Está en la página 1de 45

EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2.

1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACION PENAL

Aprobado acta No. 104


Magistrado Ponente:
Dr. MAURO SOLARTE PORTILLA

Bogotá, D. C., dieciocho de noviembre del año dos mil cuatro.

Conceptúa la Corte sobre la solicitud de extradición del ciudadano


colombiano CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, formalizada por el
Gobierno de los Estados Unidos de América mediante Nota Verbal No.
492 del 2 de marzo de 2004.

1. - LA SOLICITUD

1.1. - El Gobierno de los Estados Unidos de América, por conducto de


su Embajada en Colombia, mediante Nota Verbal No. 2344 fechada el
30 de diciembre de 2003, dirigida al Ministerio de Relaciones
Exteriores, solicitó la detención provisional con fines de extradición del
señor CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, contra quien el día 26 de
noviembre de 2003 se dictó el “complaint” No. 03-3430-White, en la
Corte Distrital de los Estados Unidos de América para el Distrito Sur de
Florida, División Miami, por el delito mayor de concierto para poseer
con la intención de distribuir cocaína.
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

Informó igualmente, que por este cargo en esa misma fecha, por
orden del Magistrado Juez de los Estados Unidos de América Patrick
A. White de la mencionada Corte, se dictó auto de detención en contra
del ciudadano requerido, el cual permanece válido y ejecutable.

Precisó la Nota que CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, es


ciudadano de Colombia, nacido el 30 de enero de 1975 en Cali, Valle,
Colombia. Es portador de la cédula colombiana No. 16.833.851. Se
cree que la persona solicitada en extradición se encuentra en
Colombia (fls. 1 y ss. carpeta anexa).

A través de Nota Verbal No. 003 de fecha 5 de enero de 2004, también


dirigida al Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, la
Embajada de los Estados Unidos de América informó que “bajo la ley
de los Estados Unidos, un ‘complaint’ es equivalente a un ‘indictment’ y
equivalente, a su vez, a la ‘resolución de acusación colombiana puesto
que ambos permiten que la persona sea arrestada y enjuiciada por los
delitos que se le imputan. Mientras que los ‘indicments’ se dictan por
decisión del gran jurado, los ‘complaints’ se dictan por decisión de un
juez. Ambos, sin embargo, son igualmente válidos para que se dicten
autos de detención y se basan en iguales niveles de evidencia” (fls. 10-
11 carpeta anexa).

1.2. - De esta solicitud, el Ministerio de Relaciones Exteriores de


Colombia dio traslado al Ministerio del Interior y de Justicia, y al Fiscal
General de la Nación. Esta autoridad, mediante Resolución de 5 de
enero de 2004, decretó la captura con fines de extradición del señor
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ (fls. 31-35), la cual le fue

2
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

notificada en esa misma fecha en la sala de retenidos de la Dijin en la


ciudad de Bogotá, donde se encontraba privado de la libertad por
cuenta de la Fiscalía 17 Especializada de la Unidad Nacional de
Terrorismo, “por el presunto delito de Tráfico de Armas y Municiones
de Uso Privativo de las Fuerzas Militares” (fls. 24-30 carpeta anexa).

1.3.- Con Nota Verbal No. 492 del 2 de marzo de 2004, la Embajada
de los Estados Unidos de América formaliza ante el Ministerio de
Relaciones Exteriores de Colombia, la solicitud de extradición del
referido ciudadano colombiano. Informa que “entre la fecha de la nota
diplomática anteriormente mencionada No. 2344, mediante la cual se
solicitó la detención provisional del señor Toro Sánchez para
propósitos de extradición, y la fecha de esta nota, el ‘complaint’ No. 03-
3430, dictado el 26 de noviembre de 2003, fue sucedido por una
resolución de acusación. Dicha resolución acusa al señor Toro
Sánchez con un cargo por el mismo delito por el que había sido
acusado en el ‘complaint’ de que habla la nota diplomática de esta
Embajada No. 2344, e incluyó un cargo adicional contra el señor Toro
Sánchez. Igualmente, dicha resolución acusa a CARLOS FELIPE
TORO SÁNCHEZ bajo su verdadero nombre, contrario al ‘complaint’
que lo acusaba bajo de su alias ‘Felipe Montoya’”

Agrega que “de conformidad, CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ es


requerido para comparecer a juicio por delitos federales de narcóticos.
Es ahora el sujeto de la tercera resolución de acusación sustitutiva No.
99-804-CR-ALTONAGA (s) (s) (s), dictada el 8 de enero de 2004, en la
Corte Distrital de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida,
mediante la cual se le acusa de:

3
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

“--Cargo Uno. Concierto para importar a los Estados Unidos desde un


lugar fuera de los Estados Unidos, una sustancia controlada de la Lista
II, a saber, cinco kilogramos o más de una mezcla y sustancia que
contenía una cantidad perceptible de cocaína, en violación del Título
21, Secciones 952 (a), 963, y 960 (b) (1) (B) del Código de los Estados
Unidos; y

“--Cargo Dos. Concierto para poseer con la intención de distribuir una


sustancia controlada de la Lista II, a saber, cinco kilogramos o más de
una mezcla y sustancia que contenía una cantidad perceptible de
cocaína, en violación del Título 21, Secciones 841 (a) (1), 846, y 841
(B9 (1) (A) del Código de los Estados Unidos”.

Señala que un auto de detención contra el señor TORO SÁNCHEZ por


estos cargos fue dictado el 8 de enero de 2004 por orden de la Corte
mencionada, el cual reemplazó al auto de detención dictado el 26 de
noviembre de 2003 y permanece válido y ejecutable.

Anota, que los hechos de este caso indican que “el 6 de enero de
2003, en el Howland Shipyard en la Isla Statem, en Nueva York,
Inspectores de Aduanas de los Estados Unidos descubrieron
numerosos paquetes de un kilogramo de peso que contenían una
substancia polvorienta blanca en un contenedor a bordo de la
motonave marítima CSAV ATLANTA. La línea CSAV había contactado
a las fuerzas del orden antes de la llegada al puerto y les informó que
previo a la partida del Puerto de Miami, la tripulación del Atlanta había

4
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

notado que individuos intentaban llegar a un contenedor particular pero


que los individuos huyeron cuando vieron la tripulación de la nave.
(Aparentemente el incidente no fue reportado sino hasta después de
que el Atlanta salió de Miami, porque la tripulación del Atlanta temía
que se retrasaría su llegada a Nueva York. Como refleja el manifiesto
de carga, la nave sólo estuvo en Miami por un día)”.

Precisa que “la substancia contenida en los paquetes de un kilogramo


fue sometida a prueba por el Inspector de la Aduana de los Estados
Unidos Egbert y se confirmó la presencia positiva de cocaína. Se
tomaron fotografías de la carga incautada y los paquetes fueron
pesados, obteniendo un peso total de 175 kilogramos”.

Indica que “la persona que organizó este cargamento de cocaína para
ser enviado a los Estados Unidos desde Colombia se convirtió en una
fuente confidencial documentada (“CS-1”) con la DEA. A través de CS-
1, la DEA en los Estados Unidos pudo localizar y contratar otras dos
fuentes confidenciales, CS-2 y CS-3, que estaban involucrados en esta
carga de cocaína en Miami, Florida y en Cali, Colombia. Todas las tres
fuentes confidenciales admitieron independientemente que
aproximadamente 150 kilogramos de esta carga pertenecían a
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ. Se han corroborado las
declaraciones de estas tres fuentes confidenciales a través de la
investigación de las fuerzas del orden independientes”.

Aclara que “aun cuando el concierto para delinquir se inició en 1985,


cada uno de los cargos se encuentra independientemente sustentado
por acciones adelantadas por el acusado con posterioridad al 17 de

5
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

diciembre de 1997”.

Informa, finalmente, que CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ es


ciudadano de Colombia, nacido el 30 de enero de 1975 en Cali, Valle,
Colombia. Es portador de la cédula colombiana No. 16.833.851” (fls.
137-142 anexo).

Para tales efectos, adjunta los siguientes documentos debidamente


autenticados, traducidos y legalizados por el Consulado de Colombia
en Washington, D.C.:

1.3.1.- Declaración jurada en apoyo de la solicitud de extradición,


rendida ante la Corte Distrital de los Estados Unidos de América
-Distrito Sur de Florida, por Charles E. Duross, Fiscal Asistente de la
Unidad Antinarcótica de los Estados Unidos de América para el Distrito
Sur de Florida, en la cual refiere que en cumplimiento de sus
responsabilidades oficiales ha llegado a familiarizarse con los cargos y
las pruebas que obran en el caso que se sigue en contra de CARLOS
FELIPE TORO SÁNCHEZ y otros.

