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de la historia

¡a Historia Universal
a través de
sus protagonistas

Centro Editor de
América Latina
de la historia

Pocos hombres de la Revolución Segundo Imperio, y bajo la Pese a los juicios severos que ha
dejaron, como Danton, una huella Tercera República se le erigieron merecido, no puede negarse que
tan profunda en la memoria colectiva estatuas. Pero ¿no se debía esto Danton, más que cualquier otro jefe
del pueblo francés. Mientras se a la intención de menospreciar a - revolucionario, se adecuaba a entra'
mantiene viva en Francia la tradición Robespierre? En efecto, se elevó en comunión con las masas de los
revolucionaria, suscita siempre la a Danton para desacreditar al sans culottes y a com partir sus
misma simpatía irracional, por su Incorruptible. Sin embargo, luego de pasiones. Agradabá al pueblo por su
impulso, por su entusiasmo, y aún cincuenta años de polémica, el sentido de la vida, por su
por su desenvoltura. Sin embargo, personaje comienza a emerger de la generosidad, por su indulgencia,
es uno de los personajes del período masa de errores y de prejuicios por su vitalidad; de virilidad
revolucionario que despertaron las que lo deformaban, y se nos aparece desbordante, respiraba energía.
mayores controversias. Discutido en tal como fue: un gran revolucionario, Características todas que le
vida, ajusticiado luego, de un pero también un hombre, un hombre conquistaron la simpatía popular
proceso exclusivamente político, de carne y hueso con sus vicios y le permitieron imponerse como
Danton no fue rehabilitado por los y sus contradicciones. ' conductor de hombres y prestar
termidorianos. Desacreditado Realista y aventurero, Danton fue numerosos servicios a la^Revolucíór-
durante la primera etapa del siglo sin ninguna duda, por algunos Nació el 26 de octubre de 1759 y
XIX, luego fue justificado bajo el momentos, lo uno y lo otro. murió ajusticiado el 5 de abril de 1794
Pero estos dos aspectos no bastan
para explicar la complejidad de su -
comportamiento. Es necesario
también tener en cuenta su
temperamento.

1. Freud 26. Ramsés II 50. Calvino 75. Descartes 100. Los Rothschild 125. G. Bruno
2. Churchill 27. Wagner 51. Talleyrand 76. Eurípides 101. Cavour 126. Napoleón- ' .
3. Leonardo de Vinci 28. Roosevelt 52. Sócrates 77. Arquímedes 102. Lapiace 127. Victoria
4. Napoleón 29. Goya 53. Bach 78. Augusto 103. Jackson 128. Jaures
5. Einstein 30. Marco Polo , 54. Iván el Terrible 79. Los Gracos 104. Pavlov 129. Bertott Bree-
6. Lenin 31. Tolstoi 55. Delacroix 80. Atila 105. Rousseau 130. Che G u e iy ;
7. Carlomagno 32. Pasteur 56. Metternich 81. Constantino 106. Juárez
57. Disraeli 131. Proust.
8. Lincoln 33. Mussolini 82 = Ciro 107. Miguel Angel 1'iO
9. Gandhi S4. Abelardo 58. Cervantes 83. Jesús 108. Washington
10. Van Gogh 35. Pió XII 59. Baudelaire 84. Engeis 109. Salomón
11. Hitler 36. Bismarck 60. Ignacio de Loyola 85. Hemingway 110. Gengis Khan
12. Homero 37. Galileo 61. Alejandro Magno 86. Le Corbusier 111. Giotto
13. Darwin 38. Franklin 62. Newton 87. Eliot 112. Lutero
14. García Lorca 39. Solón 63. Voltaire 88. Marco Aurelio 113. Akhenaton
15. Courbet 40. Eisenstein 64. Felipe II 89. Virgilio 114. Erasmo
16. Mahoma 41. Colón 65. Shakespeare 90. San Martin 115. Rabelais
17. Beethoven 42. Tomás de Aquino 66. Maquiavelo 91. Artigas 116. Zoroastro
18. Stalin 43. Dante 67. Luis XIV 92. Marx 117. Guillermo el Conquistador
19. Buda 44. Moisés 68. Pericles 93. Hidalgo 118. Lao-Tse
20. Dostoievski 45. Confucio 69. Balzac 94. Chaplin 119. Petrarca
21. León XIII - 46. Robespierre 70. Bolívar 95. Saint-Simon 120. Boccaccio
22. Nietzsche 47. Túpac Amaru 71. Cook 96. Goethe 121. Pitágoras
23. Picasso 48. Carlos V 72. Richelieu 97. Poe 122. Lorenzo el Maqnífico
24. Ford 49. Hegel 73. Rembrandt 98. Michelet 123. Hammurabi
25. Francisco de Asís 74. Pedro el Grande 99. Garibaldi 124. Federico 1

Esta obra ha sido publicada originalmente Ilustraciones del fascículo N9 133: @ 1970
en Italia por Compagnia Edizioni Snark: p. 59 (1,2,3): p. 61 (1,2,3); p. 63 Centro Editor de América Latina S. A.
Internazionali S.p.A. - Roma Milán. (1,2); p. 64 (1,2); p. 66 (1,2); p. 69 (1.2);
Cangallo 1228 - Buenos Aires
Director Responsable: Pasquale Buccomino pp. 70-71; p. 72 (1); p. 74 (1,2.3); p. 76 (1.2);
Hecho el depósito de ley
Director Editorial: Giorgio Savorelli p. 78 (1,2,3); p. 81 (1); p. 83 (1). Impreso en la Argentina - Printed ín A r g e ií:^
Redactores: Lisa Baruffi, Mirella Brini, Se terminó de imprimir en
Ido Martelli, Michele Pacifico. Traducción de Antonio Bonanno
los talleres gráficos de Sebastián de
133 - Danton - La Revolución Francesa Amorrortu e Hijos S. A. - Luca 2223.
y el pericdo napoleónico Buenos Aires, en noviembre de 1970.
Este es el tercer fascículo del tomo
La Revolución Francesa y el periodo
napoleónico (Vol. 2).
La lámina de la tapa pertenece al tomo
La Revolución Francesa y el período
napoleónico (Voi. 2) de> Altas Iconográfico
de la Historia Uinversa L
Albert Soboul

1759 28 de agosto. Danton hace decretar las 4-5 de setiembre. Manifestaciones popcls-
26 de octubre. Nacimiento de Georges “visitas domiciliarias”. res, a continuación de las cuales la
Jacques Danton. 2 de setiembre. Discurso de Danton: vención pone el Terror a la orden dei
“Audacia . . . ” 17 de setiembre. Voto acerca de la Lfj
1773 2-6 de setiembre. Masacre en las prisio­ de los sospechosos.
Octubre. Ingresa en el seminario de nes de París. 25 de setiembre. Primer ataque de jbe
Troyes. 6 de setiembre. Danton es elegido dipu­ opinión moderada, en la Convención^ co s­
1784 tado en París en la Convención. tra el Comité de salud pública.
Agosto. D anton aparece inscripto en las 20 de setiembre. Victoria de Valmy. Re­ 12 de octubre. Danton se retira s. ss.
listas de la facultad de derecho de Reinas. unión de la Convención. pueblo natal, Arcis-sur-Aube.
21 de setiembre. Danton hace decretar 16 de octubre. Ejecución de María As-
1787 que las personas y las propiedades estén tonieta.
29 de marzo. Danton compra un cargo bajo la protección del pueblo francés. 30 de octubre. Ejecución de los giron­
de abogado en el Consejo del rey. 25 de setiembre. Danton pide la pena de dinos.
m uerte para todo aquel que proponga la I 9 de frimario, año II = 21 de novjesii?=re.
1789 dictadura o el triunvirato. Retorno de Danton a. París.
5 de mayo. Apertura de los Estados ge­ 9 de octubre. Danton es reemplazado por 6 de frimario ■= 26 de noviembre, D¿r±nc
nerales. Garat en el ministerio de Justicia. toma posición contra la descristi'.
14 de julio. Toma de la Bastilla. Danton 10 de octubre. Danton es atacado por 13 de frimario = 3 de diciembre, Eteaiac
es miembro de la Guardia nacional del la Gironda a propósito de la rendición se justifica ante los jacobinos.
distrito de los cordeleros. de cuentas. 15 de frimario = 15 de dicienibre. Publi­
1790 29 de octubre. Respuesta de Danton a los cación del primer número del C hf-
Enero. Danton es miembro de la Comuna ataques de la Gironda. delier”.
provisoria de París.
1793 1794
1791 15 de enero. Danton vota por la muerte 18 de nevoso = 7 de enero. Dennraess- pac
31 de enero. D anton es elegido adminis­ de Luis XVI y contra la remisión d e la parte de Robespierre. del “\ l e 5zx Canfc-
trador del departam ento de París. pena. lier” a los jacobinos.
3 de abril. Discurso de Danton a los 21 de enero. Ejecución de la Luis XVI. Noche del 23-24 de nevoso = !£-I3 de
jacobinos acerca de la muerte de Mirabeau. 1° de febrero. Declaración de guerra a enero. Arresto de Fabre dTigjacnne-
20 d e junio. Discurso de Danton a los Inglaterra. 24 de nevoso = 1 3 de enero. En- fe C aá-
jacobinos contra Lafayette. 11 de febrero. M uerte de Gabrielle Char- vención, Danton toma la defensa áe Fabse
21 de junio. Fuga del rey a Varennes. pentier, primera mujer de Danton. d ’Eglantine.
17 de julio. Matanza del Campo de M ar­ 10 de marzo. Creación del Tribunal re­ 14 de ventoso = 4 de marzo. L :s caedb-
te. Danton se refugia en el campo. volucionario. leres descubren la placa de la De-rsst&o b »
4 de agosto. Decreto de arresto contra 18 de marzo. Derrota de Neerwinden. de los derechos del hombre.
Danton, quien huye y se refugia en Ingla­ 19 de abril. Discurso de Danton contra Medianoche del 23-24 ven:y>o = 13-14
terra. De regreso para las elecciones, es los girondinos. marzo. Arresto de H ebert y z-.\ srw©*»
arrestado el 13 de setiembre, pero lo be­ 7 de abril. Danton es elegido miembro de los “exagerados”.
neficia una amnistía posterior. del Comité de salud pública. 27 de ventoso — 17 de m arzc. D s z ítc
7 de diciembre. Danton es elegido segun­ ,14 de abril. Discurso de Danton acerca bla por última vez a k?s íiccriücs.
do sustituto del procurador de la Comuna de los problemas de la defensa nacional. 4 de germinal = 24 de ma~z~
de París. 31 de mayo - 2 de junio. Insurrección del de H ébert y de su grupo.
pueblo de París y exclusión de los giron­ Noche del 9-10 de germinal = _ r-V ce
1792 dinos de la Convención. marzo. Arresto de D antoc y insac
20 de abril. Declaración de guerra. 10 de julio. Renovación del Comité de de los “indulgentes'*7.
18 de junio. Discurso violento de Danton salud pública. Danton es excluido del 11 de germinal, año II = 31 áe ~rar?rr.
contra Lafayette. mismo. Informe de Saint-Jissi a I± G x v e a ^ i r r r r -
11 de julio. La patria es declarada en 25 de julio - 8 de agosto. Danton presi­ tra Danton y su grupo.
peligro. dente de la Convención. 16 de germinal = 5 ce abtiL
10 de agosto. Derrocamiento del trono 27 de julio. Robespierre ingresa en el de Danton y de se ¿rupc.
por parte del pueblo de París. El mismo Comité de salud púbHca. 9 de te m id c r = £7 J e A rrasa
I fcafea

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CO UPLETS
ID É D Í ÉS A LA . N A T íO N I t í c rempli cTezrle»
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confcwr-jcetácrit,
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D.- fi.re ton LonKeur.
Filis, honlcw -dcLivage
F ilis, o fícele dc.fci-1
fianqois reprcjidcorurage
O i-iirimmomoní'To
Sous Loius Se N cc k e r.
O 'iu aii? dcvi.m s p érir,
Sai¡»un tn if admirable;
T IN
F.vt jxjiir n.':vi3 ícf ju n r , -.
Des fjftcs d : ri:ifloirc,
Tufcrns l'orncmeitt,
Francat, cfianronsMclolre, AORLEANS
£ i i « t lu'ti!-cii>c momcm C IIE Z
L E T O Ü R M I-Í

R E C I T M E M O R A B L E D U S I E G E D E L A B A S T I L L E
A R f U V E L P . Q U A T 0 R 7.E 7U 1L L E T L ’A N D E T A L I B É R T E M I L S E P T C E N T Q U A T E E - V I N G T - N E U F .
, O y e s ? lo Eiicrís csr J ú aux ácux ¿ronaclicrs du rcgimcm de gardes-franeaises, c cst rourage efu patriotisme ct de l'íionneur. ct cu moins Je fíeux Iienrcs dfe esr <fe
; a cux que ño'á>: rtcvcivs' Í'fií üreux pi vcluuon chi 13 ju illct, instruiis de h Victrcssi'c do atraefuce , prise'd’assaut. Le sscur Hamc grenadicr des gardes et les sieurs Huinten et
i piTr.'Ji c la. b j s n l k } ilu cparcnr c;i foulc accom pa^nés d un grand nombre de chc-yciis HuJlin se sont iminartaliírs «1 montarn á l'assaur ct saisissant le ¿ouvemeiir au
1 j.;rrío :c s; apr£s uno prcinicre d td u rg c de canon & d f fusils. le gouvcmcur lenr dunna milieu «Ies sabres; la t&te du gouvemeur a ctc portée en triortiphe par toute la ville,
c!ís paroles d e pane, ¿ í lor.íjuc-iiviroji cinq cent d’cntrcux furent entras, il fait xirer et a' été exposée pendant piusicurs jours : tclle a été la fiu- tragiqiie , doirt le
i (. c>'iic-n ¡ k t-^rrge ainsí d e s a u ^ froid 1111c foulc d'Jionnelcs gens; ccitc alxmmiablc récit áonnera nos dc-sccnims. iwls
J;;:on (fui cút p u porto- le tk'síspoir c t la craintr dans les e sp rits, ledoubla. le
Un personaje discutido
Pocos personajes de la Revolución dejaron,
como Danton, una huella tan profunda en
la memoria colectiva del pueblo francés.
¿Quién no conoce sus discursos? ¿Quién
no cita sus frases? “Audacia, más auda­
cia, siempre audacia ¡y Francia se salva­
rá!”; “ ¡La patria no se lleva en la suela
de los propios zapatos!” Mientras se m an­
tiene viva en Francia la tradición revolu­
cionaria, Danton suscita siempre la misma
simpatía irracional, por su impulso, por su
entusiasmo, y aun por su desenvoltura.
Sin embargo, es uno de los personajes del
período revolucionario que despertaron las
mayores controversias. Discutido en vida,
ajusticiado luego de un proceso exclusiva­
mente político, Danton no fue rehabilitado
por los termidorianos. Desacreditado du­
rante la primera parte del siglo xrx, luego
fue justificado bajo el Segundo Imperio,
y bajo la Tercera República, se le erigie­
ron estatuas. Pero, ¿no se debía esto a
la intención de menospreciar a Robespie­
rre? En efecto, se elevó a Danton para
desacreditar al incorruptible. Sin embar­
go, luego de cincuenta años de polémicas,
el personaje comienza a emerger de la
masa de errores y de prejuicios que lo
deformaban, y se nos aparece tal como
fue: un gran revolucionario, pero también
un hombre, un hombre de carne y hueso
con sus vicios y sus contradicciones.

