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PRIMERA EDICIÓN
ENERO 2009
3,550 ejemplares
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. Nº 822
DIAGRAMACIÓN DE CARÁTULA
Martha Hidalgo Rivero
DIAGRAMACIÓN DE INTERIORES
José L. Rivera Ramos
EQUIPO ENCARGADO DE LA
RECOPILACIÓN Y SISTEMATIZACIÓN
GACETA JURÍDICA S.A. DE JURISPRUDENCIA
ANGAMOS OESTE 526 - MIRAFLORES
LIMA 18 - PERÚ Federico Mesinas Montero
CENTRAL TELEFÓNICA: (01)710-8900 Miriam Tomaylla Rojas
FAX: 241-2323 Catherine Sevilla Torello
E-mail: ventas@gacetajuridica.com.pe Yolanda Tito Puca
Moisés E. Lozano Lozano
Imprenta Editorial El Búho E.I.R.L. Kory Del Carpio Rivera
San Alberto 201 - Surquillo
Lima 34 - Perú
I NTRODUCCIÓN
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
*****
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Introducción
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PARTE I
ESTUDIOS A
LOS PROCESOS
CONSTITUCIONALES
El Título Preliminar del
Código Procesal Constitucional
Introducción
La normatividad de todo Título Preliminar de un texto legal está
fuera de discusión, la cual está vinculada con la función de marco que
está llamado a cumplir. El Título Preliminar se presenta tanto como
marco introductorio, así como marco normativo. Como marco introduc-
torio significará que da cuenta, de modo general, de lo que tratará el texto
legal que le sigue(1). Como marco normativo, recoge el conjunto de reglas
y principios que el intérprete ha de tomar en consideración a la hora de
determinar el significado normativo de las distintas disposiciones legales
que conforman el restante cuerpo legal. Por ejemplo, en el caso del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional se recogen reglas como la
que define –de modo general– los órganos jurisdiccionales encargados de
tramitar y resolver los distintos procesos constitucionales; y se recogen
principios como los diversos principios procesales que deberán animar no
solo el iter procesal, sino también la formulación de las correspondientes
decisiones.
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(17) El Tribunal Constitucional, con base en una argumentación harto criticable, extendió el poder deber
de inaplicación de normas inconstitucionales a la Administración Pública en su sentencia al Exp.
Nº 3741-2004-AA/TC. Sobre las deficiencias de esa argumentación véase CASTILLO CÓRDOVA,
Luis. “Administración Pública y control de la constitucionalidad de las leyes. ¿Otro exceso del TC? En:
CARPIO MARCOS, Edgar; GRÁNDEZ CASTRO, Pedro. La defensa de la Constitución por los tribu-
nales administrativos. Un debate a propósito de la jurisprudencia constitucional. Cuadernos de análisis
y crítica a la jurisprudencia constitucional. N° 1, Palestra, Lima, 2007, pp. 69-99.
(18) Sobre la acción de inconstitucionalidad, cfr. HUERTA GUERRERO, Luis. “El proceso de inconstitucio-
nalidad en el Perú: Reflexiones a partir del Código Procesal Constitucional y la experiencia reciente”.
En: PALOMINO MANCHEGO, José F. (Coordinador). El Derecho Procesal Constitucional peruano.
Estudios en Homenaje a Domingo García Belaunde. Tomo II, Editora Jurídica Grijley, Lima 2005, pp.
839-884.
(19) Sobre el proceso constitucional popular, cfr. MORÓN URBINA, Juan Carlos. “Aportes para el estudio
del nuevo régimen de la acción popular en el Código Procesal Constitucional”. En: PALOMINO MAN-
CHEGO, José F. (Coordinador), El Derecho Procesal Constitucional peruano. Ob. cit., pp. 1091-1106.
(20) MENDOZA ESCALANTE, Mijail. “Las normas privadas y el problema de su control de constituciona-
lidad”. En: CASTAÑEDA OTSU, Susana. Derecho Procesal Constitucional. Tomo I, segunda edición,
Lima 2004, pp. 433-462.
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(34) En este precepto se disponía que “[l]a base imponible del impuesto está constituida por la ganancia
bruta mensual proveniente de la explotación de los juegos de casino y de máquinas tragamonedas, en-
tendiéndose por tal a la diferencia resultante entre el ingreso total percibido en un mes por concepto de
apuestas o dinero destinado al juego y el monto total de los premios otorgados el mismo mes”.
(35) El artículo 39 establecía que “[l]a alícuota del impuesto, tanto para la explotación de juegos de casino
como de máquinas tragamonedas, será el 20% (veinte por ciento) de la base imponible indicada en el
artículo anterior”.
(36) Exp. N° 0009-2001-AI/TC, del 29 de enero de 2002, f. j. 16. La cursiva de la letra es añadida.
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(37) Y es que “mientras el legislador puede modificar libremente sus propias normas, no puede, sin em-
bargo, modificar esas normas en un sentido contrario a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional”.
BALAGUER CALLEJÓN, Francisco. “Tribunal Constitucional y creación del Derecho”. En: ESPÍN
TEMPLADO, Eduardo; DÍAZ REVORIO, Javier. La justicia constitucional en el Estado democrático.
Tirant lo blanch, Valencia 2000, p. 385.
(38) En esta línea, el legislador peruano en sustitución del artículo 38.1 de la Ley N° 27153, declarado
inconstitucional, aprobó posteriormente el siguiente texto: “La base imponible del impuesto a la explo-
tación de los juegos de casino y máquinas tragamonedas está constituida por la diferencia entre ingreso
neto mensual y los gastos por mantenimiento de las máquinas tragamonedas y medios de juego de
casinos” (artículo 17 de la Ley N° 27796).
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siempre debe ser la última ratio”(46), de modo que siempre que sea posible
se ha de evitar “crear vacíos y lagunas de resultados funestos para el or-
denamiento jurídico”(47).
(46) Ídem.
(47) Exp. N° 0010-2002-AI/TC, citado, f. j. 29.
(48) Exp. N° 0002-2003-AI/TC, citado, f. j. 8.
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(49) Se establecía en este precepto legal que “[l]a explotación de juegos de casino solo se puede realizar en
establecimientos ubicados en los distritos autorizados mediante resolución suprema refrendada por el
Ministro de Industria, Turismo, Integración y Negociaciones Comerciales Internacionales, para lo cual
se tomará en cuenta además de la infraestructura turística existente, razones de salud, de moral y de
seguridad pública”.
(50) Se establece en el artículo 191 CP que “[l]as municipalidades provinciales y distritales, y las delegadas
conforme a ley, son los órganos de gobierno local. Tienen autonomía política, económica y administrati-
va en los asuntos de su competencia. Corresponden al concejo las funciones normativas y fiscalizadoras;
y a la alcaldía, las funciones ejecutivas. Los alcaldes y regidores son elegidos por sufragio directo, por
un periodo de cinco años. Pueden ser reelegidos. Su mandato es revocable, pero irrenunciable. Gozan
de las prerrogativas que señala la ley”.
(51) Exp. N° 0009-2001-AI/TC, citado, f. j. 1.
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(52) Ha manifestado el Tribunal Constitucional que “resulta importante recordar al órgano jurisdiccional que
por disposición del artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, las sentencias
expedidas por este tribunal constituyen precedente vinculante cuando así se exprese resolutivamente”,
Exp. N° 2522-2005-PHC/TC, del 9 de junio de 2005, f. j. 12.
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(59) Ídem.
(60) Ídem.
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(65) Incluso el Tribunal Constitucional ha llegado a mencionar respecto de toda una sentencia de incons-
titucionalidad, que toda ella es vinculante –se entiende con efectos generales– y no solo el fallo. Dijo
el referido Tribunal que “[m]ediante la STC Nº 0041-2004-AI/TC este Tribunal se pronunció en un
proceso de inconstitucionalidad sobre diversos temas relacionados con el ejercicio de la potestad tri-
butaria municipal en la creación y determinación de arbitrios, sentando –por la propia naturaleza del
proceso– jurisprudencia vinculante no solo respecto al fallo, sino a la totalidad de su contenido”. Exp.
00053-2004-PI/TC, del 16 de mayo de 2005, F. J. V.
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(72) Las normas constitucionales, se ha dicho, “poseen el mayor nivel de abstracción y, por eso, su formu-
lación suele ser considerablemente vaga y usualmente contienen referencias a conceptos valorativos
cuyos contornos de aplicación son por lo demás imprecisos”. ORUNESU, Claudina; PEROT, Pablo M.;
RODRÍGUEZ, Jorge L. Estudios sobre la interpretación. Dinámica de los sistemas constitucionales.
Fontamara, México, 2005, p. 19.
(73) GASCÓN ABELLÁN, Marina; GARCÍA FIGUEROA, Alfonso. La argumentación en el Derecho. Pa-
lestra, segunda edición, Lima, 2005, p. 105.
(74) Y es que “[q]uien consiga convertir en vinculante su interpretación de los derechos fundamentales –esto
es, en la práctica, quien logre que sea la adoptada por el Tribunal Constitucional Federal– habrá alcan-
zado lo inalcanzable a través del procedimiento político usual: en cierto modo habrá convertido en parte
de la Constitución su propia concepción de los asuntos sociales y políticos de la máxima importancia y
los habrá descartado de la agenda política”. ALEXY, Robert. “Los derechos fundamentales en el Estado
Constitucional democrático”. En: CARBONELL, Miguel. Neoconstitucionalismo(s). Trotta, Madrid,
2003, pp. 36-37.
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(75) GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo. La Constitución como norma y el Tribunal Constitucional. Civi-
tas, Madrid, 1991, pp. 197-205.
(76) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “El carácter normativo fundamental de la Constitución peruana”. En:
Anuario de Derecho Constitucional latinoamericano. Tomo II, Konrad Adenauer Stiftung, Montevideo,
2006, p. 900.
(77) Exp. N° 0004-2004-CC/TC, del 31 de diciembre de 2004, f. j. 19.
(78) Conocida es la afirmación de Smend por la que, “Das Grundgesetz gilt nunmehr praktisch so, wie das
Bundesverfassungsgericht es auslegt” (“En la práctica actual, La Ley Fundamental vale tal como la
interpreta el Tribunal Constitucional”). SMEND, Rudolf, Das Bundesverfassungsgericht. 2ª auf., Karls-
ruhe, 1971, p. 16.
(79) Exp. N° 1333-2006-PA/TC, del 8 de enero de 2006, f. j. 11.
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(83) ALEXY, Robert. Theorie der Grundrechte. 3. Aufl., Suhrkamp, Frankfurt am Main, 1996, p. 61.
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De esta manera, una razón que puede parecer ratio decidendi puede
ser considerada –siempre con base en una argumentación válida y sufi-
ciente– como obiter dicta por el juez y, consecuentemente, vincularse
solo relativamente a ella. En lo que respecta al segundo sentido, el juez
puede separarse de la ratio decidendi no declarada como preceden-
te vinculante, cuando argumenta que los hechos del caso no configuran
el supuesto de hecho previsto en la regla jurídica que significa la ratio
decidendi y, consecuentemente, no se justifica la aplicación de la conse-
cuencia jurídica de la referida regla. En este último caso, el juez mantiene
su independencia no para reformular el criterio hermenéutico que trae la
ratio decidendi, sino para decidir –como juez de los casos concretos que
es– si ese criterio hermenéutico es o no aplicable al caso que conoce.
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(96) Incluso, el Tribunal Constitucional ha abierto las puertas para que los jueces reinterpreten el contenido
mismo del precedente vinculante cuando deban aplicarlo al caso concreto. Esto se da cuando el propio
supremo intérprete de la Constitución ha manifestado que “las decisiones del Tribunal Constitucio-
nal alcanzan el máximo grado de vinculación cuando ofrecen una mejor protección a los derechos
en cuestión, mientras que, si es posible que en un caso concreto la interpretación realizada por el
tribunal puede ser optimizada con la intervención de los jueces del Poder Judicial, el grado de vincu-
lación disminuye a efectos de incorporar la mejor interpretación que objetivamente ponga de manifiesto
la mayor protección que pueda brindar a un bien constitucional determinado”. Exp. N° 4853-2004-PA/TC,
citado, f. j. 16.
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1. Identificación y definición
En el artículo III CPConst. se han recogido expresamente una serie
de principios que deben animar el desarrollo de cualquiera de los proce-
sos constitucionales que ahí se regulan(97), con lo que se entra al tercer
ámbito de estudio que trae consigo el Título Preliminar. Este conjunto
de principios son los siguientes: el principio de dirección judicial, el
principio de gratuidad, el principio de economía y gratuidad procesal,
el principio de inmediación, el principio de socialización, el princi-
pio de impulso de oficio, el principio de elasticidad, el principio pro
actione, y el principio iura novit curia. A estos principios se han de
agregar los siguientes otros: el principio de la cláusula internacional y
el principio de queja deficiente.
(97) La antigua y dispersa legislación sobre procesos constitucionales no llegó a recoger estos principios, por lo
que el mencionado artículo III constituye una verdadera novedad a este respecto. Como han escrito los re-
dactores del anteproyecto que hoy es el Código Procesal Constitucional, otra novedad que trae esta norma
“es haber contemplado expresamente los principios procesales propios de los procesos constitucionales
(artículo III). Se trata con ello de resaltar aquellos que les resultan aplicables y que les permiten cumplir
su finalidad trascendente de velar por la supremacía constitucional y el respeto a los derechos humanos”.
AA. VV. Código Procesal Constitucional. Anteproyecto y legislación vigente. Palestra, Lima 2003, p. 14.
(98) MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción al Proceso Civil. Tomo I, Temis-de Belaunde & Monroy,
Santa Fe de Bogotá, 1996, p. 80.
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(99) DE LA OLIVA, Andrés; FERNÁNDEZ, Miguel Ángel. Derecho Procesal Civil. Volumen I, tercera
edición, Centro de estudios Ramón Areces, Madrid, 1992, p. 104.
(100) Exp. N° 01317-2008-PHC/TC, del 6 de junio de 2008, f. j. 6.
(101) PEYRANO, Jorge. El Proceso Civil. Astrea, Buenos Aires, 1978, p. 71.
(102) Exp. N° 0048-2004-PI/TC, del 28 de marzo de 2005, f. j. 4.
(103) PEYRANO, Jorge. Ob. cit., p. 73.
(104) CHIOVENDA, José. Principios de Derecho Procesal Civil. Traducción de la tercera edición italiana por
José Casais y Santaló. Tomo II, REUS S. A., Madrid 1977, p. 136.
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(105) Ídem.
(106) Haciendo referencia a este principio, quienes estuvieron a cargo de la elaboración del anteproyecto de
lo que hoy es el Código Procesal Constitucional, han manifestado que “[e]n el caso de los procesos
constitucionales, no cabe la menor duda de que los jueces tienen –con razones más trascendentes que
en un proceso civil– el deber de controlar la actuación de las partes, a fin de conseguir que en los plazos
propuestos se dé la respuesta jurisdiccional más idónea”. AA. VV. Código Procesal Constitucional.
Comentarios, exposición de motivos, dictámenes e índice analítico. Palestra, Lima 2004, p. 32.
(107) Exp. N° 0005-2005-CC/TC, del 18 de noviembre de 2005, f. j. 4.
(108) Exp. N° 0048-2004-PI/TC, citado, f. j. 4.
(109) Exp. N° 1317-2008-PHC/TC, citado, f. j. 2.
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caso, (…) puede aportar alguna opinión técnica o tesis interpretativa que
coadyuve en la labor de este colegiado, sin que tal autorización implique
su incorporación como ‘parte procesal’ ”(110); para justificar –conjunta-
mente con el principio de iura novit curia, objeto de estudio más ade-
lante– el pronunciamiento sobre el fondo de una demanda constitucional
en la que “la pretensión no resulta clara y evidente, o está planteada de
manera incorrecta, o se ha invocado erróneamente la norma de derecho
aplicable”(111), entre otros casos.
3. El principio de gratuidad
El principio de gratuidad en la actuación del demandante significa que
no debe resultar onerosa ninguna actuación procesal para el que se dice
agraviado en su derecho constitucional o para el que se dice perjudicado
por una norma inconstitucional, ilegal o simplemente por la renuencia
de un funcionario a acatar una norma o cumplir con un acto administra-
tivo firme. Este principio se encuentra igualmente recogido en el Código
Procesal Civil (artículo VIII CPC), y en la norma constitucional (artículo
139.16 CP). El principio de gratuidad en el ámbito judicial se traduce “en
asegurar, a las personas de escasos recursos, el acceso, el planteamiento
y la obtención de un fallo judicial que resuelva sus diferencias dentro de
un proceso judicial gratuito”(112), de modo que a través de la vigencia de
este principio “se haría efectiva la tutela procesal efectiva y el principio
de socialización del derecho”(113). La principal consecuencia de este prin-
cipio es el no pago de las tasas para acceder al aparato judicial, es decir,
de las costas que se puedan establecer por las disposiciones administra-
tivas del Poder Judicial. De otra forma se estarían alentando situaciones
de verdadera injusticia y desigualdad material(114). Sin embargo, y en una
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(115) De ahí que sea criticable que el Tribunal Constitucional rechace la solicitud el pago de costas y costos
afirmando simplemente que “conforme a lo establecido en el artículo II del Título Preliminar del Códi-
go Procesal Constitucional, los procesos constitucionales se rigen por el principio de gratuidad”. Exp.
N° 7165-2006-PA/TC, del 6 de noviembre de 2007, f. j. 9.
(116) Exp. N° 1607-2002-AA/TC, citado, f. j. 6.
(117) COUTURE, Eduardo. Fundamentos del Derecho Procesal Civil. Tercera edición, decimocuarta reim-
presión, Depalma, Buenos Aires 1988, p. 189.
(118) MONROY GÁLVEZ, Juan. Ob. cit., p. 98.
(119) Exp. N° 10340-2006-AA/TC, del 26 de abril de 2007, f. j. 8.
(120) Exp. N° 00029-2007-PI/TC, del 19 de octubre de 2007, f. j. 9.
(121) Sirvan de ejemplos las sentencias expedidas en Exp. N° 2430-2002-HC/TC, del 4 de noviembre de
2002, f. j. 4; Exp. N° 1480-2003-HD/TC, del 15 de julio de 2003, f. j. 2; Exp. N° 2684-2003-AA/TC, del
28 de junio de 2004, f. j. 4; Exp. N° 3407-2004-AC/TC, del 14 de enero de 2005, f. j. 1, entre otras.
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(122) Así se tiene el Exp. N° 1172-2002-AA/TC, del 09 de diciembre de 2002, en cuyo fundamento único se
manifestó que “[d]e los actuados fluye que la presente demanda contiene idéntica pretensión respecto
de otros casos resueltos por este Colegiado. En tal sentido, el Tribunal Constitucional considera que los
fundamentos a que se refiere la sentencia recaída en el Expediente N° 1383-2001-AA/TC resultan apli-
cables, en su totalidad, al caso materia de autos, a los que se remite en aras de economía procesal”, para
luego declarar fundada la demanda. Algo parecido se contiene en el fundamento único de la sentencia
que resuelve el Exp. N° 1256-2002-AA/TC, del 29 de enero de 2003.
(123) Exp. N° 2496-2007-PA/TC, del 28 de noviembre de 2007, f. j. 4.
(124) Exp. N° 6382-2005-PA/TC, del 22 de setiembre de 2005, f. j. 2.
(125) Exp. N° 00097-2008-Q/TC, del 18 de julio de 2008, f. j. 8.
(126) AA. VV. Ob. cit., p. 34.
(127) Así, por ejemplo, hubo dicho el Tribunal Constitucional que “resulta lesivo a los principios de econo-
mía y celeridad procesal, vinculados al derecho al debido proceso, que el representante del Ministerio
Público, titular de la acción penal, sostenga una imputación cuando esta se ha extinguido, o que formule
denuncia penal cuando la potestad persecutoria del Estado, por el transcurso del tiempo, se encuentra
extinguida, y que el órgano jurisdiccional abra instrucción en tales supuestos”. Exp. N° 1297-2006-
PHC/TC, del 12 de marzo de 2007, f. j. 3.
(128) Exp. N° 2029-2003-HC/TC, del 7 de octubre de 2003, f. j. 1; Exp. N° 0655-2003-AC/TC, del 9 de febre-
ro de 2004, f. j. 1; Exp. N° 1392-2004-AA/TC, del 20 de mayo de 2004, f. j. 6; Exp. N° 2920-2003-HD/
TC, del 8 de julio de 2004, f. j. 3.
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5. El principio de inmediación
El principio de inmediación (que se recoge también en el artículo
V CPC) tiene por finalidad “que el juez –quien en definitiva va a resol-
ver el conflicto de intereses o la incertidumbre con relevancia jurídi-
ca– tenga el mayor contacto posible con todos los elementos subjetivos
(intervinientes) y objetivos (documentos, lugares, etc.) que conforman el
proceso”(130), con la finalidad de “lograr una aproximación más exacta al
mismo”(131). No puede aspirarse a una solución justa al margen del caso
concreto. La justicia en abstracto no existe, lo que existe es la solución
justa de concretas controversias. Nuevamente, será el valor justicia el que
justifique y dé sentido a la aplicación de este principio, pues se trata de
conocer de modo cierto y completo una situación sobre la cual se va a
tomar una decisión. Y, decididamente, no habrá solución justa sin un co-
nocimiento suficiente del caso concreto(132). De modo que, en palabras del
Tribunal Constitucional, “no solo es posible, sino, en determinados casos,
indispensable, que el juez canalice ante sí la mayor cantidad de elementos
que le permitan arribar a una decisión fundada en Derecho, esto es, a concre-
tizar el valor justicia al interior del proceso”(133). Este principio cobra especial
importancia durante el desarrollo de la actividad probatoria, la cual “debe
(129) ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA, Eloy. Código Procesal Constitucional. Proceso contencioso ad-
ministrativo y derechos del administrado. Palestra, Lima 2004, p. 33.
(130) MONROY GÁLVEZ, Juan. Ob. cit., p. 94.
(131) Exp. N° 2876-2005-PHC/TC, del 22 de junio de 2005, f. j. 23.
(132) En este sentido Mesía afirma que “[l]a idea es que detrás de cada juicio existe un drama humano y
que la verdad procesal debe acercarse lo mejor posible a la verdad pasada, la de los hechos tal y como
acontecieron. Solo así se garantiza un proceso justo, arreglado a los valores de la Constitución en la
medida que los derechos humanos se hallan insolublemente ligados a las garantías del debido proceso”.
MESÍA, Carlos. Exégesis del Código Procesal Constitucional. Primera edición, segunda reimpresión,
Gaceta Jurídica, Lima, 2005, p. 64.
(133) Exp. N° 0048-2004-PI/TC, citado, f. j. 4.
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El principio de inmediación, por otro lado, no exige que uno solo sea
el juez que conozca y dirija un proceso, pues pueden haber sido más de
uno sin que ello desacredite este principio. Éste “garantiza que el juez
encargado de sentenciar tenga contacto directo con todas las pruebas, no
resulta afectado cuando más de un juez en la etapa de instrucción conoce del
proceso”(135). Tampoco “significa necesariamente la exigencia de oralidad,
pues entender la oralidad como condición sine qua non para la realización
del principio de inmediación en el proceso constitucional supondría dedu-
cir que cuando no hay informes orales el tribunal no puede resolver”(136).
6. El principio de socialización
El principio de socialización procesal (recogido también en el artículo
VI CPC), exige del juez la capacidad de saber intervenir, a fin de que las
desigualdades materiales que siempre acompañan a los litigantes no en-
torpezcan la labor de llegar a una solución justa. Como bien se ha dicho,
este principio “no solo conduce al juez –director del proceso– por el sen-
dero que hace más asequible la oportunidad de expedir una decisión justa,
sino que lo faculta para impedir que la desigualdad en que las partes concu-
rren al proceso sea un factor determinante para que los actos procesales o
la decisión final tengan una orientación que repugne al valor justicia”(137).
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sucumbe ante los principios del constitucionalismo social, según los cuales,
ante los múltiples factores que pueden situar a las partes en una evidente si-
tuación de desigualdad, resulta imperativa la intervención judicial a efectos
de tomar las medidas correctivas que aseguren un proceso justo”(138).
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8. El principio de elasticidad
Mediante este principio (recogido además en el artículo IX CPC)
se exige que el juez adecue las formalidades que puedan exigirse en el
proceso constitucional a la consecución de los fines de este, y los cua-
les no huelga mencionar nuevamente ahora: asegurar la supremacía de
la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos constitucionales.
Una vez más cobra especial relevancia tener en cuenta que el principio
que ahora se comenta (al igual que todos los demás principios proce-
sales), en sí mismo no es más que un medio para alcanzar la solución
justa que involucra la garantía plena de la Constitución y de los derechos
constitucionales.
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como tal, si bien exige que el justiciable previamente satisfaga las condicio-
nes de la acción que la ley establece, no puede perder de vista que esta debe
ser interpretada y aplicada de tal forma que se haga efectivo el ‘derecho de
acción’ o ‘derecho de acceso a la jurisdicción’ (principio pro actione)”(155).
Si no se interpreta de esta manera, se corre el riesgo de anular la na-
turaleza de los procesos constitucionales como medios de protección y
aseguramiento de la Constitución, y con ella de los derechos constitucio-
nales. Ello debido a que erróneamente se convertiría “una duda interpre-
tativa respecto de las formalidades propias del instrumento de tutela en
un elemento determinante para permitir el acceso a la tutela constitucio-
nal de los derechos, cuando, en realidad, es el instrumento procesal el que
debe ser adecuado e interpretado decididamente –siempre y cuando no se
restrinjan los derechos constitucionales de la contraparte– a fin de conso-
lidar una tutela constitucional más eficaz, oportuna y plena”(156).
Con base en este entendimiento del principio de pro actione, el
Tribunal Constitucional ha planteado interesantes reglas hermenéuticas.
Así, lo ha invocado para declarar nulo todo lo actuado en un proceso en
el cual la demanda había sido rechazada (siendo declarada improceden-
te), porque el demandado la había interpuesto ante un juez incompetente
por el territorio. En este caso, ordenó el Tribunal Constitucional que se
repusiera la causa al estado en que sea remitida al juez competente para
tramitarla conforme a ley. Dijo este tribunal que “el principio pro actione
impone que el juez, en lugar de optar por alternativas que supongan el
estrechamiento del derecho de acceso a la justicia, máxime, a la justicia
constitucional, como sería la de declarar improcedente una demanda por
un error del recurrente respecto a la competencia territorial, deba acoger
aquellas que impliquen, por el contrario, una optimización o mayor efi-
cacia del derecho referido”(157). En este caso, por lo tanto, el principio pro
actione no habilita al juez a que rechace la demanda, sino que lo obliga a
remitirla –con prontitud– al juez competente.
Un criterio hermenéutico con base en el principio de pro actione
y en referencia a la vía previa, también ha sido formulado por el Tribunal
Constitucional. En el entendimiento de que la vía previa administrativa no
59
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
puede ser concebida como un privilegio del Estado, sino como una limitación
del derecho constitucional de acceso a la justicia, ha declarado el Tribunal
Constitucional que “[e]sta limitación del derecho de acceso a la justicia debe
entenderse a la luz del principio pro actione y, en ese sentido, el agotamiento
de la vía administrativa solo será exigible si su tránsito se configura como
una vía idónea y eficaz para los fines que se persiguen con su instalación”(158).
En este caso, el Tribunal Constitucional rechaza que el demandante
deba agotar la vía administrativa, debido a que la solución de la cuestión
planteada pasaba por la inaplicación de una ley, lo que no iba a ocurrir en
el caso, pues si “existe jurisprudencia reiterada y constante del Tribunal
Fiscal en el sentido de que, en la medida en que este no posee el rango
de órgano jurisdiccional, no es competente para declarar la inaplicabili-
dad de leyes o normas con rango de ley, pues tal actuación contraven-
dría la Constitución”(159). Por lo tanto, el Tribunal Constitucional termina
considerando que “la exigencia de que debe agotarse nominalmente la vía
administrativa-tributaria, (...) constituye un exceso de ritualismo procedi-
mental manifiesto al que se pretende someter a la demandante que, por ser
ineficaz, dificulta irrazonablemente su derecho de acceso a la justicia”(160).
Referido también de la vía administrativa, el Tribunal Constitucional ha
manifestado que “si el legislador prevé la obligatoriedad del agotamiento
de la vía administrativa, una exigencia derivada del derecho de acceso a la
justicia es que este sea configurado de la manera más breve como sea po-
sible, pues de ese modo se optimiza mejor el principio pro actione”(161). Y
ello, en razón de que “los órganos administrativos no cumplen esas garan-
tías mínimas que debe observar el ente que resuelva el conflicto; es que,
al tiempo de considerarse el agotamiento de la vía administrativa como
un derecho del particular [derecho que se traduce en evitarle el acceso a
la justicia ordinaria si puede resolver su conflicto con la administración
estatal en dicha sede], dicha vía, cuando se fija su agotamiento de manera
obligatoria, debe contemplarse de manera tal que no pueda considerarse
un privilegio del Estado o, acaso, como una medida que, irrazonable y
desproporcionadamente, disuada, imposibilite o impida el acceso del par-
ticular a un tribunal de justicia”(162).
60
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
(163) Exp. N° 0503-2002-AA/TC, del 7 de enero de 2003, f. j. 1. También el Exp. N° 0616-2003-AA/TC, del
6 de junio de 2005, f. j. 7.
(164) Exp. N° 0358-2001-AA/TC, del 21 de agosto de 2002, f. j. 2.b. En este asunto, el Tribunal Constitu-
cional luego de declarar fundada la demanda de amparo, ordenó que “cumplidos los demás requisitos
legales exigidos para la interposición del recurso de casación, este se admita y se sustancie con arreglo
a derecho”.
(165) Exp. N° 2070-2003-AA/TC, del 18 de febrero de 2005, f. j. 7.
(166) Ibídem, f. j. 8.
61
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
64
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
Los errores que pueden ser objeto de corrección a través del principio de
queja deficiente son los relacionados con la identificación del derecho fun-
damental agredido(183), o con los actos lesivos(184), o con los fundamentos
de derecho de la pretensión(185). De igual forma puede recaer sobre el peti-
torio, cuando “este ha sido erróneamente formulado o expuesto en forma
ambigua u obscura”(186), o sobre “el error o la omisión en la que incurre el
demandante en el planteamiento de sus pretensiones, tanto al inicio del pro-
ceso como en su decurso”(187).
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(189) Por eso tiene dicho el Tribunal Constitucional que este principio “exige a los poderes públicos naciona-
les que, a partir del ejercicio hermenéutico, incorporen en el contenido protegido de los derechos consti-
tucionales los ámbitos normativos de los derechos humanos reconocidos en los referidos tratados”. Exp.
N° 2730-2006-PA/TC, del 21 de julio de 2006, f. j. 9.
(190) Exp. N° 1230-2002-HC/TC, de 20 de junio de 2002, f. j. 8.
(191) Exp. N° 1268-2001-HC/TC, del 8 de abril de 2002, f. j. 2.
(192) Exp. N° 2209-2002-AA/TC, del 12 de mayo de 2003, f. j. 5.
(193) Exp. N° 2798-2004-HC/TC, del 9 de diciembre de 2004, f. j. 8.
(194) Exp. N° 5854-2005-PA/TC, del 8 de noviembre de 2005, f. j. 23.
66
El Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
67
El proceso constitucional
de hábeas corpus (∗)
Introducción
Como bien pone de relieve el Código Procesal Constitucional, los
procesos constitucionales tienen como fines esenciales asegurar la pri-
macía de la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos consti-
tucionalmente protegidos(1). Dada la importancia del rol que cumplen
para todo Estado Constitucional, se les ha investido de aquellos rasgos
que permiten identificar a un proceso de tutela urgente. De esa forma,
se ha hecho uso de la sumarización procedimental, esto es, reducción de
plazos, eliminación del dictamen fiscal, entre otros; y de la sumarización
cognitiva, es decir, será el juez quien decida si requiere de audiencia para
complementar su información(2).
(*) El presente trabajo constituye una modesta actualización –dentro de los términos de tiempo y espacio
que se nos han otorgado– de dos textos anteriores intitulados En torno al hábeas corpus en el Código
Procesal Constitucional peruano: Antecedentes, derechos tutelados, procedimiento y tipos de hábeas
corpus, publicado en el libro-homenaje a Domingo García Belaunde que coordinó nuestro buen amigo
José F. Palomino Manchego (Grijley, 2005); y Algunas notas sobre las reglas procesales previstas para
el hábeas corpus en el Código Procesal Constitucional, publicado en abril de este año en una obra
coordinada por Luis Castillo Córdova (Palestra, 2008).
(**) Ha sido profesor titular de Derecho Constitucional de la Pontificia Universidad Católica del Perú y
Coordinador del Post Título en Derecho Público de la misma universidad. Actualmente se viene desem-
peñando como profesor a tiempo completo de Derecho Constitucional y Derecho Procesal Constitu-
cional en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). Asimismo, es profesor asociado de la
Academia de la Magistratura. Miembro ordinario de la Asociación Peruana de Derecho Constitucional
y de la Asociación Iberoamericana de Derecho Militar.
(1) Esto que se encuentra contenido en el artículo II del Título Preliminar del Código Procesal Constitu-
cional, sin embargo, podría resultar redundante si tomamos en cuenta que al asegurar la primacía de la
Constitución Política del Estado también se ampara la vigencia efectiva de los derechos fundamentales,
salvo mejor parecer.
(2) AA. VV. Código Procesal Constitucional. Palestra Editores, Lima, agosto de 2004, p. 71.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(3) A mayor abundamiento sobre los antecedentes del hábeas corpus en el mundo en general y en el Perú
en particular, recomendamos vivamente revisar: GARCÍA BELAUNDE, Domingo. El hábeas corpus
en el Perú. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 1979.
(4) GARCÍA BELAUNDE, Domingo. Derecho Procesal Constitucional. Marsol Editores, Trujillo, julio de
1998, p. 119 y ss.
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El proceso constitucional de hábeas corpus
“Nadie podrá ser arrestado sin mandamiento escrito del juez compe-
tente o de las autoridades encargadas de conservar el orden público,
excepto infraganti delito, debiendo en todo caso ser puesto, el arresta-
do, dentro de veinticuatro horas, a disposición del juzgado que corres-
ponda. Los ejecutores de dicho mandamiento están obligados a dar
copia de él siempre que se les pidiere.
La persona aprehendida o cualquier otra podrá interponer conforme a
la ley, el recurso de hábeas corpus por prisión indebida”.
Sin perjuicio de la imprecisión en la que incurre la Constitución de
1920 al referirse al hábeas corpus como un recurso, cabe mencionar que
a partir de dicho año se va a intentar recurrir al hábeas corpus incluso
para solicitar que se declare la inconstitucionalidad de alguna ley. El caso
Cecilia Althaus de Pardo puede resultar por demás ilustrativo de lo re-
cientemente afirmado(5).
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(6) Si bien el texto constitucional vigente, como el Código Procesal Constitucional, hace referencia más
bien a la libertad individual como la susceptible de ser protegida a través del hábeas corpus, doctrina-
riamente existe cada vez mayor consenso en que es más bien la libertad personal, entendida como la
dimensión física de aquel derecho y valor, la que resulta amparada a través del hábeas corpus. La liber-
tad personal busca, como dijimos, garantizar la libertad física del individuo evitando que sea privado
u obstaculizado en el ejercicio de ella de forma ilícita. Sobre el particular puede revisarse: FAÚNDEZ
LEDESMA, Héctor. “El derecho a la libertad y seguridad personal”. En: Lecturas Constitucionales
Andinas Nº 1. Comisión Andina de Juristas, Lima, p. 143-144; ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA,
Eloy. Op. cit., p. 146; BELDA PÉREZ-PEDRERO, Enrique. “El derecho a la libertad personal y a la
seguridad personal”. En: Anuario Parlamento y Constitución. Nº 3. Cortes de Castilla-La Mancha y
Universidad de Castilla-La Mancha, Castilla-La Mancha, 1999, p. 227; entre otros.
72
El proceso constitucional de hábeas corpus
No obstante esta precisión, no debe perderse de vista, como también señalaremos en este trabajo, que
hay otros derechos fundamentales que caen dentro del ámbito de protección de este proceso constitu-
cional.
(7) EGUIGUREN PRAELI, Francisco. Estudios constitucionales. Ara Editores, Lima, 2002, p. 25 y ss;
HUERTA GUERRERO, Luis Alberto. Libertad personal y hábeas corpus: estudios sobre jurispruden-
cia constitucional. Comisión Andina de Juristas, Lima, 2003, p. 9 y ss; MESÍA RAMÍREZ, Carlos. El
proceso de hábeas corpus desde la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Gaceta Jurídica, Lima,
marzo de 2007, p. 77 y ss.
(8) Sentencia de fecha 12 de agosto de 2002 y publicada el 16 de agosto del mismo año.
(9) De la siguiente cita, extraída de un famoso libro de Georg Jellinek, se puede inferir lo que aquí quere-
mos significar:
“La existencia de ciertas restricciones respecto del individuo ha provocado históricamente la exigencia
de que se reconozcan determinados derechos a la libertad. La coacción religiosa y la censura han hecho
nacer la idea de la libertad religiosa y de la libertad de prensa. Los ataques y prohibiciones de la Policía
han sido causa de que se reconozcan libertades, como el derecho a la inviolabilidad de domicilio, al
secreto de la correspondencia, derechos de asociación y de reunión, etc. Una observación atenta hace
ver que aquí no se trata de derechos particulares, sino solo del reconocimiento de determinadas direc-
ciones de la libertad individual, una en sí misma, e indica aquel círculo de actividad del individuo que
está libre de las ordenaciones del Estado. De esta posición de la personalidad nace la exigencia, por
parte de ella, de que desaparezcan todas las disposiciones del Estado que lesionan la libertad” (las
cursivas son nuestras).
JELLINEK, Georg. Teoría general del Estado. Fondo de Cultura Económica, México, 2000, p. 388.
(10) Sentencia de fecha 21 de julio de 2005.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(11) SORIANO, Ramón. El derecho de hábeas corpus. Publicaciones del Congreso de los Diputados. Mo-
nografías 6, Madrid, p. 22. Citado por: CASTAÑEDA OTSU, Susana. Hábeas corpus: normativa y
aspectos procesales. En: Susana Castañeda Otsu, (coordinadora). Derecho Procesal Constitucional.
Primera edición. Jurista Editores, Lima, marzo de 2003, p. 273. Existe una segunda edición de esta obra,
es en el Tomo II de esta nueva edición que encontramos el trabajo aquí citado (p. 585 y ss).
(12) En este sentido, las sentencias del Tribunal Constitucional recaídas los casos Jaime Rodríguez Aguirre
(Expediente N° 06142-2006-HC/TC), Francisco Mallma Tinco (Expediente N° 08815-2005-HC/TC),
César Javier Chávez Berrocal (Expediente N° 2510-2005-HC/TC) y Felipe Tudela y Barreda (Expe-
diente N° 1317-2008-HC/TC).
(13) Sentencia de fecha 25 de octubre de 2005 y publicada el 19 de abril de 2006.
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El proceso constitucional de hábeas corpus
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(20) El documento nacional de identidad, según el artículo 26 de la Ley Orgánica del Registro Nacional de
Identificación y Estado Civil, es un documento público, personal e intransferible. Constituye la única
cédula de identidad personal para todos los actos civiles, comerciales, administrativos, judiciales y, en
general, para todos aquellos casos en que, por mandato legal, deba ser presentado. Constituye también
el único título de derecho al sufragio de la persona a cuyo favor ha sido otorgado.
El documento nacional de identidad, como habrá podido observarse, hace efectivo no solo el derecho a
la identidad, sino también el ejercicio de la ciudadanía.
(21) La Defensoría del Pueblo plantea respecto del documento nacional de identidad que, en principio, su
expedición debería ser gratuita, correspondiéndole al mismo Estado asumir el costo del servicio que
dicho trámite pueda generarle por medio de la recaudación tributaria correspondiente. Sin embargo, si
se va a proceder a cobrar un monto para tal efecto, pues entonces dicho monto no debe estar alejado de
principios tales como el de legalidad y razonabilidad.
Sobre el particular: DEFENSORÍA DEL PUEBLO. La legalidad del cobro y la razonabilidad del costo
en la expedición del documento nacional de identidad por el Registro Nacional de Identificación y
Estado Civil (Reniec). Serie Informes Defensoriales, Informe Defensorial Nº 79, Lima, noviembre de
2003.
El Tribunal Constitucional peruano en el caso María Angélica Aguirre Ato (Expediente Nº 264-97-AA/
TC), en sentencia de fecha 2 de diciembre de 1997 y publicada el 16 de enero de 1998, ha entrado, pues,
a precisar que:
“(...) ciertos derechos constitucionales por su naturaleza como la obtención de pasaporte, la inscripción
en el Registro Electoral para el ejercicio de derechos ciudadanos, el derecho al goce de jubilación, etc.,
necesariamente tienen que estar sujetos al cumplimiento de ciertos requisitos establecidos por ley; los
mismos que deberán ser viables para hacer efectivo el derecho constitucional respectivo”.
(22) Sentencia de fecha 16 de noviembre de 2007 y publicada el 23 de enero de 2008.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(26) Sobre el particular recomendamos revisar: ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA, Eloy. “Hábeas corpus
contra resoluciones judiciales: entre la evolución del concepto ‘proceso regular’ y la determinación del
ámbito de acción del juez constitucional”. En: Dos ensayos sobre nueva jurisprudencia constitucional:
los tratados de derechos humanos y el hábeas corpus contra resoluciones judiciales. Justicia Viva,
Lima, junio de 2003, p. 41 y ss, trabajo también recogido en su compilación intitulada “Jurisdicción
constitucional…”. Ob. cit., p. 142 y ss; DONAYRE MONTESINOS, Christian. El hábeas corpus en
el Código Procesal Constitucional. Una aproximación con especial referencia a la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional peruano. Jurista Editores, Lima, febrero de 2005, p. 157 y ss; SAR SUÁREZ,
Omar. Hábeas corpus contra resoluciones judiciales. Colección Monografía de Jurisprudencia Especia-
lizada. Editora Jurídica Grijley, Lima, 2008; entre otros.
(27) A este respecto puede revisarse el caso Fernando Rospigliosi Capurro (Expediente N° 04747-2007-HC/
TC) y los comentarios sobre el particular de CARO, José Antonio y HUAMÁN, Daniel. “¿‘Delito de
función’ o ‘delito en el ejercicio de la función’ de alto dignatario? Precisiones sobre el ámbito objetivo
del antejuicio político”. En: Jus Constitucional. Nº 1. Editora Jurídica Grijley, Lima, enero de 2008;
GARCÍA CHÁVARRI, Abraham. “La acusación constitucional y los delitos cometidos en el ejercicio
de las funciones. Breves comentarios a partir de una reciente sentencia”. En: Revista Jurídica del Perú.
Gaceta Jurídica. Lima, Nº 84, febrero de 2008, p. 25 y ss; DONAYRE MONTESINOS, Christian. “An-
tejuicio y responsabilidad penal de altos funcionarios públicos. Lo que se dijo y lo que no se dijo en una
sentencia del Tribunal Constitucional peruano”. En: Gaceta Constitucional. Tomo 7. Gaceta Jurídica,
Lima, julio de 2008, p. 77 y ss.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(28) Este tipo de hábeas corpus tiene como antecedente lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la
República en el célebre caso Alberto Borea Odría (Expediente HC Nº 14-94), en sentencia de fecha 24
de febrero de 1994 y publicada en el diario oficial El Peruano el 4 de mayo del mismo año.
A tenor de dicha sentencia:
“(...) según lo preceptuado en el numeral ochenta de la tantas veces citada ley, en estos casos el fiscal
provincial solo tiene dos alternativas: o formaliza la denuncia o abre investigación policial, lo que no
hizo en el caso de autos, sino que inició por su cuenta una investigación que no tenía cuando concluir,
que, como consecuencia de esta investigación ilegal la puesta en peligro de la libertad del accionante se
pone de manifiesto cuando no se quiere dar por concluida una investigación mientras no se presente el
investigado a prestar su declaración indagatoria a sabiendas de que se encontraba fuera del Perú, dando
a entender que la investigación tenía que prolongarse mientras dure la ausencia, como si no hubieran
otros elementos de juicio en los actuados, que no solo permitían sino que la obligaban a un pronuncia-
miento definitivo, como lo había hecho respecto a otros implicados, prolongando una situación de inde-
fensión procesal y la consiguiente estigmatización que conlleva el simple hecho de estar investigado por
presunto delito; que evidentemente esta actitud no tiene justificación ninguna, tanto más, si se tiene en
cuenta que los hechos ya había sido materia de una sentencia en el fuero respectivo, por lo que tenemos
que admitir que existe, pues, amenaza de violación a la libertad personal del actor (...)”.
Sobre este caso en particular y demás implicancias véase: VALLE-RIESTRA, Javier. “Borea, el leading
case”. En: Ius et Veritas. Revista editada por estudiantes de la Facultad de Derecho de la Pontificia
Universidad Católica del Perú. Nº 8. Lima, junio 1994, pp. 184-191.
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El proceso constitucional de hábeas corpus
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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(36) Véase la sentencia con fecha 21 de agosto de 2002 y publicada el 25 de abril de 2003.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(37) Sentencia de fecha 11 de noviembre de 2002 y publicada el 28 del mismo mes y año.
(38) Sentencia de fecha 4 de marzo de 2004 y publicada el 11 de marzo del mismo año,
(39) Sentencia de fecha 20 de mayo de 2003 y publicada el 11 de agosto del mismo año.
(40) Sentencia con fecha 23 de marzo de 2004 y publicada el 12 de abril del mismo año.
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(41) La detención se encuentra vinculada a la privación de la libertad de una persona, en tanto se encuentra
vinculada a la comisión de un acto delictivo, a fin de asegurar su presencia en el transcurso del proceso y los
efectos jurídicos de la sentencia que se emita sobre el particular. Se trata de una medida cautelar personal que
es dictada siempre y cuando se cumplan con determinados requisitos. Como se puede observar entonces, la
detención guarda estrecha relación con la existencia de un proceso penal de por medio.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(42) La prisión constituye la situación en la cual se encuentra el sujeto que fue condenado por una sentencia
emanada de un órgano judicial, luego de que se le siguiera el proceso penal correspondiente. Como
tendremos ocasión de ver con posterioridad y para no confundir al lector, va a ser el hábeas corpus tras-
lativo el que se podrá interponer cuando el sujeto en prisión haya cumplido ya el tiempo establecido en
su condena o cuando el plazo de la detención haya vencido y aun así se encuentre privado de su libertad
personal.
(43) La figura del arresto constituye una forma de privación de la libertad personal ordenada por la autoridad
competente como medida de apremio, esto es, para obligar a que el sujeto adopte una determinada con-
ducta en un supuesto específico o como medida sancionadora.
(44) La aprehensión, por su parte, constituye en sentido estricto un acto de colaboración con la justicia por
parte de los particulares, en virtud del cual detienen a una persona en una situación de flagrancia delic-
tiva. Producida la aprehensión bien pueden retener al delincuente en el lugar de los hechos hasta que
las autoridades policiales se constituyan allí o, caso contrario, trasladar al sujeto ante la dependencia
policial más cercana. EGUIGUREN PRAELI, Francisco. Libertad personal, detención arbitraria y há-
beas corpus: las novedades en la Constitución de 1993. En: AA. VV. La Constitución de 1993. Análisis
y Comentarios. Serie: Lecturas sobre temas constitucionales Nº 11. Comisión Andina de Juristas, Lima,
1995, p. 17.
Las notas distintivas de la aprehensión son a saber las siguientes: en primer lugar, se trata de una au-
torización y no de una potestad, propia de la autoridad pública. De allí que los particulares no están
obligados a detener a una persona que vean que está cometiendo un delito o lo ha cometido momentos
antes. No estamos ante una obligación legal que les sea exigible como sí ocurre con las autoridades
policiales. En segundo término, es necesario que estemos ante una situación de flagrancia delictiva y,
finalmente, lo que busca esta forma de detención es que el sujeto aprehendido sea puesto a disposición
de las autoridades policiales, no rigiendo para este caso los plazos de veinticuatro horas o quince días
consagrados constitucionalmente. En este sentido: SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal
Penal. Volumen II, primera edición. Grijley, Lima, 2000, p. 815.
Si bien la Constitución de 1993 no recoge expresamente la figura de la aprehensión, se admite como
legítima en tanto se trata de una medida necesaria y socialmente útil de colaboración con la justicia.
(45) Que puede definirse como el acto de privación de la libertad personal llevado a cabo por particulares
y que dependiendo de las circunstancias puede llegar a configurarse en una conducta delictiva. En este
supuesto encajan, por ejemplo, aquellas prácticas de algunos hospitales y clínicas de impedir la salida del pa-
ciente hasta que se hayan cubierto todos los gastos incurridos. Véase a este respecto la sentencia del Tribunal
Constitucional peruano recaída en el caso Lorgia Olivares de Cabezas (Expediente N° 1411-2001-HC/
TC), con sentencia de fecha 1 de abril de 2002 y publicada el 22 de setiembre del mismo año.
(46) Sentencia con fecha 23 de marzo de 2004 y publicada el 12 de abril del mismo año.
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(47) Véase lo dispuesto en el inciso 1 del artículo 34 del Código Procesal Constitucional.
(48) Sentencia de fecha 19 de enero de 2001 y publicada el 22 de marzo del mismo año.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(50) TROCKER, Nicolo. “Il nuovo articolo 111 della Costituzione e il ‘giusto processo’ in materia civile:
profili generali”. En: Rivista Trimestrale di Diritto e Procedura Civile, Nº 2, 2001. Citado en sentencia
del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente Nº 010-2002-AI/TC del caso Marcelino Tineo
Silva y más de 5000 ciudadanos con fecha 3 de enero de 2003.
(51) Sin lugar a dudas el determinar cuándo estamos ante un plazo razonable supone el examen de diversos
elementos, entre los cuales podemos mencionar los siguientes: en primer lugar, la duración efectiva de
la detención. En segundo término, la duración de la detención en comparación con la naturaleza del
delito y la pena que podría imponerse al acusado.
Los efectos morales o materiales de la detención en la persona detenida y la conducta del acusado son
elementos también que hay que entrar a evaluar. Y es que muchas veces es por la conducta del propio
imputado que el proceso o las investigaciones se dilatan innecesariamente. A propósito de las investi-
gaciones, también deberán examinarse las dificultades a las cuales pueden enfrentarse las autoridades
a efectos de esclarecer los hechos, dificultades que pueden deberse al número de testigos o personas
acusadas por el delito, a la necesidad de cooperación internacional, entre otros. No obstante ello, la
conducta de las mismas autoridades será otro elemento que deberá tomarse en consideración, a fin de
evitar que sean ellas las que prolonguen de forma irrazonable la duración del proceso mismo. Como
bien señala Héctor Faúndez, sin duda se trata de elementos que pueden resultar útiles, sin embargo,
ello no los libra de estar sujetos a ciertas subjetividades que dificultarán su análisis de forma precisa y
absoluta. FAÚNDEZ LEDESMA, Héctor. Ob. cit., pp. 171-172.
(52) Sentencia de fecha 11 de noviembre de 1999 y publicada el 16 de marzo de 2000.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
“(...) cuando el artículo 137 del Código Procesal Penal otorga libertad
por exceso de detención, lo que ofrece en realidad es un paliativo a la
eventual injusticia ocasionada por la lentitud o ineficacia en la admi-
nistración de justicia, optando por el mal menor de que un culpable
salga libre mientras espera su condena, frente al mal mayor de que
un inocente permanezca encarcelado en espera de su tardía absolu-
ción definitiva. En tales circunstancias es obvio que hacer prevalecer
el derecho de todo individuo a ser juzgado en un tiempo razonable, es
una forma de anteponer la persona al Estado, tal y cual lo proclama el
artículo 1 de la Constitución”.
Es sobre la base de lo anterior que, en dicho proceso, el Tribunal
declaró fundada la demanda de hábeas corpus, pronunciándose en el
mismo sentido, y con similar argumentación en casos como el de Luis
Alberto Estrada Suárez (Expediente Nº 876-2000-HC/TC)(54), el de Eliseo
Alvarado Linares (Expediente Nº 1168-2000-HC/TC)(55), el de Alfredo
Pérez Mezquita (Expediente Nº 696-2000-HC/TC)(56), por citar solo algu-
nos ejemplos.
(53) Sentencia de fecha 18 de enero de 2001 y publicada el 19 del mismo mes y año.
(54) Sentencia de fecha 18 de enero de 2001 y publicada el 19 del mismo mes y año.
(55) Sentencia de fecha 15 de diciembre de 2000 y publicada el 19 de enero de 2001.
(56) Sentencia de fecha 19 de enero de 2001 y publicada el 20 del mismo mes y año.
(57) Sentencia de fecha 9 de diciembre de 2004 y publicada el 18 de febrero de 2005.
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(58) Sentencia de fecha 21 de enero de 2005 y publicada el 4 de abril del mismo año.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(59) Sentencia con fecha 23 de marzo de 2004 y publicada el 12 de abril del mismo año.
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(60) Esta prohibición, como bien ha puesto de relieve el propio Comité de Derechos Humanos, tiene un
carácter absoluto. Sobre el particular léase la Observación General Nº 20 referida al artículo 7 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
(61) Sentencia de fecha 21 de abril de 2005 y publicada el 17 de junio del mismo año.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(62) COMISIÓN ANDINA DE JURISTAS. Protección de los derechos humanos. Definiciones operativas.
Comisión Andina de Juristas, Lima, 1997, p. 94.
(63) Ibíd., p. 92.
(64) Comunicación Nº 440199, Youssef El-Megreisi c. La Jamahiriya Árabe Libia, párr. 5.4. Ibíd., p. 93.
(65) Sentencia de fecha 3 de enero de 2003.
(66) Sentencia con fecha 21 de junio de 2002 y publicada el 29 de agosto del mismo año.
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El proceso constitucional de hábeas corpus
“el artículo 110 del Código de Ejecución Penal establece que son fun-
ciones del Consejo Técnico Penitenciario, entre otras, el proponer el
cambio de régimen o el traslado de los internos a otro establecimiento
penitenciario en los casos de progresión o regresión en el tratamiento
del interno, por lo que la autoridad administrativa ha tomado dicha
medida conforme a sus facultades, lo que no implica la afectación de
derecho alguno de los beneficiarios”.
En el célebre caso Abimael Guzmán Reynoso y Elena Iparraguirre
Revoredo (Expediente Nº 935-2002-HC/TC)(68) también se planteó un há-
beas corpus de tipo correctivo, sin embargo, el Tribunal Constitucional
dispuso que:
95
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(69) Sentencia con fecha 23 de marzo de 2004 y publicada el 12 de abril del mismo año.
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(70) GARCÍA BELAUNDE, Domingo. Constitución y política. Eddili, Lima, 1991, p. 148.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(73) Sentencia de fecha 20 de abril de 2001 y publicada el 3 de agosto del mismo año.
(74) Sentencia con fecha 23 de marzo de 2004 y publicada el 12 de abril del mismo año.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(75) Sentencia con fecha 18 de marzo de 2004 y publicada el 22 de marzo del mismo año.
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(76) Sentencia con fecha 23 de marzo de 2004 y publicada el 12 de abril del mismo año.
(77) Según el artículo 231 de la Constitución de 1979 “El Presidente de la República, con acuerdo del
Consejo de Ministros, decreta, por plazo determinado, en todo o parte del territorio y dando cuenta al
Congreso o a la Comisión Permanente, los estados de excepción que en este artículo se contempla:
a) Estado de emergencia, en caso de perturbación de la paz o del orden interno, de catástrofe o de
graves circunstancias que afectan la vida de la Nación. En esa eventualidad, puede suspender las
garantías constitucionales relativas a la libertad y seguridad personales, la inviolabilidad de domi-
cilio, la libertad de reunión y de tránsito en el territorio (...)” (las cursivas son nuestras).
101
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(78) Tanto los tratados internacionales sobre derechos humanos como la Constitución Política del Estado
y el Código Procesal Constitucional hacen referencia a una suspensión del ejercicio de derechos fun-
damentales durante un estado de excepción. Sin embargo, en nuestra modesta opinión debiera hacerse
referencia en estos supuestos a una restricción del ejercicio de derechos fundamentales. Sobre el parti-
cular DONAYRE MONTESINOS, Christian. “Protegiendo los derechos constitucionalmente protegi-
dos durante un estado de excepción. Algunas necesarias precisiones para evitar situaciones lesivas a los
derechos fundamentales”. En: Eloy, Espinosa-Saldaña Barrera (coordinador). Derechos Fundamentales
y Derecho Procesal Constitucional. Jurista Editores, Lima, setiembre de 2005, p. 371 y ss.
(79) El texto de la opinión consultiva a la que hacemos referencia puede encontrarse en: BIDART CAMPOS,
Germán y PIZZOLO, Calogero (coordinadores). Derechos Humanos-Corte Interamericana. Comenta-
rios a las opiniones consultivas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Tomo I. Ediciones
Jurídicas Cuyo, Mendoza, abril de 2000, p. 505 y ss. Sobre el particular recomendamos revisar además
el comentario de MANILI, Pablo Luis. “El hábeas corpus bajo suspensión de garantías”. En: Ibíd.,
p. 521 y ss.
102
El proceso constitucional de hábeas corpus
(80) El texto de la opinión consultiva citada puede encontrarse también en: Ibíd. Tomo II, p. 547 y ss.
Recomendamos revisar además el comentario de GIL DOMÍNGUEZ, Andrés. “Derechos humanos:
garantías judiciales en estados de emergencia”. En: Ibíd., p. 561 y ss.
(81) Así, por ejemplo, en sentencia del Trigésimo Primer Juzgado de Instrucción de Lima con fecha 5 de ju-
lio de 1983, en el caso Juan Santiago Bautista contra la Dirección de Inteligencia de la P.I.P. se resolvió
el proceso de hábeas corpus de la siguiente manera:
“[...] CONSIDERANDO: Que, la Constitución Política del Estado, en capítulo sétimo, artículo doscien-
tos treintiuno, Inc. ‘a’ y ‘b’ faculta la suspensión de las garantías constitucionales, por plazo determina-
do, en casos de requerirlo la salvaguarda de la paz pública y el orden interno de la nación; dispositivo
constitucional que ha sido a su vez recogido por el legislador de la Ley veintitrés mil quinientos seis;
y en armonía con los dispositivos citados, el supremo Gobierno ha procedido a expedir el Decreto Su-
premo cero veintidós-ochentitrés-IN, de fecha treinta de mayo del año pasado, debidamente publicado
en el diario oficial El Peruano del día treintaiuno del mismo mes, por el que se dispone la declaración
del estado de emergencia en todo el territorio de la República, y suspendiéndose por sesenta días las
garantías constitucionales, por lo que en aplicación del artículo trigésimo octavo de la Ley veintitrés mil
quinientos seis, se declara: IMPROCEDENTE, la acción de hábeas corpus [...]”.
103
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(82) En un esquema de contralor judicial parcial, el juez se limitará a evaluar la necesidad, razonabilidad,
proporcionalidad y temporalidad de los actos u omisiones de autoridad que tienen lugar durante la
vigencia de un estado de excepción y que pueden estar amenazando o lesionando derechos fundamen-
tales. Mientras que en una lógica más bien de contralor judicial amplio, el juez podrá incluso entrar a
examinar la decisión misma que declara el estado de excepción bajo las pautas antes señaladas. Sobre
el particular: ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA, Eloy. Jurisdicción constitucional.... Ob. cit., p. 169
y ss, y en especial pp. 187-191; DONAYRE MONTESINOS, Christian. “Del control jurisdiccional y
la posibilidad de un control político del estado de emergencia en el Perú: nuevas alternativas frente a
viejos retos”. En: Revista Jurídica del Perú. Año LIII, Nº 48. Editorial Normas Legales, Trujillo, julio
2003, p. 75 y ss, y en especial pp. 87-89; trabajo también recogido en nuestro libro intitulado La reforma
de la justicia militar. Estudios críticos de la experiencia peruana y comparada. Jurista Editores, Lima,
mayo de 2004, pp. 279-310, sobre todo pp. 301-305; entre otros.
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El proceso constitucional de hábeas corpus
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(84) Como se sabe, y así lo establece la Constitución vigente en su artículo 137 y el último párrafo del
artículo 23 del Código Procesal Constitucional que venimos comentando, la declaratoria de un estado
de excepción tiene lugar en un espacio geográfico determinado. De ahí que no es posible extender sus
efectos a otros territorios o zonas no comprendidos en el decreto que establece dicho régimen.
(85) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “Hábeas corpus, amparo y hábeas data en regímenes de excepción”. En:
Susana Castañeda Otsu (coordinadora). Derecho Procesal Constitucional. Segunda edición, Tomo II,
Jurista Editores, Lima, julio de 2004, p. 1003.
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(86) Sentencia de fecha 23 de marzo de 2004 y publicada el 12 de abril del mismo año.
(87) Sentencia de fecha 9 de julio de 2002 y publicada el 28 de enero de 2003.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(…)”.
(88) Caso Fredy Pacheco Chamorro (Expediente Nº 0935-2000-HC/TC), fundamento jurídico número 3.
(89) Caso célebre a este respecto es por ejemplo la demanda de hábeas corpus interpuesta por el jefe de la
Oficina Defensorial de Ayacucho a favor de 8 campesinos de Chacas por la vulneración de los derechos
al debido proceso y defensa, en conexidad con la libertad personal. A mayor abundamiento sobre el par-
ticular recomendamos revisar la revista jurídica El Portal del Derecho Nº 6, Ayacucho, enero de 2007,
p. 5 y ss.
(90) Véase al respecto: ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA, Eloy. “La consagración del amparo residual
en el Perú, sus alcances y repercusiones”. En: Eloy Espinosa-Saldaña Barrera (coordinador). Derechos
fundamentales y Derecho Procesal Constitucional. Jurista Editores, Lima, setiembre de 2005, p. 143 y
ss; entre otros.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(91) Sobre el contenido constitucionalmente protegido de los derechos son interesantes los aportes de CAS-
TILLO CÓRDOVA, Luis. “El contenido constitucional de los derechos como objeto de protección del
proceso de amparo”. En: José F. Palomino Manchego (Coordinador). “El Derecho Procesal Constitucio-
nal peruano”. Estudios en homenaje a Domingo García Belaunde. Editora Jurídica Grijley, Lima, 2005,
p. 563 y ss; y “Pautas para la determinación del contenido constitucional de los derechos fundamenta-
les”. En: Actualidad Jurídica. Nº 139, Gaceta Jurídica, Lima, 2005, p. 144 y ss, del mismo autor.
(92) Necesario es señalar que el Tribunal Constitucional peruano en el caso Lorenzo Navarro Quispe (Expe-
diente Nº 7134-2005-PHC/TC) ha señalado: “(...) es preciso enfatizar que la improcedencia liminar no
está prevista para el proceso constitucional de hábeas corpus, a diferencia del amparo”.
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(93) En efecto, tal es así que el Tribunal Constitucional peruano, mediante su capacidad para establecer
precedentes constitucionales vinculantes (artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Cons-
titucional), ha determinado bajo qué consideraciones se acude al amparo y en qué casos al proceso
contencioso-administrativo, comoquiera que este último al ser de plena jurisdicción o subjetivo per-
mite a su vez la tutela de aquellos derechos que son susceptibles de ser protegidos también mediante
el amparo (Sobre el particular y antes de la entrada en vigencia del Código Procesal Constitucional
véase: ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA, Eloy. Jurisdicción constitucional, impartición de justicia
y debido proceso. Ara Editores, Lima, 2003, p. 251 y ss). Así, por ejemplo, en el caso Manuel Anicama
Hernández (Expediente Nº 1417-2005-AA/TC), el supremo intérprete de nuestra Constitución al deter-
minar el contenido esencial del derecho a la pensión estableció en qué supuestos procede un amparo en
materia previsional y qué pretensiones más bien deben ventilarse en sede contencioso-administrativa.
Al respecto recomendamos revisar TIRADO BARRERA, José Antonio. “Relaciones entre el proceso
contencioso-administrativo y el proceso de amparo en la defensa de los derechos de los administrados.
Comentario a la sentencia del Tribunal Constitucional Nº 1417-2005-AA/TC (caso Manuel Anicama)”.
En: Jorge Danós Ordóñez, Eloy Espinosa-Saldaña Barrera y Diego Zegarra Valdivia (coordinadores).
Derecho Administrativo contemporáneo. Ponencias del II Congreso Nacional de Derecho Administra-
tivo. Palestra Editores, Lima, setiembre de 2007, p. 493 y ss.
Igualmente, en materia laboral el Tribunal Constitucional en el caso César Antonio Baylón Flores (Ex-
pediente Nº 0206-2005-PA/TC) ha determinado qué pretensiones son susceptibles de ser ventiladas en
sede constitucional y cuáles más bien en sede ordinario laboral o contencioso-administrativa, aun cuan-
do, es importante decirlo, en este caso reproduce de alguna manera lo que ya había sostenido en algunos
casos previos inclusive a la entrada en vigencia del Código Procesal Constitucional, como es el caso
Eusebio Llanos Huasco (Expediente Nº 976-2001-AA/TC). Véase a este respecto DONAYRE MON-
TESINOS, Christian. “El carácter residual del amparo en el Código Procesal Constitucional peruano
y sus implicancias en la tutela de los derechos laborales constitucionalmente protegidos”. En: Eloy
Espinosa-Saldaña Barrera (coordinador). Derechos fundamentales y Derecho Procesal Constitucional.
Jurista Editores, Lima, setiembre de 2005, p. 157 y ss.
(94) En lo que se refiere a la relación entre el proceso de cumplimiento y el proceso contencioso-administrativo,
el Tribunal Constitucional peruano en el caso Maximiliano Villanueva Valverde (Expediente Nº 0168-
2005-PC/TC) precisó bajo qué consideraciones el incumplimiento de una obligación legal o de un acto
administrativo es pasible de ser cuestionado a través del proceso de cumplimiento y en qué supuesto
corresponde acudir al proceso contencioso-administrativo. A mayor abundamiento sobre el particular
puede revisarse: HUAPAYA TAPIA, Ramón. “Las nuevas relaciones entre el proceso constitucional
de cumplimiento y el proceso contencioso-administrativo: La sentencia recaída en el Expediente Nº
0168-2005-PC/TC, caso Maximiliano Villanueva Valverde”. En: Jorge Danós Ordóñez, Eloy Espinosa-
Saldaña Barrera y Diego Zegarra Valdivia (coordinadores). Ob. cit., p. 445 y ss.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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El proceso constitucional de hábeas corpus
a) El juez del lugar donde se inició el agravio, tal vez porque ello
permitiría conocer las causas en virtud de las cuales este se produ-
jo y porque en la mayoría de ocasiones su determinación no gene-
ra mayores dificultades.
(95) AA. VV. Código Procesal Constitucional. Comentarios, exposición de motivos, dictámenes e índice
analítico. Palestra Editores, Lima, agosto de 2004, p. 62.
(96) Sobre el particular puede revisarse HUERTA GUERRERO, Luis Alberto. “El proceso constitucional
de hábeas corpus en el Perú”. En: Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano. Anuario 2006.
Konrad-Adenauer Stiftung A.C., Montevideo, 2006, pp. 583-584.
(97) SAGÜÉS, Néstor Pedro. Derecho Procesal Constitucional. Hábeas corpus. Tomo 4, segunda edición.
Editorial Astrea, Buenos Aires, 1988, p. 337. Estos mismos planteamientos son recogidos luego en ME-
SÍA, Carlos. Exégesis del Código Procesal Constitucional. Gaceta Jurídica, Lima, noviembre de 2004,
pp. 236-238.
(98) SAGÜÉS, Néstor Pedro. Ob. cit., p. 338.
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(101) Sentencia de fecha 14 de julio de 1997 publicada el 20 de agosto del mismo año.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(102) Debemos señalar que es el artículo 28 mas no el artículo 30 del Código Procesal Constitucional el que
dispone la competencia de cualquier juez penal sin observar turnos para la interposición de demandas de
hábeas corpus, por lo que se trata de un error por parte de quienes elaboraron la exposición de motivos
del proyecto de ley que venimos comentando.
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(103) Como puede ser, por ejemplo, exhortar a las autoridades encargadas de velar por la correcta conducta
funcional de los jueces a que sean más rigurosas y estrictas en el cumplimiento de las tareas que les han
sido asignadas.
117
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(104) El artículo 25 de la Ley Nº 28237 en el inciso 16 recoge el derecho a no ser objeto de desaparición
forzada como susceptible de ser protegido a través del hábeas corpus, aun cuando ya la Corte Interame-
ricana de Derechos Humanos había establecido que el hábeas corpus constituía un mecanismo idóneo
para exigir la tutela del derecho que venimos comentando. Así, según lo señalado por dicha instancia
regional de protección de los derechos humanos en el caso Castillo Páez, en sentencia de fecha 3 de
noviembre de 1997:
“Habiendo quedado demostrado como antes se dijo (supra, párrafo 71), que la detención del señor
Castillo Páez fue realizada por miembros de la Policía del Perú y que, por tanto, se encontraba bajo la
custodia de este, la cual lo ocultó para que no fuera localizado, la Corte concluye que la ineficacia del
recurso de hábeas corpus es imputable al Estado, configurando con ello una violación del artículo 25 de
la Convención en relación con el artículo 1.1” (párrafo 84).
(105) Esta distinción parece deberse a que los agravios producidos en uno u otro supuesto no necesariamente
son susceptibles de ser identificados con la misma facilidad y por la urgencia que demanda la tutela de
los derechos allí involucrados.
119
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
lugar de los hechos, optando más bien por proceder a citar a las personas
involucradas en la violación de los derechos que se invocan.
