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BIOGRAFÍA

Byung-Chul Han es un escritor alemán de origen coreano, nacido en 1959 en Seúl (Corea del Sur).
Es un filósofo contemporáneo muy reconocido, experto en estudios culturales y profesor de la
Universidad de las Artes de Berlín. Estudió Filosofía en la Universidad de Friburgo y Literatura
alemana y Teología en la Universidad de Múnich. Para algunos expertos, se trata de un digno
sucesor de importantes pensadores de la talla de Roland Barthes, Giorgio Agamben, Peter
Sloterdijk, Jürgen Habermas y Richard David Precht. Se doctoró en Friburgo con una disertación
sobre Martin Heidegger y en el año 2000 se incorporó al Departamento de Filosofía de la
Universidad de Basilea.
Su campo de estudio es la filosofía de los siglos XVII, XIX y XX y entre sus principales intereses
destacan la ética, la antropología cultural, la filosofía social, la religión y la estética. Es autor de más
de una decena de obras en las que trata de analizar los males del hombre en la sociedad actual,
algunas de las cuales han sido traducidas al castellano.

Su tesis de doctorado (1994) versa sobre Heidegger (Heideggers Herz. Zum Begriff der Stimmung
bei Martin Heidegger / El corazón de Heidegger. Sobre el concepto de temple en Martin
Heidegger). Trabaja como profesor de Filosofía y Estudios Culturales en la Universidad de las Artes
de Berlín. Entre sus obras se cuentan los siguientes títulos: Todesarten. Philosophische
Untersuchungen zum Tod (München, 1998); Martin Heidegger. Eine Einführung (München,
1999); Philosophie des Zen-Buddhismus (Stuttgart, 2002); Tod und Alterität (München,
2002); Hyperkulturalität. Kultur und Globalisierung (Berlín, 2005); Was ist Macht? (Stuttgart,
2005); Hegel und die Macht. Ein Versuch über die Freundlichkeit (München, 2005); Gute
Unterhaltung. Eine Dekonstruktion der abendländischen Passionsgeschichte (Berlín,
2006); Abwesen. Zur Kultur und Philosophie des Fernen Ostens (Berlín, 2007); Duft der Zeit. Ein
philosophischer Essay zur Kunst des Verweilens (Bielefeld, 2009); Agonie des
Eros (2012); Transparezsgesellschaft (2012); Psykopolitik (2014); Die Errettung des
Schönen. Muchas de estas obras han sido traducidas al español por la editorial Herder.

OBRAS PRINCIPALES:

- El aroma del tiempo

- La sociedad del cansancio

- En el enjambre

- La agonía del Eros

- La sociedad de la transparencia


Entrevista en verde (imaginada) a Byung-Chul Han
Por

 Filosofía&Co

 13 junio, 2019

   Loaa la tierra, el último libro publicado por el pensador


surcoreano en Herder, ofrece la oportunidad de conocerlo mejor
y, sobre todo, más de cerca. Reacio declarado a entrevistas y al
contacto con el mundo exterior, aprovechamos el tono intimista
de esta obra para imaginarnos unas preguntas al hilo de algunos
de sus párrafos.
Pero antes –antes del turno de la imaginación y la literalidad– unas
palabras sobre este paréntesis que es Loa a la tierra en medio de la
bibliografía a la que Byung-Chul Han acostumbra. Hasta ahora se conocía su
faceta profesoral, crítica y filosófica cultivada en libros como La sociedad del
cansancio,  Psicopolítica o La Sociedad de la transparencia. Se trata de libros
breves, afilados, un poco polémicos en los que Han lanza sus diagnósticos
como dardos sobre la sociedad actual. Se ha convertido casi en un lugar
común decir de ellos que son «para todos los públicos», porque para
entenderlos no se necesita ser un experto. Pero no es cuestión de tener o no
tener conocimientos especializados; es que, al leerlos, o uno se ve reflejado
o ve reflejado a alguien conocido o a la comunidad a la que pertenece o a la
sociedad que habitamos. Son ensayos sense & sensibility, recordando a Jane
Austen; de sentido, claro –como corresponde al género–, pero también de
sensibilidad, de una sensibilidad que el autor fomenta, pero en la que no se
mezcla, un barro que parece no ser para él. Esto cambia en Loa a la tierra.  
Los habituales análisis de Byung-Chul Han interpelan y remueven al lector, pero él aparece
distanciado de la realidad que diagnostica. En Loa a la tierra se mete al barro

