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1. Unidad.

Anatomía del sistema cardiovascular. Jorge M. Cruz

La parte de la anatomía que estudia los órganos de la circulación de la sangre recibe el nombre
de angiología y comprende el corazón, los vasos sanguíneos y los vasos linfáticos.

Los objetivos propuestos para este capítulo incluyen:

• Reconocer los detalles anatómicos de la superficie del corazón e identificar los vasos que
entran y salen de él.
• La situación y orientación del corazón en el tórax, respecto a otras estructuras como el
diafragma, el esternón y el miembro anterior.
• La forma y situación de las cámaras cardiacas y de sus válvulas.
• Como circula la sangre por el corazón y el organismo.
• La participación de los vasos linfáticos y los órganos linfáticos en este sistema.
• Las células que componen la sangre.

El corazón es órgano muscular cuya principal función es impulsar la sangre a través de los vasos
sanguíneos, estructuralmente presenta tres capas que de afuera hacia adentro son: el epicardio,
el miocardio y endocardio. El epicardio y endocardio son epitelios muy delgados. El epicardio
recubre la parte externa, mientras que el endocardio tapiza el interior de las cámaras cardiacas.
De otra parte el miocardio es la capa muscular en sí, se encuentra en el centro, y es muy robusta
en los ventrículos y menos en los atrios.

Todo el corazón se encuentra recubierto por un saco fibroso llamado: saco pericárdico. Entre
este saco y el epicardio existe un líquido escaso, denominado líquido pericárdico (figura 1).

Saco pericárdico

Epicardio

Liquido pericárdico

Figura 1: En la imagen se observa el corazón de un caballo, en el cual se cortó se sacó


pericárdico. El operario sostiene dicho saco entre sus manos. Puede verse además un líquido
hemorrágico muy abundante entre el epicardio y el saco, esto debido a una condición patológica
que presentaba este animal.
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Topográficamente el corazón se ubica en el espacio mediastinico y entre 2-3 a 5-6 espacio


intercostal. Para ilustrar donde está el espacio mediastinico consideremos que se realiza un corte
trasversal del tórax, la parte más externa serian la piel, los músculos y las costillas, luego ya en el
interior de la cavidad torácica tendríamos los pulmones ubicados inmediatamente debajo de las
costillas y en el centro el espacio que queda es el mediastino, ocupado por el corazón, los
grandes vasos (arteria aorta, arterias pulmonares, venas cavas, tráquea y esófago) (figura 2).

Pared costal

Pulmón

Mediastino

Corazón
Figura 2. Corte transversal del tórax, donde puede verse de afuera haca adentro: la pared costal,
los pulmones y el corazón ocupando el espacio mediastinico.

En las figuras 3 y 4 podemos ver que en la vista lateral del tórax el corazón se ubica entre el 2-3 a
5-6 espacio intercostal y que en la vista dorsal se observa ligeramente desplazado a la izquierda.

Figura 3. Vista lateral del tórax donde puede apreciarse que el corazón está entre en 2-3 a 5-6
espacio intercostal, esto corresponde en parte a un área que esta detrás del codo en los
animales domésticos y es aquí donde podemos aplicar la campana del fonendoscopio para
auscultar el corazón.
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Figura 4. En la vista dorsal del tórax, se puede apreciar que el corazón esta levemente
desplazado a la izquierda.

En cuanto a la forma que tiene el corazón puede afirmarse que semeja una fresa, con la parte
más amplia (llamada base) dirigida hacia cráneo dorsal y la porción más estrecha (ápice o
vértice) dirigida hacia ventral y haciendo un leve contacto con el esternón (Figura 5).

Base

Vértice

Septo interventricular
Figura 5. El corazón tiene forma de fresa con la base dirigida hacia cráneo-dorsal, observe que los
grandes vasos ingresan por la base. El corazón está suspendido “colgando” de los grandes vasos.