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El proceso constitucional de hábeas corpus
(108) En este sentido los pronunciamientos del Tribunal Constitucional en casos como Edwin Alfredo Isasi
Elías y otros (Expediente Nº 7512-2005-PHC/TC) o Nazario Cueva Torrejón (Expediente Nº 0482-
2005-HC/TC).
(109) A través de esta medida se busca evitar las dilaciones indebidas del proceso de hábeas corpus en per-
juicio de la persona que puede estar sufriendo una amenaza o una lesión a los derechos que caen dentro
de su margen de protección. No obstante, el Código omite hacer alguna referencia a los términos para
resolver las recusaciones que eventualmente se planteen por parte del demandante. En esos supuestos,
Borea Odría propone que el juez deberá aceptar la recusación y pasar ese mismo día el expediente al
juez instructor que sea del turno más remoto, al juez encargado de los asuntos civiles donde no existiese
más de un instructor o al de la capital del departamento en caso de que no hubiese más que un solo
juzgado mixto. Si se opta por no estimarse fundada la recusación la absolverá en el mismo día y dentro
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
de 24 horas la remitirá a la sala la que absolverá dentro de las 24 horas de recibida con solo tener a la
vista el expediente, debiendo ordenar que dentro de las 24 horas devuelva el expediente al juzgado de
origen, si se declara infundada la recusación, o al que le corresponda, resolver si la estima fundada.
Sobre el particular: BOREA ODRÍA, Alberto. Evolución de las garantías constitucionales. Hábeas
corpus, amparo, hábeas data, acción de cumplimiento. Editorial Fe de Erratas, Lima, 2000, p. 240.
(110) Se privilegia la tutela urgente de los derechos involucrados, por lo que de ser necesario el juez habilitará
días y horas para tal efecto, independientemente de que se trate de días u horas hábiles.
(111) Puede deducirse que los gastos que correspondan al defensor de oficio serán asumidos por el Estado.
(112) Esto no constituye más que una manifestación de la sumarización procedimental que identifica a un pro-
ceso de tutela urgente. A diferencia de lo previsto en la Ley Nº 23506, hoy derogada, el Código es muy
claro en establecer que las actuaciones son imporrogables, es decir, asume el principio de preclusión
procesal en sentido estricto. En otras palabras, ni siquiera el agraviado podrá solicitar el aplazamiento
de diligencias o informes.
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(113) Hoy el Código Procesal Constitucional establece que los abogados podrán estar presentes en la vista de
la causa, antes la derogada Ley Nº 23506 lo preveía como una obligación, ya que establecía que ella se
realizaría con citación de los abogados.
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(117) Si se pronuncia más bien por la improcedencia de la demanda no podría alegarse el agotamiento de la
vía interna. Ello es lo que parece desprenderse del artículo 24 del Código Procesal Constitucional. Esta
situación, sin embargo, no ha sido bien vista por algunos autores, quienes sostienen que se trata de un
escenario peligroso, ya que una formalidad no puede ser un obstáculo para solicitar una solución justa y
rápida de los casos. En este orden de ideas encontramos a CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Comentarios
al…. Ob. cit., p. 313.
(118) Estamos ante una manifestación del derecho a la tutela jurisdiccional, que trasciende del escenario
nacional y encuentra también cabida en el internacional. LANDA ARROYO, César. “Invalidez del
retiro del Perú de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”. En: Revista Peruana de Derecho
Público. Año 1, Nº 1, Editorial Jurídica Grijley, Lima, diciembre de 2000, p. 27 y ss, específicamente
pp. 29-39.
(119) Este protocolo facultativo ha sido ratificado por el Estado peruano el 3 de octubre de 1980.
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del país, se estatuyen como fuente de derecho y vinculan a todos los poderes del Estado”. Exp.
N° 1333-2006-PA/TC, del 8 de enero de 2006, f. j. 11.
(5) Materialmente las resoluciones del Tribunal Constitucional pueden contravenir la Constitución. En
contra LEÓN VÁSQUEZ, Jorge, “Poder Judicial versus Poder Ejecutivo: ¿se extralimitó el Tribunal
Constitucional en su sentencia al Expediente 0006–2006–PC/TC: Caso Casinos y Tragamonedas?”. En:
Themis, Revista de Derecho. Número 55, pp. 138-139.
(6) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. El Tribunal Constitucional y su dinámica jurisprudencial. Palestra edi-
tores, Lima 2008, p. 68.
(7) Si bien es cierto, se puede coincidir con la afirmación de que “el Código [Procesal Constitucional] deja
de lado la tradicional denominación de garantías constitucionales, que reemplaza por la más moderna y
técnica de procesos constitucionales” (EGUIGUREN PRAELI, Francisco, “El nuevo Código Procesal
Constitucional peruano”. En: Anuario de Derecho Constitucional latinoamericano, 2005, p. 332), no
se puede negar que una u otra expresión, incluso la también utilizada por la Constitución acciones de
garantía, actualmente son de uso legítimo en el discurso procesal constitucional peruano.
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(8) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Los derechos constitucionales. Elementos para una teoría general. Ter-
cera edición. Lima 2007, pp. 35-37.
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c. Contenido jurídico-legal
El tercer nivel jurídico de un derecho fundamental es el legal, con-
formado por el conjunto de normas con rango de ley que regulan directa
o indirectamente algún aspecto del contenido constitucional del derecho
fundamental. En el primer caso, la norma con rango de ley regula directa-
mente un elemento del contenido constitucional del derecho fundamental,
y al regularlo lo define en su significado. Esta definición legal se con-
vierte en necesaria para el ejercicio pleno del derecho fundamental, por
lo que el contenido de la ley pasa a formar parte del contenido consti-
tucionalmente protegido(13). En el segundo caso, la norma con rango de
ley regula o refiere algún elemento del contenido constitucionalmente
protegido del derecho, pero solo secundaria o indirectamente. La regu-
lación así establecida no resulta siendo necesaria para el pleno ejercicio
del contenido constitucional del derecho fundamental, de modo que no
resulta relevante para la constitucionalidad (o corrección constitucional)
de una determinada decisión. Hecha esta diferenciación, cabe realizar las
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
d. Contenido jurídico-infralegal
Un cuarto nivel es el reglamentario, y viene conformado por toda
norma infralegal que regula o refiere algún elemento del contenido cons-
titucionalmente protegido del derecho fundamental. A este nivel, la refe-
rencia o regulación será lo suficientemente lejana como para estar siempre
ante una normatividad manifiestamente indirecta. Esto se ve corroborado
por el principio de reserva de ley –ya mencionado antes– prevista como
garantía normativa de los derechos fundamentales(19), el cual “impone que
cualquier disposición que tenga por objeto directo la regulación de dere-
chos constitucionales o que, aun cuando de manera indirecta, incida en ella,
debe ser objeto exclusivo y excluyente de ley, mas no de fuentes normativas
de jerarquía inferior”(20). Esto no significa que normas reglamentarias no pue-
dan regular el contenido constitucional de un derecho fundamental, lo podrán
hacer, pero solo secundariamente, y en ningún caso esencialmente. De modo
(14) Ha recordado el Tribunal Constitucional que “el parámetro del control en la acción de inconstitucio-
nalidad, en algunos casos comprende a otras fuentes distintas de la Constitución (...) en concreto, a
determinadas fuentes con rango de ley, siempre que esa condición sea reclamada directamente por una
disposición constitucional”. Exp. N° 0005-2006-PI/TC, del 26 de marzo de 2007, f. j. 21.
(15) Con base al principio de supremacía constitucional, ha manifestado el Tribunal Constitucional que “una
vez expresada la voluntad del Poder Constituyente con la creación de la Constitución del Estado, en
el orden formal y sustantivo presidido por ella no existen soberanos, poderes absolutos o autarquías.
Todo poder devino entonces en un poder constituido por la Constitución y, por consiguiente, limitado e
informado, siempre y en todos los casos, por su contenido jurídico-normativo”. Exp. N° 5854-2005-PA/
TC, citado, f. j. 3.
(16) Exp. N° 0014-2002-AI/TC, del 21 de enero de 2002, f. j. 8.
(17) Exp. N° 2868-2004-AA/TC, del 24 de noviembre de 2004, f. j. 15.
(18) Exp. N° 1115-1999-AA/TC, del 19 de enero de 2000, f. j. 6.
(19) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Los derechos constitucionales... Ob. cit., pp. 410-416.
(20) Exp. N° 1429-2002-HC/TC, del 19 de noviembre de 2002, f. j. 16. (La cursiva de la letra es añadida).
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e. Contenido jurídico-privado
Al margen del ejercicio del poder normativo por parte del poder pú-
blico, conforman también el ordenamiento jurídico disposiciones que
tienen su origen en la autonomía regulativa que en determinadas situa-
ciones se ha reconocido a los particulares. Se trata del ejercicio de un
poder normativo privado que tiene por finalidad regular cierto ámbito de
las relaciones entre particulares. Esta regulación privada en ningún caso
puede llegar a configurar el contenido constitucional de un derecho fun-
damental, no solo por la reserva legal referida antes, sino también porque
la actividad normativa privada presupone el contenido constitucional de
derechos fundamentales como la libertad de contratar (normas contrac-
tuales) y el derecho de asociación (normas estatutarias), actividad que
estará dirigida a regular las relaciones jurídicas en un contrato o en una
asociación o sociedad. Por lo que sobre este supuesto ocurre algo seme-
jante a lo manifestado respecto del nivel reglamentario.
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(32) Peligrosa y poco razonable creación del Tribunal Constitucional como un derecho autónomo. Al res-
pecto véase MOSQUERA MONELOS, Susana, Derecho de libertad de conciencia y de religión en el
ordenamiento jurídico peruano. Palestra editores, Lima, 2005, p. 167 y ss.
(33) La razón de considerarlo así, según el Tribunal Constitucional, sería que de nada “serviría poder auto-
determinarse en la formación de las ideas si no es posible luego obrar (o dejar de obrar) conforme a los
designios de esa conciencia. No permitirle al individuo actuar conforme a los imperativos de su con-
ciencia, implicaría que el derecho a la formación de esta careciera de toda vocación de trascendencia,
pues sucumbiría en la paradoja perversa de permitir el desarrollo de convicciones para luego tener que
traicionarlas o reprimirlas con la consecuente afectación en la psiquis del individuo y, por ende, en su
dignidad de ser humano”. Exp. N° 0895-2001-AA/TC, citado, f. j. 6.
(34) Ibídem., f. j. 5.
(35) Exp. N° 2050-2002-AA/TC, del 16 de abril de 2003, f. j. 18.
(36) Exp. N° 0895-2001-AA/TC, citado, f. j. 5.
(37) Ídem.
(38) Exp. N° 4124-2004-HC/TC, del 29 de diciembre de 2004, f. j. 8 y Exp. N° 0549–2004–HC/TC, del 21
de enero de 2005, f. j. 3.
(39) Exp. N° 09285-2006-PA/TC, del 10 de enero de 2007, f. j. 2.
(40) Exp. N° 1158-2007-PHC/TC, del 30 de marzo de 2007, f. j. 2.
(41) Ha dicho el Tribunal Constitucional que “[a]l igual que el derecho al libre acceso a la jurisdicción, la
tutela cautelar no se encuentra contemplada expresamente en la Constitución. Sin embargo, dada su
trascendencia en el aseguramiento provisional de los efectos de la decisión jurisdiccional definitiva y
en la neutralización de los perjuicios irreparables que se podrían ocasionar por la duración del proceso,
se constituye en una manifestación implícita del derecho al debido proceso, consagrado en el artículo
139, inciso 3) de la Constitución. No existiría debido proceso ni Estado Constitucional de Derecho ni
democracia, si una vez resuelto un caso por la autoridad judicial, resulta de imposible cumplimiento la
decisión adoptada por esta”. Exp. N° 00023-2005-PI/TC, del 27 de noviembre de 2005, f. j. 49.
(42) Exp. N° 010-2001-AI/TC, del 26 de agosto 2003, f. j. 10.
(43) Exp. N° 0023-2003vAI/TC, citado, f. j. 34.
(44) Exp. N° 2915-2004-HC/TC, del 23 de noviembre de 2004, f. j. 5.
142
El proceso constitucional de amparo
143
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(56) Ídem.
(57) En palabras del Máximo Tribunal de la Constitución peruana, “las sentencias del Tribunal Consti-
tucional, dado que constituyen la interpretación de la Constitución del máximo tribunal jurisdiccio-
nal del país, se estatuyen como fuente de derecho y vinculan a todos los poderes del Estado”. Exp.
N° 1333-2006-PA/TC, del 8 de enero de 2006, f. j. 11.
(58) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Los derechos constitucionales... Ob. cit., pp. 275 y ss.
144
El proceso constitucional de amparo
(59) Primera acepción que de “acción” aparece en el Diccionario de la Real Academia Española.
(60) Exp. N° 0866-2000-AA/TC, del 10 de julio de 2002, f. j. 6.
(61) Exp. N° 5314-2007-AA/TC, del 12 de noviembre de 2007, f. j. 9.
(62) Exp. N° 4646-2007-PA/TC, del 17 de octubre de 2007, f. j. 57.
(63) Primera acepción que de “omisión” aparece en el Diccionario de la Real Academia Española.
145
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
146
El proceso constitucional de amparo
Que sea cierta significa que sea “conocido como verdadero, seguro,
indubitable”(69). No es suficiente la sospecha o conjetura o la mera posi-
bilidad de que la afectación del ejercicio del derecho fundamental ocu-
rrirá, se requiere por el contrario la seguridad de que ello ocurrirá. En
palabras del Tribunal Constitucional, la amenaza es cierta “cuando el per-
juicio es real, efectivo, tangible, concreto e ineludible”(70). Que sea real
significa que “tiene que estar basado en hechos verdaderos”(71); que sea
efectivo “implica que inequívocamente menoscabará alguno de los dere-
chos tutelados”(72); que sea tangible exige que “debe percibirse de manera
precisa”(73); y, que sea ineludible significa que “implicará irremediable-
mente una violación concreta”(74). En estos casos, debe actuarse “dejando
de lado conjeturas o presunciones”(75), “los perjuicios imaginarios o aque-
llos que escapan a una captación objetiva”(76). De modo que una demanda
constitucional de amparo será improcedente “cuando la amenaza sea
incierta, es decir, que no sea verdadera, segura o hubiese duda razonable
de que pueda ocurrir por no estar ante una amenaza cierta”(77).
147
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
2. Sujetos agresores
Una vez analizadas las modalidades que puede adoptar la agresión
de un derecho fundamental, corresponde abordar el estudio de los sujetos
que puedan llegar a infringir un derecho fundamental. Nuevamente se ha de
148
El proceso constitucional de amparo
(85) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “El carácter normativo fundamental de la Constitución peruana”. En:
Anuario de Derecho Constitucional latinoamericano. 2006, Tomo II, Konrad Adenauer Stiftung, Mon-
tevideo, pp. 879-901.
(86) Exp. N° 976-2001-AA/TC, del 13 de marzo del 2003, f. j. 5.
(87) PEREIRA MENAUT, Antonio Carlos. En defensa de la Constitución. Universidad de Piura, Piura, 1997,
p. 50.
(88) En el artículo 16 de la Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano se estableció que “Toda
sociedad en la cual la garantía de los derechos no está asegurada ni la separación de poderes establecida
no tiene Constitución”. Para una guía histórica sobre la formulación de la “separación de poderes”,
véase PEREIRA MENAUT, Antonio Carlos. En defensa de la Constitución. Ob. cit., p. 192 y ss; y en
referencia particular al caso peruano véase HAKANSSON, Carlos. La forma de gobierno de la Consti-
tución peruana. Universidad de Piura, Piura, 2001, p. 206 y ss.
(89) Exps. N°s 6149-2006-PA/TC y 6662-2006-PA/TC, del 11 de diciembre de 2006, f. j. 36; y el Exp.
N° 3593-2006-AA/TC, del 4 de diciembre de 2006, ff. jj. 16, 17 y 18.
149
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
se trata de la figura del amparo contra leyes que serán objeto de estudio
más adelante. La agresión de derechos fundamentales puede provenir
también del órgano judicial, lo que permite hablar de amparo contra re-
soluciones judiciales; también objeto de estudio más adelante. Y, en fin,
el Ejecutivo puede agredir derechos fundamentales, tanto en su actividad
normativa como en la administrativa; también objeto de estudio posterior.
(90) DE DOMINGO, Tomás. “El problema de la Drittwirkung de los derechos fundamentales: una aproxi-
mación desde la Filosofía del Derecho”. En: Derechos y Libertades. Número 11, 2002, pp. 251-289.
(91) Exp. N° 1124-2001-AA/TC, del 11 de julio de 2002, f. j. 6.
(92) Exp. N° 06730-2006-PA/TC, del 11 de junio de 2008, f. j. 9.
(93) Sobre la adopción de esta tesis permisiva, cfr. ABAD YUPANQUI, Samuel. El proceso constitucional
de amparo. Gaceta Jurídica, Lima, 2004, p. 389 y ss.
(94) Como ha dicho el Tribunal Constitucional, “a diferencia de lo que sucede en otros países, en los que se
ha tenido que apelar a la teoría de la eficacia ‘indirecta’ de los derechos fundamentales y, a partir de allí,
formalizar una construcción indirecta de control constitucional por la vulneración de derechos entre pri-
vados, entre nosotros, el tópico ha sido resuelto explícitamente por la misma Constitución, al preverse
que los procesos constitucionales de la libertad, como el amparo, no solo pueden plantearse cuando los
derechos resulten lesionados o amenazados de lesionarse por actos u omisiones de parte de cualquiera
de los poderes públicos, sino también, y en iguales condiciones, si es que el agravio lo ocasiona cual-
quier ‘persona’ (art. 200, inciso 2)”. Exp. N° 410–2002–AA/TC, del 15 de octubre de 2002, f. j. 7.
(95) Exp. N° 03574-2007-PA/TC, del 1 de octubre de 2007, f. j. 39.
(96) Exp. N° 07577-2006-PA/TC, del 30 de noviembre de 2007, f. j. 8.
150
El proceso constitucional de amparo
151
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(105) Por ejemplo, fue el caso resuelto en el Exp. N° 186-2007-PA/TC, del 16 de febrero de 2007, f. j. 3.
(106) Ha dicho el Tribunal Constitucional que “carece de sentido discutir una situación que culminó, o dicho
de otro modo cuando el acto lesivo ha dejado de ser tal”. Exp. N° 1647-2007-PA/TC, del 9 de noviembre
de 2007, f. j. 2.
(107) Ha recordado el Tribunal Constitucional que “no es obligación del juez constitucional declarar fundada
la demanda en todos los casos en que la agresión haya cesado una vez presentada la demanda; por el
contrario, “ello dependerá del agravio producido al demandante en relación con el acto primigeniamen-
te vulnerador” (STC Exp. N° 7955-2005-AA, f. j. 5). En consecuencia, se deberá constatar, entre otros
aspectos, que se ha producido una efectiva vulneración del derecho fundamental alegado y que existe la
posibilidad de que dicha afectación se configure nuevamente en el futuro”. Exp. N° 10575–2006–PA/
TC, del 14 de marzo de 2007, f. j. 8.
(108) Ha dicho el Tribunal Constitucional que “la irreparabilidad en la lesión de un derecho constitucional,
para que se constituya plenamente como una causal de improcedencia del amparo, debe ser total, y no
solo parcial”. Exp. N° 0683-2004-AA/TC, del 28 de abril de 2004, f. j. 3.
(109) Exp. N° 246-1995-AA/TC, del 12 de agosto de 1998, f. j. 5.
(110) Como regla general, el amparo no procede para atender pretensiones indemnizatorias, salvo que la
indemnización forme parte del contenido constitucional, como ocurre con el derecho a la adecuada
152
El proceso constitucional de amparo
protección contra el despido arbitrario (artículo 27 CP), y el derecho a la indemnización por errores
judiciales (artículo 139.7 CP).
(111) Tiene declarado el Tribunal Constitucional que “[e]n el amparo no se discuten cuestiones concernientes
a la titularidad de un derecho –así sea este constitucional–, sino el modo de restablecer su ejercicio, si
acaso este resultó lesionado”. Exp. N° 6396-2005-PA/TC, del 6 de octubre de 2005, f. j. 4.
(112) Exp. N° 9567-2005-AA/TC, del 13 de febrero de 2006, f. j. 5.
(113) Exp. N° 0847-2007-PA/TC, del 16 de noviembre de 2007, f. j. 3.
(114) Exp. N° 0149-1995-AA/TC, del 28 de noviembre de 1997, f. j. 2.
(115) Exp. N° 0200-2001-AA/TC, del 3 de mayo de 2000, f. j. 1.
(116) Exp. N° 0446-2000-AA/TC, del 2 de enero de 2000, f. j. 1.
153
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(117) JIMÉNEZ CAMPO, Javier. “Artículo 53. Protección de los derechos fundamentales”.En: ALZAGA
VILLAAMIL, Óscar (coordinador). Comentarios a la Constitución española de 1978, p. 514. La cur-
siva de la letra es añadida.
(118) FERRER MAC-GREGOR, Eduardo. La acción constitucional de amparo en México y España. Tercera
edición, Porrúa, México D. F. 2002, p. 314.
(119) SAGÜÉS, Néstor. Derecho procesal constitucional. Acción de amparo. Vol. 3, cuarta edición, Astrea,
1995, Buenos Aires, p. 176.
(120) SÁENZ DÁVALOS, Luis R. “Las innovaciones del Código Procesal Constitucional en el proceso cons-
titucional de amparo”. En: AA. VV. Introducción a los procesos constitucionales. Comentarios al Có-
digo Procesal Constitucional. Jurista editores, Lima 2005, p. 133.
(121) A decir del Tribunal Constitucional, el amparo “se ha convertido en una vía residual (como excepcional)
y de última ratio”. Exp. N° 01286-2007-PA/TC, del 27 de agosto de 2008, f. j. 4.
(122) Ellos han escrito que “la ley [CPConst.] –y el anteproyecto que le sirvió de base– pretende que el am-
paro y, en general los procesos constitucionales, sean excepcionales o residuales y solo sean utilizados
cuando realmente resulten indispensables”. AA. VV. Código Procesal Constitucional. Comentarios,
exposición de motivos, dictámenes e índice analítico, Palestra editores, Lima 2004, p. 28.
(123) Han manifestado que “siendo conscientes de que los procesos constitucionales suelen ser usados, de
manera deliberada, para resolver conflictos que no son necesariamente de contenido constitucional, con
el propósito de aprovechar precisamente su urgencia (celeridad)”. Exposición de motivos del Proyecto
de Ley N° 09371, Código Procesal Constitucional, punto 5.
154
El proceso constitucional de amparo
a ser uno excepcional y residual. Esta es una afirmación que necesita ser
comentada porque requiere de algunas matizaciones. La afirmación que
aquí se sostendrá es que en el Código Procesal Constitucional se han re-
cogido las siguientes modalidades de amparo: el amparo excepcional por
definitividad, el amparo excepcional por subsidiaridad y el amparo alter-
nativo. A continuación se justificará esta afirmación.
(124) En palabras del Tribunal Constitucional, “la firmeza de las resoluciones judiciales está referida a aquel
estado del proceso en el que no cabe presentar medio impugnatorio”. Exp. N° 0970-2007-AA/TC, 26
de noviembre de 2007, f. j. 4.
(125) A esta regla general puede presentársele una excepción, la cual será abordada más adelante. Cfr. infra el
punto VII.2.B.d.
155
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(126) Causal de improcedencia que tiene su origen en el abuso del que había sido objeto la demanda de
amparo durante la vigencia de la Ley N° 23506: el amparo se había “convertido en arma común, de
uso cotidiano, que amenaza desplazar, por inútil, al resto de nuestro ordenamiento procesal”. GARCÍA
BELAUNDE, Domingo. Derecho Procesal Constitucional. Temis, Bogotá, 2001, p. 158.
(127) Lo cual no viene a ser si no manifestación del principio de interpretación conforme a la Constitución,
respecto del cual ha manifestado el Tribunal Constitucional que “una disposición legal no es inconsti-
tucional si es que esta puede ser interpretada conforme a la Constitución. Como tal, presupone la exis-
tencia, en una disposición legal, de al menos dos opciones interpretativas, una de las cuales es conforme
con la Constitución y la otra incompatible con ella. En tal caso, el Tribunal Constitucional declara que
la disposición legal no será declarada inconstitucional en la medida en que se la interprete en el sentido
que es conforme a la Constitución”. Exp. N° 010-2002-AI/TC, del 3 de enero de 2003, f. j. 29.
(128) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “El amparo residual en el Perú. Una cuestión de ser o no ser”. En: Jus-
ticia Constitucional. Número 2, Lima, junio 2006, pp. 61-96.
(129) EGUIGUREN PRAELI, Francisco. “La opción por un amparo ‘estricto’ y ‘residual’ en el Perú”. En:
Estudios Constitucionales, Año 4, N° 2, Santiago de Chile, 2006, p. 89 y ss.
(130) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “La determinación de la vía igualmente satisfactoria en el amparo. A
propósito de la reciente recomendación de la Sala Penal de la Corte Suprema”. En: Jus doctrina &
Práctica. Número 12, 2007, pp. 245-260.
156
El proceso constitucional de amparo
(131) Ello aunque pueda ocurrir que en casos excepcionales el proceso de amparo dure en los hechos tanto
que sea argumentable “la violación del derecho a la protección judicial consagrado en los artículos
8.1 y 25.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”. CRESCI VASSALLO, Giancarlo,
“¿Constituye el proceso de amparo peruano un recurso rápido y sencillo en los términos de la Conven-
ción Americana sobre Derechos Humanos? Comentarios a la sentencia del Exp. N° 2732-2007-PA/TC
y un amparo interminable”. En: Jus Constitucional. Número 6, p. 168.
(132) SÁENZ DÁVALOS, Luis, “Las innovaciones del Código Procesal Constitucional en el Proceso Cons-
titucional de Amparo”. En: AA. VV. Introducción a los procesos constitucionales. Comentarios al Có-
digo Procesal Constitucional. Jurista editores, Lima, 2005, p. 135.
(133) AA. VV. Ob. cit. p. 69.
(134) LANDA, César. Ob. cit., p. 380.
(135) MESÍA RAMÍREZ, Carlos. Exégesis del Código Procesal Constitucional. Gaceta Jurídica, Lima, 2005,
118.
(136) RODRÍGUEZ SANTANDER, Roger. “Amparo y residualidad. Las interpretaciones (subjetiva y objeti-
va) del artículo 5. 2 del Código Procesal Constitucional peruano”. En: Justicia Constitucional, Revista
de Jurisprudencia y Doctrina. Número 2, Lima, 2005, p. 123.
(137) CAIRO ROLDÁN, Omar. Justicia constitucional y proceso de amparo. Palestra editores, Lima, 2004,
p. 193.
157
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
C) Amparo alternativo
Y, finalmente, el amparo en el Código Procesal Constitucional no ha
dejado de ser del todo un amparo alternativo. La alternatividad se des-
prende de la interpretación conjunta de los artículos 5.2 y 5.3 CPConst.,
y se formula de la siguiente manera: cuando quien se dice agraviado en
su derecho fundamental no encuentra en la vía judicial una vía especí-
fica igualmente satisfactoria (artículo 5.2 CPConst.), tiene la opción (la
alternativa) de acudir a la vía judicial desigualmente satisfactoria o a la
vía del amparo constitucional. Si decide acudir a la vía judicial desigual-
mente satisfactoria, luego no podrá acudir al proceso de amparo (artículo
5.3 CPConst.). Esta última causal es la que se conoce con el nombre de
vía paralela. Al generalizado entendimiento de vía paralela como “todo
proceso judicial distinto al amparo (…) que puede proteger el derecho
constitucional afectado”(138), se ha de agregar –con la entrada en vigor del
Código Procesal Constitucional– la exigencia de que ese proceso judicial
no debe ser igualmente satisfactorio que el amparo, pues de ocurrir se
configuraría la comentada causal de improcedencia recogida en el artícu-
lo 5.2 CPConst.
(138) ABAD YUPANQUI, Samuel. “El proceso constitucional de amparo. Aproximaciones desde la Teoría
General del Proceso”. En: CASTAÑEDA OTSU, Susana (coordinadora). Derecho Procesal Constitu-
cional. Tomo II, segunda edición, Jurista editores, Lima, 2004, p. 691.
(139) Exp. N° 00893-2007-PA/TC, del 30 de noviembre de 2007, f. j. 3.
(140) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Comentarios al Código Procesal Constitucional. Tomo I, segunda edi-
ción, Palestra editores, Lima, 2006, p. 312 y ss.
158
El proceso constitucional de amparo
1. Desde la Constitución
En el segundo párrafo del artículo 200.2 CP se ha dispuesto que el
amparo no procede contra normas legales. Desde este dispositivo cons-
titucional es posible concluir dos normas constitucionales. La primera
(N1) es: está prohibido presentar una demanda constitucional de amparo
para dirigirla contra una norma legal; la segunda (N2) es: está permitido
presentar una demanda de amparo contra una norma legal cuando esta
159
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
160
El proceso constitucional de amparo
161
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(153) A este requisito se refiere el Tribunal Constitucional, cuando afirma que “el amparo procede, en primer
lugar, cuando la norma constituye en sí misma un acto (normativo) contrario a los derechos fundamen-
tales. En segundo lugar, la procedencia del amparo es consecuencia de la amenaza cierta e inminente
a los derechos fundamentales que representa el contenido dispositivo inconstitucional de una norma
inmediatamente aplicable”. Exp. N° 2734-2005-PA/TC, del 19 de diciembre de 2007, f. j. 7.
(154) En palabras del Tribunal Constitucional, se exige que “la norma a inaplicarse resulte evidentemente
incompatible con la Constitución, aun luego de haberse acudido a interpretarla de conformidad con
esta”. Exp. N° 06730-2006-PA/TC, citado, f. j. 16.c.
(155) Recuerda el Tribunal Constitucional que “[e]ste colegiado, en la STC Exp. N° 1680-2005-PA/TC precisó
los límites del ejercicio del control judicial de constitucionalidad de las leyes. En lo que ahora importa,
se sostuvo que para efectuar el control referido, la ley debe ser relevante para resolver la controversia
sometida al juez”. Exp. N° 10325-2005-AA/TC, del 8 de marzo de 2007, f. j. 3.
(156) Se exige, dice el Tribunal Constitucional que “la norma a inaplicarse tenga una relación directa, prin-
cipal e indisoluble con la resolución del caso, es decir, que ella sea relevante en la resolución de la
controversia”. Exp. N° 06730-2006-PA/TC, citado, f. j. 16. b.
(157) En el mencionado artículo 2 se disponía lo siguiente: “Incorpórese el artículo 29-A al Reglamento
Nacional de Vehículos, aprobado por Decreto Supremo N° 058-2003-MTC, el mismo que quedará
redactado en los siguientes términos: artículo 29-A.- Requisitos para la importación de motores, partes,
piezas y repuestos usados de uso automotor. Para la importación de motores, partes, piezas y repuestos
usados de uso automotor, estos deberán ser remanufacturados y, por lo tanto, cumplir con los siguientes
requisitos: a) ser suministrados con garantía de fábrica similar a la de una mercancía nueva; b) que la
importación sea realizada para actividades productivas dentro del territorio nacional, siempre que los
bienes a importar estén destinados a su utilización por empresas dedicadas a tales actividades como
consumidores finales; c) que el proceso de remanufactura también sea el original y que los bienes estén
compuestos completa o parcialmente por mercancías recuperadas; y, d) que en el mismo bien que se
importe se indique su condición de remanufacturado. Los motores, partes, piezas y repuestos deben
tener como destino su utilización exclusiva en vehículos que no circulen dentro del Sistema Nacional
de Transporte Terrestre y que sirvan de apoyo en operaciones productivas. En el caso de los motores
remanufacturados, estos deben tener una potencia igual o superior a los 380 Kw”.
162
El proceso constitucional de amparo
(158) Exp. N° 01576-2007-PA/TC, del 14 de abril de 2007, f. j. 5. En el mismo sentido Exp. N° 4656-2007-
PA/TC, del 15 de octubre del 2007, f. j. 6.
(159) Los requisitos “no son compatibles con los principios relativos a nuestra Constitución económica de
1993 ya que han puesto a la libre importación de motores, piezas, partes y autopartes en una situación
que imposibilita su realización necesaria para el sistema de transporte nacional, reconocida en el artícu-
lo 58 de la Constitución”. Ob. cit., f. j. 15.
(160) Exp. N° 1314-2000-AA/TC, citado, f. j. 2.
(161) Exp. N° 4677-2004-PA/TC, citado, f. j. 3.
(162) Exp. N° 1314-2000-AA/TC, citado, f. j. 2.
(163) Exp. N° 1100-2000-AA/TC, del 30 de noviembre de 2005, f. j. 5.b.
(164) Exp. N° 4119-2005-PA/TC, del 29 de agosto de 2005, f. j. 77.
(165) Ídem.
163
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(166) Un caso semejante ha sido analizado en CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “Un caso de apelación de la
medida cautelar sin efecto suspensivo en un proceso de amparo dirigido contra normas autoaplicativas”.
En: Actualidad Jurídica. N° 172, marzo 2008, pp. 15-29.
164
El proceso constitucional de amparo
1. Justificación constitucional
Nuevamente hay que acudir al segundo párrafo del artículo 200.2
CP para encontrar la referencia constitucional sobre el amparo contra
165
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
166
El proceso constitucional de amparo
que consiste en ser fin de toda realidad estatal y social (artículo 1 CP).
Este valor le viene dado por su dignidad que es la consideración de la
persona como fin en sí misma, nunca como medio(173). Esta dignidad es
portada por toda persona humana independientemente del ámbito en el
que se desenvuelva. Cuando la persona humana es procesada, lleva con-
sigo también las exigencias de su dignidad(174). En un proceso, la única
decisión acorde con su dignidad, es decir, con su valor de fin en sí misma,
es la decisión justa. Una decisión injusta es una decisión indigna para la
persona humana.
(173) KANT, Immanuel. Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Segunda edición, Ariel Filoso-
fía, Barcelona, 1996, p. 187.
(174) En este marco se insertan los “derechos humanos del procesado o enjuiciado”. GARCÍA BELAUNDE,
Domingo. Ob. cit., p. 166.
(175) Exp. N° 0612-1998-AA/TC del 9 de abril de 1999, f. j. 2. La cursiva de la letra es añadida.
167
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(176) Recordó el Tribunal Constitucional que “conforme lo ha manifestado en reiterada y uniforme jurispru-
dencia, que el debido proceso como principio constitucional está concebido como el cumplimiento de
todas las garantías y normas de orden público que deben aplicarse a todos los casos y procedimientos,
incluidos los administrativos, a fin de que las personas estén en condiciones de defender adecuadamente
sus derechos ante cualquier acto del Estado que pueda afectarlos”. Exp. N° 4289-2004-AA/TC, del 17
de febrero de 2005, f. j. 2.
(177) Así, “el debido proceso –y los derechos que lo conforman, p. e. el derecho de defensa– rigen la actividad
institucional de cualquier persona jurídica”. Exp. N° 1612-2003-AA/TC, del 23 de setiembre de 2003,
f. j. 5.
(178) Tiene dicho el Tribunal Constitucional que “la naturaleza de jurisdicción independiente del arbitraje
no supone una autorización a que establezca el ejercicio de sus atribuciones con inobservancia de los
principios constitucionales que informan la actividad de todo órgano que administra justicia”. Exp.
N° 03574-2007-PA/TC, citado, f. j. 36.
(179) Ha dicho el Tribunal Constitucional que “todo órgano que posea naturaleza jurisdiccional (sea ordi-
nario, constitucional, electoral, militar y, por extensión, los árbitros) debe respetar, mínimamente, las
garantías que componen los derechos a la tutela jurisdiccional ‘efectiva’ y al debido proceso”. Exp.
N° 0004-2006-PI/TC, del 29 de marzo de 2006, f. j. 8.
(180) Sobre este principio cfr. CARPIO MARCOS, Edgar. “Interpretación conforme con la Constitución y
sentencias interpretativas”. En: Gaceta Constitucional. Número 3, pp. 19-21.
(181) AA. VV. Ob. cit. p. 45.
168
El proceso constitucional de amparo
(182) Sobre el amparo contra amparo véase el libro colectivo coordinado por el profesor Luis Sáenz Dávalos
El amparo contra amparo y el recurso de agravio a favor del precedente, Palestra editores, Lima, 2007.
En particular su artículo titulado “Los nuevos derroteros del amparo contra amparo en la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional (Cambios y perspectivas a la luz de una reciente ejecutoria)”, pp. 77-126.
(183) Exp. N° 4853-2004-PA/TC del 19 de abril de 2007, f. j. 5.
(184) Exp. N° 2409-2002-AA/TC, del 7 de noviembre de 2002, f. j. 2.b.
169
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(185) La demanda de inconstitucionalidad interpuesta contra este dispositivo legal fue declarada infundada en
la sentencia al Exp. N° 0007-2007-PI/TC, del 19 de junio de 2007.
(186) Cfr. CRESCI VASSALLO, Giancarlo. “Control constitucional de las resoluciones del Jurado Nacional
de Elecciones según la jurisprudencia del Tribunal Constitucional del Perú”. En: Jus Constitucional.
Número 3, pp. 101-116; y, LEÓN VÁSQUEZ, Jorge L. “Jurado Nacional de Elecciones: ¿Supremo
intérprete de la Constitución”. En: Jus Constitucional. Número 3, pp. 135-142.
(187) Exp. N° 03283-2007-PA/TC, del 3 de septiembre de 2007, f. j. 1.
(188) Exps. N°s 6149-2006-PA/TC y 6662-2006-PA/TC, citado, f. j. 35.
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El proceso constitucional de amparo
171
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(194) El Tribunal Constitucional ha manifestado que la evaluación sustantiva del proceso, debe realizarse
“con mayor rigor, [y] se orienta a la preservación de los estándares o criterios de justicia sustentables
de toda decisión (juicio de razonabilidad, juicio de proporcionalidad, interdicción de la arbitrariedad,
etc.)”. Ídem.
(195) Exp. N° 3179-2004-AA/TC, del 18 de febrero del 2005, f. j. 6.
(196) Supuesta novedad que es tomada como tal también por algunos autores, llegándose a afirmar que “sí
constituye un hecho de relevancia la nueva concepción de proceso regular que asume el Tribunal Cons-
titucional en esta sentencia [Exp. N° 3179-2004-AA/TC], al entenderse que este solo se puede confi-
gurar (…) siempre que se respeten todos los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución”.
LEÓN VÁSQUEZ, Jorge. “El control constitucional de las resoluciones judiciales. Notas a la Sentencia
3179-2004-AA/TC, de 2 de octubre de 2006”. En: Diálogo con la Jurisprudencia. Número 100, p. 47.
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El proceso constitucional de amparo
(197) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “Amparo contra resoluciones judiciales: recordatorio de un viejo crite-
rio jurisprudencial”. En: Diálogo con la Jurisprudencia, Tomo 99, diciembre de 2006, p. 67.
(198) Exp. N° 3179-2004-AA/TC, citado, f. j. 6.
(199) Exp. N° 2347-2004-AA/TC, del 18 de febrero de 2005, f. j. 2.
(200) Ibídem, f. j. 3.
(201) HERVADA, Javier. Lecciones propedéuticas de Filosofía del Derecho. Eunsa, Pamplona 1992,
p. 169.
(202) Una interpretación distinta que circunscribe el derecho a las leyes que se aplican, se encuentra en:
LANDA ARROYO, César. Constitución y fuentes del Derecho. Palestra, Lima 2006, p. 390.
173
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(203) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “Amparo contra resoluciones judiciales…”. Ob. cit., p. 72.
(204) Exp. N° 4853-2004-PA/TC, del 19 de abril de 2007, f. j. 13.
(205) Exp. N° 8002-2006-PA/TC, del 12 de abril de 2007, f. j. 6.
(206) ABAD YUPANQUI, Samuel. “El amparo contra laudos arbitrales. El diseño fijado por el Tribunal
Constitucional y la nueva regulación del arbitraje”. En: Gaceta Constitucional. Número 7, p. 67 y ss.
(207) Exp. N° 4972-2006-PA/TC, del 4 de agosto de 2006, f. j. 17. La cursiva de la letra es añadida.
174
El proceso constitucional de amparo
175
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
3. Requisitos
Para la procedencia de la demanda de amparo contra una resolu-
ción sea o no judicial, debe concurrir una serie de presupuestos. Un
primer requisito es que la resolución que se cuestione sea firme, es
decir, que sobre ella se hayan interpuesto los recursos impugnativos
correspondientes y ya no sea posible impugnarla más(217). En palabras
del Tribunal Constitucional, es la “situación procesal en la que ya no
es posible hacer prosperar ningún otro recurso o remedio procesal que
176
El proceso constitucional de amparo
177
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
178
El proceso constitucional de amparo
1. Plazo de prescripción
A) Naturaleza y fundamento
En el Código Procesal Constitucional se ha previsto un plazo para
la presentación de la demanda de amparo (artículo 44 CPConst.). Se
trata de un plazo de prescripción antes que de caducidad, ya que su in-
cumplimiento “cancela la posibilidad de acceso a la vía procesal cons-
titucional, sin que ello signifique la extinción del derecho constitucional
agraviado, toda vez que su defensa puede realizarse en las vías proce-
sales ordinarias”(228). Precisamente, por eso, es que cuando el Tribunal
Constitucional declara improcedente una demanda de amparo por haber-
se presentado fuera del plazo, “deja a salvo su derecho [del demandante]
para que, en todo caso, lo haga valer en la vía correspondiente”(229). La
justificación de que se haya previsto un plazo ha sido depositada por el
Tribunal Constitucional “en la naturaleza sumaria y urgente del proceso y
en privilegiar la seguridad jurídica que deben revestir a las diversas situa-
ciones que se generan como consecuencia de un determinado acto, de ahí
que dicho plazo sea de interés al orden público, por lo que la exigencia de
cumplimiento debe primar sobre cualquier situación particular”(230). De modo
que, si el amparo “ha sido ideado para poner corte inmediato y rápido, fulmi-
nante contra las agresiones a los derechos fundamentales”(231), y quien se dice
agraviado en su derecho fundamental no muestra la diligencia debida para
salvar su derecho, la imposibilidad de presentar la demanda de amparo
“constituye una especie de sanción que castiga la negligencia del deman-
dante por no actuar oportunamente frente a la supuesta violación de un
derecho constitucional”(232).
179
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(233) SAGÜÉS, Néstor. Derecho procesal constitucional. Acción de amparo. Vol. 3, cuarta edición, Astrea,
Buenos Aires 1995, p. 278.
(234) Esto mismo justificaría “la suspensión del cómputo del plazo cuando habiéndose iniciado, ocurren
situaciones en las que el afectado se ve impedido materialmente de interponer la demanda constitu-
cional”. CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Comentarios al Código Procesal Constitucional. Tomo II,
segunda edición, Palestra editores, Lima 2006 p. 884.
(235) MESÍA RAMÍREZ, Carlos. Ob. cit. pp. 346-349.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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El proceso constitucional de amparo
(237) De igual forma, y por citar una referencia jurisprudencial más, así aconteció en el caso Jorge Vega
Núñez contra el Cuarto Juzgado Civil y Primera Sala Civil de Piura, en el que la demanda de amparo
había sido interpuesta “con el objeto que se declare la nulidad de la Resolución N° 03 su fecha 15 de
noviembre de 2004, expedida por la sala emplazada, que confirmó la Resolución N° 88 del 18 de junio
de 2004, expedido por el juzgado emplazado que a su vez declaró improcedente el pedido de nulidad
interpuesto por los demandantes” (Exp. N° 7576-2005-PA/TC, del 6 de diciembre de 2005, f. j. 1). En
este caso, resolvió el Tribunal Constitucional que “de la revisión de autos se desprende que desde el 15
de noviembre de 2004, fecha en que se notificó a los recurrentes la cuestionada Resolución N° 03 (…),
que a su vez confirmó la Resolución N° 88, hasta la fecha de presentación de la demanda de amparo (11
de enero de 2005) ha transcurrido en exceso el plazo establecido en el precitado artículo 44 del Código
Procesal Constitucional para ejercer la respectiva acción, por lo que la demanda debe desestimarse”
(Ibídem, f. j. 4). Tampoco en este caso se habla de una supuesta posterior resolución emitida especial-
mente para requerir el cumplimiento de lo ordenado en una sentencia. Es, una vez más, la resolución
con la que lo dispuesto por la sentencia adquiere firmeza el inicio del cómputo del plazo de prescripción,
máxime si se tiene en cuenta que el fallo emitido en una demanda estimada fundada, y con calidad de
cosa decidida (consentida), implica un mandato de cumplimiento por ser un atributo inherente de las
resoluciones jurisdiccionales, razonar en otro sentido implica desechar principios básicos y universales
de los derechos fundamentales.
(238) Exp. N° 9300-2006-PA/TC, del 12 de junio de 2007, f. j. 3.
183
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(239) Cfr. SAGÜÉS, Néstor. Derecho Procesal Constitucional. Acción de amparo, Vol. 3, 4ª edición, Astrea,
Buenos Aires 1995, p. 276; LAZZARINI, José Luis. El juicio de amparo. La Ley, Buenos Aires, 1967,
p. 158.
(240) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Comentarios al Código Procesal Constitucional. Tomo II. Ob. cit., pp.
882-883.
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El proceso constitucional de amparo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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El proceso constitucional de amparo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(248) Esta cuestión la tengo abordada en CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Comentarios al Código Procesal
Constitucional. Tomo I. Ob. cit., pp. 216-220.
188
El proceso constitucional de amparo
(249) De estas cuatro excepciones, es probable que la tercera no sea relevante, ya que los recursos im-
pugnativos que han de ser agotados a fin de que la resolución judicial (arbitral y militar) adquiera
firmeza normalmente vienen ya establecidos y regulados en la norma procesal judicial (arbitral y
militar); y porque en principio el agredido en su derecho constitucional siempre deberá agotar los
recursos impugnativos que el proceso cuya irregularidad invoca le ofrece, por lo que no podría ini-
ciar innecesariamente el trámite de la vía previa. Cfr. CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “La amenaza
como...”. Ob. cit., pp. 181-190.
(250) Exp. N° 0911-2007-PA/TC, del 25 de mayo de 2007, f. j. 15.
(251) Exp. N° 2909-2004-HC/TC, del 20 de diciembre de 2004, f. j. 6.
(252) Ídem.
189
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(253) SAÉNZ DÁVALOS, Luis. “El amparo contra resoluciones judiciales en el Código Procesal Constitu-
cional peruano y su desarrollo jurisprudencial. Breves reflexiones”. En: Gaceta Constitucional. Número
5, p. 67.
190
El proceso constitucional de amparo
191
El proceso de hábeas data
Introducción
El proceso constitucional de hábeas data, incorporado por primera
vez en nuestro país en la Carta de 1993, tutela dos derechos fundamenta-
les: el derecho de acceso a la información pública, reconocido en el inci-
so 5 del artículo 2 de la Constitución, y el derecho a la autodeterminación
informativa o protección de datos personales, consagrado en el inciso 6
del artículo 2 de la Norma Fundamental(1).
(*) Abogada. Profesora de Derecho Constitucional en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Miembro
de la Asociación Peruana de Derecho Constitucional.
(1) Constitución Política del Perú
“Artículo 200.- Son garantías constitucionales:
(…)
3) La acción de hábeas data, que procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad,
funcionario o persona, que vulnera o amenaza los derechos a que se refiere el artículo 2, incisos 5 y 6 de
la Constitución”.
193
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(2) ABAD YUPANQUI, Samuel. “Hábeas data y conflictos entre órganos constitucionales”. En: Lecturas
sobre temas constitucionales. N° 10. Comisión Andina de Juristas, Lima, 1994, p. 268, y EGUIGUREN
PRAELI, Francisco. “El hábeas data y su desarrollo en el Perú”: En: Derecho PUCP. Pontificia Uni-
versidad Católica del Perú, Lima. N° 51, diciembre de 1997, pp. 304 y 305.
(3) Como se recordará la regulación constitucional del proceso de hábeas data estuvo dirigida a tutelar
también el derecho “Al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal y familiar, así como a la
voz y a la imagen propias. Toda persona afectada por informaciones o agraviada en cualquier medio de
comunicación social, tiene derecho a que este se rectifique en forma gratuita, inmediata y proporcional,
sin perjuicio de las responsabilidades de ley”. Mediante la reforma constitucional realizada por la Ley
N° 26470 dichos derechos fueron excluidos de su ámbito de protección.
(4) PUCCINELLI, Óscar Raúl. “Versiones, tipos, subtipos y subespecies de hábeas data en el Derecho la-
tinoamericano. (Un intento clasificador con fines didácticos)”. En: Revista Iberoamericana de Derecho
Procesal Constitucional. Proceso y Constitución. N° 1, enero-junio de 2004, pp. 114 y 115. En nuestro
medio: ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA, Eloy. “El hábeas data en el Código Procesal Constitucio-
nal: ¿Recuperación de la credibilidad perdida?”. En: AA.VV. Introducción a los procesos constitucio-
nales. Comentarios al Código Procesal Constitucional. Jurista, Lima, 2005, pp. 153-188.
194
El proceso de hábeas data
195
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
196
El proceso de hábeas data
de Expresión. “Estudio sobre el derecho de acceso a la información”. Washington, 2007, pp. 31-32.
(8) Constitución Política del Perú
“Cuarta disposición final y transitoria.- Las normas relativas a los derechos y a las libertades que la
Constitución reconoce se interpretan de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Huma-
nos y con los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por el Perú”.
A su vez, el Código Procesal Constitucional establece:
“Artículo V.- Interpretación de los Derechos Constitucionales.- El contenido y alcances de los dere-
chos constitucionales protegidos por los procesos regulados en el presente Código deben interpretarse
de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos, los tratados sobre derechos hu-
manos, así como de las decisiones adoptadas por los tribunales internacionales sobre derechos humanos
constituidos según tratados de los que el Perú es Parte”.
(9) Constitución Política del Perú
“Artículo 2.- Toda persona tiene derecho a:
4) A las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra
oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social, sin previa autorización, censura
ni impedimento alguno bajo las responsabilidades de ley”.
197
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(10) GARCÍA COBIÁN CASTRO, Erika. “Transparencia y acceso a la información en poder de las Fuerzas
Armadas”. En: Debate Defensorial. Revista de la Defensoría del Pueblo del Perú. 2004, p. 126. En
sentido análogo, Abramovich y Courtis han señalado que: “Este derecho es entonces la concreción en
un ámbito concreto del derecho a recibir información”. ABRAMOVICH, Víctor y COURTIS, Chris-
tian: “El acceso a la información como derecho”. En: Anuario de derecho a la Comunicación. Año 1,
volumen 1. Editorial Siglo XXI, Buenos Aires, 2000, p. 5. En el Derecho español se ha calificado al
derecho de acceso de los ciudadanos a los archivos y registros administrativos, reconocido en el inciso b
del artículo 105 de la Constitución española en términos similares, al sostener que este constituye:
“Una especificación, para un ámbito funcional concreto, del derecho a la información, que con carácter
general recoge el art. 20.1, d), CE”: POMED SÁNCHEZ, Luis Alberto. El derecho de acceso de los
ciudadanos a los archivos y registros administrativos. Instituto Nacional de Administración Pública,
Madrid, p. 110.
(11) STC Exp. N° 1797-2002-HD/TC, expedida el 29 de enero de 2003.
(12) ABAD YUPANQUI, Samuel. “Transparencia y acceso a la información pública”. En: Derecho de acce-
so a la información pública. Defensoría del Pueblo, Piura, 2005, p. 16.
198
El proceso de hábeas data
(13) VILLANUEVA, Ernesto. Derecho de acceso a la información pública en Latinoamérica. Estudio intro-
ductorio y compilación. Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de
México, México D.F., 2003, p. XXVIII. En nuestro medio se han pronunciado en ese sentido: LUQUE
RAZURI, Martín. Acceso a la información pública documental y regulación de la información secreta.
Ara Editores, Lima, 2002, pp. 140-153; HUERTA GUERRERO, Luis. La libertad de expresión y el
acceso a la información pública. Comisión Andina de Juristas, Lima, 2002, pp. 177 y 178; GARCÍA
COBIÁN CASTRO, Erika. Ob. cit. p. 126. y BOZA, Beatriz. Acceso a la información del Estado.
Ciudadanos al Día, Lima, 2004, p. 48. También adopta esta perspectiva: DEFENSORÍA DEL PUEBLO
DEL PERÚ. Informe Defensorial N° 96. Balance a dos años de vigencia de la Ley de Transparencia y
Acceso a la Información Pública 2003-2004. Lima, 2005, pp. 128-132.
(14) Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, Ley Nº 27806. Texto Único Ordenado (TUO)
aprobado mediante el Decreto Supremo Nº 043-2003-PCM, publicado en el diario oficial El Peruano el
24 de abril de 2003.
199
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(15) STC Exp. N° 0301-2004-HD/TC, expedida el 5 de marzo de 2004. Este criterio fue reiterado al sen-
tenciar el proceso de hábeas data tramitado bajo el STC Exp. N° 4566-2004-HD/TC, expedida el 4 de
marzo de 2005.
(16) STC Exp. N° 1851-2002-HD/TC, expedida el 29 de marzo de 2004.
(17) DEFENSORÍA DEL PUEBLO DEL PERÚ. Ob. cit., pp. 130-131.
(18) ABAD YUPANQUI, Samuel. “Transparencia y acceso a la información pública”. En: Derecho de Ac-
ceso a la Información Pública. Defensoría del Pueblo, Piura, 2005, pp. 18 y19.
200
El proceso de hábeas data
que, sin haber sido elaborada por estas, se encuentra en su poder. Por
esta razón, aunque determinada información no haya sido generada por
una entidad que ejerce funciones públicas, siempre que se encuentre bajo
su control, deberá considerarse pública y ser puesta a disposición de las
personas que lo requieran.
201
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
202
El proceso de hábeas data
(22) LUNA CERVANTES, Eduardo. “El hábeas data y los derechos en él protegidos. A propósito de una
reciente sentencia del TC”. En: Acceso y protección de la información. Cuadernos Jurisprudenciales.
Suplemento mensual de Diálogo con la Jurisprudencia. Año 3, N° 28, octubre de 2003, pp. 22-23. En
efecto, el último párrafo del artículo 12 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública
dispone lo siguiente: “Si el requerimiento de información no hubiere sido satisfecho o si la respuesta
hubiere sido ambigua, se considerará que existió negativa tácita en brindarla”.
203
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
204
El proceso de hábeas data
(25) CASTRO CRUZATT, Karin. “La jurisprudencia del Tribunal Constitucional peruano en materia de
acceso a la información pública”. En: Ensayos sobre el Tribunal Constitucional y las libertades de
expresión e información. Consorcio Justicia Viva, Lima, 2004, p. 61.
(26) CERRILLO MARTÍNEZ, Agustín. La transparencia administrativa: Unión Europea y Medio Ambien-
te. Tirant lo Blanch, Valencia, 1998, p. 175.
205
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(27) Reglamento de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Decreto Supremo N° 072-
2003-PCM, vigente desde el 7 de agosto de 2003; artículo 10, literal d.
(28) GONZÁLEZ ALONSO, Luis Norberto. Transparencia y acceso a la información en la Unión Europea.
Colex, Madrid, 2002, p. 81.
(29) Ibíd. p. 81; También: LUQUE RÁZURI, Martín. Ob. cit., p.131.
(30) FERNÁNDEZ RAMOS, Severiano. “Algunas proposiciones para una ley de acceso a la información”.
En: Boletín Mexicano de Derecho Comparado. Nueva Serie, año XXXV, N° 105, setiembre-diciembre
de 2002, p. 907.
206
El proceso de hábeas data
(31) Ley de Transparencia y Acceso a la Información. “Artículo 13: [...] La solicitud de información no
implica la obligación de las entidades de la Administración Pública de crear o producir información con
la que no cuente o no tenga obligación de contar al momento de efectuarse el pedido. En este caso, la
entidad de la Administración Pública deberá comunicar por escrito que la denegatoria de la solicitud
se debe a la inexistencia de datos en su poder respecto de la información solicitada. Esta ley tampoco
permite que los solicitantes exijan a las entidades que efectúen evaluaciones o análisis de la información
que posean [...]”.
(32) Entre estos casos podemos citar al tramitado bajo el STC Exp. N° 315-2007-PHD/TC, expedida el 16 de
febrero de 2007, f.j. 3. El mismo criterio ha sido reiterado en diversos casos, entre los que podemos destacar
al proceso tramitado bajo el STC Exp. N° 2176-2006-PHD/TC, expedida el 17 de mayo de 2006.
(33) GONZÁLEZ ALONSO, Luis Alberto. Ob. cit., p. 62.
207
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
208
El proceso de hábeas data
(36) La Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública establece en su artículo 17: “El solicitante
que requiera la información deberá abonar solamente el importe correspondiente a los costos de repro-
ducción de la información requerida. El monto de la tasa debe figurar en el Texto Único de Procedimien-
tos Administrativos (TUPA) de cada entidad de la Administración Pública. Cualquier costo adicional se
entenderá como una restricción al ejercicio del derecho regulado en esta ley, aplicándose las sanciones
correspondientes”.
(37) Reglamento de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Decreto Supremo N° 072-
2003-PCM, vigente desde el 7 de agosto de 2003. “Artículo 13: La liquidación del costo de reproduc-
ción solo podrá incluir aquellos gastos directa y exclusivamente vinculados con la reproducción de la
información solicitada. En ningún caso se podrá incluir dentro de los costos el pago por remuneraciones
o infraestructura que pueda implicar la entrega de información ni cualquier otro concepto ajeno a la
reproducción”.
(38) RTC Exp. N° 4468-2006-PHD/TC, resolución expedida el 22 de marzo de 2007, f. j. 5.
(39) STC Exp. Nº 01912-2007-HD/TC, expedida el 13 de noviembre de 2007. f. j. 4.
209
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
210
El proceso de hábeas data
(42) MENDEL, Toby. “Consideraciones sobre el estado de las cosas a nivel mundial en materia de acceso a
la información”. En: Derecho comparado de la Información. N° 8, julio-diciembre de 2006, p. 9.
(43) STC Exp. N° 2579-2003-HD/TC, expedida el 6 de abril de 2004.
211
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(44) VILLANUEVA, Ernesto. “Derecho de acceso a la información pública en México y algunos datos
mínimos de la experiencia comparada”. En: Hacia una América Latina transparente. Las experiencias
de Ecuador y México. Coalición Acceso-Proyecto Anticorrupción ¡Sí se puede!, Quito, 2005, p. 49.
El artículo 16 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública recoge el criterio antes
mencionado indicando que: “En caso de que un documento contenga, en forma parcial, información
que, conforme a los artículos 15, 15-A y 15-B de esta ley, no sea de acceso público, la entidad de la
Administración Pública deberá permitir el acceso a la información disponible del documento”.
212
El proceso de hábeas data
(45) MURILLO DE LA CUEVA, Pablo Lucas. “Diez preguntas sobre el derecho a la autodeterminación
informativa y el derecho a la protección de datos de carácter personal”. Agencia Catalana de Protección
de Datos. Conferencia realizada el día 24 de octubre de 2005. Disponible en: www.apd.cat
213
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(46) SERRANO PÉREZ, María Mercedes. El derecho fundamental a la protección de datos. Derecho espa-
ñol y comparado. Civitas, Madrid, 2003, p. 18
(47) PÉREZ LUÑO, Enrique Antonio. “Informática y libertad. Comentario al artículo 18.4 de la Constitu-
ción española”. En: Revista de Estudios Políticos (Nueva época). N° 24, noviembre-diciembre de 1981,
p. 36.
(48) FROSINI, Vittorio. “Bancos de datos y tutela de la persona”. En: Revista de Estudios Políticos (Nueva
época). N° 30, noviembre-diciembre de 1982, pp. 23 y 24.
(49) MURILLO DE LA CUEVA, Pablo Lucas. “La construcción del derecho a la autodeterminación infor-
214
El proceso de hábeas data
mativa”. En: Revista de Estudios Políticos (Nueva época). N° 104, abril-junio de 1999, p. 38.
(50) ORTI VALLEJO, Antonio. “El nuevo derecho fundamental (y de la personalidad) a la libertad informá-
tica (a propósito de la STC Nº 254/1993, de 20 de julio)”. En: Derecho Privado y Constitución. N° 2,
enero-abril de 1994, pp. 319 y 320.
(51) SERRANO PÉREZ, María Mercedes. Ob. cit., pp. 18 y 19.
(52) PIÑAR MAÑAS, José Luis. “Reflexiones sobre el derecho fundamental a la protección de datos perso-
nales”. En: Actualidad Jurídica Uria Menéndez. N° 12, 2005, p. 9.
(53) PÉREZ LUÑO, Enrique Antonio. “Informática y libertad. Comentario al artículo 18.4 de la Constitu-
ción española”. Ob. cit., p. 34.
(54) Esta evolución se puede apreciar en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional español la cual ini-
cialmente concibió al derecho reconocido en el artículo 18.4 de la Constitución española como un
nuevo ámbito del derecho a la intimidad, para posteriormente, a partir de la expedición de la STC
Nº 292/2000, distinguir el contenido y objeto de cada uno de dichos atributos. De este modo “lo que an-
tes era considerado un contenido “positivo”, y no meramente negativo o excluyente, de un derecho a la
intimidad ampliado a nuevos supuestos de infracción, por causa de la informática, es ahora un contenido
diferenciado de un derecho autónomo”: ROIG, Antoni. “La protección de las bases de datos personales.
Análisis de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional”. En: Revista Jurídica de Catalunya. N° 4,
2002, pp. 152 y 153.
215
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
216
El proceso de hábeas data
(56) El tratamiento de datos personales incluye todas las operaciones de carácter técnico que recaen sobre
los datos personales y que se dirigen a lograr su acopio o registro, su interrelación, su modificación, su
comunicación a terceros y su cancelación o bloqueo.
(57) MURILLO DE LA CUEVA, Pablo Lucas. Informática y protección de datos personales. Estudio sobre
la Ley Orgánica 5/1992, de regulación del tratamiento automatizado de los datos de carácter personal.
Cuadernos y Debates. Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1993, pp. 61 y 62. En el ámbito
nacional se pronuncia sobre este principio: CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Comentarios al Código Pro-
cesal Constitucional. Tomo II, segunda edición, Palestra, Lima, 2006, pp. 1062 y 1063.
(58) SERRANO PÉREZ, María Mercedes. Ob. cit. pp. 195-243.
217
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
218
El proceso de hábeas data
religiosas, entre otros. Las imágenes que son captadas por los sistemas
de videovigilancia de las entidades públicas o privadas podrían constituir
datos de carácter personal, si dichos registros visuales permiten identi-
ficar a las personas que aparecen en ellas. Bajo el mismo criterio, el re-
gistro auditivo de la voz de una persona podrá también ser considerado
como un dato personal en la medida en que permita su identificación.
Dentro del género de datos personales existe una categoría cuya re-
visión es imprescindible en todo estudio que verse sobre protección de
datos personales. Se trata de los datos sensibles. Si bien esbozar una de-
finición de la información personal que puede ser catalogada como sensi-
ble no es una tarea sencilla, podemos señalar algunas de sus principales
características.
(63) MURILLO DE LA CUEVA, Pablo Lucas. Informática y protección de datos personales. Ob.
cit. p. 69.
(64) PEYRANO, Guillermo. Régimen legal de los datos personales y hábeas data. LexisNexis-Depalma,
Buenos Aires, 2002, p. 38. Citado por: PUCINELLI, Oscar. “Los datos de afiliación partidaria son datos
sensibles y no deben ser puestos a disposición del público general. (A propósito de su inclusión en pa-
drones electorales y en bases de datos disponibles en internet)”. En: Revista Jurídica del Perú. Año LV,
N° 64, setiembre-octubre de 2005, p. 240.
219
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(65) MURILLO DE LA CUEVA, Pablo Lucas. Informática y protección de datos personales. Ob. cit.
p. 51.
(66) Al respecto, se ha referido en nuestro medio que: “[...] puede hablarse –en algunos aspectos– de la au-
todeterminación informativa de las personas jurídicas privadas frente al abuso del poder informativo”:
SORIA LUJÁN, Daniel. “Reflexiones sobre algunos aspectos procesales y jurisprudenciales del hábeas
data”. En: Cuadernos Jurisprudenciales. Suplemento mensual de Diálogo con la Jurisprudencia, año
3, núm. 28, octubre de 2003, p. 10.
220
El proceso de hábeas data
221
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
las entidades públicas o privadas a las que pertenecen; y, iii) los bancos
de datos, archivos o registros de uso personal.
222
El proceso de hábeas data
(68) La Ley Nº 25326 prevé en su artículo 24: “Los particulares que formen archivos, registros o bancos
de datos que no sean para uso exclusivamente personal deberán registrarse conforme lo previsto en el
artículo 21”.
(69) PUCCINELLI, Oscar R. Protección de datos de carácter personal. Astrea, Buenos Aires, 2004, pp. 372
y 373.
(70) A esta situación se ha hecho referencia señalando que la incertidumbre sobre inclusión de los bancos
de datos privados destinados al uso personal de su propietario, como sujeto pasivo del derecho bajo
comentario puede generar “un eventual uso del hábeas data como mecanismo para vulnerar el secreto
profesional que por ejemplo guardan abogados o contadores sobre la información que les hubiesen
proporcionado sus clientes”: ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA, Eloy. Jurisdicción constitucional,
impartición de justicia y debido proceso. Ara, Lima, 2003, pp. 313 y 314.
223
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(71) SAGÜÉS, Néstor Pedro. “El hábeas data argentino (orden nacional)”. En: Derecho PUCP. N° 51, di-
ciembre de 1997, p. 183.
(72) STC Exp. N° 3052-2007-HD/TC, expedida el 16 de noviembre de 2007, f. j. 3.
224
El proceso de hábeas data
(73) PUCCINELLI, Oscar. Protección de datos de carácter personal. Ob. cit., p. 294.
(74) PUCCINELLI, Oscar. “Versiones, tipos, subtipos y subespecies de hábeas data en el Derecho latino-
americano. (Un intento clasificador con fines didácticos)”. En: Revista Iberoamericana de Derecho
Procesal Constitucional. N° 1, 2004, p. 110.
225
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
e) El derecho al olvido
El derecho al olvido constituye una manifestación del principio de
caducidad o de temporalidad de acuerdo al cual el registro de la informa-
ción personal adversa o socialmente reprobable debe encontrarse sujeto
a un límite temporal, siendo inadmisible su conservación indefinida(75).
Consecuentemente, transcurrido un plazo razonable, el titular de dichos
datos tiene el derecho a exigir la cancelación de la información del res-
pectivo archivo.
(75) MURILLO DE LA CUEVA, Pablo Lucas. Informática y protección de datos personales. Ob. cit., pp. 68
y 69.
(76) Corte Constitucional colombiana, sentencia T-121/97, f. j. 2.2.
226
El proceso de hábeas data
227
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(78) EGUIGUREN PRAELI, Francisco. “El hábeas data y su desarrollo en el Perú”. Ob. cit., pp. 291-310;
también. En: Estudios constitucionales. Ara, Lima, 2002, pp. 183-206. Asimismo: GARCÍA-COBIÁN
CASTRO, Erika. “El derecho a la autodeterminación informativa: diez años después. Análisis y pro-
puestas de reforma”. En: Revista Jurídica del Perú. Año LIV, N° 55, marzo-abril de 2004, pp. 95-105.
228
El proceso de hábeas data
(79) Sobre la autonomía hoy casi generalmente aceptada entre el derecho a la protección de datos y el
derecho a la intimidad se pronuncia en nuestro medio: GARCÍA-COBIÁN CASTRO, Erika: Ob. cit.,
pp. 98-102. También ABAD YUPANQUI, Samuel. Derecho Procesal Constitucional. Gaceta Jurídica,
Lima, 2004, p. 198.
(80) EGUIGUREN PRAELI, Francisco. “El hábeas data y su desarrollo en el Perú”. Ob. cit., p. 301.
(81) Ibíd., p. 300.
229
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
230
El proceso de hábeas data
(84) RTC Exp. N° 4602-2005-PHD/TC, resolución expedida el 4 de agosto de 2005, f. j. 4 y STC Exp.
N° 1052-2006-PHD/TC, expedida el 14 de marzo de 2006, f. j. 2.
231
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(85) Una controversia similar se presentó en el proceso tramitado bajo el STC Exp. N° 771-2007-PHD/TC,
expedida el 30 de marzo de 2007, y en el proceso tramitado bajo el STC Exp. N° 3052-2007-HD/TC,
sentencia expedida el 16 de noviembre de 2007.
232
El proceso de hábeas data
Por otra parte, el Código indica, con acierto, que el derecho objeto
de estudio supone la posibilidad de controlar la información personal re-
gistrada “en forma manual, mecánica o informática”. En efecto, si bien la
protección de datos personales surge como reacción ante el riesgo deriva-
do del tratamiento informatizado de datos personales, ello no supone que
el tratamiento de información personal almacenada de manera manual o
mecánica no deba ser objeto de tutela.
(86) AA.VV. Código Procesal Constitucional. Estudio Introductorio, Exposición de Motivos, Dictámenes e
Índice Analítico. Tercera edición. Palestra, Lima, 2008, p. 77.
233
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
234
El proceso de hábeas data
(87) ABAD YUPANQUI, Samuel. “Hábeas data y conflictos entre órganos constitucionales”. Ob. cit.,
p. 268, BOREA ODRÍA, Alberto. Evolución de las Garantías Constitucionales. Grijley, Lima, 1996,
pp. 481-484 y EGUIGUREN PRAELI, Francisco. “El hábeas data y su desarrollo en el Perú”. Ob. cit.,
pp. 304 y 305.