El tribuno popular
Danton nació el 26 de octubre de 1759
en Arcis-sur-Aube (A ube). Era hijo de
Jacques, procurador en el pueblo de Arcis,
y de la segunda mujer de éste, María
Magdalena Camus, con la que se había
casado en 1755. George Jacques era el
quinto hijo. Los Danton y los Camus no
eran, evidentemente, de origen noble, pero
tampoco se debe creer que fueran de con­
dición humilde. Los Danton eran de ori­
gen campesino y se tiene noticia de ellos
desde el siglo xvi. George Camus, padri­
no de Danton y su abuelo materno, era
carpintero, pero también concesionario de
los puentes reales; su hija, la madre de
Danton, había tenido como padrino al se­
ñor de Courcelles y como madrina a la
3 esposa del procurador del rey en el de­
pósito de sal. Era, entonces, un ambiente
: I Az^rtura ¿e los Estados generales c!e la clase media.
¡ ítí el 5 de mayo de 1780. Luego de frecuentar la escuela de su ciu­
J r - j . 5 . X . Snark/. dad, en octubre de 1773 Danton fue en­
viado al pequeño seminario de Troves,
¡ z de la Bastilla donde los alumnos seguían los cursos de
■n. ’jnc ixr^:r¿n de Epmal. los religiosos del Oratorio. A comienzos
¥~&-ii. C.x. privada 'Snark). del año escolar 1774-1775 fue confiado a
la pensión Richard, una pensión laica cu­
? £ j discurso pronunciado por el rey yos huéspedes también asistían a las cla­
■rí 5 -V mayo de 1789 (Snark). ses de los oratorianos. En retórica Danton
fue clasificado como el último de los doce
inter bonos. En el mes de mayo y de
agosto de 1784 él figura en las listas de la
facultad de derecho de Reims, y el 13 de
octubre de 1786 firma en Arcis como licen-

59
Danton

Empleado en el estudio de üíupro- de la corte, según lo que se pudo probar atacado, no -será traicionado impunemen­
rrz^-f :r del Parlamento de Justicia de París, luego. t e . . . Moriré, si es necesario, para defen­
Dentón. una vez obtenidos los títulos ne- En el curso de la crisis que siguió a la der su causa”.
cesaric-s en Reims, volvió a la capital para fuga de Varennes, Danton se empeñó a La crisis nacional de la primavera de 1792
•Tercer alli el cargo de abogado en el fondo en el movimiento revolucionario. (la guerra había sido declarada el 20 de
Gmsejo del rey. Pero su firma no aparece en la famosa abril y en las fronteras los cambios habían
E n vil primer momento, la carrera política petición que reclamaba la decapitación de seguido a los cambios), la remisión del
De Danton se desarrolló en el distrito de Luis XVI y que fue llevada, el 16 de julio ministerio girondino, el 13 de junio, re-
Lis cordeleros, en la orilla izquierda del de 1791, al altar de la Patria en el Cam­ condujeron a Danton a su rol de tribuno.
Seos. Corte de Comercio, donde residía. po de Marte. El 18 atacó a Lafayette, general intrigan­
Zn julio de 1789 se enroló en la guardia Alertado, sin duda, de la represión que te, más preocupado por defender al rey
r*rrgn<esa de su distrito, y en octubre su sobrevendría, el 17 de julio, día de la que a las fronteras, exigiendo que fuera
rccrriedad local ya es lo suficientemente masacre de los patriotas, se halla en el enviado a un tribunal. Sin embargo, no
r i i d c como para ser elegido presidente. cam po. . . Si el 4 de agosto siguiente se jugó ningún rol en la jornada del 20 de
F x reelegido cuatro veces, y sus adver­ decreta su arresto, ello no se relaciona con junio, cuando los girondinos quisieron inti­
sarias difundieron el rumor de que había aquel episodio: aún hoy siguen siendo midar al rey e imponerle el retomo de los
rxmprado los sufragios, pero la asamblea oscuras las razones que provocaron el ministros pertenecientes a su partido.
£e[ disrriro de los cordeleros protestó enér- arresto. Danton se refugió en un primer En julio la crisis se agravó; el 11 se pro­
crcan-eníe contra esta acusación y le tri- momento en Rosny, en la casa de su sue­ clamó a la patria en peligro. El ejército
V1-*: a Danton las más cálidas felicitacio­ gro; luego en su pueblo natal, en Arcis- prusiano del duque de Brunswick había
nes p er su conducta patriótica (11 de sur-Aube, y finalmente en Londres, mien­ entrado en acción, seguido por el ejército
f r r s n r r e de 1789). tras el terror tricolor se abatió sobre los de los emigrados. Pero después de denun­
patriotas parisinos. ciar con violencia la traición del rey el
L o e r: de la supresión de los distritos, re-
Danton volvió a París para participar en 3 de julio, con el discurso de Vergniaud,
■anr lazados con la ley del 21 de mayo
las elecciones de la Asamblea legislativa; los girondinos sintieron temor y retroce­
-£f I"9 0 por las 48 secciones parisinas,
había sido nombrado elector de su sec­ dieron ante la insurrección popular. Ésta
Zj&zr.rz. junto con algunos militantes del
ción, la del Teatro francés. El 13 de ocurrió, de todos modos, y el 10 de agosto
z s s ; ham o, fundó aquella sociedad po-
setiembre de 1791, en pleno comido elec­ de 1792 abatió al trono.
p i a r que se tom aría famosa con el nom-
toral, fue arrestado y encarcelado en la La caída de la monarquía abrió la carrera
£~ Club de los Cordeleros. Sin em-
Abbaye. Pero muy pronto fue liberado, del tribuno popular. Por dos veces D an­
z¿rTZ. en 1790, su fama no superaba los
luego de la amnistía general decretada por ton asumiría los gravosos cargos guberna­
r—- ■=•=: del distrito y, por lo tanto, de la
la Asamblea constituyente. tivos de la nueva República, en agosto y
aeró : n. Si en enero de 1790 fue elegido El 7 de diciembre de 1791 Danton fue en setiembre de 1792 como ministro de
m*grr.bro de la Comuna provisoria (donde elegido segundo sustituto del procurador Justicia, y luego como miembro del Co­
j? ^ccrespcndió una función de segundo pia­ de la Comuna de París. El día de su mité de salud pública desde abril a junio
s e . en setiembre del mismo año fue eli- asunción oficial pronunció un discurso en de 1793.
bédssde de la municipalidad definitiva. Ele- el que afirmaba su lealtad constitucional.
s ¿ : el -31 de diciembre de 1791 como “He sido nombrado para concurrir a la Las responsabilidades de gobierno
a¿=±dstrador del departamento de París, conservación de la Constitución, para ha­ En presencia del Tribunal revolucionario,
nc p s r td p ó activamente en las actuaciones cer cumplir las leyes juradas por la nación. Danton se ha vanagloriado de haber “he­
de esta asamblea y no ejerció ninguna ¡Y bien! M antendré mis juramentos, cum­ cho” el 10 de agosto. Afirmación exage­
T rV p rf ^ en la misma. pliré mis deberes, conservaré la Constitu­ rada. Sin duda, firmemente convencido
En cambio, su actividad se tornaba cada ción con todas mis fuerzas, nada más que de que sólo se podría acabar con la trai­
intensa en el Club de los Corde- la Constitución, porque con ello defenderé ción de Luis XVI mediante un golpe de
- In-ego entre los jacobinos, en cuya al mismo tiempo la libertad, la igualdad y mano, Danton favoreció el movimiento que
¿pareció numerosas veces en el el pueblo. Que la monarquía se muestre al debía culminar con la insurrección popu­
£e 1791. Allí habla el 3 de abril, fin amiga de la libertad, su soberana: así lar del 10 de agosto. Pero no poseemos
-5T zcaaón de la m uerte de Mirabeau. El se asegurará una duración similar a la de ningún testimonio seguro acerca de la
3! £•? fumo interviene en la discusión, la nación misma”. parte que le correspondió en los prepara­
:r : '. x ¿ Í 2 por la Declaración pública en Danton continuaba ofreciendo un cuadro tivos de la insurrección y en los sucesos
j t qzrr Sieyes se había pronunciado en apologético de sí mismo, que nos parece de la noche del 10 de agosto, salvo lo que
f rr e r £fl bicameralismo. Danton atacó con interesante reproducir: él mismo dijera y el relato de Villain
ro s—i 'a l sacerdote Sieyés” y, aparte de “La naturaleza me ha dado en suerte las d’Aubigny, que debe tomarse con la de­
erre, i Lafayette: . . el sacerdote Sieyés formas atléticas y la áspera fisonomía de bida cautela. En vísperas de la insurrec­
re es el único responsable de la declara- la libertad . . . He conservado, creándome ción, Danton hizo un viaje a Arcis por
que os fue dada a conocer”. El día por mí mismo mi existencia de ciudadano, razones familiares; un jefe, que dirigía la
E-rdezte- 21 de junio de 1791, día de la todo mi vigor natal, pero sin cesar un solo acción, ¿habría abandonado a sus hombres
r z z í £e. rey a Varennes, al descubrir a instante, ya sea en la vida privada como en tal momento? Es difícil creerlo. Por
•» P ^ ^ gradas de le 3 jacobinos, en la profesional, de probar que sabía otra parte, si hubo una sección parisina
I> m ::n volvió a la carga, acusándolo de unir la sangre fría de la razón al dolor que desarrolló una parte decisiva en los
y rrzz'.i^'íiz con la fuga de Luis XVI. úl- del alma y a b. firmeza del carácter. Si preparativos de la insurrección, ésta fue
tzr*> de un complot más vasto,, y en los primeros días de nuestra regenera­ la sección de los Quinze-vingt, la de San-
que presentara su renuncia al ción experimenté todos los acaloramientos terre, y no la del Teatro francés, la sección
"n r r . ; - de la guardia nacional parisina: del patriotismo, si decidí parecer exage­ de Danton, ni de cualquier otra persona,
■‘V rrved a ser simule cródadano y no ali- rado para no ser nunca débil, es porque sino la obra colectiva de oscuros m ilitan­
— l í justa, desconfianza de vi lo que se debía esperar de los traidores tes de las secciones, en su mayor parte
que protegían abiertamente a las serpien­ desconocidos. Con esto no se pretende
tes de la aristocracia . . . He consagrado decir c^je Danton no particípala en la
toda mi vida a este pae&k. q u e t x > será sección. En la noene entre e* 9 y el 10
61
Danton

