Matricula: 17-EPSS-6-152
Aula: 7205.
Sección: 681.
Fecha: 23 / 11 / 19
Introducción
1. La Ignorancia pluralista (Pruitt, 1971) que supone que los miembros del grupo
subestiman la norma de grupo sobre la cuestión y su respuesta resulta de un
compromiso entre la respuesta ideal (la posición que ellos admiran más) y el
promedio del grupo. Cuando advierten cuál es la auténtica norma de grupo —en
sentido del promedio— en la siguiente elección se aproximan más a la respuesta
ideal, es decir, el nuevo compromiso está más polarizado.
2. Proceso de «subirse al carro del ganador» propuesta por Myers (1978) que
supondría querer ser diferentes y, al mismo tiempo, mejores. Los miembros del
grupo anticipan que el grupo dará una respuesta y dan la suya de forma que sea
un poco superior a ese promedio. Cuando comprueban cuál es realmente ese
promedio tratan de mejorar su posición, y así se produce el cambio hacia el polo
deseable de la escala. Con frecuencia el promedio inicial antes de la discusión
cae hacia el polo del continuo, que resulta normativamente favorecido. Cada
individuo anticipa cual puede ser el promedio y desea ser considerado de modo
más favorable que el promedio. Así si en una situación resulta socialmente
deseable decantarse en una dirección, por ejemplo mostrarse no racista, al hacer
la primera evaluación estiman cuál será el promedio del grupo para estar algo
por encima, si todos los miembros hacen lo mismo, dicho promedio acabará
estando más en la dirección deseable que lo esperado.
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Los grupos, concretamente humanos, son una de las fuentes más importantes
de diferencias y semejanzas en torno a pensamientos, sentimientos y conductas.
Por ello, a través de grupos pueden surgir movimientos, flujos de ideas e incluso
conflictos entre varias partes.
1) Influencia Informativa
Cuando discutimos en grupo salen a relucir muchas ideas. Las que se
mencionan más veces, lógicamente, son las que todo el grupo tiene en
común, lo que genera un importante refuerzo de las mismas. Sólo en
contadas ocasiones aparecerán ideas contrarias a la opinión grupal.
Cuando esto suceda, cualquier miembro expondrá una
contraargumentación a la posible amenaza expuesta. Este
contraargumento, además, será aplaudido por sus compañeros y les
servirá como ejemplo para usarlo en ocasiones futuras semejantes.
Resumiendo: aprendemos más ideas favorables al tema que nos une y
buenos argumentos para defendernos ante cualquier crítica.
2) Influencia Normativa
El pensamiento grupal
El poder de la influencia del grupo no acaba aquí. Existe un concepto conocido
como pensamiento grupal (groupthink) que, según Janis, autor que propone
y define este término, consiste en «un modo de pensamiento que las personas
adoptan cuando están profundamente involucradas en un grupo cohesivo,
cuando los esfuerzos de los miembros por unanimidad hacen caso omiso de su
motivación para valorar realísticamente cursos de acción alternativos».
Janis se refiere a que si existe un grupo muy cohesionado, el deseo de los
miembros de permanecer juntos, en el espacio y en el tiempo, puede llegar
a nublar la realidad y llevarnos a tomar decisiones arriesgadas o
defectuosas.
Enumeramos los síntomas que señala el autor como identificativos de este
fenómeno:
1. Ilusión de invulnerabilidad: creer que nada malo va a pasar si se mantienen
unidos.
2. Credibilidad incuestionable en la moralidad inherente al grupo.
3. Racionalización colectiva de las decisiones del grupo: invertimos más tiempo
en justificar aquello que defendemos que en buscar información que la
cuestione.
4. Estereotipo compartido del exogrupo: visión homogénea del oponente.
5. Autocensura: se evita la crítica y los posibles desacuerdos para conservar la
armonía.
6. Ilusión de unanimidad: el acuerdo entre los miembros se percibe de forma total
y uniforme.
7. Presión directa a quienes se opongan a conformarse.
8. Miembros que protegen al grupo de información negativa.
Cómo hacer frente al pensamiento grupal