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D E L A S ARRAS
CAPITULO PRIMERO
Y Trucukntus, 688:
"RaboTient habeto, mecum ta hanc noctem sies
"Perii, ''Tabonettí! Quwft esse dicam hanc belttam?
"Quin tu arrabonem dicis?".
De "arrabo", cuyo origen helénico nos enseña Varrón (De lingua latina,
V, 175), salió "arra", en singular, usual en tiempos de Aulo Gelio ( X \ 1 I , II —ver-
ba quedum ex Q. Claudius—. "Qtrnn tantus, inquit, 'arrabo' penes Smtnites
¡popidi Romani esset. 'ArraboncTíf dixit sexcentos ábsides; et id ntaluit, quam
'pignus' dicere, quoniam vis hujus vocabuli in ea sententia gravior acriorque
est; sed nunc 'arrabo' in sordidis verbis haberi coeptus, ac multo rectius videtur
'arra", xqumquam 'arra' quoque veteres saepe dixerim, et complwriens Labe-
rius"). Luego esta voz se transformó en arrae.
C) Gai. Inst., III, 139: "Quod arrfie nomine datur, argumentum est
emptionis et venditionis contractae". Idem. Dig., X V I i l , I, De contrahsnda emp-
tione, 35: "Quod saepe arrae nomine pro empilone datur, non eo pertinet,
quasi sine arra convmtio nihil proficiat, sed ut evldentitts probari possit con-
venisse de pretio". Entre los romanos se acostumbraba que el comprador diese
anillo, símbolo del acuerdo de voluntades, o bien dinero, como prueba de
la celebración del contrato (Pimío, X X X I I I , Cap. I; Ulpianus, Dig., X I V , III,
,De institotia actione, 5, 15). Covarrubias, Tesoro de la Lengua, Arras: "Común-
mente se toma este vocablo por el donativo que haze el esposo a su esposa
como señal de que cumplirá lo prometido de casarse con ella, y assí lo pierde
no cumpliendo su palabra, pues queda por él; pero si se muere aviéndola
besado, buelve la mitad, y si no ha tocado a ella del todo".
(') Part. V , V , 7: "Pero si quando el comprador dio la señal dixo assí;
que le daua por señal, e por parte del precio, o por otorgamiento, estonce
non se puede arrepentir ninguno dellos, ni desfazer la vendida, que non vala".
(*) A Papiro griego se refiere Popesco (La fonction penitentielle des
arrhes dans la vente sous Justinien), pág. 99, nota 3. V . Livre syro-rorrtain, 51
(citado por Girard, p. 671, nota 4, y por Monier, n' 111, nota 3).
.(') Como observa Popesco, op. cit., "la práctica de las arras penitenciales
era propia de ¡os pueblos semitas, de los fenicios, los cartageneses y los he-
breos, que eran, como sabemos, los hombres de negocios del mundo antiguo,
y los griegos les tomaron el uso y la palabra"; lo que fue entre los siglos
IV y III anteriores a la era cristiana. CoUinet (Etudes historiques sur le droit
de ]ustinien, I, págs. 97 a 104) demuestra que en Oriente las arras eran forma
de retractación onerosa destinada al contrato en formación, o qus se empleaba
hasta que no se hiciera la katagraphé.
C) Cod. I V , 54, 1 (Const. de Caracalia datada el año 216); Scaevoia,
Dig., X V I I I , III, 6, pr.: "De lege commissoria interrogatus ¡ta respondit, si per
[726] PLURALIDAD DE F E N O M E N O S 1055
726. (^) F . J. V , I V , 4*: "Quien toma sennal por alguna cosa, deve cum-
plir lo que prometió. E si el comprador por enfermedad o por otra coyta
grand non pudiere pagar al plazo, envié otro cualquiere que cumpla por él.
E si non fuere, o non quier enviar, reciba su senna! que dio, e non vala la
vendicion" (v. Fori judicum, h. t., 4*).
