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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

Índice
3 Editorial 16 Acerca de la cuestión 29 El qué-hacer con las
por Claudia Luján de la formación de los diferencias en el marco
analistas de los dispositivos
4 “Escritura, Formación Silvana Tagliaferro Rodrigo Echalecu
y Transmisión
Alejandra Di Núbila 18 El psicoanalista entre
30 Cartel: “Hacer Escuela:
la hospitalidad, la
muerte y el deseo Estructura; Tránsito
6 Fundamentos a
constatar cada vez de analizar. Algunas y Lectura”
Amalia Cazeaux consideraciones éticas Claudio Gómez
sobre el psicoanálisis en
8 Una escuela cuidados paliativos 32 Atolladeros clínicos:
y lo que existe Romina Scordino cuando el deseo está en
Leticia Scottini suspenso
20
Cartel: entre la Sandra Alderete
10 Escuela, un trabajo experiencia
con otros y la lógica, la creación
34 Sobre la formación
Sergio Demitroff Mariana Pereyra
de los analistas
Eficacia de un Roberto Consolo
12 La posición del analista: 23
Punto de neutralidad psicoanálisis
metafórica en la vida cotidiana 36 Del pase y la transmisión
Virginia Nucciarone Maren Balseiro Paula Levisman

14 Hacer escuela: 26 Reflexiones acerca


estructura, de la función del
tránsito y lectura pasador
Cristina Borda Claudia Luján

Comisión
COMISIÓN DIRECTIVADirectiva Comisión
Horarios Directiva
de Secretaría
Presidente: Claudia Luján Martes: de 19 a 21 hs.
Vicepresidente: Rodrigo Echalecu Miércoles, Jueves y Viernes: de 18 a 22 hs.
Secretaria: Paula Levisman Teléfonos: 221 424 5287 / 221 15 359 8418
Tesorero: Romina Scordino
www. efla.com.ar / escuela@efla.com.ar
comisiondirectiva@efla.com.ar

Diseño: El Taller, 41 # 1069 La Plata


OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

Editorial
Editorial
“Todo lo que está escrito parte del hecho de que será siempre imposible escribir como tal la
relación sexual. A eso se debe que haya cierto efecto de discurso que se llama escritura.”

J. Lacan, Seminario Aún. Ed. Paidós.

Que la propuesta de esta edición de Moebia- También en la escuela se escriben otras letras
na sea “Escrituras de escuela” no es casual; es -AE y AME-, letras escritas que impactan en la
una invitación a leer y leernos, encontrarnos con estructura y hacen agujero. Letras que dan cuenta
lo que en la escuela se ha producido a lo largo de de lo que ha podido transmitirse sobre el final del
estos casi 12 años de historia. análisis y sobre el tiempo de la formación.

¿Qué entendemos por Escrituras de escuela?, En los textos que encontraremos a lo largo de
¿Por qué escribimos?, ¿Qué escribimos?, ¿Qué se estas páginas podemos rastrear los interrogantes
escribe en la escuela? que han operado como causa, las preocupaciones,
las diferencias, las transferencias de trabajo que
Acordamos con la idea de que la escritura han trazado este camino que solemos llamar “ha-
hace a uno de los pilares sobre los que se sostie- cer escuela”. Y cómo ese recorrido ha determina-
ne nuestra formación; un modo de hacer con ese do una posición ética respecto del psicoanálisis.
real con el que nos encontramos en el quehacer
clínico; escribimos porque es una manera de cir- Llevar adelante un trabajo de escuela, desde el
cunscribir ese imposible que es analizar. lugar en el que se esté, recortar algún interrogante
que nos lleve a producir un escrito, compartir con
Un analista escribe, y esa escritura recorta un otros dichas producciones, nuestras inquietudes,
tiempo de su formación. Por otro lado, encuentra hace a la formación de los analistas; generándose
en esa misma escritura su límite. una dinámica moebiana que posibilita pasar de la
intensión a la extensión,- y viceversa- casi sin ad-
La escuela ha cumplido 11 años desde su fun-
vertirlo; y en ese mismo movimiento la escuela nos
dación, y en este tiempo hemos escrito mucho,
atraviesa, impacta en nuestra formación, y nuestro
suficiente como para poder decir: hay serie. Se-
producto toca a la estructura de la escuela modifi-
rie que posibilita recortar un rasgo; leer nuestras
cándola cada vez. En ese entretejido sostenemos
marcas. Serie que da cuenta sobre una historia,
un discurso, el del psicoanálisis.
la nuestra.
Agradecemos poder compartir con ustedes
La historia de la escuela ha quedado plasmada
este recorrido.
en cada una de las producciones que le hemos
donado, muchas de las cuales han sido publicadas
en otras ocasiones, que han circulado en jornadas,
en diferentes espacios de trabajo. Escritos que
dan cuenta de los tiempos; de cómo se han ido Claudia Luján
transformando, modificando nuestros interrogan- Comisión Directiva
tes y nuestras preocupaciones. claudialujanar@yahoo.com.ar

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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

Escritura, Formación y Transmisión


Alejandra Di Núbila
acdinubila@yahoo.com.ar

E
scritura, Formación y Transmisión es el nom- toma, pero por sí sola no funda el lugar de la ver-
bre que elegimos para iniciar un trabajo de dad como hecho de lo real. Se necesitan al menos
Cartel en el marco de la Escuela, trabajo cuatro letras para que el Inconsciente se ordene
que circunscribe una apuesta. Una apuesta que en discurso, ordenamiento de acuerdo a cuatro lu-
retroactivamente leo bastante abarcativa, pero gares y cuatro letras.
que entiendo es el punto de partida para iniciar un
recorrido que en su trayecto toca marcas que van Ordenamiento en discurso que es posible en un
resonando en la subjetividad haciendo de balizas. análisis, que el Inconsciente se ordene en discur-
so da las coordenadas para que el sujeto pueda
Voy a entrar por el lado de la Escritura en producir lo que le concierne.
tanto es lo que se hace en un análisis. En Litu-
raterre Lacan define la escritura como el aba- Entonces la letra dibuja el borde del agujero
rrancamiento en lo real del significado. Es por en el saber, letras que son instrumentos para la
los efectos del significante que es posible que estructura del discurso.
se abra una hendidura, una grieta en el saber.
Para que el Inconsciente comande la función
Lituraterre es un neologismo que introduce La-
de la letra ha sido necesario la tachadura o bo-
can, compuesto por la conjunción de dos pala-
rramiento de alguna huella necesaria que esté de
bras: litura y ratere, la primera es una palabra
antemano. No hay huella más que la que se borra
de origen latino y la segunda una palabra fran-
en el mismo momento de su gestación. Punto de
cesa, ambas significan tachadura, borradura. Un
sustracción que genera el agujero de lo Simbólico
sujeto se hace representar por un significante
por lo tanto es que no haya traza de lo Real, dirá
para otro significante, podríamos decir entonces
Lacan en el Seminario RSI.
que es posible el abarrancamiento (hendidura)
del significado que nos sostiene, en tanto hay Esta lógica implica que tomemos el Imaginario
significantes que nos representan que tienen un que se desprende del nudo borromeo, un Imagi-
sentido, es por la tachadura de los significantes, nario que ensambla ruptura y superficie, ambas
que es posible que aparezca otro sentido, sub- coexisten como contradicción. Duplicidad Imagi-
versión del sentido que es posible en tanto la naria que testimonia sobre lo real en lo referente
extracción de una letra vía las formaciones del al sentido, en tanto lo real no cesa de no escri-
inconsciente, Lacan dirá es lo que del Incons- birse, es por la duplicidad del imaginario que por
ciente puede escribirse por una letra, letra que un lado tenemos el sentido que da existencia al
permitirá ubicar la otra escena. cuerpo en tanto el sujeto se hace representar por
un significante para otro significante, producién-
Son las formaciones del Inconsciente las que
dose la afánisis del sujeto, y por otro lo real del
permiten el abarrancamiento del sentido, que im-
sentido como lo que no cesa de no inscribirse que
plica que una letra se recorte, se desprenda.
retorna en las formaciones del inconsciente, por lo
La letra es el soporte material del significante tanto en el síntoma. Duplicidad imaginaria que por
y puede ser el soporte de la reducción de un sín- lo tanto es superficie y ruptura.

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OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

Lo que no cesa de no inscribirse alude a la ins- La Intensión tiene consecuencias en la Extensión.


cripción fallida de la huella de lo real en sentido
pleno. No hay huella más que la que se borra en Entiendo que Escritura, Formación y Transmisión
el mismo momento de su gestación, es lo que se conjuga la práctica en Intensión y en Extensión.
denomina como contingencia como lo que cesa de
Es esperable que la práctica del Psicoanáli-
no escribirse.
sis se lleve adelante entre la Intensión y la Ex-
Marca que es inscripción y su negación simul- tensión, es en relación a otros, al lazo con otros
tánea, se trata entonces de una castración que en tanto interlocutores, que las preguntas y los
al fin se escribe y que al mismo tiempo cesa de obstáculos que nos presenta la práctica y la teo-
hacerlo. ría podamos desplegarlos, creo que es en ese
entre, entre la intensidad de nuestros análisis y
Por lo tanto la contingencia es un instante de la Extensión.
pérdida de goce, instante de fracaso, que se atra-
pa y se esfuma. Pérdida de goce parasitario que Lo que nos reúne en éste caso es la apuesta
plantea por lo tanto una al dispositivo de cartel
circularidad, que está que como otros dispo-
apoyada en la hue- sitivos nos alientan a
lla que se escribe y al escribir algo del trayec-
mismo tiempo se borra to, de la experiencia del
para volver a circular. A mi entender la apuesta al Cartel trabajo con otros.
implica sostener con otros las propias A mi entender la
Instante en el que se
inscribe un vacío apor- preguntas para de alguna manera apuesta al Cartel impli-
tando la posibilidad intentar formalizar nuestra Práctica. ca sostener con otros
de aceptar un sentido las propias preguntas
nuevo. para de alguna mane-
ra intentar formalizar
Entonces el efecto nuestra Práctica.
de lo Simbólico, implica
un Imaginario y un Real anudado. Se Imagina en Estas Jornadas de Carteles y Grupos de Inves-
lo Real el efecto de lo Simbólico. Sólo podemos tigación es uno de los lugares que la Escuela ofre-
Imaginar, imagino tener un cuerpo que implica su- ce para que algo de lo transitado pueda ser dicho,
perficie pero también los efectos de lo Simbólico para que algo pueda ser escrito y tal vez pueda
en lo Real implican ruptura, de ahí la posibilidad devenir en Transmisión.
de otros sentidos. Imaginario que da cuenta que
Trabajo presentado en las IV Jornadas de Car-
sólo podemos tener la idea de agujero, por lo tanto
teles y Grupos de Investigación de la EFLA.
que un agujero es sólo cifrado o sea que sólo se
Julio de 2015.
puede imaginar.

Este cifrado es après coup, cifrado que sólo se


puede hacer en un análisis, entonces es a partir Bibliografía
del Imaginario tomado como superficie y ruptura -Lacan, Jacques, “Liturraterre”. Suplemento de las
que podemos plantear que hay efectos de escritu- Notas. Publicación interna de la Escuela Freudia-
ra en un análisis. na de Buenos Aires. Noviembre 1980. Número 1.

Entiendo que por que hay efectos de escritura -Lacan, Jacques, Seminario 22 “ RSI”. Versión Crí-
en un análisis es que hay efectos en la extensión. tica. Noviembre 1989.
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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

Fundamentos a constatar cada vez


Amalia Cazeaux
cazeauxamalia@yahoo.com.ar

T
rabajando para una clase del seminario anual en la rio para que acontezcan efectos de discurso. Es posible
efla el aforismo lacaniano “El discurso del analista confirmar los efectos que el discurso del psicoanálisis
no es otra cosa que la lógica de la acción”, pre- genera cuando los goces se distribuyen de otro modo
cisamente en el módulo correspondiente a “La transfe- y no se producen enquistamientos en lugares y posicio-
rencia y la práctica analítica”, cobra para mí una nueva nes de los que participan en ese trabajo. Es decir que
significación la palabra “proposición”. Caigo en la cuenta, la transferencia de trabajo es una ficción que hace de
que cuando Lacan nos lega la proposición del 9 de oc- soporte para avanzar más allá de lo grupal, donde lo ima-
tubre de 1967, no lo hace sólo en términos de propuesta ginario queda anudado a lo real y a lo simbólico. En ese
respecto de la investigación sobre el final del análisis y avance se va dando la rotación discursiva, lo que pro-
el pasaje de analizante a analista, sino que lo hace en mueve la renovación de la causa.
términos lógicos, pretendiendo ubicar al psicoanálisis, al
igual que la matemática y la lógica, como ciencia que El discurso del analista ubica el saber del inconscien-
escribe acerca de lo real. te en el lugar de la verdad, para ello es necesario pasar
por la experiencia analítica que no es otra que la del in-
Una proposición lógica es un teorema o problema a consciente y “dejarse hacer, ser su incauto” . Esto tam-
demostrar o resolver cada vez. Lacan propone efectuar bién sucede cuando se ha instalado la transferencia con
una escritura, expresión mínima de un acontecimiento otros para el trabajo y nos posibilita investigar, a través
singular como es el análisis de cada sujeto, para cons- del dispositivo de cartel, el lazo entre los analistas. Algu-
tatar que “hay analista” y, por ende, “hay psicoanálisis”. na verdad se circunscribe si esos ahí reunidos se dispo-
Intento de cernir lo real, lo que es del orden del funda- nen a correr el riesgo de atravesamiento de la situación
mento. grupal y el saber del inconsciente es puesto en su lugar.
La escritura que allí queda registrada es la del algo- Dispositivo de pase y dispositivo de cartel, son artifi-
ritmo de la transferencia. Explicita que no se trata de una cios que en la escuela se proponen para llevar adelante
relación intersubjetiva entre dos que conversan sino que investigaciones. En el primero, el del pase, se pone a tra-
lo que se juega en el marco del dispositivo analítico es la bajar lo que ha sido de un análisis, pasaje de analizan-
posibilidad de que se produzca la efectuación del sujeto te a analista, confirmación de un final y la consecuente
del inconsciente, la distribución de goces, a partir de la nominación “AE, analista de escuela”, viene a inscribir
instalación de determinado lazo social, que es posible en en el cuerpo de la escuela ese real que se ha podido
tanto hay analista que se produce en acto, sosteniendo circunscribir, ese deseo constatado en acto. En el se-
una posición y un deseo. El dispositivo propicia la trans- gundo dispositivo, el del cartel, lo que se investiga es el
ferencia, por su institución y su destitución, se confirma a lazo social entre analistas, donde es esperable que los
posteriori que “hay analista”. obstáculos, los avances, los movimientos, los hallazgos,
sean ofrecidos al conjunto de la escuela para realizar
De la transferencia en el dispositivo analítico, sus ver- lecturas que orienten una dirección. Es fundamental que
siones, sus vertientes y sus avatares, podemos pasar al esa experiencia del trabajo con otros se inscriba en la
lugar que la transferencia tiene en la escuela y hacer escuela porque es en tanto que eso sucede que puede
de ella una cuestión. Es decir, hacer de la transferencia constatarse que allí algo pasó y, entonces, hay transmi-
de trabajo una “pregunta o proposición para averiguar la sión. La Jornada de Carteles y Grupos de la Efla, es uno
verdad de una cosa”, o como también lo encontramos en de los modos que encontramos para poner a circular lo
el diccionario “materia de discusión o controversia”. producido en cada espacio de trabajo, poner en acto los
La transferencia de trabajo se produce, a veces, entre dispositivos en la escena de la escuela; posibilidad de
analistas practicantes reunidos para trabajar determina- hacer pública la investigación sobre el lazo social entre
das cuestiones que los causan; es el campo propiciato- analistas que en el dispositivo se efectúa.
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OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

