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ec

ECUADOR
DEBATE 93
Quito-Ecuador, Diciembre 2014

PRESENTACION / 3-6

Coyuntura

Diálogo sobre la coyuntura / 7-22


Conflictividad socio-política: Julio-Octubre 2014 / 23-30

Tema central

¿Cómo eran las huacas?, el lenguaje de la sustancia y de la transformación en el


manuscrito quechua de Huarochirí
Frank Salomon / 31-46
Historiando la crisis de 1859
Miguel Ángel González Leal / 47-62
Llakikawsay, llakiwanuy: la mala vida y la peor muerte de los indígenas en los Andes
del Ecuador (siglos XVIII y XIX)
María José Vilalta / 63-80
Fausto Reinaga y los dilemas del indianismo en Bolivia
H.C.F. Mansilla / 81-98
Infracción electoral y violencia política en la construcción de la ciudadanía de
América Latina. Propuesta conceptual a partir del caso boliviano (1825-1952)
Marta Irurozqui / 99-122

Debate Agrario-Rural

Mutaciones de la agricultura familiar y retos para el desarrollo territorial en los Andes


del Ecuador
Nasser Rebaï / 123-140
2 / Contenido

Análisis

Democracia disciplinaria y participación social. Paradojas de la interacción entre


el proyecto político de la Revolución Ciudadana con la sociedad civil ecuatoriana
Andrés Ortiz Lemos / 141-154
Argentina: de la rebelión del 2001 a un nuevo ciclo de gobernabilidad. Gobierno y
empresas recuperadas
Natalia Vanesa Hirtz, Marta Susana Giacone / 155-170

RESEÑAS

De Yucatán a Chiloé, Dinámicas territoriales en América Latina / 171-178


Historia Agraria y social de Cayambe / 179-182
Tzantismo: tierno e insolente / 183-186
Tema Central

¿Cómo eran las huacas?, el lenguaje de la sustancia


y de la transformación en el manuscrito quechua de
Huarochirí1
Frank Salomon
En el conocimiento de la cultura indígena de Perú ocupa un lugar destacado el texto “Ritos
y tradiciones de Huarochirí del Siglo XVII”, una fuente que ha producido algunas interpreta-
ciones centradas en la religiosidad. Este artículo propone una exploración en la estructuración
semántica del texto dirigida a considerar las categorías de pensamiento. En el lenguaje y los
rituales adquieren un sentido primordial las relaciones entre los seres humanos y las huacas
como lugares sagrados y míticos.

L
os dos verbos más relevantes para relacionada con el término colonial de
los conceptos del ser de los andi- supay, el “demonio”. Este ensayo esboza
nos ya han sido bien estudiados otros usos e implicaciones del léxico del
por algunos investigadores: camay o, ser, la sustancia y la transformación del
dicho de una manera simple, “animar o ser, tal como sabemos de ellos y tal como
impartir una forma y fuerza específicas” aparecen en el único texto disponible que
en el artículo de G. Taylor (1974-1976); y nos llega de una época temprana de la
huañoy o “morir” en el de Urioste (1981).2 colonización. Se presenta en él un sistema
Otras pistas para conjeturar sobre el ser de creencias andino, en un idioma andino:
(being) nos dan los trabajos de Duviols me refiero al texto anónimo quechua, el
(1978) y Taylor (1980) que explican el manuscrito de Huarochirí (de hacia 1608;
upani, o sea, dicho de manera burda, la ver una traducción al castellano en Taylor
“sombra” que, a lo que parece, estaría 1987 y al inglés Salomon y Urioste 1991).3

1 Artículo publicado en: RES: Anthropology and Aesthetics, nº 33, Spring 1998. Traducido del texto en
inglés por Andrés Guerrero.
2 La ortografía es colonial. En este ensayo, el léxico quechua será citado tal como viene en las fuentes,
no sin refonolización.
3 Los relatos en quechua compilados por el doctrinero de indios Francisco de Ávila (1573 (¿) – 1647)
son considerados una fuente primordial para el conocimiento de la cultura y la religiosidad andina. La
historia moderna del texto de Huarochirí tiene que ver con la traducción del quechua al castellano que
hizo José María Arguedas en 1966 titulándolo Dioses y hombres de Huarochirí. Otra edición bilingüe
fue realizada por Gerald Taylor con el título de Ritos y tradiciones de Huarochirí del Siglo XVII (1987).
Frank Salomon y George Urioste han efectuado una traducción al inglés en 1991.
32 Frank Salomon / ¿Cómo eran las huacas?, el lenguaje de la sustancia y de la transformación en
el manuscrito quechua de Huarochirí

Para comenzar, es importante tener pre- dieron en su complejo régimen ritual.


sente que, aunque el libro de Huarochirí El manuscrito otorga suma importancia
aporta orígenes míticos, leyendas y tradi- a la deidad femenina aborigen Chaupi
ciones sacerdotales que son de una extrac- Ñamca que, en cierto sentido, es la con-
ción claramente prehispánica, la lengua traparte de Paria Caca en las tierras bajas.
quechua y las prácticas de escritura en las Si encuadramos los supuestos de que
que fue expuesto hacia 1608 estuvieron los “verbos de ser” que aparecen en el
sometidas a la fuerte influencia de la labor manuscrito quechua corresponden a las
catequista de la Iglesia, cuyo objetivo nociones del ser y del devenir que eran
era transformar “la lengua original de los usuales (en sus campos semánticos) y
Incas” en una suerte de interlengua de los usos que se les daba, surgen regula-
evangelización (Mannheim,1993 Duviols ridades que pueden volverse útiles para
e Itier, 1993). Por consiguiente, los con- interpretar la visión del mundo que está
ceptos del ser (being) que están implícitos implícita en el manuscrito.
en el lenguaje quechua colonial podrían En esta exposición utilizaré a veces
no estar obligatoriamente desconectados la palabra ontología, no porque pretenda
de la amplia discusión filosófica aristo- descubrir categorías ontológicas en el
télica y augustiniana que son el telón de pensamiento quechua, sino más bien
fondo de la evangelización en el Perú. para utilizar las categorías ontológicas
La fuente de información del manus- que nos son familiares en el Occidente
crito quechua es un compendio en múl- como un apoyo para la exégesis textual,
tiples capas superpuestas que contiene volviendo explícitos los atributos que
los testimonios de los comuneros de un creemos reconocer en los asertos andi-
grupo de asentamientos agropastoriles de nos sobre el ser, la sustancia y el cambio.
la cordillera que mira hacia Lima, al este Panayot Butchvarov (1991:490) examina
de los Andes. El manuscrito trae también la ontología, en su sentido aristotélico de
material producido por los investigadores “filosofía primera”, o sea: “el estudio del
nativos cuando editaron los cuentos que ser cua ser; o sea las características más
habían recogido. En los párrafos que necesarias que cualquier cosa debe tener
siguen, muchos de los ejemplos que se para ser considerada un “ser”, una enti-
toma provienen de las primeras fuentes dad (ens)”. El problema de fondo de la
pero también algunos pocos (como los ontología (al menos en las lenguas cono-
títulos de los capítulos y otros más) vie- cidas por los filósofos europeos) es que
nen del material editado. El argumento la gama de las “cosas” que pueden ser
principal del manuscrito tiene que ver sujetos del verbo “ser” –o sea, la gama de
con la manera como un grupo de linajes preceptos que pueden ser reconocidos
de pastores arraigados en la alta puna como dotados de rasgos diferenciados,
que hasta entonces habían sido margi- en base a un fundamento común espa-
nales, fueron avanzando bajo la égida de cio temporal, es en muchos sentidos un
una deidad (Paria Caca) y se adentraron no-conjunto: no manzanas y naranjas,
en los ricos valles de altura media y baja. sino manzanas, sucesos y abstracciones.
Conquistaron a los pueblos aborígenes Las categorías ontológicas corrientes son,
Yuncas y, al mismo tiempo, se refun- en la síntesis de Butchvarov:
Ecuador Debate / Tema central 33

