Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Considerando que la medida cautelar se caracteriza por ser provisoria, se entiende que la
providencia cautelar no tiene la calidad de cosa juzgada; porque aquella siempre es
susceptible de modificación permanente según varíen las circunstancias en que se
sustentó. Por consiguiente, una solicitud de cautela rechazada en un inicio puede ser
concedida si posteriormente el peticionante suministra otros medios probatorios que
produzcan convicción en el juzgador sobre la verosimilitud de su derecho; de la misma
manera, el mandato cautelar puede ser revocado si el magistrado en el curso del proceso
no la considera viable.
Moretti, afirma que: “….. las providencias (cautelares) se fundan en un juicio del Juez
acerca del presumible o probable fundamento de la pretensión que constituye el objeto
del juicio principal y acerca de la existencia del peligro que, sin ellas, esa pretensión,
aunque fuera fundada, no podría obtener su correspondiente satisfacción con el oportuno
mandamiento judicial” (Moretti, Raúl, “Admisibilidad y Eficacia de las Medidas Cautelares,
Revista de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Montevideo –Uruguay, 1962).
El artículo 611 del Código Procesal Civil sobre el contenido de la medida cautelar dispone
que: “El Juez, atendiendo a la naturaleza de la pretensión principal y a fin de lograr la
eficacia de la decisión definitiva, dicha medida cautelar en la forma solicitada o en la que
considere adecuada, siempre que, de los expuesto y la prueba presentada por el
demandante, aprecie:
La medida cautelar solo afecta bienes y derechos de las partes vinculadas por la relación
material o de sus sucesores, en su caso.
La resolución debe precisar la forma, la naturaleza y alcances de la contracautela.
La decisión que ampara o rechaza la medida cautelar debe ser debidamente motivada,
bajo sanción de nulidad”.
De acuerdo a la norma reproducida la providencia cautelar debe contener:
- La forma de la medida cautelar (puede ser solicitada o la que estime pertinente el Juez,
y estar prevista en el ordenamiento procesal o tratarse de una medida genérica o
atípica.
Finalmente el Juez, solo podrá disponer que los bienes que se afectan con la medida
cautelar que se disponga, sean de propiedad del deudor o sus herederos en su caso; y en
ningún caso podrá afectarse bienes de terceros, salvo que exista relación con la obligación
asumida.
Es aquél elemento pecuniario o juratorio que sirve para aliviar a futuro a quien sufra
indebidamente las consecuencias de trabarse una medida cautelar. Es el mandato dirigido
al actor para que preste fianza, es decir, que se garantice el resarcimiento de daños a
quien se le pueda desproveer de un bien por la intervención de una medida cautelar.
Gozaini, define a la contracautela como: “….el reaseguro del sujeto pasivo de la medida
cautelar, por ella obtiene una relativa seguridad respecto a los años hipotéticos que
podrían surgir si la precautoria que se ordena fuera sin derecho o abusiva”. (Gozaini,
La contracautela, está prevista en el artículo 613 del Código procesal civil, que sido
modificado primero por el Decreto Legislativo 1069 y posteriormente por la Ley 29384
(28/06/2009).
Gozainí, dice: que “….el importe que debe caucionarse queda librado al arbitrio judicial. Es
el Juez quien resuelve la calidad y el monto, a cuyo fin ha de tener la intensidad de la
verosimilitud del derecho y otras circunstancias particulares de la causa” (Gozaini,
Oswaldo Alfredo, Derecho Procesal Civil, 1992).
EXCEPTUADOS DE CONTRACAUTELA
El artículo 617 del Código Procesal Civil, las medidas cautelares son susceptibles de
variaciones en cualquier estado del proceso. Las modificaciones pueden ser respecto:
- El cambio del bien embargado, que puede ser a petición del afectado o de quien logró la
medida cautelar.
Informador o administrador).