La cuarentena en los diques
El público, juaatenido & oierta distancia del «Regina Elena»
T^H inmÍHnuito8 se vicnon A la coflcchii, como las moscaa al
turrón, 'i'odoü loa dias Ur^aii vapon-a eargadü», y todos los día»
lort tclo^raiiin» d(^ Europa aiumclan UUUVOH embarcos, por lulltía
y ciMiteuarcs. Los espanolcs, A (niicncs Ijinto debo el prourcHO
(le la rejíión sud de lluenoH Aires y jtart-e del Rio Ne^ro, donde
cultivan la vid en encala bastante (¿raudo, marelian en punta,
como snctrde <lesde baei- dos 6 tres años. Los italianos, por las
cansas (pie son del iloniinio públiro, vienen en corta cantidad,
l)ero los Hui)len con cxceHo, los de otras nacionalidadí's, y aliora
lo^ (íol*'''""'")» <ie Austria y Portugal tienen en vista el ensayo do
dirJKir una imrtc do su emiiíraelóu á la Arseniina, habiendo el
l)rÍniero puesto manos A la obra. Una de las consecuencias do
esto ha sido complicar las tareas del Departamento de Higiene,
Inmigrantes italianos, comiendo á la vista de la ciudad
pues (il lazareto (\o Martín flarcía es (\Htieclio para la uliscrvaeión
sanltiiria, sobn* todo después de los diwperfcetos causailos por
el temporal, y tampoco da abasto vi Hotel de Inmljíraures. A
los pasajeros de tercera ít(! los vapores «Savola» y «Kejíiua JClena»,
hubo (jue uumtenerlos en observación en el puerto, á bordo de
los mismos barcos, de modo qiio so tomaron las precauciones
necesarias para que permaneciesen Incomunicados. Como puedo
verse en uim de nuestras foto^^rafias, la parentela los miraba
desile tierra, detrás de un conlón de marineros de la Prefectura.
Jintrn los <Iel *lti'KÍiui Elena», liubo un <*onato de sublevación,
Iniciada por aljíunos (lue (luerían irse A la eoseelia sin niAs trá-
mite, pero 80 ios hizo comprender que aún liay cosecha para ra-
to, y que la cosa no eorrlft apuro.