1056 LAS ARRAS E N MATERIA CIVIL [727]
tado que el comprador entregase arras o señal o que ambas partes acor-
dasen pena para el caso de no pagarse el precio (n. 39)—, recordemos
que por influjo de los romanistas, que se manifestó marcadamente a
fines del siglo xn y más todavía a principios del xiii, vinieron a pe-
netrar en el Fuero Real nuevas instituciones que poco tiempo después
tuvieron desarrollos en las Partidas (^); y tenemos por lo tocante al ré-
gimen instituido con éstas:
(') Part. V , V , 6 (inserta en 39, nota 5) y 7: "Señal dan los ornes unos
a otros en las compras, e acaesce después, que se arrepiente alguno. E poren-
de decimos, que si el comprador se arrepiente despu.s qu« da la señal,
que la deve perder. Mas si el vendedor se arrepiente después deve tornar la
señal doblada al comprador, e non valdrá después la vendida".
[728] INTERPRETACIÓN DE LAS ARRAS 1057
729. O Art. 1861, inc. V; C . Ch. 1805, inc. V: "Si expresamente se dieren
arras como parte del precio, o como sefíal de quedar convenidos los con-
tratantes, quedará perfecta la venta; sin perjuicio de lo prevenido en el
art. 1801, inc. 2"" (sobre venta de inmueble). L a primera parte de la pró-
tasis y la excepción atañen a la policitación de compraventa de finca raíz;
y la segunda, al celebrarse contrato puramente consensual. A la promesa
de contratar no se refiere el artículo.
730. Q) Art. 1861, inc. 2'; C . Ch. 1805, inc. 2': "No constando alguna de
estas expresiones por escrito, se presumirá de derecho que los con-
tratantes se reservan la facultad de retractarse según los dos artículos pre-
cedentes". E n C. A., 336, y en C . S. O., 158, se establece, por el contrario,
el presumirse que las arras se dan como señal de la celebración del con-
trato: que más práctico es lo prevenido entre nosotros salta a la vista. Ob-
[730] INTERPRETAaÓN DE LAS ARRAS 1061
732. (^) Tan no estará mal formado este neologismo, que es usual entre los
escritores franceses hablar de "la fonction penhemielle des arrhes", y
entre los italianos, de la "caparra penitenziale".
O V . Part. V , V , 7 (n. 726, nota 4). L a expresión de "arras probato-
rias" parece preferible a la de "arras confirmatorias", cuya equivalente fran-
cesa es grata a algunos tratadistas; pero ninguna de las dos se corresponde
con lo instituido en el Código (nn. 745 a 747), y la de "arras en garantía"
sería ocasionada a confusiones. L a "caparra confirmatoria' que se regula en
C. L de 1942, 1385, no se da con finalidad probatoria, sino con la allí se-
ñalada.
(') "Suplicó Sancho al Duque que le dejasen la ropa y mitra; que las
quería llevar a su tierra, por señal y memoria de aquel nunca visto suceso"
(Quijote, 2» parte, X L I X , in fine).
(•) Sic Planiol, II, n' 1390.
[735] DE LAS ARRAS SIMPLES O PENITENCIALES 10Ó3
733. E N QUJÉ PUEDEN CONSISTIR LAS ARRAS. Consisten las arras gene-
ralmente en dinero. Sin embargo, el Código habla en su artículo 1859
de que pueden consistir en "cosa", y esto no es porque su autor no se
fijara en que se haría prácticamente difícil la restitución del doble
cuando se tratara de especies o cuerpo ciertos que por su naturaleza no
fueran susceptibles de doblarse; pues que la regla extensiva, conforme
con la libertad jurídica y por lo tanto la más favorable al comercio,
estaba en Pothier, quien estimaba que en tal caso había de avaluarse la
especie (^). Conforme a esta doctrina, el que se retracta habiendo reci-
bido especie a título de arras simples debe, no sólo restituirla, sino
también dar la cantidad equivalente a su valor (^); que si bien ello tie-
ne el aparente defecto de no ajustarse del todo a la expresión legal so-
bre restitución del doble, tal es de menor monta que el inconveniente
de orden lógico resultante de la solución de que se restituyan dos es-
pecies iguales a la entregada o el doble del valor de ésta, cual sería el de
con^vertirse por lo regular mera tenencia en propiedad; la cual conserva
quién ha dado arras simples consistentes en cuerpo cierto que las par-
tes no consideran fungible, en cuanto él no se retracte, como veremos
adelante.
