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RESUMEN

Idea de la escuela común


En este capítulo, Juan Amos Comenio dice que la educación debe ser para todo ser humano y a todos
deben inculcarse las virtudes; por otra parte, decidir el no enviar a un niño de seis años a la escuela es
pretender a esa edad determinar su vocación.
Este período será de los seis a los doce años y se le ha de enseñar “en todo aquello cuya utilidad abarca
la vida entera”. Comenio enumera aspectos que deben ser materia de estudio como: leer con facilidad,
numerar cifras y operaciones, medir, cantar melodías muy conocidas, saber los himnos sagrados, el
catecismo, practicar la doctrina moral, conocer lo que ven hacer diariamente en la casa y en la ciudad,
historia, la extensión del océano, los principales reinos de Europa y principalmente las ciudades, montes,
ríos, etc. de su patria y lo que haya a la vista.
La organización de esta escuela se “divide en seis clases a cada clase corresponderán sus libros propios,
Todos ellos versarán acerca de todo, pero los primeros tratarán solamente lo más general, conocido y
fácil, y los posteriores guiarán el entendimiento a lo más particular, desconocido y difícil. Según
Comenio, estos libros deben llevar títulos que deleiten y que expresen claramente su contenido. habrá
que mezclar en todo lo útil a lo agradable, No dedicar a los estudios más que cuatro horas.”

1ª Nos proponemos que la juventud comprenda todas las cosas sin tardanza, 2ª Además queremos que
se estudien las lenguas patrias, pudiendo expresarlo todo con voces que comprenda el vulgo.
Conviene que los niños que han de irse iniciando en la lengua latina se vayan acostumbrando a la lengua
de los eruditos para que no tengan luego necesidad de aprender los términos técnicos.
No es culpa de las lenguas, sino de los hombres, si la lengua es obscura, deficiente o imperfecta para la
expresión de todo lo que haga falta.
Nuestro propósito es que los que nada saben puedan alcanzar el conocimiento de las artes liberales y las
ciencias, y para esto no hemos de hablarles en términos extraños ni lenguas extranjeras.
Por último, los niños que aprendan después otros idiomas, apenas hallarán dificultad para ello porque
conozcan los términos técnicos en la lengua patria y porque hayan aprendido a nombrar a Dios Padre en
su idioma antes que en el latino.
Un método fácil para hacer aprender a la juventud estos libros es: I. No dedicar a los estudios públicos
más que cuatro horas, que se distribuirán: dos por la mañana y otras dos por la tarde. II. Las horas de la
mañana se dedicarán al cultivo y desarrollo del entendimiento y la memoria, y las de por la tarde, al
ejercicio de la mano y la palabra. III. Durante las horas matutinas, el Profesor leerá y volverá a leer, en
medio de la mayor atención de todos, el trabajo correspondiente a aquella hora; explicando en lenguaje
vulgar y clarísimo lo que necesite explicación. Luego hará que los discípulos lo vayan leyendo
ordenadamente, IV. Todo lo cual se asegurará más y más durante las horas de la tarde, ya que en ellas
no se tratará de nada nuevo, sino de la repetición de las cosas aprendidas.
No sin motivo preceptuamos que los niños copien de su puño y letra, y con la mayor limpieza, sus libros
impresos de clase. Pues (1) esto servirá para grabar más profundamente en la memoria cuanto se haga
por tener los sentidos largo tiempo ocupados con las mismas materias. (2) Se adiestrarán en este diario
ejercicio de escritura, en la caligrafía, velocidad en la escritura y buenaortografía (3) Será una prueba
evidente para los padres de los alumnos de que en la escuela se hace todo lo qué debe hacerse.
Hemos de aconsejar que si algunos niños han de dedicarse al estudio de las lenguas de los países
vecinos, lo efectúen entre los diez, once o doce años de su edad; es decir entre la escuela común y la
latina. Y también que los libros de la escuela común se lean en la nueva lengua, y que escriban,
aprendan de memoria y hagan ejercicios verbales y escritos tomados de los mismos libros.

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