(88) ABAD YUPANQUI, Samuel. Derecho Procesal Constitucional. Gaceta Jurídica, Lima, 2004, pp. 149
y 150.
235
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
236
El proceso de hábeas data
237
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
238
El proceso de hábeas data
hábeas data, pues se encuentra regulada dentro del Título Primero del
citado cuerpo normativo, en donde se encuentran las disposiciones
generales de los procesos de hábeas corpus, amparo, hábeas data y
cumplimiento.
239
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
240
El proceso de hábeas data
de rango inferior”.
(95) Expediente Nº 1131-2000-AA/TC, publicada el 3 de agosto de 2001. Sentencia citada por: ABAD YU-
PANQUI, Samuel. El proceso constitucional de amparo. Gaceta Jurídica, Lima, p. 440.
241
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
242
El proceso de hábeas data
(96) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Comentarios al Código Procesal Constitucional. Tomo II, segunda edi-
ción, Palestra, Lima, 2006, pp. 1081-1083.
(97) Ibíd. pp. 1085-1088.
243
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
244
El proceso de hábeas data
245
El proceso de cumplimiento
Introducción
El proceso de cumplimiento no ha tenido la suerte de otros proce-
sos constitucionales. En efecto, fue incorporado en la Constitución casi
de casualidad y sin mayor debate. Asimismo, no obstante ser un “proce-
so constitucional”, en su seno se discuten asuntos carentes de relevancia
constitucional. Su objeto protegido es compartido con un proceso tan
importante y prestigioso como el contencioso-administrativo (incluso
se ha dicho que este también podría ser tutelado mediante el amparo).
La doctrina, por su parte, resalta que no se trata de un auténtico “proce-
so constitucional”, e incluso preferiría que no hubiera sido incorporado
en el Código Procesal Constitucional. Finalmente, no ha convocado del
Tribunal Constitucional la misma atención y dedicación que sí han mere-
cido otros procesos constitucionales.
(*) Jefe del Área de Derecho Constitucional de Gaceta Jurídica y coordinador ejecutivo de Gaceta Cons-
titucional, revista mensual de jurisprudencia constitucional. Bachiller en Derecho por la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. Post título en Derecho Público por la Pontificia Universidad Católica
y diplomado en Justicia Constitucional e Interpretación de los Derechos Fundamentales por la Univer-
sidad de San Martín de Porres.
(1) Recién este año el hábeas corpus habría superado al cumplimiento en cuanto al número de expedientes
ingresados al Tribunal Constitucional, de acuerdo con las estadísticas que maneja el propio Colegiado.
Puede consultarse esta información actualizada hasta el tercer trimestre de 2008 en la Gaceta del Tribu-
nal Constitucional (http://gaceta.tc.gob.pe/actividad.shtml?x=2360).
247
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
248
El proceso de cumplimiento
(2) FERNÁNDEZ BARREIRO, Alejandrino. La tradición romanística en la cultura jurídica europea. Ra-
món Areces, Madrid, 1992, pp. 55-56.
(3) CARPIO MARCOS, Edgar. “La acción de cumplimiento en el Derecho comparado”. En: Revista Jurí-
dica del Perú. Año LII, Nº 32, marzo de 2002, p. 20.
(4) FERNÁNDEZ SEGADO, Francisco. “La dinamización de los mecanismos de garantía de los derechos
y de los intereses difusos en el Estado social”. En: Revista Mexicana de Derecho Comparado. Nueva
Serie. Año XXVIII, Nº 83, mayo-agosto de 1995, p. 574.
(5) Cfr. PINTO FERREIRA, Luiz. “Os intrumentos processuais protetores dos direitos humanos no Brasil”.
En: La jurisdicción constitucional en Iberoamérica. D. GARCÍA BELAUNDE y F. Fernández Segado
(coordinadores). Dykinson, Madrid, 1997, pp. 413 y ss.; GARCÍA BELAUNDE, Domingo. “Procesos
constitucionales en la Constitución brasileña de 1988”. En: Derecho Procesal Constitucional. Temis,
Bogotá, 2001, p. 143 y ss.
(6) FIX-ZAMUDIO, Héctor. “Los derechos humanos y su protección jurídica y procesal en Latinoaméri-
ca”. En: Derechos humanos. Memoria del IV Congreso Nacional de Derecho Constitucional III. Diego
Valadés y Rodrigo Gutiérrez Rivas (coordinadores). UNAM, México, 2001, p. 13.
(7) Básicamente es una orden judicial dirigida contra terceros, para que no realicen o detengan la ejecución
de actos lesivos de derechos.
249
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(8) Cfr. OTHON SIDHOU, J. M. “Las nuevas figuras del Derecho Procesal Constitucional brasileño: man-
dado de injunção y hábeas data”. En: Boletín Mexicano de Derecho Comparado. Nueva Serie. Año
XXIV, Nº 70, enero-abril de 1991, p. 172.
(9) CARPIO MARCOS, Edgar. Ob. cit., p. 23.
(10) Similares diferencias se encuentran entre el mandado de injunção y la Verfassungsbeschwerde alemana
(recurso de queja constitucional), figura a la que se le suele vincular. Vide PELLEGRINI GRINOVER,
Ada. “Os instrumentos brasileiros de defesa das libertades”. En: AA. VV. Garantías jurisdiccionales
para la defensa de los derechos humanos en Iberoamérica. UNAM, México, 1992, p. 371.
(11) Cfr. NIETO, Alejandro. “Nueva ordenación de la jurisdicción contencioso-administrativa en la Repú-
250
El proceso de cumplimiento
blica Federal Alemana”. En: Revista de Administración Pública. Nº 31, Centro de Estudios Políticos y
Constitucionales, Madrid, 1960, p. 355.
(12) Como tempranamente lo señaló DANÓS ORDÓÑEZ, Jorge. “El amparo por omisión y la acción de
cumplimiento en la Constitución peruana de 1993”. En: Lecturas Constitucionales Andinas. Nº 3, Co-
misión Andina de Juristas, Lima, 1994, p. 206.
(13) GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo y FERNÁNDEZ, Tomás-Ramón. Curso de Derecho Administrativo.
Tomo II. Civitas, Madrid, 1999, p. 617.
(14) CIFUENTES MUÑOZ, Eduardo. “La jurisdicción constitucional en Colombia”. En: La jurisdicción
constitucional en Iberoamérica. D. García Belaunde y F. Fernández Segado (coordinadores). Dykinson,
Madrid, 1997, pp. 482-488.
(15) Mediante ley estatutaria se regula los “[d]erechos y deberes fundamentales de las personas y los proce-
251
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
252
El proceso de cumplimiento
Ahora bien, ¿que las leyes y los actos administrativos sean cumplidos
–que es lo que se logra a través del proceso de cumplimiento– no puede
ser entendido como un bien de relevancia constitucional? Y si la respues-
ta es afirmativa, ¿acaso el proceso de cumplimiento no garantiza un bien
constitucional y, en tal sentido, es un auténtico proceso constitucional?
(18) El Código Procesal Constitucional amplía el objeto del proceso de cumplimiento (artículo 66), sin em-
bargo, ello no modifica nuestro análisis sobre su naturaleza constitucional.
253
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(19) Que es el autor que ha aportado mayores claridades sobre este proceso en nuestro país. Vide CARPIO
MARCOS, Edgar. Ob. cit., p. 449.
(20) ABAD YUPANQUI, Samuel y otros. Código Procesal Constitucional. Estudio introductorio, Exposi-
ción de motivos, dictámenes e índice analítico. Palestra, Lima, 2005, p. 124; CARPIO MARCOS, Ed-
gar. “La acción de cumplimiento”. Ob. cit., pp. 448-454; CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Comentarios
al Código Procesal Constitucional. Palestra, Lima, 2006, pp. 29-30; GARCÍA BELAUNDE, Domingo.
“La jurisdicción constitucional en el Perú”. Ob. cit., pp. 36-37; NEYRA ZEGARRA, Ana Cristina. “El
proceso de cumplimiento. Algunos temas que plantea para el debate”. En: Actualidad Jurídica. Tomo
169, Gaceta Jurídica, Lima, diciembre de 2007, pp. 179-181.
(21) CARPIO MARCOS, Edgar. “El proceso de cumplimiento en el Código Procesal Constitucional”. En:
AA. VV. Introducción a los procesos constitucionales. Jurista, Lima, 2005, p. 195.
254
El proceso de cumplimiento
(22) Problematiza bien este asunto: GUASTINI, Riccardo. “Sobre el concepto de Constitución”. En: Cues-
tiones Constitucionales. Nº 1, UNAM, México, julio-diciembre de 1999, p. 161 y ss.
255
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(23) Efectivamente, solo por mencionar algunas, por “constitucional” puede entenderse: la conformidad
con la Constitución (v. gr. una ley confirmada como constitucional), una norma adscrita a una dispo-
sición –enunciado lingüístico– de la Constitución (norma constitucional, contenido constitucional de
un derecho), un elemento o institución que forma parte o está reconocido formalmente en la Consti-
tución (preámbulo constitucional, órgano constitucional, derecho constitucional), a un objeto al que
se le atribuye una jerarquía o sustancia propia de la Constitución (fuerza constitucional, naturaleza
constitucional), algo que reposa o se adhiere a la Constitución (sentimiento constitucional, patriotismo
constitucional), etc. Todas estas nociones pueden y suelen coincidir, pero ello no es imprescindible y en
muchos casos dista de ser pacífico (por ejemplo: ¿pueden existir normas constitucionales inconstitucio-
nales?, ¿son constitucionales ciertos requerimientos del patriotismo constitucional?, ¿tienen jerarquía
constitucional los preámbulos de las constituciones?, etc.)
(24) Así, evadimos una posible discusión meramente semántica sobre “lo constitucional”, empleando este
término según su significado más usual (tanto en el ámbito doctrinario como el jurisprudencial).
256
El proceso de cumplimiento
(25) Minoritaria, pero sostenida por un autor del prestigio de César Landa. Ya tempranamente (1993):
LANDA ARROYO, César. Loc. cit.
(26) LANDA ARROYO, César. Teoría del Derecho Procesal Constitucional. Palestra, Lima, 2004, pp. 140-
143. Luego, se adhiere a esta posición MONTOYA CHÁVEZ, Victorhugo. “El proceso de cumpli-
miento. Comentarios a partir de los criterios expuestos en la STC Exp. Nº 0168-2005-PC/TC”. En:
Actualidad Jurídica. Tomo 147, Gaceta Jurídica, Lima, febrero de 2006, pp. 145-148.
257
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
258
El proceso de cumplimiento
(27) Cfr. “Derechos no enumerados y nuevos derechos según la jurisprudencia del Tribunal Constitucional
peruano”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 126. Gaceta Jurídica. Lima, mayo de 2004.
259
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(28) “Derechos no enumerados y derecho al libre desarrollo de la personalidad”. En: Derechos fundamenta-
les no reconocidos expresamente por la Constitución. Luis Sáenz Dávalos (coordinador). Gaceta Jurí-
dica, Lima, 2008 (en prensa).
(29) Debe tenerse en cuenta que, al no existir una disposición escrita que reconozca el derecho de que se
trata, la norma o normas de derecho fundamental deben construirse “desde cero”, claro está, sobre la
base de los principios contenidos en la cláusula de derechos no enumerados.
(30) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “El proceso de cumplimiento: a propósito de un desafortunado crite-
rio jurisprudencial del Tribunal Constitucional”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 145, Gaceta Jurídica,
Lima, diciembre de 2005, p. 133.
(31) Cfr. CARPIO MARCOS, Edgar. “La acción de cumplimiento”. Ob. cit., p. 450.
260
El proceso de cumplimiento
Ahora bien, que sea un principio, o que sea un bien vinculado con
principios constitucionales, no le otorga inmediatamente el carácter de
derecho fundamental. Por cierto, tampoco significa que no lo sea. En tal
sentido, como se ha difundido suficientemente en nuestro medio, los dere-
chos fundamentales tienen también una dimensión de principio; además,
como ha resuelto en varias oportunidades el Colegiado Constitucional,
los principios de la Constitución pueden tener manifestaciones subjetivas
que hacen las veces de derechos fundamentales e incluso pueden ser cau-
telados a través de los procesos constitucionales de tutela de derechos(33).
261
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(35) Ibíd., p. 133; NEYRA ZEGARRA, Ana Cristina. Ob. cit., p. 181.
262
El proceso de cumplimiento
(36) CARPIO MARCOS, Edgar. “La acción de cumplimiento”. Ob. cit., p. 449.
(37) Sobre qué tipo de inactividad de la Administración es controlada a través del proceso de cumplimiento
volveremos luego, al analizar su objeto.
(38) Ibíd., p. 450.
263
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
264
El proceso de cumplimiento
(39) Existen otros trámites constitucionales solo “insinuados”, así como otros, sobre todo, procedimentales.
Entre los primeros están, por ejemplo, los procesos que pueden seguirse ante la justicia militar o los pro-
cesos arbitrales; entre los segundos, contamos al proceso de ratificación de magistrados, nombramiento
de altas autoridades, aprobación de ciertas normas, etc.
(40) Que, solo con efectos expositivos, el profesor García Belaunde consignó dentro de un listado de ac-
ciones de garantía. Desde luego, entonces la concibió como proceso constitucional en sentido lato.
Vide GARCÍA BELAUNDE, Domingo. “Las garantías constitucionales en la Constitución peruana de
1993”. En: Derecho Procesal Constitucional. Temis, Bogotá, 2001, pp. 126-127.
(41) CARPIO MARCOS, Edgar. “La acción de cumplimiento”. Ob. cit., p. 453.
265
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(42) Más todavía si los promotores del Código tuvieron la claridad de que el proceso de cumplimiento “no
cautela derechos fundamentales o valores constitucionales”. No obstante ello, prefirieron regularlo en
el Código por haber sido reconocido como “garantía constitucional” (“proceso constitucional”) por los
constituyentes.
(43) Cfr. CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Ob. cit., p. 131.
(44) Así, por ejemplo, su celeridad y carácter urgente, ausencia de etapa probatoria, cierto informalismo
procesal, etc.
(45) GÓMEZ PUENTE, M. La inactividad de la Administración. Aranzadi-Thomson, Cizur Menor - Nava-
rra, 2002, p. 63.
266
El proceso de cumplimiento
(46) El Código Procesal Constitucional amplió el objeto de control, permitiendo que se exija ahora la emi-
sión de resoluciones administrativas o que se dicten reglamentos pendientes, supuestos que pertenecen
a la inactividad formal. Antes de ello el objeto del cumplimiento era solo la inactividad material de la
Administración. Cfr. CARPIO MARCOS, Edgar. “La acción de cumplimiento”. Ob. cit., p. 454 y ss.
(47) Como bien explica CARPIO MARCOS, Edgar. “El proceso de cumplimiento en el Código Procesal
Constitucional”. Ob. cit., p. 196.
(48) NIETO, Alejandro. “La inactividad de la Administración y el recurso contencioso-administrativo”.
En: Revista de Administración Pública. N° 37, Madrid, enero-abril de 1962, p. 75 y ss., especialmente
p. 80.
(49) CARPIO MARCOS, Edgar. “El proceso de cumplimiento en el Código Procesal Constitucional”.
Ob. cit., p. 195.
267
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
Claro está, desde esta perspectiva los supuestos que pueden ser exigi-
dos mediante el cumplimiento corresponden a la inactividad material. El
Tribunal Constitucional inclusive se ha pronunciado en alguna ocasión a
favor de esta posición(51).
268
El proceso de cumplimiento
269
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
En primer lugar, por norma legal se hace alusión a toda norma con
rango de ley. En tal sentido, puede exigirse el cumplimiento del manda-
mus contenido en leyes ordinarias, leyes orgánicas, decretos legislativos,
decretos leyes, reglamentos del Congreso, decretos de urgencia, normas
regionales de carácter general, ordenanzas municipales y tratados(61).
270
El proceso de cumplimiento
Perú de 1993”. En: Revista jurídica del Perú. Año XLVIII, Nº 16, julio-setiembre de 1998, pp. 3-14;
CARPIO MARCOS, Edgar. “Normas interpuestas en la acción de inconstitucionalidad (el caso perua-
no)”. En: Constitucionalismo y Derechos Humanos. Domingo García Belaunde (coordinador), Instituto
Iberoamericano de Derecho Constitucional (sección peruana), Grijley, Lima, 2002, especialmente, pp.
39-41.
(64) El Tribunal Constitucional inclusive se ha referido en cierta oportunidad al rango constitucional de los tra-
tados sobre derechos humanos; recientemente: “Los tratados internacionales sobre derechos humanos no
solo conforman nuestro ordenamiento sino que, además, detentan rango constitucional. El Tribunal Cons-
titucional ya ha afirmado al respecto que dentro de las ‘normas con rango constitucional’ se encuentran los
‘Tratados de derechos humanos’. [00047-2004-AI/TC f. j. 61 y 00025-2005-AI/TC ff. jj. 25 y ss.]” (STC Exp.
Nº 00005-2007-PI/TC, f. j. 11).
(65) Esta posibilidad ha sido reconocida, por ejemplo, para el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, específicamente en lo concerniente al mandato indemnizatorio a consecuencia de un error
judicial a favor de beneficiados con medidas de indulto: STC Exp. N° 1277-1999-AC/TC, ff. jj. 7 y 8.
(66) Así la RTC Exp. N° 105-2001-AC/TC, f. j. 5.
(67) MORÓN URBINA, Juan Carlos. Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General.
Gaceta Jurídica, Lima, 2008, p. 576.
(*) Cfr. GUZMÁN NAPURÍ, Christian. La Administración Pública y el procedimiento administrativo ge-
neral. Página blanca, Lima, 2004, pp. 190, 193-194; MORÓN URBINA, Juan Carlos. Ob. cit., p.
271
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
272
El proceso de cumplimiento
(68) CARPIO MARCOS, Edgar. “El proceso de cumplimiento en el Código Procesal Constitucional”. Ob.
cit., p. 197.
273
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
274
El proceso de cumplimiento
275
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
o quien invoque interés para el cumplimiento del deber omitido” está re-
firiéndose a la legitimación personal y al legítimo interés.
276
El proceso de cumplimiento
b) Legitimación pública
El artículo 67 indica asimismo que “[c]ualquier persona podrá iniciar
el proceso de cumplimiento frente a normas con rango de ley y reglamen-
tos”. En efecto, al tratarse de un asunto de relevancia general, el Código
habilita a toda persona para que inicie una demanda de cumplimiento (le-
gitimación actio populis).
(76) Vide CARPIO MARCOS, Edgar. “El proceso de cumplimiento en el Código Procesal Constitucional”.
Ob. cit., p. 200.
(77) Sobre esto último, BOROWSKI, Martin. La estructura de los derechos fundamentales. Universidad
Externado de Colombia, Bogotá, 2003, pp. 40-46.
277
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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El proceso de cumplimiento
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(88) Cfr., in extenso, ABAD YUPANQUI, Samuel B. “Criterios y modalidades de intervención de la Defen-
soría del Pueblo en los procesos constitucionales”. En: Actualidad Jurídica. N° 139, Gaceta Jurídica,
Lima, junio de 2005, pp. 139-143.
(89) De hecho, en contraste con las demandas de inconstitucionalidad presentadas o con su participación
en calidad de amicus curiae en distintos procesos, ante el Tribunal Constitucional no habrían llegado
procesos de cumplimiento en los que el demandante sea la Defensoría del Pueblo.
280
El proceso de cumplimiento
(90) Artículo 15 del Decreto Supremo N° 013-2008-JUS, Texto Único Ordenado de la Ley N° 27584, Ley
que regula el proceso contencioso-administrativo, modificado por el D. Leg. N° 1067.
(91) Cfr. MESÍA RAMÍREZ, Carlos. Ob. cit., pp. 587-589.
(92) CARPIO MARCOS, Edgar. “El proceso de cumplimiento en el Código Procesal Constitucional”. Ob.
cit., p. 206.
(93) A favor, BOREA ODRÍA, Alberto. Ob. cit., pp. 515-516.
(94) La improcedencia del cumplimiento frente a particulares ha sido ratificada por el Tribunal Constitucio-
nal; cfr. RTC Exp. N° 5682-2006-PC/TC, f. j. 2, RTC Exp. N° 06915-2006-PC/TC ff. jj. 2 y 3.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(95) Vide el esclarecedor trabajo de BILBAO UBILLOS, Juan María. Los derechos fundamentales en la
frontera entre lo público y lo privado (la noción de state action en la jurisprudencia norteamericana).
McGraw-Hill, Madrid, 1997.
(96) GARCÍA TORRES, Jesús y JIMÉNEZ-BLANCO, Antonio. Derechos fundamentales y relaciones entre
particulares. La Drittwirkung en la juriprudencia del Tribunal Constitucional. Editorial Civitas, Ma-
drid, 1986; BILBAO UBILLOS, Juan María. La eficacia de los derechos fundamentales frente a par-
ticulares. Análisis de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Boletín Oficial del Estado-Centro
de Estudios Constitucionales, Madrid, 1997; JULIO ESTRADA, Alexei. La eficacia de los derechos
fundamentales entre particulares. Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2000; MIJANGOS
GONZÁLEZ, Javier. Los derechos fundamentales en las relaciones entre particulares. Análisis del caso
mexicano. Porrúa, México, 2007; MENDOZA ESCALANTE, Mijail. “La eficacia de los derechos fun-
damentales entre particulares”. En: Pensamiento Constitucional. Año XI, Nº 11, MDC-PUCP, 2006.
(97) Artículo 15, inciso 7 del Decreto Supremo N° 013-2008-JUS, Texto Único Ordenado de la Ley
N° 27584, Ley que regula el proceso contencioso-administrativo, modificado por el D. Leg. N° 1067.
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El proceso de cumplimiento
Ante ello, era importante definir las características del mandato exi-
gible, además de lo ya señalado sobre el objeto del proceso de cumpli-
miento. Con este propósito, el Tribunal Constitucional había adelantado
que “la norma o acto administrativo debe tener un mandato de obligatorio
cumplimiento, que sea incondicional, cierto o líquido, y pueda, por tanto,
inferirse indubitablemente”(98).
Sobre estos criterios que debe tener un mandamus para ser exigi-
ble mediante el proceso de cumplimiento –según lo esbozado por el
Tribunal–, además de otras cuestiones que se desprenden de sus pronun-
ciamientos, trataremos a continuación.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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El proceso de cumplimiento
(99) Sobre todas estas consideraciones, cfr. los “criterios” o “principios” “que realizan la coherencia del
sistema jurídico” señalados en la STC Exp. Nº 00047-2004-AI/TC, f. j. 49 y ss.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(100) El Colegiado Constitucional ha reiterado que estamos ante mandatos vigentes si las resoluciones que los
contienen “no han sido declaradas nulas ni derogadas”. Entre varias, vide STC Exp. N° 03954-2007-
PC/TC, f. j. 8.
(101) Cfr. STC Exps. N° 0025-2005-PI/TC y 0026-2005-PI/TC, f. j. 9 y ss.; STC Exps. N° 0004-2004-AI/TC
y otros, f. j. 2. Antes que a la “vigencia material” preferimos referirnos a la “validez” normativa. No co-
rresponde desarrollar aquí la distinción entre “vigencia” y “validez; ello, sin perjuicio de lo mencionado
más adelante al tratar el requisito “mandato de obligatorio cumplimiento”.
(102) STC Exp. N° 7435-2006-PC/TC, f. j. 6.
(103) Ibíd., f. j. 7.
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(114) Así, el mandato no solo debe ser “vigente” (en sentido formal), sino también “válido” (en sentido ma-
terial). La distinción entre “vigencia” y “validez” normativa ha merecido gran desarrollo. Puede verse
el estado de la cuestión, a partir de los postulados del garantismo y del positivismo, así como la crítica
a estos en: ACCATINO, Daniela. “La distinción entre vigencia (o existencia) y validez (o el aporte del
garantismo a la teoría de la norma jurídica)”. En: Revista de Derecho. Vol. XI, Universidad Austral de
Chile, diciembre de 2000, pp. 35 y ss.; DELGADO PINTO, J. “Sobre la vigencia y la validez de las
normas jurídicas”. En: Doxa. Cuadernos de filosofìa del Derecho. Nº 7, 1990, p. 101 y ss.
(115) STC Exp. N° 3741-2004-AA/TC, f. j. 6 y ss. Cfr. La defensa de la Constitución por los tribunales admi-
nistrativos. Un debate a propósito de la jurisprudencia constitucional. Cuadernos de análisis y crítica a
la jurisprudencia constitucional Nº 1, Edgar Carpio Marcos y Pedro P. Grández Castro (coordinadores).
Palestra, Lima, 2007.
(116) STC Exp. N° 4549-2004-PC/TC, f. j. 8.
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El proceso de cumplimiento
(117) Ibíd., f. j. 9.
(118) STC Exp. N° 3149-2004-AC/TC, f. j. 8.
(119) Entre varias, cfr. STC Exp. N° 5231-2006-PC/TC, f. j. 8: “De otro lado, por más que el demandado haya
puesto como excusa para el cumplimiento de la resolución anotada la falta de previsión presupuestaria,
tal argumento no puede considerarse como válido para no respetar el derecho fundamental de una per-
sona, como es el caso de la pensión”. Igualmente la STC Exp. N° 06775-2006-PC/TC, f. j. 3.
(120) STC Exp. N° 3855-2006-PC/TC, f. j. 4, STC Exp. N° 03771-2007-PC/TC, f. j. 7
(121) STC Nº 01203-2005-PC/TC, f. j. 5, STC Exp. N° 3149-2004-AC/TC, f. j. 5.
(122) STC Exp. N° 3149-2004-AC/TC, f. j. 6.
(123) Por ejemplo, la STC EXP. N° 09632-2006-PC/TC, f. j. 8: “Como se aprecia la norma no establece plazo
alguno para que los gobiernos locales cumplan con emitir tal reglamentación. Ello no es soslayado por
este Colegiado, sin embargo debe tomarse en cuenta que al momento de interponerse la demanda el
mandato contenido en el artículo sub examine ya contaba con más de dos años de vigencia, tiempo que
debe ser considerado suficiente para que se lleve a cabo la referida regulación”.
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(131) Ídem.
(132) STC Exp. N° 0168-2005-PC/TC, f. j. 17.
(133) MORÓN URBINA, Juan Carlos. Ob. cit., p. 109.
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El proceso constitucional
de acción popular
Introducción
El proceso constitucional de acción popular tiene por objeto contro-
lar la constitucionalidad y/o legalidad de la actividad reglamentaria del
Poder Ejecutivo y de todo órgano público que tenga potestad normativa
con efectos generales, es decir, que pueda emitir reglamentos de alcance
general. En tal sentido, también incluye a las normas de carácter infra-
legal que emitan los órganos de los diferentes niveles de gobierno. Este
proceso, como bien se conoce, se inicia en el Poder Judicial.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
1. Antecedentes
Sus primeros antecedentes se remontan a la Ley I, del Título 23 del
Libro 47 del Digesto, en el que se reconoce una actio popularis preto-
rias y penales, para la protección del derecho del pueblo ante la comi-
sión de delitos que contravenían bienes, afectando así a la comunidad o
a intereses sociales(1).
(1) CASTAÑEDA OTSU, Susana. “El proceso de acción popular: Un análisis preliminar”. En: Introduc-
ción a los procesos constitucionales. Comentarios al Código Procesal Constitucional. Jurista, Lima,
2005, p. 243.
(2) En el artículo 255 de la Constitución de 1812, según lo precisa MESÍA RAMÍREZ, Carlos. Exégesis al
Código Procesal Constitucional. Gaceta Jurídica, Lima, 2007, p. 847.
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El proceso constitucional de acción popular
(3) ÁLVAREZ SIMONETTI, Manuel. “Debate en torno a la acción popular”. En: Derecho, N° 32, PUCP,
Lima, 1974, p. 80.
(4) MESÍA RAMÍREZ, Carlos. Ob. cit., p. 849.
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El proceso constitucional de acción popular
(9) LANDA ARROYO, César. Teoría del Derecho Procesal Constitucional. Palestra, Lima, 2004, p. 147.
(10) ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA, Eloy. Código Procesal Constitucional. Proceso contencioso ad-
ministrativo y derechos del administrado. Palestra, Lima, 2004, pp. 83-84.
(11) MORÓN URBINA, Juan Carlos. Ob. cit. p. 1094.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(12) CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Comentarios al Código Procesal Constitucional. Artículo por artículo.
Ara. Piura, 2005. p. 38.
(13) Sobre el particular revisar GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo. La Constitución como norma y el Tri-
bunal Constitucional. Civitas, Madrid, 1985, p. 264.
(14) STC del Exp. Nº 0020-2005-PI/TC y Nº 0021-2005-PI/TC (acumulados), f. j. 18.
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El proceso constitucional de acción popular
3. Normas derogadas
Si bien es cierto, muchas de las instituciones procesales que se han
desarrollado jurisprudencialmente en el proceso de inconstitucionalidad,
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
Así, señaló que existían dos supuestos en los que se puede someter a
control constitucional una norma que ya perdió vigencia:
a) Cuando la norma continúe desplegando sus efectos.
b) Cuando, a pesar de no continuar surtiendo efectos, la sentencia de in-
constitucionalidad puede alcanzar los efectos que la norma cumplió
en el pasado, lo cual se refiere solo a los casos en que la norma cues-
tionada contenga o desarrolle materia penal o tributaria(23).
Para confirmar la posibilidad de controlar la legalidad o consti-
tucionalidad de las normas derogadas, también conviene precisar
que, como lo ha hecho el Tribunal Constitucional, existe diferencia
entre norma y disposición normativa (o enunciado normativo). Tal
distinción, sostiene Guastini, “es un instrumento conceptual indis-
pensable ya sea para clarificar la naturaleza de la actividad interpre-
tativa, ya sea para esclarecer fenómenos tales como la derogación
312
El proceso constitucional de acción popular
(24) GUASTINI, Ricardo. Distinguiendo. Estudios de teoría y metateoría del Derecho. Gedisa, Barcelona,
1999. p. 101.
(25) Ibíd., p. 100.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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El proceso constitucional de acción popular
Podemos añadir que –para aplicar esta disposición del Código Proce-
sal Constitucional– Carlos Mesía refiere que la jurisprudencia constitucio-
nal española ha establecido tres criterios para determinar la inconstitucio-
nalidad de normas conexas, a saber: “1) Que la sentencia sea declaratoria
de la inconstitucionalidad de los preceptos impugnados o de alguno de
ellos; 2) que exista una relación de conexión o de consecuencia entre los
preceptos declarados inconstitucionales y aquellos otros a los que la in-
constitucionalidad se extiende o propaga; y, 3) que estos últimos perte-
nezcan o queden comprendidos en la misma ley, disposición o acto con
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(29) MESÍA RAMÍREZ, Carlos. Exégesis del Código Procesal Constitucional. Tercera edición, Gaceta Ju-
ridica, Lima, 2007. p. 627.
(30) GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo. Ob. cit. p. 49 y ss.
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El proceso constitucional de acción popular
(31) Entre otras se puede citar la STC Exp. Nº 0090-2005-PI/TC, ff. jj. 42 - 45.
(32) STC Exp. Nº 6403-2006-PA/TC, ff. jj. 12 y 13; STC Exp. Nº 0006-2008-PI/TC, f. j. 3.
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(39) HUERTA GUERRERO, Luis. Ob. cit. pp. 1101 y 1102. Así, también lo sostiene LANDA ARROYO,
César. Ob. cit.
(40) STC Exp. N° 0023-2005-PI/TC, f. j. 49.
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El proceso constitucional de acción popular
(41) Esta regulación es diferente a la otorgada a los procesos constitucionales de la libertad en el Código
Procesal Constitucional, en tanto que esta puede interponerse en cualquier estado del proceso.
(42) Código Procesal Constitucional
Artículo 87.- Plazo
El plazo para interponer la demanda de acción popular prescribe a los cinco años contados desde el día
siguiente de publicación de la norma.
323
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
improcedencia por haber excedido el plazo para cuestionar las normas a tra-
vés de estos procesos(43). En efecto, es cuestionable que una norma, a pesar
de ser abiertamente inconstitucional, tenga que permanecer al interior del
ordenamiento jurídico, en tanto que ya pasó el plazo para que pueda ser cues-
tionada por vía del proceso de inconstitucionalidad. Así, en ordenamientos
como el español, el plazo de prescripción solo implica que los legitimados
por la norma pierdan la oportunidad de acceder al órgano constitucional
para someter a control constitucional una ley. Ello no elimina la posibilidad
de que dicha disposición sea sometida a control a través de otros mecanis-
mos como la cuestión de inconstitucionalidad (por el cual el juez somete al
Tribunal Constitucional, el análisis de la constitucionalidad de una ley).
Por otra parte, el profesor Edgar Carpio señala que si bien hay orde-
namientos europeos en los que se ha previsto el plazo prescriptorio, este
tiene como fundamento el hecho de que a las sentencias se les ha otor-
gado la posibilidad de declarar la nulidad de las normas, esto es, tienen
efectos retroactivos. Pues bien, como se recuerda, el CPConst. ha otorga-
do al juez constitucional la facultad de que sus sentencias tengan efectos
retroactivos; entonces, siguiendo ese mismo argumento, podría sostenerse
que la interposición de dicho plazo está justificado.
Pero más allá de esto, no cabe duda que la previsión de dicho plazo
no implica que la norma (legal o infralegal) inconstitucional o ilegal siga
siendo aplicada en cada caso. Así, a través de otros procesos, de acuerdo
con el artículo 138 de la Constitución, el juez tiene la facultad de aplicar
el control constitucional difuso de una norma, esto es, que debe inaplicar
la norma considerada como inconstitucional (siempre que sea necesario
para la resolución del caso) en el caso concreto. En el mismo sentido,
podría declarar la inaplicabilidad de una norma infralegal estimada como
ilegal o inconstitucional en un caso concreto.
X. Efectos de la sentencia
Las sentencias tienen autoridad de cosa juzgada, por lo que vincu-
lan a todos los poderes públicos, y no se pueden impugnar ni siquiera a
(43) CARPIO MARCOS, Edgar. “El proceso de inconstitucionalidad en el Código Procesal Constitucional”.
En: Proceso & Justicia. Nº 5. PUCP. Lima, 2005, p. 66.
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El proceso de
inconstitucionalidad
(*) Doctor en Derecho (Universidad de Navarra), titular de la cátedra Jean Monnet (Comisión Europea),
profesor de las asignaturas de Derecho Constitucional, Derecho de Integración y Derecho Constitucio-
nal Comparado (Universidad de Piura).
(1) La Constitución austriaca, curiosamente, también es de 1920; véase además el trabajo de FERRER
MAC-GREGOR, Eduardo: Los tribunales constitucionales en Iberoamérica. Colección Fundap, Méxi-
co, 2002, p. 60; asimismo GARCÍA BELAUNDE, Domingo. “Los tribunales constitucionales en Amé-
rica Latina”. En: AA.VV. La Constitución y su defensa, algunos problemas contemporáneos. Ponencias
peruanas al VIII Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional, Sevilla, 3, 4 y 5 de diciembre de
2003, Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional (sección peruana), Grijley, Lima, 2003, pp.
311 a 321.
(2) El Tribunal Constitucional es “(…) autónomo e independiente y solo está limitado por la Constitución,
de la cual es su custodio y garante, porque así lo decidió el Poder Constituyente que le encomendó tal
tarea”; cfr. Exp. N° 00047-2004-AI/TC (f. j. 33).
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(3) Véase FERRER MAC-GREGOR, Eduardo. Los tribunales constitucionales en Iberoamérica. Colec-
ción Fundap, México, 2002, pp. 27-28.
(4) En la Constitución peruana de 1979 llevó el nombre de Tribunal de Garantías Constitucionales, deno-
minación tomada del anteproyecto de la Constitución española de 1978; véase ABAD YUPANQUI,
Samuel. “La jurisdicción constitucional en la Carta peruana de 1993: antecedentes, balance y perspec-
tivas”. En: Una mirada a los tribunales constitucionales. Las experiencias recientes. Comisión Andina
de Juristas, Lima, 1995, p. 192; véase además DANÓS ORDÓÑEZ, Jorge. “Aspectos orgánicos del
Tribunal Constitucional”. En: La Constitución de 1993: Análisis y comentarios. Volumen 2, Comisión
Andina de Juristas, 1994, Lima, pp. 284-285.
(5) El profesor Carpio Marcos, en cita del profesor Cruz Villalón, nos dice que “[e]n el seno del proceso, en
efecto, el Tribunal no juzga cualquier supuesto de validez sino, en concreto, su validez constitucional,
es decir, su compatibilidad con la Norma Suprema; la Constitución, pues, es la norma de referencia en
el enjuiciamiento de la ley, y sobre ello tal vez habría poco que decir”; cfr. CARPIO MARCOS, Edgar.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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El proceso de inconstitucionalidad
(16) Como sostiene el profesor Luis Castillo “los derechos humanos cuentan con un único contenido, el
cual vincula de modo fuerte y en su totalidad al poder público en general y al legislador en particular;
contenido que empieza a formularse desde la norma constitucional pero que necesita de las concretas
circunstancias para su definición y delimitación en cada caso concreto, de modo que no existe un único
y predeterminado para siempre contenido de un derecho fundamental”; cfr. CASTILLO CÓRDOVA,
Luis. Los derechos constitucionales. Elementos para una teoría general. Palestra, Lima, 2007, pp. 231-
232.
(17) CARPIO MARCOS. Ob. cit., pp. 221-222; véase además el Exp. N° 0007-2002-AI/TC (f. j. 5).
(18) Véase BRAGE CAMAZANO. Ob. cit., p. 803.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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El proceso de inconstitucionalidad
(21) Se refiere a los tratados que hayan requerido o no la aprobación del Congreso conforme a los artículos
56 y 57 de la Constitución peruana de 1993.
(22) Véase CARPIO MARCOS, Edgar. “El reglamento parlamentario como canon de control en la acción
abstracta de inconstitucionalidad en el Código Procesal Constitucional”. En: Pensamiento Constitucio-
nal. N° 9, Lima, 2003, pp. 553-578.
(23) Véase el artículo 77 del Código Procesal Constitucional.
(24) El Tribunal Constitucional sostiene que “[l]a Constitución Política del Perú establece en su artículo
200, inciso 4), que ‘La acción de inconstitucionalidad (...) procede contra las normas que tienen rango
de ley: leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados, reglamentos del Congreso, normas
regionales de carácter general y ordenanzas municipales que contravengan la Constitución, en la forma
o en el fondo’. Siendo así, la última parte de la pretensión (…), en cuanto a la nulidad e ineficacia de
acuerdos, decretos y resoluciones, debe desestimarse, por cuanto la acción de inconstitucionalidad no
es la idónea para tal fin. Ello, en modo alguno, significa que este colegiado avale o valide tales actos,
sino que, únicamente, está informando sobre su incompetencia para pronunciarse sobre el particular, en
el presente proceso de acción de inconstitucionalidad”; cfr. Exp. N° 00016-2003-AI/TC (Fundamento
jurídico 11).
(25) Véanse los artículos 26 y 54 respectivamente.
(26) Como sostiene el Tribunal Constitucional en su jurisprudencia “(…) la lista de normas contempladas
en el artículo 200, inciso 4, de la Constitución, como susceptibles de ser impugnadas en un proceso de
inconstitucionalidad, tiene un carácter estrictamente enunciativo, mas no taxativo”; cfr. Exp. N° 0010-
2002-AI/TC (Fundamento jurídico 21).
(27) Véase HUERTA GUERRERO, Luis Alberto. “El proceso de inconstitucionalidad en el Perú”. En: PA-
LOMINO MANCHEGO, José (coordinador). El Derecho Procesal Constitucional peruano. Estudios
en homenaje a Domingo García Belaunde. Tomo II, Grijley, Lima, 2005, p. 847.
333
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(28) Al respecto, el máximo intérprete de la Constitución“(...) considera que los decretos leyes constituyen
un fenómeno sui géneris, ya que son producto de la violación de las normas sobre producción jurídica
señalada en la Constitución; y mantienen relación con la vida jurídica solo por las razones expuestas
al fundamentar la teoría de la continuidad. En el caso particular de los decretos leyes impugnados, la
singularidad del problema, más allá de su origen (…), se centra en la ‘convalidación’ efectuada por la
Ley Constitucional de 9 de enero de 1993 y sus alcances. A juicio del Tribunal Constitucional, tal ‘con-
validación’ no debe entenderse en el sentido de que su contenido haya quedado ‘constitucionalizado’
ni que no se pueda intentar reforma legislativa sobre ellas una vez disuelto el CCD, o, a su turno, que
hayan quedado inmunes a un control posterior. No solo porque ese no es el sentido del artículo 2 de la
referida Ley Constitucional, sino también porque tales decretos leyes deben considerarse como actos
con jerarquía de ley y, por lo tanto, susceptibles de ser modificados o derogados por otras de su mismo
valor y rango; y, por ende, sujetos al control de la constitucionalidad (...)”; cfr. Exp. N° 00010-2002-AI/
TC (ff. jj. 6 y 7).
(29) Por ejemplo, la reforma constitucional sobre el proceso de hábeas data (200 inciso 3 de la Constitución)
se formalizó a través de la Ley N° 26470, publicada el 12 de junio de1995; véase HUERTA GUERRE-
RO. Ob. cit., p. 850.
334
El proceso de inconstitucionalidad
1. La legitimidad procesal
El artículo 98 del Código establece que la demanda se interpone ante
el Tribunal Constitucional y solo puede ser presentada por los órganos
y sujetos indicados en el artículo 203 de la Carta de 1993. En compara-
ción con la Constitución de 1979, la de 1993 amplió el número de suje-
tos legitimados para presentar estas demandas. Las instituciones capaces
para interponer la acción de inconstitucionalidad son el presidente de la
República, los parlamentarios(33), el fiscal de la Nación, el Defensor del
Pueblo, los ciudadanos(34), los colegios profesionales y los presidentes
335
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(35) Véase DÍAZ LÓPEZ-ALIAGA, José. “Legitimación activa y pasiva en la acción de inconstitucionali-
dad”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 121, Lima, 2003, pp. 86-89.
(36) “El empleo de los ciudadanos peruanos han hecho de su legitimidad para presentar una demanda de
Inconstitucionalidad es motivo suficiente para plantear como tema a debatir la posibilidad de favorecer
aún más la iniciativa ciudadana en relación a este tema. Esto puede implicar la reducción del número de
firmas necesarias o la incorporación de una legitimidad popular, es decir, que cualquier ciudadano pueda
presentar una demanda de inconstitucionalidad. Esta última opción se presenta en otros países, como el
caso de Colombia, en donde un número bastante considerable de demandas de Inconstitucionalidad han
sido presentadas por parte de los ciudadanos (…)”; cfr. HUERTA GUERRERO. Ob. cit., pp. 854-855.
(37) Véase el comentario de ALVA ORLANDINI, Javier, al artículo 203 de la Constitución peruana en La
Constitución comentada, análisis artículo por artículo, Tomo II, Gaceta Jurídica, Congreso de la Repú-
blica, Lima, pp. 1124-1125.
336
El proceso de inconstitucionalidad
2. La representación procesal
El artículo 99 del Código Procesal Constitucional establece que el
presidente de la República requiere, para interponer una demanda de in-
constitucionalidad, del voto aprobatorio del Consejo de Ministros, que
podría considerarse como una refrendación de la decisión de iniciar
un proceso en el Tribunal Constitucional. Una vez concedida la apro-
bación, se designa a uno de sus ministros para que presente la deman-
da y lo represente durante el proceso. El ministro que fuere designado
podrá a su vez delegar la representación en un procurador público. El
fiscal de la Nación y el Defensor del Pueblo también se encuentran le-
gitimados para interponer la acción de inconstitucionalidad y pueden
actuar en el proceso mediante apoderado, al igual que los congresis-
tas que actúan nombrando un apoderado. El número mínimo de ciu-
dadanos requerido en el inciso 5 del artículo 203 de la Constitución
debe actuar con patrocinio de letrado y conferir su representación a uno
de los ciudadanos. Los presidentes de región, con acuerdo del Consejo
de Coordinación Regional o los alcaldes provinciales con acuerdo de su
consejo, actúan también en el proceso por sí o mediante apoderado y con
patrocinio de letrado(38). Finalmente, en cuanto a los colegios profesio-
nales, para poder interponer la demanda necesitarán previamente de un
acuerdo de su junta directiva y actuarán con el patrocinio de abogado y
confiriendo la representación a su respectivo decano. Cabe añadir que el
Código Procesal Constitucional ha suprimido la participación de la fisca-
lía durante el proceso(39).
(38) “También cabe resaltarse el hecho que los gobiernos locales y regionales acudan de modo frecuente al
proceso de inconstitucionalidad para cuestionar ordenanzas municipales y regionales, por diferentes
razones, siendo lo más frecuente que se cuestione la competencia de tal o cual gobierno para regular
una determinada materia. El empleo que ha hecho la Defensoría del Pueblo de su legitimidad para dar
inicio a un proceso de inconstitucionalidad debe ser igualmente resaltada”; cfr. HUERTA GUERRERO.
Ob. cit., p. 855.
(39) Al respecto, el profesor Brage Camazano sostiene que “(…) sería perfectamente factible habilitar una
fiscalía especializada ante el Tribunal Constitucional, con imparcialidad garantizada e integrada por
fiscales procedentes de otros órganos jurisdiccionales, de gran experiencia en materia de legalidad y
a los que se podría formar a fondo en materia constitucional, con lo cual se evitarían los retrasos o
demoras excesivos y al mismo tiempo se contaría con un cuerpo de funcionarios muy formados que
podrían desempeñar un papel de relevancia, dada su posición institucional imparcial. Ello habría sido
posible deseable, a nuestro modo de ver, pues a la postre redundaría a favor de la función de control de
la supremacía constitucional”; cfr. BRAGE CAMAZANO. Ob. cit., pp. 823-824.
337
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
3. El contenido de la demanda
La demanda en la que se plantee la inconstitucionalidad ha de ser
interpuesta por alguno de los legitimados activamente para ello, contra
una de las normas impugnables a través de la acción de inconstituciona-
lidad y en el plazo legalmente establecido. Se interpone ante el Tribunal
Constitucional y ha de contener los siguientes datos y anexos(40):
(40) Véanse los artículos 101 y 102 del Código Procesal Constitucional.
338
El proceso de inconstitucionalidad
4. La admisión de la demanda
Esta etapa del proceso también es importante pues el Tribunal de-
berá examinar la admisibilidad o no de la demanda. El Código Procesal
Constitucional distingue, a diferencia de la regulación legal vigente, entre
causas o causales de inadmisibilidad y las de improcedencia de la deman-
da. La admisibilidad se concreta en un auto y para ello el Tribunal tiene
un término máximo de diez días(41), y si fuese negativa deberá estar moti-
vado debidamente en su resolución para declarar improcedente la deman-
da en cualquiera de los siguientes casos:
339
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
5. La calificación de la demanda
Luego de la calificación puede declararse inadmisible la demanda,
ya sea si es presentada con omisión de los requisitos y recaudos exigi-
dos, fuera del plazo previsto o, eventualmente, si el Tribunal ya hubiere
resuelto desestimatoriamente una demanda igual en el fondo; estos son
aspectos que constituyen causales de improcedencia de la demanda y
no exactamente a una resolución de inadmisibilidad como señala la nor-
ma(42), por eso se admite que el Tribunal puede disponer la subsanación
de los requisitos omitidos. Por otro lado, como mencionamos y en clara
consonancia con el principio de presunción de constitucionalidad de las
leyes, en el proceso de inconstitucionalidad no existen provisiones caute-
lares, de modo tal que en el supuesto de que la demanda fuera admitida,
la norma impugnada no es suspendida en su vigencia ni en su aplicación,
lo cual no obsta para que ella pueda ser inaplicada por los jueces en ejer-
cicio del control difuso.
340
El proceso de inconstitucionalidad
7. La vista de la causa
Una vez transcurrido el plazo para el alegato, el Tribunal señala fecha
para la vista de la causa dentro de los siguientes diez días útiles; ambas
partes pueden hacer uso del derecho de informar oralmente, comenza-
do por el actor y por el tiempo que le señale el Tribunal Constitucional.
Cabe destacar que el informe oral es importante para ambas partes, pues
el abogado defensor tiene la oportunidad de ofrecer a los miembros del
Tribunal los argumentos y alcances interpretativos de la norma, siempre
apoyado en la doctrina, la jurisprudencia y normatividad, tanto nacional
como comparada. De no ser así se da por absuelto el trámite en rebeldía.
(44) Véase el artículo 107 del Código Procesal Constitucional; al respecto, el Tribunal sostiene que “[l]os
informes ofrecidos por personas no letradas en procesos de ‘puro derecho’ –caso de la presente demanda
de inconstitucionalidad de una ley– en nada pueden alterar el orden del proceso ni perjudicar el derecho
de defensa de los demandantes, pues, como queda dicho, sus abogados informaron con total amplitud
y con razonable utilización del tiempo; los informes a la vista de la causa se dan oralmente frente a los
jueces y no para debatir con la contraparte. Es decir, el Tribunal actuó dentro de un equilibrio y con im-
parcialidad en causa que trasciende el interés privado de las partes hasta comprometer el interés general
de la colectividad”; cfr. Exp. N° 0048-2004-AI/TC (considerando IX).
341
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
8. La etapa resolutoria
El Tribunal expide la sentencia dentro del plazo de treinta días des-
pués de producida la vista de la causa para la expedición de la senten-
cia(45). Ella debe remitirse, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes
a la fecha de su expedición, al diario oficial El Peruano para su publica-
ción. El contenido de las resoluciones debe explicarse por sí mismo, es
decir, no debe tener una redacción muy extensa, no exagerar las citas de
doctrinarias y deberá evitarse en lo posible los votos singulares pues lo
contrario puede afectar la unidad de los magistrados del Tribunal.
342
El proceso de inconstitucionalidad
(46) El 12 de julio de 2002 fue publicada la Ley N° 27780 que modificó el artículo 4 de la anterior Ley Orgá-
nica del Tribunal Constitucional. Debido a que la exigencia de seis votos conformes de un total de siete
magistrados fue cuestionada por la doctrina nacional e internacional. Se consideró que, en la práctica,
era un impedimento para el adecuado desempeño de un Tribunal Constitucional; también se argumentó
que solo bastaban dos magistrados del Tribunal que voten a favor de declarar constitucional una norma
para que se imponga la posición minoritaria sobre la voluntad del resto de magistrados. Una disposición
que ratificada en la nueva Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (Ley N° 28301), publicada el 23 de
julio de 2004, véase el artículo 5.
(47) Cfr. Artículo VI del Código Procesal Constitucional.
343
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(48) “El punto de partida para la utilización de esta técnica consiste, al igual que en las sentencias interpre-
tativas, en la distinción entre la disposición legal y la norma que de ella se deriva, de manera tal que
las sentencias aditivas, a diferencia de las interpretativas, alteran tanto el significado como el tenor
literal de la disposición. Dicha alteración es profunda dado que se elimina una situación restrictiva o
negativa”; cfr. FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, José Julio: “La tipología de las sentencias del órgano de
justicia constitucional (especial referencia a las decisiones atípicas)”. En: Revista Jurídica. Colegio de
Abogados de la Libertad, N° 34, enero 1996-Julio 1999, p. 703.
(49) Ibíd., p. 703; véase además el comentario de GARCÍA TOMA, Víctor al artículo 204 de la Constitución
peruana. Ob. cit., pp. 1129-1130.
(50) Véase EGUIGUREN PRAELI, Francisco: “Los efectos de las sentencias sobre inconstitucionalidad
del Tribunal Constitucional”. En: GARCÍA BELAUNDE, Domingo (coordinador). Constitucionalismo
y derechos humanos. Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional (sección peruana), Grijley,
Lima, 2002, pp. 45-71.
(51) “El Tribunal, por lo demás, enfatiza que el fundamento y la legitimidad de uso de este tipo de sentencias
radica en el principio de conservación de la ley y en la exigencia de una interpretación conforme a la
Constitución, a fin de no lesionar el principio básico de la primacía constitucional; además, se deberá
tener en cuenta el criterio jurídico y político de evitar en lo posible la eliminación de disposiciones
legales, para no propender a la creación de vacíos normativos que puedan afectar negativamente a la
sociedad, con la consiguiente violación de la seguridad jurídica. Por tales razones, el Tribunal Constitu-
344
El proceso de inconstitucionalidad
cional sostiene que dictar en el presente caso una sentencia interpretativa, además, aditiva, sustitutiva,
exhortativa y estipulativa, no solamente es una potestad lícita, sino fundamentalmente constituye un de-
ber, pues es su obligación la búsqueda, vigencia y consolidación del Estado Constitucional de Derecho,
siempre fundada en los principios y normas constitucionales y los valores que configuran la filosofía
jurídico-política del sistema democrático”; cfr. Exp. N° 00010-2002-AI/TC (Fundamentos jurídicos 34
y 35).
(52) El carácter de los tribunales constitucionales como legisladores negativos fue atribuido por el mismo
KELSEN cuando sostuvo que “(…) un Tribunal que no aplica a un caso concreto una ley en razón de
su inconstitucionalidad, o una ordenanza en razón de su ilegalidad, elimina una norma general y opera
así también como ‘legislador negativo’ (en sentido material del término ‘ley’)”; cfr. KELSEN. Ob. cit.,
p. 38.
(53) Se trata de una evolución que no es ajena a los países del primer mundo, como nos explica el pro-
fesor PEREIRA para el caso del Tribunal Constitucional alemán, “[c]on la pérdida de protagonismo
del legislativo –que en Alemania nunca había sido tanto como la Cámara de los Comunes en el siglo
XIX–, el incremento del poder del ejecutivo y el papel neutro del Presidente de la República, el Tri-
bunal Constitucional se convirtió en el defensor de la Constitución y garantía de equilibrio entre los
diferentes órganos constitucionales. En la práctica es, por tanto, uno de los principales contrapesos al
excesivo protagonismo del Canciller (el otro son los Länder y el Bundesrat)”; cfr. PEREIRA MENAUT,
Antonio-Carlos. Sistema político y constitucional de Alemania. Una introducción. Tórculo Ediciones,
Santiago de Compostela, 2003, p. 102.
345
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
346
El proceso de inconstitucionalidad
(55) “(…) el Tribunal Constitucional sí puede efectuar el control abstracto de constitucionalidad de una nor-
ma de jerarquía infralegal y, así, pronunciarse sobre su validez constitucional, cuando ella es también
inconstitucional ‘por conexión o consecuencia’ con la norma de jerarquía legal que el Tribunal Consti-
tucional ha declarado inconstitucional. De conformidad con el artículo 78 del CPConst, ‘La sentencia
que declare la ilegalidad o inconstitucionalidad de la norma impugnada, declarará igualmente la de
aquella otra a la que debe extenderse por conexión o consecuencia’. Según esta disposición, la norma
a la que se extiende la inconstitucionalidad no se restringe a las que se encuentran en el mismo cuerpo
normativo (Código, Ley sobre una materia específica) a la que pertenece la norma impugnada, pues no
establece que la extensión de inconstitucionalidad hacia otras normas tenga que circunscribirse a las
que se encuentran en el ‘mismo cuerpo normativo’. Por lo tanto, las normas a las que puede extenderse
la inconstitucionalidad son las que pertenecen a nuestro ordenamiento jurídico en su integridad, con
total prescindencia de si ellas hacen parte o no del mismo cuerpo normativo de la norma impugnada.
Según esto, si una norma inconstitucional por extensión se encuentra fuera del cuerpo normativo al
que pertenece la norma impugnada, corresponderá también su declaratoria de inconstitucionalidad”;
cfr. Exp. N°. 00045-2004-AI/TC (ff. jj. del 74 al 81).
(56) Véase el Exp. N° 0053-2004-PI/TC (Considerando XIV).
347
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
348
El proceso de inconstitucionalidad
(58) “(...) dado que las sentencias de este Tribunal, que declaran la inconstitucionalidad de una norma, tie-
nen calidad de cosa juzgada, fuerza de ley y vinculan a todos los poderes públicos, procede amparar
la demanda y, en consecuencia, Sunat deberá dejar sin efecto los actos de aplicación derivados de las
normas declaradas inconstitucionales, en cumplimiento de la STC Nº 033-2004-AI/TC y siguiendo los
mecanismos reglamentarios para la ejecución de la misma”. Exp. N° 02397-2004-AA/TC (f. j. 5).
(59) “(…) la posibilidad de que la declaración de inconstitucionalidad de una norma penal o tributaria
habilite la reapertura de procesos en que aquella fue aplicada, conforme establece el artículo 83
CPConst. Este supuesto ya ha sido incorporado por la jurisprudencia de este Tribunal al haber afirma-
do que el examen de constitucionalidad de una disposición derogada se da: ‘cuando, (…), la sentencia
de inconstitucionalidad puede alcanzar a los efectos que la norma cumplió en el pasado, esto es, si
hubiese versado sobre materia penal o tributaria’. De conformidad con el artículo 83 CPConst, la
declaratoria de inconstitucionalidad de una norma no habilita la reapertura de procesos concluidos
donde ella haya sido aplicada, con excepción de los supuestos de materia penal y tributaria. A con-
trario sensu, los procesos concluidos relativos a materias distintas de las anteriores no pueden ser
reabiertos. Precisamente, la posibilidad de reapertura de procesos donde se haya aplicado una norma
penal o tributaria ya derogada, pero cuya inconstitucionalidad sea advertida posteriormente, impone
que el Tribunal examine su constitucionalidad. En consecuencia, si una norma penal o tributaria
fuera derogada y hubiera sido aplicada en la resolución de procesos, corresponderá el examen de su
constitucionalidad”; cfr. Exp. N° 00045-2004-AI/TC (f. j. 12).
(60) Otro supuesto relacionado con la retroactividad benigna en materia penal es el de las sentencias del
Tribunal en las cuales no se declara la inconstitucionalidad de una norma, sino que se establece la forma
en que esta debe ser interpretada para que pueda considerarse compatible con la Constitución. En este
349
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
sentido, los procesos penales anteriores a la sentencia del Tribunal deberán adecuarse a la interpretación
realizada por este órgano sobre las aplicadas en dichos procesos.
(61) Véase el artículo 83 del Código Procesal Constitucional.
(62) Cfr. Exp. N° 0019-2005-PI/TC (f. j. 5).
(63) Véase el trabajo de ABAB YUPANQUI, Samuel: “La sentencia del Tribunal Constitucional peruano
sobre terrorismo: Los desafíos que plantea la acción de constitucionalidad” en CASTAÑEDA OTSU,
Susana (coordinadora): Derecho Procesal Constitucional, Tomo I, segunda edición, Jurista Editores,
Lima, 2004, pp. 395-416.
350
El proceso de inconstitucionalidad
(64) “(…) el legislador democrático regule en un plazo breve y razonable, un cauce procesal que permita
una forma racional de organizar la eventual realización de un nuevo proceso para los sentenciados por
el delito de traición a la patria. En ese sentido señaló que su sentencia no anulaba automáticamente los
procesos judiciales donde se hubiera condenado por el delito de traición a la patria al amparo de los
dispositivos (…) declarados inconstitucionales”; cfr. Exp. N° 010-2002-AI/TC.
(65) “En el proceso de inconstitucionalidad de la ley, la ejecución de la sentencia no ofrece mayores proble-
mas. El efecto vinculante de las sentencias a que se refiere el artículo 204 de la Constitución es, en este
sentido, suficientemente preciso, estableciéndose que ‘(...) la sentencia del Tribunal que declara la in-
constitucionalidad de una norma se publica en el diario oficial. Al día siguiente de la publicación, dicha
norma queda sin efecto’. Menos clara es, en todo caso, la disposición que se refiere al mismo tema en el
Código Procesal Constitucional, que prescribe en el artículo 81 que ‘Las sentencias fundadas recaídas
en el proceso de inconstitucionalidad dejan sin efecto las normas sobre las cuales se pronuncian; (...)
producen efectos desde el día siguiente de su publicación’. Surge de este modo la pregunta de si las
decisiones desestimatorias del Tribunal Constitucional en los procesos de inconstitucionalidad tienen
algún efecto y, de ser así, si estas pueden ‘ejecutarse’. El artículo 82 del Código Procesal Constitucional
pareciera dar alguna respuesta a esta interrogante, al establecer ya en términos más generales a las sen-
tencias del Tribunal Constitucional en los procesos de inconstitucionalidad que queden firmes. Es decir,
ya no en función de si son estimatorias o no. La firmeza de una decisión del Tribunal Constitucional
es, en este sentido, automática, ya que como lo dispone el artículo 121 del mismo Código ‘(...) contra
las sentencias que tienen autoridad de cosa juzgada, por lo que vinculan a todos los poderes públicos
y producen efectos generales desde el día siguiente a la fecha de su publicación’. El mismo efecto se
otorga al auto a través del cual el Tribunal rechaza la demanda de inconstitucionalidad por haber sido
interpuesta luego de vencido el plazo de 6 años que contempla el artículo 100 del Código”; cfr. Exp.
Nº 04119-2005-AA/TC (f. j. 16).
351
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(66) Véase el Exp. N° 0024-2003-AI/TC; véase además el trabajo de CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “La
configuración jurídica de los precedentes vinculantes en el ordenamiento constitucional peruano”. En:
Jus-Constitucional. Tomo I, 2008, p. 56.
(67) CARPIO MARCOS. Ob. cit., p. 229.
(68) Véase el artículo 100 del Código Procesal Constitucional.
(69) “(…) es criticable que no sea la propia Constitución la que fije el plazo de ejercicio de la acción o un
plazo mínimo, lo cual no impide, a nuestro modo de ver, que la previsión legal de un plazo demasiado
breve, insuficiente para adoptar una decisión de tanto alcance como la de plantear la acción de inconsti-
tucionalidad, puede ser declarado inconstitucional; a nuestro modo de ver, una eventual reducción legal
del plazo para interponer la acción, en tanto pretenda tener efecto retroactivo aplicándose a las leyes ya
publicadas, también ha de someterse a un control estricto de su constitucionalidad a fin de evitar cual-
quier fraude constitucional, especialmente si fuera una reducción drástica o de objetivos espurios”; cfr.
BRAGE CAMAZANO. Ob. cit., p. 821.
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El proceso de inconstitucionalidad
(70) El artículo sexto del Título Preliminar del Código establece que “[c]uando exista incompatibilidad entre una
norma constitucional y otra de inferior jerarquía, el juez debe preferir la primera, siempre que ello sea rele-
vante para resolver la controversia y no sea posible obtener una interpretación conforme a la Constitución”.
353
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(71) “(...) la Constitución y las normas que conforman el bloque de constitucionalidad establecen tanto
la competencia material así como la competencia territorial, entre otros aspectos vinculados al tema,
siendo la nota condicionante de la competencia estatal, la de ser indelegable, taxativa, razonable y
proporcional. Este desarrollo del bloque de constitucionalidad fue posteriormente complementado en
la sentencia recaída en el Exp. N° 0007-2002-AI, y reproducida en algunos extremos en la resolución
que recayó en el Exp. N° 0041-2004-AI, en donde se expuso que el parámetro de control en la acción
de inconstitucionalidad, en algunos casos comprende a otras fuentes distintas de la Constitución ‘(...)
en concreto, a determinadas fuentes con rango de ley, siempre que esa condición sea reclamada direc-
tamente por una disposición constitucional (...). En tales casos, estas fuentes asumen la condición de
‘normas sobre la producción jurídica’ en un doble sentido; por un lado, como ‘normas sobre la forma de
la producción jurídica’, esto es, cuando se les encarga la capacidad de condicionar el procedimiento de
elaboración de otras fuentes que tienen su mismo rango; y, por otro, como ‘normas sobre el contenido
de la normación’; es decir, cuando por encargo de la Constitución pueden limitar su contenido’ (f. j. 5).
Esta capacidad que tienen las fuentes que formalmente no son constitucionales es lo que se ha denomi-
nado bloque de constitucionalidad, y, por ello, ‘La interpretación que efectúa el Tribunal Constitucional
no solo abarca las normas constitucionales propiamente dichas, sino que se extiende a todas las demás
comprendidas en el denominado bloque de constitucionalidad’ (Exp. N° 1049-2003-AA)”; cfr. Exp.
N° 00046-2004-AI/TC (ff. jj. del 5 al 7).
354
El proceso de inconstitucionalidad
355
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
VII. Conclusión
Al final de este trabajo podemos decir que el proceso de inconstitu-
cionalidad en el Estado peruano viene teniendo una importante aplicación
y el Tribunal, con algunas decisiones algo polémicas, ha resuelto muchos
casos mediante este instituto constituyendo una acción de garantía para
la defensa de la supremacía constitucional. El problema es el riesgo de
una progresiva judicialización de la política en un contexto de transición
democrática. Sin embargo, como mencionamos al inicio del estudio, el
proceso de inconstitucionalidad ante el Tribunal se realiza en instancia
única pero, como garantía del principio de la pluralidad de instancia, si
los sujetos capaces de interponerla sigan sintiendo que una ley, o norma
con rango de ley, ha vulnerado los derechos fundamentales reconoci-
dos por la Carta de 1993 y los tratados internacionales sobre derechos
humanos, el artículo 205 de la Constitución nos dice que luego de ago-
tarse la jurisdicción interna puede accederse a la internacional. En otras
palabras, para este caso concreto, si el máximo intérprete de la Norma
Fundamental desestimara una demanda de inconstitucionalidad, el artícu-
lo 113 del Código Procesal establece la posibilidad de recurrir a los or-
ganismos internacionales como son: el Comité de Derechos Humanos de
las Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
de la Organización de Estados Americanos y otros que se constituyan en
el futuro y que sean aprobados por los tratados que obliguen al Estado
peruano; con lo cual, las garantías para la protección a los derechos como
límite al ejercicio del poder (finalidad de la Constitución) permanecerán
aseguradas también en el ámbito supranacional.
modo que las organizaciones competentes del Estado deben garantizar su concordancia con la legis-
lación interna. La sentencia nos dice al respecto que “Colombia es miembro de un gran número de
organizaciones internacionales que buscan la protección y garantía de los derechos humanos ─entre
ellas, la OIT─; las obligaciones que ha contraído en ese ámbito son exigibles por partida triple: pueden
reclamarlas organizaciones como tales (en virtud del tratado constitutivo), los Estados y, lo más impor-
tante, los individuos, como se explicó anteriormente. En cualquiera de los casos es el Estado el llamado
a corregir lo que, en su orden interno, contradiga el propósito y fin de los acuerdos internacionales, y él
es responsable por el cumplimiento del tratado en todo el territorio.”; cfr. sentencia T-568/99.
356
El proceso competencial
(*) Asesor Jurisdiccional del Tribunal Constitucional. Docente del Postítulo en Derechos Fundamentales
y del Post título en Derecho Procesal Constitucional en la PUCP. Egresado de la Maestría en Derecho
Constitucional de la Escuela de Graduados de la PUCP. Abogado egresado de la Facultad de Derecho
y Ciencia Política de la UNMSM.
(1) Cfr. el comentario de Ángel Gómez Montoro, en: Juan Luis Requejo (coordinador). Comentarios a la
Ley Orgánica del Tribunal Constitucional. BOE, Madrid, 2001, p. 934 y ss.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(2) PIZZORUSSO, Alessandro. Lecciones de Derecho Constitucional. Volumen II, Centro de Estudios
Constitucionales, Madrid, 1984, p. 9.
(3) “Der Staat ist auf die Verfassungs vereidigt. Alle seine Organe haben im Rahmen ihrer Verantwor-
tung loyal auf den Schutz der Verfassungs hinzuwirken und ungeachtet der Kompetenzteilung auf das
Funktioneren des Gesamtgefüges zu achten. Frühzeitig und zu Recht hat das Bundesverfassungsgericht
an diese Loyalitätspflicht aller Staatorgane –die letzlich im Dienst des Bürgers steht– erinnert. (…)”.
PESTALOZZA, Christian. Verfassungsprozeβrecht. Verlag C.H. Beck, 3., völlig neubearbeitete Au-
flage, München, 1991, p. 2.
358
El proceso competencial
(4) Sobre la relación de los tribunales constitucionales y la política, puede verse a ZAGREBELSKY, Gus-
tavo. “Corte in-política”. En: 1956-2006. Cinquanti’anni di Corte Costituzionale. Corte Costituzionale,
Roma, 2006, pp. 1789 y ss.
(5) VILLAVERDE MENÉNDEZ, Ignacio. “El Tribunal Constitucional como Tribunal de conflictos. Cuan-
do el Tribunal Constitucional es poder constituyente”. En: Pablo Pérez Tremps (coordinador). La re-
forma del Tribunal Constitucional. Actas del V Congreso de la Asociación de Constitucionalistas de
España. Tirant lo Blanch, Valencia, 2007, p. 946.
359
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
central y las entidades políticas locales, o entre los distintos entes políti-
cos locales(6). En el caso del Tribunal peruano también viene cumpliendo
ese rol, a partir del proceso competencial, cuyas cuestiones que conside-
ramos principales van a ser objeto de estudio en el presente trabajo.
(6) ROUSSEAU, Dominique. La justicia constitucional en Europa. CEPC, Madrid, 2002. p. 80.
(7) FERNÁNDEZ FARRERES, Germán. El recurso de amparo según la jurisprudencia constitucional.
Comentarios al Título III de la LOTC. Marcial Pons, Madrid, 1994, p. 31.
(8) HÄBERLE, Peter. La garantía del contenido esencial de los derechos fundamentales en la Ley Funda-
mental de Bonn. Dykinson, Madrid, 2003, pp. 73 y ss.
