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P.

ÁNGEL PEÑA BENITO


AGUSTINO RECOLETO

¿ DÓNDE ESTÁN LOS NIÑOS

MUERTOS SIN BAUTISMO ?

LIMA – PERÚ
2003

1
¿ DÓNDE ESTÁN LOS NIÑOS
MUERTOS SIN BAUTISMO ?

Nihil Obstat
P. Fortunato Pablo
Prior Provincial
Agustino Recoleto

Imprimatur
Mons. Carmelo Martinez
Obispo de Chota (Perú)

2
P. ÁNGEL PEÑA O.A.R.
LIMA – PERÚ
2003

ÍNDICE GENERAL

INTRODUCCIÓN
PRIMERA PARTE:
SALVACIÓN DE ESTOS NIÑOS
Historia de la cuestión
Importancia del bautismo
Salvación de estos niños
Sagrada Escritura
Motivos de salvación.
a) Iluminación y Martirio
b) La fe de los padres
c) La fe de la Iglesia
SEGUNDA PARTE:
SALVACIÓN INMEDIATA O NO INMEDIATA
Salvación inmediata
Salvación no inmediata
a) Sagrada Escritura
b) La Iglesia y los teólogos
Opinión de Santo Tomás
Opinión de Partemio Minges
Reflexión
¿Qué dicen algunos santos?
Místicos actuales
Santa Perpetua
TERCERA PARTE:
MEDIOS DE SALVACIÓN
La misa
Bautismo espiritual
Caminos de salvación
Adopción espiritual
Adopción espiritual de un niño abortado
CUARTA PARTE:
TESTIMONIOS Y EXPERIENCIAS
Experiencias reales
La Siquiatría
La Siquiatría y el budismo

3
Renovación carismática católica
Sobre el bautismo espiritual
Poner un nombre
Consideraciones finales
Palabras de un niño abortado.
Carta de una madre a Dios
Mensaje a los padres de los niños muertos sin bautismo

CONCLUSIÓN GENERAL

BIBLIOGRAFÍA

INTRODUCCIÓN

El tema del destino eterno de los niños muertos sin bautismo ha sido uno de los problemas
que más dolores de cabeza ha dado a los teólogos de todos los tiempos. Este tema es muy importante,
pues comprende a millones y millones de seres humanos. Y hay que tratarlo con la debida mesura,
porque, sobre este punto, no hay ninguna definición dogmática. Por otra parte, ciertamente, hay que
reconocer que la mayoría de los teólogos y sacerdotes actuales creen que estos niños van
directamente al cielo y no se hacen más preguntas ni problemas.

El tema del limbo eterno de los niños, que fue una opinión teológica común durante varios
siglos, parece estar descartado definitivamente, pues ya no se habla de él en el concilio Vaticano II ni
en el nuevo Catecismo de la Iglesia católica. Sin embargo, hay que reconocer también que la idea de
que estos niños sean salvados inmediatamente después de su muerte, es también una opinión
teológica, al igual que la de que estos niños son salvados después de estar un tiempo en un limbo
temporal. Estas son las dos alternativas posibles que se barajan en la actualidad.

En resumidas cuentas, nuestro estudio trata de estas dos alternativas para ver cuál es la más
aceptable. Para ello, estudiaremos textos de la Escritura, del Magisterio de la Iglesia y muchos
testimonios de personas dignas de fe, que nos pueden llevar a tomar una opción probable en este
tema tan controvertido, pero, a la vez, tan importante.

Podríamos resumir el tema, preguntando: ¿Dónde están los niños muertos sin bautismo? ¿Son
salvados inmediatamente después de su muerte o después de un tiempo? ¿Existe o no existe un limbo
temporal para ellos? ¿Están todos ya en el cielo o pueden estar muchos de ellos todavía en espera, en
camino hacia Dios?

El presente libro es un resumen de otro más amplio y teológico, que he titulado “El destino
de los niños muertos sin bautismo”. Quiero dedicarlo a todas las religiosas del mundo y a todos
aquellos que deseen orar por la salvación de estos niños, especialmente, por los millones de niños
abortados. A estas personas mi admiración y agradecimiento.

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PRIMERA PARTE

SALVACIÓN DE ESTOS NIÑOS

En esta primera parte, vamos a considerar la cuestión de la salvación de estos niños muertos
sin bautismo. En caso de que puedan ser salvados, analizaremos los motivos de su salvación y
expondremos diferentes opiniones de los teólogos y, muy especialmente, la que considera que son
salvados por la fe de la Iglesia Pero, primero, veamos un poco de historia sobre este controvertido
tema.

HISTORIA DE LA CUESTIÓN

San Gregorio Nacianceno (+389) dice, sobre los niños que mueren sin bautismo, que “sus
almas no serán recompensadas ni castigadas”, dando a entender que, en su opinión, irían a un lugar
intermedio entre el cielo y el infierno (Orat 40, 23; PL 36, 398). San Gregorio Niseno dice que
“están llamados a alegrarse en un conocimiento de acuerdo con su naturaleza”, es decir, que
vivirían con una felicidad puramente natural, pero no con la felicidad sobrenatural del cielo y
tampoco serían castigados con el infierno (“De infantibus qui praemature moriuntur”: PG 46, 161).

San Agustín (354-430) es el primero de los Padres latinos que se plantea esta cuestión en
profundidad. Antes de la controversia con los pelagianos, que negaban la existencia del pecado
original, creía que iban también a un lugar intermedio entre el cielo y el infierno (De libero arbitrio 3,
226). Pero los pelagianos, al negar la existencia del pecado original, decían que estos niños no
necesitaban el bautismo salvarse y que iban directamente a un lugar intermedio o “vida eterna”. No
todos los autores están de acuerdo en saber qué entendía Pelagio por este lugar intermedio o vida
eterna ¿Era solamente un paso previo para llegar al reino de los cielos?

Lo cierto es que San Agustín arremetió contra Pelagio por negar la necesidad del bautismo
para ser liberados del pecado original y cambió su posición, afirmando en diferentes textos que estos
niños iban al infierno, donde padecerían penas suavísimas. Para confirmar esto, cita, especialmente,
el texto del juicio final de Mat, 25, 31- 46, donde sólo se habla de cielo o infierno, de derecha o
izquierda. No se habla aquí, ni en ningún otro lugar del Evangelio, de un lugar intermedio y, por eso,
lo rechaza.

Siguiendo a San Agustín, muchos otros teólogos hablaron también de que el destino eterno de
estos niños era el infierno con penas muy leves.

En el siglo XII, Santo Tomás pensó que estos niños inocentes no podían ir al cielo, pero
tampoco podían padecer ninguna clase de penas en el infierno, por muy leves que fueran. Así habló
del limbo eterno, donde estos niños serían felices con una felicidad puramente natural por toda la
eternidad.

Observemos que la palabra limbo viene del latín limbus y significa la orla del vestido, su
reborde o límite final. Se llamaba así al limbo de los niños, porque se creía que estaba al borde o en
los límites del infierno. No se sabe quién fue primero en usar esta palabra.

San Alberto Magno (+ 1280), maestro de Santo Tomás de Aquino, fue uno de los primeros en
usar esta expresión (Lib IV Sent, dist, 1, art 20).

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Guillermo de Auvernia usó esta palabra en su obra “De vitiis et peccatis”, escrita en 1230. Y,
a partir de Santo Tomás, esta palabra se usa normal y universalmente para designar al lugar o estado
al que iban los niños muertos sin bautismo y que no era el cielo ni el infierno y en el cual serían
felices con una felicidad puramente natural.

A partir de Santo Tomás, la mayoría de los teólogos aceptaron la idea del limbo eterno para
estos niños, excepto algunos teólogos que siguieron con la opinión de San Agustín. Solamente, a
partir de finales de siglo XIX, empezaron algunos teólogos a plantear, tímidamente al principio, la
idea de la salvación de estos niños, ya que la idea del limbo eterno había sido siempre una opinión
teológica, pues nunca la Iglesia se había manifestado dogmáticamente a favor ni en contra.

Hasta mediados del siglo XX, prevaleció en los teólogos la opinión común del limbo de los
niños. En el concilio Vaticano II (1962-1965) no se quiso tratar a propósito este tema ni tampoco en
el nuevo Catecismo de la Iglesia católica. Pero, después del concilio, se multiplicaron las opiniones a
favor de la salvación de estos niños. Citaremos a algunos de los teólogos que aceptaban su salvación,
incluso antes del concilio: Baum-Gartmer, Rondet, Boudes, Martelet, Paul Tihon, Jean Galot,
Labourdette, Nicolas, Moliné, Richard…

Roberto Masi resumía, en 1964, la opinión de muchos teólogos diciendo: “Es siempre
posible admitir que Dios provea a la salvación de tantos y tantos niños muertos sin bautismo a
través de vías extraordinarias, que sólo Él conoce… Ciertamente, Dios ama a estos niños mucho
más que nosotros” (Revista Euntes docete, XVIII, 1964).

A partir de 1971, en el nuevo ritual de Exequias, se mencionan las misas por los niños
muertos sin bautismo, lo que quiere decir que les pueden aprovechar para su salvación. Y en el
Catecismo de la Iglesia católica se nos habla de “orar por su salvación” (Cat 1283). Parece
descartarse definitivamente la idea del limbo eterno para estos niños, pero ¿existirá un limbo
temporal antes de conseguir la salvación eterna?

No pensemos que hablar del limbo en la actualidad es hablar de cosas irreales. Ciertamente,
la palabra limbo esta desprestigiada. Cuando decimos que una persona está fuera de la realidad,
decimos que está en el “limbo”. Pero ¿existirá un tiempo en el que los niños, muertos sin bautismo,
no estén todavía en el cielo? ¿Dónde estarían? ¿En un estado de cielo natural, cielo infantil o limbo
temporal? Lo de menos es la palabra que usemos. Lo importante es la posibilidad de un tiempo de
espera antes de “entrar”en el cielo.

IMPORTANCIA DEL BAUTISMO

Debemos partir del hecho del pecado original, que es un dogma de fe. El pecado de Adán y
Eva fue el mayor desastre de la humanidad. Ellos perdieron la gracia de Dios, es decir, el don
sobrenatural que les daba la capacidad para ir al cielo y disfrutar de la plena felicidad de su padre
Dios. Ellos lo rechazaron por el pecado y quedaron privados de la vida de Dios en su alma y de su
derecho al cielo. Además, perdieron también los dones preternaturales de inmortalidad, impasibilidad
(no sufrir), integridad (equilibrio interior) y ciencia infusa. El problema fue que Adán perdió estos
dones, no sólo para él, sino también para todos sus descendientes por ser el padre de toda la
humanidad. Dice Sto. Tomás: “Todos los nacidos de Adán pueden considerarse como un hombre
por razón de participar de la naturaleza recibida del primer padre” (S. Th. q. 81, a. 1). Por otra
parte, el alma quedó con cuatro heridas, según Sto. Tomás: ignorancia (dificultad para conocer la

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verdad), malicia (debilitación de la voluntad), fragilidad (cobardía ante las dificultades para obrar el
bien) y concupiscencia (apetito desordenado de satisfacer los sentidos).1

Al pecar Adán y Eva, quedaron reducidos al estado puramente natural y, desde entonces,
todos los seres humanos son concebidos en estado natural, sin poder por sí mismos conseguir el
estado sobrenatural y la capacidad y el derecho de ir al cielo. De ahí que los niños que mueren sin
bautismo y con el pecado original, es decir, en estado natural, no pueden ir directamente al cielo al
morir, aunque sigan disfrutando de los bienes naturales de su naturaleza humana, que Dios no se los
ha quitado.

Pero Dios, en su infinita bondad y misericordia, ha pensado en darnos un medio fácil de


solucionar el problema del pecado original y llevarnos al cielo: el bautismo, al igual que en el
Antiguo Testamento lo era la circuncisión para los judíos.

El bautismo es una obra maravillosa de la gracia divina, que nos eleva al orden sobrenatural y
nos incorpora a Cristo en la Iglesia. El bautismo nos hace “una nueva criatura, un hijo adoptivo de
Dios, partícipes de la naturaleza divina, miembros de Cristo, coherederos con Él y templos del
Espíritu Santo” (Cat 1265). Además, imprime en el alma una marca o sello indeleble, llamado
carácter. En virtud de este carácter se establece una distinción invisible, pero real, entre cristianos y
no cristianos. En virtud del carácter bautismal, el bautizado recibe la facultad y el derecho de
participar del sacerdocio de Cristo (sacerdocio de los fieles) y el poder de recibir otros sacramentos
con los dones y gracias que Cristo confió a su Iglesia. El carácter es como una consagración del
bautizado a Jesucristo, lo que le impone la obligación de llevar una vida verdaderamente cristiana.

En resumen, el bautismo nos incorpora al cuerpo místico de Cristo en la Iglesia, nos hace
hijos de Dios y cristianos, y nos da la santificación interior, al infundir la gracia divina, con la
remisión del pecado original y de todos los pecados personales y de las penas debidas a estos
pecados.

Como sabemos, se distinguen tres clases de bautismo: de agua, de sangre y de deseo. De estos
tres, solamente el primero es sacramento y marca al alma con el sello indeleble, llamado carácter. El
bautismo de agua, en la Iglesia católica, produce su efecto pleno; en las iglesias cristianas no
católicas, tiene una eficacia limitada, pues no entran a formar parte de la Iglesia de Cristo en
plenitud.

El bautismo de sangre es el que reciben los que mueren por Cristo. El bautismo de deseo es el
que reciben los que, sin conocer a Cristo ni a su Evangelio, viven de acuerdo a su conciencia y hacen
la voluntad de Dios, pues se supone que, si conocieran a Cristo y su Evangelio de verdad, desearían
bautizarse. Ciertamente que “todo hombre que, ignorando el Evangelio de Cristo y su Iglesia, busca
la verdad y hace la voluntad de Dios según él la conoce, puede ser salvado. Se puede suponer que
semejantes personas habrían deseado explícitamente el bautismo, si hubiesen conocido su
necesidad”(Cat 1260).

Ahora bien, recordemos que el bautismo es el sacramento de la fe y produce su efecto en


virtud de la fe de la Iglesia y no en virtud de la fe del niño, que es incapaz de hacer actos de fe.
Incluso, aunque falte la fe al ministro que bautiza, a los padres, a los padrinos y a todos los presentes
a la ceremonia, el bautismo producirá su efecto en virtud de la fe de la Iglesia, que suplirá la falta de
fe de los presentes, siempre que el rito se haga conforme a la práctica de la Iglesia y se haga con la

1
Ludwig Ott, Manual de teología dogmática, Ed Herder, Barcelona, 1966 p. 189

7
intención de hacer lo que hace la Iglesia. Por este motivo, en casos especiales, también pueden
bautizar los no cristianos.

Dice el Catecismo que “los niños son bautizados en la fe de la Iglesia” (Cat 1282). Y en el
rito del bautismo, se pregunta a los padres: “¿Quieren que su hijo sea bautizado en esta fe de la
Iglesia que todos juntos acabamos de profesar?”

Agradezcamos a Dios el don de nuestro bautismo, recordemos ese día con agradecimiento y
vivamos nuestro bautismo, siendo verdaderos cristianos e hijos de Dios. Recordemos las palabras del
Papa Juan Pablo II el día del Bautismo del Señor (13-1-2002), al celebrar algunos bautismos en el
Vaticano:

“Estos niños, al recibir en la Iglesia el sacramento del bautismo, se transforman en hijos de


Dios, hijos en el Hijo. Es el misterio del segundo nacimiento... La gracia de Cristo
transformará su existencia de mortal en inmortal, libertándola del pecado original. Dad
gracias al Señor por el don de su nacimiento y de su renacimiento espiritual hoy. Estos niños
reciben hoy el bautismo sobre la base de vuestra fe... ¿Pero podrán abrirse a la fe, si no
reciben un buen testimonio de ella de parte de los adultos que los rodean? Estos niños os
necesitan, en primer lugar, a vosotros, queridos padres; también os necesitan a vosotros,
queridos padrinos y madrinas, para aprender a conocer al Dios verdadero, que es amor
misericordioso. A vosotros, corresponde introducirlos en ese conocimiento, en primer lugar,
mediante el testimonio de vuestra conducta...

¿Qué fuerza permite a estos niños, inocentes e inconscientes, realizar un “paso” espiritual
tan profundo? Es la fe, la fe de la Iglesia, profesada en especial por vosotros, queridos
padres, padrinos y madrinas. Precisamente, en esta fe son bautizados vuestros pequeños.
Cristo no realiza el milagro de regenerar al hombre sin la colaboración del mismo hombre y
la primera colaboración de la criatura es la fe con que ésta, interiormente atraída por Dios,
se encomienda libremente a sus manos. Estos niños reciben hoy el bautismo sobre la base de
vuestra fe, que dentro de poco os pediré que profeséis. ¡Cuánto amor, amadísimos hermanos,
cuánta responsabilidad en el gesto que haréis en nombre de vuestros hijos!”. (Revista
Ecclesia N° 3,085 del 26-1-2002, p.32).

El bautismo es una obra maestra de la gracia divina. Es un regalo maravilloso de la


misericordia de Dios y una manifestación gloriosa de la gratuidad de la gracia. Somos
justificados y participamos de la vida divina en virtud de los méritos de Cristo por pura gracia
y misericordia. Por eso, san Gregorio Nacianceno decía que “ el bautismo es el don más
grande y magnífico de los dones de Dios”(Or 40,3-4)

SALVACIÓN DE ESTOS NIÑOS

La Iglesia habla frecuentemente de la posibilidad de salvación de estos niños. Dice el


concilio Vaticano II:

“ Debemos creer que el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que en en la forma
de sólo Dios conocida, se asocien al misterio pascual” (GS 22, LG 16; AG 7).

Y el Catecismo de la Iglesia católica:

8
“La Iglesia ve la razón de esta posibilidad en la voluntad salvífica universal de Dios y en la
necesidad del bautismo para la salvación” (Cat 1256). “Dios ha vinculado la salvación al
sacramento del bautismo, pero su intervención salvífica no queda reducida a los
sacramentos” (Cat 1257).

“En cuanto a los niños muertos sin bautismo la Iglesia sólo puede confiarlos a la
misericordia divina, como hace en el rito de las exequias por ellos. En efecto, la gran
misericordia de Dios, que quiere que todos los hombres se salven, y la ternura de Jesús con
los niños... nos permiten confiar en que haya un camino de salvación para los niños que
mueren sin bautismo” (Cat 1261).

“En cuanto a los niños muertos sin bautismo, la liturgia de la Iglesia nos invita a tener
confianza en la misericordia divina y a orar por su salvación” (Cat 1283).

En estos textos, se habla de la posibilidad de salvación y de tener confianza en la misericordia


de Dios, pero hay algunos textos más claros. Por ejemplo:

“La vocación suprema del hombre en realidad es una sola, la divina” (Vat II, GS 22; Cat
1260). Lo que quiere decir que no puede hablarse de una vocación natural en un limbo eterno para
estos niños y otra sobrenatural para los que van al cielo. Todos estamos llamados al cielo y todos
estamos comprendidos en el mismo plan de salvación de Dios en Cristo.

La Iglesia es “instrumento de la redención universal” (Vat II, LG 9). Por eso, decía Juan
Pablo II en la declaración Dominus Jesus del 6-8-2000:

“Es necesario mantener unidas estas dos verdades, o sea, la posibilidad real de la salvación
de Cristo para todos los hombres y la necesidad de la Iglesia en orden a esta misma
salvación” (No. 20).

Y en la encíclica Redemptor hominis:

“Mediante la encarnación, el Hijo de Dios se ha unido en cierto modo a todo hombre... Se


trata de cada hombre, porque cada uno ha sido comprendido en el misterio de la Redención
y con cada uno se ha unido Cristo para siempre, por medio de este ministerio. El hombre tal
como ha sido querido por Dios, tal como Él lo ha elegido eternamente y ha sido llamado y
destinado a la gracia y a la gloria, tal es precisamente cada hombre. Es el hombre en toda la
plenitud del misterio, del que se ha hecho partícipe en Jesucristo, misterio del cual se hace
partícipe cada uno de los cuatro mil millones de hombres vivientes sobre nuestro planeta,
desde el momento en que es concebido en el seno de la madre” (III, 13).

Esto quiere decir que todo ser humano tiene una relación indisoluble con Cristo Redentor y,
por tanto, con la salvación que vino a traernos. Todo hombre, pues, sin excepción, está incluido en el
plan de salvación de Dios en Cristo, ya que la creación tuvo una finalidad cristocéntrica y nadie
puede estar fuera del plan de salvación de Jesucristo.

El gran teólogo alemán Karl Rhaner decía:

“El niño aún sin bautizar, a pesar del pecado original, es ya objeto de la infinita
misericordia de Dios. Dios lo ve unido a su unigénito Hijo. Este niño tiene ya, por ello, con

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el Hijo, un derecho, si bien todavía no actualizado, por lo menos remoto a la herencia
eterna”.2

Por tanto, podemos creer que estos niños también se salvarán un día. Otro punto a estudiar es,
si existen textos de la Escritura, que hablen de la salvación de estos niños.

SAGRADA ESCRITURA

Hay muchos textos bíblicos, que nos hablan de la salvación de estos niños en virtud de la
voluntad salvífica universal de Dios y de la solidaridad de todos los hombres de Cristo. Si somos
solidarios en el pecado con Adán, también lo somos en la gracia por Cristo. Veamos algunos textos:

“Por un hombre vino la muerte, también por un hombre vino la resurrección de los muertos.
Y así como por Adán hemos muerto todos, así también en Cristo todos somos vivificados” (1
Co 15,21-22).

“Como por la transgresión de uno solo llegó la condenación a todos, así también por la
justicia de uno solo llega a todos la justificación de la vida. Donde abundó el pecado
sobreabundó la gracia, para que como reinó el pecado por la muerte, así también reine la
gracia por la justicia para la vida eterna por Jesucristo, nuestro Señor” (Rom 5,15,21).

“Todos pecaron y todos están privados de la gloria de Dios, y ahora son justificados
gratuitamente por su gracia, por la redención de Cristo Jesús” (Rom 3,23).

“Dios nos encerró a todos en la desobediencia para tener de todos misericordia” (Rom
11,32).

“Dios que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó... nos dio vida por
Cristo y nos resucitó y nos sentó en los cielos en Cristo Jesús” (Ef 2,4-5).

“Gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo” (1 Co
15,57).

“Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1
Tim 2,4).

“El hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido” (Lc 19,10).

“Cristo murió y resucitó para dominar sobre vivos y muertos” (Rom 14,9).

Y, hablando de los niños, Jesús nos dice con toda claridad:

“Dejad que los niños se acerquen a Mí y no se lo impidáis, porque de los que son como ellos
es el reino de Dios y abrazándolos los bendijo, imponiéndoles las manos” (Mc 10,14-16).

“Quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él” (Lc 18,17).

2
Escritos de Teología, Ed Taurus, Madrid, 1963, p.237.

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“Mirad de no despreciar a ninguno de estos pequeños; porque, en verdad os digo, que sus
ángeles ven de continuo en el cielo el rostro de mi Padre que está en los cielos” (Mt 18,10).

“La voluntad de vuestro Padre, que está en los cielos, es que no se pierda ninguno de estos
pequeñitos” (Mt 18,14).

Jesús tenía un amor especial por los niños “y los abrazaba y los bendecía, imponiéndoles las
manos” (Mc 10,16).

En todos estos textos aparece claramente la voluntad salvífica de Dios sobre todos y cada uno
de los hombres. Incluso, Jesús habla concretamente de los niños, pues el Padre no quiere que se
pierda ninguno de estos pequeñitos (Mt 18,14). Si todos hemos sido solidarios en el pecado de Adán,
también somos solidarios en la salvación que nos trae Jesucristo.

Jesús es “el Cordero que quita el pecado del mundo” (Jn 1, 29), es decir, el pecado de todos
los hombres, ya que no se excluye ningún pecado; por tanto, también está incluido el pecado
original. Jesús es “la luz verdadera que, viniendo a este mundo, ilumina a todo hombre”. Se dice
con claridad a todo hombre sin excluir a ninguno. Por eso, el Padre celestial lo ha exaltado para que
“toda lengua confiese que Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre” (Fil 2, 11).

Jesús está llamado a ser Rey del universo. Y su realeza y su señorío alcanza a los cielos y a la
tierra y a todo el Universo y a todo hombre sin excepción. Por eso, el Padre “ha querido reconciliar
por Él todas las cosas, pacificando con la sangre de su cruz así las de la tierra como las del cielo”
(Col 1,19-20).

Y este señorío universal y esta realeza de Jesús, sólo podrá realizarse en plenitud, si estos
niños también se salvan y les alcanza a ellos también la voluntad salvífica universal de Dios en
Jesucristo. Por consiguiente, creemos que estos textos bíblicos nos señalan que estos niños también
pueden ser salvados para gloria de Dios.

Lo que sí debemos anotar es que, en ningún momento, se dice que sean salvados
inmediatamente después de su muerte.

MOTIVOS DE SALVACIÓN

Vamos ahora a analizar los motivos que dan algunos teólogos para justificar la salvación de
estos niños, ya que no han sido bautizados.

a) Iluminación y martirio

Algunos teólogos hablan de que estos niños al morir son iluminados con la luz de Dios, que
les hace darse cuenta de quiénes son y para qué han sido creados, de modo que puedan hacer un acto
plenamente consciente y libre de aceptar a Dios o desear el bautismo, con lo cual recibirían
inmediatamente su salvación o irían directamente al cielo.