Tal como lo plantea Freud, la transferencia no es ex- cede que también en el seminario se transmite algo de
clusiva del dispositivo analítico, más bien es un hecho ese “Autorizarse de sí y ante algunos otros” del que nos
estructural, lazo entre parlêtres, que asegura el malen- habla Lacan en la proposición del 9 de octubre de 1967.
tendido y la creencia de que uno le habla a otro y el otro
entiende lo que se le dice. La diferencia radica en la Como decía al comienzo, Lacan hace la propuesta del
posición que el analista toma frente a aquello que se le dispositivo de pase en esa proposición. Busca efectuar
dirige, paradoja en la que se sostiene la función deseo una escritura mínima, letra, borde entre lo real y lo sim-
del analista: acepta lo que se le supone para desde allí bólico. Esa escritura se pone a prueba uno por uno. Es
maniobrar favoreciendo la puesta en juego del sujeto a decir que más allá del rasgo particular que en cada pase
partir de semblantear el objeto a que lo causa. se recorte, lo que queda como resto son las letras que
confirman que hay psicoanalista y, por ende, el psicoaná-
Entonces, transpolado esto a la escuela, no es en el lisis se transmitió.
cartel en el único lugar donde la transferencia de trabajo
acontece, se produce cada vez que hay lazo. Retomo la cita: “No es posible prejuzgar qué dejará
como resto el seminario”. Porque la transmisión no se
Son los dispositivos, pase, cartel y seminario los que calcula. Sí es posible considerar cuáles son las herra-
hacen soportable lo imaginario, porque es esperable que mientas con las que debe contar aquel que se dispone
no aparezca desenfrenadamente sino acotado por los a llevar adelante una cura psicoanalítica. En la causa
otros dos registros. Es el dispositivo lo que enmarca. el deseo que es fundamento sobre el que se asientan
los pilares que hacen a la formación de los analistas,
Confirmamos la eficacia del psicoanálisis en el tra- produciendo efectos en la singularidad de la clínica
tamiento de la inhibición, el síntoma y la angustia, en la que conduce.
redistribución de los goces, en la posibilidad que se abre
al sujeto de saber hacer – saber vivir. Sin embargo, esto Recuerdo que en una actividad llamada “Lecturas de
no alcanza para determinar un analista, es preciso una escuela” llevada adelante en asambleas por miembros
vuelta más: “no eludir el problema del deseo” , es decir, de la escuela, Cintia Frey aportó una idea extraída de la
dar cuenta de cómo puede alguien arreglárselas con la arquitectura, donde se utiliza como expresión “ir a la obra
castración y que eso se torne causa en torno a los otros. porque hay fundación”, y eso no es de una vez y para
Insisto, la escuela pone en juego una investigación res- siempre sino que se hace cada vez.
pecto del análisis en intensión, y se sirve de dispositivos
para ello, para propiciar el pasaje de lo íntimo a lo público. Porque tal como lo trabajamos en otras de las clases
del seminario de escuela de este año, el acto del analista
El seminario, junto a los otros dos, es otro de los dis- está atravesado por lo que se ha experimentado en el
positivos de escuela: ¿Cuál es la investigación que allí propio análisis, en el análisis de control y por la noción
acontece? Lacan no hizo la experiencia de pase, tal vez conceptual que se tenga. Esos son los tres pilares freu-
ni siquiera haya participado nunca en un cartel; pero sos- dianos para la formación del analista.
tuvo su seminario por más de 20 años y dijo al respec-
to: “Me paso la vida pasando el pase”. Entiendo que se Los tres de Lacan son cartel, seminario y pase, dispo-
refiere así no ya al dispositivo de pase que nos propuso sitivos que hacen de la formación del analista una cues-
sino al pase en tanto pase de sentido, a la transmisión y tión permanente. En ellos se imprimen las marcas singu-
la enseñanza del psicoanálisis. lares, que trazan las diferencias de cada uno en tanto se
acepta correr el riego de formalizar la experiencia ante
También nos dice en el Acta de Fundación de la Es- algunos otros.
cuela Freudiana de París sobre este punto: “La enseñanza
del psicoanálisis no puede transmitirse de un sujeto a otro Tal como lo escribimos en el Acta de Fundación de la
más que por las vías de una transferencia de trabajo. Los efla, “El análisis del analista es el eje ético alrededor del
seminarios, así como nuestros cursos de Altos Estudios, cual se organiza la escuela”.
no fundarán nada si ellos no reenvían a esta transferencia. Al “reconocemos en la experiencia como practi-
Ningún aparato doctrinal, y concretamente el nuestro, por cantes del psicoanálisis nos encontramos por un lado
propicio que pueda ser a la dirección del trabajo, puede como pares y por otro en el respeto de la imparidad
prejuzgar de las conclusiones que dejará como resto”. más radical” y, entonces, el fundamento se constata
Según está escrito, la transmisión funda siempre y cada vez.
cuando reenvíe a la transferencia de trabajo. A veces su- Escrito publicado en Moebiana Nº 38. Año 2011.
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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

Una escuela y lo que existe


Leticia Scottini
mlscottini@yahoo.com.ar

U
n analista tiene existencia por su análisis y por Así como Lacan ubica la consistencia del lado de
su formación. Un espacio para desarrollar su lo imaginario y la existencia del lado de lo real, ubi-
formación es la escuela. ca el agujero del lado de lo Simbólico (si bien hay
agujero de lo real y de lo imaginario). En el decir del
Pero ¿de qué “existencia” hablamos en Psicoanálisis? analizante se produce una hiancia, un agujero entre
lo que dice el paciente y lo que el analista escucha.
Lacan en RSI, dice que el nudo no es un modelo
Así se produce un corte en el pensamiento y es en
pues en ese caso sería puro imaginario. Sino que el
un segundo paso que el agujero hace nudo. En la
nudo es una escritura de lo Real, el nudo presentifica
experiencia analítica la relación al sentido se modi-
lo Real. Si bien lo Real es imaginarizado.
fica a través de lo Simbólico. El saber siempre es en
Lacan presentó el Nudo Borromeo como una lo Simbólico.
cadena de tres anillos cuya particularidad es que al
Si hablamos de agujero en la estructura es porque
separarse uno de ellos, los otros dos se desanudan.
hubo en el origen alguien para quien ese sujeto inci-
Lo Imaginario consiste, es el punto donde algo piente le hizo falta. Si esto fue así ese sujeto tendrá
se torna indecidible en tanto “es eso y no es otra posibilidades de identificarse a la falta de ese primer
cosa”. Lacan lo llama “debilidad mental” en tanto Otro que en principio desempeñó la función materna.
que el punto de partida es la referencia al cuerpo y Tiempo de las primeras marcas en la estructura en
al hecho de que su representación es originada en relación a los significantes que le vienen del Otro ve-
ese cuerpo que siente. A partir del “yo siento” hay un hiculizados en el inicio por esa falta, que harán huella
imaginario que da un sentido. En intensión son los en el cuerpo del sujeto.
pensamientos que el analizante produce en análisis
Por ejemplo, si la mamá cuando el bebé llora o
de la representación inconsciente que tiene del otro
grita, ofrece la demanda de que le tome el pecho de
y de sí mismo. Los analistas operamos para reducir
modo tal que el bebé pueda incorporar a través de
ese sentido.
la lactancia el vacío del Otro, el don de la madre es
Lo Real es lo que existe, lo que queda por fue- transformar el estímulo en vacío. Si se incorpora este
ra de lo pensable. Es lo estrictamente impensable. vacío luego todo el lenguaje aparecerá entramado
Dice Lacan en RSI sobre la “ex –sistencia… el qui- significativamente alrededor del agujero del incons-
zá siste, pero no se sabe dónde, todo lo que pode- ciente. Pero en principio es necesario incorporar ese
mos decir es que lo que con –siste no da de ello vacío a fin de que el objeto a, vía la incorporación del
ningún testimonio”. Este neologismo “quizá siste” es lenguaje, tenga un lugar por donde caer.
a mi entender generado porque lo imaginario no da
Luego de no encontrar el objeto a en el Otro, pues
testimonio de lo Real. La existencia es un quizás
se trata de un objeto que nunca existió como tal, por
para el sujeto.
lo tanto nunca se lo encontrará. De no encontrarlo
Si bajo lo impensable pienso o imaginarizo lo Real, en el Otro entonces, el sujeto puede vía la acepta-
en la práctica analítica se trata de reducir este sen- ción de esa falta, recrear otros modos de goce y así
tido de lo impensable para dar otro sentido a lo ima- otros objetos a que estarán en relación a esos otros
ginario, un sentido menos sufriente para ese sujeto. nuevos significantes.
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OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

Si la Existencia en tanto Real es lo que queda por no habría posibilidades de existencia de una escuela
fuera y lo real está en relación a la falta, es por la si sólo nos remitimos al plano imaginario y la “debi-
aceptación en la relación con el otro de que exis- lidad mental” cuya representación surgiera del sentir
te la falta, es decir, que el Otro no va a cumplir mis de un cuerpo que dominara la escena.
expectativas: es mediante esta aceptación que una
escuela de analistas es posible en la extensión, así Si la escuela es con otros, un otro munido de su
como también un análisis en intensión. propia subjetividad, no tardaremos en encontrarnos
con las diferencias, con la no complementariedad.
En una situación de análisis el paciente habla, Por lo tanto nos encontraremos con el errar, con lo
campo de lo imaginario, pero en un momento apare- que no anda… en lo Real. Si cito lo Real es porque
ce en su discurso el “no saber” sobre aquello que lo Lacan lo ubica en el Seminario “Aún” como aquello
hace padecer. Así el significante que no puede sig- que “no cesa de no inscribirse” y sitúa que la rela-
nificarse a sí mismo opera como corte en el pensa- ción sexual no cesa de no inscribirse en tanto está
miento. Situamos a este “no sé” del analizante como en relación a la no complementariedad y por ende a
lo que aparece en relación a lo Real, aquello que exis- la falta. De allí que Lacan afirma que no hay relación
te al pensamiento en tanto queda por fuera. sexual, lo que genera un modo de reunión diferente
en una escuela de analistas.
Si situamos al no saber en relación a lo que existe,
se trata del encuentro con una falta de sentido, límite Así como en un análisis la falta de saber en el
en el pensamiento. Ahora bien, es a partir de lo que paciente sobre su padecimiento, conduce a la falta
“no existe como taponamiento” al discurso del sujeto desde donde se posiciona el analista para operar, en
en el punto en que aparece el no saber en el pacien- una escuela la castración será el motor que conside-
te, a lo que ex-siste, que Transferencia mediante, por re el hecho de que no hay relación sexual, es decir,
el après coup significante se encuentra una identifi- de que en relación a lo real que es lo que ex –siste,
cación a la cual el sujeto está a alienado. Vía la inter- lo que queda por fuera se está en relación a aceptar
vención de un analista situado en el lugar de la falta que el otro no va a cumplir mis expectativas. La trans-
de objeto a para operar desde allí, cae dicha identifi- ferencia de trabajo se sitúa así por sobre los efectos
cación y el sujeto se separa de aquel significante al de una transferencia imaginaria haciendo posible la
cual ha quedado alienado y que lo ha hecho padecer. vida de una escuela.

El objetivo de la interpretación no es tanto encontrar La relación al Sentido se modifica en la experiencia


el sentido, sino la reducción de los significantes a su sin analítica a través de lo Simbólico. Cuando se encuen-
sentido para encontrar los determinantes de la existen- tra otro Sentido, cambia la relación a lo Real porque
cia del sujeto. Pero esto será posible, en tanto “no exista lo Real se relaciona con lo Simbólico y lo Imaginario.
algo que obture” el encuentro con una falta de sentido, Como dice Lacan en RSI “Se imagina en lo Real el
es decir el encuentro con lo Real en tanto que ex -siste. efecto de lo Simbólico”. Lo que posibilitaría así como
en un análisis en una escuela es que allí donde se
En una escuela nos juntamos analistas, en rela- presentifica la falta, surja el desconocimiento sobre lo
ción a un espacio que posibilite la producción y el que se padece con respecto de lo que no existe de
desarrollo del psicoanálisis. Respeto por las diferen- aquel Otro que va a colmar mis expectativas. En lugar
cias, atenuación de las pasiones, etc, es lo que nos de obturar el paso a lo que ex –siste, habría que dar
permite el trabajo en la escuela y también producir. lugar a la falta, para poder armar otro sentido que po-
Transferencia imaginaria. Estamos en el plano de lo sibilite otro reanudamiento, para la vida de relación de
imaginario que nos posibilita que allí donde aparece ese sujeto en el campo de la extensión de la escuela.
una ruptura se pueda volver a la esfera.

¿Cuál será la manera en una escuela de “que no Escrito publicado en Moebiana Nº 52. Noviem-
exista taponamiento” a lo que ex –siste? Ahora bien, bre/Diciembre 2014.
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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

Escuela, un trabajo con otros


Sergio Demitroff
sdemitroff@yahoo.com.ar

“Basta con hacer aparecer en el término lógico de tituye la fase recorrida desde la muerte de Freud en
los otros la menor disparidad para que se manifies- el movimiento psicoanalítico, para demostrar lo que
te cuánto depende para todos la verdad del rigor de el psicoanálisis no es y buscar junto con Uds .…
cada uno, e incluso que la verdad, de ser alcanzada ¿Cómo no pedir disculpas por considerar esta oposi-
sólo por unos, puede engendrar, si es que no con- ción como verdadera cuando es real, cómo no des-
firmar, el error en los otros. Y también esto: que, lizarse desde ahí hasta convertirse en los managers
si bien en esta carrera tras la verdad no se está de las almas en un contexto social que requiere su
sino solo, si bien no se es todos cuando se toca oficio? El más corruptor de los conforts es el confort
lo verdadero, ninguno sin embargo lo toca sino intelectual, del mismo modo que la peor corrupción
por los otros.” De: El tiempo lógico y el aserto de es la del mejor.” De: La cosa freudiana o sentido del
certidumbre anticipada. Un nuevo sofisma, Escritos I. retorno a Freud en psicoanálisis, Escritos I.
Lacan siempre se ocupó de lo colectivo y lo social. Clara y fuertemente como es su estilo, no sólo
En el escrito al que pertenece el párrafo que precede, la plantea el retorno, sino que también cuestiona la es-
resolución del problema que allí plantea, nos muestra la tructura de la Asociación Internacional y la posición
lógica de los tiempos del sujeto del inconsciente, pero no de los que la conducían; sostenida y sostenidos en
solo eso, sino también el lugar que toma el otro en rela- una arrogada jerarquía que el saber otorga, hacien-
ción a la verdad. El planteo que se da entre un jefe que do uso del poder que se distribuían entre pocos en
pone las reglas, y les dice a tres detenidos que están en un pacto de coaptación de sabios, con la pregnancia
condiciones de paridad entre sí y en relación al juego, en narcisista que conjuga con la astucia competitiva,
equivalentes condiciones frente a la certidumbre de un como dirá en la Proposición del 9 de Octubre, posi-
color que saben que portan pero que no saben cuál. Ante ción y estructura que se extiende hasta los divanes.
el tropiezo con el problema en que se encuentra cada
sujeto, solo pero con otros, con su semejanzas y diferen- Esa estructura de la institución que Freud legó, de
cias, es que en el despliegue de los tiempos lógicos que la que Lacan dice fue su síntoma, tenía las marcas
se efectúan con sus discontinuidad, arriba al momento donde encalló su teoría, el padre, y desconoció lo que
de concluir, del decir; que aunque más no sea posible él mismo había observado, los fenómenos de masa
de otra forma que dé un salto, para llegar a su verdad, que la institución promueve y conjuga en su seno. La
su libertad. Solo, pero no hay verdad que se alcance por concepción con que se conforman las instituciones
más que ella sea única y propia, cuando se toca, ninguno psicoanalíticas tienen un correlato en la conducción
“lo toca si no por los otros”. de los tratamientos de quienes las integran, el soste-
nimiento de un ideal en las curas y el final del trata-
Freud había anticipado que, la formación aconte- miento vía identificación al analista hablan de ello, un
cía en las asociaciones de analistas y no en otro lugar. hacer en la intensión que se enlaza en la extensión.
Apostaba a que a partir de ellas se transmitiera su pen-
samiento, al desarrollo y a la continuidad del psicoaná- La concepción de la transferencia y el tratamien-
lisis, lo que ya tempranamente era una preocupación. to que se le daba en la dirección de la cura y su final,
compartía las marcas en la institución, en su estructura,
Lacan también, comprometido con la transmisión delineaba una idea, un ideal de analista, que sólo podían
y preocupado por los desvíos en la teoría y la prácti- ser autorizados por quienes comandaban la misión.
ca, apela a un retorno a Freud, y critica fuertemente a
los que se habían erigido como sus herederos. Volviendo al inicio, si no hay analista aislado ni
producción de discurso en soledad, es que el en-
… “no se trata para nosotros de un retorno de lo cuentro, la reunión de analistas, cobra un valor de
reprimido sino de apoyarnos en la antítesis que cons- base para el psicoanálisis; pues hay discurso si hay
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OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

