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HISTO

RIA
DEL
SEMIN
ARIO
MAYO
R DE
PASTO.

1
HISTORIA DEL SEMINARIO MAYOR DE PASTO.

PRESENTADO POR:

CARLOS ACOSTA.
LUIS CARLOS AGREDA.
CRISTHIAN POTOSI.
DANIEL SALAZAR.
CARLOS URBANO.

DIÓCESIS DE PASTO
SEMINARIO MAYOR LOS SAGRADOS CORAZONES.
I – II DE FILOSOFÍA
II SEMESTRE 2018

2
HISTORIA DEL SEMINARIO MAYOR DE PASTO.

PRESENTADO POR:

CALOS ACOSTA.
LUIS CARLOS AGREDA.
CRISTHIAN POTOSI.
DANIEL SALAZAR.
CARLOS URBANO

PRESENTADO A:

MARCO ANTONIO FORERO. SS.

DIÓCESIS DE PASTO
SEMINARIO MAYOR LOS SAGRADOS CORAZONES.
I – II DE FILOSOFÍA
II SEMESTRE 2018

3
Tabla de contenido

Introducción............................................................................................................................6

Historia del Seminario Mayor los Sagrados Corazones..........................................................7

Hipótesis..............................................................................................................................7

Recopilación de la Historia.....................................................................................................8

Descripción Critica de la Historia del Seminario Mayor los Sagrados Corazones de Pasto.
...............................................................................................................................................11

Hecho histórico.................................................................................................................11

Hechos y personajes históricos:........................................................................................11

Génesis y Finalidad:..........................................................................................................12

Esencia:.............................................................................................................................13

Testimonios y testigos:......................................................................................................13

Testigos Orales..............................................................................................................13

Testimonios Escritos.....................................................................................................15

Tiempo real del presente...................................................................................................27

Que se ha tomado, que se ha dejado.................................................................................27

Políticas que Rigieron el Seminario Mayor de Pasto........................................................28

Libertad Histórica: Tradición............................................................................................28

Legado que ha dejado el hecho histórico cómo pasado................................................28

Tradición del hecho histórico........................................................................................29

Sociedad Histórica................................................................................................................30

Individuo...........................................................................................................................30

Sujeto de la historia en el hecho histórico.....................................................................30

Conciencia Histórica.........................................................................................................31
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Tradición fundante y la Tradición consciente del hecho estudiado..................................31

El contenido en sí y el contenido heredado en la tradición consciente del hecho


histórico.........................................................................................................................32

Iluminismo, tecnología, economía y la globalización en el Seminario........................32

Principio formal de la realidad del hecho histórico......................................................33

Principio eficiente, progreso y mejoramiento del Seminario Mayor............................33

Valores que han aportado en el hecho histórico...........................................................34

Elementos tecnificados y tecnificantes.........................................................................35

Causas físicas y psíquicas de la evolución del hecho histórico........................................35

Conclusión............................................................................................................................37

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Introducción

El presente trabajo tiene como objetivo la historia del Seminario Mayor los Sagrados
Corazones de la Diócesis de Pasto, con una aplicación de la materia Filosofía de la Historia.

La recopilación de este documento ha sido ardua, debido a la poca información existente,


sin embargo, el Seminario Mayor ha marcado la historia de nuestra Diócesis de Pasto en un
siglo y medio de vida diocesana, en la que también ha sido protagonista de la formación de
un gran número de presbíteros que han fortalecido la evangelización y actualmente el
proceso de renovación diocesano.

Este trabajo ambiciona recoger lo escrito sobre nuestra casa de formación, para conocer y
valorar el papel importante que desempeña el Seminario en la vida de la Diócesis, que cada
día trabaja incansablemente para formar pastores según las necesidades de la Iglesia
Pastopolitana.

6
Historia del Seminario Mayor los Sagrados Corazones.

Formulación del problema.

¿Cuál ha sido el recorrido histórico del Seminario Mayor los Sagrados Corazones, en la
Diócesis de pasto?

Hipótesis

El recorrido histórico del Seminario de Pasto ha sido de vital importancia para la vida de la
Diócesis, sin embargo, no hemos encontrado interés por parte de los historiadores de la
ciudad en el estudio o seguimiento de dicho acontecimiento. Esta dificultad nos hace creer
que el recorrido histórico del Seminario Mayor del Semi se ha desarrollado en un caminar
silencioso a lo largo de los años, viviendo y enfrentando los desafíos sociales, culturales y
económicos de cada época, afrontando con firmeza los retos que expone cada experiencia
vivida como institución y casa donde se forman los futuros pastores del pueblo de Dios.

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Recopilación de la Historia.

La historia del Seminario Mayor inicio hacia el año 1862 con Monseñor José Elías Puyana,
primer Obispo Titular de Pasto, quien lo fundó con el nombre: “Seminario de Nuestra
Señora de la Concepción”, ubicándolo provisionalmente en el convento de San Agustín,
bajo el cuidado del Padre José Ignacio de la Villota.

En 1867, el sucesor de Monseñor Puyana, Monseñor Juan Manuel García Tejada,


estableció la Escuela Eclesiástica, es decir el Seminario, que no solo se dedicaba a la
formación de los futuros sacerdotes sino también a la instrucción de otros, especialmente
los locales. Fue rector de esta Escuela el Padre José Chicaiza. En este centro educativo, que
se ubicó en la que es actualmente la sede centro de la Universidad de Nariño, se enseñaba:
Latín, Gramática Española, Literatura, Historia Universal, Dibujo, Arquitectura Civil,
Filosofía intelectual, Matemáticas, Física, Cosmografía, Resoluciones Geocíclicas,
Resoluciones Esferológicas, Geografía de Colombia, Geografía Universal, Derecho Civil
(español y patrio), Derecho de Gentes, Economía Política, Teología Moral y Música 1,
convirtiéndose así en un renombrado centro educativo a nivel nacional.

En el año de 1872, Monseñor Manuel Canuto Restrepo suprime la Escuela por considerarla
no apta para los estudios eclesiásticos según los requerimientos del Concilio de Trento. En
1873 reinicia el Seminario de Pasto sus labores académicas bajo la dirección de los Padres
Lazaristas Juan Bautista Malezieux, Tomás Gongnon, Ernesto Maurice y Pedro Jouve,
hasta el año de 1877, en el que tuvo que cerrar nuevamente por la expulsión de los
formadores. El incansable Obispo de Pasto, sin embargo, encargó a los Padres Oratorianos
la formación del clero hasta que organizó nuevamente la Escuela Eclesiástica, dándole
reapertura en el año de 1880 y siendo rector el Padre José María Zambrano.

1
MEJÍA, J.C. Pbro. Geografía Pastusa de la Fe. Recogido en Historia del Seminario de Pasto, trabajo
monográfico de Ignacio Molina, estudiante del Seminario Mayor los Sagrados Corazones. Sin publicar. 2010,
p. 15.

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Más adelante, en 1887 el obispo Ignacio León Velasco decidió unir el Colegio de la
Compañía de Jesús al Seminario, entregando su dirección a la comunidad de los Padres
Jesuitas en la persona del padre Luis Antonio Gamero. En este año se enseñaban las
cátedras de Latín, Gramática Castellana, Geografía, Historia, Aritmética, Algebra,
Retórica, Filosofía, Física, Química, Teología Dogmática, Teología Moral, Cánones,
Sagrada Escritura, Canto llano, Geometría y Lenguas vivas.2

Es de tener en cuenta que el 20 de junio de 1884, Monseñor Velasco bendijo la primera


piedra del nuevo claustro, que él quiso que estuviera ubicado en la Plaza Mayor de Pasto, y
que el nuevo edificio empezó a utilizarse en el año de 1892, siendo sede del Seminario
hasta el año de 1960.