Sin embargo, esta opinión no puede probarse, pues estos niños mueren en estado natural por
el pecado original. Normalmente, Dios quiere nuestra colaboración en la salvación de los demás y
estos niños no pueden salvarse por sí mismos. Además, en esta teoría cabría la posibilidad de que

11
algunos de estos niños rechazaran a Dios y fueran al infierno, lo que nos parece, en nuestra opinión,
totalmente descartado.

Otros teólogos hablan de que su muerte prematura por enfermedad, aborto u otras causas,
sería una especie de martirio que les daría el cielo de inmediato. Sin embargo, creemos que, si esto
fuera así, la mayoría de los hombres recibirían este martirio. Pero para hablar de martirio se debe
morir por Cristo y éste no es el caso. Lo mismo digamos de los sufrimientos: para que tengan valor
redentor deben ser ofrecidos a Cristo, aunque sea por los familiares de los niños, ya que ellos no
pueden hacer actos de fe y amor. Pero, en este caso, estaríamos hablando ya de que la fe de sus
padres les puede obtener un bautismo de deseo para ellos.

b) La fe de los padres

Los seguidores de esta opinión afirman que la fe de los padres creyentes (cristianos o no), que
aman a sus hijos y oran por ellos, sería para estos niños, que mueren sin bautismo, una especie de
bautismo de deseo en su favor. El deseo del bautismo de sus padres obraría eficazmente para ellos.
Algunos teólogos lo llaman bautismo vicario de deseo, es decir, bautismo de deseo de los padres a
favor de sus hijos.

EL PAPA SAN GREGORIO MAGNO (604) afirma que antes de la circuncisión, los niños de
los antiguos se salvaban en virtud de la fe de sus padres. Dice: “Lo que hace para nosotros el
bautismo, lo hacía la fe sola de los antiguos a favor de los niños pequeños” (Mor 4, 3).

El teólogo ANSELMO DE LAÓN, en el siglo XII, hablaba ya de que si un niño muere en el


camino a la Iglesia, donde va a ser bautizado, sin negligencia de sus padres, es salvado por la fe de
sus padres.3
STO. TOMÁS afirma que los hombres antiguos se salvaban por la fe en Cristo, que iba a venir,
así como nosotros nos salvamos por la fe en Cristo, que ya vino y sufrió. Ahora bien, para los
antiguos, dice, bastaba con la manifestación exterior de la fe en Dios (De malo q.4, a.8 ad 12). Y
considera que los niños no nacidos o recién nacidos se salvaban por la fe de sus padres. Dice:

“Parece verosímil que los padres dirigirían ciertas oraciones a Dios por los neonatos sobre
todo cuando estaban en peligro de muerte, y les darían alguna bendición como testimonio de
su fe. Y, por su parte, los adultos ofrecerían ellos mismos algunos sacrificios y oraciones”
(III q.70,a.4 ad 2).

Algunos teólogos, a partir de Sto. Tomás, hablan de sacramentos de la naturaleza, a través de


los cuales Dios salvaría a los hombres antiguos, incluidos los niños pequeños, y también a los niños
judíos muertos antes del octavo día, en que se practicaba la circuncisión. Esos niños se salvarían en
virtud de la fe de sus padres, y los adultos, por su fe manifestada en oraciones y sacrificios ofrecidos
personalmente.

GERSON (1429) parece ser el primero en proponer que las oraciones de los padres pueden
suplir el bautismo de agua. Dice:

“Es deber de las mujeres embarazadas y también de sus esposos orar por ellos mismos y por
los otros a Dios, a los santos y a los ángeles custodios de los hombres y también de sus hijos,
todavía en el seno materno, para que si el niño llega a morir antes de recibir el bautismo de
agua, Jesucristo se digne prevenir este bautismo y consagrarlo él mismo con el bautismo del
3
Lottin: Studia mediaevalia, Brujas, 1948, p. 138.

12
Espíritu Santo... aunque sobre este punto, sin una revelación especial, no existe ninguna
certeza”.4

El teólogo CAYETANO (siglo XVI) sigue a la Escuela de Laón del Siglo XII, a Gerson, Biel...
(siglo XV), y dice que para los niños muertos en el vientre de la madre, Dios podría tener un remedio
extraordinario de salvación como la santificación en el útero, algo así como lo hizo con S. Juan
Bautista y Jeremías, tal como afirma Sto. Tomás (III q.68, a.2).

Parece que Cayetano generalizó esta idea, que había sido presentada anteriormente como
simple posibilidad a título excepcional, y la pone como ley ordinaria prevista por Dios en su
providencia. En sus comentarios a la Suma Teológica de Sto. Tomás dice:

“Los hijos de los fieles cristianos, cuando existe la imposibilidad de administrarles el


bautismo, pueden ser salvados por los deseos y oraciones de sus padres y esto no solamente
por un privilegio singular, sino en virtud de una ley común y ordinaria de Dios... El bautismo
de deseo, manifestado por sus padres en nombre del niño, sería suficiente para salvarlos, si
es imposible administrarles el bautismo de agua. En este caso, la madre debe hacerle al niño
la señal de la cruz con la invocación de la Santísima Trinidad y ofrecer al niño moribundo a
Dios en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo... El niño, que muere en el seno de
la madre, puede ser salvado por el deseo de sus padres con una bendición del niño y el
ofrecimiento del niño a Dios con la invocación de la S. Trinidad”. (In S. Theol. III, q.63, a.2
y 11).

Cuando Catarino y otros teólogos quisieron condenar como herética la opinión de Cayetano
en el concilio de Trento, Seripando lo defendió diciendo que, si se condenaba a Cayetano, se seguiría
que la fe sola era más eficaz entre los antiguos que entre nosotros.

EUSEBIO AMORT5 (1692-1775) fue también de la opinión que era probable que estos niños
todavía en el seno de su madre, podían ser justificados en virtud de la oración y de la fe de sus
padres.

IGNACIO BIANCHI6 (1768) dice que los niños que mueren en el vientre de su madre pueden
ser salvados, si la madre tiene cuidado de profesar, a nombre del niño, que acepta la muerte como
prueba de su deseo de bautismo. Para ello indica dos fórmulas de oraciones.

Esta opinión se refiere sólo a la salvación de los niños de padres creyentes (cristianos o no).
Pero ¿qué ocurrirá si los padres no tienen fe en Dios? ¿Podrán salvarse estos niños? Creemos que sí.
Por eso, consideramos que esta opinión es aceptable, pero está incluida en la que veremos a
continuación: la fe de la Iglesia.

4
Gerson: Sermo de Nativitate Virginis Mariae, Paris 1606, III, p. 133.
5
Eusebio Amort: Theologia moralis, Viena, 1758, tomo II, tract II, q. 14.
6
Ignacio Bianchi: De remedio aeternae salutis pro parvulis, Venecia,1768 p.102-194.

13
c) La fe de la Iglesia

Al hablar aquí de la Iglesia, nos referimos a la Iglesia católica, que ha sido constituida por
Dios como “instrumento de redención universal” (Vat II, LG 9). “Es sacramento universal de
salvación, porque siempre unida de modo misterioso y subordinada a Jesucristo, tiene una relación
indispensable con la salvación de cada hombre. Y debe ser firmemente creído que la Iglesia
peregrinante es necesaria para la salvación, pues Cristo es el único mediador y el camino de
salvación” (Juan Pablo II: Dominus Jesus N° 20). Por eso, “la plenitud del misterio salvífico de
Cristo pertenece también a la Iglesia, inseparablemente unida a su Señor” (N°16).

Esto quiere decir que todos los hombres son salvados por Cristo en la Iglesia y por la Iglesia
en Cristo, o, dicho de otro modo, en virtud de la fe y el amor de la Iglesia, que, como Madre de todos
los hombres, comunica a todos la salvación de Jesucristo. Y esta salvación llega también a los niños
muertos sin bautismo, aún en el caso de niños no cristianos o de padres no creyentes, que no tengan
fe.

Y, si esto vale para los niños de padres no creyentes, mucho más para los niños no bautizados
de padres católicos, que se han olvidado de orar por sus hijos o nunca supieron de su existencia,
porque los perdieron a los pocos días de nacer, cuando quizás ni su madre se dio cuenta de estar
embarazada. No importa cuál sea la situación de estos niños o de sus padres, todos pueden recibir la
salvación por la Iglesia en Cristo o por Cristo en la Iglesia.

Ch. V. Heris es el principal exponente de esta opinión. Y dice que estos niños se salvan por la
fe de la Iglesia, pues de otro modo, ¿cómo se salvarían los niños que no tienen padres creyentes?7

Sobre esto, hay un caso concreto en el pueblo de Israel. Los niños judíos no fueron
circuncidados (la circuncisión era para ellos como el bautismo para nosotros) durante 50 años. Dice
el texto bíblico: “El pueblo que salió (de Egipto) estaba circuncidado, pero los nacidos en el
desierto no habían sido circuncidados, pues los hijos de Israel estuvieron durante cuarenta años por
el desierto hasta que perecieron todos los hombres de guerra, salidos de Egipto por no haber
escuchado la voz de Yahvé” (Jos 5, 4-6).

El mismo Sto. Tomás de Aquino, al hablar de este hecho, explica que estos niños sin
circuncisión, al igual que los que morían antes del octavo día en que los circuncidaban, se salvaban
por la fe de sus padres (III, c. 70, a. 4). Aquí debemos entender la fe de sus padres en sentido amplio,
es decir, la fe del pueblo de Dios, como ahora también se salvan por la fe del pueblo de Dios, que es
la Iglesia.

Por consiguiente, podemos decir, que todos los niños muertos sin bautismo son salvados por
Jesucristo Redentor de todos los hombres, a través de la fe de la Iglesia Católica, Madre de todos los
hombres, por quienes ora cada día en la santa misa. Sin embargo, esto no quiere decir que sean
salvados en el mismo momento de su muerte. Podrían ser salvados después de un tiempo.

SEGUNDA PARTE

SALVACIÓN INMEDIATA O NO INMEDIATA

7
V. Heris: Le salut des enfants morts sans bapteme, en la revista la “La Maison-Dieu N°10, 1947.

14
En esta segunda parte, vamos a plantearnos la cuestión más controvertida, si estos niños son
salvados inmediatamente después de su muerte o después de un tiempo más o menos largo. Si van
directamente al cielo al morir, entonces no existiría ningún tiempo de espera o limbo temporal. Pero,
si necesitan de nuestras oraciones después de su muerte para que sean salvados en virtud de la fe de
la Iglesia, eso podría indicarnos que todavía no están en el cielo, sino en un estado de espera o limbo
temporal.

SALVACIÓN INMEDIATA

La mayoría de los teólogos actuales niega la existencia del limbo temporal y acepta
sin discusión que estos niños van directamente al cielo. Afirman que la Iglesia no habla ya del limbo
ni en el concilio Vaticano II ni en el nuevo Catecismo de la Iglesia católica. Pero eso no quiere decir
que la Iglesia niegue la existencia del limbo temporal ni condene a quienes lo afirmen. En el peor de
los casos podría no hablar del limbo eterno, tal como tradicionalmente se ha hablado a lo largo de los
siglos.

Anselmo de Laón habla del niño que muere sin negligencia de sus padres en el camino a la
iglesia, donde va a ser bautizado. Este niño se salvaría en virtud de la fe y amor de sus padres,
manifestado al llevarlo a bautizar. Sto. Tomás habla de la fe de los padres, que dirigirían ciertas
oraciones a Dios por los neonatos, y le darían alguna bendición como testimonio de su fe. Gersón
habla de que las mujeres embarazadas y sus esposos deben orar por sus hijos para que, si el niño
muere antes de recibir el bautismo, Jesucristo lo consagre él mismo con el bautismo del Espíritu
Santo.

Cayetano habla del deseo de bautismo de sus padres, manifestado a través de una bendición y
del ofrecimiento del niño a Dios con la invocación de la Santísima Trinidad (In S. Th. III, q.63, a.2 y
11).

Y así otros teólogos hablan del bautismo de deseo concedido a estos niños en virtud del deseo
de sus padres de que fueran bautizados o del ofrecimiento a Dios a través de sus oraciones y buenas
obras en el caso, inclusive, de que sus padres no sean cristianos.

De modo especial, pensamos en aquellas madres católicas, que comulgan frecuentemente, y,


al comulgar, hacen participar a su hijo, por nacer, de la comunión o común unión con Cristo. Y lo
mismo podemos decir, cuando los padres van a misa con frecuencia, y consagran a su hijo a Jesús
por María o lo bautizan espiritualmente. Algo que podemos hacer también por todos los niños,
todavía vivos, que llegarán a morir sin bautismo.

En estos casos, la fe y amor de la Iglesia, manifestada a través de la fe y oración de sus


padres, que han deseado su bautismo y han orado por el niño y lo han ofrecido a Dios, creemos, que
los lleva directamente al cielo.

Sin embargo, no todos los niños podrían salvarse inmediatamente al morir. Hay millones de
ellos, a quienes nadie ha querido nunca ni han orado por ellos y los han rechazado por el aborto. Para
ellos ¿existe un tiempo de espera o limbo temporal antes de ser salvados?

SALVACIÓN NO INMEDIATA

15
Ya hemos anotado que la Iglesia no ha negado ni condenado la existencia del limbo (ni del
limbo eterno ni mucho menos del temporal). Debemos tener en cuenta la existencia del pecado
original, que es un dogma de fe, que no podemos eludir. Estos niños, al morir sin bautismo y con el
pecado original, podrían quedar en un estado natural y podrían ir al limbo para disfrutar de una
felicidad natural. ¿Podríamos admitir que, en el preciso momento de la muerte, estos niños fueran
salvados por un milagro de la misericordia de Dios? Pudiera ser, pero no consta en absoluto. ¿Podría
Dios iluminarlos con su luz divina para que puedan hacer un acto personal de aceptación de Dios?
Podría, pero tampoco consta. Por eso, no se puede negar la posibilidad, al menos, de que exista este
estado de limbo hasta que sean salvados.

a) Sagrada Escritura

Hay algunos teólogos que aceptan la posibilidad de un limbo temporal. Pero podemos
preguntarnos: ¿Existen textos bíblicos que avalen esta posibilidad? Todos los textos citados en la
primera parte sobre la voluntad salvífica universal de Dios y sobre la salvación de estos niños,
pueden aplicarse a la posibilidad de existencia del limbo temporal o salvación no inmediata; pues, en
ningún momento, ninguno de estos textos habla de salvación inmediata. Hablan de salvación, pero
no dicen cuándo. Luego todos esos textos citados sirven para nuestro propósito. Citemos sólo dos:

“Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1Tim
2, 4).

“La voluntad de vuestro Padre, que esta en los cielos, es que no se pierda ninguno de estos
pequeñitos” (Mt 18, 14).

Pero ¿existe algún texto mas concreto, que pueda referirse al limbo temporal?

El texto al que más acuden los líderes carismáticos es el de 1 Co 15,29: "¿A qué viene
bautizarse por los muertos? Si los muertos no resucitan, ¿para qué bautizarse por ellos?". Aquí se
alude a una práctica del tiempo de San Pablo, de que los familiares vivos se hacían bautizar en
representación de sus familiares muertos, que habían sido paganos y habían muerto sin bautismo,
confiando en la misericordia de Dios de que, por este bautismo a favor de los muertos, éstos serían
salvados.

Veamos lo que dicen algunos escrituristas:

“En cuanto al bautismo por los muertos, piensan algunos que se trata de cristianos ya
bautizados, que se hacían bautizar con la idea de hacer llegar a sus muertos los efectos del
bautismo, cual si se hubiesen bautizado en vida... Desde luego, San Pablo habla de un
bautismo a favor (uper) de los muertos”.8

Evidentemente, para los adultos (ya salvados o condenados) no les serviría. Ya que están
decididos para siempre por Dios o contra Dios. Pero podría servirles a las almas del purgatorio como
una oración en su favor y también, creemos, que podría servirles a estos niños muertos sin bautismo.

Sobre este texto, se han dado muchas interpretaciones distintas, alrededor de treinta y seis.
Para muchos comentaristas, este texto no es claro, aunque trata de una práctica de los primeros
cristianos, al menos en Corinto. Para otros comentaristas, se trata aquí de un bautismo a favor de los
8
Biblia comentada por profesores de Salamanca, BAC, Madrid, 1965, p.447.

16
muertos, que puede ser aplicado directamente a los niños muertos sin bautismo, como hacen algunos
líderes carismáticos, y entonces sería un bautismo espiritual de los muertos, que en la práctica resulta
muy eficaz, como veremos en los apartados siguientes con ejemplos concretos.

Ya Tertuliano en el siglo III hablaba de este texto (1 Co 15,29), diciendo que se trataba de
bautismo “por poder”, por procurador, como se hace también, a veces, en el matrimonio (Liber de
resurrectione carnis 48; ML 2,912). Y, en este caso, es mejor dárselo al interesado, aunque sea
espiritualmente.

Este texto de 1 Co 15,29, sobre la eficacia del bautismo a favor de los muertos, puede ser
corroborado por otros textos:

“Obra santa y piadosa es orar por los muertos” (2 Mac 12,46).

“Hasta a los muertos se ha anunciado el Evangelio” (1 Pe 4,6).

Cristo “en el espíritu fue también a predicar a los espíritus encarcelados” (1 Pe 3,19).

Estos textos nos darían a entender que se puede ayudar a los muertos.

Por consiguiente, si esto es así, ¿sería posible ayudar a los niños muertos sin bautismo,
porque todavía no estarían en el cielo, sino en un estado temporal de limbo hasta que se les ayude y
puedan ser liberados, “predicándoles” el Evangelio o bautizándolos espiritualmente?

b) La Iglesia y los teólogos

La cuestión de si estos niños, que mueren sin bautismo, se salvan inmediata-mente o de si


necesitan de nuestras oraciones, mientras esperan para ir al cielo, no es una cuestión sin importancia,
pues afecta a millones de seres humanos.

La Iglesia nos dice que

“en cuanto a los niños muertos sin bautismo sólo puede confiarlos a la misericordia divina,
como hace en el rito de las exequias por ellos. En efecto, la gran misericordia de Dios que
quiere que todos los hombres se salven y la ternura de Jesús con los niños... nos permiten
confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin bautismo” (Cat
1261). “En cuanto a los niños muertos sin bautismo la liturgia de la Iglesia nos invita a tener
confianza en la misericordia divina y a orar por su salvación” (Cat 1283).

Con estas palabras, en las que la Iglesia nos habla de que podemos confiar en su salvación, no
dice y ni siquiera lo sugiere, que sean salvados inmediatamente después de la muerte. Si estos niños
estuvieran en el limbo eterno, como se ha dicho durante siglos, no tendría sentido orar por su
salvación, porque nunca se podrían salvar.

Y, si son salvados todos inmediatamente después de la muerte, ¿qué sentido tendría orar por
su salvación? Ninguno; pues, oremos o no, se salvarían. En cambio, las palabras del Catecismo nos
sugieren la posibilidad de que necesiten nuestras oraciones para poder ser salvados, es decir, ir al
cielo, porque todavía no lo están. Y, por esto, la Iglesia permite ritos de exequias por ellos. Luego, la
misma doctrina de la Iglesia, según el Catecismo, sin decirlo con claridad, insinúa que puedan

17
necesitar de nuestras oraciones para ir al cielo, porque pueden, después de la muerte, estar
necesitados de ellas. Lo que significaría que están en un estado de limbo temporal en espera de
nuestra ayuda.

Por otra parte, observemos lo que dice el Papa Juan Pablo II en el No.99 de la encíclica
Evangelium vitae. En el texto original, publicado el 25 de marzo de 1995 se decía:

“El Padre de toda misericordia os espera para ofreceros su perdón y su paz en el


sacramento de la reconciliación. Os daréis cuenta de que nada esta perdido y podréis pedir
perdón también a vuestro hijo que ahora vive en el Señor.”

Esto se lo dice el Papa a las mujeres que han abortado y, según el sentido normal del texto,
parece indicar que estos niños abortados están todos en el cielo. De modo que la madre que lea estas
palabras en el mismo momento de haber abortado, podría estar tranquila con relación a su hijo, pues
podía suponer que ya estaba con el Señor, como si hubiera ido directamente al cielo.

Pero, al publicarse la encíclica, hubo algunos teólogos que hicieron oír su protesta; pues, si
iban directamente al cielo, pareciera que quedaba a menos el dogma del pecado original, que fue el
mayor desastre de la historia humana y que no podemos olvidar. Y estos niños mueren con el pecado
original. Dios tiene caminos de salvación distintos del bautismo para liberarlos del pecado original,
pero ¿quién asegura que esta salvación les viene inmediatamente después de la muerte? Por eso, el
Papa, ante estas críticas, hizo un acto de verdadera humildad y rectificó el texto original, de modo
que, al aparecer el texto oficial en el Acta Apostolicae Sedis el 5 de mayo, aparece precisamente la
frase clave sustancialmente distinta.

Dice el texto oficial del No. 99 de la citada encíclica:

“El Padre de las misericordias os espera para daros el perdón y la paz en el sacramento de
la reconciliación. Y a Él y a su misericordia podéis confiar con esperanza a vuestro hijo”.9

Ya no se habla de que estos niños están en el Señor, sino que dice simplemente que “a Él y a
su misericordia podéis confiar con esperanza a vuestro hijo”. Con lo cual deja abierto el
camino para pensar en la posibilidad de un tiempo de espera para su salvación y que no es
necesariamente inmediata después de su muerte. Luego puede existir un limbo temporal.

Por otra parte, algunos teólogos como Schuler dicen que estos niños estarán en el limbo hasta
el día de la resurrección, pues solamente en ese momento podrán escoger entre el bien y el mal y
hacer un acto de fe personal para ser salvados. Ellos hablan de un limbo temporal que durará hasta el
fin del mundo.

Ésta es también la opinión del P. Bertrand de Margerie, escritor y teólogo francés, con quien
he podido intercambiar ideas personalmente. Él me hablaba de su opinión de que estos niños se
salvarán de acuerdo a la voluntad salvífica universal de Dios, pero que sería, probablemente, al fin de
los tiempos. Sin embargo, afirmó que esto no era seguro y que no necesariamente debería ser así,
podría ser antes.

OPINIÓN DE STO. TOMÁS


9
“Misericordiarum Pater vos expectat ut veniam vobis offerat et pacem in sacramento Reconciliationis.
Infantem autem vestrum potestis Eidem Patri Ejusque misericordiae cum spe commitere”.

18
Santo Tomás de Aquino, habla del pecado original como de la raíz de todos los males de la
humanidad. Lo que perdió Adán, lo perdió también para nosotros. Perdió los bienes sobrenaturales y
el derecho y la capacidad de ir al cielo. Por eso, estos niños muertos sin bautismo estarán, según él,
en un limbo eterno, donde serán felices, con una felicidad natural. Para él, el abismo entre el estado
natural, en que son concebidos estos niños, y el estado sobrenatural es prácticamente insalvable.
Ellos no pueden hacer nada por sí mismos. Por eso, permanecerán, en su opinión, en ese estado
natural eternamente a causa del pecado original.

Pero podríamos preguntarnos, ¿qué diría Santo Tomás de Aquino, si hubiera vivido en estos
tiempos en que la Iglesia acepta la salvación de estos niños? ¿Aceptaría su salvación inmediata?
Creemos que la teoría de Sto. Tomás sobre el limbo de los niños, basada en la existencia del pecado
original y en ese estado natural en que son concebidos, sigue siendo válida. Solamente, habría que
añadirle la posibilidad de su salvación. Así tendríamos que la posibilidad de que estén en el limbo
después de su muerte, no se contradice con su salvación eterna, sino se complementa. Para ellos,
habría un limbo temporal hasta que sean salvados por la fe y el amor de la Iglesia. Por eso,
aceptamos la opinión de Sto. Tomás sobre el limbo y, a la vez, también la doctrina de su salvación
eterna.

Además, los que niegan la existencia de un limbo temporal, no pueden probarlo ni por textos
de la Escritura, que no hablan en ningún momento de salvación inmediata, ni por textos del
Magisterio. Luego, si no puede demostrarse su salvación inmediata, queda, al menos la posibilidad
de que pueden ser salvados después de un tiempo de estar en el limbo temporalmente.

OPINIÓN DE PARTEMIO MINGES10

Este teólogo franciscano dice que estos niños serán salvados por los méritos infinitos de Jesús
por la intercesión de la Iglesia en su favor.

Afirma que estos niños, después de muertos, van al limbo temporalmente hasta que sean
salvados por las oraciones de los justos, es decir, de la Iglesia, especialmente a través de la misa. Él
hace la comparación de estos niños del limbo con las almas del purgatorio y dice que, así como ellas
pueden ser liberadas después de un tiempo, así lo pueden ser estos niños. Dice:

“Nos desagrada que tantos niños, que personalmente no han cometido ningún pecado, no
puedan ser justificados por el bautismo, recibido realmente o el de deseo, y sean eternamente
privados de la visión beatífica. Creemos que es posible que ellos sean un día salvados si los
justos de la tierra, ofrecen por ellos los méritos y la preciosa sangre de Jesucristo”.

