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Memorial de Sololá:
Relata disputas entre cakchiqueles y tzutuhiles por las tierras ribereñas del lago Atitlán,
y la manera como los gobernantes cakchiqueles, después de establecerse en Isimché,
se apoderaron de tierras y pueblos pokomames que hasta entonces habían sido
tributarios de los quichés.
Títulos de los Señores de Totonicapán:
Describen el reconocimiento y toma de posesión de todos los montes, valles y todo
terreno y suelo de Quiché-Izmachi por parte del ajawab Cavizimah.
Título de los indios de Santa Clara la Laguna:
Monjes de tierras de linajes quichés que colindaban con tierras tzutuhiles.
El Tratado de Tordesillas, por su parte, tuvo la finalidad de aclarar los límites asignados a España y
Portugal para realizar sus descubrimientos y conquistas, inciertamente fijados en las bulas de
Alejandro VI.
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El repartimiento:
También llamado Mandamiento– constituyó una forma de trabajo forzoso para los indígenas.
Era propiamente un reparto de tierras que se efectuaba entre los conquistadores y colonos
españoles, entendidas como una recompensa a las personas que habían participado en batallas
y conquistas de pueblos originarios. La asignación de indígenas como fuerza de trabajo gratuito
para los encomenderos (para la corona), que tuvo lugar durante la época de dominio colonial
español. Se convirtió en el principal y más duradero mecanismo de dominio de los indígenas, el
instrumento mediante el cual quedaron definitivamente conquistados y que garantizó su
sujeción, explotación y su posición de inferioridad. Obligaban periódicamente a los indígenas a
trabajar por temporadas, El sistema estaba basado en tres principios: la coerción sobre los
indígenas, la rotación semanal y la remuneración forzosa, de conformidad con una tarifa
establecida por las autoridades
La Encomienda:
La encomienda comprendía un grupo de indios, entregados a un particular, con el compromiso
de suministrarles víveres, ropa, habitación, educarlos y evangelizarlos, beneficiándose en
retribución, con su trabajo o tributo. Los indígenas debían encargarse también de la
manutención de los religiosos. Las prestaciones establecidas en la encomienda eran de dos
tipos: el tributo y el servicio personal: La obligación del servicio personal permitía al
encomendero emplear a los indios en el servicio doméstico de su casa, trabajaban en las obras
públicas, en la construcción de edificios públicos como cabildos, cárceles, audiencias,
catedrales e iglesias. Y tras las denuncias sobre las primeras encomiendas, se promulgaron las
Leyes de Burgos, que intentaron regular la institución y establecieron garantías para los indios,
ordenando que debían recibir un trato justo y una retribución equitativa.