Manifiesta que el 8 de enero de 2004 un Gran Jurado Federal


constituido en el Distrito Sur de Florida dictó la tercera acusación de
reemplazo en el caso No. 99-804-Cr. ALTONAGA, en contra de
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ y otros acusándolos de concierto
para importar cocaína a los Estados Unidos de América desde un
lugar fuera de dicho país, y concierto para poseer cocaína con
intenciones de distribuirla.

6
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

Advierte que “el texto de las partes de las leyes que son pertinentes a
este caso se acompaña a esta declaración jurada como el Anexo A.
Cada una de estas leyes estaba debidamente estatuida y en vigor en
el momento que los delitos fueron perpetrados y en el momento que se
dictó la Tercera Acusación de Reemplazo. Todas permanecen en
pleno vigor y efecto. Una violación a cualquiera de estas leyes
constituye un delito mayor según la legislación de los Estados Unidos”.

Indica que los Estados Unidos de América comprobará su caso en


contra de los acusados “mediante varios tipos de pruebas, incluyendo
el testimonio de testigos; pruebas documentarias tal como protocolos
de incautaciones de cocaína proveniente de cargamentos que fueron
enviados por JUAN CARLOS MONTOYA SÁNCHEZ y CARLOS
FELIPE TORO SÁNCHEZ, alias ‘Felipe Montoya’, alias ‘Pipe’ de
Colombia a los Estados Unidos; registros financieros; grabaciones de
conversaciones sostenidas por MONTOYA y sus socios; y la
confiscación de millones de dólares de sus bienes. Aunque las
pruebas indican que el concierto se inició en 1985, los cargos en
contra de los acusados están fundamentados en pruebas
independientes de su conducta con fechas posteriores al 17 de
diciembre de 1997”.

En el acápite que en la declaración se destina al “Resumen de los


hechos del caso”, precisa que “ de cuando menos los principios de
1985 con continuación hasta enero de 2004, JUAN CARLOS
MONTOYA SÁNCHEZ y CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, alias
‘Felipe Montoya’, alias ‘Pipe’, los acusados, eran parte de la
Organización MONTOYA dedicada al narcotráfico (‘la MONTOYA

7
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

DTO’). De lo investigado se desprende que JUAN CARLOS


MONTOYA SÁNCHEZ ha estado activamente involucrado en la
fabricación, transportación y distribución de cantidades importantes de
cocaína desde los años 1980. Mucha de esta cocaína fue importada a
los Estados Unidos a través de la frontera entre México y los Estados
Unidos, y entrando a Florida, para su posterior distribución en ciudades
importantes de los Estados Unidos, tales como Nueva York, Los
Ángeles y Miami. Además de pasar cocaína de contrabando,
MONTOYA SÁNCHEZ ha lavado dinero procedente de la venta de
estupefacientes mediante inversiones en el sur de Florida. De la
investigación se desprende también que CARLOS FELIPE TORO
SÁNCHEZ, alias ‘Felipe Montoya’, alias ‘Pipe’ ha estado activamente
involucrado en la fabricación, transportación y distribución de
cantidades importantes de cocaína desde los años 1990. TORO
SÁNCHEZ es uno de los miembros principales de la organización de
narcotráfico que la lidera su primo DIEGO LEÓN MONTOYA
SÁNCHEZ. La MONTOYA DTO importa cargamentos de múltiples
toneladas de cocaína a los Estados Unidos a través de la frontera
entre México y los Estados Unidos, y la entran por Florida, desde
donde posteriormente se distribuye a varias ciudades importantes de
los Estados Unidos tales como Nueva York, Los Ángeles y Miami” (fls.
78-86 carpeta anexa).

1.3.2.- Resolución acusatoria de los Estados Unidos de América contra


CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ y otros, dentro del caso penal No.
99-804.CR-ALTONAGA (s) (s) (s) (fls. 63-68 anexo).

1.3.3.- “Orden de Captura”, emitida por la Corte Distrital de los

8
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

Estados Unidos de América para el Distrito Sur de Florida, contra


CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, por el delito de concierto para
importar cinco kilogramos o más de cocaína a los Estados Unidos; y
concierto para poseer con intenciones de distribuir cinco kilogramos o
más de cocaína (fls. 59 anexo).

1.3.4.- Disposiciones sustanciales aplicables al caso, Secciones 2 (de


la autoría), 982 (extinción penal de derecho de dominio)m 1956 (lavado
de activos), 3282 (prescripción de delitos no conminados con la pena
de muerte) y 812 (tablas de sustancias controladas) del Título 18 del
Código de los Estados Unidos de América. 841( actos prohibidos), 846
(tentativa y concierto), 853 (extinción del derecho de dominio), 952
(importación de sustancias controladas), 960 (actos prohibidos) y 963
(tentativa y concierto) del Título 21 ejusdem (fls. 70-75 carpeta anexa).

1.3.5.- Declaración jurada en apoyo de la solicitud de extradición,


rendida por Paul H. Twehues III y Jarrett B. Wolf, Agentes Especiales
del Servicio Federal de Investigación (FBI) y la Administración de
Control de Drogas de los Estados Unidos de América (DEA),
respectivamente, quienes refieren pormenores de la investigación
seguida respecto de CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, los hechos
y las pruebas que obran en contra de éste y otros coacusados.

Señalan que “la investigación ha demostrado que JUAN CARLOS


MONTOYA SÁNCHEZ lleva desde los años 80 participando de forma
activa en la producción, transporte y distribución de cantidades
sustanciales de cocaína. Gran parte de la cocaína se importó a los
Estados Unidos por Florida y la frontera que comparten los EE. UU. y

9
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

México y posteriormente se distribuyó en las principales ciudades


estadounidenses, tales como Nueva York, Los Ángeles y Miami.
Además de traficar cocaína, MONTOYA SÁNCHEZ ha lavado activos
procedentes de la venta de narcóticos mediante inversiones hechas en
el sur de Florida”.

Agregan que “la investigación también ha demostrado que CARLOS


FELIPE TORO SÁNCHEZ, alias ‘Felipe Montoya’, alias ‘Pipe’, lleva
desde los años 90 participando de forma activa en la producción,
transporte y distribución de cantidades importantes de cocaína. TORO
SÁNCHEZ es un miembro importante de la organización de
narcotráfico que encabeza su primo, DIEGO LEÓN MONTOYA
SÁNCHEZ. Esta organización importa envíos de cocaína que son de
varias toneladas de peso a los Estados Unidos por Florida y la frontera
que comparten los EE.UU. y México desde donde se distribuyen
posteriormente en las principales ciudades estadounidenses, tales
como Nueva York, Los Ángeles y Miami”.

En el capítulo que en la declaración se destina al “Resumen de las


pruebas implicando a CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ”, los
deponentes indican que las pruebas en contra de éste “incluyen, entre
otras cosas, grabaciones de comunicaciones que hicieron socios de
los MONTOYA, incautaciones de narcóticos llevados a cabo por las
fuerzas de seguridad estadounidenses, y las (declaraciones de)
testigos que están cooperando con el gobierno de los Estados Unidos”.

Precisa que “según los testigos participantes en la investigación,


CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ era el encargado principal de la

10
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

seguridad y el funcionamiento de las rutas del narcotráfico que


empleaba la organización de los MONTOYA, las cuales eran
controladas por él mismo junto con sus primos, DIEGO, JUAN
CARLOS y EUGENIO MONTOYA SÁNCHEZ, para exportar toneladas
de cocaína. La organización de narcotráfico de los MONTOYA
operaba varios laboratorios en la región central y norteña del
departamento Valle del Cauca, la región Magdalena Medio en la parte
central de Colombia y el departamento de Vichada en las llanuras
orientales de Colombia. Además de ayudar en el funcionamiento de
las rutas del tráfico de cocaína y los laboratorios de la organización,
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, alias ‘Felipe Montoya’, alias
‘Pipe’, supervisaba de forma activa la recuperación de las deudas
relacionadas con la droga de la organización mediante el uso de la
intimidación, tortura y asesinato”.