En el interior del corazón existe un septo (figura 5) que lo divide en dos porciones: izquierda y
derecha (en la figura 5, se observa la porción izquierda en rojo y la derecha en azul). Cada una de
estas porciones presenta dos cavidades, una dorsal llamada atrio y otra ventral, llamada
ventrículo (figura 5). El atrio también se llama comúnmente aurícula, si bien, si fuéramos a ser
anatómicamente estrictos este nombre es incorrecto ya que la aurícula es una porción del atrio.

Los atrios son cavidades receptoras de sangre, la cual llega al corazón a través de las grandes
venas. Al atrio derecho desembocan la vena cava caudal y la vena cava craneal, traen sangre
venosa (es decir rica en CO2), mientras que al atrio izquierdo llegan las venas pulmonares,
vienen de los pulmones y traen sangre rica en oxígeno. La vena cava craneal recoge la sangre de
toda la cabeza, el cuello y los miembros anteriores y la lleva al corazón, mientras que la vena
cava caudal recoge la sangre de extremidades posteriores, abdomen y tórax y la lleva igualmente
al corazón.
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Los ventrículos son cavidades especializadas en impulsar la sangre del corazón a los tejidos a
través de las arterias. Del ventrículo izquierdo se desprende la arteria aorta y lleva sangre rica en
oxígeno a todo el organismo, mientras que del ventrículo derecho se desprende la arteria
pulmonar, esta lleva sangre rica en CO2, se dirige a los pulmones, luego de emerger del corazón
se divide en dos ramas una derecha y otra izquierda para cada pulmón.

Cuando observamos el corazón sin el pericardio podemos ver que presenta unos surcos, uno de
estos se dispone de manera trasversal al eje del órgano, se llama surco coronario debido a que
por el discurren los vasos arteriales y venosos coronarios encargados de nutrir y drenar el
miocardio respectivamente. Existen otros dos surcos que se disponen de manera paralela al eje
del órgano, se denominan surcos interventriculares (figura 6).

Arteria aorta

Arteria pulmonar
Atrio izquierdo

Surco coronario

Surco interventricular, puede verse en su interior los


vasos coronarios y algo de tejido graso.
Figura 6. Al retirar el pericardio puede verse la superficie cardiaca, es posible diferenciar los
atrios que se disponen dorsal al surco coronario y los ventrículos que se ubican ventral a dicho
surco.

Entre el atrio derecho y el ventrículo derecho existe una válvula que permite el paso de sangre,
esta válvula recibe el nombre de tricúspide o atrio ventricular derecha, admite el paso de sangre
del atrio al ventrículo, pero no permite que la sangre torne a devolverse hacia el atrio. Entre el
atrio izquierdo y el ventrículo izquierdo existe una válvula llamada bicúspide o atrio ventricular
izquierda, que permite el paso de sangre de este atrio al ventrículo, pero no admite que la
sangre regrese del ventrículo al atrio (figura 6).

Musculo papilar

Arteria aorta seccionada

Cuerdas tendinosas

Valva de la válvula mitral


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Figura 6. Se seccionó el corazón iniciando el corte desde la arteria aorta hacia el vértice,
cortando la pared del atrio izquierdo y del ventrículo izquierdo. Puede observarse en el interior
la válvula mitral y sus componentes: las valvas y las cuerdas tendinosas.

No existe comunicación directa del atrio izquierdo al atrio derecho o del ventrículo izquierdo al
ventrículo derecho, debido al septo de los separa.

De otra parte, cuando la arteria aorta emerge del ventrículo presenta justo en su salida una
válvula llamada aortica, esta válvula permite el flujo de sangre del ventrículo izquierdo a la
arteria, pero no admite que la sangre se regrese al ventrículo. Igualmente cuando la sangre
abandona el ventrículo derecho a través dela arteria pulmonar, dicha arteria presenta una
válvula en su salida llamada válvula pulmonar, esta válvula permite el paso de sangre solo en un
sentido del ventrículo a la arteria pero no permite que la sangre regrese (figura 7).

Existen ciertas diferencias anatómicas entre las válvulas atrio ventriculares y las válvulas que
están en la salida de las arterias. Las válvulas atrio ventriculares están conformadas por tres
componentes: un anillo fibroso donde se asientan unas láminas de colágeno llamadas valvas,
estas valvas poseen un extremo del cual se fijan las denominas cuerdas tendinosas que unen la
valva a la pared interna del ventrículo en un lugar llamado músculo papilar (figura 6 y 7).

