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Informé libro

Cómo entender las escrituras


George W. Reid

El estudio de las escrituras es un arte, y como tal requiere de mucha dedicación, ya que lo que
estudiamos tiene que ver con la vida eterna, no podemos estudiarla como un libro cualquiera ya
que su autor es DIOS mismo.

La iglesia cristiana se edificó en sus comienzos, sobre el principio hermenéutico de la Biblia


como su propio intérprete, poco a poco esto cambió, y se empezó a dar más importancia a la
tradición que a las escrituras, sin embargo, al llegar la reforma protestante fue más una reforma
hermenéutica. La biblia fue restaurada a su lugar central mediante los principios de ´´solo la
escritura´´ y la ´´totalidad de la escritura ´´ se permitió que las escrituras volviesen a
interpretarse a sí misma mediante el método histórico gramatical o método histórico bíblico.
(que todo pasaje tiene un solo significado llano y simple transmitido por su gramática y sus
palabras)

En ese contexto nace la iglesia adventista y mantiene los principios hermenéuticos de la


reforma incluyendo la escuela historicista protestante de interpretación profética (la profecía va
desde que la escribe el profeta hasta el tiempo del fin)

Pero con el correr de los años empezó a cambiar para algunos con el método histórico-critico o
alta critica (subordina la biblia a la razón humana) que es contrario a la forma en que los
pioneros adventistas interpretaban la biblia

Al interpretar la biblia el primer paso que se da es la fe, debemos estar muy seguros primero de
quien es el autor de la biblia DIOS y por ser su autor la biblia es confiable aun sobre la razón
puede ser que muchas veces no entendamos todo, pero si tenemos muy claro de dónde viene
la biblia será muy fácil confiar porque no hay engaño en su autor.
Este principio hermenéutico es su auto interpretación. La fuente y la norma para interpretar las
Escrituras no son la tradición, ni la razón humana, la experiencia religiosa, la cultura ni el
veredicto de los eruditos o de los dirigentes. Solo las Escrituras son la llave que
abre las Escrituras.

El Espíritu Santo dirige el proceso hermenéutico


Las conocidas palabras de Jesús de que <<cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará
a toda la verdad>> (Juan 16: 13) ponen el proceso hermenéutico básicamente a cargo del
Espíritu Santo. Además, sus palabras también prometen que el intérprete será recompensado
con la comprensión de la verdad buscada. Si alguien llega a descubrir la verdad, la causa
última será la acción del Espíritu Santo.
Este punto es muy importante sin él no hay hermenéutica que valga si DIOS mismo es su autor
el ESPIRITU SANTO es el único que puede dar la interpretación correcta. En otras palabras, el
Espíritu Santo guío a los profetas en el proceso de la escritura, garantizando que las
propias palabras de los profetas expresaran el mensaje que recibían de forma fidedigna y
fiable. A veces Elena G. de White no encontraba una forma mejor de expresar lo que se le
mostraba; <<mientras mi pluma vacila por un momento>>, escribe, <<las palabras
apropiadas>> acudían a su mente 2MR156-157

Eso nos lleva al punto de la consagración, como vimos en el módulo anterior para hacer
discípulos debemos pasar mucho tiempo con CRISTO …también para entender su palabra
debemos pasar mucho tiempo con el ESPIRITU SANTO y leyendo y volviendo a leer es
importante conocer las escrituras a profundidad no solo superficialmente eso hará que la obra
del ESPIRITU SANTO nos lleve a la interpretación correcta

Al dar origen a las «santas Escrituras» (Rom. 1: 2), Dios utilizó instrumentos humanos.
Dios no eliminó la individualidad de los mismos ni suprimió la personalidad que tenían. Pese a
ello, el ESPIRITU SANTO llevó a los autores bíblicos de la mano, guiando su mente y sus
pensamientos en la elección de lo que debían hablar, y ayudándolos en lo que debían escribir
para que plasmasen fielmente en palabras fidedignas y apropiadas las
cosas que les habían sido reveladas divinamente. Por eso, los adventistas del séptimo día
afirmamos que <<todas las Escrituras son una unión indivisible e indistinguible de lo divino y lo
humano» este es otro principio hermenéutico al ser el ESPIRITU SANTO el que inspiro toda la
biblia, toda ella es una unidad que no se contradice.

