Los expertos de UNESCO y el Programa Hidrológico Internacional definen el agua como “el

elemento vital de nuestro planeta, con poder de generar, sostener y acoger la vida”, por lo tanto,
es insustituible para el desarrollo integral de las personas y la sostenibilidad de los ecosistemas.
Todas las aguas son bienes de dominio público, inalienables e imprescriptibles, el Estado, las
municipalidades y todos los habitantes de la República, están obligados a propiciar el desarrollo
social y económico que prevenga la contaminación del ambiente y mantenga el equilibrio
ecológico.

En la Ley Fundamental se reconoce la necesidad de dictar todas las disposiciones legales

necesarias para garantizar que la utilización y aprovechamiento, de la fauna, de la tierra, de la flora
y el agua, se realicen racionalmente evitando su depredación. Siendo más concreto el legislador
constituyente otorga una reserva de ley para el aprovechamiento, uso y goce de las aguas,
estableciendo que una ley específica regulará está materia, conforme el artículo 127 de la
Constitución.

El agua es un patrimonio común de las presentes y futuras generaciones de Guatemala, por lo que
es importante que su acceso, uso, goce y aprovechamiento sean regulados, como un derecho
fundamental a la persona humana, según lo ordena el artículo 127 constitucional.

Se determinó que si bien es cierto existe en la legislación ordinaria y se encuentran vigentes

disposiciones en materia de aguas contenidas en el Código Civil Decreto Legislativo Número 1932;
Código Civil Decreto Ley 106, y en la Ley de Transformación Agraria, Decreto Número 1551 del
Congreso de la República, relacionadas en cuanto a su uso y aprovechamiento, todas creadas
antes de la Constitución de 1985, y disposiciones emitidas después de la entrada en vigencia de la
Constitución, mediante la cual se ordena crear una ley específica en materia de aguas,
encontramos: la Ley de Minería, Decreto 48-97 del Congreso; el Código de Salud, Decreto 90-97
del Congreso; la Ley del Organismo Ejecutivo, Decreto 114-97 del Congreso de la República; y el
Acuerdo Ministerial Número 523-2013 del iv Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social,
recientemente emitido en cuanto a disposiciones relacionadas con el uso y aprovechamiento del
agua para el consumo humano (agua potable).

Existe regulación del régimen de aguas en Guatemala, la cual se encuentra vigente pero contenida
en forma dispersa por lo que resulta evidente la necesidad de actualizar y unificar en una ley
específica en materia de aguas y ordenar las disposiciones legales relacionadas con las aguas en
Guatemala, para lo cual el único Organismo competente conforme la Constitución es el Congreso
de la República, quien debe emitir las disposiciones necesarias para garantizar el uso, goce y
aprovechamiento de las aguas, ajustándolas a la Ley Fundamental y al derecho internacional, esto,
no sólo para cumplir con el mandato constitucional vigente desde hace más de veintisiete años,
sino también para promover y garantizar la protección del recurso hídrico conforme las
necesidades actuales sin comprometer el aprovechamiento de las futuras generaciones. A manera
de realizar un aporte producto de la presente tesis, se incluye en los anexos, una compilación de
disposiciones vigentes con relación al agua, contenidas en el ordenamiento jurídico del país en
forma dispersa, que si bien es cierto existen disposiciones que regulen la materia, es necesaria la
emisión de una ley específica que incluya las disposiciones normativas sobre la gestión del agua
como un bien de dominio público, inalienable e imprescriptible, su forma de uso y
aprovechamiento, protección, conservación y recuperación, las normas vinculadas a la
administración, construcción y mantenimiento de los servicios de agua potable para consumo v
humano como uso y aprovechamiento prioritario a nivel nacional, así como el aprovechamiento
para los diferentes usos, entre estos agrícolas, industriales, mineros, energéticos, acuícolas y
turísticos, dicha ley deberá crear, organizar y determinar las funciones de la Autoridad Central en
la materia de aguas, para lo cual se propone la creación de un Viceministerio de Aguas dentro del
Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, quien será el encargado de coordinar con otros
Ministerios, las Municipalidades y la participación ciudadana como fundamento esencial para una
efectiva protección de los sistemas hídricos.