencadenamiento de otros pro,:e-
el sistema nacional sólo empezó a producirse con todos sus efectos en las sos de modernización social, especialmente aquellos que surgían de la
I últimas dos décadas, al, alcanzar las, economías de sus respectivos países difusión de innovaciones científicas y tecnológicas no directamente de.
la. etapa de mayor madurez. Por lo demás, las discontinuidades en el pendientes del grado de indiJstrialización. l'al es el caso de.:la n~ducdt"n
proces~' y las ocasionales fases de acelerada movilización no dejaron de drástica de las tasas de mortalidad, que junto con el mal)tenin:iento (o 1,
provocai' ~onnictos y tensiones muy agudos, que en algunos casos pusie- el aumento) de las tas;IS "tradicionalcs" de natalidad condujeron a la
; explosión demográfica. O el de la difusión de medios ele colllllllicación
1, ¡ron en crisis el sistema.4o
, , ~l'proceso en los países en curso de desarrollo difiere del que se ha de masas que implicó la introducción de poderosos instrumento" de mo-
vilización subjetiva. La p~rsisteIlcia de una estructura agraria IllUY des-
des(]ripto',anteriormente en tres aspectos principales: a) la situación inter-
favorable en la mayoría de los países menos desarrollados, el enorme
'na 'y externa que se halla en el origen de la urbanización; b) la secuencia
, , i , con que se han dado diferentes subprocesos, c) la intensidad y la veloci- incremento de la presión demográfica y la aceleración dé los procews
I de movilización subjetiva constituyen factores impoúalltes para, explicar t;R~.'
'} )
~~ dad de éstos.
, I en parte la migración rural-urbana, sin que al mismo tiempo exi ;tiera un
Nos referiremos sucintamente a estos tres aspectos, puesto que otros
aumento de la demanda de empleo urbano, en un nivel equiva,lcnte. Por
,detall~s se agregarán al examinar el caso latinoamericano. )
, , otra parte, aunque en medida muy inferior a la fuerza dc trahajo dispo-
':~)
I I a) Cqn la excepción de aquellos paíscs nuevos cn los que no existía
i.l1, nible, hubo cierta trans[onllaeión de la estrnctura tradicional, que re-
'ura estructura urbana preindustrial, el proceso de urbanización "moder- quirió algún aumcnto de la ocupación urbana. Nos referimos sobre todo, I t.i"
1:
no" ocurrió usualmente a partir de la estructura urbana preexistente, es a los "efectos modernizadores" de la economía primaria de ex¡:ortación
"1.
decir, de naturaleza preindustrial. En los países hoy en desarrollo tal aludidos en otro capítulo. Por ejemplo, la organización del E;tado, el
~ i "
J estructura estaba en gran parte moldeada por la situación de dependen- establecimiento de servicios sociales de toda naturaleza, la acti, idad co-
'1
cia económica y política del país en cuestión respecto ele la metrópolis o mercial y financiera, el crecimiento del mercado interno y los comicn7.0s .
, . 1
; , & los países industrializados. Tanto las necesidades político-administra-
, tivas durante la época c.o~onial (cuando la hubo), como las necesidades
,de la industrialización (aún limitada a la producci<'m de I>i(,l;(,~de con.
SUIllOno duraderos o pina los sectores de escasos recnrsos, suscitaron sin
~
..•)
económicas derivadas de l,a exportación de materias primas y la importa- duda una nueva delllaJ~da de trahajo Cll las ciudades. Es illl)llll',aIlIC :HI.
'ción de productos manufacturados (lo que constituye la forma más ('0-' vertir aquí, que la expansión de la bur~cracia pública y privada y de ~os ~
~

e
mún de incorporación del país al mercado mundial y a la economía servicios fue mucho mayor que en etapas correspondientes del d :'sarro,lo
l' moderna); afectaron profundamente la estructura drbana. D:o:este modo, en los países de antigua transieiún. Una iUI)}()rtante causa de es:c hec:lO
ya en el punto de partida hay una eliferencia con los países en los males fue <Iue el "1I\odelo" del Estado y tle la socied:1l1, y el tipo y ni,d
de necesidades que intentaban satis[;¡cn Lis nuevas illstitllciolll~S en Jos ()
1 , 4'0Ya se mencionó en los capltulos segundo y tercero cómo los IlIovimicnt05 y países en desarrollo; no eran los que durante el siglo ¡¡:¡sade hahí:¡11
I reghnenes totalitarios de derecha pueden
zaciÓn forzada de los sectores populares
interpretarse como formas de desmovili-
en rase de rápida movilización primaria. car:lcterizado a los países ele industrialización temprana, sino que cstah~n
I1
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173
-.,
] 1:- GINO (:ERMANI
S()CIOLOGiA DE LA MODERNIZACIÓN , I

~l
tad de las lasas nombradas, los paises europeos necesitaron envi¡u m;is de
Icpn'S('1I1'aclos, por lo cOlIl.r;lrío, por ('sa:; mismas sociedades, pero el1 SIl .I J" ¡ l.
sesenta mIl olles de personas a u lramar. En una proporclOll muy consI-
esl.rucllll'a aet.ual (es decir, ya ;1\'"nZ;l(.la), Las funciones del ESl.jldo Iwn
derable, eJ pt.esel~te "éxodo" rural hacia 'las ciudades, es el sustituto,
i('ndido a ir en continuo aumento, cualquiera que fuera el Lipo de
en IÓs países en desarrollo, de la gran migración curopea, <¡lel siglo pasa-
sisle¡na ccollómico domin"ntc. y lo mismo ocurrió con los servicios. No
do, A esto debe agregarse, como otro factor 'de aceleración,' la introduc-
!.'la posihle', 1'01' cierto, ignorar I"s exigcncias de org;lnizaóón y de ser-
ción de los medios de comunicación de m~sas y las faeil idad,es de
\'il i'lS en \In ni\'l'1 m;b tlIor!crnJ, una n:z que é~las habían aparecido y
tr:lmporte moderno, que han elirnin~do o reducido dr;\stican{ente el
'lit:' J:¡ cnlKiclHi" de Sil necesidad se habí:l difundido, Por (itrto, ('SI;1 p').
a i~1a11IÍ<:1I1o psicolúg-ic o y lila terial de grandes sectores de la pohlacilll1,
',t1"h!:ld de e:,-p;II1.,i""1 di' Ins \('I'\icios y (11:1:1Illg;l"i7.ació" púhli(a y"ri-
y facilitado por I.Ollsiguie\lte su moviJizaciéJl1 material hac!a el único
\'a(~;l <:SIII\,(I lilllil;J(la por I(ls ITC\lISOS disponilJics <.'n ,-"da p"is. 1'el () en
loro de atracción disponible en las condiciones actuales! las ciudades.
1I111chos de ellos 1" "c.xpansi<'m (:co"ólllic;I" sobre b base de la economía "

1.11 j);' ,ri,1 de expollaciúlI 'H provcyú lIIedios relati"allll~"te ahullllan- La urbanizaeilm sin industrialización o con industriaJización retra-
le, FII lII\1chos casoS, además, se re;l\izt'> a eXlH:nsas de las inversiones sada es, entonces, el resultado del complejo de condiciones externas ,e
di,,', t;ll11l'ntc jJrouU<li\'as. Por todos CSIOS motivos, aunqlle en IlIc(lida internas que caracterizan la transición en los países que la han iniciado
11111)' dc~igllal, ell la mayoría tie los países de transición m;\5 reciente la en épocas más recientes. Cuáles serán Jas consecuencias de este hecho
nt I lH I \11 a dc l:t ocupación urhana )' su yolumen resu!t,lJ"f)1l in£Iuidos por sobre los dem3s proceso~ y en particular sobre el desarrollo económico
,fondiciolles no dircrtalll"Jlte "iJlcubdas c(,n el desarrollo, econúmico y la es un probJema m"y compJejo que no puede resoJverse calificándolo
illtillstrializaci!'>1l propiamente dicha. Claro est;\, cierta proporción de la simpJemente de "sobre.urbanizaCión" o de urbanización anormal. Por
jl,,!,j;\l, i,',n (11 '::dad de trabajar que reside en las ciudades de estos países, .0 pronto debe reconocerse como real el hecho comúnmente observado
11') ',1' ), ti];, ;tir',o) bida por servidos dc tipo "modcrno" y dehe considerarse de que en estos países, una parte -a veces consitlerable- de la pobla-
111;:!gin;,) \) I '.'la! j\ ¡;IlICIIlC Jllarginal a las formas 1lI0dern;¡s de elonolllÍa. cit'>n urbana es marginal desde el punto de vista de su actividad e~on<Í-
F~l" es \:\ 'í!,,) de "p:;eut!o-tcrciario" que infla en gran medilla las est;¡. mica, así C0l110 en relación c.on las formas de consumo y otros aspectos
dí~iil"s 'H"llpariona1cs de los países subdesarrolbt!ns. Pero, al mismo de la cultura modelna. Como ya se dijo, se ~ucle destacar el hecho de
ti(';nJlll. h;,)' 1111sector ler('hlio reaJ que es, sin duda, m;ís ;l1llplio q\le el <¡'le Ja estructura ocup;¡cional producida por Ja expansión urbana yno
(PIe' (,OlT('spo1llleria a grados eqlli\'alcntes de lksarrollo económico, según acolllpaíiada por cambios estructurales en Ja econornfa produce una dis-
la \');pniCll(j;¡ cid pasado. Y estrr mayor ;¡mplitJHl se explica sobre Ja tribución de Ja población activa que, aunque nominaln;'ente parece acer-
ba~l.' ele los citados "cfeclos..lnoderniza'r1orcs" )' del tipo (le modelo de cai-se a la de los países desarrollados, presenta diferencias sustanciaJes.
'Jlg:lflllación y de neccsi(bdcs que ejerce mayt1r influencia en la act.ua- Lo que' se destaca es que en estos casos el sector de servicio uo corres.
lid;;d. Por último, la int.roducción de medi,]> I!lodernos <le transporte, ponde a ocupaciones modernas sino a formas u:adicionales, ~or ejel~lplo~
<:11gr;1I1 parte oricnta(los haci;) Jas nccesidades dela econolllfa primaria servicios domésticos (que en cambio tienden a desapalecer en los prríses
'!e (';'qJOrlaciún, 101llrihuyú po<lcros;illlcnle a romper el aislamiento tle de economía más madura) y otras actividades no modernas y de baja
IlIU( has /.Ollas del terrilorio nacional, favoreciendo el contacto con los o nula productividad. En estc sentido tales ocupaciones SOlll.lan s(,lo una
,'I'1111<1S urhallos )' 1:1 migración hada ellos. partínt!anncnte h;l{"Ía forllla de desoCllpaóón disfrazada, trasladada del campo a la eiudad.42
;¡<¡II¡"llos <.'1l,cXP;JIISiÚIl a C;lI1Sa de su [ullciún econúlIIiGI y polltica en Es lo que hemos denominado m;ís arriba "pseudo-terciario": Jas per1so-
es" 1I po d~ ('conom'ía. \las en esta situación no solamente no ejercen actividades propias de U11
1) 1..1 \'d(lridad y d volumell de algullos de los procesos causales del seclo\' terciario moderno, sino <¡"e sus consumos y formas de vida (aun-
Cil', ¡llIíelll!) IIrhallo IU('I"on 111llCho mayores ell los países hoy ('n desarro- que \lO necesariamente sus a~piraciones) si¡;uen en gran parle siendo
Ih q"e ('11 los países de illlhlstrializaciúlI temprana. Por ejempJo. el ere- marginaJes con reSI)eclO ;¡ la sociedad moderna. Razonamientos , análogos
e

,¡¡¡:¡,'UI" ,It- 1.11",hb('il'lIl i;¡m;'¡s akallJ.\l ell 1111país europ('o bs t;¡sas del podrfan aplicarse :l cierta proporción de Ja pobJación que figura en las
!1 ,', \,,'\ ,¡,'n:,' ,\\1tl.,l (1'1" t'.lral\eri ...ll1. 11(1\"en día. ;¡ ciert;¡' Te~iolle" estadfsticas ocupacionales como trabajando en' el sector secundario. No
\1 ... : ~ \ ~". ~: •••. -~:,~': •.'.:.'~"."~" ,; ..:.••..
' .l. lJ. f!".;-
-~.;;.:::'J.~I"'\r'~'~~.::'\~':;:' :'
4:: Peter T. llatler v nasi1 S. Y~rn('v, 'rlrr I\r.onomics o( Vlldcrrirllc/o/)(r/
(.",mtrie,~ (Chicago. Chic~R(l 1.Jnivcrsil)' l"rl's<. 1%7). capitulo 111.

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171 GINO GERMANI SOCIOl.Oc;í:\ DE LA 1\I011EItNI:t_ACIÚN
175

sólo éste inCluye actividad'es artesanales o de tipo preindustrial,43 SlllO' su gran concentración de l;¡ rique:ta, su nl1tllr;1 moderna y Sil ("~panslOn
incluso otras actividade~de,muy bajo rendimiento que también consti- econtJlIlica despropoJ'cion;llla, ha sido, de ;Icuerdo COIl estas o¡,¡nion'us,
tuyen desocupación disfrazada y originan, en todo caso, un sector social un factor negativo ¡¡;Ira el des;IlT,dlo de otras regiones y de 1;' na~'i()n
)' psicológicamente distinto del moderno proletariado industria!' A estos considerada C0ll10 UIl lodo. Los recursos materiales y humanos han sido
"marginales" o "semimarginales" cabe agregar por fin los desocupados, concentrados desproporcionadamente en esas ;íreas, en detriluelltO de
l' q4e' e~ algunas ciudades representan una proporción collsiderable. L<l
I otras regiones del mismo país. Induso al iniciarse el proceso d~ indus-
pr'esencia del "pseudo-terci-ario" y de las demás categorlas marginales no trialización, esa precxistente estructura urbana tiende deterllliúar la é'
debe hacer olvidar la expansión del terciario a que ya hicimos referencia, 10Gilización de las nuevas actividades, agregando lIuevos factores de dese-
que aunque va más alLí del nivel "histórico" esperado en un g-rado quilibrio y una dislrihucic'lI1 esparial de la industria a mcnudo lIluy d, s-
dado del desarrollo econúlllico no deja, de constituir un sector de 1<1 favorahle p;¡ra su ulterior deseuvolvimienLO.4['
poblacióri que, desde el punto de vista social y psicológic~, se halla
Aunque muy poros sc atreverían a negar la existencia de estas con-
incorpo~ado a las formas modernas de vida urbana. Por ello cs necesario
secuencias nega ti vas, ot ros a u tores destaca n (l' IC la conccntración urb;lll a
distinguil- entre el "pseudo-tcrciario" (y si se quiere, el "pseudo-secunda-
puede también tencr dedOS Ll\'ol"ahles. Por cjemplo la noción misllla de
rio") y el te~-ciario social y psicológicamente real, aungue expandido cn
"sobre-urbaniz;¡ci(ín" ha sido cueslionada; la concentración de rccursos
proporciones mayores que el nivel de desarrollo económico, según ,cri-
terios' es:trictamente "j¡istól-icos". escaso's cn linos cuantos ccntros uriJanos puede ser nds dicienlt <¡ue si
estuvieran diseminados en un gr;1Il territorio; la funcit'lIl positiva dc la
I :~En' (¡ué medida el "exceso~' de población urbana se convierte cn
ciudad como un centro din;íll1ico p;li-a la educaciún )' la iIlIlOl'aC:<ÍnlÚ:-
un factor negativo para el desarrollo económico? Según algunos la sobre-
nica y social bicn puede conl pens;] l' los costos --eco n ('1I 11:{OS y sori;iles-
urbanización "ac;túa directamente sobre el desarrollo económico, dismi-
de la "sohre-urhaniza(HlIl". y <'~slapucde ser 1111 fano!' de des;lrwllo eco- ,
núyendo l,a propensión al ahorro, desalentando la producci(')fJ <Ig-rop¡:ula-
IIÚlllico c indllstriali¡aci('JIl en las regiones suiJdesarl'llllalbts. 1-:ntildo GIS", -i.
ria y 'desviando lo~ recursos escasos de las inversioncs de alta producli-
la funcic"1l de la ci udad cn las socicdades actualnlenle en desan (1110 es
vidadl1~cia aquéllas de bajo rendimiento".H También se seiíala que 1;'1

/' !
,i
excesiva c~ncentración urbana, particularmente laconcenlración en ciu-
I.i~des "primates" es un factor desfavorable para el desarrollo equilibrado
en el nivel geográfico y, por lo tanto, un obstáculo para la integración
diferen le de la [unción histúrica e¡Ile des(:11lpeii<Í en los primeros paí-
ses ind ustrializados. Finalmente, la deseabilidacl de un' desarrolle- y una
modernización integrados ha sido puesta en discusión. Tal vez las con- I I l.,
~l ~

¡Jiciones en las cuales ocurren ambos procesos hacen imposiblc ,I,!canzar


nacional. El fenómeno de la primacía de ciertas ciudades se halla vi ncu-
I dicha integración. O qlliZ<Í las discontinuidades gcogT,íficls interna,;
lado, en los países periféricos, con una estructura económica dependiente ~
puedan rcplTsent;¡r un fanal' quc acelere el proccso en su conjullto" po;
I elel comercio internacional. Tales ciudades suelen funcionar como punto
,, ~'de contacto ¡entre el tra~lsporte terrestre (desde el interior) y el marítimo
4[, Cuunar l\f}'rdal, FWl/olllic Thcm)' al/ti UIIt1t'1'c/e-¡'''¡''I,ell lI",~io71S (J..ond:e.s,
"
~
1
, , (hacia el exterior) de la p~oducción primaria. Su ubicación y crecimielltu Duckworlh & Co_, 1!JC,7), cap. III; Ilcl'l H. Hosclitz, "Ccn<:ralivc all,l J'arasllu: .!'C~
><;

responde a las nccesidade~ del comercio internacional (del desarrollo "h;l- Cilies", cn Eeo'wlIlic 1Jwe/()/'lIlel/t mul ClIlI.lIral Cl"w¡o;e, 3 (l!J:jr,), p,ígs. 287-~9-1;
¿ia afuera") y no.tiel desarrollo equilibrado o integrado en el nivel na- Wilhur R. Tholllson, "Urhall I,conolllic Growlh ;,nd llc\'cl0l'u/cnt in a tialionai
~J
1:
cional. El sistema de transporte sirve a los mismos propósilos y tiende a
. multiplicar los efectos deformantes,del "síndrome de la cconomía prima-
S}'stclll .of Citics", en }'h. M. Hauser
UrbtmizatiOf¡
¡¡nd Technulogiral
Moure
}' Lco F. Sdlllorc

l'rohJcms of Rapid Urhal~izalion",


(comps.), /¡ulllstrializalioll <lIlel S()ciety
(O}/Ul'S.), -rhe S.',uly uf
(Nuc\'.l Yurk: J. Wilc)', 1965); I'h.' M. H;lIIs<:r, ":J'hc Sodal E"ouornic
cu lICrl F. lIusclill }' ',\'ilI~e~.t
(LJNESCO, ]\foutOIl, l!lli~); J'llIllj>
.~¡.(
ria de exportación". La ciudad primate, y su hinterland inmediato, con
l\f. lIauscr (romp.). l!rb'lIIiUltiu" in Lati" AlIlerica (I'arís. 11:'\ ESU), 1%1); I'hilip 1\1.
\'. Hauser (comp_), l!rba"i¡ation in Asia clIIci the Far East (Calruta, UI'\ESCO 19">7):,
4a Actividadcs artcsanales y otras actividadcs dcl sccton sccundario basadas sohrc Intcrnalional African Ins¡ilut('s (Londrcs), Social 1'"I>!ieccliols o/ 1"c1rcsl•.ia'i,ali01I
tccnolo~ías quc absorbcn m;ls irabajo quc capilal, pucdcn' rcsultar Íltilcs o incluso ""el U,'bar¡izatiOIl in Af"ica, SOllth o/ tl/(~ SalUll'a (Paris, U N I'~~CO, l !JC,li); Orici.na I
(i nccesarias cn dclcnninadaS condicioncs o cn cicrtas clapas del dcsarrollo. dc Asunlos Sociales de las Naciollcs Unidas, Re/)()I'l 01 lhe Jl'orl,l Sorjal S'!llallV71
(N.Y., U.N., 1957), caps. VIII, IX Y X. Véansc tan/hit'll las bibliografías CII R. M.
, H Estas cousidcracioncs dc J. Fricdmann y Th. Larkington, cxprcsadas a pro- Mors<:, "Latill Amcrican Cities: Aspl'cls "f FllIlClion al\(1 Structlln:", ell ¡;O/llj¡a.,
!)ósito dc Chilc, constitu)'cn ulla opinión difundida aplicahlc a olras silllarioll(,; mlit,,, SII/(/it:s i" S(}ciety amI /lislory (IV, J!J(j~). p:íg-s, 47:1.4~J:\, l' "lten:lIt ttc:se:orr.h
an,lIogas. Véasc "Jlyperurbanizalion alld Natiollal Dcvel0l'mcnt ill Chilc" cn lh/)(III on L~tin Amcrican lJrballiz;¡tion: A Sdl'I'livc SlIrvey with Ctllnmenl:IrY", cn /.alll1
r Affail'S Qllar/erly, JI (1967), junio. Amenca" lleuare/¡ 1{e¡)iew (J, 1%5), págs. 35-74.

I
r
1I

1 'j ti GINO •• f.RMANI I


1I
I

, I
Jo lIlcnos Cll cicrtas etapas de transiciún.40 Dc tudas modos, como Jo se- 1 ,1
iíalú lloselitz, la función "generativa" o, por lo contrario, la disfunción
, I
"parasitaria" <le las ~.iudades, en particular de las ciudades "primates", .
depcm/e de una serie lllll}' COInpleja de factores económicos y no econó- "
milOS quc pucden iuter\'cnir en cada caso. Infortunadamcnte, debcmos
concluir con las mismas palabras dc Hosc1itz, escritas hace quince afias,
Cli el sentido de que la dclcllninaLÍ,jn de estos helores y de sus inter-
Car(¡ ulo VI
I elaciones siguc siendo uua de las l:Ibores principales CTl c1 estudio de la
(ollcxiún ('nlrc la urbanización y los demás proccsos que intervienen en
la transicit'm.H AunCjue en este libro no 1105 proponemos examinar las Notas sobre el problema de la explosión dcm,ogdfica
repercusi~ncs er:onómicas. de Ja urbanización acelerada, en un capítulo
y el desarrollo económico
pusterior se har;Ín algunas refcrencias a las consccuencias, a menudo
«>ntradictOl ias, que pueden a(ljur!icarse ;¡ cse proceso en otros aspectos
de la sociedad y del camuio .social. J . La fran.sir.ión demog"áfi("Q en América laflna

Los pa(~('s de América lalin~ se hallan actu21men~e en diferentes


elapas de la "transiciúlI demográfica". Este proceso se caracteriza por
tres et:lp:ls. Un" primera etapa en la que predomina el patrón demográ-
fico lradidona!: lasas altas de nataliebd acompañarlas por tasas igu;¡}-
rnente altas de lrlort,didad (I.lsualmcnlc por fucrtes oscibciones produ-
c:id3~ por epidemias, períodos de intensa esc;)sez de 'alimentos. ctc.). En.
eS'.a et;;pa la población se mantiene estacionaria o aumerila en forma
muy lenta. En la segunda ctapa -ele transición en sentido estrÍ(lo,- se
observa un descrmo de la mortalidad, mientras que la natalidad se man-
tiene '?n los nivdes anteriores o incluso tiende a aumentar (pm.'.diversos
factores). En esta fase f'I equilibrio entre bs lasas vitales de5aparece y la
pobbciún ;wmenta dpidamente a causa de la diferencia entre la'.nata-
Iid"d y la mort21idad. Ll duración del "retraso en el comienzo dr1 des-
censo el,.,b fertilidad" ,'ada S(:gll!1Jos países y las ci,cunst:¡ncias his'tóri-
C:IS. En Europa nunra f:w menor de treinLl a¡¡os y en varios C¡¡SOS ma-
Y°1";1 Los factores inmr:dlOlns en el (Tf.'cilllienlo explosivo de la población
, cst:in precisamellte en: 1) la relativa rapidez c~n la que disminuye la
t ta:;a d~ mort:lJid:HI; 2) la duración del "retraso" en el descenso de la
kllilidad. y ~) la rJpidez (on la cual ocurre la disminución de la fer-
tilidad una vez '1"(: d proceso ha cmpczado. Cuanto nLIs veloz la dis-
Ini"llcit'1I1 de la mortalidad, t.anto m;Ís lTlrasado el comieilZo de la dis-
llliIlIJ(;("n de la natalidad y, cU:lIlto m;Ís lento este proceso, t~1I1tomayor
,H; R, M. MOl~e. "1' (jI .. /\Ihert n. Hir~r.hlTlan. The S(rlltegy nr Er:anomjc
el (}ccimientn durante la fase de transici(JI1. A eslos tres factores hay
(;rmdl, (:'o1,.1V Ha\'clI, Yale [)lIivcrsily l'rcss. 19"JA); ncnjamin Higgill5. "An Eco-
lI"misl" \,i('",", <:11 Jo," Medina F.ch;t,"ania y Eghcrt De Vrics (comps.), Saci(!"l filie "f'.regar otrn: el nivr! inidal eH las tasas de mortalidad y fertilidad .
.'-'/""'" "f l.:' (mollli( II('w/olnll",,1 ;" I.Ilti" A mericrl (I'aris. lJNf..~.CO, 19(,3).
11I1 ~, !';trle 11; :-i. \' .
.)ovall;. "Thc ¡\nal}sis of O,clurballizatioll", dt . 01',
•¡ 1\. ] 1. Jlo,dil?, n/J. nI, 1 J f.n\'c}' ] .('thf~r"'~!f'i!l.'~''-0t1(t1:lic Rnrhll'nrrinf'SJ nnrl Er.onOl1li,. (;'-(,lflih (N\lt~'/a
y,,¡I., ¡"hll \','il.'y .<" SO".,. l!J"7). p,"g. ~t!.7.
,
178 GINO GERMANI
SOCIOLOGíA DE LA MOllERNIZl\C1ÚN l7a