(9) “(...) detrás de la constitucionalización de procesos como el de hábeas corpus, amparo, hábeas data y de
cumplimiento, nuestra constitución ha reconocido la íntima correspondencia entre la doble naturaleza
(subjetiva-objetiva) de los derechos fundamentales y la doble naturaleza (subjetiva-objetiva) de los
procesos constitucionales” (STC Exp. N° 00023-2005-AI/TC, f. j. 11).
(10) “Son fines esenciales de los procesos constitucionales garantizar la primacía de la Constitución y la
vigencia efectiva de los derechos constitucionales”.
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El proceso competencial
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(12) Al respecto, cfr. GÓMEZ MONTORO, Ángel. El conflicto entre órganos constitucionales. CEC, Ma-
drid, 1992, p. 257.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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(14) HESSE, Konrad. Grundzüge des Verfassungsrechts der Bundesrepublik Deutschland. Heidelberg: C.F.
Müller, 20., neubearbeitete Auflage, 1995. p. 280.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(15) Desde mi punto de vista se ha producido un falso debate en torno a si los tribunales constitucionales
deben limitarse a ser legisladores negativos y no legisladores positivos. Estas categorías son inexactas
para caracterizar la labor de los tribunales constitucionales pues, su actividad interpretativa no lo acerca
ni mucho menos lo equipara a la labor que realizan los parlamentos. Entre dejar sin efecto una ley y
derogar una ley existen diferencias sustanciales.
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(16) TORRES MURO, Ignacio. La legitimación en los procesos constitucionales. Reus, Madrid, 2007,
pp. 191-192.
(17) Cfr. CELOTTO, Alfonso. La Corte Constitucional en Italia. Porrúa-Instituto Mexicano de Derecho
Procesal Constitucional, México D.F., 2005, pp. 101-102.
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(21) Tomo como referencia en esta parte a Trujillo Rincón María. Los conflictos entre órganos constitucio-
nales del Estado. Publicaciones del Congreso de los Diputados, Madrid, 1995, pp. 64 y ss.; así como la
STC Exp. N° 0006-2006-CC/TC (f. j. 17 a 23).
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(22) Cfr. GARCÍA ROCA, Javier. “Una teoría de la sentencia en el conflicto constitucional de competencia
entre entes territoriales”. En AA.VV. La sentencia en los conflictos constitucionales de competencia.
Actas de las III Jornadas de la Asociación de Letrados del Tribunal Constitucional. CEPC, Madrid,
1998, p. 52.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(24) Ya en la primera edición de su obra, LANDA, César. Tribunal Constitucional y Estado democrático.
Fondo Editorial de la PUCP, Lima, 1999, p. 122, daba cuenta de dicho test. Una versión más actual de
Palestra Editores. Tercera edición corregida y aumentada, Lima, 2007.
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cautelares en este proceso, pero sin que haya sentado aún expresa posi-
ción sobre la pertinencia de esta figura procesal. Así, por ejemplo, en la
STC Exp. N° 00002-2004-CC/TC, la demandante en el curso del proceso
competencial presentó la solicitud de concesión de una medida caute-
lar, la cual fue desestimada, porque al considerar el Tribunal que, prima
facie, la demanda interpuesta debía desestimarse, el pronunciamiento
sobre la medida cautelar carecía de objeto.
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(25) GARCÍA ROCA, Javier. El conflicto entre órganos constitucionales. Tecnos, Madrid, 1987, p. 176.
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PARTE II
CÓDIGO PROCESAL
CÓDIGO PROCESAL
CONSTITUCIONAL
CONSTITUCIONAL
CON JURISPRUDENCIA
CON JURISPRUDENCIA
ARTÍCULO POR
ARTÍCULO POR ARTÍCULO
ARTÍCULO
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
A efectos del adecuado empleo de la presente obra, debe tenerse en cuenta lo siguiente:
1. Esta obra contiene extractos literales de las sentencias del Tribunal Constitucional, los que
han sido incluidos en los artículos, numerales, incisos u otras disposiciones del Código
Procesal Constitucional, con los cuales se encuentren vinculados. Excepcionalmente, se
han incluido extractos de resoluciones judiciales, administrativas y de fallos de tribunales
internacionales.
2. A efectos de mayor claridad, a los extractos de las sentencias se les ha agregado textos entre
corchetes, para que se comprenda cabalmente su sentido o significado y cuya autoría corres-
ponde exclusivamente a Gaceta Jurídica.
3. Los extractos se han extraído de sentencias emitidas por el Tribunal Constitucional que abar-
can el periodo 1996-2008 (mes de octubre). La selección y clasificación de los extractos ha
sido realizada por Gaceta Jurídica.
4. Los extractos de sentencias van acompañados de sumillas o títulos y de una libra de identi-
ficación numérica. La primera parte de la sumilla o título indica una figura jurídica o tema
incluido en el dispositivo del Código Procesal Constitucional. La segunda parte refiere a lo
que se dice sobre dicha figura o tema.
389
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
p. e. Parte expositiva
p. r. Parte resolutiva
par. Parágrafo
párr. Párrafo
PV Precedente vinculante
RTC Resolución del Tribunal Constitucional
S. Fallo de Sala del Tribunal Constitucional
SCDP Sala Corporativa Transitoria Especializada en Derecho Público
SCL Sala Civil de Lima
SDCS Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema
SLL Sala Laboral de Lima
STC Sentencia del Tribunal Constitucional
TC Tribunal Constitucional
6. Los obra incluye notas del editor, identificadas con un asterisco (*), que indican las mo-
dificaciones legales efectuadas al artículo o dispositivo específico, la existencia de errores
en la enumeración de normas o de los fundamentos jurídicos de las sentencias del Tribunal
Constitucional u otros aspectos informativos editoriales.
390
CÓDIGO PROCESAL CONSTITUCIONAL
JURISPRUDENCIA ARTÍCULO POR ARTÍCULO
TÍTULO PRELIMINAR
391
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
392
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
393
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
con rango de ley, que es la norma objeto o materia de control; sin embargo, ello no quiere decir
que este proceso no tenga una dimensión subjetiva, dado que uno de los fines esenciales de los
procesos constitucionales es el de garantizar la supremacía de la Constitución y la vigencia efecti-
va de los derechos fundamentales (artículo II del Código Procesal Constitucional). En ese sentido,
corresponde al juez constitucional tener presente ambas dimensiones, dado que no es posible la
negación de una de tales dimensiones, para preservar la otra, pues de ocurrir aquello, el resultado
siempre afectará a la Constitución. (STC Exp. N° 00017-2006-PI/TC, P, f. j. 2)
394
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
Código Procesal Constitucional (CPC), corpus normativo que postula la perspectiva de entender
sus preceptos en concordancia con la interpretación que tutele mejor los derechos fundamentales y
reconozca su posición preferente, acorde con el principio pro homine. (STC Exp. N° 5470-2005-
PHC/TC, S, f. j. 3)
395
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£019 Fines de los procesos constitucionales. Concesión de recurso de queja por de-
negatoria tácita del recurso de agravio constitucional
Si bien en el presente caso el recurso de agravio constitucional no fue interpuesto, y por
lo tanto, la Sala no emitió pronunciamiento alguno respecto de su procedencia, se recortó al
recurrente la posibilidad de impugnar la sentencia de vista –debido a un registro erróneo en el
sistema de manejo de expedientes–, por lo que, a fin de cumplir con los fines de los procesos
constitucionales, esto es, garantizar la primacía de la Constitución y la vigencia efectiva de los
derechos constitucionales –artículo II del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional–
este Colegiado considera necesario entender que nos encontramos ante una denegatoria tácita del
recurso de agravio constitucional, por lo que, el recurso de queja debe ser admitido. (RTC Exp.
N° 282-2006-Q/TC, S, f. j. 9)
396
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
397
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
que está relacionada con el control constitucional de los actos de investigación prejurisdiccional
del Ministerio Público; vacío legal que le corresponde definir al Tribunal Constitucional, a efectos
de dilucidar la tutela o no del derecho que invoca el recurrente, en tanto supremo intérprete y
guardián de la supremacía jurídica de la Constitución y de los derechos fundamentales. (STC Exp.
N° 6204-2006-PHC/TC, P, ff. jj. 4, 5 y 6)
398
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
399
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
b) Conexión material. La prelación jerárquica aparece cuando existe un enlace de contenido, ob-
jeto o ámbito de actuación entre una norma superior y otra categorialmente inferior.
c) Intersección normativa. La prelación jerárquica aparece cuando la legítima capacidad regula-
toria de una norma contraría al mandato u ordenación de contenidos de otra norma. En efecto,
para que una norma categorialmente superior cumpla su función, es vital que no pueda ser
desvirtuada por aquella cuya producción regula. En resumen el principio de jerarquía implica
la determinación por una norma de la validez de otra, de allí que la categorialización o esca-
lonamiento jerárquico se presente como el único modo posible de organizar eficazmente el
poder normativo del Estado. (STC Exp. Nº 0047-2004-AI, P, f. j. 59)
[Se] [c]onfigura (…) en [el] segundo nivel [ley y normas con rango de ley] una diversidad de
fuentes normativas del mismo rango pero que, conforme a la Constitución, varían en su denomi-
nación, producción normativa y en la materia que regulan. (STC Exp. Nº 0008-2005-AI, P, f. j. 8)
400
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
401
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
la eficacia inter privatos o eficacia frente a terceros de los derechos fundamentales. En conse-
cuencia, cualquier acto proveniente de una persona natural o persona jurídica de derecho privado,
que pretenda conculcar o desconocerlos (...) resulta inexorablemente inconstitucional. (STC Exp.
Nº 1124-2001-AA, P, f. j. 6)
402
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
[E]n el marco del Estado constitucional, el respeto de los derechos fundamentales constituye
un imperativo que el Estado debe garantizar frente a las eventuales afectaciones que pueden pro-
venir, tanto del propio Estado –eficacia vertical– como de los particulares –eficacia horizontal–;
más aún cuando, a partir del doble carácter de los derechos fundamentales, su violación compor-
ta la afectación no solo de un derecho subjetivo individual –dimensión subjetiva–, sino también
el orden objetivo de valores que la Constitución incorpora –dimensión objetiva–. (STC Exp. Nº
3741-2004-AA/TC, P, f. j. 10)
403
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
ordenamiento se encuentra plasmado a través del artículo 1 de la Constitución de 1993, que pone
énfasis en señalar que “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin su-
premo de la sociedad y del Estado”. Se trata, además, de una consecuencia que se deriva, en todos
sus alcances, del propio artículo 38 de la Constitución, según el cual “Todos los peruanos tienen
el deber (...) de respetar, cumplir (...) la Constitución (...)”. Con dicho precepto constitucional se
establece que la vinculatoriedad de la Constitución se proyecta erga omnes, no solo al ámbito
de las relaciones entre los particulares con el Estado, sino también a aquellas establecidas entre
particulares. De manera que la fuerza normativa de la Constitución, su fuerza activa y pasiva, así
como su fuerza reguladora de las relaciones jurídicas, se proyecta también a las establecidas entre
particulares, por lo que cualquier acto proveniente de una persona natural o persona jurídica de
derecho privado, que pretenda conculcarlos o desconocerlos, deviene inexorablemente en incons-
titucional. (STC Exp. Nº 0976-2003-AA, P, f. j. 5)
404
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
concretizador de los valores, principios y derechos constitucionales, de manera tal que, en última
instancia, estos informan el razonamiento y la argumentación del juez constitucional, por lo que el
principio de dirección judicial del proceso (artículo III del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional) se redimensiona en el proceso constitucional, en la medida en que la jurisdicción
constitucional no es simple pacificadora de intereses de contenido y alcance subjetivos, sino del
orden público constitucional en conjunto. Con relación a la Constitución, la jurisdicción constitu-
cional no actúa ni puede actuar como un órgano neutro, sino, por el contrario, como su principal
promotor. (STC Exp. Nº 0005-2005-CC/TC, P, f. j. 4)
[E]n los procesos constitucionales tienen una finalidad sumarísima que determina la au-
sencia de etapa probatoria en ellos, siendo responsabilidad de los recurrentes adjuntar los
medios que consideren idóneos al proceso, a fin de causar en el juzgador la suficiente dis-
crecionalidad para vislumbrar la pertinencia o no del derecho que se pretende tutelar. Sin
embargo, se tiene también que, si de la actuación de un medio probatorio depende la efectiva
tutela jurisdiccional del derecho constitucional afectado o amenazado, esta actuación proba-
toria debe ser ordenada con perjuicio de lo dispuesto en la norma procesal constitucional. Por
tanto, este Colegiado puede utilizar el principio de la dirección judicial del proceso consagrado
en el artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, facultad que permite
al juez aplicar los principios procesales adecuados al proceso constitucional para verificar la
efectiva y pronta satisfacción del derecho alegado, como los de inmediación o de economía
del proceso. (STC Exp. Nº 2876-2005-PHC/TC, S, f. j. 23)
[E]xisten casos en los cuales la pretensión no resulta clara y evidente, o está planteada de ma-
nera incorrecta, o se ha invocado erróneamente la norma de derecho aplicable, frente a lo cual el
juez constitucional, de acuerdo con el principio de dirección judicial del proceso (artículo III del
Código Procesal Constitucional) y del principio iura novit curia (artículo VIII), luego del análisis
fáctico, tiene el deber de reconocer el trasfondo o el núcleo de lo solicitado y pronunciarse respec-
to de él, sin que esto represente una extralimitación de sus facultades. (STC Exp. Nº 2302-2003-
AA, P, f. j. 30)
£049 Dirección judicial del proceso. Intervención del Pleno del Tribunal Constitu-
cional en caso que es competencia formal de una sala
[C]onforme informa el principio de dirección judicial del proceso (artículo III del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional) la decisión de intervención del Pleno en una causa
que por su competencia formal corresponde a una Sala debe gestarse y decidirse al interior del
propio Tribunal Constitucional, lo que se sustenta en el principio de dirección judicial del proceso,
en la oportunidad y por las razones que el Tribunal considere, y no a solicitud de las partes. (RTC
Exp. N° 1317-2008-HC/TC, S, f. j. 2)
405
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£050 Dirección judicial del proceso. Obligación del juez de detectar y desvirtuar
conductas apunten al ritualismo de formas
El principio de dirección judicial del proceso sitúa en la figura del juez constitucional el
poder-deber de controlar razonablemente la actividad de las partes, evitando una conducta proce-
sal obstruccionista y promoviendo la consecución de los fines del proceso (artículo II del TP del
CPC) de manera eficaz y pronta. En tal sentido, corresponde al juez constitucional detectar y
desvirtuar aquella conducta procesal que, intencionalmente o no, pretenda convertir al proce-
so en un ritualismo de formas, antes que en un eficiente cauce para la protección de los derechos
fundamentales y el respeto por la supremacía normativa de la Constitución. (RTC Exp. N° 00024-
2006-PI/TC, P, f. j. 4)
£051 Dirección judicial del proceso. Obligación del juez de detectar y desvirtuar
conductas dilatorias que contravengan el principio de economía procesal
[E]l principio de dirección judicial del proceso sitúa en la figura del juez constitucional el
poder-deber de controlar razonablemente la actividad de las partes promoviendo la consecución
de los fines del proceso (artículo II del TP del CPConst.) de manera eficaz y pronta. En tal sentido,
corresponde al juez constitucional detectar y desvirtuar aquella conducta procesal que, intencio-
nalmente o no, dilate los procesos ocasionando un gasto innecesario de tiempo, energía y dinero,
lo que contraviene el principio de economía procesal. (STC Exp. N° 00029-2007-PI/TC, P, f. j. 9)
£053 Dirección judicial del proceso. Aplicación de criterio pro actione respecto del
agotamiento de la vía previa
[Se p]ropugna (…) la aplicación de un criterio de flexibilidad, pro actione, el cual impida
que la (….) exigencia [del agotamiento de la vía previa] derive en un formalismo inútil, que
impida la justiciabilidad, a partir de la dirección judicial del proceso prevista en el artículo III
del Título Preliminar (TP) del CPCo [Código Procesal Constitucional]. (STC Exp. N° 1776-2004-
AA/TC, P, f. j. 13)
£054 Dirección judicial del proceso e impulso de oficio. Deber del juez de realizar
lo necesario para entablar válidamente la relación procesal ante dificultad de
identificar a quien originó el acto
[E]n los procesos constitucionales de tutela de derechos (….), a efectos de establecer válida-
mente la relación procesal, es suficiente la identificación clara del acto que el demandante consi-
dera lesivo de sus derechos constitucionales. Identificado tal acto, por obvio razonamiento, la rela-
ción procesal quedará establecida con la persona que haya originado dicho acto. Ahora, en el caso
de que se presentase una dificultad en tal identificación, el juez deberá realizar los actos necesarios
a efectos de entablar válidamente la relación procesal y, así, continuar el proceso, pero de ninguna
manera dispondrá su archivamiento, mucho menos por inercia de la parte demandante, pues para
ello el principio de dirección del proceso e impulso de oficio obligan al juez a la continuación del
proceso a través de la ejecución de todos los actos que lo conduzcan a prestar tutela jurisdiccional,
máxime cuando se trata de procesos constitucionales de tutela de derechos como el amparo. Lo
406
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
contrario supone una actuación judicial que lesiona el derecho a la tutela jurisdiccional y el dere-
cho al debido proceso. En el primer caso, porque un tal archivamiento supone una denegatoria de
acceso a la protección jurisdiccional de los derechos; y, en el segundo, porque dicho acto importa
una inobservancia por parte del juez de principios procesales –como el de dirección del proceso e
impulso de oficio– que garantizan al demandante un proceso justo. (RTC Exp. N°9599-2005-PA/
TC, S, f. j. 7)
£057 Gratuidad en la actuación del demandante. Pago de costas y costos por temeri-
dad procesal
Según el artículo II del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, los procesos
constitucionales tienen como fin la vigencia efectiva de los derechos fundamentales de la persona.
En conjunción con ello, estos procesos deben ser desarrollados sobre la base de un principio como
es la celeridad, tal como lo señala el artículo III del mismo cuerpo normativo. Sobre esta base,
corresponde a este Colegiado tutelar los derechos a las personas en un tiempo adecuado. En un
análisis objetivo de esta afirmación, queda claro que no podrá permitirse actuaciones procesales
que lo único que buscan es, antes que proteger derechos, crear supuestos temerarios asentados
en la irreflexión y osadía, con el único propósito, tal como se constata en el petitorio de la de-
manda, de demorar la conclusión final del proceso originario. Por más tutelar que sea la función
del Tribunal Constitucional, no puede permitirse que se utilice dispendiosa y maliciosamente los
recursos procesales que tiene a su disposición cualquier justiciable, lo que a su vez, acarrea una
desatención de otras causas que merecen atención, y que, por analizar casos como el planteado,
deben esperar una respuesta más lenta de la que podría haberse realizado si es que no estuviesen
407
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
permitidas actuaciones como la realizada por los recurrentes. Al respecto, según el artículo 56
del Código Procesal Constitucional, se podrá condenar al pago de costas y costos al demandante
cuando se incurra en manifiesta temeridad. Si bien la norma está relacionada con los procesos de
amparo, este Tribunal estima oportuna su utilización para el caso de autos, pues una interpretación
extensiva coadyuvará a que los fines de los procesos constitucionales (proscripción de procesos no
céleres) sean cumplidos. Este Colegiado considera, asimismo, que, para que haya una verdadera
protección objetiva, y cuando las circunstancias así lo obliguen, es pertinente imponer multas,
y no solo para los demandados, sino cuando medie mala fe por parte de los demandantes. (STC
Exp. N° 6712-2005-HC/TC, P, f. j. 65)
408
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
al Estado una doble representación que permitiría una dilatación injustificada de los procesos y un
abuso del derecho de defensa de las entidades estatales en detrimento de los derechos constitucio-
nales de los justiciables. (RTC Exp. Nº 2496-2007-PA/TC, S, f. j. 4)
409
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£069 Celeridad procesal. Propósito esencial del respeto del derecho a la tutela pro-
cesal efectiva
[S]i bien ha de procurarse la rapidez y la prontitud para llegar a una resolución en todo pro-
ceso (…), ello no puede desvirtuar la protección de la persona como fin supremo de la sociedad y
del Estado (artículo 1 de la Constitución). Todo acto de celeridad debe tener como propósito esen-
cial el respeto del derecho a la tutela procesal efectiva. (STC Exp. Nº 6712-2005-HC, P, f. j. 29)
410
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
debate en el juzgamiento sin la presencia del procesado acusado. (RTC Exp. Nº 1317-
2008-HC/TC, 06/06/2008, S, f. j. 5)
411
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
de tomar las medidas correctivas que aseguren un proceso justo. (STC Exp. N° 0048-2004-PI/TC,
28/03/2005, f. j. 4)
* Sentencia citada por CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “El Título Preliminar del Código Procesal Consti-
tucional”. Incluido en esta publicación, p. 48.
412
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
a la Constitución, de modo tal que resulte optimizada la finalidad sustantiva de los procesos
constitucionales (artículo II del Título Preliminar del CPConst.). (STC Exp. Nº 0005-2005-
CC/TC, P, f. j. 8)
413
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
inmediata e integral del petitorio planteado, de conformidad con el principio procesal consti-
tucional en virtud del cual “el juez y el Tribunal Constitucional deben adecuar las exigencias
de las formalidades previstas en este código al logro de los fines de los procesos constitu-
cionales”, según señala el artículo III del CPC [Código Procesal Constitucional]. (STC Exp.
N° 3771-2006-PC/TC, S, f. j. 2)
414
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
preceptos sin que alguno de ellos contenga un mandato cierto e incondicional con respecto de lo
pretendido en la demanda], este Tribunal tiene o no competencia, ratione materiae, para expedir
una resolución sobre el fondo, es preciso [dilucidar] previamente si la aplicación del principio
procesal constitucional de prevalencia del derecho material sobre el adjetivo, previsto en el tercer
párrafo del artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, satisface deter-
minadas exigencias y, en particular, el derecho de todos los justiciables a ser oídos por un juez
o Tribunal, conforme se ha destacado en la jurisprudencia de este Tribunal. (…) Que, sobre el
particular, este Tribunal tiene dicho que el contenido constitucionalmente protegido del derecho
de defensa, contemplado en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución, garantiza que toda
persona, natural o jurídica, sometida a un proceso jurisdiccional, cualquiera que sea la materia
de que este se trate, no pueda quedar en estado de indefensión. La situación de indefensión que
el programa normativo del derecho de defensa repulsa no solo se presenta cuando el justiciable
no ha tenido la oportunidad de formular sus descargos frente a las pretensiones de la otra parte,
sino también cuando, no obstante haberse realizado determinados actos procesales destinados a
levantar los cargos formulados en contra, en el caso, se evidencie que la defensa no ha sido real y
efectiva. Que en este último supuesto se encontrarían las emplazadas en este proceso si es que este
Tribunal expidiera una sentencia sobre el fondo, puesto que si bien la demanda se ha admitido y
ellas se han apersonado, formulando las razones por las cuales debería desestimarse la demanda
de cumplimiento, los términos en los que se ha centrado su intervención en el debate jurisdiccio-
nal no se han circunscrito en si en el caso se habrían lesionado (o no) los derechos a la igualdad
y a la educación, sino en el cuestionamiento de diversos argumentos vinculados con la naturaleza
del proceso de cumplimiento. (…) Que, por tanto, (…) en el caso, es de aplicación el segundo pá-
rrafo del artículo 20 del Código Procesal Constitucional, por lo que se deberá declarar la nulidad
de todo lo actuado, incluyendo de la resolución de admisión de la demanda, (…) debiéndosela
admitir como si se tratara de una demanda de amparo, y seguirse el trámite de ley. (RTC Exp.
N° 3997-2005-PC/TC, S, ff. jj. 7, 8, 9 y 10)
£086 Duda razonable sobre conclusión del proceso. Principio pro actione (presun-
ción favorable de continuidad)
[E]l principio pro actione, (…) impone a los juzgadores la exigencia de interpretar los requi-
sitos y presupuestos procesales en el sentido más favorable a la plena efectividad del derecho a
obtener una resolución válida sobre el fondo, con lo cual, ante la duda, la decisión debe dirigirse
por la continuación del proceso y no por su extinción. (STC Exp. Nº 2302-2003-AA, P, f. j. 3)
[E]l principio pro actione precisa que debe preferirse aquel dispositivo legal que en menor
medida restrinja el derecho del justiciable al acceso a la justicia. (STC Exp. Nº 04264-2007-HD/
TC, S, f. j. 3)
[D]e existir dudas sobre el cumplimiento de los requisitos de procedibilidad de la demanda el
juzgador constitucional no solo se encuentra en la obligación de adecuar las exigencias formales
a la finalidad del proceso, sino a presumir en forma favorable a su continuidad tal y como lo es-
tablecen con precisión los principios contenidos en los párrafos tercero y cuarto pertenecientes al
artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional. (STC EXP. N° 1606-2007-
PHD/TC, S, f. j. 2)
[I]ncluso en el supuesto de que los argumentos referidos no despejen totalmente las dudas
existentes con relación a si este Colegiado debe o no continuar con la resolución de la causa
ante las excepciones alegadas, lejos de aplicar el artículo 451, inciso 5, del Código Procesal
Civil [anular lo actuado y dar por concluido el proceso], (…) es de aplicación el Artículo III del
Título Preliminar del CPConst., según el cual: “Cuando en un proceso constitucional se presen-
te una duda razonable respecto de si el proceso debe declararse concluido, el Juez y el Tribunal
Constitucional declararán su continuación”. (STC Exp. N° 0020-2005-PI/TC y Exp. N° 0021-
2005-PI/TC, P, f. j. 2c)
415
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£087 Duda razonable sobre conclusión del proceso. Competencia ratione temporis
para determinar fecha de inicio de cómputo de plazo prescriptorio
[L]a duda razonable respecto de la fecha a partir de la cual se debe contabilizar el plazo pres-
criptorio de interposición de la demanda ha de ser resuelta conforme al principio pro actione, y no
optarse por una interpretación de las leyes procesales que impida al justiciable hacer ejercicio de
su derecho a la protección jurisdiccional de los derechos fundamentales. Ese, además, es el senti-
do y alcance del principio consagrado en el cuarto párrafo del artículo III del Título Preliminar del
Código Procesal Constitucional, de modo que este Tribunal tiene competencia ratione temporis
para ingresar a evaluar el recurso extraordinario. (RTC Exp. N° 0506-2005-PA/TC, P, f. j. 4)
[Si] mediante (….) medios de prueba se [pone] al menos en duda que [el agente] solo trabajó
para [el empleador] hasta que este falleció, (…) los órganos judiciales emplazados, [desconocen]
los alcances del principio pro actione, que informa el contenido constitucionalmente protegido
del derecho de acceso a la justicia, [si declaran] fundada [la]excepción [de prescripción] y, de ese
modo, [impiden] arbitrariamente que [el agente pueda] acceder a un tribunal de justicia indepen-
diente, imparcial y competente que se pronunciara sobre el fondo de la controversia. (STC Exp.
N° 10340-2006-AA/TC, P, f. j. 22)
£088 Duda razonable sobre conclusión del proceso. Cálculo de días de no funciona-
miento del Poder Judicial
[N]o solo en el campo del derecho material, es decir, en el ámbito del derecho cuya tutela se
solicita, se privilegia la protección de la situación jurídica reclamada por el sujeto requirente, sino
que en el plano propio del instrumento predispuesto para la tutela, es decir, del proceso consti-
tucional a que da lugar la acción de amparo, se configura también otro principio que refuerza la
decisión de preferir la continuación del proceso antes que su extinción, frente a una eventual duda
de carácter interpretativo. En efecto, se trata del principio favor actionis o pro actione, según el
cual “se impone a los juzgadores la exigencia de interpretar los requisitos y presupuestos pro-
cesales en el sentido más favorable a la plena efectividad del derecho a obtener una resolución
válida sobre el fondo” (p. 49), y donde se establece, a su vez, que “los requisitos formales –en el
presente proceso, el cálculo del plazo para interponer la demanda– se interpreten y apliquen de
modo flexible y atendiendo a su finalidad y de que a su incumplimiento no se anuden consecuen-
cias desproporcionadas o excesivamente gravosas” (p. 51) (PICÓ I JUNOY, JOAN. Las garantías
constitucionales del proceso. Barcelona: Bosh. 1997, en las pp. citadas). Por esta razón, si bien el
Tribunal considera que los días transcurridos durante la huelga del Poder Judicial no deben ser
incluidos en el cálculo del plazo para la interposición de la demanda de amparo, en la hipótesis
de una duda interpretativa, puede igualmente ratificarse en dicho parecer, toda vez que, en virtud
del principio pro actione, la decisión igualmente debe dirigirse por la continuación del proceso y
no por su extinción. Téngase en cuenta, finalmente, que la alternativa opuesta supondría invertir
el funcionamiento y el propósito de los procesos en general, y de los procesos constitucionales en
particular, pues implicaría convertir, erróneamente, una duda interpretativa respecto de las forma-
lidades propias del instrumento de tutela en un elemento determinante para permitir el acceso a la
tutela constitucional de los derechos, cuando, en realidad, es el instrumento procesal el que debe
ser adecuado e interpretado decididamente –siempre y cuando no se restrinjan los derechos cons-
titucionales de la contraparte– a fin de consolidar una tutela constitucional más eficaz, oportuna y
plena. (STC Exp. Nº 1049-2003-AA/TC, P, f. j. 4)
Un plazo que en la medida que su transcurso impide que el justiciable pueda someter la pro-
tección de sus derechos e intereses legítimos de orden laboral al conocimiento de la justicia labo-
ral, debe siempre interpretarse y resolverse bajo los alcances del principio pro actione, en el sen-
tido de permitir la mejor optimización de su ejercicio. En ese orden de ideas, si bien el accionante
tenía 30 días “naturales” para interponer su demanda de nulidad de despido, en el cómputo de
dicho plazo de caducidad no cabía que se comprendiera los días de “falta de funcionamiento del
Poder Judicial” (…). (STC Exp. Nº 2070-2003-AA/TC, P, ff. jj. 7 y 8)
416
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£089 Duda razonable sobre conclusión del proceso. Error respecto de la competen-
cia territorial
[E]l principio pro actione impone que el juez, en lugar de optar por alternativas que supongan
el estrechamiento del derecho de acceso a la justicia, máxime, a la justicia constitucional, como
sería la de declarar improcedente una demanda por un error del recurrente respecto a la compe-
tencia territorial, deba acoger aquellas que impliquen, por el contrario, una optimización o mayor
eficacia del derecho referido. (STC Exp. Nº 933-00-AA/TC, P, f. j. 2)
£090 Duda razonable sobre conclusión del proceso. Aplicación de criterio pro actio-
ne sobre necesidad del agotamiento de la vía previa
[L]a institución de la vía administrativa, como una condición de la acción del proceso de am-
paro, no puede entenderse como un privilegio del Estado, sino como una limitación del derecho
constitucional de acceso a la justicia, según la cual el ordenamiento jurídico persigue que los pro-
blemas o diferencias que un particular mantenga con la administración pública, puedan resolverse
en dicha sede, antes de acudir a la vía judicial. Esta limitación del derecho de acceso a la justicia
debe entenderse a la luz del principio pro actione y, en ese sentido, el agotamiento de la vía admi-
nistrativa solo será exigible si su tránsito se configura como una vía idónea y eficaz para los fines
que se persiguen con su instalación. (STC Exp. N° 0499-2002-AA/TC, P, f. j. 1)
[S]i el legislador prevé la obligatoriedad del agotamiento de la vía administrativa, una exi-
gencia derivada del derecho de acceso a la justicia es que este sea configurado de la manera más
breve como sea posible, pues de ese modo se optimiza mejor el principio pro actione. (STC Exp.
N° 010-2001-AI/TC, P, f. j. 3)
£091 Duda razonable sobre conclusión del proceso. Concesión de plazo razonable
para subsanar deficiencias estrictamente formales
[L]a necesidad de conceder un plazo razonable para subsanar las deficiencia, de índole estric-
tamente formal en que pudieran incurrir las demandas, los medios impugnatorios y recursos en
general presentados ante la judicatura, debe considerarse como criterio inherente a todo el orden
procesal, en aplicación del principio pro actione y en resguardo de la tutela jurisdiccional
efectiva, a tenor del inciso 3) del artículo 139 de la Constitución. (RTC Exp. N° 0503-2002-
AA/TC, S, f. j. 1)
£092 Duda razonable sobre conclusión del proceso. Admisión de recurso de casa-
ción en caso un solo codemandante pague tasa judicial
[U]na interpretación pro actione del derecho constitucional de acceso a los recursos no admite
que, tratándose de varios codemandantes, si solo uno de ellos hubiera pagado la tasa judicial co-
rrespondiente, y no así los otros, se tenga que declarar inadmisible el recurso de casación formula-
do. (STC Exp. N° 358-2001-AA/TC, P, f. j. 2b)
417
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
exige que el justiciable previamente satisfaga las condiciones de la acción que la Ley establece, no
puede perder de vista que esta debe ser interpretada y aplicada de tal forma que se haga efectivo
el “derecho de acción” o “derecho de acceso a la jurisdicción” (principio pro actione). (STC Exp.
N° 112-2002.AC/TC, P, ff. jj. 1, 2 y 3)
418
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
modo, los “derechos fundamentales” y las “garantías para su protección” se han constituido como
institutos que no pueden entenderse de modo aislado, pues tales derechos solo podrían “reali-
zarse” en la medida que cuenten con mecanismos “rápidos”, “adecuados” y “eficaces” para
su protección. Los derechos y sus mecanismos procesales de tutela se constituyen así en el
presupuesto indispensable para un adecuado funcionamiento del sistema democrático. (STC
Exp. Nº 5374-2005-AA, P, f. j. 2)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
derechos reconocidos por la Constitución deben interpretarse “de conformidad” o “dentro del
contexto general” (...) de dichas fuentes internacionales. (STC Exp. Nº 1268-2001-HC, P, ff.
jj. 2 y 3)
[E]l derecho internacional de los derechos humanos forma parte de nuestro ordenamiento ju-
rídico y detenta rango constitucional, por tal razón, este Tribunal ha afirmado que los tratados que
lo conforman y a los que pertenece el Estado peruano “son Derecho válido, eficaz y, en conse-
cuencia, inmediatamente aplicable al interior del Estado”. Esto significa en un plano más concreto
que los derechos humanos enunciados en los tratados que conforman nuestro ordenamiento vin-
culan a los poderes públicos y, dentro de ellos, ciertamente, al legislador. (STC Exp. N° 10063-
2006-PA/TC, S, f. j. 22)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
[B]ajo el canon de interpretación constitucional del principio in dubio pro homine (artícu-
lo V del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional), se debe señalar que, a priori y
en abstracto, no es razonable establecer un númerus clausus de derechos conexos a la libertad
personal a efectos de su tutela, ni tampoco excluirlos, pues muchas veces el derecho a la
libertad personal es vulnerado en conexión con otros derechos fundamentales, tales como el
derecho a la vida (artículo 2,1, de la Constitución), el derecho de residencia (artículo 2, 11, de
la Constitución), el derecho a la libertad de comunicación (artículo 2, 4, de la Constitución)
e, inclusive, el derecho al debido proceso (artículo 139, 3, de la Constitución). (STC Exp. N°
8123-2005-PHC/TC, P, f. j. 12 )
425
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
caso, es decir, que ella sea relevante en la resolución de la controversia. c) Que la norma
a inaplicarse resulte evidentemente incompatible con la Constitución, aun luego de haberse
acudido a interpretarla de conformidad con la Constitución, en virtud del principio enunciado en
la Segunda Disposición General de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional. (STC Exp. Nº
1109-2002-AA, P, f. j. 32)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
y aplican las leyes o toda norma con rango de ley y los reglamentos según los preceptos
y principios constitucionales, conforme a la interpretación de los mismos que resulte de las
resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional.” Por consiguiente, los criterios e inter-
pretaciones efectuados por este Colegiado son vinculantes a pesar de que no se haya indicado
o identificado, vía precedente, cuáles son estos, por lo que el argumento esgrimido por la
recurrente respecto este punto no cuenta con ningún sustento lógico o constitucional. (RTC
Exp. N° 02472-2007-PA/TC, S, f. j. 5)
433
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
que se ordene la remisión de copias de los actuados por la violación del derecho constitucional
concretamente afectado, también se dispondrá que se abra proceso penal por desacato de una sen-
tencia del Tribunal Constitucional. (STC Exp. Nº 03149-2004-AC, S, f. j. 21)
435
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
siendo no un simple complemento sino, en muchos casos, una obligada fuente de referencia, por
su relación o implicancia con el dispositivo examinado. Lo cierto es que las consideraciones sobre
un determinado dispositivo constitucional solo pueden darse cuando se desprenden de una inter-
pretación integral de la Constitución, y no de una parte, o de un sector de ella, como parecen
entenderlo, en forma por demás errónea, los jueces de la jurisdicción ordinaria. (STC Exp. Nº
00131-2004-AA, S, f. j. 1.a)
436
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
recho que sustentan la sentencia y las razones por las cuales se aparta del precedente. (STC
Exp. Nº 00024-2003-AI, P, f. j. s/n, párr. 49 al 54)
440
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
al nuevo precedente sentado en el overruling [Alberto Cadoppi, “Introduzione allo studio del va-
lore del precedente giudiziale nel diritto penale italiano”, en Umberto Vicenti (A cura di), Il valore
del precedenti giudiziali nella tradizione europea, CEDAM, Padova, 1998, pág. 126]. (STC Exp.
N° 0090-2004-AA/TC, P, f. j. 5)
[E]l prospective overruling, [es un] mecanismo mediante el cual todo cambio en la jurispru-
dencia no adquiere eficacia para el caso decidido sino para los hechos producidos con posteriori-
dad al nuevo precedente establecido (STC Exp. N° 05601-2006-PA/TC, P, f. j. 7).
El Tribunal Constitucional puede disponer excepcionalmente que la aplicación del
precedente vinculante que cambia o sustituya uno anterior opere con lapso diferido (vaca-
tio sententiae), a efectos de salvaguardar la seguridad jurídica o para evitar una injusticia
ínsita que podría producirse por el cambio súbito de la regla vinculante por él estableci-
da, y que ha sido objeto de cumplimiento y ejecución por parte de los justiciables y los
poderes públicos. En efecto, la decisión de otorgar expresa y residualmente eficacia pros-
pectiva es establecida por el Tribunal Constitucional, en aras de procesar constructiva y
prudentemente la situación a veces conflictiva entre continuidad y cambio en la actividad
jurisdiccional de naturaleza constitucional. La técnica de la eficacia prospectiva del pre-
cedente vinculante se propone, por un lado, no lesionar el ánimo de fidelidad y respeto
que los justiciables y los poderes públicos mostrasen respecto al precedente anterior; y,
por otro, promover las condiciones de adecuación a las reglas contenidas en el nuevo
precedente vinculante. Esta decisión de diferir la eficacia del precedente puede justifi-
carse en situaciones tales como el establecimiento de requisitos no exigidos por el propio
Tribunal con anterioridad al conocimiento y resolución de la causa en donde se incluye
el nuevo precedente; la existencia de situaciones duraderas o de trato sucesivo; cuando se
establecen situaciones objetivamente menos beneficiosas para los justiciables, etc. (STC
Exp. Nº 00024-2003-AI, P, f. j. s/n, párr. 61 al 64)
[L]a aplicación diferida se determina en una sentencia con vacatio setentiae; es decir,
las consecuencias jurídicas de una decisión se suspenden durante algún tiempo, atendiendo a
la necesidad de prever las derivaciones políticas, económicas o sociales que ello alcance. Al
respecto, no debe olvidarse que todo Tribunal Constitucional tiene la obligación de aplicar el
principio de previsión mediante el cual se predetermina la totalidad de las “consecuencias” de
sus actos jurisdiccionales. En ese sentido, los actos jurisdiccionales (tras la expedición de una
sentencia) deben contener el augurio, la proyección y el vaticinio de una “mejor” realidad
político-jurídica y la cancelación de un otrora “mal”. En ese contexto, el efecto diferido evita
el hecho de corregir un mal creando otro mal, el cual es evitable por la vía de la suspensión
temporal de los efectos de una sentencia con precedente vinculante. Los efectos diferidos se
manifiestan en las denominadas sentencias exhortativas y en los casos de sentencias con pre-
cedente vinculante de eficacia diferida (prospective overruling). (STC Exp. Nº 00024-2003-
AI, P, f. j. s/n, párr. 76 y 77)
442
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
443
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£179 Iura novit curia. Posibilidad de error judicial e inviabilidad del proceso consti-
tucional de amparo
En un ordenamiento como el nuestro existe la presunción de que el juez conoce el derecho
(iura novit curia) y que debe aplicarlo así este no haya sido invocado por las partes o lo haya sido
erróneamente (artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil). La presunción de que
el juez conoce el derecho, de modo que resuelve las controversias e incertidumbres jurídicas apli-
cando el derecho que corresponda no quiere decir que él sea infalible y que, por tanto, no se pueda
equivocar. Pero la eventual equivocación en que se pueda incurrir no es un problema que pueda
resolverse mediante el proceso constitucional de amparo, sino con el ejercicio de los medios im-
pugnatorios que se prevean en la ley procesal que corresponda. (STC Exp. N° 2298-2005-PA/TC,
P, f. j. 5)
£180 Iura novit curia. Adecuación del nomen juris de recurso interpuesto
Si bien es cierto que [se] interpuso un recurso de queja por denegatoria de “recurso extraordi-
nario”, en lugar de uno por denegatoria de recurso de nulidad, es conforme a derecho que la Sala
Constitucional y Social de la Corte Suprema de la República admitiera dicho recurso entendién-
dolo como recurso de queja por denegatoria de recurso de nulidad, toda vez que de conformidad
con el principio de iura novit curia aplicado al ámbito procesal, el Juez tiene la obligación de
aplicar el derecho que corresponda aun cuando no haya sido invocado o lo haya sido errónea-
mente (artículo VII del Código Procesal Civil); es bajo este último supuesto que se halla el caso
sub júdice. (…) El hecho de que el Juez corrija ese equívoco y lo interprete como corresponde,
como recurso de queja por denegatoria de “recurso de nulidad”, no altera en absoluto la pretensión
procesal señalada, por lo que con esta actuación no se infringe el principio de congruencia, toda
vez que no se incurre en pronunciamiento extrapetita ni ultrapetita. En consecuencia, el recurso
erróneamente denominado, no obstante, podrá ser admitido, siempre y cuando, se halle dentro
de los supuestos que habilitan la procedencia de dicho recurso, es decir, dentro de plazo y ante la
instancia correspondiente; esto significa que, aun cuando el nomen juris del recurso interpuesto
fuera erróneo, se presentan objetivamente los supuestos legales dentro de los cuales se permite
su procedencia (plazo, causales e instancia competente para interponerlo), corresponde darlo por
444
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
admitido. Asumir lo contrario, esto es, desestimar un recurso por la sola errónea denominación del
mismo no resulta admisible, pues supondría la asunción de una tesis incompatible con la naturale-
za del proceso constitucional, donde la finalidad del proceso debe prevalecer sobre las exigencias
formales, hasta donde pueda ser compatible con esa finalidad. (…) (STC Exp. N° 797-99-AA/TC,
P, f. j. 7)
£183 Iura novit curia constitucional. Como deber ineludible del juez constitucional
[A] diferencia de los jueces ordinarios, quienes en la mayoría de los casos mantienen una
vinculación rígida con la ley, el deber de suplir los actos defectuosos es exigible ineludible-
mente en el caso del juez constitucional, debido al deber especial de protección de los dere-
chos fundamentales que informa los procesos constitucionales. (STC Exp. N° 0569-2003-AC/
TC, S, f. j. 3)
445
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£184 Iura novit curia constitucional. Como facultad del Tribunal Constitucional
La progresiva protección de los derechos fundamentales faculta a[l Tribunal Constitucional]
para “decir derecho”, o corregir deficiencias u omisiones cuando ello se deduzca de los hechos
fácticos y jurídicos de cada caso en particular –en este último caso, siempre a favor del quejoso
y nunca en contra de él–, resultando congruente con el ideal de vida de un Estado democrático,
donde la aspiración de un máximo reconocimiento a la protección de derechos está inspirada en
los valores de dignidad, igualdad y justicia que irradian todo el ordenamiento jurídico. (STC Exp.
N° 0569-2003-AC/TC, S, f. j. 17)
[C]uando se trate del aforismo iura novit curia, [el] Tribunal [Constitucional], al aplicar el
derecho a las cuestiones debatidas, buscará no alterar ni sustituir las pretensiones y hechos fácti-
cos que sustentan la demanda y resulten acreditados en el proceso. (STC Exp. N° 0569-2003-AC/
TC, S, f. j. 9)
£186 Iura novit curia constitucional. Como límite del principio de congruencia
[El] principio de congruencia; (…) como ha sido señalado por este Tribunal (…) garantiza
que el juzgador resuelva cada caso concreto sin omitir, alterar o exceder las pretensiones formu-
ladas por las partes. En tal sentido un juez que base su decisión en hechos que no se encuentran
acreditados o se refiera a alegaciones no formuladas por las partes, estará realizando una motiva-
ción aparente y por tanto estará actuando de manera arbitraria. (…) Sin embargo (…) no se trata
de un principio absoluto pues el mismo deberá ser razonablemente ponderado con el principio de
iura novit curia, el mismo que por ejemplo cobra especial relevancia en el marco de los procesos
constitucionales. En efecto, luego del análisis fáctico de cada caso concreto, el juez constitucional
deberá conocer el trasfondo o núcleo de lo solicitado y pronunciarse respecto de él, de conformi-
dad con lo dispuesto en el artículo VIII del Título Preliminar del C.P.Const. (…). Esta actua-
ción no representará una extralimitación de las facultades del juez constitucional, siempre que
este proceda de conformidad con los fines esenciales de los procesos constitucionales, los mismos
que se orientan a garantizar la vigencia efectiva de los fundamentales y el respeto del principio
de supremacía jurídica de la Constitución (artículo II del Título Preliminar del C.P.Const.). (STC
Exp. N° 10168-2006-PA/TC, P, ff. jj. 5 y 6)
Este Tribunal (…) ha sostenido un principio de congruencia no absoluto, sino relativo;
por ello, no (… ) el que no se aleguen determinados derechos y, por tanto, que el contradictorio cons-
446
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
titucional no gire en torno a ellos, no es óbice para pronunciarse sobre esos y otros derechos.
(STC Exp. N° 8453-2005-PHC/TC, S, f. j. 30)
£188 Iura novit curia constitucional. Posibilidad de estimar la demanda por la afec-
tación de otros derechos no invocados
[La] desestimación de los argumentos esgrimidos por la parte demandante con relación a
los derechos presuntamente vulnerados no determina que la demanda tenga necesariamente que
447
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
ser desestimada. Y es que el iura novit curia, reconocido en el artículo VIII del Código Procesal
Constitucional permite estimar la demanda sobre la base de la afectación de otros derechos no
invocados en la demanda, máxime si en el presente caso se advierte una negativa incidencia de la
resolución cuestionada en la libertad individual del recurrente, basada en el rechazo por parte del
órgano jurisdiccional emplazado, de aplicar la gracia presidencial concedida al recurrente, este
Tribunal advierte que –al margen de los derechos invocados por la parte demandante– la materia
constitucionalmente relevante en el presente caso versa sobre el conflicto que puede suscitar la
institución de la gracia presidencial (reconocida en el artículo 118 de la Constitución) frente a
otros bienes de relevancia constitucional que se ven protegidos a través de la persecución penal
(STC Exp. N° 4053-2007-PHC/TC, P, f. j. 9)
£191 Iura novit curia constitucional. Actuación procesal del demandante debe estar
de acuerdo con el derecho que se alega vulnerado
[S]i bien [un] proceso [constitucional] pretende la vigencia efectiva de los derechos funda-
mentales, para lo cual se encuentra equipado de mecanismos como el dispuesto en el artículo
VIII del Código Procesal Constitucional –que ordena al juez constitucional aplicar el derecho
correspondiente aun cuando no haya sido invocado por las partes–, también es cierto que es el
demandante el gestor de su derecho, por lo que su actuación procesal debe estar de acuerdo con el
derecho fundamental que alega vulnerado. En virtud de ello, resulta claro que es el demandante el
encargado de acreditar fehacientemente la titularidad de su derecho y lo arbitrario del acto cues-
tionado que supuestamente afecta tal derecho. (RTC Exp. N° 00590-2008-PA/TC, S, f. j. 4)
448
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£194 Suplencia de queja. Como principio implícito del Derecho Procesal Consti-
tucional
[E]ste Tribunal Constitucional, en aplicación del principio de suplencia de queja, en tanto
principio implícito de nuestro derecho procesal constitucional subyacente a los artículos II y VIII
del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, puede efectuar correcciones sobre el
error o la omisión en la que incurre el demandante en el planteamiento de sus pretensiones, tanto
al inicio del proceso como en su decurso. (STC Exp. Nº 5637-2006-PA/TC, S, f. j. 14)
[E]l principio de suplencia de queja deficiente (…) [s]e trata de un principio implícito de
nuestro derecho procesal constitucional y que se deriva del citado principio teleológico enunciado
en el artículo II del CPConst. Conforme a él tiene el Juez Constitucional el deber de enmendar el
petitorio de la demanda cuando este ha sido erróneamente formulado o expuesto en forma ambi-
gua u obscura. (STC Exp. N° 4885-2007-PHD/TC, S, f. j. 5)
449
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
450
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
451
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
se aprecia de la resolución impugnada que [estos dos] magistrados emitieron su voto por declarar
improcedente la demanda interpuesta el mismo que forma parte de la resolución dado que aten-
diendo a lo dispuesto en el artículo IX del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
la norma supletoria de aplicación al caso fue la establecida en el artículo 149 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial por lo que no es necesaria la firma de la resolución por los vo-
cales cesantes. Asimismo se aprecia que la resolución de autos cuenta con tres votos confor-
mes según lo dispone el artículo 5 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional. (STC Exp.
Nº 5957-2006-PA, S, ff. jj. 7 y 8)
452
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
Constitucional es también una fuente de primer orden no solo para los tribunales ordinarios y los
demás entes públicos, sino para el propio Tribunal a la hora de decidir un nuevo caso. En cada
sentencia de principio, un nuevo dispositivo de nuestra Constitución es desarrollado sin olvidar
que se trata de una obra duradera en el tiempo y en constante movimiento. La jurisprudencia del
Tribunal Constitucional es, en buena cuenta, Constitución viviente de la sociedad plural. (STC
Exp. Nº 00048-2004-AI, P, ff. jj. 9 y 10)
453
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
454
TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES DE LOS
PROCESOS DE HÁBEAS CORPUS, AMPARO,
HÁBEAS DATA Y CUMPLIMIENTO
455
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
por una disposición de derecho fundamental, pues como recuerda el primer párrafo del mismo
artículo 1 del Código Procesal Constitucional, la finalidad de estos procesos no es la defensa de
cualquier clase de derechos, sino, concretamente, la de los derechos constitucionales. (STC Exp.
Nº 7039-2005-PHC/TC, S, f. j. 4)
456
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
al estado anterior a la violación o amenaza de violación del derecho fundamental invocado. (RTC
Exp. Nº 01647-2007-AA/TC, S, f. j. 2)
£221 Finalidad del proceso de hábeas corpus. Remedio procesal para la protección
de distintos ámbitos de la libertad individual
El inciso 1) del artículo 200 de la Constitución Política del Estado ha creado el procedimiento
de hábeas corpus como remedio procesal destinado a la protección de la libertad individual y de
los derechos conexos con él. Como tal, tiene por propósito esencial, aunque no exclusivo, tutelar
al individuo ante cualquier privación arbitraria del ejercicio de su derecho a la libertad individual
y, particularmente, de la libertad locomotora. Sin embargo, allí no culmina su objetivo, pues tam-
bién mediante este remedio procesal puede efectuarse el control constitucional de las condicio-
nes en las que se desarrolla la restricción del ejercicio de la libertad individual, en todos aquellos
casos en que esta se haya decretado judicialmente. (STC Exp. Nº 0726-2002-HC/TC, P, f. j. 2)
£223 Finalidad del proceso de amparo. Finalidad restitutoria del ejercicio de un de-
recho constitucional
[E]l amparo, y con él todos los procesos constitucionales de la libertad, solo tiene por
finalidad restablecer el ejercicio de un derecho constitucional; esto es, tienen una finalidad
eminentemente restitutoria. Lo que significa que, teniendo el recurrente la calidad de titular
del derecho constitucional, el amparo se dirige básicamente a analizar si el acto reclamado es
o no lesivo de aquel atributo subjetivo reconocido por la Carta Magna. (RTC Exp. Nº 01183-
2006-AA/TC, S, f. j. 5)
457
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£226 Finalidad del proceso de hábeas data. Mecanismo de acceso a los registros de
información
El Hábeas Data, en puridad, constituye un proceso al que cualquier justiciable pueda recurrir
con el objeto de acceder a los registros de información almacenados en centros informáticos o
computarizados, cualquiera sea su naturaleza, a fin de rectificar, actualizar, excluir determinado
conjunto de datos personales, o impedir que se propague información que pueda ser lesiva al de-
recho constitucional a la intimidad. (STC Exp. Nº 0666-1996-HD/TC, P, f. j. 2.b)
£227 Finalidad del proceso de hábeas data. Mecanismo para agregar datos o rectifi-
car los registros de información
[El] hábeas data comprende (...) la capacidad de exigir jurisdiccionalmente la posibilidad de
acceder a los registros de información, computarizados o no, cualquiera que sea su naturaleza, en
los que se encuentren almacenados los datos de una persona. Tal acceso puede tener por objeto
que se permita conocer qué es lo que se encuentra registrado, para qué y para quién se realizó
el registro de información así como la (o las) persona(s) que recabaron dicha información (...).
[E]l hábeas data puede tener la finalidad de agregar datos al registro que se tenga, ya sea por
la necesidad de que se actualicen los que se encuentran registrados, o bien con el fin de que se
incluyan aquellos no registrados, pero que son necesarios para que se tenga una cabal referencia
sobre la imagen e identidad de la persona afectada (...). [M]ediante el hábeas data, un individuo
puede rectificar la información, personal o familiar, que se haya registrado; impedir que esta se
difunda para fines distintos de aquellos que justificaron su registro o, incluso, tiene la potestad de
cancelar aquellos que razonablemente no debieran encontrarse almacenados. (STC Exp. Nº 1797-
2002-HD/TC, S, f. j. 4)
458
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
de afectarse, estos puedan resultar inmunes a cualquier mecanismo de control social, sino porque
precisamente tales medios de control, al no actuar con carácter preventivo, siempre han de operar
en nuestro ordenamiento jurídico como mecanismos reparadores a activarse en la vía judicial or-
dinaria. (STC Exp. Nº 0666-1996-HD/TC, P, f. j. 2.a)
459
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
del derecho fundamental alegado y que existe la posibilidad de que dicha afectación se configure
nuevamente en el futuro. (STC Exp. Nº 10575-2006-AA/TC, P, f. j. 8)
460
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
462
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
sea cierta y de inminente realización. Según la Real Academia Española (RAE) lo “cierto” es el
resultado del conocimiento de algo como verdadero, seguro e indubitable, y lo “inminente” sig-
nifica una situación antecedente que denota el advenimiento de un hecho que está por suceder
prontamente.
Consecuentemente, el hábeas corpus será improcedente cuando la amenaza sea incierta, es
decir, que no sea verdadera, segura o hubiese duda razonable de que pueda ocurrir; o, en otras
palabras, que no concurra el requisito de hecho, acto o suceso de realización pronta. (STC Exp.
Nº 9598-2005-HC/TC, S, f. j. 1)
463
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
delegación policial a fin de que preste su manifestación indagatoria. (STC Exp. Nº 00710-1996-
HC/TC, P, f. j. 2)
£244 Procedencia del proceso de hábeas corpus. Fundamento de las tipologías del
hábeas corpus
El proceso constitucional de hábeas corpus, conforme lo establece la Constitución Política del
Estado en su artículo 200, inciso 1, “Procede ante el hecho u omisión, por parte de cualquier auto-
ridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la libertad individual o los derechos constitu-
cionales conexos (…)”. Esta es una definición bastante amplia, sin embargo en el Código Procesal
Constitucional, se ha incorporado una variada gama de tipologías de este instituto procesal cons-
titucional, los mismos que pueden presentarse según las situaciones y circunstancias en las que se
producen la afectación a la libertad personal. (STC Exp. Nº 04341-2007-HC/TC, S, f. j. 2)
£245 Procedencia del proceso de hábeas corpus. No utilización para modificar con-
dena penal
Por constituir el hábeas corpus un instrumento fundamental de protección del derecho a la li-
bertad individual y de los derechos constitucionales conexos a ella, la (…) demanda no puede ser
utilizada como un recurso más para modificar indirectamente una condena penal como la impues-
ta al recurrente, el cual no la impugnó, quedando, por ende, consentida y con calidad de cosa juz-
gada. Siendo así, resulta de aplicación al presente caso el artículo 2, a contrario sensu, del Código
Procesal Constitucional. (STC Exp. Nº 1276-2005-HC/TC, S, f. j. 7)
El hábeas corpus no puede ser utilizado como un recurso más para modificar la decisión cole-
giada que dio fin al proceso penal seguido contra el recurrente, más aún si esta fue confirmada por
ejecutoria de la Corte Suprema de la República, vía recurso de nulidad interpuesto por el deman-
dante en ejercicio pleno de su derecho de defensa y en cumplimiento del principio constitucional
de la doble instancia. Consecuentemente, resulta de aplicación al caso el artículo 2, a contrario
sensu, del Código Procesal Constitucional. (STC Exp. Nº 01454-2006-HC/TC, S, f. j. 18)
£247 Procedencia del proceso de hábeas corpus. Salida de pacientes en caso de falta
de pago por gastos de hospitalización
[P]or la falta de pago por gastos de hospitalización, no se puede impedir que los pacientes
dados de alta –como el beneficiario– hagan uso de su libertad de salida de los centros hospita-
larios o asistenciales, ni mucho menos se les debe condicionar a trámite administrativo alguno,
salvo acto voluntario del paciente, (...). Siendo así, resulta de aplicación el artículo 2 de la Ley
N° 23506. (STC Exp. Nº 1576-2002-HC/TC, P, f. j. 4)
464
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£249 Procedencia del proceso de amparo. Contra los poderes públicos y contra los
particulares
[La controversia de si es posible plantear la acción de amparo contra los poderes públicos y
contra los particulares] ha sido resuelto explícitamente por la misma Constitución, al preverse que
los procesos constitucionales de la libertad, como el amparo, no solo pueden plantearse cuando los
derechos resulten lesionados o amenazados de lesionarse por actos u omisiones de parte de cual-
quiera de los poderes públicos, sino también, y en iguales condiciones, si es que el agravio lo oca-
siona cualquier “persona” (artículo 200, inciso 2). A estos efectos, el concepto “persona”, en los
términos que señala el inciso 2) del artículo 200 de la Constitución, engloba a cualquier particular,
independientemente de que a este se le haya encargado o no la prestación de un servicio público
o que, respecto a este, el afectado se encuentre en una relación de subordinación. Los derechos
constitucionales, como antes se ha dicho, deben respetarse en las relaciones entre particulares y,
en caso de que se abuse de ellos o resulten vulnerados, las puertas del amparo están abiertas para
que en esa sede se dispense la tutela correspondiente. (STC Exp. Nº 0410-2002-AA/TC, P, f. j. 7)
£251 Procedencia del proceso de amparo. Improcedencia del amparo para cuestio-
nar validez constitucional de normas con rango de ley
[E]l inciso 2) del artículo 200 de la Constitución no contiene una prohibición de cuestionarse
mediante el amparo leyes que puedan ser lesivas en sí mismas de derechos fundamentales, sino
una simple limitación, que pretende impedir que a través de un proceso cuyo objeto de protección
son los derechos constitucionales se pretenda impugnar en abstracto la validez constitucional de
las normas con rango de ley. (STC Exp. Nº 05719-2005-AA/TC, S, f. j. 41)
465
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
466
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
[P]ara que se configure la inminencia (…) es preciso que se trate de un atentado a la libertad
personal que esté por suceder prontamente o en proceso de ejecución, no reputándose como tal a
los simples actos preparatorios. (STC Exp. Nº 4657-2006-HC/TC, S, f. j. 2)
467
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
468
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
469
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
470
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
aquellos actos que le permitan a la norma con rango de ley adquirir eficacia jurídica. (STC Exp.
Nº 1152-1997-AA/TC, P, f. j. 2.a)
471
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
472
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£274 Procedencia del proceso de amparo contra resoluciones judiciales. Actos mate-
ria de control
[E]l amparo no puede “controlar” todo lo resuelto en un proceso ordinario, sino que se en-
cuentra limitado únicamente a verificar si la autoridad judicial ha actuado con un escrupuloso
respeto de los derechos fundamentales de las partes procesales, por lo que, de constatarse una
afectación de esta naturaleza, deben reponerse las cosas al estado anterior al acto en que se produ-
jo la afectación. En un proceso de amparo no se controla si una determinada persona ha cometido
un delito o si es válido un contrato de compraventa, entre otros, sino más bien si un procesado ha
sido sancionado con las debidas garantías o si una prueba relevante para la solución del caso ha
sido admitida, entre otros. (STC Exp. Nº 5374-2005-AA/TC, P, f. j. 6)
473
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
derecho a la tutela procesal efectiva, sino del contenido constitucional protegido de los derechos
fundamentales tutelados por dicho proceso. (STC Exp. Nº 10490-2006-AA/TC, P, f. j. 4)
474
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£278 Procedencia del proceso de amparo contra resoluciones judiciales. Cosa juz-
gada y la actuación adecuada y temporalmente oportuna de las resoluciones
judiciales
[Si] se advierte que en la etapa de ejecución de sentencia, favorable a la recurrente, el Juzgado
expidió una resolución por la que precisó que la orden de embargo (…) [pero] posteriormente
las resoluciones judiciales cuestionadas disponen lo contrario (…) [t]al actuación judicial tiene
una relación directa con el contenido constitucionalmente protegido del derecho a la tutela ju-
dicial efectiva, en la medida que este tiene como contenido el derecho al cumplimiento de una
resolución con el carácter de cosa juzgada. La tutela jurisdiccional efectiva tiene en el derecho
al cumplimiento de una resolución judicial con el carácter de cosa juzgada un contenido de suma
importancia e indesligablemente vinculado con el requisito de efectividad de la tutela judicial y el
principio constitucional de cosa juzgada. Es desde esta perspectiva que el artículo 4 del Código
Procesal Constitucional ha contemplado la procedencia del amparo contra resoluciones judiciales
a efectos de proteger el derecho “a la actuación adecuada y temporalmente oportuna de las reso-
luciones judiciales”. En tal sentido, se concluye que la demanda ha sido indebidamente declarada
improcedente de manera liminar, debiendo en consecuencia ordenarse la admisión de la misma a
trámite. (RTC Exp. Nº 00661-2007-AA/TC, P, f.j. 5)
475
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
476
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
sino en beneficio personal o corporativo de ellos. La ausencia, pues, de una mínima actividad en
el proceso ordinario donde se dictó la resolución que ahora se cuestiona, impide que este Tribunal
pueda advertir la lesión de los derechos que se alega. (RTC Exp. Nº 00220-2004-AA/TC, S, f .j. 4)
£287 Procedencia del proceso de amparo contra resoluciones judiciales. Objeto del
proceso de amparo contra amparo
Constituirá objeto del “amparo contra amparo”: a) La resolución estimatoria ilegítima de se-
gundo grado, emitida por el Poder Judicial en el trámite de un proceso de amparo donde se haya
477
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£289 Procedencia del proceso de amparo contra resoluciones judiciales. Sujetos le-
gitimados para interponer el proceso de amparo contra amparo
Las personas legitimadas para interponer una demanda de “amparo contra amparo” son las
siguientes: a) Frente a la resolución estimatoria ilegítima de segundo grado, emitida por el Poder
Judicial en el trámite de un proceso de amparo, donde se haya producido la violación del con-
tenido constitucionalmente protegido de los derechos fundamentales, o se haya desconocido
la doctrina jurisprudencial de este Colegiado, desnaturalizando la decisión sobre el fondo,
convirtiéndola en inconstitucional; podrán interponer una demanda de “amparo contra ampa-
ro” los directamente afectados, siempre que tal afectación haya sido debidamente denunciada
al interior del primer proceso de amparo y no haya sido respondida por el órgano judicial o
lo haya sido de forma insuficiente. También están legitimados los terceros afectados por lo
resuelto en el primer amparo que no hayan sido emplazados o no se les haya permitido ejer-
cer su derecho de defensa al interior del primer amparo. b) Frente a la resolución denegatoria
de segundo grado, emitida por el Poder Judicial en el trámite de un proceso de amparo, cuando
esta haya quedado firme en el ámbito del Poder Judicial, y cuando en su trámite se haya violado,
de modo manifiesto, el contenido constitucionalmente protegido de los derechos fundamentales,
podrá interponer una demanda de “amparo contra amparo” el tercero legitimado que, pese a haber
solicitado su intervención en el primer amparo, no haya sido admitido o, teniendo la calidad de
litisconsorte necesario, no haya sido notificado con la demanda. Asimismo lo podrá interponer el
interesado que, por razones probadas, se hubiera encontrado imposibilitado de presentar el recurso
de agravio constitucional oportunamente. En estos supuestos, será indispensable que, en el primer
proceso de amparo, no exista pronunciamiento del Tribunal Constitucional a través del recurso de
agravio constitucional, sin importar quién lo haya interpuesto. Finalmente, conforme a lo señalado
supra, solo se ha de admitir por una única vez, sea que lo plantee el agraviado directamente o
terceros. (STC Exp. N° 4853-2004-PA/TC, P, f. j. 39, PV)
478
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£290 Procedencia del proceso de amparo contra resoluciones judiciales. Juez com-
petente para conocer el proceso de amparo contra amparo
A efectos de obtener un pronunciamiento de conformidad con el valor superior justicia y con
el derecho fundamental a un juez imparcial [en el caso de un proceso de amparo contra amparo],
el juez de primer y segundo grado no deberá haber conocido la primera demanda de amparo. (STC
Exp. N° 4853-2004-PA/TC, P, f. j. 39, PV)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
480
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
del derecho al debido proceso y a la tutela jurisdiccional. Esto es, cabe incoarse el hábeas corpus
contra resoluciones judiciales emanadas de un “procedimiento irregular”, lo que se produce cada
vez que en un proceso jurisdiccional se expidan actos que violen el derecho al debido proceso. En
ese sentido, dado que en el presente caso se ha alegado la violación de diversos contenidos del de-
recho al debido proceso, como son los derechos de defensa y a la motivación de las resoluciones
judiciales, corresponde ingresar a evaluar el fondo de la controversia. (STC Exp. N° 1230-2002-
HC/TC, P, ff. jj. 6 y 9)
481
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
482
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
483
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
este caso de hábeas corpus) de los derechos a la tutela procesal efectiva y, concurrentemente, a la
libertad individual, conforme lo establece el artículo 4 del Código Procesal Constitucional para el
caso de los hábeas corpus contra resoluciones judiciales emanadas de procesos ordinarios. Queda
claro, por lo demás, que esa, y no otra, sería la situación en la que podría legitimarse el régimen
aquí enunciado, amén de asumirse con un carácter residual y necesariamente restrictivo. (STC
Exp. N° 3491-2005-PHC/TC, S, ff. jj. 4, 5 y 6)
484
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
485
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
486
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
asunto, con el propósito de determinar si el acto reclamado incide, o no, sobre el contenido consti-
tucionalmente protegido del derecho invocado. (STC Exp. N° 3450-2004-AA/TC, S2, f. j. 2)
487
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
contenido directamente protegido por un derecho fundamental y aquello que carece de relevancia
constitucional directa no es una tarea sencilla, los criterios de interpretación que sirvan a tal co-
metido deberán encontrarse inspirados, en última instancia, en el principio-derecho de dignidad
humana, pues, como ha señalado Ingo Von Münch, si bien resulta sumamente difícil determinar
de modo satisfactorio qué es la dignidad humana, “manifiestamente sí es posible fijar cuándo se la
está vulnerando” (…). (STC Exp. N° 01417-2005-AA/TC, P, f. j. 27)
Estructura del análisis de constitucionalidad del acto reclamado. El Tribunal debe juzgar si
el acto que se reclama constituye una intervención injustificada en el ámbito constitucionalmen-
te protegido del derecho (…). Tal control de constitucionalidad presupone un análisis del caso
a partir de una serie de fases. Estas fases, independientemente del derecho que se alegue, son
las siguientes: a/. Determinación del ámbito normativo del derecho fundamental (…) Se trata, en
esta primera fase, de que el Tribunal indague sobre las posiciones iusfundamentales prima facie
garantizadas por el derecho. Ello presupone dar respuesta a las interrogantes sobre quién es el su-
jeto activo o titular del derecho; quién o quiénes son sus sujetos pasivos o los obligados; y cuáles
son las posiciones iusfundamentales protegidas prima facie por el Derecho. b/. La segunda fase
consiste en verificar si los actos que se representan como lesivos suponen una intervención en el
ámbito normativo del derecho fundamental. De una intervención en el ámbito normativo de un
derecho fundamental se habla cuando el acto reclamado en el amparo supone una injerencia en las
potestades prima facie garantizadas por el derecho. La relevancia de esta fase del análisis radica
en lo siguiente: (i) Si el Tribunal constata que el acto (o los actos) cuestionado(s) no constituye(n)
una injerencia en el ámbito del derecho prima facie protegido, el análisis concluye que no se trata
de una controversia que atañe al contenido constitucionalmente protegido del derecho en cuestión
(artículos 5.1 y 38 del Código Procesal Constitucional). (ii) Si el Tribunal constata que se ha pro-
ducido una intervención en el ámbito normativo prima facie garantizado por el derecho, se pasa
a la tercera fase. c/. La última fase de este test de control de constitucionalidad consiste en deter-
minar si la intervención en el ámbito normativo del derecho fundamental se encuentra justifica-
da, tanto desde una perspectiva formal como material. Dado que los derechos fundamentales, por
regla general, no tienen la condición de derechos absolutos, una intervención en el ámbito prima
facie garantizado por el derecho no puede considerarse como sinónimo de violación del mismo.