Arteria aorta

Atrio derecho Válvula aortica

Atrio izquierdo
Surco coronario: pueden
observase los vasos coronarios y
Válvula mitral: pueden
algo de grasa
observarse sus válvas y sus
cuerdas tendinosas
Válvula tricúspide
Pared del ventrículo
izquierdo
Pared del ventrículo derecho

Septo interventricular

Figura 7. Se realizó un corte longitudinal del corazón. Al lado derecho de la imagen muestra el
ventrículo izquierdo, su pared es mucho más gruesa que la del derecho, debido a que debe
impulsar la sangre a todo el organismo, mientras que el ventrículo derecho solo la impulsa a los
pulmones, además la cavidad de este ventrículo llega hasta el vértice, mientras que en el
ventrículo derecho esto no ocurre.
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Si realizamos un corte a través del surco coronario y elimináramos los atrios y los grandes vasos
podríamos ver la manera en que están dispuestas las válvulas (figura 8).

Figura 8. Al retirar los atrios y los grandes vasos se observa como están dispuestas las válvulas
cardiacas. En la imagen se muestra un corazón en sístole es decir cuando los ventrículos se
contraen para impulsar la sangre a través de las arterias, lo que ocurre es que las válvulas aortica
y pulmonar deben abrirse para permitir el flujo de sangre en este sentido y las válvulas atrio
ventriculares se cierran para impedir que la sangre retorne a los atrios, nótese que en la imagen
las valvas de la pulmonar y la aortica están separadas, mientras que las valvas de las atrio
ventriculares se observa cerradas y con forma convexa debido a la presión que reciben desde los
ventrículos.

El corazón como todos los músculos requiere de potenciales de acción para poder contraerse,
estos potenciales llegan a través del sistema nervioso autónomo o vegetativo, pero a diferencia
de otros músculos del cuerpo posee un sistema propio donde se generan potenciales de acción,
dicho sistema se llama: sistema especializado de excitación y conducción. Se trata de células
musculares que carecen de sarcomeras y se han especializado en generar potenciales de acción
de tal forma que si llega a faltar la inervación autónoma el corazón podría seguir funcionando.

El sistema especializado de excitación y conducción, está formado por unos nódulos donde se
agrupan estas células musculares, no es una estructura visible macroscópicamente, solo puede
verse con un estudio histológico. Existe un nódulo ubicado en la pared del atrio derecho que
recibe el nombre de nódulo sinusal, también se ha llamado marcapasos cardiaco debido a que
descarga un número de potenciales de acción responsables de establecer la frecuencia cardiaca.
Cuando se genera un potencial de acción en el nódulo sinusal este viaja a través de la pared
atrial hasta otro nódulo ubicado en el septo inter atrial, llamado nódulo atrio ventricular el cual
se conecta con el Haz de His por donde continúa su viaje el potencial de acción. El Haz de His se
divide en dos ramas una derecha y otra izquierda, que discurren por el septo interventricular
hasta el vértice cardiaco y en este sitio cada rama se bifurca en múltiples ramas más pequeñas
(fibras de Purkinje) en el miocardio ventricular llevando el potencial de acción a todas las fibras
musculares y originando así la despolarización de estas (figura 9). Ocasionalmente desde la rama
derecha o izquierda del Haz de His se desprende una bifurcación que no baja hasta el vértice sino
que atraviesa la luz del ventrículo, como realizando un puente o un atajo, a este rama se le
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llama rama comunicante y lo que hace es precisamente eso, crear un atajo para el potencial de
acción.

1. Nódulo sinusal
2. Nódulo atrio ventricular
3. Haz de His
4. Rama izquierda
5. Rama derecha
6. Rama comunicante

Fibras de Purkinje

Figura 9. Sistema especializado de excitación y conducción cardiaco.

