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dudit® Butter 4 Deshacer el género recoge reflexiones recientes de la autora sobre el género y la sexualidad, centrandose en el nuevo parentesco, el psicoandlisis y ef tabti del incesto, el transgé- nero, el intersexo, las categorias de diagnéstico, la violen- cia social y la labor de transformacién social. A partir de la teoria feminista y la teorfa queer, Butler considera las normas que rigen ~y no lo consiguen- el género y la sexuali- dad en tanto que vinculadas a las restricciones de una categoria reconocible de persona. El libro supone un replan- teamiento de su pensamiento inicial sobre la performati- vidad del género en &/ género en disputa. En esta obra, la critica a las normas de género se sittia claramente dentro del marco de [a tenacidad y fa supervivencia humanas. «Hacer ef propio género exige en acasiones «deshacer» las nociones dominantes de la categoria persona. La autora escribe sobre la «nueva politica del género» surgida en estos ditimos afios, una combinacién de movimientos in- teresados por ef transgénero, la transexualidad, ef inter- sexo y sus complejas relaciones con la tearia feminista y la teorfa queer. Judith Butler ocupa ia catedra Maxine Elliot de Retorica, Literatura comparada y Estudios de la mujer en ta Universidad de California, Berkeley. Es autora, entre otros libros, de El género en disputa y Cuerpos que importan, ambos pubsi- cades por Paidds. ~ Judith Butler Deshacer el género Para Wendy, una y otra vez SUMARIO Agradecimientos Introduccién: Actuat concertadamente ... 1. Al lado de uno mismo: en los limites de la autono- mia sexual 2. Elreglamento del género . 3. Hacerle justicia a alguien: la reasignacién de sexo y las alegorias de la transexualidad . 4. Desdiagnosticar el género 5. El parentesco es siempre heterosexual de ante- mano? . 6. Elanhelo de reconocimiento .. 7. Los dilemas del tabé del incesto 8. Confesiones corporales ....... 19, gE fin de la diferencia sexual? . 10. 1k . La cuestién de la transformacién social .... . Puede hablar el «Otro» de la filosofia? ... Notas Obras citadas ........0.. 0.200 Indice analitico y de nombres i 3 35 67 89 113 149 189 217 229 247 289 329 355 373 385 AGRADECIMIENTOS Quiero expresar mi agradecimiento a Amy Jamgochian y Stuart Murray por su ayuda en las diversas etapas de edicién y compilacién de estos ensayos. También estoy muy agradecida a Denise Riley por las conversaciones que a lo largo de estos dl- timos afios han impulsado mi pensamiento de formas tan nu- merosas'’¢ intrincadas que resultan dificiles de detallar. También Je agradezco a Gayle Salamon, su. disertacién sobre incorpora- cién y materialidad que me ha incitado a repensar mis propias ideas sobre dichas cuestiones. El ensayo «Al lado de uno mismo» formé parte de una conferencia en la Amnesty Lecture Series sobre los «derechos sexuales» que se pronuncié en Oxford en Ja primavera de 2002, y que aparecera publicada en una compilacién de dichas conferencias editada por Nicholas Bamforth de Oxford. Con- tiene ‘material publicado cn «Violence, Mourning, Politics» [Violencia, Duelo, Politica], que inicialmente aparecié en Stu- dies in Gender and Sexuality 4; I (2003). Una version anterior de «Hacerle justicia a alguien»-aparecié en GLO (7, n°4,2001). Al revisar el ensayo le incorporé sugerencias hechas por Vet- non Rosario y Cheryl Chase, a los cuales estoy agradecida por Jas importantes perspectivas que me proporcionaron. «El re- glamento del péneto> fue un encargo de Gil Herdt y Catharine Stimpson para un volumen sobre «Género» de préxima apari- 2 DESHACER EL GENERO- cién en Ja University of Chicago Press. « La respuesta violenta es aquella que no inquiere y no trata de conocer. Quiere reforzar lo. que sabe, expurgar lo que lo ame- naza con no saber, lo que la fuerza a reconsiderar las presuposi- ciones de su mundo, su contingencia, su maleabilidad. La res- puesta no violenta vive con su desconocimiento del Otro frente al Otro, ya que mantener el vinculo que plantea la pregunta re- sulta en ultimo término més valioso que conocer de antemano Jo que tenemos en connin, como si ya tuviéramos todos los re- cursos que necesitamos para sabet qué define al humano y cuél puede ser su vida futura. Que no podamos predecir 0 controlar Jas permutaciones de lo humano que pueden darse no significa que debamos va- Jorar todas las posibles permutaciones de lo humano; no impli- i f i | | | i AL LADO DE UNO MISMO [...] 61 ca que no podamos luchar para la realizacién de ciertos valo- res, democraticos y no violentos, internacionales y antirracistas, Pero luchar por esos valores es precisamente reconocer que la posicién de uno no es suficiente para elaborar la gama de lo humano, que se debe entrar en el trabajo colectivo en el cual el propio estatus como sujeto debe, por razones democraticas, ser desorientado, expuesto a lo que no conoce. No se trata de aplicar normas sociales a ejemplos sociales reales con el fin de ordenarlos y definirlos (como Foucault ha criticado), y tampoco se trata de encontrar mecanismos legiti- madores extrasociales para basar las normas sociales (aunque operen bajo el nombre de lo social), Hay momentos en los que atnbas actividades tienen y deben tener lugar: se emiren juicios contra criminales por actos ilegales y se les somete a procedi- mientos normalizadores; tomamos como base para nuestra ac- cién los