Por otra parte en el año de 1925, año en que culminó el contrato con los Padres de la
Compañía, siendo obispo Monseñor Antonio María Pueyo de Val, se enseñó en el
Seminario Conciliar de Pasto: Teología Dogmática, Teología Moral, Teología Pastoral,
Derecho Canónico, Sagrada Escritura, Historia Eclesiástica, Patrología, Sociología,
Liturgia, Filosofía, Física, Historia Natural, Apologética y Latín. 3 En ese mismo año se
creó el Seminario Menor exclusivamente para candidatos al sacerdocio y asumió la
formación del Seminario de Pasto el clero diocesano, siendo rector el Sr. Canónigo Jesús
Enrique Calvo.

Durante el episcopado de Monseñor Hipólito Leopoldo Agudelo Prieto los candidatos al


ministerio sacerdotal, terminado el Seminario Menor, cursaban los estudios eclesiásticos en
el Seminario Mayor de Popayán, hasta que en 1936 Monseñor Diego María Gómez
Tamayo solicitó la presencia de la Congregación de los Padres Eudistas para la formación
del Clero de Pasto. A mediados de septiembre de aquel año, llegaban a la ciudad los dos
primeros Eudistas con el anhelo de reestructurar tanto el Seminario Menor, como el
Seminario Mayor. Ellos fueron el Padre Marcos Evangelista Gelves, quien asumió la
rectoría, y el Padre Carlos Teodomiro Diez. En 1938 arrancaban oficialmente las labores en
el Seminario de Pasto, que con el tiempo y hasta la actualidad, gracias a la influencia de la
espiritualidad eudista, vino a llamarse Los Sagrados Corazones.

2
Ibíd, p. 16.
3
Ibíd, p. 16.

9
En 1955, el Obispo de Pasto Monseñor Emilio Botero Gonzales bendijo la primera piedra
del nuevo edificio, ubicado en el sector de Torobajo, a las afueras de la ciudad, destinado al
Seminario Mayor, que comenzó su normal funcionamiento en el año de 1960 y que
corresponde a las instalaciones actuales. Del antiguo edificio solo quedan las puertas, a la
entrada del Centro Comercial Sebastián de Belalcázar.

En el año 2012 la Congregación de los Padres Eudistas hizo entrega del Seminario Mayor a
Monseñor Enrique Prado Bolaños, quien, habiendo pedido la colaboración de los Padres de
la Sociedad de San Sulpicio para la formación de los futuros presbíteros, ha abierto una
nueva época en la historia de esta comunidad educativa, apoyado por la labor de los
sacerdotes: Padre Jaime Cabrera, el Padre Roberto Hoyos, el Padre Hover López, el Padre
Andrés Ordoñez, Padre Hugo Gálvez, bajo la rectoría del Padre Manuel Bautista López,
Pss.

En la actualidad el Seminario cuenta con 67 seminaristas, de los cuales algunos son de la


Diócesis de Tumaco. Por la amplitud, ubicación y adecuación, las instalaciones físicas del
Seminario Mayor hoy en día se comparten con la Universidad Católica del Sur.

La formación del Seminario está divida bajo el reglamento de la nueva Ratio


Fundamentalis, en: un año propedéutico; la etapa Discipular; la etapa Configurativa y
síntesis Pastoral, mientras que la convivencia está divida en 5 comunidades de vida que
representan las áreas de formación: Intelectual, Pastoral, Humano-Comunitaria y
Espiritual.

Los padres de la Compañía de San Sulpicio que actualmente guían y orientan a los futuros
sacerdotes son: Manuel Bautista López, Pss. Rector de la Casa de Formación, quien lleva
dos periodos de tres años cada uno y actualmente ha sido nombrado nuevamente a la
Rectoría por un periodo de dos años; Julio Cesar San Román, Pss, Director académico;
Bernabé Echeverry, Pss, encargado del área espiritual; Marco Forero, Pss, responsable del
área pastoral; Sebastián Rivera, Pss, quien dirige el área Humano comunitaria; y de la
Diócesis de Pasto el Padre Hover López, quien acompaña al grupo introductorio.

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Descripción Critica de la Historia del Seminario Mayor los Sagrados
Corazones de Pasto.

Hecho histórico.

Fundación, cierres y aperturas del seminario Mayor de Pasto.

Hechos y personajes históricos:

 1862 – Mons. Puyana funda el Seminario de Nuestra Señora de la Concepción, y lo


pone a trabajar en el edificio del Colegio de San Agustín, bajo el cuidado del Padre
José Ignacio de la Villota.
 1867 – Mons. García Tejada estableces la Escuela Eclesiástica, un Liceo que atiende
a todos y para todo. Estuvo bajo la rectoría del Padre José Chicaiza.
 1872 – Mons. Canuto Restrepo suprime el anterior colegio, como no apto para
eclesiásticos. Razón no le faltaba al organizador Obispo.
 1873 – Se abre el Seminario bajo la dirección de los padres Vicentinos,
desempeñándose como rector el Padre Juan Bautista Malezieux.
 1877 – Fueron expulsados los padres vicentinos, por la malhadada persecución a los
religiosos.
 1879 – A objeto de reorganizar el Seminario, este queda interinamente encargado a
los padres del oratorio.
 1880 – Se abre la Escuela Eclesiástica, ahora con la dirección del Padre José María
Zambrano.
 1884 - Mons. Ignacio León Velasco bendice la primera piedra del nuevo claustro que
quiso que sea en la plaza principal de la ciudad
 1887 – Mons. Ignacio León Velasco encomienda “El Colegio-Seminario” a los
Padres Jesuitas. Siendo rector el Padre Luís Antonio Gamero.
 1892 – Se empieza a utilizar el nuevo edificio

12
 1925 – El Clero Diocesano, -el capítulo catedralicio – toma la dirección del
Seminario Diocesano. Es nombrado rector el Sr. Canónigo Jesús Enrique Calvo. (Se
lo conoció como el Seminario de los Canónigos).
 1936 – Se confía a los Padres Eudistas la dirección del Seminario. Primer rector
Eudista es el Padre Marcos Evangelista Gelves.
 2012 -Mons. Julio Enrique Prado Bolaños encomienda el Seminario Mayor Los
Sagrados Corazones de Jesús y María de la Diócesis de Pasto a la Compañía de
Padres de San Sulpicio. Primer rector Sulpiciano es el Padre Manuel Bautista López
 2017 – Mons. Julio Enrique Prado Bolaños Inicia la Universidad Católica del sur en
las instalaciones del Seminario Mayor. Estableciendo como rector de la misma al
Padre Diocesano Jaime Cabrera
 2018 – El Padre Manuel Bautista López es nombrado como rector del seminario por
un nuevo periodo de dos años.

Génesis y Finalidad:

En 1859 siguiendo el decreto por medio de la Bula In Excelsa militantis Ecclesiae, el


mismo Padre Santo Pío IX, despachó benignamente dicha solicitud de fundar una nueva
Diócesis, con esta advertencia en uno de sus apartes: “Sobre todo ha de empeñarse el
obispo en establecer un seminario eclesiástico, donde jóvenes llamados por Dios se formen
en letras y buenas costumbres, a fin de que trabajen útilmente en la viña del Señor , y
propaguen la Religión Católica principalmente en la región del Caquetá, habitada por
tribus nómadas, que yacen en las tinieblas de los errores de la gentilidad, sin tener a mano
la luz evangélica, ni poder, por consiguiente, llegar por fin a las puertas de la eterna
bienaventuranza”. Siguiendo la línea de la recomendación del Papa Pio IX la Diócesis de
Pasto a lo largo de los años ha buscado por medio del seminario formar sacerdotes según el
corazón de Dios.