lazo social, que implica a más de uno, a un otro que palabra, autorizarse, en relación a otros. Pequeña comu-
es prójimo y semejante. nidad que conforman en función de las transferencias
de trabajo, con el encuentro necesario de su presencia
Entonces Lacan, acentúa esta cuestión, que la for- real, que sostiene en su centro el no hay relación sexual.
mación psicoanalítica la concibe con otros, sumándo- Los efectos de cartel serán el producto de esa tensión,
le una cuarta pata a lo ya definido para la formación en tanto se sostenga el no saber en su centro.
en el trípode freudiano, la clínica con el análisis del
analista, el análisis de control y la teoría. Le otorga Esos otros, que incluyen tanto lo semejante como
al “con otros”, valor de necesario en el sentido lógico, lo diferente, a lo que se identifican, y a su vez lo que re-
para la formación. sulta ajeno; que comparten la misma estructura como
sujetos, y sin embargo se presentan como inasimila-
Excomulgado de la IPA por sus diferencias, justo en ble los distintos modos de gozar, conllevan al encuen-
el momento en el que tenía algo que decir sobre el pa- tro con el desencuentro del no hay relación sexual, con
dre, funda una institución que basa su estructura y su los efectos que esto trae sobre el lazo, de lo más pro-
organización en la misma lógica del psicoanálisis que picios a los más devastadores. Entonces, la cuestión
funcione movida por el deseo del analista, donde ex- no es tan sencilla, y es una de las razones por las que
tensión e intensión se anuden. Los significantes que la Lacan termina haciendo del lazo social, pregunta.
nombran recortan su estructura, circunscriben el real en
que se funda, escuela, y Lacan nos orienta, en el sentido Entonces sin dejar de tener presente que cuando
antiguo; diferenciándola de esta manera de la clásica, decimos con otros decimos sujetos y por tanto hay
el de las instituciones jerarquizadas entre profesores y transferencias, ahí justamente donde la transferencia
alumnos, o de los que saben y enseñan, y los que vienen hace obstáculo, Lacan conceptualiza algo novedoso,
a aprender, a diferencia de una escuela, en que la con- la transferencia de trabajo.
dición para incluirse sea comprometerse a realizar un
trabajo, donde sus miembros tengan otro lugar, “respon- Sabiendo que la transferencia se juega por do-
sables del progreso de la escuela, volverse psicoanalista quier, y que implica la relación de un sujeto a Otro en
de su propia experiencia” (Prop. del 9 de octubre). relación al saber, donde pone en juego su fantasma,
desliza ésta hacia el trabajo, podríamos decir que hay
Así la diseña, y distingue las jerarquías propias deslizamiento de la transferencia a la transferencia de
de la estructura de una institución de los grados trabajo, un pasaje de ese Otro a otro, prójimo. Si en el
con nominaciones, que escribirá con las letras AE, trabajo se pone en juego la formación, cuando se pone
analista de escuela, y AME analista miembro de la en juego la transferencia de trabajo, nos encontramos
escuela. Inventa dos dispositivos propios en los que que en él se enlazan entonces, el análisis del analista,
se sustenta, el cartel y el pase, marca distintiva de dispositivo del cartel y dispositivo de pase.
otros modos de organización, y que se circunscriben
en relación a dos preguntas, ¿Qué lazo hacemos los Encontrarse con otros en función de una tarea,
analistas?, y ¿Qué es un analista?. supone el lazo social entre analistas. Lazo que no es
posible sin que los sujetos comprendidos en él, no
Les da estos dispositivos una legalidad, y con ellos estén dispuestos a perder algunos goces y narcisis-
a la escuela, para que quienes sean parte del conjunto, mos que conlleva la pérdida de la comodidad de la
puedan servirse y hagan de la escuela un lugar donde el soledad y del confort intelectual. Es decir no hay lazo
discurso del psicoanálisis se produzca en la extensión. sin pérdida de goce, plus de gozar, sin que se ponga
a jugar la falta, la castración.
En el dispositivo del pase, acontece un trabajo y la
transmisión de una experiencia, donde si se constata La escuela se hace a partir del trabajo de los ana-
que hubo pasaje de analizante a analista, se inscribirá listas que implica el lazo, en sus dispositivos en tanto
en la escuela con la nominación AE. los motoriza el deseo del analista, pero que no son sin
la responsabilidad y compromiso que le cabe a cada
El dispositivo de cartel toma su lugar como estruc- uno, de sostenerlos. El analizante hace al analista, y
tura adecuada para llevar adelante el trabajo en la es- la escuela anuda la intensión y la extensión, pues en
cuela, “órgano de base” lo llama, mínima estructura ella el analizante dice del quehacer del analista, en el
que guarda la propiedad y da cuerpo a una institución quehacer en la escuela.
psicoanalítica. Pequeño grupo con un más uno que es
y no es parte del grupo. Lugar propicio para tomar la Escrito publicado en Moebiana Nº 51, Agosto de 2014.
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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

La posición del analista:


Punto de neutralidad metafórica
Virginia Nucciarone
vnucciarone@yahoo.com.ar

L
a posición del analista se desarrolla en transfe- a uno no es lo que está, escondido, en el otro” 1 dan-
rencia, núcleo de nuestra experiencia analítica. do lugar a una nueva significación de amor. El analis-
El concepto de transferencia está determinado ta responde con metáfora de amor, responde con la
por la función que tiene en una praxis. No es algo na- abstinencia de la relación sexual en tanto la metáfora
tural sino que se genera “entre dos”. La transferencia como sustitución implica el pasaje por el “No hay re-
es un artificio, requiere de un armado en esa expe- lación sexual”.
riencia “entre dos” que se teje alrededor de un vacío
sostenido en la imparidad más radical que introduce Un analista reconoce lo impar, como a-topia, ese
el objeto a, revelando en su estructura misma que no es su lugar. La transferencia implica sostener un lu-
se trata de una relación de intersubjetividad sino de gar vacío a partir de gozar del sentido de la abstinen-
disimetría, de no correspondencia. cia, del sentido que se encuentra en la renuncia para
que se juegue el objeto a del analizante.
Al principio de la experiencia analítica fue el amor.
Un comienzo confuso, un comienzo vago. Momen- Es con la presencia del analista, y a través de la
to en que Freud se encuentra con la transferencia repetición que lo real puede hacer su aparición en
cuando ésta se torna obstáculo haciendo de ello mo- la transferencia. A medida que el analizante avanza
tor. Entra como “tercero” en una díada de amor. en sus asociaciones, y que su discurso se aproxima
a ese núcleo que Freud denominó patógeno, y que
Anna. O se enamora de su médico Breuer y hasta también denominamos trauma, ombligo del sueño,
dice estar embarazada de él. Allí, Freud viene a se- lo inasimilable, surge con mayor intensidad la resis-
ñalar que la transferencia, esa relación entre dos: un tencia, nos va a decir Freud, surge la presencia del
amante y un amado, se sostiene en la medida en que analista, se instala la transferencia.
hay una renuncia acordada.
El discurso se vuelca hacia el analista y éste se
Hay algo del cuerpo que tiene que quedar vacío convierte en el objeto a, ocupa el lugar del objeto a
para que transcurra la experiencia analítica, solo así, del único sujeto en cuestión que es el analizante. El
se torna posible un pasaje de la demanda de amor en analista por el discurso del analizante es llevado a
la que se sitúa el eromenós (pedido de ser amado) presentificar el a, el objeto causa de deseo, y en este
a la posición de érastes (amante del inconsciente). nivel, interviene produciendo su acto.
Quien estaba en el lugar de eromenós (no sabe lo
que tiene oculto) adviene al lugar de érastes (no Lo que causa radicalmente el cierre que la trans-
sabe lo que le falta) surgiendo en ese pasaje como ferencia entraña, es lo que Lacan designó como el
deseante. objeto a. El analista forma parte de la estructura del
analizante, es decir, que lo que se produce es un des-
Sustitución metafórica que se produce en el punto pliegue de la estructura del sujeto, y el analista queda
en que no es un amor correspondido, “lo que le falta anudado a esta estructura, ex-siste al inconsciente

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OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

como el objeto a. doble derecha-izquierda, bien-mal, nos dirá Lacan,


la neutralidad del analista, introduce un punto triple,
El analista sirve de soporte al objeto a, no se des- produciendo un paso de sentido, cambia la orienta-
entiende del semblante porque es lo único que le ción en lo real, se rompe lo que en el síntoma apa-
da la orientación de lo real. La función del analista, rece junto, real y saber se separan, reduciéndose el
del deseo del analista se define por la función de la saber en lo real.
abstinencia, que al decir freudiano no es un precepto
moral, sino un principio técnico, en tanto, toca a la Es el punto en que emerge la falta de saber, y
castración, es la posibilidad de abstenerse de estar por tanto el objeto a, ya no como goce sino como
como sujeto en esa función, restándose él mismo de causa. No hay discurso analítico sin un efecto real
sus ideales, supuestos, y sentidos. de sentido.

En la transferencia, el analista todo el tiempo está


Bibliografía:
perteneciendo a la escena que ofrece la demanda
- Sigmund Freud, “Sobre la dinámica de la transfe-
del analizante. La abstinencia, origen freudiano del
rencia”.
deseo del analista, guiará para no responder a dicha
demanda y ubicar el deseo que lo fundamenta. La - Sigmund Freud, “Puntualizaciones sobre el amor de
operatoria analítica vendrá a señalar que no hay re- transferencia”.
ciprocidad en el amor, y que ello también debe ser
agujereado con la condición de no excluir la verdad - Sigmund Freud, “Recordar, repetir y reelaborar”.
sobre el objeto a analizante.
- Jacques Lacan, Seminario 8, “La Transferencia”.
Es decir, el analista, por un momento, se deja to-
mar en la transferencia por el lugar del objeto a que - Jacques Lacan, Seminario 11, “Los cuatro concep-
representa para el fantasma del analizante, para, en tos fundamentales del psicoanálisis”.
otro tiempo, salir de allí. Hace semblante de objeto,
reencuentra el lugar del objeto a y lo hace caer, re- - Jaques Lacan, Seminario 24, “L´ insu que sait de
lanzando la búsqueda de un nuevo sentido. Aquí, me l´une- bevue s´ aile a mourre”.
sirvo de las palabras de Daniel Paola “…No podría - Paola Daniel, “Inconsciente, sentido y forclusión”.
haber analista si no se pudiese descartar el sentido
que se oye para después hallar otra dimensión en la - Domb Benjamín, “La posición del analista y la efica-
que se presente lo incurable analizante del objeto cia del psicoanálisis”.
a, el cual retorna con lo reprimido como otro sentido
diferente…” 2.
Notas:
Concluyo estas líneas acercándoles unas letras 1- Jacques Lacan, Seminario 8: La transferencia.
que el maestro nos legara y que tienen su resonan- Clase III: La metáfora del amor. Pág. 51. Editorial
cia en cada encuentro con lo real que atraviesa la Paidós.
clínica. “… Qué es la neutralidad del analista si no es
2- Daniel Paola, Inconsciente, sentido y forclusión.
justamente eso, esta subversión del sentido, a saber
Cap. 1: Sobre la forclusión de sentido. Pág. 15. Edi-
esta especie de aspiración no hacia lo real sino por
torial Letra Viva.
lo real…” 3.
3- Lacan Jacques, Seminario XXIV: L´ insu que sait
La neutralidad del analista, agregaría, jugando
de l´une- bevue s´ aile a mourre. Clase “Palabras so-
con el título de este escrito, punto de neutralidad
bre la histeria” del 26 de Febrero de 1977.
metafórica, es la posibilidad de subvertir el sentido,
subversión que se produce si se atraviesa por el lu-
gar vacío de significación. Ahí, donde el sentido es Texto publicado en Moebiana N° 55, Año 2015.
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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

Hacer escuela: estructura,


tránsito y lectura
Cristina Borda
m.cristinaborda@yahoo.com.ar

H
ace aproximadamente dos años, formamos surgieron. De los integrantes, dos estaban en la
un pequeño grupo, reunidos por transfe- Comisión Directiva y yo en un espacio de dirección
rencia de trabajo, confianza, simpatía y (cartel) que no se había constituido. Logramos de
buen enlace, con la intención de apostar al trabajo este modo hacer un armado donde la confianza y
en torno a uno de los dispositivos base de una el entusiasmo nos causaban al trabajo. Tres fue
escuela: el cartel. En esta oportunidad fue de tres, el modo de encontrarnos para descompletar dis-
más uno. tintas funciones y avatares que sorteábamos por
aquellos tiempos, tomados en cuestiones de di-
El año pasado expusimos nuestro trabajo (en rección y ejecución.
singular) ante ustedes, en las jornadas que prece-
den a ésta. Teníamos apenas un tiempo de funcio- ¿Por qué tres? Pregunta, que con el tiempo ella
nar al momento de pre- misma se fue haciendo
sentar, y lo que pude respuesta. Tres, modo
recortar fue hablar del de poner en acto ese
tránsito; la escuela saber no sabido, ante-
para ser tal, tiene la ne- La terceridad siempre está rioridad lógica que no
cesidad de que cada presente en la vida institucional había encontrado aún
uno de los miembros su decir. La terceridad,
encuentre su modo de
y según el lugar que tome, habrá salida necesaria de
transitarla, de hacer es- repercusiones en los lazos y distintos cualquier relación in-
cuela, de autorizarse y efectos de discurso. tersubjetiva. “Una parte
no hacer una experien- de mí escapa tanto a mi
cia de masificación, ni saber cómo a mi refe-
de alienación a ningún rencia y el verdadero
saber que no provenga motivo sigue estando
de su propia experiencia. por fuera de mi discurso conciente”

Voy a tomar dos cuestiones que me continua- La terceridad siempre está presente en la vida
ron trabajando después de las Jornadas 2015. institucional y según el lugar que tome, habrá re-
La primera, una intervención del más uno, y la percusiones en los lazos y distintos efectos de
otra una pregunta del público acerca de la caída discurso.
del SsS.
La escuela es responsable de la transmisión y
La pregunta que el más uno nos hizo en nues- la enseñanza del psicoanálisis, pero cómo deviene
tro primer encuentro fue ¿por qué tres? No nos esto en las instituciones psicoanalíticas es toda
apresuramos a responder aunque algunas frases una cuestión.
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OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

Que una escuela sea freudiana no es rendir no es el sujeto que sabe, finge serlo. Es operatorio,
honores a su creador ubicándolo en el lugar del el Sujeto cae (se efectúa y se pierde ya que no
maestro, ya que eso reproduce un discurso amo, hay nada que le de consistencia, simplemente es
la repetición de un saber predigerido, formar ana- producción de la estructura significante) el saber
listas que puedan difundir la teoría, tal como era (de esa operación y del vacío en el que se funda
en los primeros tiempos después de Freud. Que el inconsciente) queda. Y ese deseo de saber es lo
una escuela sea freudiana es poder ubicar el que hace lazo.
deseo del analista como causa y la transmisión
como efecto de la formación del analista, o sea Hacer escuela es incluir la lógica de la falta
quien haya mantenido una relación con el saber en el lazo con otros, instituir esa lógica del no
inconsciente, lo pondrá en acto y eso hará trans- todo; transitar la escuela es encontrarnos con
misión. la falta, la barra cae sobre la E de la escuela

Al transcurrir un
análisis ese agujero
que se percibe en el
Otro, que también lo
perfora de igual mane-
ra, no deja ningún apo-
yo a su deseo más que
una falta en ser, cae la
dependencia del deseo
en su relación al Otro
para experimentarlo
como una incógnita,
una nueva formación
del inconsciente, una
posición deseante para
sí. Es el sujeto en tan-
to deseante y no en
tanto deseable. Que
el deseo esté presen-
te, coloca al sujeto en
posición de autorizarse
en sí mismo; aunque es
necesario agregar ante
algunos otros.
haciéndola una institución diferente de cualquier
En psicoanálisis no hay metalenguaje que pue- otra. Los dispositivos de escuela son las herra-
da transmitir ni un saber ni una praxis, por eso en mientas para sortear el malestar que produce
el psicoanálisis contamos de a tres. ese no todo, pero la relación a la falta es una
relación inédita gestada en el análisis personal.
Para que un análisis marche, es necesaria la
instalación del SsS, es decir que a ese saber que
está allí se le suponga un Sujeto, que por un tiem- Trabajo presentado en las V Jornadas de Car-
po prolongado será encarnado por el analista. El teles y Grupos de Investigación de la EFLA.
analista acepta ese lugar, sin creérselo, sabe que Agosto de 2016.