Se mencionó anteriormente que del corazón parten arterias llevando sangre a los tejidos y que al
corazón regresa la sangre a través de las venas. Del ventrículo izquierdo sale el vaso sanguíneo
más grande del organismo, la arteria aorta debe llevar sangre oxigenada a todo el cuerpo, luego
esta sangre es recogida por el sistema venoso en incontables vasos que confluyen y desembocan
en las venas cavas craneal y caudal, estas venas desembocan en el atrio derecho y traen sangre
rica en CO2, a esta parte del ciclo cardiaco se le llama circulación mayor. Del ventrículo derecho
sale la arteria pulmonar llevando sangre rica en CO2, se trata de la sangre que regresó al corazón
por las cavas y que pasó del atrio derecho al ventrículo derecho por la válvula tricúspide. La
arteria pulmonar impulsa esta sangre a los pulmones donde se oxigena y luego esta sangre
regresa por las venas pulmonares y desemboca en el atrio izquierdo, de ahí pasara al ventrículo
izquierdo a través de la válvula bicúspide y luego será impulsada a todo el organismo. Al ciclo
cardiaco que ocurre entre el corazón y los pulmones se le da el nombre de circulación menor
(figura 10). Es de anotar que los ventrículos izquierdo y derecho se contraen al mismo tiempo,
fenómeno conocido como sístole ventricular y que durante dicho fenómeno la sangre es
inyectada a gran presión a las arterias, no obstante, la presión en el ventrículo izquierdo es
mayor que en el derecho ya que este debe impulsar sangre a una distancia mayor.

La circulación sanguínea de los mamíferos es un sistema cerrado, los vasos arteriales terminan
en pequeños capilares que se unen a capilares venosos y desde allí la sangre retorna
nuevamente al corazón. Luego se explicará la circulación capilar.
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Circulación menor

Circulación mayor

Figura 10. Ciclo cardiaco. En la circulación mayor la sangre que parte del ventrículo izquierdo por
la aorta regresa al corazón por las venas cavas, en la circulación menor la sangre que sale del
ventrículo derecho por la arteria pulmonar regresa al corazón por las venas pulmonares.

La sangre que abandona el corazón a través de la arteria aorta debe llevar oxígeno y nutrientes a
los tejidos, a medida que esta arteria se aleja del corazón se divide en innumerables ramas que
van disminuyendo de calibre progresivamente, hasta que llega un punto en que los vasos son tan
delgados que solo puede circular por su luz los glóbulos rojos en fila, a estos pequeños vasos se
les llama capilares arteriales, en su extremo final se continúan con los capilares venosos, a su vez
los capilares venosos confluyen formando venas de mayor calibre, pero en ellos la sangre se
dirige de regreso al corazón. En el sitio donde el capilar arterial se une al venoso se produce la
salida de plasma rico en oxígeno y nutrientes para los tejidos y el capilar venoso recibe plasma
rico en CO2 y desechos metabólicos delas células que debe regresar al corazón. El área donde
ocurre esta transferencia recibe el nombre de espacio intersticial. Pero en el espacio intersticial
no solo están presentes los capilares venosos y arteriales, en dicho espacio se inicia como un
vaso ciego el capilar linfático, cuya función es recoger parte del fluido que sale de los capilares
arteriales (figura 11). Los capilares linfáticos también confluyen formado granes vasos que se
dirigen al corazón, pero no desembocan directamente en el, sino en las venas cavas.

Figura 11. Espacio intersticial. En este sitio confluyen los capilares arteriales (de color rojo en la
figura), venosos (de color azul) y linfáticos (de color verde). El plasma sanguíneo sale desde el
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capilar arterial en virtud de la presión hidrostática que este posee, dicho plasma es rico en
oxígeno y nutrientes y debe atravesar el intersticio para llegar a las células. Las células a su vez
entregan CO2 y desechos metabólicos que ingresan al capilar venoso donde la presión oncotica
favorece el movimiento de líquidos en este sentido, no todo el líquido plasmático puede ser
drenado por los capilares venosos, parte debe ser evacuado por el capilar linfático.