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Esencia:

El Seminario debe ser un ambiente espiritual, un itinerario de la vida, una atmosfera que
favorezca y asegure un proceso formativo, de manera que el que ha sido llamado por Dios
al sacerdocio pueda llegar a ser una imagen viva de Jesucristo, cabeza y pastor de la
Iglesia" (PDV 42).

La finalidad específica del semanario consiste en acompañar vocacionalmente a los


seminaristas en su proceso de discernimiento y en su progreso integral de crecimiento
humano, cristiano y vocacional en las cuatro dimensiones de la formación sacerdotal:
humano-comunitaria, espiritual, académica y pastoral.

La experiencia formativa del Seminario es fundamentalmente comunitaria: "Vivir en el


seminario, escuela del Evangelio, es vivir en el seguimiento de Cristo como los apóstoles;
es dejarse educar por Él para el servicio del Padre y de los hombres, bajo la conducción del
Espíritu Santo" (PDV 42). Pedagógicamente, el Seminario propone unas coordenadas
básicas para una sana convivencia y el buen desarrollo de su cometido, como comunidad en
camino. (Manual de Convivencia, Manuel Bautista PSS).

Testimonios y testigos:

Testigos Orales

Padre Hover López

“El seminario es muy antiguo, con la creación de la Diócesis, también se pide que se deje
un Seminario Conciliar y así, nace este Seminario con la Diócesis, pero funciona unos años
más adelante. Antiguamente este Seminario quedaba cerca al Liceo frente a la Merced,

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después funcionó en el centro comercial Sebastián de Belalcázar; un edificio muy antiguo,
funciono unos 25 años; en la crisis de los años 60 y 80 cerraron el Seminario.

A lo largo de la historia estuvieron los Padres Jesuitas dirigiendo el Seminario, los Padres
Vicentinos un corto tiempo, los Padres del Oratorio de San Felipe, los Padres Diocesanos,
los Padres Eudistas los cuales estuvieron 75 años, y por último los Padres de San Sulpicio
los cuales llevan 6 años, el padre Manuel Bautista es quien primero llegó.

De lo que yo me acuerde del Seminario, hace 26 años, funcionaba el Colegio Seminario, de


igual manera como está ahora: el tercer piso, el segundo piso, la zona del comedor
pertenecían al Seminario Mayor y el resto era del Colegio Seminario, la entrada para los
seminaristas era por el costado; este seminario estaba dirigido por los padres Eudistas, el
periodo anterior. Con Fray Arturo se caracterizó por haber pocos seminaristas, y para ayuda
a la universidad Mariana que comenzaba a funcionar, los seminaristas tenían los estudios de
filosofía y teología en aquella universidad; en la tarde, estudiaban allá y venían al
seminario, el ultimo que estuvo con esa modalidad es el padre Fernando Meza.

Hace 27 años los seminaristas iban a la universidad a estudiar, luego se pasó aquí los
estudios de una modalidad presencial; se daba todas las materias, esto ayudo a que subiera
el número de seminaristas. Anteriormente se contaba con estudiantes de tres diócesis:
Pasto, Ipiales (era la más numerosa) y la diócesis de Putumayo que tenía aproximadamente
unos seis seminaristas; la Diócesis de Pasto contaba en total con unos 17 seminaristas,
gracias a Dios fue subiendo el número.

Con los padres Eudistas, el rector se nombraba por cuatro a cinco años, toda la dirección
del seminario estaba a cargo de ellos, los padres encargados eran seis o siete, generalmente
los padres diocesanos eran muy pocos, los cuales primero se encargaban del economato y
luego pasaron a ser formadores.

En el cambio de los padres Eudistas a los padres de San Sulpicio, el Obispo estuvo de
rector y de encargado de la vicerrectoría; el padre Emilio unos cinco meses, luego llegaron
a la formación el Padre Roberto hoyos, el Padre Jaime cabrera, y el Padre Andrés Ordoñez,
después llegaron poco a poco los padres de san Sulpicio; también hubo profesores externos
los cuales ayudaron a la formación de los seminaristas.

15
También es de reconocer que en la actualidad hay más seminaristas de la ciudad, que de las
parroquias rurales.

Testimonios Escritos.

Revistas Proyección:

N.º 27 Pág. 16-18 N.º 36 pág. 11-12

N.º 47 pág. 2-3 N.º 25 36-38

Para referirnos a la historia de nuestro seminario y de su proyección al siglo XXI es


necesario conocer el proceso de iniciación, sus cambios, y evolución hasta nuestros días.

Esto era causa de preocupación para los obispos asignados y para la diócesis, estos sucesos
los indujo a llevar a cabo la construcción de un seminario para la formación de los futuros
sacerdotes que más tarde tendrían la tarea de guiar las comunidades de la Diócesis.

Con grandes luchas y superando muchas dificultades se crea un Seminario para la


formación de un modelo sacerdotal que responda a la situación de la Nueva
Evangelización. Esto es entonces el motivo que nos lleva a tener en cuenta la gran labor y
empeño de los obispos, sacerdotes formadores, bienhechores y familias que con su buena
voluntad ayudaron en la obra del seminario.

La creación del seminario ha pasado por un largo proceso, su historia tiene una evolución
con muchos cambios tanto en la formación como en su planta física. Este proceso tiene
muchos años de duración y gracias a la responsabilidad de los obispos hoy contamos con
un Seminario que se cualifica como bueno tanto en formación como en sus instalaciones
físicas.

Reseña histórica

El origen del Seminario se origina con la creación de la Diócesis de Pasto que hasta
entonces contaba con un escaso número de sacerdotes, los jóvenes que respondían al

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llamado de Jesús no tenían un centro de formación presbiteral cercano, así que debían ir a
formarse a provincias cercanas como Popayán o Quito.

Estando ya creada la Diócesis de Pasto con su respectivo obispo, el 9 de septiembre de


1859, se ve necesario tener un seminario. El pionero de esta gran obra fue Monseñor José
Luis Puyana. En 1863 se crea el primer Seminario dirigido por los padres Lazaristas (hoy
Vicentinos), bajo el título de “Nuestra Señora de La Concepción” que tenía sus
instalaciones en el antiguo convento San Agustín

Posteriormente, en el mes de febrero del año 1868, siendo nombrado el nuevo Obispo
Monseñor Juan Manuel García Tejada, trasladó la sede principal del Seminario a la esquina
del actual edificio del Liceo de La Universidad de Nariño. Los problemas del país
golpearon también al seminario y tuvo que cerrar sus puertas el nueve de agosto de1872; en
1874 fue reabierto posteriormente dos años más tarde, aunque tuvo que cerrar
inmediatamente porque el ambiente socio-político de aquella época no era propicio para la
formación de los futuros ministros.