Bajo el título “la compra de varias toneladas de cocaína desde 1997


hasta 2003”, precisan que “varios testigos que están cooperando con
el gobierno, todos los cuales estuvieron anteriormente vinculados a la
organización de narcotráfico de los MONTOYA, han descrito
momentos en que participaron o vieron la producción, el transporte y la
posterior importación de cocaína para venderla en los Estados Unidos
durante la época en la cual CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, alias
‘Felipe Montoya’, alias ‘Pipe’ era integrante de la organización. Por otra
parte, algunos de los mismos se encargaron de lavar activos
procedentes de la venta del estupefaciente. Los testigos también han
declarado que las fuerzas de seguridad han incautado varios envíos de
cocaína perteneciente a la organización de los MONTOYA. En la
documentación de las fuerzas de seguridad constan las actas

11
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

correspondientes a las incautaciones descritas por los testigos entre


1997 y 2003, en particular, varias incautaciones de toneladas de
estupefacientes que ocurrieron entre 1999 y 2003. Los testigos
mencionados anteriormente han confirmado que una parte o la
totalidad de los envíos incautados pertenecía a la organización de
narcotráfico de los MONTOYA”.

Respecto de las “rutas de narcotráfico que utilizaban aerolíneas


comerciales a Miami”, indica que “durante los años 90, CARLOS
FELIPE TORO SÁNCHEZ, alias ‘Felipe Montoya’, alias ‘Pipe’, junto
con sus primos, utilizaban una ruta de narcotráfico desde el Aeropuerto
Internacional de Cali hasta el Aeropuerto Internacional de Miami. Una
de las aerolíneas que utilizaron era American Airlines. Los MONTOYA
dependían de los empleados de la aerolínea para que escondieran la
cocaína en sitos ocultos dentro de la aeronave y quitaran la misma una
vez habían llegado a los Estados Unidos”.

En lo que los declarantes denominan “las continuadas actividades de


narcotráfico de CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ”, manifiestan que
“dos de los cinco testigos han declarado que hasta hace poco
CARLOS MONTOYA SÁNCHEZ seguía llevando la organización de
narcotráfico de la familia, junto con sus primos y algunos socios
claves. Hasta su captura, TORO SÁNCHEZ participaba en la
preparación del envío a México de toneladas de cocaína, cuyo destino
final era Estados Unidos”.

Precisan, finalmente, que CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ “es


ciudadano colombiano, nacido el 30 de enero de 1975 en Valle del

12
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

Cauca, Colombia. Se le describe como hombre hispano y caucásico,


de aproximadamente 5 pies 5 pulgadas de estatura y peso aproximado
de 200 libras, con cabello castaño y ojos de color café”; y, agregan que
“según la información obtenida de las autoridades policiales y los
testigos que están cooperando con el gobierno en la investigación, la
fotografía adjunta como Folio A es de CARLOS FELIPE TORO
SÁNCHEZ, alias ‘Felipe Montoya’, alias ‘Pipe’. El número de cédula
colombiana de la persona requerida es 16.833.851 (fls. 52-57 carpeta
anexa).

1.4.- De acuerdo con lo previsto por el artículo 514 del Código de


procedimiento penal, el Ministerio de Relaciones Exteriores dio
traslado de la documentación al Ministerio del Interior y de Justicia y
conceptuó, además, que “por no existir Convenio aplicable al caso es
procedente obrar de conformidad con las normas pertinentes del
Código de Procedimiento Penal colombiano” (fl. 149 anexo).

1.5.- El Ministerio del Interior y de Justicia, por su parte, adjunto al


oficio 02763 fechado el 5 de marzo de 2004, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 517 del Código de procedimiento penal, dio
curso ante la Corte de la solicitud de extradición, y documentos
anexos, presentada por el Gobierno de los Estados Unidos de América
a través de su Embajada en Colombia (fl. 1 cno. Corte).

2.- Después de proveer lo relativo a la defensa técnica del solicitado en


extradición, por auto de veintisiete de abril del corriente año, de
conformidad con lo previsto por el artículo 518 del Código de
procedimiento penal, se corrió el traslado pertinente para que los

13
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

intervinientes en el trámite expusieran sus pretensiones probatorias


(fls. 16 y ss. cno. Corte), durante el cual la defensa solicitó las que en
su criterio debían recaudarse (fls. 46 y ss. cno. Corte) lo que fue
resuelto negativamente por la Corte en proveído del diecinueve de
agosto último tras considerar que las pruebas demandadas resultan
improcedentes (fls. 68 y ss.). En dicha providencia, además, se
dispuso correr el traslado pertinente para presentar alegatos de
conclusión. Estas determinaciones fueron mantenidas por la Sala en
pronunciamiento fechado el seis de octubre último, al resolver el
recurso de reposición interpuesto por el requerido en extradición (fls.
132 y ss. cno. Corte).

3.- ALEGATOS DE CONCLUSION.

Durante el término de traslado, hicieron uso de este Derecho el


Procurador Cuarto Delegado para la Casación Penal y el defensor de
confianza del requerido en extradición, señor CARLOS FELIPE
TORO SÁNCHEZ.

3.1.- Del Ministerio Público.

Después de aludir al trámite llevado a cabo en el presente asunto y a


los documentos aportados por la Embajada del Estado requirente,
advierte que acorde con los términos de la acusación, las conductas
que motivaron la solicitud de extradición fueron realizadas

14
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

aproximadamente desde comienzos del año 1985, por lo que


considera que se deberá hacer la salvedad al condicionar la
extradición para que sólo puedan ser motivo de imputación las
llevadas a cabo con posterioridad a la expedición del acto Legislativo
No. 01 de 1997 que reformó el artículo 35 de la Constitución Política.

Agrega que no se presenta obstáculo alguno sobre el lugar de


ocurrencia de los hechos, porque en el presente caso los cargos
atribuidos se basan en el acuerdo o concertación con otros para
importar cocaína a los Estados Unidos de América.

Respecto del tema de la normativa aplicable, considera claro que


ante la ausencia de convenio vigente del Estado Colombiano con los
Estados Unidos de América, como lo manifestó el Ministerio de
Relaciones Exteriores, debe aplicarse la contenida respecto al tema
por el Código de Procedimiento Penal colombiano.

Seguidamente, en relación con el tema de la validez formal de la


documentación aportada, observa que la misma satisface las
exigencias previstas por el artículo 513 del Código de Procedimiento
Penal, ya que no sólo contiene la información legalmente requerida,
sino que respecto de ella se surtió el trámite inherente a su
autenticidad.

En cuanto tiene que ver con el tema de la demostración de la plena


identidad del solicitado, señala que los datos consignados en las
notas verbales que apoyan el pedido de extradición y en los cuales
se precisa la identidad del ciudadano colombiano requerido, fueron

15
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

incorporados en la Resolución del 5 de enero de 2004, mediante la


cual el Fiscal General de la Nación ordenó la captura del requerido, y
en los documentos que dan cuenta de su notificación se observa que
se identificó con la cédula de ciudadanía mencionada, lo que permite
evidenciar que se trata de la misma persona.

Respecto del principio de la doble incriminación, manifiesta que los


hechos en que se fundan los cargos imputado en la resolución
acusatoria proferida por el Gran Jurado ante el Tribunal de Distrito de
los Estados Unidos de América, son igualmente delictivos en la
legislación colombiana, específicamente en los artículos 376 y 340
del Código Penal, relativos al tráfico, fabricación o porte de
estupefacientes, y el concierto para delinquir, respectivamente, los
cuales cumplen con el marco punitivo fijado por la ley procesal penal
para que la extradición resulte procedente.

Del mismo modo estima que se cumple el requisito de la


equivalencia de la providencia proferida en el extranjero, toda vez
que “ontológica y teleológicamente el documento remitido por el país
requirente que contiene el acta de cargos proferida por un Tribunal
Distrital de los Estados Unidos, responde a la resolución de
acusación de la legislación patria”.

Considera que en el evento de que la Corte conceptúe de manera


favorable a la extradición, debe exhortar al Gobierno Nacional para
que advierta expresamente al país extranjero que la entrega del
requerido lo limita ya que lo podrá juzgar solamente por las
conductas que generan su extradición, ocurridas con posterioridad al

16
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

17 de diciembre de 1997, y en ningún caso podrá ser sometido a


desaparición forzada, torturas, tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes, ni las penas de destierro, prisión perpetua y
confiscación.