La arteria aorta se desprende del ventrículo izquierdo de manera muy vertical, a esta porción se
le llama aorta ascendente, una vez abandona el ventrículo las dos primeras ramas que da son las
arterias coronarias, derecha e izquierda, están muy próximas a la válvula aortica y dorsal a ella.
Estas arterias son la responsables de nutrir el corazón. Luego la aorta ascendente da un giro
hacia caudal y forma una curvatura llamada arco aórtico que se continúa con la aorta
descendente torácica. Desde el arco aórtico la aorta origina una rama llamada tronco
braquiocefálico, a su vez del tronco braquiocefálico se desprenden dos ramas las arterias
subclavias derecha e izquierda, estas arterias nutren los miembros anteriores y el cuello, luego
del tronco braquiocefálico se forma el tronco bicarotideo, de este se desprenda la carótida
izquierda y la derecha que viajan por el cuello hacia la cabeza y son responsables de nutrir todas
las estructuras que en ella existen (figura 12). En los carnívoros y los porcinos la arteria subclavia
izquierda se desprende directamente de la aorta (figura 13).

La aorta torácica descendente viaja hacia caudal y atraviesa el diafragma, pero antes origina las
arterias intercostales que están encargadas de nutrir los músculos del mismo nombre. Una vez la
aorta torácica atraviesa el diafragma recibe el nombre de aorta descendente abdominal, la
primera rama que da es el troco celiaco, este tronco a su vez da tres ramas: arteria hepática,
arteria gástrica y arteria esplénica, que nutren el hígado, el estómago y el bazo respectivamente.
Luego se origina la arteria mesentérica craneal, arteria que está encargada de nutrir todo el
intestino delgado y gran parte del intestino grueso (figura 14). Esta arteria se encuentra en el
interior del mesenterio, de ahí su nombre, el mesenterio es una doble capa de peritoneo que
envuelve los intestinos.

Caudal a la mesentérica craneal se originan las arterias renales. Luego se despenden las arterias
gonadales, ováricas o testiculares según se trate de una hembra o un macho. Después la arteria
mesentérica caudal que nutre parte del intestino grueso y el recto. Posterior a esto la aorta se
divide en cuatro ramas, las iliacas externas (son pares) y las iliacas internas (también pares), las
externas salen del abdomen y originan las arterias femorales, que viajan por el aspecto medial
del miembro posterior y lo nutren. Las iliacas internas nutren órganos presentes en la cavidad
pélvica (figura 12). Por ultimo lo que queda de la aorta origina la arteria sacra que nutre las
vértebras del mismo nombre.
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Figura 12. Ramas arteriales de la aorta.

Troco braquiocefálico

Arteria subclavia izquierda

Figura 13. Corazón felino, puede observarse que del arco aórtico inicialmente se desprende el
troco braquiocefálico y luego la subclavia izquierda.

Arteria aorta

Arteria mesentérica craneal

Figura 14. Intestino delgado y grueso de un canino. Desde la aorta se desprende la arteria
mesentérica craneal y esta se divide en numerosas ramas para irrigar el tubo digestivo.
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Mesenterio

Ramas de la arteria mesentérica


craneal

Intestino delgado

Figura 15. Mesenterio en un equino. El mesenterio es una doble lámina de peritoneo que tiene
en su interior los vasos mesentéricos arteriales y venosos.

Como se dijo anteriormente la arteria mesentérica nutre el intestino delgado y parte del grueso,
el estómago, el páncreas y el bazo. La sangre venosa que procede de estos órganos drena a
través de las venas mesentéricas y otras, las cuales confluyen y forman un gran vaso
denominado vena porta, este lleva todos los nutrientes que se absorbieron en el intestino y los
conduce hasta el hígado para ser aprovechados, en el hígado esta vena se capilarisa y se une
nuevamente a capilares venosos, formando el sistema porta venoso. El hígado también recibe
sangre arterial a través de la arteria hepática, es decir que tiene doble circulación (figura 16).