entes individuales (Sócrates, un libro) referentes al ser en una oposición contras-


propiedades (Los sólidos de Sócrates, lo tiva, como si quisiera sugerir que los dos
rectangular de un libro) nombran a los atributos que hacen que
relaciones (matrimonio, la prioridad de cualquier cosa (something) o cualquier
un libro respecto a otro) existente (somebody) esté ontológicamen-
sucesos (la muerte de Sócrates, la publi-
te presente. El primer e importante capí-
cación de un libro)
tulo (ch.1) del manuscrito es uno de los
el estado de las cosas (habiendo muerto
Sócrates, el que un libro esté siendo
cinco que traen un título en español:
impreso) Como fue antiguam[en]te los ydolos...
grupos (el grupo de los filósofos o de y como auia en aquel tiempo los natura-
los libros) les. (Salomon y Urioste, eds. 1991:sec3)
El aspecto que conviene destacar
Los temas de la filosofía occidental aquí es la interferencia del quechua en el
comprenden, por ejemplo, preguntarse idioma español, no me refiero a las reglas
sobre si algunas cosas individuales son “incorrectas” de pluralización, tanto de
“sustancia en el sentido aristotélico, o los nombres como de los verbos, sino
sea, que gozan de perdurabilidad a través más bien al hecho de que el autor pone
del tiempo y preguntarse sobre sus cam- en contraste el “ser” con el “haber” de
bios de propiedades y de relaciones, o si una manera que no tiende parangón
las cosas individuales son temporales”; con los sentidos de su uso corriente en
“si cualquier entidad tiene propiedades español. Si lo hizo así, es porque tuvo la
esenciales; o sea, propiedades sin las necesidad de encontrar una manera de
cuales no existiría”; o sí “las propiedades traducir una distinción entre dos verbos
y las relaciones son particulares o univer- que plantea una presencia ontológica.
sales” (Butchvarov, 1995: 490). Ambos verbos son necesarios para que
Lo que hay implícito en una fuente se pueda presentar a las huacas; vale
no-occidental, como en el manuscrito decir, a los seres suprahumanos, pero
de Huarochirí, ¿nos permite atisbar algún no siendo ninguno de los dos verbos
supuesto sobre problemas de este tipo? semánticamente congruentes con “ser”,
Quizás valga la pena intentarlo y hacer “haber” o “estar”. Nos enteramos de lo
las sugerencias que siguen.4 que son estos verbos en el título de un
capítulo posterior que también trae una
1. Cay y tian están en contraste com- presentación de las huacas. La cita esta
plementario como el ser cualitativo y vez no está embutida en el español:
dinámico versus el ser ubicado
ymanam chaupi ñamca carcam maypim
Podemos comenzar con una observa- tian, o “Como Chaupi Ñamca era y donde
ción sobre el léxico que emplea el escritor está (ubicada)
Salomon y Urioste, ed. 1991: sec.141
del Huarochirí: tiende a situar dos verbos

4 En los párrafos de ejemplos, las referencias van hacia los capítulos del original y están señaladas por
“Ch”, y las referencias siguen el número de la sección, por ejemplo (Salomon y Urioste, eds. 1991:
sec.3) que señala la sección (no la página) 3 de la traducción Salomon-Urioste. Esta modalidad de citas
facilita el cotejar con el original quechua cuyas secciones están numeradas en paralelo.
34 Frank Salomon / ¿Cómo eran las huacas?, el lenguaje de la sustancia y de la transformación en
el manuscrito quechua de Huarochirí