Sin la unidad de las Escrituras, la iglesia no tiene forma de distinguir la verdad del error, ni de
repudiar la herejía, no tiene base alguna para aplicar medidas disciplinarias ni
de corregir las desviaciones de la verdad divina; las Escrituras perderían su poder liberador y
de convicción

«Si quieres atrapar un pez, tienes que pensar como un pez>>. Cuando se hacen las
adaptaciones pertinentes, este consejo es perfectamente apropiado para la hermenéutica
bíblica. Si alguien desea captar el significado real de la Palabra de Dios, o interpretar
debidamente la Palabra de Dios, precisa pensar como Dios. Para pensar como Dios, la
persona precisa tener la mente de Dios. ¿Es viable tal cosa? Esforzarse por llegar a esta meta
impresionante es precisamente la posibilidad humana real
1 corintios 2:16 Mas nosotros tenemos la mente de Cristo pues si vivimos en el espíritu claro
que si podemos

la hermenéutica no puede hacerse en el aislamiento. Un intérprete de las Escrituras


que, como Pablo, tenga la mente de Cristo y que siga humildemente un proceso hermenéutico
que ponga en juego la razón santificada, está sometido a la influencia de los santos ángeles y
de la guía clarificadora del Espíritu Santo. Para tal intérprete las recompensas son
ciertamente preciosas. Cualquiera de nosotros que siga este proceso será una delicia el
estudio de la biblia

La revelación y la inspiración

Revelación de Dios que es universal, accesible a todos los seres humanos en todas partes, por
la cual Dios desconocido como Creador, Sustentador y Señor del universo
la propia manifestación de Dios por la cual Su carácter, voluntad y presencia son reveladas al
hombre a través de los escritos de los profetas, a través de la iluminación del intelecto por el
Espíritu Santo, mediante las obras de la naturaleza y por experiencias providenciales

"Las Sagradas Escrituras, el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, son la palabra escrita
de Dios, dada por inspiración divina por medio de los santos hombres de Dios que hablaron y
escribieron movidos por el Espíritu Santo. En esta Palabra, Dios ha entregado al hombre el
conocimiento necesario para la salvación. Las Sagradas Escrituras son la infalible revelación
de su voluntad. Ellas son el modelo del carácter, la prueba de la experiencia, el revelador
autorizado de las doctrinas, y el confiable registro de los actos de Dios en la historia". (#1 de las
28 Creencias Fundamentales de los Adventistas del Séptimo Día).

El incidente de Balam contribuye a que veamos que Dios no permite que lo tergiversen profetas
reconocidos como tales que, por la ganancia personal, estén dispuestos a convertir la verdad
de Dios en una mentira. el ESPIRITU SANTO garantizaba que los profetas escogidos no
sustituyesen las verdades divinas por la imaginación humana.

En resumen, DIOS, y no los escritores humanos, es el autor de las Escrituras en el sentido de


que él es el origen del contenido, de la acción y de la interpretación. La autoridad de las
Escrituras El modelo bíblico de la Revelación e Inspiración fundamenta en Dios la autoridad de
las Escrituras. Autoridad significa que las Escrituras son la fuente fiable de información con
respecto a Dios, sus acciones, sus enseñanzas y su voluntad salvífica hacia nosotros. Puesto
que en ellas DIOS revela explícitamente sus pensamientos y sus acciones en cuanto a todo,
las Escrituras han de juzgar todo pensamiento y no ser juzgadas por nadie (1 Cor. 2: 15; 2 Cor.
10: 5).

Algunos afirman que, puesto que la Biblia no es un libro de texto de ciencia ni de historia, no
debería usarse como si tuviese autoridad en esas áreas del saber Aunque esta afirmación es
cierta en sentido técnico, se convierte en un ataque frontal a la autoridad de la Biblia si la
fiabilidad de su clara presentación de la creación y de sus relatos históricos se rechaza o
reinterpreta siguiendo las líneas de las teorías científicas o de la investigación histórica. Ni
JESUS ni ninguno de los profetas o de los apóstoles inspirados cuestionaron jamás la verdad
histórica del relato del Génesis o de cualquier otra parte de las Escrituras. Al contrario,
afirmaron la veracidad de todos ellos.
Estos son los pasos exegéticos básicos en orden cronológico: 1. Volvernos a Dios en oración 2.
Leer el texto 3. Usar la mejor lectura posible 4. Traducir el texto 5. Investigar el contexto 6.
Analizar el texto 7. Efectuar un análisis teológico 8. Aplicar el texto 9. Utilizar recursos
adicionales 1 O. Dedicar tiempo
No podemos analizarlos uno por uno, pero son indispensables para que el ESPIRITU SANTO
nos guie a la verdadera interpretación

La lectura intertextual de la Biblia es la ciencia y el arte de establecer asociaciones y


conexiones entre textos dentro del marco del canon bíblico La interpretación intrabíblica fue
parte de la costumbre hermenéutica del siglo l. JESUS la legitimó; el ESPIRITU SANTO la
impulsó

Es necesario entender que al interpretar ya sea tipos, símbolos, poesía, literatura sapiensal,
profecías generales o apocalípticas, aunque los principios hermenéuticos son los mismos cada
uno lleva, un tratamiento diferente a la hora de la interpretación

Al final propósito de la hermenéutica no es conocimiento es más bien formar una persona a la


imagen de CRISTO por medio de la interpretación de la biblia esa es la obra final del ESPIRITU
SANTO en nosotros

PADRE moldéanos a través del estudio de TU palabra

Arturo López

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