1, ,

I
Es probable que el proceso demográfico
camente el mismo modelo de transición

del los países de la región -como


Rico- han alcanzauo
Argentina,
en América latina siga bási-
demográfica
occiden,tales en el pas;¡do. En este sentido se puede recordar
Uruguay,
que en los países

la última fase del proceso, y que en otros, comu


ti lit algunos
Cuba y Puerto
meC:lI1isrnos sociocultllrales
so de la natalidad
<:/1 EtII Opa, JlO parecen
dad "tradiciollal"
que acomp;¡ ¡Jaron y 1¡(.It:]In in;lron
tal corno se dio ell el pmccso "CspOIII.;ínco" ocurrido,
diferir ('JI Amcrica lal iJla. j,,1 ¡,asll desde la fertili.
a b "fertilidad"
de la adopción de pallta~; de compOn;lIltiel1lo
mo((¡.rna es nada rn;ís ljilC UII ,Ispecto
deliberado,
el desccn.

so!lre l:t base dc ~


.,
Chile, parecc haberse producido el comienzo de la disminución de la
decisionc~ individllalf'S (ploceso de "indi\'idll;lci(;i¡" y "':Icionalilaciún"),
1')

e
natalidad. En la Argentina la natalidad comcnzó a disminuir a partir
aplicado ;1 \lila l'sf<:l:¡ qlle en la socif,(Ltd íra.li('joJl:d .;~tdc sO' ,'cgulada
de la décaela 1870-IRHO, desde Hna tasa bruta (estimada) ele 1ü,7 por mil ~
P('I f:\llor('s iml'l'¡ sOIl;dcs 01'''1' P:IIII;IS de cOi/dilet;, ,sol'ialllll'lll<, pn"IT:I'-
!lasta algo menos del :¿,¡ por mil en la actualidad. Eu el Uruguay d pro-
tas (<:11OII':IS p,,!:Ihl :IS, IJlW toda socie'.!:,d n'!~lll:< su !lin'! dCIl IWI':íriu)
ceso fue: semejante:. En Chile el cOllli<:uzo lit: la úeclinación habia ya <:111. ')
de ;dgtilla 11I::IICLI. pelO en la MH ied,l<! nilldcr/l;¡ eSI;¡ n'gu1:l(i,',n descmsa
pezado d'maptc la décaua del 30.3 Algunos elemógrafos, sin embargo, han (,Oll nlayor ftCIlII'II(ia .;;(JI)rc decisiones illdí\'jdll:l1cs), La ;¡liOll('j()lI de
e?,pres;1l10 serias dudas sobre estas ;¡nalogías. Se hace notar que, en espe:-
;¡ctillldes y CUJIlj,ort:lI11icnlo de tipo dclilwralil'o dqwlll!e a su \'ez d(~ UII
. .;:~ dal 'n¡;¡ndo se compar;¡n tasas estanuarizadas por edad en lug;¡r de tasas
conjunto de Canl;)!OS, ('n sentido l1I(l(krno. Cnmo ¡Jiu! ~.(~~;'¡l(',b p;¡uta
~
brutas, el nivel de fertilidad h;¡ ido en aumeIHu en lugar de disminuir
del control de ].1, lOllc("jlci,'m SUr¡~é ill!,:i,dmelltl": t:Jltl'l' los ~(I'llP()s más
en' la ma)'qría de los países, excepto los tres 'mencionados m;ís arriba, que
"modernizados" de l:J sociedad, el1 !:ts d;),,', llledi:¡, Jllli:,nas, \' se difuwle
~e hallan cn pleno cn la tercera fase de la transicil)n demogdfica. ror
lue~o a otros ;,(:('[orcs de h jlobl:tcil'lI1 :1 Jlwdida qu<: ill;;r~s:11l :d "í¡"lo de
ejemplo, incluso Chilc experimcntó un ligero crecimiento en la nataliuad
vida "moderno-urhano". En <:sle sentido, se OiJsCI'Viln ell AJlIl':rica l:.ttin:l
después de 1955.'Según un autor, el caso dc Argentina, Uruguay y Cuba las rnisll1:.ts tasas dif,:rcuéia!cs de n:Jlalidad ¡;osi, ivalllcllle cOl'n:lahOIlaclas
1

no puede comp:trarse con el de los demás paíscs de la región: en cllm la


con el grado de participación lIIoderna ¡Irhall:!. .'.'.í. i!lelmo JI):; países
declin:¡c!óll se debería al hecho de la gr;¡n inmigración extranjera, que !Jllcen el promedio r,a(io.I;11 lllilcstran las;¡s de lIaudidad IJI!!y ;dt:rs,
puede }¡;¡bFr introducido prácticas de control de la natalidad. En las na- reve];¡n dircll:llóas significariv;ls entre fcnilid;ld IId'ana }' rural, o entre
tiones cuya población es autóctona o mezclada con los uesccndientes de la fertilidad de clase media y de clase jl\Jllldar. o clltre sertorr~s de la
lo's pril11e:ros colonizadores, seglÍn el autor citado no se rq~j;'tran tenden- I I I .~~

,¡ pobl;¡ci!'Jn lJuc !l.ll} alc;'Jlz;¡do difen:nle:, ni\'l'lr:s de edllcal'Í!'Jn. Tales ~on


cias a la disminución a, pesar de haherse pro¡[ucido en Ifluchas de ellas las Lonclusjnnes lJuc se extraen del an;í1í,i, de Jos dato;, dCIJ](Igr;íricos cen-
, l' avarices pronunciados en cuanto a desan-üllo económico, Por ejemplo, en sales}' tambit"n dc los ol.tenidos en CllClleSias espcc¡;dl.'~¡. Ell todos los
!v!éxico, si bien la población ocupa¡[a en acti\'idades secúndarias y tercia- países de la regi!'Jll las tasas de fenilidad lIIiJalla SOll m;'IS h:ljas que las rl!-
rias ha aumentado del [24 al 41 por ciento dcsde 1920 a 19f¡0, la tasa (es- ¡-¡dcs, las de las IlIlljcrcs de m;¡yor CdUGll jl'm y/u de m:ís :':1.0 nivl'l (;conó-
tandarizada) de natalidad ha subido dcl'!l al .19 por mil. En Venezuela, mico sucial lIICllOf('S II'W las de las menos ecilJ(,;"l.ls o dt (:/;¡Sl: popular.
con cambios iIJcluso más 'aceJltuado~ en la composición de la población Por ej':fl1e111, Carktoll h;di,', que J:¡ ícrliljdalÍ 1111;;¡na ú~n lonJ(1 de los
'económicamente acriva, la tasa de natalidad ha pasado de '15 a 48 por ~
,~
:lijos, !íO) represenl;",a el (i I por ci('nlo d" };¡ ¡'lIlal <:11Brasil, el p,r, p,nr
mil. Sobre la base de cstas consideraciones, este autor concluye que la "rc. cielito cn ,\'Ib;ieo. el h!) por ciento en !'an;lIl1,í, lOdos países de ;dlas la.s;:s ,~

1I ducción de la fertilidad no es un suhproducto all[om:itico del ¡[es;nrollo dc natalidad a nivel nacionaL y ljue Jo ¡¡¡¡;,tIlO podía afirmane de otros
económico" .• Estas observaciones 'son probahlemente exactas en cuanto p:lÍscs de la r('gi<'lll,~ L¡ enCII('Sel ¡"ealjjad;; por d Cellfl o l.:,t in l'lmcri- ,
al aurncJlto de la natalidad en la mayor paI'le de América lat ina desplu:s callO d<: Iklllografja (:n \'arias ciudadl'~ capitaks \' en :dg'IIIl:tS ZlJll.lS rura- ~
de 1930. Pero no parecen ajustarse a otros hechos según los cuales los les confirma ¡;¡ ('xjs¡~'n(ia de rJiíerenLÍ¡I!c-s urb;lI'lo.t'Ilr::J<:s, segl'¡n cc!uc:¡- '
I
ciÓll, clase social yac¡itudes de I1lodcrnl'11Io o tradióon;t!isflllJ, Otro I
11 2 Kingsley Da\'is, "The I'lare of Latin America in Worll! Demográphic Hist-
1 factor imponanlc, t;lllll¡j(:n influido pUl cl l,;'rado de nllJdClllislll"), C~ la
ory," en T/u: Milbunk Memorial Fuml Quarterly. XLII (,19().1): 19-47; 2~ partc. i.

[ :l Carmen A. Miró, "La población de América latina en el siglo xx", Semi- edad al casarse.u Debe agTcg;¡rSC que la i ¡¡ f IlIcncia reli¡,:ills:t no cjl:rcc un
I
nario Centro Americano y de la Federadón Intcrnacional de I'lanificadón dI; la
! F¡lInilia (mimcógrafo). n Roben O, C¡¡r:<:!oll. "Fl'nilit)'
'l'rellds ~lId DiHerellrials in I.:dill A nII,:rÍ<::¡",
i O. A:ndrew Collycr, "Current Trend and Diffcrcntials in Fertility in Latin ~
, America as re"ealed by offici~1 data" (Milballk Fund, Round Table, 1967, m,:mus-
en TiteMill){t1lk !ofl'""".i¡¡f FU71c! Quarl<:rly, XLII! (1%5): 1!;-~5.
1I Carmen A, Miró y otro~, "J'rclim;,.ar)' Filldings of (;ol1lpúatil'L'
, .
I'ertlllty
,~
, I crito inédilO). Surveys in Thrl'c 1.alill AmeriGIll Citics", cn Millul7Ik Memorial FUrlIl (¿'iarl~rl)"

;.1
I i

!I
GINO GE.RMANl SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN I 181
, 180
I '
I i

impacto illlportante en la 1l;ltalidal1. En efecto, este [actor no es sufiócnte hecho del aumento de las tasas de natalidad de las últimas déca(L-1s ¡l ,
para contrarrestar las consecuencias de otros determinantes de las prác- pesar de la transferencia de población de formas rurales más t~adicio- y
til'as ;1I1ticonceplivas, como la educación, 1<1clase social y la vida urb;lI1a. nal~s a formas Ul~banas y más modernas? Hay varios factor'es 'que expli-
, "
rOl' ('jcTllplo, una comparación entre Illujeres que tienen (listillta inten- cantal aumento: En primer lugar, es posible que los primeros efectos
sidad de pr;',ctica religiosa muestra que serían las más observantes las del desarrollo económico y la modernización social ti elidan a in~remen-
r¡IIC ¡¡ClIpl 11I':n()S hijos. tal' y no a disminuir la fertilidad. Entre otras causas se Il1encionan el
aumento de ];¡ duración de la vida, que prolonga el período de fertilidad,
CII;I(1ro 1 y las mejoras cn las condiciones sanitarias, que pllcden tener el mismo
prolllcdill de hijos n;'cidlls vivos scgún nivel de fn:rucncj;l de la efecto. Adem;ís -por lo menos en algunos países europeos- los efectos
pr;'¡¡-tica rdit~iosa de la madre (mujeres católicas) 7 desorganizantes tic los cambios sociales que a~ompañan los comienzos de
Cjud"d de San J().\¿ de la trallSición pueden anular algunos de los frenos basados en normas
FrcnU:rJ{in de l!l 'comunión
l'flllomd nía ¡le Joncin' Costa ¡¡jea
o "j,li/(1< a {a j,f!,le.IÍa y valoles de la sociedad tradicional. Ppr otra parte, para que los efectos
--------_.~-- 2.11 l.R8 2,47
de los cambios estructurales repercutan en cambios espontáneos de acti-
Una 'VC7. por c¡cnlaua o nl:Ís 2,37
2.R9 2,12
l!na o !los veces por mes ,. 2.80 tudes es necesario cierto lapso, que puede variar según el tipo de cultura
3,1" 2.15
ella menor frecuencia ,.,,'
2.,,0 3.52 y '\'alorcs dominantes. Esto parece ser precisamente lo ,que ocurre en
Nunca , , . 3.1"
aquellos p;Jíses de América latina que han vist0 aumentar su natalidad
'N;ltllralmente, la sorprelll1elile corrc1;Jci<Ín negativa entre pr;'lctira a pesar del avance de la urbanización y del desarrollo económico. Al
religim:l y número pr01lledi.o de hijos no indica que b religión fll"edis- respecto, Carleton ha estimado que, dad~ la diferencia entre la fertili.
t'Ol1r
() es favorable al conlrol de la n;¡taiic1ad, sino que h:IY otr;¡S varia-
dad urbana y la rural que existe en la actualidad en la región, y d
¡)\es inler\'inicntes, qne cn este raso son la clase social y la e(lueación. nivel de urbanización a1canzallo hasta la fec,ha, los diferenciales urbano ..
Co11\O la pr;íetica religiosa es m;ís frecuente entre las clase medias y de
mejor educación. y son precis;¡mente las mujeres de estas categorías las
rurales no pueden ejercer todavía una influencia apreciable en las tasas ,
generales de natalidad,8 Por otra parte, como ya se indicó, la mera COII-
que con 'Jn:Jyor frecuencia planifiGlI1la familia, la roincidenci:t de las dos
centracil'm urbana no implica de por sí la adguisicihn de ¡¡ctitudes y
series de factores hace aparecer a las mujeres m¡ís religiosas como las de
valores modernos, La existencia de vastos sectores de lllarginalidad
menor ferundidad. Como lo muestran estos estudios, en cal.l:t nivel eco-
urban;¡ en las esferas ecoIHímicl. y sociocultural implica que parte ,de
l1('II11ico: sodal o educarional, las mujeres más religiosas tienden a tener
la población de las ciudades, de inmigración reciente o no muy antigua
m;ís hij(l~, COll todo, la rcligillll no es suficientr, como y;¡ se h<l illllicnc\o,
(y es la mayoría), conserva todavía muchos de los h:íbitos y pau,tas de
para COTltr;IIT('st:l1' los efectos de la mejor. educación y de un n¡{ts alto
condllcta de los medios tradicionales rurales. Todos estos motivos hacen
nivel cCllnolllicosoci;,l.
hastante lenta la difusión esponl:ínea de las actitlldes necesarias riara
Residencia urhana. educación y clase social son indicadores de un
que ocurra un descenso espontáneo de la natalidau, arlllque los faqores
complejo de rasgos que caracterizan la vitla "moderna", Sil nparici('II1.
, " inl!:nsificaci(')f\ y ~lifusi¡'¡n est;Ín vinculadas con una serie (le cambios
que plleden producirlo se hallan presentes. El caso de Argentina y
UrllRllay se explica entonces mejor por el hecho de (lile iniciaron el
(,,¡'1'I1l1ur;lils )' en p:tl'ticular con el desarrollo económico. con los con-
proceso de modernización casi medio sig-lo antes que los dem;ís Ibíses.
"'_:lI;"'ltt'" l,t~1\hi(lS en el si~tcm:l ocup;l('ion:t1, aumentQ del nivd d~
En Enropa. la Il';lIlsici('m dCllIogr;ífira aharcó IIHJc!Jas décad:ls y 110 hay .
•• :\ .:~ ~1.., ", :,.1. ~ ': (('~._'~~1~r::::;. '£1 (1.~ ;'.~:!,,!:'') "~~rJ)nt.~~r:c:",/' (JI': la
o., .~ ~~ :~-:'":"'-'- '--:. :;,
I ;m'JIl p<lra esperar que ell América latilla se desen\'lIcl\'a COII mayor
.., - " r;'pidcl., flor lo menos de mall('l'l! espO/lliÍ1lra yen <lusencia de una poIí-
. (I ('1I10gra. f'1(';1 (eI f'IlIlt. 1a.
IIc;1 I '
: '.': . :~~ el
PI'IO si el raso latinoamericano no se diferencia de los dem;Ís , en
(\I:\I1to a 1m factores J¡;ísicos ell juego, hay otros elementos <¡ue conlras-

• P f '. (',11 k!fllI. oJ.>. rir.

Lí..j ".
.......=aa
"?')

182
I
I GINO GERMANI SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACiÓN 183 t 1
1
'1

muy pronunciada
I

tan cO,n la experiencia europea y que tienden a acenLUar de manera


los efectos del proceso, particulannente durante la 2. Crecimiento deTllogrtÍfico, margi1Jalirlatl y llr[¡alti~(Jcióll
Cl
. '¡
fase de ~recimiento máxil~lO de la población. Se trata, en parte, de (life-
ren~ias 'en la secuencia entre desarrollo económico y transición demo- Algunos de los efectos más visibles y más dramáticos del d!:sf;¡,;aj,:
gráfica. entre explosión demográfica y desarrollo económico se observan en .la,
'1 ~
Señalemos cuatro aspectos principales: a) en primer lugar, las tasas persistencia y el crccimienLo (en términos ahsolulos) de la marginali-
1)
ini~i~les de n;nálidad enm bastante menores, En la Europa preindus- dad y en la aceleración de la urbanización. Por supuest~, estos dos fe-
trial, en general, oscilaban entre 30 y 35 por mil, frenle a las tasas de nómcnos no son solamente el resultado del creci1lJil'Ul(~ nalurai de J;¡
15 ó 50 por mil registradas en muchos países de América latilla; 11) población. Las causas que relrasan el desarrollo eCOlu')101ico representa u ~
en, segundo lugar, el JescellSo de la Jl1llrlalidaLl empezó más tardLll\lenH': el otro Ldo, el IJ];ís impoJtalllc, de lodo el proceso. l'el'll no seria sen- )
, ! (en' relación con el grado de desarrollo económico) que en América sato dejar de lado las cousccuencias de los hechos cleIllOgráficos.
'~
latina y la reducción fue menos rápida. La razón de esto es que No hay duda de que la marginalidad -rural y lIrbana- en sw;
las ciencias I médicas y la tecnología aplicada a medidas. sanitarias diferentes formas económicas, políticls, culturales y sociales ti¡:nde J, , )
han progresado en fonna acelerada desde la última parle del siglo disminuir en términos absolutos. EII parle se dehe esto a los a\'ance~;
pasado y aUIl más en tierilpos recientes. Una aplicación, aunque par- del desarrollo y la modernización, en parle a la dil'lIsión de formas
cial, !de medidas sanitarias resulta SUJll,Jlnentc efect.iva inclmo en ausell- (aunque parciales) de participación de distinto tipo, incluso, en );(1, ~
ci~ ,de desarrollo económico y de otros aspectos de modernización; zouas menos urbanas o rurales. Pero lo que hay que subrayar es que )
e) en terce~ lugar, los países de Europa hallaron una importante "vál- a causa de las altas tasas de crecimiento (li~mof::,rráfic(), el nÚ1IIcnl abso"
,I

l'
vula de seguridad" (como se la solía llamar) cn la migración a países
de ultramar, especialmente los Estados Unidos, Argentina, Canadá,
At'istralia~ Brasil y algUI\os otros, Dcsde mediados del siglo XIX hasta
lllto de los marginales, en sus difeTcntes formas, también ercrc. E!, decir,
que si bien la relación porcentual apunta a una dismiulIción de la mar,.
ginalidacl, la cantidad de personas lI1argiualcs aumellta. ES[f) pncdc
C~
tI primer cuarto del siglo actual más de sesentit millones de perso- verse en muchos asp~ctos, desde el arialíabetismo a las fonnas (k ,Jcsem.
nas dejaron el viejo contin~nte. No cahe duda <le que ello contribuyó pleo o de empleos marginales, al conSUIllO, ctcétera. ~
,en mcdida considerable a disminuir la presión demogr:ífica no sólo en ~

l'
países menos desarrollados y sobrepoblados, como Italia, sino también
en naciones que ya se hallaban industrializadas,

es muy, importante:
como Inglaterra; d)
en cuarto lugar hallamos por fin una diferencia que,' a nuestro juicio,
en Inglaterra y algunos otros países europeos, y
l\.farginalidad

Mareinalidad en término!l
en términos absolutos
Cuadro :2

Marginnli<!lul
cie
y en ténuinos

en lérmiu(I:'I
pt"rsr,nns
del lIúmt:"ro
rnof1!inalc.!l
relativo>

tol8l
t~
de IlOrct'ntajea .sob.ro ' , ~-. _
tambié~ en los Estados Unidos, la explosión demogrMica tendió a ocu-
rrir después que las etapas dedsivas del desarrollo económico habían
el tOlal de hu.LIt.ante&
---------------,--------- I En numellto 1

-_._---- -------_.- _. -_. -- .----


):1\ lllsndnu('lfln _

, ,
~
'. )
sido superadas, En América latina, en camhio, está alcanzando su ma- ¡,o
yor magnitud en momentos de industrialización incipiente. Un factor En aumenlO h
importante que contribuye a este retraso puede ser que la moderniza- Algunos paises subúesa.
I rollados, inclmn A. L ~~
ción de América laLina se inició en forma casi exclusiva bajo el tipo ~
de "cconomía primaria exportadora". Por eso, si bien hubo cierta ex- ------------._--------------------_._-----_._------
pansión económica (que en algunos países fue llIuy considerable), no c d
En disminución (Todos Jos p~¡SeS desa- ~ <4
llegó a constituir un mecanismo de crecimiento económico autQsoste-
(M;, yorí¡, de los (la íses ll'ollados )' C;OS CI:;OS en
nido, Así, mientras, por un lado la expansión eCOl)ómica hiLO posilJle I;ll il U 14"1
IllcTicanos) AIIl~ric~ )al illa) '-.J
cienps GlIT\bios que contribuyeron a iniciar la fase de transición demo-
gráfica, por el otro no fue suficiente para introducir aquellos cambios ~
estructurales necesarios para absorber el aumento demogTúfico resul- Una buena ilustración de lo ~lntedi(!lo la ofrc:ce I\U:xi(o, c!olldc, :)
l'
. I

'tanteo según un estudio n.:ciellte, el anaIfabel iSll10 en Lre 1~):;oy 19(jO Ita' pasJdo

,\¡
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..• ~'lf •

)
11

/'J
181 GINO GERMANI SOCIOLOGÍA DE LA MOllERNIZACIÓN 185 ,
I II
de un 66,6 por dento a un 37,8 por ciento, pero el nlÍmero de analfa- países de 1aregión, y estos rnigrantes ~e dirigen ha'da' las ciudades de
betos ha :'lumentado de llueve millones a diez millones y medio. Igual- los paises vec?nos relativamente más desarrollados. Pero la mayor pro-
mente los que no reciben educación han disminuido en porcentaje porción del oredmiento se debe a las migraciones internas.,
desde 48,7 por ciento (1930) a 36,6 por ciento (1960), pero el número ., .El fen6meno de las migraciones en gran escala desde zonas rurales
.Ie los excluidos pasó de 1.700.000 a 3.lIS.OOO, es decir que casi se ha a zonas urbanas, o desde zonas menos urbanas a más urbanas, suele ex~
duplicado. Del mismo modo, la integración en la sociedad. nacional por :>licarse sobre la base de la interacción de factores "qbjeti,:os", I algun~)5
el uso del j,Jioma ha crecido en porcentaje. pero el número de los ue los cuales son factores de "expulsión" del campo y otros 'de "atrac-
que 110 hablan espaiíol ha pasado de 1.100.000 a 2,000.060; la pro. ción" haei? h, dudades. El credmiento d~m()grMico interviene romo
porción dc los que 710 comen p;ln tic tri¡;o ha r1ccrcrit!o. pro!) la /actor dr: ur!':H1i,:ación 110 s(')lo de manera dircct,!, ,silla tallJ.biéll indi-
¡"'JntidatÍ ha au.mentnrln de 8.300.000 a lO.fiI8.000, Lo mismo ("1 /~llantu '1elltc en la medida en que contribuye
rut01 .. a acentuar los f:1ctorcs
<tI uso del calzado y otras fono as elementales del vi\'ir centralizado.o de "expul,ián".
';
El' cs<]ucma proporcionado en el Cuadro 2 da una idea de las di.
versas ~ituaciones que pueden presentnrse en esla yariable relación entre
crecimientos relativos y absolutos. La gran mayoría de los países de la 3.. Crecimient.o d.r.mográfico y deJarrollo 'económico. Neces~WJ.d y lími-
regiÓn se hallan en la situaciém señalada con la letra c en el esquema, tes de una política de pobla'cióil
es 'decir, disminución relatÍ\'a y aumento absoluto de marginalidad. So-
bmente alguhm p::dses - ..comoArgentill<l y lJrllguay.- se hall"l1 en la El dcsfasajc entre rlCS:UT0Iloeconómico, modernizacióil y erecimien-
, I
sitil;lC\Ón d. Y aun a~IIlI ciertos aspectos de la marginalidad no dismi- 1.:. dcmogr;ífico c:oloC1 a los pafses'en desarrollo en generat y a Amé-
nH)'en sino que han dejado de aument:Jr en l:érminos absolul(~s. ric:} latina en particular, frente a. una situación sin precedentcs en la
F.st;l ~il1lación se cl','i)e al hecho de que el proceso de incorporación hir.(oria. Parece claro, pues,' que en f'st;¡.Scondiciones el excesivo creci-
de la población" la sociccbd naciol/al y a 1;.1vida moderna est::i alenado rnicnto de la poblacílm puede transformarse en un bbs't:'tclJlo para el
por 1" relación entre tasas de cr,ecimiento dcmogr;i[ico y tasas de im:oT- des:J.JToJlo económico. Si, en efecto. el JlIr.c::tnisIIlO de 'reajuste espolltá-
poraci()n, Aunque éSt;lS sean más altas <¡ue ar¡llI~J1as (y no par3 todas n~'o de la t;~g;lde natalidad rcquiere un liempo muy largo, ello signifi-
las fonnas de marginalj{lad), la magnitud de las tasas de crecimiento de- cará '-Jue la inversión dr.brrá crecer en forma m;is que proporcional al
mog-r:í.fico es demasiado grande como p::11'aespe1':JT una rápid;l reduc, aUnJ':nto de la poblaci6n. El incremento de inversión necesario para
ción de la población no participante,'Para ello se necesitaría un es{ueno aumentar el PBN por persona deberá sMisfacer dos necesidades: a) en
social y medidas polítir:as lIe orden excrpciona1. primer !'¡gar, cn:cer en forma correspondiente al crecimiento de la po-
En cu¡¡nto a la relacir'lIl entre crecimiento dcmográ{i((l )' url,ani- blación (y (on esto sólo se mantendría el nivel actl/al de capitalización.
7.aóón acelerad:\ nos r{'\nitimos a lo exnu('slo en otros capllulo~;, Has- y, por lo tanto, el nivel actual de producto nacion:)l por persona); b) en
tará recordar '~.qllídos plllltoS centrales: 1) d neci1l1iC'1l1OdeHIl.'grMit"o segundo lug:Jl", la inversión no sólo debe satisfacer la demanda generada
acelerauo (')nll'ihuyc dircrtnmr.nlr' <11crecimiento d(' )a~ ci\l(hdcs. En por el crecimiento delllogr;\fi(o, sino que deberá aumcntar m:ís all:i de
Amé¡je<l L"llina. ((1Tl pocas exccpcilln(~s, :I\1I1'lUI: las ta~;lS d •.. n;,\aIídar! esta proporción para que se,1 posible un inr:remento del prorJurto na-
ur\):l11a :;~n nds ¡'ajas (¡lit: las rllr<lh'5, exisle 1111crecimiellto veget:Jlj"o ciona! por persona. Se considera que Jos países 1;,tinoamcriranos !lO

l.lIh:lllfJ ~ollsidetable, }'\1es en la lIlal'oTÍ:l. de los rasos 1:1 tr:l1lsici,'1I1 d(" r>sl:ín. en general. cn condiciones de soportar un esfu':?T"Zode este tipo
rno:.~r;íiica s:~llalla en SllS primeras fases y los diferellcia1cs IIrbano'l"l.II,I, aun cuando la relación capital-producto sea u¡¡stante favorahle. Esc¡¡pa
les 1l<JSOIlI11U)'clc\"ad0s: 2) pero las cillda{1es cn:cr:'1l('11\lila ploporriún a la n¡¡turakza de este capitulo considerar en forma detallatl;:t tales
mucho 111:1\'Or qlle la poblaci"ll1 gCllcraL y ello se dehe a las llligrariollC's cucstirmes, asI como el impacto económico producido por lns sucesivos
inl(',:nas, En el pasado, pafse.s como Argentina, Urllgllay v P:\l t('~ dt: cambios ',-n la e,~tr\lctllra de edades de la poblaci(;n, con el fu ene incre-
Hra~,ilse urhanizaron schre la hase de tnil:!;raciollcs intern:lcion;des, En b mento de la tasa de dependencia y sus diferentes posibles vari';icioncs,
;>ctu:llidacl hay corrientes migratorias de relativa illlJ'0Il:1I1<';:1cnlle los determinadas por el comportamiento dc I¡¡.stas~s de mortalidad, de na-
ta lidad, la demora y la velocid:ld en el descenso de ésta y lns dem:ís
"1 T":tb:n G~"!~í;t'l t:l'-.' !H'\a->. r.: :'~'''lnr.,yi'l (t! .'q,''(j'fl ,'",:'\:i(~. F~l. ,or"'I. factores demol!rMicns
l' intcrvinientes.
. " Sr')Jo sed nC'ce~al"io recordar la

