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La condición
resolutoria expresa o la tácita aparente cuando consta en el título
escriturario y lleva a la resolución del negocio jurídico, afecta a los terceros
adquirentes. A contrario sensu, cuan'do la condición resolutoria es tácita
oculta, estos es, que no consta o aparece en el título, los efectos de la
resolución no afectan a terceros adquirentes que se consideran de buena fe.
í
Corte Suprema de Justicia
Sala de Casación Civil
Magistrado ponente: doctor Alberto Ospina Botero.
Bogotá, D. E., dieciocho (18) de agosto de mil novecientos
ochenta y siete (1987). .
Procede la Corte a decidir e! recurso de casación interpuesto por la parte
demandante contra la sentencia de 26 de marzo de 1985, pronunciada por el
Tribunal Superior de! Distrito Judicial de Manizales en e! proceso ordinario adelan-
tado por Luz Helena Mesa Escobar en interés de la comunidad integrada por ella y
Cabriela Mesa de Londoño, Beatriz Mesa Escobar, Samue! Alberto Mesa Escobar,
Danilo Mesa Escobar, Esmeralda Rocío, Sandra Marce!a y Carlos Eduardo Mesa
Vargas, de manera principal, y subsidiariamente para la sucesión de Jesús María
Mesa Pérez, contra Cine! Aristizábal Cómez y Luis Conzaga Restrepo Cómez.
ANTECEDENTES
PRINCIPALES
SUBSIDIARIAS
pretensiones", acto escriturario este que sólo fue registrado, ya fallecido e! señor Mesa
Pérez.
d) El precio convenido fue la suma de $720.000.00, de los cuales e! vendedor
declaró recibidos la cantidad de $220.000.00. "El resto de! precio $500.000.00, lo'
pagaría el comprador en Manizales e! día 14 de febrero de 1983 y quedaba garantiza-
do con hipoteca, caución que no se registró por la presentación extemporánea que del
título hizo el señor Cine! Aristizábal Cómez". Se acordó además, que sobre e! precio
que el comprador quedó a deber, éste pagaría intereses a la tasa del uno por ciento
(1%) mensual, por períodos vencidos.
e) Con todo, ocurrió que el comprador, ni pagó los intereses, ni e! resto de!
precio en los plazos convenidos, o sea, que el comprador Cine! Aristizábal Cómez,
incurrió en mora al no haber cumplido con las obligaciones contraídas respecto del
precio y los intereses.
f) El 14 de octubre de 1981,' e! comprador Cinel Aristizábal Cómez, por
Escritura Pública número 337 de la Notaría del CIrculo de Aranzazu (Caldas),
ven?ió a Luis Conzaga Restrepo Cómez e! bien de que trata la demanda.
g) "En e! título, Escritura Pública número 304 de 29 de febrero de 1980, de la
Notaría Cuarta de Manizales, constaba la condición resolutoria derivada de la forma
de pago de! resto de! precio y sus intereses. La Oficina de Registro de Manizales hizo
constar la condición resolutoria aludida tal como se desprende de la anotación 003
de! Folio de matrícula inmobiliaria número 100-0020 853".
h) El bien raíz a que se contrae la demanda y los negocios referidos, fue
embargado en proceso de ejecución adelantado por Silvia Zuluaga contra Luis
Restrepo Cómez.
I1I) Con oposición de los demandados, la primera instancia terminó con
sentencia de 4 de octubre de 1984, mediante la cual se rechazaron las excepciones
propuestas; se despacharon favorablemente las súplicas principales de la demanda,
salvo la reclamación de frutos que fue negada; se ordenó a la parte demandante
restituir al demandado Cine! Aristizábal, la suma de $220.000.00, con sus intereses
legales desde la fecha en que hizo tal pago; y se condenó en costas a la parte
demandada.
IV) Inconformes los demandados con la resolución precedente, interpusieron
contra ella e! recurso de apelación, por lo que e! tribunal le puso fin al segundo grado
de jurisdicción con fallo de 26 de marzo de 1985, por e! cual se revocó el proferido por
el a quo y en su lugar se reconoció la excepción de "inoponibilidad de los efectos de la
. resolución impetrada", propuesta por e! demandado Luis Conzaga Restrepo Cómez
y, consecuencialmente, negó las pretensiones de la demanda.
V) Contra la resolución anterior, la parte demandante interpuso e! recurso
extraordinario de casación y, encontrándose e! proceso en la Corte, resultó destruido
con motivo de los hechos ocurridos los días 6 y 7 de noviembre de 1985, en e! Palacio
de Justicia de la ciudad de Bogotá, lo que dio origen a su reconstrucción y, al efecto la
Corte, por providencia de 12 de agosto de 1986, declaró reconstruido e! proceso
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110 GACETA JUDICIAL Número 2427
Referidos los antecedentes de! litigio por e! tribunal y situado en el campo de las
consideraciones, anuncia que prioritariamente debe ocuparse del estudio de la
pretensión principal, dirigida a obtener la resolución de! contrato de compraventa
celebrado entre Jesús María Mesa Pérez y Cine! Aristizábal Cómez, contenido en la
Escritura Pública número 304 de 29 de febrero de 1980.
El tribunal, en desarrollo de! planteamiento anunciado comienza por destacar,
con apoyo en jurisprudencia de la Corte que e! buen suceso de la acción resolutoria
depende de la presencia en la litis de las tres condiciones siguientes: a) Existencia de
un contrato bilateral válido; b) Incumplimiento total o parcial, del demandado, de las
obligaciones de su cargo; y e) Cumplimiento de! demandante de las obligaciones por
él contraídas o, cuando menos, que se haya allanado a cumplirlas en la forma y
tiempo debidos.