Aquí, cascan y tian se encuentran en Urioste, eds. 1991: sec. 238]. Como un
un contraste complementario. Cascan, verbo auxiliar, combinado a una forma
el primer verbo, concierne a cómo y a de acción (agentive), significa una acción
qué era la huaca, o sea, como actuaba habitual (muchac carca, o “solían adorar”
(acted); el segundo verbo, tian, se refiere [Salomon y Urioste, eds.1991: sec. 7).
a dónde estaba, o sea, dónde se hallaba Fuera de esto, cay junta casos del
ubicada. Al emplear dos tiempos distin- ser por su especificidad (de condición,
tos, la distinción concierne al ser como atributo o identidad) que se manifiestan
actividad versus el ser como una exis- por medio de la acción en el decurso del
tencia ubicada. Esta cita peculiar resalta tiempo. Así se constata, en utilizaciones
lo separable de los conceptos al utilizar como las siguientes:
dos tiempos: la gran fuerza femenina de
Chaupi Ñamca “era”, “actuaba” (acted) ... ymanam casac ñispa tapuspam, o sea
(carcan), dicho en el tiempo verbal del “... preguntando, diciendo ‘como debe-
pasado, puesto que había sido desacra- ré (o deberemos) ser’”
lizada y desactivada antes del tiempo de Salomon y Urioste, eds. 1991:sec. 472
quien pregunta simplemente quiere
los cristianos escribientes. Sin embargo
saber un futuro estado cualitativo de
ella “es” (¿está?), en el momento cuando
bienestar (utilizaciones parecidas hay en
se escribe el manuscrito, todavía “ubi- las secciones 31, 131 y 286).
cada” (tian) puesto que su encarnación
pétrea “está” todavía escondida donde En los textos, lo que es distintivo en
fue enterrada en un sitio preciso: Tumna cuanto al cay, es la tendencia a incluir
Plaza. Un contraste similar está presente significados que pueden ser traducidos
en la sección 14 y 125 del manuscrito. como “actuar” (to act) o “ocurrir” (to
Un ser puede tener ya sea uno o los happen). La forma del perfecto sustanti-
dos atributos, pero con algunas implica- vado del verbo cay, o sea “ser” (cascan),
ciones ontológicas un tanto diferentes. significa “sucesos”, no “entidades”; es
Examinaremos, por consiguiente, cada lo que alguien o algo hizo. Casca puede
una de manera separada. referirse a la suma de las actividades de
Punto 1a: Cay denota el ser cualitativo un ser o a la de sus actividades caracte-
que se manifiesta en la acción. rísticas. Se podría aceptar una acotación
No parece que hubiese ningún ele- remota como la de la “naturaleza” de esa
mento semántico aislado que denotara entidad, sin embargo también las “haza-
la mera existencia, sobre todo, no había ñas”, por lo general, sería un término
un verbo que pudiera ser glosado por ajustado:
“existir”, como opuesto a la inexistencia.
Gonçales Holguín, el mejor lexicógrafo cay cunirayap cascanracmi ñahca vira
colonial, comprendió cay como signifi- cochap cascanman; vale decir, “estas
cando: “ser de essencia o de existencia” hazañas de Cuni Raya (¿”naturaleza”?,
(Gonçales Holguín, 1952 [1608]:668). ¿”identidad”?) casi igualan a las de Vira
Como similares verbos en muchas Cocha.
lenguas, cay puede funcionar como Salomon y Urioste, eds. 1991:sec. 7; ver
una simple conjunción (por ejemplo en también la secs. 1, 126
pim canqui o “quién eres” [Salomon y
Ecuador Debate / Tema central 35

Gerald Taylor, cuidadoso analista nificaban “estar en un estado disponible,


semántico, incluye también el término un estado de inmovilidad”, por ejemplo,
culto, o sea “la interacción religiosa entre de mercancías en venta. Con el “modi-
la gente y los suprahumanos” entre sus ficador dinámico” (Urioste 1973:174)
acotaciones para casca (1987:50-51). -ku, daría tiacoy, o “morar” o “quedarse,
En su segundo sentido, su componen- estar”. En el texto del Huarochirí se lee:
te semántico “actividad” parece más
amplio que lo que conlleva implícito el cananpas sutilla escay runi runahina tia-
verbo “ser” (to be) en Inglés. con; o sea, “dos piedras como así gente
En los títulos de los capítulos citados están (ubicadas) ahí aún ahora”
anteriormente, cada uno hace una pre- Salomon y Urioste, eds. 1991:sec.18;
también secs. 14, 32, 34, 50, etcétera.
gunta implícita: ¿cómo eran las huacas?
La respuesta a esta pregunta de “cómo
Tiay es un verbo que parece acentuar
era [él o ella]” no es una cuestión que
la individualidad en tanto sustancia: la
gire en torno a su condición momentá-
singularidad de la huaca que perdura a
nea ni tampoco en cuanto a los atributos
través de sus cambios y sus vinculacio-
inmutables que se le conceden, sino que
nes. Por lo general tiay expresa la idea
se refiere a toda la historia de las accio-
de la existencia en una ubicación perma-
nes de la persona: o sea, a todo el capítu-
nente y de una firmeza en la forma de un
lo (Caps. 1, 10, en cuanto a los ejemplos
material duro como la roca, o en la forma
citados). Todos los entrevistados dijeron
de una institución (corporation) perma-
casca, el “ser” del actor del Huarochirí,
nente como las aldeas o el sacerdocio.
lo que parece recalcar la noción de
Chaupi Ñamca, de cuyo casca se habla
acontecimiento como un rasgo constitu-
en la forma de un perfecto sustantivado,
tivo de la entidad. En algunos contextos,
es el sujeto del verbo activo tian mucho
las huacas poseen individualidad y pro-
después de que, según parece, había
piedades, sin embargo en otros parecería
finalizado su “aconteciendo”.
que son imaginadas como secuencias de
fenómenos o hazañas de larga duración.
2. Acumulando acción y cambiando de
Punto 1b: Tiay denota al ser situado
ubicación, se modifica la acentuación
En el diccionario de Gonçales
ontológica
Holguín tiay significa “sentarse estar sen-
tado, estar en algún lugar morar habi-
Varios investigadores, mencionados
tar” (1952 [1608]:340). Luego, aporta
más adelante, han sugerido que en la
muchas palabras derivadas que todas
especulación andina la trayectoria de
implican un decreciente estado de cinéti-
todos los seres es básicamente uniforme
co. Por ejemplo, da una frase en quechua
en el decurso del tiempo. Las huacas,
que sería comparable al uso transitivo
tanto como la gente, las plantas y los
(en inglés) de aplacar (algo) (“to still
animales pasan por una gradiente que
something”). Tiaycuchin sonconta (con
va desde un ser cinético, carnal y rápida-
una forzada literalidad se podría referir
mente cambiante hacia un ser estático,
como “hice que su (de él/ella) corazón
duro y lentamente cambiante. Mientras
se sentara”) queriendo decir, “calmar la
más sus acciones son enérgicas y profé-
ira de alguién”. Términos derivados sig-
ticas, más lejos van desde un estado bió-
36 Frank Salomon / ¿Cómo eran las huacas?, el lenguaje de la sustancia y de la transformación en
el manuscrito quechua de Huarochirí