~
,'-:';¡
~J
~1
! 286 GINO GERMANI
SOCIOLOGí ••• DE LA J\lODERNI1.ACIÚN 1
1~;7,
ti
I
interdependencia directa entre' dinámica demográfica y desarrollo eco-
nómico, y subrayar un hecho por lo demás bien conocido, aunque no
lIeamiellto de ia familia, especi:t1111t:JJte_CI!los see:t()re,~de la p:,hLICi")l)
más desposeídos)' (¡tle m{¡s lo lICCCsit..JII,sillo lalllIJil"1l .le c<)lllriiJllir ;¡
Cl!
siemprc tenido en cuenú: el problema demográfico de América latina disminuir o eliminar ruuchos aspectos IIc;;alivo,,>)' dr;'lol,ir;nl::; '¡:Je (':11;1(:- 1"
(para 'la mayoría de sus países) no consiste en un excedente de pobla- terizan la sitllacjÓ'l p¡-c:,;cnte de Jnilcho~ países. Por ejcIlIJll>i. la a;l;[
ción en relación con los ,'ecursos naturales potenciales (tal como ocurre Pl'opo¡'cic)n de al)(t1tOs inducidos podría S(" n~durida si bs i;:I'-¡iii:l, :Ic ~J
p¿r eiemplo en algunos países de Asia). Por lo contrario, potencial- los sectores llI;is ¡¡rectados COIII:llall con la edIlGICi'-'I~ Ih:':l'S;l' i;l I'ar.\ ')
tI
mente Al11érica latina podría sostener a una población mucho mayor. introducir alguna I acionalidad )' previsión ell Ctl;lll(~ al 1111!len> le
En decto, se p'ata de un contincnle prácticamente desierto, si lo medi- l¡¡jos en rl'!aci('lIl con sus rc("urS(Jj di::jJOllill!<:S.AIllJ;¡rgcli de Lt:; :¡H:dida,
mos en cscala de la dcnsidad de los países actualmente dcsarrollauos. ,d~ todo urden ¡<:eliJe/idas
p;¡ra (¡islni!luir ja llJort;t\id:,t1 inL1n!i', !);lr.::(:~ )
Pero el esfuerzo
I !
¡
necesario para
,
hacer frente a un crecimiento dernográ- cl~¡ro qne la reducción del. lamúlO de la f~t1lJilja pnedc co¡¡o,ti,;¡i/ \lll
fico tan acelerado al mismo tiempo que la necesidad de incrementar faclOr importaute pala favorccer un mejor r.uidad,) de los lIil;-', y. p,:r
las 'tasas de, inversión para sostener el desarrollo económico es muy Jo tanto, intn:uucir camuio.s f;¡vorab\e,. En ti:' Iniu,p; e,:ner;J.(;,: \lll:t ~~
.n1tJC1'iora las posibilidades actuales de la ,'egión. ~jcción illtcgr;¡i, de c;¡r:icter (~d.lIcacional y a$istc:nci;d. que enfrcllt:lra (~n -. )
, Estas considerflciones permiten establecer cuáles son las (;QnL1iciones
'Y 'los; límit~s de una política demográfica racional en América latina.
No cahe duc1t ele que, de algún modo, muchos países deben enfrclltar el
forma c:onjnllta los diversospl"fJbll'luas que afligen a las f;lrniJi;s de los
:sectores de mcnol' educación y uajus ingresos, no solamentc pod" ía favo-
reccr el p1aneamiclllo de la n;(1;dietad sino tallll)jén contribuir ;¡ lIua
t)
problema de intervenir anivamCllte con el fin ele adelantar el comienzo mayor inlegl acü'lI1 del, JIúdeo fa 11Iiliar, ;¡ proporcionar Illcjures bases )

:1
I,
de la Ifa-~e'd~ fertilidad controlada, pues el crecimiento actual no per-
n¡:ite esperar' pacientemente que esta fase ocurra estJontáneamente como
para su estabilidad
lJrevisión.
y a estilllular el senlido <.leresponsahi]i~I;¡d y de C) )
en Euro¡:¡a.í Por otra parte, no cabe duda de que la simple disminución
del rion._: de crecimiento, dClllogTáfico no provocará por sí sola el des-
l' -arrollo económico. Tal desarrollo detJende de manera c1i¡'ecta ele medi- ~)
da~ y rcfomlQs de orden económico, politico y social. Estas reformas )

r~
, ! -qmstituycn el factor dittámiw del desarrollo, mien"tras que la política
¡ -~lemográfica es solamente un medio negativo para eliminar o disminuir
UlI OÚSliÍclllo. Las medidas tendientes a reducir el crccimiento acele-
Tauo de la pobl~ción son IJar lo tanto necesarias, pero no m1icientes, )
:1
Una política de planeamiento familiar no es un sustituto de una jJOlíti-
m de reforr¡lQs necesarias para producir y acelerar el desarrollo econó-
mico. Estas reformas, cabe agregar, no son solamente internas, sino que
t).)
en medida considerable también dependen de la política internacional,
y en particular de los paises !tegcmúnicos. Además, en ,ciertos países pa- 1.)
1"
rece muy difícil que ---dada la rigidez de la estructura de pOller- tales
reformas puedan obtenerse mediante una evolución relativamente pa-
, 1 r)
cHic;¡,. En estos casos, desgraciadamcl1lc, habrá que pagar un precio
m{¡y alto en términos de conflictos y tensiones sociales.'. .
La política demográfica, por otra parte, no se I funda lÍnicarilente
t~ )
en los requeHmientos de orden económico sino que se dirige también
I
I
y en forma esencial a otras finalidades de orden social y ético. En este
sentido, facilitar la difusión de actitudes más racionales y responsables
en relación con los hijos y h familia representa sin duda una finali-
dad 'de altísima prioridad. No se trata solamente de estimular el pla-
'),)

~.~

_____ -==-r---._"'.m_~~ ~~~ __~--, _ )


•••••••
1I "'
'I

I'
SOCIOLOGÍA DE LA MODERNIZACiÓN , , 18~

urbano, caracterizado por las tendenrias centrípetas irr<J.tliad~s a través


de la ciudad pqr el poder de la metrc.polis, se fuqda en esa dependencia.
Las ciudades, pues, no desaparecieron, pcro Sil ubicación y cre~il1lienlo'
flleron determinados sobre todo por los requerimientos, del pdcld políti-
co y administrativo, y por la nccesidad' de una economía G,~i exclusiva-
ITIl:ntc oricntada hacia 1;\ exportac.:i<"llIde materias primas! Este scg-undo
e3tadio no tC'rrninó' ron la independencia; m;ís bien se inten~id~ó con
CapItulo VI, la creciente in!cglacir'lII de la región en el n,crcaJo m;mdial. L:J~ car;I(".
terbtic;¡s de la rC'd urbana, así corno la conliguraciún a~lnllida 1"'1' el
sistema de transportes (en particular los ferrocarriles), f~leron 'moldea-
Nllt;l~ sobre el proceso de urbanización en América latina das sobre toJo por las necesidades del tipo ele economía prhlominante.
En general, )' compatiblemente con las peculiaridades geogr:íficas de
cada país, las líneas férreas tcndían a irradiarse desde los puntos de cm-
l. El rrecimienlo de la concentración llrbatw
banlues de las exportaciones hacia los lugares de prod(ltción primaria,
descuidando asegurar la conexióndireeta entre otras ,íreas (lel territorio
M orse, .IÍ sugerir un esquema de dos estadios principales para tles-
naciona!. Todo esto ejerció una inl1ucncia aetenninante en eI'désarro-
(ribir 1<1historia urbana de América latina, destaca en primer lugar
Jlo posterior, inclllSo en Ja- ubicación y concentración ccológica de la
las dikrchcias que existen entre las ciudades del occidente europeo
industria y, .tI actuar en forma acumulativa acentuaba cada vez más
y !a:; ("ilHí;lt1escoloniales de la región: "Micntras la ciudad europea oc-
el contraste entre las ciudades "primates" y IGS ccntros llr])anos l1Ienore,
('idC'n~;¡1expres/) la transferencia de las energías económicas desde la5
y las zonas rurales, A menudo, las graneles ciudades, punto de contacto
M'ti",id;l.des extlactivas hacia aquellas dirigidas a la producción indm-
con el exterior y sobre todo con los países hegemónicos, se transformaron
tri;¡1 y a la tlistribución, la ciunad latinoamericana se constitu)'<'J como
en "isbs" en 1::Jsque la modernidad y la riqucza tendieron a quedar
1;\ b:l~e dc la energía y la organización desplegadas hacia la explotación
encapsuladas o segregadas, mientras que su influencia real sobre el resto
de los rccursos naturales." La ciudad fue esencialmente el punto de
del país se ejercía más en sentido "parasitario" que en sentido "gene-
partida p;lra la explotación cIel suelo.1 De esta comprobación el autor
rativo". A unq ue este cuadro pesimista pudo asumir aspectos algo más ••
citado deduce la naturaleza de SI.Iprimer estadio en la urbanización de'
alenf 1don:s en aquellos países en los quc los "efectos modernizadores"
América latina, caracterizado según él por tendendas centrifugas. En
<le la expansic'lll económica alcanzal'OlI mayor difuhión en la sociedad
t;tI estadio se collStituye lo que f~le la llnidad ecológica más ir~pOl'tante
y en la población, el carácter "dual" de la economía)' de la estructlll'a
del sistema colonial, base del poder y de la organización social: la gran
social)' Sll tendencia a persistir e incluso a accntuarse con el tiempo,
J1lOpiedad territorial, la "hacienda" autónoma y autosuficienle, Si por
fueron sin dnda rasgos típicos de esta forma centrifuga tle urbaniz:Jóón,
UI1lado la ciudad podía representar el poder del Est.ado, la hacienda
Dualismo estructllral aut.osostenido, sobreurbaniz<Jciún y primacía ur-
expresaba un j>nl1(Tdistinto, el de los grandes terratenientes, "cuya auto-
liana, son todos element.os integrantes' del síndrome de la economía
riJalhle hecho podí", medirse por el número de obreros y dependientes
primaria de exportación.
<¡U(' u'ld;]" y ¡'llr la ('xll'mi,ín de b tirITa que rcprcsent;]ha su propie-
Ihd",': L;tn':¡da :¡ si mi'ma, \' en au,eneia d~ fuerzas 0p\le't3~. la ten. Puede decirse que en América !atina la urbaljizaeión "moclerna",
: ~."' •.• ' ••
:, •••.~'-":-.~'::'~. :' •.:~.,: :':-",' .1.~~~~,
.~_.~
," ','" ~":' :"~':'. <...: ,:-::-. r ::-').\~~:-;.'~1~'l".~ J ro
o SC;] como proceso componenle de la modernización social, se inicia
. :::-,:,:~::"".:" CC)tI el tercer estadio del esquema sugerido en el primer capítuio, es
.' .... " ': .. ". '. ..,-."
tlc'cir. mn la expansiólI eronc'Jmica "hacia afuera" sobre la base del gran
•. 1" .. .. ..".,..... .'" ~..' ..~~"':-.::~......'....'.:...<: ....
:~\ .~. :' ....
'.....:~:-~\" ff(\'"
desarrollo de la ecouomía primaria de exportaci('ll1 y la comecucnte
~..
• ,."'" l \." \~.'" ':' ..~ "... '.:~.•...
..:..
..~.,.~' :<.:,... \.!..:l, l.:~
..
l.~T\"P\,
accntllación del dualismo estructural, La expresión "urbanización 111"-
dnna" dehe ser ent.endida en el sentido especial y (on las restriccionr:s
:- •... _"':.c;,. -:-: :i'-,"":,l- 'lile se han sefialado en el capitulo anterior al analidr los contrastcs
: ,,~,....' ~, :':-.IfI~ ! 1'1111('('1 pro('C'sn d(' Ilrb:IPi7;It'j('1l11'11los paises de antir;no r.lcqrrol1o

iiil
r
190 GINO GERMANI
I SOClOLOGÍA DE LA MODEI<NIZ¡\CIÚN l!ll ~ '\
"

(que son también países 'ccntrales, al!,'1mos de ellos en posición lIege-


los pocos paíSeS en que se dio un fuerte fTCCilllienlu urbano t,:ndier~lI)
mónica) y en los de desarrollo tardío (frecuentemente col()nialt:~ o ex
a ser aquellos elt los ql,e los dedos Ililldl'rtliz;ldores flll'Jün IlI,is difun- ~~
coloniales)'.
, , didos y, ;tdcll1;Ís. acompaiiados por illtnigr,l<:ilÍn extr;lnjera de ultramar
cn g1<lIl escala. Hacia 1800 tres paÍbl's !alínoallll:ricanos se conralJ'ln
;1.1 Cuadro l
entre los doce más urbanizados dd IllUlHlo, ell una scrie de r/l n;lCion,:s. ~
.
"
Porcentaje
¡
1
de la poblaci<ín total <¡ue "ivc en ciudades de En esa fecha, Uruguay, Argentina y Cuba olupaIJ:11l n:spe:'lil',t1lletlle el

", ,

(-'aiMe.
20.000 Y m,ís hahitantes
j-----_
3
.._----_._-------_.

IIH90 11900 1191') lino 11930 11940 119,,0 119'SO


----_._-- ------_._-------_ _-------- ..
----_._-- .._.

I
noveno, el decilllosegundo
--Chil/:, Ecuador)'
y el dt.'cilnocuarlo
\'('111:1.11.-1.1.
-- SI' 11;111:111;111
111g-ar. \)Iros tres países
ligI'Lllllt'lIll'
dos tI"e el reslo, p"es J ig-lIr;l/l;11I ell la ¡llit:HI superior
Hacia 1%0/\111(:1 jca latina hahía llegado a ser la n:gil'lIl lIl;ís urhanizada
III;'IS t ,I';ll1i,;I-
de la cil:lda lista.4
t~ ')

Argeuliua
Uruguay
I

~:l
30
~(i 1H !iH I dd 'ftTU.T I\-IUlI<lo, COIl Ull lIivd de: concclllracilJIl IIrllana <jlli: se: acere
Chile" 11 ~B 2H 33 % H 5" caLa.;¡J de: las ,íre:as desarrolladas (véase Cuadro ~). .Esta sittl~.ción es;
¡

:ir¡
~
Cuba ! 29 24 ~H 31 en pane, una cOllsecuencia del hecho de ljlle varias nacioll~~ lat.ino-
¡ Veuczuela ¡¡ 9 18 3:! 17
,1,1 americanas hall alc;mzado un gradu de 11I0derniza<'Íún mayor <].te olr.1S
Pauamá 23 27 27
Mi'xico .1 lO 2.( ,12 ~() rcgiollts subdesarrolladas del ¡;Iulldo. Pero es ItllIlúih¡ el ~reeto de una'
Puerto Rico !I I ~
G H j~ 27 ~H acc!cra<'Íún de Lt 1I1!J;miz;lciún, /lO ;Innnpaiíada por un ;1\'''JlC~ igu;d- I

t;
I Costa Rica 7 19 2:! 2,1
~~ mcnte r;ípido de I;¡ illdustrialila< i"Jl1 )' el desarrollo <'TOIHílllico propi:l-
I C"lollll¡ia 7 13
I IIrasil ~ 11 1:; ~C) 28 metlle <1i<.lIo. Cuando sí: cOJllpara Américl latina con los E,tadus Uni.
'I.Cfl'l il 14 2~}
dos respecto de épocas "c<jllivalt:nlcs" de Sil lransiciún, se ohsc,'va quc
Bolivia '1 9 :w ,-)
, Ecuador J::! PI '27
I
l'araguay .1 17 Clladro :.!
Nicaragua 4 8 1, 2:1 Porcentaje de población en <'Íudadcs de 20.000
El Salvador !J i:-l IH
Cutllelllala JI y más hahitanles 19'.;O.//liiO r, ~
,1 11
Rept'lh. Dominicana 4 7 tI 1'1
i"---'---
¡;:&liUWC-¡=--l

t~
1 ---------.-. "I
Honduras 6 7 I~
__ J
¡
Haití
,
I 1._---_.
" 1h:~iOJlea
.- 19~U ---i--~'~I
I
Como ya se seiíaló, la urhanizaci")J1 preindllslrial
la región ya eSlaba fuertcrncllte marcada
'o prclllodernJ
por esa misma orientación
ell
MUlldo
Regiolle>lIuÍI dt".w-n-.o-.¡-¡t-,,-¡t-,S---------- --11'---- ~~ ---1 1- -;,,:' I'
!'
, !
quc debía caracterizarla

. Durante
con mayor vigor a partir de l.l segunda
d(11 sir.-Io XIX al)roximad:Jlllcntc.
.)

el tcrcer estadio, el proce,o de cOIl('entraei6n urhana


111itad

se
América dd None
Europa (sin Ru;ia)
Unión Sodética I
,43
'\7
~H I
.I(j
.'0
:ai
I .-.) ~

mant'uvo dentro
llnos pocos países.
de un ritmo H:lativalllCl1le
Fue en la cuana
lento, con excépción
etapa, aproximadamcnte
de
a partir
,1
Oceanía 5H I lí:¡
~)
.,)
I
I
de la tcrcera década, nuncio se 'prodlljo una mllY fuerle acekraciún cid Regio7les '"elU)~' t/esllrrollclllas
. )
proceso en todos los pabes de la regi<ín. Pueden así distinguirse d05
I
Africa
Asia I 10 , 1,1

tJ
i
l.¡ J(j.j H
. fases ,cn cuanto a crecimiento de la poblaci<1n urbana. En la pórntra,
I
" B.:
¡ 1 América latiua :!:; :12

¡,
¡

, '
I :1 Fuentes: Los datos han sid" cxtraídos ,1<: Adna F. Weber, "J'- (ji. Censos de
los paises y John l]l. Durand y César A. l'clael, "l'alterns o[ 1!I1Jaui/ ..lliuu in
! (Argelllina. Chile, Uruguay)
(Resto de I:t región) I ~;
,
I
,
~~
! l.atin America", en T}¡r: MjllulIIk Flllltl Q"llrleriy, LXVIII (JUf>;i): I,ÓlllcroJ 4.
parle 2. Las fechas no siempre coinciden tUll los cellsas para todos los paíse;: en
--- --~_ .._----_._~----.-._ .. _----,
ciertos casos los datos hall sieJo clasificados en las fechas m:\s próxilllas indicadas 4 A. F. Weher. 01'. cil.
en las columnas. 6 Adaptado de Duraud y l'eJael, 01). ,-jI.

l ¡f~. .~
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J ~12 (;INO GF.RMM,¡ SOCIOLOGiA DE ,


LA MODERNIZACIÓN 193 ,1 i

I I
,1: '
si bien d rroCl:~() ~i¡;lI(: \IU:¡ Illi~:L'1a pauta hay una notaule aceler:lt:ión reducida. Aunque en menor medida, esto. puede afirmarse también
en la lasa de llrl)ani/:lciún de la región, panicul;lnnclltc ,ksl1e 1%0. La con respecto a los; demás paises. Por este motivo, donde faltó el aporte
<1iSLJ'11Jl}ci,;n de ]a publacibn urlJan;,\ ,revda la p:mt;) de l'l •primad,,", migratorio de ultramar el ritmo de la urb;mización resultó más lento
lípic;), de las regiones merws dr$arroll:)d;I~. En 19Gi.l, :!\Tontevidco "bsor- que"-en las décadas posteriores. .
iJja el 4S,9 por ciento de b poblaciún l1;)óonal, Buellos Ain~s el 33,8
11
por \:icnto y SanlÍ;)go dc Chile el 28,9 por citnto, Venczuela \' Cl:ba
2. Factores determinantes de la urbanización
(l :':!!,1) sr¡.;¡:(;lIt (on ;dgo lIH'I1l)5 del in po; cjenv' ('ad;] una, y Perú ca~i
I
;dcan/,;Ih;, el !:' por Ci"IiID, FJi dic(i,<~'is países :¡dlllC veinte, Ill;b de h! Las características ele la nrhaniz;]rit'>n, asI C0l110 sus cambiantes rit-
mitad de L, po;'¡;¡ri"J11 1l11),I"" SI' 1,;,]LtII'l C',)!.C('III,;,d,1 en \111;' ~,flia cil!' Il)(lS y su secuencia en relación con los demás procesos componentes de
dad. y silll;ll:-iones OÍmii:lre,\ )Jodían nl,scrvane en ml,lChos otlos palscs, la transición pueden explicarse en función de la' forma asumida' por la
;liIl1\llle con mellor illlen~i(bd, La gran densid,Hl ele c:iert<'s Z(}H;tSde modernización social y el desarrollo económico. En términos generales
alta urb;lOiz'lcion conl.r;".: a um los graneles esp;u:ios vacíos: los centros son aplicables a América latina las causales de urbanización acelerada
poblados se COllcent.r;lII, ;l!rnledor de jas ciudades "primates" y cens- y adelantada a la industrialización, propias de los paIses dependientes y
{iluyen especi-cs de "is!as" en medio de inmensos ten itorios casi des- de transición tardía, ya descriptas en un capitulo anterior. Aplicando, al
pohlados. G caso latinoamericano las generalizaciones ya' ~ugeridas, losl principales
E, posible' que esta ~i(~lariÚII de accnl.U;lda "prilllada" y dI" con- factores estructurales de la. urbanización pueden sintetizarse en .los si.
c:cnll';lci')l1 ti:: ia pcb!ali':'1l ll\ b:ll1:J en ~reas limitadas tld territorio na- guientes:
(ion:¡j cnllSlituya VD'!, bsc: tr,lnsitoli'l del proce~;o y. que al alcanzarse a) Economía primaria de exportación
un mayo)" grado de mtJt1rrniz:¡ción y dcsarroJlo los cenlros mcnore~; ,ic!l- b) Efectos modernizan tes de la expansión económica resultan~e
clall a crecer clJn llla]')r npidez, rcstablet'il'11t!o UlI maynr equilibrio. c) Cierto grado de industrialización I ,1 '

AUII'1lJC no es 1I111;' plo/):rh:e ¡lile ello ocurra tll' TlIanna l'~'P()nl;'I~lea,en d) Crecimiento demográfico acelerado
la últin:a década (l!J5n.19!;l)j se podí:J observar en la maYOlla (.\p los e) Concentración de la propiedad de la tierra y baja Pfod,uctividad
p;dscs 1:11 may')r crCCim!('lHo rdativo de las ciu,bde:; inl{:,lllledias. La de la agricultura.
pohbc,ión 1\rf¡;1I1~.pal'('(Í:; d','c'uer "U tend('ncia ;mlcr;or ;;¡ COllcellrarsc Estos factores objetivos, a su vez, operan en función de factores nor-
I wbrc lo;;10 o' tina 501a ,'j,:d,l(\. La I':Hlsa ele ello parece haber ,i.lo el\ mativos y psicosociales, según el esquema, teórico' expuesto en otras
;¡lgUIlD~ ,.¡¡~()S l"~ Cllil!.Jin cn la (l\"j,t:'Il;"j6n de las llIi(!,TM:iorlrs in~('l'n;IS partes de este libro.
haci:t Cii~(l;¡dr:s inlclm::(:¡;¡::;' Es po';iIJie (¡'.le eiCII,:' lcllisfri')1.1Ii,',n de la Aproximadamente desde la segunda mitad del siglo pasado, con el
poLla< irJn urhana pueda t:1J1pcz;lr a ocurrir allí don<1': s': in n en ;ido desarrollo de la industrialización en Occidente, especialmente en Ingla-
P()J(1S'¡dl(,ln¡¡I¡vo~ de Cl'C'c;i¡nj¡;r;IUS ,"n otra~ -':(I\¡;,'. dc1 ¡,};¡is, ¡¡mit,lndo la terra, las innovaciones tecno16gicas en los transportes y comunicaciones
éxc1ll,i,';¡ al.ran:ión ,le ];. <;I"l:>d "¡H.illlate". y el aumento de las necesidades de materias primas er;t los países ya'
F.n '! l' :¡cr!-.nt ¡!'In <:1:: 1;: urb;"l:I.:Hji;!1 dlll .:Ct:(~ ci UI;:rto eSI;dio industrializados, la economía primaria de exportación alcanzó un ritmo'
tlp¡;:f"rnpf.'ii~1)O~l '.;~~n~p~'ii;"1) un f.l;i}.Ir~ rClItr;l1 las il,l~r¡~ICi{)l1LS iIH,T-
(y dI de expansión acelerado. Al mismo tiempo se recibieron fuertes' inver-


n;E;, !/df'/lI,is ~lcI '-rC(i!11il:nIO 1I;l11!T;<1 ele h ¡)\lb!:,¡ ¡,'1I1 urh;,n:I, qlle l'n 1:: siones extranjeras, en su mayor parte dedicadas a crear la infraestruc-
m;I\(Il"Í;, de ~.S país:'.': cit- 1:1 11'!,i""l (',' (llfl:i'!cr;li,1c-, ;':"0 C'lIl1l:1sl.:I 11,,1.1- tura requerida para desarrollar la exporta~ión de materias primas y
)df'n,~l1lc «¡!1 la ;¡(cin:':'¡,"1l "':111liria dur:lIllt' d If~r('er c~'i:idip, ,'S decir asegurar la importación de productos manufacturados desde Inglaterra
prr'\'¡" ;1.1;, Prillle;;l (:\II'I1'a \!Ullri!;¡\, ()ll" ~(" r(';t1i~.') sol,,(' I.,d(, "n flln, y otros países industrializados. De este modo las tendencias centrípetas,
.~
¡;j/ll\ d, la ",i:~r;)ci'''!1 ('X1r;lnjn;I, F'"II) ;1('::(":(" en !,:ti,l'S como la ,\1:'.('11- de la estructura urbana preexistente fueron intensificadas por la ex~
I i Il:!, ('1 lJ rt:gll;I)' () (' 11 el S!Ir de Hra:;j l y, p;1rt.i,:nl:t rmcnlc en Jos dos pansión económica desde la segunda mitad del siglo. Al inismo tiempo, ,
pr'inl()"(», la migr;¡ci,'¡;, illlfrn;¡ h;)Sla la dl:r;¡d;¡ .-Id treinta fue lIl;lS bien muchos de los países de la región a!canzab;)n etapas más avanzadas en
la constitución de un Estado moderno; de alIl otro factor de concentra-
~ ~'~,lji~:n~~ PHi,I,,:-, ¡'.'tlPI\:lli( ('.nl~ln'~~"ll)l) "(Ir r .al in A1H('J lel, Snda! T)Ct'::'lot}.
ción en las ciudades capilales, y también, donde exist¡a un sistema fe-
n:,'" ~. '01.' (¡'.
'¡ \~111;¡nrl r lld:l'."', ,i' deral, en las cabeceras de los Estados o ];¡s provincias.