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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

Acerca de la cuestión de la
formación de los analistas
Silvana Tagliaferro
siltagliaferro@gmail.com

El vacío no es equivalente a la nada.


J. Lacan
“Proposición del 9 de Octubre de 1967” Ornicar?

L
a cuestión de la formación de los analistas es los Conceptos Fundamentales, nos lleva a la inclu-
algo que no cesa de no escribirse pulsando un sión necesaria de la presencia del analista en el con-
sitio de permanente interrogación. cepto de inconsciente. Apertura y cierre del incons-
ciente donde el objeto a desempeña el papel de un
Lacan jugaba con el dicho de que nunca había obturador que a la vez devendrá causa, en tanto la
planteado el término formación del analista sino que maniobra transferencial no incauta, por su formación
de las únicas formaciones de las que había hablado analítica, tolere que la obturación de las pretendidas
era de las formaciones del inconsciente. Chiste con resistencias del analizante e incluso la resistencia del
el que pone de manifiesto que un analista surge de analista señalen el punto de “fracaso, siempre en el
una experiencia, la de su propio análisis, del análisis momento exacto, del buen encuentro” 2. Diría por mi
de sus formaciones del inconsciente y del trato que a parte, del buen encuentro con un analista.
la resistencia del analista como operador de una cura
le dé en su formación. 2- No hay formación sin transmisión.

Podríamos señalar al menos tres puntos que po- Esto ubica una implicación, se trata del “no- sin”
drían ubicar en la experiencia analítica el eje de la que el falo instala como ligazón. No habría forma-
formación: ción sin transmisión ni transmisión sin transferencia
puesto que lo que se transmite es la castración, cas-
1-El psicoanálisis no es un epígono1. tración simbólica.
El psicoanálisis no es copia o reproducción de un Lacan señala que “la castración es que el falo se
modelo. Si un analista se produce en un análisis sus transmite de padre a hijo, y esto supone incluso algo
formaciones del inconsciente serán las que darán pie que anula el falo del padre antes que el hijo tenga
a que pueda formarse. No habría analista sin pasaje derecho de portarlo” 3. En ese intervalo entre que el
por la experiencia del inconsciente. Que la formación padre deja de portar el falo y el hijo no se autoriza,
se asiente en esta experiencia, la del análisis llamado aún, a llevarlo, hay un vacío.
didáctico, pone en acto el efecto de transmisión efec-
tuado por Lacan con su desprendimiento de la IPA. En ese trans- que es raíz de transmisión, trans-
ferencia, transformación, hay un paso, un pasaje.
La presencia del analista, irreductible por estar El pase es castración, que sería oportuno siempre
como testigo de la pérdida que se produce en esa considerarla en plural. Hay las castraciones, la cas-
zona oscura, como dijera Lacan en el Seminario de tración no es única. Usar el artículo definido, decir
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OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

“la” castración estaría dando cuenta de una función Hace falta que el analista haya sido analizante.
auto-morfa, es decir, la misma estructura, hecha de la Que haya pasado por la experiencia de suponer
misma manera, anudada del mismo modo. Y Lacan saber para luego encontrarse con lo que un aná-
se ocupa de decirnos que hay muchos tipos de cas- lisis enseña, que no se es. Y así transmitir que lo
traciones. Pluralización que extendemos a lo que ata- posible del por-venir del psicoanálisis reside en la
ñe a las cuestiones de la formación de los analistas. inadecuación del pensamiento a la realidad sexual.
Ruptura que posibilita un trayecto en lo menos
En la formación analítica esa transmisión se pro- pensado. Apertura del inconsciente que anuncia
duciría en transferencia posibilitando una trans-for- un Final de partida6 no parricida, sino efecto de
mación. El cambio de posición de analizante a ana- una experiencia de que Un padre no es todo, no
lista sería un efecto de ese paso por ese vacío que hay quien no esté afectado por esa amputación7
permite que la pulsión accione en acto un deseo, que que la lógica restablece como alienación en lo in-
siempre es singular. curable del síntoma.
En el lugar vacío de origen se inventa, de ahí el La formación del analista se apoya en un empalme,
entusiasmo. Savoir y faire como una forma de hacer análisis en intensión y análisis en extensión. Al menos
ahí, en ese sitio donde el vacío queda umbilicado al dos, el análisis como experiencia donde se preparan
no hay- relación sexual. operadores y la escuela, donde dar cuenta del deseo
analítico. Empalme como hiancia. ¿Torsión Moebiana
Enseñanza y transmisión no son lo mismo, la en-
que la topología anuda como inversión donde podría
señanza no garantiza que algo pase, motivo por el
articularse ese imposible que alienta la práctica de una
cual el saber referencial siendo necesario no es su-
diversidad de experiencias que ponga a prueba una y
ficiente.4
otra vez, la existencia del inconsciente?
3-La experiencia del análisis entraña un tránsito.
Notas:
Un tránsito en cuyo curso nace un deseo: el deseo 1- Daniel Paola, “Inconsciente, sentido y forclusión”.
del analista, deseo de retomar a nivel del inconscien- Ed Letra Viva
te de otro la experiencia llevada a cabo con el pro-
pio inconsciente. Moustapha Safouan se pregunta5 2- J. Lacan, Seminario “Los Cuatro Conceptos Fun-
¿Qué deseo es ese? ¿Es el deseo del analista una damentales del Psicoanálisis”, clase del 22 de Abril
nueva formación del inconsciente, en el sentido más de 1964
auténtico de la “formación” del analista?.
3- J. Lacan, Seminario “El Sinthome”, clase del 10 de
El deseo del analista sería un concepto umbilical febrero de 1976
en la cuestión de la formación porque da cuenta de
4- Liliana Donzis, “Formación y Transmisión. Cuerpo y
un viraje operado en la función de -fi y de a. Falta y
Política”. Texto en Biblioteca de la EFBA
objeto, donde vino a zozobrar, a caer, toda seguridad
que el sujeto obtenía en el fantasma para vislumbrar 5- Moustapha Safouan, “Jacques Lacan y la cuestión
que el deseo no es otro que el de un des- ser. de la formación de los analistas”
Sólo habiendo pasado por ahí sería posible que ope- 6- Samuel Beckett, “Final de Partida”, Ed. Tusquets.
re en la posición de x. El deseo del analista barra la con-
notación del ser, del “ser analista” para plantear que no 7- J. Lacan, Seminario “La lógica del fantasma” clase del
hay ontología sino que analista es efecto de una ope- 18 de Enero de 1967. Traducción Carlos Ruiz. EFBA.
ración que implica un tránsito. Llevar esta experiencia,
llevarla hasta su punto de finitud sería esperable para Parte de este escrito fue publicado en Moebiana
permitir el après coup, como efecto de tiempo. Nº 54, “La formación de los analistas”.

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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

El psicoanalista entre la hospitalidad, la muerte y el


deseo de analizar. Algunas consideraciones éticas
sobre el psicoanálisis en cuidados paliativos
Romina Scordino
rominasocordino@yahoo.com.ar

Trabajar para el final… se oscilando entre la creencia y la no creencia en la


muerte de su paciente. Algo se sabe, por momentos
¿Qué lugar para un analista cuando el sujeto que se lo cree, por momentos no. Tal vez esto sea lo que
consulta lo hace porque le han diagnosticado una posibilite algún trabajo.
enfermedad terminal?
Cuando se cree que el fin de la vida tendrá lugar
En este tipo de casos, el analista tendrá que estar de un momento a otro, el sujeto puede vivirlo como
advertido y soportar la idea de que la muerte real una condena a muerte. Como analiza Lacan en el se-
será la que marque la terminación del tratamiento. minario 7 con Antígona, frente a la condena a muer-
Más acá o más allá en el tiempo la muerte biológica te, desaparición física del mundo, una opción es el
de nuestro paciente acontecerá. suicidio, otra la tragedia, ¿puede haber otra salida?
Los tiempos apremian, pacientes que consultan ¿Es posible por el deseo del analista propiciar otro
una semana antes de morir, así como aquellos que sentido para el final de la vida? ¿El final puede darse
lo hacen al ser diagnosticados con la enfermedad, menos trágicamente?
pero que cuentan con un poco más de tiempo real
(biológico) de vida. Hay un dicho que dice, “uno muere como ha vi-
vido”. Si se elige la vida, ¿puede elegirse la muerte?
En algunos casos los días están contados, sin em- Tema que puede tornarse muy polémico. Pero que
bargo, sabemos que los tiempos del sujeto no nece- alude en última instancia a la posición de un sujeto
sariamente coinciden con la cronología. Dimensión frente a su deseo.
temporal que en estos tratamientos coloca al analista
en la posición de tener que maniobrar entre el pre- La ética del psicoanálisis y la ética médica
sente, el pasado y un futuro de corto plazo incierto,
en tanto no sabemos exactamente cuándo ocurrirá el La medicina posee un saber sobre el cuerpo en
fin, pero ocurrirá pronto. tanto soma, eso trata primordialmente. En pos de un
ideal de beneficencia el tratamiento médico puede
La dimensión trágica puede irrumpir en la vida de dejar al sujeto en medio de una hospitalidad abru-
estos sujetos cuando son diagnosticados, por ejem- madora.
plo, con un cáncer en la cabeza. ¿Y ahora qué? ¿Por
qué a mí? El sujeto oscila entre el saber sobre la po- La idea de que el médico sabe y decide lo mejor
sibilidad de morir cercana y el no creer en la muerte para el paciente, ocasiona en la práctica algunas pre-
propia. guntas al psicoanalista y al sujeto que nos consulta.
¿En qué lugar queda el deseo de ese sujeto que está
Tal vez un analista pueda trabajar en estos casos muriendo, pero que todavía no murió? ¿Cómo situar
justamente porque no cree en el hecho de que su la posibilidad de decidir del sujeto que muchas veces
propia muerte sea posible. La muerte que ronda en está opacada por la familia y los mismos médicos
los tratamientos es de otro. Asimismo, respecto de que deciden qué información dar y cual no, qué trata-
la muerte de ese otro, el analista puede encontrar- mientos hacer y cuáles no?
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OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

No todo se sabe, el saber y el quehacer del mé- jero, y habla de la posibilidad de que el anfitrión que-
dico tienen límites, llegado un momento de la evolu- de tomado como rehén del huésped.
ción de la enfermedad el médico puede quedarse sin
herramientas para tratar al paciente, pero sobre todo En un análisis el alojamiento subjetivo es propi-
puede quedarse sin palabras. ciatorio de la instalación de la transferencia en los
tratamientos, hacer lugar al sujeto en la escucha de
El paciente puede presentarse ante el analista su padecimiento para poder ir más allá.
diciendo las palabras del médico “no hay más nada
para hacer” esto puede ser devastador para el suje- El alojamiento subjetivo implica la hospitalidad
to. El analista tomará las palabras del sujeto como la pero no a la inversa.
verdad, trabajará con lo que el paciente puede decir, El ideal de hospitalidad implica hacer y procurar el
advertido de que si no hay más nada para hacer des- bien al paciente. En pos de este ideal muchas veces
de lo médico, se puede seguir haciendo algo a través se cae en un encarnizamiento terapéutico que deja
de la palabra. al paciente en posición de objeto del discurso mé-
El analista, por su deseo, soporta en estos casos, dico. Esto puede ser muy angustiante para algunos
saber algo acerca del pronóstico de la enfermedad, y sujetos.
se abstiene de comunicarlo al paciente. El psicoanalista se ubica en el “entre”, entre la
Inevitablemente se dialoga con el discurso mé- familia y el enfermo, entre la familia y el médico,
dico, algo es necesario para el analista conocer de entre el sujeto y el médico o el discurso médico, en
medicina, diagnósticos, tratamientos, pronósticos última instancia entre la vida y la muerte de otro,
(siempre inciertos). su paciente.

También se dialoga con la familia, que en los últi- El analista acoge con su escucha al sujeto, recibe
mos tiempos de la vida, puede tornarse muy necesa- hospitalariamente al paciente, a la familia, al médico
ria para el sujeto y también para el analista. con su discurso, y también a la muerte.