Seis años más tarde, la idea de Seminario fue reorganizada y ejecutada dando reapertura al
Seminario de la Diócesis, esta vez ubicado en la casa de Retiros de los Padres Filipenses y
bajo el nombre de “escuela eclesial” y bajo la dirección del clero diocesano

El obispo Ignacio León Velasco, sucesor de García, puso gran empeño en la obra del
seminario y lo reabre con el nombre de “colegio seminario” en el centro de la ciudad, e
inicia su construcción el 20 de junio de 1884, este edificio estuvo ubicado en la esquina
norte de la plaza mayor y fue inaugurado en 1892 y se mantuvo ahí hasta finales del año
1960 fecha en la cual se traslada a la actual edificación ubicada en la zona llamada
“Torobajo”. El antiguo edificio fue destruido y convertido posteriormente en lo que hoy
conocemos como “Centro Comercial Sebastián de Belalcazar”. La dirección del seminario
en ese entonces fue entregada a los padres Jesuitas, quienes lo dirigieron hasta el año 1925
en que vuelve a manos del clero Diocesano

En el sector de Torobajo por insinuación de Monseñor Emilio Botero Gonzales, se


emprendió el 5 de junio de 1955 se da inicio a la construcción de la planta física del actual
seminario, esto por iniciativa de Monseñor Emilio Botero Gonzales y fue inaugurado el 1

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de octubre de 1960. Para la estructuración física de obra tuvieron mucho que ver Monseñor
José de Jesús Pimiento Obispo auxiliar en ese entonces y el Vicario General Jesús Villareal.
Al terminar la construcción del seminario, fue entregada la dirección a los padres Eudistas
en el año 1936 y tomó como nombre “Seminario Mayor Los Sagrados Corazones”.

Desde el 27 de septiembre de 1936 los Padres Eudistas se hicieron cargo del seminario
Conciliar de Pasto cuya dirección les confió el Obispo Diego María Gómez. Trabajo arduo,
piedad sincera, disciplina, formación espiritual y pastoral fueron sus exigencias para formar
nuevos pastores de la Iglesia, capaces de dirigir, guiar e iluminar las comunidades
nariñenses.

Año VIII

N° 27

Hace 75 años, a mediados de septiembre de 1936, llegaron a Pasto los dos primeros
Eudistas, dichos servidores venían enviados por el superior provincial de la época, el Padre
Joaquín André. El Obispo de la Diócesis, Monseñor Diego María Gómez Tamayo, había
solicitado al padre André que la Congregación de los Eudistas asumiera la dirección del
seminario diocesano. Hechos los trámites de rigor, el padre General de entonces, Carlos le
Petit, había aceptado la petición de Monseñor Gómez.

¿Quiénes fueron los dos primeros Eudistas que llegaron a San Juan de los Pastos? Uno era
el padre Marcos Evangelista Gélvez, él debía asumir la rectoría del seminario, era
relativamente joven, pues cumplía apenas 37 años; tenía experiencia de parroquia y
además, desempeñaba el cargo de consejero del Padre Provincial. Había nacido al Norte de
Santander y tenía el temple de los hombres de su región y sobre todo, un gran amor al
sacerdocio y ferviente pasión evangelizadora.

Al reverendo padre Evangelista lo acompañaba el padre Carlos Teodomiro Díez, de 31 años


de edad, había nacido en Antioquia, contaba con experiencia de formación en seminarios,
pues llevaba ya cuatro años de ordenado y había prestado sus servicios en el Juniorato de
San Pedro (Antioquia). Hombre severo, pero de bondad abundante, de corazón y amor
entrañable a su misión.

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Pocos días después llegó el padre, León Nicolás, francés de nacimiento, de 36 años de
edad. provenía del seminario de Pamplona en Norte de Santander donde se desempeñó
como formador y profesor. Todos admiraban su caballerosidad, su memoria extraordinaria,
su hermosa voz para el canto y su honda piedad sacerdotal. Viajar desde el centro del país a
Pasto en aquellos días era una proeza arriesgada, Se necesitaban tres jornadas para
trasladarse de Bogotá a la Villaviciosa del Valle de Atriz, por carreteras interminables y
destapadas. Sobre todo, el último trayecto, de Popayán a Pasto. En Pasto les esperaba un
viejo edificio en el centro de la ciudad, a escasos metros de la Plaza de Nariño. Derruido en
mala hora para dar lugar a un centro comercial, era suficiente para la tarea del seminario.
Tenía un encantador patio central de gruesas columnas de piedra, un reloj grande
incansable en marcar horas día y noche, un patio de juegos, salones, dormitorios, y una
capilla donde estaban los hermosos cuadros de Isaac Santacruz. El portalón de entrada, de
piedra labrada, se conserva a la entrada del centro comercial.

Inicialmente sólo existía un Seminario Menor de cinco cursos. Los estudiantes de Filosofía
y Teología iban a Popayán a hacer los estudios correspondientes. Sin embargo, los
Eudistas llegaron a Pasto con la misión y el anhelo de abrir pronto el Seminario Mayor y
poco a poco otros padres fueron llegando como: el padre León Bosseau que dejaría huella
imborrable de santidad en sus largas etapas de trabajo en el seminario; los padres Hernando
Moreno y Dionisio Cardona, recién llegados de Roma con sus diplomas de estudio, jóvenes
de 25 y 26 años. Los Eudistas empezaron su labor el 1° de octubre de 1936. Recibieron 40
alumnos, distribuidos en cinco cursos. Al primer grado ingresaron 11 niños. Todavía
transita por los caminos de este mundo el padre Manuel Cristóbal Ordóñez, oriundo de El
Tambo, primer Eudista Nariñense que pidió ser admitido en la Congregación. Pronto lo
siguió el padre Justino Mora, de Camoestés en Túquerres quien igualmente, al terminar su
seminario menor, se trasladó con la familia a Bogotá y entró en la Congregación Eudista.
De ese grupo de once jóvenes era también el padre José María Solarte.

Dos años después se arriesgaron a abrir el seminario mayor en un viejo caserón que daba al
ángulo noroeste de la plaza de Nariño, donde pronto se emprendió la construcción de un
local apropiado, igualmente derribado para dar paso al centro comercial. Para empezar el
primer año de seminario mayor se unieron los dos últimos cursos de seminario menor,

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cuarto y quinto. Se constituyó así un primer grupo del cual llegaron al sacerdocio varios:
los padres Florentino Martínez, Bernardo Arteaga, Gerardo Ramírez, Luis Alberto Coral,
Morillo… Nombres que deben ser recordados. En Pasto vive todavía el padre Florentino,
sobresaliente por su inteligencia, su capacidad oratoria, su fino oído musical.

La formación Eudista se caracterizó por sus celebraciones litúrgicas exquisitamente


preparadas, mucha oración, canto gregoriano de primera calidad, estudios humanísticos
bien fundamentados, el imperdonable latín y demás, mucho silencio y mucho trabajo. No
faltaron los juegos intensos de “Cazadores” y de “Guerra” en los que participaban los
padres Eudistas jóvenes, los paseos de jueves y domingos por aquellos parajes “donde el
verde es de todos los colores” al decir de Aurelio Arturo, el recorrido por aquella corona de
una veintena de pueblos diminutos, indígenas, de nombres ancestrales: Anganoy, Tescual,
Chapal, Pandiaco, Mapachico y otros; también el ascenso a la cima del Galeras, en tres
horas de recorrido, a pie, desde el seminario en la plaza central, hasta asomarse al fondo de
los cráteres, sin temores pero con honda emoción telúrica. Bueno recordar aquella hoja
vocacional SEGADORES, donde tantos hicimos las primeras armas de escritores y que
guarda la menuda historia de todos los días.