contextos colectivos y tratamos de encontrar los mo- dos de deliberacién y reflexién sobre los cuales podamios estar de acuerdo. Pero esto no es tado Jo que hacemos con las nor- mas. La esfera de lo humanamente inteligible se circunscribe mediante normas, y esta circunscripci6n tiene consecuencias para cualquier ética y para cualquier cancepcién de la trans- formacién social. Para poder.preservar y promover la vida hu- mana tal como la conocemos, podemos plantear que prémero es necesario conocer fos fundamentos de lo humano. Pero gy si Jas mismas categorias de lo humano excluyen a quienes deben ser descritos y protegidos dentro de sus términos? ¢Por qué aquellos que deberian estar incluidos en lo humano no actéan dentro de los modos de razonamiento, ni de las peticiones le- gitimadoras.de.validez proferidas por formas occidentales de racionalidad?. ;Acaso hemos Ilegado alguna vez a conocer lo humano? ¥ entonces, ecémo podemos aproximarnos a este conocimiento? ¢Deberfamos recelar de conocerlo demasiado pronto o de una manera final o definitiva? Si damos el campo de lo humano por conocido, entonces no pensaremos critica y 62 DESHACER EL GENERO éticamente sobre las formas en las que el humano est siendo producido, repraducido y deproducido, ni en sus consecuen- cias. Esta tltima indagacién no agota cl campo de la ética, pero no puedo imaginarme une ética responsable o una teoria de la transformacién social que funcione al margen de ella. La necesidad de mantener nuestra nocién de lo humano abierta a futuras articulaciones es esencial para el proyecto in- ternacional del discurso y la politica de los derechos humanos. Una y otra vez vemos como se presupone la misma nocién de lo humano: lo humano esta definido de antemano, en términos que son claramente occidentales, a menudo norteamericanos y, por lo tanto, parciales y de miras estrechas. Cuando partimos de lo humano como una base fundamental, entonces el con- cepto de lo humano del que se trata en los derechos humanos ya se conoce, ya est4 definido. Sin embargo, lo humano es la base para una serie de derechos y obligaciones que son de 4m- ~~bito global Gémo nos movemios de Io local a Jo internacional (entendiendo éste como Io global, con el fin de evitar que re- circule la presuncién de que todos los humanos pertenccen a naciones-estado establecidas), ésta es una cuestidn de gran im- portancia para la politica internacional, pero: particularmente para las luchas internacionales de lesbianas; gays, bi-, trans- e intersexuales, asi como para el ferninismo. Una concepcién an- tiimperialista 0, minimamente, no imperialista‘de los derechos hurmanos internacionales debe poner en tela de juicio el funda: mento de lo humana, y aprender de las diversas maneras y me- dios através de log cuales se define en diferentes ambitos cul- turales. De ahf que las concepciones locales.de lo humano, ast como sus condiciones basicas y sus necesidades, deben ser-so- metidas a reinterpretaci6n, ya que hay circunstancias hist6ricas y culturales en-las que lo humano se define de forma diferente: Sus necesidades basicas y, por lo tanto, sus derechos basicos se dan a conocer a través de varios medios, a través de diversos ti- pos de practicas, habladas y performadas. AL LADO DE UNO MISMO [...] 63 / Un relativismo reductivo dirfa que no podemos hablar de lo humano o de los derechos humanos internacionales dado que slo existen conceptos que son siempre locales y provisionales, y que las mismas generalizaciones violentan la especificidad de Jos significados en cuestién. Este no es mi punto de vista. No estoy dispuesta a pararme aqui. De hecho, creo que estamos obligados a hablar de lo humano y de Jo internacional y a des- cubrir cémo los derechos humanos funcionan y no funcionan, por ejemplo, a favor de Jas mujeres, 2 hablar de lo que son Las mujeres y de lo que no son. Pero para pronunciarse de esta ma- nera y para exigir transformaciones sociales en. nombre de las mujeres debemos también formar parte de un proyecto demo- ctatico critico. Ademés, la categoria mujer ha sido utilizada de forma diferencial y con 4nimos de exclusién, y no todas Jas mu- jeres han sido incluidas en estos tézminos; sido totalmente incorporadas cn en lo humano, Ambas categorias estan t6dav@ eft proceso, en desarrollo, insatisfechas; asi pues todavia no sabemos y no podemos caber de una forma definiti- va en qué consiste finalmente lo humano. Esto implica que de- bemos seguir un.doble camino en politica: debemos utilizar este lenguaje para afirmar el derecho a condiciones de vida aceptables de manera que se afirme el rol constitutivo de la se- xualidad y el género en la vida politica, y debemos también so- meter-nuestras propias.categorias a la exploracién critica. De- bemos encontrar los limites de su inclusividad y la posibilidad de su traduccida, las presuposiciones que incluyen, las formas en las que deben ser expandidas, destruidas o rehechas para abarcar y abrir a la vez lo que es ser humano y genderizado. Hace unos afios, cuando se celebrd la Conferencia de las Na- ciones Unidas en Pekin, se hablaba de los «derechos humanos de las mujeres», ¢ incluso ahora oimos hablar de ellos ala In- terriational Gay and Lesbian Human Rights Comission. A mu- cha gente Je parece una patadoja. ¢Derechos humanos de las mujeres? “Derechos humanos de gays y lesbianas? Pero pense-

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