Más allá de cada tratamiento, el psicoanálisis nos Recibiendo a la muerte se puede propiciar la vida
permite decir, que mientras haya vida hay algo para mientras exista aliento. Sin embargo, también debe-
hacer con el sujeto que sufre. Cada caso es singular. rá, el analista, estar advertido de que puede quedar
tomado como rehén de esos huéspedes. Esto no es
Podemos, por el deseo de analizar, llevar a cabo muy diferente de cualquier análisis, ya que remite a
intentos de construcción e intervenciones que apun- la transferencia.
tan a responsabilizar al sujeto de lo que va aconte-
ciendo en su vida, de manera que pueda hacer algo El analista se ubica en tanto anfitrión, aloja hos-
con sus deseos. pitalariamente al sujeto, pero deberá estar advertido
de la posibilidad de quedar tomado como rehén por
El analista puede acompañar, escuchar, propiciar los diferentes actores, y por la idea misma de hospi-
el hablar, y en ese hablar vivir. Hablar, imaginar, llevar talidad. La transferencia en el último tiempo de vida
a cabo algún acto antes de morir. se torna masiva y exige muchas veces que el analista
esté presente realmente para el sujeto y su familia.
Sobre la hospitalidad y el lugar del analista
El analista por su ética sabe que no puede pro-
El concepto de hospitalidad se traduce del griego curar el bien al sujeto, no se trata de eso. Sabemos
como “amor a los extraños”, en latín hospitare signi- que curar es imposible, gobernar y educar. Entonces,
fica “recibir como invitado”, contempla la asistencia ¿Cómo dirigir la cura en estos casos?
y la atención de aquel que necesita algo. Acogida,
admisión, aceptación, acogimiento, recibimiento.
Versión para publicar en Moebiana del trabajo pre-
Derrida, en su libro La Hospitalidad, va un poco sentado en las Jornadas de Cerau: ”El psicoanáli-
más allá de la hospitalidad como acogida del extran- sis en intensión y extensión”, Montevideo 2016.
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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

Cartel: entre la experiencia


y la lógica, la creación
Mariana Pereyra
pereyramar_a@yahoo.com.ar

F
undar implica un Acto, inscribe un comienzo, naturales N+1 justamente para dar cuenta de la
un principio. De allí partí y tal fue el título lógica del sujeto del inconsciente.
del trabajo presentado en las Primeras jor- Como el título de este trabajo lo señala, ubico
nadas de carteles de la Efla, y en las Jornadas al cartel entre la experiencia y la lógica. Un cartel
de carteles de la Efa, escrito que llevaba por tí- es un agrupamiento pero entiendo que Lacan lo
tulo “Principio y Acto”. Producto que se arroja- diferencia de un grupo en tanto comporta una
ba luego de haber compartido un cartel “lectura lógica-No me voy a explayar acerca de lo que es
del Seminario 1: Los escritos técnicos de Freud” un cartel, solo mencionaré lo que Lacan estable-
con Maren Balseiro, Sergio Demitroff y Rodrigo ce en el Acta de fundación de la Escuela Freu-
Echalecu. Mas Uno: Graciela Berraute (Escuela diana de Paris: “Para la ejecución del trabajo,
Freudiana Argentina) adoptaremos el principio de una elaboración
El otro trabajo presentado, en las Segundas sostenida en un pequeño grupo. Cada uno
Jornadas de carteles y grupos de la efla, lleva- de ellos (tenemos un nombre para designar
ba por título “a-bordar la clínca Psicoanalítica”, a esos grupos) se compondrá de tres perso-
esta vez producto del trabajo del cartel “Cuestio- nas como mínimo, de cinco como máximo,
nes Clínicas”, junto a Marisa Pellejero, Andrea cuatro es la justa medida. Mas una encargada
Silvapobas, Diego Basso, y Romina Scordino. Mas de la selección, discusión y del destino que
Uno: Silvana Tagliaferro se reservará al trabajo de cada uno. Luego
Volver a leer esas letras, a interrogar lo escri- de un cierto tiempo de funcionamiento, a los
to, a encontrar en el punto de repetición cuestio- elementos de un grupo se les propondrá per-
nes que en su momento me interrogaba y siguen mutar en otro”
insistiendo aunque en su diferencia. Un Hallazgo Tal es la propuesta de Lacan, un pequeño gru-
entonces en torno al Acto y la Clínica, un borde, po de analistas practicantes de una escuela de-
la creación. ciden formar un cartel, entre el mínimo de tres a
En el marco de las Terceras Jornadas de Car- cinco como máximo y el uno en más o plus-an,
teles y Grupos voy a partir del tres. Tercer escrito, cuya estructura lógica sería N+1; con el propósito
terceras Jornadas. Es el tres, que incluye al dos, de llevar a cabo una tarea en común y durante un
y al uno a partir de un lugar vacio, el cero. Sigo tiempo limitado. Ahora bien, esto no es suficiente
a Lacan en esa formalización que encuentra en sino no hay una inscripción, de allí la función en
las matemáticas, la progresión de los números una escuela de la Secretaría de Carteles y lo que

20
OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

se verifica retroactivamente a partir del producto clase justamente que lleva como título “Hacia una
arrojado por cada uno de los que integran el car- práctica lógica del psicoanálisis”, nos dice que
tel. Momento de concluir que arrojará un producto se va a servir ahora de otra disciplina, la práctica
que no es colectivo. lógica que se ejerce en el campo de las mate-
Una pregunta a la que arribo a partir de esta máticas, dice Lacan “¿qué mas tentador para
invitación a dar cuenta de la experiencia de cartel la lógica que las matemáticas , donde el dis-
¿Por qué Lacan se vio en la necesidad de sumar curso demostrativo parecía asentado en una
al trípode Freudiano, análisis personal, control y entera autonomía respecto de lo que se llama
formación teórica, dos dispositivos que definen y experiencia”.
diferencian una institución de una escuela? me Se trata de diferenciar Forma de Formalismo,
refiero al Pase y al cartel. Dejaré de lado al Pase así en psicoanálisis se opera con la forma en
por que no es lo que nos reúne hoy. tanto se trata del corte, en un campo donde lo que
En cuanto al cartel, leyendo a otros analistas, está en expuesto es el cuerpo, y que desemboca
y por experiencia per- en la caída de algo que
sonal en estos años tiene alguna forma, en-
de trabajo en escuela, tiendo que alude al ob-
lo que está en cues- jeto a, como producto.
tión es el lazo entre La importancia de los En cambio el uso del
analistas. La importan- formalismo por las ma-
cia de los disposi-
dispositivos y la necesariedad de temáticas, dice “Es la
tivos y la necesariedad sostenerlos como cuestión en la tentativa de someter
de sostenerlos como formación de los analistas a condición este discurso a una
cuestión en la forma- de no tornarlos en rígidos dogmas o prueba que podría-
ción de los analistas a mos definir en esto
condición de no tornar-
sostenimientos cuasi religiosos, reside términos, asegurarse
los en rígidos dogmas en su puesta a prueba. de que luzca bien, es
o sostenimientos cuasi decir, que funcione
religiosos, reside en su sin sujeto”.
puesta a prueba. Esto es fundamen-
Al respecto, una cita que recorto del trabajo tal, porque justamente si el psicoanálisis es una
de José Zuberman a propósito de los 20 años de praxis no es sin un sujeto implicado en esa praxis,
carteles en la Efba, dice así: “No estamos libra- llámese Función del analista- Para las matemáti-
dos que nos ocurra como a los postfreudia- cas, continúa diciendo, es inconcebible el error
nos que tranformaron el dispositivo freudiano subjetivo, el matemático como sujeto no cuenta.
en encuedre y decían que cuidar el encuadre Es decir que la primera condición es la de ser un
es cuidar el análisis. La garantía no es que lenguaje sin equívoco. La segunda condición es
haya carteles como pura forma, obviamente que dicho lenguaje debe ser pura escritura.
cuidar los carteles no necesariamente es cui- De este modo, señala una diferencia radical
dar la escuela” entre nuestro campo y el de las matemáticas,
Hago un punto de detención en “la pura forma”. pues se trata de una práctica que incluye en
En el seminario 16, De un Otro al otro, en la la cuenta “el error subjetivo”. Justamente por

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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

ser el lenguaje equívoco. Un análisis es una ex- Una frase de Lacan, en la Apertura de la Sec-
periencia en tanto lo que se pone en juego es ción Clínica, dónde es taxativo, ante la pregunta
ese “error” que implica la No relación-proporción qué es la clínica psicoanalítica, y nos dice que no
sexual y que al modo de respuesta la neurosis es complicado, es lo que se dice en un psicoaná-
intenta suturar. lisis. Es lo que se puede decir de esa experiencia
Claro, no se trata de rectificar el error, sino po-que si no se dijera, quedaría en el orden de lo
ner el error en la cuenta. Pasar por la experien- inefable. Entonces que se diga de un cartel, es lo
cia de un análisis supondría las vueltas por ese que se puede decir de esa experiencia. Este es el
“tejido” hecho de significantes, me refiero al in- compromiso que asumimos los analistas cuando
consciente que comporta el agujero real, agujero decidimos y apostamos al trabajo de escuela, al
traumático, estructura trabajo sostenido con otros: qué se diga acerca
de incompletud. En re- de lo que se inscribe
sumidas palabras, me en un cartel!
estoy refiriendo a la ex- Para concluir, reto-
periencia de un análisis mando lo señalado en
como la experiencia de en tanto un cartel arroja torno a la “pura forma”
pasar por la castración. un producto, es la posibilidad a la que se refería Zu-
Experiencia que no es de salir de la pura forma, berman, en tanto un
sin resto, sin residuo, cartel arroja un produc-
pues allí se pone en juego
el objeto a que se des- to, es la posibilidad de
prende como objeto la creación de cada uno. salir de la pura forma,
causa y la caída del pues allí se pone en
Sujeto supuesto saber. juego la creación de
En cuanto a la expe- cada uno. Re-crear en
riencia en un cartel? esa dimensión que supone un cartel, la falta. Po-
ner en juego la castración, es crear.
Si el producto es lo que arroja cada uno de los
integrantes de un cartel como efecto de ese dis-
positivo, cuyo pivote reside en ese uno en más, Bibliografía de Referencia:
lugar de vacío, dónde re-suena ese vaciado de
M. Duras. Escribir. Ed. Turquets
saber que implica la experiencia de un análisis,
pues la formación de los analistas es efecto del J. Lacan. Seminario 16 “De Otro al otro”. Ed.
análisis personal, entonces un es un dispositivo Paidós
que se presta a poner en juego la castración en
J. Zuberman. Intervención en la mesa del 2 de
el lazo entre analistas.
Julio de 2005 en las VIII Jornada de Carteles,
Podría formularlo así, el dispositivo de cartel II Jornadas de Grupos de Investigación, “Veinte
se torna fundamental en la formación de los ana- años de Carteles”, Escuela Freudiana de Buenos
listas en tanto por su lógica, propicia y promueve Aires, 2005.
el lazo entre los analistas pone en juego en cada
uno la relación a la castración, efecto de su po-
sición como analizante, es decir lo que ocurre en Texto publicado en Moebiana Nº52, Noviem-
otro dispositivo, me refiero a la intensión. bre-Diciembre 2014.

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OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

Eficacia de un psicoanálisis
en la vida cotidiana
Maren Balseiro
marenbal@yahoo.com.ar

E
n 1932 Einstein y Freud mantuvieron un piden el encuentro. Eso que ya el maestro vienés
pequeño diálogo epistolar que conocemos dio en llamar “miseria neurótica” y que encuentra
a través del articulo freudiano “¿Por qué la realización en la vida cotidiana de cada quien. ¿En
guerra?”. El físico fue quien inició el intercambio algún punto como psicoanalistas, podríamos de-
con una pregunta: “¿Hay algún camino para evitar clararnos pacifistas?
a la humanidad los estragos de la guerra?” Freud
en el intento de responder, nos conduce por los Partamos de algunos posibles acuerdos:
caminos de la pulsión. Allí donde Eros se en-
-El psicoanálisis no es eficiente, ni rápido, ni
cuentra con la pulsión de muerte, alertando sobre
presta garantías. No busca un uso racional de los
cómo esta última trabaja dentro del ser humano, y
medios para alcanzar un objetivo determinado. El
deviene en pulsión de destrucción.
psicoanálisis se dirige al sujeto del deseo y que
Freud afirma en ese texto: “…creo que la prin- este emerja como consecuencia del acto del ana-
cipal razón por la cual nos sublevamos contra la lista. No siempre y sin garantías. Esto implica la
guerra es que no podemos hacer otra cosa. So- renuncia de los psicoanalistas a la condición de
mos pacifistas porque nos vemos precisados a supuestos héroes modernos. Que se produzcan
serlo por razones orgánicas. Después nos resul- efectos terapéuticos en las curas que conduci-
tara fácil nuestra actitud mediante argumentos”. mos, necesarios por cierto, no quiere decir que
desviemos su orientación. Que el psicoanálisis
La eficacia del psicoanálisis no pretende abor- apueste a “deshacer por la palabra lo que fue he-
dar cuestiones de índole nacional, política, o so- cho por la palabra”(2) ubica una eficacia, la que se
ciológicas. La pregunta que quiero plantear es sostiene en el inconsciente y se dirige al síntoma
menos pretenciosa; se sitúa en las pequeñas ba- que acosa a quien nos consulta.
tallas cotidianas, aquellas por las cuales los suje-
tos padecen, sufren, se angustian, nos consultan. - Qué entendemos por vida cotidiana. Quizá
Las fijaciones a goces mortíferos que los dejan nos oriente el siguiente fragmento: “… el mante-
retenidos en modalidades destructivas, fumando nimiento del progreso frente a la creciente com-
hasta morir o en los avatares del malestar con petencia, sólo se ha logrado mediante un gran
los otros, una de las fuentes principales de pa- trabajo intelectual, y sólo éste es capaz de con-
decimiento, según plantea Freud en “ El malestar servarlos. La lucha por la vida exige del individuo
en la cultura”, vínculos terroríficos a veces, goces muy altos rendimientos, que puede satisfacer úni-
desanudados, deseos locos, inhibiciones que im- camente si apela a todas sus fuerzas espirituales;

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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

al mismo tiempo, en todos los círculos han crecido exigencias a las que está expuesto el individuo,
los reclamos de goce en la vida… todo se hace de agitación, prisa, luchas de todo tipo. No pode-
prisa y en estado de agitación: la noche se apro- mos desconocer que esta descripción se aproxi-
vecha para viajar, el día para los negocios, aún los ma bastante a la que podríamos hacer de nuestra
“viajes de placer” son ocasiones de fatiga para el vida cotidiana hoy, aunque fue hecha por un so-
sistema nervioso; la inquietud producida por las ciólogo, Erb, hace más de 120 años y que Freud
grandes crisis políticas, industriales, financieras, cita. La actualidad de esa descripción acentúa una
se transmite a círculos de población más amplios dimensión que trasciende cada época, lo cotidia-
que antes; la participación en la vida pública se no de la vida no quedaría determinado totalmen-
ha vuelto universal: luchas políticas, religiosas, so- te por la época, no es del orden de lo presente,
ciales, la actividad de los partidos, las agitaciones sino de lo actual de la estructura del sujeto. Ese
fragmento entrama un
real que no tiene épo-
ca. Si real, simbólico e
imaginario son los tres
registros esenciales
de la realidad humana
-realidad que se va te-
jiendo en el encuentro
con otros-, será en ese
anudamiento que en-
contraremos lo actual,
que teje nuestra vida
cotidiana en 1890 y en
el 2014.

¿De qué padece en-


tonces el ser hablante?
Ha de ser de algo que
no tiene época. Ese
anudamiento RSI que
Lacan nos propone nos
Autora: Syntia Molina
da la pauta. De esa es-
electorales, el desmesurado crecimiento de las tructura el sujeto no podrá curarse.
asociaciones, enervan la mente e imponen al es-
El sujeto se enlaza a otros, en este enjambre
píritu un esfuerzo cada vez mayor, robando tiempo
de demandas imperiosas, asistiendo y resistiendo
al esparcimiento, al sueño y al descanso; la vida
con inhibiciones, síntomas, angustias, manifesta-
en las grandes ciudades se vuelve cada vez más
ciones impulsivas, desasosiego que lo dejan vul-
refinada y desapacible. Los nervios embotados
nerable en la búsqueda de un remedio-remiendo
buscan restaurarse mediante mayores estímulos,
a esa división. La castración en este punto no es
picantes goces, y así se fatigan aún más…” (3)
una anécdota, es necesario que la apuesta del
Competencia, reclamos de goce, fatiga, altas análisis haga de ella experiencia.