Los Padres empezaron a recorrer en vacaciones los pueblos de Nariño, en especial los de la
provincia de Ipiales y Túquerres, en búsqueda de vocaciones. Muchos niños y jóvenes
fueron llegando a un seminario que se distinguió culturalmente en la ciudad por sus
conciertos corales y sus representaciones teatrales. Y dentro del Seminario la vida de cada
día llena de estudio, sin grandes distracciones, con mucha dedicación al mundo de Dios y
de los hombres. Lo que ayer fue vida hoy es historia. Podemos evocar mucho porque se
sembró y se vivió intensamente la vida de seminario. Dios bendiga a los que ya entraron en
el misterio eterno de Dios, acogidos por Él como servidores fieles, y a los que aún
recorremos por este mundo y evocamos con emoción hermosos días vividos en ese viejo
claustro.

Contrato:

20
El 26 de julio de 1894, obtenida la aprobación de la Santa Sede para que la Compañía de
Jesús se hiciese cargo de la dirección del Seminario, el Ilustrísimo Señor Cayzedo celebró
al respecto un nuevo contrato con el R. P. Mario Valenzuela, expresamente autorizado para
ello por el R. P. Isidoro Zamera, Superior de la Misión. Los términos son los siguientes:

1º Obtenida la aprobación de la Santa Sede, el prelado confía a la Compañía de Jesús la


plena dirección del Seminario y le concede toda la libertad e independencia para
gobernarlo, así en la parte religiosa y científica, como en la disciplina y económica, sin más
restricciones que las que consten en los artículos siguientes:

2º La Compañía suministrará el personal necesario para la buena dirección de los


alumnos y enseñanza de latín, Gramática Castellana, Geografía, Historia, Aritmética,
Algebra, Retórica, Filosofía, Física y principios de Química, Teología Dogmática y moral.
Cánones, Sagrada Escritura; y a ser posible se añadirán otras asignaturas como canto llano,
Geometría y Lenguas vivas; entendiéndose la obligación de la Compañía en los límites que
determina sus Constituciones.

3º La recepción de los Seminaristas corresponde al Prelado y al Rector de común


acuerdo; la expulsión a cada uno de ellos de por sí.

4º Ninguno que siga la carrera eclesiástica con aprobación del Prelado será rechazado por
el Rector únicamente por razón de la edad, mientras que sí sería causa suficiente para ello
el que estuviera habituado a cosas incompatibles con el régimen de la Casa.

5º Todos los exámenes corresponden a los PP. exceptuando los que se hacen para conferir
ordenes, los cuales corresponden al Prelado, quien podrá también recomendarlos a los PP.

6º Aunque a la Compañía corresponde todo lo concerniente al plan de estudios, con todo,


en algunas circunstancias particulares, el Prelado podrá dispensar a uno que otro
seminarista de una o más asignaturas, y aun de un curso entero, con tal que por eso no se
turbe el régimen interior: v. g. se turbaría si el dispensado hubiera de pasar a estudiar
materias que no se enseñan en ese año.

7º Será obligación de los seminaristas becados prestar en caso necesario algunos


servicios, como de inspectores o amanuenses, con tal que sea sin detrimento de sus
estudios.

21
8º El local del Seminario no servirá en ningún caso para retiro forzado de sacerdotes
delincuentes.

9º No entrarán mujeres en el edificio, sino en la sala de visitas, ni aun para presenciar


exámenes; pero sí podrán entrar el día de la premiación.

10º Los seminaristas asistirán a las funciones de la Catedral en la Semana Santa, y cuando
se celebre el pontifical o de semipontifical.

11º No se representarán dramas en el Seminario.

12º Además de los Seminaristas la Compañía recibirá colegiales internos y externos en


todas las escuelas, los cuales se conservarán separados de los seminaristas, en cuanto lo
permitan el local y las circunstancias; pero no se admitirán externos teólogos.

13º Los PP. fijarán libremente las pensiones alimenticias de dichos colegiales, y el valor
que se señale a las de los internos será también el de las becas de los seminaristas. Lo
propio se entiende de las condiciones de pago, y de la devolución en caso de que el alumno
se retire.

14º Del mismo modo se señalarán los derechos de Secretaría, como matrículas,
certificados etc.

15º Por cada diez alumnos internos que no sigan carrera eclesiástica, se admitirá
gratuitamente otro designado por el Prelado. Por un exceso de cinco alumnos se dará media
beca; los otros números no se tendrán en cuenta, ni se computarán los cambios que
inducirán la entrada o salida de alumnos después de hecha la cuenta de cada mitad del año.

Si alguna vez se asignare pensión a los externos, no la pagarán los externos que sigan la
carrera eclesiástica.

16º En caso de que, en algún año escolar, contando el tiempo de vacaciones, las pensiones
y becas y los derechos de Secretaría no alcanzaren a cubrir los gastos de alimentación y
servicio doméstico de toda la casa, la Diócesis suplirá el déficit.

17º Son de cuenta de la Diócesis: I– La ornamentación de la Capilla del Seminario y los


gastos anuales del culto; II– La habilitación de la vajilla de mesa y cocina; III– Los gastos

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de exámenes y distribuciones de premios; IV– Los instrumentos de física y demás estudios;
advirtiendo que no se comprará cosa nueva sin previo asentimiento del Prelado.

18º La Diócesis dará a los PP. de la Compañía de Jesús como subvención anual el
equivalente de 10.000 francos, según el giro de la plaza, en la forma siguiente: al principio
de cada mes dará trescientos pesos y en los días 30 de abril y 30 de septiembre se saldará la
cuenta de los últimos seis meses, conforme se halle el cambio de ese día.

19º La Diócesis mantendrá en buen estado el edificio, lo mismo que el mobiliario.

20º Este convenio valdrá por tiempo indefinido, mientras conviniere a las partes. En caso
de disolverse se avisará con un año de anticipación.

(L. S.) Manuel José, Obispo de Pasto

(F). Mario Valenzuela, S. J.

Bastaría leer el anterior contrato para decir que es hecho con los PP. Jesuitas y por los PP.
Jesuitas; la Diócesis se comprometía a sostener un magnifico colegio a cambio de un 10%
de seminaristas.

Este contrato duró cuarenta años, pero San Ezequiel lo cambio. Al rescindirse en
septiembre de 1925, el R. P. Crescenciano Merino, S. J., escribió en la Memoria anual del
colegio: “Como quieta que la colectividad que se honraba con el nombre de Colegio
Seminario, será en breve seccionada en dos completamente diversas, que lleven las
denominaciones de Seminario Diocesano y Colegio de san Francisco Javier; será la
presente Memoria, la última que, como órgano de la prenombrada colectividad vea la luz
pública”.

“Ocho lustros han vivido bajo un mismo techo y asistido a las mismas clases los jóvenes
que forman la porción escogida del Señor y se preparan para servirle el día de mañana en el
Santuario, y los que se preparan para las carreras profesionales. Era muy justo, y hasta
cierto punto necesario que, siguiendo las indicaciones y el espíritu de la Iglesia en lo que
toca a la formación de los que se preparan para ser sus ministros, se separasen estas dos
entidades siguiendo cada una el rumbo que le es peculiar”.

23
“Así pues, de mutuo y amistoso acuerdo entre la V. Curia Episcopal y los Superiores de la
Compañía de Jesús; se llevará a efecto dicha separación para comenzar el próximo curso de
1925 a 1926”.

“Por nuestra parte, creemos un deber testimoniar nuestra gratitud, que, con tanta
generosidad y patriotismo, ha permitido convivir por tan largo espacio de tiempo, con los
llamados por el Señor para el alto ministerio del Sacerdocio, a los que se preparaban para
las carreras civiles. En lo sucesivo veránse privados los segundos del buen ejemplo y
edificación de los primeros; pero separados en cuanto al espacio material, seguirán más
unidos, si cabe, en el espíritu”.