733. O Pothier, Vente, n' 503: "Celui qui a regu les arrhes, s'oblige, en cas
de refíts de sa pan, de co?wlure le marché propasé, a rendre a celia qui les
a données le double de la somme quHl a regué pour arrhes, si c'est ime som-
me d'argent qu'il a regué; ou si c'est une autre chose, a rendre cette chose, au
rapport des experts dont ils conviendront".
n Burros Errázuriz, III, n' 72.
734. C) "Ce contrat est un contrat reeh car el ne peut y avoir de contrat
d'arrhes sans un fatt, qui est la tradition des arrhes", decía Pothier (Vente,
n' 500). Sobre que la tradición de las arras penitenciales se hace bajo la condi-
ción suspensiva de que el tradente se retracte y sobre que ella es alguna
vez pura y simple, v. nn. 737, a, punto I, y 738, a, punto I.
1064 LAS ARRAS E N MATERIA CIVIL [735]
735, (.'•) Sic Colín & Capitant, II, pág. 432; Planiol, 11, n? 1389; Planiol &
Ripert, X , n' 209. Cf. Josserand, II, n» 1067. C . E . 1454: "Si hubiesen
mediado arras o señal en el contrato de compra y venta, podrá rescindirse
el contrato allanándose el comprador a perderlas, o el vendedor a devolverlas
duplicadas". C . Arg. 1202: "Si se hubiere dado una señal para asegurar el
contrato o su cumplimiento, quien lo dio puede arrepentirse del contrato,
o puede dejar de cumplirlo perdiendo la señal. Puede también arrepentirse
el que la recibió; y en tal caso debe devolver la señal con otro tanto de su
valor...".
plo: el pago por consignación, con efecto, no tiene cabida cuando no hay obli-
gación, sino apenas facultad de retractarse mediante la entrega de algo, y
en ese código no se dice nada con relación a la que él haga al efecto.
O Algunos expositores califican de incorrecto el empleo del verbo
"restituir" en el artículo 1859: observóles que don Andrés Bello conocía me-
jor que ellos la índole del idioma castellano, propio como pocos para la frase
figurada.
1066 LAS ARRAS E N MATERIA CIVIL [737]
737. C) Pothier, Vente, n9 501: "Par ce contrat, c'est celui qui regoit les
arrhes, qui s'oblige envers Vautre; celui qui les donne ne contráete proprement
aucune obligation, mais il transiere, par ce contrat, la propriéíé des arrhes
qu'il dorme, dans le cas et sous la condition qiíil serait refusant de conclure
le marché proposé".
(?) Si la cantidad por venderse o el precio no están determinados, no
hay arras, sino mutuo o comodato celebrado entre policitantes de contrato que
está por discutirse.
(') V . Demogue, Obligations, V I , 450, y Giorgi, I V , n' 469, ahí citado.
C) Pothier, Vente, n. 502.
[739] DE LAS ABRAS SIMPLES O P E N I I E N C I A L E S 1067
738. C) V . Aubry & Rau, V , n' 349, nota 39; Demogue, Obligations, V I ,
n» 450; Guillouard, I, n' 23; Planiol & Ripert, X , n9 209. Contra Baudry-
Lacantinerie & Saignat, nn' 80 y 84; Beudant, Lerebours-Pigeonniére & Bré-
the de la Gressaye, X I , n ' 327; Colin & Capitant, arreglo de Julliot de la
¡VIorandiére, II, n' 838; Josserand, II, n' 1068.