Respecto de! requisito inicial, e! ad quem lo encuentra establecido con la
Escritura Pública número 304, ya reseñada, pues considera que la tacha de irreal o
simulado de! negocio jurídico de venta, formulada por e! curador ad litem de!
demandado Aristizábal Cómez, sobre el aserto de que e! contrato realmente celebra-
do fue de permuta, no goza de respaldo probatorio, por cuanto este último negocio no
fue solemnizado por escritura pública.
En relación con la segunda exigencia de la acción resolutoria, expresa e!
tribunal que en la citada escritura número 304 se pone de presente que se pactó como
precio de la venta la suma de $720.000.00, de los cuales se recibieron por e! vendedor
la cantidad de $220.000.00, y el resto de! precio, o sea la suma de $500.000.00, debía
pagarlos e! comprador Aristizábal Cómez e! 14 de febrero de 1983, en la ciudad de
Manizales, con un interés del l % mensual, por períodos vencidos, sin que el deudor
hubiese acreditado que cumplió con este pacto.
En lo que toca con el tercer requisito de la acción resolutoria, ciertamente se
establece con el contenido de la escritura misma y, por demás, porque las partes no
controvirtieron que el demandante no hubiese entregado o hecho tradición de la cosa
al demandado comprador. "No hay duda, pues, que el señor Cine! Aristizábal
Cómez pudo disfrutar de la posesión pacífica y útil de la cosa que le fue transmitida
por Jesús María Mesa Pérez, mediante la escritura número 304 debidamente regis-
trada".
Enseguida, advierte el tribunal que si bien se dan las condiciones necesarias de
la acción resolutoria, es preciso analizar los medios exceptivos que formuló el
demandado Luis Conzaga Restrepo Cómez, entre los cuales, e! de inoponibilidad de
los efectos de la resolución, planteada con apoyo en los artículos 1933 y 1548 del C.
C.
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LA DEMANDA DE CASACIÓN
Tres cargos formula la recurrente contra la sentencia del tribunal, todos dentro
del ámbito de la causal primera, de los cuales la Corte contrae su estudio al inicial,
por estar llamado a prosperar.
CARGO PRIMERO
b) Con sujeción a los artículos 1933, 1547 Y 1548 del C. C., aparece claro que
en la legislación colombiana las secuelas "de la resolución legal del contrato por falta
de pago del precio, cobijan, no sólo a las partes del mismo, sino también al tercero
subadquirente siempre y cuando la condición 'conste' en el título respectivo inscrito u
otorgado por escritura pública".
e) Que "la condición resolutoria puede constar expresamente en el título, caso
en el cual, cuando la misma se estipula por el no pago del precio en el contrato de
compraventa, toma el nombre de pacto comisario (la lex commissoria de los roma-
nos). Mas este pacto, contemplado en los artículos 1935 y 1937, no es el que interesa
al caso sub judice, no obstante que a juicio del honorable Tribunal en el fallo
acusado, él es el que ha debido aparecer estipulado aquí para el éxito de la pretensión
de la actora.
"El verdadero quid del asunto, no captado en la sentencia enjuiciada, radica en
elucidar si verdaderamente la condición resolutoria, para los efectos de los artículos
1933 Y 1548, puede constar en el título registrado sin que allí aparezca estampada de
modo expreso.
"La Corte Suprema de Justicia, en sentencia que se cita dentro del fallo acusado
(v. fl. 25 vto., cdno. número 3), expresa lo siguiente acerca del punto sub examine:
" 'El artículo 1548 dice que conste la condición, es decir, que no esté oculta, de
manera que para quien lea la escritura no le quede duda de que allí hay una
condición, porque se estipuló un plazo para el pago de parteo del todo del precio; que
se vea a simple lectura que allí hay un evento manifiesto, de percepción inmediata'
(Cas. 19 de enero de 1952, LXXI, 28)".
"Alinterpretar la jurisprudencia transcrita, el ad quem sugiere que allí la Corte
preconiza que la condición debe ser expresa para los fines del artículo 1548. Sin
embargo, nada hay menos cierto, pues al contrario de lo que aventura el honorable
tribunal, lo que la Corte quiso dar a comprender en la ocasión mencionada es que: la
condición resolutoria se aprecia, se nota, se identifica (consta') con apoyo en la
circunstancia de haberse estipulado un plazo -este sí expresamente- para el pago de
todo o de parte del precio. La confusión del honorable tribunal no es jurídicamente
explicable".
d) Que "en el fallo acusado, a vuelta de enumerar las condiciones para la
viabilidad de la acción resolutoriaemanada del artículo 1546 del C. C., las encontró
probadas en el presente caso. Ciertamente, vio que el contrato en realidad celebrado
por el causante Jesús María Mesa Pérez con el demandado Cine! Aristizábal Cómez
fue uno de compraventa de! bien inmueble, contenido en la Escritura Pública
número 304 de! 29 de febrero de 1980, de la Notaría 4' de Manizales (v. fls. vto. Yss.
cuaderno número 3, y 19 y ss., cuaderno principal). También encontró que habién-
dose estipulado en el contrato que e! comprador gozaba de un plazo para e! pago de la
mayor parte de! precio acordado, plazo que se vencía e! 14 de febrero de 1983, ese
comprador Cinel Aristizábal Cómez, no demostró que lo hubiera pagado, por lo
que, dijo, 'necesariamente debe concluirse que se encuentra acreditado el presupues-
to al (sic) incumplimiento del deudor. .. ' (fl. 24, cuaderno número 3). Y, por último,
determinó que la parte vendedora había cumplido con las obligaciones de su cargo, °
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que, por lo menos, ese cumplimiento no había sido materia de controversia dentro
del proceso". .
SE CONSIDERA
RESOLUCIÓN