tico suave, pleno de potencialidad, hacia de “conjunto”, siendo la implicación


estados duros cargados de permanencia, ideológica la “realidad” del conjunto
tal como se observa en las montañas formado por cinco unidades políticas
deificadas y otros rasgos de la tierra. Este vinculadas entre sí. En la primera y ter-
aspecto ya fue bastante explorado por cera expresión, se destaca la categoría
Allen y otros investigadores cuyos traba- “relación”; vale decir, lo que está prin-
jos sintetizaré más abajo. A pesar de que cipalmente implicado en la expresión
los mitos hablan de entidades supues- es la tensión metafórica de los vínculos
tamente perennes (seres sustanciales en fraternos entre hermanos humanos (que
el sentido aristotélico de entidades que tienen un orden de sucesión en el naci-
perduran a los cambios de propiedad y miento) y la simultaneidad de un impulso
de relación), sin embargo, es útil tener que no lo tiene: como los polluelos que
en cuenta que referirse a ellos en sus acaban de romper el cascarón, los cinco
sucesivos estados implica connotar tipos grupos son iguales por nacimiento, pero
de seres diferentes en cuanto a categoría; sin embargo, en tanto hermanos, no lo
me refiero con esto al tipo de seres sinte- son. La cuarta expresión, referida a la
tizados por Butchvarov. Esta connotación forma final de Paria Caca (y su tiascan
móvil podría calificarse de un cambio en o ser ubicado acentúa la individualidad
cuanto a la acentuación ontológica. Por y la sustancialidad. El quinto recalca la
ejemplo, se habla del ser de Paria Caca categoría de “acontecimiento” en tanto
con las siguientes expresiones: Paria Caca era un evento; a saber, la tor-
menta roja y la lluvia amarilla. La sexta
5 huevos expresión lo hace también, pero destaca
5 halcones “el estado de la situación”, vale decir
5 “hombres” heroicos que, de manera el estado de Paria Caca luego de haber
colectiva, se los llamaba “los cinco de promulgado un orden social.
él” (pichcantin)
El pensamiento aquí expresado, como
una montaña de dos picos cubierta de
enseñó Aristóteles, abarca la percepción
nieve
tormentas, lluvia roja y lluvia amarilla,
de la experiencia como ontológicamen-
inundaciones y deslizamientos de tierra te heterogénea. Sin embargo, trata este
una persona y una voz [o sea, un orá- tema no a la manera aristotélica que se
culo] anotó anteriormente, o sea, escogiendo
los preceptos según los diferentes tipos
¿Caca, epónimo de qué es? Las tres de realidades que les podemos conferir
primero expresiones hacen referencia a sino más bien organizando la heteroge-
su teofanía en la forma de cinco huevos, neidad ontológica en términos de seres
de los cuales nacieron cinco halcones singulares que unen múltiples tipos de
que se convirtieron en cinco hombres, realidades y que las expresan a través de
cada uno de los cuales sería el fundador variadas manifestaciones.
putativo de uno de los cinco grandes Así pues, en un ser compuesto de
grupos de descendencia que pertenecen, acontecimiento, la acumulación es algo
se supone, a una única entidad étnica que altera el estatuto ontológico por sí
máxima. Así, en las tres primeras expre- mismo. Quienes convocaron al semina-
siones se destaca la categoría ontológica rio, del que proviene este ensayo, pidieron
Ecuador Debate / Tema central 37

a los asistentes que se pusiera atención en 1992). El elemento dinamizador de esta


el concepto de un continuum de maneras cosmología es la circulación y la rela-
de ser, desde transitorias a perdurables. ción de perpetua refecundación entre
Esta idea surge de las observaciones de seres que están ubicados diferencialmen-
Catherine Allen (1982) y George Urioste. te en la acción y en el tiempo. El “alma”
El ensayo de Urioste de 1981 sobre la (que en el documento de Huarochirí se
gradiente de la muerte es, de por sí, una encuentra con la palabra española anima
exégesis de manuscrito de Huarochirí. o espíritu) está visualizada como una
Sus conclusiones fueron desde entonces pequeña criatura volante que, algo así
confirmadas por descubrimientos etno- como una semilla que se separa de una
lógicos (Paerregaard 1987, Valderrama planta moribunda, se aparta de la persona
1980, Salomon 1995). Su argumento es muerta y preserva su vitalidad en un espa-
que, contrariamente a los modelos de la cio sagrado, el Uma Pacha. En los juicios
muerte Euro-americanos, que la enfocan sobre idolatrías algunos de los imputados
como un momento de división sin dura- hablaban de una imagen del Uma Pacha
ción entre el estatuto de “vivo”, antes de como una hacienda donde los espíritus,
la expiración, y luego de la expiración, así como las semillas, pueden volver a
de “muerto”, la noción quechua huañoc retoñar de nuevo hacia la vida. El desti-
(“muriente”) junta entre dos paréntesis a no de las almas es también identificado
los que están por morir con los que han a veces con el origen de los santuarios
expirado recientemente. Los moribundos del grupo del que proviene el narrador,
y los muertos recientes constituyen una recalcando, una vez más, un principio
misma clase de seres, cuya duración se circulatorio. En los grados más altos y
extiende entre los “vivientes” (causac) extremos de la perpetuidad, se refiere a
y las fases del ser como ancestro reve- seres de una importancia prototípica (a
renciado (aya). Se puede pensar esta aquellos cuyas acciones realmente dan
transición como un segmento, en un con- forma a condiciones de existencia) como
tinuum, de una visión más inclusiva de habiéndose solidificado en una materia
la vida y de la muerte. Duviols (1978) y eterna, sobre todo en piedras u otros
Allen (1982), cada uno por su cuenta, han elementos de la tierra. Estos seres que son
subrayado la existencia de una “metáfora los más perdurables proveen, devienen
vegetativa” omnipresente que conecta lo en realidad, en el sentido más literal, el
tierno, lo jugoso y lo húmedo de los seres fundamento del que emergen nuevos
jóvenes (plantas nuevas, bebés) con las seres pasajeros. La dirección más general
características más resistentes pero tam- es hacia un mapeo general de estructuras
bién más secas y rígidas de los mayores congruentes entre las colectividades de
(adultos, plantas maduras) y, por último, los vivientes humanos, la sociedad ances-
con los restos disecados pero perdurables tral o legendaria (cuya sustancia material
de seres que dejaron la vida y fueron con- son los sepulcros y los muertos consa-
servados (conservación de las cosechas grados), formas del paisaje (montañas y
como las papas congeladas-disecadas cursos de agua) y sucesos cosmológicos
o ch’uñu [momias]). De todos los seres, (cuerpos cosmológicos, el clima).
los más permanentes son los elementos Sin embargo esto no conduce a afir-
geológicos como las montañas (Rubina, mar que el mundo de los devotos de
38 Frank Salomon / ¿Cómo eran las huacas?, el lenguaje de la sustancia y de la transformación en
el manuscrito quechua de Huarochirí