,a.
,.
194 GINO GERMANI ~~
SOCIOLOGÍA IJE LA l\[()f)ERi\'I~ ..\C:I(');\i ¡~l5 .
~
1~S,LOS facLO,:es' de urbanización son los característicos de la primera
fase de cre<Ímiento IlrlJ:1Il0 en todos los paÍsé:s de la región. Pero 50- micas y ~ociales de las ~ollas nlr;dl'$ (d('sCII1I)!t-o, s;d;llio, bajos, pn!:I'I'!;1
y hambre, falta de {)portllnidad(:s para IIH:jorar, f;dl;¡ de h"ilid ,(i.'s
lamcnlc ¡.-llí ~Iondc los efectos modernizadores fuclon lu;b prolllln- ~
s:Init;Jrias, ec!ucaeiolla!t.:s y otras). La ,('strtlrlllla (!,. 1;( 1\'IIt:IH í:, d: i;1
ciad\Js y"sc vie\'on acompai1ados por la inmigraci('Jl\ extranjcra, Ic>s co-
, ' tierra, con la ¡t1lísill\;¡ CI!JIl'Clllr;'I'¡(\1I lit- h pr',¡,i,,'d,:d, (1 IJiell ,,11 npdt:slO,
micnz()s ue la industrialización y el allnlenLO de servicios (en sentido
moderno), hubo nna aceleración de la concentración urbana; en los el minifundio, constitllye en 1;, 1I1;,)""b de J"" países IIl1a de las CIII,as ~
dcrn;'ls la IlriJaniz;J('j('¡J1 signió un ritmo mucho m;ís h:nLO, La atran:i¡')¡J dc principales de c:xJJtlJsiún. l,a gr;1Il COIlrCl1tl;1l iÚII lle la pr,llpicd;1l1 de
'1
los inmigranks externos
dc las IIliglaciol,lcs de ultr;ullal
hacia bs ciudadcs

Pelo sn 'a((:nlilaci"JIl ell la Argcnliua,


es un fenómeno universal
del siglo pas;l(lu )' cOlllieIllos dd ;1( 1I1;'!.
11111gll;IY ) (J!Ius países de la rc-
la tierra en AlIlérica latina es bicll conocida.
de la cnlltinlJac!(ín
i:poca colonial,
(k IIl1a lenf!ell,ia
FII elevada tllqlida se t":at;¡
lli'I<"l'i";1 !jIW ,l' (Il'i~~;Ij(" lO;, /;1
h;,jo el ,,¡,(eliJa dr: la J1:., jend:l. ;,1I1Hj'lC ('!1 ti 1I!:l\',¡IÍ:l
t) )
de l(l~ JJ:lÍs(,~ L. ;Ij¡wpiación de la I ¡elTa por 1I11;ISpoca:; bmili.ls o ;nl1i-
gión' s~ debió no sú10 a la demanda real generada por la modernización.
sino tambiénl y en considerable medida al hecho de que la tierra ya viduos continuó durante todo el siglo Xtx. S('~;ún :r!gllllas (:stimacjcncs
'1 ~
-para toda la rq~ión cn Sil (Olljlllllo-, __ el 1...1 por ci'~Tllo de b, ,1':':-
estaba IllOnopolizada por los grandes propietarios. A pesar de que
plotacioll{:s agrícolas () ganaderas Cüllccntr:lll el (j,:; j)O;' cjclllú dd ~
r:iert'a cantiuad ue inmigr:lIltes pudo arraigarse en las zonas rurales, la 1
área cllltival.le.f' El l,-,tifunt!io se combina por otra ¡';lrtC con el,
may6ría se vio obligada
J' I
I ' La segunda
de' 1930, y aun más después ye la Segunda
a Quedarse en las ciudades.
~
fase de la urbanización "mouerna"
Guerra
ocurrilla
l\fundial,
a partir
obedeció
minifundio,
del mínimo
la introducción
la proliferación
econlÍmico.
de' unidades de explotación
Ambos u: (rcn,os d il jc¡¡!tan ue d isti 1ll:1 malll~r¡l
de mejoras técnic;¡s y de inversiones
por l~el ajo

gllc podría elevar


t~ ')
a ,cuatro factores principales:, 1) los comienzos de la industrialización

,i
en muchos países o su intensificación
las déCadas' anteriores; 2) el crecimiento
donde ella se había iniciado
de los servicios "modernos"
cn
el nivel de la productividad.
la aplicación
cuatro obstáculos
de tecnologías
principalrs:
Según algunos
m;ís adecnada,s
1) insllficienlcs
cstuciios" la' difusión
en el C:1l11~)()en(lJ(~n tr ••
~(TvjLi()s de cKlens.c'>n
y
t) )
I (esto es. la difusión de las nuevas necesidades del estado, educación,

~;
salud, etc~, tal como había ocurrido o estaba ocurricndo eu los países
agrícola; 2) estructura de la propiedad dI,' la (ierr;l; ") ,,;, j;1 educll: ('m
ya modernizados); 3) la explosión demográfica, y 4) las condiciones rei- del campesinado, y il) otros factores institucionales, por ejemplo. LIta
nantes eú las zonas rurales. Los factores 1) y 2) corresponden a las de créditos y de un sistema eficiente de comercia liz..lci,'m. Podría dc("i rse
que el proceso de expulsión del campo t(llllh¡::ll jl;lc(k' rcslIÍlar de 11lC-
causas universales y normales lle la urbanización. En este caso el in- )
cremento es acomparlado
Este ;ll'1ll1cnto "real"
por una mayor demanda
(por Ibullarlo así) de la demauda
rente med ida en todos los países y debe ~er mencionado
dc trabajo urhano.
se dio en dife.
como uno de
joras técnicas y económicas
del trabajo
cesari;llllclllC
agrícola,
[ajes Cjue, ¡JI :lnIlWIJI;¡r i;¡ prcll'lIctivi(;,ld
quede un excedcnle
debe Irasladarse
dl' flll'l'l.a de lr:lilaj,) 'l"C \('_
a otros sectores d(~ ];¡ (:colll1lllía. Ene ú:ti-
t)
)
mo caso es poco común en América latina dada la ~ítll;¡ci¡'lI1 de a!¡';:so
los aspectos
de la población
particulares
"imos en el capítulo
dlel proceso.
y condiciones
de la región.
~nterior
Pero los dos últimos

En cuanto al crecimiento
que su aceleración
factores,
del ;írea rural, surgen de las condiciones
crecimiento

demogr;ifico,
ocurrió, salvo excep-
ya
' técnico-económico
ductividad
vinculado
agrícola
del fenal' agrícolil.
y ganadera
En el pcrí"c1o !'1)"hdico Lt pm-
hil aUllwIHado.w
no sé)lo CO/1 el estado de subdesarrollo
Este Iledlo ~e h;¡'I"
ell que h¡m ,si:ln
t J
)
mantenidas las pobl:tciones rurales (;11 [;¡ n'gión. sinu 1;11111)161(011 la
ciones, a partir de la décilda del 30 y se intensificó después (con cx-
cepci('m de los países ya en fase de natalidad qecreciente). ]\.fientras falta de políticas agTarias ¡¡declladas y 1,.sin Sil fici<:o tes j I1vcniones. 1(;,]"
~~
q lIe en el período I ~l~O-EJ30 el crecimiento nalllral (en la región como
ello rc:lacionado ,~11 gran parte con la 1'(Tsislenci:1 dd Lttirundio y dd
un t~do) e'a Jd, 1,8 por ciento anual, alcanza en la actualidad
por: ciento. Estas tasas son un pronledio
rurales como las urbanas.
menOl" que las primeras,
Aunque
e incluyen
éstas tienen un cr¡:cimienro
parte lle! aumento de la polJlación
tanto
a 2,9
las i'~reas
nati:Jral
urbana se
H jar'lues Cflouc1lOl, "Land ~}\~Ilurcaud JJc.~Vdl\!'fll(:lli.
Claudia Véliz (comp.), Ob:iI'JClá lo Clul1lgc ill l,a:i" .'iltl.:ricll
in L;l(lll .r\tlJ~:ri['l" c'n
(L"Il(!t:'S, O:Jo:d
Universit)' 1'1-CSS, 19(5). Véase también un ¡",,¡lisis d,' i,,:; resultados de 1111 (,sr 1l(;0
sobre leneru:ia' de la tierra en P,IÍst's \;tI illlio1i1lCr¡';a,lOS; So!t)fl L. Jbn;!dough y
r~ ..J
Arthur L. Donlike) "Agrarian 5lt ticl ¡Ire in Sen'u i .~Ilin AlI!l-riclll (:ll\ll\ll'ie~.".':11
debe a su crecimiento natural. Pero la contribuciún mayor se origina I,alld I!c07lOlfIics, XLII (1!I(j(j): :i!II-1:!.1.
en. las migT:lciones, especialmente las rur;¡l-urb;lllas. Es aquí donde '..J
u Naciones Ullido1S, CEPA L, l"IJhleIlUl, )' /lIn/JNlil'iI\ de la {¡!~(indir:r'l lali'¡(I- )
opera el lactor mencionado en cuarto termino: las condiciones econó- americana (1Il1cnos Aircs, SoJa¡-llacl:elle. J!lii.í¡, parie 1.
10 Naciolles Ullid"" CEPA!., "J'. lit.

t~
f- -a)
" 11

196 GINO GERMANI


SOClOLOGfA DE LA MODERNIZACI'ÓN 197
" 1

mm pIejo de acti tudes arcaicas que caracteriza, por lo general, el sector - I!


factores de atracción hacia la ciudad. Si bien la demanda de ttabajo
terrateniente. En parte por estas razones y en parte por otros factores
industrial y ~e scrvicios modernos es muy inferior' al flujo ~e' fuerza
, debc hacerse notar un ulterior factor de expulsión: el progresivo y
de trabajo que migra hacia las zonas urbanas y, en general, el grado de
"alarmante" (según el informe de la CEPAL) deterioro de las condi-
'urbanización es mucho más elevado qu~ .el del desarrollo' económico¡ ,1,
ciones de fertilidad del suelo en los países latinoamericanos. La des-
no deja de ser cierto que las oportunidades económica~ en la ciudad
! 11 trucción de estos rccursos naturales contribuye en medida considerable 1"l'
son mejores que en el campo, aun en las actividades de baja 'producti-
al éxodo rural. Dentro de este contexto v dado el estancamiento tec-
vidad del "pseut!octerciario" o el "pseudo-secundario':, y hasta para los
ni~o--rconómicb de la agricultura, el a\lm~nto de presiém demogrMica desocupados.
ncado por la ~¡]ta tasa de crecimiento de la población debe necesaria-
Aunque la distribución del ingreso' es sumamente despareja, tanto
mente originar el desplazamiento del excedente hacia las ciudades.
en la agricultura como en las.demás actividades, es en Ja prirpera donde
Dada la gran desigualdad en la distribución del ingreso en las se registran las situaciones más desfavorables. ~n Chile, por ejemplo,
zonas rurales, incluso teniendo en cuenta la baja productividad actual, cl ingreso promedio de los propietarios (12,4 por ciento de la poblaci<~n
el rédito extraído por los grandes .terratenientes sería suficiente para activa en la agricultura) era catorce veces superior al de los trabaja-
realizar inversiones importantes en la agricultura y en la industria. dores agrícolas sin ticrra. En 1956 en Cuba, antes de la' revolución,
Se ha estimado, por ejemplo, que si la proporción de réditos consu- cuando el ingreso promedio de las familias era de 370 dpla~es por año,
I midos por los terratenientes en Chile fuera la rnisma que en Gran el de la familia campesina sólo alcanzaba a 92 dólares por' afio. En
Bretaña (para un sector equivalente), los gastos personales de consumo Brasil cl promedio nacional (por persona en la pO?l,aciónactiva) era
I~ dé este grupo bajarían del 21,1 al 10,3 por ciento del rédito nacional. de 4'10 dólares, mientras que en las zonas rurales de ese ,país se hallaba
I Esta disponibilidad de capital sería suficiente para elevar al doble las muy por debajo del nivel nacional de llO dólares por afio.' En las
inversiones en capital fijo y circulante. Esto significaría que la inver. zonas periféricas de ese país el nivel era todavía más bajo: en el noreste
sión neta podría aumentar del 2 al 14 por ciento del rédito nacional 85 dólares y en las plantaciones de azúcar 50 dólares an,uales.13 La
neto.l1 Estas consideraciones pueden extenderse a todo el resto de la disparidad entre los ingresos promedios' en la agricultura' y en las
región. La persistencia del latifundio es también respomable del hecho demás actividades está ilustrada por las, estimaciones' presentadas en
de que solanlente una parte de la tierra cultivable sea realmente utili- el Cuadro 3.
zada .. En un estudio sobre la tenencia de la tierra en siete países se ,
I
observó que sólo una sexta parte de la tierra correspondiente a las Cuadro 3
grandes propiedades se hallaba cultivada. Sin embargo, estos propie-
Ingreso bruto por persona ocupada en,
tarios no sólo controlan las mejores tierras, ubicadas en las zonas más
diferentes actividades (1950, aprox.) ,
favor~¡J)les, sino (lue también tienen f:kil 'lcceso a la ayuda técnica
América la tina 14
)' al crédito.12 En el otro extremo de la escala, la baja productividad
del' minifundio es también una consecuencia de la estructura de ).1 Actividades 'In¡rrcso bruto por '.fio, por penona
("" dólar •• , 1960)
propiedad y del tipo de relaciones sociales dominantes. La posibilidad
r1" inlw('.Irir mejoras técnicas en la explotación agrícola se ve anulada Todas las actividades
Agricultura 689
p~r el Illjo nivel de educaci{m, falta de acceso a la información, falta Iudustria manufacturera 308
de medios y otras causas. Miner/a 1.078
3.206
Transportes y otros
Dentn¡ del complejo de condiciones desfavorahles en que se halla servicios públicos I
la población rural y bajo la creciente presión demográfica, la única 1.206
Comercio y otros servicios
1.229
salida es la migración hacia las ciudades.
A estos factores de expulsión desde el campo debemos agregar los
13 Naciones Unidas. CEP AL, Problemas y jJerspectiuas de la agricultura, op. cit.
11 l\arrar1uIIgh y llol1likc, 0/1, cil.
14 Unión Panamericana, Estudio Económico y Social de Amérim Latina, 1961
(Washington, D. C., Secrctarla General de la Unión Panamericana. 1963), yol. 2.
1~ IlJhkm. pág. 250.
,:1I

19~ (;1,,0 CF.lnl.\l'\¡ SOCI01,(lGíA VE LA 1\10llERNIZACIÓN 19V ~


. ~
Las ciivcrgenrias
si se tuviera' ~n cuenta
entre anividades
la distribuci¡'lIl
serían aun nl;Ís prollunciadas
del ingreso entre empresas y
('n ti nivel individual,
grado de ruplilra
siempre conslituye
con el patnín lradicional
de una 11 ot!,;1 form;¡ cierto
y IIn "desplazallliclll")" no
CJ ')
trabajadores, cn'¡pleados y obreros. Esta distrilJllción es mucho m;Ís sol:lll1('nte físico sino tambi{'n psicol,'¡gico que pucde originar la "¡'llesta
dt.;s'ravol'itl>Je en bs actividades agrícolas. en di'ponil'ÍJid:"I" \ la sucesiva ll10vilizaóón p,icoh'lg-ic;l. ("on la'; ,'arÍ;ls
En, 10,1;\ América !atina, allIHlue en gr:1l10 distinto según lus países, posihles consecuencias que hemos mtlH:ionado en otros cal)i'ld\)~, ~
, 1, '
);¡s, condiciol\es de vida, la nutrición, la salud, la educación y hasta
la, v'ivienda o la seguridad persona 1 son mucho peores en las zonas
.. ~
:1. Solire algunas ("Ollsccllcncius (k lu ur/J,/niUlcicJlI cn ,lé/(;ril'll /,¡/il1n:
nlr:t1es 'lue en las 'urhan:ls. Formas de conSlllllO como el Ilsar zap:llos
o (OII)C:I"pall de trigo esl:1Il disll'íl>uidas nlllY desi12,lI:i1l1lellle enlre la
1'1 (TI:cilllil'l//o uC<'!I'rut/o I/<: 10.1 ('s/II/Io, 1II1',!iO,1 ¡¡r/lI/l1(/\'
t')
(iut!:ld )' el (";1l11PO, Lo nlislJIO oculTe con las diferentes ¡orillas de En .\IlI"'rica Ltlina, COIIIO en olras regiolll:~ lkl TI.TUT Illillldl), ')

,i
intcgración Cl¡Itur:d, :dbbe\.ismo,
ImIíli'c!t, exposición
, ~,a COllllJinación
uso del idioma nacional,
a los medios de comunicación
de 'factores dee'xpulsión
de masas.
desde el campo
participación

y de
pulida 'apliclrse la noción
dos de industrialil:¡ci(ín
de sobreurbanilaciún,
y de desarrollo
dd ;írca la Ic!aci,'))) urhanización-ocupación
económico.
en lélll)inos dI: gT;['
En todos los,laÍses
indus(rial tiende a ser
t) )
'1

: l'
l. atracción Ih:\cia la cimhd
uormativo y psicosocial.
n,d1te efecto de las circunstancias
lJiéh, del deterio~o
aClúa pOI' medio de los cambios en el plano
Las grandes migraciones

del or~len normativo


amhientales
internas
y estrncturales
tradicional
no son sola-
sino tam-
y clel surgimiento
¡l!ta, y J;¡ expansión del sectoJ' terciario
g;rado de avance en la estructura
es necesario destacar que el traslado a las ciudades
no guarda
económica.
projJorción
Sin embargo,
(on el
t:llllui{n
y la red Ul ej'''11 de la
poJ.¡bcit'lII rura l consl itlIye UI1 Ilecho irreversi ble y forma parte dd Pl',-¡,
~ !
)
cIé nuevas auiludes.
inrensidad
proceso de movilización
Es decir, que en una forma u otra y con distinta
las gr:!ndes migr:lciones
social.
internas
En efecto, aunque
repl'esentan un aspecto del
las condiciones de
ceso de III0derniz;lcjt'!n,
dr;íslico CI1 la estructura
AUII cuando se hubiese

dad y los GIIlIbios sociales concomitantes,


producido
rural, con un fuertc aUlllenlt) de )lrodllctivi-
UII 'C;',ll1hio

de todos mod,,;s tl11a ':lIcrtc


t) )
\"ida ac'tuales en las zonas agrarias en muchos casos no han mejorado projJorcilÍl1 de los habitantes de las :lOnas rurales 11IIhiesen sido despla-
en relación con el pasado, tampoco puede decirse que hayan empeo- zados hacia las ciudades, Dado el alto crecimiento vegetativo, h en:-
rado. Pero e'stas condicione:; no pueden ya ser aceptadas, por lo menos (¡ente conccntraciólI urbana era de todos modos incvit:¡J,Ie. El prohle- ~~
por una parte de la población rural. Todos los cstudios sobre migra- ma real 110 est:í en la sobreurbaniz:lcióli, sino ell la sllhi:lt!ustriali,aciilll
v en el suhdesarru]Jo, tanto en las actividades prilllari:¡s como en l:t

t~
ciones internas selialan motivaciones económicas -falta de trabajo, sa-
larios bajos, precario nivel de I'ida- COl1l0 motivaci{lI1' principal de la indmlria, La marginalidad urbana en sus c1i\"(~rsas forlllas, los p:nhle-'
llligración. Sin embargo, no sólo aparecen también otras ca lisas: deseo lilas sallil;1I ios, de "ivicnda, de CdIlC1l:i"'1I y de otrns senicios c 11 !;¡s ' ,
de educación, aspiracioncs de movilidad, "deseo de cambio" y otras ciudades no hall sido creados por la exccsiva concenl.racic'Jl1 cn éstas. )
an;ílogas, sino (Iue por debajo de la motivacicín
bre el hecho u;bico del rechazo de las condiciones
"cconómica"
inhumanas
se descu-
reinantes
pues de tollos modos esos mismos scrvicios hubiescn
cn las ;íreas rllrales y a mayor ClIStO. Naturalmellte
debido j'lw,'eers,:
esto no qllic:-e de:,
t) )
en ];[5 zonas rurales. Es verdad que el complejo motivacional pnede cir que la cOllcentración urbana acolllpaií.ada por el palr<JIl de la "pri-
"ariar de individuo a individuo y según las regiones. Por ejemplo, macía" de IIllaS pocas grandes aglolllcraciones no sea alr;llIIel,tc ¡rra-
:illí donde la migración es proporcionalmente m;ís reducida, es proha- ciol!;¡!. l ¡na red urbana rn:ís equilibrada, basada en Ulla j',T;lr<¡ui;1
hle que factores selectivos operen cn la determin:lI:iún de emigrar (por de difercllte 1:lIuaiío, Jistribuid:l :I11cclladalllcnle por el tcnilori'J dd ~
ejemP10, los, nds din:ímicos, los m{IS inteligentes o más educado:;, los país en cOlniJinación con varios "polos" de desarrollo, serb ¡¡IIHII" JIl:ís
que ¡ienen mayores o m;ts clara, aspiTaciones
zonas donde la migr:Jción
pücclen l":tltar y la migración
asume cadcter
representar
de mOl'ilidad).
masivo ems rasgos selectivos
un despladllliento
Pero en

tn el que
racional
ecclúgiq
y por cierto llIucho n¡;Ís capaz de proveer
para el desarrollo
c:,capall :1 los' propósitos
nacional
lll;b restringidos
inlegrado.
ulla súlida base
Per,) eslos prohlemas
que nos g'uían aqllí. Tam-,
t~
.J
el momenlo de la elecci{lI1 consciente y deliberada es menos importante. pOlO es éSle el lllgar de hacer IIn balance de las consccuelH:ias neg'llivas
De (odas maneras. sea Cjue la migración esté precedida por un conside- y posi ti \':IS de la urba n ización arlela litada y acdcr:1l1a sobre el de!,a ni¡, ~)
rahle 'grado de 1Il()¡¡ilizacidn j)sicol.Jgica, sea que OClIlTa en forma de 110 econ"lIllico. Nos limitaremos, en call1iJio, a h;lccr referellci;1 a al!',"u- )
hllida dc las zonas rllrales con Iln hajo grado de 1Il0Ii\':lción ddilJl.Tada 11\)S aspectos rlI'! proceso en 1" que \(' rt'iicre a las lllr)rlificaciones que

~
( )
¡\ ~

:W() (;INO (;ERMANI SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACiÓN 20~