Se cambió el contrato siendo rector el P. Maurilio Detroux en 1897

“Dios nos depare a todos un feliz curso”.

En efecto, el Ilustrísimo y Reverendísimo Monseñor Juan Bautista Rosero y C., gobernador


eclesiástico de la Diócesis, con amplias facultades concedidas por el Ilustrísimo y
Reverendísimo Monseñor Antonio María Pueyo de Val, dio tres Decretos de los cuales solo
se pudo encontrar los siguientes dos, dados en septiembre y octubre de 1925 sobre
reorganización del Seminario Diocesano.

24
Decreto:

Decreto número 172 por el cual se hacen varios nombramientos.

Nos Juan Bautista Rosero y C., Gobernador Eclesiástico de la Diócesis.

En uso de nuestras facultades decretamos: Artículo único. Nombrase el personal de


Sacerdotes que se encargarán de la dirección y enseñanza del Seminario Conciliar de
Pasto, durante el presente año lectivo de 1925 a 1926, en el orden siguiente:
Rector del Seminario Conciliar: Muy Ilustre Sr. Dr. Dn. Jesús Enrique Calvo.
Padre espiritual: R. P. Efraín Rosero
Prefecto de disciplina del Seminario Mayor: R. P. D. Demetrio Guerrero.
Prefecto de disciplina del Seminario Menor: R. P. D. Manuel Enrique Mosquera.
Profesor de Teología Dogmática: R. P. D. Victoriano Rosero D.
Profesor de Teología Moral: Muy Ilustre Sr. Peregrino Santacruz.
Profesor de Derecho Canónico, Historia Eclesiástica y Patrología: R. P. D.
Demetrio Guerrero.
Profesor de la Sagrada Escritura: R. P. D. Carlos Arturo. S. O.
Profesor de los cursos de Filosofía, Física, Apologética e Historia Natural; R. P. D.
Teófilo Albán P.
Profesor de Latín: R. P. D. Manuel Enrique Mosquera.
Profesor de Teología Pastoral, Sociología y Liturgia: R. P. d. Efraín Rosero
Parágrafo – Los Sacerdotes expresados harán ante Nos la profesión de fe y
prestarán el juramento contra el Modernismo.

Comuníquese.

Dado en Pasto, a seis de octubre de mil novecientos veinticinco. (f) Juan Bautista
Rosero y C. (F) Manuel Enrique Mosquera, secretario

El Clero diocesano regentó el Seminario Conciliar de Pasto hasta el año de 1936, en que
el Excelentísimo Monseñor Diego María Gómez T., entonces Obispo de Pasto, lo

Decreto:

Decreto número 168 por el cual se rescinde un contrato.

Nos Juan Bautista Rosero y C. Gobernador Eclesiástico de la Diócesis,


considerando: 1º Que la Diócesis de Pasto representada por Nos, en ausencia del
Ilmo. y Rvdo. Sr. Dr. D. Antonio María Pueyo de Val, y usando los plenos poderes
que nos confió; y la Compañía de Jesús, representada por el R. P. Manuel Jesús
Fernández, providencial de la Compañía en Colombia; de mutuo acuerdo, libre y
amigable declararon resuelto el contrato por el cual la Compañía de Jesús venía
dirigiendo el Seminario Conciliar Diocesano; 2º Que se hace necesario
organizarlo, según las prescripciones canónicas y las leyes sinodales, decretamos:
25
1º Encárguese la Diócesis de Pasto, mediante el Clero Diocesano, de la dirección
del Seminario Conciliar de Pasto; 2º Procédase a nombrar la doble comisión de
Diputados conciliares del Seminario, la una para la disciplina y la otra para la
administración de los bienes temporales; 3º Nombrase de acuerdo con dichas
encomendó e los RR. PP. Eudistas, quienes lo dirigen hasta el presente, habiendo tenido el
honor de ser llamado por la Santa Sede al cargo de obispo auxiliar de la Diócesis uno de sus
últimos rectores, el Excelentísimo Monseñor Jorge Giraldo.

26
Testimonios Monumentales:

Antiguo convento de San Agustín.

27
Vestjgios de las antiguas estructuras del Seminario.

Instalaciones del Seminario Mayor y Actuales Instalaciones del Seminario


Monseñor Enrique. Mayor y de la Universidad Católica del
Sur.

28
Tiempo real del presente.
El seminario mayor a través del tiempo ha presentado cambios que han sido claves para la
formación de lo que es hoy, el mismo presente es un camino de perfeccionamiento para el
futuro.

 El deseo de tener un seminario al sur del país.


 Bula que recomienda la edificación de un seminario que forme sacerdotes.
 Búsqueda de un establecimiento formal para el seminario.
 Edificación del seminario.
 Formación integral para los seminaristas.

En el presente podríamos decir que el seminario se encuentra atravesando un periodo de


estabilidad.

 El seminario mayor a través de todos estos años ha cumplido su misión en formar


sacerdotes para la diócesis de pasto y para la Iglesia
 La Pasada formación, encargada a los padres Eudistas es hoy guiada y orientada por
los padres Sulpicianos.
 El seminario cuenta con seminaristas propios de la diócesis y presta su servicio de
formación a vacacionados de la diócesis de Tumaco
 Hoy en las instalaciones del Seminario y gracias a su adecuación se encuentra
también instalada la Universidad Católica del Sur.

Que se ha tomado, que se ha dejado.


Tomado:

- Misión inicial y recomendación dada por el papa.


- Formación filosófica y teológica.
- Una compañía sacerdotal dirige la formación en la actualidad es la Compañía de
San Sulpicio.

Dejado:

- Colegio seminario
- La formación preconciliar.

29
- Los estrictos y inexorables mecanismos de corrección.

Políticas que Rigieron el Seminario Mayor de Pasto.

Eudistas: Lo característico de la formación Eudista fue: canto gregoriano de primera


calidad, estudios humanísticos fundamentados, latín, literatura, filosofía, teología, pastoral
entre otras materias importantes para la formación de los candidatos al orden sacerdotal, los
formadores eran cambiados cada tres años, cambio que contribuía a la formación integral y
pedagógica de los seminaristas.

Las dimensiones que se llevaron dentro de la institución fueron: comunitaria, pastoral y


espiritual, intelectual. Los diferentes cursos dentro del plantel educativo se estructuraban
así: primer año etapa introductoria, ciclo filosófico, tercero de filosofía, primero de
teología, año pastoral, ciclo teológico, cuarto de teología y año diaconal.

Libertad Histórica: Tradición.

Legado que ha dejado el hecho histórico cómo pasado.

Al pasar los años, los diferentes acontecimientos que han marcado la historia de Colombia,
también encontramos sus consecuencias en la idea de tener un seminario diocesano en la
capital de Nariño causando inestabilidad en el desarrollo de las actividades académicas y
pastorales, propias del seminario, las cuales disminuían y avanzaban,

El departamento de Nariño por ser alejado de la zona centro del País los diferentes
problemas civiles llegaban retardados debido al alejamiento de tropas que salían del País.
El seminario hizo frente de una forma pasiva y continuó con su actividad de formación; los
diferentes obispos que pastorearon esta Iglesia particular confiaron la formación del
seminario a comunidades religiosas, acción que hasta nuestros días sigue manteniéndose, se
sabe que en un corto tiempo la formación fue dirigida por los Padres Diocesanos, se
mantiene la implementación de las etapas de formación y el cumplimiento del sueño y

30
recomendación del papa por tener en esta tierra un seminario comprometido en la
formación del clero. El gran legado de “formar pastores según el Corazón de Dios” que
dejaron los padres del pasado sigue hoy en día forjándose con responsabilidad y empeño.