Subtitulado Un viaje al jardín, Loa a la tierra es un ensayo y un


tratado, por momentos, exhaustivo de jardinería,
floricultura… Mención obligada en este punto al traductor, Alberto Ciria.
Pero aparte de ese sentido, tiene una doble sensibilidad: la que puede
provocar en el lector y la del autor, que por primera vez se hace presente de
un modo muy personal en un libro. Cultivar el jardín es la acción de gracias
de Han y Loa a la tierra  es el canto y la oración que brota espontánea. Es un
reencuentro, un alivio y un descanso de ese mundo exterior, fiero e invivible
que Han describe en sus obras: si no fuera porque es el nuestro diríamos
que lo que describe es una distopía. «Un día sentí una profunda añoranza, e
incluso una aguda necesidad de estar cerca de la tierra. Así que tomé la
resolución de practicar a diario la jardinería». En ese tocar y cultivar la tierra
y narrarlo, el filósofo se vuelve más cercano, ligero, hasta un punto en que
uno pierde el miedo a preguntarle lo que nunca preguntaría al tratar
cualquier otro de sus libros. Total, las respuestas ya están ahí, plantadas…

¿Cree en Dios? De algún modo mi jardín me ha dado la fe en Dios. La


existencia de Dios ya no es para mí un asunto de fe, sino una certeza, e
incluso una evidencia. Dios existe, luego yo existo. Utilicé la esterilla de
gomaespuma para las rodillas como mi alfombra de oraciones. Recé a Dios:
«¡Alabo tu creación y su belleza! ¡Gracias! ¡Grazie!». Pensar es agradecer.

«Dios existe, luego yo existo», escribe Han en Loa a la tierra. El jardín le ha dado la fe,
según cuenta en el libro

Subtitulado Un viaje al jardín, Loa a la tierra es un ensayo y un


tratado, por momentos, exhaustivo de jardinería,
floricultura… Mención obligada en este punto al traductor, Alberto Ciria.
Pero aparte de ese sentido, tiene una doble sensibilidad: la que puede
provocar en el lector y la del autor, que por primera vez se hace presente de
un modo muy personal en un libro. Cultivar el jardín es la acción de gracias
de Han y Loa a la tierra  es el canto y la oración que brota espontánea. Es un
reencuentro, un alivio y un descanso de ese mundo exterior, fiero e invivible
que Han describe en sus obras: si no fuera porque es el nuestro diríamos
que lo que describe es una distopía. «Un día sentí una profunda añoranza, e
incluso una aguda necesidad de estar cerca de la tierra. Así que tomé la
resolución de practicar a diario la jardinería». En ese tocar y cultivar la tierra
y narrarlo, el filósofo se vuelve más cercano, ligero, hasta un punto en que
uno pierde el miedo a preguntarle lo que nunca preguntaría al tratar
cualquier otro de sus libros. Total, las respuestas ya están ahí, plantadas…

¿Cree en Dios? De algún modo mi jardín me ha dado la fe en Dios. La


existencia de Dios ya no es para mí un asunto de fe, sino una certeza, e
incluso una evidencia. Dios existe, luego yo existo. Utilicé la esterilla de
gomaespuma para las rodillas como mi alfombra de oraciones. Recé a Dios:
«¡Alabo tu creación y su belleza! ¡Gracias! ¡Grazie!». Pensar es agradecer.

Dios existe, luego yo existo», escribe Han en Loa a la tierra. El jardín le ha dado la fe, según cuenta
en el libro
¿Está enamorado? Hay en el jardín un hermoso sauce. Lo amo mucho. Me
quedé aterrado cuando un día lo vi tronchado. Mi sauce, mi amada, se ha
desangrado. La herida era tan grande que no pudo ser salvada. El 25 de
septiembre de 2016 me quedé mucho tiempo, hasta entrada la noche, junto
al cadáver erguido de mi amada. La estuve velando y lloré su muerte en
compañía de las anémonas otoñales. El sauce se desangró en el momento
en que creí desangrarme yo. Era mi amada.

¿Tiene hijos? No tengo hijos, pero con el jardín voy aprendiendo


lentamente qué significa brindar asistencia, preocuparse por otros. El jardín
se ha convertido en un lugar del amor. Si tuviera un hijo lo llamaría Namu
(árbol). Y si tuviera una hija, le pondría el nombre de Mison (abanico
tradicional coreano) o Nabi (mariposa).

