PRIMERA PARTE
El contro . ;
garantia “ae i Vencionalidad, con particular referenc!a @ la
erecho a la proteccién judici, : “ecurso
illo, rd ection jante unr
sencillo, répido y judicial medi
efectivo de amparo de los derechos humanos
ALLAN R. prewer-CaRiA’
Profesor de la Universidad Central de Venez
mevuneuus uOintropucctO®
Corte inglesa en 1723, nce no Rel famoso caso Dr: Bentley decidido por
dela Universidad go eal e80lvi6 que el Dr. BENTLEY, entonces Chancellor
ee ad de Cambridge, no podia haber sido desprovisto de sus titulos
g “micos sin habérsele informado previamente de los cargos formu
lado la oportunidad de responderlos'. Para
FORTESCUE consideré tal derecho como un
as las leyes de Dios y del mundo reconocians
ismo dict6 su sentencia de expulsion de ae
lo antes para que hiciera su defensa*. Por ello,
MICHAEL STASSINOPOULOs, en su conodda ae de grado precisamente sobre
el derecho a la defensa, concluyé diciendo que dicho derecho en realidad era
“tan viejo como el mundo”3,
lados en su contra, y sin habérsele d:
ello, como es bien conocido, el juez
Principio de natural justice que tod
rememorando incluso que Dios mi
del Paraiso no sin haberlo Mamad
Algo similar podriamos decir del control de convencionalidad* que ha ad-
quirido tanta notoriedad en los ultimos afios, el cual, si bien no es tan viejo como
el mundo, si podemos considerar que es tan viejo como la vigencia misma de la
Convencién Americana sobre Derechos Humanos’,
1 VéaseE.C.S. WaDEy G. GODFREY PHILIPS, Constitutional and Administrative Law, London, 1981,
P.599.
Véase Dr. Bentley's case: The King v. The Chancellor, Ec, of Cambridge (1723), Stra. 557.Véanse las
referencias en Cooper v. The Board of Works for Wandsworth District (1863), 14.CB (n.s.) 180, en S.
H. BAILEY, C. A. Cross y J. F. Garner, Cases and materials in Administrative Law, London, 1977,
2
pp. 348-351.
3 Véase MICHAEL STASSINOPOULOS, Le droit de la défense devant les autorités administratives, Paris,
1976, P. 50.
4 Véase ERNESTO REY CANTOR, Control de convencionalidad de las eyes y derechos humanos, Méxi-
co, Edit. Porria ¢ Instituto Mexicano de Derecho Procesal Constitucional, 2008; JuaN CARLOS
Hit rers, “Control de constitucionalidad y control de convencionalidad. Comparacién”, en Es-
tudios Constitucionales, Centro de Estudios Constitucionales de Chile, Universidad de’Talca, aio
7,n2 2, 2009, pp. 109-128; SUSANA ALBANESE (coord.), El control de convencionalidad, Buenos
Aires, Ediar, 2008; EDUARDO FERRER MAC-GREGOR, “El control difuso de convencionalidad en
el Estado constitucional”, en HECTOR FIX-ZAMUDIO y DIEGO VALADES (coords.), Formacién y
perspectiva del Estado mexicano, México, El Colegio Nacional y UNAM, 2010, pp. 151-188; EDUARDO
FERRER MAC-GREGOR, “Interpretaci6n conforme y control difuso de convencionalidad: el nuevo
paradigma para el juez mexicano”, en Derechos Humanos: Un nuevo modelo consttucional, México,
UNAM-IIJ, 2011, PP. 339-429.
5 _ Véase, en el mismo sentido, KaRLOS A. CASTILLA JUAREZ, “El control de convencionalidad. Un
nuevo debate en México a partir dela sentencia del caso Radilla Pacheco”, en EDUARDO FERRER
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distinguiendo entre “el control propio, original o externo de convencion?
que gjerce la Corte Interamericana, y el “control interno de convencionalidad
que ejercen los tribunales nacionales'®; y EDUARDO FERRER Mac-GREGOR 7
hecho lo propio distinguiendo entre el “control concentrado” de convencion
“americana, en sede i al, ye control
difuso” de convencionalidad, a cargo de los jueces nacionales, en sede interna
7 Como lo ha destacado HiT TERS: “Claro esté que cuando se utiliza Ia terminologia de ‘control de
convencionalidad’ no se quiere decir que recién a parti del citado asunto la Corte 1DH haya ejer-
cido tal potestad, porque desde siempre el cuerpo hace una comparacién entre ambos esquemas,
destacando por supuesto la prioridad de la regla supranacional; lo que en verdad ha sucedido es
que desde ese momento se utiliza tal fraseologia”: JUAN CaRLOS HiT TERS, “Control de constitu-
cionalidad y control de convencionalidad. Comparacién”, en Estudios Constitucionales, Centro de
Estudios Constitucionales de Chile, Universidad de Talea, aio 7, n.° 2, 2009, pp. 109-128.