de agosto fue primero a ver a los corde­ verano de 1792 Danton se haya tornado En la página precedente:
leros, luego a la Maison commune, donde benemérito de la Revolución, por el im­
se acababa de instalar la Comuna insu­ pulso que supo darle a la defensa nacio­ 1. El primer club revolucionario:
rreccional. Si en el proceso verbal de esta nal. En el ministerio del 10 de agosto, La Sociedad de los amigos de la
última no se hace mención a ello, el relato aun sin ser oficialmente el jefe, Danton Constitución o Club de los Jacobinos.
que nos ha dejado Lucille Desmoulins de­ dominaba a sus colegas con su carácter, París, Museo Camavalet (Snark).
muestra que sus adeptos lo consideraban con su pasado revolucionario, con la rapi­
partícipe de la empresa. Y sobre todo, ¿se dez de sus decisiones. Entonces fue el 2. ;iDanton en la tribuna, en una estampe
puede creer que Danton habría sido ele­ verdadero jefe del Consejo ejecutivo. del siglo XIX, Museo Camavalet ( Snark
gido ministro si el 10 de agosto no hubiera Ante la noticia de la toma de Longwy
cumplido alguna parte? Sin duda, fue ele­ por parte de las tropas prusianas, el 25 de 3. La abolición de los títulos de
gido con el apoyo de la Gironda. Con- agosto de 1792, los ministros se reunieron nobleza: el decreto de la Asamblea nackm
dorcet, por ejemplo, confirma haberle dado en la casa de Danton. Roland, ministro de 1790. París, Museo Camavalet
su voto, porque el gobierno necesitaba un de Interior, propuso abandonar París para (S nark).
hombre que tuviera ascendiente sobre el refugiarse en Blois, trasladando al rey y
pueblo. Lo cual confirmaría el rol que al tesoro. Danton se opuso a tal proyecto, 1. El pueblo de París en VersaÜes
habría jugado Danton en la organización y lo hizo rechazar: el 5 de octubre de 1789. París,
de la insurrección; ¿qué autoridad habría “Hice venir a mi madre que tiene setenta Museo Camavalet (Snarg).
podido tener si, como los girondinos, se años; hice venir a mis dos hijos, que lle­
hubiera mantenido apartado? garon ayer. Antes que los prusianos entren 2. El regreso triunfal de Versalles
Después d e la suspensión del rey, el 10 de en París, prefiero que mi familia muera a París, Museo Camavalet (Snark).
agosto de 1792, Danton fue elegido por conmigo; prefiero que veinte mil llamas
la Asamblea legislativa, con 222 votos so­ hagan de París, en un instante, un puñado
bre 182 votantes, ministro de Justicia. de cenizas. Roland, cuídate de hablar de
Tomó como secretarios a Camille Desmou­ fuga, que el pueblo no te oiga.”
lins y Fabre d ’Eglantine; este último tuvo La proclamación del Consejo ejecutivo del
la dirección de los asuntos del ministerio. 25 de agosto de 1792 fue un llamado al
Danton nombró como miembros del comité combate; en él se percibe la impronta de
judicial encargado de preparar las deci­ Danton:
siones del ministro a Barrére, Collot, d ’Her- “Los peligros aumentan; nuestros enemi­
bois, Paré y Robespierre, aunque este úl­ gos preparan y están por descargar los
timo rechazó el cargo. El 11 de agosto últimos golpes del furor. Amos de Long­
Danton se presentó con sus colegas ante wy, avanzan amenazantes sobre Thionvi-
la Asamblea para prestar juramento a la lle, Metz y Verdún en el intento de abrirse
libertad y a la igualdad. un camino hacia París. Piensan que po­
“Ciudadanos, la Nación francesa, cansada drán llegar. ¿Quién de entre vosotros, con
del despotismo, había hecho una revolu­ el justo sentimiento de las propias fuerzas,
ción; pero, demasiado generosa, llegó a un no se rebela fieramente ante esta idea?
compromiso con el tirano. La experiencia Ciudadanos, ninguna nación de la tierra
le ha demostrado que no se debe esperar obtiene la libertad sin combatir.”
provecho de los antiguos opresores del El 28 de agosto de 1792 Danton hizo de­
pueblo. Ella está por retomar sus propios cidir por la Asamb’ea legislativa que las ba­
derechos. Pero en toda circunstancia y rreras de París permanecieran abiertas, pa­
sobre todo en los debates particulares, en ra evitar que la capital sufriera hambre.
el punto en que comienza la acción de la Pero al mismo tiempo hacía decretar ins­
justicia, allí deben cesar las venganzas po­ pecciones domiciliarias para buscar armas.
pulares. Ante la Asamblea nacional asumo “. . . Cuando una nave se hunde, la tripu­
el compromiso de proteger a los hombres lación arroja al mar todo lo que puede per­
que sé hallan entre estos muros; caminaré judicarla. Así, todo lo que puede perjudi­
a la cabeza de ellos y responderé por car a la nación debe ser arrancado de su
ellos.” seno . . . Si deben ser puestos en manos
Igualmente significativa de su línea polí­ de la ley treinta mil traidores, que se lo
tica es la circular que Danton enviara en haga mañana mismo.”
aquel mes de agosto de 1792 a los tribu­ Las inspecciones domiciliarias, realizadas
nales. Se debía asegurar la libertad polí­ por los comisarios de las secciones pa­
tica e individual, el mantenimiento de las risienses, fueron un preludio de las jor­
leyes, la tranquilidad pública, la unidad nadas de setiembre. La mañana del 2 de
de los ochenta y tres departamentos, la setiembre de 1792 se supo en París que
prosperidad del pueblo, no una imposible el ejército de Brunswick había asediado a
igualdad de bienes sino una igualdad de Verdún. Una emoción y un furor extraor­
derecho y de felicidad: el programa de la dinarios se apoderaron del pueblo parisie n­
burguesía revolucionaria. Danton concluía se. Se disparó el cañón de alarma, las cam­
con estas palabras: “Que se inicie la jus­ panas doblaron, se llamó a reunión gene­
ticia de los tribunales y cesará la justicia ral. El pueblo se trasladó a las prisiones
del pueblo”. para juzgar a los sospechosos y a los trai­
dores. Danton, desde la tribuna de la asam­
Danton y la defensa nacional blea, pronunció su más célebre discurso:
Hasta el historiador Albert M athiez no “Señores, es verdadero motivo de gran pe­
niega que en las críticas circunstancias del sar para los ministros de un pueblo libre
Danton
Danton

el deberle anunciar que la patria debe ser testigos de aquellos terribles movimientos, ésta comparte las terribles responsibiSá»-
salvada. La conmoción está en todos, ca­ que ninguna fuerza humana era capaz de des. La Gironda, al rechazar sus cfertM
da uno se siente sacudido y arde en deseos poner freno al desborde de la venganza de reconciliación, lo arroja n u evam es^
de combatir. Sabed que Verdún no está nacional.” la corriente. Y no es menos cierto croe des­
todavía en manos de los enemigos. Sabed ¿Danton responsable de las masacres de de aquel momento Danton ya no tiene
que la guarnición ha prometido m atar al setiembre? Es una leyenda de origen giron­ política propia.
primero que proponga rendirse. Una par­ dino. Fue Louvet quien declaró que D an­
te del pueblo está por m archar hacia las ton deseaba subir al trono sobre los cadá­ El fracaso de la política conciliadora
fronteras, una parte excava trincheras, y veres de setiembre. Fue Madame Roland, El 6 de setiembre de 1792 Danton fue R e­
una tercera, armada de picas, se dispone quien detestaba a Danton, la que le atri­ gido diputado de París a la Conve&ciá®
a defender desde el interior nuestras ciu­ buyó a éste en sus Memorias las siguientes nacional con 638 votos sobre 700 ei ds*
dades. París proporcionará toda la ayuda palabras: “Me importa un bledo de los anterior Robespierre, elegido como cabera
posible a todos estos esfuerzos. Los co­ prisioneros; que les ocurra lo que deba ocu- de lista, había recogido 338 votos sotee
misarios de la Comuna están por procla­ rrirles.” También leyenda, sin duda, lo 525 votantes).
mar solemnemente la invitación a los ciu­ que Danton, según Taine, le dijera al du­ Al no poder unir la función de represea-
dadanos a armarse y a m archar en defensa que de Chartres: “Fui yo quien las hizo.” tante del pueblo con la de ministro, C e s ­
de la patria. Recordamos, por el contrario, que fue él tón renunció a esta última el 21 de setiem­
”En este momento, señores, podéis en ver­ quien salvó a Adrián Duport, arrestado en bre de 1792.
dad declarar que la capital se ha hecho Cháteau de Bignon y trasladado a París, “Las recibí bajo el tronar del cañón c o q d
digna de toda Francia; en este momento haciéndolo encarcelar en Melun; quien ob­ cual los ciudadanos de la capital fiiinno»-
la Asamblea nacional está por convertirse tuvo un pasaporte para Charles de Lameth, ron al despotismo. Ahora que la renrááe
en un comité de guerra propiamente dicho. arrestado en Rouen . . . de los ejércitos se ha producido y se b
Os solicitamos que acudáis a dirigir con Las masacres de setiembre no son la em­ realizado la unidad de los represeti¿i±es
nosotros este sublime movimiento del pue­ presa de un hombre, sino del pueblo pa­ del pueblo, ya no debo reconocer mis fa c ­
blo, nombrando comisarios que nos ayuden risiense. Las mismas se incluyen en el con­ ciones precedentes: no soy más que tm de­
a aplicar estos grandes procedimientos. Pe­ texto revolucionario del verano de 1792 y legado del pueblo.”
dímos que quienquiera se rehúse a servir se explican con el peligro nacional. En los comienzos de la Convención Dasnae
con su propia persona o a entregar las pro­ se dedicó a solucionar, entre los p& ríüw
pias armas, sea castigado con la muerte. Las negociaciones secretas revolucionarios, todas las oposiciones, to ­
Pedimos que los ciudadanos sean instrui­ A comienzos de setiembre de 1792, en el dos los rencores. Esta política de recooó-
dos para dirigir sus movimientos. Pedimos mismo momento en que exaltaba a la au­ liación fracasó por el enceguecimienío de
que se envíen correos a todos los depar­ dacia ante la Asamblea legislativa, Danton, la Gironda.
tamentos para informarlos de nuestros de­ por intermedio de su agente Noel, negocia­ El 21 de setiembre de 1792 Danton solkéz
cretos. Las campanas que están por doblar ba la paz en Londres. Poco después in­ a la Convención que rechace “los vanos
no son una señal de alarma, sino la carga tentó accionar sobre el gobierno inglés sir­ fantasmas de dictadura, las e x tr a e rip ies
contra los enemigos de la patria. Para ven­ viéndose de Talón, a quien le había procu­ ideas de triunvirato, todos los absurda; á -
cerlos, señores, es preciso que tengamos rado un pasaporte: se le ofrecía a Pitt aban­ ventados para aterrorizar al pueblo". Uti­
audacia, más audacia, siempre audacia, y donar Tobago. Al mismo tiempo, se reali­ liza un lenguaje moderado, que estima ade­
Francia se salvará.” zaban otras tratativas en dirección a Pru- cuado para acercar a la Gironda ¿ es£i
sia. Así, mientras ostentaba su certeza en república de propietarios que finalmente üs-
Danton y las masacres de setiembre la victoria, Danton negociaba. No se quie­ maba a reunión con sus votos a todas las
Mientras Danton pronunciaba este discur­ re decir, sin embargo, que se trató de una fracciones revolucionarias de ]a burgtsessi:
so, en las prisiones se iniciaba la masacre. contradicción propiamente dicha. Más des­ “Se ha creído, óptimos ciudadanos k n creí­
¿Cuál fue la responsabilidad de Danton en concertantes parecen las tratativas con los do, que los amigos ardientes de la libertad
este trágico episodio? ¿Estaba él en con­ prusianos en las semanas que siguieron al podían perjudicar el orden socáaL ú
diciones de ponerle freno? triunfo de Valmy. Las tropas de Federico gerar sus principios. Bien, repudiemos
Según Mathiez, Danton habría organizado Guillermo IV pudieron retirarse sin proble­ toda exageración; declaremos que to¿=5 a s
las masacres de setiembre para asegurarse mas. Éste es uno de los hechos más extra­ propiedades territoriales, individuales e áa-
la fidelidad de los voluntarios parisienses ños de la historia militar francesa. Sin dustriales serán eternamente mar.rfH rtK .*
enviados a Champagne para combatir al embargo, para explicarlo, se debe tener en La Convención decretó en seguida:
enemigo: se debía “poner entre ellos y los cuenta las angustias patrióticas de aquel personas y las propiedades están b á:- Is.
emigrados un río de sangre”, de acuerdo mes de setiembre de 1792, el espejismo protección del pueblo francés”. CbofbrzeÉ
con lo que él habría declarado al duque de prusiano, que deformaba el juicio de los hizo el elogio de Danton en se Chrc*i¿a?m
Chartres, el futuro Luis Felipe. Pero, en franceses de la época, el deseo tenaz de de París: “Los buenos ciudadar«~?g i g e m -
efecto, si Danton verdaderamente habló Dumouriez de ir a conquistar Bélgica. cieron entonces que se habían
así, exageró en modo considerable su pro­ Sin duda pleno de ilusiones acerca de la (acerca de Danton) y los eaesráss3 áe
pia parte: nada prueba que las masacres diplomacia prusiana, Danton esperaba tra­ patria vieron disminuir sus
hayan sido organizadas por él o por algún tar con Prusia y luego concluir una paz Sin embargo, el 25 de seoenaae^ áe
otro. Sólo se ha probado que Danton no general de compromiso. En esta perspec­ la ofensiva girondina se desassiió
hizo nada para detenerlas. ¿Pero acaso po­ tiva se debía cuidar al rey, y él se dispuso la representación de Pans y i
día hacerlo, cuando el ministro del Inte­ a hacerlo. Política posible . .. Pero las taña. Los girondinos n
rior, Roland, el síndico de París, Pétion, y contradicciones de Danton tornaron inevi­ cial, la organización de
los comisarios de la Asamblea permanecían table el jaque. Si el 4 de octubre de 1792 partamental para proteger a.
trágicamente impotentes? Enviados a las propone decretar que la patria ya no está contra el pueblo de París. U sa i c r
prisiones, los comisarios de la Asamblea no en peligro, a continuación se pronuncia en Danton intentó la conciliación A q a d
pudieron hacer nada. El 10 de mayo de favor de la guerra de propaganda. Se de­ mo 25 de setiembre volvió a pedir
1793, en la Convención, Danton declaró: clara anexionista, contribuye a tornar ine­ de muerte para todo aquel que p r jp
“Digo, y en esto tendré seguramente el vitable la guerra contra Inglaterra. Su con­ la dictadura o un triunvirato: justificó ¿ la
asentimiento de todos aquellos que fueron ducta se acerca a la de la Gironda, y con diputación de París: “ninguno de ü c s o í t o s
¿ fjs x y is i ant-vu- /i p e a t /s ja i r j /*' C Á a m p d e /f l a r s &(. q u i 7<?vo\/fnt aii/o ^dfiiásifyC tY urjsrzJ }Jle(tfjniJ7p7ioj'c--ijftti ¿-'i. ejt- opirrce Cc/fr J^/tíi/ic ifntnr/ut a r ¿ ^ tran¿forr?i« fi*ut

•x. c*?&p e¿V'V*&-'0i3j£r*ft-.¿rttfffríre-C¿rtju(.-\ C'est-iftffUf ¿.%'Stnp/< ct ja m a tJ an a. -rru-cÁtx. ¿n/arri ptupie-- irti&<ñUer m ttc tfuCfOiC {í-tZfiíi'ur tfC dc^X-clc &w l>r~ui& (fui rt-j-
p<r*rfx'ni pjyt/r iÁ u j. Ju íU c t toaJ /a t A/ifa¿.cuiJ d c R c r ú st m em e ti*J cnm 'ranj. Ao7rrm ^ fa n m c j c n fiw J cC toza ¿c j t*rJre.f Jbtúfirux/j- e j'oitt m te&v n t. <rrtfair~^
p¿n íJ/f/y tra v a /tx f<i-pffixe-
Ic- rtiaew &ij frrrtp j'n n jare y ii 'an im ar Im r CóurGtjc c¿- ontpt^udirf <pi¿ t*rt¿¿ lea B &n ¿ CÁ lm /tru o n t m i j f<i niaítt-
A <AszJX*£ítr/trJ‘ J¿T«’V¿*■ /f'-trj