Claro porque usted nació allí, en Corea. ¿Qué recuerdos tiene? Crecí


en la gran urbe de Seúl. De niño no jugaba en plena naturaleza, sino entre
un río que había degenerado a pestilente canalización y las vías del tren. En
mis recuerdos de infancia hay más pestilencia que fragancia.

«Con el jardín voy aprendiendo lentamente qué significa brindar asistencia, preocuparse por otros.
El jardín se ha convertido en un lugar del amor»

¿Y cómo lo ve en la actualidad, desde la distancia? Lamentablemente,


el nuevo presidente coreano se llama Moon Jae-in, significa «presente».
Significa entre otras cosas, «tigre». Puede rugir muy bien. Mi candidato
favorito, Ahn Cheol-soo, no puede rugir. Pero puede reflexionar. Al fin y al
cabo, su nombre significa «luz magnífica». Ahn significa, además, «paz».
Moon va a dividir Corea. Moon-jae también significa en coreano «problema».
Él mismo es un problema. Moon no tiene talla. Tras su victoria se burló de
Ahn Cheol-soo. Los últimos días antes de las elecciones, Ahn Cheol-soo
quiso estar cerca de la gente, así que fue a pie por toda la nación con una
mochila y en zapatillas de deporte. Eso me conmovió mucho. Yo habría
caminado a su lado y le habría ayudado con mis palabras. Tras su derrota le
hice saber que en las próximas elecciones presidenciales me gustaría estar a
su lado hablando y gritando por él.

¿Le gusta viajar? Al igual que a mí, (al eléboro negro) no le gusta viajar.
Hay que dejarlo donde está. Trasplantarlo le resulta mortal. Quiere que lo
dejen en paz.
El filósofo surcoreano habla con naturalidad de política, cuenta cuál fue su candidato en las últimas
elecciones de su país y no augura nada bueno respecto al elegido

Ya que menciona una flor, ¿si usted fuera una de ellas…? Los acónitos
de invierno tienen una hermosa cápsula de semillas en forma de estrella que
se asemeja a una flor. Al parecer, aborrece el verano. Siento afinidad con él.
Yo también prefiero el frío al calor. Si yo fuera una flor, querría florecer en
pleno invierno. La anémona hepática es una de las flores más hermosas de
mi jardín. No rara vez da en pleno invierno una flor de un azul luminoso. Es
mi flor azul por excelencia.

¿Es ese su color favorito? Según la Didáctica de los colores de Goethe, el


azul, diferencia del amarillo, tiene algo de oscuro. El azul ejerce sobre el ojo
un «efecto extraño y casi inexpresable». El azul encierra «al contemplarlo
una contradicción entre estímulo y sosiego». Es sobre todo el color de la
lejanía. Por eso me gusta este color del romanticismo. Suscita una
añoranza. El azul es el color de la seducción, del anhelo y la añoranza. Se
opone al amarillo. Le verdad es que no me gusta el amarillo, porque es el
«color más próximo a la luz». Yo soy un hombre de la noche.

¿Un olor? Como no me gustan especialmente los olores animales ni la


carne, no me planteo emplear otros aromatizadores invernales que no sean
fragancias vegetales y la nieve. Pero ¿qué aroma tiene la nieve? Aunque me
quedara sordo y ciego, a primera hora de una mañana invernal enseguida
me podría dar cuenta de que por la noche ha caído mucha nieve. Solo unos
pocos pueden percibirlo.

«Yo soy un hombre de la noche», afirma Han. Más de azul que de amarillo y más de sombra que de
luz

¿Su animal favorito? Me gustan los insectos hermosos. Las mariposas y


las abejas son insectos bellos. Pero también hay insectos y otros bichos de
aspecto desagradable, como las cochinillas, las babosas o las lombrices. Me
aparto de ellos con una cierta repugnancia. Me gustan los caracoles con su
propia casa a cuestas. Se parecen a mí. Además son tan lentos y
parsimoniosos como yo.