Tal situación jurídico-constitucional solo se producirá si, en relación con el específico derecho
fundamental de que se trate, el Tribunal observa que no se han respetado las diversas exigencias
que la Constitución establece como criterios de justificación para su intervención (v.g. principio
de legalidad o reserva de ley; reserva de jurisdicción; irretroactividad de la ley; principio de pro-
porcionalidad, etc.). (STC Exp. N° 00665-2007-AA/TC, P, f. j. 5)
488
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£320 Residualidad de los procesos constitucionales. Urgencia como criterio para de-
terminar la vía igualmente satisfactoria
[L]a urgencia como aquella situación en la que por excepción el Tribunal Constitucional
puede ingresar a resolver el fondo en situaciones de necesidad, a pesar de que la demanda fue
rechazada liminarmente, cuando por ejemplo razones de edad avanzada o enfermedad grave acon-
sejen un pronunciamiento de fondo inmediato. En estos casos la vida, la integridad física y la dig-
nidad de la persona pueden estar por encima del derecho de defensa del demandado. (STC Exp.
Nº 00479-2007-PA/TC, S, f. j. 3)
[S]i bien de conformidad con lo dispuesto por el artículo 5, inciso 2, la demanda de amparo
no procede cuando existan vías específicas igualmente satisfactorias, ello no implica que toda pre-
tensión planteada en el proceso de amparo resulta improcedente, siempre que haya a disposición
del justiciable una vía ordinaria a la que acudir. Desde una perspectiva general, bien sabido es que
para la protección de derechos constitucionales, las vías ordinarias siempre han de proveer vías
procesales tuitivas, de modo que una aplicación general de tal causal de improcedencia terminaría
por excluir toda posibilidad de tutela a través del proceso constitucional de amparo. Sin embargo,
tal no es una interpretación constitucionalmente adecuada de la citada disposición, en especial
si se tiene que ha de interpretársela desde el sentido que le irradia el artículo 200, inciso 2 de la
Constitución y, además, desde la naturaleza del proceso de amparo, en tanto vía de tutela urgen-
te. Desde tal perspectiva, en la interpretación de la referida disposición debe examinarse si, aun
cuando existan vías judiciales específicas igualmente satisfactorias, la resolución de la pretensión
planteada exige, en virtud de las circunstancias del caso, una tutela jurisdiccional urgentísima y
perentoria. (RTC Exp. Nº 00488-2007-AA/TC, S, f. j. 3)
En efecto, a propósito de la aplicación del artículo 5.2 del Código Procesal Constitucional
por las instancias precedentes, debe señalarse que en virtud de que el actor, a su avanzada edad,
ha visto denegado su derecho de acceso a una pensión de jubilación, no resulta coherente suponer
la existencia de una vía procedimental igualmente satisfactoria, pues siendo el proceso de amparo
expresión de la tutela de urgencia, resulta apropiado para proteger el derecho alegado en las cir-
cunstancias desfavorables en que se encuentra el demandante. (RTC Exp. Nº 00909-2006-PA/TC,
S, f. j. 2)
£322 Residualidad de los procesos constitucionales. Procedencia del amparo por ser
idóneo para la protección de derechos fundamentales
Aun cuando pueda existir otra vía procedimental (…), es la vía del amparo la satisfactoria,
no habiéndose tenido en cuenta que de autos fluye la supuesta vulneración de los derechos funda-
mentales al debido proceso, de defensa y de asociación, respecto de los cuales este Colegiado ha
establecido que tienen eficacia directa en las relaciones inter privatos y, por tanto, ante la posibili-
dad de que estos resulten vulnerados, el afectado puede promover su reclamación a través de cual-
quiera de los procesos constitucionales de la libertad. En consecuencia, es finalidad del proceso de
amparo (…) determinar si al decidirse la expulsión del actor (lo que es lo mismo, desafiliación en
el caso concreto) se ha respetado el debido proceso, y por ende, verificar si se vulneró el invocado
derecho de asociación, que es lo que precisamente alega el demandante ha ocurrido. (STC Exp.
Nº 03574-2007-AA/TC, P, f. j. 12)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
[P]ese a existir una vía procesal donde puede discutirse un tema como el planteado en el pro-
ceso de cumplimiento, no se ha expuesto ningún argumento tratando de demostrar que, en las
circunstancias particulares del caso, el proceso contencioso-administrativo no sería una vía igual-
mente satisfactoria. (STC Exp. Nº 01659-2006-PC/TC, P, f. j. 5)
493
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
(art. 452 del Código Procesal Civil). (…) [E]n el presente caso existe identidad subjetiva y objeti-
va entre el presente proceso constitucional y el proceso laboral ordinario (…). Existe coincidencia
entre las partes del proceso de amparo y el proceso laboral ordinario, los procesos comparten el
mismo petitorio y el mismo título y también el mismo interés procesal. Significa entonces que
ambos procesos tienen el mismo objeto: la reposición del trabajador en el puesto de trabajo. (RTC
Exp. Nº 04828-2007-AA/TC, S, ff. jj. 3 y 5)
[E]s improcedente la demanda cuando el afectado ha acudido previamente a otro proceso
judicial “para pedir tutela respecto a su derecho constitucional”. En el caso [del proceso civil
de nulidad de laudo arbitral], la pretensión planteada en el proceso ordinario se sustenta en la
infracción del principio de congruencia; ahora bien, tal elemento es un componente del dere-
cho al debido proceso, derecho cuya lesión también es alegada en la demanda de amparo. Lo
relevante aquí es que la lesión de cualquiera de los elementos de la causa petendi de ambas
demandas conducen al mismo resultado: la nulidad del laudo arbitral. (…) En este caso debe
atenderse necesariamente a la idéntica pretensión de una y otra demanda, pues lo contrario
conduciría a posibilitar, so pretexto de la diferente causa petendi, procesos “paralelos” con
el mismo fin y pronunciamientos judiciales eventualmente contradictorios, esto es, el del proceso
ordinario y el del proceso de amparo. A fin de evitar ello, es constitucionalmente más razonable
que una vez planteada una pretensión en la vía judicial, esta deba ser concluida y solo después
plantearse una demanda de amparo contra la resolución judicial proveniente de dicho proceso.
(RTC Exp. Nº 08583-2006-AA/TC, S, f. j. 4)
[E]xiste identidad subjetiva y objetiva entre el presente proceso y el proceso de interdicto de
retener. Ambos procesos se celebran entre las mismas partes y en ambos se ha planteado la misma
pretensión. Cierto es que en el caso del interdicto de retener la causa petendi es el derecho de po-
sesión y en el presente proceso de amparo los derechos a la vida, a la salud y al medio ambiente,
ello no obstante, en ambos casos la pretensión es la reposición del servicio de agua al inmueble de
la recurrente. En suma, ambos procesos tienen el mismo objeto. (RTC Exp. Nº 03266-2006-PA/
TC, S, f. j. 4)
[N]o es correcto lo que afirma el demandante en su recurso de apelación a la resolución de
primera instancia (…) en el cual sostiene que resulta viable iniciar paralelamente un proceso de
amparo y un proceso de impugnación de acto administrativo, argumentando que en el primero se
defienden sus derechos constitucionales, mientras que en el segundo se persigue el reconocimien-
to de sus derechos legales. Tal posibilidad resulta a todas luces inviable, pues en ambos procesos
lo que se pretende es la reposición en el puesto de trabajo, de modo tal que de esa forma no se
está respetando la naturaleza extraordinaria del proceso de amparo (…). (RTC Exp. Nº 01633-
2007-PA/TC, P, f. j. 4)
496
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
Juzgado Contencioso Administrativo de Lima. Vale decir, que no fue admitida a trámite y, por
ende, no hubo un pronunciamiento sobre el fondo de la controversia, de tal manera que no se ha
configurado la causal de improcedencia denominada vía paralela, no obrando en autos medio pro-
batorio alguno que pruebe lo contrario. (STC Exp. Nº 01741-2005-PA/TC, S, f. j. 2)
“[S]i bien la recurrente acudió a un proceso ordinario planteando una pretensión análoga, no
idéntica, a la que plantea en el [proceso de amparo], la misma no obtuvo un pronunciamiento
sobre el fondo, sino que ni siquiera fue tramitada, pues fue rechazada liminarmente. Esto significa
procesalmente que en dicho proceso ni siquiera tuvo lugar la etapa postulatoria y, por ello, cierta-
mente, tampoco la etapa decisoria; por tanto, no se configura la causal de improcedencia referida
a la vía paralela”. (RTC Exp. Nº 07631-2006-AA/TC, S, f. j. 5)
498
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
perspectiva, es evidente que se ha configurado la vía paralela que señala que el inciso 3 del artícu-
lo 5 del Código Procesal Constitucional. (RTC Exp. Nº 03953-2006-PA/TC, S, f. j. 4)
499
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
500
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
Cabe preguntarse entonces, si las normas tributarias cuestionadas (…) son normas autoapli-
cativas. En la STC 1311-2000-AA/TC cuando se cuestionó la conformidad con el principio de
legalidad, del Decreto Supremo Nº 158-99-EF, señalamos que “(...) si bien parece que el acto lesi-
vo no se había producido al interponerse la demanda, pues no constaba en autos prueba de que el
impuesto había sido aplicado o cobrado al accionante, es opinión de este Tribunal que el hecho de
que el Decreto Supremo Nº 158-99-EF no requiera de acto posterior alguno para su obligatorie-
dad, lo cual hace un dispositivo legal de eficacia inmediata, imperativo frente a los sujetos pasivos
del impuesto, por lo que no puede negarse su naturaleza autoaplicativa o de acto aplicatorio, es
decir, con mayor certeza de ocurrencia que la amenaza de violación del derecho (...) y por ende,
procedía esta acción de amparo, aun cuando en la prática no se hubiera realizado todavía el acto
de aplicación por cobranza del impuesto(...)”. (…) Este criterio es, de igual manera, aplicable al
caso de autos. En efecto, estas normas tributarias son del tipo autoaplicativas, pues en la medida
que el demandante sea sujeto pasivo del tributo y se configure en su caso el hecho imponible de
la norma, la misma ya le es exigible, es decir, ya se encuentra obligado al pago sin esperar que la
administración desemboque su actuación administrativa para ejercer la cobranza de la deuda. Este
será un caso de excepción para a la regla del agotamiento de la vía previa. (RTC Exp. N° 02302-
2003-AA/TC, P, ff. jj. 7-9)
502
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
Respecto de la primera pretensión (que la demandada cumpla con expedir el Decreto Supremo
reglamentario a que se refiere el artículo 2 del Decreto Ley 26009) ha operado la sustracción de
la materia en tanto el beneficio tributario ha sido derogado por el precitado Decreto Legislativo
775, y resultaría ocioso ordenar reglamentar un beneficio que ya no existe, configurándose la irre-
parabilidad en el daño que establece el inciso 5 del artículo 5 del Código Procesal Constitucional.
Se incumpliría además, uno de los requisitos obligatorios e ineludibles de todo proceso de cum-
plimiento, es decir, que el mandato esté vigente. Por ello, este extremo debe desestimarse. (STC
Exp. Nº 03861-2005-AC/TC, S, f. j. 5)
505
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
los derechos fundamentales de orden procesal a los que se refiere el artículo 4 del mismo Código
Procesal Constitucional. (RTC Exp. Nº 2727-2004-HC/TC, S, ff. jj. 4 y 5)
Respecto de la posibilidad de cuestionar una decisión judicial producida en un anterior pro-
ceso constitucional, el artículo 5, inciso 6) del Código Procesal Constitucional ha establecido, en
principio, que ello ya no sería posible, al precisar que no proceden los procesos constituciona-
les cuando se cuestione “(...) una resolución firme recaída en otro proceso constitucional (...)”.
No obstante, este Tribunal ya ha definido su posición al respecto al establecer que la posibilidad
del “amparo contra amparo” tiene fuente constitucional directa en el segundo párrafo del inciso
2 del artículo 200 de la propia Constitución, donde se establece que el Amparo, (...) No proce-
de contra normas legales ni contra resoluciones judiciales emanadas de procedimiento regular”.
En consecuencia, hemos sostenido que no es a nivel legal donde debe definirse la limitación del
“amparo contra amparo” como opción legislativa, sino, en todo caso, ello requeriría de una refor-
ma de la propia Constitución. En tal sentido hemos interpretado que “cuando el Código Procesal
Constitucional se refiere en su artículo 5, inciso 6), a la improcedencia de un proceso constitucio-
nal que cuestiona una resolución judicial firme recaída en otro proceso constitucional, esta dispo-
sición restrictiva debe entenderse referida a procesos donde se han respetado de modo escrupuloso
el debido proceso y la tutela procesal efectiva en sus distintas manifestaciones, conforme al artí-
culo 4 del mismo Código Procesal Constitucional (...)”. (RTC Exp. Nº 03757-2004-AA/TC, P, ff.
jj. 1-3)
En el presente caso, si bien la entidad demandante alega violación del debido proceso en el
trámite judicial del amparo en el que ha sido vencida, tal como se aprecia del escrito de demanda,
los argumentos en los que pretende sustentar dicha afectación, hacen referencia a las cuestiones
de fondo que fueron materia de evaluación en el primer amparo (…) En tal sentido, para este
Colegiado es claro que el órgano judicial emplazado ha actuado en el marco de sus competencias
en defensa de los derechos que estaban siendo conculcados por la entidad estatal, ahora deman-
dante, por lo que resultaría un despropósito que ahora se revierta tal decisión que ha resultado
eficaz para la tutela de los derechos del trabajador. (…) En consecuencia, antes de interponer un
nuevo proceso de amparo con evidente ánimo de dilatar el cumplimiento de una sentencia consti-
tucional, lo que corresponde a la entidad demandante en este proceso es dar pleno cumplimiento
a lo resuelto por las instancias judiciales en el proceso de amparo en cuestión (…). (RTC Exp.
Nº 10330-2006-AA/TC, P, fs. js. 4 y 5)
Nos encontramos ante el supuesto de lo que comúnmente se denomina “amparo contra ampa-
ro”. Al respecto, este Tribunal ha sostenido en anteriores ocasiones que resulta posible interponer
un amparo contra otro amparo, entre otras razones, cuando en el primer amparo se hayan lesiona-
do “aspectos estrictamente formales del debido proceso, excluyendo toda posibilidad de análisis
sobre el fondo controvertido en el proceso constitucional cuestionado” y “solo (...) cuando se trate
de resoluciones emitidas en procesos constitucionales provenientes del Poder Judicial y no del
Tribunal Constitucional”. En el presente caso, si bien el recurrente aduce que se ha vulnerado su
derecho de defensa, su demanda tiene por objeto que se declare la nulidad de la sentencia emitida
por este Tribunal (…), así como de la resolución (…), que declaró “sin lugar” la solicitud de aclara-
ción interpuesta contra la citada sentencia (…). (RTC Exp. Nº 07504-2005-AA/TC, P, fs. js. 3 y 4)
El caso se configura como un “amparo contra amparo”, cuya eventualidad está prevista de
manera taxativa como causal de improcedencia liminar en el inciso 6 del artículo 5 del Código
Procesal Constitucional. No obstante, al haberse interpuesto la demanda durante la vigencia de la
legislación anterior, la resolución del caso será teniendo en cuenta las reglas vigentes a esa fecha a
efectos de no vulnerar el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva del recurrente. (…) Que si bien
este Tribunal admitió con la legislación anterior la procedencia del “amparo contra amparo” en
virtud del artículo 6, inciso 2, a contrario sensu, de la Ley N° 23506, también lo es que la jurispru-
dencia de este Supremo Tribunal fue bastante estricta en su aceptación, estableciéndose algunos
parámetros para su admisión, toda vez que se trataba del cuestionamiento de una decisión judicial
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* Nota del editor: por disposición del punto resolutivo número 1 del fallo de la STC Exp. Nº 0007-
2007-PI/TC, publicada el 22/06/2007, se declara inconstitucional el artículo único de la Ley Nº 28642,
publicada el 08/12/2005, que modificó el presente numeral, con lo cual se determinó la procedencia de
los procesos constitucionales contra las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones por violación
de derechos fundamentales.
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seguridad jurídica que debe informar a todo proceso electoral, “sacrifica” los derechos fundamen-
tales, ya que los despoja de toda garantía jurisdiccional de protección.
La interpretación aislada de los artículos constitucionales bajo análisis resulta manifiestamen-
te contraria al principio de fuerza normativa de la Constitución y al de corrección funcional, ya
que desconoce, por un lado, el carácter jurídico-vinculante de la Constitución y, por otro, la fun-
ción de contralor de la constitucionalidad conferida al Tribunal Constitucional (artículo 201 de
la Constitución). En efecto, dicha interpretación confunde la autonomía que ha sido reconocida
constitucionalmente al JNE (artículo 177 de la Constitución) con autarquía, pues pretende que sus
resoluciones no sean objeto de control constitucional en aquellos casos en los que resulten con-
trarias a los principios y derechos fundamentales reconocidos en la Carta Fundamental. Lo que
equivaldría a sostener que para el JNE, tales principios y derechos no resultan vinculantes.
Es preciso tener presente que, de conformidad con el principio de corrección funcional, el
JNE, bajo las responsabilidades de ley, se encuentra impedido constitucionalmente de descono-
cer las decisiones vinculantes que los otros órganos constitucionales expiden en el ejercicio de
sus funciones constitucionalmente previstas. Así, por ejemplo, el JNE se encuentra impedido de
desconocer una resolución adoptada por el Congreso de la República que inhabilita a una persona
para el ejercicio de la función pública, de conformidad con el artículo 100 de la Constitución;
máxime si la validez constitucional de dicha resolución ha sido plenamente confirmada a través
de una sentencia del Tribunal Constitución, supremo intérprete de la Constitución (artículo 201 de
la Constitución y artículo 1 de la LOTC).
Al referir que las resoluciones del JNE en materia electoral se dictan en última instancia y no
pueden ser objeto de control constitucional en sede jurisdiccional, los artículos 142 y 181 de la
Constitución, tienen por propósito garantizar que ningún otro órgano del Estado se arrogue la ad-
ministración de justicia sobre los asuntos electorales, pues en esta materia técnico-jurídica, el JNE
es, en efecto, instancia definitiva. Así lo ordena la Constitución y bajo el principio de corrección
funcional ese fuero debe ser plenamente respetado por todo poder constituido, incluyendo, desde
luego, a este Tribunal.
Asunto distinto se presenta cuando el JNE ejerce funciones excediendo el marco normativo
que la Constitución le impone. Ello tendría lugar, claro está, si se expide una resolución contraria
a los derechos fundamentales. En tales supuestos, el criterio del JNE escapa a los asuntos técnico-
jurídicos de carácter estrictamente electoral, siendo de inmediata aplicación el inciso 2) del ar-
tículo 200 de la Constitución que dispone que el proceso de amparo “procede contra el hecho
u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los
(...) derechos reconocidos por la Constitución”. En otras palabras, en tales casos, la jurisdicción
constitucional se torna inmediatamente en el fuero competente para dirimir la litis circunscrita a si
existió o no violación de la Carta Fundamental. Sin que pueda caber aquí, desde luego, una subro-
gación en las funciones reservadas constitucionalmente al JNE. (…)
[N]o se trata de una superposición de funciones, sino de delimitar clara y correctamente las
competencias que la Constitución ha conferido a cada uno de los órganos constitucionales (princi-
pio de corrección funcional). (…)
No existe, pues, justificación constitucional alguna para que el JNE se encuentre relevado
de dicho control; es decir, cuando no respete los derechos fundamentales en el marco del debido
proceso y la tutela jurisdiccional efectiva. (…)
En tal sentido, sin perjuicio de lo que luego se sostendrá, llegado a este punto, el Tribunal
Constitucional se encuentra en condiciones de afirmar que toda interpretación de los artículos 142 y
181 de la Constitución que realice un poder público, en el sentido de considerar que una resolución
del JNE que afecta derechos fundamentales, se encuentra exenta de control constitucional a través
del proceso constitucional de amparo, es una interpretación inconstitucional. Consecuentemente,
513
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
toda vez que el JNE emita una resolución que vulnere los derechos fundamentales, la demanda de
amparo planteada en su contra resultará plenamente procedente.
En aplicación del artículo VII del Título Preliminar del CPConst., este criterio normativo
constituye precedente vinculante para todos los poderes públicos. (STC Exp. Nº 5854-2005-PA/
TC, P, ff. jj. 13, 16-21 y 35, PV)
Este Tribunal, (…) debe enfatizar, (…) que no cabe invocar la existencia de campos de in-
vulnerabilidad absoluta al control constitucional, so pretexto de que la Constitución confiere una
suerte de protección especial a determinadas resoluciones emitidas por parte de determinados or-
ganismos electorales. En efecto, aun cuando de los artículos 142 y 181 de la Norma Fundamental,
se desprende que en materia electoral no cabe revisión judicial de las resoluciones emitidas por el
Jurado Nacional de Elecciones, y que tal organismo representa la última instancia en tal asunto,
dicho criterio solo puede considerarse como válido en tanto y en cuanto se trate de funciones
ejercidas en forma debida o, lo que es lo mismo, compatibles con el cuadro de valores materia-
les reconocido por la misma Constitución. Como es evidente, si la función electoral se ejerce de
una forma que resulte intolerable para la vigencia de los derechos fundamentales o quebrante los
principios esenciales que informan el ordenamiento constitucional, no solo resulta legítimo sino
plenamente necesario el control constitucional, especialmente cuando este resulta viable en meca-
nismos como el amparo.
En un contexto como el anteriormente descrito queda absolutamente claro que, cuando reso-
luciones como las emitidas en sede judicial, pretenden apoyarse en un criterio consistente en una
ausencia de mecanismos de control o fiscalización jurisdiccional, se incurre en una lectura no solo
sesgada sino unilateral de la Constitución, porque se pretende adscribir los organismos electorales
a una concepción de autarquía funcional opuesta a la finalidad de respeto a la persona que, desde
una perspectiva integral, postula la misma Norma Fundamental. Como ya se ha enfatizando en
otro momento, no pueden admitirse como razonables o coherentes interpretaciones tendientes a
convalidar ejercicios irregulares o arbitrarios de las funciones conferidas a los órganos públicos,
puesto que un Estado solo puede predicarse como de Derecho cuando los poderes constituidos no
solo se desenvuelvan con autonomía en el ejercicio de sus competencias, sino que, sobre todo,
respeten plenamente y en toda circunstancia los límites y restricciones funcionales que la misma
Carta establece, sea reconociendo derechos elementales, sea observando los principios esenciales
que, desde el Texto Fundamental, informan la totalidad del ordenamiento jurídico. (STC Exp.
Nº 2366-2003-AA/TC, S1, ff. jj. 4 y 5)
514
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£367 Contra resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Criterios a con-
siderar por los órganos judiciales ante el cuestionamiento de resoluciones del
JNE
[E]ste Tribunal, en su calidad de supremo intérprete de la Constitución, (…) establece que
(…)
b) En atención a la seguridad jurídica que debe rodear todo proceso electoral y a las especia-
les funciones conferidas a los órganos del sistema electoral en su conjunto (JNE, ONPE,
RENIEC —artículos 178, 182 y 183 de la Constitución—), en ningún caso la interposición de
una demanda de amparo contra el Jurado Nacional de Elecciones suspende el calendario elec-
toral, el cual sigue su curso inexorable. Toda afectación de los derechos fundamentales en la
que incurra el Jurado Nacional de Elecciones, devendrá en irreparable cada vez que precluya
cada una de las etapas del proceso electoral o que la voluntad popular, a la que hace alusión
el artículo 176 de la Constitución, haya sido manifestada en las urnas. En dichos supuestos
el proceso de amparo solo tendrá por objeto determinar las responsabilidades a que hubiera
lugar, de conformidad con el artículo 1 del Código Procesal Constitucional.
515
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
c) Este Colegiado considera, sin embargo, que es preciso incrementar las garantías que asegu-
ren la celeridad y seguridad jurídica que deben caracterizar a todo proceso electoral, sin que
con ello se afecte el plausible control constitucional de una resolución del Jurado Nacional
de Elecciones en materia electoral que contravenga derechos fundamentales. Debe recordarse
que con el mismo énfasis con el que la Corte Interamericana ha señalado que todo órgano
supremo electoral, “debe estar sujeto a algún control jurisdiccional que permita determinar si
sus actos han sido adoptados al amparo de los derechos y garantías mínimas previstos en la
Convención Americana, así como los establecidos en su propia legislación”, ha establecido
que “dicho recurso debe ser sencillo y rápido, tomando en cuenta las particularidades del pro-
cedimiento electoral.
d) Resulta evidente que esta previsión de la Corte Interamericana, no solo apunta a que no corra
riesgo el cronograma electoral, sino también a evitar en lo posible que las eventuales afec-
taciones a los derechos fundamentales en las que incurran los órganos encargados de admi-
nistrar justicia electoral no se tornen irreparables. (STC Exp. Nº 0007-2007-PI/TC, P, punto
resolutivo Nº 2)
[L]a seguridad jurídica –que ha sido reconocida por este Tribunal como un principio implíci-
tamente contenido en la Constitución http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2005/05854-2005-AA.
html - _ftn23–, es pilar fundamental de todo proceso electoral. En efecto, siendo que los procesos
electorales ostentan plazos perentorios y preclusivos, y que una de las garantías para la estabilidad
democrática es el conocimiento exacto y oportuno del resultado de la voluntad popular manifesta-
da en las urnas (artículo 176 de la Constitución), no es factible que, so pretexto del establecimien-
to de garantías jurisdiccionales de los derechos fundamentales, se culmine por negar la seguridad
jurídica del proceso electoral, y con ella, la estabilidad y el equilibrio del sistema constitucional
en su conjunto (principio de interpretación constitucional de concordancia práctica). (STC Exp.
Nº 5854-2005-PA/TC, P, f. j. 38)
516
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
517
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
518
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
519
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
Constitucional todo juez es, en principio, juez para la tutela de los derechos fundamentales. (RTC
Exp. Nº 05938-2007-AA/TC, P, ff. jj. 12 y 14)
£374 Plazo para interponer la demanda. Inicio del cómputo del plazo prescriptorio
[E]l artículo 5, inciso 10, y el artículo 44 del Código Procesal Constitucional establecen ex-
presamente que el ejercicio de la acción de amparo se realiza hasta los 60 días hábiles de pro-
ducida la afectación, y que, para el cómputo de la prescripción debe tomarse en cuenta la fecha
en que se produjeron los hechos que supuestamente vulneraron los derechos constitucionales del
demandante. (RTC Exp. Nº 02375-2005-AA/TC, P, f. j. 3)
Es irrazonable alegar la caducidad en los procesos de amparo cuando el accionante se en-
cuentra impedido de ejercer su derecho de acción en virtud del mandato expreso de una norma
legal, ya que mientras esta surta efectos la inexistencia de un recurso idóneo no puede implicar la
convalidación de un acto atentatorio de sus derechos fundamentales. En todo caso, dicho plazo se
computará desde la remoción del impedimento, lo cual, hasta la fecha, no ha ocurrido, más aún si
en su oportunidad los efectos de la citada norma permitieron la vulneración de derechos funda-
mentales. (STC Exp. Nº 07973-2006-AA/TC, S, f. j. 7)
[E]n el caso materia de análisis, el presunto acto lesivo que constituiría una afectación a los
derechos fundamentales al trabajo, al debido proceso, a la presunción de inocencia, y a no ser
sancionado dos veces por un mismo hecho, invocados por el recurrente, se habría dado con fecha
10 de diciembre de 1998. Y, con fecha 27 de mayo de 2005, fue emitida la Resolución Directoral
N° 4377-98-DGPNP/DIPER, acto administrativo que dio por agotada la vía administrativa y que
fuera notificado al recurrente el 27 de julio de 2005, según obra en la constancia de notificación de
fojas 10. (…) [P]or lo expuesto, se advierte que el demandante interpuso la demanda de [amparo]
fuera del plazo de 60 días hábiles contabilizados desde la comisión del presunto acto lesivo, e in-
cluso desde que tomara conocimiento del mismo, razón por la cual la demanda debe desestimarse.
(RTC Exp. Nº 01334-2007-PA/TC, S, ff. jj. 3 y 4)
[S]i la persona afectada con el acto lesivo no hubiese tenido conocimiento de este, el cómputo
del plazo habría de contabilizarse a partir de la “remoción del impedimento”. Ahora bien, en los
supuestos donde el afectado desconoce de la existencia del acto lesivo debido a la omisión de una
notificación válida del mismo, debe entenderse que la “remoción del impedimento” se produce en
el momento en que el afectado toma conocimiento de dicho acto. (…) En el presente caso, (…) el
recurrente no fue notificado válidamente ni la demandada efectuó las diligencias idóneas al efecto
de que pueda tomar conocimiento de la existencia del procedimiento disciplinario en su contra.
En tal sentido, el recurrente no tuvo conocimiento de la existencia de este, por lo que el plazo
para interponer la demanda debe contarse a partir del momento en que él toma conocimiento de
la existencia de dicho procedimiento. Tal evento tiene lugar, según afirma el recurrente, al tomar
conocimiento por un tercero de la sanción en su contra, momento en el que inmediatamente, sos-
tiene, inicia el cuestionamiento del acto lesivo. (STC Exp. Nº 02728-2007-PA/TC, S, ff. jj. 3 y 4)
520
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
suspende por “falta de funcionamiento del Poder Judicial”. Es menester indicar que, aun cuando
existiera alguna duda acerca de la condición de los días de huelga judicial –sobre su carácter hábil
o inhábil–, este Tribunal tendría que utilizar la interpretación que mejor favoreciera a la protec-
ción de los derechos constitucionales. Esta opción responde al principio pro homine, según el cual
corresponde interpretar una regla concerniente a un derecho humano “del modo más favorable
para la persona, es decir, para el destinatario de la protección” (SAGUÉS, Néstor Pedro. La in-
terpretación de los derecho humanos en las jurisdicciones nacional e internacional. En: Derechos
Humanos y Constitución en Iberoamérica - Libro Homenaje a Germán J. Bidart Campos. Instituto
Iberoamericano de Derecho Constitucional (Sección Peruana), Primera Edición, abril de 2002,
Lima-Perú, p. 36). Evidentemente, en el supuesto de duda experimentado por la recurrida, que
se advierte de su recurso al ordenamiento laboral para resolver la cuestión, la interpretación que
mejor favorecería a los derechos protegidos por el amparo sería aquella que considera inhábiles
los días de huelga judicial, pues la interpretación contraria conllevaría una intensificación de la
exigencia temporal contenida en el artículo 37 de la Ley N° 23506. (…) Sin embargo, no solo en
el campo del derecho material, es decir, en el ámbito del derecho cuya tutela se solicita, se privi-
legia la protección de la situación jurídica reclamada por el sujeto requirente, sino que en el plano
propio del instrumento predispuesto para la tutela, es decir, del proceso constitucional a que da
lugar la acción de amparo, se configura también otro principio que refuerza la decisión de preferir
la continuación del proceso antes que su extinción, frente a una eventual duda de carácter inter-
pretativo. En efecto, se trata del principio favor actionis o pro actione, según el cual “se impone
a los juzgadores la exigencia de interpretar los requisitos y presupuestos procesales en el sentido
más favorable a la plena efectividad del derecho a obtener una resolución válida sobre el fondo”
(p.49), y donde se establece, a su vez, que “los requisitos formales –en el presente proceso, el cál-
culo del plazo para interponer la demanda– se interpreten y apliquen de modo flexible y atendien-
do a su finalidad y de que a su incumplimiento no se anuden consecuencias desproporcionadas
o excesivamente gravosas” (p. 51) (PICÓ I JUNOY, JOAN. Las garantías constitucionales del
proceso. Barcelona: Bosh. 1997, en las pp. citadas). Por esta razón, si bien el Tribunal considera
que los días transcurridos durante la huelga del Poder Judicial no deben ser incluidos en el cálculo
del plazo para la interposición de la demanda de amparo, en la hipótesis de una duda interpre-
tativa, puede igualmente ratificarse en dicho parecer, toda vez que, en virtud del principio pro
actione, la decisión igualmente debe dirigirse por la continuación del proceso y no por su extin-
ción. Téngase en cuenta, finalmente, que la alternativa opuesta supondría invertir el funcionamien-
to y el propósito de los procesos en general, y de los procesos constitucionales en particular, pues
implicaría convertir, erróneamente, una duda interpretativa respecto de las formalidades propias
del instrumento de tutela en un elemento determinante para permitir el acceso a la tutela constitu-
cional de los derechos, cuando, en realidad, es el instrumento procesal el que debe ser adecuado e
interpretado decididamente –siempre y cuando no se restrinjan los derechos constitucionales de la
contraparte– a fin de consolidar una tutela constitucional más eficaz, oportuna y plena. (STC Exp.
Nº 01049-2003-AA/TC, P, ff. jj. 3 y 4)
521
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
522
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
Que el recurrente interpuso demanda de amparo el 28 de diciembre de 2004 contra dos reso-
luciones judiciales de fechas 11 de junio y 8 de setiembre de 2004, siendo notificada esta última
el día 26 de octubre de 2004, es decir la demanda de amparo fue interpuesta cuando el Código
Procesal Constitucional y con él su artículo 44, estaba vigente (desde el 1 de diciembre de 2004).
(…) Que de ello se colige que: (a) La demanda fue interpuesta cuando estaba en plena vigen-
cia el Código Procesal Constitucional; y (b) Se trataba de un proceso contra una resolución judi-
cial. Así pues es de aplicación la teoría de los hechos cumplidos, pues el artículo 103 de nuestra
Constitución Política, señala “La ley desde su entrada en vigencia, se aplica a las consecuencias
de las relaciones y situaciones jurídicas existentes y no tiene fuerza ni efectos retroactivos; salvo,
en ambos supuestos, en materia penal cuando favorece al reo (...)”. Dicha regla relativa a la apli-
cación inmediata de la ley en materia de conflictos de normas en el tiempo fue elevada a rango
constitucional”. (RTC Exp. Nº 02982-2007-PA/TC, P, ff. jj. 4, 5 y 6)
[E]n el presente caso el Tribunal considera que la demanda ha sido interpuesta extemporá-
neamente, por lo que es de aplicación el artículo 5.10 del Código Procesal Constitucional, ya que
mediante la demanda de amparo, presentada con fecha 14 de noviembre de 2006, se pretende
cuestionar las resoluciones de fecha 25 de mayo de 2006 y 31 de julio de 2006, respectivamente.
(…) Que el Tribunal observa también que, pese a que dicha circunstancia fue el motivo para que
se desestimase la pretensión ante las instancias judiciales precedentes, la recurrente ha persistido
en no adjuntar la cédula de notificación [judicial], único medio hábil con el cual puede acreditar la
fecha en que le fueron realmente notificadas las resoluciones sobre las cuales se alega agravio. En
su lugar la recurrente solo ha argumentado que la Resolución (…) que ordena el cumplimiento de
lo ejecutoriado, no se notificó en aquella fecha sino mucho tiempo después, no siendo esta decla-
ración prueba suficiente para tener por establecido la fecha en que empieza a computarse el plazo
de prescripción. Por otra parte, en el recurso de agravio constitucional afirma que “se desconoce
la fecha de (…) notificación a la recurrente, no habiéndose establecido con precisión la fecha en
que empieza a computarse el plazo establecido en la ley” Con esta afirmación se corrobora que
la recurrente no ha podido acreditar que haya interpuesto la demanda de amparo dentro del plazo
establecido por Ley. (RTC Exp. Nº 03749-2007-PA/TC, P, ff. jj. 4 y 5)
523
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£380 Cosa juzgada. Efectos de la calidad de cosa juzgada de las sentencias del
Tribunal Constitucional
La calidad de cosa juzgada de una sentencia del Tribunal Constitucional no solo impide que
su fallo sea contradicho en sede administrativa o judicial, sino que prohíbe, además, que sus tér-
minos sean tergiversados o interpretados maliciosamente, bajo sanción de los funcionarios encar-
gados de cumplir o ejecutar la sentencia en sus propios términos. (STC Exp. Nº 0012-2005-PI/TC,
P, f. j. 32)
524
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
(*) Segundo párrafo derogado por el artículo 2 de la Ley N° 28946, publicada el 24/12/2006.
525
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£389 Responsabilidad del agresor. Tutela a través del recurso de agravio consti-
tucional
[E]ste Tribunal (...), estableció que permitir que cualquier persona acuda a este Colegiado
para solicitar la aplicación del artículo 8 del Código Procesal Constitucional no tiene relación
alguna con lo que se pretende con el recurso de agravio constitucional, puesto que solo es
pertinente la utilización de este con el fin de atacar una resolución que sea propiamente dene-
gatoria de protección de derechos fundamentales y en caso concreto de la libertad personal.
(RTC Exp. N° 0667-2006-PHC/TC, f. j. 2)
526
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
527
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
en el artículo 1 del Código, en el sentido de que la finalidad de todos los procesos de derechos
humanos es “(…) proteger los derechos constitucionales reponiendo las cosas al estado ante-
rior a la violación o amenaza de un derecho constitucional”. Partiendo de esta premisa, este
Tribunal tiene el deber inexcusable de realizar cualquier actuación probatoria que considere
necesario siempre que con ello no se afecte la duración del proceso. (STC Exp. Nº 3081-2007-
AA/TC, S, ff. jj. 3 y 4)
528
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
más exacta al mismo, lo cual puede motivar la necesidad de una eventual actuación probatoria
ante la urgencia o inminencia de una tutela jurisdiccional constitucional efectiva. (STC Exp. Nº
2876-2005-PHC/TC, S, f. j. 23)
529
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
Nota del editor: En relación con el artículo 11 del Código Procesal Constitucional, no se ha ubicado
pronunciamento alguno relevante.
Nota del editor: En relación con el artículo 12 del Código Procesal Constitucional, no se ha ubicado
pronunciamento alguno relevante.
530
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
531
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
responsabilidades y sanciones a que hubiere lugar, a tenor del artículo 13 del Código Procesal
Constitucional. (RTC Exp. N° 4327-2004-HC/TC, S, f. j. 6)
Es importante resaltar que este Colegiado, al advertir (..) que (…) el demandante solicitó la
adecuación de la pena (pretensión idéntica que la del presente proceso constitucional), cursó ofi-
cio (..) a la Presidencia de la Corte Superior de Justicia (…) con el objeto de que se le informe del
pronunciamiento respecto de dicha petición. Esta información, contraviniendo la tramitación pre-
ferente bajo responsabilidad establecida por el artículo 7 de la Ley N° 23506 en su oportunidad, y
prevista en el artículo 13 del Código Procesal Constitucional, recién fue remitida a este Tribunal
mediante Oficio (…) de fecha [tardía], pese a las múltiples reiteraciones hechas. (…). [E]s impor-
tante resaltar que durante la tramitación del presente no se observó la prioridad debida y la dili-
gencia especial que requieren los procesos constitucionales, situación descrita explícitamente en
el Fundamento 3, supra, de modo que procede hacer en tal sentido de conocimiento tal cuestión a
la Oficina del Control de la Magistratura, a fin de determinar las responsabilidades a que hubiere
lugar. (STC Exp. Nº 3057-2003-HC/TC, S, f. j. 3 y 16)
[S]e observa que la fecha de interposición de la demanda es incierta al estar resellada y con-
tradicha por la instrumental que le sigue. En todo caso se desprende que pasaron 9 días a la fecha
de su tramitación; hecho que no se condice con la tramitación preferente, bajo responsabilidad,
que dispone el artículo 13 del Código Procesal Constitucional. (STC Exp. Nº 04542-2005-HC/
TC, P, f. j. 7)
532
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
533
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
534
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£408 Medidas cautelares. Finalidad. Tutela cautelar como manifestación del dere-
cho a la tutela jurisdiccional efectiva
Dada su trascendencia en el aseguramiento provisional de los efectos de la decisión jurisdic-
cional definitiva, en la neutralización de los perjuicios irreparables que se podrían ocasionar por
la duración del proceso y, sobre todo, en hacer efectiva la tutela, el derecho a la tutela cautelar se
constituye en una manifestación implícita del derecho a la tutela jurisdiccional “efectiva” consa-
grado en el artículo 139. 3 de la Constitución. No existiría tutela jurisdiccional, ni Estado Social
y Democrático de Derecho, si una vez resuelto un caso por la autoridad judicial, resultase de im-
posible cumplimiento la decisión que esta adopte. La finalidad de la medida cautelar es, principal-
mente, garantizar la efectiva tutela de una pretensión principal que tiene apariencia de encontrarse
protegida por el Derecho (fumus boni iuris), mediante una medida idónea (adecuación), para evi-
tar el peligro que puede significar la demora en la tramitación del respectivo proceso (periculum
in mora) (artículo 15 del CPConst). Por ello, el artículo 15 del CPConst, ha determinado que, en
caso de que así lo determine la judicatura, el recurso de apelación interpuesto contra una resolu-
ción que concede una medida cautelar, se otorgará sin efecto suspensivo. De ello deriva un deber
constitucional de ejecutar lo decidido por la judicatura desde el mismo instante en que se es noti-
ficado con la resolución cautelar estimatoria. En caso contrario, existirá una afectación al derecho
fundamental a la ejecución de las resoluciones judiciales (artículo 139. 2 de la Constitución) y, en
definitiva, al derecho fundamental a la tutela jurisdiccional efectiva (artículo 139. 3). (STC Exp.
N° 02730-2006-AA/TC, S, ff. jj. 85, 86 y 87)
535
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£411 Medidas cautelares. Procedimiento especial para el caso de los gobiernos loca-
les y regionales
[E]n los párrafos tercero y cuarto del referido artículo 15 se establece que “Cuando la solici-
tud de medida cautelar tenga por objeto dejar sin efecto actos administrativos dictados en el ám-
bito de aplicación de la legislación municipal o regional, serán conocidas en primera instancia por
la Sala competente de la Corte Superior de Justicia del Distrito Judicial correspondiente”, y que
“De la solicitud se corre traslado por el término de tres días, acompañando copia certificada de la
demanda y sus recaudos, así como de la resolución que la da por admitida, tramitando el incidente
en cuerda separada, con intervención del Ministerio Público. (...) La resolución que dicta la Corte
será recurrible con efecto suspensivo ante la Corte Suprema de Justicia de la República, la que
resolverá en el plazo de diez días de elevados los autos, bajo responsabilidad” Este procedimiento
cautelar especial creado por el Legislador para el caso de los gobiernos locales y regionales se
diferencia del procedimiento cautelar “general” por las siguientes características:
a) Una vez presentada la solicitud de medida cautelar, esta será resuelta con conocimiento de la
parte demandada.
b) Es posible solicitar informe oral.
c) De apelarse la decisión adoptada en primera instancia esta solo será concedida suspendiéndo-
se sus efectos.
d) Intervención del Ministerio Público.
e) En primera instancia es de conocimiento de una sala superior y, en segunda instancia por la
Corte Suprema de Justicia.
Como se aprecia, el legislador ha creado dos procedimientos cautelares diferentes. Un proce-
dimiento especial para el caso de los gobiernos locales y regionales y otro general para los demás
casos. Ello, en principio, es constitucional, en la medida que “pueden expedirse leyes especiales
porque así lo exige la naturaleza de las cosas, pero no por razón de las diferencias de las perso-
nas”, según lo dispone el artículo 103 de la Constitución. (STC Exp. N° 00023-2005-AI/TC, S1,
ff. jj. 25, 26 y 27)
536
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
540
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
VII del CPConst.); y, por el poder extrapartes (efectos erga omnes). (RTC Exp. N° 0168-2007-Q/
TC, S, f. j. 5)
541
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
542
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£428 Recurso de agravio constitucional. Competencia del Tribunal para conocer re-
soluciones denegatorias de procesos constitucionales
[A]nte el Tribunal Constitucional procede el recurso de agravio constitucional que se inter-
ponga contra la resolución de segundo grado que declare infundada o improcedente la demanda.
En los mismos términos, el Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional, aprobado por
Resolución Administrativa N° 095-2004-P/TC, dispone, en el inciso 2 del artículo 5, que es com-
petencia del Tribunal conocer, en última y definitiva instancia, las resoluciones denegatorias de
las demandas de amparo, hábeas corpus, hábeas data y cumplimiento. Por lo tanto, sentada dicha
premisa, [el] Colegiado debe pronunciarse sobre el recurso extraordinario. (RTC Exp. N° 02918-
2004-AC/TC, S, f. j. 1)
543
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
la demanda. De esto se infiere que la legitimación para la interposición de este recurso se atribu-
ye al demandante, mas no al demandado, toda vez que el interés para obrar, como presupuesto
habilitante para el acceso a este recurso, solo puede detentarlo el demandante, afectado por una
resolución que declara infundada o improcedente su demanda. (RTC Exp. N° 08143-2006-AA/
TC, S, f. j. 1)
544
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
decisión (…) Por todo ello, resulta oportuno realizar un redimensionamiento del recurso de agra-
vio constitucional. [A] partir de lo desarrollado supra, es posible precisar algunos principios inter-
pretativos aplicables para el trámite del nuevo supuesto establecido a través de esta resolución de
procedencia del recurso de agravio, tratándose de un supuesto de incumplimiento de los fallos del
Tribunal Constitucional en los procesos de ejecución de sentencias, los mismos que encuentran su
fundamento en los principios de economía procesal e informalismo, consagrados en el artículo III
del Título Preliminar del CPConst.
Primero. El recurso de agravio a favor del cumplimiento de las sentencias del Tribunal
Constitucional tiene como finalidad restablecer el orden jurídico constitucional, el mismo que
ha sido preservado mediante sentencia estimatoria del Tribunal en el trámite de un proceso
constitucional.
Segundo. El Tribunal resolvería así en instancia final para el restablecimiento del orden
constitucional que resultó violado con la decisión del juez de ejecución, devolviendo lo actua-
do para que la instancia correspondiente dé estricto cumplimiento a lo declarado por el Tribunal
Constitucional, en lo que se refiere al alcance y el sentido del principio de la eficaz ejecución de
sus sentencias en sus propios términos.
Tercero. El órgano judicial correspondiente se limitará a admitir el recurso de agravio cons-
titucional, y corresponderá a este Colegiado dentro del mismo proceso constitucional, valorar el
grado de incumplimiento de sus sentencias, cuando son desvirtuadas o alteradas de manera ma-
nifiesta en su fase de ejecución. En cualquier caso, el Tribunal tiene habilitada su competencia,
ante la negativa del órgano judicial, a través del recurso de queja a que se refiere el artículo 19 del
CPConst. (RTC Exp. N° 0168-2007-Q/TC, S, f. j. 8)
£434 Recurso de agravio constitucional. Improcedencia por no cumplir con los su-
puestos para la presentación del recurso
[E]l artículo 18 del Código Procesal Constitucional dispone que “Contra la resolución de
segundo grado que declara infundada o improcedente la demanda, procede recurso de agravio
constitucional (...)”. [En ese sentido; dado que] la recurrida se limita a confirmar el rechazo
de la demanda y ordena su archivo; por tanto, al no tratarse de una resolución denegatoria
que declare infundada o improcedente la demanda incoada, corresponde declarar la nulidad
del concesorio del recurso de agravio constitucional. (RTC Exp. N° 05680-2007-AA/TC, S1,
ff. jj. 2 y 4)
[P]ara la procedencia del recurso de agravio constitucional se requiere, además de los requi-
sitos previstos en el artículo 18 del Código Procesal Constitucional: que el referido medio impug-
natorio esté directamente relacionado con el ámbito constitucionalmente protegido de un derecho
fundamental, que no sea manifiestamente infundado y que no esté inmerso en una causal de nega-
tiva de tutela claramente establecida por el Tribunal Constitucional. (RTC Exp. N° 00033-2007-Q/
TC, S1, f. j. 4)
545
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
546
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
la tramitación del proceso de amparo en los términos establecidos en el artículo 20 del Código
Procesal Constitucional. Consecuentemente, estima que debe procederse con arreglo a dicho dis-
positivo, debiendo reponerse la causa al estado respectivo a efectos de que el juzgado de origen
admita a trámite la demanda de autos y corra traslado de la misma a los emplazados. (STC Exp.
Nº 03189-2007-AA/TC, S, f. j. 5)
549
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
declaración de nulidad de todo lo actuado, por el solo hecho de servir a la ley, y no porque
se justifique en la protección de algún bien constitucionalmente relevante, devendría en un
exceso de ritualismo procesal incompatible con el “(...) logro de los fines de los procesos
constitucionales”, como ahora establece el tercer párrafo del artículo III del Título Preliminar
del Código Procesal Constitucional.
c) Finalmente, y no en menor medida, el rechazo liminar de la demanda tampoco ha impedi-
do que este Tribunal, después de percatarse que los derechos de las partes hayan quedado
salvados, expida sentencia sobre el fondo en casos en los que la controversia era de notoria
trascendencia nacional y, por tanto, de alcances que trascendían al caso concreto.
Así por ejemplo, en la STC N° 4549-2004-PC/TC, donde después de advertirse lo innecesario
que resultaría declarar la nulidad de todo lo actuado, tras el impertinente rechazo liminar de la
demanda, el Tribunal afirmó que su competencia para expedir sentencias sobre el fondo obedecía
a “(...) la necesidad de pronunciamiento inmediato justificada en la particular naturaleza de los
hechos discutidos en el presente proceso, los que por otra parte y dado que revisten importancia e
incidencia en el ordenamiento, precisan ser abordados de manera prioritaria por este Tribunal en
su condición de Supremo Intérprete de la Constitución” (Fund. Jur. Nº. 2).
En el caso, como se ha expuesto antes, los jueces de las instancias precedentes debieron
admitir la demanda. Y, si bien no lo hicieron, una evaluación de los actuados evidencia:
a) En primer lugar, que existen todos los recaudos necesarios como para emitir un pronuncia-
miento sobre el fondo.
b) En segundo lugar, que el rechazo liminar de la demanda no ha afectado el derecho de defen-
sa de los emplazados, quienes fueron notificados, y si bien no participaron directamente, sí
lo hicieron mediante el procurador público encargado de los asuntos judiciales de la Justicia
Militar.
c) Por último, es innegable la importancia y trascendencia del caso por las cuestiones que él
conlleva, particularmente en lo relativo al cumplimiento de sentencias expedidas por órganos
internacionales en materia de derechos humanos y su incidencia en la comprensión y delimi-
tación del contenido constitucionalmente protegido del derecho a no ser objeto de una doble
persecución penal.
Por tanto, este Tribunal es competente para resolver el fondo del asunto. (STC Exp. N° 4587-
2004-AA/TC, S, ff. jj. 13-21)
Toda pretensión que cuestione la regularidad de un proceso judicial requiere, necesariamente,
la admisión a trámite de la demanda y su correspondiente traslado a los emplazados, con el objeto
de que estos expliquen las razones que habrían motivado la agresión y así evaluar la regulari-
dad de la actuación jurisdiccional. En este sentido, el rechazo in limine de una demanda supone
el quebrantamiento de forma previsto en el segundo párrafo del artículo 20 del Código Procesal
Constitucional, lo que implica que deben devolverse los autos con la finalidad de que se emita un
nuevo pronunciamiento. Sin embargo, este Colegiado considera que en el presente caso, por razo-
nes de celeridad procesal y al apreciarse de los actuados suficientes elementos de juicio como para
emitir un pronunciamiento, este Tribunal es competente para resolver sobre el fondo del asunto.
(STC Exp. 07502-2005-AA/TC, S, f. j. 1)
550
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
no implica la obligación del órgano jurisdiccional de admitir todos los medios probatorios que hu-
bieran sido ofrecidos. En principio, las pruebas ofrecidas por las partes se pueden denegar cuando
importen pedidos de medios probatorios que no sean pertinentes, conducentes, legítimos o útiles,
así como manifiestamente excesivos. En tal sentido, es imperioso que se realice un análisis de
cuál es el rol que cumple el medio probatorio, ya que así se podrá determinar, entre otras cosas,
si el momento en que fue postulado era el que correspondía según las normas procesales sobre la
materia. Así, entre otros, el medio probatorio debe contar con:
• Pertinencia: Exige que el medio probatorio tenga una relación directa o indirecta con el hecho
que es objeto de proceso. Los medios probatorios pertinentes sustentan hechos relacionados
directamente con el objeto del proceso.
• Conducencia o idoneidad: El legislador puede establecer la necesidad de que determinados
hechos deban ser probados a través de determinados medios probatorios. Será inconducente
o no idóneo aquel medio probatorio que se encuentre prohibido en determinada vía procedi-
mental o prohibido para verificar un determinado hecho.
• Utilidad: Se presenta cuando contribuya a conocer lo que es objeto de prueba, a descubrir la
verdad, a alcanzar probabilidad o certeza. Solo pueden ser admitidos aquellos medios proba-
torios que presten algún servicio en el proceso de convicción del juzgador, mas ello no podrá
hacerse cuando se ofrecen medios probatorios destinados a acreditar hechos contrarios a una
presunción de derecho absoluta; cuando se ofrecen medios probatorios para acreditar hechos
no controvertidos, imposibles, notorios, o de pública evidencia; cuando se trata de desvirtuar
lo que ha sido objeto de juzgamiento y ha hecho tránsito a cosa juzgada; cuando el medio
probatorio ofrecido no es el adecuado para verificar con él los hechos que pretenden ser pro-
bados por la parte; y, cuando se ofrecen medios probatorios superfluos, bien porque se han
propuesto dos medios probatorios iguales con el mismo fin (dos pericias con la finalidad de
acreditar un mismo hecho) o bien porque el medio de prueba ya se había actuado antes.
• Licitud: No pueden admitirse medios probatorios obtenidos en contravención del ordena-
miento jurídico, lo que permite excluir supuestos de prueba prohibida.
• Preclusión o eventualidad: En todo proceso existe una oportunidad para solicitar la admisión
de medios probatorios, pasado dicho plazo, no tendrá lugar la solicitud probatoria. (STC Exp.
Nº 6712-2005-HC/TC, P, f. j. 26)
552
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
las razones decisivas para el caso las que vinculan, mas no las consideraciones tangenciales o de
aggiornamento (obiter dicta). (STC Exp. Nº 04119-2005-AA/TC, P, ff. jj. 11 y 12)
554
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
la ley”; y el artículo 25.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos dispone que “Toda
persona tiene derecho a un recurso sencillo, rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jue-
ces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención (...)”. De este modo, el derecho
a la tutela jurisdiccional no solo implica el derecho de acceso a la justicia y el derecho al debido
proceso, sino también el derecho a la “efectividad” de las resoluciones judiciales; busca garantizar
que lo decidido por la autoridad jurisdiccional tenga un alcance práctico y se cumpla, de manera
que no se convierta en una simple declaración de intenciones. (STC Exp. Nº 1042-2002-AA/TC,
S, f. j. 2.3.1)
El derecho a la tutela judicial efectiva está reconocido en nuestro ordenamiento constitucio-
nal en el artículo 139°, inciso 3, donde si bien aparece como “principio y derecho de la función
jurisdiccional”, es claro tanto para la doctrina unánime como para la propia jurisprudencia de este
Tribunal, que se trata de un derecho constitucional que en su vertiente subjetiva supone, en térmi-
nos generales, un derecho a favor de toda persona de acceder de manera directa o a través de re-
presentante ante los órganos judiciales; de ejercer sin ninguna interferencia los recursos y medios
de defensa que franquea la ley; de obtener una decisión razonablemente fundada en derecho; y,
finalmente, de exigir la plena ejecución de la resolución de fondo obtenida. (STC Exp. Nº 4080-
2004-AC/TC, S, f. j. 14)
[E]l derecho a la ejecución de las sentencias como componente del derecho a la tutela juris-
diccional efectiva supone la posibilidad de que la tutela ofrecida por el juez constitucional opere
generando consecuencias fácticas en el ámbito de los derechos fundamentales de las personas.
De ahí que sea acertado afirmar que la tutela jurisdiccional que no es efectiva no es tutela. Y
es que la pronta y debida ejecución de las sentencias permite, además, dar efectividad al Estado
Democrático de Derecho, que implica, entre otras cosas, la sujeción de los ciudadanos y de la
Administración Pública al ordenamiento jurídico y a las decisiones que adopta la jurisdicción,
no solo juzgando sino también ejecutando lo juzgado. Así pues será inconstitucional todo aquel
acto que prorrogue en forma indebida e indefinida el cumplimiento de las sentencias. (RTC Exp.
Nº 1140-2008-HC/TC, S, f. j. 3)
555
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
sentencias que causen estado, las que deben ser ejecutadas en sus propios términos, no pudiendo
quedar librado su cumplimiento, a la particular interpretación que de ella pudieran hacer las partes
o la que hagan los órganos encargados de su ejecución; lo contrario importa una afectación al
derecho al debido proceso y debe dar lugar a un nuevo proceso de amparo, donde procede evaluar
las irregularidades procesales cometidas durante el precitado procedimiento. (STC Exp. Nº 04733-
2004-AA/TC, S, f. j. 4)
556
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
por el Poder judicial, en una suerte de intermediación jurisdiccional permanente. (STC Exp.
Nº 4080-2004-AC/TC, S, f. j. 17)
[E]ste Tribunal considera que el derecho a una decisión sobre el fondo y al cumplimiento
de la misma en un plazo razonable es extrapolable a todo tipo de procesos jurisdiccionales. El
plazo razonable no solo debe entenderse referido al trámite que existe entre la presentación de
una demanda y la decisión sobre el fondo, sino que resulta indispensable que dicho concepto se
entienda también como una exigencia para lograr la efectividad del pronunciamiento judicial en
un plazo que no debe exceder lo que la naturaleza del caso y sus naturales complicaciones de
cumplimiento ameriten, sin que en ningún caso su ejecución se difiera por dilaciones indebidas.
(…) En consecuencia, toda dilación indebida que retarde innecesariamente el cumplimiento pleno
de lo que mediante una sentencia judicial firme se ha ordenado, debe entenderse como vulnerato-
ria del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva que la constitución reconoce. (STC Exp.
Nº 4080-2004-AC/TC, S, ff. jj. 19 y 20)
557
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£461 Actuación de sentencias. Papel del juez para el cumplimiento de las sentencias
[L]a actuación de la autoridad jurisdiccional en la etapa de ejecución de sentencias constituye
un elemento fundamental e imprescindible en el logro de una “efectiva” tutela jurisdiccional, sien-
do de especial relevancia para el interés público, pues difícilmente se podría señalar la existencia
de un Estado de derecho, cuando en su interior las personas no pueden lograr la justicia a través de
los órganos establecidos para tal efecto. Para ello, la autoridad jurisdiccional deberá realizar todas
aquellas acciones que tiendan a que los justiciables sean repuestos en sus derechos y compensa-
dos, si hubiera lugar a ello, por el daño sufrido. Conviene insistir en este componente del derecho
a la tutela judicial efectiva, con objeto de que los propios órganos judiciales reaccionen frente a
posteriores actuaciones o comportamientos que debiliten el contenido material de sus decisiones,
pues solo así se podrán satisfacer los derechos de quienes han vencido en juicio, sin obligarles a
asumir la carga de nuevos procesos. (STC Exp. Nº 1042-2002-AA/TC, S, f. j. 2.3.2)
Si las sentencias de los jueces no se cumplen, simplemente no podría hablarse de un Poder
Judicial independiente que es capaz de hacer valer su juris dictio con plena eficacia respecto de lo
que decide, y de este modo, los ciudadanos no tendrían un garante real para la protección de sus
derechos. (STC Exp. Nº 4080-2004-AC/TC, S, f. j. 16)
La ejecución de las sentencias judiciales constituye un asunto medular para la eficacia de los
derechos fundamentales en el Estado Constitucional y Democrático, pero también para la defi-
nición del poder jurisdiccional de los jueces, como un auténtico poder independiente para hacer
cumplir la Constitución y las leyes. (STC Exp. Nº 04119-2005-AA/TC, P, f. j. 10)
[E]l Código Procesal Constitucional, vigente desde el 1 de diciembre de 2004, ha incorporado
para los procesos de tutela de derechos el régimen de actuación inmediata de sentencias, conforme
al cual el juzgador se encuentra habilitado para ejecutar los mandatos contenidos en su sentencia
estimatoria, independientemente de la existencia de mecanismos de acceso a la instancia superior.
Bajo dicho marco referencial, no es aceptable, entonces, que bajo el pretexto del acceso a una
instancia distinta por el lado de la contraparte, el juez constitucional renuncie a dar cumplimiento
efectivo a su sentencia. Si esta es estimatoria tal condición es suficiente para franquear su actua-
ción inmediata, no teniendo por qué esperar la culminación del proceso para recién decidir. (STC
Exp. Nº 5994-2005-PHC/TC, S, f. j. 3)
[A] diferencia del modelo procesal de la derogada Ley N° 23506 y normas conexas, el
Código Procesal Constitucional, vigente desde el 1 de diciembre de 2004, ha incorporado para
los procesos de tutela de derechos el régimen de actuación inmediata de sentencias conforme al
cual el juzgador se encuentra habilitado para ejecutar los mandatos contenidos en su sentencia
estimatoria, independientemente de la existencia de mecanismos de acceso a la instancia superior.
Bajo dicho marco referencial, no es, pues, aceptable que bajo el pretexto del acceso a una instancia
distinta por el lado de la contraparte, el juez constitucional renuncie a darle cumplimiento efectivo
a su sentencia. Si esta es estimatoria, tal condición es suficiente elemento para proceder a su
ejecución inmediata, sin que se espere a la culminación del proceso para recién decidir, como
equivocadamente lo ha considerado el juzgador de primera instancia, quien evidentemente ha
558
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
omitido cumplir sus deberes, dejándose impresionar por el dicho de la corporación municipal
demandada. En tales circunstancias este Colegiado considera necesario reconvenir al juzgador
constitucional ordinario, recordándole no solo las disposiciones pertinentes de la norma adjetiva
(que evidentemente está obligado a conocer), sino sus deberes de vinculación especial para con
la Norma Fundamental y el cuadro de valores materiales que esta reconoce. (STC Exp. Nº 05287-
2005-HC/TC, S, f. j. 3). (STC Exp. Nº 05994-2005-HC/TC, S, f. j. 3)
[R]especto del juez competente, a partir de las normas relativas a la ejecución de sentencias,
es posible afirmar que en el ámbito de los procesos constitucionales de tutela de derechos, el juez
de ejecución es el juez que conoció el proceso en primera instancia. En efecto, el Código Procesal
Constitucional regula la etapa de ejecución del proceso bajo el epígrafe de “Actuación de senten-
cia” (artículo 22). En él se establece que la “sentencia que cause ejecutoria en los procesos consti-
tucionales se actúa (...) por el juez de la demanda.” En ese sentido, una interpretación sistemática
del artículo 60 del Código Procesal Constitucional y del artículo 22 del mismo cuerpo normativo,
conduce a la conclusión de que el “juez de ejecución” viene a ser el juez que admitió la demanda
y la resolvió en primer grado. (RTC Exp. Nº 05033-2006-AA/TC, P, f. j. 6)
[L]a actuación de la autoridad jurisdiccional en la etapa de ejecución de sentencias consti-
tuye un elemento fundamental e imprescindible en el logro de una efectiva tutela jurisdiccional,
siendo de especial relevancia para el interés público, dado que el Estado de Derecho no puede
existir cuando no es posible alcanzar la justicia a través de los órganos establecidos para tal efec-
to. Para ello, la autoridad jurisdiccional deberá realizar todas aquellas acciones que tiendan a que
los justiciables sean repuestos en sus derechos [...] reaccionando frente a posteriores actuaciones o
comportamientos que debiliten el contenido material de sus decisiones, pues solo así se podrán sa-
tisfacer los derechos de quienes han vencido en juicio, sin obligarles a asumir la carga de nuevos
procesos. (STC Exp. Nº 04909-2007-HC/TC, S1, f. j. 8)
559
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
rechazo a la tramitación de dicho proceso, pero no obstante acata la medida dispuesta por el juez
en observancia del artículo 22 del Código Procesal Constitucional, que consagra el principio de
prevalencia de lo dispuesto en los procesos constitucionales. (STC Exp. Nº 01567-2006-AA/TC,
P, f. j. 29)
560
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
[E]ste Colegiado no puede dejar de pronunciase expresamente respecto a los argumentos que
sirven de sustento a la demanda, e incluso a los expuestos en el propio escrito del recurso de agra-
vio constitucional, los que, en puridad, persiguen un objetivo ajeno al derecho fundamental cuya
tutela se exige [derecho a la libertad individual] ya que en efecto, se aprecia que el demandante
recurre al presente proceso constitucional de hábeas corpus sin atender a su excepcional naturale-
za y, por el contrario, lo concibe como una opción más a efectos de obtener un pronunciamiento
constitucional favorable que eventualmente tendría efectos sobre los procesos subyacentes [entre
el recurrente y los demandados existen procesos judiciales y constitucionales en trámite], con-
ducta que no puede dejar de advertirse, por lo que si el demandante (…) vuelve a incurrir en tal
despropósito procesal, (…), podría ser pasible de las medidas coercitivas previstas en el artículo
22 del Código Procesal Constitucional. (RTC Exp. Nº 08812-2005-HC/TC, S, f. j. 3)
[E]l juez constitucional declarará fundada la demanda precisando los alcances de su decisión,
disponiendo que el emplazado no vuelva a incurrir en las acciones u omisiones que motivaron la
interposición de la demanda, y que si fuere de modo contrario se le aplicarán las medidas coerciti-
vas previstas en el artículo 22 del Código Procesal Constitucional, sin perjuicio de la responsabili-
dad penal que corresponda. (STC Exp. Nº 3081-2007-AA/TC, S, f. j. 9)
561
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
562
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
c) Imposibilidad de resolver las situaciones de anormalidad a través del uso de los procedimien-
tos legales ordinarios.
d) Transitoriedad del régimen de excepción. Habitualmente, su duración se encuentra prevista en
la Constitución o en las leyes derivadas de esta; o en su defecto, regirá por el tiempo necesario
para conjurar la situación de anormalidad. La prolongación indebida e inexcusable del régimen
de excepción, además de desvirtuar su razón de ser, vulnera la propia autoridad política, ya que,
como señala Carlos Sánchez Viamonte [La libertad y sus problemas. Buenos Aires: Bibliográfica
Argentina], “lo único que hace tolerable la autoridad, más allá de su carácter representativo,
es su carácter de servicio público y las limitaciones que impiden desnaturalizarla”.
e) Determinación espacial del régimen de excepción. La acción del Estado, premunido de com-
petencias reforzadas, se focalizará en el lugar en donde se producen las situaciones de anor-
malidad. De allí que se precise que la medida tiene carácter nacional, regional, departamental
o local.
f) Restricción transitoria de determinados derechos constitucionales.
g) Aplicación, con criterio de proporcionalidad y razonabilidad, de aquellas medidas que se su-
pone permitirán el restablecimiento de la normalidad constitucional. Dichas medidas deben
guardar relación con las circunstancias existentes en el régimen de excepción.
h) Finalidad consistente en defender la perdurabilidad y cabal funcionamiento de la organización
político-jurídica.
i) Control jurisdiccional expresado en la verificación jurídica de la aplicación de los princi-
pios de razonabilidad y proporcionalidad del acto restrictivo o suspensivo de los derechos
fundamentales de la persona, y en el cumplimiento del íter procedimental exigido por la
Constitución para establecer su decretamiento; así como en el uso del control político par-
lamentario para que se cumplan los principios de rendición de cuentas y de responsabilidad
política. (STC Exp. N° 0017-2003-AI/TC, P, f. j. 18)
563
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
564
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
estado de protección que brinda el Estado y en cuya consolidación colabora la sociedad, a fin de
que determinados derechos pertenecientes a los ciudadanos puedan ser preservados frente a si-
tuaciones de peligro o amenaza o reparados en caso de vulneración o desconocimiento. Derechos
como la vida, la integridad, la tranquilidad, la propiedad o la libertad personal suelen ser los prin-
cipales referentes que integran el contenido de la seguridad ciudadana en atención a lo que del
Estado y la colectividad se espera, siendo evidente que, por sus alcances, se trata fundamental-
mente de un bien jurídico de relevancia antes que de un atributo o libertad a título subjetivo. (…)
De alguna forma la idea de los bienes jurídicos relevantes se encuentra, pues, asociada al interés
general, mientras que el concepto de derechos se asocia al interés subjetivo particular de quien re-
clama por su defensa. Lo dicho cobra especial importancia si se parte del supuesto que la ciudada-
nía ve cotidianamente arriesgada su seguridad como resultado del entorno conflictivo y antisocial,
cuando no de la criminalidad mayoritariamente presente en las ciudades con abundante población
y tráfico económico y, frente a lo cual se hace necesaria una específica política de seguridad en
favor de la colectividad. En el Estado Social de Derecho, por otra parte, es incuestionable la exis-
tencia de roles vitales en relación con la consecución de grandes objetivos. Vista la seguridad ciu-
dadana como uno de esos roles en los que todo Estado se compromete, no cabe discusión alguna
respecto del papel relevante que le toca cumplir y la especial posición que el ordenamiento consti-
tucional le suele otorgar. (…) Cabe precisar que cuando se trata de bienes jurídicos como los aquí
descritos, no resulta extraño, sino perfectamente legítimo que, en determinadas circunstancias, y
como se anticipó anteriormente, los derechos puedan verse restringidos en determinados ámbitos
de su contenido, a fin de compatibilizar los objetivos sociales propios de todo bien constitucio-
nal con los intereses individuales correspondientes a todo atributo o libertad. Naturalmente, no
es que los derechos se encuentren posicionados por debajo de los bienes jurídicos y ni siquiera a
un mismo nivel o jerarquía, pero es evidente que ante la existencia de ambas categorías al interior
del ordenamiento se hace imperioso integrar roles en función de los grandes valores y principios
proclamados desde la Constitución. En ese gran reto ponderativo el juez constitucional ocupa un
papel gravitante. (STC Exp. N° 3482-2005-PHC/TC, P, ff. jj. 13, 14 y 15)
565
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
566
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
TÍTULO II
EL PROCESO DE HÁBEAS CORPUS
CAPÍTULO I
DERECHOS PROTEGIDOS
567
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£474 Proceso de hábeas corpus. Tipología del hábeas corpus según la amplitud de
su carácter y contenido
a) El hábeas corpus reparador. Dicha modalidad se utiliza cuando se produce la privación
arbitraria o ilegal de la libertad física como consecuencia de una orden policial; de un mandato
judicial en sentido lato –juez penal, civil, militar–; de una decisión de un particular sobre el in-
ternamiento de un tercero en un centro psiquiátrico sin el previo proceso formal de interdicción
civil; de una negligencia penitenciaria cuando un condenado continúe en reclusión pese a haberse
cumplido la pena; por sanciones disciplinarias privativas de la libertad; etc. En puridad, el hábeas
corpus reparador representa la modalidad clásica o inicial destinada a promover la reposición de
la libertad de una persona indebidamente detenida.
b) El hábeas corpus restringido. Se emplea cuando la libertad física o de locomoción es ob-
jeto de molestias, obstáculos, perturbaciones o incomodidades que, en los hechos, configuran una
seria restricción para su cabal ejercicio. Es decir, que, en tales casos, pese a no privarse de la liber-
tad al sujeto, “se le limita en menor grado”. Entre otros supuestos, cabe mencionar la prohibición
de acceso o circulación a determinados lugares; los seguimientos perturbatorios carentes de funda-
mento legal y/o provenientes de órdenes dictadas por autoridades incompetentes; las reiteradas e
injustificadas citaciones policiales; las continuas retenciones por control migratorio o la vigilancia
domiciliaria arbitraria o injustificada, etc.
c) El hábeas corpus correctivo. Dicha modalidad, a su vez, es usada cuando se producen
actos de agravamiento ilegal o arbitrario respecto a las formas o condiciones en que se cumplen
las penas privativas de la libertad. Por ende, su fin es resguardar a la persona de tratamientos
carentes de razonabilidad y proporcionalidad, cuando se ha determinado cumplir un mandato de
detención o de pena. (…). Así, procede ante la amenaza o acto lesivo del derecho a la vida, la
integridad física y psicológica, o del derecho a la salud de los reclusos o personas que se encuen-
tran bajo una especial relación de sujeción internados en establecimientos de tratamiento públicos
o privados (tal es el caso de personas internadas en centros de rehabilitación y de menores, en
internados estudiantiles, etc.). Igualmente, es idóneo en los casos en que, por acción u omisión,
importen violación o amenaza del derecho al trato digno o se produzcan tratos inhumanos o de-
gradantes. Es también admisible la presentación de esta modalidad en los casos de arbitraria res-
tricción del derecho de visita familiar a los reclusos; de ilegitimidad del traslado de un recluso de
un establecimiento penitenciario a otro; y por la determinación penitenciaria de cohabitación en
un mismo ambiente de reos en cárcel de procesados y condenados.
