Grado:7 Edad:13 años Colegio: colegio celestin Freinet chía Correo electrónico: iarenas@colegiocelestinfreinetchia.edu.co Municipio: chía Departamento: Cundinamarca Docente:mischelle Dayana bonilla fierro Correo electrónico: mbonilla@colegiocelestinfreinetchia.edu.co Teléfono: 31078056 Municipio: chía Departamento: Cundinamarca Perry y yo éramos los mejores amigos, siempre jugábamos con un cocodrilo de juguete, uno cogía un lado y el otro, otro lado y empezábamos a jalonear siempre ganaba yo o ganaba él. Yo conocí a Perry porque mi mamá lo llevo a la casa y yo me pregunté: ¿qué es eso? Entonces mi mamá nos mostró un bonito perro labrador color chocolate cachorro, era muy pequeño pero muy juguetón, la primera vez que se quedó en casa los dos dormimos juntos y uno apoyo la cabeza sobre el otro. Él tenía un papá que se llamaba Jonás que era muy duro con él, su padre fue de antinarcóticos y su abuelo de anti explosivos, era muy inteligente, jugaba a las escondidas conmigo, era cariñoso. Cuando lo llevamos al veterinario por primera vez lo vacunaron y desparasitaron porque apenas era un cachorro, cuando nos preguntaron el nombre de el cachorro yo recordé a un personaje que se llamaba Perry el ornitorrinco, entonces solo le omití el ornitorrinco y le coloqué Perry a mi cachorro favorito. A medida que iba creciendo iba aprendiendo cómo comportarse, los fines de semana iba a la guardería donde lo entrenaron, una vez fuimos a el parque Nacional de Bogotá a ver la iluminación de navidad y en esa ocasión casi se escapa, pero por suerte mi papá lo retuvo y no se pudo escapar y no lo logró. Siempre que mi mamá abría la puerta de la casa Perry salía corriendo y yo tenía que salir detrás de el para alcanzarlo y retenerlo hasta que mi mamá fuera y me ayudara para llevarlo otra vez a la casa, cuando mi mamá salía de la casa a comprar lo de el desayuno yo llamaba a Perry y él sabía que qué tenía que subirse a la cama y meterse debajo de la cobija para estar conmigo para yo no sentirme solo. Mi mamá estaba lavando el piso con cloró para desinfectar y limpiar el piso, pero Perry lo olió y empezó a estornudar sin cesar hasta que yo lo recogí y lo llevé al cuarto, el cuándo veía que yo estaba aburrido, triste o estresado siempre me llevaba el cocodrilo de juguete para animarme el día. Al sacarlo a pasear para que hiciera sus necesidades y pasaban personas que no le inspiraban confianza los olía y atacaba, en alguna ocasión a mi mamá se le quemó una olla y de llenó de humo la casa y el empezó a arrastrarse debajo de el humo para no olerlo. Para dormir no le gustaba la luz y mi mamá tenía un equipo que tenía una luz muy fuerte y a él le fastidiaba entonces el desconectaba el equipo y podía dormir tranquilo sin que nada lo fastidiara. Tristemente me tuve que separar de el porqué tengo una tía que operaron de la columna y como Perry era tan juguetón teníamos miedo de que tumbara a mi tía, entonces mi mamá encontró una persona que tenía un criadero de perros y ahí lo podía cuidar, nos prometió que lo podríamos ver cuando quisiéramos, pero cuando se lo llevó yo no sabía que esa iba a ser la última vez que iba a ver a mi perro. Estuve triste porque se habían llevado a mi perro y no lo volvería a ver y eso me partió el corazón, estuve varias semanas tristes porque siempre pensaba en lo bueno que era Perry y lo mucho que me quería como yo lo quería a él. En fin, yo quisiera poder volver a ver a mi perro para saber cómo está, y que él sepa que siempre lo voy a querer no importa la distancia ni quien nos haya separado, yo solo quiero decir Perry gracias por la diversión, adiós, y algún día nos vamos a volver a encontrar. Fin.