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“En el orden económico y social, nuestra estructura económica es anticristiana y opresora.

Primero porque en lugar de estar la economía al servicio del hombre, el hombre está al servicio
de la economía. […] La justicia se encarna en la vida entera de la sociedad. No basta darle a
cada cual lo suyo en un plano meramente individual. No se trata de que los individuos ricos
ayuden a los individuos pobres, sino que se trata de que los pobres dejen de ser pobres. […]
Vivimos en un sistema capitalista, en el cual el motor fundamental es el lucro. El lucro es ‘el’
motivo de este sistema económico. Esta sociedad es inmoral, no solamente porque las riquezas
se reparten en forma desigual, sino porque el tipo de hombre que propone esta sociedad es un
hombre alienado, un hombre inhumano, es el hombre consumidor […]. Tenemos que buscar
otro tipo de sociedad y aquí aparece la reflexión sobre la posibilidad de acceder al socialismo”

Mugica, Carlos. Peronismo y Cristianismo. Buenos Aires. Editorial Merlín, 1973.

“En el orden económico y social, nuestra estructura económica es anticristiana y opresora.


Primero porque en lugar de estar la economía al servicio del hombre, el hombre está al servicio
de la economía. […] La justicia se encarna en la vida entera de la sociedad. No basta darle a
cada cual lo suyo en un plano meramente individual. No se trata de que los individuos ricos
ayuden a los individuos pobres, sino que se trata de que los pobres dejen de ser pobres. […]
Vivimos en un sistema capitalista, en el cual el motor fundamental es el lucro. El lucro es ‘el’
motivo de este sistema económico. Esta sociedad es inmoral, no solamente porque las riquezas
se reparten en forma desigual, sino porque el tipo de hombre que propone esta sociedad es un
hombre alienado, un hombre inhumano, es el hombre consumidor […]. Tenemos que buscar
otro tipo de sociedad y aquí aparece la reflexión sobre la posibilidad de acceder al socialismo”

Mugica, Carlos. Peronismo y Cristianismo. Buenos Aires. Editorial Merlín, 1973.

“En el orden económico y social, nuestra estructura económica es anticristiana y opresora.


Primero porque en lugar de estar la economía al servicio del hombre, el hombre está al servicio
de la economía. […] La justicia se encarna en la vida entera de la sociedad. No basta darle a
cada cual lo suyo en un plano meramente individual. No se trata de que los individuos ricos
ayuden a los individuos pobres, sino que se trata de que los pobres dejen de ser pobres. […]
Vivimos en un sistema capitalista, en el cual el motor fundamental es el lucro. El lucro es ‘el’
motivo de este sistema económico. Esta sociedad es inmoral, no solamente porque las riquezas
se reparten en forma desigual, sino porque el tipo de hombre que propone esta sociedad es un
hombre alienado, un hombre inhumano, es el hombre consumidor […]. Tenemos que buscar
otro tipo de sociedad y aquí aparece la reflexión sobre la posibilidad de acceder al socialismo”

Mugica, Carlos. Peronismo y Cristianismo. Buenos Aires. Editorial Merlín, 1973.

“En el orden económico y social, nuestra estructura económica es anticristiana y opresora.


Primero porque en lugar de estar la economía al servicio del hombre, el hombre está al servicio
de la economía. […] La justicia se encarna en la vida entera de la sociedad. No basta darle a
cada cual lo suyo en un plano meramente individual. No se trata de que los individuos ricos
ayuden a los individuos pobres, sino que se trata de que los pobres dejen de ser pobres. […]
Vivimos en un sistema capitalista, en el cual el motor fundamental es el lucro. El lucro es ‘el’
motivo de este sistema económico. Esta sociedad es inmoral, no solamente porque las riquezas
se reparten en forma desigual, sino porque el tipo de hombre que propone esta sociedad es un
hombre alienado, un hombre inhumano, es el hombre consumidor […]. Tenemos que buscar
otro tipo de sociedad y aquí aparece la reflexión sobre la posibilidad de acceder al socialismo”

Mugica, Carlos. Peronismo y Cristianismo. Buenos Aires. Editorial Merlín, 1973.

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