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◦Cerca del 92 % del cemento Portland que se produce es del tipo 1, 2 o 3. El tipo 2
está diseñado para prevenir el ataque del sulfato, mientras que el tipo 3 tiene
aditivos para endurecido más rápido.
Consigue los sacos de cemento que necesites, así como arena fina y grava o piedrín.
Necesitarás dos veces más arena y tres veces más grava para realizar una buena
mezcla.
Prepara los accesorios. Estos incluyen una pala y una carretilla de obra. Tienen que
ser ser resistentes porque la mezcla pesará bastante.
Abre el saco de cemento y prepara la arena y la grava que usarás para la mezcla
seca. Puedes usar una pala para medir las proporciones, que son 1 parte de
cemento, 2 de arena y 3 de grava. Ve echando los materiales juntos en la carretilla.
◦Por ejemplo, una carretilla normal puede llenarse con 2 paladas de cemento, 4 de
arena y 6 de grava. Si vas a usar grandes cantidades puedes empezar con 4, 8 y 12.
Mezcla muy bien los ingredientes con la pala y asegúrate de que quede bien
homogéneo. Aunque vas a seguir moviéndolos, es mucho mejor que la mezcla seca
sea uniforme antes de incorporar el agua.
◦Si usas un cubo para ir añadiendo agua, es buena idea ponerle una marca para
controlar cuánta agua vas incorporando. De esa forma puedes llenar el cubo más
rápido con la cantidad que deseas cada vez.
◦El cemento que contiene demasiada agua es la mitad de resistente que el que se ha
preparado apropiadamente. Así que, aunque es tentador añadir el agua a ojo, es
posible que estropees la obra si no lo haces bien. Lee las recomendaciones del
fabricante para añadir la cantidad apropiada de agua.
Añade el resto de la mezcla seca al cemento empapado. Ahora será un poco más
difícil seguir mezclando, pero verás que con un rastrillo resulta más sencillo. Mezcla
todo hasta que el cemento te quede espeso y húmedo pero ya no empapado.
Limpia los utensilios lo antes posible una vez que hayas terminado.
Lo ideal es que un compañero termine de colocar el cemento mientras otro va
limpiando la herramienta, pero si estás tú solo, puedes sumergir en agua la
herramienta para que no se endurezca el cemento pegado en ella. Más tarde puedes
cepillar en húmedo la carretilla, la pala y el rastrillo y cualquier otro elemento que
haya estado en contacto con el cemento para que no se eche a perder al
endurecerse.
◦Vierte el agua con cemento que hayas usado para limpiar en un lugar discreto, ya
que dejará un rastro blanco o matará el césped donde caiga. Es buena idea excavar
un pequeño hoyo, verter el agua en él y rellenarlo de nuevo con tierra.
Consejos
Si tu proyecto requiere más de 1 o 2 carretillas de cemento, plantéate
alquilar una mezcladora portátil en un almacén de materiales de construcción
para garantizar que todo el cemento tendrá la misma consistencia, hacer el
trabajo más rápidamente y no agotarte.
Si tu mezcla no se ve bien, puedes añadir un poco más de agua. Los
problemas más comunes son la cantidad exacta de agua y la cantidad exacta de
cemento.
Consulta las instrucciones del fabricante escritas en el saco de cemento
antes de hacer la mezcla. E posible que encuentres especificaciones diferentes
que debas respetar.
Usa una pala corta para trabajar en el proyecto, ya que una larga es muy
incómoda para mezclar y mover el cemento.
Advertencias
•El cemento fresco quemará tu piel y tus ojos si los expones por mucho rato. Para
tu protección, usa botas de agua, camisa de manga larga, pantalones largos, guantes
y lentes de protección.