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Juan Sebastián González Pérez

Pierre Bourdieu concibe el “capital cultural” situandose en antítesis de la teoría del


“Capital Humano”, que consiste en que entre mayor sea la inversión de la educación de un
individuo, mayor serán los beneficios sustraidos de aquella inversión.

Esa afirmación es imprecisa y falaz, pues, como lo plantea Bourdieu, hay un factor
importante que se debe tener en cuenta y es el “CAPITAL CULTURAL”. Éste concepto lo
desglosa en 3 sub conceptos, el incorporado, el objetizado y el institucionalizado; quisiera
hacer un enfásis en el “capital cultural incorporado”: Es el que adquiere cada sujeto desde
su entorno social –fundamentalmente el familiar–, pues estos se dan dependiendo de la
precocidad con que se les haya incidido, y sobre todo, si la familia tiene de antemano un
capital cultural que pueda ser transferido. Dado que este tipo de capital incide
directamente de la familia, es importante recalcar que si la familia no posee un capital
cultural, aunque el hijo esté en una institución educativa, presentará una notable
desventaja frente a los otros sujetos que sí tienen un entorno donde se promueven
distintos tipos de capital cultural.

Dadas estas condiciones, me parece importante recalcar que en una sociedad como la
colombiana, que ostenta el título de ser la 4 sociedad más desigual del planeta, estas
desventajas son más profundas, y es clave precisar que para adquirir capital cultural es
necesario un capital económico y sobre todo, tiempo. Si se necesitan 11 generaciones
para salir de la pobreza en Colombia, ¿Se puede hablar de una equidad de condiciones
para la adquisición de capital cultural? ¿se podría hablar de Colombia como un verdadero
estado social de derecho? ¿qué tan factible es el acceso a la cultura del otro marginal?

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