las huacas fuese del tipo que reconocía tenían disímiles realces ontológicos, exi-
Bellah (1964), cuando hablaba de socie- gían diferentes obligaciones rituales. Por
dades donde la divinidad está tan próxi- parte de los seres más bajos, suaves y
ma que hasta llega a estar fusionada a la mutables, esas obligaciones (necesida-
sociedad. Aunque la gente, las momias, des) iban desde el modo de acercamien-
las huacas y el cosmos son seres empa- to a los seres predominantes, hasta las
rentados, se relacionan de maneras disí- maneras de acercamiento a los seres más
miles temporalmente y con las leyes de reverenciados, permanentes y poderosos.
la naturaleza. El ser individual que pasa Había una tendencia a que estos acerca-
por el tiempo de los acontecimientos mientos fuesen regidos por un programa
cambia en cuanto a connotación o a la bastante regulado. Los actores eran: 1- al
asociación ontológica. El modo de vida menos un ser sagrado; 2- una persona
de los devotos de las huacas que se des- que negociaba una ofrenda de reciproci-
cribe como típico, se caracteriza por un dad actuando como parte de una colec-
régimen complejo de comportamientos tividad; 3- al menos una persona que
ritualizados que norman las relaciones hacía las veces de un intermediario. La
entre seres de una condición disímil. colectividad y el intermediario se impli-
can en acciones divergentes. La colectivi-
3. La comunicación entre los seres de dad participaba en el ritual en un estado
una posición metafísica u ontológica de exaltada vitalidad y solidaridad; en
disímil se da a través de “pasarelas” a ese ritual se exhiben a sí mismos como
lo largo de la gradiente vital sí mismos y cada vez más así. El alcohol
servía (Saignes, 1987) para liberar gran-
Si se tiene en cuenta que el ritual des descargas de energía social y física y
consistía en una reciprocidad entre seres suscitar un gran apetito. Las invocaciones
de todo tipo, humanos y no huma- a la deidad se hacían en la primera per-
nos, esto implicaba una comunicación sona del plural, en la voz inclusiva, cosa
entre seres de diferente posición ontoló- interesante porque implicaba que la dei-
gica. Los rituales que se describen en el dad a la que se dirigían participaba de la
manuscrito quechua, así como algunos condición y la acción de la colectividad.
ritos etnográficamente observados, que El papel del intermediario es más com-
incluyen continuidades con el manus- plejo, estaría tentado de describirlo como
crito, ambos tienen en común un meta- “pasarelas” a lo largo del continuum del
programa o un escenario genérico para ser/estar (continuum of being) en el que
lograr esa comunicación. los humanos asumen estatus cercanos a
Como se sugirió en el ejemplo de los de las personas suprahumanas a las
Paria Caca, las huacas eran postulados que se dirigen. Estas “pasarelas” por lo
culturales cuya importancia se enraizaba general tienen el aspecto de una muerte
precisamente en el hecho que unían en efímera o un fugaz retorno de la muerte:
una “persona” percepciones heterogé-
neas de la realidad, a saber, sustancia, Abstención (saçiy) de un comportamien-
suceso, categoría y demás. Los atributos to “animado”. Las personas que están
de seres que se encontraban en diferen- por cumplir las obligaciones hacia las
tes puntos del continuum vital y que huacas deben pasar por una preparación
Ecuador Debate / Tema central 39

que requiere un grado leve de alejamien- tiéndose de una piel, o sea, revestidos de
to de la vida cotidiana. Quienes volvían las apariencias externas de animales o
de visitar a la potencia femenina Urpay de gente muertos. Huatay Curi adquirió
Huachac debían abstenerse durante un poderes mágicos, para poder derrotar a
año de actividades sexuales y de ali- sus retadores, convirtiéndose en un gua-
mentación condimentada (Salomon y naco muerto y robando, como guanaco
Urioste, eds. 1991:sec.183) pues esta muerto (tucoy), fuerza a una huaca rival
huaca, a diferencia de otras, no tenía (Salomon y Urioste, eds. 1991: sec. 60).
sacerdote y exigía un contacto personal. El acto más dramático de vestir la muer-
De igual manera, los familiares que tenía te es ponerse el huayo, o sea una más-
que conjurar ritualmente las malas con- cara de piel despellejada de un cautivo
secuencias de un parto de mellizos (a sacrificado y desollado. Dicha piel infun-
saber, debían entregar una muerte para de a quien la porta la fuerza de Uma
compensar la anormalidad de una vida Pacha, la mítica hacienda donde son
en más) añadían un año de abstinencia replantadas y regeneradas las ánimas
a sus ofrendas de sacrificio. Eran los que se van. (Salomon y Urioste, eds.
requisitos para dialogar con Paria Caca. 1991: sec. 322-324, 404). La piel de un
El denominador común de los rituales de animal muerto también confería poder
abstención parece haber sido evitar las a una persona para acercarse al patrón
sensaciones corporales intensas. sagrado o al propietario del animal; era
Dormir (poñoy) y soñando (muscoy): uno de los gestos rituales más comunes.
El humano que duerme es una persona Hoy en día todavía se practica ese ritual
que está retirada temporalmente de la en al menos una de las comunidades de
vitalidad diaria y que entra en contacto Huarochirí. Así, Paria Caca, les entregó
con los seres y los conocimientos no la piel de un gato montes con el fin de
humanos. En el capítulo 5 (Salomon y consolar a su gente de haber perdido
Urioste, eds. 1991; sec: 42) Huatya Curi, una atesorada cofia.
mientras duerme, y se puede suponer Como él había predicho en el festival de
que sueña, llega a saber de la enfer- Chaupi Ñamca, en la comarca llamada
medad que aquejaba al fraudulento Yauri Callinca, apareció en lo alto de un
señor Tamta Ñamca por dos zorros que muro la piel de un bello gato montes
hablan. Este conocimiento sobrenatural moteado. Cuando lo vieron, exclamaron
se iba a volver la semilla de su recíproca alegremente, “¡Es lo que Paria Caca
inversión de roles. Un ejemplo crucial quería decir!” y alzaron la piel del
es el capítulo 21 que está totalmente gato mientras bailaban y cantaban con
dedicado a los sueños y en el que el pro- ella. (Hernando Cancho Uillca, que
tagonista, Don Cristóbal Choque Casa, a vivía en Tumna, estaba encargado de
lo que parece, entra en contacto con su la piel. Pero para ahora, probablemente
difunto (huañuc) padre y entabla un diá- se habrá podrido). (Salomon y Urioste,
logo con la huaca que ese “muriente”, o eds. 1991: sec. 314).
sea, un hombre recientemente difunto,
adoraba.(Salomon y Urioste, eds. 1991: 4. Con el tuco y se expresa el paso entre
sec.248). estados que connotan estatus ontológi-
Adoptar un aspecto de muerto o vestirse camente disímiles
con la piel de un muerto. Es frecuente
que los humanos emprendan un diálogo En algunos párrafos que tratan el tema
importante con los sobrehumanos vis-
de asumir un disfraz mágico, como cuan-
40 Frank Salomon / ¿Cómo eran las huacas?, el lenguaje de la sustancia y de la transformación en
el manuscrito quechua de Huarochirí