Con fundamento en lo anterior, solicita de la Corte conceptuar


favorablemente a la extradición del ciudadano colombiano CARLOS
FELIPE TORO SÁNCHEZ (fls. 219 y ss. cno. Corte).

3.2.- De la defensa.

El defensor de confianza del requerido, señor CARLOS FELIPE


TORO SÁNCHEZ, pide a la Corte conceptuar desfavorablemente a
la solicitud de extradición. Para el evento de que dicho concepto sea
favorable, demanda de la Sala condicionar la concesión de la
extradición a que su asistido no vaya a ser juzgado por hechos
llevados a cabo con anterioridad al 17 de diciembre de 1997, ni
distintos a los que motivan la solicitud. De otra parte, si la legislación
de los Estados Unidos de América, sanciona con pena de muerte
alguna de las conductas que motivan su solicitud, la entrega deberá
hacerse bajo la condición de que tal pena sea conmutada, e indicar
la protección del requerido respecto a tratos crueles o degradantes.

Solicita por último prevenir al Gobierno Nacional para que la entrega


sea diferida hasta cuando se juzgue o cumpla la pena o que por
cesación de procedimiento o sentencia absolutoria haya culminado el
proceso que en contra del requerido cursa en el Juzgado Único

17
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

Promiscuo del Circuito de Puerto Boyacá.

Al efecto, después de aludir al trámite llevado a cabo en el presente


asunto, la decisión adoptada por la Sala a través de la cual negó el
recaudo de las pruebas pedidas por la defensa, y de reiterar que con
ellas pretendía era “atacar los puntos sobre los cuales debe versar el
concepto de la Honorable Corte dentro del presente trámite”,
sostiene que con dicha negativa “se coartó el derecho del ciudadano
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ y de la defensa para demostrar
que dichos requisitos no se cumplen a cabalidad”.

En cuanto al tema de la validez formal de la documentación


presentada, sostiene que dicho presupuesto resulta insatisfecho en
este caso, toda vez que las notas verbales procedentes de la
Embajada de los Estados Unidos de América se encuentran
acompañadas de traducciones no oficiales, es decir, no realizadas de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 260 del Código de
Procedimiento Civil.

Igualmente, en cuanto a la documentación anexa a la solicitud,


sostiene que se allegaron documentos contentivos de traducciones
sin formalidad alguna y cuyo contenido no fue autorizado por el
Ministerio de Relaciones Exteriores como ha debido suceder.

Anota que “de conformidad con lo expresado, los únicos documentos


que obran en el expediente amparando la solicitud de extradición del
ciudadano CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, son los que
originalmente fueron expedidos en idioma inglés, lo que implica que

18
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

no se ha dado cumplimiento a lo establecido en el inciso final del


artículo 518 del Código de Procedimiento Penal Colombiano, razón
por la cual un concepto favorable no se ajustaría a la legislación
vigente”.

En relación con el tema de la plena identidad del ciudadano


requerido en extradición, advierte que “para la defensa existen serias
dudas para determinar si realmente la persona que requiere los
Estados Unidos de América en extradición es el señor CARLOS
FELIPE TORO SÁNCHEZ”.

Alude al respecto que su asistido nació el 30 de enero de 1975


mientras que en la acusación se indica que la actividad delictiva que
se le imputa tuvo sus inicios alrededor de 1985, es decir cuando
contaba con diez años de edad.

Si a ello se agrega dice, que la solicitud se sustenta en un fotografía


que le tomaron los representantes de la ley el día que se llevó a cabo
su aprehensión, ello resulta “indicativo de que las autoridades
americanas (sic) sólo obtuvieron una fotografía y su correspondiente
descripción e identificación de la persona que querían capturar hasta
el día en que fue capturada en Colombia, y eso que el mismo,
supuestamente delinquía desde 1985, cuando contaba con diez (10)
años de edad”. Con este fundamento solicita de la Corte proferir
concepto desfavorable a la extradición de su asistido.

En cuanto tiene que ver con el principio de la doble incriminación,


sostiene que “existen elementos esenciales a la conspiración que

19
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

hacen que éste sea inconcebible como delito en Colombia”. acorde


con su interpretación del artículo 35 de la Carta Política, manifiesta
que lo que el constituyente quiso decir es que “un colombiano por
nacimiento no puede ser extraditado si no ha sido condenado, de
suerte que respecto de él se pueda predicar con certeza la comisión
de un delito” y, además, que “sólo podrá ser extraditado si el delito
por el cual ha sido condenado existe como tal en nuestro
ordenamiento”.

Considera que aspecto fundamental de la conspiración, que sin


embargo no hace parte expresa de los textos normativos que la
consagran, es “la figura de la agencia”, en virtud de la cual “se
entiende que cada persona que ingresa en la estructura delictiva, es
agente de los otros que hacen, hicieron o harán parte de ella, y que
dicha persona, luego de abandonar incluso la estructura delictiva,
continúa como agente de las otras que permanezcan en dicha
estructura”.

Lo que finalmente se busca es sancionar a la organización criminal


como tal, independientemente del acuerdo o concierto para delinquir,
e independientemente de la responsabilidad individual. Esta lógica
permite que para efectos de la conspiración, no haya sanción para
los delitos que se cometen en ejecución del acuerdo, ya que éstos
están incursos en la conspiración y que cada miembro sea
penalmente responsable como conspirador, de todos los delitos
predicables de la organización.

Al convertirse en fuente de responsabilidad penal de estructura de

20
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

carácter objetivo, la conspiración como tal hace que sea un delito


divisible y que no pueda tampoco ser cercenada en el tiempo pues
no puede predicarse varias conspiraciones para la comisión de una
supuesta conducta delictual que corresponde a un único tipo penal.

Por razón de lo expuesto, solicita proferir concepto desfavorable a la


extradición por el delito de conspiración.

En cuanto al tema de la equivalencia de la providencia proferida en el


extranjero, el defensor reitera los planteamientos que expuso en el
memorial que corre a folios 152 y siguientes del cuaderno de la
Corte, en el sentido de que entre el indictment y la resolución de
acusación en el sistema colombiano, existen marcadas diferencias
que impiden considerar a dichas piezas procesales como
equivalentes.

Así por ejemplo, indica que mientras la ejecutoria de la resolución de


acusación delimita definitivamente el ámbito de la acusación y la
sentencia, el indictment no cobra ejecutoria al punto que puede ser
modificado o adicionado en los hechos o en los cargos, como
sucedió en este caso en el que el indicment original fue modificado
tres veces, lo que a su vez impide verificar el cumplimiento del
principio de la doble imputación.

Sostiene que mientras el indictment debe simplemente contener los


elementos suficientes de la ofensa, la resolución de acusación
requiere de unos elementos estructurales muy exigentes, porque
precisa de una vez por todas el tema de debate en el juicio final, de

21
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

manera que “si el INDICTMENT no contiene hechos, o si no tiene por


qué contenerlos, desde el punto de vista de la legislación procesal
penal Norteamericana (sic), debería acompañarse de una pieza
procesal de carácter judicial que probara, o al menos certificara, de
modo y manera exhaustiva, los hechos o conductas que van a
juzgarse”.

Manifiesta que otra diferencia entre ambas piezas procesales


consiste en que mientras la resolución de acusación sólo es viable
proferirla por una autoridad judicial cuando la investigación ha
terminado que supone siempre la contradicción, el indictment a lo
sumo podría ser asimilado a una apertura de investigación ya que el
jurado que la dicta no tiene funciones judiciales que puede ser
proferida sin audiencia del sindicado.

Por lo anterior considera que no se cumple el requisito en comento


pues el fundamento de la solicitud de extradición no es resolución de
acusación ni es equivalente, por lo que en su criterio el concepto
debe ser desfavorable.

En el acápite que el memorialista denomina “solicitud especial de


cumplimiento a los tratados públicos, normas constitucionales y
legales”, manifiesta que para el caso de que el concepto llegue a ser
favorable a la extradición, se deben hacer las previsiones al ejecutivo
para que se dé cumplimiento a lo preceptuado en los tratados
públicos suscritos por Colombia y los Estados Unidos de América, a
lo dispuesto en el artículo 35 de la Carta Política y las disposiciones
de los Códigos Penal y de Procedimiento Penal.

22
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

Considera que al trámite de extradición le son aplicables la


Declaración Universal de Derechos Humanos, los Convenios I, II, II,
y IV de Ginebra y sus protocolos adicionales incorporados a la
legislación interna.