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1. Lc-s vreperctKXis de la fiesta pertenece a este o aquel tiepartaz-^SLt:. si­
del 14 de ruí¿? de 1790. Estampa del no que pertenece a Francia, süiera'': perz
sizlo X V III, París, Museo Camavalet no se solidarizó con M arat i "'atribuyo ta­
. Snark) les exageraciones a las vejaciones que ha sión de! 15 de s e o ¿ e 1796 j -.zzz e i
sufrido aquel ciudadano. Creo que los favor de la muerte y contra la pt
2 Fiestas y fuegos d e artificios subterráneos en los que ha estado recluido Aunque ausente en el proceso. Dsz±:~ h i-
en los Campos Elíseos el 18 de julio han exacerbado su espíritu” )- Danton con­ bía tomado parte activa en este ascorr. ¿es-
de 1790. París, Museo Camavalet (Snark) cluía denunciando los proyectos federalis­ de comienzos del otoño. Según el ts s c s e -
tas atribuidos a la Gironda, y haciendo un nio de Théodore de Lam eíh eü M evtc-
llamado a la unidad. “Se pretende que rias, Danton deseaba salvar al rey.
algunos de nosotros deseamos despedazar a fines de octubre de 1792 habría, d e d ic a ­
Francia; hagamos que tales ideas absurdas do: “Haré, con prudencia y coraje, tcdh
desaparezcan, decretando la pena de muer­ lo que pueda; no tendré temor áe expo­
te contra aquellos que las sostienen. Fran­ nerme si existe posibilidad de éxito, pera
cia debe ser un todo indivisible. Debe te­ si pierdo toda esperanza, no desee bacer
ner unidad de representación . .. Propon­ caer mi cabeza junto con la suya, y estiré
go se decrete que la Convención nacional entre aquellos —os lo declaro— que lo eso-
establezca, como base del gobierno que se denen.” Y también: “¿Se puede sal~r¿r a
dispone a formar, la unidad representativa un rey sometido a juicio? Ya está rnoeriü
y ejecutiva. No sin algún dolor sabrán los cuando comparece ante los jueces. ~ 5c
austríacos de esta santa armonía .. .” Lue­ táctica, entonces, habría sido la de s p h z s r
go de esta intervención en la Convención indefinidamente el proceso. Según Uséo-
declaró a la República francesa “única e dore de Lameth, Danton habría toraace es.
indivisible”. consideración también la evasión y. sesá»
La Gironda persistió en sus denuncias. El el informe de Saint-Just del 11 de s n s -
9 de octubre de 1792 Danton fue reempla­ nal del año II (31 de marzo de 1 794'. e!
zado en el ministerio de Justicia por el exilio: “Fuiste tú el primero, en un ciics k-
prudente Garat. El día siguiente, 10 de de patriotas a quienes deseabas par
octubre, debió rendir cuentas, como todo sorpresa, el que propuso el exilio del C*-
ministro que se aleja de su cargo. Si bien peto, propuesta que no osaste ya sesfeaer
10 hizo en cuanto a los gastos extraordi­ a tu regreso de Bélgica, porq-se ys. hshés.
narios, no logró justificar el empleo de sido superada y te habría perdido.”
200.000 libras en gastos secretos. El 18 de Según Michelet, que en este punto ¿ r a e
octubre la Gironda volvió a la carga. D an­ a Bertrand de Molleville, D antos, La-cñi fi­
ton se enredó en las explicaciones que da­ nes de noviembre, hizo un suprmao esfuer­
ba y terminó por reconocer: “Confieso zo de conciliación con la G irooái sal­
que para la mayor parte de estos gastos var al rey: “Hacia fines de 1791 —
no tenemos recibos muy regulares.” El 7 Michelet— era preciso tener gran :-:m í pa­
de noviembre tuvo lugar un nuevo debate ra arriesgar una palabra de j-íeoif. Al :->■
y la Gironda se encarnizó. Finalmente, la mienzo del proceso, Danton se *
Convención se negó a aprobar lo operado probar el terreno para ver si erx pr-rábÍK
por Danton. Desde entonces, en todas las suscitar no la misericordia, ¿ b \i r^ac-
oportunidades, la Gironda recordaba el rosidad del vencedor, eí instinr:
asunto de las cuentas contra Danton. Él mo al que le repugna terminar coa rm íeee-
se sintió exacerbado, políticamente perju­ bre abatido.” A los cordeleros, qne le st-
dicado; la política de conciliación había prochaban que no apurara el proceso áei
fracasado. Danton había notificado la rup­ rey y su muerte, Danton Ies h a rria respí»-
tura en su discurso del 29 de octubre de dido: “Una nación se salva, pero nr se
1792, respondiendo a un informe en el que venga.” Hacia el 30 de noviembre, sorasá-
Roland había acumulado todas las acusa­ madamente, Danton habría reaKzada
ciones girondinas contra la Comuna de Pa­ última tratativa con los jefes de la
rís, contra Robespierre y contra Marat. Vergniaud ciertamente y también rácím .
“¿Dónde están, entonces, estos hombres, Condorcet, Gensonne, Clavieres. zsi w i
acusados de conjurar, de pretender la dic­ Brissot. Qué se dijo en esta draTgiY a car
tadura y el triunvirato? iQue se den sus trevista, nadie lo supo nunca. a®
nombres! Sí, debemos reunir nuestros es­ logró convencer a los giror-¿mos- A Gsat-
fuerzos para que cese la agitación producida det, inflexible, Danton le haixi¿ rrEaácr
por algunos resentimientos y por preten­ “Gaudet, Gaudet, te equivocas: 3c s i »
siones personales, antes que atemorizarnos perdonar . . . No sabes sacríBcsr i -j í b -
por vanos y quiméricos complots cuya exis­ timiento por la p a tria __ Eres cóe~=a*ffe
tencia sería muy difícil comprobar.” y perecerás.”
Al no lograr, a pesar de tocos Vs esraerEa».
E l proceso del rey aliarse con la Gironda. Dsiííüe. ssam
El 30 de noviembre de 1792 Danton fue Dumouriez. A comienzos de dkaaeibre
enviado en misión a Bélgica donde estaba 1792, en la época de su miáGQ ec bé&fcs-
el ejército de Dumouriez, para informarse Danton tuvo allí un encuentro eoo ss fcrjaa»
acerca del estado de aquella fuerza, de sus Noel, ocupado éste de cierícs asssfcs c á e
depósitos y de sus provisiones. Así fue la corte de Inglaterra, y vesádb esc*fe3ai-
como Danton no asistió a los primeros de- m ente desde Londres. El 10. oe r e r m »

67
Danton

en la capital inglesa, Noel realizó negocia­ dadela de la razón, y de ella saldré ar­ verdaderamente deseaba hacer evadir
dos con Talón, el antiguo distribuidor de mado ccn el cañón de la verdad.” Fue la María Antonieta (esto debe ser probad
los fondos de la Lista civil, que había en­ ruptura definitiva entre Danton y los gi­ aún), ello era una traición propiamente
trado en relaciones con Pitt: se trataba de rondinos: el 2 de junio de 1793, cuando cha a la Revolución, que se vería priv¡
obtener dos millones para realizar un plan el pueblo de París reclamó la exclusión de un rehén tan precioso.
de corrupción —“sacrificios pecuniarios so­ de éstos de la Convención, no hizo nada De todos modos, dadas las condiciones
licitados por Danton” .. . Fracasados sus para defenderlos. que estaban las cosas en la primavera
intentos, Danton votó por la muerte del 1793, una política de negociaciones era
rey y contra la remisión. Luis XVI fue gui­ E n el Comité de Salud Pública concebible.. Los coligados obtenían v
llotinado el 21 de enero de 1793. El 1Q de El 7 de abril de 1793 Danton ingresó en rias por doquier, Francia se veía invadid
febrero se declaró la guerra a Inglaterra. Se el primer Comité de Salud Pública, que y desgarrada por la contrarrevolución. ]
iniciaba la crisis general de la Revolución. había sido creado en la víspera. Allí per­ vano esperar desarmar al enemigo con c
Como ocurre habitualmente en tales cir­ maneció hasta la renovación del 10 de ju­ cesiones cuando les sonreía la victoria:
cunstancias, Danton permaneció en la co­ lio cuando fue eliminado. Por tres meses cuanto a la suerte de María Antonieta,
rriente revolucionaria, pero sin abstenerse Danton fue de hecho el jefe del gobierno, sucesos que siguieron prueban que se c
de intrigar. Ésta es la época de sus trata­ encargado con Barrére especialmente de los interesó de ello. Danton perdía su ü
tivas con Dumouriez, que comandada en asuntos exteriores, y con Delmas de las ope­ po. La República no tenía otra esperas!
Bélgica. La muerte de su esposa, Gabrielle raciones militares. que la lucha a ultranza. Es la política <
Charpentier, ocurrida el 11 de febrero, lo Desde el 14 de abril Danton define una los sans culottes parisienses impusieron
hizo volver a París. A fines de mes volvió política de defensa nacional: “ Cuidada- nalmente y que condujo el segundo C
a partir hacia Bélgica. El 5 de marzo D an­ nos, el genio de la libertad ha desatado el de salud pública: ¡La victoria o la m
ton informaba a la Convención acerca de carro de la revolución. Todo el pueblo lo Si se trata de hacer el balance de la
su misión y hacía el elogio de Dumouriez: arrastra y se detendrá en los límites de la ción política de Danton desde agosto
“Une al genio del general el arte de entu­ Razón. Hagamos ver que somos dignos 1792 hasta julio de 1793, se comprad]
siasmar y alentar a los soldados. La histo­ de guiarlo; decretemos que no nos mezcla­ que fue largamente positiva desde el
ria juzgará sus talentos, sus pasiones, sus remos en lo que le ocurre a nuestros veci­ to de vista revolucionario en agosto y
vicios, pero esto es seguro: está interesado nos, pero decretemos también qu la Repú­ setiembre de 1792. En los meses que
en el esplendor de la República.” blica vivirá. Condenemos a muerte a todo guieron la política de Danton se tomó i
El l 9 de marzo, sin embargo, el ejército el que proponga un acomodamiento dife­ discutible, aunque fácilmente explkahk
de Coburg, generalísimo austríaco, cayó rente de aquel que tiene como base los Los resultados de su paso en el Comité
sobre el ejército de Bélgica, disperso en principios de nuestra libertad.” La Conven­ splud pública fueron negativos. Sin embaí
sus acantonamientos. Fue la derrota. Las ción adoptó el decreto, declarando que go, fue durante los últimos meses de
tropas francesas se retiraron en desorden. habría preferido permanecer sepultada ba­ vida cuando la conducta política de
En París, estas derrotas suscitaron la mis­ jo sus mismas ruinas antes que tolerar que ton pareció particularmente deplorable.
ma fiebre patriótica del verano precedente cualquier potencia interfiriera en los asun­
y el mismo impulso revolucionario. El 9 tos internos de la República. El jefe de la oposición moderada
de marzo las tipografías de los periódicos En efecto, Danton, durante su segunda En el verano de 1793 la conducta poKtic
parisienses fueron saqueadas. Muchas sec­ permanencia en el gobierno siguió una po­ de Danton se tornó más compleia.
ciones parisienses requirieron la institución lítica de compromiso y de negociados. Pa­ diversas ocasiones sostiene la política <
de un tribunal excepcional para juzgar a rece ser que contaba con el voto de la Comité de salud pública y contribuye
los agentes enemigos. Danton, obsesionado Constitución para reconducir a la sumisión su refuerzo, aun negándose a ingresar
por el recuerdo de setiembre, retomó la por lo menos a una parte de los rebeldes el mismo, lo que hubiera estabilizado
propuesta: “Aprovechemos los errores de internos. En cuanto al enemigo externo, situación política. Tal vez Danton p a n
nuestros predecesores; hagamos lo que nun­ Danton hizo que la Convención permitiera cía todavía el tribuno popular, que ss
ca ha hecho la Asamblea legislativa: sea­ implícitamente que se realizaran negocia­ mía la defensa de las reivindicaciones
mos terribles para conseguir que el pueblo dos, con reservas que no tuvo en cuenta; las masas, dándoles solidez política. M
lo sea.” El 10 de marzo de 1793 la Con­ intentó todas las vías para entrar en trata­ pronto, sin embargo, manifiesta su desa
vención decretó la institución del Tribunal tivas con el enemigo. Maret, agente diplo­ de estabilizar el movimiento revoln-csa
revolucionario. mático de la República en Londres y lue­ rio-, y, lo haya deseado o no, termina i
El 18 de marzo de 1793 el ejército de D u­ go en Nápoles, sostiene haber sido auto­ aparecer como jefe de la facción in cu ís
mouriez fue aniquilado en Neerwinden. El rizado a ofrecer la liberación de la reina te y moderada.
general dejó caer la máscara entonces y María Antonieta. Hasta se llegó a sospe­ Desde el 25 de julio al 8 de asosto
envió una carta sediciosa a la Convención. char que Danton favorecía su evasión; 1793 Danton estuvo a cargo de la
Danton y Delacroix fueron los encargados Courtois, representante del Aube, asegura dencia de la Convención. Él intervino
de ir a pedirle al general una retractación. que ésta era, sin duda, su voluntad; pero la discusión del plan de educación de
Danton partió nuevamente hacia Bélgica aparte de las afirmaciones de Courtois, los peletier, que Robespierre había preseaíad
y volvió a París el 27 de marzo. En cuan­ documentos nos informan solamente acerca a la Asamblea: “Después del pan. la
to a esta misión, pesan aún muchas dudas. de las voces que, al respecto, corrían éntre en ción es la primera necesidad de!
La Gironda acusó a Danton de complici­ el público. blo.” Intervino en la discusión de ios
dad con Dumouriez. El l 9 de abril de 1795 Es cierto que Danton podía considerar, de nados, aunque a f ir m a r a : “No eritiend
Danton, compitiendo en audacia, desvió la buena fe, ventajoso negociar para intentar mucho de cuestiones económicas”, a rre s
acusación hacia la Gironda con los aplausos disolver la coalición, o también para ob­ do, “pero soy un experto en cuanto a
de la Montaña: recordó los encuentros clan­ tener la paz general. Con tal fin se podía felicidad de mi país.” El 2S de ruBe
destinos de los girondinos con Dumouriez, concebir el poner sobre la balanza la liber­ ton había propuesto extender le?
demostró la complicidad de ellos con la tad de la reina para mejorar la situación del Comité de salud pública, y tan-
conjura que habría pretendido salvar al diplomática francesa. Pero Danton se ex­ poner a su disposición un cvécltc de
rey. “Solicito se haga luz sobre mi caso, tralimitaba en sus poderes cuando supera­ cuenta millones. El Comité aeepéó e¿
pulverizaré a los malvados que han osado ba los límites que la Convención había es­ dít'-». fero rechazó rooeres
acusarme; me he atrincherado en la ciu- tablecido para el problema. En realidad, si

SS
1. Danton, en un dibujo de David.
París, Museo Carnavalet (Snark).

