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La computadora en el aula, un
análisis crítico
Un estudio sobre la incorporación de las TIC´S en los establecimientos escolares
permite pensar que muchas veces se las utiliza instrumentalmente, sin realizar un
cambio en el modo de enseñanza-aprendizaje
01 de Julio de 2015

Por: Rosario3
El punto de vista de María Eugenia Annoni, doctora en Psicología y docente e investigadora de la UNR sobre la
temática.(www.thenextweb.com)

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María Eugenia Annoni, doctora en Psicología, docente e investigadora de la UNR, realizó un análisis crítico
acerca de la irrupción de las nuevas tecnologías en el ámbito escolar afirmando que el uso de la herramienta no
garantiza la entrada directa en una nueva lógica relacional ni en otra forma de transmisión de los saberes. “La
mayoría de las veces ocurre que se propicia la utilización de las TICS, pero dentro del mismo molde con que en
otras épocas se pedía a los alumnos que buscaran información en una biblioteca, por ejemplo”.

La profesora titular de “Teoría del Sujeto y del Aprendizaje” de la Formación Docente, que se dicta en la
Facultad de Humanidades y Artes de la UNR, afirma que docentes y alumnos son los protagonistas más
expuestos de un complejo engranaje sistémico:“Seguramente, como plantean algunos autores (Peirone, 2014;
Morduchowics, 2014) estamos asistiendo a una nueva tecnosociabilidad, a un cambio de los íconos culturales
que trae aparejado esta emergencia de los llamados ´nativos digitales´, poniendo en discontinuidad la lógica de
la pedagogía clásica”. Y agrega: “Transitar el universo mediático y tecnológico como modo de acercamiento a
los jóvenes, no cabe duda que supone, para cualquier docente, un posicionamiento diferente, pero creo que la
disponibilidad de estas nuevas tecnologías no le asegura ninguna transformación per se”.

Consultada acerca de si este fenómeno de las nuevas tecnologías tiene un impacto en la construcción de la
subjetividad de los adolescentes y sobre todo en el modo en cómo estos aprenden, Annoni sostiene: “Tal vez se
produzca más allá de los adolescentes, en tanto eventuales usuarios de las mismas, y el impacto tenga que ver
con el efecto de ´naturalización´ que se viene operando. Tal proceso de naturalización no hace más que solapar
las determinaciones económicas, políticas y sociales que son el suelo fundante de la producción y circulación de
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dichas tecnologías. Quizás haya que preguntarse por la función que vienen a cumplir en tanto estrategias sutiles
de gestión de la vida y de las poblaciones en esta fase del capitalismo”.

La investigadora expone que en el aula, el adolescente, al igual que el niño o el adulto, aprende como siempre, o
sea, como puede pero es el protagonista más expuesto: “Es el sujeto más visibilizado en el engranaje de un
sistema dentro del cual aparece como la terminal del mismo. Tal engranaje remite a demandas sociales
complejas transmitidas a través de símbolos, ideales, contenidos, etc; que son requeridos actualmente. Tanto las
prácticas como el modo en que se configuran los espacios de aprendizaje son variados, diversos y
frecuentemente complicados en virtud de tal complejidad, sin olvidar que tanto las prácticas como los espacios
de aprendizaje son siempre lugares – no los únicos- donde se gestiona y materializa el gobierno de la gente,
sean niños, adolescentes o adultos”.

Asimismo explica que, en términos generales, las nuevas tecnologías devienen en objeto de consumo – no solo
para los adolescentes sino también para otras franjas poblacionales- e indudablemente afectan de diverso modo
las formas identitarias y subjetivas por cuanto estas formas son cambiantes acorde a las condiciones
sociohistóricas que rigen nuestro presente complejo: “Asistimos a una especie de virtualización de la vida, de la
sociabilidad; vivimos en cierta paradoja donde lo real es virtual y viceversa, donde muchas veces y para
aquellos designados como adolescentes o jóvenes, se superponen procesos de identificación-desidentificación,
de figuraciones y simulaciones imaginarias, con consecuencias difíciles de prever. Podría decirse que desde las
nuevas tecnologías todo es para los adolescentes, pero sin los adolescentes”. Y continúa: “Instaladas como
objeto de consumo privilegiado o hegemónico – así nos las venden- constituyen un eficaz analizador de lo que
somos o vamos siendo. Entre otras cuestiones, cómo vamos siendo instalados en la ilusión de creernos cada vez
más libres y comunicados/conectados, cuando seguramente estamos cada vez más disciplinados o controlados
por dichas tecnologías”.

Haciendo un análisis acerca de cómo debe pensarse la formación docente hoy con la incorporación de las
nuevas tecnologías, Annoni cree que es una cuestión que merece una profunda indagación y análisis crítico del
sentido y función que cumplen las nuevas tecnologías: “Es preciso analizar el lugar que tienen en la
construcción de esa ´caja de herramientas´ que la formación docente implica y que luego cada docente dispone
como punto de partida provisorio ya que seguramente se irá transformando en su propia praxis laboral”.

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