568
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
d) El hábeas corpus preventivo. Éste podrá ser utilizado en los casos en que, no habiéndose
concretado la privación de la libertad, existe empero la amenaza cierta e inminente de que ello
ocurra, con vulneración de la Constitución o la ley de la materia. Al respecto, es requisito sine
qua non de esta modalidad que los actos destinados a la privación de la libertad se encuentran en
proceso de ejecución; por ende, la amenaza no debe ser conjetural ni presunta. (…)
e) El hábeas corpus traslativo. Es empleado para denunciar mora en el proceso judicial u
otras graves violaciones al debido proceso o a la tutela judicial efectiva; es decir, cuando se man-
tenga indebidamente la privación de la libertad de una persona o se demore la determinación ju-
risdiccional que resuelva la situación personal de un detenido. César Landa Arroyo refiere que
en este caso “se busca proteger la libertad o la condición jurídica del estatus de la libertad de los
procesados, afectados por las burocracias judiciales [...]”. (…)
f) El hábeas corpus instructivo. Esta modalidad podrá ser utilizada cuando no sea posible
ubicar el paradero de una persona detenida-desaparecida. Por consiguiente, la finalidad de su in-
terposición es no solo garantizar la libertad y la integridad personal, sino, adicionalmente, asegu-
rar el derecho a la vida, y desterrar las prácticas de ocultamiento o indeterminación de los lugares
de desaparición. (…).
g) El hábeas corpus innovativo. Procede cuando, pese a haber cesado la amenaza o la vio-
lación de la libertad personal, se solicita la intervención jurisdiccional con el objeto de que tales
situaciones no se repitan en el futuro, en el particular caso del accionante. Al respecto, Domingo
García Beláunde [Constitución y Política, Eddili, Lima 1991, pág.148], expresa que dicha acción
de garantía “debe interponerse contra la amenaza y la violación de este derecho, aun cuando éste
ya hubiera sido consumado”. Asimismo, César Landa Arroyo [Tribunal Constitucional, Estado
Democrático, Editorial Palestra, Lima 2003, pág. 193], acota que “(...) a pesar de haber cesado
la violación de la libertad individual, sería legítimo que se plantee un hábeas corpus innovativo,
siempre que el afectado no vea restringida a futuro su libertad y derechos conexos”.
h) El hábeas corpus conexo. Cabe utilizarse cuando se presentan situaciones no previs-
tas en los tipos anteriores. Tales como la restricción del derecho a ser asistido por un abogado
defensor libremente elegido desde que una persona es citada o detenida; o de ser obligado a
prestar juramento; o compelido a declarar o reconocer culpabilidad contra uno mismo, o contra
el o la cónyuge, etc. Es decir, si bien no hace referencia a la privación o restricción en sí de la
libertad física o de la locomoción, guarda, empero, un grado razonable de vínculo y enlace con
este. Adicionalmente, permite que los derechos innominados –previstos en el artículo 3 de la
Constitución– entroncados con la libertad física o de locomoción, puedan ser resguardados. Esta
Tipología ha sido elaborada de modo casuístico, en atención a la continua evolución que ha expe-
rimentado este proceso constitucional, por lo que no puede ser tomada como un númerus clausus.
(STC Exp. Nº 02663-2003-HC/TC, P, f. j. 6)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
La práctica de los ritos, como el de dar sepultura digna al familiar fallecido, forma parte de
la libertad de culto, de modo que el impedimento de dicha práctica afecta irremediablemente la
integridad moral de los familiares. (STC Exp. N° 0256-2003-HC/TC, S, f. j. 19)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
Si bien todo procesado goza del derecho fundamental a la no autoincriminación, una de cuyas
manifestaciones incluso autoriza al inculpado a guardar un absoluto silencio y la más imperturba-
ble pasividad durante el proceso, en el correcto supuesto de que debe ser la parte acusatoria la en-
cargada de desvanecer la inocencia presunta, ello no le autoriza para que mediante actos positivos
se desvíe el camino del aparato estatal en la búsqueda de la verdad dentro del proceso. (STC Exp.
Nº 0376-2003-HC/TC, S, f. j. 9)
Nota del editor: En relación con el numeral 3 del artículo 25 del Código Procesal Constitucional, no se
ha ubicado pronunciamento alguno relevante.
574
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
más, el Comité de Derechos Humanos, en la Observación General N° 27, “Artículo 12.- Libertad
de circulación”, ha señalado que todo extranjero que se encuentre legalmente dentro del territorio
de un Estado o a pesar que hubiese entrado ilegalmente pero que posteriormente hubiese lega-
lizado su situación, tiene derecho al ejercicio del libre tránsito, con sujeción a las restricciones
establecidas en la ley. En atención a lo expuesto, el Estado está facultado total o parcialmente para
reglar, controlar y condicionar la entrada y admisión de extranjeros. Igualmente, el cuerpo polí-
tico goza del atributo de la expulsión, que también es un límite a la libertad de tránsito, según se
explicará más adelante, siempre que se cumplan algunas condiciones: el Estado puede imponer a
través de la ley requisitos para autorizar el ingreso y la salida del territorio nacional (v. gr. presen-
tación del pasaporte, visas, pago de tasas, certificaciones sanitarias, entre otros); las restricciones
legales están sujetas a su fundamentación en resguardo de la prevención de infracciones penales
de la seguridad nacional, el orden público, la salud, la moral pública o los derechos y libertades
de terceros; la expulsión de un extranjero no debe fundarse en su mera condición de tal, sino en el
hecho de haber ingresado o permanecer en el territorio nacional con violación de la ley. Dicha dis-
posición debe emanar de autoridad administrativa o judicial competente, según sea la naturaleza
del caso que la motiva. (STC Exp. N° 2876-2005-PHC/TC, S, f. j. 12)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
- Razones sanitarias: Son aquellas que surgen en pro del resguardo de la plenitud físico-psíqui-
ca de la población, la cual puede verse afectada por la existencia de pestes, epidemias y otros
eventos de similares características, limitación permitida en el propio inciso 11 del artículo 2
de la Constitución.
- Razones jurisdiccionales: Son aquellas que surgen de la existencia de una orden judicial de
impedimento de salida del territorio nacional, expatriación de nacionales o la expulsión de
extranjeros.
La expatriación de un nacional (acción de sacar a la fuerza a un natural del territorio de su
propio país) procede en los casos de comisión de atentados contra la seguridad nacional, la
participación de un grupo armado dirigido por un extranjero, la alteración de hitos fronteri-
zos, actos desleales con el país o la traición a la patria (casos previstos explícitamente entre
los artículos 325 y 332 del Código Penal). Sobre la materia, este Colegiado reserva pronun-
ciamiento sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de dicha modalidad punitiva.
La expulsión de un extranjero (acción de hacer salir por la fuerza a un no nacional del terri-
torio patrio) procede como consecuencia de un acto subsecuente del cumplimiento de una
condena con pena privativa de la libertad impartida por un tribunal nacional.
- Razones de extranjería: Son aquellas que, basándose en el inciso 11 del artículo 2 de la
Constitución, derivan de la falta de aptitud legal de un extranjero para ingresar al territorio
nacional o para continuar residiendo dentro de él. Tales son los casos siguientes:
- Por ingreso clandestino o fraudulento al territorio nacional.
- Por haber sido anteriormente expulsado del territorio nacional por razones jurisdiccionales de
poder de policía (reglas de migración).
- Por ser prófugo de la justicia por delitos tipificados como ilícitos comunes en la legislación
nacional.
- Por haber sido expulsado de otro país por la comisión de delitos tipificados como ilícitos co-
munes en la legislación nacional o por infracciones a normas de extranjería homólogas a las
nuestras.
- Por encontrarse incurso en razones de seguridad.
- Por registrar antecedentes penales o policiales por delitos tipificados como comunes en la le-
gislación nacional.
- Por carecer de recursos económicos que le permitan solventar los gastos de permanencia en
nuestro territorio.
- Por haber realizado actos contra la seguridad del Estado, el orden público interno o la defensa
nacional.
- Razones políticas: Son aquellas que se derivan de la discrecionalidad política que la
Constitución otorga al Congreso de la República en el caso del Presidente de la República. En
efecto, el inciso 9 del artículo 102 de la Constitución señala que es atribución del Congreso
de la República autorizar al Presidente de la República para salir del país. En ese sentido, me-
diante la Ley N° 26656 se ha establecido la modalidad y plazo para las autorizaciones sobre
la materia.
- Razones de capacidad de ejercicio: Son aquellas que se derivan de la restricción para poder
realizar per se el ejercicio de la facultad de libre tránsito. Al respecto, el segundo párrafo del
artículo 6 de la Constitución, concordante con los artículos 12, 74 y subsiguientes del Código
de los Niños y Adolescentes, establece que la libertad de tránsito de los menores de edad está
sujeta a las restricciones y autorizaciones establecidas en la ley.
- Razones administrativas: Pueden exigirse determinados requisitos legales o administrativos
para el ejercicio del derecho, los cuales deben ser razonables a fin de no desnaturalizarlo; en
el caso del transporte público, es necesario contar con una licencia de funcionamiento para
transitar por las vías que se autoricen. (STC Exp. Nº 2876-2005-PHC/TC, S, f. j. 16)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
convivencia con “normalidad”, vale decir, preservando cualquier situación de peligro o amenaza
para los derechos y bienes esenciales para la vida comunitaria. Tal como lo señala la Defensoría
del Pueblo, la seguridad ciudadana tiene una doble implicancia; por un lado, plantea un ideal de
orden, tranquilidad y paz, que es deber del Estado garantizar; y, por el otro, permite el respeto
de los derechos y cumplimiento de las obligaciones individuales y colectivas. De otro lado, este
Colegiado ha precisado en la sentencia emitida en el Expediente N° 349-2004-AA/TC, que se
trata de “(...) un estado de protección que brinda el Estado y en cuya consolidación colabora la
sociedad, a fin de que determinados derechos pertenecientes a los ciudadanos puedan ser preser-
vados frente a situaciones de peligro o amenaza o repararlos en casos de vulneración o descono-
cimiento”. Es más, también ha acotado en la sentencia del Expediente Nº 2961-2002-HC/TC, que
“(...) es posible permitir la instalación de dispositivos de seguridad, vigilancia y control en las vías
públicas, siempre que dicha medida tenga por propósito resguardar la seguridad y tranquilidad de
los ciudadanos, cuente con la previa autorización de la autoridad competente, y resulte razonable
y proporcional con el fin que se pretende alcanzar”. Empero, enfatizaba que, en el caso concreto,
“(...) no solo no obra documento alguno que permita acreditar algún problema de seguridad en la
zona donde han sido instaladas las rejas, sino que existen suficientes elementos probatorios que
permiten sostener que la instalación tenía por finalidad la disminución del tránsito en las calles
Arcos de la Frontera y Jacarandá”. En el caso, este Colegiado declaró fundado el hábeas corpus y
ordenó que la demandada retire en forma inmediata e incondicional las rejas metálicas colocadas
en la vía pública.
En general, este Tribunal se pronunció a favor de la colocación de rejas en la vía de acceso
al lugar de residencia de los demandantes, argumentando que con ello se estaría tutelando la
seguridad de los habitantes de la zona. Es decir, se aceptaba la reducción del contenido de la
libertad de tránsito (ello tampoco significa que se eliminaba su existencia) en pos de un bien
jurídico que merece una protección superlativa en las circunstancias actuales de inseguridad
ciudadana.
• Seguridad nacional: El Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones
Unidas, como parte de la ya mencionada Observación General N° 27, reconoce la posibili-
dad de restricciones a zonas militares por motivos de seguridad nacional. Asimismo, se puede
recurrir a una restricción válida y necesaria de la libertad de tránsito para la protección de la
seguridad nacional y el orden público. (STC Exp. Nº 2876-2005-PHC/TC, S, f. j. 18)
£497 Derecho a la libertad de tránsito. Instalación de rejas y restricciones a la liber-
tad de circulación
[L]a instalación de rejas como medidas de seguridad vecinal no es, per se, inconstitucional,
si se parte de la necesidad de compatibilizar o encontrar un marco de coexistencia entre la liber-
tad de tránsito como derecho con la seguridad ciudadana como bien jurídico. Lo inconstitucional
sería, en todo caso, que el mecanismo implementado o la forma de utilizarlo resulte irrazonable,
desproporcionado, o simplemente lesivo de cualquiera de los derechos constitucionales que reco-
noce el ordenamiento. Como lo ha sostenido la Defensoría del Pueblo en el Informe Defensorial
N° 81 sobre “Libertad de Tránsito y Seguridad Ciudadana. Los enrejados en las vías públicas de
Lima Metropolitana”, emitido en el mes de enero del 2004, pp. 42, “No se puede admitir un cierre
absoluto de una vía pública ya que ello afectaría el contenido esencial del derecho al libre tránsito.
Consecuentemente, se debe garantizar que los enrejados no sean un obstáculo para el ejercicio del
derecho al libre tránsito, sino solo una limitación razonable y proporcional. Ello quiere decir que
dicha medida tiene que estar justificada por los hechos que le han dado origen, el crecimiento de
la delincuencia; por la necesidad de salvaguardar un interés público superior, la protección del
bien jurídico seguridad ciudadana; y debe ser proporcionada a los fines que se procuran alcanzar
con ella”. (STC Exp. N° 3482-2005-PHC/TC, S, f. j. 20)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
puede verse perjudicada la identidad de la persona, sino también un amplio espectro de derechos,
siendo evidente que la eventual vulneración o amenaza de vulneración podría acarrear un daño de
mayor envergadura, como podría ocurrir en el caso de una persona que no pueda cobrar su pen-
sión de subsistencia, por la cancelación intempestiva del registro de identificación y del documen-
to de identificación que lo avala. Así, este Colegiado considera que en los casos en los que están
de por medio discusiones sobre la identificación de las personas, generadas por la afectación de
un Documento Nacional de Identidad, resulta imprescindible revisar, minuciosamente, el com-
portamiento de la autoridad, funcionario o persona emplazada, así como los eventuales daños
que tal comportamiento haya podido generar. Consecuentemente, el Tribunal Constitucional
estima que es en tales supuestos que debe centrarse la controversia de autos, encontrándose
habilitado para emitir un pronunciamiento sobre el fondo del asunto. (STC Exp. N° 2733-2005-
PHC/TC, P, ff. jj. 24-27)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
que ambas dimensiones del derecho de defensa pueden ser ejercidas por un abogado que, al
mismo tiempo, es procesado. Para ello, es preciso que el letrado esté debidamente capacitado y
habilitado conforme a ley; y, en particular, que no esté comprendido en ninguno de los impedi-
mentos previstos en los artículos 285, 286 y 287 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica
del Poder Judicial. En otras palabras, reconocer el ejercicio del derecho de defensa en forma in-
tegral, a un procesado que no ostenta la calidad de abogado, implicaría someterlo a un estado de
indefensión por ausencia de una asistencia letrada, versada en el conocimiento del Derecho y de
la técnica de los procedimientos legales, situación que, además, quebranta el principio de igualdad
de armas o igualdad procesal de las partes. (STC Exp. N° 2028-2004-HC/TC, S, ff. jj. 2-5)
£508 Derecho a un plazo razonable de detención. Vinculación con otros valores cons-
titucionales
El contenido del derecho a que la detención preventiva no exceda de un plazo razonable se
expresa en el adecuado equilibrio entre los dos valores que se encuentran en contrapeso al mo-
mento de aplicar la medida: por una parte, el deber del Estado de garantizar sentencias penales
justas, prontas y plenamente ejecutables; y, por otra, el derecho de toda persona a la libertad per-
sonal (artículo 2.24) y a que se presuma su inocencia, mientras no se declare judicialmente su
culpabilidad (artículo 2.24.e). La presunción de inocencia se mantiene “viva” en el proceso penal
siempre que no exista una sentencia judicial que, como corolario del cauce investigatorio llevado
cabo con las garantías inherentes al debido proceso, logre desvirtuarla. Mientras ello no ocurra
dicho principio debe informar a todos y cada uno de los actos de la judicatura, máxime si existe
una medida de detención vigente. La duración desproporcionada de dicha medida desvirtúa la fun-
cionalidad del principio en el seno del proceso, generando la mutación de una medida cautelar en
una sanción que, a diferencia de la pena impuesta por una resolución judicial condenatoria, agota
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
su propósito en el abatimiento del individuo, quien deja de ser “sujeto” del proceso, para conver-
tirse en “objeto” del mismo. Tal como ha establecido la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos: “(...) el principio de legalidad que establece la necesidad de que el Estado proceda al
enjuiciamiento penal de todos los delitos, no justifica que se dedique un periodo de tiempo ilimita-
do a la resolución de un asunto de índole criminal. De otro modo, se asumiría de manera implícita
que el Estado siempre enjuicia a culpables y que, por lo tanto, es irrelevante el tiempo que se
utilice para probar la culpabilidad” (Informe N° 12/96, párrafo 78). (STC Exp. Nº 2915-2004-HC/
TC, P, ff. jj. 11-13)
[Debido a la función institucional, vital para el funcionamiento del Estado Social y
Democrático, que tiene el derecho a la libertad] la determinación del plazo razonable de detención
no puede tomar en consideración únicamente la presunción de inocencia y el derecho a la libertad
del procesado, sino que la constitucionalidad de la prisión provisional encierra el deber estatal de
perseguir eficazmente el delito, como una manifestación negativa del derecho a la libertad perso-
nal. (STC Exp. Nº 7624-2005-PHC/TC, P, f. j. 2)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad”. Por su parte,
el artículo 7.5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, reconoce el derecho de “[t]
oda persona detenida o retenida (...) a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en
libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso”. En consecuencia, el derecho a que la detención
preventiva no exceda de un plazo razonable forma parte del núcleo mínimo de derechos reconoci-
do por el sistema internacional de protección de los derechos humanos y, por tanto, no puede ser
desconocido. (STC Exp. Nº 2915-2004-HC/TC, P, ff. jj. 5 y 6)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
recurso repudiado por el orden constitucional). En consecuencia, “(...) la demora solo puede ser
imputable al acusado si este ha abusado de su derecho a utilizar los resortes procesales disponi-
bles, con la intención de atrasar el procedimiento” (Informe N.° 64/99, Caso 11.778, Ruth Del
Rosario Garcés Valladares. Ecuador, 13 de abril de 1999. Asimismo, Caso Wemhoff, TEDH, pá-
rrafo 2; y Caso Neumeister, TEDH, párrafo 2). Entre las conductas que podrían ser merituadas
como intencionalmente dirigidas a obstaculizar la celeridad del proceso, se encuentran la inter-
posición de recursos que desde su origen y de manera manifiesta, se encontraban condenados a la
desestimación, o las constantes y premeditadas faltas a la verdad que desvíen el adecuado curso
de las investigaciones. [P]or otra parte, “[l]as recusaciones constituyen una hipótesis corriente y
que suele demorar el curso de un proceso. Aun cuando tales situaciones no justifiquen retardos
irrazonables, sí cabe descartar la defensa [del encausado] basada en que, durante su resolución,
es posible que intervenga otro juez: pues aunque esto fuese teóricamente posible, lo cierto es que
difícilmente puede pedírsele a otro magistrado que prosiga inmediatamente con la instrucción,
sobre todo si esta es prolongada y compleja, pues la sola ‘puesta en autos’ de aquel puede nece-
sitar mucho tiempo” (Gialdino, Rolando. La prisión preventiva en el Derecho Internacional de
los Derechos Humanos. Artículo publicado en la página web de la Comisión Andina de Juristas:
www.cajpe.org.pe/guia/g-prisi.htm). Sin perjuicio de lo expuesto, conviene destacar que, en prin-
cipio, no podría generar perjuicios para el procesado la repetida presentación de recursos que
tengan por objeto la reevaluación de la pertinencia y suficiencia de las razones que, prima facie,
legitimaron el dictado del mandato de detención en su contra. Y es que dicha evaluación constante
constituye un deber del juez penal, aun en circunstancias en las que no medie una solicitud de
parte, de manera tal que, desde el mismo instante en que se desvanece la pertinencia de los mo-
tivos que sirvieron de fundamento para el dictado de la medida, esta debe ser revocada. En todo
caso, corresponde al juez penal demostrar la conducta obstruccionista del imputado. (STC Exp.
Nº 2915-2004-HC/TC, P, ff. jj. 18-31)
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£519 Derechos conexos. Tutela del debido proceso a través del proceso de hábeas corpus
[E]l (…) proceso [de hábeas corpus] lo que (…) pretende cuestionar es una supuesta viola-
ción del derecho al debido proceso, específicamente del derecho que tiene toda persona a no ser
desviada de la jurisdicción predeterminada por la ley. Sin embargo, debe recordarse que el proce-
so de hábeas corpus no tiene por objeto proteger en abstracto el derecho al debido proceso; sino
que cuando se viola este, su efecto negativo también debe incidir sobre la libertad individual y en
el caso de autos no se ha producido tal situación, toda vez que sobre los beneficiarios no existe
mandato de detención alguno. En consecuencia, si los beneficiarios consideran que efectivamente
su derecho al debido proceso ha sido violado, la vía idónea para solicitar protección es el proceso
de amparo. (STC Exp. Nº 6432-2006-PHC/TC, S, f. j. 2)
De ahí que se pueda afirmar que, también, dentro de un proceso constitucional de hábeas cor-
pus, es posible que el juez constitucional se pronuncie sobre una eventual vulneración del dere-
cho fundamental al debido proceso; claro está siempre que, en el caso concreto, exista conexión
entre este y el derecho fundamental a la libertad personal. Así lo ha establecido también este
Tribunal en anteriores oportunidades (…) al señalar que: “Conforme a reiterada jurisprudencia
de este Colegiado, si bien el proceso de hábeas corpus no tiene por objeto proteger en abstracto
el derecho al debido proceso, en el presente caso, habida cuenta que se han establecido judicial-
mente restricciones al pleno ejercicio de la libertad locomotora, tras la imposición de la medida
cautelar de detención preventiva, el Tribunal Constitucional tiene competencia, ratione materiae,
para evaluar la legitimidad constitucional de los actos judiciales considerados lesivos”. (STC Exp.
Nº 3526-2004-HC/TC, S, f. j. 5)
£520 Derechos conexos. Diferencias entre tutela judicial efectiva y debido proceso
No se trata naturalmente de que el juez constitucional, de pronto, termine revisando todo lo
que hizo un juez ordinario, sino, específicamente, que fiscalice si uno o algunos de los derechos
procesales con valor constitucional están siendo vulnerados. Para proceder de dicha forma existen
dos referentes de los derechos de los justiciables: la tutela judicial efectiva como marco objetivo y
el debido proceso como expresión subjetiva y específica, ambos previstos en el artículo 139, inci-
so 3, de la Constitución Política del Perú. Mientras que la tutela judicial efectiva supone tanto el
derecho de acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en la sentencia, es
decir, una concepción garantista y tutelar que encierra todo lo concerniente al derecho de ac-
ción frente al poder-deber de la jurisdicción, el derecho al debido proceso, en cambio, signifi-
ca la observancia de los derechos fundamentales esenciales del procesado, principios y reglas
esenciales exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los derechos subjetivos.
El debido proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter
formal, los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la razonabi-
lidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe suponer. (STC Exp. Nº 8123-2005-PHC/
TC, P, f. j. 6)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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que la jurisdicción constitucional termine sustituyendo a la justicia ordinaria. Por tanto, mientras
que el debido proceso constitucional siempre puede ser sometido a control a través de los proce-
sos constitucionales, el debido proceso legal –esto es, aquellas afectaciones o irregularidades que
no inciden en dicho contenido– no convierte necesariamente al proceso penal en inconstitucional.
Sin embargo, esta distinción entre el debido proceso constitucional y el debido proceso legal no
debe ser asumida como una sistematización rígida. Ello por cuanto no cabe descartar que, en un
determinado caso, una cuestión que, prima facie, puede considerarse violatoria del debido proceso
legal, puede esconder una afectación también al debido proceso constitucional. En estos casos,
como es evidente, el proceso constitucional es el instrumento idóneo para su cuestionamiento y
resolución. Precisamente, uno de los derechos comprendidos por el debido proceso constitucional
es el relacionado con el derecho a presentar y controvertir pruebas dentro del proceso penal (…),
lo cual lleva aparejada también la exigencia de que el órgano jurisdiccional se pronuncie sobre el
valor jurídico de las pruebas controvertidas. (STC Exp. Nº 1014-2007-PHC/TC, P, ff. jj. 4, 6 y 7)
£526 Derechos conexos. Vulneración del debido proceso en las actuaciones del
Ministerio Público
[L]a posibilidad de control constitucional de los actos del Ministerio Público es una permisión
vigente que se deriva de lo estipulado por el artículo 200 inciso 1 de la Constitución, que estable-
ce que el proceso constitucional de hábeas corpus “(...) procede ante el hecho u omisión de cual-
quier autoridad, funcionario o persona que vulnera o amenaza la libertad individual o los derechos
constitucionales conexos”. Este control constitucional tiene su fundamento en el reconocimiento
del derecho fundamental al debido proceso, y en el hecho de que este derecho puede desplegar
su eficacia jurídica en el ámbito de la etapa prejurisdiccional de los procesos penales; es decir, en
aquella fase del proceso penal en el cual al Ministerio Público le corresponde concretizar el man-
dato constitucional previsto en el artículo 159 de la Constitución. (STC Exp. Nº 2037-2007-PHC/
TC, P, ff. jj. 2 y 3)
[L]os actos de los poderes del Estado y los órganos constitucionales, en general, y del
Ministerio Público, en particular, no se legitiman, desde la perspectiva constitucional, en sí mis-
mos, sino a partir del respeto pleno del conjunto de valores, principios constitucionales y los dere-
chos fundamentales de la persona, de conformidad con el artículo 1 de la Constitución, situación
que no se ha cumplido en el presente caso, al quedar acreditada la vulneración de los derechos
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constitucionales que se invocan en la demanda, por lo que esta debe ser estimada. (STC Exp.
Nº 9544-2006-PHC/TC, S, f. j. 14)
£528 Derechos conexos. Procedencia del hábeas corpus contra el Ministerio Público
por coartar la libertad personal
[S]i bien este Tribunal ha señalado que la actividad del Ministerio Público en el marco de la
investigación preliminar se encuentra vinculada al principio de interdicción de la arbitrariedad y
el debido proceso (…), el Ministerio Público no tiene facultades para coartar la libertad indivi-
dual, y su participación en el proceso es meramente postulatoria, por lo que al no incidir el hecho
denunciado en el contenido de los derechos que son materia de protección mediante el proceso de
hábeas corpus, la demanda deberá ser declarada improcedente. (RTC Exp. Nº 10382-2006-PHC/
TC, S, f. j. 3)
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la esencia misma del contradictorio, garantía natural del proceso judicial y, con ello, el ejercicio
pleno del derecho de defensa del acusado. (STC Exp. Nº 1230-2002-HC/TC, P, f. j. 19)
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así como de cómo se produjo la acción criminal de los terroristas, constituye un auténtico bien
público o colectivo, y también contribuye con la realización plena de los principios de publicidad
y transparencia en los que se funda el régimen republicano. Necesarios no solo para conocer estos
luctuosos hechos, sino también para fortalecer el control institucional y social que ha de funda-
mentar la sanción a quienes, con sus actos criminales, afectaron a las víctimas y en general a la
sociedad y el Estado. En torno a ello, existe una obligación específica del Estado de investigar
y de informar, que no solo consiste en facilitar el acceso de los familiares a la documentación
que se encuentra bajo control oficial, sino también en la asunción de las tareas de investigación y
corroboración de hechos denunciados. Así lo ha entendido la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, cuando ha señalado que la no investigación y sanción a los autores y cómplices de las
desapariciones forzadas constituye una violación al deber estatal de respetar los derechos reco-
nocidos por la Convención Americana, así como al de garantizar su libre y pleno ejercicio (Caso
Bámaca Velásquez, sentencia, párrafo 129). Además, en el caso de violaciones de derechos huma-
nos, el derecho de la víctima no se limita a obtener una reparación económica, sino que incluye el
de que el Estado asuma la investigación de los hechos. Así lo ha precisado la Corte Interamericana
de Derechos Humanos (Caso Castillo Páez, Reparaciones, párrafo 168, y Loayza Tamayo,
Reparaciones, párrafo 175), dado que el pleno conocimiento de las circunstancias de cada caso
también es parte de una forma de reparación moral que el país necesita para su salud democrática.
De allí que para este Colegiado, si bien el derecho a la verdad no tiene un reconocimiento expre-
so, sí es uno que forma parte de la tabla de las garantías de derechos constitucionales; por ende
susceptible de protección plena a través de derechos constitucionales de la libertad, pero también
a través de ordinarios existentes en nuestro ordenamiento jurídico, pues se funda en la dignidad
del hombre, y en la obligación estatal concomitante de proteger los derechos fundamentales, cuya
expresión cabal es el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva. (STC Exp. Nº 2488-2002-HC/TC,
P, ff. jj. 13-20)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
constituyó una intrusión ilegítima a su derecho al honor y a la buena reputación, por cuanto desde
el momento mismo de la divulgación de su detención y por la forma desdorosa en que esta se
efectuó, repercutió directamente en la consideración ajena de su dignidad como persona, acarreán-
dole daño moral como materiales, y una manifiesta trasgresión a su derecho a la presunción de
inocencia. (STC Exp. Nº 5490-2007-PHC/TC, S, f. j. 10)
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manifestaciones vinculadas al ejercicio de tal derecho. Dentro de dicho contexto, y aun cuando
lo que se cuestiona (…) es una restricción sobre la libertad de tránsito, conviene aquí puntualizar
que la situación discutida no se viene presentando en un espacio que pueda considerarse como
abierto o de carácter público, sino que se encuentra circunscrita, más bien, respecto de un área
de uso común de un grupo de personas residentes en determinado lugar de propiedad privada. Se
trata, entonces, de establecer si una vía de acceso común, para los vecinos de una determinada
zona privada, le puede o no ser restringida a uno de sus integrantes, so pretexto de la existencia de
derechos como la propiedad o la contratación. (STC Exp. Nº 4453-2004-HC/TC, S, f. j. 4)
Dentro de dicho contexto y aun cuando lo que se cuestiona en el presente caso es una restric-
ción sobre la libertad de tránsito, conviene aquí puntualizar que la situación discutida no se viene
presentando en un espacio que pueda considerarse como abierto o de carácter público, sino que
se encuentra circunscrita, más bien, a un área de uso común de un grupo de personas residentes
en determinado lugar de propiedad privada. Se trata, entonces, de establecer si una vía de acceso
común, para los vecinos de una determinada zona privada, le puede o no ser restringida a uno
de sus integrantes, so pretexto de la existencia de derechos como la propiedad o la contratación.
Para determinar si las conductas cuestionadas son legítimas este Colegiado considera necesario
contrastar lo que afirman las partes con los instrumentos probatorios acompañados al expediente.
(STC Exp. Nº 7518-2006-PHC/TC, S, f. j. 3)
[D]ebe puntualizarse entonces que, dentro de una propiedad privada, no puede existir ejerci-
cio alguno de la libertad de tránsito, toda vez que ella involucra la posibilidad de traslado de un
lugar público a otro, pero no el desplazamiento que se realice dentro de zonas privadas, las mis-
mas que habrán de encontrarse amparadas por la inviolabilidad de domicilio. Por ende, no es ra-
zonable que se salvaguarde como parte de la libertad de tránsito cualquier tipo de movimiento que
una persona realice dentro de un espacio destinado al uso particular, ya sea dentro de una casa,
centro de trabajo o cualquier tipo de propiedad privada, aunque con una precisión al respecto; sí
cabría protección a través de la libertad de tránsito si existe una vía privada de uso público. (STC
Exp. Nº 2876-2005-PHC/TC, S, f. j. 13)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
CAPÍTULO II
PROCEDIMIENTO
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
604
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
Nota del editor: En relación con el artículo 29 del Código Procesal Constitucional, no se ha ubicado
pronunciamento alguno relevante.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
* Nota del editor: En la versión del Código Procesal Constitucional publicada en el diario oficial El
Peruano, el artículo 33 carece de numeral 2, por lo cual se ha efectuado la adecuación de la numeración
allí consignada.
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
Nota del editor: En relación con el artículo 35 del Código Procesal Constitucional, no se ha ubicado
pronunciamento alguno relevante.
Nota del editor: En relación con el artículo 36 del Código Procesal Constitucional, no se ha ubicado
pronunciamento alguno relevante.
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
TÍTULO III
PROCESO DE AMPARO
CAPÍTULO I
DERECHOS PROTEGIDOS
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
las personas, por lo que exige que tanto la sociedad como el Estado deban tener como principal
objetivo la vigencia de la dignidad humana. (STC Exp. Nº 0004-2006-AI/TC, P, f. j. 115)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
faz estrictamente liberal, supondría reducir la protección constitucional del principio de igualdad
a un contenido meramente formal, razón por la cual es deber de este Colegiado, de los poderes
públicos y de la colectividad en general, dotar de sustancia al principio de igualdad reconocido en
la Constitución. En tal sentido, debe reconocerse también una vinculación positiva del legislador a
los derechos fundamentales, de forma tal que la ley esté llamada a revertir las condiciones de des-
igualdad o, lo que es lo mismo, a reponer las condiciones de igualdad de las que la realidad social
pudiera estarse desvinculando, en desmedro de las aspiraciones constitucionales. (STC Exp. Nº
0001-2003-AI/TC, P, f. j. 11)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£576 Derecho de igualdad. Examen de idoneidad (Cuarto paso del test de igualdad)
Este paso [examen de idoneidad] exige que la medida legislativa que establece la diferencia
de trato deba ser congruente con el fin legítimo que se trata de proteger. En otras palabras, se
evalúa si la medida legislativa es idónea para conseguir el fin pretendido por el Legislador. Por el
contrario, si se verifica que la medida adoptada por el Legislador no guarda ninguna relación con
el fin que se trata de proteger, esta limitación resultará inconstitucional. (STC Exp. Nº 0004-2006-
PI/TC, P, f. j. 140)
El principio de igualdad exige, entre otros requisitos, que exista coherencia entre las medidas
adoptadas y el fin perseguido y, especialmente, que la delimitación concreta del grupo o categoría
así diferenciada se articule en términos adecuados a dicha finalidad. (STC Exp. Nº 0004-2006-PI/
TC, P, f. j. 141)
£577 Derecho de igualdad. Examen de necesidad (Quinto paso del test de igualdad)
En cuanto al ámbito del examen de necesidad, la evaluación de la eventual vulneración de la
igualdad por parte de una disposición legal no debe realizarse del mismo modo y con el mismo
rigor, dependiendo siempre del caso concreto. (STC Exp. Nº 0004-2006-PI/TC, P, f. j. 144)
[E]xisten determinadas materias que exigen un juicio de igualdad más riguroso, que se va a
plantear de modo especial en la evaluación de “necesidad” de la medida legislativa cuestionada.
Así, por ejemplo, cuando se trate de leyes que diferencian por motivo de origen, raza, sexo, idio-
ma, religión, opinión, condición económica (artículo 2, inciso 2 de la Constitución) o cuando se
trate de leyes que limiten el ejercicio de un derecho fundamental, entre otros, el subprincipio de
necesidad exige que la medida adoptada por el Legislador, para ser constitucional, deba ser abso-
lutamente indispensable para la consecución del fin legítimo, pues de existir una medida alternati-
va que, siendo igualmente idónea para conseguir el mencionado fin, influya con menor intensidad
en el respectivo bien constitucional, entonces la medida legislativa cuestionada resultará inconsti-
tucional. (STC Exp. Nº 0004-2006-PI/TC, P, f. j. 145)
Situación distinta se aprecia respecto de materias que, a diferencia de las antes mencionadas,
exigen un juicio de igualdad flexible cuando se trate de ámbitos en los que la Constitución ha
otorgado al Parlamento una amplia libertad de configuración, por lo que en el caso de la evalua-
ción de la necesidad de la medida legislativa cuestionada bastaba que esta no sea manifiesta y
evidentemente innecesaria. (STC Exp. Nº 0004-2006-PI/TC, P, f. j. 146)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
De este modo, cuando el resultado del juicio de proporcionalidad indique que el fin constitu-
cional de la medida legislativa diferenciadora es, por lo menos, “equivalente” a los bienes consti-
tucionales con los que encuentran en conflicto, entonces se podrá sostener que tal medida, además
de proporcional, resulta razonable. (STC Exp. Nº 0004-2006-PI/TC, P, f. j. 150)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
puedan superar la inferioridad real en la que se encuentran con acciones concretas del Estado.
(STC Exp. Nº 0048-2004-AI/TC, P, f. j. 63)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
a características como la opinión política, el estado civil, el sexo o, también, en nuestro criterio, la
edad. (STC Exp. Nº 01875-2006-PA/TC, P, f. j. 6)
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del conflicto pasará por la eliminación de una de ellas o por la introducción de una excepción.
Esta última debe ser la solución adecuada y se tendrá entonces una regla final, como la que sigue:
“Toda persona ejercitará sus derechos a la expresión y a la información sin previa autorización,
ni censura ni impedimentos algunos, salvo para garantizar el correcto ejercicio de la potestad de
administrar justicia”. (STC Exp. Nº 2262-2004-HC/TC, P, f. j. 25)
£626 Derecho a la información. Límites sobre la base del respeto del secreto sumarial
Para determinar si el juez puede dictar, en el caso concreto, una medida restrictiva a un dere-
cho fundamental sobre la base del respeto del secreto sumarial, este debe analizar la existencia, o
no, de un riesgo claro e inminente a la independencia judicial. Así, se debe determinar si la suma
del “coste del valor de la pérdida social derivada de la restricción del discurso” con el “valor del
error judicial” es mayor o menor a los “beneficios de la supresión”, a fin de consentir el control
previo del discurso. Es decir, se debe realizar un estudio sobre lo que la sociedad deja de recibir
cuando se prohíbe la emisión de un discurso, a lo que se habrá de sumar las circunstancias que
pueden llevar al juez a equivocarse en contraposición con los bienes jurídicos constitucionales
que se estaría protegiendo a través de la supresión del discurso. Este triple análisis permitirá al
juzgador analizar cuándo, en pos del secreto sumarial, es preferible poner medidas restrictivas al
derecho de las personas sujetas a un proceso penal. (STC Exp. Nº 2262-2004-HC/TC, P, f. j. 25)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
efecto irradiante que posee respecto al resto de derechos. Pero no hay que olvidar que los dere-
chos fundamentales (todos, sin excluir ninguno) están en igualdad de condiciones dentro de la
Constitución.
Por eso, lo que corresponde realizar es una determinación de los contenidos de cada uno de
los derechos involucrados. Solo así se llegará a la delimitación adecuada de sus contornos. Para
ello, será necesario optar por el método de la ponderación, con una utilización mixta de los crite-
rios de razonabilidad (propios de cualquier relación entre derechos fundamentales) y de desarrollo
colectivo (exclusivo de los derechos de respeto de la persona y los comunicativos). (STC Exp.
Nº 6712-2005-HC/TC, P, f. j. 40)
En el análisis de la validez del derecho a la información o a la vida privada se tendrá como
característica esencial e imprescindible su acercamiento a una base razonable para el mejoramien-
to social y personal de los miembros de la colectividad. Solo de esta forma podrá ser entendido el
interés público en una información vertida por los medios de comunicación social. Este desarrollo
colectivo se materializa en dos ámbitos: uno subjetivo (proyección pública) y otro objetivo (inte-
rés del público). (STC Exp. Nº 6712-2005-HC/TC, P, f. j. 52)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
promover la información y la educación respecto de aquellos, y, llevar a cabo una serie de con-
ductas y actos que garanticen o amparen un estatus para los ciudadanos que corresponda con el de
un Estado Social y Democrático de Derecho. (STC Exp. N° 1776-2004-AA/TC, P, f. j. 41)
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£654 Derecho a la libre contratación. Exclusión del medio de pago como parte de su
contenido
Estos elementos [la autodeterminación para decidir la celebración de un contrato, la potes-
tad para elegir al cocelebrante y para decidir, de común acuerdo, la materia objeto de regulación
contractual] constituirían en abstracto el contenido mínimo o esencial de la libertad contractual.
Desde esta perspectiva, no formaría parte de dicho contenido el medio de pago a través del cual
la obligación contenida en el contrato deba cumplirse, de modo que tocará ahora determinar si
tal limitación resulta justificada para alcanzar un fin constitucionalmente relevante. (STC Exp.
Nº 0004-2004-AI/TC y acumulados, P, f. j. 8)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
que, por un lado, el ejercicio de la libertad contractual no puede considerarse como un derecho
absoluto y, de otro, pues todos los derechos fundamentales, en su conjunto, constituyen, (...), el
orden material de valores en los cuales se sustenta todo el ordenamiento jurídico peruano. (STC
Exp. Nº 0858-2003- AA/TC, S, f. j. 22)
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Resulta claro, sin embargo, que la elección del lugar no siempre puede quedar a discreción de la
voluntad del celebrante, pues, en ocasiones, es el lugar escogido el que determina, ante el objetivo
riesgo de afectación de determinados bienes constitucionalmente protegidos, la aparición de una
causa objetiva y suficiente para restringir o prohibir la reunión. (STC Exp. Nº 4677-2004-AA/TC,
S, f. j. 15.d)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
su punto más elevado. Las primeras (agrupaciones políticas), actúan en procura de materializar su
legítimo derecho pasivo de elección y dar lugar a la alternancia en el poder, y la segunda (ciuda-
danía), con el ánimo –imprescindible por cierto en una sociedad democrática– de apoyar a su al-
ternativa eleccionaria o, en su caso, de transmitir su disconformidad, parcial o total, con la gestión
del gobierno saliente, exponiendo, de esta manera, los cambios que juzga prudentes. (STC Exp.
Nº 4677-2004-PA/TC, S, f. j. 19)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£695 Derecho al honor y buena reputación. Opiniones son excluidas del contenido
del derecho de rectificación
[E]l contenido y el ámbito del derecho de rectificación no comprende la posibilidad de que
en ejercicio de dicho derecho subjetivo se pueda pretender corregir, enmendar, suprimir o sim-
plemente rectificar juicios de valor u opiniones que a través del medio de comunicación social se
hubieran trasmitido, conforme lo enuncia el artículo 6 de la Ley Nº 26847, pues por su propia na-
turaleza abstracta y subjetiva, estas no pueden ser objeto de una demostración acerca de su exacti-
tud, lo que no exime ni justifica, por supuesto, que so pretexto de ello se utilicen frases o palabras
objetivamente injuriosas o insultantes. (STC Exp. Nº 0929-1998-AA/TC, P, f. j. 5.b)
645
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
cuya divulgación o conocimiento por otros trae aparejado algún daño. Y este concepto de daño es
determinante, pues no se trata de verificar únicamente el acceso de un tercero a dichos datos, sino
se deberá corroborar si ello trae consigo un daño. (STC Exp. N° 0009-2007-PI/TC y 0010-2007-
PI/TC, ff. jf. 43 y 44)
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electrónico masivo), la rectificación debe realizarse según la manera en que cada medio difunda
el mensaje. Por ello, este Colegiado se ha de preocupar en que la inmediatez de la rectificación
deba ser cumplida, pues ella es una característica esencial y constituyente en el ejercicio de este
derecho fundamental.
Forma: Lo que siempre habrá de buscarse es que la rectificación sea proporcional con aquel
mensaje que terminó violentando el derecho fundamental al honor de la persona. Tratándose de
una edición escrita, la rectificación deberá publicarse íntegramente, sin intercalaciones, en la
misma página y con características similares a la comunicación que lo haya provocado o, en su
defecto, en un lugar destacado de la misma sección. Cuando se trata de radio o televisión, la recti-
ficación tendrá que difundirse en el mismo horario y con características similares a la transmisión
que la haya motivado. Por ello, se señala en el artículo 3 in fine mencionado que, tras la solicitud
de la persona afectada, la rectificación se efectuará el mismo día de la semana y, de ser el caso, a
la misma hora en que se difundió el mensaje que la origina en los medios no escritos. Lo que en
fondo se persigue con la rectificación es que se presente un mensaje discursivo con el mismo peso
periodístico que el original, pero siempre en términos respetuosos y convenientes.
b. Con relación a los intervinientes: Como todo derecho fundamental, la rectificación posee
un titular y un destinatario.
Reclamante: La titularidad del derecho alcanza a cualquier persona, natural o jurídica, ofendi-
da o injustamente aludida por algún medio de comunicación. Es así como el derecho está recono-
cido a toda “persona” afectada por afirmaciones inexactas o agraviantes emitidas en su perjuicio,
pudiendo ejercerlo, según lo precisa el artículo 2 de la Ley Nº 26775, por la misma afectada o por
su representante legal. También estará legitimada activamente para realizar la solicitud de rectifi-
cación, aquella persona que, pese a que el medio se haya rectificado espontáneamente, no juzgue
satisfactoria la misma.
Obligado: La rectificación se traduce en una obligación que recae, como ya ha sido explica-
do, en cualquier medio de comunicación, y que consiste en insertar o difundir gratuitamente las
rectificaciones que les sean dirigidas. Cuando se trata de un medio de comunicación social, el
artículo 2 de la Ley Nº 26775 señala que será responsable el director del órgano de comunicación
y, a falta de este, quien haga sus veces. Cabe señalar que según el artículo 14.3 de la Convención
Americana, toda publicación o empresa periodística, cinematográfica, de radio o televisión tendrá
una persona responsable que no esté protegida por inmunidades ni disponga de fuero especial. En
caso de que el responsable no estuviese en un medio de comunicación social, entonces el respon-
sable será el propio emisor de la información.
c. Con relación al trámite: Este tema ha sido desarrollado a través de la citada Ley Nº 26775,
básicamente a través de los artículos 2 y 3; pero hay aspectos que merecen ser resaltados.
Solicitud: Se debe hacer un requerimiento al director del medio de comunicación o a las per-
sonas que se presentan como responsables, en el cual se solicite la rectificación. Según el artículo
2 de la referida ley, la solicitud será cursada por conducto notarial u otro fehaciente. Es así como
tal carta se configura en una vía previa para la presentación de la demanda de amparo.
- Tramitación: El pedido realizado puede ser realizado hasta quince días naturales posterio-
res a la publicación o difusión que se propone rectificar, tal como lo señala el antes mencionado
artículo 2 de la Ley Nº 26775. Este plazo está de la mano con la exigencia de inmediatez expli-
cada. (STC Exp. Nº 3362-2004-AA/TC, P, f. j. 20)
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13 del artículo 2) y la asociación reconocida por el Código Civil (artículo 80), es conveniente es-
pecificar que, para efectos constitucionales, las finalidades de dicho atributo no solo se concretan
en los consabidos fines no lucrativos, sino en toda clase de objetivos. (STC Exp. Nº 4938-2006-
PA/TC, S, f. j. 10)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
que ordenan el traslado y la rebaja en la categoría del recurrente, con el agravante que se trata
de actos que han afectado el ejercicio de las actividades sindicales que como dirigente, en
medio de la negociación de un pliego de reclamos, le corresponden. (STC Exp. Nº 8330-2006-
PA/TC, P, f. j. 9)
[L]os traslados sucesivos, la rebaja de categoría sin justificación alguna y sin amparo legal,
así como la clausura del centro de labores en el contexto de una negociación colectiva, resultan
actos violatorios que atentan contra la actividad sindical. En efecto, si bien los actos señalados
podrían encontrar justificación en caso se sujeten a la legislación pertinente (lo que no ha sido
probado en el caso de autos), tales actos, en su conjunto, neutralizan en gran medida la actividad
sindical de los trabajadores, a efectos de poder negociar, de forma libre, con su empleador. (STC
Exp. Nº 8330-2006-PA/TC, P, f. j. 12)
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£766 Derecho al trabajo. Protección contra el despido arbitrario a través del proce-
so de amparo
[E]l contenido del derecho constitucional a una protección adecuada contra el despido ar-
bitrario supone la indemnización o la reposición según corresponda, a elección del trabajador,
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
entonces, en caso de que en la vía judicial ordinaria no sea posible obtener la reposición o la resti-
tución del derecho vulnerado, el amparo será la vía idónea para obtener la protección adecuada de
los trabajadores del régimen laboral privado, incluida la reposición cuando el despido se funde en
los supuestos mencionados. (STC Exp. Nº 0206-2005-PA, P, f. j. 7, PV)
[E]n la vía del amparo no se cuestiona, ni podría cuestionarse, la existencia de una causa justa
de despido; sino la presencia, en el despido, como elemento determinante del mismo, de un mo-
tivo ilícito, que suponga la utilización del despido como vehículo para la violación de un derecho
constitucional; por lo que, en verdad, el bien jurídico protegido a través del amparo constitucional
no es la estabilidad laboral del trabajador, sino el goce y ejercicio de sus derechos constituciona-
les. Así ocurre, por ejemplo, con el despido discriminatorio, en el cual el despido es tan solo el
medio utilizado para practicar un acto discriminatorio en perjuicio de un trabajador a causa de su
raza, color, sexo, idioma, religión, actividad sindical, opinión política o cualquier otra condición.
[E]n el caso de la acción de amparo, la protección que se dispensa al trabajador no está referida a
la arbitrariedad del despido, que dependerá de la prueba de la existencia de la causa justa impu-
tada, sino al carácter lesivo de los derechos constitucionales presente en dicho despido. (STC Exp.
Nº 0976-2001-AA/TC, P, f. j. 13)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
tal como se desprende, por lo demás, de la propia ubicación estructural asignada al artículo 34
dentro del Decreto Legislativo Nº 728. (STC Exp. Nº 0976-2001-AA/TC, P, f. j. 13.b.1)
£771 Derecho al trabajo. No ruptura del vínculo laboral por retiro de confianza a
trabajador promovido
[L]a inobservancia de la formalidad establecida por el Reglamento del TUO de la Ley de
Productividad y Competitividad Laboral no enerva el hecho de que el trabajador pueda ser con-
siderado como personal de confianza, si es que de la naturaleza de las funciones desempeñadas
se desprende alguna de las particularidades reseñadas en el fundamento precedente. (…) Sin em-
bargo tal criterio tiene una excepción por cuanto no procede en el supuesto de que el trabajador,
después de haber venido laborando en un cargo ordinario, hubiera variado su calidad a personal
de confianza, en cuyo caso, de producirse el retiro de la confianza, no corresponderá como con-
secuencia la ruptura del vínculo laboral sino el retorno del trabajador al puesto que había venido
desempeñando anteriormente. Suponer lo contrario, es decir, que incluso en tales casos el retiro de
la confianza implica la ruptura del vínculo laboral significaría permitir un abuso del derecho del
empleador, el cual es prohibido por el artículo 103 de la Constitución, dado que podría darse el
caso de que se varíe la calidad de un trabajador a “trabajador de confianza”, con el propósito
de despedirlo más adelante aduciendo la pérdida de la misma. (STC Exp. Nº 08257-2006-PA/
TC, P, ff. jj. 7 y 8)
£773 Derecho al trabajo. Nulidad o ineficacia del despido por lesión de derechos
fundamentales
[L]a extinción unilateral de la relación laboral, fundada única y exclusivamente en la voluntad
del empleador, está afectada de nulidad –y por consiguiente el despido carecerá de efecto legal–
cuando se produce con violación de los derechos fundamentales de la persona, reconocidos por
la Constitución o los tratados relativos a la promoción, defensa y protección de los derechos hu-
manos. La pérdida de toda eficacia legal de cierto tipo de despidos, deriva de la conexión directa
e inmediata entre el acto de extinción de la relación laboral y la contravención de la Constitución
o los tratados en materia de derechos humanos. Así, se encontrará afectada de plena nulidad toda
aquella voluntad de empleador que restrinja, limite, disminuya, impida o conculque el goce de los
referidos derechos a uno o más de sus dependientes (...).
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
[L]a naturaleza misma del acto inconstitucional es la que determina la ineficacia legal del
despido, en razón de que el principio de primacía constitucional, contenido en el artículo 51 de
nuestra Norma Fundamental, no admite que puedan reputarse como legítimas y eficaces aquellas
conductas y actuaciones que importan la vulneración de los derechos que dicho conjunto norma-
tivo consagra. En efecto, la lesión de los derechos fundamentales de la persona constituye, per
se, un acto inconstitucional, cuya validez no es en modo alguno permitida por nuestro supra or-
denamiento. En ese contexto, y, al amparo de la Constitución, el Tribunal Constitucional tiene
la obligación de disponer a favor del agraviado la tutela más amplia, efectiva y rápida posible,
restituyéndole en el goce integral y en el ejercicio pleno de su derecho amenazado o vulnerado; lo
que se conseguirá mediante la cesación del acto lesivo y la privación de efecto legal alguno que
por arbitrariedad el empleador quisiese consumar. (STC Exp. Nº 0976-2001-AA/TC, P, f. j. 20)
[L]a protección adecuada contra el despido arbitrario previsto en el artículo 27 de la
Constitución ofrece dualmente una opción reparadora (readmisión en el empleo) o indemnizato-
ria (resarcimiento por el daño causado), según sea el caso. Esta orientación (...) plantea el refor-
zamiento de los niveles de protección a los derechos del trabajador frente a residuales prácticas
empresariales abusivas respecto al poder para extinguir unilateralmente una relación laboral. (…)
[L]a competencia y actuación de la vía jurisdiccional –ordinaria o constitucional– y los alcances
de la protección jurisdiccional –reposición o indemnización– dependen de la opción que adopte el
trabajador despedido, así como de la naturaleza de los derechos supuestamente vulnerados. (STC
Exp. Nº 0976-2001-AA/TC, P, ff. jj. 16 y 19)
667
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
atención especial con el fin de alcanzar el máximo desarrollo de su personalidad. (STC Exp.
Nº 0206-2005-AA/TC, P, f. j. 15, PV)
£777 Derecho al trabajo. Protección del trabajador respecto de sus actos propios
La Constitución protege (...) al trabajador, aun respecto de sus actos propios, cuando pretenda
renunciar a los derechos y beneficios que por mandato constitucional y legal le corresponden, evi-
tando que, por desconocimiento o ignorancia –y sobre todo, en los casos de amenaza, coacción o
violencia–, se perjudique. (STC Exp. Nº 2906-2002-AA/TC, S, f. j. 4)
668
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
f) Los actos de discriminación por razón de sexo, raza, religión, opinión o idioma.
g) Los actos contra la moral y todos aquellos que afecten la dignidad del trabajador.
Consecuentemente, los amparos que se refieran a las materias descritas (fundamentos 17 y
18), que por mandato de la ley son competencia de los jueces de trabajo, serán declaradas impro-
cedentes en la vía del amparo. (STC Exp. Nº 0206-2005-PA/TC, P, ff. jj. 17 y 18, PV)
[E]l amparo no es la vía idónea para el cuestionamiento de la causa justa de despido imputada
por el empleador cuando se trate de hechos controvertidos, o cuando, existiendo duda sobre tales
hechos, se requiera la actuación de medios probatorios a fin de poder determinar la veracidad, fal-
sedad o la adecuada calificación de la imputación de la causa justa de despido, que evidentemente
no pueden dilucidarse a través del amparo. En efecto, es claro que, en este supuesto, para que
se produzca certeza en el juzgador, respecto de los puntos controvertidos, y pueda así sustentar
su fallo en determinado sentido, necesariamente tendrá que desarrollar la actividad probatoria a
través de sus diversas etapas, en particular respecto de la actuación y valoración de la prueba que,
entre otras muchas, se relacionarán con declaraciones de parte, testigos, documentos (libros de
planillas, informes), peritajes y, especialmente, las pruebas de oficio. (STC Exp. Nº 0206-2005-
PA/TC, P, f. j. 19, PV)
[A]quellos casos que se deriven de la competencia por razón de materia de los jueces de tra-
bajo, los actos de hostilidad y aquellos derivados del cuestionamiento y calificación del despido
fundado en causa justa que se refieran a hechos controvertidos, mencionados en los puntos prece-
dentes, no serán tramitados en el proceso de amparo, sino en el proceso laboral de la jurisdicción
laboral ordinaria, a cuyos jueces corresponde, en primer lugar, la defensa de los derechos y liber-
tades constitucionales y de orden legal que se vulneren con ocasión de los conflictos jurídicos de
carácter individual en el ámbito laboral privado. Solo en defecto de tal posibilidad o atendiendo
a la urgencia o a la demostración objetiva y fehaciente por parte del demandante de que la vía
laboral ordinaria no es la idónea, corresponderá admitir el amparo. (STC Exp. Nº 0206-2005-PA/
TC, P, f. j. 20, PV)
669
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
671
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
a sus representantes con plena libertad” (La libertad sindical. Oficina Internacional del Trabajo
Ginebra. Recopilación de decisiones y principios del Comité de Libertad sindical del Consejo
de Administración de la OIT. Quinta edición [revisada] 2006) (...). (STC Exp. Nº 8330-2006-PA/
TC, P, ff. jj. 4 y 5)
673
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
674
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
En suma (...), la fuerza vinculante implica que en la convención colectiva las partes pueden
establecer el alcance y las limitaciones o exclusiones que autónomamente acuerden con arreglo a
ley. (STC Exp. Nº 0008-2005-AI/TC, P, f. j. 33)
£802 Negociación colectiva. Obligación estatal del fomento y estímulo de los conve-
nios colectivos
[E]l derecho constitucional a la negociación colectiva se expresa principalmente en el deber
del Estado de fomentar y estimular la negociación colectiva entre los empleadores y trabajadores,
conforme a las condiciones nacionales, de modo que la convención colectiva que se deriva de la
negociación colectiva tiene fuerza vinculante en el ámbito de lo concertado. (STC Exp. Nº 0785-
2004-AA/TC, S, f. j. 5)
675
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
- Los miembros del Ministerio Público y del Órgano Judicial (artículo 153 de la Constitución).
(STC Exp. Nº 0008-2005-AI/TC, P, f. j. 42)
677
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
a los supuestos y mecanismos que la ley, a través de los procesos ordinarios, establece. (STC Exp.
Nº 3773-2004-AA/TC, S, f. j. 2)
678
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£820 Derecho de propiedad. Ejercicio en armonía con el bien común y dentro de los
límites de ley
Entendido el derecho fundamental a la propiedad [desde la perspectiva iusprivatista] parece
atribuir a su titular un poder absoluto, lo cual no se condice con los postulados esenciales de los
derechos fundamentales que reconoce un Estado Social y Democrático de Derecho como el nuestro.
Por ello, el derecho a la propiedad debe ser interpretado no solo a partir del artículo 2, incisos 8 y 16,
sino también a la luz del artículo 70 de la Constitución, el cual establece que este se ejerce en armo-
nía con el bien común y dentro de los límites de ley. (STC Exp. Nº 0030-2004-AI/TC, P, f. j. 11)
679
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
683
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
se constituirá en un medio residual, que podrá cubrir ámbitos no tomados en consideración. (STC
Exp. Nº 1042-2002-AA/TC, S, f. j. 2.2.2.)
684
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£847 Derecho de participación en la vida política del país. Como concreción del
principio democrático
[E]l principio democrático se materializa a través de la participación directa, individual o co-
lectiva, de la persona como titular de una suma de derechos de dimensión tanto subjetiva como
institucional (derecho de voto, referéndum, iniciativa legislativa, remoción, o revocación de auto-
ridades, demanda de rendición de cuentas, expresión, reunión, etc.), así como en su participación
asociada, a través de organizaciones orientadas a canalizar el pluralismo político. Tales organiza-
ciones son los partidos y movimientos políticos. (STC Exp. Nº 00030-2005-AI/TC, P, f. j. 22)
£848 Derecho de participación en la vida política del país. Derecho y garantía ins-
titucional
[E]l artículo 2, inciso 17), de nuestra Carta Fundamental, (…) reconoce el derecho de toda
persona de participar en forma individual o asociada en la vida política, económica, social y cul-
tural de la nación. Este derecho, además de constituir un derecho fundamental por sí mismo, es,
a su vez, una garantía institucional, en la medida en que promueve el ejercicio de otros derechos
fundamentales, ya en forma individual, ya en forma asociada, por lo que aquí interesa destacar.
(STC Exp. Nº 0905-2001-AA/TC, P, f. j. 5)
£849 Derecho de participación en la vida política del país. Configuración legal del
derecho a ser elegido
El derecho fundamental a ser elegido representante es un derecho de configuración legal. Ello
es así no solo porque el artículo 31 de la Constitución establece que los ciudadanos tienen derecho
a ser elegidos representantes, “de acuerdo con las condiciones y procedimientos determinados por
ley orgánica”, sino también porque el principio de representación proporcional –entendido en este
caso como el mecanismo, regla o fórmula que permite traducir los votos en escaños– recogido por
el artículo 187 de la Constitución, queda determinado “conforme al sistema que establece la ley”,
según señala este mismo artículo. En otras palabras, por voluntad del propio constituyente, la ley
(orgánica) no solo puede, sino que debe culminar la delimitación del contenido constitucional-
mente protegido del derecho a acceder al cargo de congresista. Desde luego, que el referido dere-
cho fundamental sea de configuración legal, no implica que la ley llamada a precisar determinadas
delimitaciones a su contenido protegido se encuentre exenta de un control de constitucionalidad.
Significa, tan solo, que el constituyente ha querido dotar al legislador de un margen amplio de
apreciación en la determinación del ámbito normativo del referido derecho, lo que debe ser tenido
en cuenta por la jurisdicción constitucional al momento de valorar la validez o invalidez constitu-
cional de su actuación. (STC Exp. Nº 0030-2006-AI/TC, P, f. j. 27 a)
£850 Derecho de participación en la vida política del país. Titularidad del derecho
al sufragio
El derecho fundamental de sufragio activo se manifiesta a través del voto (tercer y cuarto
párrafo del artículo 31 de la Constitución), y su titularidad se encuentra reservada a los ciudada-
nos, es decir, a los mayores de 18 años, y siempre que dicha ciudadanía se encuentre inscrita en el
registro electoral correspondiente (artículo 30 de la Constitución) (…). (STC Exp. Nº 0030-2005-
PI/TC, P, f. j. 63)
685
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£851 Derecho de participación en la vida política del país. Carácter igualitario del
derecho al sufragio (voto)
[El voto e]s igual: Esta característica deriva del mandato previsto en el artículo 2, inciso 2, de
la Constitución, conforme al cual ninguna persona puede ser discriminada por motivo de origen,
raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquier otra índole. Siendo el
derecho de voto una garantía institucional para la estabilidad y la convivencia armónica en una
sociedad democrática, en modo alguno puede justificarse la restricción en su ejercicio por causas
carentes de objetividad, razonabilidad y proporcionalidad. Por el contrario, dichas restricciones
deben ser en todos los casos valoradas bajo el imperio del principio pro homine, de manera tal
que toda interpretación debe encontrarse orientada a procurar el ejercicio pleno del derecho. (STC
Exp. Nº 0030-2005-PI/TC, P, f. j. 64)
£852 Derecho de participación en la vida política del país. Carácter libre del dere-
cho al sufragio (voto)
[El voto e]s libre: Esta característica del derecho de voto merece un análisis conjunto con su
obligatoriedad hasta los setenta años. La libertad inherente al derecho de voto debe ser compren-
dida en el sentido de que a nadie pueda conminarse a que se manifieste en un determinado sentido,
de manera tal que su orientación sea consecuencia de una meditación personalísima, “espontánea”
(artículo 176) y responsable entre las distintas opciones posibles. La “decisión”, consiguientemen-
te, jamás puede ser consecuencia de algún grado de incidencia previa sobre la libertad de concien-
cia (artículo 2, inciso 3) ni menos aún sobre la integridad física, psicológica o moral (artículo 2,
inciso 1). (STC Exp. Nº 0030-2005-PI/TC, P, f. j. 64.c)
£853 Derecho de participación en la vida política del país. Carácter obligatorio del
derecho al sufragio (voto)
[E]n aras de forjar una identidad ciudadana con los principios consubstanciales a la participa-
ción política y la democracia, el constituyente no solamente ha estatuido el voto como un derecho,
sino como un deber, de modo tal ha optado por estatuir el voto obligatorio, dando lugar a que, sin
perjuicio de lo expuesto, ante la ausencia de causas justificadas, pueda derivarse alguna sanción
administrativa por no acudir a las urnas. (STC Exp. Nº 0030-2005-PI/TC, P, f. j. 64)
£854 Derecho de participación en la vida política del país. Carácter personal del de-
recho al sufragio (voto)
[El voto e]s personal: Debe ser ejercido directamente y, en ningún caso, a través de interpósita
persona. (STC Exp. Nº 0030-2005-PI/TC, P, f. j. 64)
£855 Derecho de participación en la vida política del país. Carácter secreto del de-
recho al sufragio (voto)
[El voto e]s secreto: Nadie puede ser obligado a revelar, sea con anterioridad o posterioridad
al acto de sufragio, el sentido del voto. Este componente del derecho al voto deriva, a su vez, del
derecho fundamental de toda persona a mantener reserva sobre sus convicciones políticas (artículo
2, inciso 18), y constituye una garantía frente a eventuales intromisiones tendentes a impedir que
se forje una elección libre y espontánea. (STC Exp. Nº 0030-2005-PI/TC, P, f. j. 64)
686
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£857 Derecho de participación en la vida política del país. Suspensión del derecho
al voto como consecuencia de la suspensión de la ciudadanía
[L]a suspensión de la ciudadanía por cualquiera de las causales previstas en el artículo 33
de la Norma Fundamental [resolución judicial de interdicción, sentencia con pena privativa de
la libertad y sentencia con inhabilitación de los derechos políticos], da lugar a la suspensión del
ejercicio del derecho de voto. (STC Exp. Nº 00030-2005-AI/TC, P, f. j. 63)
£858 Derecho de participación en la vida política del país. Diferencia entre la sus-
pensión del ejercicio de la ciudadanía y la inhabilitación política
[La] inhabilitación [política] es consecuencia de un juicio político y es distinta de la inhabi-
litación judicial. La primera opera por decisión del Congreso de la República y tiene los efectos
de inhabilitación para el ejercicio de toda función pública. La segunda es consecuencia de una
sentencia judicial que suspende el ejercicio de la ciudadanía, de acuerdo con el artículo 33 de la
Constitución Política del Perú. (STC Exp. Nº 2791-2005-AA/TC, S, f. j. 3)
687
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
688
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£867 Derecho de tutela procesal efectiva. Tutela jurisdiccional efectiva como dere-
cho genérico
[La tutela jurisdiccional efectiva] constituye un derecho, (…) “genérico” que se descompone
en un conjunto de derechos específicos enumerados, principalmente, en el mencionado artículo, o
deducidos implícitamente de él. (STC Exp. Nº 0004-2006-AI/TC, P, f. j. 22)
El derecho a la tutela jurisdiccional es un atributo subjetivo que comprende una serie de de-
rechos, entre los que destacan el acceso a la justicia, es decir, el derecho de cualquier persona de
promover la actividad jurisdiccional del Estado, sin que se le obstruya, impida o disuada irrazona-
blemente; y el derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales. (STC Exp. Nº 0015-2005-
AI/TC, P, f. j. 16)
689
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
recursos y medios de defensa que franquea la ley; de obtener una decisión razonablemente fun-
dada en derecho; y, finalmente, de exigir la plena ejecución de la resolución de fondo obtenida.
