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POR
MATERIA
PROFESORA
MEDELLIN
2018
“un pueblo que no conoce su historia, está condenado a repetirla”
Algunos de los términos más utilizados dentro de estas teorías políticas, sociales y
económicas, son: la lucha de clases y su eventual desaparición, un estado obrero
o campesino y el socialismo como vía hacia el comunismo. Explicaba Stalin la
diferencia entre un concepto y el otro, entre socialismo y comunismo, diciendo que
uno era denominado la “fase baja” y el otro la “fase alta”, que, en primera medida,
luego de generada la revolución 1, la distribución del producto o de las riquezas era
en la medida de la contribución del individuo, mientras que, en la segunda etapa,
de comunismo, a cada quien, según sus necesidades. Grosso modo, esta es una
exposición breve acerca de cómo estaba idealizada en la mente de los grandes
dirigentes comunistas, la concepción que tenían de Estado, como organización
política, social, económica y cultural.
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Revolución entendida conceptualmente, en términos marxistas, como un cambio brusco en la forma de
gobernar y en la organización social y económica de un estado. Un giro de 180 grados a todo el sistema
zarista imperante en la Rusia previa a la conformación de la URSS.
Ahora bien, estas teorías fueron de gran acogida por las masas, específicamente
las clases más bajas de las sociedades, por motivos mucho más que evidentes,
porque en su concepción teórica, son las personas del pueblo, los obreros y
campesinos, quienes, según los parámetros marxistas-leninistas, accederían a
puestos de poder y a controlar los medios de producción, quienes previamente
estaban en manos de unos pocos y que utilizaban estas herramientas como
explotadoras de los más necesitados. Por estos motivos, estas teorías se
comenzaron a aplicar en muchas partes del mundo. Y aunque el recorrido
histórico es muy extenso, entendiendo que son teorías que nacieron a finales de
los años nos centraremos específicamente en la década de los 60´s, década en
que comienzan a surgir grupos políticos en nuestro país influenciado por todo este
marco teórico de política y economía. Se comienzan a formar en todo el continente
partidos políticos de ideologías comunistas, grandes abanderados de las
ideologías de Marx y Lenin, y aunque en Colombia, el partido comunista fue
formado aproximadamente a mediados de los 30’s, apenas en el año 1964, surge
como el brazo armado de ese partido, las FARC (Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia). Esto, porque en la concepción de las teorías
marxistas, están de presente las llamadas guerrillas, como medios idóneos para
alcanzar el poder a través de las armas, poder que les fue muy esquivo a los
grupos políticos de izquierda y revolucionarios en Colombia, como el Partido
Comunista, porque de parte del Estado colombiano de la época, y con sus
gobernante a la cabeza, les negaron la total posibilidad de participar activamente
en la política, y los atacaron, asesinaron sus líderes y los llevaron y arrinconaron al
campo, así que a modo de protesta, de reacción proporcional, estos grupos de
izquierda, se armaron, porque fueron, por parte del Estado colombiano, llevados a
la violencia, haciendo una demostración ineludible de intolerancia política, que a la
postre conllevó a la formación de un conflicto armado, el más largo del hemisferio
occidental.
Ahora bien, surgidas las FARC como brazo armado del Partido Comunista
Colombiano, comienzan algunos campesinos a formarse en pequeñas
agrupaciones de autodefensas, también adoctrinados por los pensamientos
marxistas, y como ideología política, social y económica, el comunismo como su
gran pensamiento, también impregnados altamente por sentimientos de liberación
que denominaron algunos líderes como bolivarianismo, término exaltado por el
expresidente venezolano Hugo Chávez, quien en su momento solicitó a la
comunidad internacional que el grupo FARC y el ELN, fuera catalogado como
grupo beligerante2 y no como grupo terrorista, sin embargo, esto nunca sucedió.
A los grupos guerrilleros comenzaron a llegar personas que estaban muy lejos de
compartir sus ideales de luchas políticas e ideológicas, por el simple hecho que,
en estas guerrillas, encontraban, personas de escasos o nulos recursos, los
medios para sobrevivir, ellos y sus familias, y comenzaron a crecer en número,
pero a disminuir en lo que al concepto ideológico atañe. Estos grupos se van
desdibujando y desnaturalizando, comienzas a ejercer actos de violencia contra la
población civil. A cometer actos que causan terror y caos en la sociedad, y las
teorías marxistas, comunistas, y de lucha política que otrora fueron los motivos de
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“Son verdaderos ejércitos, que ocupan espacio en Colombia…hay que darles reconocimiento a
las Farc y al ELN, son fuerzas insurgentes que tienen un proyecto político, que tienen un proyecto
Bolivariano que aquí es respetado” HUGO CHÁVEZ.
su surgimiento, se ven opacadas por las nuevas luchas económicas y terroristas.
Encontraron como medios de financiación actividades que promovieron más la
violencia en el país, como el narcotráfico, la extorsión, las vacunas y la siembra de
minas antipersonas al mejor estilo Vietcong, dando incluso paso, a lo que luego se
denominaron las autodefensas, grupos de paramilitares, conformados por
terratenientes, ganaderos y hacendados víctimas de extorsiones y vacunas de los
guerrilleros.
A todo esto, hay que decir, que los problemas más grandes en cuanto al tema se
refieren, dentro de nuestro país ha sido causa de una gran deficiencia de la
presencia del estado colombiano y de sus gobernantes en las necesidades de los
ciudadanos. Si en un principio hubiera existido lo que llamo la tolerancia política,
los grupos comunistas no hubieran tenido la necesidad de llevar su lucha política a
las armas, sino que todo el debate y la discusión se hubiese llevado a cabo en el
marco de la democracia, del debate, del intercambio de ideas y de argumentos,
como sucedió en la mayoría del continente, y que podemos evidenciar con la
ausencia con conflictos análogos al nuestro. Y tampoco hubiesen surgido los
grupos paramilitares si el estado colombiano en su momento hubiera actuado con
la mayor diligencia posible para controlar a los grupos guerrilleros que azotaban al
pueblo colombiano con su violencia y con su siembra de terror injustificado ya a
esas alturas de la historia. Por eso es que más allá de las teorías que decidan
acoger los gobernantes, los partidos, las personas; más allá de sus ideas,
estemos o no de acuerdo con ellas, no podemos relegarlos, discriminarlos, sino
que tenemos la obligación de ser tolerantes, escuchar y darle cabida siempre al
debate, al intercambio de argumentos, que al final del día, el que tenga mejores
razones y motivos, será quien coseche los frutos de lo que siembre, pero siempre
procurando el ambiente de paz y de armonía, en tiempos hoy, de tanta guerra y de
tanta intolerancia. No es un camino para la paz, es el único.