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Xavier Bellenger, en torno a La Génesis Musical Andina: iSi desean tocar afinado, mejor deberian ir a tocar en una orquesta occi dental y quedarse ahi! ee Entrevista de Carlos Loayza y Jeinson Rodriguez Fotos de Xavier Bellenger La insélita trayectoria andina recorrida durante cuatro décadas por el antropélogo Xavier Bellenger nos ha permitido, en la lera parte de su entrevista, descubrir insospechables aspectos alrededor de lagénesis de las manifestaciones sonoras del Altiplano. ‘Ampliaremos en esta segunda parte, reflexiones entre otras, sobre el termino de « miisica » en el ‘marco de las pricticas rituaizadas andinas, asi como los efectos, desde el siglo XX, de lanormaliza~ cién de los temperamentos de los instrumentos musicales tradicionales. Para esto nos plantea ideas sobre laafinacién en4/40 que para él reduce asu minima expresién el sikuri. En que sentido ves las necesidades de desarrollar conceptos ‘adaptados a entender las manifestaciones musicales tradiciona- les andinas en un contexto ritual, tal como aparecen en las ex- Antropél fropélogo destaca- presiones de los sikuris de a isla Taquile? do, director de films y sonidista que ha con- La primera reflexién indudablemente, reposa sobre la ambigiie- tribuido en diferentes dad del término miisica, si consideramos que éste no existe ori- % ginalmente en losidiomas andinos tal como el quechua oel aima- aspectos al conoch ra. Lo que si existe es el baile o el canto. Es decir que las expre- miento, la valorizaci6n siones sonoras relevan de otra naturaleza. Segtin mi entendi- y la difusién del patri- miento son consideradas, en el uso de las flautas, como el resul- ‘monio cultural de los tado, la prolongacién o la manifestacién de un arte ritual basado paises andinos. sobre el manejo del soplo que describicomo “soplovvital” Vg Q| cers cuturtsiun afounes-Aont 201 Xavier Belanger cestudlando en Taquile 2007 De esa forma en Taquile cuando uno te dice: tro el 4 40, “vienes a tocar con nasotros”, en realidad te terminé el dice en quechua: “Vienes a soplar con noso- universo so- tros” utilizando el verbo phukuy (soplar);yno nore andino. se refierealamisica. Es muy interesante sise Antes cada considera que laestrategiaen este casoescon- comunidad entrar la mayor cantidad de fuerza vital para _ tenia su pro- potenciar las ofrendasa las divinidades. Pio sonido, una suerte Esa forma de ofrenda, soplando, se puede de carta de identidad sonora, como bandera, comparar a los “pagos” con hojas de cocaen —_entonces, solo escuchando, uno podia reco- los cuales después de cremarios se hard una nocer de que comunidad se trataba, tan solo interpretacién o adivinacién de los aconteci- por elsonivo, mientos por venir tales como la calidad de las préximas cosechas. Y ahora, todos tienen el mismo.sonido, no que- dda casi nada que les diferencie. Antes se podia En este sentido si creo que se pueda hacer un saber fécilmente de quién se trataba, de qué Paralelo, entre ofrendas fisicas y sonoras, yu _mitad de comunidad eran. Ademés, por el sis- interpretacién a través de medios diferentes tema de secuencia sonora (ver lera parte de de une fisico: la cenizay el otro sonoro como _ Ia entrevista) que descubri se podia saber que ‘manifestacién de la recepcién de las ofrendas —estaban haciendo, si estaban bajando, subien- Por partedelasfuerzastutelaresodivinidad. do a un lugar o saluudando a las autoridades, y todo eso sin haber visto nada. En los Andes, En el caso de conjuntos de flautas aparecen muchas veces los grupos que van a una fiesta, también, por la superposicién del soplo vital vienen de otro valle, pueden demorar varios de cada uno de los integrantes de las tropasy dias en llegar, pero hasta un dla antes de apa el ensanchamiento de los arménicos, voces _recer se les escuchaba por el valle y se podia virtuales parecidas a cantos de mujeres, que saber si estaban llegando, cruzando el rio. o no permiten al oyente distinguir el origen del estaban con alguna autoridad, eso se recono- flujo acistico. Ese grado muy sofisticado de ciaporlos sonidos particulares que emitian, ‘manejar la materia sonora es nitidamenteem- Considero que el Peri andino es un mundo bblematico de la tropas de flautas tradicionales totalmente audiovisual, entonces, uno