Anotemos que está hablando en 1922, cuando todavía la idea de la salvación de estos niños,
era considerada contraria a la doctrina común de los teólogos.

REFLEXIÓN

No se puede descartar la posibilidad de que exista un estado de limbo temporal para los niños,
que mueren sin bautismo. Porque es posible que estos niños mueran con el pecado original. Es
posible que mueran en un estado natural sin ser hijos de Dios, sin estar elevados al estado
10
Minges: Compendium theologiae dogmaticae specialis, Ratisbona, 1922, II, p. 142 y 144

19
sobrenatural, y por tanto, incapaces de disfrutar del amor de Dios en el cielo. Por tanto, es posible
que no vayan directamente al cielo, sino al limbo, temporalmente, hasta que por la misericordia de
Dios y la oración y la fe y el amor de la Iglesia, puedan conseguir la salvación eterna.

Pongamos un ejemplo, que debemos tomar con las debidas limitaciones. El gusano de seda,
mientras es gusano, sólo puede arrastrarse por la tierra y no podría llegar hasta un lugar que esté en
una isla, por muy cercana que esté. Pero, cuando se convierte en mariposa, entonces sí podría llegar
hasta ese lugar. Pues bien, de la misma manera, podemos imaginar que un niño, muerto en estado
natural, con el pecado original, no puede llegar por sí mismo hasta el cielo, porque no tiene
capacidad para ello. Necesita transformarse en hijo de Dios, es decir, ser elevado al orden
sobrenatural (al igual que el gusano necesita transformarse en mariposa), para así poder disfrutar de
la felicidad del cielo.

En el gusano de seda esta transformación necesita un tiempo de espera, estando en el capullo.


En el niño muerto sin bautismo, normalmente, también se necesitaría un tiempo de espera para
recibir el “bautismo de amor” a través de las oraciones y del amor de la Iglesia.

¿QUÉ DICEN ALGUNOS SANTOS?

Veamos lo que dicen algunos santos sobre la existencia del limbo temporal y la necesidad de
orar y expiar en favor de estos niños muertos sin bautismo. Si estos niños después de muertos, están
en un mundo de tinieblas que no es el cielo, donde esperan ser liberados por nuestras oraciones, esto
podría indicarnos que están en un estado de espera o limbo temporal.

SANTA FAUSTINA KOWALSKA cuenta en su Diario:

“He visto cómo salían de una especie de abismo barroso almas de pequeños niños y otros
más grandecitos como de nueve años. Estas almas eran repugnantes y horribles, semejantes
a los monstruos más espantosos, a cadáveres en descomposición. Pero esos cadáveres
estaban vivos y atestiguaban en voz alta contra un alma agonizante” (Cuaderno 5, Nº 177
del 12-5-1935).

Esta alma contra la que atestiguan, según su director espiritual, era el mariscal José Pilsudski,
que había muerto ese día y cuyo juicio ante Dios fue muy severo, aunque consiguió salvarse, según
conoció la santa.

Podemos preguntarnos: ¿Por qué las almas de esos niños, que pensamos serán puros e
inocentes, son tan repugnantes y horribles? Porque un alma sin Dios, como lo es el alma de un niño
muerto sin bautismo (es criatura de Dios, pero no templo de Dios ni hijo de Dios propiamente), está
en tinieblas, sin luz y sin belleza, mientras que el alma de un niño bautizado es más bella que todas
las bellezas humanas. Quizás esos niños sufrieron las consecuencias de la violencia del mariscal en
medio de la guerra. No sabemos, pero atestiguan contra él como testigos de sus pecados. Felizmente
para él, dice Santa Faustina, la intercesión de la Virgen lo salvó.

La beata ANA CATALINA EMMERICK (1774-1824), la mística alemana, de la Orden de San


Agustín, en sus escritos “Visiones y Revelaciones”, cuenta la historia real de una mujer que había
matado al hombre que la había violado y también había matado al niño que había sido concebido.
Dice así:

20
“Al poco tiempo murió arrepentida también esta mujer, pero deberá pasar en expiación
todos los años que la Providencia divina tenía destinados de vida a su hijo hasta que el niño,
con el transcurrir del tiempo, haya alcanzado el momento de gozar de la luz eterna” (tomo 3
del 31-12-1820). 11

Veamos otro caso real que ella misma nos relata sobre una joven campesina, que dio a
luz a su hijo secretamente por temor a sus padres. El niño había muerto sin bautismo al poco
tiempo.Y dice:
“Yo he sentido verdadera solicitud por ese pobre niño muerto antes del bautismo y me
he ofrecido a Dios para satisfacer y expiar por él... Ya hace mucho tiempo he tenido
revelación sobre el estado de estos niños que mueren antes del bautismo. No puedo
explicar con palabras aquello en lo que veo consistir su pérdida, pero me siento tan
conmovida que siempre que vengo a saber de un caso semejante, me ofrezco a Dios con la
oración y el sufrimiento para satisfacer y expiar por aquello que otros han descuidado a
fin de que el pensamiento y el acto de caridad que yo hago puedan compensar lo que falta
en virtud de la comunión de los santos” (ibid, 12-4-1820, p.499). "Se debe orar
especialmente para que ningún niño muera sin bautismo" (ibid. 12-1-1820, p.489).

Otro caso:

“Un día se me presentó un niño de tres años de edad, que había fallecido sin bautismo. Me
dijo que no podía ser sepultado y que yo debía ayudarlo. También me dijo lo que debía hacer
para su aprovechamiento con continuas plegarias... Al día siguiente, vino a verme una pobre
mujer de Dülmen, pidiendo ayuda para cubrir los gastos de la sepultura de su hijo muerto.
Era el mismo que yo había visto la noche anterior. Lo hicimos sepultar. Y todo esto lo
hicimos en sufragio y mérito del alma del niño” (29-6-1821, p.513). “Después de haber
sepultado al niño lo vi de nuevo. Y ahora estaba radiante y se iba a una fiesta, donde muchos
niñitos estaban reunidos en alegre diversión” (1-7-1821, p.514). La obra buena de sepultarlo
y las oraciones de Ana Catalina consiguieron que fuera liberado y fuera al cielo, alegre y
feliz.

Veamos lo que Nuestra Madre la Virgen le decía al Padre Esteban Gobi, fundador del
Movimiento Sacerdotal Mariano, en la ciudad de Montreal (Canadá) el día ocho de setiembre de
1983:

“Estoy recogiendo de todas partes del mundo a mis niños más pequeños para reunirlos en mi
escuadrón y depositarlos en lo profundo de mi Corazón Inmaculado.

Hijos predilectos, escuchen su voz que invoca su ayuda, corran a su encuentro, tómenlos
en sus brazos y llévenlos todos a su Madre celestial. Pequeños son para Mí todos los niños
ya concebidos, cuyas vidas son voluntariamente destrozadas desde las entrañas de sus
madres.
El amor y el ansia de su Madre celestial y de la Iglesia por su salvación, así como su sangre
inocente derramada por los que desprecian y desobedecen la ley de Dios, es ya un bautismo
de deseo y de sangre, que los salva a todos” (8 setiembre 1983).12

11
Visiones y revelaciones de Anna Catalina Emmerick, Tomo 3. México, 1944, p.511.
12
P. Esteban Gobi: A los sacerdotes, hijos predilectos de la Santísima Virgen, con licencia eclesiástica, Ed Ntra
Sra de Fátima, Avellaneda (Argentina), 1992, p.493.

21
Vemos aquí dos puntos fundamentales. En primer lugar, que todos estos niños abortados y
que, por tanto, mueren sin bautismo, son salvados por Dios. Y se habla del bautismo de sangre y del
bautismo de deseo. Este bautismo de deseo es en virtud del amor y del deseo de la Virgen y de la
Iglesia por su salvación, o, dicho en pocas palabras, en virtud de la fe y del amor de la Iglesia, en la
que está incluida María.

Ahora bien, no dice que se salven de inmediato después de su muerte. Más bien, parece ser
que deben esperar un tiempo, aunque sea corto, pues esperan que escuchemos su voz, que pide
ayuda. Se dice que corramos a su encuentro, es decir que no dejemos pasar el tiempo, sino que
cuanto antes los ayudemos. Se pide también que los tomemos en brazos, o sea, que los abracemos
y los bauticemos con nuestro amor. Y, por último, se dice que los llevemos a la Madre celestial, lo
que significaría que, ofreciéndolos y consagrándolos a María con todo nuestro amor, sería suficiente
para que sean salvados. Dicho de otro modo, estos niños se salvan, pero estarían un tiempo en el
limbo hasta que sean amados y ofrecidos a Dios en virtud de la comunión de los santos y de la fe y
amor de la Iglesia y, en primer lugar, de María, que es la Madre amorosa y misericordiosa de todos
estos niños.

MÍSTICOS ACTUALES

También hay místicos actuales que hablan del limbo temporal. Los místicos son personas
extraordinarias, que viven intensamente su relación con Dios, a quien se han ofrecido como víctimas
por la salvación del mundo. Muchos de estos místicos tienen fenómenos sobrenaturales como
estigmas, bilocación, éxtasis, visiones, etc. Veamos algunos de ellos, que todavía viven, y que tienen
el apoyo de sus obispos.

NATUZZA EVOLO, es reconocida a nivel mundial, italiana y madre de familia con cinco hijos,
que, desde su más tierna infancia, tiene fenómenos extraordinarios de éxtasis, bilocación, estigmas
de Cristo, y ve frecuentemente a su ángel y al ángel de la guarda de otras personas e, incluso, se le
aparecen , además de Jesús, María y otros grandes santos, también las almas del purgatorio, que le
dan mensajes para sus familiares.

Pues bien, Natuzza Evolo habla del limbo temporal y dice:

“Padres y madres de familia, pensad bien en la educación de vuestros hijos, educadlos en la


religión. No rechacéis a los hijos (por el aborto), pues es un pecado grave. Bautizadlos, porque los
niños muertos sin bautismo van al limbo, donde se sufre solamente por la falta de la visión
beatífica”.13

JULIA KIM, otra gran mística, mundialmente conocida, es la Sra. Julia Kim, de Korea del
Sur. En su casa, desde el 30 de junio de 1985, una pequeña imagen de María ha derramado lágrimas
de agua y de sangre durante 700 días hasta el 24 de noviembre de 1992. Jesús y María se le han
aparecido muchas veces y le han pedido que sea un alma víctima por los pecados, especialmente, del
aborto. A veces, recibe los estigmas de la pasión de Cristo durante unos días y, después, desaparecen.
Ha recibido varios milagros eucarísticos en la comunión y su obispo la apoya en todo, aceptando el
carácter sobrenatural de estos hechos. Con frecuencia, el Señor le ha hecho experimentar los dolores
y agonías que sufren los niños durante el aborto.

El 5 de noviembre de 1986 la Virgen le dijo:


13
Valerio Marinelli: Natuzza de Paravati, vol 1, Ed mapograf, 1993, p.79. Sobre Natuzza se han escrito muchos
libros. También pueden encontrarse datos de su vida en Internet, buscando su nombre en www.google.com

22
“Hija mía, ¿quieres participar en mis sufrimientos por los niños abortados? A causa de los
abortos sentirás intensos dolores en tu vientre. Estos pequeños vagan por el limbo (roaming
about in limbo) después de haber sido abortados, privados de su dignidad y tratados como
un pedazo de carne... Reza por ellos y calma sus heridas, y ofrece reparación por los
pecados cometidos contra ellos”.

Pueden leer los mensajes de María a Julia Kim en Internet:

www.marys-touch.com/messages/abortion.htm

La mística austríaca MARÍA SIMMA, a quien se aparecen frecuentemente las almas del
purgatorio, ha hablado muchas veces de la existencia del limbo. Le escribí personalmente una carta y
me contestó por medio de Joachim Schlich lo siguiente: “Todos los niños (pequeñitos) que mueren
sin estar bautizados van al limbo. Allí son felices y no tienen conocimiento de la posibilidad de ver a
Dios. Pero pueden ir al cielo, si nosotros oramos por ellos y les damos el bautismo por los no
nacidos, del cual supongo que Ud. ha oído hablar”. En una entrevista que concedió a Nicky Eltz y
que él ha publicado en su libro “Hacednos salir de aquí”, dice:

“Las almas santas me dicen que los niños nacidos muertos o abortados no van al paraíso
ni al purgatorio. Van a un lugar intermedio que se puede llamar limbo o ‘cielo infantil’.
Las almas de estos niños no saben que exista algo mejor que eso, no saben que no están en el
cielo. La responsabilidad de llevarlos al cielo está en nosotros. Lo podemos hacer,
bautizándolos espiritualmente o mandando celebrar una misa por ellos”. 14

Dice de su experiencia personal:

“Conocí a una enfermera que trabajaba en un hospital. Ella no dejaba de bautizar a los
niños abortados o nacidos muertos. Cuando estaba para morir, exclamó: Oh, he aquí todos
mis niños en el cielo. ¡Cuántos niños! Y aquellos niños, a quienes había bautizado después
de muertos, la acompañaron al paraíso, donde ya vivían”.15

Este ejemplo nos habla del agradecimiento de estos niños bautizados espiritualmente, lo que
significa que fue eficaz, luego lo necesitaban, porque estarían en el limbo, pues en el cielo no
necesitan oraciones para ser felices.

SANTA PERPETUA

En el escrito “Passio SS. Perpetuae et Felicitatis” sobre el martirio de estas dos santas del
Norte de África, ocurrido en Cartago el año 203 a los pocos días de haberse bautizado Perpetua
(tenía apenas 22 años y criaba un niño de pecho, que era su hijo), se nos habla del hermano de Sta.
Perpetua, Dinócrates, de apenas 7 años, que había muerto de cáncer en la cara. Algunos autores han
visto en el relato de la visión de su hermano el estado del limbo de los niños. Veamos el relato que
puede considerarse auténtico según la mayoría de los autores:

14
Nicky Eltz: Fateci uscire da qui, Ed Segno, Udine, 1997. pág. 145.
15
Nicky Eltz, o. cit. p.145

23
“Al cabo de unos días, estando todos en oración, súbitamente en medio de ella, se me escapó
la voz y nombré a Dinócrates. Yo me quedé estupefacta de que nunca me hubiera venido a la
mente, sino entonces y sentí pena al recordar cómo había muerto. Y me di inmediatamente
cuenta de que yo era digna y que tenía obligación de rogar por él. Y empecé a hacer mucha
oración por él y a gemir ante el Señor. Seguidamente, aquella misma noche se me mostró la
siguiente visión.

Vi a Dinócrates, que salía de un lugar tenebroso, donde había también otros muchos,
sofocado de calor y sediento, con vestido sucio y color pálido. Llevaba en la cara la herida
de cuando murió. Este Dinócrates había sido hermano mío carnal, de siete años de edad,
muerto tristemente de cáncer en la cara, enfermedad que infunde terror a todo el mundo. Por
él hacía yo oración. Entre mí y él había una gran distancia, de manera que nos era imposible
acercarnos el uno al otro. Además, en el mismo lugar en que estaba Dinócrates, había una
piscina llena de agua, pero con brocal más alto que la estatura del niño. Dinócrates se
estiraba como si quisiera beber. Yo sentía pena de que, por una parte, aquella piscina estaba
llena de agua y, sin embargo, por la altura del brocal, no podía beber mi hermano.

Entonces, me desperté y me di cuenta de que mi hermano se hallaba en pena. Pero yo tenía


confianza de que había de aliviarle de ella y no cesaba de orar por él todos los días, hasta
que fuimos trasladados a la cárcel castrense, pues en espectáculo castrense teníamos que
combatir con las fieras. E hice oración por él, gimiendo y llorando día y noche, a fin de que
por intercesión mía fuera perdonado.

El día que permanecimos en el cepo, tuve la siguiente visión. Vi el lugar que había visto
antes y a Dinócrates limpio de cuerpo, bien vestido y refrigerado, y donde tuvo la herida vi
sólo una cicatriz. Y la piscina que viera antes, había abajado el brocal hasta el ombligo del
niño. Éste sacaba de ella agua sin cesar. Sobre el brocal había una copa de oro llena de
agua y se acercó Dinócrates y empezó a beber de ella. La copa no se agotaba nunca. Y
saciada su sed se retiró del agua y se puso a jugar gozoso a la manera de los niños. Y me
desperté. Entonces, entendí que mi hermano había pasado la pena”.16

Uno de los autores que creía que se trataba aquí del limbo de los niños fue Vicente Víctor,
contra quien San Agustín escribió el libro “De natura et origine animae”.

Hagamos aquí algunas aclaraciones sobre este caso. Lo más probable es que este niño murió
sin bautizar, pues su hermana Santa Perpetua se bautiza pocos días antes del martirio y, además, su
familia era pagana. Ciertamente, que un niño de siete años ya es capaz de hacer el bien y el mal y
salvarse o condenarse por sus obras, a no ser que este niño, lo que no consta, fuera retrasado mental y
pudiera considerarse como un bebé, o que por sus enfermedades y limitaciones sicológicas hubiera
sido incapaz de hacer actos plenamente humanos para salvarse o condenarse. En el caso de que
estuviera en el purgatorio, parece un poco extraño que estuviera tanto tiempo, pues dice Perpetua que
“había sido hermano mío carnal y me quedé estupefacta de que nunca me hubiera venido a la
mente, sino entonces, y sentí pena al recordar cómo había muerto”. Parece que hacía años que había
muerto y ya no se acordaba de él, y parece un poco raro para un niño tan pequeño y que, además ha
sufrido tanto, que pudiera tener un purgatorio tan largo. En cambio, si está en el limbo no es de
extrañar, pues está esperando ayuda para poder ser liberado, ya que su familia, al ser pagana, se
había olvidado totalmente de él y Perpetua se había bautizado pocos días antes.

16
Actas de los mártires BAC, 4 Ed. Madrid, 1987, 426-428.

24
De todos modos, es muy interesante observar en este relato que el niño tiene pena, está
sediento. ¿Podríamos hablar de que en el más allá estos niños están sedientos de amor, como Cristo
en la cruz? Cuando ella lo ve por segunda vez, ha pasado tiempo, su liberación no ha sido
instantánea. Y saca agua abundante, que no se agota con la copa de oro. ¿Podemos hablar aquí de la
copa de oro llena de perfume que son las oraciones de los santos como afirma el Ap 5,8?

Porque las oraciones y la fe de la Iglesia son las que les consiguen la salvación a estos niños
muertos sin bautismo. Y este niño, al sentirse feliz, se pone a jugar gozoso “a la manera de los
niños”, lleno de Dios y lleno de amor. Porque ¿no dice Jesús que, si alguno tiene sed, que venga a mí
y beba? “El que cree en Mí, según dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su seno. Esto lo
dijo del Espíritu Santo que habían de recibir los que creyeran en Él” (Jn 7,38-39). “Al que tiene sed
le daré gratis de la fuente de agua viva. El que venciere heredará estas cosas y yo seré su Dios y él
será mi hijo” (Ap 21,6-7).

Los jesuitas hermanos Linn consideran este ejemplo como típico del limbo y dicen:

“La historia de las oraciones de Santa Perpetua por Dinócrates, su hermano extinto no
bautizado, es un ejemplo proveniente de la tradición cristiana de cómo la gracia del
bautismo puede ser concedida a los niños muertos por medio de las oraciones de un
miembro de la familia”.17

Según ellos, podemos orar por estos niños para que puedan ser liberados de ese limbo
temporal y llegar al cielo y allí ser felices en plenitud por toda la eternidad.

Lo cierto es que, como hemos visto, hay suficientes textos de la Escritura y de la Iglesia, y de
algunos teólogos y santos, para que podamos pensar seriamente en la posibilidad de la existencia de
un limbo para los niños muertos sin bautismo.

TERCERA PARTE

MEDIOS DE SALVACIÓN

En esta tercera parte, vamos a ver algunos medios posibles de salvación para estos niños, que
podrían encontrarse en ese estado intermedio de cielo infantil o cielo natural o limbo de los niños. La
Iglesia nos habla de confiarlos a la misericordia de Dios, y de "un camino de salvación" (Cat 1261)
para ellos. Y nos pide "orar por su salvación" (Cat 1283). Toda oración por ellos sería, al menos en
principio, un bautismo vicario de deseo, o un bautismo de deseo a favor de estos niños. Entre todas
las oraciones, la más eficaz es la misa.

LA MISA

La oración más importante y que más les puede servir a estos niños es, evidentemente, la
misa, que es la misa de Jesús, pues es Jesús mismo quien celebra la misa a través del sacerdote. Por
eso, todos los actos de amor de todos los hombres que han existido, existen y existirán no son nada
en comparación de una misa, que tiene un valor infinito de alabanza y glorificación a Dios. La misa,
es “el memorial de la muerte y resurrección de Jesús”(Vat II, SC 47). Y, por eso, es el más
poderoso sufragio para las almas del purgatorio y lo mismo podemos decir para estos niños.
17
Hermanos Linn, o. cit. p. 121.

25
Los que hablan de la salvación de estos niños, consideran que con una misa es suficiente para
salvarlos y liberarlos del limbo. De esto hablaremos más ampliamente en la última parte.

En cada misa, Jesús nos envuelve y nos llena de su amor y nos limpia con su sangre bendita,
por eso tiene tanto poder y eficacia la santa misa. Decía el Papa Pío XII:

“Cristo ha construido en el Calvario un estanque de purificación y salvación que llenó con la


sangre vertida por Él; pero si los hombres no se bañan en sus ondas y no lavan en ellas las manchas
de su iniquidad, no pueden ciertamente ser purificados y salvados” (Mediator Dei 2,2). Bañemos a
estos niños con la sangre de Jesús en cada misa, y la fe y el amor de la Iglesia, manifestada en la
Eucaristía, será para ellos un camino de salvación.

BAUTISMO ESPIRITUAL

Además de la misa, que es la oración más eficaz, se está difundiendo cada vez más en los
grupos carismáticos el bautismo espiritual, como una forma de bautismo de deseo post mortem para
así poder liberarlos del estado temporal del limbo. Algunos autores, justifican esta práctica, citando 1
Co 15,29, como ya hemos anotado.

El bautismo espiritual es un bautismo simbólico, en fe y espíritu, como dicen algunos. Lo


llamamos espiritual, porque no es verdadero sacramento en sentido estricto, aunque tengamos
delante el cuerpo del niño muerto, que es lo ideal. Este bautismo puede hacerse, echando
simbólicamente agua bendita sobre el lugar donde estamos, imaginando que lo hacemos sobre la
cabeza del niño, poniéndole un nombre y diciendo las palabras del bautismo: “Yo te bautizo en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Este bautismo espiritual sería un bautismo vicario
de deseo. Un bautismo de deseo, hecho por otros a favor del niño. A mí me gusta llamarlo bautismo
de amor.

EL PADRE ANDREA D’ASCANIO, en su libro “Il battesimo dei bimbi non nati”, afirma:

“Admitido que estos niños se encuentran en el limbo, como nosotros creemos, y


suponiendo que el limbo pueda ser comparado con el purgatorio (sin las penas que hay allí),
la conclusión sería que ellos no pueden hacer nada por sí mismos y que tienen necesidad de
la ayuda de la Iglesia militante.

Pero, mientras la Iglesia nos enseña cómo ayudar a los hermanos del purgatorio con
nuestros sufragios (misas, penitencias, limosnas...), no nos dice nada para ayudar a los
hermanitos del limbo, cuya única culpa es no estar bautizados...

Por eso, basándonos en lo que dice San Pablo en 1 Co 15,29.

- Apoyándonos en la tesis de Cayetano sobre el deseo y la fe de los padres.


- Considerando que la Iglesia es Padre y Madre y quiere la salvación de todos.
- Teniendo presente que la Iglesia tiene el poder de actuar sobre los espíritus, aun cuando
hayan sido liberados del cuerpo.
- Sabiendo que el bautismo es un sacramento que todos podemos administrar en la fe de la
Iglesia.

26
- Cada uno de nosotros puede aplicar su deseo del bautismo a favor de estos niños muertos
sin bautismo, como los primeros cristianos lo hacían por sus difuntos según dice San
Pablo.

Por eso recomendamos la piadosa práctica que se está extendiendo de bautizar a estos niños
espiritualmente. Para ello:

- Recita un Credo, toma agua bendita y échala en todas las direcciones diciendo:

TODOS VOSOTROS QUE HABÉIS NACIDO MUERTOS O QUE HABÉIS SIDO


ASESINADOS EN EL SENO MATERNO, PARA QUE EN JESUCRISTO PODÁIS LLEGAR A
POSEER LA VIDA ETERNA, YO OS BAUTIZO EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO
Y DEL ESPÍRITU SANTO Y OS CONFÍO AL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA PARA
QUE OS LLEVE AL PADRE.

Se termina con un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

María, acógelos en tu seno de Madre para purificarlos y ofrecerlos al Padre. Gracias,


María”.18

Si uno busca en Internet, encontrará algunas páginas Web, donde se habla también de
bautizar a los niños muertos sin bautismo. Veamos lo que se dice en

www.catholicprayers.com

“Primero se reza un Credo. Después se rocía con agua bendita el lugar donde se está
rezando, diciendo:

A todos vosotros nacidos muertos y a todos los que sois asesinados en el vientre de vuestras
madres, a fin de que alcancéis por medio de Jesucristo la vida eterna (se puede decir aquí sus
nombres), yo os bautizo en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Si es posible, se hace la señal de la cruz con un crucifijo. Y Dios hará que el agua bautismal
caiga sobre la cabeza de los que murieron sin recibirla y les dará a cada uno su nombre. Al
final, se reza un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.