8 Véase voto concurrente razonado del juez SERGIO GaRciA RaMiREZ a la sentencia en el caso
Myrna Mack Chang vs. Guatemala, de 25 de noviembre de 2003, Serie C, n.° ror, en [http://
www:corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_tor_esp.pdf], donde se tefirié al “control de
convencionalidad’ que trae consigo la jurisdiccién de la Corte internacional” (parr. 27). Véase el
comentario del propio Garcia RAMIREZ sobre dicho voto y la evolucién de su aporte al desarrollo
de la nocién en SERGIO Garcia RaMiréz, “El control judicial interno de convencionalidagg, en
FERRER MAC-GREGOR (coord.), El control difuso de convencionalidad, cit., pp. 230 ss. Véase igual-
mente los comentarios a los criterios de GaRcia Rastixez en CaSTILLA JUAREZ, “El control de
convencionalidad”, cit. pp. 87s.
Algunos autores, sin embargo, niegan que existan estas dos vertientes en el control de convenciona-
lidad, argumentando que el mismo esta reservadoa la Corte Interamericana, negando la posibilidad
de que los jueces y tribunales nacionales lleven a cabo dicho control: eft. CASTILLA JUAREZ, “E]
control de convencionalidad”, cit., pp. 88 ss.
10 Véase SERGIO Gancia RAMIREZ, “El control judicial interno de convencionalidad”, en FERRER
MAc-GrEGoR (coord), El coniroldifuso de concencionalidad, cit. pp. 213.
11 Véase FERRER MAC-GREGOR, “Interpretacén conforme y control difuso de convencionalidad”
cit, p.132.
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En estos casos de paises en los cuales no os pe la Const
ionalidad de las leyes, el propio juez FERRER N » quien tambign),
contribuido al desarrollo conceptual de los contornos del control de Convenciy
nalidad en nuestros paises, particularmente en su voto razonado ala Sentencia gy
la Corte Interamericana en el caso Cabrera Garcia y Montiel Flores v, Mérico de
26 denoviembre de 2010, ha estimado que en esos casos en los cuales e] contr
deconvencionalidad es ejercido por los jueces y tribunales en paises en los cuales
no crn contr difuso: deconstitucionalidad, se trata de un control de “menor
intensidad”, quedando limitado el juez, en esos casos, a solo producir “interpre.
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» considerando sin embargo que la misma
no puede interpretarse como “limitante para ejercer el ‘control difuso de con-
vencionalidad’, sino como una manera de ‘graduar’laintensidad del mismo”
concluyendo entonces con su apreciacién de que “el grado de intensidad del
‘control difuso de convencionalidad’ disminuye en aquellos sistemas donde no
se permite el ‘control difuso de constitucionalidad’ Y, Por consiguiente, no to-
dos los jueces tienen la facultad de dejar de aplicar una ley al easo concreto”®.
Estimamos, al contrario, que este control difuso de convencionalidad que
ha definido la jurisprudencia de la Corte Interamericana para ser ejercido en el
4 Ambito interno “implica que todos los jueces, sin distincién, pueden ejercerlo”™,
independientemente de que el sistema de justicia constitucional noadmita el ejer-
cicio del control difuso de constitucionalidad por parte de los jueces ordinarios®.
Es sin duda util hacer la comparacién entre el sistema de control de constitu-
cionalidad y el control de convencionalidad, como lo hizo en su momento el juez
jurisdiccionales competentes dentro del mismo sistema juridico nacional que puedan ejercer el
‘control de convencionalidad’ con mayor intensidad, Asi, los érganos jurisdiccionales revisores
tendrén que ejercer dicho ‘control’ y desaplicar la norma o bien declarar la invalidez de la misma
por resultar inconvencional”: parr. 39. Véase igualmente FERRER MAC-GREGOR, “Interpretacién
conforme y control difuso de convencionalidad”, cit., pp. 110, 123, 147 148.
61 Véase FERRER MAC-GREGOR, Voto razonado a la sentencia caso Cabrera Garcia y Montiel Flores
us, México de 26 de noviembre de 2010, cit., parr. 39. Véase igualmente FERRER MAC-GREGOR,
““[nterpretacién conforme y control difuso de convencionalidad”, cit. pp. 147 y 151-Véase también
CLAUDIO Nastt Rosas, “Comentarios al trabajo deVictor Bazin: ‘El control de convencionalidad:
incégnitas, desafios y perspectivas™, en BAZAN y Nast (eds.), Justicia consttucional y derechos
fandamentales, cit. p. 65.
62 Véase FERRER MAC-GREGOR, Voto razonado ala sentencia caso Cabrera Garcia y Montiel Flores
rs, México de 26 de noviembre de 2010, cit. parr. 35.
63. Ibid, parr. 37. Véase también AYLIN ORDONEZ REYNA, “Apuntes a ‘El control de convenciona~
lidad: incégnitas, desafios y perspectivas’ de Victor Bazin”, en BAZA SH (eds.), Justicia
constitucional y derechos fundamentales, cit., p. 80.