Tradición del hecho histórico.

Como legado se ha enmarcado en una gran placa ubicada en la puerta de nuestro seminario
la frase “Formando sacerdotes según el Corazón de Dios”, ha sido una tradición que
continua como un impulso para la formación de los candidatos al orden sacerdotal, se
consideraría ya como una tradición diocesana la entrega de la formación del seminario a
comunidades religiosas, más aún uno o más sacerdotes diocesanos acompañan la
formación, eso hace que los seminaristas se vayan relacionando con los sacerdotes que
forman parte del clero diocesano y así a través de sus enseñanzas también conozcan la
realidad que vive la Diócesis.

Se conoce también que dentro de las instalaciones del Seminario se brindaba educación a
niños, como “Colegio Seminario”, actualmente la tradición continua ya evolucionada como
una Universidad al servicio de la educación superior en el departamento de Nariño
especialmente en la ciudad de Pasto.

31
Sociedad Histórica.

Individuo

Sujeto de la historia en el hecho histórico.

Para entender el Sujeto de la historia se debe tener encuentra en primera instancia al


individuo como sujeto colectivo, resaltando así lo natural del ser humano que, es ser
sociable. En el caso del hecho histórico que estamos estudiando, la Fundación del
Seminario Mayor de Pasto, podemos tomar así al mismo Seminario, como sujeto del
hecho histórico, donde su colectividad esta remarcada tanto en su ser entitativo en relación
con los demás, aquí se destaca la labor y el esfuerzo de los Obispos (José Elías Puyana,
Juan Manuel García Tejada, Manuel Canuto Restrepo, Ignacio León Velasco, Joaquín
Pardo Vergara, Manuel José Caicedo Martínez, San Ezequiel Moreno y Díaz, Adolfo Perea,
Leonidas Medina, Antonio Maria Pueyo de Val, Hipólito Leopoldo Agudelo, Diego María
Gómez Tamayo, Emilio Botero González, Jorge Alberto Giraldo Restrepo, Arturo Salazar
Mejía y Julio Enrique Prado Bolaños; quienes de una u otra manera han tenido que ver con
el Seminario y/o su fundación y de cada una de las comunidades religiosas, tales como: los
Padres Vicentinos, Filipenses, Jesuitas, Eudistas, algunos padres diocesanos y en la
actualidad los padres de la Compañía de San Sulpicio, que se han dedicado a la formación
de los futuros sacerdotes de la Diócesis de Pasto.

Por otro lado, su colectividad se remansa en cuanto a su ser operativo en relación con su
finalidad la cual es “Formar sacerdotes según el corazón de Dios” y el destino de aquellos
que se forman en él, “ser pastores con olor a oveja”, de quienes se espera una respuesta
generosa y constante al llamado que el mismo Dios les hace individualmente; en la
actualidad hay 65 jóvenes que han escuchado el llamado de Dios y están distribuidos según
el requerimiento de la Ratio, en cuatro etapas de formación, propedéutico, discipular, de
Síntesis Pastoral y configurativa.

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Conciencia Histórica.

Tradición fundante y la Tradición consciente del hecho estudiado.


Si bien, desde sus inicios la fundación del Seminario Mayor de Pasto y su sostenimiento se
ha presentado con innumerables intermitencias, dadas por el contexto social y económico y
la crisis de división política que surge a mediados de la tercera parte del siglo XIX por el
nacimiento de partidos liberales y conservadores. Desde sus inicios, quien sostuvo la idea y
la intención de crear el seminario sabía que no era una tarea fácil, con el surgimiento de la
revolución y la abolición de la esclavitud en el país, lo cual generó graves consecuencias en
la evangelización que las múltiples comunidades misioneras y Diocesanas habían
adelantado hasta entonces.

Esto es muestra de que la historia del Seminario se ha dado en forma rectilínea. Si bien es
cierto, no hay un hecho concreto, como su fundación y sostenimiento, que se repita
periódicamente, las causas de estas intermitencias no han permitido que en determinado
tiempo el desarrollo de la Historia del Seminario como Hecho Histórico, se de en forma
cíclica, puesto que los procesos se han visto interrumpidos.

No obstante, con el pasar del tiempo, la construcción del Seminario, no como obra física,
material, sino como una obra espiritual que se ha extendido hasta nuestros días
encontramos unos aspectos que se repiten de forma cicloide, desde el paso de los Obispos,
que han estado pastoreando la Diócesis de Pasto, Mons. Puyana con la creación de este
seminario, hasta Mons. Julio Enrique Prado, actual obispo de la Diócesis. Las comunidades
Religiosas encargadas de la formación diocesana de los primeros sacerdotes, comunidades
tales como: Lazaristas (Vicentinos), Jesuitas, Filipenses, Diocesanos, Eudistas y
actualmente los Sulpicianos.

Los seminaristas que, alcanzando sus logros académicos, comunitarios, pastorales y


espirituales, llegando al culmen de la formación inicial, han sido Ordenados presbíteros

33
para esta Diócesis. Estos acontecimientos, se han repetido periódicamente y han sido pieza
clave para la construcción de la historia integral del Seminario.

El contenido en sí y el contenido heredado en la tradición consciente del hecho


histórico.

El objetivo del Seminario desde sus inicios ha sido formar a hombres de manera integral
para que en el futuro puedan servir como sacerdotes, hijos de esta tierra que sirvan a la
misma, este fue el hecho que le dio vida a esta historia, la iniciativa de Mons. Puyana de
obedecer los requerimientos del Papa Pio IX de crear un seminario para lo que sería la
nueva Diócesis de Pasto, y su fin de formar académicamente y espiritualmente a quienes
ingresen en él.

Con respecto al curso de la historia, este hecho fundante ha sido modificado en cuanto a la
prestación de servicios para la comunidad y ha pasado por diversas etapas, pero el carácter
formativo se ha mantenido ya sea en cualquiera de sus etapas; primeramente, como
Seminario, luego como universidad, pronto como colegio y por ultimo recupero su
identidad de Seminario.

En la constante irregularidad del proceso histórico del Seminario, es evidente como la


tradición consciente ha influido en el crecimiento del hecho estudiado, ya sea por las
circunstancias eventuales a lo largo de la historia. Esto ha hecho que la Casa de Formación
no sea un acontecimiento de estudio histórico.

Iluminismo, tecnología, economía y la globalización en el Seminario.

En el desarrollo humano, un aspecto fundamental que ha ido marcando cada paso del
Seminario en su vivencia y desarrollo es la utilidad que se le empezó a dar a la tecnología,
ya que antes el Seminario no contaba con estos recursos tecnológicos y solo funcionaba la
biblioteca, la cual no estaba adecuada correctamente para brindar la ayuda intelectual

34
necesaria a los seminaristas. Hoy en día los futuros sacerdotes cuentan aparte de la
biblioteca con una sala de informática, redes inalámbricas y cableadas de internet y hacen
uso de computadores y celulares personales.

En cuanto a la economía del Seminario es de resaltar que, se rige según la inflación y


economía nacional, esto conlleva a una división del costo de la pensión que debe ser pagada
por la Diócesis, pues es quien vela en sí por la formación de sacerdotes y por el seminarista
que se encuentra en proceso de formación.