739. C) E n la venta a peso, cuenta o medida (n. 66), por ejemplo, la retrac-
tación que produce el efecto penitencial de las arras puede presentarse:
antes de acordarse la cita o de llegar la hora prefijada para el peso, la cuenta
Q la medida, cuando alguno de los policitantes manifiesta al otro la intención
de no celebrar la compraventa en gestación, la que de otro modo Ise perfec-
ciona porque alguno de ellos cumpla la cita; y una vez formado el contrato
eon la asistencia de cualquiera de las partes o de ambas, aunque se haya pro-
cedido a la operación del peso, la cuenta o la medida, y aun héchose las entre-
gas que resultan deberse, con tal, repito, que la retractación se haga oportuna-
mente. Rígese el primer caso por lo visto en n. 737; y el seg;undo, por lo
indicado en n. 738. Si ninguno de los policitantes cumple la cita, el contrato
1068 LAS ARRAS E N MATERIA CIVIL [742]
740. O Por ello Pothier, para quien las arras penitenciales no eran admi-
sibles sino en punto de contrato por perfeccionar (Vente, n' 508), hablaba
del "contrato de arras" (id., nn" 498 y 499).
y 695; cuya lectura hace ver las excelencias del considerarse el con-
trato a que las arras penitenciales van anexas como sujeto a la condi-
ción resolutoria de que alguno de los contratantes se retracte.
747. (^) De otro modo será en el Derecho Francés: reputándose con la ge-
neralidad de los expositores (v. Baudry-Lacantinerie & Saignat, n' 85;
Colin & Capitant, arreglo de Julliot de la Morandiére, II, n' 838; Planiol & R i -
pert, X , n' 209) que las arras consistentes en cantidad mínima o en objeto de
valor insignificante pertenecen a la categoría de arras que se dan como prueba
de la celebración del contrato, cabe pensar, conforme a las tradiciones ger-
mánicas y godas, que el que las recibe se hace dueño de ellas (Planiol & R i -
pert, loe. cit.).
(^) Ulpianus, Dig. X I X , I, 11, 6: "h qui vina emit arrae nomine certrnn sum-
Viam dedit: postea convenerat, ut emptio irrita jieret. lulimus ex empto agiposse ait,
ut arra restituatur, utilemque esse actionem ex empto etiam ad distrahendam, inquit,
emptionem. ego illud quaero: si anulus datus sit arrae nomine et secuta emptione
pretioque numerato et tradita re anulus nm reddatur, qua actione agendum est,
utrum condicatur, quasi ob causam datus sit et causa finita sit, an vero ex empto
age'ndum sit. et lulianus dicereí ex empto agi posse: certe etiam condici, potertt,
quia iam sine causa apud venditorem est anulus".
(b) Con los riesgos de que ella perezca o se dañe por hecho que
sea caso fortuito liberatorio corre quien la ha entregado, en la misma
hipótesis (n. 428).
"i
CAPITULO SEGUNDO
b) Las arras quedan, a tenor del artículo 194 del código paname-
ño adoptado en Colombia, en cahdad de prenda; y en consecuencia,
una vez pagadas las obligaciones contraídas por quien las dio, o satis-
fecha la indemnización resultante de su incumplimiento, deben ser
restituidas, como se dice en el artículo 197 del propio código y en el
109 del chileno, de que fue tomado.
749. (') C C> Esp. de 1829, 379, inc. 2': "Cuando ci vendedor y com-
prador convengan en que mediante la pérdida de éstas (las arras) les sea lícito
dejar de cumplir lo contratado, lo expresarán así por condición especial del
contrato" (lo cual dio C . U . 1639, inc. 29).
1074 LAS ARRAS E N MATERIA MERCANTIL [749]
C) Nótese la diferencia con C O Esp, de 1829, 379, inc. 1': "Las can-
tidades que con el nombre de señal o arras se suelen entregar en las ventas
mercantiles, se entienden siempre como pago a cuenta del precio en signo
de ratificación del contrato, y no de condición suspensiva para que los con-
trayentes puedan retractarse du él, perdiendo las arras". (Cf. C . U . 1639,
inc. P ) .
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