do Huatya Curi “se vuelve un guanaco Salomon y Urioste, eds. 1991 sec. 40
muerto”, el verbo empleado es tucoy. Es chapim huanaco tucospa huañusca siri-
una de las palabras más importantes entre conqui, o sea, “ entonces, haciéndose
todas las que significan transformación. pasar por un guanaco...; te hubieras
Puede ser contrastada útilmente con cay, caído muerto”
o sea, “ser”. Tiene un uso de verbo auxi-
Estos ejemplos muestran que el alcan-
liar comparable al de cay, pero subraya
ce semántico de tucoy incluye transfor-
un proceso, como en inglés “get” (en el
maciones de aspecto sin la premisa de
sentido de “llegar a”, o de “lograr”).
que en el “volverse” esté implicado un
ynataccho pinchay casac, o sea, “¿debo cambio de lo que Gonçales Holguín
así avergonzarme?” llama “esencia”.
Salomon y Urioste, eds. 1991 sec. 313 Dado que esta incongruencia ocurre
antiman caracoy tucorcan, o sea, “fue- en un núcleo cercano al de las significa-
ron arrastrados hacia la selva” ciones de la conversión que el cristianis-
Salomon y Urioste, eds. 1991 sec. 9; mo inculcó a personas como el editor/
véase también 228 y 100, un ejemplo compilador del manuscrito quechua, vale
ambiguo decir, a pensar la conversión como un
cambio de esencia, es de por sí ambi-
Como verbo no auxiliar, tucoy abar- guo el lenguaje de “convertirse cristiano”,
ca procesos en los que un ser asume un cuando se refiere a un cambio de religión.
aspecto exterior nuevo. También podría
haberse traducido por “volverse”: huaquin runacunaca christiano tucospa-
pas manchaspallam pactach padrepas
ña paria caca runaman tucuspas; o sea, pipas yachahuanman mana alli cascyta, o
“Paria Caca volviéndose humano” sea, “algunas personas se vuelven/fingen
Salomon y Urioste, eds. 1991 sec. 74 ser cristianos, [dijo] ‘Cuidado, el padre
tuylla pachampitac rumi tucorcan, o puede descubrir lo malos que hemos sido’
sea, “aquí y entonces ella se convirtió Salomon y Urioste, eds. 1991:sec. 134
en piedra”
Salomon y Urioste, eds. 1991 sec. 69 Algo que ayuda a comprender las
razones por las que, en este período,
Sin embargo, tucoy es más inclusivo, hubo tantas arremetidas contra la since-
abarca también, como lo hace, “fingir, o ridad del cristianismo indígena, es saber
pretender ser”: que los conversos andinos utilizaron, en
al menos una de las lenguas que practi-
cay cuni raya vira cochas ancha ñaupa
caban, un aislado semántico (semantic
huc runa ancha huaccha tucopalla purir-
isolate) que clasifica juntas las transfor-
can, o sea, “En tiempos muy antiguos,
este Cuni Raya Vira Cocha acostumbra-
maciones en lo relativo a la forma sin
ba ir recorriendo, haciéndose pasar por tomar en cuenta la “autenticidad” de la
un hombre pobre y miserable” intención. Los españoles católicos pensa-
Salomon y Urioste, eds. 1991 sec. 9 ron que “mintiéndoles” (llollaycuy) era la
ancha yachac tucospa pissi yachascan- manera como los poderes andinos podían
huan, o sea, “pretendiendo ser muy influir en los indígenas. Lo que, a su vez,
sabio, con lo poco que sabía” puede estar influenciado por la noción de
Ecuador Debate / Tema central 41

que las metamorfosis andinas (tucoy) eran animal o, sino, para comunicar con el
engaños; es decir, eran prácticas típicas lugar de los muertos, poniéndose el ros-
de los demonios europeos. Los conversos, tro desollado de un hombre muerto. No
por su parte, pueden haber entendido las existía ese problema, desde el punto de
obligaciones del cristianismo como un vista de los devotos de las huacas, en el
asunto de cambiar apropiadamente de que las “categorías ontológicas” se pre-
apariencia (como se hacía en la devoción sentan como atributos o evidencias de un
a las huacas), en lugar de una cuestión de ser singular en diferentes momentos de
cambiar de “esencia” (un concepto que su existencia. El humano que “deviene/
tal vez no disponían) para, de esa manera, pretende ser” un guanaco muerto no está
participar de las características ontológi- remplazando una identidad real por una
cas acopladas a dichas obligaciones. Ha irreal ya que, ante todo, no se le atribuye
perdurado largo tiempo la aseveración de una humanidad en términos de una esen-
que la gente de los Andes incurrió en una cia inmutable.
doble vida religiosa.
Es todavía una idea presente fre- 5. La jerarquía de la perdurabilidad ver-
cuentemente en las representaciones del sus lo fugaz por lo general representa
cristianismo andino en los medios de ideas recibidas del rango social
comunicación de nivel intelectual medio
que el cristianismo es apenas un “bar- Llegados hasta aquí, la argumenta-
niz” que tapa un auténtico “núcleo” de ción se ha centrado en el punto de vista
cultura indígena americana. Dicha repre- de los actores (emic), se han esbozado las
sentación, junto con sus implicaciones ideas implícitas expresadas en el ritual
subtextuales en cuanto a una intención y en el mito. Estas creencias expresan,
de engaño, se funda (entre otras cosas) desde luego, una orientación hacia un
en no poder comprender las nociones sistema social particular examinado tal
locales sobre la apariencia y la realidad. como sus miembros lo entendían. (Los
Quizás sea uno de los más tristes malen- autores orales de estas historias y el
tendidos, de entre todos los que hubo, en compilador/editor quechua tenían dife-
la formación de las relaciones coloniales rentes puntos de vista del sistema, a lo
entre la Iglesia y la sociedad rural, puesto que parece, los últimos eran conversos
que fue el que más daño causó. Esta cristianos estrictos cortados de la visión
exégesis ejemplifica porque, dentro de la del mundo de los narradores).
esfera de las huacas, se hacían tránsitos Lo que resalta con fuerza en el dis-
hacia seres de una condición más dura- curso que se refiere a los niveles superio-
ble, a su estado duradero, seco y de seres res de la jerarquía social/sobrehumana/
“difuntos”, más cercano a las huacas, cosmológica, es la categoría “grupo/con-
cuando se revestía una segunda piel, una junto” (set), como contrapuesta a “cosa”
apariencia. Por el proceso del tucoy, se o “persona”. Las imágenes centradas en
podía establecer una comunicación que los ancestros, que colocan a los seres
atravesaba las diferentes condiciones del perdurables en una posición ápice en
ser. Por ejemplo, cambiando la aparien- el mundo natural-social, expresan una
cia externa, disfrazándose de un animal ideología que cosifica los procesos de
huaca para entrar en comunión con ese reproducción social de la vida real en
42 Frank Salomon / ¿Cómo eran las huacas?, el lenguaje de la sustancia y de la transformación en
el manuscrito quechua de Huarochirí