Una comida que le guste. Los alcaparrones son una de mis comidas


favoritas. Pronto los recolectaré y me los llevaré a Berlín. Hay que dejarlos
madurar varios meses en vinagre de vino. 
¿Qué aparece en sus buenos sueños? ¿Y en sus pesadillas? Siento
aversión hacia ciertas plantas que son muy destructivas y desconsideradas.
Desbancan a las plantas nobles, que justamente son débiles. Detesto sobre
todo una variedad de trébol. Se me aparece incluso en sueños o en
ensoñaciones para atormentarme. Estos días me gustan estos versos sobre
las rosas {habla de un poema de Rilke} porque no puedo dormir bien y
anhelo un sueño profundo pero luminoso, un sueño de rosas. Me gustaría
desprenderme de mí soñando para convertirme en nadie, en un ser
anónimo. Eso sería una redención. Hoy solo nos preocupamos del ego.
Todos quieren ser alguien, hacerse notar, todo el mundo desea ser
auténtico, ser distinto a los demás. Por eso todos son iguales. Echo de
menos seres anónimos.

A Han le gustaría convertirse en nadie, en un ser anónimo. Piensa que necesitamos más seres
anónimos, pero que hoy «todos quieren ser alguien, hacerse notar, todo el mundo desea ser
auténtico, ser distinto a los demás. Por eso todos son iguales»

¿Su idea de la felicidad? Cada día que paso en mi jardín es un día de


dicha. Este libro podría haberse titulado Ensayo sobre el día logrado que me
hizo feliz. A menudo anhelo trabajar en el jardín. Hasta ahora desconocía
esta sensación de dicha. También es algo bastante corporal. Jamás fui tan
activo corporalmente. Jamás toqué la tierra con tanta intensidad. Me parece
que la tierra es una fuente de dicha.

* Todas las preguntas son imaginadas y todas las respuestas son extractos
del libro  Loa a la tierra,  de Byung-Chul Han. En ocasiones se ha variado
mínimamente la puntuación y el orden de algunas frases en favor de la
forma periodística.
20193517E - Campos Saavedra Michell Scarlet

Cultura Contemporánea B - PA701

Obligatorio

1 ciclo

2019-II

20193517E - Campos Saavedra Michell Scarlet

Algebra lineal B - BMA03

Obligatorio

1 ciclo

2019-II
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERÍA
FACULTAD DE ARQUITECTURA, URBANISMO Y ARTES

PORTAFOLIO

CURSO:
CULTURA CONTEMPORANEA

ELABORADO POR:

CAMPOS SAAVEDRA MICHELL SCARLET


CODIGO Nº 20193517E

DOCENTE TITULAR DEL CURSO:


MAG.ARQ. EDUARDO GOMEZ DE LA TORRE FREUNDT

LIMA – PERU, 2019


MARCO TEORICO CONCEPTUAL DEL AUTOR
Byung-Chul Han es un escritor alemán de origen coreano, nacido en 1959 en Seúl (Corea
del Sur).Es un filósofo contemporáneo muy reconocido, experto en estudios culturales y
profesor de la Universidad de las Artes de Berlín. Estudió Filosofía en la Universidad de
Friburgo y Literatura alemana y Teología en la Universidad de Múnich.Se doctoró en
Friburgo con una disertación sobre Martin Heidegger y en el año 2000 se incorporó al
Departamento de Filosofía de la Universidad de Basilea.
Su campo de estudio es la filosofía de los siglos XVII, XIX y XX y entre sus principales
intereses destacan la ética, la antropología cultural, la filosofía social, la religión y la
estética. Es autor de más de una decena de obras en las que trata de analizar los males del
hombre en la sociedad actual, algunas de las cuales han sido traducidas al castellano.
[ CITATION Bru \l 10250 ]

Su tesis de doctorado (1994) versa sobre Heidegger (Heideggers Herz. Zum Begriff der
Stimmung bei Martin Heidegger / El corazón de Heidegger. Sobre el concepto de temple en
Martin Heidegger). Trabaja como profesor de Filosofía y Estudios Culturales en la
Universidad de las Artes de Berlín. Entre sus obras se cuentan los siguientes
títulos: Todesarten. Philosophische Untersuchungen zum Tod (München, 1998); Martin
Heidegger. Eine Einführung (München, 1999); Philosophie des Zen-Buddhismus
(Stuttgart, 2002); Tod und Alterität (München, 2002); Hyperkulturalität. Kultur und
Globalisierung (Berlín, 2005); Was ist Macht? (Stuttgart, 2005); Hegel und die Macht. Ein
Versuch über die Freundlichkeit (München, 2005); Gute Unterhaltung. Eine Dekonstruktion
der abendländischen Passionsgeschichte (Berlín, 2006); Abwesen. Zur Kultur und
Philosophie des Fernen Ostens (Berlín, 2007); Duft der Zeit. Ein philosophischer Essay zur
Kunst des Verweilens (Bielefeld, 2009); Agonie des
Eros (2012); Transparezsgesellschaft (2012); Psykopolitik (2014); Die Errettung des
Schönen. Muchas de estas obras han sido traducidas al español por la editorial Herder.
[ CITATION Mar \l 10250 ]