Figura 16. Sistema porta hepático, la sangre que llega al intestino por las ramas de la arteria
mesentérica es recogida por los capilares venosos que confluyen y forma la vena porta, esta
ingresa al hígado donde se capilarisa y estos capilares se unen otra vez a capilares venosos que
confluyen y forman las venas cortas hepáticas, estas desembocan en la vena cava caudal.

Al considerar la estructura histológica de las arterias y las venas puede afirmarse que estas de
afuera hacia adentro presentan tres capas denominadas: adventicia, media e íntima. La
adventicia está formada por un tejido conectivo laxo rico en colágeno, la media está constituida
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por fibras de músculo liso y fibras elásticas y la íntima se trata de un epitelio plano simple
llamado endotelio (figura 17).

Endotelio

Membrana basal del endotelio

Media

Adventicia

Vasa vasorum
Figura 17. Capas que forman los vasos sanguíneos. Observe que en la adventicia se observan
unos pequeños conductos, estos son los vasos sanguíneos que nutren la arteria o la vena y se
presentan en vasos de gran calibre, reciben el nombre de vasa vasorum (vaso del vaso). De otra
parte los epitelios (endotelio) siempre tienen una membrana basal en la cual se apoyan.

Si bien, las arterias y las venas presentan las mismas capas en su estructura, en las arterias la
media es mucho más gruesa debido a que ellas deben soportan una presión sanguínea interna
mayor. Otra diferencia importante se observa en las venas, donde están presentes válvulas que
favorecen el flujo sanguíneo de retorno al corazón e impiden que la sangre se devuelva, sobre
todo en las extremidades donde la sangre debe fluir en contra de la gravedad (figura 18).

Figura 18. En el corte trasversal de una arteria puede verse que tienen una capa media más
gruesa. De otra parte en las venas están presentes las válvulas para impedir el flujo en sentido
contrario, lo que es muy importante en las extremidades.

Es importante anotar que en las arterias la proporción entre células de músculo liso y fibras
elásticas cambia dependiendo de su cercanía al corazón, mientras más cerca este la arteria al
corazón mayor será la proporción de fibras elásticas, esto le confiere a la pared del vaso arterial
la capacidad de expandirse durante la sístole ventricular, como si la pared arterial fuera de
“caucho”, entonces cuando el corazón inyecta sangre en las arterias estas se distienden y luego
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por su efecto elástico tienden a regresar al punto inicial generando un impulso a la sangre que
hay en su interior y favoreciendo el avance de esta sangre a lo largo del vaso.

El sistema linfático está formado por los vasos linfáticos y los órganos linfáticos. Estos órganos
incluyen: timo, tonsilas (amígdalas), bazo, nódulos linfáticos y el tejido linfático difuso. La función
del tejido linfático es devolver el exceso de líquido que sale al intersticio desde los capilares
arteriales y participar en la defensa del organismo ya que lo órganos linfático están constituidos
básicamente de linfocitos T y B.

Como se mencionó anteriormente, el capilar linfático se origina como un conducto ciego en el


intersticio, desde allí se dirige al sistema venoso y en su recorrido se une a otros vasos linfáticos
adquiriendo mayor calibre. Una característica de este componente del sistema circulatorio es
que atraviesan los nódulos linfáticos que encuentran en su recorrido (figura 19 y 20). El líquido
que trasportan estos vasos recibe el nombre de linfa, en ciertas ocasiones la linfa puede estar
contaminada con bacterias que ingresaron al vaso linfático cuando hay infecciones en el tejido
desde donde se inició el capilar linfático, cuando estas bacterias siguiendo el recorrido del vaso
llega a un nódulo, allí se encuentran con una gran cantidad de linfocitos que impedirán que sigan
avanzando, en esta “pelea” se inflama el nódulo y se torna doloroso, vulgarmente la gente llama
a este fenómeno “secas”. La inflamación de un nódulo linfático le indica al médico que existe una
infección en la región desde donde viene la linfa que llega a ese nódulo.

Nódulo linfático

Figura 19. Se observa como los vasos linfáticos confluyen y forman otros de mayor calibre que
desembocan en los nódulos linfáticos.

