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El presente informe desarrolla la producción de cultivos orgánicos a nivel nacional e internacional. Este
mercado constituye una alternativa desde el punto de vista ecológico, económico y laboral.
La Argentina es uno de mayores productores del mundo y tiene potencial para responder ante la
demanda mundial. La respuesta a esta necesidad del mercado internacional generará además nuevas
posibilidades para proyectos agrícolas medianos, pequeños y familiares. La capacitación y las
estrategias de comercialización y promoción son dos aspectos clave en este sentido.
Cultivos orgánicos
De acuerdo a la Ley 25.127, se define como ecológico, biológico u orgánico a todo sistema de
producción agropecuario y su correspondiente agroindustria, como así también a los sistemas de
recolección, captura y caza, sustentables en el tiempo. Mediante el manejo racional de los recursos
naturales y evitando el uso de los productos de síntesis química y otros de efecto tóxico real o potencial
para la salud humana estos sistemas deben brindar productos sanos, mantener y/o incrementar la
fertilidad de los suelos y la diversidad biológica, conservar los recursos hídricos, presentar o intensificar
los ciclos biológicos del suelo a fin de suministrar los nutrientes destinados a la vida vegetal y animal y
proporcionar a los sistemas naturales, cultivos vegetales y al ganado, condiciones que les permitan
expresar las características básicas de su comportamiento innato, cubriendo las necesidades fisiológicas
y ecológicas.
Desde 1992 Argentina posee legislación para la producción vegetal orgánica y desde 1993 para la de
origen animal. Además, es uno de los primeros países de Latinoamérica habilitado para exportar
productos orgánicos a la Unión Europea debido a la sanción del marco regulatorio, contemporáneo al
de esta región.
Los tres tipos de cultivos son los de tierra arable (principalmente cereales, vegetales frescos, etc.),
cultivos permanentes (viñedos, olivares, frutales, etc.) y pasturas.
Las actividades dentro del sector orgánico incluyen la cadena alimenticia desde la producción en las
granjas hasta los procesos industriales, incluyendo importaciones, exportaciones, ventas mayoristas y
minoristas.
Producción orgánica mundial
La producción orgánica y el consumo de sus productos crecen muy rápidamente a nivel mundial. En la
actualidad hay alrededor de 31 millones de hectáreas manejadas orgánicamente en casi 150 países,
especialmente en naciones en vías de desarrollo cuya producción se orienta hacia la exportación.
Australia, China, Argentina y Estados Unidos son los principales productores del mundo.
Las ventas de productos orgánicos crecen a un ritmo de US$ 5 mil millones por año. EN 2006
alcanzaron los US$ 38.6 billones, el doble de la cifra alcanzada en 2000.
La Unión Europea también acompaña esta tendencia creciente. Entre 2007 y 2008 el área total de
tierra cultivada orgánicamente aumentó un 7,1%, y el número de productores abocados a la actividad
creció 9.5%, alcanzando los 196.200.
América Latina
La situación en América Latina presenta varias particularidades. Aunque Argentina es el país con mayor
cantidad de hectáreas dedicadas a este tipo de agricultura y ganadería, si se considera el porcentaje
del área bajo producción orgánica sobre el total de la superficie agropecuaria, Uruguay pasa a ocupar
el primer puesto en el continente, con un 4%. En el segundo lugar aparece Costa Rica con un 2%,
seguida por Argentina y Chile, con superficies similares (1.89% y 1.50% respectivamente). En los
demás países latinoamericanos la proporción es pequeña y está por debajo del uno por ciento en la
mayoría de los casos.
Por otra parte, la producción latinoamericana está fuertemente orientada a la exportación, dejando en
un segundo plano al consumo interno. Las ventas se enfocan en consumidores de nivel medio a alto,
quienes imponen condiciones sobre la calidad y el envasado. Por eso, los principales destinos de
exportación son extra-regionales, especialmente los países industrializados. En estos existe una
demanda importante, aunque también viven un crecimiento de la producción doméstica de orgánicos.
Esta situación plantea un escenario de posibilidades y necesidad de especialización para la producción
latinoamericana, que tampoco debe olvidar los amplios márgenes de crecimiento dentro de sus propios
mercados nacionales.
Argentina está entre los primeros productores orgánicos del mundo. Acá se obtienen alimentos y
productos con un alto valor agregado, certificados como orgánicos. Estos provienen de campos donde
se emplean tecnologías de proceso y manejo que requieren de importante mano de obra y
capacitación. Este tipo de producción se convierte en una muy buena alternativa para mejorar los
ingresos de los productores y de la agricultura familiar.
Superficie
En total, según el SENASA, la superficie bajo seguimiento orgánico supera los 4 millones de hectáreas
en la Argentina. Durante 2008, la superficie orgánica cosechada mostró un aumento del 16% con
respecto a 2007. Los cereales y oleaginosas fueron los que marcaron dicha tendencia (+ 23%).
Unidades productivas
La cantidad de establecimientos de producción orgánica también muestra un alza, con un ritmo cercano
al 5% anual. Misiones es la provincia con mayor número de establecimientos productivos, mientras que
Chubut es la que cuenta con más hectáreas dedicas a la actividad.
Consumo interno
Dentro del consumo local, se destacan las hortalizas y los derivados industrializados. Estos últimos
representaron el 50% en volumen del total de productos consumidos, y entre ellos pueden
mencionarse la yerba mate, el azúcar de caña, las aceitunas, el té, el aceite de oliva y los dulces, entre
otros.
Exportaciones
Las exportaciones de productos orgánicos certificados de origen vegetal se incrementaron
notablemente, superando en 2007 los 118 millones de kilos. Este volumen está compuesto por cereales
y oleaginosas, frutas, hortalizas, legumbres, aromáticas y productos industrializados.
También las exportaciones de productos orgánicos certificados de origen animal tienen como principal
destino la UE. Dichas ventas están conformadas por carne vacuna y ovina, lana, dulce de leche y miel.
EE.UU. se caracterizó por demandar sólo miel orgánica.
Fuentes