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1.

DEFINICIÓN DE POESÍA
¿Qué es poesía? Una definición concreta y específica de la poesía sería difícil de dar. Es
decir, una que pueda satisfacer a todos. Podemos mencionar algunas características que
nosotros asociamos generalmente con la poesía, como la métrica, la rima, el ritmo y una
forma definitiva que pudiera dividirse en estrofas. Celebra generalmente alguna experiencia
de la raza o del individuo, que se resalta; y que es emocional en carácter. Muchas veces la
poesía se vale de un lenguaje figurado muy variado.
Las investigaciones de los científicos tienden a comprobar que la poesía es más antigua
que la prosa en la literatura de los grandes pueblos de la antigüedad, de la India, de Grecia
(Homero) o de Babilonia. Entre los hebreos, los trozos poéticos del Génesis (el poema de
Lamec, la maldición de Canaán, etc.) seguramente son más antiguos que la prosa en que
están incluidos.
La poesía forma una parte muy importante del Antiguo Testamento: los Salmos, Job,
Eclesiastés, Cantares, Proverbios, Lamentaciones y una gran parte de los libros proféticos.
Esto es algo que uno no se da cuenta cuando lee la versión Reina Valera, por cuanto en la
forma en que está impresa mucha de la parte poética está redactada como prosa. La
versión masorética ha editado las partes poéticas del Antiguo Testamento de modo que el
que lee, fácilmente puede reconocerlo.
La poesía hebrea es distinta de la poesía occidental en varias cosas. Principalmente en que
le falta metro y rima. Tampoco tiene una forma especial que la distingue de la prosa (en el
original), siendo el texto hebreo de Job y de los Salmos igual en apariencia al de los libros
del Pentateuco. Por esta causa, durante un largo tiempo los eruditos bíblicos no
reconocieron ciertos escritos hebreos del Antiguo Testamento como poesía.
2. CARÁCTER GENERAL DE LA POESÍA HEBREA
La poesía hebrea es esencialmente religiosa. Expresa todos los gozos y las tristezas de la
religión, describe la experiencia del pecado y la culpabilidad; y corre toda la expresión de
las variadas experiencias de los hombres: el amor y el odio: la vida y la muerte: la duda y
la fe. Por medio de ella los hombres cantan las alabanzas a Dios, confiesan sus pecados a
Él, buscan su perdón, miran a Él para obtener socorro, anhelan la hora cuando irán a su
presencia.
Los poetas hebreos eran muy imaginativos; y en los éxtasis más sublimes de la fantasía
describen la participación de la naturaleza en el culto, en la desdicha y en la felicidad. Los
montes y los collados saltan como corderitos (Sal 114:4); cantan también; y los árboles dan
palmas (Isa 55:12).
Para los poetas hebreos Dios es un gran Dios que presta atención a los pormenores más
pequeños. Cubre los cielos con nubes y hace que la lluvia caiga a la tierra; da a las bestias
su comida; oye el clamor de los cuervos hambrientos (Sal 147:8-9); es un gran Rey y que
con paciencia vigila mientras los reyes terrenales y sus pueblos se amotinan en contra de
Él; que ríe de sus esfuerzos débiles para destruirlo (Sal 2:4-5). Dios en su fidelidad se
compara co una roca y una fortaleza (Sal 31:2); mira por el bien espiritual de sus hijos y los
disciplina cuando les hace falta, mandando saetas en su carne (Sal 38:2). Dios mira el
corazón y prefiere el arrepentimiento a los sacrificios y las ofrendas (Sal 51:15-19).
Todas las posibilidades del lenguaje y la retórica se agotan en el esfuerzo para glorificar el
nombre de Dios en la poesía hebrea. Tiene a Dios como su centro; lo tiene para su objeto
y su propósito es glorificarle.
3. GÉNEROS DE POESÍA HEBREA
Hay cuatro géneros de poesía: épica, lírica, didáctica y dramática. De estas cuatro clases,
tres figuran en la Biblia, faltando el género épico.
Poesía épica
Un poema épico es una narración en estilo poético que trata de la acción heroica que se
relaciona con el destino de la raza o de la nación. Entre los grandes poemas épicos están
La Iliada y la Odisea de los griegos, la Eneida de los romanos; y el poema del Cid de los
españoles.
Aunque los hebreos tienen maravillosos relatos que tratan de las vidas de los grandes
hombres, en cuyas manos era confiado el destino de la nación, estas narraciones están en
prosa, no en poesía.
Poesía lírica
La poesía lírica es la que se adapta para el canto. Entre los hebreos se cantaban salmos
en los servicios del templo; y más tarde en las sinagogas. En la clasificación de la poesía
lírica ponemos a los Salmos, Cantares y Lamentaciones. Poemas aislados que habían
tenido un fin lírico son: el cántico de Moisés y de María (Éxo 15:1-21), el cántico de Israel
en Beer (Núm 21:17-18), el cántico de Moisés al fin de su vida (Deu 32:1-43), el cántico de
Débora y Barac (Jue 5:1-31), la endecha de Saúl por David (2 Sa 1:19-27), etc.
La poesía lírica era empleada en una de las más importantes manifestaciones del templo:
el cántico. Aún en el tiempo de Jesús el pueblo cantaba salmos. Estos fueron los arquetipos
de los himnos cristianos, que tanto han contribuido al adelanto del reino de Dios.
Poesía didáctica
La poesía didáctica es aquella que tiene un fin de enseñar. En esta clasificación algunos
ponen el libro de Job, que procura resolver el problema del mal, pero también podría
considerarse su ubicación en la poesía dramática. Aquí clasificamos también toda la
literatura sapiencial. En esta clase se hallan los Proverbios, Eclesiastés y muchos libros
extra-canónicos, como la Sabiduría de Salomón, Eclesiástico, etc. Los aforismos y
proverbios presentan en una forma breve y sentenciosa las verdades morales y espirituales
que han de ser recordadas por el oyente.
Poesía dramática
Esta poesía es la que según su definición estricta tenía el propósito de ser dramatizada
sobre el escenario, como los dramas de Eurípides, Sófocles, Aristófanes, etc. Si nos
adherimos a esta definición más limitada del drama, no se tendría ningún poema dramático
en la Biblia. Pero hoy en día existen formas de literatura que son dramáticas; sin embargo,
no tienen ningún propósito de ser representadas en el escenario; como la novela y la historia
breve, desarrolladas por grandes escritores modernos.
Así hallamos todos los elementos de drama en los importantes poemas bíblicos. El libro de
Job y el Cantar de los Cantares tienen el elemento del conflicto, factor dramático esencial;
y que traen grandes peligros para sus protagonistas principales con el resultado de la acción
o el desenlace incierto. En ese sentido, ambas obras son poemas dramáticos.
En el libro de Job, el conflicto está entre Dios y Satanás; y es el carácter de Job lo que está
en juego. La prueba a la cual él está sujeto podría resultar en su ruina espiritual. El lector
queda en suspenso esperando el resultado del extraño conflicto.
En Cantares, la protagonista principal es la doncella campesina enamorada del joven
pastor, que es traída a la corte del rey Salomón. El peligro en que ella está puesta mira la
posibilidad de que ceda a la oferta que le hace Salomón: la de ser su amor, olvidando así
a su amado pastor. El conflicto está entre ella y Salomón. Al final ella sale vencedora y el
lector queda con la agradable impresión de que el verdadero amor ha triunfado.

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