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ANALISIS DE LA CASACIÓN N.

º 599-2018
Nuestro análisis sobre la Casación 599-2018, Lima, emitida por la Sala Penal Permanente
de la Corte Suprema, con fecha 11 de octubre del año 2018, por el recurso presentado por la
defensa del partido político Fuerza Popular. Esta resolución es importante, pues define las
pautas interpretativas sobre el plazo de investigación en delito investigados bajo la Ley de
Criminalidad organizada.

En el recurso nos dice que el plazo de investigación se había vencido en exceso, y emite
fechas entre la disposición fiscal de fecha 2 de diciembre del año 2015 y la disposición
fiscal de fecha 3 de julio del 2017 en total pasaron 360 días, y que posteriormente se emitió
otra disposición fiscal cuando ya había precluido la etapa preliminar. También se cuestiona
que de manera errónea la Sala Penal Nacional interprete que la expresión “urgente e
inaplazable” de las diligencias preliminares está íntimamente ligada al factor tiempo, esto
es, que tiene relación con la celeridad con que se desarrolla cada diligencia y no con el
plazo.

La Sala Suprema estableció como doctrina jurisprudencial vinculante que:

 Cuando son investigaciones por crimen organizado se debe interpretar una


realización sistemática y teleológica de los incisos 1 y 2 del artículo 330 del código
procesal penal, “el carácter de urgente e inaplazable no está vinculado al factor
tiempo”. Los actos urgentes e inaplazables a los que hace referencia la norma
procesal van ligados al propósito ulterior o finalidad mediata -de ser el caso de
formalizar investigación preparatoria; por lo que tales actos no deben ser
vinculados en estricto a un sentido temporal; categorizar lo urgente y necesario solo
a un mínimo de tiempo, limitaría la actuación fiscal, afectaría su rol investigativo y
el principio de derecho de seguridad jurídica.
 Las investigaciones de crimen organizado deben llevarse a cabo en un plazo
razonable que, como límite y de manera excepcional, “no puede exceder el plazo
ordinario de investigación preparatoria”, atendiendo a su gravedad, complejidad y
necesidad de especiales técnicas de investigación. Ante la falta de un plazo legal
máximo para las diligencias preliminares de investigaciones comunes, complejas o
de criminalidad organizada se afecta el principio-derecho de seguridad jurídica; por
ello es necesario que estas se realicen dentro de un plazo razonable (garantía
derivada del derecho fundamental al debido proceso), que no es el equivalente al
plazo legal, sino que depende de las circunstancias particulares que presente cada
caso.
 Se puede “ampliar el plazo de las diligencias preliminares, aun cuando el plazo se
encuentre vencido”, dentro del previsto como plazo máximo -en tal supuesto en
fiscal será pasible de sanción disciplinaria-.

Recordar que la etapa de diligencias preliminares es el inicio de un proceso penal porque el


Ministerio Público tiene facultades para realizar actos de investigación que considere
necesarios para calificar el hecho y establecer la identificación de las partes involucradas.

Ahora La Corte Suprema hace una interpretación respecto de la expresión “urgentes e


inaplazables”, pues avala la interpretación que realiza la Sala Penal Nacional, al sostener
que se debe realizar una interpretación en sentido sistemático y teleológico y no temporal, a
fin de argumentar posteriormente que el plazo, en dicha etapa procesal, puede durar hasta
36 meses en casos de crimen organizado. Sin embargo, dichas conclusiones no pueden ser
pacíficas. Es cierto que existen procesos que, por sus propias características, exigen mayor
actividad probatoria, y en tales casos hay plazos diferentes a los plazos comunes que
establece la Ley. Para ello, es necesario que el fiscal, al recibir la noticia criminal, realice
una precalificación y planifique una estrategia de investigación, dependiendo de los hechos.
En este caso, se ha advertido que ello no ocurrió desde el inicio. Pero para que existan
plazos diferenciados, el legislador debió desarrollarlos en la norma, cosa que no ha hecho.
Es decir, es necesario que exista una ley, del mismo modo que los plazos fijados en la etapa
de la investigación preparatoria formalizada, para establecer mayores plazos para las
diligencias preliminares, pues por lo pronto, el plazo estándar para todo tipo de
investigación es de 60 días.

Si al encontrarnos en una etapa de calificación, no podría sustentarse ningún argumento de


plazo basado en un supuesto delito de crimen organizado, cuando aún no se ha terminado
de realizar la calificación jurídica, pues ella recién se plasmará en una disposición de
formalización de la investigación preparatoria, porque se corre el riesgo de que el
Ministerio Público, al finalizar sus diligencias preliminares, concluya que no estaba frente a
una organización criminal, utilizando indebidamente 36 meses de investigación,
quebrantado así el plazo razonable.

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