,1,
experimenta la estratificacicín social en concomitancia con la expan- amplia clase media rural en el siglo pasado. Pero el sec~or rural' en I,
,. I si(lIl urbana, y en particular lo que pouríamos llamar la "sobreexpan- su conjunto telidió a disminuir a su mínima expresión.' mientras gra- , ,
si(!n" de los estratos medios urbanos. Es claro que se habla ue "con- dualmente la sobedad urbana se transform~ba en una sociedad ¡de' clase
", I I

comitancia" y no de "determinación", por cuanto el fenómeno de que media. Esto ocurría por un lado a través de la expansióI;l del sector
se 'trata e~ parte del proceso de modernización social, es decir, en tér- "no manual" urbano, y por ei otro a ca'usa del acercamiento' de por
minos del esquema que estamos siguiendo, de los "efectos moderni7.<l.- lo menos una parte de los estratos populares al tipo de trabajo y situa-
dores" O( unidos dur:lIlte la tercera y la ('uarta etapa. También vale ci(in de mercado que caracteriza a la clase me¡Jia. Tambi¿n en la
]; 1)(:n;1 record;¡r quc la cxpansión de los estratos mediO' no es el único Argentina el sector rural ha disminuido considerablemente, pues hoy
r:1I11bio que se produce en la naturale7a, cOlllposiei(m y volumen de alcanza a poco m;ís de un quinto del total de la población activa: ,Pero,
Lis c);¡ses urbanas. La a pari(:i<'m y el crecim ¡ento ue un proletariado aunque ha llegado a tener una clase media baja en el ~ector' pl;imario, '
moderno y de un seelor marginal urbano, así como los cambios en la su proporción a nivel nacional fue siempre considerablementy,reducida.
composición)' natur<tleza de los sectores de la clase alta, son procesos 5110 para pocos países latinoamericanos se cuenta con datos 'hisló-
no mcnos importantes. La limitaci(m de estas observaciones a la ex- ricos elaborados,lo y no es posible realizar una corril~a,r3;ción del tipo
pansi"lI1 dc los sectores medios se debe m;ís bien al hecho de que utilizado en el cuadro 4. Por otra parte, con la excepcipn de Argen-
orrcce 111J buell ejemplo de un "efecto de modernización" que se tram- tina, Uruguay y parcialmente de Chile, esta expansión es fUUY reciente,
I forma, en ciertas circunstancias, en un mecanismo de estabilización del es decir, se remonta a las últi,mas dos o tres décadas como ¡náximo (o sea

1
1
sla/u r¡uo o de obst;ículo para el cambio ulterior.
Se habla aquí de "sobreexp;msión" en términos relativos, es decir,
en 1'l:!acj()\1con el grado de desarrollo económico, tomando una vez más
que corresponde a la cuarta etapa del esquema). Pero el perfil de
estratificación existente en 1950 y las tendencias que muestrah estima-
ciones basadas en los datos del censo de 1960 comparadb con el perfil
('onl() b;I:.e de' comparaci"l!1 los paises de desarrollo y transición glob;J1 actual de algunos paIses avanzados, parecen confirmar la idea de
nt:':s ¡¡\'anzada y de iniciaci('m m;ís temprana. Deben entonces recor- que en América latina loS' estratos m~dibs urbanos se están exp~ndien-
darse lus problemas, inherentes a este tipo de comparación, que men- do más allá de lo que podría esperarse si se tiene en cuerlta la' expe-
cionamus en "arios capítulos anteriores. riencia histórica de los países más modernizados.
CUADRO 1 CUADRO 5
Perfil de la eslralificaci('!I1 urbana el1 la Argentina y en los Estados Perfiles de la estratificación urbana y rural' (1950 aproximadamente) 17

Unidos de Alllérira (estratos ocupacionales medios y bajos en las


acti \'¡dades secundarias y terciarias). tr,
Paiselt
Acll~idl\d". ."""ndarl..
Urbana
T l"rclarl ••.•
I Adlvld.d
Rural
•• prlm.rlaa

EAlndoH llnitloR Arjt'entina


Medio.
ICla. pr<>p~l\l\iOll
obr"rotl I M.dlo.
I Dajol
Cl •. pr<>pI.1 pean ••
Jo:~t r:tfo~ r;~tl'nto:J Años Eflt.rnt.os E~lrntoo

I
AfllJ.:l
m('<iiuR hnjo~ medios hajos Argcntina 41,4 5,5 !í3.1 ,32.1 4,7 63,2
1 ¡iO 33,[, liG.'í IRli9 8,7 91,3 Chile 29.4 10,6 60,0 2,3 28,3 69,4
Costa Rica 31,0 9,8 !í9,2 15,0 25.6
-- -- -_.-- IR'!" 2,1.0 7(i.0 59,1

., I!IH !lO.7 li'J.~1 Cuha !l!í.!) 12.4 [,1,7 1,4 36.1 62,5


1'\111 3,1.2 (¡-',H.
Vcncwrla 2li,R l7Jo ,ti!),? 1,8 58,2
1!11O , :\11.:\ (;1.7
;,:;'1
l'l17
1'1,17
11.1
1R.1
!íIU;
!íl,li Colombia 28.1 W,6 55,3 17,0 39,9
37.0
43,1
1!llill ,lIi,')
13rasil 35,2 13.3 51.5 3.2 62.5 '34.3
lJ 11primer caso de lo que helllos llamado "sobreexpansi<'>n" de los Panamá 31.9 11,1 54,0 l.l 89,6 9,3
Paraguay 26,8 24,4 48,8 3.8 86,0 10.2
c:,trat()~ urb;lllOS pucde verse comparando el mismo proceso en la Argen- Ecuador 20,1 19,1 60,8 1,5 58.5 1, 40,0
~ tin;1 y Cll los F.stados Unidos ele AIll(:rica. Naturalmente, una compa- Salvador 21.2 18,3 57.5 2.9 47,6 49,S
Guatcmala 16,2 41.9 41,9 2.7 64,8 32.5
raciúll de los perfiles del ~eclor primario presentaría rasg-os muy dis- Bolivia 2!í,6 24.4 50,0 1,0 59.8 39.2
lintos, pues ese último país. a diferencia de la Argentina, tenia una Haití 12,6 46.2 41,2 1,3 92,2 ,6,5

1:; C:, Germani. "I.a Cill,\;"l reuno ]IIe('anismo lnlcgr:u\or". RC1,i,II(l }\fcxir(lllll lO Pnlílica y .wcicd.od. 01'. cil., cap. VI.
,1" S",¡"I"!,;II. XXIX (1%7): 3Ri.'IO(;. 17 G. Germani. "La ciudad, ctc ....•. op. cil.

~_._~
,
~~
~U2 GINO GEltl\lANI

t)"
"
SIICIOl.llc.í \ !lE 1..'\ \1<'IIIUC\:I/,\C1(1~; ~lJ::

En 195Ó' varios países se acercaban o incluso snperaban d ni\'l:1


(omicnzos de 1:1 (!(':r:1l1:l de lo'i al'IOS cincUCII!;1 ::" rc'\('k. P"!' IJlill1l ra \'el
d~' ~11130 por ~iento de categorías no manuales en las actividades se- )
que en la ma)oria dt los p:lÍscs de 1:1 rc:~¡('.n 11:i1lí,1 ),¡'¡,:I[,<)s dI: rl:tw
nmdari'as' y terciarias en conjunto (además de Argenlina se hallahan
Incdia dc creciente ill1p0rl:lIlria. Pero llllil!I()': ;Inton's, incluso \';Irio;
eu est,a situación Chile, Cosla Rica, Cuha, Brasil, Colomhia y Panalld).
de lo, t¡lIe p:lrlicil':lrOI1 CI) 1:1 lUl'ucioll:ld:¡ ~('J'i(' dI' III0I10:~),¡Ji,I', (',/'IT-
, , ..\Jguno~ datos de 1960 (llle sc han podido lIlilizar aquí Inll(~strall
~:,roll dud:,s :Ilcrra dc la 1I;lIlIr:I1('/a de !;t/c, -'1,,'1"1'1". FII ,~'('Ih' .:tI. se ~~
quc las mismas lendencias hacia la exp;msiún continuahall: VCIIl'/,IIl:Lt
"i,s('JLiI':1 ljlll: l'~ll" uo W tiil('l'('11( i,I!J:III dI'! \',II';¡I" :i1I" 1(:"li( i,"t:11 /'01'
rq;is,t,ralJa :1I ,5 por ciento de no manuales;

1 i:11io). Para J\léxico (no iucluido


J'aualll;'1 36,tl por cieulo, y
FI S:¡JI':lllm' 21,.1 por cienlo (sif'lllpre sohre el tOlal S(:CllIllLllio y l!'l'-
en la tah];¡) hay \ al i:¡s es' iUI:,cio'Jc"
pero lodas ellas sciialan <¡'ue no !llenos dc una tercera parle o nds de
tilia adectlada atltoidCtllifical'Í"ll1 dc el:¡',,''i. "Los IlIi('!I~i'rll~ rhi 1"(:IS
ILtlll;,d:" d:lst'~ Illl:di:,,.; --.c'Criilí;¡ .Johtl Gillill ;¡ nll'di:"lo"
de I~Fl(l . SI' (',1'111:11::11por ¡d,'lIlili':lne
dI: l., <1,,(;,,1:,
no )':1 ('''I! 1, (h,,[, l,,,'di I ¡lIi".
t:~ )
U);¡, sino COIl I"s c];¡SCS :JlLIS o, pilr lo cOlltr:lrill, ('1)11111il¡iel['[ 111:dcs 1'1'0-
, "1
lo~ estratos urbanos esta Jan compuestos por categonas'1 no l1lalHt:I es.
!cl::rios."~) Olro punto de "iSLI :lllIplialllclllc difundido "eí;¡ en Li,l'slra,- ~)
y cste nÍ1'e\ ya habría sido superado desde 1940.18 Aunque no nos es

lificacÍón soci:d existcrlle en I:t l'e!~i["1l h:1l i.[ Lt rnitad dI'! siglo ('Cinle )
posible I!ealizar aquí comparaciones sistem:íticas al respecto, algunas
la coexistencia ele d(js sistellí:ls dc d:I'.e,: d :lllIi:~111l p,lln',,] "fcud:¡j"
cifras relativas a países a\:anzados sugieren las mismas impresiones que
dc dos clases (un:1 ('1:1.>('.:Jlta tr:lllicion:J!, )' lIn:1 (Iast: I>aj:l), ,ep:lI'adas
Ia~, sugeridas de la comparaci6n con el perfil urbano de estratifica-
¡:nr tilla rígida di\'isi")II, ell t(orlllillOS dc dis¡:lllcia sllci:J!, Ltlta de 1I100'i- ~~
ri<'!n en los E~tados Unid~s. Por ejemplo, en 1960 Noruega tenía 39,3
¡idad )' rc:!aciones inlcr¡Jcrson:t1c;; ;¡]I:It1Wnte jn;¡njllizadas. 1~:J!1'J¡ l;eaIs,
IJor cicn~o de no manuales secundarios y terciarios; Suecia el 33,0 por
:¡J sistCIll:Jli¡:rr SIIS conrlu.,ioncs g-cner;l!cs, I¡asadas soiJre 10110 (11 l:ts
ciento; Australia el 41,0 por ciento e Inglaterra (en 1951) el 34,3
illollografías sohre c1:lscs medi:l" rcaJi/adas por la Uní('m 1~~"l:"nlT;C:iI1:l,
por, ciento.,
19
~
lIega/¡a pl'eCis;I11H':lIte :1 UIl:1 COllllIISi/'1l1 de ese tipo:
La,~ LallS;¡S de esta expansión adelantada (y a menudo acelerada) )
"1 [a:"ll:1 que se pueda dispolIlT de Jlll'¡:OfCS il1!':lnllllt'lIlo'; dc IIll'dj'-;ÚII, la
,1 de Jos estr;¡ t.os urlJa nos en América latina debe buscarse en parte en situado)) (JI ti mayol ia de Jos paises plH'de dt'scrihilsc sobr{' lodo \"()J110 (J-

el crecimiento adelantado del sector terciario y en la burocratizaci<'lll l:lctcri/ada por UII ~jSI(~lIi;t de lres l!;ISl". clda un;l de' dl:Js difcrl'llci:lIb'\
de la iudustria, Cllyas causas generales han sido examinadas en el c;¡pí- illlcrll:lll1c,,'C en una SlTie de ~rllp{)"i cSII.ltific:ados y dt~ dilcn'l1lc SI:llllS. Sin ~
l'lIlh;Ir;:~('.desde el PlIllto de \'iSla <Id eOll1portallli(,IIIO ntlllll'al y de la alllo,.
11110 lJuint~. A éstas, sin embargo, deben agregarse otras que derivan ic!ClllifiClcit'JI1, d :-:i~lL'llla fCl1(bl dc dos d,lSCS persisle, a pesar dd C'ICCifliclIlo,
de las características que la transición h;¡ asumido en América latina, ell la llIayori" de Jos países, de g-nlpos ;1I1<Tllle";o, d,'''''' I'i 1'111110d,. "i,la de
su silu;lti('J1t ccoIJ(')micl. Los \'alorc~ y las adillltics t¡pica" de la d.l~c ~}lra
características a las que se hicieron ya algunas alusiones en capítulos
haria d l,aJ¡"jo llIallllal y ):1 <:Jase h:'ja s"" plcll:III1l'lIle al'l'plados por 1:1
~
precedentes. A estos aspectos y también a algunas de las consccucncias IlIa~oría dc los Ini('llllll"os dc la~ clases Jlu,tIias. En alg'llllus l';lÍ\e:; b ila'!.' alla )
del' fc;lómel~o dedicaremos el contenido de la últinla seccilín del capítulo. )' la. da"-" Illedia tienden a p~trCuT~''ll:d('sde el PUllto de "hU l'CIIII"llllico; ('11

.1. La C1JQlllclón de las clasr.s medias IIT/JanaS (~n ElIro/JlI )' en América
,.lros Ia'i tli,jsiollcs l'CO)I('Hllicas se supcrpolu:n a Ja IHlSiól'lIl :-'(H:i~tl.:':.!::

Según lIe:¡]s, los únicos p:¡íses cn dlJlldc podía !lahl:II's(' de (i(Tla


di,llliIlUci"l1I o illclllso dc cicrln grado de dc~ap;ll'iri")1l del ,islcIlIa "fCII-
D )
latina
dal" dc dos c);¡scs }' su!.>rc todo de las ;letiIIH!t:S corrcsjlolltliclI1C'i, ('I:11l
El tema de las clases medias urbanas, de su existencia, naturaleza, los países pl'edomill:lJ)lClllell!C cllropeos o tic oli<:rH:ICi"1l1 ('ump(':¡ JlIC- ~~
illlportanéia 'y significado (especialmente político) ha ocupado la aten- dOlllill:llltC (.\rgcnlin:l, Chile, Urugll:IY, COSl;1 Ril':1 )' ,\I,"xi[ o) El
ci(')J1 de muchos estudiosos en las últimas dos décadas. La publicación Illi'IlIO :111101'rccollocía t¡IIC el ~jslC)J1a dc l:slr:tlific:lci['1l1 se 1¡:t1Ld¡ 1 .,0_
de l~ serie de monografías, organizad,a por la Unión PanalJ1ericapa a llll'tido a fucrtes lerhioncs y cst;¡b~1 expclilllcllt;¡ndo clI,JiJios I':ípidll'.
~
, 18 Véanse las cstimacioncs de J. Knhl, op. cit., cap. 1, véas~ J. ~1I -r"eo C'rel'('lIl1~ «('01111")' .H"/f'fia/cs ¡,,(rtl el F.,'/lIdi" d,'
/a, Ua,,',' "',.d"" "'1 )
- t JlI(:rir{l ¡.tI/il/u (\\';tSltillgloll, l"lIióll Pall¡lll\cril';II1;I, I~l.)~),(j n)II'IIlH'IlI'S.
19 Datos computados del Delllographic l'ear1Jook de las Nacio"es U"idits para
el ailO 'J964. Los datos de Australia son de Kul'l 11. !llayer, "Social Slralificalioll in :!1 .l0hn (;illi". "1'1""s C:"II'l'onl'lIls in Jllo<l•.•." I.a,i" Anleri"an C:lIlll1ll''', ('n
E<jllalilarian Socieries", cn R, Bendix y S. !Ir. l.ipset (COIllPS,): S/alllS n. n. JIeath \' ){ich:1l'I1 :-i .. \d;lIllS (COIIII'S,): ePII/olI/unar)' ellll,,, •..•""d So, jo 'es o/ ~
111'11

alld POII'er (NuCI'a York, Free Press. 1%6) _ Los de lnglall'l'ra


(;[au
SOn de C. D. H. ('ole, J.a/i" .IJ"lcri('a (:',ncI'a \'ork, Ralldolll 1101lse. l'I'je,). . )
S/lIdies ill C/ass Sll'llctllTe (Londres, ROIHlcdge and Kegan I':lnl, ICJ~~) cap. \'[, ~~ Ralpll Ih-:lls, ""(Hi;d SII;llificlli(l1l ¡li 1,;lIin \IlHTit;I", ('IJ "''''lt.IIt:';!! 1(1Ilnwl
:JI Sorio/up,I', 1.\'111 ~I!I:,:I): g~7.:;:)q.

--)
!
~O'l GINO GERMANI SOCIOLOGíA DE LA MODERNIzACIÓN 205
1

I
1
Por Ull lado, observaba, la vieja clasc alta cstaba empobrcciéndose o las que parecen haber pasado los movimientos, políticos basados en Jasi
bien estaba orientando, por lo menos en parte, sus inversiones hacia clases, medias: del lardor revolucionario o por lo menos reformis'ta
la propiedad urbana, la industria o el comercio, en lugar de perma- avanzaao, hacia la aceptación del S1ta.tu qua o de tendencias conserva-
necer restringida delltro de las "iejas formas de propiedad latHundista. doras, la <lliama con la alta burguesía o inclúso con los restos sobre~
Al mismo tiempo debía enfrentar conflictos, sea al interior de la mis- vivientes de la oligarquía tradicional, o en todo caso un !tIto gr~do


<"1 I !
ma clase, sea a través de ataqucs externos por parte de las clases bajas de fragmentación interlla, cambios de orientación y ambigüedad.26
V medias. El proceso de industrializa~i{m, <ldem;ís, sostenido en parte Pero no es nuestro propósito analizar en detalle este proceso. 'Para
por ella misma, debía considerarse como la amenaza más grave a su ello nos remitirnos al ya citado trabajo de Graciarena, que presenta
hegemonía política y social, ya seriamente amenazada. Quizás una de un análisis de conjunto en nuestra opinión sumamente adecpado de la
las ,conclusiones importantes de este an{tlisis era la de que el crecimiento trayectoria polftica de las clases medias en América latina.27 N os :¡nt~-
de las clases medias no representaba de por sí una garantía de esta- resa en cambio complementar ese análisis sugiriendo algunas compara~
bilidad. En la medida en que estos estratos se hallaban permeados de dones con los "sectores medios" de las sociedades avanzadas europea,s
\';dores similares a los de la clase, alta, la amenaza originada por las de tipo capitalista y su evolución política. Pensamos que es~as compa-
clases populares podía transfonnarlos en una fuerza relJresiva frente a raciones, hechas con más atención que la que nos es posible prestarles iJ
los avances de los sectores populares.2~ en este capítulo, podrían poner de manifiesto ~i£erencias y semejanz~s
, ,1
!
El tema de las clases medias adquirió :mn mayor importancia en de gran interés para comprender' el proceso de transformación de las
los aÍlos posteriores, partieularmepte desdc la publicación dcl libro de clases medias urbanas en América latina. ' " 1 ¡
l,i
'Johiuon sob,re la transformación política de América latina.2~ Aunque En primer lugar resulta en l'C<1.lidadsorprendente la idd: tan di.
este ,\litar ha ejercido una influencia considerable al sugerir una pers- funcHda, especialmente, entre los observadores extranJ' eros, acerca de los
pecli\a optimista acerca de su acción progresista, evitó utilizar el tér- supuestos "componentes
, l'
culturales" y la falta de autoidentificación , 'I!'~':
,
mino clases medias por motivos análogos a los scñalados anteriormente: como clase de los grupos medios urbanos. Estas observaciones rcpiten , !~'
i
,
¡

..'
"El llegar a una, decisión en cuanto a los terminos a usar para identifi- casi textualmente los análisi¡ y las descripcione¡¡, que pueden, recogerse
car los grupos medios urbanos era una tarea dificil, y el resultado no fue' a lo largo de un siglo y medio o más de especulaciones teóricas y estu-
completamente ~atis£actorio. En primer lugar p:treció necesario evitar los tér-
minos "clase" o "estrato", que han llegado a tener para los pueblos de Eu-
dios empíricos sobre las clases medias europeas. ,También muchos qe
ropa occidéntal y los ESlados Unidos connotacionc:l esencialmente económicas, los estudios teóricos y empíricos acerca de la sociedad norteameri- ~
mientras que en Améric:t latina sólo en lo~ lJ!limos aiíos el ingreso y la cana destacan componentes "culturales" tales como prestigio, origen
11'

riqueza se han agregado a la educación, prejuicios, comportamientos, forma'