agrupaciones segmentadas de parentes- dades más viejas. Las prácticas sociales


co. Un ejemplo corriente es la utilización “cosificaban” en el sentido más estricto
de los términos inca o sapa inca para de la palabra.
identificar a personas que se encuentran Se imagina a los seres que encar-
en lo más alto del “grupo/conjunto” nan los nodos de segmentación de los
(set) que incluye a todos los incacuna, grupos sociales medios y bajos como
las personas vinculadas con el grupo de habiendo sido anteriormente humanos
descendencia del Inca. Así, la utilización o de apariencia humana (humanlike)
epónima de la palabra inca, como el que “endurecieron” por momificación
nombre del dios-rey supremo, denota a y sacralización (enshriment): Tutay Quiri
todo el “grupo/conjunto” de los incas. de los Checa es el ejemplo más elabo-
Es generalizada una estructura similar en rado y, a lo que parece, otro tanto lo es
los niveles bajos, por ejemplo, en varios Ñan Sapa. Se desconoce los orígenes
casos donde, en el Huarochirí, un recién históricos de los mallkis que se suponía
nacido de un hermano/na lleva el mismo que eran la encarnación de los cabeza/
nombre, que es a su vez el nombre de la principales de los tributarios comunes
fratría, de tal manera que su nombre es el (medial taxa). Si se tiene en cuenta el
de una categoría. fervor que les acordaban los parientes,
Cuando, entre las montañas deifica- se puede inferir que miles de sus cuerpos
das, los narradores conferían la supre- debieron haber sido abandonados por
macía a Paria Caca y le atribuían una esos mismos parientes. El fervor por pro-
esencia quíntupla, que se manifestaba teger importantes “madres” y “padres”
por medio de cinco yos (selves), y sus momificados de las agrupaciones colec-
respectivos “hijos”, cada “hijo” siendo el tivas (corporated collectivities), un asunto
ancestro-héroe de una de las ramificacio- que tanto fascinó a los “extirpadores de
nes mayores de la población dominante, idolatrías, integraba el proceso político
se diría que los narradores parecen estar y simbólico por el cual los kurakas atri-
reconociendo y explicando una seme- buían a los ancestros de la principal línea
janza taxonómica (quizás del lenguaje de descendencia (los señores putativos)
tanto como de las prácticas de culto) toda la prosperidad que pudieran lograr
entre poblaciones invasoras diferentes y expresaban a los ancestros las necesi-
y políticamente separadas, pero que se dades que tenía la comunidad. Sabemos
conocían mutuamente y a veces eran por las encuestas de extirpación de ido-
aliadas. (Desde luego, al así hacerlo, tal latrías en los funerales de los señores de
vez se estaban apropiando de un orden Huarochirí (murieron en la época del
de culto a Paria Caca mucho más viejo manuscrito) que el enaltecimiento de los
y multiétnico de lo que alude el manus- dirigentes políticos hacia una primacía
crito (Guaman Poma 1980 [1615]:113, entre los ancestros, se prolongó luego de
185, 264, 268, 329, 335, 884, 915]). la conquista española (Salomon, 1995;
Estos mismos seres ápice existían en la Marzal, 1900; Saignes, 1998).
forma de una materia geológica comple- Por consiguiente, el paso hacia la
tamente endurecida y duradera, inclu- condición de ser perdurable era distribui-
yendo al propio Paria Caca cuando ya fue do de una manera desigual en la socie-
“ascendido” para expulsar a las otras dei- dad, favorecía a las personas por medio
Ecuador Debate / Tema central 43