2. Autógrafo de Danton. París,


Museo Carnavalet (Snark).

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E n las páginas centrales:

Juego “nacional e instructivo”


de la época revolucionaria, París,
Col. privada ( Snark).
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l5^ ^ 4
el 6 de setiem bre pre p uso elevar de noeve
a. doce los imenibros del Com ité, m edida
que fue aprobada: aún se negó obstinada­
mente a formar parte del mismo.
Cuando los delegados de las asambleas pri­
marias, venidos a París para la aceptación
de la Constitución y para la fiesta del 10
de agosto, presentaron a la Convención su
petición en favor del reclutamiento en m a­
sa y del arresto de los sospechosos, Danton
sostuvo esta moción: “Los delegados de
las asambleas primarias vienen a promover
entre nosotros la iniciativa del terror con­
tra los enemigos internos. ¡Ninguna amnis­
tía para los traidores! ¡Que la espada de
la ley caiga sobre los conspiradores internos,
realizando la venganza popular!” Danton
pidió que se confiara a estos delegados la
misión de redactar el inventario de las
armas, d e las municiones y de los caballos
en toda Francia y de buscar los hombres
necesarios para un reclutamiento extraor­
dinario. “ ¡A golpes de cañón debemos no­
tificar la Constitución a n u estn s enemigos!
Éste es el momento de pronunciar este
grande y último juramento: arrojarnos to­
dos a la muerte o aniquilar a todos los ti­
ranos.” El reclutamiento en masa fue de­
cretado el 23 de agosto de 1793.
Danton se mantuvo así en la corriente re­
volucionaria, sosteniendo las reivindicacio­
nes populares, sobre todo en materia de
subsistencia y de represión. El 31 de agos­
to aprobó, entonces, las medidas tomadas
por los representantes en misión en M ar­
sella, luego de la caída de aquella ciudad
rebelde. “Es necesario que los comercian­
tes, que han visto con placer la humilla­
ción de los nobles y de los sacerdotes, es­
perando beneficiarse a su vez, y que hoy
desean con más perfidia la contrarrevolu­
ción, sean humillados; contra éstos es ne­
cesario mostrarse tan terribles como contra
los primeros.”
Y cuando las grandes manifestaciones po­
pulares del 4 y del 5 de setiembre de
1793 obligaron a la Convención a poner el
terror a la orden del día, Danton sostuvo
con su elocuencia todas las reivindicacio­
nes. “Un ejército revolucionario no basta,
sed revolucionarios vosotros mismos . .. que­
1. Francia y Lafayette abaten el da por castigar el enemigo interno que
despotismo. París, Museo Camavalet ya tenéis en vuestras manos y aquel que
i Snark). aún debéis aferrar. Es necesario que el
Tribunal revolucionario sea dividido en un
número suficientemente grande de seccio­
nes para que cada día un aristócrata,
malvado, pague con la cabeza sus malas
acciones. . . Solicito, en fin, que se haga
un informe acerca del modo de dar mayor
vigor a la acción del Tribunal revolucio­
nario. ¡Q u e el pueblo vea caer a estos
enemigo"'.!” El 5 de setiembre de 1793 la
Convención decretó la institución de un
ejército revolucionario y el arresto de los
sospechosos. - El terror estaba ya en la or­
den del día: Danton había contribuido
no poco a ello.
Sin embargo, mientras por una parte exhor-

72
Danton

taba a las medidas revolucionarias, Danton ron comprometidos algunos amigos de D an­ fendido a M arat de sus enemigos, también
se esforzaba por controlar el movimiento ton, como Chabot, Basire, v también Fa- yo he admirado las virtudes de este re­
revolucionario y por frenarlo. Aquel mis­ bre d ’Eglantine. Así que las razones del publicano; pero luego de haber hecho su
mo 4 de setiembre solicitó a la Conven­ brusco retorno de Danton resultan am­ apoteosis patriótica, es inútil escuchar to­
ción que se suprimiera la permanencia de biguas. dos los días su elogio fúnebre.” El golpe
las secciones, las que perm itían a los ciu­ A su regreso a París, Danton desarrolla de freno estaba dado.
dadanos reunirse cada día para deliberar una-intensa actividad política; se justifica El apoyo de Danton a la política guber­
acerca de los asuntos públicos: los mili­ frente a los jacobinos y toma posición con nativa de estabilización no carecía por cier­
tantes populares podían, así, concertar su el Comité de salud pública contra la des- to de segundos fines personales y políticos.
acción y ejercer presión sobre la Conven­ cristianización. Él intentaba salvar a los amigos que ha­
ción y sobre los Comités de gobierno. Las Dado que durante su ausencia habían circu­ bían sido arrestados en el asunto de la
asambleas de las secciones no debían reali­ lado voces malévolas en contra suya, Hé- conspiración del exterior o que, como Fa-
zarse más de dos veces por semana; como bert invitó a Danton a justificarse. Él lo bre d’Eglantine, estaban implicados en el
contrapartida “todo ciudadano, miembro de hizo el 13 de frimario (13 de diciembre asunto de la liquidación de la Compañía
estas asambleas, que dese, en considera­ de 1793): “¿Tal vez he perdido aquellos de las Indias. Danton miraba más allá:
ción de sus necesidades, reclamar una in­ rasgos que caracterizan la figura de un alentar el impulso de las fuerzas del Go­
demnización, la recibirá en razón de 40 hombre libre? ¿No soy ya aquel mismo bierno revolucionario. La política danto-
sueldos por asamblea” : m edida demagógica hombre que se encontraba a vuestro lado nista se oponía en todos los puntos al pro­
pero que no podía ocultar las restriccio­ en los momentos de crisis? ¿No soy el hom­ grama popular sostenido por H ébert y por
nes aportadas al ejercicio de sus derechos bre que ha sido obstinadamente persegui­ sus amigos cordeleros: terror extremo, má­
políticos por parte del pueblo. La evolu­ do? . . . Os asombraréis cuando os haga ximum aumentado, guerra a ultranza. El
ción en el sentido moderado de Danton saber mi vida privada, al ver que la colo­ ataque del gobierno contra la descristiani­
se definió en el curso del mes de setiembre sal fortuna que me atribuyen mis enemi­ zación extinguió la reacción y favoreció la
de 1793. Pero no se manifestó en sus in­ gos y los vuestros se reduce a la pequeña ofensiva dantonista. La lucha de las fac­
tervenciones personales. Fueron sus amigos parte de bienes que siempre he tenido. ciones se desencadenó. La misma tuvo las
quienes atacaron la política del gobierno. Desafío a los malvados a presentar contra más graves consecuencias para el Gobier­
El punto culminante de esta primera ofen­ mí la prueba de cualquier delito. Todos no revolucionario, pero también para el
siva moderada fue la sesión que la Con­ sus esfuerzos no podrán conmoverme. D e­ movimiento popular, y aun para la Revo­
vención sostuvo el 25 de setiembre de 1793. seo permanecer de pie con el pueblo. Me lución misma.
Thuriot, un amigo de Danton, atacó a juzgaréis en su presencia . . . ” Robespierre
fondo la política del Comité de salud pú­ tomó la defensa de Danton: “Danton, ¿no Estrategia de la moderación:
blica. Criticó radicalmente la economía di­ sabes tú que cuanto más coraje y patriotis­ un error histórico
recta: “Son criminales propiamente dichos mo tiene un hombre, tanto más los enemi­ Este período de la vida política de Dan­
aquellos que desean hacer creer a la na­ gos de la cosa pública se encarnizan para ton, desde fines del verano de 1793 hasta
ción que no se puede alcanzar la felicidad perderlo? . . .” El asunto no continuó. En la mitad del invierno de 1794, cuando fue
si no se cortan todas las ramas del co­ aquel mismo momento Danton estaba se­ asumiendo lentamente la figura de jefe de
mercio.” Criticó la depuración: “Ahora cundando los esfuerzos del Comité de sa­ la oposición, rquiere una reflexión crítica.
se trata de acreditar la opinión de que la lud pública contra la descristianización: Después de sostener el segundo Comité de
República no puede sostenerse si no se la estabilidad del Gobierno revolucionario salud pública, Danton se rehusó a ingre­
confían los puestos de responsabilidad a los exigía la unión de todos los montañeses. sar en el mismo. El 25 de setiembre de
sanguinarios.” Y concluyó: “Debemos de­ Danton había tomado, en efecto, neta po­ 1793 sus amigos atacaron en la Conven­
tener este torrente impetuoso que nos arras­ sición contra la descristianización y sus ción la política del gobierno e intentaron
tra a la deriva.” Thuriot expresa sin ningu­ propulsores. El 6 de frimario (26 de no­ derribar al Comité. El 12 de octubre D an­
na duda el pensamiento secreto de Danton. viembre de 1793) se levantó violentamen­ ton se retiró a Arcis-sur-Aube; con ello pre­
Sin embargo se instauraba el Terror. En te contra las mascaradas antirreligiosas, exi­ tendía, sin duda, subrayar su desaproba­
octubre comenzaron los grandes procesos giendo que se pusiera freno al asunto. Al ción en cuanto a los procesos contra María
políticos. El 3, los girondinos fueron en­ mismo tiempo vigilaba a los extremistas; se Antonieta y los girondinos. Deseaba mo­
viados ante el Tribunal revolucionario, y debía infundir energía al gobierno, pero derar el Terror, limitar la represión a los
también María Antonieta. La reina fue también reconducir al Terror a sus verda­ conspiradores y a los traidores comproba­
guillotinada el 16 de octubre. El proceso deros objetivos: “es por cierto bello que dos, disciplinar el movimiento popular, po­
de los girondinos comenzó el 6; el 30 fue­ los representantes se humillen ante el po­ niéndolo bajo el control del gobierno. ¿Pe­
ron ajusticiados. der supremo, pero sería bello que previ­ ro por qué en tales condiciones no ingresó
Danton se había retirado por entonces de nieran y dirigieran sus movimientos inmor­ en el Comité de salud pública en modo
la escena política, aduciendo razones de tales”. El 10 de frimario (30 de noviem­ de apoyar la acción moderadora de Robes­
salud y de familia, y ocultando su secreta bre de 1793), Danton se opuso a la supre­ pierre, Por lo menos en esto, Danton co­
desaprobación por la represión terrorista. sión del salario de los sacerdotes constitu­ metió un error grave. Tal vez lo compren­
A Garat, que había ido a buscarlo en los cionales y por lo tanto a la separación de dió, y así se podría explicar su brusco
primeros días de octubre, le habría dicho Iglesia y Estado. E l pueblo, sobre todo el regreso: reaparece en la Convención el l 9
a propósito de los girondinos:» “No podré de las campañas, no estaba maduro para de frimario (21 de noviembre de 1703).
salvarlos”, y se echó a llorar. El 12 de esta medida; era un delito de lesa nación Entonces se coloca abiertamente junto a
octubre de 1793 Danton obtuvo permiso pa­ privar al pueblo de los hombres entre los Robespierre, sosteniendo la acción de éste
ra retirarse de la Convención y partió pa­ que podía hallar aún alguna consolación. contra los propulsores de la descristianiza­
ra su pueblo natal, Arcis-sur-Aube. Recién El 12 de frimario (2 de diciembre de ción. Por su parte, el Incorruptible tom"»
volvió el l 9 de frimario del año II (21 de 1793), cuando un postulante a la barra de valerosamente su defensa ante los jaco­
noviembre de 1793). D urante esta ausen­ la Convención comenzó la lectura de un binos.
cia se desarrolló el movimiento de descris­ poema en honor de M arat —en aquel mo­ Pero también es posible otra explicación,
tianización. estalló el escándalo de la fal­ mento objeto de un culto propiamente di­ si se admite que Danton estaba implicado
sificación del decreto de liquidación de la cho en las secciones parisienses— Danton en las maniobras de sus amigos, los dipu­
Compañía de las Indias, en el que se vie­ replicó bruscamente: “También yo he de­ tados que se habían comprometido.. í*abre
Danton