Además, existe la restricción a los cargos por hechos ocurridos antes


del 17 de diciembre de 1997, toda vez que en ellos se lee que “con
inicio en o alrededor de 1985”.

Anota, de otra parte, que en los documentos allegados por la


Embajada de los Estados Unidos de América, no se cumple con el
requisito de la indicación exacta de los actos que determinaron la
solicitud de extradición y del lugar en que fueron ejecutados, al punto
que en los cargos uno y dos se indica que el gran jurado desconoce
la fecha exacta, e igualmente desconoce las circunstancias de
tiempo, modo y lugar en que fueron ejecutados los supuestos
hechos.

Concluye entonces, que la documentación aportada carece de


requisitos para la validez formal, la plena identidad del señor
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ está cuestionada, y no aparecen
concretamente determinados los hechos por los cuales se solicita la
extradición (fls. 240 y ss. cno. Corte).

SE CONSIDERA:

23
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

1.- Aclaración previa.

El artículo 35 de la Carta Política, modificado por el artículo 1º del Acto


Legislativo No. 01 de 1997, establece que la extradición se podrá
solicitar, conceder u ofrecer de acuerdo con los tratados públicos y, en
su defecto con la ley.

Como en este caso el Ministerio de Relaciones Exteriores conceptuó


sobre la ausencia de convenio aplicable en materia de extradición con
el país solicitante (Estados Unidos de América), y estableció la
consecuente aplicación de lo previsto, en el referido tema, por el
Código de Procedimiento Penal, la Corte abordará el estudio de los
aspectos sobre los cuales debe emitir el concepto, previstos por el
artículo 520 ejusdem.

Es de precisar, además, que de la solicitud y documentos anexos se


establece que las actividades delictivas que se le imputan al señor
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ tuvieron ocurrencia en el exterior,
no versan sobre delitos políticos, toda vez que el tráfico de
sustancias estupefacientes y el concierto para realizar actividades
de narcotráfico no constituyen delito político y, además, salvo la
aclaración que más adelante se hará, los hechos por cuya realización
se solicita la extradición fueron cometidos con posterioridad a la
entrada en vigencia del Acto Legislativo No. 01 de 1997, modificatorio
del artículo 35 de la Carta Política.

Al efecto cabe resaltar que en el pliego enjuiciatorio en que se apoya la

24
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

solicitud de extradición, se precisa que los actos determinantes del


concierto para importar cinco kilogramos o más de cocaína en los
Estados Unidos y para poseer con la intención de distribuir dicha
sustancia con la intención, fueron llevados a cabo en el Condado de
Miami-Dade, en el Distrito Sur de Florida y en otras partes entre 1985 y
la fecha de la acusación (8 de enero de 2004).

Y si bien en la documentación anexa se indica que parte de los actos


determinantes del concierto tuvieron ocurrencia en territorio de la
República de Colombia, también es claro que allí se precisa que
“TORO SÁNCHEZ es uno de los miembros principales de la
organización de narcotráfico que la lidera su primo DIEGO LEÓN
MONTOYA SÁNCHEZ. La MONTOYA DTO importa cargamentos
de múltiples toneladas de cocaína a los Estados Unidos a través
de la frontera entre México y los Estados Unidos, y la entran por
Florida, desde donde posteriormente se distribuye a varias
ciudades importantes de los Estados Unidos tales como Nueva
York, Los Ángeles, y Miami”.

De manera que acorde con cualquiera de las hipótesis identificadas


dogmática y doctrinariamente como instrumentos jurídicos para
establecer el lugar de la ocurrencia del hecho (art. 14 del C. P.), tales
como el lugar de realización de la acción, según el cual el hecho se
entiende cometido en el lugar donde se llevó a cabo total o
parcialmente la exteriorización de voluntad; y la del resultado que
entiende realizado el hecho donde se produjo el efecto de la conducta;
y la teoría de la ubicuidad o mixta que entiende cometido el hecho
donde se efectuó la acción de manera total o parcial, como en el sitio

25
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

donde se produjo o debió producirse el resultado, se tiene que las


conductas atribuidas por las autoridades judiciales de los Estados
Unidos de América a CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, traspasó
las fronteras colombianas, de lo cual surge que se satisface la
condicionante constitucional de que el hecho haya sido cometido en el
exterior.

2.- VALIDEZ FORMAL DE LOS DOCUMENTOS PRESENTADOS.

De la actuación se establece que los documentos allegados por la


Embajada de los Estados Unidos de América, relacionados con la
resolución acusatoria sustitutiva No. 99-804-CR-ALTONAGA (s) (s) (s)
proferida el 8 de enero de 2004 por la Corte Distrital de los Estados
Unidos para el Distrito Sur de Florida, y la orden judicial de arresto
emitida con base en ésta, fueron autenticados mediante sello y firma
por la Secretaria de esa Corte; las declaraciones juradas rendidas por
Charles E. Duross, Fiscal Asistente de los Estados Unidos de América
para el Distrito Sur de Florida, y de los Agentes Especiales Paul H.
Twehues II y Jarrett B. Wolf, figuran avaladas con la firma de Ted E.
Bandstra Juez de Distrito de los Estados Unidos de América de la
Corte del Distrito Sur de Florida, legalizados por Mary D. Rodríguez,
Directora Asociada de la Oficina de Asuntos Internacionales- División
de lo Penal- del Departamento de Justicia de los Estados Unidos de
América, el Procurador General de los Estados Unidos de América, el
Secretario de Estado, y el Funcionario Auxiliar de Autenticaciones del
Departamento de Estado de dicho país.

26
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

Estos instrumentos, por su parte, fueron autenticados por el Consulado


de Colombia en Washington, D.C., y a su vez por el Jefe de
Legalizaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.

Por lo anterior, teniendo en cuenta que la solicitud de extradición del


ciudadano colombiano CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, se hizo
por la vía diplomática, que ella contiene la copia auténtica de la
resolución de acusación, la cual, junto con las declaraciones juradas
que se allegan en apoyo de la solicitud, es específica en indicar
exactamente las conductas que motivaron la solicitud y el lugar y las
fechas en que fueron realizadas, así como los datos necesarios para
establecer la plena identidad de la persona reclamada, la copia
auténtica de las disposiciones sustanciales aplicables al caso, y que en
la expedición, trámite y traducción de los citados documentos se
cumplieron los ritos formales de legalización prescritos por las normas
del Gobierno de los Estados Unidos de América, la Corte los tendrá
como aptos para servir de prueba de aquello que ellos contienen.
Esto, si se da en considerar que en este caso asimismo se cumple lo
establecido por el artículo 259 del C. de P. C., modificado por el
artículo 1º. Num. 118 del D.E. 2282/89, según el cual “Los documentos
públicos otorgados en país extranjero por funcionario de éste o con su
intervención, deberán presentarse debidamente autenticados por el
cónsul o agente diplomático de la República, o en su defecto por el de
una nación amiga, lo cual hace presumir que se otorgaron conforme a
la ley del respectivo país”, disposición aplicable al caso por virtud del
principio de integración normativa previsto por el artículo 23 del C. de
P. P., y el inciso último del artículo 513 ejusdem.

27
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

El defensor cuestiona la validez de la documentación allegada, tras


sostener que fue traducida al castellano sin formalidad alguna y cuyo
contenido no fue autorizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores
como ha debido suceder. Dicho reparo carece de fundamento pues,
como ha sido repetidamente dicho por la jurisprudencia de esta Corte,
incluso en este mismo asunto, lo importante, a términos del artículo
513 del Código de Procedimiento Penal, es que los documentos
anexos a la solicitud de extradición se hallen debidamente trasladados
al idioma oficial de Colombia (art. 10 de la Carta Política), siendo en tal
sentido que ha de observarse la expresión “si fuere el caso” a que se
refiere el inciso último de la disposición del estatuto procesal en cita.

Lo cierto del caso, es que en la Nota Verbal No. 492 del 2 de marzo de
2004, a través de la cual la Embajada de los Estados Unidos de
América formaliza el pedido de extradición, se indica lo siguiente: “La
embajada tiene el honor de incluir documentos autenticados que
sustentan la presente solicitud de extradición de Carlos Felipe Toso
Sánchez, junto con la correspondiente traducción”.