(STC Exp. Nº 4080-2004-AC/TC, S, f. j. 14)
£871 Derecho de tutela procesal efectiva. Contenido complejo del debido proceso y
la tutela jurisdiccional
Asimismo, estos derechos [al debido proceso y a la tutela jurisdiccional] poseen un conte-
nido complejo (pues se encuentran conformados por un conglomerado de mecanismos que no
son fácilmente identificables) que no se limita a los derechos fundamentales reconocidos en el
artículo 139, el segundo párrafo del artículo 103 u otras disposiciones de la Constitución, sino
también a aquellos derechos que resulten esenciales para que el proceso pueda cumplir con su
finalidad y que se deriven del principio-derecho de dignidad de la persona humana (artículo 3 de
la Constitución). (STC Exp. Nº 0023-2005-PI/TC, P, f. j. 42)
El contenido constitucional de los derechos al debido proceso y a la tutela jurisdiccional, es-
tablecidos en el artículo 139 inciso 3), de la Constitución, no puede ser identificado correctamente
si tales derechos no son interpretados sistemáticamente con disposiciones constitucionales, tanto
subjetivas como objetivas.
En relación con los bienes subjetivos, cabe mencionar el principio-derecho de dignidad de la
persona (artículo 1), el principio del Estado democrático y social de derecho (artículo 43), la protec-
ción jurisdiccional de los derechos (artículo 200), y la interpretación de los derechos fundamentales de
conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y con los tratados y acuerdos inter-
nacionales sobre las mismas materias (Cuarta Disposición Final y Transitoria), entre otros.
En cuanto a los bienes objetivos, tenemos los deberes de todos los peruanos (artículo 38), los
deberes primordiales del Estado (artículo 44), el principio político de soberanía popular (artículo
45), el principio jurídico de supremacía constitucional (artículo 51), los principios constituciona-
les del proceso de descentralización (artículo 188), por señalar los principales.
Asimismo, la determinación de tal contenido debe tener en consideración, además, la doctrina
jurisprudencial y los precedentes vinculantes del Tribunal Constitucional, así como la jurispru-
dencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuya competencia contenciosa ha sido
aceptada por el Estado peruano.
De otro lado, es necesario precisar que la delimitación del contenido de los referidos dere-
chos no puede prescindir de las circunstancias de hecho que rodean cada caso concreto. En efecto,
si bien es cierto que el análisis armónico y sistemático de las disposiciones constitucionales, así
como la revisión de la jurisprudencia nos van a proporcionar un concepto del derecho fundamen-
tal del que se trate, este análisis se encontrará incompleto si es que se prescinde de los hechos que
caracterizan cada caso y lo distinguen de otros, pues el contenido de todo derecho fundamental
no es posible determinarlo en forma general o abstracta –de modo que pueda tener validez para
todos los casos, al igual que sucede con las fórmulas matemáticas–, sino que deberá fijarse a la luz
de cada caso, teniendo en cuenta las particulares circunstancias que rodean el mismo. (STC Exp.
Nº 0023-2005-PI/TC, P, ff. jj. 44-46)
£872 Derecho de tutela procesal efectiva. Ámbito de aplicación del debido proceso y
la tutela jurisdiccional
En reiterada jurisprudencia, el Tribunal ha precisado que los derechos fundamentales que
componen el debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva son exigibles a todo órgano que
tenga naturaleza jurisdiccional (jurisdicción ordinaria, constitucional, electoral y militar) y que
pueden ser extendidos, en lo que fuere aplicable, a todo acto de otros órganos estatales o de par-
ticulares (procedimiento administrativo, procedimiento legislativo, arbitraje y relaciones entre
particulares, entre otros). (STC Exp. Nº 0023-2005-PI/TC, P, f. j. 43)
690
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£874 Derecho de tutela procesal efectiva. Diferencia entre debido proceso y tutela
judicial efectiva
Mientras que la tutela judicial efectiva supone tanto el derecho de acceso a los órganos de
justicia como la eficacia de lo decidido en la sentencia, es decir, una concepción garantista y tute-
lar que encierra todo lo concerniente al derecho de acción frente al poder-deber de la jurisdicción,
el derecho al debido proceso, en cambio, significa la observancia de los derechos fundamentales
esenciales del procesado; principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso como instru-
mento de tutela de los derechos subjetivos. (STC Exp. Nº 8125-2005-HC/TC, P, f. j. 6)
691
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
Constituyente (que los reconoce en normas constitucionales) y los poderes constituidos (que
solo pueden limitarlos en virtud de leyes cuya validez depende de su conformidad con la Norma
Suprema del Estado). (STC Exp. Nº 0010-2001-AI/TC, P, f. j. 11)
£878 Derecho de tutela procesal efectiva. Requisitos procesales como límites al ac-
ceso a la justicia
[E]l establecimiento de cualquier requisito para poder iniciar un proceso judicial importa, per
se, una limitación del derecho de acceso a la justicia. Este derecho, como se ha dicho, garantiza,
en su contenido inicial, el poder de acceder a un tribunal de justicia. (STC Exp. Nº 0010-2001-AI/
TC, P, f. j. 12)
Los requisitos procesales o las condiciones legales que se puedan establecer a fin de ejercerse
el derecho de acción, constituyen, prima facie, límites al derecho de acceso a la justicia. Para que
estos sean válidos (…) es preciso que respeten su contenido esencial. Evidentemente, no están
comprendidos en los límites justificados por el ordenamiento, aquellos requisitos procesales que,
so pretexto de limitar el derecho de acceso a la justicia, introduzcan vías y mecanismos que impi-
dan, obstaculicen o disuadan, irrazonable y desproporcionadamente, el acceso al órgano judicial.
Lo que significa que, si el derecho de acceso a la justicia “no comporta obtener una decisión acor-
de con las pretensiones que se formulen, sino el derecho a que se dicte una resolución en Derecho,
siempre que se cumplan los requisitos procesales”, no todos los requisitos procesales que la ley
prevea, por el solo hecho de estar previstos en la ley o en una norma con rango de ley, son de suyo
restricciones ab initio plenamente justificadas. (STC Exp. Nº 0010-2001-AI/TC, P, f. j. 12)
£879 Derecho de tutela procesal efectiva. Acceso a la justicia entendido como eva-
luación de la pretensión por la Administración de Justicia
[C]uando el ordenamiento reconoce el derecho de todo justiciable de poder acceder a la juris-
dicción, como manifestación de la tutela judicial efectiva, no quiere ello decir que la judicatura,
prima facie, se sienta en la obligación de estimar favorablemente toda pretensión formulada, sino
que simplemente, sienta la obligación de acogerla y brindarle una sensata como razonada pon-
deración en torno a su procedencia o legitimidad. No es, pues, que el resultado favorable esté
asegurado con solo tentarse un petitorio a través de la demanda, sino tan solo la posibilidad
de que el órgano encargado de la administración de Justicia pueda hacer del mismo un ele-
mento de análisis con miras a la expedición de un pronunciamiento cualquiera que sea su
resultado. En dicho contexto, queda claro que si, a contrario sensu de lo señalado, la judica-
tura no asume la elemental responsabilidad de examinar lo que se le solicita y, lejos de ello,
desestima, de plano, y sin merituación alguna lo que se le pide, en el fondo lo que hace es
neutralizar el acceso al que, por principio, tiene derecho todo justiciable, desdibujando el rol
o responsabilidad que el ordenamiento le asigna. La tutela judicial efectiva no significa, pues,
la obligación del órgano jurisdiccional de admitir a trámite toda demanda, ni que, admitida a
trámite, tenga necesariamente que declararse fundada dicha demanda. Cabe también puntua-
lizar que, para la admisión a trámite, el juez solo puede verificar la satisfacción de los requisitos
formales de admisibilidad y procedencia señalados en la ley procesal; exigencias relacionadas con
la validez de la relación procesal que, como sabemos, se asientan en los presupuestos procesales
y en las condiciones de la acción; es decir, exigencias que tienen que ver con la competencia
absoluta del juez, la capacidad procesal del demandante o de su representante, los requisitos de
la demanda, la falta de legitimidad del demandante o del demandado e interés para obrar (asimila
voluntad de la ley-caso justiciable). Se trata del ejercicio del derecho a la acción que no se identi-
fica con la pretensión que constituye el elemento de fondo basado en las razones de pedir y que
ha de significar la carga de la prueba. Es en la sentencia donde el juez declara (dice) el dere-
cho y no liminarmente; por ello, puede haber proceso con demanda desestimada en el fondo.
(STC Exp. Nº 0763-2005-AA/TC, P, f. j. 8)
692
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
693
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£884 Derecho de tutela procesal efectiva. Dimensiones formal y sustantiva del debi-
do proceso
El debido proceso tiene (…) dos expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de carácter
formal, los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las formalidades estatuidas, tales
como las que establecen el juez natural, el procedimiento preestablecido, el derecho de defensa, la
motivación; en su faz sustantiva, se relaciona con los estándares de justicia como son la razonabi-
lidad y proporcionalidad que toda decisión judicial debe suponer. (STC Exp. Nº 8125-2005-HC/
TC, P, f. j. 6)
£885 Derecho de tutela procesal efectiva. Ámbito de protección del debido proceso
[A] partir de la dimensión sustancial del debido proceso, cualquier decisión judicial puede ser
evaluada por el juez constitucional no solo con relación a los derechos enunciativamente señala-
dos en el artículo 4 del CPConst. sino a partir de la posible afectación que supongan en la esfera
de los derechos constitucionales. (STC Exp. Nº 1209-2006-PA/TC, P, f. j. 31)
694
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
695
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
no solo opera para las personas de escasos recursos económicos, sino para aquellos supuestos
que la ley señala, significando ello que si el Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, aprobado por Decreto Supremo Nº 017-93-JUS, precisa en el inciso d) de su ar-
tículo 24 que, entre las exoneraciones en el pago de las tasas judiciales, se encuentran los procesos
penales, con la única excepción de las querellas, no puede habilitarse ninguna disposición ad-
ministrativa ni legal que permita distinguir donde la norma referida no distingue. (STC Exp.
Nº 2206-2002-AA/TC, S, f. j. 4)
[Si en un] caso (...) se declar[a] inadmisible el recurso de apelación propuesto, [porque] el
recurrente no sufragó el importe total de la tasa judicial por la interposición de dicho medio im-
pugnatorio, y tampoco solicitó acogerse al auxilio judicial; (...) no puede compartirse la tesis de
que con ello se han violado los derechos constitucionales a la gratuidad de la administración de
justicia y a la igualdad procesal. (STC Exp. Nº 1607-2002-AA/TC, S, ff. jj. 5 y 6)
696
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
697
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£895 Derecho de tutela procesal efectiva. Exigencias del derecho al juez natural
El contenido de este derecho [al juez natural] plantea dos exigencias: en primer lugar, que
quien juzgue sea un juez o un órgano que tenga potestad jurisdiccional, garantizándose así la inter-
dicción de ser enjuiciado por un juez excepcional o por una comisión especial creada ex profeso
para desarrollar funciones jurisdiccionales o que dicho juzgamiento pueda realizarse por comisión
o delegación, o que cualquiera de los poderes públicos pueda avocarse al conocimiento de un
asunto que debe ser ventilado ante órgano jurisdiccional; y, en segundo lugar, exige que la ju-
risdicción y la competencia del juez sean predeterminadas por la ley, por lo que la asignación
de competencia judicial necesariamente debe haberse establecido con anterioridad al inicio
698
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
del proceso, garantizándose así que nadie pueda ser juzgado por un juez ex post facto o por un
juez ad hoc. (STC Exp. Nº 5231-2007-PHC/TC, S, f. j. 5)
699
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£899 Derecho de tutela procesal efectiva. Aplicación del derecho de defensa en todas
las etapas del proceso
Como en diversas causas se ha sostenido, el derecho en referencia [derecho de defensa] pro-
tege el derecho a no quedar en estado de indefensión en cualquier etapa del proceso judicial o del
procedimiento administrativo sancionatorio. Este estado de indefensión al que se ha hecho alusión
no solo opera en el momento en que, pese a atribuírsele la comisión de un acto u omisión antijurí-
dico, se le sanciona a un justiciable o a un particular, sin permitirle ser oído o formular sus descar-
gos, con las debidas garantías, sino a lo largo de todas las etapas del proceso y frente a cualquier
tipo de articulaciones que se puedan promover. (STC Exp. Nº 2209-2002-AA/TC, P, f. j. 12)
Si bien una interpretación literal de la primera parte del inciso 14) del artículo 139 de la
Constitución parecería circunscribir el reconocimiento del derecho de defensa al ámbito del pro-
ceso, una interpretación sistemática de la última parte del mismo precepto constitucional permite
concluir que ese derecho a no ser privado de la defensa debe entenderse, por lo que hace al ámbito
penal, como comprensivo de la etapa de investigación policial, desde su inicio; de manera que el
derecho a ser asesorado por un defensor, libremente elegido, no admite que, por ley o norma con
valor de ley, este ámbito pueda reducirse y, en ese sentido, disponerse que el derecho a ser asistido
por un profesional del derecho no alcance el momento previo a la toma de la manifestación. (STC
Exp. Nº 0010-2002-AI/TC, P, f. j. 121)
£900 Derecho de tutela procesal efectiva. Afectación del contenido esencial del dere-
cho de defensa
La Constitución reconoce el derecho de defensa en el inciso 14), artículo 139, en virtud del
cual se garantiza que los justiciables, en la protección de sus derechos y obligaciones, cualquiera
sea su naturaleza (civil, mercantil, penal, laboral, etc.), no queden en estado de indefensión. El
contenido esencial del derecho de defensa queda afectado cuando, en el seno de un proceso ju-
dicial, cualquiera de las partes resulta impedida, por concretos actos de los órganos judiciales, de
ejercer los medios necesarios, suficientes y eficaces para defender sus derechos e intereses legíti-
mos. (STC Exp. Nº 1231-2002-HC/TC, P, f. j. 2)
700
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
701
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£907 Derecho de tutela procesal efectiva. Prueba diabólica vulneración del derecho
a la igualdad de armas
[La] prueba diabólica (…) tiene relación directa con el contenido constitucionalmente prote-
gido del derecho a la igualdad de armas en el proceso y, ciertamente, con el derecho a la prueba,
en la medida que el impedimento o la imposibilidad de una persona de ofrecer un medio probato-
rio que acredite un hecho por causa de la otra parte o del juez pueda significar una afectación (…)
[d]el contenido constitucionalmente protegido del derecho a la igualdad de armas y del derecho a
la prueba. (RTC Exp. Nº 04281-2007-PA/TC, f. j. 4)
702
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
Fundamental, que garantiza el derecho de obtener de los órganos judiciales una respuesta razona-
da, motivada y congruente con las pretensiones oportunamente deducidas por las partes en cual-
quier clase de procesos. La exigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas, garantiza
que los jueces, cualquiera sea la instancia a la que pertenezcan, expresen el proceso mental que
los ha llevado a decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de administrar
justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la ley; pero también con la finalidad de facilitar
un adecuado ejercicio del derecho de defensa de los justiciables (…).
En tal sentido (…) implica la exigencia de que el órgano jurisdiccional sustente de manera
lógica y adecuada los fallos que emita en el marco de un proceso. (…) [F]undamentalmente que
exista: a) fundamentación jurídica, lo que conlleva a que se exprese no solo la norma aplicable al
caso en concreto, sino también la explicación y justificación de por qué el hecho investigado se
encuentra enmarcado dentro de los supuestos que la norma prevé; b) congruencia entre lo pedido
y lo resuelto, que implica la manifestación de los argumentos que expresan la conformidad entre
los pronunciamientos del fallo y lo pretendido por las partes; y, c) que por sí misma exprese una
suficiente justificación de la decisión adoptada, aun cuando esta sea suscinta, o se establezca el
supuesto de motivación por remisión (…). (STC Exp. N° 2707-2007-PHC/TC, P. ff. jj. 2 y 3)
[E]l derecho a recibir resoluciones debidamente motivadas implica que estas no estén fun-
dadas en el mero arbitrio del juez, sino en datos objetivos, sea de la realidad fáctica o del orde-
namiento jurídico. No obstante, conviene precisar que este derecho no implica que las decisiones
de los juzgadores deban ajustarse a la interpretación que de las normas o los hechos realicen las
partes o a las interpretaciones que puedan ser consideradas correctas, cuando dichos errores no
afecten derechos constitucionales.
En efecto, (…) [este] derecho (…) no garantiza que, al resolverse una controversia, esta se
realice basándose en una interpretación correcta de la norma jurídica aplicable (…). Y no es que
el ordenamiento no haya previsto los mecanismos necesarios para hacer frente a anomalías de esa
naturaleza. (STC Exp. N° 9515-2006-PA/TC, S, f. j. 4)
[E]n el proceso de amparo el análisis de si una determinada resolución judicial vulnera, o
no, el derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales, debe realizarse a partir de
los propios fundamentos expuestos en la resolución cuestionada, de modo que las demás piezas
procesales o medios probatorios del proceso en cuestión solo pueden ser evaluados para contrastar
las razones expuestas, mas no pueden ser objeto de una nueva evaluación o análisis. Y esto porque
en este tipo de procesos, al juez constitucional no le incumbe el mérito de la causa, sino el análisis
externo de la propia resolución a efectos de constatar si esta es el resultado de un juicio racional y
objetivo en el que el juez ha puesto en evidencia su independencia e imparcialidad en la solución
de un determinado conflicto, sin caer ni en arbitrariedad en la apreciación e interpretación del
Derecho, ni tampoco en subjetividades o inconsistencias en la valoración de los hechos del caso.
(STC Exp. Nº 0938-2007-PA/TC, P, f. j. 3)
[S]u contenido constitucional [del derecho a la motivación] se respeta, prima facie, siempre
que exista:
a) fundamentación jurídica, que no implica la sola mención de las normas a aplicar al caso,
sino la explicación y justificación de por qué tal caso se encuentra o no dentro de los supues-
tos que contemplan tales normas; b) congruencia entre lo pedido y lo resuelto, que implica la
manifestación de los argumentos que expresarán la conformidad entre los pronunciamientos del
fallo y las pretensiones formuladas por las partes; y c) que por sí misma exprese una suficiente
justificación de la decisión adoptada, aun si esta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de
motivación por remisión. (STC Exp. Nº 4348-2005-PA/TC, P, f. j. 2)
[E]l derecho a una sentencia debidamente justificada no se agota en la mera enunciación de
la norma aplicable a un caso, sino que importa de manera gravitante la acreditación de los hechos
y la forma en que estos han sido introducidos en el proceso, a efectos de crear convicción en
703
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
704
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
parte reclamante. En ese sentido, el Tribunal tiene dicho, respecto al deber de motivación de las
resoluciones judiciales, que: “(...) no es ajeno a su contenido las llamadas motivaciones implíci-
tas; es decir, aquellas que están referidas a las razones que han sido desechadas a consecuencia de
haberse asumido otras”. (RTC Exp. Nº 6407-2007-PA/TC, P, f. j. 5)
£916 Derecho de tutela procesal efectiva. Motivación debida de las decisiones de las
entidades públicas
En todo Estado Constitucional y Democrático de Derecho la motivación debida de las deci-
siones de las entidades públicas es un derecho fundamental que forma parte del contenido esen-
cial del derecho a la tutela procesal efectiva. Tal derecho constituye una garantía fundamental en
los supuestos en que con la decisión emitida se afecte de manera negativa la esfera o situación
jurídica de las personas. Así, toda decisión que carezca de una motivación adecuada, suficiente y
congruente, constituirá una decisión arbitraria y, en consecuencia, será inconstitucional.
En el supuesto particular de los procedimientos de evaluación y ratificación de magistrados
ante el CNM, si bien el ejercicio per se de tal atribución discrecional no vulnera derechos fun-
damentales, sí lo hace cuando dicha facultad se ejerce de manera arbitraria, esto es, cuando no
se motiva debidamente las decisiones adoptadas o no se siguen los procedimientos legalmente
establecidos para su adopción. (STC Exp. N° 3788-2007-PA/TC, S, f. j. 3 y 4)
£919 Derecho de tutela procesal efectiva. Ámbito de aplicación del derecho a ser
juzgado en un plazo razonable
[E]l derecho a una decisión sobre el fondo y al cumplimiento de la misma en un plazo razo-
nable es extrapolable a todo tipo de procesos jurisdiccionales. El plazo razonable no solo debe en-
tenderse referido al trámite que existe entre la presentación de una demanda y la decisión sobre el
fondo, sino que resulta indispensable que dicho concepto se entienda también como una exigencia
para lograr la efectividad del pronunciamiento judicial en un plazo que no debe exceder lo que la
naturaleza del caso y sus naturales complicaciones de cumplimiento ameriten, sin que en ningún
caso su ejecución se difiera por dilaciones indebidas. (STC Exp. Nº 4080-2004-AC/TC, S, f. j. 19)
705
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£921 Derecho de tutela procesal efectiva. Relación con el uso de los medios impug-
natorios y el derecho a la doble instancia
Como refiere el inciso mencionado [artículo 139 num. 14], tal derecho [de defensa] se pro-
yecta a todas las etapas y articulaciones que pudiera comprender la articulación del proceso, las
que indudablemente abarcan, por lo que importa resaltar, cuando se hace uso de los recursos im-
pugnatorios. El derecho a los recursos forma parte, así, del contenido esencial del derecho a la
pluralidad de instancias, no solo a título de una garantía institucional que posibilita su ejercicio,
sino también como un elemento necesario e impostergable del contenido del debido proceso, en la
medida en que promueve la revisión, por un superior jerárquico, de los errores de quienes se en-
cuentran autorizados, en nombre del pueblo soberano, a administrar justicia. (STC Exp. Nº 1231-
2002-HC/TC, P, f. j. 2)
£922 Derecho de tutela procesal efectiva. Contenido del derecho de acceso a los
recursos
[El derecho de acceso a los recursos] garantiza el no ser privado arbitrariamente de la posibi-
lidad de interponer un recurso, y se deriva del derecho a la pluralidad de instancias, reconocido en
el inciso 6) del artículo 139 de la Constitución. Dado que se trata de un derecho de configuración
legal, su ejercicio debe realizarse en los términos previstos en la ley, siempre que dichas condi-
ciones no constituyan una afectación al contenido esencial de este derecho. (RTC Exp. N° 00943-
2007-PA/TC, f. j. 3)
706
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
condición no puede ser modificada o dejada sin efecto, sea por parte de otros poderes públicos, de
terceros, o inclusive, de los propios órganos jurisdiccionales que emitieron la resolución judicial
en mención”. (RTC Exp. Nº 4354-2007-PHC/TC, f. j. 7)
£927 Derecho de tutela procesal efectiva. Non bis in ídem y su relación con el prin-
cipio de cosa juzgada
[L]a eficacia negativa de las resoluciones que pasan con la calidad de cosa juzgada configura
lo que en nuestra jurisprudencia se ha denominado como el derecho a no ser juzgado dos veces
por el mismo fundamento (ne bis in idem).
En relación a este derecho el Tribunal Constitucional tiene declarado que si bien el ne bis in
idem no se encuentra textualmente reconocido en la Constitución como un derecho fundamental
de orden procesal, sin embargo al desprenderse del derecho reconocido en el inciso 2) del artículo
139 de la Constitución (cosa juzgada), se trata de un derecho implícito que forma parte de un de-
recho reconocido. (STC Exp. Nº 0462-2007-PHC/TC, S, f. j. 11)
707
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
modificado, sea por actos de otros poderes públicos, de terceros o, incluso, de los mismos órganos
jurisdiccionales que resolvieron el caso en el que se dictó” (STC 4587-2004-AA/TC, fundamento
38). Nada tiene que ver con la faz negativa del derecho en cuestión que, en ejecución de sentencia,
y siempre que no se desnaturalice lo decidido, el juez pueda dictar medidas propias de esta etapa
del proceso, como ordenar el pago de las costas y costos procesales o, tratándose de obligaciones
pecuniarias, el pago de los intereses de ley. (RTC Exp. Nº 4062-2006-PA/TC, f. j. 3)
708
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
Pública al ordenamiento jurídico y a las decisiones que adopta la jurisdicción, no solo juzgando
sino también ejecutando lo juzgado. Así pues, será inconstitucional todo aquel acto que prorrogue
en forma indebida e indefinida el cumplimiento de las sentencias. (STC Exp. Nº 4909-2007-PHC/
TC, S, f. j. 7)
£933 Derecho de tutela procesal efectiva. Exigencias a los jueces respecto al dere-
cho a la efectividad de las resoluciones judiciales
Respecto de los jueces, el glosado derecho [a la efectividad de las resoluciones judiciales]
exige un particular tipo de actuación. Y es que si el derecho a la ejecución de las resoluciones
judiciales garantiza que lo decidido en una sentencia o en una resolución judicial sea cumplido, es
claro que quienes las dictan, o quienes resulten responsables de ejecutarlas, tienen la obligación de
adoptar, según las normas y procedimientos aplicables –y con independencia de que la resolución
a ejecutar haya de ser cumplida por un ente público o no– las medidas necesarias y oportunas para
su estricto cumplimiento. (STC Exp. Nº 0015-2001-AI/TC y acumulados, P, f. j. 12)
[L]a actuación de la autoridad jurisdiccional en la etapa de ejecución de sentencias consti-
tuye un elemento fundamental e imprescindible en el logro de una efectiva tutela jurisdiccional,
siendo de especial relevancia para el interés público, dado que el Estado de Derecho no puede
existir cuando no es posible alcanzar la justicia a través de los órganos establecidos para tal efec-
to. Para ello, la autoridad jurisdiccional deberá realizar todas aquellas acciones que tiendan a que
los justiciables sean repuestos en sus derechos [...] reaccionando frente a posteriores actuaciones o
comportamientos que debiliten el contenido material de sus decisiones, pues solo así se podrán sa-
tisfacer los derechos de quienes han vencido en juicio, sin obligarles a asumir la carga de nuevos
procesos. (STC Exp. Nº 4909-2007-PHC/TC, S, f. j. 8)
709
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
710
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
[E]l derecho al debido proceso y los derechos que este tiene como contenido son invocables
y, por tanto, garantizados, no solo en el seno de un proceso judicial, sino también en el ámbito del
procedimiento administrativo. Así, “el Debido Proceso Administrativo” supone, en toda circuns-
tancia, el respeto –por parte de la administración pública o privada– de todos aquellos principios y
derechos normalmente invocables en el ámbito de la jurisdicción común o especializada a los que
se refiere el Artículo 139 de la Constitución del Estado (juez natural, juez imparcial e indepen-
diente, derecho de defensa, etc.). (STC Exp. Nº 2732-2007-PA/TC, P, f. j. 31)
£938 Derecho de tutela procesal efectiva. Fundamento del derecho al debido proce-
so administrativo
El fundamento principal por el que se habla de un debido proceso administrativo encuentra
sustento en el hecho de que tanto la administración como la jurisdicción están indiscutiblemente
vinculadas a la Carta Magna, de modo que si esta resuelve sobre asuntos de interés del admi-
nistrado y lo hace mediante procedimientos internos, no existe razón alguna para desconocer las
categorías invocables ante el órgano jurisdiccional. (STC Exp. Nº 2732-2007-PA/TC, P, f. j. 32)
£939 Derecho de tutela procesal efectiva. Dimensión sustantiva del debido proceso
administrativo
[La] dimensión sustantiva del debido proceso administrativo se satisface, no tanto porque la
decisión sancionatoria se haya expedido con respeto de los derechos constitucionales de orden
procesal, sino (…) [porque] cuando la sanción impuesta a una persona no se encuentra debida-
mente fundamentada, sea irrazonable o excesiva, de cara a las supuestas faltas que se hubieran
podido cometer. (STC Exp. Nº 2868-2004-AA/TC, S, f. j. 26)
£940 Derecho de tutela procesal efectiva. Extensión del debido proceso a las perso-
nas jurídicas
[A]tendiendo a la naturaleza no estrictamente personalísima del derecho al debido procedi-
miento administrativo, se reconoce su extensión a las personas jurídicas (…). Este fundamento
encuentra su sustento constitucional en el sentido de reconocer a las personas jurídicas, indepen-
dientemente de su naturaleza pública o privada, que puedan ser titulares de algunos derechos fun-
damentales, y que en esa medida puedan solicitar su tutela mediante los procesos constitucionales,
entre ellos, el amparo. (STC Exp. Nº 2939-2004-AA/TC, S, f. j. 6)
[S]e debe hacer extensivo dicho reconocimiento de la titularidad del derecho fundamental [al
debido procedimiento] para el caso de las personas jurídicas de derecho público, pues una inter-
pretación contraria concluiría con la incoherencia de, por un lado, habilitar el ejercicio de facul-
tades a las municipalidades consagradas en la Constitución y, por otro, negar las garantías nece-
sarias para que las mismas se ejerzan y, sobre todo, puedan ser susceptibles de protección (STC
Exp. Nº 2939-2004-AA/TC, S, f. j. 6)
[A] propósito del derecho al debido procedimiento administrativo que: “(...) atendiendo a la
naturaleza no estrictamente personalísima del derecho al debido procedimiento administrativo, se
reconoce su extensión a las personas jurídicas, y, entre ellas, se debe hacer extensivo dicho reco-
nocimiento de la titularidad del derecho fundamental para el caso de las personas jurídicas de
derecho público, pues una interpretación contraria concluiría con la incoherencia de, por un
lado, habilitar el ejercicio de facultades a las municipalidades consagradas en la Constitución
y, por otro, negar las garantías necesarias para que las mismas se ejerzan y, sobre todo, pue-
dan ser susceptibles de protección”, reconociendo expresamente algunos derechos fundamen-
tales a las personas jurídicas de Derecho Público para hacerlos valer en sede constitucional
cuando se señala que: “Este fundamento encuentra su sustento constitucional en el sentido de
reconocer a las personas jurídicas, independientemente de su naturaleza pública o privada, que
711
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
puedan ser titulares de algunos derechos fundamentales, y que en esa medida puedan solicitar su
tutela mediante los procesos constitucionales, entre ellos, el amparo”. (RTC Exp. Nº 2118-2007-
PA/TC, S, f. j. 7)
712
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£947 Derecho de tutela procesal efectiva. Aplicación del debido proceso al procedi-
miento administrativo sancionador
[Al destacarse] la necesidad de extender los alcances del derecho al debido proceso al ámbi-
to del procedimiento administrativo, tal extensión debe considerarse en relación con los procedi-
mientos, prima facie, de carácter sancionador, y no con los procedimientos de investigación (...).
Y ello es así, pues las investigaciones que realiza el Ministerio Público no tienen el propósito de
sancionar a los sujetos a ella, sino solo de determinar si existen indicios suficientes de la comisión
de un delito que ameriten la formalización de una denuncia penal ante el juez penal competente.
(STC Exp. Nº 2928-2002-HC/TC, S, f. j. 2)
£948 Derecho de tutela procesal efectiva. Diferente aplicación del derecho a la plu-
ralidad de instancias en proceso judicial y procedimiento administrativo
[E]l derecho a la pluralidad de instancias no es un contenido esencial del derecho al “debido
proceso administrativo” –pues no toda resolución es susceptible de ser impugnada en dicha
sede–; pero sí lo es del derecho al debido proceso “judicial”, pues la garantía que ofrece el
Estado constitucional de derecho es que las reclamaciones de los particulares contra los actos
expedidos por los órganos públicos, sean resueltas por un juez independiente, imparcial y com-
petente, sede esta en la que, además, se debe posibilitar que lo resuelto en un primer momento
pueda ser ulteriormente revisado, cuando menos, por un órgano judicial superior. (STC Exp.
Nº 0010-2001-AI/TC, P, f. j. 3)
[S]i el establecimiento del recurso de revisión no se deriva tanto de que con él se garantice el
derecho a la pluralidad de instancias en sede administrativa (que, como se ha dicho, no es extra-
polable al caso del procedimiento administrativo), la obligación de tener que interponerse nece-
sariamente, solo puede justificarse cuando con él se persigue alcanzar fines constitucionalmente
legítimos, que, además, han sido previstos en un acto legislativo que goce de las características
de generalidad y de igualdad en el tratamiento del ejercicio de los derechos fundamentales. (STC
Exp. Nº 0010-2001-AI/TC, P, f. j. 15)
713
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
[N]o siempre y en todos los casos, es posible extrapolar acríticamente las garantías del debido
proceso judicial al derecho al debido procedimiento administrativo. Así, por ejemplo, si en sede
judicial uno de los contenidos del derecho en referencia lo constituye el de la necesidad de res-
petarse el juez natural o pluralidad de instancias, en el caso del procedimiento administrativo, en
principio, que el acto haya sido expedido por un órgano incompetente genera un vicio de incom-
petencia, pero no la violación del derecho constitucional. Y, en el caso de que no se pueda acudir
a una instancia administrativa superior por haber sido expedido el acto por la última instancia en
esa sede, ello desde luego no supone, en modo alguno, que se haya lesionado el derecho a la plu-
ralidad de instancias (STC Exp. Nº 2209-2002-AA/TC, P, f. j. 12)
£950 Derecho de tutela procesal efectiva. Debido proceso en el ámbito de los proce-
dimientos administrativos sancionatorios
[E]l derecho al debido proceso, consagrado en el artículo 139, inciso 3, de la Constitución, tal
como lo ha recordado este Tribunal en reiterada jurisprudencia, es una garantía que, si bien tiene
su ámbito natural en sede judicial, también es aplicable en el ámbito de los procedimientos admi-
nistrativos sancionatorios. En ese sentido, el debido proceso –y los derechos que lo conforman,
p.ej. el derecho de defensa y la debida motivación de las resoluciones administrativas– resultan
aplicables al interior de la actividad institucional de cualquier persona jurídica, máxime si ha pre-
visto la posibilidad de imponer una sanción tan grave como la expulsión. (STC Exp. N° 5514-
2005-PA/TC, S, f. j. 3)
£952 Derecho de tutela procesal efectiva. Titularidad del derecho al debido proceso
en personas de derecho público
[A]tendiendo a la naturaleza no estrictamente personalísima del derecho al debido procedi-
miento administrativo, se reconoce su extensión a las personas jurídicas, y, entre ellas, se debe
714
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
hacer extensivo dicho reconocimiento de la titularidad del derecho fundamental para el caso de las
personas jurídicas de Derecho Público, pues una interpretación contraria concluiría con la incohe-
rencia de, por un lado, habilitar el ejercicio de facultades a las municipalidades consagradas en
la Constitución y, por otro, negar las garantías necesarias para que las mismas se ejerzan y, sobre
todo, puedan ser susceptibles de protección.
Este fundamento encuentra su sustento constitucional en el sentido de reconocer a las per-
sonas jurídicas, independientemente de su naturaleza pública o privada, que puedan ser titulares
de algunos derechos fundamentales, y que en esa medida puedan solicitar su tutela mediante los
procesos constitucionales, entre ellos, el amparo. (STC Exp. Nº 2939-2004-AA/TC, S, f. j. 6)
£953 Derecho de tutela procesal efectiva. Aplicación del derecho al debido proceso
en procedimientos corporativos
De ahí que el debido proceso se aplica también a las relaciones inter privatos, pues el que las
asociaciones sean personas jurídicas de Derecho Privado no quiere decir que no estén sujetas a los
principios, valores y disposiciones constitucionales; por el contrario, como cualquier ciudadano
o institución (pública o privada), tienen la obligación de respetarlas, más aún cuando se ejerce la
potestad disciplinaria sancionadora.
En tal sentido, las asociaciones no están dispensadas de observar el estricto respeto del dere-
cho fundamental al debido proceso, sea en sus manifestaciones de derecho de defensa, doble ins-
tancia, motivación resolutoria u otro atributo fundamental, debiéndolo incorporar a la naturaleza
especial del proceso particular que establezcan; a efectos de garantizar un adecuado ejercicio de la
facultad sancionadora que poseen (…). (STC Exp. Nº 03574-2007-PA/TC, P, f. j. 53)
£954 Derecho de tutela procesal efectiva. Proyección de las garantías del debido
proceso a los procesos sancionatorios privados
Los principios y derechos que garantizan a la persona en un proceso penal son de aplicación
también, mutatis mutandis, al ámbito del proceso administrativo sancionatorio y, además, al ám-
bito del proceso sancionatorio privado. Es aspecto común en ellos y que justifica su proyección
el que todos son gravosos en tanto inciden en el ejercicio o goce de derechos constitucionales o,
por último, suponen una incidencia negativa en el genérico derecho al libre desenvolvimiento de
la personalidad. Tal aspecto común justifica que estos procedimientos deban observar todos los
derechos y principios del debido proceso cuya naturaleza pueda proyectarse al orden del procedi-
miento disciplinario público y privado. (STC Exp. Nº 8280-2006-PA/TC, S, f. j. 6)
£955 Derecho de tutela procesal efectiva. Razonabilidad del debido proceso corpo-
rativo particular
El hecho de que toda organización privada retenga la facultad de aceptar o no a los preten-
dientes a integrar la asociación no significa sin embargo que dicha capacidad le permita, aplicar
criterios carentes de base razonable u objetiva, en la toma de sus decisiones. (STC Exp. Nº 7034-
2006-PA/TC, S, f. j. 10)
[E]l derecho al debido proceso corporativo particular, entendido desde su dimensión o vertiente
fundamental, que exige, entre otras cosas, razonabilidad en la toma de decisiones y proscripción de
todo comportamiento que denote arbitrariedad manifiesta. (STC Exp. Nº 7034-2006-PA/TC, S, f. j. 11)
£956 Derecho de tutela procesal efectiva. Tutela cautelar como manifestación del
debido proceso
Al igual que el derecho al libre acceso a la jurisdicción, la tutela cautelar no se encuen-
tra contemplada expresamente en la Constitución. Sin embargo, dada su trascendencia en el
715
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
716
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
las finalidades constitucionales que le corresponden a la educación en el marco del Estado Social
y Democrático de Derecho. (STC Exp. Nº 0091-2005-AA/TC, S, f. j. 6)
[L]a educación es un derecho fundamental intrínseco y un medio indispensable para la plena
realización de otros derechos fundamentales, y permite al ciudadano participar plenamente en la
vida social y política en sus comunidades. Mediante este derecho se garantiza la formación de la
persona en libertad y con amplitud de pensamiento, para gozar de una existencia humana plena,
es decir, con posibilidades ciertas de desarrollo de las cualidades personales y de participación
directa en la vida social. En consecuencia, es posible señalar que el contenido constitucional de la
educación también es comprehensivo de los fines que persigue, contribuyendo así a promover el
respeto de la actividad humana en cada una de sus manifestaciones, entre ellas las prácticas depor-
tivas, en sentido amplio. (STC Exp. N° 03574-2007-PA/TC, P, f. j. 15)
717
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
718
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
educación– que cabe oponer y exigir al Estado: “El educando tiene derecho a una formación que
respete su identidad, así como al buen trato psicológico y físico” (segundo párrafo del artículo 15
de la Constitución). Si la Constitución ha establecido que los padres tienen el deber de brindar
educación a sus hijos, respecto del Estado ha declarado que este está en la obligación de proteger
especialmente al niño y al adolescente (artículo 4). Naturalmente esta protección especial implica
primeramente la obligación de permitirle ingresar a un centro educativo, así como que se adopten
todas las medidas necesarias y oportunas destinadas a impedir que “nadie se vea impedido de
recibir educación adecuada por razón de su situación económica o de limitaciones mentales o físi-
cas” (artículo 16). Evidentemente, se incumple ese deber especial, por ejemplo, cuando el Estado,
a través de sus órganos y funcionarios competentes, niega a un menor la posibilidad de continuar
sus estudios, sin existir motivos razonables para ello. (STC Exp. Nº 0052-2004-AA/TC, S, f. j. 3)
719
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
creer que todas las causas son iguales, lo cual no solo no es cierto, sino que además debe tenerse
presente que cuando se someten a la justicia cuestiones (…) en las que se encuentra comprometi-
do un derecho fundamental de tanta trascendencia como el derecho a la educación de un menor, el
análisis debe hacerse de acuerdo al caso concreto y ponderando objetivamente las circunstancias
que rodean al mismo. (STC Exp. Nº 1391-2007-PA/TC, S, f. j. 17)
720
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
las planillas de pago por orden judicial o por un descuento aceptado por el trabajador. (STC Exp.
Nº 0818-2005-PA/TC, S, f. j. 6)
[Respecto a la rebaja de categoría y a la rebaja de sueldo] se trata de hechos que no pueden ni
deben ser tolerados en nuestro ordenamiento jurídico, pues están en abierta contradicción con el
artículo 23 de la Constitución (...) y es concordante con su artículo 26, inciso 2), que dispone que
constituye un principio de la relación laboral el carácter irrenunciable de los derechos reconocidos
por la Constitución y la ley, principio que no ha sido respetado en autos, razón por la cual cabe
amparar la demanda en tal extremo. (STC Exp. Nº 2906-2002-AA/TC, S, f. j. 5)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
normatividad especial, que permite a los causahabientes acceder a una prestación pensionaria, de
acuerdo a la calidad que ostenten respecto del causante. Así, se generan pensiones de sobrevivien-
tes a favor del cónyuge y de los hijos del causante. (STC Exp. Nº 0638-2004-AA/TC, S, f. j. 2)
£1004 Derecho a la pensión. Elementos del contenido esencial (protección vía proce-
do de amparo)
El contenido esencial del derecho fundamental a la pensión está constituido por tres elemen-
tos, a saber:
- El derecho de acceso a una pensión;
- El derecho a no ser privado arbitrariamente de ella; y,
- El derecho a una pensión mínima vital.
Mediante el derecho fundamental a la pensión, la Constitución de 1993 garantiza el acceso
de las personas a una pensión que les permita llevar una vida en condiciones de dignidad. Este
728
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
derecho fundamental también comporta el derecho de las personas a no ser privadas de modo
arbitrario e injustificado de la pensión; de ahí que corresponda garantizar, frente a la privación
arbitraria e irrazonable, el goce de este derecho, sin perjuicio de reconocer el disfrute de una pen-
sión mínima vital como materialización concreta del clásico contenido esencial del derecho a la
pensión. Estos tres elementos [derecho de acceso a una pensión, a no ser privado arbitrariamente
de ella y a una pensión mínima vital] constituyen el núcleo duro del derecho fundamental a la
pensión y en el cual el legislador no puede intervenir para restringir o privar a las personas de ese
derecho. (STC Exp. Nº 0050-2004-AI/TC, P, ff. jj. 107 y 108)
[A través de los siguientes criterios se] procede a delimitar los lineamientos jurídicos que
permitirán ubicar las pretensiones que, por pertenecer al contenido esencial dicho derecho fun-
damental [a las pensiones] o estar directamente relacionadas a él, merecen protección a través del
proceso de amparo:
a) [F]orman parte del contenido esencial directamente protegido por el derecho fundamental a
la pensión, las disposiciones legales que establecen los requisitos del libre acceso al sistema
de seguridad social consustanciales a la actividad laboral pública o privada, dependiente o
independiente, y que permite dar inicio al periodo de aportaciones al Sistema Nacional de
Pensiones.
Por tal motivo, serán objeto de protección por vía del amparo los supuestos en los que ha-
biendo el demandante cumplido dichos requisitos legales se le niegue el acceso al sistema de
seguridad social.
b) [F]orma parte del contenido esencial directamente protegido por el derecho fundamental a la
pensión, las disposiciones legales que establecen los requisitos para la obtención de un dere-
cho a la pensión. Así, será objeto de protección en la vía de amparo los supuestos en los que,
presentada la contingencia, se deniegue a una persona el reconocimiento de una pensión de
jubilación o cesantía, a pesar de haber cumplido los requisitos legales para obtenerla (edad
requerida y determinados años de aportación), o de una pensión de invalidez, presentados los
supuestos previstos en la ley que determinan su procedencia.
c) [D]ado que (...) el derecho fundamental a la pensión tiene una estrecha relación con el de-
recho a una vida acorde con el principio-derecho de dignidad, es decir, con la trascendencia
vital propia de una dimensión sustancial de la vida, antes que una dimensión meramente exis-
tencial o formal, forman parte de su contenido esencial aquellas pretensiones mediante las
cuales se busque preservar el derecho concreto a un “mínimo vital”.
En tal sentido, en los supuestos en los que se pretenda ventilar en sede constitucional pre-
tensiones relacionadas no con el reconocimiento de la pensión que debe conceder el sistema
provisional público o privado, sino con su específico monto, ello solo será procedente cuando
se encuentre comprometido el derecho al mínimo vital.
d) [A]un cuando, prima facie, las pensiones de viudez, orfandad y ascendientes, no forman parte
del contenido esencial del derecho fundamental a la pensión, en la medida de que el acceso a
las prestaciones pensionarias sí lo es, son susceptibles de protección a través del amparo los
supuestos en los que se deniegue el otorgamiento de una pensión de sobrevivencia, a pesar de
cumplir con los requisitos legales para obtenerla.
e) En tanto el valor de igualdad material informa directamente el derecho fundamental a la pen-
sión, las afectaciones al derecho a la igualdad como consecuencia del distinto tratamiento (en
la ley o en la aplicación de la ley) que dicho sistema dispense a personas que se encuentran en
situación idéntica o sustancialmente análoga, serán susceptibles de ser protegidos mediante el
proceso de amparo, siempre que el término de comparación propuesto resulte válido.
En efecto, en tanto derecho fundamental relacional, el derecho a la igualdad se encontrará
afectado ante la ausencia de bases razonables, proporcionales y objetivas que justifiquen el
referido tratamiento disímil en el libre acceso a prestaciones pensionarias.
729
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
f) [E]s preciso tener en cuenta que para que quepa un pronunciamiento de mérito en los proce-
sos de amparo, la titularidad del derecho subjetivo concreto de que se trate debe encontrarse
suficientemente acreditada.
g) Debido a que las disposiciones legales referidas al reajuste pensionario o a la estipulación de
un concreto tope máximo a las pensiones, no se encuentran relacionadas a aspectos consti-
tucionales directamente protegidos por el contenido esencial del derecho fundamental a la
pensión, prima facie, las pretensiones relacionadas a dichos asuntos deben ser ventiladas en la
vía judicial ordinaria.
Las pretensiones vinculadas a la nivelación como sistema de reajuste de las pensiones o a
la aplicación de la teoría de los derechos adquiridos en materia pensionaria, no son susceptibles
de protección a través del amparo constitucional, no solo porque no forman parte del contenido
protegido del derecho fundamental a la pensión, sino también, y fundamentalmente, porque han
sido proscritas constitucionalmente, mediante la primera disposición final y el artículo 103 de la
Constitución, respectivamente. (STC Exp. Nº 1417-2005-AA/TC, P, f. j. 37, PV)
£1008 Derecho a la pensión. Libre acceso a las prestaciones pensionarias como con-
tenido esencial
Como parte del contenido esencial constitucionalmente protegido por el derecho a la pensión,
cabe señalar que este no solo garantiza el obtener prestaciones de pensiones de manera universal
y progresiva, sino también el libre acceso a dichas prestaciones, supuesto de hecho claramente
730
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
731
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
732
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
lado, que se trata de un principio [de progresividad] netamente objetivo y no subjetivo, motivo
por el cual la reforma cuestionada, que impacta sobre un grupo de pensionistas no representativos
cuantitativamente en materia de seguridad social, no es inconstitucional per se. Si la reducción
objetiva y proporcional de las pensiones de la minoría se ha previsto en línea de equidad con el
propio derecho a una pensión de acuerdo con el principio de dignidad humana de la mayoría, el
principio de progresividad no estará afectado. Por ello, no se vulnera tal principio cuando se busca
la justicia e igualdad entre los pensionistas al amparo de una idea democrática de justicia común.
No se puede beneficiar a un grupo minoritario de pensionistas en detrimento de la mayoría de
ellos. (STC Exp. Nº 0050-2004-AI/TC, P, f. j. 49)
733
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
diferenciación, desde el punto de vista de los medios empleados; es decir, de tratar desigual-
mente a los desiguales, en base a un test de la razonabilidad. Tiene por finalidad equiparar al
resto de personas que no están incluidas y no son titulares de este derecho. (STC Exp.
Nº 0050-2004-AI/TC, P, f. j. 67)
734
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
- Respeto: Supone una abstención de desarrollar cualquier actividad que ponga en riesgo dere-
chos, lo cual acarrea la inversión en políticas que permitan a la población satisfacerlos por los
medios que consideren adecuados. Esto significa el deber de respetar el derecho a la pensión,
y con él, a todos los derechos que lo complementan y están relacionados.
- Cumplimiento: Evidencia medidas activas para que todas las personas tengan la oportunidad
de disfrutar de sus derechos cuando no puedan hacerlo por sí mismas. Por lo tanto, se debe
analizar en qué medida se buscan asimilar las condiciones del SNP al SPP.
- Protección: Implica un conjunto de medidas que deben ser adoptadas para evitar que otros
agentes violen derechos sociales, en un sentido de prevención. El deber de garantizar obliga
a establecer estructuras, procedimientos y todo medio a su alcance que sea capaz de asegurar
jurídicamente el libre y pleno ejercicio del derecho a la pensión. (STC Exp. Nº 1776-2004-
AA/TC, P, f. j. 21)
[L]as obligaciones del Estado aparecen como precisas. Al ser uno de los sujetos pasivos del
derecho a la pensión, cabe que se establezcan las obligaciones y responsabilidades constitucio-
nales que le corresponden. Por ejemplo, al promover el SPP, el Estado debe hacerse cargo de las
consecuencias de la actividad de las AFP, sobre todo tomando en consideración el rol que se le ha
asignado a la SBS para supervisarlas. (STC Exp. Nº 1776-2004-AA/TC, P, f. j. 20)
736
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
pensión. En segundo lugar, si no existió información para que se realizara la afiliación. En tercer
lugar, si se está protegiendo labores que impliquen un riesgo a la vida o a la salud. Solo en estos
tres casos, será fundada la demanda planteada por amparo, pues solo ellos constituyen el respeto
por el contenido esencial constitucionalmente protegido del derecho fundamental a la pensión.
(STC Exp. Nº 1776-2004-AA/TC, P, f. j. 35)
744
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
745
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£1068 Derecho de acceso a los medios de comunicación social. Ejercicio por organi-
zaciones políticas sin efectuarse apología delictiva
El artículo 41 de la Ley Nº 28094 (…) permite a los partidos políticos el uso de los medios
de comunicación de propiedad del Estado, en periodo no electoral, “(...) para la difusión de sus
propuestas y planteamientos (...)”, de manera que cualquier contenido distinto debe ser dife-
rido por los órganos competentes para su difusión en el periodo señalado por el artículo 37 de
la ley referida. En ese sentido, en ningún caso, los partidos políticos, ni sus integrantes, pueden
usar los medios de comunicación social para realizar la apología de algún delito, sin incurrir los
autores en el ilícito previsto en el artículo 316 del Código Penal. (STC Exp. Nº 2791-2005-
AA/TC, S, f. j. 7)
746
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
[E]l contenido del derecho fundamental a un medio ambiente equilibrado y adecuado para
el desarrollo de la persona está determinado por los siguientes elementos; a saber: 1) el derecho
a gozar de ese medio ambiente y 2) el derecho a que ese medio ambiente, se preserve. En su
primera manifestación, esto es, el derecho a gozar de un medio ambiente equilibrado y adecua-
do, comporta la facultad de las personas de poder disfrutar de un medio ambiente en el que sus
elementos se desarrollan e interrelacionan de manera natural y armónica; y, en el caso de que el
hombre intervenga, no debe suponer una alteración sustantiva de la interrelación que existe entre
los elementos del medio ambiente. Esto supone, por tanto, el disfrute no de cualquier entorno,
sino únicamente del adecuado para el desarrollo de la persona y de su dignidad (artículo 1 de la
Constitución). (…) Y (…) el derecho a la preservación de un medio ambiente sano y equilibrado
entraña obligaciones ineludibles, para los poderes públicos, de mantener los bienes ambientales
en las condiciones adecuadas para su disfrute. A juicio de este Tribunal, tal obligación alcanza a
aquellos cuyas actividades inciden, directa o indirectamente, en el medio ambiente. (STC Exp.
Nº 2268-2007-PA/TC, S, f. j. 5, e)
747
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
cualquier tipo de actos que afecten al medio ambiente equilibrado y adecuado para el desarrollo de
la vida y la salud humana. En su dimensión positiva le impone deberes y obligaciones destinadas
a conservar el ambiente equilibrado, las cuales se traducen, a su vez, en un haz de posibilidades.
Claro está que ello no solo supone tareas de conservación, sino también de prevención. (STC Exp.
Nº 2268-2007-PA/TC, S, f. j. 5, c)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
sea imprescindible demostrar plenamente la gravedad y realidad del riesgo, sí resulta exigible
que haya indicios razonables y suficientes de su existencia y que su entidad justifique la ne-
cesidad de adoptar medidas urgentes, proporcionales y razonables. (STC Exp. Nº 9340-2006-PA/
TC, S, ff. jj. 3 y 4)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
de libertad que vivan, o de la vivienda que habiten, del acceso a alimentación adecuada, a vestido
y –claro está– a trabajo. (STC Exp. Nº 1711-2004-AA/TC, S, f. j. 2)
[E]l derecho a la salud se entiende no solo como el derecho al cuidado de la salud personal,
sino, sobre todo, como el derecho a vivir en condiciones de higiene ambiental, lo que se logra
proporcionando a los individuos educación y condiciones sanitarias básicas. (STC Exp. Nº 2064-
2004-AA/TC, S, f. j. 2)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
prescindible de acuerdo con la óptima disponibilidad de recursos. Entre ambas alternativas, y por
lo que ya se ha puntualizado, el Estado social solo puede ser compatible con la primera de las
descritas, pues resulta inobjetable que allí donde se ha reconocido la condición fundamental del
derecho a la salud, deben promoverse, desde el Estado, condiciones que lo garanticen de modo
progresivo, y que se le dispense protección adecuada a quienes ya gocen del mismo. (STC Exp.
N° 6057-2007-PHC/TC, S, f. j. 12)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
lo que supone el tratamiento destinado a atacar las manifestaciones de cualquier enfermedad para
impedir su desarrollo o morigerar sus efectos, tratando, en lo posible, de facilitar al enfermo los
medios que le permitan desenvolver su propia personalidad dentro de su medio social. (STC Exp.
N° 2016-2004-AA/TC, S, f. j. 27)
[E]l derecho a la salud (…) es considerado por este Tribunal como un derecho fundamental
por su relación inseparable con el derecho a la vida, esto en uso del criterio de conexidad. (STC
N° 3599-2007-PA/TC, S, f. j. 2)
[E]l derecho a la salud en tanto se trata de un derecho ligado estrechamente a la vida, asume
características de urgencia o, cuando menos, de necesidad, ya que la presencia de una enfermedad
o anomalía en salud puede conducir a la muerte o desmejorar la calidad de vida de la persona que
la padece. Por lo mismo, y en el caso de que la salud corra algún riesgo, o se vea perturbada, se
evidencia la necesidad de adoptar medidas adecuadas para su tratamiento, sea que estas supongan
prevención, sea que impliquen neutralización de los males que se padece, o sea que representen
medidas de restablecimiento o recuperación. (STC Exp. N° 6057-2007-PHC/TC, S, f. j. 11)
£1103 Derecho a la salud. Protección a través del amparo del derecho a la tranquilidad
[El proceso de amparo] procede cuando la contaminación por ruido afecta directamente un
derecho fundamental como el derecho a la tranquilidad, y cuando, a pesar de haber recurrido al
órgano competente, en este caso la municipalidad, la inacción de la Administración o la ineficacia
de las medidas adoptadas por ella dejan al demandante en una situación de indefensión. (STC
Exp. Nº 0260-2001-AA/TC, P, f. j. 1)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene, asimismo, derecho a los seguros
en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus me-
dios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”. Esto se halla reafirmado
a su vez en el artículo 11 de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre,
que establece que: “Toda persona tiene derecho a que su salud sea preservada por medidas sa-
nitarias y sociales, relativas a la alimentación, el vestido, la vivienda y la asistencia médica,
correspondientes al nivel que permitan los recursos públicos y los de la comunidad”. En idén-
tico sentido existen normativas internacionales de carácter vinculante, tales como el artículo 10
del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales; y el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales. (STC Exp. N° 1711-2005-PHC/TC, S, ff.jj. 10 y 11)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
mental, cuando este queda sometido a limitaciones que lo hacen impracticable y lo despojan de la
protección constitucional otorgada. (STC Exp. Nº 1042-2002-AA/TC, S, f. j. 2.2.4)
[T]odo ámbito constitucionalmente protegido de un derecho fundamental se reconduce en
mayor o menor grado a su contenido esencial, pues todo límite al derecho fundamental solo re-
sulta válido en la medida de que el contenido esencial se mantenga incólume. (...) [E]l conteni-
do esencial de un derecho fundamental es la concreción de las esenciales manifestaciones de los
principios y valores que lo informan, su determinación requiere un análisis sistemático de este
conjunto de bienes constitucionales, en el que adquiere participación medular el principio-derecho
de dignidad humana, al que se reconducen, en última instancia, todos los derechos fundamentales
de la persona. (STC Exp. Nº 1417-2005-AA/TC, P, f. j. 21)
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CAPÍTULO II
PROCEDIMIENTO
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
la Ley 26513, que establecía un plazo prescriptorio de 3 años para el caso de derechos laborales.
Este criterio tiene en cuenta, además, que en nuestro ordenamiento ha sido acogida la tesis de los
hechos cumplidos, en lugar de los derechos adquiridos. (STC Exp. Nº 04272- 2006-AA/TC, P, ff.
jj. 6 y 7)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
tiene el deber “de respetar, cumplir y defender la Constitución”. (STC Exp. Nº 2833-2006-PA/TC,
S, ff. jj. 5 y 6)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
de la Ley Nº 27584, los recurrentes deberán agotarla para encontrarse habilitados a presentar la
demanda contencioso administrativa. (STC Exp. Nº 1417-2005-AA/TC, P, f. j. 56)
[E]xisten determinadas circunstancias que pueden convertir el agotamiento de la vía adminis-
trativa en un requisito perverso o en un ritualismo inútil, particularmente, cuando de la afectación
de derechos fundamentales se trata. En tales casos, se exime al administrado de cumplir esta obli-
gación. Las variables, en sentido enunciativo, de esas excepciones se encuentran recogidas en el
artículo 46 del CPConst. (STC Exp. Nº 2833-2006-PA/TC, S, f. j. 7)
£1139 Excepciones al agotamiento de las vías previas. Procedencia aun cuando exis-
tan otros procedimientos previstos
[E]l proceso constitucional de amparo debe distinguirse como viable, aun habiendo otros pro-
cedimientos legalmente previstos, en caso que la utilización de estos últimos pudiera ocasionar un
daño grave e irreparable a la persona, tornándose así en ficticia la resolución que se dicte. (STC
Exp. N° 1776-2004-AA/TC, P, f. j. 8)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
Nota del editor: En relación con el artículo 48 del Código Procesal Constitucional, no se ha ubicado
pronunciamento alguno relevante.
Nota del editor: En relación con el artículo 50 del Código Procesal Constitucional, no se ha ubicado
pronunciamento alguno relevante.
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£1152 Juez competente. Facultad del demandante para designación del juez competente
[E]l CPConst. en su artículo 51 prescribe: “Es competente para conocer del proceso de ampa-
ro, del proceso de hábeas data y del proceso de cumplimiento el Juez civil o mixto del lugar donde
se afectó el derecho, o donde tiene su domicilio principal el afectado, a elección del demandante
(...)” (resaltado nuestro); se entiende entonces que es el demandante que en la mayoría de ocasio-
nes es también el afectado quien decide el juez competente que ha de avocarse al conocimiento de
la demanda.
[En] las instancias judiciales precedentes han considerado en forma errada que el Juez Mixto
de Huanta Departamento de Ayacucho no es el competente para dilucidar la presente deman-
da, a pesar de que el recurrente, tal como se verifica con la copia de su Documento Nacional
de Identidad, (…), tiene domicilio en la ciudad de Ayacucho, provincia de Huanta, y que en su
escrito de demanda ha consignado domicilio real en la ciudad de Huanta y domicilio procesal en
la ciudad de Ayacucho. En este contexto y en ejercicio del derecho que le asiste el peticionante ha
optado por demandar ante el juez de Huanta estando facultado para ello. (RTC Exp. N° 00275-
2008-PHD/TC, ff. jj. 4 y 5)
771
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£1153 Juez competente. Procesos de amparo contra resoluciones del Ministerio Público
[E]l trámite que debe seguir una demanda de amparo contra resoluciones judiciales es distinto
al trámite contra las resoluciones emitidas por el Ministerio Público. Es evidente que la acción de
amparo contra las resoluciones judiciales debe tramitarse de manera especial, de manera que sea
compatible con la naturaleza jerárquica de la organización judicial, evitando que un Juez de pri-
mera instancia pueda, por ejemplo, anular un fallo emitido por la Corte Suprema. Como vemos,
ese problema no se presenta cuando se trata de una resolución del Ministerio Público, por lo que,
de conformidad con el artículo 51 del Código Procesal Constitucional el Juez competente para co-
nocer una demanda de amparo contra dichas resoluciones, es el Juez natural del amparo genérico.
(RTC Exp. N° 4883-2006-PA/TC, f. j. 4)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£1157 Procedimiento del proceso de amparo. Multas por actitudes ofensivas que
atentan contra el respeto de la actividad jurisdiccional
[E]ste Colegiado [Tribunal Constitucional] estima que la remisión de cartas notariales,
el cuestionamiento de la elección del magistrado (…) –aun cuando la actora se sometió,
voluntariamente, a la jurisdicción de este Colegiado– y las expresiones consignadas en el
Considerando Nº 29, supra, son actitudes que resultan ofensivas y vejatorias, y no se con-
dicen con una conducta procesal correspondiente a la importancia y respeto de la actividad
773
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£1160 Intervención litisconsorcial. Necesidad del interés común con alguna de las
partes
Conforme a lo establecido por el artículo 54 del Código Procesal Constitucional: “Quien tu-
viese interés jurídicamente relevante en el resultado de un proceso, puede apersonarse solicitando
ser declarado litisconsorte facultativo (...)”. Asimismo, el artículo 92 del Código Procesal Civil,
aplicable supletoriamente a los procesos constitucionales, dispone, de forma conjunta con lo ex-
presado por este Colegiado en la resolución recaída en el expediente N° 961-2004-AA/TC, que
para que se adjudique a alguien calidad de litisconsorte, es necesario que tenga un interés común
con alguna de las partes. (STC N° 0911-2007-PA/TC, S, f. j. 3)
775
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
776
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
Por lo que se refiere al pago de costas y costos procesales, conforme al artículo 56 del Código
Procesal Constitucional, la demandada solo abona los costos procesales. (STC Exp. Nº 0605-2006-
PA/TC, S, f. j. 16)
[A]l negarle la ONP el derecho de percibir una pensión reducida, la demandante ha quedado
desprotegida y afectada en su derecho a la seguridad social, como es el caso del derecho a la
pensión, contemplado en el artículo 11 de nuestra Carta Política y que debe ser otorgado en el
marco de la seguridad social, reconocido en el artículo 10, por lo que debe ampararse su demanda,
y ordenarse además que la emplazada abone los reintegros devengados conforme al artículo 81
del Decreto Ley 19990, con el pago de costos en aplicación del artículo 56 del Código Procesal
Constitucional. (STC Exp. Nº 1394-2005-PA/TC, S, f. j. 7)
777
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
judiciales dedican tiempo y esfuerzos a responder alegatos sin ninguna relevancia constitucional,
en desmedro de la atención oportuna a pretensiones que en verdad requieren de tutela en sede
constitucional. (RTC Exp. N° 00796-2007-PA/TC, f. j. 5)
£1168 Apelación y trámite. Inaplicación supletoria del Código Civil por no contrave-
nir los fines del proceso
Los artículos 57 y 58 del Código Procesal Constitucional regulan la interposición y el trá-
mite del recurso de apelación contra las sentencias expedidas en los procesos de amparo. Estos
dispositivos legales no prevén, aparte del plazo de interposición, ningún otro requisito de proce-
dibilidad, lo cual no constituye vacío o defecto legal que justifique la aplicación supletoria del
artículo 366 del Código Procesal Civil efectuada por la recurrida; máxime si no se ha tenido
en cuenta que, como lo establece el artículo IX del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional, las disposiciones procesales previstas en otros códigos serán de aplicación
supletoria siempre que no contradigan los fines de los procesos constitucionales y los ayuden
a su mejor desarrollo, supuestos que no se cumplirían en el caso del artículo 366. del Código
Procesal Civil –en el supuesto negado de vacío o defecto en la regulación del recurso de ape-
lación contra sentencias en el proceso de amparo– dado que este contiene requisitos cuyo cumpli-
miento es razonable exigir en los procesos civiles, pero que en los procesos constitucionales –en
los que está proscrito el ritualismo procesal– devendrían en excesivos y atentatorios del principio
pro actione, puesto que podrían provocar indefensión; lo que no significa, por otro lado, que el
recurso de apelación en el proceso de amparo deba estar exento de una mínima fundamentación.
(STC Exp. N° 08947-2005-PA/TC, S, f. j. 3)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
reincorporación de un Vocal Titular de la Corte Suprema] sea inejecutable, pues como ha ocu-
rrido en otros casos, corresponderá que el recurrente espere a que ella [la vacante] se genere,
momento en el que se hará efectiva su reincorporación en el Poder Judicial. (RTC Exp. Nº 8495-
2006-PA/TC, f. j. 7)
780
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
TÍTULO IV
PROCESO DE HÁBEAS DATA
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
pertenezcan al Estado, sin más limitaciones que las que se han previsto como constitucionalmente
legítimas. (STC Exp. Nº 1219-2003-HD/TC, S, f. j. 4)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
artículo 5, inciso 1, del Código Procesal Constitucional, debido a que en este tipo de pretensiones
el hecho descrito como presuntamente lesivo y el petitorio de la demanda no tiene relación con
el contenido constitucionalmente protegido del derecho de acceso a la información. (STC Exp.
Nº 2176-2006-PHD/TC, S, f. j. 2)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
información pública, encontrándose la misma dentro de los alcances del derecho fundamental del
acceso a la información, sobre todo si se tiene en cuenta que en el servicio notarial es el notario el
único responsable de las irregularidades que se cometan en el ejercicio de tal función. (STC Exp.
N° 0301-2004-HD/TC, S, f. j. 4)
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
fundamental, exigiendo que esa relación de medio-fin sea directa y no aparente o indirecta. (…)
[L]a proscripción del acceso al conocimiento de (...) dispositivos reglamentarios (...) constituye
la medida o decisión restrictiva o limitativa del derecho fundamental de acceso a la información;
[pero] dicha proscripción pretende proteger un bien jurídico constitucional como es el de la segu-
ridad nacional. (Exp. Nº 0950-2000-HD, 13/12/00, P, f. j. 7)
791
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
[D]icho atributo [protección de datos personales] solo se circunscribe a garantizar que la in-
formación o los datos de la persona no puedan ser utilizados en detrimento de su intimidad. (RTC
Exp. N° 4602-2005-PHD/TC, f. j. 4)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
Este Colegiado considera que son estimables en sede constitucional las pretensiones del de-
mandante, puesto que la entidad demandada no logra acreditar mediante la presentación de docu-
mentos que la deuda aún no ha sido cancelada. Además el derecho a la autodeterminación posibi-
lita al demandante requerir que la información de las deudas que figuran en la base de datos sea
actualizada, pues conforme obra en las boletas de pago (…), la deuda ha sido pagada, a través de
descuentos. (STC Exp. N° 3052-2007-HD/TC, S, f. j. 5)
En consecuencia, la demanda debe estimarse en los extremos que solicita la actualización y
rectificación de información a la Central de Riesgos de la Superintendencia de Banco de Banca,
Seguro y AFP, con los últimos registros de pagos realizados por la demandante. (STC Exp.
N° 3052-2007-HD/TC, S, f. j. 7)
793
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
principio pro actione precisa que debe preferirse aquel dispositivo legal que en menor medida res-
trinja el derecho del justiciable al acceso a la justicia, por lo que la norma legal aplicable (…) es el
artículo 62 del Código Procesal Constitucional. Por tanto, (…) es de preferencia la utilización del
Código Procesal Constitucional porque su aplicación no afecta los derechos del demandante sino
que, por el contrario, los optimiza. (STC Exp. N° 04264-2007-HD/TC, S, ff. jj. 2 y 3)
794
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
que se refiere el artículo 62 del Código Procesal Constitucional (…). (RTC Exp. N° 8167-2006-
HD/TC, ff. jj. 4, 5 y 6)
Nota del editor: En relación con el artículo 63 del Código Procesal Constitucional, no se ha ubicado
pronunciamento alguno relevante.