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OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

Una paciente, hace algunos años, me dijo, luego ficcional que le da un lugar ante la pregunta por el
de un tiempo de análisis muy difícil: “es como volver deseo del Otro, ante la castración; también des-
de la guerra, todo lo que vi, lo que pasé, el dolor, la plegará, lo mudo pulsional, con sus enlaces que
miseria humana, la tristeza, ver los resto ¿cómo se lo dejan más o menos a la vera de los caminos
hace para volver a relacionarme con los demás, mis del goce.
amigos, mis padres, después de haber visto y atra-
vesado eso? Sólo atiné a responderle: quizá más Ese sujeto de la experiencia incluye lo que queda
pacíficamente”. Dejar de escuchar en los otros el irremediablemente por fuera, un real que insiste más
tono imperativo de su madre, ante el cual se doble- allá de las épocas, y constituye el centro de esa mise-
gaba o se rebelaba, le permitió encontrarse de otro ria neurótica de la que Freud nos cuenta. Poder hacer
modo en sus relaciones allí con eso que escapa a
cotidianas. Entrelazar la todo análisis posible, que
pulsión escopica, y así insistirá en nuestra vida
hacerse mirar y no des- cotidiana, ubica una efi-
No será por amar más al prójimo, cacia del psicoanálisis en
aparecer como objeto
o desearle el bien, o abstenernos de un análisis, uno por uno.
tras una cámara de fo-
tos, con la posibilidad de algunos goces, que los psicoanalistas No se tratará de eliminar-
hablar, en principio en el podríamos declararnos pacifistas, lo, y por ello el psicoanáli-
análisis, fue el puntapié sis como práctica incluye
aunque algo de ello sea esperable algo inédito en el lazo.
inicial que relanzó su
en el encuentro con los otros. Será, Volver al discurrir cotidia-
deseo como cineasta.
entiendo, por su eficacia en la no, apostando a un mejor
Lacan se pregunta inscripción de la castración como calce entre amor, deseo y
en 1953 “¿Qué es esa goce, acaso ¿no pacifica
experiencia singular
hecho de experiencia en el lazo con el el lazo con los otros?
entre todas, que va a otro, que podrá recoger, como efecto,
aportar transformacio- una mayor tolerancia en esa trama que No será por amar
nes tan profundas a más al prójimo, o de-
implica la vida cotidiana. No siempre y searle el bien, o abs-
esos sujetos? ¿Y qué
son tales transforma-
sin garantías, pero vale la apuesta. tenernos de algunos
ciones? ¿Cuál es su goces, que los psi-
resorte?” Curiosamente coanalistas podríamos
responde que “el hom- declararnos pacifistas,
bre común, público no parece sorprenderse de la aunque algo de ello sea esperable en el encuen-
eficacia de esta experiencia que se desarrolla en tro con los otros. Será, entiendo, por su eficacia
palabras” y agrega con una simpleza que agra- en la inscripción de la castración como hecho de
dezco: “tiene razón, puesto que funciona y para experiencia en el lazo con el otro, que podrá re-
explicarla parecería que no tuviéramos de entrada coger, como efecto, una mayor tolerancia en esa
más que demostrar el movimiento andando. Ha- trama que implica la vida cotidiana. No siempre y
blar es ya introducirse en el sujeto de la experien- sin garantías, pero vale la apuesta.
cia analítica”. Sujeto del deseo, que por hablar, no
Trabajo presentado en las Jornadas de escue-
sólo desplegará los significantes de su historia,
la “Eficacia clínica del psicoanálisis. Efectos
aquellos con los cuales se ha hecho una trama
de una lazo inédito”. Noviembre 2014.
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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

Reflexiones acerca
de la función del pasador
Claudia Luján
claudialujanar@yahoo.com.ar

“De quien se podría entonces esperar el justo testimonio sobre aquel que
franquea ese pase, sino de otro que, como él, lo es aún este pase, en quien
está presente en ese momento del des- ser del que su psicoanalista guarde
la esencia de lo que ha pasado como un duelo, sabiendo así, como cualquier
otro en función de didacta, que a ellos también se les pasará”
J. Lacan
“Proposición del 9 de Octubre de 1957”

V
arias cuestiones quiero retomar de esta cita: En aquel momento, movida por esta inquietud,
por un lado el “justo testimonio” que se espe- redacto una carta al Cartel de Pase proponiéndome
ra que el pasador haga pasar. Por otro, que formar parte del listado de pasadores.
ese “otro”, el pasador, es el “pase”. ¿Qué quiere decir
esto?; ¿Qué pasa en el pase? Pasó un tiempo, y recibo un llamado en el cual
me anunciaban que se había generado un pedido de
Si el Dispositivo de Pase tiene alguna razón de pase en la escuela, y, atentos a mi propuesta, solici-
existir es justamente porque en él se dan las “con- taban hablar conmigo.
diciones” para que algo “pase” de la intensión a la
extensión, en una apuesta de sostener este discurso Tuve dos entrevista con dos miembros del Cartel
inédito. Entiendo que de eso se trata cuando deci- de Pase, y al poco tiempo me anuncian que sería una
mos “reinventar el psicoanálisis”. de las dos pasadoras para ese trabajo de pase.

El acto de fundación de la escuela Freud Lacan Podría puntuar este trabajo de pase en tres
de La Plata -a la cual pertenezco-, y el compromiso tiempos:
allí asumido en torno al psicoanálisis y su transmi-
Primer tiempo: Encuentros con los dos miembros
sión, son el soporte de las palabras que siguen.
del Cartel de Pase. Este tiempo fue para mí una invita-
El trabajo sostenido durante cuatro años en torno ción a hablar de mi análisis, del momento en el que me
al Pase, enmarcado en un trabajo de escuela, forja- encontraba; poder ubicar algunas operaciones lógicas.
ron las preguntas que delimitarán mi recorrido. También pude dar cuenta de mi relación y mi posición
respecto del Pase. Esas entrevistas no sólo echaron luz
Acerca de mi experiencia: a tramos ya recorridos de mi análisis, sino también que
abrieron una dimensión hasta ahora no explorada.
Al finalizar el recorrido en dicho espacio de trabajo,
arrojando como producto la inscripción del Dispositivo Hablar del análisis es un intento de formalizar las
de Pase en nuestra escuela, me encontré preguntán- operaciones lógicas que se han ido produciendo, los
dome ¿de qué manera seguir en relación al Pase? movimientos que un análisis va efectuando, y también
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OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

ubicar en que tiempo se está. Por otro lado, se trató de produce un estallido en torno al ideal. Como decía
una invitación a hablar del dispositivo, de lo que enten- Lacan, queda “circunscripto el momento en el que
día que era su lógica, y mi posición respecto del Pase. el objeto a se desprende del Ideal”, produciendo un
efecto que recae sobre la voracidad del Súper Yo. Se
Segundo tiempo: Encuentros con el pasante. produce una atenuación del Súper yo a partir de la
Este tiempo se trató de escuchar un relato, un testi- caída del ideal, efecto siempre liberador para el suje-
monio sobre un análisis ya concluido. Se trata de una to. El Padre ubicado en el lugar del gran Otro deviene
escucha que no es cualquiera; no se escucha como otro atravesado por la castración.
analista, no se está ahí para leer; para interpretar; se
escucha como par, como semejante, dispuesto a en- Conmoción es la palabra con la que intento bor-
tregarse a esa experiencia, a dejarse sorprender. dear un real que, en tanto Real, resulta inaccesible.
Un afecto-efecto que no podía definir. Conmoción,
Tercer tiempo: Encuentro con el Cartel de Pase. golpe, impacto en el cuerpo del Pasador.
Transmisión del testimonio. Es el momento de trans-
mitir los dichos de la pasante, pero también, al menos Encuentros con el Cartel de Pase
en mi experiencia, de decir lo que ese testimonio
había producido en mí. Este tiempo, el tercero, viene a anudar los otros
dos. Es el tiempo de hacer pasar el testimonio. Se
He leído que el Pasador carga ese testimonio has- trató de transmitir, lo más fielmente posible, los di-
ta que lo transmite. Entiendo que cargar implica que chos de la pasante.
es algo que uno lleva consigo, que lo toca, que lo
pone a producir. Podría decir que posibilita una nueva Dos situaciones se suscitan en este tiempo:
vuelta en el análisis, a las luces de los efectos que
1- Durante un momento del relato del testimonio
ese testimonio produce en el cuerpo del pasador.
se genera un intercambio entre los miembros del
Lo que ocurre entre el segundo y tercer tiempo no pue- Cartel de Pase; se trataba de un intento de formali-
do desprenderlo de lo que acontece en el primer tiempo. zar algo de lo dicho, no podía entender de qué se es-
taba hablando, sólo recuerdo escuchar una palabra,
Encuentro con la pasante: imposible de repetir, no tenía ninguna significación
para mí. Palabra que queda perdida inmediatamente
Lo que a continuación voy a escribir se despren- después de ser emitida. Sin embargo impacta.
de de las notas que fueron surgiendo posteriormente
a que se produjera la nominación. En un intento de 2- Una formación del inconsciente: al retirarme de
responderme ¿Qué fue lo que pasó? puedo recortar aquel encuentro, olvido mi cuaderno de anotaciones en
estas letras. la casa de uno de los miembros del Cartel donde ha-
bíamos llevado adelante nuestro encuentro. Este olvido
Desilusión - Padre - Conmoción - Formación del redobla la interrogación, opera al nivel de la sustitución.
inconsciente
Pasado un tiempo y ya habiendo recuperado mi
Letras que fueron dichas durante el trabajo de Pase. cuaderno de anotaciones; recibo un llamado en el
que me convocaban a una nueva reunión.
Desilusión que toca a la pasante y también a la
pasadora. Caída de ideales que podían situarse en Segundo encuentro con el Cartel de Pase
los duelos tramitados, y en el duelo por el análisis
mismo. Des-ilusión. Sorprendida me encontré con que “querían escu-
char algo más” respecto de mi “conmoción”. Hablar
El padre emerge en el discurso como estructura de la conmoción era como asociar en torno a un acto
interrogada. El padre resuena en el pase y en el aná- fallido, un intento fallido -el acto logrado, diría La-
lisis. El encuentro con el padre en su costado real can-. No había palabra para nombrar ese golpe.
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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

Durante ese trabajo de Pase la palabra fue hacien- Entiendo que justamente lo que pasa a través del
do su recorrido: Se había podido decir algo sobre el pasador es lo que escapa a toda captura simbólica
síntoma, sobre la transferencia, sobre fantasma recor- o imaginaria; porque es de lo Real. Cómo ese real
tando su axioma; se pudo decir respecto de la caída impacta en una superficie, que es el cuerpo del pasa-
del Sujeto Supuesto Saber; sin embargo, nada podía dor, entregado a esa experiencia. Es por eso que es
decir respecto de esa conmoción, como tampoco de necesario este lugar de terceridad. Eso pasa, en un
esa palabra escuchada y perdida al instante siguiente. golpe, un golpe fuerte, pero sutil. Se trata del golpe
del significante vaciado de significación. El golpe de
Palabras que no tenían significación. Podía se- lo que se dice más allá de cualquier intencionalidad,
guir tratando de definirlas al infinito, encontrándome, lo que se dice sin decir, o lo imposible de decir.
cada vez, con que “no es eso”. Lógica misma del sig-
nificante que circunscribe la falta, ese encuentro conNo hay Otro del Otro, S(A). Se trata de la reins-
lo Real como imposible. No hay palabra, ni imagen cripción de esta falta estructural, en el marco del
I(a), para decir sobre análisis. Es esta división
ese real. estructural que el signi-
ficante introduce, sin-
Vuelvo a retomar la tomáticamente, desde
pregunta del inicio: ¿Qué En el pase, las formaciones del el lugar del Pasador. No
pasa en el pase? inconsciente no son del Pasante, se trata del inconsciente
Algo pasó, efectiva- tampoco del Pasador. Se trataba del pasador; es lo que
ese testimonio produce
mente, y se produjo la de un efecto de discurso, de un en el pasador hasta que
primera nominación de discurso que como nos decía Lacan lo hace pasar. Lo que
AE -Analista de Escue-
la- de la Escuela Freud es un discurso sin palabras. El pase le ocurre al pasador le es
extranjero, no lo reco-
Lacan de La Plata. ¿Qué pasa al Pasante, y cierra un recorrido,- noce como propio, pero
podría decir respecto de
esto a las luces de esta
recorrido que está en relación a un lo golpea.
experiencia? duelo-; y en el Pasador abre una En el pase, las forma-
nueva dimensión, la dimensión del ciones del inconscien-
Lo que continua son
pase a pasar. te no son del Pasante,
“reflexiones”, faros que
tampoco del Pasador. Se
orientan la pregunta, al-
trataba de un efecto de
gunas respuestas siem-
discurso, de un discurso
pre sujetas al continuo
que como nos decía La-
cuestionamiento. Es, insisto, un intento de transmi-
can es un discurso sin palabras. El pase le pasa al
sión.
Pasante, y cierra un recorrido,- recorrido que está en
En el Dispositivo de pase, el pasador pone el cuer- relación a un duelo-; y en el Pasador abre una nueva
po para que eso pase. Su función es hacer pasar. Está dimensión, la dimensión del pase a pasar.
ahí como un simple testigo, que recoge un testimonio
Para concluir, vuelvo a Lacan: “Lo que ha pasado
para pasarlo a otros que son lo que harán un trabajo
como un duelo, sabiendo así, como cualquier otro en
de lectura sobre lo que allí pasó (Cartel de Pase).
función de didacta, que a ellos también se les pasa-
En muchas oportunidades me he encontrado pre- rá”. Eso pasará.
guntándome ¿por qué la figura del pasador?, ¿por
Versión para ser publicada en Moebiana del Escri-
qué el pasante no testimonia directamente ante el
to presentado en Reunión Lacanoamericana 2015
cartel de Pase?
y Jornadas de Pase de la efla. Septiembre 2016.
28
OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

El qué-hacer con las diferencias


en el marco de los dispositivos
Rodrigo Echalecu
rodrigoechalecu@yahoo.com.ar

P
lantearnos la cuestión de la transmisión del acto refieren al estilo del analista y su deseo en lo que
analítico, cómo hace el analista para transmitir respecta a su formación.
lo real de la experiencia, implica adentrarnos en
un debate que no deja de contemplar la posición del La nominación de A.M.E (Analista Miembro de Es-
analista y su formación. cuela) parece también circunscribir un real en la for-
mación de los analistas, real que hace agujero. Hay di-
Erik Porge considera este asunto en su libro versas publicaciones de jurados de A.M.E. que lo dicen.
“Transmitir la clínica psicoanalítica”. Allí nos dice que Es un tema que nos remite directamente a la cuestión
Freud apostó a transmitir la clínica por la puesta en de la enseñanza sobre la que se asienta la formación
relato del caso, privilegiando la verdad por sobre la del analista. Si las letras A.M.E. nominan formación su-
exactitud, mientras que Lacan decidió no publicar ficiente, tenemos que plantearnos en qué reconoce la
casos y puso más el acento en el estilo, hay varias Escuela a sus miembros, considerando el estilo de cada
maneras de decir lo mismo, maneras que el estilo quien a partir de las diversas producciones.
distingue. Y es el deseo, en ocasiones, el que es
transmitido, por la manera de decir de otro modo ¿Y adónde ir a leer esas diferencias puestas en
lo mismo. Sin embargo, nos dice Porge, y así nos acto para inscribir esa nominación?
presenta su tesis: “la intransmisibilidad está en el
Hablamos ya de las producciones escritas, po-
corazón del deseo de transmitir como umbral de la
dríamos incluir también la práctica del seminario que
invención”.
lleva adelante el analista en la Escuela.
Podríamos decir hoy aquí que el hecho clínico y
En ocasiones se producen allí efectos de transmi-
el acto que produce un analista en la cura que con-
sión sobre ese real imposible de transmitir. Como ha
duce están perdidos una vez que han acontecido, en
dicho Lacan, si es que el seminario reenvía a la trans-
ese punto tenemos al analista testimoniando de ese
ferencia de trabajo, es porque hay enseñante y no un
real en sus publicaciones, en sus escritos, en sus
mero profesor que corta y pega, que realiza un colla-
producciones varias. Freud lo decía a su modo: “es
ge. Se pueden leer allí, como decía, las diferencias
sabido que no existe ningún medio para transmitir
que hacen de la transmisión enseñanza agujereada,
en la exposición de un análisis la fuerza convincente
combinando de manera innovadora los significantes
que resulta del análisis mismo”. Es decir que cada
y produciendo un decir sobre lo intransmisible, sobre
uno lo hará con su estilo, logrando o no llevar a cabo
la dimensión real de la clínica.
lo que hace causa de deseo. Una clínica del no-todo,
de la diferencia radical, nos lleva a plantearnos qué El cartel y el pase resultan ser, a su vez, disposi-
hacemos con las diferencias en la Escuela. Hay ex- tivos princeps, por lo que allí se produce, para leer
periencia de las diferencias, se ha avanzado respec- las diferencias y el compromiso que cada uno asume
to de la nominación de A.E. (Analista de Escuela), para que la escuela continúe produciendo el discurso
sin embargo aún no han sido nominadas las que se del psicoanálisis.
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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