Si dicha nota aparece traducida al castellano por María Mercedes


Uricoechea T., quien se identifica como “Traductora Juramentada
Resolución 10607/81 Minjusticia”, y si a ella se integra la
documentación legalizada ante el Consulado de Colombia en
Washington, que también aparece trasladada al castellano, ello no
comporta nada distinto del cumplimiento estricto de lo dispuesto por el
inciso último del artículo 513 del Código de Procedimiento Penal
Colombiano, según el cual “los documentos mencionados serán
expedidos en la forma prescrita por la legislación del estado requirente,

28
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

y deberán ser traducidos al castellano si fuere el caso”, sin que la


legislación interna exija formalidad distinta.

Entonces, ante la carencia de fundamento en los reparos expuestos en


torno al punto por el defensor del requerido en extradición, señor
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, y acorde con lo analizado en
precedencia, para la Corte es manifiesto el cumplimiento de este
requisito del concepto.

3.- DEMOSTRACION PLENA DE LA IDENTIDAD DEL REQUERIDO.

Pese a los reparos que la defensa formula en torno a este particular


aspecto, la Corte encuentra satisfecho este presupuesto para que la
extradición resulte procedente. De lo actuado se establece que
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, quien se encuentra privado de la
libertad con ocasión de este trámite, es la misma persona a la que se
refiere la Acusación Sustitutiva No. 99-804-CR-ALTONAGA (s) (s) (s)
proferida el 8 de enero de 2004 por la Corte Distrital de los Estados
Unidos para el Distrito Sur de Florida, y la misma mencionada en las
notas verbales mediante las cuales el gobierno de los Estados Unidos
de América, a través de su Embajada en Colombia, solicitó la
detención provisional con fines de extradición, y posteriormente
formalizó el pedido ante las autoridades colombianas.

Esto por cuanto, en el documento enjuiciatorio base de la solicitud


formal de extradición se precisa que uno de los acusados es la
persona que responde al nombre de CARLOS FELIPE TORO

29
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

SÁNCHEZ, alias ‘Felipe Montoya’, alias ‘Pipe’, como asimismo se


anuncia en la declaración rendida por el Fiscal Asistente y los Agentes
Especiales del Servicio Federal de Investigación (FBI) y la
Administración Antidroga de los Estados Unidos de América (DEA),
quienes indican, además, que el acusado es ciudadano colombiano,
nacido el 30 de enero de 1975 y se identifica con la cédula de
ciudadanía colombiana número 16.833.851.

A dichas características refieren las notas diplomáticas números 2344


y 492 remitidas por la Embajada de los Estados Unidos en Colombia,
mediante las cuales solicitó la detención preventiva con fines de
extradición y posteriormente formalizó el pedido ante el gobierno
colombiano.

Es de resaltarse, igualmente, que con la cédula de ciudadanía


mencionada, el requerido se identificó al momento de la notificación de
la orden de captura proferida por el Fiscal General de la Nación y en la
suscripción del acta de imposición de derechos del capturado (fls. 27-
29 carpeta anexa), así como en las actuaciones que ha tenido en el
curso del presente trámite (cfr. fls. 18, 19, 39 y 40 entre otros), razón
por la cual no se presenta ninguna duda sobre el particular.

La defensa manifiesta que existen dudas insalvables respecto de la


identidad del requerido, y para ello se apoya en lo consignado en la
resolución acusatoria en que se funda la solicitud de extradición en el
sentido de que los hechos tuvieron ocurrencia “Con inicio en o
alrededor de 1985”, época para la cual su cliente contaba con apenas
diez años de edad.

30
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

No pone en tela de juicio, sin embargo, que en la Nota Verbal con la


cual se formalizó el pedido de extradición, la Embajada de los Estados
Unidos de América precisó que “aun cuando el concierto para delinquir
se inició en 1985, cada uno de los cargos se encuentra
independientemente sustentado por acciones adelantadas por el
acusado con posterioridad al 17 de diciembre de 1997” (fl. 138 anexo)
como en igual sentido se indicó por el Fiscal Asistente Charles E-
Duross en el affidávit adjunto a la solicitud (fl. 8 anexo).

Pero si lo expuesto no llegare a constituir motivo suficiente para


desvirtuar el planteamiento de la defensa, ha de connotar la Sala que
los cargos uno y dos de la acusación no se refieren exclusivamente al
señor CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ sino que involucran otras
tres personas, y que en la declaración jurada rendida por los Agentes
especiales Paul H. Twehues II y Jarrett B. Wolf, se precisa que “en la
documentación de las fuerzas de seguridad constan las actas
correspondientes a las incautaciones descritas por los testigos entre
1997 y 2003, en particular, varias incautaciones de toneladas de
estupefacientes que ocurrieron entre 1999 y 2003” (fl. 54), todo lo cual
deja sin piso las alegaciones sobre las presuntas inconsistencias en
torno a la época en que los hechos tuvieron realización, y por ende la
identidad del requerido.

Se satisface, por tanto, el requisito en mención,

4.- PRINCIPIO DE LA DOBLE INCRIMINACION.

31
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

De conformidad con lo establecido por el artículo 511-1 del Código de


Procedimiento Penal, para conceder la extradición es requisito
indispensable que el hecho que la motiva también esté previsto en
Colombia como delito y reprimido con sanción privativa de la libertad
cuyo mínimo no sea inferior a cuatro años.

4.1.- Según la resolución enjuiciatoria sustitutiva proferida el 8 de


enero de 2004 contra CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ por el Gran
Jurado en sesión ante la Corte Distrital de los Estados Unidos de
América para el Distrito Sur de Florida, se tiene que el requerido es
acusado en el CARGO UNO de haber llegado a un acuerdo con otras
personas para llevar a cabo un plan común e ilegal, esto es, para
importar ilícitamente a los Estados Unidos de América cinco
kilogramos o más de cocaína y en el CARGO DOS de que
conocimiento de causa e intencionadamente, se combinó, concertó y
acordó con otras personas, para poseer con las intenciones de
distribuir cinco kilogramos o más de cocaína, en hechos llevados a
cabo en el exterior, aproximadamente desde el año 1985 hasta el 8 de
enero de 2004.

4.2.- Las normas sustanciales aplicadas, cuya traducción fue


oportunamente allegada al expediente, tratan de los delitos de
concierto para importar y/o para fabricar, poseer, con la intención de
distribuir o para distribuir cinco kilogramos o más de cocaína, por
cuyas conductas se establece pena de prisión entre diez años y
cadena perpetua.

32
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

4.3.- En la legislación colombiana, por su parte, los delitos de concierto


para importar cinco kilogramos o más de cocaína a los Estados Unidos
de América y concierto para poseer con la intención de distribuir cinco
kilogramos o más cocaína, de que tratan los CARGOS UNO y DOS de
la acusación, corresponden al “concierto para delinquir” previsto por el
artículo 340 del Código Penal, modificado por el artículo 8º de la ley
733 de 2002 que entre otras hipótesis, prevé pena de prisión de seis
(6) a doce (12) años cuando, como se establece de los términos de la
acusación, el concierto sea para cometer delitos de narcotráfico.

Como en este caso, las autoridades judiciales de los Estados Unidos


de América acusan a CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ y a otros de
haber concertado, junto con otras personas, ilícita, intencionalmente y
a sabiendas para importar a los Estados Unidos de América
sustancias estupefacientes, específicamente cocaína, y para poseer
con la intención de distribuir dicha sustancia es de concluirse que en
relación con los CARGOS UNO y DOS de la resolución enjuiciatoria se
cumple el presupuesto relativo a la doble incriminación para extraditar,
pues en la legislación penal colombiana tales comportamientos
también se hallan definidos como delito, y por su realización prevé
pena mínima superior a cuatro años de prisión.

El defensor considera que en este caso no se cumple el principio de la


doble incriminación, pues a su criterio, la conducta imputada en el
extranjero corresponde a lo que denomina “la figura de la ‘agencia’”
que no hace parte expresa de los textos normativos que la consagran
pero que pese a ello “se ha convertido, en el sistema del ‘common law’
en la columna vertebral de la concepción misma de este delito” y a

33
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

partir de esta particular consideración, concluye que se trata de


conductas distintas de la regulada como concierto para delinquir en la
legislación colombiana.

