Está en la página 1de 2

Hasta alcanzar el sacrificio.

Lucas 09:23: “Y dijo a todos:” Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí


mismo, tome su cruz cada día y sígame.

Si alguno quiere venir en pos de mí

Negarse a sí mismo.

No decir yo hago con mi vida lo que me parece.

Ya soy grandecito a mí nadie me dice lo que tengo hacer

Yo soy así y así me hizo Dios.

Pensamos que nos lo merecemos todo.


Es reconocer que no somos dueños de nosotros mismos, sino que estamos bajo el
señorío de Jesucristo.

Lo que tenemos es don inmerecido de Dios. 

Todo el honor y la gloria son del Señor, nosotros aspiramos a ser herramientas
dóciles en sus Manos.

El que se ama a sí mismo (Jn 12,25)

San Juan Bautista dejó muy claro el camino: «Él tiene que crecer y yo tengo
que menguar». Menguar para dejar espacio en nosotros a la Luz que nos llena
e ilumina.
“y que no sois vuestros, pues habéis sido comprados por precio;”  (1 Cor. 6:20).
Negarse a sí mismo es reconocer que usted ya no es dueño de su vida, y es Jesús, el que pagó el
precio de nuestra libertad, el que nos debe dirigir en la  toma de las decisiones

Negarse a sí mismo es negar lo que queremos y, a veces lo que


necesitamos.
Es abandonar y renunciar a Todo lo que impide seguir a cristo de Cristo.
nuestras pasiones y apetitos bajo sujeción

2 Timoteo 3:2-4

Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios,
blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,

sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de
lo bueno,

traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,

tome su cruz

Vivir para los demás y morir por los pecadores.

También podría gustarte