Cartel: “Hacer Escuela:


Estructura, Tránsito y Lectura”
Claudio Gómez
gomezclaudiod@gmail.com

A
nte la conclusión del trabajo de este cartel, Uno de ellos es en primer lugar el estableci-
quisiera agradecer a mis compañeras San- miento de una enseñanza que se desprenda del
dra Alderete, Cristina Borda, y Guillermina “hacer escuela”, lo que conlleva a pensar en cómo
Díaz, el recorrido realizado en la labor que nos ha se transmite la experiencia analítica y cómo se
convocado desde un principio. forma la misma, o sea, el lugar que esto tiene en
la formación de los analistas y por lo tanto cómo
Personalmente este trabajo me ha permitido son tratados los conceptos psicoanalíticos.
transitar el último tramo de la gestión de Comi-
sión Directiva del que he participado durante el En segundo lugar una definición de política.
periodo de Octubre de 2013 a Octubre de 2015. Ensayemos una definición de política que pueda
Esa ha sido a decir verdad, una experiencia crucial anudarse a lo antes mencionado sobre la ense-
en mi formación como analista. ñanza, eje fundamental de una escuela. Establez-
camos la política como la puesta en juego de los
Si puedo plantear que me ha permitido transi- objetos pulsionales y por ende del circuito pulsio-
tar ese último tramo de gestión, es a partir de nal, esto en tanto intento de agujereamiento de
que este cartel ha sido un nexo de trabajo situado la jerarquía propia del lazo social, para entonces
entre la Escuela y la Comisión Directiva. colocar en el centro la Ética Psicoanalítica.
Por lo tanto, y de acuerdo a lo antes menciona- En una de sus conferencias en la efla, Daniel
do, he decidido dar forma a este escrito apoyado Paola definió la política como a-política, en tanto
no sólo en el trabajo realizado en el cartel durante efecto de extracción del objeto a para producir el
este último año, sino que también en el texto que relanzamiento del deseo. A mi entender, este es el
he presentado en las “IV Jornadas de Carteles y plano donde puede producirse y reproducirse la
Grupos de la efla” del año 2015 y en el encuen- multiplicidad de espacios en la escuela de manera
tro denominado “Momento de Concluir”, realizado que toda la actividad de una institución no quede
también en la efla, y que sirve al trabajo que con- adherida a un espacio que se cierre en sí mismo
cluye con el final del periodo de gestión de cada al estilo del dogma, de la doctrina.
Comisión Directiva.
Ahora bien, ¿Qué quiere decir que haya ex-
En este sentido, quisiera detenerme en lo que tracción del a? que el a, como sustancia de goce,
considero son dos ejes fundamentales de la for- circule, o sea que se produzca la sustracción de
mación del analista en la escuela y que se des- este objeto como obturador del lazo social. En
prenden de la relectura realizada sobre estos este sentido, esta circulación; de la palabra por
escritos, pero en particular sobre los textos y tes- ejemplo, o de la posición a ocupar en la escuela;
timonios que hemos podido trabajar en el cartel. produce el agujereamiento de la corporación de

30
OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

los analistas, que cuando se aglutinan alrededor Entonces, siguiendo con esta cuestión, la en-
de una concepción unívoca del psicoanálisis ar- señanza se alcanza a partir de la experiencia ana-
man corporaciones de analistas. Entonces enten- lítica ¿Qué transmisión habría sino?
damos que si hay cuerpo, es preferible que sea del
narcisismo agujereado. Si el concepto aprehende un real, es a partir de
que emerge de la experiencia. Si en la enseñan-
No puede descuidarse que esto, si así fuera, za hay transmisión es en tanto se desliza un real
tiene incidencia directa sobre los conceptos que indecible, al tiempo que se dice, y el hacer escue-
de la práctica se desprenden y por supuesto sobre la debiera de comprender la misma lógica. Si la
las transferencias producidas y a producir. transmisión de la experiencia analítica se vuelve
homogénea obtura el real del concepto y detiene
Si tenemos en cuenta lo antes mencionado, la interrogación de la práctica.
el hacer escuela implica entonces la cuestión
de instituir en el fun- Para concluir, una
cionamiento, lo que política de escuela im-
conjuga a mí entender plica poner en el centro
el producto de una ex- la Ética psicoanalítica,
periencia, su efecto. basada en una lógica
La enseñanza puede Para concluir, una política que no es otra sino la
pensarse en esos tér- de escuela implica poner lógica de la castración.
minos. Pero la expe- Es esto lo que permite
en el centro la Ética psicoanalítica,
riencia no es sólo su la circulación por los
efecto, es la adhesión basada en una lógica que distintos espacios que
misma que esta con- no es otra sino la lógica la conforman y hace a
lleva a un real que la la formación de la es-
pone a funcionar.
de la castración. cuela, así como tam-
bién no hay que olvidar
Por lo tanto el inte- que el analista forma la
rrogar los conceptos escuela.
psicoanalíticos a partir
de la clínica misma no va de suyo en la formación No hay formación de la escuela si ésta queda
del analista, emerge sólo como efecto de aquel en la homogeneidad de la jerarquía, la cual en-
que coloca en el centro de la tarea el análisis de quista los lugares llevándolos a una lógica del “o
su experiencia. bien… o bien…” sin hacer de los lugares una base
de funcionamiento, sino un reconocimiento.
Esto no puede ubicarse en la consistencia de
un Otro, aunque esto no quiere decir que el Otro Por supuesto que la jerarquía se hace necesa-
no sea necesario. Es necesario, saber con qué ria en un mínimo de funcionamiento institucional,
Otro hay formación y con que otros hay forma- no lo desconocemos, pero el reconocimiento es
ción, para que pueda advenir el analista que se lo que más bien debiera ser encausado, por no
autoriza de sí mismo, pero esto no es formación, ser esperable que el mismo quede en un plano
para que pueda advenir el analista que se autoriza de espera.
de sí mismo, pero esto no es condición suficiente.
El analista adviene en la experiencia y por tanto
al incluirse en la escuela forma la escuela para Parte de este escrito fue presentado en las
encontrar ahí su formación. Pero debe hacer su V Jornadas de Carteles y Grupos de la EFLA.
experiencia. Agosto 2016.

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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

Atolladeros clínicos:
cuando el deseo está en suspenso
Sandra Alderete
alderetesandra@hotmail.com

C
uando nos consultan los analistas oferta- El deseo se manifiesta de diversos modos en
mos nuestra escucha. Se invita al consul- las neurosis, como prevenido en la fobia, insatis-
tante a que diga, de sus padecimientos y fecho en la histeria, imposible en la obsesión. Son
pesares. Por el despliegue en transferencia, de la modos de respuesta que se da el sujeto ante la
palabra, se irá armando la historia libidinal, apos- castración del Otro. Cuando decimos deseo ha-
tando a que sus dichos se ordenen en discurso. blamos de sujeto. Sujetado a la división que lo
hace existir, atravesado por la falta cuyo ordena-
El analista es al menos dos el que produce dor lógico es la inscripción de la función fálica.
efectos y a esos efectos los teoriza, los formaliza, Entre los significantes que lo representan y sus
dando razones de su práctica. Esto nos permite goces, entre saber y verdad. El parlêtre adviene
sostener cada vez, la pregunta de qué demanda en el campo del Otro y acontecen una serie de
se trata, guiando el rumbo de la dirección de la operaciones complejas estructurales y estructu-
cura. rantes de la subjetividad. Nace en el campo del
Otro y se sustrae, se descuenta extrayendo su S1
Asistimos a modalidades en el campo del de-
(rasgo unario) y como resto de la división se pro-
seo y otras, donde el deseo se encuentra suspen-
duce la extracción del objeto a.
dido. Me referiré al campo de las neurosis (anuda-
miento borromeo), donde el deseo se encuentra ¿Qué hacer, como analistas ante el pedido de
detenido, no se aviene a la ley del deseo. Sean tratamiento de sujetos que no se avienen a la
sujetos niños, adolescentes o adultos. Con la par- modalidad deseante?, ¿cómo realizar la apues-
ticularidad que niños y adolescentes no tienen se- ta a que dicho tratamiento devenga en análisis?,
llado su fantasma. ¿cómo intervenir?
El sujeto en el mejor de los casos, es esperado, Si la modalidad que prima, no es la del deseo,
deseado por sus Otros que lo anteceden. Al espe- es debido a que el goce pulsional no se encuentra
rarlo se lo nombra, incorporándolo en la cadena encauzado en la red del fantasma. El fantasma es
filiatoria, se lo aloja, se imagina un futuro posible. el que sostiene el deseo, y es también la respues-
Esto sucede nos dice Héctor Yankelevich, sólo si ta que el sujeto se da ante la demanda del Otro.
el Otro primordial puede hacer la “apuesta pas- De allí que el quehacer del analista, con su deseo
calina “, “como creación en acto del sujeto donde en función deberá hacer las maniobras necesarias
todavía no existe”. para propiciar, habilitar la modalidad de deseo que

32
OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

se encuentra detenida en el paciente. Dicho goce nombrando al sujeto como corte en acto.
no se encuentra articulado por el significante, “ello
habla”, sin mediatización de la ley del deseo. Hay La pulsión es la fuerza que pone en movimien-
un Otro omnipotente, será en el análisis donde po- to a la actividad deseante, aunque también puede
drá ir horadando a ese Otro que lo habita. Es tarea comandarse sola. Por ello es necesaria la lectura
del análisis favorecer que algo del goce mortífero del analista para que logre su cauce.
que se encuentra acantonado en el ello pase al in-
Freud diferenció al ello del inconsciente y Lacan
consciente vía su cifrado. Estos sujetos sujetados
retornó a esas letras, trabajando minuciosamente di-
a tánatos, donde lo que prima son las descargas
chas diferencias en dos de sus seminarios (Seminario
pulsionales que pasan de forma directa al yo o su-
14 y15). La diferencia lógica, dinámica y clínica entre
peryó, manifestándose como desbordes, rasgos de
ambas instancias es de gran valor, permite estar ad-
carácter, compulsiones, pasajes al acto, niños que
vertidos de cómo intervenir de acuerdo a la zona en
no pueden quedarse quietos. Hay actuación del
que se esté y arribar a una modalidad de deseo como
sujeto como siendo el objeto, no hay interrogación
punto de llegada a la zona inconsciente, encauzándo-
del sujeto, no hay posibilidad de que se interro-
lo en la red del fantasma.
gue ¿qué quiere el Otro
Podría decirse que el tra-
de mí? No es lo mismo
bajo de un análisis tran-
actuar ser el objeto del
sita y permite acceder a
Otro, donde se juega el El psicoanalisis “donde ello era el sujeto
no pienso, soy eso, al
pasaje no soy el objeto,
nos aporta la posibilidad del inconsciente debe
de vivir mejor. Re inaugurando advenir” . Esto le permi-
pienso. Pertenecen a
tirá al sujeto un margen
zonas diferentes en una un lugar, que habilita y escritura de libertad, abriendo un
se está en la zona del un nuevo por - venir. espacio para que se rela-
ello en la otra se está
cione de un modo menos
en zona inconsciente.
costoso del que venía te-
En el goce pulsional niendo.
se es el objeto que demanda el Otro, sin saber-
El psicoanálisis nos aporta la posibilidad de vi-
lo. Cuando se va cifrando goce va emergiendo a
vir mejor. Re inaugurando un lugar, que habilita y
través de las formaciones del inconsciente, va ar-
escritura un nuevo por – venir.
ticulándose en el fantasma. Dando lugar a la inte-
rrogación del sujeto. Escrito publicado en Moebiana Nº 56, febre-
Aún en pacientes neuróticos no todo está ci- ro–marzo 2016.
frado en el inconsciente. El deseo no abarca toda Bibliografía:
la clínica del sujeto. Las intervenciones del ana-
lista permiten que puedan hacerse pasajes de ci- J. Lacan, Seminario XIV, “La lógica del fantasma”.
frado a la zona del inconsciente. Donde prima la Traducción Carlos Ruiz (EFBA).
lógica de la incompletud (S1-S2) y es posible el
acto analítico que haga de corte entre el sujeto y Silvia Amigo, “La autorización de sexo y otros en-
su objeto. Aquí es donde emerge el efecto sujeto, sayos”. Ed. letra Viva.

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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

Sobre la formación de los analistas


Roberto Consolo
consololp@gmail.com

L
a formación del analista es un trabajo de creación ces al mismo río. Por eso es necesario estar “atentos”
en el sentido más amplio al que podemos referir- en los tres espacios del trípode freudiano, para situar
nos. Ya que no se trata de la incorporación de una el valor de lo naciente, de lo desconocido; tanto en
forma o modelo, ni de una vocación, ni de algo que se lo inesperado como en lo supuestamente esperable,
pueda transmitir de padres a hijos como puede ser un para que la formación no cristalice en el rasgo están-
oficio o una profesión. Freud y Lacan acaso lo hayan dar de lo institucionable, ni en el encantamiento hip-
demostrado. Por lo tanto la formación Implica un tra- nótico de un maestro que se proponga líder político.
bajo de producción como mínimo en dos direcciones:
la del psicoanálisis mismo, tanto clínica como teórica, Una conocida tesis de Lacan sobre el final del aná-
y la del referente ineludible de la que el psicoanálisis lisis comporta el atravesamiento del fantasma. Aunque
depende y en el que constituye su objeto mismo: el ya hemos encontrado en la experiencia que no coinci-
Sujeto. Es en el Sujeto en el que acontecen la se- de este atravesamiento con el fin del análisis, sí se lo
rie de transformaciones que determinan la secuencia asume como condición necesaria. Porque es esperable
retroactiva de “pases”, que inauguran una nueva di- en lo referente a la pulsión, que tras el desasimiento
mensión del deseo. Por lo tanto un analista no puede del objeto que en el fantasma expresa su fijación, en
ser definido por otra cosa que no sea por un deseo. el curso del análisis se produzca una nueva operación
Deseo en el que se afirma y resuelve la ética del psi- sobre la redistribución de los goces disponibles por el
coanálisis y en el que se causa el acto que le compete. atravesamiento del fantasma, para ser rearticulados a
Con Lacan lo nombramos “deseo del analista”. los nuevos caminos del deseo. Hacer algo nuevo con el
Sinthome que la estructura dispone como cuarto nudo
Por ende la formación no comprende la adscripción desde la lógica edípica hasta su reescritura; no es de
a una técnica, sea de conducción o de intervención, o este último punto del fin de análisis del que hoy nos
a un adiestramiento para generar de una habilidad pro- ocuparemos, aunque es inevitable su mención.
fesional, o a forjar una capacidad específica originada
por la adición de conocimientos preexistentes en el En lo que al análisis de los analistas se refiere, se ad-
canon doctrinario de una teoría o en el depósito del sa- junta a esta tarea la de hacer propia la particular trans-
ber universitario. La formación del analista comporta la formación que acontece en el plano del deseo para dar
consideración de lo nuevo: en lo real de la experiencia, curso a lo que llamamos “deseo del analista”. Junto al en-
que es lo que el análisis en intensión nos enseña con cuentro con el desapego fálico en el lugar de la causa, se
el quehacer clínico, en la personal apropiación de las articula el paradojal interés de reeditar la experiencia del
letras de la teoría, es decir, qué y cómo hace cada uno inconciente con otro; punto en el que un goce impreciso
con la enseñanza que ha recibido de sus maestros, y en se desprende, tal vez entre otros, el del desciframiento.
el plano fantasmático de quién resultará analista, nudo De este movimiento complejo y apenas expresado de
donde confluyen los caminos de la formación. desapego y apropiación, resulta el deseo del analista. Es
así que el juicio de que un análisis concluido produce un
Cada sesión, cada lectura y relectura de un tex- analista, como hemos dicho, no es reciproco con el atra-
to, cada intervención o aparición del inconsciente es vesamiento del fantasma, pero sí que implica al fantasma
siempre por única vez. Lo irrepetible ya fue pensado del sujeto que avanza en su formación, para constituir un
por Heráclito, el oscuro, quinientos años antes de punto de máxima abstención. El acto de analizar está por
nuestra era, quien dijo que nadie ha de bajar dos ve- fuera de la sombra que fantasma hace en el sujeto como