1 La Constitución de 1791: d ’Eglantine en particular, en el asunto de había propuesto el cambio forzado del nu­
Necker, el duque de Orleáns y Lafayette. la liquidación de la Compañía de las In­ merario contra los asignados, una medida
París, Museo Carnavalet (Snark). dias, o —en complicidad con Batz— en fa­ requerida por los sans culottes. Danton
vor de los banqueros extranjeros. El arres­ se opuso a ello y notificó a las picas (es
2. Lá pósicián ambigua de Luis X V I, to de Chabot y de Basire, sin duda le ha 'decir, a los sans culottes) que la parte d^
representada en una estampa popular. hecho temer verse implicado en el proceso ellos había terminado. “Recordemos que si
París, Museo Carnavalet (Snark). de éstos; Basire, en una declaración escrita, con la pica se derriba, es con el compás de
lo llamaba a la causa. Según lo que nos la razón y del genio que se puede alzar y
3. El 10 d e agosto de 1792. Estampa dice Garat, Mergez, el sobrino de Danton, consolidar el edificio de la sociedad.”
anónima alemana del siglo X V III (Snark). le habría aconsejado volver a París: “Vues­ La campaña del “Vieux Cordelier” dio con­
tros amigos os invitan a volver a París lo siderable amplitud a la ofensiva danto-
antes posible. Robespierre y los suyos con­ nista y puso en juego toda la política del
centran sus esfuerzos contra vos.” E n aquel gobierno. Camille Desmoulins lanzó su pri­
momento el Comité de salud pública es­ mer ataque el 15 de frimario (5 diciembre
taba empeñado contra el movimiento po­ de 1793): “ ¡Oh Pitt rindo homenaje a tu
pular y los propulsores de la descristiani­ genio.” Según Desmoulins todos los revo­
zación; no existe el mínimo indicio de que lucionarios a ultranza eran agentes de Pitt.
en noviembre de 1793 el Comité deseara En el segundo número del 20 de frimario
proceder contra Danton. Pero es posible (10 de diciembre), Camille se daba a un
que Chabot y Basire, o Fabre d ’Eglantine, violento ataque contra los propulsores de
que los había denunciado pero que se sen­ la descristianización. El 25 de frimario
tía amenazado, hayan presentado las cosas (15 de diciembre) apareció el número 3
de tal modo para poder llamar a Danton del “Vieux Cordelier” : en él se cuestionaba
en su ayuda. Cualesquiera hayan sido las todo el sistema del terror y al mismo go­
motivaciones de Danton a fines de 1793, él bierno revolucionario. Este número obtuvo
parecía, en aquella fecha, lo hubiera desea­ notable éxito, despertando las esperanzas
do o no, el jefe de la oposición. Aprove­ de todos los adversarios del régimen. La
chando el apoyo que había ofrecido al ofensiva indulgente se desarrolló ulterior­
Comité de salud pública contra el movi­ mente. Fabre d’Eglantine, que había sa­
miento popular y contra los propulsores de bido engañar en modo perfecto al Comité
la descristianización, los amigos de Danton
de Salub Pública, denunció el 20 de fri­
se esforzaron por manejar el Comité y aun
mario (19 de diciembre de 1793) a dos
por derribarlo. Explotaron contra el mismo
de los jefes revolucionarios más notorios:
los rigores dé la represión terrorista, como Vincent, secretario general del Ministerio
el descontento que suscitaban el recluta­ de Guerra, y Rancin, general del ejército
miento en masa y la aplicación del maxi-
revolucionario. La Convención decretó el
m un [precio máximol; reunieron a todos
arresto de ambos.
aquellos qeu se sentían perjudicados por la
política de guerra a ultranza; ellos apare­ El desarrollo de las cosas no fue propicio
cieron como el partido de la paz. todavía por mucho tiempo. El gobierno re­
Sin duda Danton siempre se abstuvo, ya volucionario no podía dejarse desviar de su
sea en la Convención o frente a los jacobi­ camino. El 18 de nevoso (7 de enero) el
nos, de presentarse como el jefe, pero nun­ “Vieux Cordelier” fue denunciado a los
ca los desaprobó. A comienzos de 1794 jacobinos; Robespierre previno a Camille
sus intervenciones se tornan más críticas, y concluyó que se debían quem ar sus pe­
más incisivas. riódicos: “Quemar no es responder”, re­
Esta política de moderación, en el momento batió Camille. Al día siguiente Danton fue
en que se preparaba la campaña militar en ayuda de su amigo: “Camille no debe
de la primavera de 1794, presentaba los sorprenderse de las lecciones un tanto duras
mismos inconvenientes de la política de que la amistad de Robespierre le ha im­
negociaciones desarrollada en la primavera partido. Ciudadanos, que la justicia y la
precedente. La misma sólo podía alentar sangre fría dominen siempre en vuestras
las energías de la defensa nacional, cuando decisiones. Al juzgar a Desmoulins, tened
la República no tenía aún otra vía de sa­ cuidado de no aplicarle un golpe funesto a
lida que la victoria. Desde el punto de la libertad de prensa.” Aquel mismo 19
vista del Comité de Salud Pública, volcado de nevoso (8 de enero de 1794), Fabre
a la lucha contra el enemigo, esta oposición d’Eglantine, definitivamente comprometido
sólo podía ser considerada como un delito. por el descubrimiento del proyecto de de­
No se desea negar aquí las responsabilida­ creto sobre la liquidación de la compañía
des del Comité; pero Danton, con su po­ de las Indias, falsificado por su mano, fue
sición, ha hecho precipitar una crisis que denunciado por Robespierre a los jacobinos.
lo arruinó a él mismo y que también in­ Fue arrestado en la noche entre el 23 y
fligió un golpe irremediable a la Revolu­ el 24 de nevoso (12-13 de enero de 1794).
ción y al partido montañés. El 24 de nevoso, en la Convención, Danton
asumió directamente la defensa de Fabre,
La ofensiva indulgente solicitando que los diputados arrestados
Danton había definido su línea política mo­ fueran trasladados a la barra para ser juz­
derada el 11 de frimario del año II ( l 9 gados ante el pueblo. Billaud-Varenne se
de diciembre de 1793V Aquel día Cambon levantó contra esta propuesta. “Desgracia
íi.f a ^

/ '

1. La jornada del 20 de junio de 1792.


París, Museo Carnavalet (Snark).

2. La última orden del rey. París,


Museo Carnavalet (Snark).

76
Danton

sobre aquel q u e se ha puesto al lado de Danton. L a víspera, el 27 de ventoso (17 en la gloria.” D anton y sus amigos fueron
Fabre y q ue es aú n su juguete.” d e m arzo), Danton había hablado por úl­ guillotinados el 16 <le germinal del año
E ra el jaque d e la ofensiva d e los indul­ tima vez a los jacobinos; desde hacía algún II (5 de abril de 1794). Al subir al patí­
gentes. Más aún, ya comprometidos, fue­ tiem po aparecía esporádicamente por el bulo, Danton le dijo al verdugo: “ Muestra
ron m uy pronto amenazados por el con­ club y la Convención. Advertido numerosas luego mi cabeza al pueblo, porque vale la
traataque d e sus adversarios, los “exagera­ veces de las amenazas que se acumulaban pena.”
dos” de la facción ultra. Al desencadenarse contra él, se mostraba despreocupado: “ ¡No
la lucha de las facciones, en el torbellino osarán!” A un amigo que le habría aconse­ D anton y Robespierre
de la crisis que se desarrollara a fines del jado huir, le habría respondido: “ ¡No se El drama de germinal fue decisivo. En
invierno, en vísperas del inicio de la nueva lleva a la patria en la suela de los propios H ébert y en sus amigos el Gobierno revo­
campaña militar, el gobierno revolucionario, zapatos!” lucionario ha condenado al movimiento
al verse amenzado desde todas partes, in­ Finalmente, Billaud-Varenne y Collot d’Her- popular que lo había llevado al p8Ber. Tam­
tervino para liquidar las facciones. bois, inquietos por la proscripción de H ébert bién fue inútil la condena de Danton.-
y de sus amigos, sostenidos por el Comité La represión que siguió a los grandes pro­
L a crisis de ventoso del año I I de seguridad geiíéral, comprendieron las he­ cesos de germinal, no obstante su carácter
En el curso del invierno la crisis se había sitaciones de Robespierre. En la noche entre limitado, produjo en los militantes un com­
ido definiendo. Crisis social por sobre todo: el 9 y el 10 de germinal (29-30 de marzo plejo de temor que terminó por paralizar
las tasas, el regulamiento y la dirección de 1794), Danton, Camille Desmoulins y al­ toda la vida política. “La revolución está
autoritaria de la economía se revelaban in­
gunos otros amigos de ellos fueron arresta­ congelada”, dirá muy pronto Saint-Just.
capaces de asegurar un aprovisionamiento dos. El 11 de germinal (31 de m arzo), Germinal fue el prólogo de termidor. No
satisfactorio de la población parisina; la
en base a los apuntes proporcionados por será inútil precisar en este punto la posi­
crisis de las mercaderías exacerbaba a la
Robespierre, Saint-Just leyó a la Conven­ ción de Robespierra en cuanto al proceso
mentalidad terrorista. Pero también crisis
ción su informe “sobre la conjura urdida de Danton. Entre los dos hombres subsis­
política: las exigencias d e la defensa na­
desde hacía años por las facciones crimi­ tían vínculos de amistad, como lo demues­
cional y la concepción jacobina del poder
nales, y contra Fabre d’Eglantine, Danton, tran las cartas afectuosas de Robespierre
llevaban en modo creciente al gobierno
Philippeaux, Lacroix y Camille Desmoulins, en febrero de 1793, cuando murió la pri­
revolucionario a asegurarse de la obedien­
imputados de complicidad con estas faccio­ mera mujer de Danton. En diciejnbre de
cia pasiva de las organizaciones populares,
nes”. La Convención procedió a la rati­ 1793. Robespierre declaraba a ú n a los
a reducir progresivamente las prácticas po­
ficación luego de un discurso patético de jacobinos: “Es evidente que Danton ha
pulares de la democracia a la m edida bur­
Robespierre: “También yo era amigo de sido calumniado . . . Tal vez me equivoqué
guesa. La alianza entre el descontento
popular y la oposición “exagerada” cons­ Pétion, pero desde que dejó caer la más­ acerca de Danton, pero he vivido en su
tituía una grave amenaza para el gobierno cara lo abandoné; también yo tenía relacio­ familia, sólo merece elogios.” Sin embargo,
revolucionario. nes de amistad con Roland; pero él trai­ es justamente Robespierre quien redacta
Hacia la mitad de ventoso la oposición exa­ cionó y yo lo denuncié. Danton desea las notas que sirvieron a Saint-Just para
gerada se tornó rígida. El 12 (12 de marzo ocupar el lugar de ellos, y él, a mis ojos, desarrollar su requisitoria: ellas revisan to­
de 1794) Ronsin, que había sido liberado, no es más que un enemigo de la patria.” da la política de Danton desde el comienzo
proclama la necesidad de una insurrec­ Frente al Tribunal revolucionario, *Danton de la Revolución. Se presentan entonces
ción; el 14 se descubrió la placa de la compitió en audacia y denunció a sus acu­ dos hipótesis; o Robespierre disimuló por
declaración de los derechos del hombre; sadores. “ ¡Yo, vendido! Los hombres de mucho tiempo sus verdaderos sentimientos
Carrier y H ébert reclamaron nuevamente mi temple no tienen precio; sobre nuestra para con Danton, o de pronto cambió de
una insurrección, una “santa insurrección”. frente está impreso en modo indeleble el opinión a fines del invierno del año II, al
Fallida la reconciliación entre jacobinos y sello de la libertad, el genio republicano. acercarse la primavera de 1794.
cordeleros, y no extinguida la oposición, ¡Yo vendido a Mirabeau! ¡Que se ade­ Robespierre conocía, naturalmente, las acu­
el Gobierno revolucionario perdió la pa­ lanten los que saben de este negocio! ¿Có­ saciones que se dirigían a Danton, acusacio­
ciencia. En la noche entre el 23 y 24 de mo me ha comprado? Un hombre como nes que desde 1791 eran de dominio p ú ­
ventoso (13-14 de marzo de 1794), los Danton no tiene precio.” Y también: “Ja­ blico. Pero no tenía las pruebas que luego
principales dirigentes cordeleros, Hébert, más la a m b ic ió n y la codicia tuvieron tuvieron a su disposición los. historiadores,
Ronsin, Vincent, Momoro . . . fueron arres­ poder sobre mí; jamás guiaron mis acciones; y no podía conocer todas las circunstancias
tados y llevados ante el tribunal revolucio­ jamás estas pasiones me impulsaron a com­ sospechosas de la carrera de Danton que se
nario. Condenados a muerte, fueron gui­ prometer la cosa pública; completamente revelaron sólo después. Robespierre nunca
llotinados el 4 de germinal del año II (24 dedicado a la patria, a Ella le ofrecí el le dio importancia a lo que podía saber:
de marzo de 1794). generoso sacrificio de toda mi existencia.” Danton caminaba en el sentido de la Re­
Y finalmente: “Desde hace dos días el Tri­ volución; a fines de 1793 apoyaba todavía
E l proceso de D anton bunal ha aprendido a conocer a Danton; la política de Robespierre, que intentaba
Los indulgentes creyeron llegado el mo­ mañana él espera dormir en el seno de la detener el movimiento de la descristiani­
mento propicio. Hacia fines de ventoso gloria. Nunca ha solicitado gracia, y se zación. Y Robespierre era demasiado buen
acentuaron su presión; el número siete del lo verá subir al patíbulo con la serenidad político gomo para descuidar tal apoyo o
“Vieux Cordelier”, que fue secuestrado, propia de la calma y la inocencia. Mi mo­ para hacer el juégo de los contrarrevolu­
dirigía una violenta requisitoria contra la rada será bien pronto la nada y mi nombre cionarios con acusaciones desconsideradas.
política del Gobierno revolucionario. Pero estará en el Panteón.” Sin embargo, a fines de 1793 y a comienzos
el Comité de salud pública, que había cas­ Finalmente, para poner término a los de­ de 1794, una serie de hechos trae a la
tigado a los exagerados luego de muchas bates, un decreto de la Convención per­ luz lo que hasta ese momento había per­
hesitaciones, pretendía ahora no dejarse mitió condenar sin debates a todos los im­ manecido en la sombra. Chabot, Basire,
vencer por la oposición moderada. Ya el putados que hubieran transgredido la jus­ Fabre d’Eglantíne, todos amigos de Danton,
28 de ventoso (18 de marzo de 1794) la ticia nacional. “Francia y la posteridad sa­ están comprometidos en la conspiración
Convención había acusado a los diputados brán que se le negaron a Danton los del exterior y, a propósito del asunto de la
comprometidos en el asunto de la Compa­ testimonios que él juzgaba necesarios para Compañía de las Indias, son culpables de
ñía de las Indias: Fabre d ’Eglantine, Cha- justificarse. Yo no deseo defenderme, que venalidad. Al mismo tiempo, otros amigos
b c t B¿5Íre. Delaunay, todos los amigos de se me conduzca a la muerte, me adormeceré de Danton. Camille Desmoulins en partí-
1. Luis X V I en el patíbulo. Estampa cular con su “Vieux Cordelier”, atacan la éste o aquél punto o también acerca del
inglesa del siglo X V III. París Col. privada política del Comité de salud pública. Muy todo. Se puede sostener que el proceso de
(Snark). lejos de desaprobar a sus propios amigos, germinal haya sido un error político, carga­
Danton asume una actitud crecientemente do de consecuencias irremediables. No se
2. La ejecución de María Antonieta. reticente con respecto a la política guber­ puede desconocer que Robespierre haya te ­
Estampa inglesa del siglo X V III. nativa. E n esta situación, las antiguas nido buena fe y que estuviera sinceramente
París, Col. Privada (Sriark). acusaciones de venalidad dirigidas contra convencido de que el proceso de Danton
Danton parecen probables: la corrupción de y de la facción moderada e indulgente es­
3. María Antonieta conducida sus amigos las confirman. Toda la carrera taba justificado y era necesario para la
a la guillotina. Este dibujo de David política de Danton se torna, entonces, sos­ salvación de la República.
fue realizado desde el balcón de una casa pechosa. Robespierre la reconsidera bajo Al término de este perfil, tal vez es necesa­
situada sobre él pasaje del carro esta nueva luz; de aquí sus notas transmi­ rio subrayar los aspectos que fueron discuti­
de los condenados. París, Museo del tidas a Saint-Just. dos por la historia en esta carrera de revo­
Louvre, Coll. Rothschild (Snark). Dicho esto, si las acusaciones de Robespie­ lucionario tan movida y rica en episodios
rre y de Saint-Just fueron pronunciadas de tan contradictorios. En todas las contro­
buena fe, las mismas no podían, entonces, versias acerca de Danton, el problema que
fundarse en documentos que no conocían. se halla en el centro del debate es el de
Indudablemente es por esta razón que Ro­ su patrimonio y, como consecuencia, el de
bespierre no insiste en la acusación de ve­ su venalidad. ¿Cómo fueron efectivamente
nalidad, limitándose a informar los hechos las cosas en cuanto a este punto? Pero más
cuya convergencia implicaba la corrupción, allá de este problema y para explicar la
pero sin extenderse, porque no poseía prue­ complejidad de su acción política, es opor­
bas formales. La convicción se fundaba tuno precisar los rasgos del carácter de
esencialmente, más que en los sucesos de Danton.
frimario y de nevoso, en lo que Georges Le-
febvre llama los “documentos de opinión”; Patrimonio y venalidad de Danton
Robespierre, al examinar críticamente la ca­ Danton compró con 78.000 libras su oficio
rrera de Danton a la luz de las recientes de abogado en el Consejo del rey, el 29
circunstancias del conjunto de las voces de marzo de 1787. En aquel tiempo su
y de los juicios desfavorables de la opinión fortuna estaba valuada en 12.00 libras, com­
pública, se sintió llevado a adherir a los prendida en ella la mitad de la casa pa­
mismos. terna en Arcis. Danton entregó 56.000
Se puede admitir que Robespierre se haya libras en efectivo, de las cuales 15.000 le
engañado con respecto a Danton acerca de fueron prestadas por su futuro suegro y