Con respecto a la globalización, se podría tener en cuenta los estatus de la formación


planteada para todos los seminarios del mundo, sin embargo, este fenómeno marcó
considerablemente el estilo de vida dentro de la Casa, en cuanto que, los seminaristas igual
que la sociedad, han hecho del consumo algo normal, esto es visiblemente notable en la
manipulación de los medios masivos de comunicación.

Principio formal de la realidad del hecho histórico.

El Seminario Mayor a través de la historia tuvo que enfrentarse a varios cambios entre ellos
la de sus instalaciones, las comunidades formativas, el colegio y la universidad; los obispos
de cada época fueron personas elementales para edificar lo que es ahora nuestra casa de
formación, cada Obispo con su grupo de trabajo imprimió su firma en hechos concretos del
seminario, mientras unos pensaban en un colegio al pasar de los años otro pensó en una
universidad y del mismo modo se modificó la formación de los vocacionados. Todos han
buscado el mismo objetivo “formar Pastores según el Corazón de Dios”.

Principio eficiente, progreso y mejoramiento del Seminario Mayor.

Para explicar el progreso y mejoramiento del Seminario Mayor es necesario resaltar que su
inicio como ya lo hemos mencionado con anterioridad nos lleva a recordar la Bula del Papa
Pío IX “In Excelsa militantis Ecclesiae”, en la que se pide fundar un seminario, en la cual

35
el Papa expresa: “los jóvenes llamados en la Suerte del Señor bien instruidos en las letras
y en las buenas disciplinas, prestarán una obra más útil en cuidar la viña del Señor y
propagarán la Religión Católica”. Este acontecimiento constituye el hecho que marca el
inicio de lo que hoy conocemos como “Seminario Mayor los Sagrados Corazones”.

El inicio estuvo marcado por los eventos históricos, sociales, culturales e incluso religiosos
de la situación interna del país, los cuales tuvo que afrontar y superar según las exigencias
de cada época.

En cuanto al objetivo, no se ha de tomar la construcción de las instalaciones físicas del


Seminario, sino la fundación de una casa de formación en la cual: “se forme sacerdotes
según el corazón de Dios y los de requerimientos de la Santa Madre Iglesia”.

Se puede afirmar que a lo largo del recorrido histórico del seminario éste sufrió períodos de
pausa como consecuencia de la situación socio-política y cultural, como de la
desorientación con respecto al objetivo principal del mismo.

En cuanto al mejoramiento se pueden constatar los cambios en las directrices sobre la


formación, la implementación de los modernos medios de comunicación, los métodos en
los procesos de selección y acompañamiento, todas realidades que se corresponden con
cada época, también se puede evidenciar un mejoramiento en la formación por los criterios
y convicciones para con aquellos que deciden ingresar al Seminario evitando mecanismos
que desdicen de un proceso de seria formación. Por otro lado, podríamos destacar tres
elementos importantes de la actualidad que han llevado a la cadencia del hecho histórico,
no como desaparición total del hecho sino más bien, como detrimento de ciertos aspectos
en la formación: el cambio repentino de la comunidad de formadores en el seminario, la
fundación de la nueva Universidad Católica del Sur en las mismas instalaciones del
seminario y la crisis de fe sufrida en el contexto actual de la sociedad y en especial del
pueblo nariñense.

Valores que han aportado en el hecho histórico.

Los valores que han aportado el hecho histórico son:


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VALORES ETICOS: Por medio del respeto, responsabilidad, integridad, lealtad,
honestidad, equidad, que se promueven y vivencian en la comunidad del Seminario.

VALORES MORALES: A través de normas y costumbres que son transmitidas por


nuestra sociedad en nuestro caso la ciudad de Pasto hacia cada una de las personas que
integraron e integran la comunidad del Seminario.

VALORES ECONOMICOS: Donde la vivencia de la austeridad del compartir que es una


enseñanza que infunde el Seminario propicia actitudes de humildad y sencillez.

VALORES INTELECTUALES: Por medio de la formación integral que presenta el


seminario que se ve reflejada en la etapa propedéutica, etapa discipular, etapa configurativa
y etapa de síntesis pastoral.

VALORES RELIGIOSOS: En la vivencia de los sacramentos y en el estudio completo de


la doctrina y su significación.

Elementos tecnificados y tecnificantes.

Los elementos tecnificados responden en general a la forma en cómo la evolución técnica y


científica ha influido en el hecho histórico estudiado, en este caso, aplicado a la historia del
seminario es notorio como el influjo de las nuevas tecnologías ha configurado en especial
en el campo académico, el uso de medios electrónicos para el desarrollo de labores
académicas, metodologías de estudio y enseñanza y practicidad en la investigación.

Causas físicas y psíquicas de la evolución del hecho histórico.

En el análisis de la Historia del Seminario Mayor de Pasto nos hemos encontrado con una
gran evolución, sin embargo, ésta no ha desviado el objetivo inicial del Seminario, “Formar
Sacerdotes según el corazón de Dios”. Para que se de esta evolución han existido causas
físicas tales como: El cambio casi constante de las instalaciones de la casa de formación

37
primero en el antiguo convento de San Agustín, en la casa de los Padres del Oratorio de San
Felipe; la construcción de nuevas estructuras con el fin de establecer definitivamente el
Seminario, primero en donde es actualmente la primer sede de Universidad Nariño, luego
donde hoy es el Centro Comercial Sebastián de Belalcázar y por último la construcción de
las actuales instalaciones, en las cuales en los últimos años se han hecho las remodelaciones
necesarias para la adecuación de la nueva Universidad Católica del Sur. Por otro lado,
encontramos causas psíquicas en cuanto al cambio de los modos de vida, resaltando en
primera instancia la novedad de la Formación después del Concilio Vaticano II y los
cambios dados en el seminario con la llegada de las diferentes comunidades religiosas
formativas y las normas dadas por Iglesia en la “Ratio Fundamentalis Institutionis
Sacerdotalis” de 1970 y la nueva dada en el 2016.

38
Conclusión

Al concluir este trabajo podemos resaltar la importancia de la historia en la cimentación del


presente. Se lamenta la falta de material histórico y bibliográfico para la elaboración del
presente Proyecto.

El Seminario, como “Casa de formación” de aquellos hombres que decidieron; deciden y


decidirán dejar la comodidad del mundo para abrazar firmemente la misión que el mismo
Dios fraguo con misericordia y por amor en la vida de cada uno de ellos, necesita personas
que indaguen en la historia y continúen descubriendo los tesoros históricos que se han visto
cubiertos por la falta de interés y el olvido.

Grandes Eminencias y hasta un Santo, San Ezequiel Moreno y Díaz, colocaron sus fuerzas,
su trabajo y empeño para construir esto que se conoce hoy como Seminario, a esta historia
se le suma la crisis, la persecución, el dolor de tantos a los que les correspondió afrontar los
poderes político, sociales y hasta económicos que se sufrían en el interior de la nación
colombiana manchados por ideologías injustas que intentaban desaparecer la religión y la fe
de estas tierras sureñas.

La filosofía de la historia en nuestro seminario camina en ocasiones, dificultosamente de


una forma lineal sin perder el horizonte de su gran labor misionera, “Formar pastores según
el corazón de Dios”.

Finalmente recalcamos que este trabajo no termina aquí, al contrario, se abre una gran
puerta para continuar indagando en la historia, los hechos y acontecimientos que marcaron
el desarrollo del Seminario y que hoy son casi desconocidos gracias al olvido.

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CARLOS ACOSTA.
LUIS CARLOS AGREDA.
CRISTHIAN POTOSI.
DANIEL SALAZAR.
CARLOS URBANO.

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