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OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

un momento de desubjetivación neurótica. impar del acto de autorización. Acto con el que cada
uno da inicio a su clínica o modifica su posición en la
La dis-posición de quién acepta temporariamente transferencia y sus modos de intervenir y se dice ante
el lugar del analista, lo obliga a consentir una pau- otros como analista. Este acto de autorización es in-
latina torsión en la trama fantasmática. No solo por dividual, para cada analista y proviene únicamente del
la circunstancia en la que recrea la pregunta por el trabajo de análisis y de ningún otro lado. Reconocer de
psicoanálisis junto a la que constituye por su propia este modo el acto de analizar es aceptar su parcialidad,
neurosis, sino por los repetidos pasajes del análisis que es cada vez, y que ocurre en torno a una falta radi-
que requiere la configuración del deseo del analista. cal que expresa el deseo de máxima diferencia entre el
objeto a que se pone en danza en el análisis y el con-
¿Es entonces que sólo concluido el análisis hay ana- junto de ideales en los que se cuece la neurosis. A su
lista? Sabemos que la práctica de casi todos los que vez implica una inscripción ante los otros; otros con los
conocemos, han comenzado su clínica mucho antes fi- que ya empezó la investigación de un nuevo lazo social,
nalizar su análisis y aún sin desconocer la tesis de Lacan. por promoverse en el discurso del analista.
¿Cuál es el porqué de esta habitualidad? En principio
considero que este acontecer no esta reñido en modo Que en un analista luego de “pasar” todas las ve-
alguno con la posibilidad de analizar éticamente, sino que ces que sea necesario por este trabajo hasta encon-
esta situación lo que condiciona, en general y no siempre, trarse con el momento de finalizar su análisis, tenga
es el límite de estos análisis. En verdad creo que este el deseo de pedir y ofrecerse al dispositivo del Pase,
modo de avanzar por la formación sucede porque no hay es algo que pertenece al compromiso de cada uno.
un mejor modo de acceder a la práctica analítica que Aunque en verdad creo que llegado a este punto, es
comenzándola durante el análisis del analista. Porque esperable que el pedido de Pase para algunos suce-
en la trama conjunta de analizarse-analizar-controlar, se da. Porque del Pase también depende la investiga-
talla en lo real el deseo del analista. La formación teóri- ción, el avance y el destino del psicoanálisis.
ca requiere de un perseverante esfuerzo de articulación
entre el estudio y el análisis de control, que circula por un No existe El analista. Solo podemos decir que
vector que lentamente se entrama a la subjetividad hasta “hay analista”, uno por uno, acaso como las mujeres,
tomarse habida cuenta que un analista es al menos dos. porque nadie sabe de antemano qué es un analista,
antes de pasar por el riesgo de su formación.
Los tiempos del análisis en que se despliega esta
parte esencial de la formación (formación que es siem- Mayo de 2013.
pre inacabada), están articulados por varios momentos
conclusivos y parciales de pasajes de analizante a ana- Bibliografía:
lista, subordinados de la experiencia de castración que
es tributaria de los nombres del padre; es adecuado Domb Benjamín.(2007), La Posición del analista y la
recordar que si hay un “más allá del padre” es sólo a eficacia del psicoanálisis. Rosario. Ed. Homo Sapiens.
condición de servirse de él. Por lo tanto esta experiencia
no es única y requiere de las varias vueltas y momentos Lacan Jacques. (1977), El Seminario. Libro 11. Los
del análisis del analista. En cada instancia se reinscribe cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis.
una legalidad que implica una restricción estructural de Barcelona. Ed. Barral.
goce, a la vez que acota al ideal superyoico que confi- Lacan Jacques. (1967), Proposición del 9 de octubre
na al deseo a los distintos modos de irrealización. Esta de 1967. Sobre el psicoanálisis en la escuela. Prime-
reinscripción legal es una escritura forzosa en la expe- ra versión Ornicar?1.1981. Barcelona. Ed. Petrel
riencia del neurótico, ya que la ley en su “naturaleza” es
y será siempre fallida. Esta experiencia (también apaci- Safouan Mustafá. (1985), Jacques Lacan y la cuestión
guante) habilita las operaciones lógicas que rearticulan de la formación de los analistas. Buenos Aires. Ed. Paidos.
el recorrido pulsional con el deseo y da la posibilidad
para algunos, sólo aquellos que lo anhelan, de configu- Vegh Isidoro. (2001) El Prógimo. Enlaces y desenla-
rar el deseo del analista. De esto surge la producción ces del goce. Buenos Aires. Ed Paidos.
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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

Del pase y la transmisión


Paula Levisman
paulalevisman@hotmail.com

“Se trata de cómo la transmisión de una letra tiene relación con algo que es esencial,
fundamental en la organización de cualquier discurso, el goce”
J. Lacan

P
lantearnos la cuestión de la transmisión Las diferentes categorías de didactas mante-
del acto analítico, cómo hace el analista nían a estos mismos imaginariamente, por fuera
para transmitir lo real de la experiencia, del conjunto de los miembros de una institución,
implica adentrarnos en un debate que no deja invocando el amor al padre.
de contemplar la posición del analista y su for-
mación. No poder pasar del amor al padre a otro amor
que nos confronte con la castración entiendo que
Voy a retomar una pregunta que me hacía es una de las imposibilidades en la transmisión.
hace un tiempo, cuando el cartel de pase de
nuestra escuela aún no se había constituido. Por lo dicho entonces, entendemos que a tra-
vés ese otro amor, el de transferencia, se trans-
Hoy esa misma pregunta es pertinente por- mite la castración en un análisis.
que sigue vigente nuestra investigación acerca
del dispositivo de pase en nuestra escuela, lue- Si consideramos el dispositivo de pase como
go de varios años y porque la pregunta va más un modo por el cual obtenemos el testimonio de
allá, es decir, se extiende al psicoanálisis mismo: momento cruciales acontecidos en un análisis,
¿Cómo transmitir desde las instituciones analí- tales como: el pasaje de analizante a analista, el
ticas, la importancia y la necesidad de la trans- fin de análisis, la caída del fantasma, el enfrenta-
misión? miento con lo real que no se recubre, entonces,
también el dispositivo testimonia de la castra-
Aun sabiendo que el psicoanálisis tiene de in- ción que se transmitió en el análisis y que se
transmisible en lo que se refiere a su experiencia dibujará de modo absolutamente particular en el
misma. discurso de cada pasante.

En el texto “La situación del psicoanálisis en Suele suceder que ese saber hacer con el
el 56 “Lacan plantea que las instituciones analí- síntoma o ese hallazgo personal y a veces ese
ticas pensadas por Freud como la IPA, conllevan saber teórico, en el intento de transmitir, ya
a un estancamiento en tanto quedan estancadas sea el pasante o el pasador o el cartel de pase,
en una no-transmisión. se puede escuchar como un saber sin hacer.

36
OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

Es decir, en ese saber a veces no se puede habiéndose servido anteriormente del saber del
escuchar la dimensión de la experiencia, cues- Otro, es decir del Padre.
tión particular, ya que el psicoanálisis es la única
práctica que incluye al que la práctica de modo Ahora bien, ¿Cómo hacer para que aquello que
absolutamente personal , lo incluye con su in- es singular, del trabajo propio del análisis, construi-
consciente , con sus producciones , y lo incluye do con los propios significantes de esa transferen-
con su acto . cia particular, pueda pasar a otros? e incluso, aportar
algo novedoso al psicoanálisis mismo.
Cuando ese atolladero sucede, ¿Es acaso que
nos encontramos en la dimensión de la no-trans- Tomando a palabra, en los diferentes modos,
misión que nos advertía Freud? ¿O formará parte el escrito que hace letra y a veces testimonio, la
del momento previo al transmisión oral, aquello
barramiento del Otro? que un analista pue-
¿Un momento lógico da decir de su práctica
anterior donde se cree ante otros, que pasa a
Si consideramos el dispositivo
que se sabe, en el sen- su vez por la inestima-
tido del saber y no del de pase como un modo por el cual ble relación de confian-
hacer? obtenemos el testimonio de momento za, que es la transferen-
cruciales acontecidos en un análisis, cia de trabajo en una
Si el final del análisis institución analítica.
tales como: el pasaje de analizante
es aquel momento don-
de el sujeto se confron- a analista, el fin de análisis, la caída Así como el deseo de
ta con la inexistencia del fantasma, el enfrentamiento con analista es aquello fun-
del Otro, entonces es de lo real que no se recubre, entonces, damental que hace a una
suponer, como plantea- ética en la dirección de la
también el dispositivo testimonia de cura, también despren-
ba Lacan respecto a los
pasadores y su proximi- la castración que se transmitió en el derse de lo heredado y
dad a ese final de análi- análisis y que se dibujará de modo la apuesta a ofrecerles a
sis que lo que antecede absolutamente particular en el discurso otros algo de esa nada,
a este momento es aún es fundamental en el tra-
de cada pasante. bajo de transmisión del
la creencia en el saber
del Otro. dispositivo de Pase en
una escuela.
Es decir que podría-
mos pensar la no-transmisión cómo un momen- Referencias:
to lógico anterior al de la transmisión, cuando
acontece, es decir un momento donde el saber Lacan, Seminario Aun, Ed. Paidós.
del Otro sin barrar aún tiene su pregnancia. El análisis Lacaniano ¡Es terminable o intermina-
ble?, Ed. Efba.
Momento distinto a la creación de un saber
propio, que sólo el sujeto puede leer, leerse en Acerca de una experiencia, compilación 2004-
sus marcas y que dará su propio saber original 2009, Efla.

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EDICIÓN ESPECIAL OCTUBRE 2016

Cartel de Biblioteca Cartel de Enseñanza

Sandra Iribarne; Roberto Consolo; Cinthya Sau;


Anabella Ottaviani; Laura Vellio Leticia Scottini; Fernanda Artiñano Rivas
carteldebiblioteca@efla.com.ar carteldeensenanza@efla.com.ar

Cartel de Entrada y Permanencia Extensión

Amalia Cazeaux; María José Colombo; Representantes en Convergencia,


Sergio Demitroff; Mariana Piombo Movimiento Lacaniano por el
carteldeentradaypermanencia@efla.com.ar Psicoanálisis Freudiano:
Amalia Cazeaux; Maren Balseiro
Cartel de Clínica carteldeextension@efla.com.ar

Sandra Alderete; M. Cristina Borda; Secretaría de Carteles


Patricia Chari; Andrea Silvapobas;
M. Beatriz Pagano M. Cristina Borda; Claudio Gómez
carteldeclinica@efla.com.ar secretariadecarteles@efla.com.ar

Cartel de Publicaciones Cartel de Pase

Alejandra Di Nubila; Lucía Isasa; Roberto Consolo (Efla)


Mariana Pereyra; Virginia Nucciarone; Paula Levisman (Efla)
Silvana Tagliaferro M. Alderete de Weskamp (Efba)
carteldepublicaciones@efla.com.ar Graciela Berraute (Efa)
Guillermina Díaz (ESFros)
carteldepase@efla.com.ar

Desde el Cartel de Entrada y Permanencia, nos alegra comunicar las inscripciones de Silvina
Naveiro y Ludmila Hobler como participantes, quienes han decidido continuar sumándose al
trabajo de escuela. Les damos la bienvenida y auguramos buenos encuentros de trabajo en el
enlace con otros apostando a la interrogación y al avance del psicoanálisis.

Invitamos también, a quienes quieran acercarse a la escuela para interiorizarse sobre nuestro
modo de funcionamiento, a comunicarse con cualquiera de los miembros del cartel o a través de
nuestra casilla: carteldeentradaypermanencia@efla.com.ar.
38
OCTUBRE 2016 EDICIÓN ESPECIAL

MIEMBROS Echalecu, Rodrigo Paratore, Daniel Germán


221 457 2062 11 408 7555
Alderete, Sandra rodrigoechalecu@yahoo.com.ar degepe75@yahoo.com.ar
221 15 544 6042
alderetesandra@hotmail.com Frey, Cintia Pellejero, Marisa
221 424 1331 / 221 15 459 6032 221 452 7119 / 221 15 602 2627
Almeida, María Clara cinfrey28@hotmail.com meipellejero@yahoo.com.ar
221 15 540 6894
mariaclara1501@gmail.com Frittayón, Dario Pereyra, Mariana
221 15 556 7882
221 15 534 9184
Artiñano Rivas, Fernanda pereyramar_a@yahoo.com.ar
lic_dariofrittayon@yahoo.com.ar
221 15 354 1048
fernanda_artinianorivas@hotmail.com
Piombo, Mariana
Gómez, Claudio 221 15 540 2396
221 15 506 0868 maripiombo@yahoo.com.ar
Balseiro, Maren gomezclaudiod@hotmail.com
221 15 455 3889 Sau, Cinthya
marenbal@yahoo.com Iribarne, Sandra 221 15 477 0963
221 15 618 0980 cinthyasau@gmail.com
Borda, María Cristina sandrairibarne@yahoo.com.ar
221 15 543 1786 Scordino, Romina Carla
m.cristinaborda@yahoo.com.ar Isasa, Lucía 221 452 3446 / 221 15 420 1104
221 15 522 8626 rominascordino@yahoo.com.ar
Cazeaux, M. Amalia luciaisasa@hotmail.com
221 457 2062 / 221 15 541 0472 Scottini, Leticia
cazeauxamalia@yahoo.com.ar Legal, Adriana Elisa 221 15 428 6315
221 15 593 5672 mlscottini@yahoo.com.ar
Consiglio, Melina adriana_e_legal@yahoo.com.ar
221 427 5279 / 221 15 547 1361 Silvapobas, Andrea
melinaconsiglio@hotmail.com 221 15 503 5188
Levisman, Paula (AE) asilvapobas@yahoo.com.ar
11 4252 7526 / 11 15 5839 6217
Consolo, Roberto paulalevisman@hotmail.com
221 427 6460 / 221 15 503 6529 Tagliaferro, Silvana
221 452 4581 / 221 15 495 0493
consololp@gmail.com Luján, Claudia siltagliaferro@gmail.com
221 423 1007 / 221 15 504 3011
Colombo, María José claudialujanar@yahoo.com.ar Vellio, Laura
221 15 564 6321 221 427 3465 / 221 15 563 7332
mjosecolombo@gmail.com Martín Frias, Flavia lvellio@yahoo.com.ar
221 15 420 9531
Chari, Patricia flavia1900@hotmail.com
221 15 508 3704 PARTICIPANTES
patriciachari@hotmail.com Nucciarone, Virginia
221 15 420 3115 Ludmila Hobler
Demitroff, Sergio vnucciarone@yahoo.com.ar 11 15 5157 6578
221 480 3457 / 221 15 503 9164 ludmilahobler@hotmail.com
sdemitroff@yahoo.com.ar Ottaviani, Anabella Silvina Naveriro
221 15 541 4487 221 15 523 3516
Di Núbila, Alejandra anaottaviani@hotmail.com
221 15 534 6990 silvina_naveiro@yahoo.com.ar
acdinubila@yahoo.com.ar Pagano, María Beatriz Alejandro Sigal
221 422 1688/ 221 15 477 2972 221 15 418 8736
te_le_ka@yahoo.com alesigal@gmail.com
39
11 AÑOS DE ESCUELA

FUNDADA EL 18 DE DICIEMBRE DEL 2004


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