Un ejemplo:

“Hace pocos años murió una religiosa en un convento de Alemania. Cuando estaba
agonizando, su rostro se iluminó y mirando a lo lejos, maravillada, exclamó: ¡Oh, tantos
niños negritos, tantos niños negritos me están buscando para llevarme al cielo! Las otras
hermanas, que presenciaron el hecho, no vieron nada, pero después recordaron que la
ancianita tenía la costumbre de echar todas las noches, antes de acostarse, el agua bendita a
los niños negritos de África para bautizarlos. Ahora vinieron estos niños bautizados desde
lejos, a buscar a su bienhechora”. (Cf www.catholicprayers.com).

Conozco a una religiosa que tiene la misma costumbre de echar agua bendita y bautizar todas
las noches a los niños muertos sin bautismo. A los varones les pone el nombre de José y a las
mujeres, María; y durante el día, en diversos momentos, los presenta al Padre, cubiertos con la
18
P.Andrea D’Ascanio: Il battesimo dei bimbi non nati, Ed nidi di preghiera, L’Aquila (Italia), pp.28-31.

27
sangre de Jesús para que los purifique y los transforme en sus hijos por el poder del Espíritu Santo.
Pero hay otros caminos de salvación.

CAMINOS DE SALVACIÓN

Veamos otros posibles caminos de salvación para estos niños.

La Iglesia nos invita a “orar por su salvación” (Cat 1283). No especifica qué clase de
oración, puede ser una comunión ofrecida por ellos, un rosario, el rezo de la liturgia de las horas o
cualquier oración que hagamos en su favor. También creemos que puede servir la bendición del
sacerdote y el ofrecimiento de nuestras buenas obras y sufrimientos en su favor.

Una cosa que podemos hacer es repetir continuamente las palabras que Jesús le enseñó a la
Venerable Sor Consolata Betrone: "Jesús, María, os amo, salvad almas", y, al decir estas palabras,
pensar especialmente en estos niños.

Otras acciones en su favor pueden ser dar limosna a los pobres, adoptar en su lugar a un niño,
visitar enfermos y cualquier obra de caridad que podamos ofrecer por ellos. Algo muy hermoso
puede ser consagrar a estos niños a Jesús por medio de María, incluso antes de nacer.

Al respecto, dice San Francisco de Sales en su “Introducción a la vida devota”:

“Es una gran enseñanza para las mujeres cristianas el ofrecer a la divina Majestad los
frutos de sus vientres, aun antes de que hayan salido a luz. Porque Dios, que acepta las
oblaciones de un corazón humilde y voluntario, fecunda de ordinario en tal tiempo las
buenas aficiones de las madres. Testigos de esto son Samuel, Santo Tomás de Aquino, San
Andrés de Fiésole y otros muchos. La madre de San Bernardo, madre digna de tal hijo,
tomaba sus hijos en sus brazos luego de haber nacido y los ofrecía a Jesucristo y, desde
entonces, los amaba con respeto como a cosa sagrada y que Dios se la había confiado”.19

Pidamos a Jesús que, por su infinita misericordia y los méritos de su Pasión, estos niños
muertos sin bautismo reciban el bautismo espiritual con su sangre bendita y el amor de su familia.

ADOPCIÓN ESPIRITUAL

Un medio práctico que podría ayudar y salvar a estos niños muertos sin bautismo, sería
adoptarlos espiritualmente como hijos. No importa que no sean de nuestra propia familia, todos
somos hijos del mismo Dios y somos hermanos en Cristo. Por eso, adoptarlos significaría amarlos y
ayudarlos como hijos espirituales para la eternidad. Una madre y un padre de la tierra deben
preocuparse de sus hijos y darles todo lo que les ayude a ser más y mejores como personas, para que
puedan ser felices en el mejor sentido de la palabra. Pues bien, los padres espirituales deben
preocuparse también de hacerlos felices, si no lo son, porque están en el limbo. Deben orar por ellos.
¿Por quiénes? Si no conocen casos concretos de abortos o pérdidas, pueden orar en general por todos
los niños que están en el limbo o que son abortados ese mismo día o por todos los niños difuntos de
tal familia (que todavía puedan estar en el limbo). Dios sabrá a quién les aplica sus oraciones. No
importa que su padre o su madre espiritual no lo sepa. En el cielo lo sabrán, pues se lo agradecerán
de corazón.

19
S. Francisco de Sales: Introducción a la vida devota, BAC, popular, Madrid, 1988, p.231.

28
No digamos que esto es sólo para religiosas. Todos debemos amar a los demás y abrirnos a
dimensiones universales y no cerrarnos en nuestra propia familia. Debemos amar sin fronteras y con
un corazón total para hacer felices a los demás.

La Madre Teresa de Calcuta hablaba de orar por los niños en peligro de ser abortados y
adoptarlos espiritualmente para conseguir su salvación. Ella publicó una oración para ser rezada por
estos niños aún no nacidos.

“Padre celestial, que has creado a los hombres a tu propia imagen y no quieres que perezca
ni el más pequeñito de nosotros. Por amor, tú confiaste a tu propio Hijo a la Virgen María.
Ahora, confiando en tu amor, te pedimos que protejas de todo mal a los pequeñitos por
nacer, a quienes tú has dado la vida. Amén”.

En muchas instituciones católicas y no católicas pro vida, que luchan contra el aborto a lo
largo del mundo, han establecido programas de adopción espiritual para los niños no nacidos. Para
ello, basta hacer un pequeño compromiso, escrito en una cédula, en la que uno se compromete a orar
intensamente durante nueve meses por el niño que está en el vientre de su madre y a quien sus padres
o familiares están pensando abortar. Se le pone un nombre y se ora a partir de la fecha del
compromiso. En algunas cédulas dice así:

“Yo .............................. me comprometo a orar por mi hijo adoptado espiritualmente durante


nueve meses. Yo sé que Dios hizo de modo especial a cada uno de nosotros. Yo lo adopto y lo
llamaré a mi hijo espiritual N.N. (poner nombre y firmar con la fecha)”.

Y rezan la siguiente oración:

“Jesús, José y María. Yo os amo mucho. Y os pido conservar la vida de mi hijo adoptado
espiritualmente y que está en peligro de ser abortado”.

Estas informaciones se encuentran en internet

www.simbahayan.org/B3-spiritualadoption.html

También se encuentra mucho sobre la adopción espiritual en

www.priestsforlife.org

Por supuesto que esta adopción espiritual está programada para orar primero y
fundamentalmente para que estos niños por nacer no sean abortados, pero como, de hecho, muchos
de estos niños, serán abortados, creemos que también les servirá esta oración antes de morir para que
les sirva como bautismo de deseo y conseguir su salvación. Veamos otra oración, que mezcla las dos
cosas: la adopción espiritual y la oración por los bebés ya abortados:

“Padre celestial, que nos has dado el don de la libertad para amar y seguir tus caminos y
mandamientos. Perdona a aquellos padres que, abusando de esta libertad, destruyen el don
de la vida que tú les has dado a sus hijos. Perdona a quienes destruyen la vida humana,
abortando al bebé que esperan. Dales a estos niños la oportunidad de gozar de tu presencia
por toda la eternidad. Y permíteme, Padre, adoptar espiritualmente a un bebé por nacer y
ofrecer mis oraciones, trabajos y gozos y sufrimientos por ese pequeño, para que pueda

29
nacer y vivir para tu mayor honor y gloria. Te lo pedimos en nombre de Cristo, en unión con
el Espíritu Santo, que es Dios, por los siglos de los siglos. Amén”

Esta oración se encuentra en

www.vidahumana.org/vidafam/iglesia/bebés.html

ADOPCIÓN ESPIRITUAL DE UN NIÑO ABORTADO

Testimonio de una religiosa contemplativa italiana. Escrito el 25 de marzo de 2001 y cuyo


original tengo en mi poder:

“Jesús, cuando uno de mis familiares me ha referido que una persona muy querida para mí
había abortado a su criatura en un momento difícil de su vida, me he sentido muy apenada y
triste. El pensamiento de ese niño no se me apartaba de mi mente. Por eso, lo he adoptado, le
he puesto un nombre y, como no sabía su sexo, le he puesto Giusi-Mar, Giuseppe, si era
varón, y María, si era mujer.

Hoy, fiesta de tu Encarnación en María, me ha venido una inspiración, que Tú has puesto en
mi corazón. Lo único que puedo decir es que me ha venido como un impulso de hacer algo
por esa criatura, que de cierto está viva.

Jesús, tu amor divino viene a mi corazón cada día en la santa comunión. Por eso, te pido
que, a través de mi pobreza y miseria humana, puedas continuar haciendo crecer y formando
a ese pequeño ser al cual Tú has dado la vida. Nútrelo con tu Pan de vida cada día en
nuestro encuentro eucarístico. Te pido esta gracia y me ofrezco a Ti en cuerpo y alma para
que, después de nueve meses de comunión eucarística, Giusi-Mar esté totalmente formado en
el cielo y sea una alabanza de amor a tu potencia creadora.

Jesús, ¿te he pedido demasiado? Perdóname, pero ya me siento madre de esa criaturita, que
nacerá a la vida plena en Navidad, como has nacido Tú del vientre purísimo de María, tu
dulcísima Madre.

Jesús, soy feliz como una joven madre, aunque tengo ya ochenta años. Pero sé que no
cuentan los años a los ojos del Omnipotente”.

Me escribe el 21 de mayo de 2002 y me dice:

“Padre, pienso que Giusi-Mar tiene ya cinco meses de nacido a la vida plena de Dios y
siento que está bien. Continúo pensando en él en la comunión de cada día y lo siento muy
cerquita de mí y me ayuda en tantas pequeñas dificultades, me basta llamarlo para que
venga en mi ayuda. ¡Si tú supieras cuánto me ayuda espiritualmente esta tarea de sentirme
mamá con Giusi-Mar! Siempre he querido ser madre de una inmensa multitud de hijos. Por
eso, los adoptaré a esos niños y los nutriré con el pan de vida de la Eucaristía, en unión con
María la madre del cielo, que también es Madre de todos ellos”.

Considero que con una sola comunión, bien recibida sería suficiente para que este niño
abortado reciba su bautismo de amor y vaya al cielo. Lo interesante de este testimonio es que se
siente madre de estos niños y que ofrece la comunión por ellos.

30
Por otra parte, se ve la utilidad de invocarlo, pues en el cielo no pueden ser indiferentes y
desagradecidos. Por eso, ella nos dice: “Lo siento muy cerquita y me ayuda en las dificultades. Me
basta llamarlo para que venga en mi ayuda. ¡Si supieras cuánto me ayuda espiritualmente!”.

Creemos que orar por ellos no es una devoción vacía y de pura imaginación, sino muy útil
para estos niños y que les servirá como bautismo vicario de deseo para su salvación.

CUARTA PARTE

TESTIMONIOS Y EXPERIENCIAS

En esta cuarta parte vamos a analizar diferentes experiencias y testimonios de muchas


personas que nos hablan de la necesidad de orar por estos niños muertos sin bautismo para poder
"liberarlos" del limbo y llevarlos al cielo. Hay un dicho muy antiguo que dice "contra factum non
valet argumentum" (contra un hecho real no valen argumentos). Y otro que dice: “la experiencia es
madre de la ciencia”. Por supuesto que algunos de estos testimonios son muy personales o
subjetivos; pero, tomados en conjunto, creemos que pueden servir de apoyo a nuestra opinión sobre
el limbo temporal de estos niños.

EXPERIENCIAS REALES

Veamos ahora algunas experiencias de la vida diaria que nos indican que estos niños, muertos
sin bautismo, a veces, se presentan y buscan el amor de su familia. Lo cual podría indicarnos también
que están en un tiempo de espera (limbo) hasta poder llegar al cielo y disfrutar de la plena felicidad.

Un día una señora me decía: “Padre, tengo a mi hijo de tres años que ve constantemente a un
amiguito que juega con él. ¿Qué es? ¿Es un ángel?”. Yo le pregunté: “¿Ha tenido alguna vez un
aborto?” Sí, me dijo. Pues entonces, es posible que sea ese niño que se aparece a su hermanito,
porque está buscando el amor de su familia. De hecho, se dan algunos casos de niños pequeños que
ven, lo que suele llamarse como “duendes”, otros niños pequeños, que se les aparecen durante años
y, en algunos casos, hasta envejecen con ellos, como para dar a entender que son sus mismos
hermanos.20

María Simma, la gran mística austríaca, dice que “a veces, los hermanos sienten la presencia
de otro niño junto a ellos, aunque nada saben de aquel hermanito, nacido muerto o abortado”. 21
Quizás a ello se deban tantas historias de duendes en todas las culturas, que no son más que estos
niños que, con permiso, de Dios, se aparecen a sus familiares para llamar la atención para que los
amen y oren por ellos, porque todavía están en el limbo y necesitan ser liberados. Algo parecido
podemos decir de muchos “fantasmas”, que se aparecen y no son más que almas del purgatorio, que
buscan las oraciones de sus familias.

La escritora Linda Bird Francke en su libro “The ambivalence of Abortion” habla de un


“pequeño fantasma” que se le aparece después de haber abortado:

20
Para más información pueden leer el libro: “Mamma, perché ci hai uccisi?” (Mamá, ¿por qué nos has matado?),
Ed Paulinas, 1956, pp. 60-63. El libro en inglés se titula: Mama! Why did you kill us?, Tan books, Rockford, Illinois,
1998.
21
Nicky Eltz: Fateci uscire da qui, Ed. Segno, 1997, p.145.

31
“Ahora tengo este pequeño fantasma. Un fantasma pequeñito que aparece únicamente,
cuando estoy viendo algo hermoso, como la luna llena en el océano la semana pasada. Y el
bebé me saluda con las manos y yo lo saludo a él”.22

El Doctor Philip Ney cuenta que “un paciente reportó un sueño que había tenido a los siete
años en el que tres gnomos (duendes) se fueron a jugar con él en un banco de arena.
Mientras jugaba, los bancos de arena se derrumbaron y, por consiguiente, sus tres gnomos
(duendes) quedaron enterrados. Él no pudo decirme quiénes eran ellos, pero sabía que eran
sus hermanos. Su madre admitió tres abortos tempranos, pero insistió en que su hijo no
podía haberse enterado”.23

El Dr. McAll, dice que “un niño que no ha sido aceptado con amor por su familia y
consagrado a Dios, clamará por el amor y las oraciones de un miembro vivo de la familia,
a menudo un gemelo, el próximo niño en la familia o la persona más sensible de la
familia”.24

“Como aquella niña que me confesó que había contemplado a su hermana crecer todo el
tiempo, pero que nunca se había atrevido a hablar de ello”.25

“He sido testigo de más de seiscientos casos de niños fallecidos que habían continuado
creciendo al mismo ritmo que lo hubieran hecho de haber seguido con vida”.26

Veamos algunos ejemplos:

Dos jóvenes de la India, de 17 y 24 años, oían voces por la noche, que decían: “Madre,
ayúdame”. Cada día, al despertar, iban a la cocina y encontraban la jarra de agua y otras cosas en
medio del piso. Cuando su madre reconoció que había tenido dos gemelos, que habían nacido
muertos y los había enterrado sin ninguna oración en el patio de su casa, por consejo del Dr. McAll,
les pusieron un nombre y los encomendaron a Jesús y, a partir de ese día, no se oyeron más voces.27

En un pequeño pueblo de Inglaterra, todos sabían que, en determinada casa, se aparecía con
frecuencia por la noche el fantasma de un niño pequeño. El Dr McAll preguntó a los miembros de la
familia y le dijeron que hacía 11 años había nacido muerto un niño. Celebraron una misa por este
niño y, durante la misa, el Dr McAll vio en visión al niño, que estaba sonriendo y corría hacia Jesús
que lo esperaba y lo estrechaba entre sus brazos. A partir de ese día, no volvió a aparecerse más.28
Una obstetriz, que comenzaba su nuevo trabajo en un hospital, se dio con la sorpresa de que
cada noche se despertaba y veía junto a ella la figura de un hombre que la miraba insistentemente.
Después de indagar, le dijeron que un médico se había suicidado en aquel lugar y que él había
practicado muchos abortos.

22
Linda Bird Francke: The ambivalence of abortion, New York, Dell, 1979.
23
Matthew y Dennis Linn: Sanando la herida más profunda, Ed. Minuto de Dios, Bogotá, 2000, p.240.
24
Roberto DeGrandis: curación intergenérica, Ed Minuto de Dios, Miami, 1989, p.145.
25
Kenneth McAll: Curación Esotérica, Ed Queenship, Sta. Bárbara, USA, 1998, pág. 60.
26
McAll, ib. p.62
27
McAll: Healing the Haunted, Ed Queenship, Sta. Bárbara (USA), 1996, p.43.
28
Ib. p.45.

32
Celebraron una misa por el médico suicida y también por los niños abortados. Después de
orar por estos niños abortados, la madre de la obstetriz vio la habitación llena de niños sonriendo,
que parecían muy felices, hasta que desaparecieron dentro de una luz que se alejó.29

Pareciera que la oración, especialmente la misa, y la consagración de estos niños a Dios los
hace ser felices y descansar en paz.

LA SIQUIATRÍA

La Siquiatría es una rama de la Medicina que trata de la curación de las enfermedades


mentales. Muchas de ellas son curadas de modo asombroso al orar por estos niños muertos sin
bautismo. Algunos de ellos, se aparecen a sus propios familiares, sobre todo a sus hermanos, y
parecen crecer con ellos. ¿Quiere esto decir que no son felices hasta que se integren a su familia, les
pongan un nombre y los ofrezcan a Dios por medio de una misa, de un bautismo espiritual, de una
consagración a Dios o de oraciones por ellos?

En este caso, puede esto indicarnos que estarían todavía en un estado de limbo hasta que sean
liberados por las oraciones, sobre todo, de su familia o de personas buenas. A este respecto, es muy
importante el estudio científico que ha hecho de estos casos el Dr. McAll.

El Dr. Kenneth McAll es un eminente cirujano y siquiatra inglés, miembro del Royal College
of Psychiatrists del Reino Unido. Durante varios años hasta 1945 trabajó en China, donde había
nacido, y se ha convertido en un experto para curar muchas enfermedades siquiátricas. Ha escrito
varios libros y artículos acerca de las enfermedades mentales y los poderes curativos de la Eucaristía.

Ha abierto un camino nuevo, al que están siguiendo algunos otros como el Dr. Kurt Koch
en su libro Christian Counseling and occultism (Ed. Kregel, Grand Rapids, USA, 1972), John
Fitzherbert en La fuente de las instituciones humanas de inmortalidad, publicado en el British
journal of Psychiatry, 110, del año 1964.

El Dr. McAll, a pesar de ser de confesión anglicana, habla mucho en su libro Healing the
family tree, que es un bestseller internacional, de la necesidad de orar por los niños muertos. Ha
llegado a esta conclusión, debido a su gran experiencia de curación de enfermedades mentales y a la
necesidad de curar, muchas veces, la raíz de la enfermedad, curando la relación con los antepasados
por medio de la oración. Por eso, dice:

“Dado que tanto los vivos como los muertos son miembros del Cuerpo de Cristo (1 Co
15,29) podemos pedir a Cristo que ayude a los muertos a recibir su amor y su perdón, que
les ofrece a través de la Eucaristía”.30
“No soy teólogo. Soy un simple investigador, con una limitada comprensión de cómo
funciona la capacidad curativa de Dios… En el caso de niños que hayan nacido muertos o de
abortos, resulta conveniente darles un nombre (Is 49,1)… Aunque según mis experiencias
normalmente solo hace falta una celebración de la Eucaristía para liberar a un niño nacido
muerto, para liberar a un adulto, que necesite más amor y perdón, pueden hacer falta varias
Eucaristías”.31

29
Ib. p.72.
30
La curación esotérica, Ed Queenship, Santa Bárbara, USA, 1998, p.98. También habla de este tema de orar por los
niños muertos sin bautismo en su libro: A guide to healing the family tree y en Healing the haunted.
31
ib. p.35.

33
Y lo más asombroso es que al “liberar” a estos niños (muertos sin bautismo) se sanan de
modo admirable, muchos miembros de familia, porque se entabla una nueva relación familiar y hay
más unión y amor entre ellos. Dice:

“Tengo registrados mas de seiscientos casos de curaciones directas, producidas tras la


celebración de una Eucaristía por fetos, víctimas de abortos, voluntarios o involuntarios,
niños que nacieron muertos o fueron abandonados inmediatamente después de su
nacimiento, que nunca fueron debidamente amados o consagrados a Jesucristo en una
ceremonia de entierro. Cuando se ha celebrado una Eucaristía por esta clase de seres, los
resultados son impresionantes. Muchos han experimentado los beneficios del poder curativo
que se generó, incluyendo pacientes que estaban participando en la Eucaristía, pero también
otros que se encontraban a muchos kilómetros en hospitales e instituciones mentales y no
sabían nada acerca de dichas ceremonias, e incluso parientes, mentalmente perturbados, que
vivían en países lejanos”.32

Veamos algunos ejemplos:

“Joan llegó hasta mí a través de un doctor en medicina general. Antes de mi primer


encuentro con aquella niña de solo nueve años de edad, estudié atentamente las notas de su
equipo de médicos y los informes de su profesora. A los cinco años, el carácter abierto y
alegre de Joan cambió de repente. Empezó a resultar difícil de tratar y daba muestras de un
comportamiento irracional, diagnosticándosele una epilepsia.

Su madre se quedó muy asustada y desconcertada. En una carta me decía: “Cuando Joan
cae en uno de esos estados su rostro se descompone, parece tan lejos de ser ella que me da
escalofríos”. La profesora me escribió: “Joan pierde fácilmente el control e incurre en
estallidos emocionales. La presentación de las tareas escolares deja mucho que desear”.

Sus padres me dijeron que recientemente había empezado a correr delante de los coches, de
modo que tenían que sujetarla con unas riendas para su propia seguridad…

Hablé con Joan, se sentó sobre mis rodillas y le pregunté cuántos hermanos tenía. Su
respuesta me sorprendió: "Tengo tres hermanos y tres hermanas". Yo le dije que sólo tenía
tres hermanos y dos hermanas. Joan, entonces, se mostró extremadamente airada, saltó de
mis rodillas y empezó a dar patadas y gritos: Tengo tres hermanas y no dos. ¿Ves esa
mujer sentada ahí?, gritó señalando a su madre. Es una asesina. Tiró a mi hermanita por
el water (baño). Mi hermana es mi amiga. La conozco, se llama Melissa. Sus padres
comenzaron a discutir y yo abracé a Joan y le dije: Oremos juntos a Jesucristo y pidámosle
que cuide a Melissa. Y pronunciamos la siguiente oración: “Jesucristo, nuestro Señor, por
favor cuida a Melissa y condúcela a tu reino”.

Su madre me contó que antes que Joan naciera y debido a la equivocación de un médico,
había sufrido un aborto involuntario. A Joan nunca se le había mencionado el incidente y
nadie conocía el nombre que la madre le hubiera gustado poner a la niña: Melissa…

Nada tiene de sorprendente que Joan supiera acerca de Melissa. De hecho, en mis ficheros,
tengo alrededor de mil cuatrocientos casos parecidos. Parecía evidente que aquella niña,
que no había llegado a nacer y que, por tanto, no había sido consagrada a Jesucristo, era la
32
ib. p.53.

34
causa de las dificultades de Joan y quizá de las migrañas que la madre sufría desde hacía
años.

Celebramos una Eucaristía por Melissa y los resultados modificaron totalmente la vida de la
familia. Los estallidos emocionales de Joan, su comportamiento irracional y su incapacidad
de concentrarse, desaparecieron de una vez por todas. Las pruebas realizadas demostraron
que su epilepsia estaba totalmente curada y, poco después, dejó de tomar cualquier clase de
medicamento. Las jaquecas de la madre pasaron a ser sólo un recuerdo… Un año después,
Joan es una niña sana y feliz que va muy bien en los estudios y que es la alegría de la
familia”.33

Pareciera que la Eucaristía y la consagración de la niña abortada al Señor fueron para ella
como un bautismo espiritual y, al sanarse la relación entre ella, su hermana y sus padres, al sentir el
amor familiar, pudo encontrar la felicidad definitiva y eterna, que todavía no había conseguido.

Veamos otros casos en los que la misa no solo da paz al niño muerto sin bautismo, sino que
también sana a sus hermanos de graves problemas de salud.