Vasos linfáticos aferentes

Nódulo linfático

Vasos linfáticos eferentes


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Figura 20. Se observa la forma en que los vasos linfáticos ingresan al nódulo (vasos aferentes)
donde llega la linfa y luego continúa su curso por los vasos linfáticos de salida (vasos linfáticos
eferentes).

En la imagen 19 puede observarse además que los nódulos linfáticos suelen estar presentes en
grupos, a estos grupos se les llama linfocentros. Es notorio el hecho de que los linfocentros
conservan una ubicación constante en el cuerpo sin importan la especie de animal doméstico
(figura 21).

Figura 21. Se observa la ubicación de los linfocentros superficiales más importantes del perro, si
bien, la ubicación no cambia con la especie, y ya sea un equino, un bovino o un cerdo están en el
mismo lugar.

Los órganos linfáticos presentes en el cuerpo son: el Bazo, el timo, las tonsilas y el tejido linfático
difuso.

El bazo es un órgano con forma alargada y plana que se ubica entre la curvatura mayor del
estómago y la pared abdominal izquierda, existe un ligamento que lo une a la pared gástrica, el
denominado ligamento gastroesplenico (figura 22). Desde el punto vista histológico en el bazo se
reconocen dos tipos de tejidos: la pulpa roja y la pulpa blanca (figura 23). La pulpa roja es un
acumulo de eritrocitos y fagocitos, su función es eliminar plaquetas y eritrocitos viejos
mediante fagocitosis. Los eritrocitos que se almacenan allí pueden salir a la circulación en ciertas
situaciones en las cuales es necesario aumentar su número en la sangre periférica como cuando
se realiza un esfuerzo intenso o cuando hay una hemorragia. La pulpa blanca es un acumulo de
linfocitos con una función inmunitaria.

Bazo

Ligamento gastroesplenico

Curvatura mayor del estómago


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Figura 22. Puede observase la forma del bazo alargado y plano, unido a la curvatura mayor por el
ligamento gastroesplenico en un cerdo.

Cápsula

Pulpa blanca

Pulpa roja

Figura 23: Corte transversal del bazo. Es posible diferenciar la pulpa blanca de la roja en un corte
histológico. La cápsula del bazo es una capa de tejido fibroso y células de músculo liso, que
tienen la capacidad de contraerse para “inyectar” eritrocitos a la sangre periférica cuando se
requiere.

El Timo es un órgano linfoide especializado del sistema inmune donde maduran los linfocitos T,
células que cumplen una función primordial en la inmunidad adquirida. Presenta dos lóbulos
iguales que se ubican a ambos lados del cuello y descienden por el hasta introducirse en la
cavidad torácica y ocupar el mediastino anterior (figura 24).

Timo

Figura 24. Se observa la ubicación del timo desde el aspecto craneal del cuello hasta su ingreso al
tórax.

Se denomina con el nombre de tonsilas a un agrupamiento de células linfoides que forman un


anillo alrededor de la cavidad oral (anillo de Waldeyer), y la faringe. Estas células se ubican sobre
el paladar blando, en la legua, y en los pilares del paladar (figura 25).
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Amígdalas palatinas

Figura 25: Puede observarse la ubicación del tejido tonsilar alrededor de la cavidad oral y la
faringe. El tejido linfático presente en el paladar blando recibe el nombre de adenoides. El que se
ubica en los pilares del paladar son las denominadas amígdalas.

El tejido linfático difuso, consiste en agregados de linfocitos que no están delimitados por una
cápsula, el ejemplo más típico está representado por las denominadas placas de Peyer, que se
ubican bajo la mucosa intestinal a lo largo del intestino delgado, donde cumplen una función de
defensa (figura 26).

Figura 26. Esquema de una placa de Peyer bajo la mucosa intestinal.