64. Véase Martinez LazcaNo, “Control difuso de convencionalidad en México”, cit. p. 201.
65. Véanse las dudas y la discusién sobre esta posibilidad de que todos los jueces ejerzan en el mbito
interno el control de convencionalidad aun cuando el sistema de control de constitucionalidad
adoptado no los autorie a ejercer el control difuso de constitucionalidad, en ORDOSEZ REY
“Apuntes ‘El control deconvencionalidad: incbgnitas, desafiosy perspectivas'deVictor Bazin”,
cit., pp. 75, 76 y 81.
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ello no autoriz all p rina de la Corte Interamerican,
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en el curso de un pro,”
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rca so iniciad 4 instancia satrad Ernesto Jinesta de la Corte Sup,
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Sobre ello, sin emba
«de Costa Rica considerd
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reforma tacita de todas Ia
inconstitucionalidad, P
aunque no haya sido sol
el test de convencionalida
De donde concluyé:
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wados del C
por cuanto al
licitado por la pa
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ions espectivo Tribunal o Sal, de Oficig.
rte que plantea la accion, debe efectin
disposicin 0 acto interno 0 locap™s
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s Iegislaciones nacion
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cional se da un salto parcial, a nivel interamey
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ialmente inquisitivo en materia de contr
a
cano, de un sistema disposi
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deconvencionalidad, por lo cual los Tribunales y Salas, so pena de hacer incur
2 Estado respectivo en responsabilidad internacional por omisién, deben efe ‘un
oars z ‘ :
° iciosamente el control de convencionalidad, obviamente, todo dentro del a
fe sus respectivas competencias y i : mao
jpetencias y regulaciones procesales domésticas®,
Sin embar; mpetencia de las jurisdic s consti ni;
‘go, en realidad, la cor
Jurist
‘clones constitucio;
ales
% Vease Nast Rosas, Cy
io, en el curso de un proceso ya incoado por una parte,
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incigitas, mentarios al trabaj
ls yperspectvay™ cp ae de Victor Bazin: 1 oo,
vCily p. 65, . ntrol de con
Wencionalidad
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7 Véase la sentencia ene}
Caso Traajadores Cesadog
24de noviem
85 Vea pm de 2008 ci de
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Conn est, co 8, "8reS0 (Aguado Alfaro y
pag OSs en Penta yn convene Y otros) v. Peni de
69 Ibid RMAC-GeGon. (enn ral eferc
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Cee ome Au wp #0 de convencionalidad, ci.
ae justia “Caring, 4 ~
ICional enV, ‘gimen y.
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"stitucionales, Revista Sto
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la garantia del derecho a la protectin judicial... 67
referencia que hizo f
ane oe ee sentido la Corte Interamericana en las sentencias
elimina el principio dispositin “Onvencionalidad de oficio, en nuestro criterio, no
v0 que rige los procesos judici i
6 5 : s s judiciales, significando que
In actuacién de oficio para ejercer el control de eonven a 4
ir si cionalidad se tiene que
roducir siempre en ha :
Pt iP cl curso de un proceso iniciado a instancia de parte, aun
cuando las partes no lo hayan planteado la cuestidn de convencionalidad.
El tema, en todo caso, lo que plantea hacia el futuro como tema de discusion
enesta materia es la posibilidad o el deber, no ya solo de los tribunales nacionales,
sino de la propia Corte Interamericana, de poder ejercer de ofcio el control de
convencionalidad, cuando en los procesos por violacidn de derechos de la Con-
vencidn Americana de los cuales esté conociendo evidencie motu proprio la exis-
tencia de violaciones respecto de otros derechos de la Convencién, aun cuando no
hayan sido denunciadas por la victima, y que resulten de las actas del expediente.
III. EL MARCO DEL DERECHO DE AMPARO
EN LA CONVENCION AMERICANA PARA EL EJERCICIO
DEL CONTROL DE CONVENCIONALIDAD
Ahora bien, 4 pe de convencionalidad, sea que se ejerza por la. Cortein-
teramericana al juzgar las violaciones cometidas por los Estados a los derechos
flumanos consagrados en la Convencion Americana, o sea que se ejerza por Tos
jueces y tribunales nacionales cuando apliquen Tas normas de Ta
jericana para resolver dent
dos en la misma, tiene siempre por objeto revi s
del. Estadg, incluidos los jueces, a la luz de Ja Convencion Americana sobre De-
rechos Humanos, de sus protocolos adicionales y de la propia jurisprudencia
fisposiciones de Ja Convencion no se vean mermadas por la aplicacion de leyes
contrarias a su objeto y fin, de lo que resulta la obligacion de hacer que aquellas
prevalezcan sobre las normas del derecho interno.
Uno de esos derechos consagrados en la Convencion Americana que requiere
de atencién permanente tanto por parte de la Corte Interamericana como de los
jueces y tribunales nacionales, y que sin duda puede ser un campo propicio para el
sestraldel Centro de Estudios Consitcionales,afo 4,n.2 2, Universidad deTalea, Santiago de Chile,
2006, pp. 221-250, Publicado en Crénica sobre la “In” Justicia Constitucional, La Sala Cosituconal
‘pel autoritarimo en Venezuela, Coleccion Instituto de Derecho Pablico, Universidad Central de
Venezuela, n° 2, Editorial Juridica Venezolana, Caracas, 2007, PP. 129°159-
mevuneuus uO