Una mujer de 50 años estaba preocupada por el extraño comportamiento de su hijo. Ella
admitió que había tenido dos abortos durante su juventud. Durante la misa por estos niños abortados,
ella sintió una extraña sensación en su abdomen por tres veces. Entonces, ella se acordó que había
tenido también un niño que había nacido muerto y este tercero también fue incluido en la misa.
Desde ese momento, la conducta de su hijo fue normal.34

Un hombre profesional llevó a varios especialistas a su hija, porque era muy violenta. La hija,
de 26 años, había sido promiscua sexualmente con hombres, treinta años mayores que ella. Buscando
antecedentes, el Dr McAll encontró que su madre había tenido un aborto varios años antes de casarse
con el padre de la joven. El comportamiento de la madre antes de casarse, había sido parecido al de
la hija. Durante la misa por el aborto, el padre tuvo la visión interior de un niño y rezó por él. Los
problemas de la hija desaparecieron a partir de ese día.35

Por eso, afirma McAll:

“Las personas más afectadas por estos niños (abortados), no consagrados al Señor y que
necesitan que se ore por ellos, son los propios padres, un hermano o hermana gemelo, el
niño que nace a continuación, un niño adoptado en su lugar o, incluso, como en el caso de
Joan, el niño más sensible de la familia”.36

Veamos otro caso:

“El vicario de una iglesia local comprobó por sí mismo cómo una de las mujeres de su
parroquia había logrado superar una enfermedad mental, aparentemente incurable, después
de haber orado por uno de sus hijos que había abortado y de haberlo consagrado al Señor
durante una Eucaristía. Animado por esta experiencia, acudió a visitar a otra mujer llamada
Mildred, de algo más de sesenta años… Ella le contó algo que no había dicho a nadie en
toda su vida. Cuando todavía era adolescente, tuvo un aborto. El vicario le sugirió que

33
ib.p.56.
34
McAll: A guide to healing the family tree, Ed Queenship, Sta. Bárbara (USA), 1996, p.108.
35
ib.p.117
36
McAll: La curación esotérica, o.cit, p.58.

35
celebrasen una ceremonia en la iglesia para consagrar a su hijo abortado a Dios y Mildred
accedió. Cuando terminó la ceremonia, habían desaparecido todos sus dolores y
experimentó una sensación de liberación y alegría… Parece ser que el niño no nacido había
intentado atraer su atención mediante los dolores de estómago. Era como si el propio niño se
hubiera convertido en el dolor de estómago”.37

“Los gemelos o mellizos muestran una sensibilidad especial hacia su hermano o hermana
muertos. Durante la celebración de la Eucaristía, una madre me mencionó que una de sus
hijas gemelas había fallecido en el momento del parto y que el hospital se había ocupado de
enterrar sus restos. Cuando rezamos por primera vez para contrarrestar los efectos
negativos de este incidente, brotaron lágrimas de alegría en la gemela, que había logrado
sobrevivir. Me confesó que había “contemplado” a su hermana crecer todo el tiempo, pero
que nunca se había atrevido a hablar de ello”.38

Sigamos con otros ejemplos para ver la importancia de consagrar a Jesús a estos niños
abortados, voluntaria o espontáneamente, muertos sin bautismo.

Un hombre de veintiocho años se encontraba en la cárcel y había llevado un comportamiento


anormal y antisocial. Era un hijo adoptivo de una familia que lo había adoptado al perder a su propio
hijo. Dice McAll:

“Durante la Eucaristía, aquellos padres, preocupados y angustiados, le dieron nombre al


hijo que había fallecido en el momento del parto y, a través de sus oraciones lo consagraron
a Jesucristo. Inmediatamente después, el hijo que habían adoptado salió de la prisión,
convertido en un hombre totalmente reformado y actualmente desempeña un empleo de gran
responsabilidad.

Durante una celebración por un niño nacido prematuramente y que había sobrevivido sólo
cuatro horas, su madre intentó darle gracias a Jesucristo por habérselo llevado con él.
Entonces, escuchó claramente: “Al niño tienes que ponerle un nombre y demostrarle que
goza del amor de su madre y luego consagrármelo a Mí".

Una mujer había ejercido la prostitución y, a consecuencia de ello, había padecido varios
abortos tanto voluntarios como involuntarios. Con gran respeto y cuidado, les puso nombre
a todos, aceptó el perdón de Dios y continuó consagrándoselos al Señor todos los domingos,
cada vez que iba a la iglesia. A partir de entonces, se vió libre de la depresión que
padecía”.39
Como vemos, esta consagración del niño a Jesús es una especie de bautismo espiritual, que
les consigue la salvación y los libera del estado de limbo o tiempo de espera en que se encuentran.

“El matrimonio Lancaster vino a verme muy preocupado por tres de sus hijos. La hija mayor
era drogadicta, tenían otra anormalmente obesa y el hijo menor mostraba, desde los siete
años, una incontenible afición a robar. Elizabeth, la hija mayor, había nacido después de un
aborto anterior; Evelyn, la hija obesa, tras un aborto involuntario, mientras que Charles, el
hijo menor, lo adoptaron para reemplazar a uno que había muerto. Dado que en ninguno de
los tres casos se había celebrado una ceremonia de consagración al Señor, decidimos
celebrar una Eucaristía por los tres casos, tras la cual toda la familia se sintió liberada.
37
ib.p.59.
38
ib.p.60.
39
ib.p.61.

36
Elizabeth no volvió a probar las drogas; Charles dejó de robar y el peso de Evelyn volvió a
ser normal tan solo después de tres meses…

Mi experiencia de “haber visto” a esos niños con la edad que habrían tenido de no haber
fallecido prematuramente, me demuestra que es cierta la palabra de Dios, cuando dice:
“Antes de formarte en el vientre de tu madre te conocí” (Jer 1,5; Sal 139, 13). Estos niños
son auténticos seres humanos, dotados de alma… Algunas personas creen que todos los
niños van directamente al cielo, cuando mueren. Pero eso, sólo ocurriría así en caso de
haber sido amados y de haber rezado por ellos en la tierra. He sido testigo de más de
seiscientos casos de niños fallecidos que habían continuado creciendo al mismo ritmo que
lo hubieran hecho de haber seguido con vida. Cada uno llevaba al lado a su propio Ángel
de la guarda, esperando ese momento de amor y de consagración a Dios”.40

El Dr. McAll, después de sus investigaciones siquiátricas en cientos de casos, afirma


claramente, a su manera, que existe el limbo temporal, pues cree que sólamente estos niños irán al
cielo, directamente al morir, si han sido amados y han orado por ellos. Ellos están esperando que les
pongan un nombre, les hagan sentir amor y los consagren a Dios. Mientras tanto, siguen esperando,
como él dice, ese momento de amor y de consagración a Dios. Por eso, sugiere orar por ellos con las
siguientes oraciones:

Oración por la salvación de los niños abortados

Señor Jesús, por medio de tu Madre bendita,


te ofrezco todos mis pensamientos, palabras y obras
de este día por todas las intenciones de tu Sagrado Corazón.

Especialmente, te ofrezco todos los actos de fe y de amor


para obtener de tu Sagrado Corazón la gracia del bautismo para
todos los niños inocentes, que serán asesinados hoy por el aborto.

Y, dado que sus propios padres y madres rechazarán su vida con


violencia y rehúsan ser garantes de la fe de estos niños,
te pido que me aceptes como padre y madre espiritual de estos niños.

Acéptame como garante del deseo de estos niños de estar


contigo por siempre para que, habiendo sido asesinados cruelmente,
ellos puedan ser admitidos a tu presencia como mártires inocentes
y sean salvados por tu amor. Amén.41

Oración por los abortos espontáneos

Señor Dios, confiamos a tu amor a este pequeñito,


que ha dado alegría a sus padres
por poco tiempo. Llévalo a la vida eterna.

Señor, tú has formado a este niño en el vientre materno.


40
ib.p.62.
41
McAll: Healing the Haunted, Ed Queenship, Sta. Bárbara (USA), 1996, p.81. También está publicada esta
oración en el libro “La guarigione delle infestazioni”, Ed Paulinas, p.149.

37
Tú lo has conocido por su nombre desde el principio del tiempo.
Nosotros ahora deseamos ponerle el nombre de N.,
un nombre que guardaremos como un tesoro en nuestro corazón para siempre.

Oramos por estos padres, que están tristes por la pérdida de su hijo.
Dales valor para soportar su pena y su dolor.
Y que un día puedan encontrarse con su hijo en la alegría y en la paz de tu Reino.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.42

LA SIQUIATRÍA Y EL BUDISMO

Es muy interesante anotar aquí cómo muchos siquíatras y sicólogos, como el Dr. Dennis
Eugene Klass, Joanne Angelo y otros, reconocen el gran efecto curativo, sicológico y espiritual, de
los rituales budistas, llamados misuko kuyo a favor de los niños abortados.

En nuestros países cristianos, se reconocen los efectos negativos producidos por el aborto en
los padres de los niños abortados, especialmente en la madre, y se recomienda tratamiento sicológico
o psiquiátrico para curar los efectos de depresión, ansiedad, etc. Pero, entre los budistas, la solución
está en orar por estos niños abortados y no por sus padres directamente. Y los efectos positivos de
estas oraciones son reconocidos por teólogos católicos como el jesuita Gary L. Chamberlain o el
Padre Anthony Zimmerman S. V. D., que han trabajado muchos años en Japón.

Hablando concretamente del Japón, digamos, en primer lugar, que legalizó el aborto en 1948
y, desde entonces, ha habido más de 128 millones de abortos provocados. Para estos niños abortados,
incluso si son abortados espontáneamente, el budismo ofrece a los mizuko (niños del agua) o niños
abortados, ceremonias de duelo, llamadas mizuko kuyo, donde se cantan “sutras”, queman incienso,
tocan campanas y hacen otros ritos para dar sosiego a estos niños, que están en el país de las
tinieblas, según ellos.

Los padres pueden alquilar pequeñas estatuas, talladas en piedra con caras redondas y ojos
cerrados por 700 dólares o pueden mandar escribir mensajes en placas de madera para que los lean
estos niños. En estos mensajes se dice, por ejemplo: “Tu padre y tu madre te aman”, “lo sentimos,
pero no pudo evitarse, descansa en paz”, “tus padres y tus hermanos te saludan”. Y también les
ponen un nombre y colocan flores, baberos, gorritos, juguetes, etc., en estas estatuas de piedra o
placas de madera, que representan a sus almas. En ciertos templos budistas del Japón, hay colinas
con miles y miles de estas estatuas, que no son propiamente tumbas, pues no están enterrados allí los
cuerpos de los niños, sino son lugares, donde se supone que están sus almas y a donde van a rezar,
especialmente las mujeres.

De esta manera, creen que estos niños se sienten queridos por sus familiares, descansan en
paz, y no perturban a la familia. Salen del “país de las tinieblas” en el que estaban y tienen un lugar
para descansar en paz. Los efectos sicológicos y espirituales de estas oraciones son evidentes. Lo
cual nos puede indicar que estas oraciones van más allá de la pura sugestión de las madres, porque
quizás, verdaderamente, estos niños, muertos sin bautismo, las necesitan para estar en paz. Nosotros
diríamos para ir al cielo.

Quizás, influenciados por esta cultura budista japonesa, en algunas iglesias católicas del
Japón, se celebran misas por estos niños abortados, como lo afirma el Padre jesuita japonés Akio
42
ib.p.82.

38
Awamoto, quien celebra una misa por ellos los primeros domingos de cada mes a las cuatro de la
tarde en la Iglesia de Yotsuya, uno de los centros católicos más grandes del Japón. El P. Anthony
Zimmerman dice: “¿Cuándo celebrarán los sacerdotes católicos misas por estos niños abortados de
su ciudad, de su región o de su país?”43

RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA

La renovación carismática católica es un movimiento eclesial, apoyado por la Iglesia, que


trata de renovar la vida cristiana por medio del poder del Espíritu Santo, que sigue derramando
sus dones y carismas en la actualidad como en los primeros siglos. Este avivamiento espiritual
comenzó en USA el año 1967 y, desde entonces, se ha extendido a todo el mundo. Está presente en
238 países y sigue renovando la vida de 120 millones de católicos a lo largo del mundo.

Algunos líderes carismáticos fomentan la oración por los niños muertos sin bautismo y
recomiendan celebrar una misa por ellos o bautizarlos espiritualmente o consagrarlos a Jesús por
María o sencillamente orar por ellos. Su experiencia en muchos casos, se parece a la del Dr. McAll,
lo que significaría, igualmente, que estos niños necesitan ser liberados con nuestra ayuda para ser
plenamente felices en el cielo. Mientras tanto, estarían en un estado intermedio, al que llamamos
limbo.

HERMANOS MATTHEW Y DENNIS LINN: Entre los líderes carismáticos católicos que más
han estudiado este punto de los niños muertos sin bautismo, están los hermanos Linn, jesuitas.
Veamos lo que dicen:

“Tal vez la sorpresa más grande de nuestro ministerio es la curación física y emocional, que
puede ocurrir muy rápido y profundamente a otras personas, cuando oramos por bebés
nacidos muertos y por abortos espontáneos y provocados. Por ejemplo, después de rezar por
sus tres traumáticos abortos, Sandy retornó a casa para encontrar a su hijo de siete años que
había sido hiperactivo desde su nacimiento, capaz de dormir por primera vez durante toda la
noche y de portarse normalmente en la escuela al día siguiente.
Sandy se dio cuenta de que no solamente la hiperactividad de su hijo había cesado, sino
también de que su incapacidad para aprender, diagnosticada como permanente, había
desaparecido.

Casi cada familia puede beneficiarse... orando por abortos y bebés nacidos muertos, ya que
estas pérdidas son tan comunes. Aproximadamente, de diez al veinte por ciento de todos los
embarazos terminan en abortos espontáneos, sin contar con el cincuenta por ciento de
óvulos fecundados, que nunca lograron implantarse. En USA hay un millón y medio de
abortos provocados por año (cuatro abortos por cada diez nacimientos normales) y dos
nacidos muertos por cada cien nacidos vivos. Por eso, los bebés constituyen el grupo más
importante en nuestras oraciones por los muertos. Pero ¿cómo sabemos que ellos
necesitan de nuestras oraciones? A veces, se nos ha dicho que no podemos rezar por ellos,
porque están en el limbo (permanente). Otras, que no necesitan de nuestras oraciones,
porque están ya en el cielo.

43
Datos tomados del artículo escrito por el P. Zimmerman en el boletín “Caminos de esperanza” N° 34, de marzo
– abril de 1997, de la Institución “Vida humana internacional”; y del artículo del periódico “El Comercio” de Lima
(Perú) del 13 de octubre de 2002. También puede verse mucha información sobre esto, buscando en internet la
palabra mizuko and Psychiatry en www.google.com.

39
La historia de las oraciones de Santa Perpetua por Dinócrates, su hermano, muerto no
bautizado, es un ejemplo, proveniente de la tradición cristiana, de cómo la gracia del
bautismo puede ser concedida a los niños muertos por medio de las oraciones de un
miembro de la familia”.44

“Pidiéndole a Jesús que bautice a un niño muerto, le estamos pidiendo hacer todo lo que
todavía se necesita hacer por esa criatura, ya sea que esto se inicie con un bautismo de
deseo o renovándolo con una celebración más profunda de amor de Jesús, ofrecida a través
de nosotros. Idealmente, esta oración debería ser completada con una Eucaristía en la cual
recibamos la comunión y nos unamos a Jesús, orando por nosotros y por el bebé muerto
para llevarlo más cerca de Él por siempre. La Eucaristía es también un momento ideal para
dar el amor de Jesús a otros niños que podían haber sido olvidados, tales como los cuatro
mil niños abortados diariamente en USA. Especialmente, en la Eucaristía se habilita a los
fallecidos con el perdón total de Cristo en el Calvario. Recibiendo para sí mismos el perdón
de Cristo y extendiendo ese perdón hacia todos los que les hicieron daño, los muertos están
habilitados para entrar en el cielo y alcanzar el estado de amar para siempre dentro del
Cuerpo místico de Cristo”.45

Como vemos, ellos hablan de curaciones extraordinarias después de orar por estos niños,
hablan de bautizarlos espiritualmente y ofrecer una misa por ellos para "entrar" en el cielo y
alcanzar el estado de amar para siempre. Esto quiere decir que antes estaban en un estado de no-
cielo, al que llamamos limbo.

Veamos un ejemplo:

“Sue tuvo seis abortos espontáneos y dos hijos vivos, Julie de cuatro y Jasón de dos. Durante
un retiro, Sue asistió a una misa en la que se le invitó a rezar por sus seres queridos muertos.
Al final de la misa, cuando fue invitada a permitir que Jesús le trajera a su corazón a quien
Él quisiera, Sue se sorprendió de tener la siguiente experiencia:

Vi en mi espíritu a seis niños alegres que corrían a mis brazos. Yo me quedé allí de pie,
pensando: ¿A quién voy a abrazar primero? Y sentí como si los abrazara a todos ellos en mi
corazón. Supe que eran mis hijitos y me regocijé, especialmente, al ver cuánto los mayores
querían al más pequeño. Los niños irradiaban amor, a Jesús, a mí y el uno al otro. Ésta fue
la primera vez que los “había visto”, pero tuve y todavía tengo el sentimiento de que ellos
me conocen bastante bien.

Sue y un amigo oraron juntos por los seis niños abortados. Simbólicamente, bautizaron a
todos los niños y les dieron nombres. Sue describe los cambios que vio en su familia, cuando
volvió a su casa.

Antes del retiro, Julie parecía una frágil flor. Era muy sensible y lloraba fácilmente. Tenía
seis muñequitas (sorprendentemente, el mismo número de abortos). Cada una tenía un
nombre y se las tenía que tomar en cuenta en todas las ocasiones. Ella parecía sentirse
responsable y ansiosa por ellas. Desde mi regreso, su atadura a aquellas muñecas se hizo
considerablemente menor. Ahora son juguetes con los cuales gusta jugar, pero no se
preocupa de ellos. Es curiosa, vivaz y mucho menos sensible... Cuando volví del retiro,
44
Linn Matthew y Dennis con Sheila Fabricant: Sanando la herida más profunda, Ed. Minuto de Dios, Bogotá,
2000, p. 118-122.
45
Ib. p.136

40
estaba inundada de amor por Jasón. Desde mi vuelta, el cambio en su personalidad fue casi
inmediato. Se tranquilizó, es más sociable y parece adorar a su hermana Julie.

Otra cosa que también noté fue un efecto inmediato en mis relaciones con mi esposo...
Ambos nos dimos cuenta de que mi frigidez había desaparecido”.46

Los efectos reales de curaciones de que hablan los Hnos. Linn nos recuerdan lo que decía el
Dr. McAll, luego hay que tomarlos en cuenta y decir que algo pasa, que no es inútil orar por estos
niños, sino muy eficaz, porque lo necesitan y, si lo necesitan, es porque no están todavía en el cielo.
Los Hnos. Linn creen que con una misa es suficiente para liberarlos:

"Si eres católico, manda celebrar una misa por el bebé. Mientras recibes la Eucaristía, deja
que la sangre sanadora de Jesús entre en ti y en todos los difuntos de la familia, por medio del
bebé".47

EL PADRE ROBERTO DEGRANDIS tiene un libro titulado “Curación a través de la misa”,


donde nos habla de la importancia de la misa y de que todas las misas tienen un especial poder de
sanación para los enfermos y para todos los que están agobiados en su espíritu y concretamente para
estos niños.

Él nos dice:

“Cuando consideramos el problema de los abortos, niños malogrados o que han nacido
muertos, uno de los principios básicos es que estos niños deben ser recibidos con amor. Una
de las formas en que amamos y aceptamos a un niño es dándole un nombre. Esto les da un
sentido de pertenencia y de que ocupan un lugar verdadero en la familia… Una mujer
compartió el siguiente testimonio.

Yo tengo 41 años de edad y toda mi vida mi madre ha estado contando la historia de que su
madre (mi abuela) murió de parto y que perdió una niña pequeñita. Mi abuela era huérfana
y también había perdido a otro niño antes de mi madre. Un día mi madre y yo oramos unidas
y le dio nombre a los dos niños perdidos por su madre. Nosotras los ofrecimos al Padre en la
luz de Cristo y oramos por estos dos niños y su madre. A partir de ese día, mi madre nunca
más volvió a hablar de ese asunto. Sintió paz en su vida, después de darles nombre a estos
niños y ofrecerlos a Dios”.48

Para él es importante ponerles un nombre y orar por ellos ofreciéndolos a Dios para salvarlos.

EL P. JOHN HAMPSCH aconseja bautizar a estos niños espiritualmente, consagrarlos a Jesús


por medio de María y celebrar una misa.

Dice:

“En la consagración total del niño al Señor, los padres deberían pedirle que llene con su
amor todas las necesidades del niño como por ejemplo el bautismo de deseo o alguna otra
forma desconocida de gracia, semejante al bautismo... Esto podría ser ratificado por una
Eucaristía en la que, en el momento de la comunión, nosotros nos unimos a Jesús de la
46
Ib. p.148-149
47
Hermanos Linn, o.cit p.152.
48
Roberto DeGrandis, o.cit p.51.

41
manera más íntima posible, orando por el niño... En la oración se debería incluir una
petición al Señor para que ese niño sea un “santo privado” o un “intercesor” especial para
la familia... Como epílogo de esta oración a Jesús, es muy recomendable poner al niño en
los brazos de María (consagrarlo a Ella), recordando las palabras que Jesús dijo: “Ahí
tienes a tu Madre”. A María se le ha encomendado ser la madre de todos y cada uno de los
niños. Y Ella los ama mucho más intensamente que las madres de la tierra”.49

EL P. MARCELINO IRAGUI también recomienda una misa y consagrarlos a Jesús por María.
Escribe:

“Una práctica recomendable es el ofrecer la santa misa y comulgar por ellos, sobre todo,
cuando se hace en familia. En esa Eucaristía, se pide a Dios que acoja en su seno a todos los
difuntos de la familia... A veces, los resultados son sorprendentes. En caso de aborto
provocado o involuntario, que no fueron bautizados, se pide al Señor que inspire un nombre
para cada uno de ellos, se les acepta como miembros de la familia y se les presenta por su
nombre al Señor, arropados en el amor de su Madre, la Virgen María”.50

Así pues, de acuerdo a muchos líderes de la Renovación Carismática Católica, es necesario


orar por los niños muertos sin bautismo, bautizarlos espiritualmente, ponerles nombre y, si es
posible, mandar celebrar una misa por ellos.

Parece ser que estos niños necesitan oraciones y amor para ser liberados del estado de limbo y
poder llegar al cielo para poder disfrutar de la plena felicidad de Dios, ya que las oraciones no
aprovechan a quienes están ya en el cielo. Además, los efectos positivos y extraordinarios que
ocurren, al darles ese “bautismo espiritual”, repercuten en toda la familia en hechos concretos y
reales, que no dejan duda de que esta práctica es necesaria para ellos, pues la necesitan para ser
felices.

SOBRE EL BAUTISMO ESPIRITUAL


En el periódico alemán “Rettende Macht” del 24 de setiembre de 1973, se habla de las
revelaciones de Jesús a una mujer casada y madre de varios hijos. Entre otros mensajes Jesús le dice
sobre los niños abortados:

“Estos pequeñitos pueden conseguir la visión beatífica. Transmite lo que voy a decirte a los
sacerdotes, porque vosotros los podéis bautizar (espiritualmente).

Después de recitar el Credo, toma agua bendita y la esparces en todas las direcciones y di
estas palabras: A todos vosotros, que habéis nacido muertos o que naceréis muertos, a todos
los que fueron asesinados en el vientre de sus madres o que serán asesinados, para que
podáis alcanzar la vida eterna por medio de Jesús. N. (aquí se dice el nombre). Yo te bautizo
en el nombre del Padre, y del Hijo y el Espíritu Santo.

Al final, reza un Padre nuestro, un Avemaría y un Gloria. De esta manera, puedes


bautizarlos a estos pequeñitos y ayudarlos a conseguir el cielo”.

El P. ROBERTO DEGRANDIS cita el testimonio de una mujer:

49
John Hampsch: Healing your Family Tree, Ed. Queenship, Los Angeles, 1989, pp.193 y 194
50
Marcelino Iragui: Jesús sana hoy, Ed. El Carmen, Vitoria, 1987, p.65.

42
“Hace veinte años yo quedé embarazada en un momento inoportuno. Yo estaba enferma,
bajo cuidado médico, y escasa de dinero. Yo no podía tener un niño. Yo luchaba contra esta
idea por mi educación católica y deseaba tener una pérdida. Y tuve la pérdida. Cuando yo vi
a esa pequeña vida humana muerta delante de mí en el hospital, me sentí muy apenada.
Antes de llamar a la enfermera, tome un vaso de agua y lo derrame sobre la cabeza del niño
bautizándolo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo… A través de los años,
Dios me dio un amor especial por los niños pequeños rechazados y recogí en mi casa a
muchos de esos niños pequeños, que habían sido rechazados por sus padres. Yo los amaba
como si fueran míos y ellos me amaban a mí”.