78
Danton
•36.000 por cierta señorita D uhantcir: otras iaiisetito en Choisy-le-Rci y aún otro en
71 - ^ -r
5.000 libras le fueron prestadas, pero no Sevres. Sus defensores han recordado sus üC V Ge I
se sabe por quien. E n cuanto a las res­ remuneraciones. Si en marzo de 1791 cerró Escribe Brissot en sus Memorias: “Vi el co­
tantes 22.000, las mismas fueron segura­ su oficina, en diciembre del mismo año fue bro de 100.000 escudos que le fueron en­
m ente pagadas, dado que el 3 de diciembre elegido sustituto del procurador de la co­ tregados por Montmorin.”
de 1789 Danton obtuvo el recibo defini­ muna de París, con un estipendio de 6.000 Bertrand de Molleville narra haberle es­
tivo. ¿Cómo logró liberarse de estas deu­ libras anuales; se debe tener en cuenta, crito a Danton, el 11 de diciembre de
das? Las 36.000 libras de la señorita además, la devaluación del asignado. Lue­ 1792, las siguientes palabras; “E ra un gru­
Duhautoir, así como las 5.000 de proce­ go del derrocamiento de la monarquía, po de cartas que el difunto M. de Mont­
dencia desconocida, fueron seguramente de­ el 10 de agosto de 1792, Danton es morin me había confiado hacia fines del
vueltas, dado que el 11 de octubre de ministro con el e s tip e n d io de 100.000 mes de junio y que traje conmigo, hallé una
1791, fecha en que el oficio fue devuelto, libras anuales: pero sólo lo es por dos nota que indicaba, precisando las fechas, las
no existió ninguna oposición. En cuanto meses. D urante el resto del tiempo él diversas sumas que vos habéis tomado de
al suegro, recuperó su parte sobre la dote sólo goza de su remuneración como repre­ los fondos de los gastos secretos de los
de la hija, que era de 20.000 libras. Desde sentante del pueblo en la Convención, 18 Asuntos exteriores, las circunstancias en
1787 a 1791, D a n to n debe conseguir libras diarias, 540 mensuales, pero que en que os han sido dadas y la persona me­
entonces 58.000 libras para pagar sus pro­ octubre de 1793, dada la devaluación, sólo diante la cual fueron estipulados y efectúa-
pias deudas, más los gastos e intereses. valían 162. ¿Como habría podido m ante­ dos los pagos. Vuestras relaciones con esta
Ejerció la profesión de abogado por cuatro ner su tenor de vida con tan míseros re­ persona están confirmadas por un billete
años, hasta marzo de 1791. ¿Cómo pudo, cursos? Se plantea así el problema de la escrito por vuestro puño . .
con los ingresos de su trabajo, mantener venalidad de Danton. El testimonio de Lafayette es menos impor­
a la familia, pagar a sus empleados y sal­ Atestiguada por los contemporáneos, quie­ tante, porque se base en relatos que le hi­
dar las deudas? No se sabe cuantos asuntos nes sin embargo no podía basar su opinión cieran, probablemente Montmorin (habría
atendió Danton. Robinet, un historiador en pruebas formales, la venalidad de Dan­ encontrado a Danton en la casa del minis­
favorable a él, considera que la profesión ton fue admitida por la mayor parte de tro “la misma noche en que se concluía esta
pudo haberle rendido 20.000 libras al año; los historiadores hasta el Segundo Imperio. transacción” ) .
Madelin, más prudente, 9.000, suma que Estos testimonios han sido discutidos, con­
parecería más probable. E n tales condicio­ La publicación, en 1851, de una carta de testados. ¿Habría sido tan loco Danton co­
nes es difícil admitir que Danton haya Mirabeau, de fecha 10 de marzo de 1791, mo para dar recibos? ¿Y en qué modo ha­
podido pagar sus compromisos sin una ayu­ se consideró decisiva. Louis Blanc y Mi- bría llegado Brissot al conocimiento? En
da desconocida, más bien una ayuda incon­ chelet se declaran convencidos. La reac­ efecto, según el testimonio de Molleville, no
fesable, porque ni él ni sus amigos jamás ción comenzó hacia 1860 con la publicación se trataba de un recibo, sino de una carta
hicieron alusión a la misma. de los libros de Robinet; los positivistas enviada al intermediario que, unida a la
En aquel mismo lapso, el 24 de marzo y el hicieron de Danton a su héroe. Luego de cuenta de los fondos secretos, podía ser
12 de abril de 1791, Danton compró en 1870 los republicanos, aun los radicales, considerada un recibo. Brissot, como miem­
su pueblo natal bienes nacionales por 56.500 opusieron a Danton a Robespierre, juzgando bro del Comité político de la Asamblea
libras y, además, el 13 de abril, a un a este último demasiado comprometedor por legislativa, tenía libre acceso a los Asuntos
particular, por 25.000 libras, su casa de su terrorismo. Se terminó por erigirle a exteriores, en la época en que Dumouriez
Arcis-sur-Aube. Tales adquisiciones fueron Danton una estatua en aquel barrio que era ministro; allí pudo haber visto los do­
pagadas en dinero contante, cuanto el de­ él había tornado ilustre a partir de 1789. cumentos. Que estos documentos acusato­
creto del 9-27 de julio concedía a los ad- Importantes estudios de Aulard, el primer rios hubieran desaparecido inmediatamente,
quirentes de bienes nacionales el derecho, titular de la cátedra de historia de la es un servicio que Lebrun, ministro de
luego de haber desembolsado en efectivo el Revolución francesa en la Sorbona, confir­ Asuntos exteriores después del 10 de agosto,
22 % de la suma, a pagar el resto en doce maron la nueva teoría. La contraofensiva no podía negar a su colega Danton.
años. Danton se apresuró a pagar todo, se desarrolló a comienzos del siglo XX; fue 2. Los pagos de la Lista civil. El docu­
apresuramiento que no podía dejar de pa­ conducida con dinamismo por Albert Ma- mento fundamental en que se basa esta
recer sospechoso a sus contemporáneos. thiez, fundador en 1908 de la “Sociedad acusación está constituido por la carta de
El 28 de octubre de 1791 Danton realiza de estudios robespierristas”. Sus investi­ M irabeau al conde de La Marck, de fecha
una nueva compra a un particular. Y hará gaciones volvieron a cuestionarlo todo. Es­ 10 de marzo de 1791 y publicada en 1851.
otras, como resulta de la reventa de sus forzándose por demostrar que se limitaba a Mirabeau había propuesto a Luis XVI un
bienes del año II, luego de su ejecución. retomar la antigua tesis, Mathiez enrique­ proyecto de corrupción que tenía particu­
En total había adquirido bienes inmuebles cía notablemente la documentación de la larmente en cuenta a los periodistas y a los
por 43.650 libras, de los que a su muerte misma. Sin embargo, si bien muchas de sus integrantes de clubes; el dinero provenía
había pagado 27.585 libras. conclusiones son esenciales, conviene tener de la Lista civil en base a las indicaciones
Más grave, sin duda, es el hecho de que en cuanta la posición, más esfumada, que de Talón; el conde de La Marck también
Danton haya procurado ocultar sus adquisi­ sostiene Georges Lefebvre. Aunque evi­ participaba en esta empresa. El sentido de
ciones, luego de haber tratado de explicar- dente para sus contemporáneos, la venalidad la carta de Mirabeau: Talón ha pagado
lo con la devolución de su cargo, declaran­ de Danton no fue probada cuando estaba 30.000 libras a Danton, Mirabeau ha sido
do, el 13 de frimario del año II (3 de en vida, por falta de aquellos documentos advertido de ello; pero él también sabe
diciembre de 1794) a los jacobinos: .. la sobre los cuales el historiador puede ba­ que el artículo aparecido en el N° 67 de
colosal fortuna que mis enemigos y los sarse hoy para intentar alcanzar la realidad “Révolutions de France et de Brabant”,
vuestros me han atribuido, se reduce a la objetiva. Tales documentos se refieren a donde se lo ataca violentamente, es obra de
modesta parte de bienes que siempre he cierto número de asuntos o de sucesos de Danton; se lamentan, por lo tanto, de lo
poseído.” Flagrante mentira. los que recordaremos los siguientes. que él considera una deshonestidad.
Agregúese el hecho de que Danton llevaba 1. Relaciones con los ministros de los Asun­ En apoyo de la carta de Mirabeau, el his­
una vida si no fastuosa, por- lo menos muy tos Extranjeros, Montmorin y luego De toriador Albert Mathiez ha informado del
cómoda, sin privarse nunca de nada. Apar­ Lessart. Tales relaciones habrían comen­ testimonio del mismo Talón, en el año XII,
te del departamento en la Corte d e . Co­ zado a partir de las jornadas de octubre ante la policía de Bonaparte: en él declara
mercio, en París, tenía un segundo drpar- de 1789. Están probadas por tres testi- haber tenido relaciones con Danton con