A este respecto debe decirse, de una parte, que en las notas verbales
a través de las cuales se solicitó la detención preventiva con fines de
extradición y se formalizó el pedido, ni en la documentación allegada
en apoyo de la solicitud, ni en la providencia enjuiciatoria proferida en
el extranjero, se formula dicho tipo de consideraciones, y en tal medida
mal haría la Corte en suponer que son otras distintas de las fuentes
normativas invocadas de manera oficial, las que regulan la conducta
imputada. De hacerlo no solamente resultaría desconociendo la
normatividad vigente que exige que como documento anexo a la
solicitud, el Gobierno extranjero debe allegar “copia auténtica de las
disposiciones penales aplicables para el caso” bajo el entendido que
son aquellas las que corresponden a la definición típica por la que se
formula la acusación, sino que resultaría inmiscuyéndose en la
soberanía de la autoridad juzgadora del país extranjero, para lo cual la
Corte no tiene competencia.

Además, si se toma en consideración, conforme ha sido sostenido por


la jurisprudencia (cfr. concepto de agosto 8/00. Rad. 16515), dada la
evidente existencia de diversos sistemas penales en el concierto
internacional, y la manera distinta de tipificación delictiva, a fin de
establecer el cumplimiento del principio de la doble incriminación la ley
colombiana no establece que deba existir identidad en la regulación
normativa de la conducta prohibida, sino que el hecho, entendido como
la manifestación exterior del comportamiento humano, esté previsto

34
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

como delito tanto en la nación que eleva la solicitud como en el país


requerido, independientemente de la denominación jurídica que en uno
u otro se haya convenido otorgar, o del bien jurídico que con la
conminación de sanción se busque tutelar, lo cual se satisface en este
caso, pues el hecho imputado por autoridades de los Estados Unidos
de América al señor CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, en Colombia
se halla definido como concierto para delinquir, por cuya realización se
establece pena de prisión en su mínimo superior a cuatro años, como
ha sido visto.

No puede resultar desconocido, que al señor CARLOS FELIPE TORO


SÁNCHEZ las autoridades judiciales de los Estados Unidos de
América, por medio de la resolución acusatoria base de la solicitud, le
atribuyen no únicamente la participación en un acto ilícito determinado,
sino que le imputan haber acordado con otros sujetos mencionados en
el pliego enjuiciatorio la realización de varios delitos relacionados con
la posesión, transporte, comercialización, distribución e importación a
los Estados Unidos de América de sustancias estupefacientes, por
medio de llevar a cabo varios actos diferenciados en circunstancias de
modo, lugar y tiempo, como se destaca en la acusación y en las
declaraciones juradas rendidas por el Fiscal Asistente y los Agente
Especiales Paul H. Twehues III y Jarrett B. Wolf.

De manera que la imputación no consiste simplemente en atribuirle


coparticipación criminal en un solo hecho delictivo, sino que se funda
en el acuerdo de personas asociadas en la preparación y ejecución de
programas para llevar a cabo una pluralidad de punibles en cuanto
planes criminales relacionados con el tráfico de estupefacientes, que

35
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

es precisamente lo que otorga autonomía al tipo de concierto para


delinquir en delitos de narcotráfico de que trata la legislación
colombiana.

Como quiera, entonces, que las conductas imputadas por las


autoridades de los Estados Unidos de América al señor CARLOS
FELIPE TORO SÁNCHEZ en los CARGOS UNO y DOS de la
acusación, en Colombia corresponden a la hipótesis delictiva de
concierto para delinquir, por cuya realización la ley establece pena de
prisión en su mínimo no es inferior a cuatro años, ha de concluirse que
el presupuesto relativo a la doble incriminación, se cumple.

5.- EQUIVALENCIA DE LA PROVIDENCIA PROFERIDA EN EL


EXTRANJERO.

El artículo 511-2 del Código de Procedimiento Penal, establece como


presupuesto de procedencia de la extradición “que por lo menos se
haya dictado en el exterior resolución de acusación o su equivalente”.

En este caso, no queda ninguna duda que la acusación formal


sustitutiva No. 99-804-CR-ALTONAGA (s) (s) (s) introducida 8 de
enero de 2004 por el Gran Jurado ante la Corte Distrital de los Estados
Unidos para el Distrito Sur de Florida, en contra del señor CARLOS
FELIPE TORO SÁNCHEZ, y con fundamento en la cual se solicita su
extradición, corresponde a la resolución acusatoria en la legislación
colombiana, pues además de que con dicho acto procesal la actuación
subsiguiente no es otra distinta al juicio oral que finaliza con el

36
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

respectivo fallo de mérito, como aquí sucede, desde el punto de vista


formal es específica en señalar el lugar y la fecha o época en que los
hechos tuvieron lugar, los nombres de los partícipes y la calificación
jurídica de la conducta, con lo cual se satisfacen en suficiencia los
aspectos fácticos y jurídicos de la imputación.

Es tanto esto, que en la resolución de acusación en que se apoya la


solicitud de extradición no sólo se indican los nombres de los
acusados, sino los lugares y fechas o épocas en que los actos
determinantes determinantes del concierto para delinquir tuvieron
ocurrencia.

Si a ello se agrega que la legislación procesal de los Estados Unidos


se estructura sobre el sistema acusatorio, y que el pliego enjuiciatorio
lo formula el fiscal o el gran jurado, según el caso, que en éste la
acusación del gran jurado es un pliego de cargos en contra del
procesado para que se defienda de ellos en juicio, que contiene la
descripción de la conducta típica imputada, con las circunstancias que
la especifican, el lugar y la fecha o época de su ocurrencia, y señala
las disposiciones sustanciales realizadas y su ubicación genérica y
específica en el Código de la materia, es evidente que la persona
reclamada en extradición en este caso, ha sido acusada y llamada a
responder en juicio por las autoridades de los Estados Unidos de
América.

Debido a ello, carecen de fundamento las consideraciones expuestas


en sentido contrario por la defensa del requerido en extradición, pues,
tal cual ha sido dicho por la jurisprudencia, entre otros

37
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

pronunciamientos en el concepto párrafos arriba mencionado, si bien


tanto el indictment de los Estados Unidos de América como la
resolución de acusación que como acto de calificación del mérito del
sumario profiere la Fiscalía en Colombia, guardan algunas similitudes y
diferencias, esto obedece precisamente a que corresponden a piezas
procesas de sistemas judiciales sustancialmente distintos, lo cual, sin
embargo, no impide establecer, como se ha dejado visto, su
equivalencia, dado que con uno y otro instrumento se da inicio formal a
la etapa de juzgamiento, en la que se formulan cargos por la
realización de determinado comportamiento sancionado con pena
privativa de libertad.

De admitirse la tesis de la defensa sobre la no equivalencia del


indictment con la resolución de acusación en el sistema colombiano, o
que la extradición de ciudadanos colombianos por nacimiento
únicamente resulta viable cuando éstos son efectivamente
condenados en el exterior, llevaría a tener que reconocer que sólo es
posible conceptuar favorablemente a la extradición ante los Estados
que tienen sistemas procesales idénticos al nuestro, lo cual no se
ofrece acertado dado que precisamente bajo el entendido de ostentar
diferencias, la ley colombiana no establece que deba existir identidad
de presupuestos sustanciales y procesales con la resolución de
acusación prevista por el ordenamiento doméstico, menos aún si se
conviene en admitir que en contraste con el colombiano en el sistema
judicial del país que eleva la solicitud (Estados Unidos de América), el
juicio no puede seguir adelante sin la presencia física del procesado,
como para suponer que solamente con base en el fallo con que se
ponga fin habría de ser solicitada la extradición, siendo esto

38
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

precisamente lo que la ley no establece.

Lo cierto del caso es que si una persona de nacionalidad colombiana,


incluso extranjera, reside en Colombia pero ha delinquido en el exterior
y por razón de ello se solicita su extradición para comparecer a juicio,
mal puede pretender que allí se le juzgue de acuerdo con las
disposiciones sustanciales y procesales que rigen en Colombia, o que
se apliquen instituciones que la legislación foránea no establece. Por
razón de ello, resulta un desatino exigir, como se persigue por la
defensa, que el indictment “debería acompañarse de una pieza
procesal de carácter judicial que probara, o al menos certificara, de
modo y manera exhaustiva, los hechos o conductas que van a
juzgarse”.
Tampoco asiste razón a la defensa cuando sostiene que en la
documentación allegada no obra la indicación exacta de los actos que
determinaron la solicitud de extradición, y del lugar y la fecha en que
fueron efectuados.