¡~' i
(le vida; 'antecedentes y sentimientos religiosos y esteticos romo determinantes familiar, modales, origen étnico, educación, atribuyéndoles l.jna, impor-
de la po~ición social. Hoy en dla (en América latina) algunos de estos deter- tancia que no parece menor que la que puede sospecharse, existe en
minantes cnllllTales siguen todavla ejerciendo en la fijación del status social,
1:i1 papel mucho nuis importante que el que desempeñan en los Estados Uni-
América latina, aunque puede admitirse que se trata' de un sistema
dos.~.2ti de estratificación caracterizado por una ideología (sino por una reali-
¡\ pesardel car;Ícle!" uds estamental que mOllcrno de las clases dad) más igualitaria que la predominante en los sistemas de clases de :t
mcdias latinoa.nericúnas y de su heterogeneidad interna, ]ohnson, co- las sociedades europeas.28 De todas maneras, la dicotomía entre trabajo :1:
~~~i
mo sc sabe, jtlzgaha que ellos desempeñarían un papel preponderante- llo;ullIal y trabajo no manual, con todas sus connotaciones, ha existido
y posi tiyo en el desarrollo poHtico y la estabilidad de l;lS sociedades.
26 Véase cap. I. "1
latinoamcricanas, dentro de formas democr;Íticas representativas y el 27 J. Graciarena, op. cit.
sistcma de econom ia de mercado. Esta interpretación y otras similares 28 La literatura sobre el tema es enonne. Para una revisión bastante com- ;1: !
fueron lur~o seriamente cuestionadas por otros autores, y ya se han pleta de las teorlas sobre l'a~ clases medias desde mediados del siglo XVlll ha.sta
nuestros dlas, véase Roger Girod, Etudes sociologiques ,sw' les couches sala rities: I ,H
mencionado (aunque brevemente) en capítulos <Interiores las fases por O'turiers et emjJloyés (Parls, Marce! Riviere, 1961). cap£tulos 1 a IV. Sobre la pero
sistencia y la importancia a nivel motivacional y de comportamiento polftico de los
~~ R, ¡kals. o/,. cito componentes de prestigio en las clases medias europeas entre las do~ guerras, véase
2~ John J. Johnson, PoliliCllI Challge in l.a/in Al1Ieríca (Slan[orcl, Stan[ord Uni- R. Aron y otros, blllelltaire IIl, GlaS,leS lHoycnnes (Parls, Alean, 1939). Para Estados l'l
,'('rsil)' I'I'CSS, 1938).
~~ Loe. til., P;'I~. "llI.
Unidos, véa~e Milton ]\f, Gordon,
])nke Univ('rsity Press, 1958).
Social Class ill American Sociology (Durham. r
",i
f(
{I,\
1',
,1;'11
',ti
,
1 2()[j GINO G.ER1\'IANl

en todo el ¡írea cultural del occidente modernizado, y solamente al


aicanzar,se la etapa m;ís avanzada de la sociedad de consumo de masas,
con la ;1'parición de la "nuev;! clase obrera", parece haberse producido
, , a 1"')" . "1 resu tan te, por un 1al 1O, dI"e a 1)Ul-.
SOCIOLOGÍA

adopte (marxista, estructural-funcional,


DE LA MOVERNIZ!\CIÚN

o puramente psiculol!;ista" es
decir, tendiente a reducir la existencia de la clase o cstados !n:ram¡;r.te
psíquicos, ¡¡ IO/C (!tosc ¡/.'o/JI'lIion), al dt:Scri/,ir un ,¡Sklll:! de cstratifi-
caciún siempre se hallad n componentes de Slatlls y t'stos ddwr:'lll ~cr
:!(),

•.
~

1(')
')
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1 .~"
( segun gU!l~S uua convergenCia,
, g'upalllicnw" de sectores crecientes del proletariado, y por el otro de tenidos eu cuenta como determinantes de! cOlllp()rtallli,~nto empírico
;',1' la a(JbpLión de modos menos individualistas y m¡ís colcnivistas (pOI' de los individuos, por lo menos a corto plazo.:1tJ Esta posici(:)1 no ('s
'JII

li ejer~pl9 sindicalización) por sectores de las clases meJias.~lJ Si bien nada original' pues refleja las posiciones explícita o implícitamente ~
aml?as tesi's (convergencia y "aburguesamiento") son todavía muy dis- "multidimensionalistas" que parecen predominar en J;~ sociolof!,"ía'con.
I i I 'cJtibles, se puede aceptar que hay ahora mucho menos resistencia por tempodnea, especialmente desde 'Veber en adelante.~ Lo eX'TailO es
P31}C dc vastos 'sectores de las clases medias bajas para aceptar una que JlilHhos )¡¡I in():ullcricanistas hayan considerado "arcaico"; el COIl1- ~~
par! icipaci¡"m mayor de los sectores obreros en ciertos tipos de consu- )l())]ellte cullur:tl del mayor prcsti~io asignado a las fUIHiollcs no rra-
mos que antes eran peculiares de los "no manuales". Es decir, se ad- nu;tles en las clases medias de la región.:ll El segundo punto ,s":refiere
vierte en las sociedades' industriales avanzadas (de economía de em- a la idea de que el "dualismo" estructural es un hecho universal del ~
, ¡I pre:sa priva'da) menos temor a la "invasión" de status por parte de los camhio soci:tl y no se eJlcucntra únicameute en los países de dCS:IIT01l0 ')
"

\
i
1
,I

" l'
estratos inferiores. Pero éste es un hecho nuevo y marca una profunda
diferencia' con el "pánico de status" manifestado por la pequeña bur-
guesía y la clase media' europeas en el período entre las dos guerras.
'l;al hec!lO nuevo podría ser el síntoma de que se han producido cier-
tardío. Esto significa que en la historia de los países hoy anIllados,'
se ha pasado por fases de dualismo estructural, que este dualisrnr) puede
haber disminuido o desaparecido en fases posteriores y que, por fin,
podr¡i reaparecer bajo nuevas formas en el futuro. Por este motivo
t;
,
tbs cambios I,en el sistema de estratificación.
1, e~.te proceso en el capírulo
Ya nos hemos . referido a
IlI. r-.Jás específicamente volveremos ahora
nociones similares a la~ de clases "declinantes" o "arcaicas',' y clases
"nu(;\,as", "mol\crnas" o "emergentes" (tan comunes en l"\l1H~riG,Iatjn.~1) t~
e
'a los argumentos allí expuestos en particular con referencia a los cam- !tan sido em!)le:lda~: corricntelllcnte (con los mismos n otros término,),
I !lios experimentados por d sistema de estratificación bajo el impacto en los an¡Ui,is de las transformaciones de las sociedades' hoy avanz:ldas.
del iJicremento de las varias formas de movilidad, hasta llegar a la fase A t(){lo esto es necesario agregar algunas aclaraciones. En pril;l'~r
que hemos denominado de "movilidad autosostenida". Quizá sería lugar el término "dualismo" debe entenderse en sentido ampli:>, como
il )
com'eniente introducir aquí un esquema de" análisis basado en tres coexistencia de dos o más formas estructurales (estratos, caractcrísticas
sucesivas fases o tipos de sociedad, por las que han pasado los países del s;stema, tales como normas, valores, etcétera), que corresponden a
¡Le
¡!¡ occideptales de transición temprana y de desarrollo capitalista. Estas clas~s de sociedad "ideal-típicas" distintas. Usualmente esta lli[erell-' ~)
tres fases podrían denominarse' "paleocapitalista", "transicional" y "neo- ciacilín se da en virtud de la asincronía en el camhio social; por eSl.e'
''JI
~', .~
capitalista". En lo que sigue retomaremos y ampliaremos varios de los
rll conceptos ya expuestos en e! capítulo mencionado con el propósito de ~o En el lexto se hace refeH'ncia a dos formas <le enfo']ues en el cHtHlio de
tiJalar ún paralelo con el proceso que está ocurriendo en América la estratificación social. tln enfu,]lIe puramellte rlcscril,lilOo, 'Iuc SÚ!t, se I,n'ocnl':l ~
por ;lualil.ar los rasgos del si:-ilclua. de (~:-.lratifi(";H:iúll lal nHUU :qmreu' al Oh~cl\';.tdnr' , )
latina. t'1l t~rlllinos de illdic:ulores (ohjetivos y suhjetivos), incluso detrlt.'tllOS tales (onu)
An tes de caracterizar muy brevemente estas fases es necesario acla-
rar algunos supuestos del pre~ente análisis. En primer lugar creemos
el prestigio de la ocupación, forma y monto d('ill¡!;reso, eHilo de vida y wnsumo,
aClillldes, ele. Y enfo<]lIe cX/JlicaliIlo en el clIal estas cal-acln+,licas SOll l'\leSlaS cu
relaci6n cansal COll otros aspectos de la estruclnra soci:ll: sislema pr<>¡juclivo o
c)
relaciones de producci6n, sislema de valores cenl raJes de la sociedad, funciones en r> )
que los que algunos observadores de las clases medias latinoamericanas
ladón con partes o lOdo el sislem'a social. O inClnso, COmo en el enf0'lue de\\'arner.
llaman "component'es culturales", es decir los elementos de status a lOdo el sislema se nlelve algo puramente depcndicule de si n,islllo, es de\ ,r de I,IS
que' hemos' aludido antes, existen de una u otra forma en todo.sistema estados subjelivos de las personas. ~)
de I estratificación social. No importa el Illodelo explicativo (¡ue se :11 Esto se debe en parte a las caracleríslica, paniculares (Id país ~e ori~en
I de muchos latinoamericanislas, es decir Eslados U"idos. donde dcCli":lII e"le los'
valores igualitarios son más fllerles y 1Il:\s "is¡llle, 'lile en Europa. l' ('11 I,arl<- p"r
, ~lJ ef. los artículos de D. Lockwood, Goldlhorpe y otros en el lihro compilado el hecho de tomar como hase dc comparaci"'" las sociedades neoc'l'ilali'las, '1' e
por Joseph Kahl, COI1l/Jll1"alive Perspeclilles itl Slml.i{icaliotl' (BoslOn, LiIl1c Browu, como se verá han ido experimentando una Irallsformaci6n CIl rllalllo a "1 l!i,il,;, ~
1968). Véanse también las rderencas
"
citada~ en el capltnlo lJI. litl",1 de la imporlancia de los "'("(Imponclltes CIIlturaks".
,;
~
-'Iorr~-."" M )
.••Me
~-~..¡¡.-~- -•.' ••" ., ••• t!lwL.. L.Lk:d.:I •••• ~

208 GINO GEl<.l\'I/\I'. , ,


,SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACIÓN
209
motivo se habla de formas ";¡rcaicas", (declinantes) en contraste con
prestigio, o en vados de estos atributos a la ,vez. Una clase alta "decli. .¡ :
formas "modernas" (emergentes). Sin embargo, puede resultar conve-
nante" puede haber sido en la fase anterior la clase "pásica", pero , l'
, , nicnte introducir una clasificación tripartita: formas "declinantes", '

formas "b¡isic;¡s", y formas "emergentes". Dentro de un esquema de puelte mantener por mucho tiempo, en su fase declinante, un' gran l'
an;ilisis que supone: 1) asincronía, 2) cambio permanente, 3) rapidez poder, incluso un poder hegemónico que en esta fase d~tlin;¡nte se ha- 1
1

del c;¡mhio, tcndrl;¡mos trcs formas coexistentes quc podrían correspon- lla scriamente amenazado. En el futuro, sin embargo, de rr;'lIlÍ1l1101' la
der a CSL;ldios("sociedades" o "conJiguraciones estructurales") "ideal- tcndcncia cn función de ln cllal se Iza [fJ1"Il1ulado la di.llillci,íll cnllT

típicos" distintos: las formas declinantes corresponderían a la sobre- clase alta b;ísica y clasc alta dcclinantc, esta úlLim;¡ deberb cxp'erimclI-
viviente sociedad arcaica o tradicional, la forma básica a la sociedad tar una disminución o incluso desaparición, sea a tr;¡ vés de una
"moderna" tal como pucde definirse en un momwto dado de la tran- fusión con la clase básica, sea a causa de procesos de movilidHd ,des-
sición (en el "presente"), y la forma "emergente" a l~ sociedad hacia cend ¡en te, ino ividual o del estra to en tero, J\n;í loga m ed le, una clase I

la quc pa¡-ccc oricntarsc la socicdad actual en su estadio siguiente (la emcrgente puede llcgar a crecer en número y/o podcr (r~re~~igio, ri.
"futura" sociedad moderna). Esta terminología supone la presencia o queza, ete.), y eventualmente transformarse en básica, cn nil ,cs~hdio
la contemporaneidad, por así decirlo, del pa~ado, del presente y del sucesivo, en la medida en que la tenciencia prevista se realiza efectiva- "1
futuro. En segundo lugar debemos señalar que los términos "decli. mente.~;¡ Por ültimo no estará de más mencionar dos 'c'u~stiones. En I
, narlte", "b4sico", "emergente" no se refieren necesariamente a decli- primer lugar el hecho de que' a mem~do la distinCÍlJn eutI!c clases b;í.
1/
nación, apogeo y emergencia, en términos de volumen numérico prÜ" sicas, emergentes, o declinantes tiende a d~saparecer, y que ,hay pna 1:'
porcional y de posición a lo largo de las varias dimensiones de estra- tendencia que puede ser de c:lr;ícter general hacia la fusil'm ~Je estos
tificación (poder; riqueza, prestigio, etcétera). Fundamentalmente se agrupamientos. Fusión quiere decir aquí (¡ue pierdcn identid¡ld~' o la
lo emplea aquí para i"1diear una orientación del curso histórico, una pierden lo suficiente como para dejar de ser j¡~portalltes ddsde el punto
orientación en cuanto al sentido de las transformaciones que la socie.
!
de vista del análisis.:J1 También es cierto, en segundo lugar, que la
dad (y el sistema de estratificación) están experimentando. Esta orien- distinción, aunque tiene su refcrente ,concreto o empírico, deb~. ser
tación es cledllcida o inferida por medio de un modelo (o sistema de
hipótesis) "construido" por el observador (el científico social) que rea-
utilizad:l corno un instrumento de ;1I¡¡jlisis, en el sentido 'de I que para
ciertos fines es conveniente igno¡;;¡r la distinción cntre clase emergente,
li!
liza el análisis. SU' pertinencia, "realismo" y capacidad predictiva es- b;ísica o declinante dentro de un mismo nivel. Tenicncl(~ 'en cucnt;¡ , ,,
"
tán en gran parte determinados por el estado general de la teoría y la estas dos obsen.aciones -la de orden sustancial y la dc ordcn mctodo-
,

,
calidad y cantidad de los datos utilizables en el momento de su for- Mgico_ en ]0 sucesivo habbrclllos dc "~ectores" dec1in;¡nles, b¡ísicos
mulación, es decir por el "nivel histórico" ;¡lcanzable por la disciplina i i
o emergentes, dentro de cada clase, dejando abicrta la posibilidad de
en ese momento,32 Por este motivo la situación del observador resulta :
Sil fusión concreta o de su identificación en ciertos aspectos o <,;nalgu-
bastante distinta cuando analiza un proceso ya transcurrido y cuan-
nas circlIns'anrias, y record;ltIdo a la vez la, conl'eniClIcia analítica de
do confronta uno que cstá transcurriendo: en el primcr C:lSO,al trat;u 11I:1111('11('1"
la distinción o no,
de expli,car lo, q~le ocurrió, ya conoce que orientadún espccífica asu-
mió la transidún. Pucde identificar, por ejemplo, más claramente una Vamos ahora a dcscribir };¡s tres fases desde el ¡JU 11l0 de vista del
1
clase "emergente" si ésta ha llegado a afirmarse en épocas sucesivas, sislema de estr;¡tificaeiún social. La cstructura ocupacional en ];¡s tres
Sus predicciones acerca del futuro son mucho más inciertas que sus f:lses puede ser descripta de acuerdo con el modelo c1<Ísicowgerido por :11

predicciones "retrospectivas". En lo R.ue se reficre al significado de Colin Clark,~;¡ En la fase paleoc;¡pitalista el sector "primario" es de-
los términos clase, sector "declinante", "básico", o "emergente", éstos clinante pero todavía sigue ;¡lcanzando una' proporci()J1 importante
pueden según los casos incluir estimaciones en cuanto a futuro creci- i,
.lIla,
miento o oeclinación, en nümero, en posición de poder, riqueza (' 'I~ La distinción entre sect()res de nna clase, ('n fnnciún de sn fnlnro histó-
rico, se il1Spira c" parte ell el principio de "estratificación fund:nncnta\" de Theo.
dor {;ciger, \,("ase l'anl" F"rIlel i, Thenrior (;eiger e /n (olIsciellUl <id/a .wrielti ill_ ,~!
32 G. Gerrnani, l.a ,lOciología en América l.alina (HuellOS Aires, Eudeba, 1964), e/IIS/ria/e (TorillO, CiappirrhclJi. I%ri) , p;;gs. ,ti r sigs. ,
último [a,,/lulo. :104 S"IIt{, ('sic d('( lo de 1"11",;('111. \"1":1"(' 1'(Jlífir'a " Jor;('(fnd, (//,. (';1 .• r:1p. :1, S(,( ¡'il'lll 10.
:I;¡ C, Cl:irk, "/,, ,;1.
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x}d ;'I'I 210 , ' GINO GERMANI
SOCIOLOGíA 111' I.A ~1O/)n~;-'¡liAclc'>N ~
...Ji!. 21 I ')
1:1[1' ,
~f:.:11 de, la población
I
activa. Por ejemplo, Inglaterra en 1841 tenía todavía lración t(~cni(o-ecollllllljca y financicra, Es la é~Il()C;1 d(~ Lis gTandcs
~~; más (!t! una cuarta parte 'de paLIación económicamente activa ocupada corporacioncs y los "conglolllerados",:lG
jtt; en' la agricultura y la minería; en 1870 los Estados Unidos registraban ~
~~~í
El sisterlla de estratificaci6n cn SIlS tres fases, 1;lnlo ell lo CJ"C
más del ~2, por ciento en estas actividades primarias.
'Hf,ILi.' ;.::, :
El sector "~e-
cundario", la industria, puede considerarse "básic;o" para esta fase, por
dan t,o,,H;presenta el elemento central del sistema econ6mico industrial.
respecta a caracteríslicas generales del sistema COlllu en ClJal:to <l la
naturaleza y composición de sus estratos, ha ido cxperimentar.do una
t~
~~~ cH¡lllción paralela. En la fase p:tleocapitalista !tallamos en la clase
:;;j.I, Estadísticamente está en crecimiento, y además es en el mismo (yen
alta. por un lado, el sector "declinaute", vincnlado COI~ la 1)1'0.!llcción
su~ ,se'ctores,,.~ocla Ies correspom \'
lentes) que se operan Ias transrorlllaClo-'
t~
-~-i . 1
tri
'~l
primaria, y el 'sistem:l estamental ¡lr('exislenl(: (1" ";lJ4¡SI(lC;':t('i;¡"), ~;e
¡ti n:es técnico:económicas llue van a dar las caraeterística~ fIlIldaulcllt:t1cs
',.
considera "declinaute" ('11 cuanto a su deslino l1isl(')rico, aunqu( pllcde
de la sociedad pa!eoindustriaL Esta sociedad o fase del desarrollo iu- )
seguir ejercicndo dllraule esta r;lsc y 1:1 siguiellle un consid(Tald ~ poder
:~, [iii' dustrial podría ser denominada "secundaria", y ello tendría aplicacic'm
,H económico y político y gozar de llIl prestigio luda\'Ía pred()n,jnal1t'~.
también para el tipo socialista de desarrollo industrial. .ln la fase de ~)
ilt
I ~".,: transici!)n, el sector primario ha decrecido estadísticamente pero toda-
Pero compartiendo esa posición hegelJlóllica CIlI:ontranlOS la h¡¡ "g-uesÍa
corno sector "básico", en el mismo sentido d" [muro J¡ist{'II'ico, es
')
I\'~nt~. vía ,tiene cii~rta importancia, que como en el caso de los Estados Uni-
<Iecir, como protagonista de la tral1sl'ormaciún industrial de lá econc-

.':~
,1\
'

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~.
~',,''.'."
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.; "I
dos, en 1920 .
alcanza todaVÍa casi a una tercera parte de la poblacilÍn
activa, polo más de una quinta parte en Alemania (entre 1910 y 193(1),
, o incluso puede alcanzar proporciones mayores en los países europeos
I mía y de la sociedad. En el otro extremo del sistema, en l:is posi. , ,
ciones inferiores, observamos por un lado un SCCl/)r dec!inanll~ rural
(pero que puede ser todavía preponderante como \'ohlm(~n numé.
t~ )
'H
J'
)\'1'
If:.,
.ll~'
'1' de dcsarrollo, bajo forma c<Jpitalista pero de transición m;ís tardía o
nLís, lenta (por ejemplo, , en Francia hallarnos cerca del 311 por cienla
; en la década de los años veinte, en Italia del 16 al 10 por ciento en
rico compuesto por l»~queiios arrendatarios, medi('l'os y propict;¡rio!;
pol>les, por campesillos sin tierra, así como por los superyi I'ientes
"uolwnes" de economía de subsistencia, los que IOd:tvía /lO !i: har
t) )
cl mi~mo perío~o, a pesar, de qne ~u industria pesada se 1l;I!,ía ya de,. integrado al mercado uaciollal o se hallan Illuy parci;t!nwutc conec--
1'11.:'
,~~:}\:
!~t~\
arrollado antes' de fines del siglo). En esta fase, el sector secundario
ya ha alcanzado su máximo y tiende a estabilizarse.
mentado (y sigue experimentando)
Pero ha experi-
fuertes tran~fonnaciones internas
tados con él). En algunos países puede haber SCdorf's' r:.,dicalment.e
excluidos de la sociedad nacional, com~ en el caso de los 'Jegros
(durante el régimen esclavista), o muy marginales, COlllOocun j6 su-
t~
:::'f~

~n
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I'.,.r.!'.it
t'l'

.siguiendo la ,misma tenuencia básica observable en la base paleocapi.
talista, es decir, una tendencia hacia una mayor concentraciún técnico-
econólnica. Finalmente, la fase de "transicilÍn" registra un aumento
ce~'.ival1lente con ésa y otras minorías étnicas, El sector "!l:ísico" de
la clase inferior est¡í formado por el prOlelariado urbano, Pun. y esto
es de suma in'ponancia, su grado de movi)izaci()n social )' política es'
t; )
I notabie del sector terciario. Por ejemplo, Inglaterra tiene en IRíl hajo y parcial. Una característica, sobre la que hemos insistido varias

I:';f'-
11".
casi el 36 por ciento trabajando en comercio, transportes y servicios
,'arios, mientras treinta años antes esta proporción apenas pasaba del
v~ces en éste y en otros trabajos, es que si bien la illt!llstri,1 y los
nacientes servicios modernos )':l han creado un sector oClIj!:u:ional
~)
)
(también "model'llo") numéricamente importante en mudl;lS e,[eras
P~~~ft
;~~U;
~H-;:~
30 por ciento. En los Estados U nidos la diferencia es más pronunciada,
del .23,3 por ciento en lB70 al 37,7 por ciento en 1920. Adem¡ís, la de la vida, ms miemhros siguen siendo Iradicionales, Cu;rJfjlIiera
composicióll i'nterna del sector se halla en plena transronnaciún: qlle !laya sido la violencia o intensidad de la protesta social el e1e- ~ ~ ..

reducción acelerada de los servicios "tradicionales" (domésticos y si- lerminados momentos, el sector política o sindil'almente movilizado
de la cIase ohrera es taLlaVÍa nH~y reducido, A este último, lo pode- . )
milares) y aumento de los servicios "!1lOdernos". En la fase neocapi-
1I10S considerar como el sector "emerg'elltc" del estrato inferior .én la
talista el sector prImario está reducido al mínimo, d secun(!ario ha ~)
sociedad paleocapitalist", un ~ector que halmí de crecer y vol\'erse
dis~ninuid'o o bien se halla estabilizado al nivel aproximadaniente
, ya
)
alcanzado en la fase anterior y el terciario se :ha expandido hasta
36 Todos los datos que anteceden cSlán tomados de Clark. 0/'. ,;1., " k R,
representar el, sector de mayor tamaíio en la composición de la po- Cirod, o/" ál, Scg"1Il GilOd. a lIlediados del siglo XIX (eu cOlTesl'(lIl1h:ncia (1111 la
b.Iaeión activa. Tanto cn la producciún de biencs como en la pro- fas," que hcmos dCllominado pa""":;'!,i!al;s,a) b dislrihnci6n c:n los Ires ~:c-!."rcs ~ )
sel fa la siglli,'nlc~ r.0 )HlI' delllo I'ri,"ario, y la olra milal! "'cnllll,,, io }' 1<;'.j',lin
¡lucci<Ín de scrvicios ha seguido la telldellci:l I,acia );¡ alta COII(l'n- (1'<:1'0 CO'il fllerle predominio del primcro), '

---.)
.~
, I,

,1 l' . 'r. l'

SOciOLOGÍA DE LA MODERNIZACIÓN. 213 /'1 \'1


GINO GERMANI I I I
212 ,1/ 1I
"1

,
I .i ','J
li
"b;Ísic:o" en la 'fase sucesiva (de ."transici<'Jn"). Por último, en la buci611 conjetural "tlpica" realizada en base a varios es~¿d¡o~ híst6.
, f;lse pa1eocapitalist<l, en rl estrato intermedio es posible señalar con ricos3s. asigna a la 'clase alta un 4 por ciento del total, un 11 por
ciena c1ari(bd un sector declinante y un sector emergente, pero menoS ciento ;1 b 'clase media urbana (secundaria y terciaria) y un 35 por
j';'lcil r<:Slllta idclltifirar el sector b;isiro. Declinante, en términos de ..ciento - a los estratos .inferiores uruanos. El otro 50' por d'ontp
volumen numérico, y de poder, es ciertamente el segmento de los es rural, '/ dependet'á de.la estructura de este sector la existencia y
, I '
cstralOS mulios vinculados con la producción primaria (donde existe) . el' tamaiío de una cbse 11ledia rural. El sistema se caracteriza t:lmbién
E.slo es cierto incluso donde, como en los Estados Uni(los, la clase por altos grados de dismntinllidad entre los estratos, de jero:rqlliw.ci,ón
:i
mecli;! rural representa uno de los sectores más. poderosos de la cs- de las reJ;-iciolles interpcrsonales y, con.secuentemente, I
de institllcio-
I II

tructura política al comienzo del proceso de industrialización; tam- 1lalización de la "imagen" del sistema. de estratificación. La lín~a ~I
hié'n ;Jlli su declinación será inevitable. También declinante son los mannal-no manual está profundamente marcada, y la restringida clase
sectores intermedios vinculados con formas :Ircaicas de producción de media urb;ma' ("antigua" y "nueva") tiende a identificJrse dm la
.bienes y de, servicios, C0l110los arteS;1\lOS y ciertas formas de pequeíio dWie ;¡lta. (Es ésta la "falsa conciencia", que le atribuye el ITIarxismo, 1,
o' medio comercio. En el sector "p;nergente" hallamos l:ls c:ltegorías especialmente a la clase media dependiente.) Aunque las pm¡ibilidade,s ,
,1

de los fnncionarios públicos y privados, empleados ele oficina y pro- reales de movilidad son ahora considerables (también a causa de los '!;:¡
'1
Cesionales dependientes, CJue serán luego subunidos en el término de cambios estructurales), las normas de movilidad de tipo adscriptivo
"nueva clase media" .. Este segmento de la población activa, todavía y las actit!Jdes y aspiraciones córrespondientes siguen difundiéndose
muy pec¡uefio en la fase paleocapitalista está destinado a crecer ince- en gran parte de la sociedad y en todo caso coexisten con normas y
santemente ;J. través de las tres fases. "Antigna clase media" ser;! ;l(titudes Cll1crgeptes favorables a la mm¡ilidad y a criterio del log~o. '\
I!
precisamente la denominación que recibirán ('n l:pocas posteriores Entre los {:ambios m;ís significativos que marcan la fase de tnlnsición !.l\'