Y escribe en la nota el P. DeGrandis:

“Esta misma mujer compartió que, un tiempo después, ella tuvo una visión de su hijo
perdido. En la visión supo que era un niño y lo vió saludable y vivo con el Señor. Lo que le
impresionó profundamente fue que todos los niños rechazados que ella había recibido en su
casa, eran todos niños varones. Ellos eran un REGALO y la forma de sanar su corazón por
la pérdida de su hijo”.51

En Villavicencio (Colombia) el obispo MONS. CABEZAS ha aprobado una misa de sanación


post aborto y en ella se celebra el bautismo de deseo con las oraciones que pone el P. John Dillon en
su libro y que veremos a continuación. Esta información con fotografías puede consultarse en
internet

www.vidahumana.org/vidafam/aborto/misa.html

El PADRE JOHN J. DILLON sugiere hacer una paraliturgia y en ella hacer algunas oraciones,
como bautismo de deseo, por el niño y ofrecer a los padres “la vestidura blanca y el cirio
bautismal”. Entre las oraciones propone las siguientes:

“Tú, Señor, autor y defensor de la vida, tú eres nuestra morada final. Te encomendamos a
este niño (decir nombre). Confiando en tu misericordia y en tu amor paternal, te pedimos le
concedas la eterna felicidad. Señor Dios, bondadoso y solícito, confiamos a tu amor este
pequeño (N). Acógelo en la vida eterna. También te pedimos por sus padres, afligidos por la
pérdida de su hijo. Concédeles fortaleza y valor y ayúdalos en su pena para que puedan un
día reunirse con su hijo en la paz de tu Reino. Te lo pedimos por Cristo, Nuestro Señor.
Amén”.52

En Lima, en algunos grupos de oración, oran por las madres que han abortado. Se les invita a
pedir perdón a Dios por su pecado y se pide al Señor que las inunde con su amor divino. Después, se
les motiva para que, en el futuro, sean defensoras de la vida y puedan salvar otros niños, que
pudieran estar en peligro de ser abortados. Y, dentro de la oración, se les pide que se imaginen a
Jesús con su niño, mientras los presentes oran a Dios, si es posible con el don de lenguas, para que
les inspire el sexo de la criatura y ponerle un nombre adecuado. Y le piden que bauticen a su hijo
diciendo:

N.N. (decir el nombre) YO TE BAUTIZO EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y


DEL ESPÍRITU SANTO.

51
P. Roberto DeGrandis, o. cit p.90
52
P.John Dillon, Un camino hacia la esperanza, Ed. Paulinas, Bogotá, 1994, p.93-94.

43
Después se pide a la mamá que le pida perdón a su hijo, que le diga que lo ama, que lo abrace
espiritualmente con todo su amor, y que entregue a su hijo a Dios, como consagrándoselo a Él. Y, a
continuación, se le pide que desde la oscuridad, vea a su hijo cómo va al reino de la luz y le diga:
Descansa en paz.

El PADRE JAMES MANJACKAL, de la India, es uno de los líderes de la renovación


carismática más conocidos por su poderoso ministerio de sanación de enfermos. Viaja
constantemente por todo el mundo y me escribió desde Alemania una carta, contestando a mis
inquietudes. Me dice así:

“De acuerdo a la enseñanza católica tradicional, los niños que mueren sin bautismo no
pueden ir directamente al cielo. Estos niños van al limbo. Pero nosotros podemos bautizar a
estos niños en fe y espíritu en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y así
enviarlos al cielo.

Considero que esta es una de las tareas de nuestro ministerio (sacerdotal), del cual muchos
no están enterados. Lee 1 Co 15, 29. Yo practico este ministerio (de bautizar a los niños
abortados) en mi predicación. También les digo a los padres que han abortado que confiesen
su pecado y, si es posible, que hagan obras de caridad como, por ejemplo, ayudar a niños
huérfanos en nombre de los niños abortados.

Muchos padres han dado testimonio de que después de tal bautismo (espiritual) de los
niños abortados, ellos se les han aparecido como ángeles y los han consolado. ¡Gloria a
Dios!”.

En otra carta me dice:

“Yo he oído a mucha gente que me ha dicho que ha visto a los niños muertos sin bautismo
como ángeles y santos después de haber sido bautizados en espíritu. Algunos dan testimonio
de que, cuando necesitan algo, ellos lo piden por intercesión de estos niños ya salvados.

Normalmente, cuando la gente que ha abortado viene a mí con tristeza y sentimiento de


culpabilidad, yo les digo que pidan perdón a sus niños antes de bautizarlos en fe y en
espíritu. Varias madres han tenido la experiencia de que sus niños han venido a darles su
perdón y a consolarlas. Yo conozco a mucha gente que tiene contacto con estos niños
salvados.

Yo bautizo a los niños muertos sin bautismo, si alguno está presente como padrino. Muchos
sacerdotes no lo hacen debido a su falta de fe o a su ignorancia. Yo paso dos horas diarias,
orando por las almas de los que han muerto. Muchas almas vienen a mí y se identifican y me
dicen sus pecados y yo los bautizo, si no están bautizados, y rezo para que se perdonen sus
pecados y pido al Espíritu Santo que los llene de su amor. Yo tengo maravillosas
experiencias de su entrada en el cielo y sus oraciones por mí son de gran poder para mi
ministerio. Los he visto con las caras resplandecientes después de bautizarlos y me han
prometido ayuda espiritual.

Reza por mí. Mañana voy a Rusia por 10 días. Fr. James”.

Conservo estas cartas como el testimonio de un hombre, que, según el parecer de los que lo
conocen, transmite el poder de Dios y una evidente santidad de vida. Él habla de bautizar a estos

44
niños para que vayan al cielo, pues mientras tanto están en el limbo. Y, cuando se les bautiza, en
algunos casos, hasta se aparecen como ángeles o santos para demostrar la eficacia de esta oración de
bautismo post mortem. Además, nos habla claramente del poder de intercesión de estos niños ya
salvados y cómo algunos los invocan. Estos niños son un gran apoyo para su ministerio a lo largo y
ancho del mundo.

El que quiera conocer más sobre la vida, ministerio, enseñanzas y programas de viajes del
Padre James Manjackal, puede consultar su página Web

www.jmanjackal.net

Los hermanos Linn nos ofrecen una especie de rito para el bautismo espiritual:

“Lee San Marcos 10,13-16, donde Jesús pide que los niños vayan a Él. Cierra los ojos y
respira profundamente. Recuerda un momento en tu vida, cuando te sentiste especialmente
amado, un momento, cuando supiste cuánto te ama Dios. Respira dentro de ti mismo ese
amor otra vez. Ahora piensa en el bebé que has perdido. Ponte en contacto con tus
sentimientos hacia ese bebé (por ejemplo, amor, tristeza, deseo, dolor, culpa, etc.).

Comparte amor y perdón con el bebé. Ve a Jesús y María delante de ti. Ve cómo ellos tienen
a tu bebé en sus brazos y te lo ofrecen. Abre tus brazos y recíbelo. Dile al bebé todo lo que
has estado guardando en tu corazón hacia él. Escucha cómo tu bebé quiere contestarte y
escucha todo lo que él ha guardado en su corazón hacia ti. Durante los próximos minutos, di
y haz con tu bebé todo lo que quieras.

Con Jesús y con el bebé, perdona a cualquier otra persona que pudo haber lastimado al bebé
(médicos, otros parientes, etc.), cualquiera que, aun sin saberlo, no cuidó de esta nueva vida.
Quizás tú u otra persona todavía sienten rabia hacia Dios por haberles enviado al bebé en
una época no deseada, o por quitárselo. En este caso, “perdona” a Dios también.

Bautízalo. Ve de qué sexo es el bebé y pídele que te diga qué nombre quiere él. Con Jesús,
bautízalo simbólicamente con ese nombre, pidiendo que Jesús lo lave y expulse cualquier
dolor u oscuridad que el bebé tenga. Haz el signo de la cruz en la frente del bebé, y di con
Jesús: Yo te bautizo N.N. en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Siente
cómo el agua lo limpia y renueva.

Entrega al bebé a Jesús y María. Pídeles a Jesús y al bebé que te muestren cómo tú y el bebé
pueden continuar amándose mutuamente a través de Jesús. ¿Cómo quieres que el bebé ore
por ti y tu familia? ¿Cómo quiere tu bebé que ores por él? Cuando estés listo, pon el bebé en
brazos de María y de Jesús. Invítalos a todos a que entren en la luz de tu corazón. Aspira ese
gran amor que hay en tu corazón y deja que recorra todo tu cuerpo.

Los católicos, que han estado involucrados en un aborto provocado, deben acudir al
sacramento de la confesión... y mandar celebrar una misa por el bebé”.53

En resumen, creemos que bautizar espiritualmente a estos niños es muy importante para su
felicidad y la de su familia, lo que nos indicaría que necesitan ayuda, pues podrían estar, hasta que se
les ayude, en un limbo temporal.

53
Hermanos Linn, o.cit. pp. 150-152

45
PONER UN NOMBRE

Algunos líderes carismáticos y María Simma y el Dr. McAll hablan de la importancia del
ponerles un nombre a estos niños para poder identificarlos.

Pensemos que la mayoría de estos niños muertos sin bautismo son abortados, voluntaria o
involuntariamente, y nadie se ha preocupado de ponerles un nombre. Normalmente, tampoco se
acuerdan de ellos ni oran por ellos. Es por esto que son seres anónimos, N.N., que necesitan ser
integrados en su propia familia y tener un nombre como señal de su identidad. Por eso, el ponerles un
nombre dentro del marco de una misa celebrada para ellos o en el bautismo espiritual o al orar por
ellos y ofrecerlos a Dios, tiene tan maravillosos efectos para toda la familia, que siente una influencia
positiva de estos seres, que, a veces, se les aparecen para agradecérselo.

La Hna. Georgina Gamarra, líder del movimiento carismático, cuenta algunos casos, que se
los he escuchado personalmente en una charla dada en nuestra Parroquia de la Caridad de Pueblo
Libre, en Lima (Perú), y que los ha registrado en un cassette, que esta difundido en los grupos de
oración carismática. Veamos:

Su secretaria le dijo que había tenido una pérdida y que nunca le había puesto un nombre a
ese niño ni lo había bautizado espiritualmente. Entonces, durante la oración, junto con su esposo,
decidieron ponerle un nombre y curiosamente los dos coincidieron en un mismo nombre, a pesar de
que no sabían si había sido hombre o mujer. Otro caso es el de aquella pareja de esposos que estaba
en una de sus charlas en primera fila, y que habían abortado a dos mellizos. También, de modo
admirable, después de haber oído hablar de que debían ponerles nombre, ambos decidieron ponerles
los mismos nombres a los dos. Pareciera, dice ella, que alguien guiaba sus mentes.

Otro caso extraordinario es el de aquella mujer que había tenido tres abortos y decidió que
plantaría en su jardín tres rosales para no olvidarse nunca de estos niños, a quienes ya había puesto
un nombre. Al llegar a su casa, ocurrió algo que la conmovió; su hijo mayor había comprado tres
rosales de distintos colores para ella. ¿Quién le había comunicado sus pensamientos a su hijo mayor?

El P. JOHN HAMPSCH afirma que es muy importante ponerles un nombre a estos niños
muertos sin bautismo y ofrecerlos a Jesús. Y cuenta un caso que le ocurrió durante una misa en
Canadá. Uno hombre dio el siguiente testimonio:

“Entre 1958 y 1963 mi mujer tuvo cinco abortos. Yo tenía un gran sentimiento de
culpabilidad. Ayer cuando Ud. dijo que debíamos poner un nombre a estos niños, nosotros
nos sentamos y lo hicimos. Mi esposa puso nombre a tres y yo a dos. Durante la misa (en
visión interior) vi a Jesús delante de mí y me dijo que no me preocupara, que no me sintiera
mal, porque ya esos cinco niños estaban en sus brazos y a salvo en el cielo. A partir de ese
día, nuestro amor mutuo ha crecido inmensamente”.54

Nosotros sugerimos una breve oración para estos casos:

"Padre celestial, Padre bueno, gracias por habernos regalado a (decir nombre) como
nuestro hijo, que estará contigo para siempre. Perdónanos los errores que hemos cometido.
Te lo entregamos en tus brazos divinos por medio de María. Jesús, divino Salvador,
bautízalo en tu amor divino y gracias por haberlo salvado y habernos sanado y liberado de
nuestra angustia y sentimiento de culpabilidad. Gracias, Espíritu Santo, ven sobre todos
54
John Hampsch, The Healing of your Family Tree, Ed Queenship, Los Angeles, 1989, p.192

46
nosotros y haznos con nuestro hijo, una familia unida en tu amor, en el tiempo y para la
eternidad”. Amén.

CONSIDERACIONES FINALES

Pensemos que cada año hay en el mundo más de sesenta millones de abortos provocados
(más de 165.000 cada día) y muchos otros millones de niños muertos antes del uso de razón sin estar
bautizados. Pensemos en tantos miles y miles, fecundados “in vitro”, “fabricados” en el laboratorio
y después desechados como “material biológico sobrante” o que mueren en experimentos
“científicos” o en prácticas de fecundación artificial o de clonación de embriones, y en tantos
embriones (seres humanos ya) congelados en bancos de embriones, que no han tenido el calor y el
amor de una madre...

Quizás el plan de Dios para ellos era de 80 años y les han cortado la posibilidad de realizarse
humana y espiritualmente. Por eso, la Iglesia castiga con excomunión automática (Cat 2272 y canon
1398) a los que procuran el aborto. El aborto es uno de los pecados más graves que se pueden
cometer.

Sobre el aborto, es interesante anotar el testimonio de Bernard Nathanson, considerado por


muchos como el rey del aborto. En su libro autobiográfico “La mano de Dios”, nos habla de que era
el director de la clínica abortista más grande del mundo en Nueva York. Personalmente, dirigió
alrededor de 75,000 abortos y con sus propias manos realizó más de cinco mil. Cuenta cómo algunos
de sus médicos sufrían pesadillas y gritaban por las noches, hablando de sangre y cuerpos de niños
rotos. Algunos de ellos tuvieron que acudir al siquíatra, otros se volvieron alcohólicos, otros tomaban
drogas o tuvieron que abandonar la clínica, porque no podían soportar aquella situación.

Él mismo cuenta:

“Me despertaba cada día a las cuatro o cinco de la mañana, mirando la oscuridad y
esperando que se encendiera un mensaje declarándome inocente frente a un jurado
invisible... Había realizado muchos miles de abortos en niños inocentes y había fallado a mis
seres queridos... Cuando escribo esto, yo he pasado por toda la panoplia de remedios
seculares: alcohol, tranquilizantes, libros de autoasistencia, consejeros. Incluso me he
permitido cuatro años de psicoanálisis a principios de los sesenta... Yo me despreciaba a mí
mismo. Quizás había llegado, por fin, al principio de la búsqueda de la dignidad humana”.55
Su sufrimiento interior y su ateísmo práctico le llegó a ser insoportable. El peso de su
conciencia y la sangre de estos niños que clamaban a Dios como la sangre de Abel (Gén 4,10)
parecía que lo iban a volver loco. Y sólo el Amor podía sanarlo. Sí, el Amor con mayúscula, el Amor
de Dios. El amor de Dios que salva también a estos niños que viven y mueren sin amor. Él tuvo la
gracia de reconocer su error y, a través del video “El grito del silencio”, donde se ve el sufrimiento
de estos niños, reconoció que eran seres humanos y que no podía seguir más por ese camino de
sangre y violencia, y se convirtió. Él nos cuenta:

“El 9 de diciembre de 1996, a las 7,30 de un lunes, en la solemnidad de la Inmaculada


Concepción, en la cripta de la catedral de San Patricio de Nueva York, la ciudad del
hombre, el Dr. Bernard Nathanson se convirtió en hijo de Dios, incorporándose al Cuerpo
Místico de Cristo en su única Iglesia. El cardenal John O’Connor le administró los
sacramentos del bautismo, confirmación y comunión... fue un momento muy difícil. Estaba
completamente emocionado. Y después cayó esa fría agua purificadora sobre mí y voces
55
Nathanson Bernard: La mano de Dios, Ed. Palabra. Madrid, 1997, p. 230-233.

47
suaves y un inexpresable sentimiento de paz... No puedo decir lo agradecido que estoy ni la
deuda tan impagable que tengo con todos aquellos que han rezado por mí durante todos
estos años en los que proclamaba públicamente mi ateísmo y mi falta de fe. Han rezado tenaz
y amorosamente por mí. Estoy convencido de que esas oraciones fueron escuchadas. Ahora
estoy simplemente en las manos de Dios”.56

¡Qué transformación tan radical! En el momento de su bautismo, Dios, compasivo y


misericordioso, limpió su alma de todos sus pecados y la dejó limpia como la de un niño recién
nacido. ¡Qué bella sería su alma en ese momento! ¡Qué grande es el bautismo! ¡Qué maravilloso es
nuestro Dios, todo amor y misericordia!

La Madre Teresa de Calcuta, según relatan algunas religiosas de su Congregación, iba a


algunas clínicas abortistas a pedir que le regalaran esos abortos, esperando que algunos estuvieran
todavía vivos para que los pudieran mecer y acariciar y bautizar y así pudieran morir llenos de amor.
Rezaba por todos estos niños abortados, considerándolos como sus hijos y dándoles todo su amor,
aun después de muertos, esperando en la misericordia de Dios. Y estamos seguros de que Dios
escucharía con agradecimiento su oración, porque creemos que estos niños también se salvan.

Ahora bien, ¿todos se salvan inmediatamente después de su muerte? Hemos dado algunas
razones para pensar en la posibilidad de un tiempo de espera para estos niños antes de “entrar” al
cielo. Lo de menos es el nombre que le demos a este estado de espera temporal. En él, no solamente
hay niños, sino también adultos que, por diversas causas, carecieron del suficiente uso de razón para
hacer actos plenamente humanos y, por tanto, para pecar mortalmente y murieron sin bautismo con
el solo pecado original. Por ejemplo, muchos enfermos mentales o con graves problemas sicológicos.
Pero ¿cuánto tiempo podrían necesitar para llegar a la plenitud del amor de Dios y “entrar”
en el cielo? Depende de cada caso. Los casos más dramáticos son aquellos en que estos niños son
consagrados a Satanás y sacrificados por sus propios padres en reuniones satánicas.

La organización Childwatch de Inglaterra afirma que cada año son sacrificados cientos de
niños en el mundo en reuniones satánicas, donde hasta beben su sangre y comen su carne
(canibalismo). Muchos de estos niños son comprados a sus padres, muy pobres, con la falsa promesa
de darles toda clase de comodidades para un futuro mejor.

El abate Florent Milumba Bwasa, vicario general de la diócesis de Libreville (Gabón), ha


publicado testimonios de algunos padres de familia, que para conseguir poder, ofrecen y sacrifican a
sus propios hijos a Satán (revista “La Lumiére” N° 23 del 4 de noviembre de 1992).

Y estos niños, ¿no sentirán un dolor profundo en su alma, cuando son descuartizados por el
aborto? ¿Qué podrán sentir al ver que comen su cuerpo como un manjar delicioso en algunos
restaurantes de Taiwán o que los usan como medicina en algunos laboratorios sin el menor respeto ni
amor por su persona? Estos niños son tan seres humanos como nosotros y, si su cuerpo es pequeñito,
su alma es tan grande como la nuestra. Hombres pequeñitos, pero de alma grande. En estos casos, en
que no han sido queridos por nadie y hasta han sido maltratados y rechazados, probablemente
necesitarán más tiempo de espera temporal hasta que encuentren alguien que ore por ellos o Dios, en
su infinita misericordia, les aplique las oraciones de personas buenas en virtud de la fe y el amor de
la Iglesia universal, por los méritos infinitos de Jesús. Por eso, es tan importante ponerles un nombre,
celebrar una misa por ellos, bautizarlos espiritualmente, consagrarlos al Señor y orar por ellos.

56
Ib. pp. 243 y 246

48
Ya hemos visto anteriormente cómo, cuando esto ocurre, se produce una especie de
“sanación” en su alma, descubren la luz y el amor y encuentran la felicidad del cielo. Y, en ese
momento su felicidad pareciera que la contagiaran a sus propios familiares, pues hasta se sanan
muchos de ellos de graves enfermedades. De esto hemos hablado ampliamente, al referirnos a las
investigaciones del Dr. McAll y otros líderes carismáticos.

Por todo lo cual, creemos que puede existir ese estado temporal de limbo en el que estos
niños todavía necesitan nuestra ayuda espiritual para ser liberados y llegar al cielo, donde serán ya
plenamente felices por toda la eternidad. Y, desde el cielo, podrán interceder por nosotros y bendecir
especialmente a su familia como ángeles y santos de Dios.

PALABRAS DE UN NIÑO ABORTADO

“De momento me llamo Nonato (no nacido). Es un nombre genérico. Lo llevo hasta que mi
madre me dé un nombre tan pronto como tome conciencia de mí. Por las noticias que tengo, mi padre
es un pobre hombre, un irresponsable. Puede servirle como atenuante todo lo que ve cada día en la
televisión. ¿Mi madre? Siento una ternura profunda por mi madre... No estoy solo ¿sabes? Si
supieras lo numerosos que somos. Ni siquiera cabemos en la catedral... Nosotros somos víctimas de
egoísmos infinitos, pero no podemos acusar a nadie. No estamos aquí para eso. Yo no me atrevo a
acusar a mi madre, que era tan pobre. La quiero y, pensando en ella, me siento en paz. Nos hemos
reunido aquí, en la catedral, para orar y, sobre todo, para amar a quienes nos han hecho daño...

(Y aquellos pequeñines, cansados, se durmieron en paz)”57

CARTA DE UNA MADRE A DIOS

“Querido Dios:

He llegado a un momento de mi vida en que te necesito más que en cualquier otro. He abortado a mi
hija. Y tengo que vivir con el remordimiento de que yo le quité la vida. Sé que amas, porque amaste
a quienes le quitaron a vida a tu propio Hijo Jesús. Necesito creer en tu perdón y en el perdón de mi
hija para perdonarme a mí misma.

Ayúdame a sentir tu perdón, Señor, a recuperar mi propia integridad. Estoy destrozada. No permitas
que vuelva a alejarme de Ti. No importa las pruebas que me mandes, déjame sentir tu amor. Ayuda a
todas las personas que comparten el dolor del pecado que hemos cometido. Cuídanos, Señor, y
ayúdanos a sanarnos. Y, sobre todo, cuida a nuestros hijos. Los hemos puesto en tus manos divinas.
Permite que María, madre de todos nosotros, los cuide hasta que podamos reunirnos con ellos.
Cuéntale a nuestros hijos cuánto los amamos y cuánta falta nos hacen. Gracias, Señor”.58

Cathy.

MENSAJE A LOS PADRES DE LOS NIÑOS MUERTOS SIN BAUTISMO

Queridos papás:

Dios les había regalado un hijo, pero en sus planes divinos lo recogió prematuramente. No importa
ahora saber, si tuvieron alguna responsabilidad en su partida de este mundo. No importa tampoco
57
Texto tomado del libro “Un camino sin fin” de Carlo Carretto, Ed Paulinas, Madrid, 1987, p.33-49.
58
P. John Dillon, o.cit. p.87

49
saber quiénes tuvieron alguna responsabilidad o negligencia. Lo importante ahora es saber que ese
niño, por no estar bautizado, está reclamando el amor y el cariño de sus padres y familiares. Dios
quiso que ustedes fueran colaboradores suyos en darle la vida y ahora quiere que también sean sus
colaboradores en darle ese amor que necesita para sentirse amado y abrirse al amor y así encontrar la
paz y felicidad eterna.

Les recomiendo ponerle un nombre y mandar celebrar una misa por él. Y darle todo su cariño con
sus oraciones y obras buenas. Y, cuando conozcan de alguien que perdió también a su hijo, háblenle
de darle amor y “bautizarlo con su amor”. Nunca rechacen a los niños. Amen a todos los niños
nacidos o por nacer, hagan felices a todos los niños.

Que Dios los bendiga. Que su hijo sea para ustedes como un ángel del cielo que los ayude en su
caminar. Saludos del ángel de su hijo.
CONCLUSIÓN GENERAL

LOS NIÑOS MUERTOS SIN BAUTISMO SON SALVADOS POR LA MISERICORDIA DE


DIOS Y LOS MÉRITOS INFINITOS DE JESÚS EN VIRTUD DE LA FE DE LA IGLESIA, PERO
MUCHOS DE ELLOS PUEDEN NECESITAR DE NUESTRAS ORACIONES, MIENTRAS
ESTÉN EN UN ESTADO DE LIMBO TEMPORAL HASTA QUE LLEGUEN
DEFINITIVAMENTE AL CIELO.

Después de haber analizado los diferentes aspectos del tema de los niños muertos sin
bautismo y, sabiendo que es un tema opinable, dado que la Iglesia no se ha definido todavía
dogmáticamente sobre él, consideremos que la posibilidad de la existencia del limbo temporal para la
inmensa mayoría de estos niños, es algo más que probable. La Iglesia sólo nos invita a “orar por su
salvación” (Cat 1283), abriendo así la posibilidad de que estos niños necesiten realmente de nuestras
oraciones.

Además, ya hemos dicho que los que afirman que estos niños son salvados inmediatamente
después de su muerte, no pueden probarlo ni con textos de la Escritura ni con textos del Magisterio
ni de otra manera. Por tanto, hablando de posibilidades, de ninguna manera se podría descartar la
posibilidad de existencia del limbo de los niños temporalmente.

Ya hemos hablado de que, en el caso de algunos de estos niños, cuyos padres son buenos
creyentes y han orado por ellos antes de morir, pueden haber ido directamente al cielo. El deseo de
sus padres y su oración habría sido para ellos como un bautismo de deseo o un bautismo vicario de
deseo, que los habría salvado.

Por otra parte, hemos presentado muchos testimonios de personas dignas de fe sobre la
necesidad de oración que tienen estos niños, lo cual nos indicaría que están todavía en un estado de
limbo temporal o cielo infantil o cielo natural. Lo de menos es el nombre. El gran misionero
carismático P. James Manjackal habla de haberlos visto después de bautizarlos espiritualmente
como ángeles o santos del cielo, que vienen a agradecérselo y a prometerle ayuda para su ministerio
pastoral a lo largo del mundo.

