La capital del Huila fue seleccionada entre varios municipios del país, por parte del Gobierno

Nacional para desarrollar una estrategia de protección de los derechos de los niños, niñas y
adolescentes.

“En la próxima semana esperamos reunirnos con la Consejera Presidencial para los Derechos
Humanos, Nancy Patricia Gutiérrez, con quien ya se presentó un primer acercamiento donde se
informó que el municipio de Neiva ha sido priorizado, esta determinación se tomó desde la Comisión
Intersectorial para la Prevención del Reclutamiento, Ciprunna, entonces se espera en los próximos
días concretar el Plan de acción para el municipio”, señaló Esmith Duarte Cano, jefe de la Oficina de
Paz y Derechos Humanos.
El Concejo aprobó en segundo debate la Política Pública de Paz, una acción que consolida la
implementación de un modelo de paz territorial en el municipio.

Esta es una Administración Municipal incluyente que vela por los derechos humanos y por la
dignidad de cada una de las personas habitantes del municipio de Neiva. En ese sentido es
importante esta política pública porque podemos trabajar y es nuestra carta de navegación para
implementar los Acuerdos de La Habana, para trabajar en temas de reconciliación, una convivencia
pacífica y una cultura de paz en el municipio de Neiva”, expresó Esmith Duarte Cano, jefe de la
Oficina de Paz y Derechos Humanos.
En el Parque de la Música, con participación física y virtual se dio la instalación del Consejo
Municipal de Paz, Reconciliación y Convivencia. Este nuevo órgano asesor en derechos humanos
de la Administración, cuenta con la participación directa de la sociedad civil.

Como conclusión Esmith Duarte, jefe de la Oficina de Paz y Derechos Humanos de Neiva, dijo que
los consejeros quieren ser proactivos, no quieren ser un consejo que solo asista a reuniones, ellos
quieren participar, quieren ser parte activa para construir y generar cambios, y eso lo aplaude la
administración municipal porque vemos el interés de la sociedad civil de hacer parte de este proceso
y en la misma manera también se convierte en obligatoriedad para las instituciones cuando la
sociedad civil lo reclama.