Tal como se indicó en la providencia mediante la cual la Sala resolvió


las pretensiones probatorias de los intervinientes en el trámite, en la
Nota Verbal número 492 por medio de la cual la Embajada de los
Estados Unidos de América formaliza el pedido de extradición, se
dedica capítulo especial a “los hechos del caso” donde se precisan los
aspectos que la defensa echa de menos (fl. 140 anexo). Asimismo, en
el capítulo III de la declaración jurada rendida en apoyo de la solicitud
de extradición, rendida por el Fiscal Asistente Charles E. Duross, se
realiza un “resumen de los hechos del caso” (fl. 79). Igual sucede en el
affidávit rendido por los Agentes Especiales del Servicio Federal de

39
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

Investigación (FBI) y la Administración Antidrogas (DEA) Paul H.


Twehues III y Jarrett B. Wolf como sin dificultad puede leerse a folios
52 a 57 de la carpeta anexa.

Del mismo modo, en la resolución de acusación fundamento de la


solicitud, se precisa que los hechos determinantes del concierto para
importar a los Estados Unidos de América y para poseer con
intenciones de distribuir allí sustancias estupefacientes, iniciaron a
llevarse a cabo alrededor de 1985 y continuaron hasta el 8 de enero de
2004, fecha del documento acusatorio, en el Condado de Miami-Dade,
en el Distrito Meridional de Florida y en otros lugares.

Todo lo anterior denota la sin razón del planteamiento en sentido


contrario.

En consecuencia, la Corte halla satisfecho el requisito en mención.

6.- EL CONCEPTO.

La Corte es del criterio de que el Gobierno Colombiano puede


extraditar al ciudadano colombiano CARLOS FELIPE TORO
SÁNCHEZ por razón de los cargos a que se contrae la solicitud, esto
es el CARGO UNO “Concierto para importar a los Estados Unidos
desde un lugar fuera de los Estados Unidos, una sustancia controlada
de la Lista II, a saber, cinco kilogramos o más de una mezcla y
sustancia que contenía una cantidad perceptible de cocaína”) y el
CARGO DOS (“Concierto para poseer con la intención de distribuir
una sustancia controlada de la Lista II, a saber, cinco kilogramos o
40
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

más de una mezcla y sustancia que contenía una cantidad perceptible


de cocaína”), contenidos en la resolución acusatoria sustitutiva No. 99-
804-CR-ALTONAGA (s) (s) (s), introducida el 8 de enero de 2004 por
un Gran Jurado ante la Corte Distrital de los Estados Unidos de
América para el Distrito Sur de Florida, conforme lo solicita el
Gobierno de los Estados Unidos de América, pues se satisfacen los
requisitos preestablecidos a estos efectos, como viene de
demostrarse, exclusivamente por conductas realizadas con
posterioridad al 17 de diciembre de 1997, esto es, a la
promulgación del Acto Legislativo 01 de 1997.

Esto último, en razón de la prohibición constitucional contenida en el


artículo 35 de la Carta Política, modificado por el Acto Legislativo 01 de
1997, según el cual “no procederá la extradición cuando se trate de
hechos cometidos con anterioridad a la promulgación de la presente
norma”, lo que tuvo lugar el 17 de diciembre de 1997, como de ello da
cuenta el Diario Oficial No. 43195 de esa fecha.

Ello por cuanto en la documentación allegada por la Embajada de los


Estados Unidos de América se atribuye al requerido en extradición la
realización de comportamientos delictivos con anterioridad a dicha
fecha, siendo pertinente entonces, que la Corte dé aplicación directa a
dicho precepto y haga la aclaración correspondiente.

6.1.- Aclaración final.-

En atención a lo manifestado por la defensa y el Ministerio Público

41
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

sobre el particular, es de advertir, finalmente, que atañe al Gobierno


Nacional, si en ejercicio de su competencia lo estima, subordinar la
concesión de la extradición a las condiciones que considere oportunas,
exigiendo en todo caso, que el solicitado no vaya a ser juzgado por un
hecho distinto al que motiva la extradición, ni sometido a penas o tratos
crueles inhumanos o degradantes, o a castigos diferentes a los que se
le hubieren impuesto en la condena, y si la legislación del Estado
requirente pena con la muerte el injusto que motiva la extradición, la
entrega se hará bajo la condición de que tal pena sea conmutada, en
orden a lo contemplado en el artículo 512 del Código de Procedimiento
Penal.

Lo que no resulta procedente, es la pretensión de la defensa porque la


Corte prevenga al Gobierno Nacional para que dé aplicación a lo
establecido por el artículo 522 del Código de Procedimiento Penal y
condicione la extradición a que se difiera la entrega hasta cuando se
juzgue y cumpla la pena o hasta que por cesación de procedimiento o
sentencia absolutoria haya terminado el proceso que, según dice,
cursa en Colombia, pues bastante ha sido dicho que de lo previsto por
los artículos 508 y siguientes del Código de Procedimiento Penal se
establece que la existencia de otros procesos en contra del solicitado,
es asunto que le compete determinar o verificar al Ministerio del
Interior y de Justicia, siendo dicha autoridad quien, de acuerdo con sus
facultades, habrá de establecer si en Colombia existe el proceso a que
en este caso se refiere el defensor, y de ser ello cierto, si se aviene a
las hipótesis previstas por el artículo 522 del Código de Procedimiento
Penal, y definir si concede o niega la extradición, o eventualmente
concederla difiriendo la entrega del solicitado, para lo cual, el Gobierno

42
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

Nacional bien se halla facultado para obrar según las conveniencias


nacionales (art. 519 ejusdem).

Por consiguiente, es a esa autoridad, al Gobierno, a quien la defensa


podría plantear sus inquietudes al respecto, pues la disposición
procesal que el peticionario invoca, tiene por destinatario al Gobierno
Nacional y no a la Corte, ya que la decisión que de ella demanda el
Poder Ejecutivo no es una orden de extraditar o dejar de hacerlo, sino
un concepto jurídico que se regula en los parámetros concretos que
señala el artículo 520 del Código de Procedimiento Penal, sin que allí
se contemple la necesidad de establecer la concurrencia de la
hipótesis que la defensa invoca.

En mérito de lo expuesto, LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA


DE CASACIÓN PENAL,

CONCEPTÚA FAVORABLEMENTE a la extradición del ciudadano


colombiano CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, solicitada al
Gobierno de Colombia por su homólogo de los Estados Unidos de
América, por razón de los cargos a que se contrae la solicitud:
CARGO UNO “Concierto para importar a los Estados Unidos desde
un lugar fuera de los Estados Unidos, una sustancia controlada de la
Lista II, a saber, cinco kilogramos o más de una mezcla y sustancia
que contenía una cantidad perceptible de cocaína”) y CARGO DOS
(“Concierto para poseer con la intención de distribuir una sustancia
controlada de la Lista II, a saber, cinco kilogramos o más de una
mezcla y sustancia que contenía una cantidad perceptible de
cocaína”), contenidos en la resolución acusatoria sustitutiva No. 99-

43
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

804-CR-ALTONAGA (s) (s) (s), introducida el 8 de enero de 2004 por


un Gran Jurado ante la Corte Distrital de los Estados Unidos de
América para el Distrito Sur de Florida, exclusivamente por
conductas realizadas con posterioridad al 17 de diciembre de
1997, esto es, a la promulgación del Acto Legislativo 01 de 1997.

Por la Secretaría de la Sala, comuníquese esta determinación al


requerido señor CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ, a su defensor de
confianza, al Ministerio Público y al Fiscal General de la Nación para lo
de su cargo en relación con el detenido preventivamente con fines de
extradición.

Devuélvase el expediente al Ministerio del Interior y de Justicia para


los trámites subsiguientes de ley.

HERMAN GALÁN CASTELLANOS

SIGIFREDO ESPINOSA PÉREZ ALFREDO GÓMEZ QUINTERO

EDGAR LOMBANA TRUJILLO ALVARO O. PÉREZ PINZÓN

44
EXTRADICIÓN. RADICACIÓN: 2 2. 1 0 9
CARLOS FELIPE TORO SÁNCHEZ

MARINA PULIDO DE BARÓN JORGE L. QUINTERO MILANÉS

YESID RAMÍREZ BASTIDAS MAURO SOLARTE PORTILLA

TERESA RUIZ NÚÑEZ


Secretaria

45

También podría gustarte