Ciertamente, es muy consolador para los padres de estos niños, muertos sin bautismo, saber
que con un bautismo espiritual o con una misa pueden llevar al cielo a sus hijos y poder contar con
su ayuda espiritual, pues serán como angelitos, que bendecirán a toda su familia. Incluso, como dice
el Dr. Kenneth Mcall, muchos familiares son sanados de enfermedades, que parecían incurables. Y
esto mismo certifican los jesuitas Matthew y Dennis Linn, y otros líderes carismáticos.

50
Ojalá que los padres de lo niños abortados (voluntaria o involuntariamente) puedan ponerles
un nombre, bautizarlos espiritualmente, mandar celebrar una misa por ellos y darles todo su amor,
acogiéndolos como parte de su familia. Deben pensar que no es lo mismo haberles dado la vida que
no haberlos tenido nunca. Un hijo es una bendición de Dios y, si este hijo está en el cielo, intercederá
y obtendrá infinidad de bendiciones para toda familia. Ojalá que haya también muchos padres
espirituales, que adopten a estos niños como hijos y oren por todos los niños del limbo.

¿Te imaginas la sonrisa de sus ángeles custodios el día en que estos niños sean salvados y
entren en el cielo con su corazón lleno de amor? ¿Te imaginas la alegría del Padre Dios? ¿y de
María, nuestra Madre?

Yo me imagino que el día en que entren al cielo y vean a su Padre Dios y a una multitud de
hermanos que los esperan, se sentirán tan felices que sonreirán con toda su alegría y bendecirán a sus
familiares y a sus padres adoptivos, si los hubiere. Y ¿qué puede haber más hermoso que la sonrisa
de un niño pequeño que ríe feliz? Haz felices a estos niños y Dios te lo premiará y tendrás unos
grandes amigos en el cielo.

investigadores afirman que a las 17 semanas el feto experimenta sentimientos

02:18 am  |  LONDRES, 31 Oct. 11 (ACI/EWTN Noticias).- Un grupo de investigadores en Reino


Unido demostraron con una exploración 4-D, que un feto de 17 semanas de gestación puede
experimentar sentimientos como la felicidad y el dolor.

Según informó recientemente el Daily Mail, el profesor Stuart Campbell tomó una imagen 3-D, y
mediante el equipo de exploración en 4-D, manifestó que las imágenes muestran al bebé de 17
semanas de gestación revelando sentimientos.

Sin embargo, el profesor Eric Jauniaux, de la University College, dijo que en esta etapa el feto no
puede demostrar sentimientos porque todavía está en un periodo de inconsciencia. Dijo que "la
evidencia del dolor y el sentimiento se percibe en 24 o 28 semanas. A los 17 semanas, la conexión
entre el cerebro y el resto del cuerpo tiende a ser limitada".

Sin embargo, Campbell señaló que lo visto en la imagen se convierte en una expresión de alegría y
humanidad. "He podido ser capaz de apreciar a un feto llorando alrededor de la 18 o 19 semana,
pero hasta ahora nada como una sonrisa tan agradable. Esta es la primera constancia. Es increíble",
expresó.
Aunque el profesor es experto en temas ginecológicos y obstetras, dijo que no sabía lo que causó la
sonrisa, y la atribuyó a una secuencia que incluye el bostezo, algunos movimientos respiratorios y la
abertura de sus párpados

ORACIÓN POR EL NIÑO CONCEBIDO

51
Santísima Virgen María, Madre de Dios y de
todos los Ángeles y Santos:

Llevado(a) por el deseo de ayudar a la 


defensa de los niños no nacidos,
me propongo firmemente y declaro, 
que desde el día .... (en la celebración de...) 
tomo en adopción espiritual un niño, 
cuyo nombre sólo a Dios es conocido,
y por nueve meses, cada día, 
rezar por la salvación de su vida
y por una vida justa y honesta tras su nacimiento.
Prometo:

- Rezar cada día la oración en intención del niño concebido


- Rezar cada día un misterio del S. Rosario.
- Cumplir otra penitencia voluntaria (puede indicarse cual).

La oración diaria es como sigue:

Señor Jesús: por mediación de Tu Madre María, 


que te dio a luz con amor,
y por intercesión de San José, 
que se ocupó de Ti tras el nacimiento,
te pido por ese niño no nacido 
que he adoptado espiritualmente,
 y que se encuentra en peligro de ser abortado.
Te pido que des a los padres de ese niño amor y valor
para que le permitan vivir la vida 
que Tú mismo le has preparado. Amén.

ORACIÓN DE ADOPCIÓN ESPIRIRTUAL 


DE UN NIÑO

52
Jesús, María y José
los amo mucho,
les reugo salven la vida de .... (nombre del bebé)
que está por nacer, 
lo he adoptado
y está en peligro de ser abortado

 ORACIÓN POR LOS BEBÉS ABORTADOS

Padre Celestial, que nos has dado el don de la libertad para amar y seguir Tus caminos y
mandamientos.
Perdona a aquellos padres que abusando de esta libertad destruyen el don de la vida que Tú le
has dado a sus hijos.
Perdona a esos que destruyen la vida humana abortando el bebé que esperan.
Dales a estos niños por nacer la oportunidad de gozar de Tu presencia por toda la eternidad.
Ayúdame a ser uno en solidaridad con Tus pequeños, aceptando de corazón las palabras de Tu
Hijo:
"Todo lo que hicisteis por uno de mis hermanos más pequeños, por Mí lo hicisteis." (Mt 25:40).
Permíteme, entonces, Padre, adoptar hoy espiritualmente a un bebé por nacer y ofrecer mis
oraciones, trabajos, gozos y sufrimientos por ese pequeño, para que pueda nacer y  vivir para
Tu mayor honor y gloria.
Te lo pedimos en nombre de Cristo, en unión con el Espíritu Santo, que es Dios, por los siglos
de los siglos.
Amén

"ORACIÓN POR LOS NIÑOS NO NACIDOS"

53
Querido niño Jesús:

Te pedimos por todos los niños no nacidos de este mundo, y por todos los que no nacerán por
causa del egoísmo.
Bautízalos por los méritos de tu Sangre Preciosa derramada en la cruz y llévalos al cielo.
Ilumina el corazón de todos los que promueven el aborto para que entiendan que sólo Dios es el
dueño de nuestras vidas.
Te lo pedimos junto a María tu Madre, y Madre de toda la humanidad.
Amén.

ORACIÓN A JESÚS DE UNA MUJER ARREPENTIDA DE SU ABORTO

 
categoría: Provida

Señor, no soy digna de estar en tu presencia,


en presencia del Creador de la vida.
Me faltó confianza y me sobró egoísmo.
Pensé que el bebé sería un problema...,
que no era el momento...tuve miedo...
Viví el embarazo como una desgracia.
Me precipité al abismo y 
ahora siento horror por lo que hice.

Cuando voy por la calle, 


no puedo mirar el rostro de un chico.
Pienso que cualquiera de esos podría ser el mío...
y me horrorizo más...

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Sé que no asumí la responsabilidad
de haberlo engendrado.
Pienso que me vas a castigar; que cualquier mal
físico que cayera sobre mí sería poco en relación
al mal moral que va conmigo.

Señor, te pido perdón.


Recuerdo haber oído a mi madre decir alguna vez
que eras infinitamente misericordioso,
que tu amor olvida todo mal...

Quiero empezar de nuevo. Reconozco mi culpa.


Y sin tu ayuda no puedo, no puedo...
Tengo en mi conciencia un peso que me tortura:
el llanto de un niño.

Quisiera ahogarlo con las risas de un niño.


Quizá... pueda descubrir el modo de desenvolver
este rollo de amor presionado por el egoísmo
y entregarme, como mujer y madre, a tantos
niños solos, que esperan la vida.

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA DE UNA MUJER ARREPENTIDA POR SU ABORTO

categoría Pro- Vida


Santa María, Madre de Dios y Madre mía,
acudo a Ti pidiendo ayuda y consuelo.
Me arrepiento de haber abortado a mi hijo.
Concédeme la gracia de llorar Contigo al pie de la cruz.
La Iglesia que es Madre, me enseña
que mi hijo goza ya del infinito amor del Padre en el cielo
y me ha perdonado.
Madre mía, Madre de la Vida, pídele a Jesús
que ha venido a sanar los corazones destrozados,
y que dio a los Apóstoles y a través de ellos a la Iglesia
el poder de perdonar y absolver los pecados
en su Nombre me conceda Su gracia por

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el Sacramento de la Reconciliación.
Que el Espíritu Santo, derramado en mi corazón,
por la absolución sacramental,
me haga sentir el consuelo y la paz.
Intercede por todos los que han cooperado en el aborto:
Familiares, amigos, personal sanitario, políticos...
para que se conviertan y alcancen perdón.
Acoge en tu regazo de Madre a mi bebé
y concédeme reunirme con él
y amarlo eternamente en el cielo.
Angel de mi guarda, líbrame del Maligno.
Santos Inocentes, rogad por nosotros. Amén.

EL ROSARIO DE LOS NO NACIDOS 2


 

 
 El Rosario se reza de la siguiente forma:
   
+ Comiencen levantando sus rosarios al Cielo diciendo:
 
Reina Celestial, con este rosario enlazamos a todos los pecadores y todas las naciones a Tu
Inmaculado Corazón.
  
+ Luego hagan la señal de la Cruz:
 
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
  
+ Recen la siguiente oración:
 
Padre Celestial, durante este tiempo de crisis mundial, permite que todas las almas encuentren
su paz y seguridad en Tu Divina Voluntad. Otorga a cada alma la gracia para entender que Tu
Voluntad es el Amor Santo en el momento presente.
Padre Benévolo, ilumina cada conciencia para que vea las formas en que no está viviendo en
Tu Voluntad. Concede al mundo la gracia para cambiar y el tiempo para hacerlo. Amén.
  
+ Luego reciten el Credo:
 
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su
único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de
Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y
sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los

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cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a
vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
 
 Después de cada misterio, reciten las siguientes jaculatorias:
 
+ GLORIA:
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amén.
  
+ JACULATORIA DE FÁTIMA:
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a todas
las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.
 
 + JACULATORIA DE LOS NO NACIDOS:
¡Jesús, protege y salva a los No Nacidos!
  
Misterios Gozosos (Lunes y Sábados)
 
+ La Anunciación
María sintió confusión por el saludo del Ángel, sin embargo, se regocijó por cumplir la
Voluntad de Dios. Oremos para que los que estén cruzando por penas o dificultades por sus
embarazos reciban la gracia de confiar en la voluntad de Dios.
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
 
 + La Visitación
Juan el Bautista saltó de gozo en el vientre de su madre. Oramos para que la gente comprenda
que el aborto no se trata sobre niños que \"pueden\" venir al mundo, sino sobre niños que ya
están en el mundo, viviendo y creciendo en el vientre de sus Madres y los cuales serán
asesinados.
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
 
 + La Natividad
Dios Mismo nació como un niño. La grandeza de  una  persona  no   depende   del   tamaño,
puesto que el Rey de Reyes recién nacido es un pequeño. Oremos para que la amenaza de
aborto contra los no nacidos que no alcanzan tamaño adecuado sea eliminada.
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
  
+ La Presentación
El Niño es presentado en el Templo porque el Niño pertenece a Dios. Los niños no le
pertenecen ni a los Padres ni a un gobierno. Ellos y todos nosotros, le pertenecemos a Dios.
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
  
+ El Hallazgo de Jesús en el Templo
El Niño Jesús estaba lleno de sabiduría, porque Él es Dios. Oremos para que toda la gente
pueda ver la sabiduría de Sus enseñanzas sobre la dignidad de la vida, y podamos comprender
que sus enseñanzas no son una opinión, sino que son verdad.
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
 
 Misterios Dolorosos (Martes y Viernes)

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+ La Agonía en el Huerto
   Oremos por las madres y padres que se encuentran en agonía por la tentación de abortar a
un hijo.  Que les den a ellos, la buena nueva de que existen alternativas al aborto, y que hagan
uso de toda la asistencia que tienen a su disponibilidad.
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
 
+ La Flagelación
Así como el Cuerpo de Cristo era desgarrado por los instrumentos de los que  lo flagelaban,
también los cuerpos de los niños en el vientre de sus Madres, son desgarrados por los
instrumentos de los abortistas. Oremos para que los abortistas se arrepientan por asesinar a
los niños.
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
 
+ La Coronación de Espinas
Jesús sufrió en silencio el dolor de las espinas que penetraban su cabeza. Oremos por las
Madres y Padres de los niños abortados. Hay tantos que sufren la pena, el dolor y el
arrepentimiento de haber tomado esa decisión que es irrevocable. Hay tantos que sufren en
silencio, porque otros les dijeron que era lo normal y que no era gran cosa.
 
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias... 
 
+ La Cruz a Cuestas
Jesús no fue condenado por el poder de la gente malvada.   Él fue condenado por el silencio de
la gente buena.  El silencio siempre ayuda al opresor, nunca  a la víctima. Oremos para que
nosotros nunca guardemos silencio contra el  aborto, sino que hablemos efectivamente para
salvar a los niños de la muerte.
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
 
+ La Crucifixión
Al meditar sobre la muerte de Cristo, recordemos las muchas mujeres que han muerto por
causa de los supuestos "abortos seguros y legales". Pidamos perdón y misericordia por ellas.
Que su muerte sea, para otras mujeres, la salvación, para que no cometan ese error trágico.
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
 
 Misterios Gloriosos (Miércoles y Domingos)
 
+ La Resurrección
¡Cristo ha resucitado! Por su Resurrección, Él ha destruido el poder de la muerte, y por ende el
poder del aborto. El resultado de esta batalla por la Vida ya ha sido decidido: ¡La Vida es
victoriosa! Oremos para que todos los que luchan por la vida puedan extender esta victoria a
cada rincón de nuestra sociedad.
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
 
 + La Ascensión
Al Ascender al Trono de Dios Padre, Cristo toma nuestra naturaleza humana, la cual nos fue
dada en el vientre de nuestras Madres, y la lleva hacia lo más alto del cielo. Él nos demuestra
que los seres humanos hemos sido creados para ser elevados al cielo y no para ser descartados
al fondo de los basureros. Oremos para que el mundo entero comprenda esta verdad y rechace
el aborto.

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Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
  
+ El Descenso del Espíritu Santo
El Espíritu Santo es el Defensor: Él ruega por nuestra causa, ya que no podemos salvarnos a
nosotros mismos. Oremos para que Él nos convierta en defensores de los niños que no pueden
hablar o escribir, que no pueden votar ni protestar, ni tampoco orar.
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
  
+ La Asunción
La Santísima Virgen María fue asunta en cuerpo y alma al cielo porque ella es la Madre de
Dios. Madre  e  Hijo  son  reunidos.   La  Asunción nos recuerda que ellos se pertenecen el uno
al otro. Oremos para que la sociedad vea que no puede amar a las mujeres mientras mata a sus
hijos, y no puede salvar a los niños si no ayuda a sus madres. Oremos para que la gente sea
tocada de manera muy especial por la pregunta que propone el derecho a la vida "¿Porqué no
podemos amarlos a ambos"
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
 
 + La Coronación
Santa María es la Reina del Universo. Ella es la criatura más grande, segunda solo al mismo
Dios.
La Iglesia defiende la dignidad de la mujer. Oremos para que la gente comprenda que ser pro
vida significa ser pro mujer, y que ser pro mujer exige ser pro vida.
 Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
 
 Misterios Luminosos (Jueves)
   
+ El Bautismo de Cristo en el Jordán
Cuando Jesús fue bautizado, la voz del Padre se escuchó decir:  Éste es mi Hijo amado, en
quien me complazco.  Todos hemos sido llamados a ser hijos adoptivos de Dios por medio del
bautismo.  Oramos para que los niños en el vientre de sus Madres sean protegidos, para que
puedan nacer y ser bienvenidos a la comunidad Cristiana por medio del bautismo.
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
 
 + Cristo se da a conocer en las bodas de Caná
Jesús reveló su Gloria por medio del milagro en Caná.  La pareja de recién  casados es
bendecida no sólo con vino, sino con la fe en Cristo.  Oremos para que los matrimonios sean
fortalecidos, enraizados en el Señor y abiertos al don de la nueva vida.
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias... 
 
  + Cristo proclama el Reino de Dios y llama a la conversión
Arrepiéntanse y crean en la Buena Nueva.  Oremos para que estas primeras palabras de Jesús
en su ministerio público, puedan ser escuchadas por todos los que han cometido abortos.  Que
sepan que el Señor los llama a la conversión y que puedan experimentar un arrepentimiento de
entrega a la vida.
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
  
+ La Transfiguración
Cristo es transformado en el Monte, los discípulos ven su Gloria.  Que los ojos de todo el
mundo sean transformados y que puedan ver en cada vida humana el reflejo de la Gloria del
mismo Dios.

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Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias...
  
+ Jesús nos entrega la Eucaristía
Éste es mi cuerpo, entregado por ustedes.  La Eucaristía nos enseña cómo  vivir y cómo amar. 
Oremos para que los Padres de familia, quienes sacrifican a los bebés por sus propios intereses,
aprendan a hacerse a un lado para el propio bienestar de sus bebés.
Padre Nuestro...  Diez veces el Ave María...  Jaculatorias... 
  
Oraciones para Después del Rosario
 
 Un Padre nuestro
 
 Un Ave María
 
 Y lo siguiente:
 
Dios te Salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima durante el parto; en tus
manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes; llena eres de gracia; el Señor es
contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de Tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte.  Amén.
 
Dios te Salve, María Santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima después del
parto; en tus manos encomendamos nuestra caridad para que la inflames, nuestras almas para
que las salves y nuestras necesidades para que las remedies; llena eres de gracia; el Señor es
contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de Tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra
muerte.  Amén.
 
Dios te Salve, María Santísima, Templo, Trono y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen
Concebida sin la culpa del pecado original.
 
 La Salve
 
Dios te Salve, Reina y Madre de Misericordia, Vida, Dulzura y Esperanza nuestra.  Dios te
Salve.  A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos gimiendo y llorando en
este valle de lágrimas.  Ea pues, Señora Abogada nuestra, vuelve a nosotros ésos Tus ojos
misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto Bendito de Tu vientre,
Oh Clemente, Oh Piadosa, Oh Dulce Virgen María.  Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.  Amén.
 
Oh María, Madre de Jesús y Madre nuestra, nos dirigimos a Ti en este día, ya que fuiste Tú la
que dijiste "SI" a la vida. "Concebirás y darás a luz a un Hijo", dijo el ángel. Sin importar la
sorpresa y la incertidumbre que esto te causaría, Tú dijiste "SI". "Hágase en mí según tu
palabra".
 
Santa María, oramos hoy por todas las Madres que tienen miedo de ser Madres. Oramos por
todas las que se sienten amenazadas y abrumadas por sus embarazos. Intercede por ellas, para
que Dios les conceda la gracia de poder decir "si" y el valor de llevar a plenitud su embarazo.
Que reciban la gracia de rechazar la falsa solución del aborto. Que puedan decir como Tú,

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"Hágase en mi según Tu Palabra". Que puedan vivir y sentir la ayuda de todos los Cristianos y
sepan que la paz viene al hacer la voluntad de Dios.
 
   Fin del Rosario

 ORACIÓN DEL NIÑO QUE QUIERE NACER


(Oración a la Trinidad y a la Virgen de Guadalupe, de un niño que desean abortar)
  
 
Dios Padre, que has soplado dentro del vientre
de mi madre,
yo quiero nacer!
Espíritu Santo, blanca paloma, escóndeme bajo
tus alas,
yo quiero nacer!
Jesús crucificado, Misericordia Divina,
dentro de tus llagas acógeme,
yo quiero nacer!
Madre nuestra, Virgen de Guadalupe, protégeme bajo tu Manto,
yo quiero nacer!
Angel de mi Guarda, designado desde mi concepción para mi cuido,
no permitas que me maten, deseo vivir.
 
Quiero mirar  los ojos de la que me lleva en su seno,
 poder decirle que yo la amo,
que no está sola,
que sólo deseo vivir la vida,
escribir mi historia, contar los años que Dios me dé.
 
Conocer los días y las noches,
  los pájaros escuchar,
 correr, jugar, crecer,
¡yo quiero nacer!
 
No me saques de tu vientre,
es  precioso estar aquí.
Quiero llorar y reír cuando tú lo haces,
cantar contigo,
tocar tu rostro,
sentir tus manos,
Mamita mía,
¡quiero vivir!
 
Y si no me amas,
  no me arranques de tus entrañas,
  otras personas me van a amar,
mi Madrecita guadalupana
  nunca me va a desamparar.

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 Virgen de Guadalupe,
 sostenme en el vientre de mi madre,
y si ella no me desea,
 colócame dentro del tuyo,
con Tu Gracia Tú me llevas a Jesús, 
porque yo Madre Bendita,
¡quiero vivir!

ROSARIO DE LOS NO NACIDOS


 

 
  
Antes de comenzar con el rosario, queremos compartir este poema que nos ha llenado de tristeza y
también una oración entregada por nuestro Jesús.
  
Un padre que ansía estar
 con su hijo abortado.
 
 Triste poema

Yo espero ansiosamente por el lejano día,


en el que mi trabajo terrenal se termine,
y pueda ir hacia Cristo con dolor y alegría,
y rescatar mi niño entre los serafines.

Y llevarlo de pesca por celestiales ríos,


y dar a mi pequeño su tarde de pelota,
y divertirnos juntos, y dejarle que ría,
y quitarme la pena de sus alitas rotas.

Yo nunca pude verlo, porque fue eliminado,


mientras iba escondido en el claustro materno.
Yo nunca vi su rostro, pero lo he adivinado
desde este desamparo de mi dolor paterno.

Se que fui perdonado por la Gracia Divina,


de ese Cielo tan alto que enfrentaré mañana,

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que aborto es la palabra que al oído lastima,
en el odio y veneno de fieras inhumanas.
Para gozar la vida en siniestra ignorancia,
yo devolví el regalo de un angelito alado.
Dolorosa vergüenza fue mi sola ganancia,
¡Perdóname hijo mío!...¡Yo volveré a tu lado!
 
FUENTE: Keith Piper, "Elegía del padre de un niño abortado."
(Versión al español por Loló Acosta de Villalta.),
Publicado en Escoge la Vida( enero febrero marzo abril de 1994),
Suplemento "Caminos de Esperanza".
  