jas categorías que pueden represent<lr el sector búsico de los estr:ltos obser\'amos ulla disminuci6n ulterior de todos los estratos rurales;
intennedios en la sociedad paleocapitalista. En realidad pertenecen pno es en esta fase que los grandes intereses terratenien~es 'pueden,
1,
:\ las m.i~lI1;,Is.cate~orías ocupaciona1cs de la burguesía: son empresa- en r:iertm países, segnir compartiendo el poder con la burguesía (en i.
rio~ industriales, hombres de negocios, profesionales. Se clasifican como situ.;¡ci<Ín de fusión 'Parcial, de alianza o de' lucha). Y, a, su vez, los ,
pertenecientes al sector b,ísico cuando su actividad está orientada en estr.;¡tos intermedios rmales (cuando exis'ten) pueden desempeííar t
sentido "moderno". As.í los pequeiíos y medios 'cmpresarios indus- todavía algún r;lpel significativo en la política nacional y, típicamente,
triales constituyen un elemento típico de este grupo. Hay otras tlos
r
acciones defensivas o reactivas de sectores en \etirada. El sector básico ti
caractcristic:ls que pueden interesar. Por un lado se trata ele indi- de la clase alta sigue siendo el mismo que en la fase anterior pero
vit]uos (o. familias) en movilidad ascendente o descemlente. La gran ahora el. elemento directorial y burocrático ya empieza a ser impor- i
burguesía i'ndustrial, comercial y financiera hallad en este seelor [;lI1t('. A la vez, el proceso de concentraciém ha seguido y sigue su ¡
una de sus más importantes bases de reclutamiento. Pero al mismo ritlllo. Camhios rrJ<Ís importantes los hallamos en las clases bajas y
tiempo, ocupan un espacio social sumamente amenazado: tarnbié'n medias. FII jas primeras se ha consolidado el proletariado urbano. 1

puedcn pro1c.arizarse. "Los miemhros dc las clases meclias ---dice que ahora está completamente movilizado y organizado y ha aumen-
I (~eigcr- puc~len definirse como personas que luchan para' llegar a tado su poder; puede ya identificarse un nU,evo sector "emergef\te"
ser capit,tlistas." 37 Aunque esta definición debería aplicarse con ma- de "aristoera(Í:I obrera", que por sus ingresos, niveles de consumo
I~
yor ex;u:ti!lld a la fase de transición, también parece bastante apro- e in tegración en la vida nacional preanuncia la "nueva clase obrera';,
I pia(la par;]. la fase anterior. que es característica de la fase neocapitalista. Mientras, que desde el
Para describir las características del sistema (le estratificaci¡'m po- pun[o de vis\.<l de su proporci(Jn en el total la clase inferior ha dis-,
del1los sq!,uir el esquema indic;Hlo en el cua(lro 2 del C:lpítulo lJI. En minuido (c;nnhianclo sin embargo su composicÍl~n: menos rurales 'y
cnanln :d 1,r.rfil de cstratificaci,'m, puede decirse que gran parte de m;is secundarios y terciarios), la clase media en conjunto ha aum'en-
la pO:Jlaci")Jl se halla nbicada en los estratos inferiores. Una distri. ¡
",
~" R. Ch.", "/J, ril., p,Ir,'. 10~ T;•• r,timal:Íol1cs ,le Girnd sólo son aplicables.
37 ('¡lad" por ¡:;¡rlle!i. "/J. (jI.. 1""1-:' 79. ;1 1:1, fa"', p:d,'oc'!,il,,!;"a )' nene"pil"I;,I.a.
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( GINO GF:RMANl SOCIOLOGíA DE LA MODERNIZACiÓN '213 ll 1

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.1
"'Jásico" en la fase suce~;iva (de "transición"). Por último, en la buóón collj('tural "típica" realizada en. base a varios estudios histó- 1

~ ricosas asigna a la dasealta un 4 por ciento del total, un 11 por II 1

fase pacocapitalist;l, en d estrato intermedio es posible seüalar con


cien a cari<!:Hl un sector declinante Y un sector emergente, pero menoS ciento ~(b 'clase media urbana (secundaria y terciaria) y 'un 35 por i.I1'..1l
,1
U.ei] rei1l1ta idenlificar ,el sector básico. Declinante, en términos de ciento' a lor. estratos inferiores urbanos. El otro 50 por ciento 1

~ y,>IUIllLI nUlIl(Tico, y de poder, es ciertamente el segmento de los es 1'1Ira1, y 11cpendcl';i de la estructura de este sector la existencia y
11¡,

( e~;traLOSnH.:dios vinculallos con la producción primaria (donde existe) . el tarna;ío de una clase media rural. El sistema se caracteriza también ,,1 !I
r] ,Eslo es cierto incluso donde, como en los Estados Unillos, la clase
,n!edia rural representa uno de los sectores más poderosos de la es-
por alias grados de d£Jcontinllidad entre los estratos, de jerarquización
dc J;¡S rc1;itiolles interpersonales y, con,<;ecncntemcnte, de insti~ucio-
I

':1
"

(, tructura política al comienzo del proceso de industrialización; tam- llalizt1eió¡¡. de la "imagen" del sistema de estratificación. La línea
hibl ~:ilí su llcclinación será inevitable. También declinante son los manll:d.no lIl:lIlual est:i profulld:ITlJente marcada, y la restringida clase
sectores intermedios vincnlados con formas arcaicas de prot1w ción de media urbana ("antigua" y "nueva") tiende a identificarse con la ,1

~ bi<;:nes y de servicios, como lo~ artesanos y ciertas formas de per¡neiío c!a,e alta. (E~; {~sta la "falsa couciencia" qu'c le atribuye el marxismo,
o medio cOlllercio. En el sector "p:l1ergente" hallamos las categorías especialmcllte a la clase media dependiente.) Aunque las posibilidades:
(
(1
(
de los funcionarios públicos y privados, empleados lIe oficina y' pro-
fesionales Jep~ndientes, que serán luego subunidos en el término de
"nueya clase media",' Este segmen~o de la pohlación activa, todavía
reales de movilidad son ahora consiclerables(también 1 o

camoios ('strllcturales), las normas de movilidad de tipo adscriptivo,


y las ;¡ctitúdes y aópir:aeiones correspondientes,
a\ causa deI los
siguen difundiéndose"
muy pcc¡ueiío en la fase p:llcocapitalista está destinado a lrecer ince- en gran parte de la sociedad y en todo caso coexisten con normas i
santell\:nte ól través de las tres £ases. "Antigua clase media" será actitudes emergentes favorahles a la movilidad y a criterio del logro.'
(~
FrecisaJllellte la denominación que recibirán en épocas posteriores Elltre los cambios m:ís significativos que marcaú la fase de transición I
( 1
las calq.;orías que pueden representar el sector búsico de los estratos obscn amos una disminución ulterior de tod05 los estratosl rtIrales;
( /1 i'lterm::llios en la sociedad paleocapit:disla. En realidad pertenecen pero es en csta fase que los grandes intereses terratenientes puede~,!
J'
a las nismas categorías ocupacionales de la burguesía: son empres:r-
(1 rios industriales, hombres de negocios. profesionales. Se clasifican como
en ciertos países. seguir compartiendo el poder con la burgue,s{a :(kn ~.

¡l'.,'
situación de fusión parcial, de alianza o de lucha), Y, a su vez, los
f,erlen, tientes al sector b;isico cuando su actividad está orientada en

rf
estratos intermedios rurales (cuando existen) pueden de1empeiíar
¿1 sentido. "mollerno". Así los pequeüos Y medios empresarios imlus-
triales 'constituyen un elemento típico de este grupo. lIay otras dos
todavía algún papel significativo en la política nacional y, típicamente"
accioncs defensivas () reactivas de sectores en retirada. El sector básico,
( características que pueden interesar. Por un lado se trata de imli-
\ iduos (o familias) en movilidad ascendente o descendente. La gr:::n
de la clase alta sigue siendo el mismo que en la fase anterior pero 1
a1mr;1 el e1emenlo directorial y burocrático ya empieza a ser impar-
r
hllq~IIISÍ;1 industrial. comercial y' financiera hallad en este sector lal1lr. A la vez, el proceso de cOTlcentración ha seguido y sigue su
,~,
~~ 1I11adt: Slb m;i.'; illlportanles hases de redut:nlliclIto. Pero al mislIlo
~ 11
:1;'
ritlllO. Cambios m;ís impoIlantes los hallamos en las clases bajas Yl:
1 ¡cm pe. UCllpa n u n espacio social sumamente amenazado: tambi bl Illedia:;, En Ia~ plimeras se ha con~olidado el proletariado urbano,
i t',
f'
pueden prolet"rizarse. "Los miembros de las clases medias --dice que adora
I
esta.'1 comp Clamente mOVl'1'lzalO 1 y organiza . do y u' I
na aurncn-,
~""
P¡:;I

~,1
~. ,Cciger- Pl,lcltcn definirse como' personas que luchan par:~ llegar a lacio su I'()(!t.:r; puede ya identificarse un nuevo sector "emeigente'" ..,..
~er capitalislas." 37 Aunque esta definición debería aplicarse con ma- de "aristocracia obrera", que por sus ingrews, niveles de e¡onsumo, ~
"qr eX;I.-tilll(l a la fase de transicit'Jn, también parece baslante apro- e intcgr;l<'Ílm en la vi(b naeion:ll preanuncia la ,"nueva clase obrera" I
l'i;,d;1 j lan 1:1 f:t~;[' ;\11tcl'iOL <pte: es C:lracteristic:J de la fasc ncocapitalista.' Mientras que desd~' el
~ \'; ra descrilJir bs Glrat'icristít'as del sistema de estratificadón po- pUllto ele \'i,~ta de su proporción en el total la dase inferioI1 ,ha dis-
Jemos seguir el esquema indicado en el cuadro 2 del capítulo 111. En minuido (cambiando sin embargo su composición: menos rurales y
't. ~
't::

:l
lJ
cuanto al /J{:l'fil de estratificaciÓn, puede decirse que gran parte de
:,;1 población ~ halla ubicada cn los estratos inferiores. Una distri.
m;is seruwlarias y terciarios), la clase mecjia en conjunto ha aumen~
,
3R R. Girnd, ,,/,. cit., p~g. ) 02. Ll~ estimacion~ de Girod sólo son aplicables "!i,
37 Ci,ad" 1'01 ¡:arneli. O/l. rit., p:ig. 79. a las fases palcoopilalisla y ncocapitalista. '7

~ k
1'1
¡', ¡

,
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,1
1 '
~ 214 : 'GINO GERMANI , , . ,
SOCIOLOGIA DE LA MODERNIZACION 215
tado comiderahlel11ente. ' Pero todo el aumento corresponde a la 11 ,
"¡-Juev'a r1ase meuia", al sertor "dependiente", lJllrocr;ítico, profesio- la hetereogenidad interna de los estratos ha aumentado considera-
nal y técnico, mientras que los incÍependientes urbanos de la "antigua blemen te tan to en t.érminos ocupacionales como en términos de' orí- I '
clase media" han disminuido en términos proporcionales y, dentro gen~s sociales yl ecológicos (con un f,uerte aumento', de l~ irlcon- I

de b estructura económica, se hallan ubicados en posiciones que en gruehcia de status, que se transforma ahora en una característica, d~l
sistema); el c1ivaje manual-no manual ,tiende a perder 'imponfnoa

1
realidad son de creciente dependencia efectiva respecto de las gran-
des empresas y del sector púhlico de la economía. L::1s caract.erísticas o por lo 'menos "visibilidad", y todo el sistema ~e estratifidción
genel :1Ies del sistem::1 siguen sienelo las mismas que en la fnse ralco- ¡icnde aho1'll Il scr l)creiúido como un "continuo" m;ís que romo una
capitalisla. ('s decir, con rasgos de "alta" estratificación y profundos jerarqllía de estratos bien distanciados y tliferenciados. ':Aunq~e la
clivajes. eSI')ecialmente en la línea manual-no manual pero con dos reali¡J;ld subyacent.e puede ser otra; ésta es la imagen que parece
modificaciones importantes. La primera se relaciona con el t)c1'¡il de predominar en la sociedad "de consumo'" o neocapitali'sta,' como se
estr::1tific<1ción, que ahor::1 registra una considerable expansión ele los la denomina aquí. Finalmente, todo el sistema se halla d.ominado
estratos medios. La segunda, el aumento en la proporción de personas por lo <¡ue hemos denominado "movilidad autosostenida" a través de
de status incongTuent~s, lo que es una consecuencia del hecho de la circulación continua de símbolos de statlis desde arrib~ .hacia abajo
que, mientras que por un lado ha aumentado considerablemente la (tanto en lo que respecta a símbolos ocupacionales como en cl,lanto
movilidad (il~dividual, estructural y "por participación ereciente"),39 a. sírn bolos de consumos). Mientras touos estos cambios tienen'. por
f efecto aumentar el consenso, y la integración social, tienden a esta-
las normas y actitudes referentes a movilidad en los niveles medio y
1I superior siguen orient;índose según pautas m,ís arcaicas. Es preci- bilizar las clases medias .. En realidad, todos los estratos, arrastrados
por el mecanismo, de la movilidad autosostenida, se j)erciben a si
• samente el estrato interme(lio, en touos sus sect.ores, el que se halla
'l'lI,is ;,feclado. Amenazado desde arriba por la creciente concentración llIi,'1II0S COIllOen Illovimiento "hacia ;¡del;¡mt.e" o, con m;ís precisión,
este proceso' (olectivo es vivido como si fuera un ascenso individual.
del poder económico y político, y desde ahajo por los avances de la
, clase ob~ei-a organizada próxiJ1l<1 a proletarizarse en términos relativos Es posible que al 11Iismo tiempo se esté produciendo una disminución
y absolutos, y manteniendo todavía sus aspiracione~ y "componentes real ele la desigualdad, particulannente CI'¡ las zonas medias del perfil

cultur<1]es", se halla particulannente expuesto en esta fase el "pánico de estratificación, que ahora engloban a la Ihayoría de los indid-
frente a la privación de status". Y esto se vio intellSificado por situa. duos; pero esto no es tan importante C0ll10 lo es, en cambio, el hecho
riones particulares de "desplazamiento" 40 producidos por rrocesos de la 1lI0vilidacl autosostenida. Es este movimiento "hacia adelante"
fuertemente traumáticos, como la Primera Guerra J\-Iundial, la gran -aparente o real- el que da estabilidad a los estrhtos medios. La
inflación de la primera postguerra o la Gran Depresilln. rontinua "in\'asicJn de st.atus" por parte de los ~estratos inferiores
En la tercer fase, neocapitalista, las tendencias manifiestas en el deja de generar "p;ínico de status", por cuanto parece compensada
período transicional llegan a su nl;Íxima expresión . .'\dem;ís de los jlor su propio ascenso. Adem;ís contribuyen al mismo efectó estabi-
procesos ya seiíalados referentes a h l'educción ddstica del sector li/ador otros dos componentes. Por un lado .los cambios ya señalados,
;1 saber, la disminución de clivajes visihles en la "gr<1n zona gris"
p;-imario' (en alg-unos países por debajo del 3 6 .1 por ciento), y la
di~ll1illllCi"lI¡ e~ la ('st;lhiliz;lción del secundario, pueden señ<1Jarse los de la sociedad urbana y. como resultado de la generalización de 'la
r;lI11IJios('n 1:) clase ;dta, con el extenderse de la llamada separ;lción incongrucncia de statllS )' de la experiencia. de movilidad, la difusión
I d(: la propiedad y tld control, la acentuada concen tración y el con- ele ideologías )' actitudes m;ís igualitarias. Por el ot.ro, el hecho ,'de
siguiente avance del elemento tecnocr<Ítico (civil )' militar público )' que en esta fase la situación de dependencia real -cualquiera que
privado). Hay otras modificaciones, sin embargo, (lue interesan par- sea );¡ si tuacie)n legal- se ha institucionalizado y tiende' a ser' más
ticularmente al presente amílisis. En primer lugar los estratos no una garantía que una amenaza a su seguridad.' En efecto, por un
manuales alcanzan ahora la mitad o más de la población activa total; lado la clase media se compone en gran parte de asalariados y ésto~
di.-ponen de JÍlanera distinta de los medios para defender sus inte-
• ~1I \',.;".., \lila ddinici<'ln <le esle concepto en Político )' sociedad, al'. cit., cap. VI, reses (en paniClllar la agremiación, para los niveles inferiores). En
ficúión '1.
-tO \'{<l5e capítulo n. segundo lugar, el superviviente sector de hombres de negocios y pro-
fesionales "independientes" ha encontrado roles subsidiarios en un;¡

't... !,'
~
SOClo[.oc;íA DE lA ~IOIlERNll.,\{;IÚ;-'¡ ~17 ~
GlNO GERMANl
216 '1
economía dominada por los grandes conglomerados, que les permilcn facción de nuevas; en las sociedades socialistas -y aunque en fOnll;¡
~)
subsistir, aunque dependan de éstos -a veces de manera directa-o dislinta también en );¡~ neocapitalistas- el problt-Ina de la libc,tal! '
)
La dependencia misma se ha transformado en un mecanismo de y dd significado del individuo como creatividad y aul,llTe,di/;ltl"JII
seguridad. parecen llamado> a ;¡sul1lir importancia ccntral.)
La 'estabilidad de 1\1 clase ,media en la fase neocapitalista de- Según este análisis, cs cn la segul1lla fase, transicion'al, del des-
~
pende' de la estabilidad del sistema de estratificación y. obviamente, arrollo en forma, rapitalist;¡ q"e las das(~s meelias atraviesan su pe-
del sistema slj'Cial global. ,Vna primera amenaza para d sistema de dado ele ma)'or incstahililLtd. Es la {~poca en que, csper.i~llmente en
estr:llificación reside en la persistenr.ia e imp0rlancia actual o po- Ellropa, se hab!:l de \lna "(1 isis de ):¡s clases n]('(li;I~." (d('~<te romicn¡os
tencial de los sectores que hayan quedado marginales al siste]));! ~~
de siglo haq;t la Sr;'Il lda Guerra J\llIndial). Si j¡ien en cisi t!,dos
T

mismo y ,a la sociedad nacional. Es decir, en la existencia e impor- los p;iÍscs csU (\ ¡si,; 1,;, origillad,) impurl;llllcs 1ll0l'ilnictllOS políl j"(}. , )
tancia de zonas supervivientes
p;¡íso
y poblaciones periféricas dentro del
de 'importantes minorías étnicas. El ejemplo más líp!c~) es
el de los Estados Unidos con su sector de población uLicado llcbajo
s(Jeiales, es sólo cn :¡]gllnos e¡\le llega a desem bOClr etl las for III;¡S
fascista~; "c!:hicas". En tales países, además ele prodllcirse 'los f,~nú.
mellos 1ll:lsin)5 de "desplazamiento" y 'de "nloviliz:\ciún seCtIlHlaria;'
t) ')
de I~, "línea de' pobreza" y sus sectores negros, porlon:iqueí1os )' ,le las clase, rnedi;¡s q"e proporcionan la basc humana dc );¡s 1''':\'0-
otros; en' mayoría enclavados, en las ciudades. Otro ejemplo lo tene~
mos en I las 'supérstites zonas suLdesanolJadas existentes en varios
p;¡(ses ¡;uropeos, o en la población extranjera que, en cienos países
IlIciones y los regímclles f;¡scist;lS, se da un;¡ panicul:Jr consteLl<'i<',n
de factores contelllpodneos e históricos Clue condicionan la ;Jcci(jn de
los di fcrcllles seclores de la clase alta hacia soluciones Clue de I1na
D~
como Suiza, está reemplazando

porados, pero en determinadas


totalmente .a la clase obrera nacional.
En to~los estos casos los sectores marginales habrán de ser incor-
circunstancias el proceso puede re-
lIIaner;¡ o de otra rcestableZcan en su favor el equilibrio dd pe>!tr.
E,ntre tales faClores cabe recordar: a) un rCU':lSO en la integración
naciün;t1 (es el caso de Italia, Alemania, Espaiía y país",> de F.1l1::Jpa
t~ )
sultar sumamente conflictivo. Mucho más decisivo para la est;¡lJilicl:td oriental); b) el hecho de que el proceso de Illodcrnil.aci{m y, cn Far-
del sistema de ,estratificación es el mantenimiento del proceso de mi)- tiClllar, el desarrollo en forma capitalista se realizaron nt<'ls a ti';v("" ~)
viligad :autosostenida y la posibilidad de continuar indefinidamente de "u na renJlnciún desde arriba", llevada a ca bo por' Li clase,.11 í..: )
en el, movimiento "hacia adelante". Ambos procesos est;\n condicio- diriRentt~, que sobre la base de condicioncs rrrada~ por una rcVf,
,i
[,
nados por llal capacidad del sistema social global para seguir sin inte-
rrupciones apreciables un proceso continuo de innovaciún tecnológica
y d~, crecimiento del producto. ~o se trata solamente de la viabilidad
11ICic'J1I"desde abajo"; e) la lllcha entre los sectores declinantes (<I¡',r:1
rio) y b:ísico (industrial) de la clasc alta, y su solncitÍlI en támjnor,
de un compromiso entre ambos, sobre todo a expensas de 105 CSlr:¡tos
t~
,)
a .largo plazo del sistema, económico neocapitalista,

cional y, en no menor mcc¡,illa, internaCional.


sino de un con-
ju~to de circunstancias económicas, Soci:lles y políticas, a nivel na-
La existeIlcia de un'
inferiores U1banos )' rurales y, a menudo (auuque con excepciones),'
a costa de un est;meamiento en el proceso de dcsarrollo CCOll')1l1 j< o
)' de nlodlTllizacj'1I1 social; d) la a~u7:lci<'m de la lucha tle c];¡ses :J¡-j-
t) )
"proletariado externo" que ,aLm'ca la gran mayoría de ,la poblaci"lI1 ,:.!;inad¡¡en los ¡¡\';JIJces y 1:1 rapidez de la Jllol'iliz;lci"lI1 p~ill1alia de

jI
del' planeta es uno de los elementos significativos de esta configu-
ración de factores. (En este análisis hemos omitido toda referenc;a
los cstrat'os bajos, especialmcnte urban(.s, f]ue impulsa ;¡ los scc[(,res
coalig'ados de la (bse alta a procurar su forzada desmovi!izacicín, lIti-
J.))
;.~
a los sistema's socialistas. Su trayectoria y silllación actual es obvia- ¡i¡;¡ndo para ello el apoyo masivo proporcionado 1'01' l:is clases Ilwdi:I..,:ll
~,
mente distinta, pero nos parece qne también con rt'~:pecto a dIos es
posible distinguir distintas fases sucesivas y que su esta1Jili(lad ¡utma 41 Entre Lis illterpretaciones redeutcs del faslislno, )' que h:ltl SllgCI ido jllgH-
depende' asimismo de la capacidad del sistema global para aSCf;urar nos de CS[OS f.H lores, n~(ordalJ1os las sigllÍl'nlcs: Barringtoll i\loore (fr.). snrial Ori. ~
procesos de movilidad autosostenida y un ininterrumpido mo\'imicIlLO ,~iIlS o( ])iellllon/';I' a ",1 J)clIlocrac-y (Ix)s!nn, Ikaton Prcss, E)(i(i); :\, F, K, OrgHls-
ky. '[Ir" .\tl/,~f.I o{ l'"lilica/ DC"eiojlllll'"1 C"IlC\'a York, :\, K lllll' r, 1'lIí',); (;crn'ani.
J
,
"hacia adelante". finalmente, ese movimiento, tanto: en las sociedades "Mass SOClcty. Social C:lass alltl lhe ElJH~r~Cncc of Fascislll", nI', cil. Segl'lll la ttoría
socialistas como en las neocapitalistas debería darse no solamente en dd "d",,,r,,,lIo sinlr;'lliro", fornllllada por Or~an,ky, cl 1;lSriSIlIO c, IIl1a de las
i Ib'minos de bienes y servicios económicos silla t;lJ1ihién en función fonuas p(lsilJ1cs 'lile PllClic asullIir <.:1 SiS(l'lua l'0líliCt)-~(H.i;tI en 1111 c~[:j{lio d,'Il'"-rni-
~
)
\ nado dc la trallsiril'Hl, cSladin que g"osso lIJor/o corresponde a la fJsC' "tr,lIl'iici(; 1:11"'
fl de la satisfacFi¡'lll de necesidades antiguas y de la creac;úll y satis- dd eS'¡"Cllla cm picado cn el lexto, Sc~"n Or¡pns"r CS <:11 eSlc estadio ('Ic""do
,~

~
" ~
"~

'-
..;aj
~IS , "INO CERM ANI SOCIOLocíA DE LA MODERNIZACIÓ\'l , 219
I '
J)e~p1Jl'S de este acaso dcmasiado largo CXCIITSllS sobre la evolu- a la fase paleocapitalista). En términos generales pllede,afinnarse' que
. I •
ciólI de las c1;lses Illed ¡as f;UrO¡Was, podemos volver a la consideración la transición hacia la modernidad no fue precedida en América 'launa
de los procesos que afectan las clases medias latinoamericanas, es decir, por revoluciones; "desde abajo", o que •ello ocurrió de manera, sólo
a COTlsiderar ;¡ la luz de la experiencia europea lo que Graciarena pan:.ial. Las revoluciones que llevaron a la independe~cia no iml)lica-

.,
,
Ibm:1 mllY adecuadamente la "crisis de las clases medias," en América
latjll;\:'~ Pues de eso se trata, Estos scctores est;ín atravesando por un
IJrlJU'SO ¡'<Jreeido al qlle expCrinH'nlarOn ell Enropa durante la fase
ron un cambio esencial en la estructura d(" la sociedad ni en el tipo
ele clase alta. Aun en país~s formalmente independientes r;--incluso en
el caso excepcional de la re\'olucilÍn mexicana, que es la que se ;Icerca
~ q'll' lICIII')S (/(>II01l1inado lransir:ional. Esto no <¡lIien' decir <¡ue en más ;¡ I;¡s revoluciones "dcsd(' abajo" gener;¡doras de moderriizacir'ln-,
estc C;III1j>0'no JlICIlOS (111C cn los den¡;Ís aspectos dc la tr;lIlsición, tales movimientos quedaroll inconclusos o fueron reabsorbidqs por al-
110 ex islangra ndes ti i Ít'rcllci as en tre la expericncia la ti Iloa lllericana y gUlla especie eJe compromiso. "
la de los países occidentales de desarrollo m;ís temprano, Pero hay En medida considerable la transicirin' hacia la mddernidad fue
;dgunos elementos C"OlIlllllesque llerivan sobre todo de la similitud inici;:¡da bajo la égida de oliganjllÍas modernizadoras, sea en forma de
en cllanlo a su u!Jicaci"JII eli la estruflqra social global y en el sistema. autocracia o de democracia restringida (como en el caso eun;>peo): pero
de CSlr;¡lificación. Las diferencias, qu(" son muchas, surgen de los siempre dentro de los lími tes rígidos de su horizonte de clase. Y estos
factores internos y externos sefialados reiteradas veces (en particular límites estaban en considerable medida determinados no sólo por la
, en la illtroducción y en el primer capítulo de este libro). Siempre, propia posición comoinonopolizadora del poder y la necesidad de man-

.~ delltro de los Iílllit"s de comp;¡rabilidad permitido por tales contras-


'[cs. s~~pcdrÍ<Jn acaso encontrar cicrl;\S equivalencias. En particular
sUgCl¡mas que desde el plinto de vista de la situ;¡ción de los estratos
tenerse como tal, sino tmnbi'én por una, forma de desarrollo basado
en la econom{a prim;¡ria de exportación y no en la industria. Esto es
una inversión casi completa de la situación europea. Se trata además
I
medies debería n)l11l'ar"rsc d terrer estadio del proceso de moderniza- de una burguesía cuyos intereses se hallan en estrecha vinculación de