que sa- indigenas del altiplano. beleer los tejidos, que sabe de la geografia sa- | grada o escuchar adecuadamente puede en- Cuando se mezcian los instrumentos natives _ tender muchas cosas sin necesidad de hablar. con el canto de las mujeres, no se sabe quien gula al otro, se convierte en una sola voz, Segtin lo siltimo mencionade, me ha llamado la Uniendo el soplo de los instrumentistas al can-_atencién, de que se contrapone con la légica di- to femenino. Ese dialogo fusién infinito, asico- fundida en Puno y Lima, particularmente entre ‘mola forma de tafier y de prepararlos instru- Jos sikuris, donde existe una busqueda, raciona- ‘mentos, se han casi perdido desafortunada- _lizada 0 no, de representar fidedignamente un ‘mente hoy en dia. proceso de constante homogenizacién de los for- ‘mas del uso del instrumento, También en el Con- A propésito que opinas del esfuerzo de normali- greso del Cono Sur planteaste la idea de que lo Zar el temperamento deas flautas andinas yen- importante, en expresiones como el sikuri, no es treellas de lossikus 1a reproduccién de las formas sino la produccién y la reproduccién del rito, el rito como fa esencia Justamente porque ahora todos los instru- del contenido. ¢Qué nos puedes comentar sobre ‘mentosestintemperades, estin muertos. ello? Ces6, lavoz de las comunidades, el dia que en- Revita Cutrat SKURIARo UNS Abt 2034 | PL Lo que yo propongo y he demostrado en mi trabajo de investigacién (ver Elespacio musical ‘ndino, Lima 2007) es que el hecho ritual nose ‘entra anto en la misica, mas bien es enlafor- ma de tocar, entonces el rito reside en la for- ma de soplar y de tafier las flautas, siendo el resultado la miisica. Entonces forma no es: tamario de fa zampofia, formas de bailarla. Incluye todo eso, es parte, pero la estrategia, consiste en concentrar soplo y si el ritual fun- ciona se producira la manifestacién sonora que designamos como misica, sin embargo, también se busca que genere un sonido espe- ifico que atrape y cautive a la gente, y nos anuncie el suceso dealgo excepcional. Por ello. ese sonido debe tener un cuerpo, y ese cuer- po ha desaparecido hace décadas debido a 1e todos los instrumentos se redujeron por “afinacién exacta” al mismo sonido. Antes ca- dda uno tenfa un color bien particular, con el ‘cual se podia identificar exactamente de don- de eran, ellos tenfan un sonido caracteristico. Y la gente también conservaba muchas estra- tegias, particularmente entre los factores de instrumentos, para guardar el secreto de la ‘voz dela comunidad porque si otro captaba tu tono, captaba tu alma y se podia apoderar de +, 0ea, lacompetencia era agarrar eltono de! otro, esa era a forma. A tal punto que cuando habfan enfrentamientos entre comunidades, ten algunos casos no se podia ver quien de las. dos tropas estaba ganando, acudian los dos capitanes, ponfan el pie en una piedra, que es tuna piedraconsiderada como sagrada, yseen- frentaban hasta que uno otro perdieraeltono; XBellenger!281 en este sentido, la musica cobra una fuerza, es como un arma muy potente, obviamente son dos conceptos muy opuestos. No estoy criti- cando la forma urbanizada de uso de la zam- pofia, porque es otra propuesta de cohesion social, de untar gente, pasar un momento sim- patico y hacer musica, en un punto de vista oc- identalizado, Pero no tiene nada que ver con cl papel original de! instrumento andino y su uso hastahace poco entre la gente de las co- ‘munidades campesinas. Desde qué afo ocurre ese cambio? {Cuéndo en- tralazampona4 40? Empezé con algunas obras. Apesar de que ten- ‘go mucho respeto por él, puedo citar los tra- bajos de Américo Valencia Chacén, por ejem- plo, El Siku Altiptinico: estudio de los Conjun- ‘tos Orquestales de Sikus bipotares del Altipla- no Peruano (1989), qué a todo costo quiere convert el instrumento andino a un instru mento clisico, el cual no corresponde, por- que al momento que uno reduce a los sikuris aunteclado de piano, deja deser sikuri. Enel congreso, realizado en la ciudad de Buenos Aires, planteaste que de alguna manera se ha hhecho mucho dao a expresiones como el sur cuando se pretende estandarizar porque no gua da su forma, éCrees que esta oglutinacién en vez de fortalecer la idea de la representatividad més bien tamerma? ‘Considero que fa