ORACIÓN PARA BAUTIZAR A LOS BEBES ABORTADOS
ENTREGADA POR JESÚS

Padre Celestial, Tu amor es eterno. Por Tu amor infinito, salvaste al mundo a través de Tu
Hijo Unigénito Jesucristo. Mira a Tu único Hijo sobre la Cruz, sangrando sin cesar, por el
amor a Su pueblo, y perdónanos. Purifica y bautiza a los niños abortados con la Preciosa
Sangre y Agua que brotó del Sagrado Costado de Tu Hijo, que colgaba muerto en la Cruz para
salvarlos, en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Que a través de la santa muerte de Jesucristo, ellos reciban la vida eterna, por Sus Llagas sean
sanados, y por Su Sangre Preciosa sean liberados. Que se regocijen junto a los Santos en el
Cielo. Amén
  
EL ROSARIO DE LOS NO NACIDOS
 
 El Santo Rosario
(Elija un voluntario por cada decena del Rosario)
El Credo de los Apóstoles
 Los Misterios Gozosos
 
El primer misterio gozoso:
La encarnación del Señor
 Fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen
desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y
entrando le dijo a ella, "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se conturbó
profundamente por estas palabras, y discurría que significaría aquel saludo. El ángel le dijo: "No
temas, María, porque has ganado gracia delante de Dios; vas a dar luz un hijo, a quien pondrás por
nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre".
Pidamos por el Apostolado del Nonato Jesús para que Dios lo siga bendiciendo y que por medio de
sus oraciones se promueve la devoción al Nonato Jesús y que obtenga muchas gracias para el
movimiento Pro-vida.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
  
Oración de Fátima
 

63
 Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las
almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
El Segundo Misterio Gozoso:
La visitación
 Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de
Judá. Entró en la casa de Sacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su
vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en alta voz: «¡Bendita tú eres entre las mujeres y
bendito el fruto de tu vientre! ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? Apenas
llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa tú por haber creído que
se cumplirían las promesas del Señor!»
Pidamos que Dios no permita al enemigo maligno tentar a las personas en las clínicas de aborto y así
sea más fácil obtener conversiones.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
 El Tercer Misterio Gozoso:
El nacimiento del Hijo de Dios
 Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía  proceder a un censo
en todo el imperio. Este fue el primer censo, siendo Quirino gobernador de Siria. Todos, pues,
empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José también, que estaba en
Galilea, en la ciudad de Nazaret,
subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, porque era descendiente de David; allí se
inscribió con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras estaban en Belén, llegó para María
el momento del parto, y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un
pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa.
 Pidamos por los abortistas locales para que se conviertan y se unan a la cultura
de la vida.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
 El Cuarto Misterio Gozoso:
La presentación del Señor
 Asimismo, cuando llegó el día en que, de acuerdo a la Ley de Moisés, debían cumplir el rito de la
purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, tal como está escrito en la Ley
del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor. También ofrecieron el sacrificio que
ordena la Ley del Señor: una pareja de tórtolas o dos pichones.
Pidamos por los gobernantes de nuestra nación para que revoquen las leyes a favor del aborto.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
 
 El Quinto Misterio Gozoso:
El niño perdido y hallado en el templo.
Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Cuando Jesús cumplió
los doce años, subió también con ellos a la fiesta, pues así había de ser. Al terminar los días de la
fiesta regresaron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo supieran. Seguros de
que estaba con la caravana de vuelta, caminaron todo un día. Después se pusieron a buscarlo entre
sus parientes y conocidos. Como no lo encontraran, volvieron a Jerusalén en su búsqueda. Al tercer
día lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los maestros de la Ley, escuchándolos y

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haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su inteligencia y de sus
respuestas.
Pidamos por los consejeros que tratan de salvar a las mujeres y sus hijos nonatos de las garras del
aborto. Que les sea permitido orar pacíficamente enfrente de las clínicas de aborto y que sus consejos
cambien muchos corazones.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
  
 Los Misterios Luminosos
 
El Primer Misterio Luminoso:
El bautismo en el Jordán.
Un día fue bautizado también Jesús entre el pueblo que venía a recibir el bautismo. Y mientras estaba
en oración, se abrieron los cielos: el Espíritu Santo bajó sobre él y se manifestó exteriormente en
forma de paloma, y del cielo vino una voz: «Tú eres mi Hijo, hoy te he dado a la vida.»
Pidamos por las almas de todos los niños abortados.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
  
El Segundo Misterio Luminoso:
El primer milagro en Caná.
 Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.
También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos. Sucedió que se terminó el vino preparado
para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino.» Jesús le
respondió: «Mujer, ¿por qué te metes en mis asuntos? Aún no ha llegado mi hora.» Pero su madre
dijo a los sirvientes: «Hagan lo que él les diga.»
Pidamos que muy pronto, el aborto y la eutanasia sean prohibidos en todo el mundo.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
  
El Tercer Misterio Luminoso:
La proclamación del reino de Dios.
  Después de que tomaron preso a Juan, Jesús fue a Galilea y empezó a proclamar la Buena Nueva de
Dios. Decía: «El tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca. Cambien sus caminos y crean
en la Buena Nueva.» Mientras Jesús pasaba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su
hermano Andrés que echaban las redes en el mar, pues eran pescadores.
Jesús les dijo: «Síganme y yo los haré pescadores de hombres.» Y de inmediato dejaron sus redes y
le siguieron. Un poco más allá Jesús vio a Santiago, hijo de Zebedeo, con su hermano Juan, que
estaban en su barca arreglando las redes. Jesús también los llamó, y ellos, dejando a su padre
Zebedeo en la barca con los ayudantes, lo siguieron.
Pidamos por la conversión de los que promueven la cultura de la muerte, especialmente los que se
benefician de ella.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
  
El Cuarto Misterio Luminoso:

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La transfiguración en el monte Tabor.
Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte alto. A la
vista de ellos su aspecto cambió completamente: su cara brillaba como el sol y su ropa se volvió
blanca como la luz. En seguida vieron a Moisés y Elías hablando con Jesús. Pedro tomó la palabra y
dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, levantaré aquí tres tiendas: una para
ti, otra para Moisés y otra para Elías.» Estaba Pedro todavía hablando cuando una nube luminosa los
cubrió con su sombra y una voz que salía de la nube dijo: «¡Este es mi Hijo, el Amado; éste es mi
Elegido, escúchenlo!»
Pidamos por los centros prenatales. Que Dios les de la sabiduría que necesitan para seguir asistiendo
a las mujeres embarazada.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
 
 El Quinto Misterio Luminoso:
La institución de la Eucaristía.
Mientras comían, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos,
diciendo: «Tomen y coman; esto es mi cuerpo.» Después tomó una copa, dio gracias y se la pasó
diciendo: «Beban todos de ella: esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que es derramada por una
muchedumbre, para el perdón de sus pecados. Y les digo que desde ahora no volveré a beber del
zumo de cepas, hasta el día en que lo beba nuevo con ustedes en el Reino de mi Padre.»
Pidamos que los educadores de jóvenes promuevan los valores morales y la vida casta.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
  
Los Misterios Dolorosos
 
El Primer Misterio Doloroso:
La agonía en el huerto.
Llegó Jesús con ellos a un lugar llamado Getsemaní y dijo a sus discípulos:«Siéntense aquí, mientras
yo voy más allá a orar.» Tomó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a sentir
tristeza y angustia. Y les dijo: «Siento una tristeza de muerte. Quédense aquí conmigo y
permanezcan despiertos.»
Pidamos por los grupos Pro-vida que se han enlistado en la cruzada que busca promover la cultura de
la vida.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
  
El Segundo Misterio Doloroso:
Los azotes que recibió el Hijo de Dios atado a la columna.
 Al darse cuenta Pilatos de que no conseguía nada, sino que más bien aumentaba el alboroto, pidió
agua y se lavó las manos delante del pueblo. Y les dijo: «Ustedes responderán por su sangre, yo no
tengo la culpa.» Y todo el pueblo contestó: «¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros
hijos!» Entonces Pilatos les soltó a Barrabás. Mandó azotar a Jesús y lo entregó a los que debían
crucificarlo.
Pidamos por las ciencias como la biología y genética para que sean desarrolladas para proteger y
preservar la vida humana y no destruirla. Y que los científicos no experimenten en los cuerpos de
niños nonatos para desarrollar medicinas.

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-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
 
El Tercer Misterio Doloroso:
La corona de espinas
 Los soldados romanos llevaron a Jesús al patio del palacio y reunieron a toda la tropa en torno a él.
Le quitaron sus vestidos y le pusieron una capa de soldado de color rojo. Después le colocaron en la
cabeza una corona que habían trenzado con espinos y en la mano derecha le pusieron una caña.
Pidamos por las organizaciones comerciales, médicas y farmacéuticas para que no promuevan el
aborto y los anticonceptivos.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
 
 El Cuarto Misterio Doloroso:
La cruz a cuestas
  Así fue como se llevaron a Jesús. Cargando con su propia cruz, salió de la ciudad hacia el lugar
llamado Calvario (o de la Calavera), que en hebreo se dice Gólgota. Allí lo crucificaron y con él a
otros dos, uno a cada lado y en el medio a Jesús.
Pidamos por las madres que están pensando en abortar a sus bebés para que se arrepientan y les
permitan nacer. Que cualquiera que sea el problema que las motive a abortar sea resuelto y que
encuentren de quien les ayude durante su embarazo y a dar luz.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
  
El Quinto Misterio Doloroso:
La crucifixión del Señor.
 Desde el mediodía hasta las tres de la tarde todo el país se cubrió de tinieblas. A eso de las tres,
Jesús gritó con fuerza: Elí, Elí, lamá sabactani, que quiere decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me
has abandonado?» Al oírlo, algunos de los presentes decían: «Está llamando a Elías.» Uno de ellos
corrió, tomó una esponja, la empapó en vinagre y la puso en la punta de una caña para darle de
beber. Los otros le decían: «Déjalo, veamos si viene Elías a salvarlo.» Pero nuevamente Jesús dio un
fuerte grito y entregó su espíritu.
Pidamos por la media, las escuelas y toda institución que promueven valores a los jóvenes. Para que
su influencia en la juventud sea productiva y no destructiva.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
  
Los Misterios Gloriosos
 
El Primer Misterio Glorioso:
La resurrección del Señor.
 El Ángel dijo a las mujeres: «Ustedes no tienen por qué temer. Yo sé que buscan a Jesús, que fue
crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como lo había anunciado. Vengan a ver el lugar
donde lo habían puesto, pero vuelvan en seguida y digan a sus discípulos: Ha resucitado de entre los
muertos y ya se les adelanta camino a Galilea. Allí lo verán ustedes. Con esto ya se lo dije todo.»

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Pidamos por la anulación de instituciones que promueven la cultura de la muerte como lo es
Planificación Familiar.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
  
El Segundo Misterio Glorioso:
La Ascensión del Señor al Cielo
 
 Por último se apareció a los once discípulos mientras comían y los reprendió por su falta de fe y por
su dureza para creer a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y
anuncien la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se niegue a
creer se condenará. Estas señales acompañarán a los que crean: en mi Nombre echarán demonios y
hablarán nuevas lenguas; tomarán con sus manos serpientes y, si beben algún veneno, no les hará
daño; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán sanos.» Después de hablarles, el Señor
Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos, por su parte, salieron a predicar en
todos los lugares. El Señor actuaba con ellos y confirmaba el mensaje con los milagros que lo
acompañaban.
Pidamos por los gobiernos poderosos del mundo para que abracen y promuevan buenos valores
morales y que dejen de promover el aborto y la anticoncepción a los países subdesarrollados. Y por
los países pobres para que sus gobiernos opten por buenas soluciones a la pobreza y que se dediquen
a proteger a las familias y no reducir su numero.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
  
El Tercer Misterio Glorioso:
La venida del Espíritu Santo
 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente vino del
cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban, y
aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de
ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les concedía que se expresaran.
Pidamos por los buenos doctores y personal médico que ayudan a las mujeres embarazadas y por los
que ayudan a preservar la vida. Pidamos por la conversión de aquellos que no valoran la vida. Y
pidamos que todo personal médico se adhiera al Juramento Hipocrático que prohíbe el aborto y la
eutanasia.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
  
El Cuarto Misterio Glorioso:
La Asunción de María.
 
Proclama mi alma la grandeza del Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque se fijó
en su humilde esclava, y desde ahora todas las generaciones me dirán feliz. El Poderoso ha hecho
grandes cosas por mí: ¡Santo es su Nombre!
Pidamos por los economistas que aconsejan a los gobiernos. Que el reducir el número de la
población por medio del aborto y la eutanasia no sea un factor en sus ecuaciones para aumentar el
presupuesto de las naciones.

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-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
  
El Quinto Misterio Glorioso:
La coronación de María.
 Apareció en el cielo una señal grandiosa: una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una
corona de doce estrellas sobre su cabeza. Está embarazada y grita de dolor, porque le ha llegado la
hora de dar a luz. ... Y la mujer dio a luz un hijo varón, el que ha de gobernar a todas las naciones
con vara de hierro; pero su hijo fue arrebatado y llevado ante Dios y su trono,...
Pidamos para que nuestra Madre, la santísima Virgen María, triunfe pronto en la batalla en contra del
espíritu maligno que promueve el aborto. Que el aborto sea prohibido en todo el mundo. Y pidamos
que su hijo en el seno, el Niño Nonato Jesús, reine en todos nuestros corazones.
-Un Padre Nuestro y 10 Aves Marías
-El Gloria y la oración de Fátima
-Canto
  
El Salve:
   Dios te salve, Reina y Madre de misericordia. Vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve. A ti
clamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de
lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra; vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos. Y
después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente!, ¡Oh
piadosa!, ¡Oh dulce, siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que
seamos dignos de alcanzar las gracias y promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
 
Mensaje de la Virgen María para las madres que han abortado,
a los gobernantes y al pueblo argentino que apoya tal acto.
 
Detente Pueblo Argentino 
 
   “Hijo mío, cuando el Ángel Gabriel anunció la venida de Mi Hijo Jesús a través de Mi, sentí un
gran estremecimiento en todo mi ser al saber que traería al mundo una vida que cambiaría la
historia y el curso de la humanidad por siempre, el júbilo fue tan grande que mi pequeña humanidad
se entregó totalmente a la Voluntad de Dios Eterno, no hubo duda o interrogante alguna ante tal
milagro, sino un Si total al Dios de la Vida Plena y Eterna sin importar las consecuencias, lo que
pudieran decir mis parientes o vecinos, al contrario, solo decidí llevar conmigo tan hermoso e
invaluable regalo en silencio, meditando cada palabra anunciada por el Ángel.
 
 En cambio, hoy, mis pobres jóvenes y pequeñas madres, ante tal anuncio de que serán portadoras
de la vida, tal acción las apabulla y deciden el destino de las diminutas vidas hacia la muerte,
cuando fueron confiadas para ser llevadas a la casa del Padre a través de mi Hijo Jesús.
 
Se atreven a tomar el lugar de Dios diciendo que son hijos no deseados, que son criaturas no
pensadas y que solo son una carga para sus vidas terrenas y que traerlas al mundo son una molestia
a sus planes y es entonces que prefieren sus muertes antes de permitirles la vida.
 
Ay! Mis pequeñas criaturas que realizan tales actos, pobres de ellas que no reparan ante tal crimen,
sino que lo dicen como un acto de valentía y el sentimiento de culpa es borrado en vuestros
corazones ante tales aberraciones, así intentar evitar que las acuse incesantemente, pobres de
ustedes mis niñas porque solo se están condenando eternamente y serán esas pequeñas almas que

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ustedes despreciaron y tiraron como un desperdicio las que juzgarán sus acciones ante el Trono
Eterno.
 
Dicen ser valientes y tener derecho de disponer de sus cuerpos lo que les plazca, desde ya les digo
que sus acciones son cobardes antes los ojos de Dios porque cada vez matan a estos pequeños lo
están haciendo como si fuera a mi Hijo mismo, repiten cada escena de la Pasión, infligiendo en su
Sagrado Corazón heridas sangrantes. Aprendan, hijas mías de esta Madre Celeste que no desprecia
a ninguno de sus hijos, sin importar cual es su condición o color, sino que los recibe en sus brazos
tal cual son. Esta Madre, de la misma manera va en búsqueda de ustedes, mis niñas, al verlas
perdidas y atrapadas en las redes de mi enemigo, a través de las cuales ha envenenado sus
corazones con los supuestos tiempos modernos, más bien ha hecho de ustedes muertos vivientes.
 
Como Madre que defendió a su Hijo y aún lo sigue haciendo antes las injusticia del mundo, las
llamo a ser madres valientes en arrepentirse de tales acciones y pensamientos, del mismo modo, a
aquellas madres que aún no han recibido la buena noticia en defender a esos pequeños que llenarán
sus vidas cuando vengan al mundo. Hijas mías, ¿no sienten en su interior y en sus corazones algo
especial cuando ven a mis pequeños en el regazo de sus madres?. Esa sensación es la ausencia de la
vida en ustedes y el despreció que han tenido hacia ella, como la vida está unida en toda la
creación, la falta de uno de mis pequeños lleva a que cada corazón perciba un vacío sin precedentes
que acusa a cada alma ante tal acto cometido.

  Ustedes varones y padres, son tan responsables del camino tomado por estas mujeres, ya que no
fueron capaces de defender a estos pequeños, Mis pequeños, sino que apoyaron sus ideas
horrendas. Pobres de Ustedes pequeños, de la misma manera que he hablado para mis hijas lo hago
a Ustedes, arrepiéntanse antes de que sea tarde y la Justicia caiga con un peso sin precedentes
sobre vuestras cabezas. No tapen sus oídos o cierren sus corazones ante esta voz celestial, no huyan
como soldados cobardes ante la batalla sino enfrenten con firmeza vuestros errores y corrijan por
lo menos una parte y de este modo salvarán sus vidas.
 
Vuestras almas penden de un hilo en caer al fuego eterno, donde solo hay llanto y rechinar de
dientes. Así como tomaron la decisión de disponer la vida de mis niños, Mi Hijo amado dispondrá
las de Ustedes si sus corazones no responden al llamado de Su Amor Santo. Porque la humanidad
debe saber, que el castigo más grande que le espera es por asesinar a cada una de estas criaturas a
través de la cultura de la muerte, el aborto. Tu país mi pequeño, está en esa cultura y cada día se
sumerge más en el lodo de putrefacción y muerte, del cual no puede salir porque lo atrapa con
fuerza tomando todo vuestro cuerpo.
 
 Este pueblo que dice estar a la vanguardia entre los países modernos del mundo, solo está cayendo
en las mentiras de mi enemigo que solo busca eliminar y borrar cada vestigio de la raza humana.
Abran sus ojos y vean, hijos míos, cuán profundo han caído, miren donde están parados y eleven la
mirada hacia el cielo y allí encontraran a una mujer vestida de celeste, de pie, estirando su mano
para que de ella se aferren con fuerza y salgan del lugar oscuro donde se han hundido. Esta mujer
celeste Soy Yo, Miriam, la Inmaculada del Señor que de manera constante va en rescate de las
pequeñas almas que aún tienen esperanza de ser salvadas del fuego eterno.
 
 Cuando asesinan a cada una de esta criaturas de Dios, el mismo Cielo y todo lo que hay en él se
estremece, pidiendo que la Justicia se desate con toda su furia y no demore más su espera sobre la
tierra, pero si no fuera por esta Madre junto a su rebaño fiel que imploran al Dios de la
Misericordia que retenga su Santa Justicia, el mundo actual no existiría, los ruegos constantes ante
Mi Hijo Amado, Dios Padre y Dios Espíritu Santo hacen que el tiempo merecido de pedir cuenta al

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hombre por su accionar se estire aunque sea solo por un instante; ese instante es la oportunidad que
hoy se les presenta como último recurso de salvación para toda la humanidad corrompida por el
pecado, contaminada con toda clase de aberraciones peores que en los tiempos de Sodoma y
Gomorra.
 
Cada alma que es enviada al mundo en manos de sus padres, es para que lo eduquen en el camino
de la santidad y no por el camino de las cuestiones del mundo, entregándolas a las fauces de
Satanás que no descansa en hacerlos caer, a ustedes mis pequeños, en las profundidades eternas. Es
por eso que vengo al mundo de manera constante para alertarlos del peligro que los acecha sin
descanso y los hace presa del pecado que va haciendo de sus corazones una cárcel de ustedes
mismos, pecado que se instala en sus corazones hasta despreciar a la vida misma y en especial la de
los niños.
 
 Tengan presente que estas criaturas se encuentran en el Cielo ante el Trono del Padre Eterno
rogando por los padres terrenales, pidiendo por sus pobres almas el perdón y clemencia a la
Misericordia Divina, para que el juicio merecido no sea desatado sobre ellos, hasta en el Cielo
estas almitas perdonan a sus padres que han cometido tal asesinato contra ellos, pero es el amor
de Dios Padre que habita en sus corazoncitos haciendo que no los juzguen por sus maléficas
actitudes, sino más bien suplican por padres.
 
 Pero cuando las almas que fueron llamadas a ser padres y madres se convierten y arrepienten
reparando tales obras, son salvados de la condena de dolor eterno, deben saber que son sus hijos
los que ruegan por vuestra salvación, son aquellos que despreciaron hasta la muerte los que piden
por ustedes.
 
 En cambio, los padres que no se arrepienten y siguen convencidos de que la acción llevada a cabo
es correcta y que nada los puede hacer cambiar en sus pensamientos por lo ejecutado, influenciando
a otras personas a ser cómplices de ellos mismos y que con total libertad y voluntad deciden ser
parte de la cultura del ejército de la muerte, son estos niños los que pedirán justicia sobre ellos.
 
 Con mucho pesar, esta Madre junto a estos pequeños, ya nada podemos hacer en las almas que han
preferido morir por siempre en vez de vivir toda la eternidad. Dios Eterno permitió al hombre elegir
el camino que le pareciera correcto, el Cielo o las cuestiones del mundo que los lleva a la perdición
de sus vidas, esa elección se llama Libre Albedrío. Albedrío que permite al hombre elegir
corresponder y amar a su Dios de manera voluntaria y no impuesta. Por que el Dios del Amor no
quiere del hombre un amor obligado por temor, sino un amor que sea nacido del mismo corazón
dispuesto a aceptar por propia voluntad el Santo designio del Altísimo. Es decir Amor
correspondido por amor.
 
 Vuelvan pequeños a mis maternales brazos y no teman en refugiarse en ellos, no teman por sus
pecados porque esta Madre es vuestra abogada que intercede ante la Santísima Trinidad.
  Si tu pueblo decide ser cómplice de la cultura de la muerte sobre mis niños permitiendo que su
sangre fluya en las calles, sus manos estarán manchadas de ella y será prueba suficiente de
culpabilidad ante el Dios Amoroso. Por lo tanto, no podré interceder ante la mano de Justicia que
está a punto de liberarse sobre los habitantes de este suelo.
 
 De la misma manera, que han tratado y siguen reincidiendo en tales actos en mis criaturas, serán
tratados con la misma violencia y desprecio haciéndoles ver lo que no quisieron ver.
 

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Mi Amado Hijo y Yo, María, vuestra Madre ya no sabemos como hacerlos despertar de la muerte en
la que viven, despierten del sueño profundo que las tinieblas los han envuelto con fuerte cadenas de
desatinos pecaminosos, despierten porque esta Madre esta dejando paso a la Justicia Celestial para
que reclame su siembra y si la cosecha no es favorable ante los ojos del Cielo, pobre de Ustedes mis
hijos, el dolor que tendrán que pasar será grande, será la separación de la paja del trigo que da
frutos. El trigo son mis soldados defensores de la vida que han custodiado hasta entregar la suyas,
son sus méritos en Mi Hijo Jesús lo que harán la continuidad de la humanidad en la tierra, serán los
vencedores del Cordero, merecedores y herederos de la nueva tierra.
 
 Argentina, a tus gobernantes llamo a que no cometan tal delito porque verán antes sus ojos como
sus riquezas se desploman y solo quedan cenizas, porque sus tesoros están manchados con la
sangre de mis inocentes.
 
  Recapaciten y doblen sus rodillas y serán perdonados, todavía no es tarde. A tu pueblo llamo a que
no sean partes de las acciones de sus amos, porque que si así lo hiciere será pedida vuestra sangre
como acto de justicia, pero si defendiere con valentía y bravura a mis indefensos seré yo misma
quien los tomaré de la mano y los presentaré a la Casa del Padre y los coronaré con las flores más
bellas de mi Jardín Celestial.
 
 Mi hijo hace el último llamado a través de Su Madre, detente pueblo argentino y no te empecines
en disponer de tu Dios cuando los requieras, escucha Mi voz y yo te guiaré de tu ceguera en la cual
te encuentras y te conduciré a la Luz Eterna, Mi Jesús, el cual te dará la visión para que no caigas
antes los obstáculos puestos por el príncipe de las tinieblas.
 
 A mis pequeños y fieles del Señor, sean fuertes y no teman, porque Yo estoy con Ustedes y no los
desamparo nunca, sigan luchando como lo vienen haciendo porque pronto el que se ha dedicado a
maltratarlos y perseguirlos será vencido junto con los suyos y el premio serán las llamas que nunca
se consumen. Sigan adelante mis pequeñines y caminen seguros que estoy marchando frente a
Ustedes dispersando el sendero para que puedan transitar sin temor alguno. Les doy mis
bendiciones en el Nombre del Padre, del Hijo y de Espíritu Santo. Gracias por recibirme en sus
corazones.

Vuestra Madre, María”.


Vuestra Madre María.
Lunes, 19 de Julio de 2010: 18:30 hrs.

“Ya hace mucho tiempo he tenido revelación sobre el estado de estos niños que mueren antes del
bautismo. No puedo explicar con palabras aquello en lo que veo consistir su pérdida, pero me siento
tan conmovida que siempre que vengo a saber de un caso semejante me ofrezco a Dios con la
oración y el sufrimiento para satisfacer y expiar por aquello que otros han descuidado a fin de que el
pensamiento y el acto de caridad que yo hago puedan compensar lo que falta en virtud de la
comunión de los santos” (12-4-1820). “Se debe orar especialmente para que ningún niño muera sin
bautismo” (12-1-1820).

(Beata Ana Catalina Emmerick)

“Las almas santas me dicen que los niños nacidos muertos o abortados no van al paraíso ni al
purgatorio. Van a un lugar intermedio que se puede llamar limbo o cielo infantil. La responsabilidad
de llevarlos al cielo está en nosotros. Lo podemos hacer, bautizándolos espiritualmente o mandando
celebrar una misa por ellos”.

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(María Simma)

“Yo he oído a mucha gente que me ha dicho que ha visto a los niños muertos sin bautismo como
ángeles y santos después de haber sido bautizados en espíritu. Algunos dan testimonio de que,
cuando necesitan algo, ellos lo piden por intercesión de estos niños ya salvados.

Varias madres han tenido la experiencia de que sus niños han venido a darles su perdón y a
consolarlas. Yo conozco a mucha gente que tiene contacto con estos niños salvados.

Yo también los he visto, después de bautizarlos, con las caras resplandecientes y me han prometido
ayuda espiritual".
(P. James Manjackal)
“Estoy recogiendo de todas partes del mundo a mis niños más pequeños para reunirlos en mi
escuadrón y depositarlos en lo profundo de mi Corazón Inmaculado.
Hijos predilectos, escuchen su voz que invoca su ayuda, corran a su encuentro, tómenlos en sus
brazos y llévenlos todos a su Madre celestial. Pequeños son para Mí todos los niños ya concebidos,
cuyas vidas son voluntariamente destrozadas desde las entrañas de sus madres.
El amor y el ansia de su Madre celestial y de la Iglesia por su salvación, así como su sangre inocente
derramada por los que desprecian y desobedecen la ley de Dios, es ya un bautismo de deseo y de
sangre, que los salva a todos” (8 setiembre 1983).
(La Virgen María al Padre Esteban Gobi)

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