La sangre se considera un tejido y está formado por células que incluyen: los glóbulos rojos
(eritrocitos), glóbulos blancos (leucocitos) y las plaquetas, estas células están suspendidas en un
líquido llamado plasma, el cual básicamente es agua con una variedad muy grande sustancias
disueltas como iones, hormonas y proteínas. El volumen de sangre de un individuo representa el
7% de su peso corporal. Debido a que circula a través de todo el cuerpo se vuelve un medio ideal
para el trasporte de sustancias. La vida promedio de las células sanguíneas es corta y se requiere
una producción constante de estas para mantener las poblaciones dentro de los límites
normales. A este proceso se le llama hematopoyesis y en el caso de los eritrocitos es gobernado
por una hormona que se produce en el riñón y se denomina eritropoyetina.

Todas las células de la sangre se producen en la medula ósea a partir de una célula precursora
común llamada célula precursora pluripotencial, hemocitoblasto o unidad formadora de
colonias. La célula pluripotencial puede dividirse en dos tipos de células: célula pluripotencial
mieloide y célula pluripotencial linfoide.
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La célula pruripotencal mieloide es capaz a su vez de originar eritrocitos, granulocitos (basófilos,


eosinófilos, neutrófilos), monocitos y megacariocitos. Los megacariocitos son células que
permanecen en la medula ósea, su citoplasma se fragmenta, cada fragmento de estos sale a la
circulación y recibe el nombre de plaqueta, su función es intervenir en la coagulación de la
sangre. Los monocitos salen a circular en la sangre pero tienen la capacidad de pasar a los tejidos
donde se convierten en macrófagos, que su a su vez tienen una función fagocitando antígenos.
Los granulocitos también tienen una función relacionada con la inmunidad a través de la
fagocitosis.

La célula pruripotencial linfoide genera linfocitos B, linfocitos T y Células Natural Killer. Los
linfocitos B producen anticuerpos, mientras que los linfocitos T producen células citotóxicas.

Los glóbulos blancos o leucocitos están presenten en todos los órganos, la sangre es su sistema
de trasporte. El número de leucocitos presentes en la sangre por mm 3 es una herramienta muy
valiosa en medicina para establecer si existen infecciones y su severidad. Normalmente existen
alrededor de 10000 mm3, es típico de las infecciones graves que este número se aumente
mucho, fenómeno que se llama leucocitosis. Esto significa que el organismo está tratando de
controlar la infección y aumenta la producción de leucocitos. De otra parte, también es posible
encontrar en las infecciones graves un número muy bajo de leucocitos, lo que se llama
leucopenia y se debe a gasto de leucocitos tratando de controlar la infección.

Los animales domésticos viven en un medio plagado de microorganismos, sin un sistema de


defensas eficiente no podrían sobrevivir. Este sistema de defensas o inmune se divide en dos
componentes según su modo de actuar:

Sistema de defensas inespecífico: De él hacen parte los granulocitos (eosinófilos, neutrófilos,


basófilos) y los monocitos (macrófagos).
Sistema de defensas específico: representado por los linfocitos T Y B.

El sistema inespecífico es la primera línea de defensa, este sistema ataca cualquier agente
extraño que ingrese al organismo incluso cuando no ha habido un contacto previo y por lo tanto
un conocimiento en si del germen. Los macrófagos fagocitan estos gérmenes y los presentan al
sistema específico de defensas para que este elabore células citotóxicas y anticuerpos que están
en condiciones de identificar y destruir al invasor. Estas células citotóxicas y anticuerpos serán
almacenados (memoria inmunológica) y ante un nuevo ataque, reconocen al invasor y tratan de
eliminarlo, es altamente especifico ya que solo ataca al germen previamente identificado.

Cuando se vacuna a un individuo, el sistema inespecífico (macrófagos) fagocita el antígeno y lo


presentan al sistema específico, el cual fabrica anticuerpos y células citotóxicas contra el germen
del cual queremos proteger a dicho individuo, si el animal en el futuro tiene contacto con este
germen de manera natural, su organismo responde liberando los anticuerpos y células
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citotóxicas que había producido con la vacuna y atacaran de manera específica al germen en
cuestión.

Referencias.

1. Climent P, et al. Embriología y Anatomía Veterinaria. LTC. España. 2013.


2. Dyce M, Sack W, Wensing C. Anatomía Veterinaria. 4 ed. Manual Moderno. Mexico.2012.

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