reduce a su minima expre- sién, Laconvierte en un chiste. Yo harfalocon- trario. Los obligarfa a que desafinen los con- juntos 0 orquestas de viento, el primero que afina (en 440) quedaria fuera por- {que no tendrfa sentido y perso- nalidad j Si desean tocar afinado, mejor deberian ir a tocar en una orquesta occidental y quedarse ahi (risas), Entre los criterios claramente andinos el sonido tiene que tener ‘cuerpo, con la facultad de poder ser estridente, de abrir el aire, permitir pasar al otro mundo. Tiene que generar una fuerza que vibra, conmociona, que te ‘emborrachay te transporta. Ade- més esa expresi6n sonora no es tanto para escuchar, sino para producir energfa, ala cual partici- as, porque no ests ahi como espectador. En la miisica andina no hay tanto un piblico, mas bien hhayactores. cAquella situacién que has podido pstatar y visibilizar con un ins- imento como la zampofia y ef uri, también fo has observado en ras expresiones culturales? Si, en uso de las otras flautas tra- dicionales (quenas, pinkillus, tar- kas...) también pasalo mismo. ‘Gambién hay una bisqueda por estandarizar? £0 este hecho pro- viene de la comunidad debido a que su relacién con la ciudad cada vezesmésfuerte? Sucede por algo triste y muy sim- ple: los maestros mueren y no hay nadie quien aprenda hacer los instrumentos. Por ejemplo, cen laista Taquile durante décadas el encargado de hacer las fautas se llamaba Mariano, un tipo ge- nial, extraordinario. Lamenta- blemente fallecid, y ahora, hay uno que sabe un poco pero no tiene tanto conocimiento. iMe pregunto qué iré a pasar? Quizé 61 haga los instrumentos durante diez afios pero posteriormente Maestro Mariano Taquile Foto: X. Bellenger 2000 nadie sabré cémo hacerlos. iLuego qué van hacer? Quizé aga- rraren los tubos, vean las medidas y las leven a un artesano ‘en Juliaca para que les hagan una tropa. Y asi se perdié casi todo. Son esqueletos de lo que eran. Ya no habré esa misma tropacon sonidos esplendicos. Mariano por ejemplo empezabaa determinar el tamafio sus flautas soplando en los tubos pero sin sacar realmente soni- do, después les recortaban, pues él tenia sus rituales y pasa- ba noches, escuchando sonidos del viento y de la naturaleza ‘cerca su casa. Tenfa una forma de afinar los instrumentos en- tre los registros, cruzdndoles. Toda el proceso podia demo- rarsemanas, inclusive meses. Sikuris-ruinas- Tequile Foto: X.Bellenger. 1981 E| maestro es el nico que tiene la proyeccién acistica de lo que vaso- En faisla Taquile, la primera vez que se escucha el sonido de la nueva, tropa de siku, es en la preparacién para el enfrentamiento ritual, que justamente viene a ser el Atipanaquy, ritual muy importante para la co- secha. Hasta antes de esta fecha el instrumento no se ha tocado. justo ‘cuando se esté ensayando para este combate, el cual es muy importan- te porque de eso depende la previsién de la calidad de la cosecha, zhi, {iba afinando un poco las cosas que todavia no le gustaban, porque al final el sentido es hacer el sonido més potente. No estés yendo con una flautita sino con un arma para guerra. La batalla consiste en apoderarse las cosechas sino tus antepasados se la llevardn y quedards mal. Esaes laidea. Obviamente difiere cuando uno va.a Puno u otro lugar y ve un par de sikuris que tocan bonito, con su cerveza. En algin momento también ‘me gusto, quiza la forma musical es muy interesante, pero son univer- 508 totalmente diferentes. Yo respeto las dos formas porque también ime gustan las voces de! sikuri, es muy bonito. Tienen una funcién social muy importante en el medio urbano. Considero, que valorar alos dos ‘es necesario pero es una pena que no se valore el sonido especifico a ‘cada orquesta tradicional que hoy en dia pierde su identidad sonora, y se reducea una expresién sonora insipida. Por supuesto no hablo de ta calidad de la expresién, pues los sikuris urbanos tocan muy bonito pero perdieron su papel original de mensajeros con las fuerzas tutela- resy el mundo dels antepasados. Ojalé se rehabilite el universo sonoro andino infiito, permitiéndonos reanudar con el flujo original insuflado por Viracocha, quien segin la leyenda animo alos hombres de arcilla dandole vida con muchos soni- doseidiomas diferentes.

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