ción cn i\nl(~1ica J;¡tina con );¡ fase palcocapit;¡lista, )' el cuarto estadió dependencia con los de las burguesías inq.ustriales de los países cen-
('on l;i fase Ir;¡nsicional. i\Jg-unos de los rasgos diferenciales s;¡!t;¡n a trales. Aunque SIIS anhelos de modernización social y política fueron
\'" viSla. El p,,1coc<'pitalislTlo de América lafina no se fundó en el cles- a menudo sinceros, debían inevitablemente experimentar la doble li-
arrollo i ndustri" 1 si no en la econom ía prim ari;¡ ele ex portacirín. Como mitación de su posición en la estructura social y de Ila coyuntura his-
consecuencia directa de est.e hecho el proceso de industrialización se tórica a nivel internacional. La clase media latinoamericana surge en
vio rc[r;¡sado respecto de muchas ele las consecuencias modernizadoras primer lugar como una especie de subproducto de ese particular tipo
estimubdas, o por lo menos posibilitada, por la expansión económica de modernización y se basa, no menos que la prosperidad de la clase
originada eh ese t.ipo de economía, Aunque condicionada también por alta, en los frutos de la' economía primaria de exportación. Como"grupo
01 r;)5 f"r:[nrcs, la urhaniza('it'1lI acelerada y el crecimiento del terciario, situado en determinad;¡ posición dentro de la sociedad y dentro de una
la sa1Jre,:xpansi(')Il de Jos estratos medios ur!J;¡nos se adelantrí al des- determinada (y fechada) coyuntura histl'nica, sus horizontes estuvie-
alTollo cnmólllico y ;¡ );¡ indlls[rializ;¡cÍrín. Cuando este proceso cobrrí ron igualmente limitados. Luch6 con la oligarquía, para ampliar la
imJ!ulso en el e,,'adio dt'l "crecimiento hacia adentro". se h;:l1lé>con base de la panieipacir'jIJ política y con expresiones ideolr'>gicas q~e no
que ('SOSaspcdos de I;t CSlrlH:tura social hahían ;dc;¡nDl(lo niveles com- diferían sustanci;J!mente de aquéllas manifiestamente profesadas p'or la
parables conJa f"se lransicional dd c;¡pit;¡Jismo europeo (aunque mu- oligarqu/;¡ misma, pues p;¡rtieularmcl1te durante 1<1fase de' la ecónomf."l
chos ,;tros :IS¡'.Cctosy :íreas qlledab:ln retrasados a niveles aun anteriores primaria de exportación s(ilo se propuso transformar.en realid<1d los
proyectos constitucionales formul;¡dos por la oligarquía. Encabezó mo-
pueoen !tar.er CI'lSIS valios conflictos: entre élilr.s ap;rarias y éliles inrhlst.rialcs, cntrc
vimientos multiclases, de tipo populista: pero esto era posible por
I"s "¡¡In (en conjunto) y trahajadorcs, y Cntre trahajadores induslrialcs y traha- cuanto debajo de ella no habla un proletariado organizado. 'Por lo
jadores :.grírolas. Dc lodos ellos. el OI;\S sip;nifiGltivo cs el conflklO entre élite tanto le fue fácil funcionar como sector progresista de la sociedad.
'''graria y ,'lile industrial" y la (Irallsitoria) resolnción dc estc ronflicto es lo 'lile
origina el r/'gilllC'l) silln;lliro, Ilna forma de fél.,;ci~lno en la (1Ial el c(lIl1poncntc ¡n- Desde este punto de vista, puramente político, la clase media latino-
<I"sU ¡al I'S 111;;S ",,,,,<'ido (\'C:tsc o/,. rit.. cal'. \') . americana fue quizá m;ís democrática y progresista que su contr;¡parte
.I~ Craciarcna, "/J. rito euro!':,,;¡ (sobre todo en los países latinos). Aunque ésta proveyó mu-
~
220 , GINO GERl\fANI SO<::JOLoe-íÁ I,lE LA MODERNIZ:\CIÚN 221
I "1
I

chos de los líderes del. naciente movimiento olnerü CIl la rase paJeo.
capitalista. Il(? llegó a crear un populismo de la envergadura, la exlen-
pea. Otra hiptítesis digna dc ser tcnid:t cn Clte!lla comislc en' suponer
que el sistema de estratificación en América latina s\~ ;'¡J1'üxirn;.ra al
fl "')
sión.' y,la orientación "progresista-democnítica" que puJo generar en europeo (particularmente en Europa 'cenlral y Illeridioual) ('n 1'11:\11-
-j,
muchos países }atino}lmeriGinos. La clase media también se limite') en LO a grado de jerarquización y .t1istancia. o clivajes cnt!:e las. .:J~lses.
América' latina .1 la' afirmación de la democracia formal, pero nunca Pero estos rasgos elilistas del sistema no limitaban nece,arialJlclIte la
le faltaron ,componentes de "justicia social" aunque éstos tendieron a ~
orientación, políticq "progresista" de la clase media 1:Itipqamcric:tJla,
acentuarse hacia el fin del tercer estadio y ~e afirmaron solJre todo siempre que éSla en su enfrentamicrito con la élite diri.~cnte ¡)lIdier;l
durante 'r! Cliaho., caracterizado precisamente por la moviJizacilín de ,,:i!clsc dI'! :q'm)' •.•'(le las clascs iJ{)pIJhrcsurhanas; Tal apoyo cr:; r)o'i-
masas. Pero (!el mismo modo que las élilcs olig¡hquicas JIJoderllil.:ldo-
~~
lile )':1 Cine, en esa época, el I,rol(;[;lri:ldo industrial ,s,:: 11:111:11'):1(cdad:l
ras, b clase media nuÍlC:I logró percihir claramente y (01110 d:lse 1", <:n fOrllLI(:i"'l1 y cunstituÍa un se<101' :¡Ull Illl'Il()S Ill(>\i!íz;,do y otgani. !
lím,tes .pe la .estructura económica que posibilitaba ~Il existencia y
expansión ha~ta' que esa estructura se derrumbó bajo el ilnpaclo exte-
rior. 'El impulso in(lustrializador fue generado desde aflll.:r::! y gr:tn
zacIo que su c01llr;lp:lrte eurcipca. dur;1lllc la fase de! l,alcl)capi¡alisJllo
jndllSnia!;por esle motivo no estaba en condiciones de oq!,:!ni7.arsc
en un partido propio. de cOl1lposicic'll1 cxclusi\'al1lentc obrera. J.s du-
t>
_. ')

parte fle la clase m'edia lo recogió, pero no faltaron eJemelllos de la ranle esta fase (jlIC la clase media urbana (o(nienza a sobreex¡úpdirse
vieja üiigarquía que hicieron lo mismo. 1nduso ésta llegó a presidir, (~n América latina; proceso estc qne por lo dcm¡ís continúa y se, acen-
en algun(iSpaíses, las primeras fases del proceso de subslitución de túa t:lIuLién c1mante el estadio siguicnte de c1es:\lTollo industri •.d Esa ~
impori.ai:iónes., Durante el ~stadio ,de expansión hacia afuera. es decir, sobrecXpansión como se iildio'" obedece en parle a factores gen::rales
en 10s' términos de la comparación que estamos siguiendo. dur:lIlle el que afectan a los' países dé transj¡,i('lIl tardía: incremelllo de los s('rvi-
paleocapitalismo primario. las clases medias en América latina fueron cio~, de las necesidades de organización. de burocracia pública 'f pri- ~
, I
I \lna clase "cmergente" que se transformó rápidamente en "b;ísica". No vada. y de tecnocracia. (:'11 tina medida desconocida en la historia del )
I faltó por supuesto, un estralo intermedio declinante. particularmenle paleocapitalisl11o emopco. Pero a la vez la expansión, seg-ún el .iuicio
las viejas artesanías reemplazadas por la importaci6n de manufacturas
desdc los países industrialVados ni el sector declinaflte de la das~ alta,
('enero de lIIUd,OS oLservadores, obedeció taml)ién a otras causa!. En
Jlalle 'se tratLÍ de una consecuencia de sn mismo éxito CIl incOIjlora!:se
D )
ta:les como los 'sectores marginalizados de los latifundistas que no pu- a la vida nacional; el poder recióladquirido lo ernpld, en no f:scasa
dieron adaptarse :a la nueva modalidad de la economía exportadora mcdida . púa favorccer su propia expansi<'Jn cuanlitaliva y tanhi(n
o, que permanecieron. al margen de los cambios. en condiciones pre- ¡,!>riclH.I') nue\'os canales de movilidad, particularmente mediar re' la ~~
capitalistas o "feudales" (como a veces se los denomina utilil.ando el c:ducaci<'ln secundaria y superior. En parte fue un ,resultado de la fle-
término feudal en forma laxa.43 Aparte dc ese sector declinanle. la xihilidad Jllostrada por la clase "Ita olig:írquica; fue una fonTa' de
r,:
! <Jase media l~tinoamericana -era una clase en ascenso durante el paleo- ('()optaci"lJ1, en' parte no deliberada y q\li7.:ís en muchos casos no d,~gea-
capitalismo primario: ascenso en télminos políticos. sociales y de ex-
~
j da. pelO lamhi¡':n en ali~nna forma ul;Ís o menús claramente peH ¡bida
f, )
pansión nUluérica. No hay pucs en este cstadio un "pro~lema de las

I
clases rÍ1edias" en América latina. y su posici6n puelle aparecer como
m;ís firme y menos ambigua que en Europa. donde. ya en la fase
por algul1m de los gru pos Ili¡ís prc"isOIes y rea listas de este sector. Esta,
(-ooplacir'ln P¡¡gú sus frutos, digamos. a través de la moderaci")11 I'efor-
¡ni:,la de los Illo\'imientos y rt'gíIlH'lIes de clase media.
p )
palcocapitalista, dentro y fuera del marxismo se discute sohre estos La "crisis de las clases medias" en América latina empieLa a ma-
estr~to~ como esencialmente problem:ílicos y de comportamiel1lo polí- nifestarse con la crisis del sistema econúmico-so,eial y político nisla-
tico contradictorio y ambiguo. Esto no implica que. en América 1:~til1a, lilado dur:lI1te el tcrcer estadio, con la rrisis de la economía primaria
su autoidentificación como clase no estu"iera fuerlemenl~ influidipor ~
I
de exponari<'lI1, )' se acenlúa luego en función de los problemas II~ dis-
los "componentes culturales" del prestigio y la identificaciún (como tinto tipo Cjne acompaiían el proceso de industrialización y la mo\'ili-
aspiración) con la clase alta, tal como ocurría con la clase media cmo- zaci<'lI1de 1lI:1sasque caraCleril.an el cnarto estadio.
La clase media, por cierto, se heneficia t:1ll1iJit;n con el "nuevo ~
.13 Torcuato S. di Tclla, L" tcori" det primer illllJac/o del crecimiellto eco- )
Ilómico I (Rosario. Instituto de So~iología, FaCllllad de Filosofía, Universidad del .curso" que asume la economía con la inc1ustlialil.aci(íll_ Por mi \;¡c\o
Litor;!], 1%5). IJl0I'01l iona, al IIlCllOS,ulla parte del nuevo clIlprcsariado il1dllSll'i:ll y

~
,
~ 7 b!
.,_'! 11

SOCIOLOGí.\ DE LA MODERI'IIZACIÚN I , 223


222 r.JNO GERJ'"IANI

g-ran parte de los sectores gerenciales, burocráticos y administrativos tllfal de las clases medias sigue sienclo análoga, frente a esa dol{le I pre-
L

<¡'uej:equicre la actividad industrial, incluso cn su primera fase de subs- si('m de gnlpos cuyo poder está creciendo. Durante el cuarto estadio,
titución de importaciones. Y esta demanda, cabe recordar, no se .limita la clase alta latiúoamericana se presenta como un con!?lomer~do 'for~
al nivel histórico existente en las primeras fases de la industrialización lIlaiJ.o por la vieja burguesía terrateniente, la vieja burguesía irdu~trial
en Europa, sino que se acerca m;is a la estructura de la empres.'l indus- establecida (en la medida, en que est.aba vinculada con la producción
trial burocratizada de nuestros días. POI: el otro, el proceso de industria- primaria) y la IHleva burguesía surgida de la industrializacióI11~eciiente.
'1 lizaci/lIl, la urb;lIlizaciún acelerada y otros cambios acentúan la nece- Pero los posibles divajes internos de esta clase no resultan necesaria-

• siua(:, dc scrvicios y de este mouo contribuyen aUIl m{IS a la expansión


de ];¡ clase media illClTmelltall<'lo sus posibilidades de lllovilid:!d y su
mente favorables para las no menos fragmentadas clases medi;ls del
llIi',mo modo fJue no lo fueron en la situación europea. 'Adem;\s, en
parlicipaci~'m en los consumos. Pero al mismo tiempo este estadio ,\mérica latina hay un componente: de gran importancia, que actúa
agrega nuevas causas de tensión, ,conflict.os internos a la clase y exter- en el sentido de la presión: una parte consIderable de la Industrial m:ís
nos a la misma, inseguridad y amenazas desde arriba y desde abajo. grande o m:ís modernizada se halla bajo control extranjero, ,'y esta es
En el estadio tIe la economía primaria cxportadora la clase media IIl1a circunstancia actual y potencialmente amenazadora para Jos secto-
l/O era más homogénea que su contraparte europea. Se trataba de un res medios nacionales. En el otro extremo &: la tenaza; la' clase obrera
an;í1ogo conglomerado de sectores heterogéneos cuyos intereses econó- lIrbana (que ahora ha crecido de manera ex~raordinaria), aunq~le no
micos a menudo se hallaban en contraste entre sí. Sin embargo, quil.ás ha logrado formar todavía (salvo excepciones) partidos obreros propia-
incluso en m~yor medida que en varios países europeos" las clases me- mente dichos, ha adquirido, mÚl fuerza considerable no sólo de sus
dias de muchos países latinoamericanos mostraron cierta coherencia t4remios sino también a través cle las nuevas formaciones P?pulistas .de
política. No se trató solamente de la comunidad de situación "inter- tipo "nacional-popular", las que, si bien incluyen núclebs dc clase me-
"media", de sus "componentes cullur;¡les" comunes, aspiraciones, orien- dia se hall:1I1 mucho nJ;Ís sometidas a la inflúencia del elemento obrero
lación dc la identiricaci(')Jl y separaciflll de los estratos inreriores, sino 'llIC Jos anteriores partidos populist.as, donde los estratos bajos no súlo
lambi~1l de su capacidad para ;;rrancar de la clase dirigente del mo- formaban IIna proporción mcnor sino que se hallaban mucho m;ís sub-
mento una panic:ipación signiricaliva en la vida nacional. Pero la ordinados ;¡ los elementos de clase media.
heterogencidad y los cont.rastes que pudieron permanecel' parcialmente Cabe agregar, además, lo que podríamos llamar un problema cons-
,latentes durallle la época' de ascensión tendieron a manifestarse de ma- titucional de las clases medias en América latina. El hecho de que
nera erel."liva en los mementos de crisis .. Y ;nm dnrant.e el crecimiento en cierta medida su existencia y expansión se deben I a una polít.ica' de
prouucido por el desarrollo industrial, a estos viejos factores divisivos compromisos con el orden existent.e. Esta política en ciertas circúns-
se agregaron otros. Así, la función empresarial indnstrial de cierta tancias puede resultar cOl~vcniente y favorable para el camhio orde-
parte de la clase media debía conclucir a enfrentamientos con la buro- nado, pero a la larga está llamada a disminuir el potencial de cam:bio
cracia gremialment.e org;Jlli7ada; la inflación crónica debía producir de los seet_ore~ que la practican durante demasiado ticmpo o en condi-
transferencias de ingresos de un sector a otro de las clases medias, ciones poco propicias. Todos estos factores y otros gue no se mencio-
:luJl(I'Je los sectores sindicalizados plldieron defenderse llIucho mejor nan aquí parecen configurar la actual "crisis ile las clases medias" en
en csta circunstaucia que su contr;¡parte europea ent.re las dos guerras. .\m~rica lat.ina. Sus contradicciones, ambigücdad, ret.rocesos y, n-l;\s a
Una radm i'¿'ponante de este hecho es q\lc en esa época el grado de menudo cn tiempos recientes, reacciones en el senliHo de apatU I y de
. .,' f~nlre 1"os c\le 11os 1I1anco,s" europeos era muc 110 mas
agrenllaclOn ' re( I u- alienación, son la expresión de tales crisis.
(ido que el sindicalismo masivo característico de estas categorías en En Europa, durante la fase transicionaL la conjllJJc~,ín d~ varias
muchos países de América latin;¡ (aunque con excepciones). circ.unstancias: esl ancamiento econúmico, 11lcj¡:ls entre sectores 'de las
/\ lodo eslo se agreRaron las prcsiones amenazadoras desde abajo clases altas, movilización de la clase obrera y' acontecimientos alt.a.
y desde arriba, en una forma muy semejante a la que se observó en la mente traumát.icos, guc llevaron al desplazamiento y a la movilizacir'm
fase lI'ausi,ioual del capitalismo ellropeo. Por cierlo, en ambos extre- secundaria de las clases medias, originaron los regímepes fascistas y
1l1OSla composición y la naturaleza de los esU,ltos altos y bajos en otras salidas autoritarias de la situaciún de im/)(/He creada por los mu-
Améric;l lat.ina presentan aspectos dirercntes. Pero la situación estruc- dIOS grupos en conflictos. En América latina, desde que la crisis de
'1
i¡!
~
224 " GINO' GERMANI
SOCIOLOr.íA DE I.A l\10JlER"'II.A(;IÚN
2~:J •• '\

!j' ,
la: economía 'e~portadora 'destruyó las hases del antiguo equiljb¡'io,
no han' faltado intentos de soluciones fascistas "clásicas", Pero todas
ell~~ han, .fra,casa:do hasta :~hora, y eIJo se lIeue a varios factores. En
.primer lugar el clima internacional ya no es favorable para ese tipo
men militar. ESlo es pC)~ible debido a la patlta' p'rofund;¡mente arrai-
gada en la clIllllra polír:ca latirroaillerican;¡, (¡tI!' )1;1(e d<: la illli~n:l'n-
ción militar tln recurso legítimo en el jucg'o jl"iilim. h'l(, Sil siv;ni-
~
de soluciones, ...y las ideologías correspondIentes han dejado de ser via, ficado, en tina visión comparal.iva y en relación con la erap;l .;¡clu.d
j ~~
bIes. En, segundo' lugar, como vimos, .la clase media latinoaulericana, de la transición es la, de desempciíar el ¡la/JI'[ de suS!itU'lo ¡,i/'(Im/,¡/ Jel
, ' a pe,~ar de que. ello pueda' resultar paradójico para muchos, se halla fascismo. y esto puede ser cierto, indepcndientemente de I:ts inkllcio- '
~;' todaVía muy permeada de creencias democr:íticas. En tercer lugar, y
esto e,s más importante, no se 1Ia'n dad.o tu AUlérica latina choques
rraum;íticos ¿.paces de producir desplazamientos)' procesos de Jllovi.
!les, Jos propúsi lOS y los fi nes mani fie:>1os y conscicn I.es4~q

lllgar en un ;írea pcriférjul, es (!t:cir dependiente


Ile ge 11(,),;11l
nlllc!J;ls de (;dcs illl.crvcllcj,)(l('S IniliLllcs. }\dcnl;ís, (:SI05 pnl('eso, t¡cn('ll
de !;¡s dec;si","'s de
ti )
lización' de las e/ases medias, COIllOocurrió eu ciertos pa íses europeos. (odo orden de las pOlt'IH:ias hcgeIHc)n;cls. ),a polílica inll'nta lit: e,IOs
El 'd~terioro ha sido ,más, bien lento, Además, ha sido iUlelTUlllpido por
períodi.>s de creCimiento, En efecto, la crisis producida por el derrum-
be' de la economía primaria.' de exportación, que no careció de inten-
paí~es no es scp;lr;d'¡c de Jas orienl:lfÍones y dccisiones de I;dcs polen-
cias. En cumiderable I1lCdida el "sustituto funcional" del fascismo
I.iende a actuar en consonancia con lales orientacioncs e intereses (,) m:ís
-t~
)
precisamente con las orientaciones e intereses de ciertos gru¡>,',s de
tos fascistas en Argentina, Üruguay, Chile, Brasil, etcétera, se vio en
gran pa'rte cOlrlpensada por el a-ecil11iento industrial de ,la fase de sus-
ritucióri de importaciones, ' A pesar de los' movimientos nacional-popu-
poder dentro de las naciones hegeuH)nicas). No es nec.esario qlle ~Ct:bÍ.
Pero tal parece haher sido hasta ahora la tendencia prepollder;tnle.~¡¡
tl )
lares que produjeron el enfrentamiento de la clase media contra los l,as consideraciones I~echas !lasla ;1(1111, debemos rCCl)llOCCt!c, 1;111
pt'imero~ inovÍmientoscle masas de base obrera (aunque de cOlnposi- sólo alcanzan a tocar de manera muy superficial el problema tr;:lado.
~)
cion mu~ticlases), tocla la poblaci6n urban\!-, en particular en los polos Pero guiz,is ofrezcan un Ptluto de parl.ida para una consideraciórt JIl;ís
)
Je clesarrollo industrial, puJo 'de alguna manera beneficiarse con el crc- profunda del papel contradictorio qne en la aClualidad deselupeii;1J1
ciiúiei-lto, Especialmente' e~ las áreas m¡ís inuustrializadas
mayores se produjo un efect? de movilidad autososlenil!a,
de los países
Este decto,
las clases medias urhanas en América latina.
De todos modos una consideración :ldecuada de estc p;ipd no
t) , )
aunque a mi nivel muy inferior que en .las sociedades neocapitalistas, podda realizarse sin analizar al mismo tiempo)' con igual detenimieil-
tuvo consecuencias psicosociales parecidas, pues se partía de niveles to las clases alta y popular:17 Ambas, como hemos indicado, han expe- )

"
. más bajos;44' Luego sobrevino el estancamiento, e indudablemente
I continuación de una 'situación de eSla naturaleza ts la que abre Jos
la rimentado grandes cambios durante el cuarto estadio del proce;o de
modernización. Y, todo indica que, tanto elesde el punlo del desa'Tollo
t) )
interrogantes más serios' para el futuro. Pero si la erisisde la clase económico como de los denl;Ís cambios en la estructura social y <'11. los
media latinoamericana no ha desémbocado en un fascislJlo clásico, ;lspertos poli ticos, lIna n neva COI tfig lIfa'cióu de rasgos eSl;í emergic'Jlllo
eHono ;e debe solamente a la ausencia de condiciones que hubieran )' cristalizándose, es decir, estamos asistiendo a los comicmos de un, '~~
'f nuevo -el quiulo- estadio del proceso. Desgraciadamente, St'S co-
permitido Sil movilización. En efecto hahla -y' ha)'- en la presclIle
~~ llliclI/,O~;parcccn aplllll;lI' lIaci;1 IIna ('Ial':t de cSlanLlllli('IIIO (','on(lllli,'o
(ase de la transición en América Jatina, una configuración de ra~gos

, ~
qiJe, ptoduce conflictos de difícil solución en un momento parlicular-
mente decisivo para la prosecusión del desalTolIo económico_ El eTl-
frentamiento r-nlre sectores de la clase dirigente, y entre éstos y las
y. de autoritarismo politico, acaso lIO muy diferente de Jos procesos
ocurridos entre las dos guerras en Europa. t~ -J
clases inferiores, ya han conducido a distintas formas de acuerdos "sin-
crático~", según la fórmula de Organsky,45 es decir, a, alguna fornl'a de
~
compromiso entre seqores de la clase alta, acompañada de la desmo- )
vilización de. las clases populares. El mecanismo para esto es el régi 40 Para el Laso de Hrasil, Hdio J¡¡~uaril:le sug-iere la hipótesis elc un fascismo

~1 Véase capílulo
'4Gel. nota ,11.,
rIJ.
basado ell el apoyo militar y ell cOllllJinación con inlereses

.17 Un análisis <le la U';¡nsición <I"s<le la oligllr'l,tl'a terratenienle


éli/F. inrerllalllCllle <lifcre"cj;¡úa, Clln diferenll~s lipos illl(;l'nwdios,
CXlernos. V'~I.se su
"Stabilité SoLiaI" par le 'Colonial FaschlllO' ", ('11 Les Tellll',f Moderl"'-' (onulm; 1967).
h;¡ci;, una
ha sidu l'l'ali/,:ltlo
t~
por J. Craeiarc"a, en 01'. cit., capilulo 11.

~
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BIBLIOTECA DE PSICOLOGIA SOCIAL y SOCIO LOGIA I \


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41. LOS i'\ERVlOS DEL GOBIERNO:" "MODELOS DE COMUt¡'I<j:ACION .,Y
CO:'lTROL l'OLlT1COS. Karl W. DCtllSch "
.,,,,, I ,12. IDENTIDAD. JU.VE:NTUD y CRISIS. E. H. Erikson
'1~\. TfO EN 'PSICOLOGIA SOCIAL, i\l. Denlsch y R. Kram;'s I l'
H. LASRIAS
ESTRUCTURAS ELEt\'IENT,\I.ES DFL PARENTESCO: C.' l.l:vi"Slratl5S
45 .. IDI',ÓLOGIA y I'ODER EN LA 1'0LlTICA SbVIETICA. K. Z. Bl"7.czi.\ski
46 .. l.A SOCIOLOGIA NORTEAMERICANA CONTEl\lPORANEA, T. l'arsons
1I:_!2.-1~E_\YLUCION ACADEl\IICA, Ch, Jcncks y D. Ricsman, I I
48. LA EST1UJCTUR-A-]}~:I;-P0HE,R-,--A ••.l\'I~Rose I I I I
'I!J.. INTRODUCCION A LA SOCIOLOGIA I;OLITICA, R. Miehcls'
50.. PODER 1'0LlTICO y CAl\U\1O ESTRUCTURAL EN LA ARGENTINA, I

J. Oyhanartc ~:. "'" ~".".",,' ,,' . ,,'. ..,,'.. l. re.


51. LOS ORIGE.NES INTELF.GTUALES DE LA REVOLUCION fRAN,CESA," ,
D, i\¡"rncl .
52. LOS OIUGENES lllEOLOGICOS DE LA REVOLUCION NORTEAl\IFRICA-
.:.
NA. n. Bailyn " \
"' -,--- 53. "TECNOLOGIA MEDIEVAL.Y CAl\IBlO SOCIAL, L. WhiL~ ,.
I

!,;.I. ESTRUCTURA SOCIAL DE LA ARGENTINA, G. Gcrinani' \ I


55, ORGANIZACION MILITAR y SOCIEDAD, S. Andrcski l:
!',ti. fENOl\IENOLOGIA
!)7. EL ANALlSIS
DEL MUNDO SOCl AL, A. Schnlz
DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES, Dcutsch le w. i
58. 1'0LlTICA
59. INTRODUCCION
COMPARADA, G. Alrnond y G. l'owcll
A LA ,ANTROPOLOGIA, LOS PRIMEROS
I 1
DOS MILLO-
I
NES DE A~OS DEL HOMBRE, A. Montagu . "
!I
,1
SF.I11E MENOIl

1. ¿{,ODRA SOBREVIVIR EL 1-1011'1BRE?, ,E, frotl11V "


2. I'SICOPATOLOGIA y I'OUTICA. H. Lasswcll "
3. FUND:\MENTOS CULTURALES DE LA CIVILlZACJON' ÜmUSTRIAL,

4.
J.INTRODUCCION
U. NC£
A LA J'SlCOLOG1A SOCIAL, W. H. J. Sprott
5. EL DOGMA DE CRISTO Y OTROS ENSAYOS, E. Fromm I '
6. I'SICOLOGI.'\ DE LA AFILJACION, S. Schachtcr
7. EL J)lfICIL CAl\llNO HACIA LA PAZ, A.'nitai Etzioni
8. MARX Y LOS MARXISTAS, Sidney Hook' '
9. NACIONALISMO Y POLlTICA DE DESARROLLO, K. H. Silvert
10. ESTUDIOS DE SOC10LOGIA y I'SICOLOGIA SOCIAL, Gino Gcrmani
11. lNMIGRACION y NACIONALIDAD, D. Cúnco, J. Mafud y olros '
12. EL ~IARXISMO DE JEAN ..PAUL SARTRE, W. Desan
13. ESTUDIO SOBRE LA SOCIEDAD ARGENTINA, vol. 1, Gino Gcnnani
H. ESTUDIO SOBRE LA SOCIEDAD A'¡l..GENTINA, vol. 2, Gino Germani
15. Jllll\IANISMO SOCIALISTA, E. fromm y otros I
16. LA REVOLUCION LABORAL EN LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERl,CA,

.,,
Gus Tylcr . \
17. LA ECONOMIA NORTEAMERICANA CONTEMPORANEA,J. R. Coleman
y otros - I

18. POUTICA y COMUNICACION. R. R. Fagcn


19. EL COi\II'ROMISO ARGENTINO. Julio Gotthcil
20. LA EDUCACION EN EL DESARROLLO DE' LA COMUNIDAD, l YI Shiclds

2\. (hijo)
LA J\Ili\lINISTRACION I'UBl.lCA EN LAS NACJONES NUEVAS, H. F.
Aldcrfcr
~. 22, SOCI01.0G1A DE LA COMU",ICACION DE MASAS, D: McOuail
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23. LOS 1", DIOS DE LOS ESTA DOS U N IDOS DE Ai\!ERICA, C. Wisslcr II

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