Arturo Sotomayor, “Los móviles secretos del Consejo Estudiantil Universitario”, En
legítima defensa, Radio UNAM, 09/03/1988, ID: FNR0071859
Arturo Sotomayor: Sotomayor, Radio Universidad, marzo 9, 1988.
Presentadora: Radio UNAM presenta… En legítima defensa, programa a cargo de Arturo Sotomayor. Arturo Sotomayor: Los móviles secretos del CEU. Hace un año que el comportamiento de un par de dirigentes, con su correspondiente inminusválido satélite de un tumulto motinesco que atrajo a miles de adolescentes mexicanos, cuyo porvenir ellos mismos sentían fracasado anticipadamente por causa del pésimo “sistema a la mexicana” impuesto por la oligarquía ceo-científica que detenta el poder, hace un año, repito, que esos dirigentes captaron mi interés por razones subjetivas muy mías consistentes en esto. ¿Ellos iban a derrocar al antisistema que ha postrado y degradado la enseñanza universitaria?, ¿Ellos, con su colorea y desplantes iban a acabar con la pesada y parasitaria burocracia universitaria?, ¿Ellos echarían de la nómina universitaria, y claro, de las facultades a especímenes fracasados como profesionales y como individuos, pero enquistados patológicamente a nuestra institución, a la que explotan como gigolos con antifaz con disfraz de intelectuales?, ¿Ellos pretendían exigir calidad en la enseñanza, rigor en los exámenes y dignidad en cada alumno?, ¿Ellos actuaban así para ir al rescate del decoro de la propia estimación de los jóvenes inscritos en la Universidad Nacional Autónoma de México, desde preparatoria y CCH hasta las facultades?, ¿Ellos querían echar de la nómina a los falsos maestros, a los hampones corruptos que vendían o venden boletas aprobatorias en exámenes jamás realizados?, ¿Ellos lucharían por revindicar respeto a la juventud, que consiste en transmitir lo mejor de nuestros conocimientos en la forma más asimilable posible?, Ellos tenían en el horizonte próximo a la perspectiva de jóvenes bien preparados para servir a nuestra patria y servirse a sí mismos?. Estas son 8 de las más numerosas dudas que me planteó la aparición del CEU, frente al enemigo solapado de las reformas propuestas. Después de 49 años de obsecuencia, transacción e inmovilismo por un rector que viene a ser audaz y decidido, dentro de un sistema de desdén elitista ¿O de componenda tácita? Las respuestas vinieron con el comportamiento y el ideario del Consejo Estudiantil Universitario y de sus seguidores. L o que al principio me pareció un eco, ciertamente tardío de las luchas que libramos en 1938 contra la naciente corrupción, pronto dio la cara. ENTRE el idealismo que nos animaba hace más de medio siglo a izquierdas y derechas estudiantiles y los arrebatos delirantes, el lenguaje burdo, la negociación de categorías, el intelecto y el desprecio hacia normas universitarias, entre aquello y esto media un abismo. Las escaramuzas presentadas por el CEU no eran batallas, sino motines callejeros, el lenguaje universitario era suplantado por el sarcasmo injurioso, por la burleta que se apoya por el impulso físico de una masa irreflexiva, cada uno de coyos componentes sufre la pesadilla de tomar venganza de algo que no tiene que ver con la universidad, vaya, nisiquiera con el “sistema a la mexicana” que tanto nos ha dañado. En el comportamiento promedio de ceuistas y sus dirigentes mucho debería ser evaluado, y hasta curado por el psiquiatra y por el psicoanalista. Aun año de distancia de la valentía montonera de ciertos ceuistas, con sus dirigentes en primer término, y de las veleidades exhibidas en cuanto a la línea política, ellos han sufrido un acto fallido multiplicado y se han descuidado hasta dejar que se les resbale el antifaz, son el ensayo de un tipo de terrorismo sin metralleta ni explosivo plástico, es más, manipulan con destreza, por ahora, la impunidad sintetizada en la infortunada frase que hemos escuchado desde septiembre de 1985, frase que dice: “No es hora de buscar culpables”. La complicidad implícita en estas palabras, la lenidad que es su correlato, son el equivalente al carro ligero de exploración de que se valen los comandos militares o guerrilleros para escapar. La nota humorística propia del genio de nuestra raza consiste en que estos comandos anti universitarios no escapan, sino que se estacionan anunciando huelga de comida para señalar talvez con índice de fuego a los que no creen en sus farsas, a los que repudian su falta de sentido universitario, a quienes rechazan sus injurias y a quienes al cabo de un año estamos viendo que los móviles secretos del CEU o de sus dirigentes, lo que aclaro para no agraviar a tanto joven a los que engañan los dirigentes, consiste en echarle a las circunstancias presentes combustible que produce humo, adecuado para distraer a la nación de la expolición a la que tienen sometida economistas y contadores públicos en mala hora encamarados en la nómina de egresados y en las oficinas oficinas en las que se deberían tomar decisiones favorables a la nación . Queda esto dicho sin animo provocador, pero sin temor a las consecuencias sean las que sean, en legítima defensa de mi patria y de mi universidad. Presentadora: Radio UNAM presentó… En legítima defensa, programa a cargo de Arturo Sotomayor.