80
Danton

el propósito de proveer a la seguridad del


rey. Se trata probablemente de marzo de
1791, un momento en el que efectivamente
se temían desórdenes en París, si el rey
hubiera recibido la comunión pascual de
manos de un sacerdote refractario, o si
hubiera intentado alejarse de París de
propósito, como sucederá en abril. Talón,
distribuidor de los fondos d e la Lista civil,
¿cómo habría podido emplear a Danton sin
retribuirle?
3. E l proceso al rey. En su interrogatorio
del año XII, Talón declaró haberse acercado
a los coligados y sobre todo a Pitt, para
convencerlos a sostener “los sacrificios pe­
cuniarios exigidos por Danton”. Théodore
de Lam eth atestigua por otra parte que
Danton distribuyó dinero para salvar a Luis
XVI y que en este asunto Chabot fue uno
de sus agentes.
Ahora se ha probado que el banquero Le-
coulteux de Canteler entregó 2.300.000
francos a Ocariz, el negociante español en
París para comprar el voto de los represen,
tantes, y que Chabot recibió medio millón.
Cosa que da cierto peso a la afirmación
de Théodore de Lameth. Que la política
de Danton era la de salvar al rey, lo de­
muestran las tratativas de su amigo Noel,
negociador en Inglaterra, en particular con
Talón. Pero para salvar al rey hacía falta
dinero. ¿Se puede creer que Danton no se
haya reservado su parte? Observemos, sin
embargo, que sobre este punto el historiador
no dispone de un documento tan preciso co*
mo la carta de Mirabeau.
En cuanto a otras cuestiones, los indicios
contra Danton parecen menos fundados, 1. Danton conducido al patíbulo.
y se carece de documentos decisivos. Dibujo de W ille. París, Museo Carnavalet
Así, por ejemplo, en lo que respecta a las (Snark).
relaciones con los Lameth, ¿Danton estaba
a sueldo? Nada lo atestigua con seguridad.
Sin embargo, tuvo estrechos vínculos con
ellos, y sin duda fue por medio de ellos
que supo de la represión que estaba prepa­
rándose para el 17 de julio de 1791, en el
momento de la firma de la petición del
Campo de Marte; Danton pasó aquel día
en la campaña. A Danton se dirigió Théo-
doro de Lameth, en setiembre de 1792,
para obtener un pasaporte. A él recurrió
para intentar salvar al rey. También es
Danton quien se ocupa de salvar a Du-
port, amigo de Lameth, encarcelado en
Melun, y quien se encarga de que se le
otorgue a Talleyrand, perteneciente al mis­
mo grupo, una misión en Londres, que de
hecho le permitió emigrar a aquél.
Así en lo que respecta al asunto del 10 de
agosto. El 20 de j'unio de 1792 la Corte
distribuyó mucho dinero. Lafayette escribe
que D?nton habría recibido 50.000 escudos,
y quo Madame Elisabeth, hermana del rey,
habría declarado: “Estemos tranquilos, po­
demos contar con Danton.” Pero acerca de
este punto no existe ningún documento se­
guro.
Así. er. fia. ea lo que respecta a la? cuen-
aparte de los créditos ordinarios, podía lidad está probada formalmente por los tes­ bre Las parisinas: procedimiento ha­
disponer de tres tipos de fondos excepcio­ timonios de Mirabeau y de Talón, que está bitual en política. Como tampoco se le
nales: 200.000 libras para gastos extraor­ atestiguada sin objeciones esenciales por puede reprochar el haber exaltado públi­
dinarios (sólo empleó 68.684); 200.000 los testimonios de Brissot, de Bertrand, de camente la “audacia” contra el enemigo
libras para gastos secretos; 147.910 libras Moleville y de Lafayette, y que la misma externo, aunque sin cesar de pensar en la
que le fueron acordadas, siempre para gas­ es sumamente probable en lo que concierne paz y al mismo tiempo entablando negocia­
tos secretos, por el ministro de Asuntos al rey. dos: procedimiento habitual en diploma­
exteriores. La cuenta justificativa fue ha­ cia. No existe contradicción lógica en esta
llada sólo para los gastos extraordinarios. Danton, hombre y político doble posición.
En lo que respecta a los gastos secretos, En la carrera de Danton las contradiccio­ Sin embargo, algunas variantes de la con­
Danton pretendió haberlos justificado ante nes abundan, . y los ejemplos no faltan. ducta de Danton escapan a esta interpre­
sus colegas, en ausencia de Roland, y los Luego de la fuga del rey a Varennes, Dan­ tación. Por ejemplo en el episodio del
ministros atestiguaron en su favor, ¿Tes­ ton se empeñó a fondo en el movimiento Campo de M arte y en el proceso al rey.
timonios complacientes? .. . En cuanto a revolucionario. El 16 de julio estaba aún Además se debe observar que en estos ca­
los fondos de los Asuntos exteriores no se en el Campo de Marte; pero el 17, el día sos se trataba de una debilidad muy hu­
solicitó a D anton ninguna cuenta: sin d u ­ de la masacre, se hallaba en la campaña. mana. El 7 de julio de 1791 Danton debía
da, se ignoraba su atribución. Pero dicho Sabía que sería proclamada la ley marcial ponerse al resguardo. Y en el asunto del
esto, no se puede afirmar que Danton haya y abandonó a sus amigos a su suerte para rey, los propósitos por él manifestados a
empleado tal dinero en gastos personales: ponerse al resguardo. Théodore de Lameth iluminan su posición
nunca se sabrá nada. No se puede, en­ A fines de 1791 Danton, de acuerdo con muy humana: “Si pierdo toda esperanza
tonces, utilizar contra Danton el asunto de Robespierre, se opone en un primer mo­ —os lo declaro— no quiero que mi cabeza
las cuentas ministeriales. mento a la guerra, pero cuando la co­ caiga con la suya, y estaré entre aquellos
El problema de la venalidad de Danton exi­ rriente favorable a la guerra lleva la mejor que lo condenen.”
ge, sin embargo, para ser completamente re­ parte, deja de oponerse a ella y se une a Realista y aventurero; Danton fue sin duda,
suelto, que se conozcan exactamente los la Gironda. por algunos momentos, lo uno y lo otro.
servicios que Danton pudo prestar a quie­ A fines de 1792, después de Valmy, al co­ Pero estos dos aspectos no bastan para ex­
nes le habían pagado. Si bien su caso es mienzo se muestra favorable a la guerra de plicar la complejidad de su comportamien­
menos preciso que el de M irabeau (el his­ propaganda, luego propone decretar que la to. Es necesario, también, tener en cuenta
toriador Aulard ha desafiado a los acusado­ patria ya no está en peligro. En el proceso su temperamento. ¿Sus propósitos eran con­
res de Danton a citar una “sola circunstan­ contra Luis XVI intriga para salvarlo, pero tradictorios? Danton improvisaba, era sen­
cia en la que Danton hubiera hecho el vota por su muerte. sible a las re la c io n e s de la multitud;
juego de Luis XVI” ), el mismo presenta, Las relaciones de Danton con Dumouriez siempre pronto a modificar su línea de con­
sin embargo, alguna verosimilitud. son sospechosas. En los primeros meses de ducta, a buscar los aplausos. ¿Incoherente,
Sin duda, Danton fue utilizado por la Corte 1793 los dos hombres están estrechamente su conducta? Danton era negligente, aun
como informante. Michelet lo intuyó, cuan- unidos. El 15 de marzo Danton se opone holgazán; gozaba de la existencia sin preo­
do definió a Danton “un bravo de la plaza al decreto de acusación contra el general cuparse del mañana. Orgulloso de sus
que se hacía pagar para proteger a la rebelde y es el único que lo defiende hasta proeza de amante notable y de gran gour-
Corte”. E n efecto, podía servirla orientan­ el fin. A falta de pruebas, no se puede met, tenía momentos de depresión. Sin es­
do personalmente, o mediante sus amigos, acusar a Danton de complicidad con D u­ crúpulos, también carecía de odios y ren­
los opiniones revolucionarias, hablando o mouriez. La posición de Danton en cuanto cores. Se resignaba fácilmente a los derra­
callando, organizando manifestaciones o al Comité de salud pública no es menos mamientos de sangre, cuando le parecían
absteniéndose. La actitud de Danton en desconcertante. De él sale en ocasión de inevitables, como en el caso de las masacres
cuanto a Lafayette resulta significativa a la renovación del 10 de julio de 1793; pero de setiembre de 1792; pero sin duda era
este respecto. Lo ataca después de las jor­ muy pronto contribuye a incrementar su sincero cuando, a fines de 1793, solicitó
nadas de octubre de 1789, en una época poder. Interviene para salvarlo, en ocasión que “se ahorrara la sangre de los hombres” :
en la que el “héroe de los dos mundos” de la crisis del 5 de setiembre de 1793; preocupación política, ciertamente, pero
resulta particularm ente odioso a la Corte, pero se rehúsa a ingresar en él, cuando también humanidad.
para cesar en el verano de 1790, cuando hubiera podido trabajar, de acuerdo con Georges Lefebvre ha subrayado la comple­
Mirabeau, entrado en el servicio de Luis Robespierre, en la normalización y modera­ jidad del carácter y del temperamento de
XVI, trata de coordinar su acción con la ción del terror. Pronto toma la figura del Danton: “Flexibilidad interesada, pruden­
de Lafayette. A comienzos de 1791 cesa el opositor, pero sin asumir plenamente las cia sospechosa, venalidad . . . ; pero a veces
acuerdo con Lafayette y los ataques de responsabilidades del jefe de la oposición. también verdadero realismo de hombre de
Danton se rem idan. En algunas circuns­ De este comportamiento ambiguo se han estado; también indomables ímpetus de có­
tancias, Danton pudo ser utilizado por la dado dos interpretaciones. Para Mathiez, lera, negligencias totales y renuncias im­
Corte aun sin saberlo él mismo, por ejem­ que no se ha limitado a retomar y a definir previstas, propias de un temperamento vio­
plo haciendo votar mociones aparentemente la acusación de corrupción, Danton es lento que ninguna disciplina moral o inte­
inofensivas, pero que el gobierno de Luis sólo un político de escasa importancia, un lectual trataba de dominar; y de nuevo,
XVI juzgaba favorables a los propios de­ aventurero. Para Barthou, que absuelve a inesperadamente, un retorno impetuoso de
signios. Estas son las probabilidades, pero su héroe de la acusación de venalidad, generosidad conciliadora y de piedad hu­
se trata sólo de probabilidades. Repitamos, Danton es un realista; sin ninguna propen­ mana, que se explica también por su tem ­
entonces, las conclusiones de Georges Lefe- sión por las ideas generales, por los siste­ peramento, demasiado ávido de placer co­
bvre sobre este punto: “Acerca de lo que la mas, él hablaba y actuaba según las cir­ mo para las tétricas reflexiones de la des­
Corte obtiene de él, nada sabemos, dada la cunstancias, pero siempre en función de su confianza y del odio.”
carencia de pruebas formales.” objetivo: salvar a la patria, a la que iden­ Pero hay más aún. Danton fue incontes­
El historiador, que en cuanto al problema tificaba con la Revolución. tablemente un conductor de hombres. ¿Pe­
de la venalidad de Danton ha . adoptado Existe sin duda algo de verdadero en esta ro habrá sido capaz de engañarlos a sangre
una posición “intermedia” entre la de Au­ explicación. No se le puede reprochar a fría en todas las circunstancias? Capaz de
lard, defensor, y la de Mathiez, acusador, Danton el haber nutrido propósitos violen­ influir a la m ultitud, pero sensible a sus
considera en último análisis que la vena­ tos para conservar el propio ascendente so­ reacciones, Danton no podía dejar de com-

82
Danton

1. Recuerdos revolucionarios
de la sección del “Bonnet Rouge”. París,
Museo Carnavalet (Snark).
Danton

partir los entusiasmos y las cóleras de la 1908 de la “Société des études nobespierristes”.
misma. Como las masas parisinas sobre las La polémica se dirigió en el primer tiempo al
patrimonio de Danton y a su venalidad. A los
que por largo tiempo ejerció su imperio, estudios de A. Aulard aparecidos en “La Ré­
no podía no estar sinceramente ligado a la volution frangaise” ( Les comptes de Danton,
causa de la nación revolucionaria. 1888; Encoré les comptes de Danton, 1889),
Para Mathiez, Danton no es más que un A. Mathiez responde con sus estudios publica­
dos en su revista, los “Annales Révolutionnai­
aventurero venal que no habría prestado res” (La fortune de Danton, 1912; Les comp­
servicio alguno a la Francia revolucionaria. tes de Danton, 1913; Encoré les comptes de
Mathiez niega a Danton toda influencia so­ Danton, 1913; La fortune de Danton, 1914;
bre la multitud, o autoridad, y entonces Danton et l’or anglais, 1916). A Mathiez se
ha encarnizado contra lo que él ha llamado
todo medio para accionar sobre los suce­ la “leyenda de Danton” : Sur la formation
sos. No podemos compartir este juicio. Más de la légende dantonienne, en “Revue histo-
que cualquier otro jefe revolucionario, D an­ riqué”, 1916; Danton, Vhistoire et la légende,
ton se adecuaba a entrar en comunión con en “Annales historiques de la Révolution fran-
caiso”, 1927. Él también ha multiplicado, por
las masas de los sans culottes y a compartir casi un cuarto de siglo, las notas críticas y
sus pasiones. Agradaba al pueblo por su documentarías sobre Danton, en tos “Annales
sentido de la vida, por su generosidad, por révolutionnaires”, que en 1924 pasaron a ser
su indulgencia, por su vitalidad; de virili­ los “Annales historiques de la Révolution fran­
gaise”, reuniendo, en fin, lo esencial de sus
dad desbordante, respiraba energía. Ca­ estudios y artículos en dos obras: Danton et
racterísticas todas que le conquistaron la la paix, París, 1919, y Autour de Danton, Pa­
simpatía popular y le permitieron, en la rís, 1926.
crisis del verano de 1792, imponerse como 3. Después de la muerte de Mathiez, ocurrida
conductor de hombres y prestar numerosos en 1932, la polémica acerca de Danton se ha
aplacado entre los historiadores de la Revolu­
servicios a la Revolución.
ción francesa. Desde el punto de vista de la
investigación erudita, se puede señalar sólo un
importante estudio, el de G. Pioro, Sur la for­
tune de Danton, “Annales historiques de la
Bibliografía Révolution francaise”, 1955, p. 32. Entre Aulard
y Mathiez, entre defensores y adversarios de
Danton, los historiadores se han orientado ha­
Colección de los discursos: cia una posición intermedia. Esta última ya
había sido sostenida por L. Madelin, Danton,
No existe ninguna edición crítica completa de París, 1914; cfr. el comentario crítico de A.
los discursos y de las arengas de Danton. La Mathiez en “Annales révolutionnaires”, 1914,
mejor colección es la que fuera publicada por p. 571. En la misma línea, se debe señalar la
André Fribourg, Discours de Danton (París, importante biografía de H. Wendel, Danton,
1910, LXIV - 817 pp., publicación de la “So- Berlín, 1930; cf.: el comentario crítico de G.
ciétó de l’Histoire de la Révolution frangaise” ). Lefebvre en “Annales historiques de la Révolu-
Sobre esta edición insuficientemente crítica, ti’on frangaise”, 1932, p. 385. En fin, G. Le­
cfr. el informe de Albert Mathiez en “Annales febvre, Sur Danton, en “Annales historiques
révolutionnaires”, 1910, p. 603. de la Révolution frangaise”, 1932, p. 385 y p.
484: “. .. como a la obra de A. Mathiez se la
Entre las ediciones menos importantes de contesta formalmente, me siento en el deber
los discursos de Danton, señalamos en or­ de afirmar, en recuerdo suyo, que si no com­
parto todas sus conclusí’ones, sin embargo estoy
den cronológico: mucho más cerca de él que de sus contradic­
Oeuvres de Danton, reunidas y anotadas por tores”.
A. Vermorel, París, 1867. Discours civiques de En español, se puede consultar sobre e] tema;
Danton, con introducción y motas de H. Fleiseh- A. Soboul, Compendio de Historia de la Revo­
mann, París, 1920. Danton. Discours. Selección lución Francesa, Madrid, 1966; G. Lefebvre,
de textos y prefacio de P. J. Jouve y F. Di- La Revolución Francesa y el Imperio, México,
tisheim, Friburgo, 1944. Bs. As., 1957; J. Godechot, Las Revoluciones,
Barcelona, 1969.
Estudios sobre Danton:
1. Las primeras obras importantes sobre Dan­
ton aparecieron bajo el Segundo Imperio; ge­
neralmente son favorables a Danton, y recha­
zan en especial la acusación de venalidad. La
primera obra sólidamente documentada es la
de A. Bougeart, Danton. Documents authenti-
ques pour servir á Vhistoire de la Révolution
frangaise, París, 1861. Siguieron los trabajos
de R'obinet, en especial: Danton. Mémoire sur
sa vie privée, París, 1865. Los estudios sobre
Danton se multiplicaron en los años de la
Tercera República, que finalmente le erigió
una estatua. Siempre de Robinet, Danton,
homme d’État, París, 1889, y sobre todo los
múltiples estudios de A. Aulard, publicados en
especial en la revista “La Révolution frangaise”
(cfr. p. ej., el año 1893). La última biografía
apologética de Danton es la de L. Barthou,
Danton, París, 1932; cfr. sobre esta obra el
comentario crítico de Georges Lefebvre en los
“Annales historiques de la Révolution fran­
gaise”, 1932, p. 389.
2. El artífice de la reacción antidantonista fue
esencialmente Albert Mathiez, fundador en

84
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