OBRAS PRINCIPALES:
- El aroma del tiempo
- La sociedad del cansancio
- En el enjambre
- La agonía del Eros
- La sociedad de la transparencia
Según un artículo en Filco. es, en uno de sus libros, Loa a la tierra, publicado por el
pensador surcoreano en Herder, ofrece la oportunidad de conocerlo mejor y, sobre todo, más
de cerca. Es reacio declarado a entrevistas y al contacto con el mundo exterior. Esta
entrevista es imaginada pero no deja de ser real, es decir, recopila fragmentos de su libro en
donde habla un poco de sí mismo, por ejemplo en una parte dice: “Crecí en la gran urbe de
Seúl. De niño no jugaba en plena naturaleza, sino entre un río que había degenerado a
pestilente canalización y las vías del tren. En mis recuerdos de infancia hay más pestilencia
que fragancia.”
Así como también, hace comentario sobre el país en el que nació y cita:” Lamentablemente,
el nuevo presidente coreano se llama Moon Jae-in, significa «presente». Significa entre otras
cosas, «tigre». Puede rugir muy bien. Mi candidato favorito, Ahn Cheol-soo, no puede rugir.
Pero puede reflexionar. Al fin y al cabo, su nombre significa «luz magnífica». Ahn significa,
además, «paz». Moon va a dividir Corea. Moon-jae también significa en coreano
«problema». Él mismo es un problema. Moon no tiene talla. Tras su victoria se burló de Ahn
Cheol-soo. Los últimos días antes de las elecciones, Ahn Cheol-soo quiso estar cerca de la
gente, así que fue a pie por toda la nación con una mochila y en zapatillas de deporte. Eso
me conmovió mucho. Yo habría caminado a su lado y le habría ayudado con mis palabras.
Tras su derrota le hice saber que en las próximas elecciones presidenciales me gustaría estar
a su lado hablando y gritando por él.”

El filósofo surcoreano ,cuyos breves libros son éxito mundial también escribió el ensayo La
sociedad del cansancio, cuya tesis es que el capitalismo post Guerra Fría ha logrado
interiorizar la vigilancia laboral, instalándola en la cabeza del trabajador. Las enfermedades
del siglo XXI no son bacterianas -derrotadas por los antibióticos- sino neuronales: síndrome
de burnout -o cerebro quemado-, pandemias de estrés y depresión.

El sujeto de rendimiento surcoreano tiene una de las jornadas laborales más extensas del
mundo, puede sufrir guarosa -muerte súbita por exceso de trabajo- y casi no ve crecer a su
descendencia: llega tarde a casa e invierte gran parte del ingreso en la educación de su hijo.
Si se siente fracasar, al haberse diluido la idea de explotación en la convicción del trabajo
como fiesta y fin último de cada acto de la vida, en lugar de rebelarse, el sujeto se deprime y
colapsa por recalentamiento neuronal: Corea del Sur tiene la tasa de suicidios más alta del
mundo desarrollado. Según Han esto no es exclusivo del Lejano Oriente sino mundial.
[ CITATION Jul19 \l 10250 ]
Bibliografía

Bruno Montano. (s.f.). Obtenido de https://trabalibros.com/escritores/i/17233/56/byung-chul-han

Filco. (13 de junio de 2019). Obtenido de https://www.filco.es/entrevista-en-verde-imaginada-a-


byung-chul-han/

V., M. M. (s.f.). Scielo. Obtenido de http://www.scielo.org.bo/scielo.php?


script=sci_arttext&pid=S2077-33232016000200013

Varsavsky, J. (22 de setiembre de 2019). Clarin-opinion. Obtenido de


https://www.clarin.com/opinion/corea-sur-filosofia-byung-chul-encarnada-rigor-
estudiantil_0_VQB170S0.html

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