795
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
cancelatorio: cuyo objeto es excluir información de un banco de datos que el titular considera
debe ser cancelada. (…) [L]a pretensión [acumulativa] del recurrente se encuentra circunscrita
a la rectificación y supresión de los datos contenidos en los reportes emitidos por la Central de
Riesgos de la SBS, que lo califica como cliente pérdida. Se trata, así, de un hábeas data correctivo
o rectificador y, por otra parte, de un hábeas data exclutorio. (RTC Exp. N° 06164-2007-HD/TC,
ff. jj. 2 y 4)
796
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
TÍTULO V
PROCESO DE CUMPLIMIENTO
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£1229 Objeto del proceso de cumplimiento. Tutela del derecho constitucional a ase-
gurar y exigir la eficacia de las normas legales y de los actos administrativos
[C]onforme al artículo II del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, los pro-
cesos constitucionales tienen, entre sus fines esenciales, los de garantizar la supremacía de la
Constitución y la vigencia efectiva de los derechos constitucionales. [P]ara configurar el perfil
exacto del proceso de cumplimiento, garantizando la autonomía de cada uno de los procesos
constitucionales que protegen derechos constitucionales (amparo, hábeas corpus y hábeas data),
debemos precisar (…) como es que mediante el proceso de cumplimiento se alcanzan los fines
comunes a los procesos constitucionales.
[E]l control de la regularidad del sistema jurídico en su integridad constituye un principio
constitucional básico en nuestro ordenamiento jurídico nacional que fundamenta la constitucio-
nalidad de los actos legislativos y de los actos administrativos (ambos en su dimensión objetiva),
procurándose que su vigencia sea conforme a dicho principio. Sin embargo, no solo basta que una
norma de rango legal o un acto administrativo sea aprobado cumpliendo los requisitos de forma y
fondo que le impone la Constitución, las normas del bloque de constitucionalidad o la ley, según
sea el caso, y que tengan vigencia; es indispensable, también, que aquellas sean eficaces. Es sobre
la base de esta última dimensión que, conforme a los artículos 3, 43 y 45 de la Constitución, el
Tribunal Constitucional reconoce la configuración del derecho constitucional [no enumerado] a
asegurar y exigir la eficacia de las normas legales y de los actos administrativos. Por tanto, cuan-
do una autoridad o funcionario es renuente a acatar una norma legal o un acto administrativo que
incide en los derechos de las personas o, incluso, cuando se trate de los casos a que se refiere el
artículo 65 del Código Procesal Constitucional (relativos a la defensa de los derechos con intere-
ses difusos o colectivos en el proceso de cumplimiento), surge el derecho de defender la eficacia
de las normas legales y actos administrativos a través del proceso constitucional de cumplimiento.
(STC Exp. N° 0168-2005-PC/TC, S, f. j. 5, 8 y 9)
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£1232 Cumplimiento del mandato de norma legal o acto administrativo. No basta ve-
rificar cualquier inacción de la Administración
La [mera] inactividad de la Administración no es presupuesto válido para interponer una
acción de garantía, pues, como se ha precisado, la acción de cumplimiento procede contra el in-
cumplimiento de un acto administrativo que contiene un mandamus expreso. (STC Exp. N° 1172-
2004-AC/TC, S, f. j. 2)
£1233 Cumplimiento del mandato de norma legal o acto administrativo. Debe ser efi-
caz y no solo formal
[E]l proceso de cumplimiento no puede tener como finalidad el examen sobre el cumplimien-
to “formal” del mandato contenido en una norma legal o acto administrativo, sino, más bien, el
examen sobre el cumplimiento eficaz de tal mandato, por lo que si en un caso concreto se verifica
la existencia de actos de cumplimiento aparente, parcial, incompleto o imperfecto, el proceso de
cumplimiento servirá para exigir a la autoridad administrativa precisamente el cumplimiento efi-
caz de lo dispuesto en el mandato. (STC Exp. N° 2002-2006-PC/TC, S, f. j. 37)
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la eficacia de la ley (...) [E]llo no significa de modo alguno que se pretenda desarticular el rol del
proceso de cumplimiento, sino el de orientarlo siempre o bajo toda circunstancia en provecho de
la finalidad que en un sentido amplio persigue todo proceso constitucional, y que no es otra que la
defensa de la Constitución (…) [E]ste Colegiado entiende que la manera más adecuada de evitar
la paradoja de imponer el cumplimiento de una norma legal aparentemente opuesta a los mandatos
constitucionales, pasa por el hecho de ensayar una lectura de dicha norma que resulte compatible
con la Constitución. Dicha alternativa, además de suponer una opción perfectamente legítima den-
tro del cuadro de opciones habilitadas por la jurisdicción constitucional, resulta procedente si de
lo que se trata es de operativizar el derecho a la gratuidad en la administración de justicia, y no de
neutralizarlo o simplemente tornarlo impracticable. (STC Exp. N° 4549-2004-PC/TC, S, f. j. 8 y 9)
£1238 Cumplimiento de una norma legal. Plazo razonable para el cumplimiento del
mandato
[E]l Tribunal Constitucional considera que la pretensión de los demandantes debe estimarse en
parte, toda vez que, si bien el Ministerio de Salud ha adoptado determinadas medidas, establecidas
en la Ley N° 26842, General de Salud, y en el Decreto Supremo N° 074-2001-PCM, Reglamento de
Estándares Nacionales del Calidad Ambiental del Aire, su cumplimiento no ha sido eficaz, sino más
bien parcial e incompleto (…) En el caso concreto de la población de la ciudad de La Oroya, sobre
todo de los niños y mujeres gestantes, ocurre que desde 1999, año en que se realizaron los prime-
ros estudios que determinaron la existencia de población contaminada con plomo en la sangre,
hasta la actualidad, han transcurrido más de 7 años sin que el Ministerio de Salud implemente un
sistema de emergencia que proteja, recupere y rehabilite la salud de la población afectada (…)
El mandato (…) se encuentra indisolublemente ligado a la protección del derecho fundamen-
tal a la salud de los niños y mujeres gestantes de La Oroya, cuya sangre se encuentra contaminada
con plomo, tal como se ha acreditado en autos. No es válido sostener que la protección de este de-
recho fundamental, por su dimensión de derecho social, deba diferirse en el tiempo a la espera de
determinadas políticas de Estado. Tal protección debe ser inmediata, pues la grave situación que
atraviesan los niños y mujeres gestantes contaminados, exige del Estado una intervención concre-
ta, dinámica y eficiente (…) Por tanto, debe ordenarse al Ministerio de Salud que, en el plazo de
30 días, implemente un sistema de emergencia para atender la salud de las personas contaminadas
con plomo, en el caso de la ciudad de La Oroya, a efectos de lograr su inmediata recuperación.
(STC Exp. N° 2002-2006-PC/TC, S, ff. jj. 56, 60 y 61)
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categoría jurídica que, por otra parte y como lo viene asumiendo en reiterada jurisprudencia este
Tribunal, no solo se refiere a las leyes en sentido formal o disposiciones emanadas del Congreso
bajo dicha nomenclatura, sino a todo tipo de norma jurídica cuyo rango o jerarquía sea igual que
el de una ley en sentido estricto. (STC Exp. N° 1277-1999-AC/TC, P, ff. jj. 7 y 8)
£1243 Cumplimiento del acto administrativo. Resolución debe estar referida al ejerci-
cio de funciones administrativas
[L]a resolución cuyo cumplimiento solicita la demandante no se encuentra sujeta a los
preceptos del Derecho Público o, lo que es lo mismo, no ha sido realizada en el ejercicio de la
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función administrativa. De modo que el origen de la obligación dineraria cuyo pago pretende la
demandante no es el acto cuyo cumplimiento se solicita, sino más bien un contrato suscrito con la
demandante, en donde la Administración no actúa ejerciendo sus potestades públicas administrati-
vas. (RTC Exp. N° 4260-2005-PC/TC, S, f. j. 5)
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£1249 Legitimación para demandar. Diferencia entre legitimaciones para exigir cum-
plimiento de un acto administrativo y de una norma de carácter general
[No] es cierto, como se ha sostenido en la sede judicial, que el demandante haya carecido
de legitimidad para obrar en el presente proceso. En efecto, aunque el proceso de cumpli-
miento importa una cierta dosis de legitimidad en su interposición, no puede decirse que el
mismo régimen opera para todos los casos o supuestos en los que procede dicho proceso. No
es lo mismo invocar el cumplimiento de un acto administrativo que invocar el cumplimiento
de una ley. Mientras que en el primer caso, el mandamus suele encontrarse asociado a una
persona o grupo de personas que son las que gozan de legitimidad para reclamar frente al
supuesto de su inobservancia, en el segundo caso, queda claro que el mandamus tiene efectos
generales, por derivar de una ley. De allí que bajo tal contexto, sea cualquier persona o indi-
viduo el que pueda gozar de legitimidad para interponer la correspondiente demanda. Este
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£1252 Legitimación para ser demandado. Titular de la entidad como legitimado y cri-
terio para resolver dudas conforme a la legislación anterior
[E]n el caso de autos, la vía previa específicamente regulada para el proceso de cumpli-
miento en el inciso c del artículo 5 de la Ley N° 26301 [reemplazada por el Código Procesal
Constitucional], ha sido adecuadamente tramitada por los demandantes con el solo requerimien-
to por conducto notarial [hoy “requisito especial de la demanda”] al Presidente de la República,
sin que por el contrario, y como lo han entendido los jueces de la jurisdicción común, deba exi-
girse el mismo tipo de emplazamiento respecto de quien desempeña la cartera del Ministerio de
Justicia, habida cuenta que el titular del Poder Ejecutivo es el primero de los funcionarios en men-
ción y una de sus responsabilidades específicas es justamente la de cumplir y hacer cumplir la
Constitución, los tratados, la leyes y demás disposiciones legales conforme lo establece el inciso
1 del artículo 118 de la Constitución Política del Estado, y que en todo caso, y ante la incertidum-
bre respecto del funcionario obligado a cumplir con el mandato cuya exigibilidad se invoca, es
la misma Ley N° 26301, la que en su artículo 7 contempla de modo expreso, que la respectiva
demanda (por lógica consecuencia, el emplazamiento notarial) deberá entenderse con el superior
jerárquico, hipótesis precisamente acontecida en el caso de autos. (STC Exp. N° 1277-1999-AC/
TC, P, f. j. 2)
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términos del artículo 69 del Código Procesal Constitucional. Si bien (…) por error en la carta no-
tarial se ha consignado un monto distinto del que corresponde a la referida resolución, el hecho de
que esta se haya adjuntado al comunicado y que haya sido expedida por la misma entidad requeri-
da, evidencia que se trata de un error que no enerva la validez de lo solicitado pues la demandada
estuvo en plena posibilidad de conocer cuál era el acto cuyo cumplimiento se requería. En virtud
de estas consideraciones este Tribunal no comparte los argumentos del ad quem, siendo proceden-
te emitir un pronunciamiento sobre el fondo. (STC Exp. N° 7320-2006-PC/TC, S, ff. jj. 2 y 3)
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En consecuencia (...) corresponde amparar la demanda, más aún cuando desde la expedición
de esta ley hasta la fecha ha transcurrido más de cinco años sin que se haga efectivo la reincorpo-
ración reclamada. (STC Exp. N° 08253-2006-PC/TC, S, f. j. 5)
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a interponer una demanda, ocasionándole gastos innecesarios que han incrementado su inicial
afectación, por lo que, no solo deben pagársele sus costos y costas peticionados, sino que queda
a salvo su derecho para poder interponer las acciones legales que considere adecuadas, a pesar
de lo expuesto en las opiniones favorables al demandante, emitidas por la Comisión Agraria del
Congreso de la República y el Ministerio de Agricultura, obrantes en autos. (STC Exp. N° 10145-
2006-PC/TC, S, f. j. 10)
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TÍTULO VI
DISPOSICIONES GENERALES DE
LOS PROCESOS DE ACCIÓN POPULAR
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declararse su inconstitucionalidad material, pues la ley hipotética en cuestión habría regulado una
materia para la cual no tenía constitucionalmente competencia. (STC Exp. Nº 00017-2003-AI/TC,
P, f. j. 82)
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Constitucional, como presupuesto del respeto de los derechos fundamentales, se encuentre plena-
mente garantizado. (STC Exp. Nº 5854-2005-AA/TC, P, f. j. 12.c)
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Nota del editor: En relación con el artículo 80 del Código Procesal Constitucional, no se ha ubicado
pronunciamento alguno relevante.
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interpretativa se canaliza con el traslado de los supuestos o las consecuencias jurídicas de una
norma aprobada por el legislador, hasta la parte de la ley cuestionada –y en concreto afectada de
inconstitucional–, con el objeto de proceder a su inmediata integración. Dicha acción se efectúa
excepcionalmente para impedir la consumación de efectos políticos, económicos, sociales o cul-
turales gravemente dañosos y derivados de la declaración de inconstitucionalidad parcial. (STC
Exp. Nº 00004-2004-CC/TC, P, f. j. 3.3.3)
[L]as sentencias sustitutivas se caracterizan por el hecho de que con ellas el Tribunal
Constitucional declara la inconstitucionalidad de una ley en la parte en la que prevé una deter-
minada cosa, en vez de prever otra. En ese caso, la decisión sustitutiva se compone de dos partes
diferentes: una que declara la inconstitucionalidad de un fragmento o parte de la disposición legal
impugnada, y otra que la “reconstruye”, a través de la cual el Tribunal Constitucional procede a
dotar, a la misma disposición, de un contenido diferente, de acuerdo con los principios constitu-
cionales vulnerados. Tales decisiones –las aditivas y las sustitutivas–, en realidad, no innovan el
ordenamiento jurídico, si es que con ello se quiere expresar el acto por el cual el Poder Legislativo
innova el ordenamiento jurídico “escribiendo” y poniendo en vigencia nuevas disposiciones lega-
les, pues evidentemente, el Tribunal Constitucional no tiene capacidad para hacerlo. (STC Exp.
Nº 00010-2002-AI/TC, P, f. j. 31)
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los efectos de sus sentencias deben ser a futuro (ex nunc) o con carácter retroactivo (ex tunc), en
cuya deliberación, evaluaciones en torno al coste económico, jurídico y político de su decisión
adquieren especial relevancia. (STC Exp. Nº 00041-2004-AI/TC, P, f. j. 70)
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del Tribunal Constitucional y, dada su estrecha vinculación con el decisum, adquiere también,
al igual que este, fuerza vinculante para los tribunales y jueces ordinarios, tanto si se decla-
ra la inconstitucionalidad de la norma como si, por el fondo, se la desestima” (Expediente
Nº 0006-2006-PC/TC FJ 41). Sobre el particular, Bocanegra Sierra identifica como “norma
concreta de la sentencia” a “aquella consideración o afirmación jurídica que fundamenta el fallo, y
que está formulada exactamente de tal modo general que fuera de la decisión adoptada en el caso
concreto, resultaría de ella una decisión igual en casos iguales”. (STC Exp. Nº 00005-2007-PI/TC,
ff. jj. 43 y 44)
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TÍTULO VII
PROCESO DE ACCIÓN POPULAR
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£1361 Competencia del Poder Judicial. Control concentrado para derogación de nor-
mas infralegales
[Si una entidad] fue creada por el Decreto Supremo (…), y redefinida por (…) Resolución
Suprema (…), como una entidad de utilidad pública de Derecho Privado, cuyo funcionamiento se
rige por sus estatutos sociales, (…) la derogación de dichas normas legales y otras que regulan su
funcionamiento administrativo no puede hacerse vía Acción de Amparo sino, llegado el caso, [vía]
acción popular (…), y las impugnaciones y los planteamientos para los efectos de la adopción de
los acuerdos respectivos, como los que se proponen en esta demanda –según afirman, por una
mala administración–, deben hacerse valer al interior de esa institución (…). (STC Exp. Nº 1253-
2000-AA-TC, P, f. j. 3)
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Nota del editor: En relación con el artículo 93 del Código Procesal Constitucional, no se ha ubicado
pronunciamento alguno relevante.
Nota del editor: En relación con el artículo 94 del Código Procesal Constitucional, no se ha ubicado
pronunciamento alguno relevante.
Nota del editor: En relación con el artículo 96 del Código Procesal Constitucional, no se ha ubicado
pronunciamento alguno relevante.
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TÍTULO VIII
PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD
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“la defensa de la Constitución” como norma jurídica suprema. (STC Exp. Nº 0020-2005-PI/TC y
acumulados, P, f. j. 16)
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supuestos en los que solo alguna de dichas normas haya sido objeto de impugnación. (STC Exp.
Nº 0020-2005-PI/TC y acumulados, P, ff. jj. 1 y 2.b)
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(…) interpuestos por los procuradores [supuestos representantes procesales] de los Gobiernos
Regionales (…) no han sido suscritos por los representantes de dichos Gobiernos Regionales –es
decir por los Presidentes Regionales– ni ellos han nombrado al apoderado que los represente, (…)
el Tribunal Constitucional no tiene por contestada la demanda. (RTC Exp. Nº 00024-2006-PI/TC,
ff. jj. 1, 2 y 3)
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£1393 Plazo prescriptorio de la pretensión. Efecto del auto que rechaza demanda de
inconstitucionalidad
Surge (…) la pregunta de si las decisiones desestimatorias del Tribunal Constitucional en los
procesos de inconstitucionalidad tienen algún efecto y, de ser así, si estas pueden “ejecutarse”. El
artículo 82 del Código Procesal Constitucional pareciera dar alguna respuesta a esta interrogan-
te, al establecer ya en términos más generales a las sentencias del Tribunal Constitucional en los
procesos de inconstitucionalidad que queden firmes. Es decir, ya no en función de si son estimato-
rias o no. La firmeza de una decisión del Tribunal Constitucional es, en este sentido, automática,
ya que como lo dispone el artículo 121 del mismo Código “(...) contra las sentencias que tienen
autoridad de cosa juzgada, por lo que vinculan a todos los poderes públicos y producen efectos
generales desde el día siguiente a la fecha de su publicación”. El mismo efecto se otorga al auto a
través del cual el Tribunal [Constitucional] rechaza la demanda de inconstitucionalidad por haber
sido interpuesta luego de vencido el plazo de 6 años que contempla el artículo 100 del Código.
(STC Exp. Nº 4119-2005-PA/TC, P, f. j. 16)
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inconstitucionalidad de una norma con rango de ley, es preciso no solo que se identifiquen las
disposiciones o preceptos de dicha fuente, sino, además, que se identifique la norma consti-
tucional lesionada para cada uno de dichos dispositivos, detallándose los argumentos jurídico-
constitucionales por los que debería declararse su inconstitucionalidad. (RTC Exp. Nº 0015-2006-
PI/TC, f. j. 4)
[N]o [se] ha especificado en el petitorio cuáles son los decreto de urgencia cuestionados. Y
si bien en los fundamentos de hecho se ha efectuado alguna que otra individualización de cua-
les serían los preceptos impugnados, cuando se solicita que se declare la inconstitucionalidad de
una norma con rango de ley, es preciso no solo que se identifique las disposiciones o preceptos
de dicha fuente, sino, además, que se identifique la norma constitucional lesionada por cada uno
de dichos dispositivos, detallándose los argumentos jurídicos-constitucionales por los que debería
declararse su inconstitucionalidad. (RTC Exp. N° 00021-2008-PI/TC, f. j. 5)
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del Gobierno Regional (…), autorizando al demandante para interponer la demanda (…). (RTC
Exp. Nº 0033-2005-PI/TC, f. j. 3)
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£1412 Cómputo de plazo para contestar la demanda. Preclusión del plazo cuando el
Tribunal Constitucional lo determina
[E]l procurador público a cargo de los asuntos judiciales del Gobierno Regional (…), debi-
damente autorizado por la Presidencia del Gobierno Regional, ha presentado la contestación de
la demanda sin embargo esta ha sido ingresada fuera del plazo a que se refiere el artículo 107 del
Código Procesal Constitución y según lo dispuesto en el último párrafo del mismo artículo hubie-
ra correspondido declarar la rebeldía del demandado, sin embargo, dado que el TC debe adecuar
la exigencia de las formalidades previstas en el CPC al logro de los fines del proceso, según el
artículo III del Título Preliminar del CPC; este Tribunal aprecia que el vencimiento de dicho plazo
no implica la preclusión de la etapa del proceso en la que se encuentra inmersa la contestación
(postulación del proceso) pues esto ocurrirá cuando así lo decrete este Tribunal. No obstante cabe
llamar la atención del Gobierno Regional por la demora en que incurrió. (RTC Exp. Nº 00024-
2006-PI/TC, f. j. 7)
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£1415 Cómputo de plazo para contestar la demanda. Concesión de plazo para subsa-
nar error
[E]l principio de dirección judicial del proceso sitúa en la figura del juez constitucional el po-
der-deber de controlar razonablemente la actividad de las partes, evitando una conducta procesal
obstruccionista y promoviendo la consecución de los fines del proceso de manera eficaz y pronta.
En tal sentido, corresponde al juez constitucional detectar y desvirtuar aquella conducta procesal
que, intencionalmente o no, pretenda convertir al proceso en un ritualismo de formas, antes que en
un eficiente cauce para la protección de los derechos fundamentales y el respeto por la supremacía
normativa de la Constitución (…) [E]n este sentido, dado que el plazo para contestar la deman-
da (…) venció [en la] fecha en que ingresó el escrito de vista (…), el Tribunal considera que es
razonable otorgar un plazo para que la entidad emplazada subsane el error en que ha incurrido,
bajo responsabilidad de ser declarada en rebeldía conforme lo establece el artículo 107 del Código
Procesal Constitucional. (RTC Exp. Nº 0007-2006-PI/TC, ff. jj. 4 y 5)
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
alegato en defensa de la norma impugnada y constituya apoderado para tal efecto. (RTC Exp.
Nº 00018-2008-PI/TC, f. j. 2)
[Admitida a] trámite la demanda de inconstitucionalidad promovida por el Presidente de la
República contra [una] Ordenanza Regional (…) de conformidad con el artículo 107, inciso 4),
del Código Procesal Constitucional, [se] dispone correr traslado de la misma al Gobierno Regional
(…). (RTC Exp. Nº 0011-2008-PI/TC, fase resolutiva)
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TÍTULO IX
PROCESO COMPETENCIAL
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Procesal Constitucional (artículo 109). Ciertamente, sus efectos –como todo acto le-
gislativo, judicial o administrativo– pueden incidir, directa o indirectamente, sobre la esfera
jurídica de terceros, pero no puede decirse que de ahí se derive, necesariamente, una afecta-
ción del derecho al debido proceso; más aún si se considera que los derechos fundamentales no son
absolutos, sino susceptibles de afectaciones legítimas por parte del Estado. (STC Exp. N° 0006-2006-
PC/TC, P, f. j. 66)
£1428 Proceso competencial. Legitimidad activa reservada a poderes del Estado y en-
tidades estatales
[L]as personas naturales, como la recurrente, no tienen legitimidad para interponer proceso
competencial, estando reservada dicha facultad a los poderes del Estado y entidades estatales, pri-
mando finalmente la garantía del orden objetivo constitucional. (RTC Exp. Nº 0006-2006-PCC/
TC, f. j. 2)
[C]onforme lo establece el segundo párrafo del artículo 109 del Código Procesal
Constitucional, para que este máximo órgano de control constitucional conozca de un conflicto de
competencia, es necesario que los poderes o entidades estatales en conflicto actúen en el proceso a
través de sus titulares, y, tratándose de entidades de composición colegiada, la decisión debe con-
tar con la aprobación del respectivo pleno (…). (RTC Exp. N° 0005-2004-CC/TC, f. j. 2)
[U]no de los requisitos que se debe cumplir para interponer una demanda de conflicto compe-
tencial, es que los sujetos involucrados en el conflicto cuenten con legitimidad activa. En tal sen-
tido, conforme a lo acotado en el considerando anterior, la legitimidad para accionar en este tipo
de procesos se encuentra reservada a los poderes del Estado, órganos constitucionales, gobiernos
regionales y locales, mas no a los particulares, como sucede en el presente caso (…). (RTC Exp.
Nº 007-2006-PCC/TC, f. j. 2)
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que “Puede este clasificarse en: a) conflicto constitucional por menoscabo en sentido estricto; b)
conflicto constitucional por menoscabo de interferencia; y, c) conflicto constitucional por menos-
cabo de omisión. En el conflicto constitucional por menoscabo en sentido estricto, cada órgano
constitucional conoce perfectamente cuál es su competencia. Sin embargo, uno de ellos lleva a
cabo un indebido o prohibido ejercicio de la competencia que le corresponde, lo que repercute
sobre el ámbito del que es titular el otro órgano constitucional (STC EXP Nº 00006-2006-CC/
TC Fund. 22)”. [E]n segundo término, los (ii) conflictos por omisión en cumplimiento de acto
obligatorio, indicando que“(...), si bien es cierto que los “típicos” conflictos positivo y negativo
de competencia pueden dar lugar al proceso competencial, también lo es que cuando el artículo
110 del CPConst. establece que en este pueden ventilarse los conflictos que se suscitan cuando
un órgano rehúye deliberadamente actuaciones “afectando” las competencias o atribuciones de
otros órganos constitucionales, incorpora también en su supuesto normativo a los conflictos por
omisión en cumplimiento de acto obligatorio, pues no cabe duda de que cuando un órgano omite
llevar a cabo una actuación desconociendo las competencias constitucionales atribuidas a otro ór-
gano constitucional, las “afecta”. No se trata, pues, de la disputa por titularizar o no una misma
competencia, sino de aquella que se suscita cuando, sin reclamarla para sí, un órgano constitucio-
nal, por omitir un deber constitucional o de relevancia constitucional, afecta el debido ejercicio
de las competencias constitucionales de otro (STC 00005-2005-CC/TC (Fund. 23)”. (STC Exp.
Nº 00003-2007-PC/TC, P, f. j. 12)
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No se trata pues de la disputa por titularizar o no una misma competencia, sino de aquella que se
suscita cuando, sin reclamarla para sí, un órgano constitucional, por omitir un deber constitucional
o de relevancia constitucional, afecta el debido ejercicio de las competencias constitucionales de
otro. (STC Exp. Nº 0005-2005-CC/TC, P, f. j. 23)
En la jurisprudencia del Tribunal Constitucional se ha distinguido, hasta ahora, tres clases
de conflictos de competencias. Mientras el conflicto constitucional positivo se produce cuando
dos o más poderes del Estado u órganos constitucionales se disputan, entre sí, una competencia
o atribución constitucional, el conflicto constitucional negativo se da cuando dos o más poderes
del Estado u órganos constitucionales se niegan a asumir una competencia o atribución constitu-
cional (…) Junto a ellos se ha advertido también el conflicto por omisión en cumplimiento de acto
obligatorio, que se configura cuando un órgano omite llevar a cabo una actuación desconociendo
las competencias o atribuciones constitucionales reconocidas a otro poder del Estado u órgano
constitucional, a la par que las afecta. En este no se trata, pues, de la disputa por titularizar o no
una misma competencia o atribución, sino de la que se suscita cuando, sin reclamar competencia
para sí, un órgano constitucional, por omitir un deber constitucional o de relevancia constitucio-
nal, afecta el debido ejercicio de las competencias o atribuciones constitucionales de otro. (STC
Exp. N° 0006-2006-PC/TC, P, ff. jj. 17 y 18)
883
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
o prohibido ejercicio de la competencia que le corresponde, lo que repercute sobre el ámbito del
que es titular el otro órgano constitucional. (STC Exp. Nº 0006-2006-PC/TC, P, f. j. 22)
884
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
se derivan, a su vez, deberes concretos tanto para el Gobierno Nacional así como para los
Gobiernos Regionales. Así, el Gobierno Nacional debe observar el principio de lealtad regio-
nal, lo que implica su cooperación y colaboración con los Gobiernos Regionales. Del mismo
modo, los Gobiernos Regionales deben cumplir el principio de lealtad nacional, en la medida
en que no pueden afectar, a través de sus actos normativos, fines estatales; por ello no pueden
dictar normas que se encuentren en contradicción con los intereses nacionales que se derivan
de la Constitución.
- Principio de taxatividad y cláusula de residualidad.– Si bien es cierto que la cláusula de resi-
dualidad no está expresamente reconocida en la Constitución, sí es posible que se entienda re-
conocida tácitamente en el artículo 192.10. Por tanto, las competencias regionales solo serán
aquellas que explícitamente estén consagradas en la Constitución y en las leyes de desarrollo
de descentralización, de modo que lo que no esté señalado en ellas, será de competencia ex-
clusiva del Gobierno Central. Los Gobiernos Regionales, por tanto, no tienen más compe-
tencias que las que la Constitución y las leyes orgánicas les hayan concedido. De ahí que se
encuentren sometidos al principio de taxatividad, y que las competencias que no les han sido
conferidas expresamente correspondan al Gobierno Nacional (cláusula de residualidad).
- Principio de control y tutela.– La exigencia que proyecta este principio consiste en que los
Gobiernos Regionales y Locales están sujetos a instancias de control y tutela por parte de
órganos nacionales competentes. Tal principio, que se encuentra recogido en el artículo 199
de la Constitución, señala que los Gobiernos Regionales y Locales son fiscalizados por sus
propios órganos de control y por los organismos que tengan tal atribución por mandato cons-
titucional o legal, y están sujetos al control y supervisión de la Contraloría General de la
República, la que organiza un sistema de control descentralizado y permanente; pero también
a un sistema de control interno. (STC Exp. N° 0031-2005-PI/TC, P, ff. jj. 10 y 11)
£1448 Test de competencia. Principio de competencia
Principio de competencia.– El principio de competencia está estructurado, a criterio del
Tribunal Constitucional, por los principios de distribución de competencias, el bloque de constitu-
cionalidad de las ordenanzas regionales y la integración de otras normas en dicho bloque.
- Distribución de competencias.– En el Estado unitario y descentralizado regional, la potestad
normativa está distribuida entre órganos nacionales y regionales, además de los locales. La au-
tonomía político-normativa de los Gobiernos Regionales conlleva la facultad de crear Derecho
y no solo de ejecutarlo. Precisamente por ello, el Estado debe concebirse como un Estado
“unitario y descentralizado”, es decir, como aquel en el que la descentralización, al alcanzar
una manifestación político-normativa, fundada en el principio constitucional de la autonomía,
prevista en los artículos 191 y 194 de la Constitución, acepta la coexistencia de subsistemas
normativos (nacional, regional y local). La creación de Gobiernos Regionales con competen-
cias normativas comporta la introducción de tantos subsistemas normativos como gobiernos
regionales existan al interior del ordenamiento jurídico peruano. Pero la articulación de las
fuentes en un ordenamiento de tal naturaleza no puede efectuarse exclusivamente bajo los al-
cances del principio de jerarquía, sino conforme al principio de competencia. En efecto, dado
que las ordenanzas regionales son normas con rango de ley (artículo 200.4 de la Constitución),
no se encuentran jerárquicamente subordinadas a las leyes nacionales del Estado, por lo que
para explicar su relación con estas no hay que acudir al principio de jerarquía, sino al principio
de competencia, pues tienen un ámbito normativo competencial distinto.
- El bloque de constitucionalidad de las ordenanzas regionales.– En el bloque de constitu-
cionalidad de las ordenanzas regionales cuentan tanto las leyes orgánicas que desarrollan el
régimen constitucional de los Gobiernos Regionales como también aquellas otras leyes que
tengan relación con esta materia (1) La integración en el bloque de las leyes orgánicas.– Las
leyes orgánicas encargadas de determinar las competencias de los Gobiernos Regionales son
la LBD y la LOGR. Dichas competencias, de conformidad con el artículo 13 de la referida
885
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
ley, pueden ser exclusivas, compartidas o delegadas. En tanto las competencias compartidas
dan lugar a funciones específicas que cada uno de los niveles de gobierno debe llevar a cabo,
tales funciones, en el caso de los Gobiernos Regionales, han sido recogidas en su respectiva
ley orgánica; específicamente en sus artículos 47 a 64 De este modo, la validez de las orde-
nanzas regionales se encuentra sujeta al respeto del marco normativo establecido tanto en la
LBD como la LOGR, por lo que forman parte del parámetro de control en la presente causa
(2) La integración en el bloque de otras normas legales.– Lo anterior no significa que allí
se agoten las normas que pueden conformar el bloque de constitucionalidad. La apertura de
este a otras normas, sean estas leyes orgánicas o simples leyes estatales o decretos legislati-
vos, depende del tipo de materias que hayan sido reguladas por una ordenanza regional y, par-
ticularmente, de la clase de competencia (exclusiva, compartida o delegable) de que se trate.
Existe, por tanto, un parámetro “natural” de control de constitucionalidad de las ordenanzas
regionales, que se encuentra integrado por la Constitución, la LBD y la LOGR; pero también,
tratándose de la regulación de determinadas materias, el bloque de constitucionalidad puede
estar conformado, adicionalmente, por otras leyes nacionales. En estos casos, dichas normas
forman parte de lo que podría denominarse un parámetro “eventual” de constitucionalidad.
(STC Exp. N° 0031-2005-PI/TC, P, f. j. 12)
£1449 Test de competencia. Principio del efecto útil y poderes implícitos
Principio del efecto útil y poderes implícitos.– A juicio del Tribunal, cada vez que una
norma (constitucional o legal) confiere una competencia a los Gobiernos Regionales, debe
entenderse que esta contiene normas implícitas de subcompetencia para reglamentar la norma
legal, sin las cuales el ejercicio de la competencia conferida a los Gobiernos Regionales carece-
ría de eficacia práctica o utilidad. El principio del efecto útil, así, pretende flexibilizar la rigidez
del principio de taxatividad, de modo que la predeterminación difusa en torno a los alcances
de una competencia por la ley orgánica o la Constitución no termine por entorpecer un proceso
que, en principio, se ha previsto como progresivo y ordenado conforme a criterios que permitan
una adecuada asignación de competencias (artículo 188 de la Constitución). Así, el principio de
taxatividad de competencias no es incompatible con el reconocimiento de que los Gobiernos
Regionales también pueden realizar aquellas competencias reglamentarias no previstas legal ni
constitucionalmente, pero que sin embargo son consustanciales al ejercicio de las previstas ex-
presamente (poderes implícitos), o constituyan una directa manifestación y exteriorización de
los principios que rigen a los Gobiernos Regionales dentro de un Estado unitario y descentrali-
zado. (STC Exp. N° 0031-2005-PI/TC, P, f. j. 13)
886
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
£1451 Conflicto o atribución expresada en norma con rango de ley. Vía procedimental
[En caso] en la demanda, se observ[e] que el conflicto versa sobre una competencia o atri-
bución expresada en una norma con rango de ley (…) [es de aplciación] el artículo 110 de[l]
(…) Código Procesal Constitucional [que] establece que, en [estos] casos (…) el Tribunal
Constitucional declarará que la vía adecuada para ventilar la controversia es el proceso de incons-
titucionalidad. (RTC Exp. Nº 0001-2005-PC/TC, ff. jj. 2 y 3)
[E]l Tribunal Constitucional considera que es aplicable al (…) proceso [competencial] lo dis-
puesto en el artículo 110 in fine del Código Procesal Constitucional, [si] el conflicto alegado se
atribuye a la expedición de una norma con rango de ley, cuestionándose su inconstitucionalidad.
En consecuencia, el (…) proceso competencial debe entenderse como uno de inconstitucionalidad,
debiendo regirse por las normas pertinentes. (RTC Exp. Nº 0004-2006-PCC/TC, f. j. 2)
[Si] la revisión de la demanda [de competencia], que se pretende [es] que el Tribunal
Constitucional dilucide a qué entidad le corresponde las competencias en lo que concierne a la
administración del tránsito de peatones y el transporte de vehículos en [un] Distrito (…), compe-
tencias que se encuentran desarrolladas en la Ley Orgánica de Municipalidades; (…) el proceso
(…) se tramita[rá] como uno de inconstitucionalidad porque, aunque de lo expuesto por las par-
tes se aprecia la existencia de un conflicto positivo de competencias, el artículo 110 del Código
Procesal Constitucional, expresamente señala que “si el conflicto versa sobre una competencia o
atribución contenida en una norma con rango de Ley, como es el caso, la vía adecuada para su
tramitación es la que correspondiente al proceso de inconstitucionalidad”. (STC Exp. N° 032-
2005-PI/TC, P, f. j. 3)
[S]i bien [una] demanda cumple los requisitos de forma de una demanda de conflicto compe-
tencial, [si] este se produce con la expedición [de un] Decreto de Urgencia (…), que tiene rango
de ley, cuestionándose su constitucionalidad como tema de fondo, (…) se advierte que la vía pro-
cedimental ha sido invocada erróneamente. Por tal razón, este Tribunal considera que el tema de
fondo debe ventilarse en un proceso de inconstitucionalidad de conformidad con el artículo VIII
del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, que a la letra dice: “El órgano jurisdic-
cional debe aplicar el derecho que corresponda al proceso, aunque no haya sido invocado por las
partes, o lo haya sido erróneamente [...]”, debiendo aplicarse, por tanto, el artículo 110 del Código
Procesal Constitucional según el cual la vía adecuada sería el proceso de inconstitucionalidad.
(RTC Exp. Nº 00001-2007-PCC/TC, f. j. 2)
887
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
888
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
desestimable prima facie la demanda interpuesta, la citada solicitud carece de objeto. (STC Exp.
N° 00002-2004-CC/TC, P, f. j. 7)
£1457 Medida cautelar. Sobre el proyecto de ley anual del presupuesto del Sector
Público
[E]l demandante [Poder Judicial] sustenta su pedido de medida cautelar en el hecho de que
el trámite legislativo de discusión y aprobación de la parte referida al Poder Judicial, consignada
en el proyecto de Ley Anual del Presupuesto del Sector Público (…), puede causar un perjuicio al
interés general de imposible reparación, puesto que podría ocurrir que, antes de la culminación del
presente proceso, el Congreso de la República apruebe dicho proyecto, dentro del plazo estableci-
do por el artículo 80 de la Constitución (…) o, en caso contrario, que entre en vigencia el proyecto
del Poder Ejecutivo; y que, en tales supuestos, se aprobaría un proyecto de presupuesto recortado
por el Poder Ejecutivo, y no el presentado por el Poder Judicial (…) [E]l Tribunal Constitucional
estima que, conforme al artículo 80 de la Constitución, el Poder Judicial puede sustentar ante el
Poder Legislativo el pliego total de su propio proyecto presupuestario, razón por la cual no existe
el riesgo de irreparabilidad en que se sustenta el pedido de medida cautelar (…) [R]especto al
supuesto perjuicio al interés general de imposible reparación, el Tribunal Constitucional considera
que tal condición no se presenta en el presente caso toda vez que, conforme al artículo 80 de la
Constitución, el Congreso de la República tiene la posibilidad de modificar el Presupuesto de la
República hasta el 30 de noviembre del presente año; más aún si se tiene que, a tenor del artícu-
lo 81, inciso c) del Reglamento del Congreso, la Comisión de Presupuesto del Congreso de la
República elabora el dictamen de la ley para su debate ante el pleno del Congreso (…). [Se decla-
ra infundada la solicitud de medida cautelar]. (RTC Exp. Nº 0004-2004-CC/TC, ff. jj. 1, 4 y 6)
889
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
890
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
891
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
892
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
TÍTULO X
JURISDICCIÓN INTERNACIONAL
893
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
las denuncias o quejas por violación de la Convención Americana de Derechos Humanos, que
previamente se hayan interpuesto y agotado los recursos de la jurisdicción interna de cada Estado
conforme a los principios del Derecho Internacional generalmente reconocidos (…) [S]in embar-
go, el artículo 46.2 de la Convención Americana de Derechos Humanos, establece tres supuestos
específicos de excepción para la regla de la obligación de agotar la jurisdicción interna, precisando
que tal requisito no será exigible cuando:
a) No se prevenga en la legislación interna del Estado el debido proceso legal para la protección
del derecho o derechos que se alega han sido violados;
b) No se haya permitido al presunto lesionado en sus derechos el acceso a los recursos de la
jurisdicción interna, o haya sido impedido de agotarlos; y
c) Haya retardo injustificado en la decisión sobre los mencionados recursos. (RTC Exp.N° 4121-
2004-HC/TC, ff. jj. 5 y 6).
894
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
obligatoria de la Corte Interamericana según el artículo 62.1 de la misma, pasa a obligarse por la
Convención como un todo (...). (STC Exp. N° 2730-2006-AA/TC, P, f. j. 10)
895
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
internacionales sobre derechos humanos, constituidos según tratados de los que el Perú es parte.
(STC Exp. Nº 00007-2007-PI/TC, P, f. j. 17)
896
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
son vinculantes para todos los poderes públicos y que esta vinculatoriedad no se agota en su
parte resolutiva, sino que se extiende a la ratio decidendi, incluso en aquellos casos en los que el
Estado peruano no haya sido parte en el proceso (…) [E]l Sistema Interamericano de Protección
de los Derechos Humanos constituye un mecanismo supletorio o residual que solo debe operar
cuando no existan remedios internos, que en el caso del Perú lo constituye el proceso de ampa-
ro, siendo obligación del Estado peruano adecuar su derecho interno a los principios derivados
de la Convención Americana de Derechos Humanos, según lo dispone su artículo 2. (STC Exp.
Nº 00007-2007-PI/TC, P, ff. jj. 36 y 37)
897
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
898
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
899
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
TÍTULO XI
DISPOSICIONES GENERALES APLICABLES
A LOS PROCEDIMIENTOS ANTE EL
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Nota del editor: En relación con el artículo 118 del Código Procesal Constitucional, no se ha ubicado
pronunciamento alguno relevante.
901
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
902
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£1495 Aclaración de concepto. Solo en caso de dudas que incidan sobre ejecución de
la sentencia
[E]ste Tribunal solo puede aclarar sus sentencias cuando advierta que de su contenido
se desprenden dudas o confusiones (objetivas y razonables) que inciden sobre su ejecución
o cumplimiento cabal. Siendo esta la finalidad de la aclaración, en ningún caso es admisible
su utilización con el objeto de modificar o cambiar el sentido de la decisión emitida, pues
ello contravendría no solo el citado primer párrafo del artículo 121, sino también el inciso
2 del artículo 139 de la Constitución, que reconoce el principio y el derecho constitucional
a la cosa juzgada. Queda claro, entonces, que solo procederán los pedidos de aclaración que
contribuyan al mejor cumplimiento de las sentencias expedidas por este Tribunal. (RTC Exp.
Nº 3259-2006-AC/TC, f. j. 2)
904
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
905
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
TÍTULO XII
DISPOSICIONES FINALES
Nota del editor: En relación con la Primera Disposición Final del Código Procesal Constitucional, no
se ha ubicado pronunciamento alguno relevante.
907
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
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Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
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Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
Nota del editor: En relación con la Cuarta Disposición Final del Código Procesal Constitucional, no se
ha ubicado pronunciamento alguno relevante.
910
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
Nota del editor: En relación con la Sexta Disposición Final del Código Procesal Constitucional, no se
ha ubicado pronunciamento alguno relevante.
Nota del editor: En relación con la Séptima Disposición Final del Código Procesal Constitucional, no
se ha ubicado pronunciamento alguno relevante.
911
Código Procesal Constitucional. Jurisprudencia artículo por artículo
TÍTULO XIII
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Y DEROGATORIAS
(*) El artículo único de la ley N° 28400 (El Peruano, 27/11/2004) precisó que la derogativa es solo del
artículo 17 del Decreto Legislativo N° 824.
913
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
914
Índice general
ÍNDICE GENERAL
Introducción ................................................................................................................ 5
PARTE I
ESTUDIOS A LOS PROCESOS
CONSTITUCIONALES
915
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
EL PROCESO CONSTITUCIONAL DE
HÁBEAS CORPUS
CHRISTIAN DONAYRE MONTESINOS
Introducción ................................................................................................................ 69
I. Antecedentes del hábeas corpus en el Perú ....................................................... 70
II. Algunos de los derechos cuya tutela es exigible a través del hábeas corpus en
el Código Procesal Constitucional ..................................................................... 72
III. Los tipos de hábeas corpus en el Código Procesal Constitucional y en la juris-
prudencia del Tribunal Constitucional peruano ............................................... 80
1. El hábeas corpus preventivo ........................................................................ 80
2. El hábeas corpus restringido ........................................................................ 83
3. El hábeas corpus reparador .......................................................................... 85
4. El hábeas corpus traslativo .......................................................................... 88
5. El hábeas corpus correctivo ......................................................................... 93
6. El hábeas corpus innovativo ........................................................................ 97
7. El hábeas corpus instructivo ........................................................................ 100
8. El hábeas corpus excepcional ...................................................................... 101
9. El hábeas corpus conexo .............................................................................. 106
IV. Aspectos procesales del hábeas corpus en el Código Procesal Constitucional
con referencia a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional peruano ......... 108
1. La legitimación activa para el proceso de hábeas corpus según el Código
Procesal Constitucional .............................................................................. 108
2. El proceso constitucional de hábeas corpus como la vía procedimental
específica más satisfactoria para los derechos que se encuentran dentro
de su ámbito de protección ......................................................................... 109
3. Las condiciones y demás requisitos para presentar una demanda de hábeas
corpus según el Código Procesal Constitucional ....................................... 111
4. Acerca del juez competente para conocer la demanda de hábeas corpus:
algunas precisiones y ciertos criterios para facilitar su determinación y la
tutela efectiva de los derechos que caen en su ámbito de protección....... 112
5. Los diferentes trámites de la demanda de hábeas corpus que ha previsto
el Código Procesal Constitucional según el acto lesivo y los derechos
involucrados ................................................................................................. 118
5.1. El trámite de la demanda de hábeas corpus en caso de privación
arbitraria o violación de la integridad personal .................................. 119
5.2. El trámite de la demanda de hábeas corpus en casos distintos a la
detención arbitraria y a la violación de la integridad personal .......... 120
5.3. El trámite de la demanda de hábeas corpus en caso de desaparición
forzada de personas ............................................................................. 121
916
Índice general
EL PROCESO CONSTITUCIONAL DE
AMPARO
LUIS CASTILLO CÓRDOVA
917
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
918
Índice general
EL PROCESO DE CUMPLIMIENTO
JUAN MANUEL SOSA SACIO
Introducción ................................................................................................................ 247
I. Antecedentes y referentes del proceso de cumplimiento ................................ 248
II. Naturaleza “constitucional” del proceso de cumplimiento .............................. 253
1. ¿Proceso constitucional o proceso constitucionalizado? ........................... 254
2. Sobre la pretendida “eficacia de leyes y actos administrativos” como derecho
fundamental no enumerado y como objeto del proceso de cumplimiento .... 259
3. Relevancia de la constitucionalización del proceso de cumplimiento ........ 264
III. Objeto y sujetos del proceso de cumplimiento ................................................. 266
1. Objeto del proceso de cumplimiento ......................................................... 266
1.1. Que se dé cumplimiento a una norma legal o se ejecute un acto
administrativo firme ............................................................................ 270
1.2. Que las autoridades se pronuncien expresamente cuando las normas
legales le ordenan emitir una resolución administrativa o dictar un
reglamento ........................................................................................... 272
2. Sujetos del proceso de cumplimiento ......................................................... 274
2.1. Legitimación activa .............................................................................. 275
2.2. Legitimación pasiva .............................................................................. 280
IV. Alcances sobre las características del mandamus ............................................... 282
1. Características generales del mandato (para el cumplimiento de normas
legales, la ejecución de actos administrativos y la emisión de resoluciones
o reglamentos).............................................................................................. 284
1.1. Mandato vigente ................................................................................... 285
1.2. Mandato cierto y claro.......................................................................... 287
1.3. Mandato libre de controversias complejas o interpretaciones dispares .. 288
1.4. Mandato de ineludible y obligatorio cumplimiento ........................... 289
1.5. Mandato incondicional, o con condición que no sea compleja ni
requiera actuación probatoria ............................................................. 292
2. Características adicionales del mandato para la ejecución de actos admi-
nistrativos ..................................................................................................... 293
2.1. Mandato que reconoce un derecho incuestionable del reclamante........ 293
2.2. Mandato con un beneficiario individualizado ................................... 294
V. El proceso de cumplimiento como proceso de ejecución y como proceso para
la tutela indirecta de derechos fundamentales.................................................. 295
VI. Recuento y consideraciones finales ................................................................... 297
919
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
EL PROCESO DE
INCONSTITUCIONALIDAD
CARLOS HAKANSSON NIETO
920
Índice general
EL PROCESO COMPETENCIAL
JORGE LEÓN VÁSQUEZ
I. El Tribunal Constitucional como “Tribunal de conflictos” ............................. 357
II. Naturaleza del proceso competencial ............................................................... 360
III. Delimitación conceptual de los conflictos constitucionales............................... 363
IV. Presupuestos del proceso competencial............................................................. 365
V. Tipología de los conflictos constitucionales ...................................................... 370
VI. Los actos objeto de control y el test de la competencia .................................. 375
VII. La suspensión del acto en el proceso competencial ......................................... 380
VIII. Efectos de la sentencia competencial................................................................ 383
PARTE II
CÓDIGO PROCESAL CONSTITUCIONAL
JURISPRUDENCIA ARTÍCULO POR ARTÍCULO
TÍTULO PRELIMINAR
921
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£007 Fines de los procesos constitucionales. Bienes jurídicos tutelados ............... 393
£008 Fines de los procesos constitucionales. Derecho Procesal Constitucional
como Derecho Constitucional concretizado ................................................. 393
£009 Fines de los procesos constitucionales. Doble naturaleza (subjetiva-objetiva)
de los procesos constitucionales ..................................................................... 393
£010 Fines de los procesos constitucionales. Tutela de los valores objetivos de la
Constitución .................................................................................................... 394
£011 Fines de los procesos constitucionales. Defensa del orden público constitu-
cional................................................................................................................ 394
£012 Fines de los procesos constitucionales. Dimensión subjetiva del proceso de
inconstitucionalidad ....................................................................................... 394
£013 Fines de los procesos constitucionales. Progreso significativo de los procesos
constitucionales ............................................................................................... 394
£014 Fines de los procesos constitucionales. Presupuesto indispensable para un
adecuado funcionamiento del sistema democrático y concretizadores de los
valores ......................................................................................................................... 395
£015 Fines de los procesos constitucionales. Improcedencia del proceso constitu-
cional en caso no se atienda a su naturaleza excepcional ............................. 395
£016 Fines de los procesos constitucionales. Funciones del Tribunal Constitucional
y del Congreso ................................................................................................. 395
£017 Fines de los procesos constitucionales. Principio implícito de suplencia de
queja deficiente ............................................................................................... 396
£018 Fines de los procesos constitucionales. No dilucidación de asuntos de mera
legalidad ni cuestionamiento de cualquier tipo de irregularidad procesal ... 396
£019 Fines de los procesos constitucionales. Concesión de recurso de queja por
denegatoria tácita del recurso de agravio constitucional............................... 396
£020 Fines de los procesos constitucionales. Irrelevancia del lugar de sesión....... 396
£021 Fines de los procesos constitucionales. Posibilidad de impugnación de normas
por conexidad .................................................................................................. 397
£022 Fines de los procesos constitucionales. Finalidad del proceso de amparo ... 397
£023 Fines de los procesos constitucionales. Competencia ratione materiae
para evaluar legitimidad de medida cautelar de detención preventiva vía
proceso de hábeas corpus ........................................................................ 397
£024 Fines de los procesos constitucionales. Necesidad de evaluar detalle de lo
reclamado y elemento probatorio en caso de hábeas corpus restringido...... 398
£025 Fines de los procesos constitucionales. Finalidades de procesos de cumpli-
miento y de hábeas data ................................................................................. 398
£026 Principio de supremacía (primacía) de la Constitución. Noción ................. 398
£027 Principio de supremacía (primacía) de la Constitución. Alcances ............... 399
922
Índice general
923
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£050 Dirección judicial del proceso. Obligación del juez de detectar y desvirtuar
conductas apunten al ritualismo de formas ................................................... 406
£051 Dirección judicial del proceso. Obligación del juez de detectar y desvirtuar
conductas dilatorias que contravengan el principio de economía procesal . 406
£052 Dirección judicial del proceso. Diferencia con el principio de inmediación ... 406
£053 Dirección judicial del proceso. Aplicación de criterio pro actione respecto
del agotamiento de la vía previa ..................................................................... 406
£054 Dirección judicial del proceso e impulso de oficio. Deber del juez de realizar
lo necesario para entablar válidamente la relación procesal ante dificultad
de identificar a quien originó el acto.............................................................. 406
£055 Gratuidad en la actuación del demandante. Contenido del principio de la
gratuidad de la administración de justicia .................................................... 407
£056 Gratuidad en la actuación del demandante. Improcedencia de pedido de
costas procesales contra el Estado .................................................................. 407
£057 Gratuidad en la actuación del demandante. Pago de costas y costos por
temeridad procesal .......................................................................................... 407
£058 Condena de costas y costos. Gratuidad del proceso para demandado ........ 408
£059 Condena de costas y costos. Supuestos ......................................................... 408
£060 Economía procesal: Noción ............................................................................ 408
£061 Economía procesal: Alcances .......................................................................... 408
£062 Economía procesal: No necesidad de notificar a todas las dependencias de
entidad estatal ni a sus procuradores ............................................................ 408
£063 Economía procesal. Aplicación de fundamentos de sentencia anterior en
caso de demanda con idéntica pretensión .................................................... 409
£064 Economía e informalismo procesales. Como fundamento de los principio
interpretativos aplicables al recurso de agravio constitucional frente al in-
cumplimiento de sentencias constitucionales ............................................... 409
£065 Economía y celeridad procesales. No quebrantamiento de forma de existir
suficientes elementos de juicio para dilucidar controversia constitucional .... 409
£066 Economía y celeridad procesales. Lesión cuando el Ministerio Público sos-
tiene una imputación extinguida .................................................................. 409
£067 Celeridad procesal. Interpretación en función del principio dignidad
humana ................................................................................................... 410
£068 Celeridad procesal: No necesidad de resolver demanda presentada en el día ... 410
£069 Celeridad procesal. Propósito esencial del respeto del derecho a la tutela
procesal efectiva .............................................................................................. 410
£070 Inmediación procesal. Noción ........................................................................ 410
£071 Inmediación procesal. No afectación en caso de que más de un juez conozca
instrucción penal ............................................................................................. 410
£072 Inmediación procesal. No necesidad de exigencia de oralidad ..................... 410
£073 Inmediación procesal. No introducción de intermediarios para que las partes
informen ante el Tribunal Constitucional en proceso de hábeas corpus ..... 411
£074 Inmediación, economía y socialización procesales. Como fundamento de
la política jurisdiccional de acercamiento real de la justicia constitucional a
los ciudadanos ................................................................................................. 411
924
Índice general
925
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
926
Índice general
927
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
928
Índice general
929
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£192 Iura novit curia constitucional. Diferencia de la suplencia de queja ............ 448
£193 Suplencia de queja. Noción ............................................................................ 449
£194 Suplencia de queja. Como principio implícito del Derecho Procesal
Constitucional ........................................................................................ 449
£195 Suplencia de queja. Identificación de acto lesivo.......................................... 449
£196 Suplencia de queja. Identificación del derecho vulnerado ........................... 449
ARTÍCULO IX.- APLICACIÓN SUPLETORIA E INTEGRACIÓN
930
Índice general
TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES
DE LOS PROCESOS DE HÁBEAS
CORPUS, AMPARO, HÁBEAS DATA Y
CUMPLIMIENTO
931
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
932
Índice general
933
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
934
Índice general
935
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
936
Índice general
937
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
938
Índice general
£374 Plazo para interponer la demanda. Inicio del cómputo del plazo prescrip-
torio.................................................................................................................. 520
£375 Plazo para interponer la demanda. Cómputo del plazo prescriptorio en caso
de huelga de trabajadores del Poder Judicial ................................................. 520
£376 Plazo para interponer la demanda. Demanda de amparo ............................. 521
£377 Plazo para interponer la demanda. Demanda de amparo laboral ................. 522
£378 Plazo para interponer la demanda. Demanda de amparo contra resoluciones
judiciales .......................................................................................................... 522
£379 Plazo para interponer la demanda. Uso pernicioso de medios impugnatorios .. 523
ARTÍCULO 6.- COSA JUZGADA
£380 Cosa juzgada. Efectos de la calidad de cosa juzgada de las sentencias del
Tribunal Constitucional .................................................................................. 524
£381 Cosa juzgada. Configuración.......................................................................... 524
£382 Cosa juzgada. Sentencias de inconstitucionalidad y calidad de cosa juzgada.... 524
£383 Cosa juzgada. Supuestos de vulneración de la calidad de cosa juzgada....... 524
£384 Cosa juzgada. No aplicación de requisitos del Código Procesal Civil .......... 524
£385 Cosa juzgada. Desistimiento no constituye cosa juzgada ............................. 525
£386 Cosa juzgada. Características de la cosa juzgada constitucional .................. 525
ARTÍCULO 7.- REPRESENTACIÓN PROCESAL DEL ESTADO
939
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£399 Tramitación preferente de los procesos constitucionales. Principio pro homine 531
£400 Tramitación preferente de los procesos constitucionales. Plazo razonable
para la actuación judicial ................................................................................ 531
£401 Tramitación preferente de los procesos constitucionales. Responsabilidad
de los jueces y órgano competente ................................................................. 531
£402 Tramitación preferente de los procesos constitucionales. Tramitación ........
defectuosa ........................................................................................................ 531
£403 Tramitación preferente de los procesos constitucionales. Proceso de hábeas
corpus............................................................................................................... 532
£404 Tramitación preferente de los procesos constitucionales. Proceso de amparo
electoral ........................................................................................................... 532
ARTÍCULO 14.- NOTIFICACIONES
£405 Notificación de resoluciones. Como garantía del derecho de defensa ........ 533
£406 Notificación de resoluciones. Efectos de la notificación ............................... 533
ARTÍCULO 15.- MEDIDAS CAUTELARES
940
Índice general
941
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
942
Índice general
943
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
TÍTULO II
CAPÍTULO I
DERECHOS PROTEGIDOS
944
Índice general
£489 Derecho a no ser expatriado ni separado del lugar de residencia. Noción ... 574
ARTÍCULO 25.- DERECHOS PROTEGIDOS. INCISO 5 ....................................................... 574
£501 Derecho a no ser detenido por deudas. Contenido constitucional .............. 581
ARTÍCULO 25.- DERECHOS PROTEGIDOS. INCISO 10
£506 Derecho a ser asistido por un abogado defensor. Noción .............................. 583
945
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£519 Derechos conexos. Tutela del debido proceso a través del proceso de hábeas
corpus.............................................................................................................................. 592
£520 Derechos conexos. Diferencias entre tutela judicial efectiva y debido proceso . 592
£521 Derechos conexos. Vinculación entre libertad personal y tutela procesal
efectiva ................................................................................................. 593
£522 Derechos conexos. Procedencia del hábeas corpus frente a la vulneración de
derechos fundamentales procesales................................................................ 593
£523 Derechos conexos. Control constitucional de la actuación del juez ordinario 593
£524 Derechos conexos. Derecho al procedimiento preestablecido ...................... 594
£525 Derechos conexos. Derecho al procedimiento preestablecido en la gracia
presidencial ...................................................................................................... 594
946
Índice general
£526 Derechos conexos. Vulneración del debido proceso en las actuaciones del
Ministerio Público ........................................................................................... 594
£527 Derechos conexos. Procedencia del hábeas corpus contra la investigación
fiscal ................................................................................................................. 595
£528 Derechos conexos. Procedencia del hábeas corpus contra el Ministerio Pú-
blico por coartar la libertad personal .............................................................. 595
£529 Derechos conexos. Procedencia contra el auto apertorio de instrucción ..... 595
£530 Derechos conexos. Vulneración del principio de inocencia .......................... 595
£531 Derechos conexos. Derecho a ser informado de los cargos imputados ........ 595
£532 Derechos conexos. Vulneración del derecho a la defensa al no informarse al
procesado sobre los cargos imputados ............................................................ 596
£533 Derechos conexos. Derecho a un traductor e intérprete como presupuesto
del derecho de defensa .................................................................................... 597
£534 Derechos conexos. Derecho a la inviolabilidad de domicilio ........................ 597
£535 Derechos conexos. Derecho a la verdad ......................................................... 598
£536 Derechos conexos. Derecho a la libertad religiosa ......................................... 599
£537 Derechos conexos. Derecho al honor ............................................................. 599
£538 Derechos conexos. Protección de la esfera subjetiva de libertad de la persona
humana ............................................................................................................ 600
£539 Derechos conexos. Garantía institucional de protección a la familia........... 600
£540 Derechos conexos. Derecho a la propiedad ................................................... 600
£541 Derechos conexos. Derechos comunicativos ................................................. 601
£542 Derechos conexos. Derecho a la libertad de información ............................. 601
£543 Derechos conexos. Derecho a la salud ........................................................... 602
£544 Derechos conexos. Contenido constitucional del derecho a la salud ........... 602
CAPÍTULO II
PROCEDIMIENTO
947
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£551 Trámite en caso de desaparición forzada. Hábeas corpus instructivo .......... 608
ARTÍCULO 33.- NORMAS ESPECIALES DE PROCEDIMIENTO
£553 Cese del agravio producido. Vuelta al estado anterior de la violación .......... 610
ARTÍCULO 35.- APELACIÓN........................................................................................... 610
TÍTULO III
PROCESO DE AMPARO
CAPÍTULO I
DERECHOS PROTEGIDOS
ARTÍCULO 37.- DERECHOS PROTEGIDOS. INCISO 1
948
Índice general
949
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
950
Índice general
951
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
952
Índice general
953
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
954
Índice general
955
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£764 Derecho al trabajo. Protección sustantiva reparadora contra el despido arbitrario .. 664
£765 Derecho al trabajo. Protección procesal contra el despido arbitrario ........... 664
£766 Derecho al trabajo. Protección contra el despido arbitrario a través del proceso
de amparo ........................................................................................................ 664
£767 Derecho al trabajo. Reserva de ley de los alcances de la protección adecuada
contra el despido arbitrario ............................................................................. 665
£768 Derecho al trabajo. Eficacia restitutoria en caso de despido arbitrario ........ 665
£769 Derecho al trabajo. Eficacia indemnizatoria en caso de despido arbitrario . 665
£770 Derecho al trabajo. Carácter complementario o sustitutorio de la indemnización .. 666
£771 Derecho al trabajo. No ruptura del vínculo laboral por retiro de confianza a
trabajador promovido ...................................................................................... 666
£772 Derecho al trabajo. Cese de discapacitado por aplicación de política de
austeridad ante inexistencia de medidas menos gravosas ............................. 666
£773 Derecho al trabajo. Nulidad o ineficacia del despido por lesión de derechos
fundamentales ................................................................................................. 666
£774 Derecho al trabajo. Protección urgente de supuestos de despido nulo ........ 667
£775 Derecho al trabajo. Protección contra despidos producidos por motivo de
embarazo ......................................................................................................... 667
£776 Derecho al trabajo. Protección de las personas con impedimento físico o
mental................................................................................................................. 667
£777 Derecho al trabajo. Protección del trabajador respecto de sus actos propios 668
£778 Derecho al trabajo. Protección especial de los dirigentes sindicales............. 668
£779 Derecho al trabajo. Supuestos de improcedencia del proceso de amparo.... 668
£780 Derecho al trabajo. Improcedencia de proceso de amparo por despido bajo
el régimen de la legislación laboral pública.................................................... 669
ARTÍCULO 37.- DERECHOS PROTEGIDOS. INCISO 11
956
Índice general
957
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£847 Derecho de participación en la vida política del país. Como concreción del
principio democrático ..................................................................................... 685
£848 Derecho de participación en la vida política del país. Derecho y garantía
ins-titucional ................................................................................................... 685
£849 Derecho de participación en la vida política del país. Configuración legal
del derecho a ser elegido ................................................................................. 685
£850 Derecho de participación en la vida política del país. Titularidad del derecho
al sufragio ........................................................................................................ 685
£851 Derecho de participación en la vida política del país. Carácter igualitario del
derecho al sufragio (voto) ............................................................................... 686
£852 Derecho de participación en la vida política del país. Carácter libre del
derecho al sufragio (voto) ............................................................................... 686
£853 Derecho de participación en la vida política del país. Carácter obligatorio
del derecho al sufragio (voto) ......................................................................... 686
£854 Derecho de participación en la vida política del país. Carácter personal del
derecho al sufragio (voto) ............................................................................... 686
£855 Derecho de participación en la vida política del país. Carácter secreto del
derecho al sufragio (voto) ............................................................................... 686
£856 Derecho de participación en la vida política del país. Regulación reservada
a ley orgánica sobre derecho al sufragio ......................................................... 686
958
Índice general
£857 Derecho de participación en la vida política del país. Suspensión del derecho
al voto como consecuencia de la suspensión de la ciudadanía ..................... 687
£858 Derecho de participación en la vida política del país. Diferencia entre la
suspensión del ejercicio de la ciudadanía y la inhabilitación política .......... 687
£859 Derecho de participación en la vida política del país. Fiscalización de auto-
ridades .............................................................................................................. 687
£860 Derecho de participación en la vida política del país. Referéndum y reforma
constitucional .................................................................................................. 687
£861 Derecho a elegir y a ser elegido. Necesidad de formar parte de un partido
político ............................................................................................................. 687
ARTÍCULO 37.- DERECHOS PROTEGIDOS. INCISO 15
959
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
960
Índice general
961
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
962
Índice general
£956 Derecho de tutela procesal efectiva. Tutela cautelar como manifestación del
debido proceso................................................................................................. 715
£957 Derecho de tutela procesal efectiva. Debido procedimiento previo al
despido .................................................................................................... 716
ARTÍCULO 37.- DERECHOS PROTEGIDOS. INCISO 17
963
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
964
Índice general
965
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
966
Índice general
967
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
CAPÍTULO II
PROCEDIMIENTO
968
Índice general
969
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£1149 Desistimiento del proceso de amparo. Como forma especial de conclusión 770
£1150 Desistimiento del proceso de amparo. No exclusión de demanda posterior 770
ARTÍCULO 50.- ACUMULACIÓN DE PROCESOS Y RESOLUCIÓN INIMPUGNABLE
970
Índice general
£1168 Apelación y trámite. Inaplicación supletoria del Código Civil por no contra-
venir los fines del proceso ............................................................................... 778
ARTÍCULO 59.- EJECUCIÓN DE SENTENCIA
971
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
TÍTULO IV
972
Índice general
973
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
TÍTULO V
PROCESO DE CUMPLIMIENTO
974
Índice general
£1233 Cumplimiento del mandato de norma legal o acto administrativo. Debe ser
eficaz y no solo formal..................................................................................... 802
£1234 Cumplimiento del mandato de norma legal o acto administrativo. Cumpli-
miento aparente o parcial como incumplimiento ............................................. 802
£1235 Mandamus de la norma legal o del acto administrativo. Requisitos ............ 802
£1236 Cumplimiento de una norma legal. No sustracción de la materia si se man-
tienen efectos de la norma derogada .............................................................. 803
£1237 Cumplimiento de una norma legal. Interpretación del mandato de la norma
debe ser conforme con la Constitución ......................................................... 803
£1238 Cumplimiento de una norma legal. Plazo razonable para el cumplimiento
del mandato ..................................................................................................... 804
£1239 Cumplimiento de una norma legal. Tratados internacionales sobre derechos
humanos como normas exigibles a través del proceso de cumplimiento ..... 804
£1240 Cumplimiento del acto administrativo. Características del mandato conte-
nido en el acto administrativo ....................................................................... 805
£1241 Cumplimiento del acto administrativo. Acto administrativo debe individua-
lizar al beneficiario ......................................................................................... 805
£1242 Cumplimiento del acto administrativo. Acto administrativo debe reconocer
un derecho incuestionable del reclamante .................................................... 805
£1243 Cumplimiento del acto administrativo. Resolución debe estar referida al
ejercicio de funciones administrativas ........................................................... 805
ARTÍCULO 66.- OBJETO
975
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
976
Índice general
TÍTULO VI
DISPOSICIONES GENERALES DE LOS
PROCESOS DE ACCIÓN POPULAR E
INCONSTITUCIONALIDAD
977
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
978
Índice general
979
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
980
Índice general
TÍTULO VII
£1364 Emplazamiento. Excepción de falta de legitimidad para obrar del demandado 854
£1365 Emplazamiento. Denuncia civil para el emplazamiento de un nuevo sujeto
procesal ............................................................................................................ 854
ARTÍCULO 90.- REQUERIMIENTO DE ANTECEDENTES
981
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
TÍTULO VIII
PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD
982
Índice general
983
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
£1412 Cómputo de plazo para contestar la demanda. Preclusión del plazo cuando
el Tribunal Constitucional lo determina ........................................................ 873
£1413 Cómputo de plazo para contestar la demanda. Feriados no laborales ......... 873
£1414 Cómputo de plazo para contestar la demanda. No aplicación de Ley Orgánica
del Poder Judicial al Tribunal Constitucional ................................................ 873
£1415 Cómputo de plazo para contestar la demanda. Concesión de plazo para
subsanar error .................................................................................................. 874
£1416 Emplazamiento. Congreso.............................................................................. 874
£1417 Emplazamiento. Órgano que no expidió disposición cuestionada (partícipe) .. 874
984
Índice general
TÍTULO IX
PROCESO COMPETENCIAL
985
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
986
Índice general
TÍTULO X
JURISDICCIÓN INTERNACIONAL
987
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
TÍTULO XI
DISPOSICIONES GENERALES
APLICABLES A LOS PROCEDIMIENTOS
ANTE EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
988
Índice general
TÍTULO XII
DISPOSICIONES FINALES
989
Estudios y jurisprudencia del Código Procesal Constitucional
TÍTULO XIII
DISPOSICIONES TRANSITORIAS Y
DEROGATORIAS
£1512 Vigencia del Código Procesal Constitucional. Vacatio legis ......................... 914
990