de las que se trasmitían eficazmente los incluye, a pesar de que idealiza un orden
intereses de la agrupación (corporation) sacerdotal, un principio, el del bribón-de-
de parentesco. Y se podría considerar el miurgo, que introduce relatividad en ese
paisaje en el que estaban desparramados orden, como ha observado Fioravanti-
los sepulcros de los ancestros, las huacas Molinié (1987). Su nombre en el docu-
y los elementos de la tierra deificados, mento de Huarochirí es Cuni Raya Vira
como un mapa completamente naturali- Cocha.
zado de la jerarquía social. De tal forma Según afirmó Rostworoski (1989), la
que, a través de diferentes niveles ontoló- mitad de su nombre (Cuni Raya) es la
gicos, se vivía rodeado de una incluyente de una deidad de tiempos remotos de la
estructura de correspondencias. Costa que se asociaba a las modificacio-
En oposición al idioma de las deida- nes de las formas de la tierra causadas
des más altas, el del culto a los ancestros por el agua. En el árido paisaje de los
sí particularizaba a los tributarios (taxa) en Andes, el agua significa dos cosas: es
personas precisas, sin embargo sus nom- añorada por la fertilidad (por medio de
bres nunca representaron a la totalidad la lluvia o la irrigación) y temida como
de las agrupaciones, como en cambio sí un peligro pues la lluvia se convierte fre-
lo hicieron los nombres ápices de la jerar- cuentemente en huaicos e inundaciones
quía. Su connotación ontológica parece repentinas. Entonces, la persona mítica
caber más bien dentro de la categoría de del agua propende a ser generativa de
“relación”. Eran como hitos (millestones) vida pero también es tramposa, incon-
para medir los espacios del relacionarse trolable y peligrosa. En el manuscrito de
(relatedness). Un hito es una cosa, pero Huarochirí, los engaños de Cuni Raya
es una cosa cuya relevancia consiste en por lo general aparecen bajo la forma de
expresar la relación entre sí y otros puntos la seducción o de la provocación sexual
del espacio. Y la relación llamada una usando artimañas mágicas. Su conse-
“milla”5 no tiene significado salvo en cuencia son los embarazos indeseados
cuanto a espacio que media entre esos (Ch.2) y la fuga con el novio; o sea, unio-
puntos. Así, los ancestros más importantes nes irregulares e impredecibles produc-
se convirtieron no solamente en los mar- tivas de fertilidad, pero de tal forma que
cadores de una relación sino que fueron trastocan las disposiciones sociales y pro-
connotados como conceptos relacionales ductivas normales, como ocurre cuando
de genealogía y de afiliación política. el agua se escapa de todo control.
Como muchos europeos, el compila-
6. A pesar de este esquema, la mitología dor estaba influenciado por una ecuación
incluye centralmente el principio del entre Vira Cocha y el Dios del catolicismo
bribón que perturba la jerarquía del ser contemporáneo, errada pero muy popu-
y la relativiza lar. La capacidad de Cuni Raya de crear,
con un fiat, paisajes enteros, lo cual hace
Una de las características más inte- probablemente alusión a como el agua
resantes del manuscrito es que también puede transformar espectacularmente los

5 El autor hace un juego de referencias entre “mille” (milla) y “millestone” (hito) que no se puede traducir.
44 Frank Salomon / ¿Cómo eran las huacas?, el lenguaje de la sustancia y de la transformación en
el manuscrito quechua de Huarochirí

paisajes, condujo al compilador de las mutabilidad. Cuni Raya parecería ocupar


historias del Huarochirí a imaginar Cuni el lugar de una categoría de por sí. En la
Raya como una deidad creadora similar terminología de la ontología aristotélica,
al Dios cristiano. Por lo tanto, le intri- la “cosa” hacia donde apunta es una
gaba el que no pudiera verificar, en los “situación” (state of affaires) permanente.
testimonios orales que recogía, que Cuni Esta deidad vivaz personifica la fragilidad
Raya tuviera la atribución divina de la de todas las estructuras y categorías, y
prioridad ante los demás suprahumanos. focaliza lo paradójico y hasta el humor.
(Salomon y Urioste, eds.1991: sec.7l, La gente andina (andean person) que se
189, ch. 15). debatía por aprender acudía a su astucia
Cuni Raya Vira Cocha es la excepción evasiva y mordaz como a una fuente
a toda norma sobre las huacas. Aunque de amauta cay, lo que muchas veces se
en algunas secciones del manuscrito ha glosado como “sabiduría” pero que
se dice (como de casi todas las huacas) sugiere fuertemente “discernimiento”
que había petrificado en un determina- (Gonçáles Holguín 1952 [1608]:148).
do lugar (Salomon y Urioste, eds.1991: En Huarochirí los tejedores invocaban
sec.90), una transformación que por lo al demiurgo-tramposo antes de urdir un
general señala el paso de una forma de diseño complejo: “Ayúdame a imaginar-
accionar parecida a la humana hacia la lo, Cuni Raya Vira Cocha” (Salomon y
de la perpetuación, a Cuni Raya se lo Urioste, eds. 1991: sec. 8). Si el manus-
representa apareciendo en todas las épo- crito de Huarochirí sugiere un concepto
cas y en todos los lugares, en los tiempos de sabiduría, éste sería la valorización
primordial, mítico, legendario e incásico. profunda de los atributos del ser que
En el capítulo 14 se explica la invasión Cuni Raya encarna.
española como uno de sus embrollos. En resumen: los narradores del manus-
Por doquiera que interviene, lleva a la crito de Huarochirí no parece que estuvie-
gente a moverse (act) por sus deseos y sen acostumbrados a parcelas analítica-
expectativas normales, aunque lo hace mente separadas de la realidad (categorías
de manera tal que provoca resultados ontológicas como las que se explicitaron al
disruptivos y de cambio. Varias de esas inicio de este ensayo), sino más bien a una
acciones incluyen el “tornarse/simularse” red de conexiones sociorituales con per-
seductor bajo diversas apariencias. sonas que, cada una en su complejidad,
A un cierto nivel, se puede suponer encarnaban y permitían familiarizarse con
que Cuni Raya personificaría las parado- los múltiples atributos del “ser”. Razonar
jas que conlleva la tecnología de la irriga- sobre un problema como el de las rela-
ción. El control “normal” del agua aporta ciones entre una agrupación (por ejemplo
al paisaje esa misma fuerza que muchas un grupo de parentesco institucionalizado)
veces irrumpe, se abre camino y modifi- que “existe” en un determinado sentido,
ca las cosas de manera catastrófica. A un y el problema de personas que “existen”
nivel más general, se podría pensar de en otro sentido, ese razonar no es algo
Cuni Raya como una antihuaca, la gran que esté extraído sino que está expresado
incógnita que hizo posible que el pano- en la interacción de seres que connotan
rama de las huacas incluyera una profun- diferentes tipos de existencias. Por ende,
da perspectiva de lo impredecible y de la problemas usuales sobre entidades como
Ecuador Debate / Tema central 45

el tributo (taxa) o sucesos y personas eran Yamqui Salcamaygua; estudio etnohistórico


y lingüístico de Pierre Duviols y Cesar Itier.
procesados (sin estar conscientes) a través
Centro de Estudios Regionales Andinos,
del idioma de las huacas. Lo que, con Cusco.
desa­ sosiego, el Occidente experimentó Gonçález Holguín, Diego
como la inconmensurabilidad fundamen- 1952 Vocabulario de la lengua general de todo
tal de las porciones experimentadas de el Perú llamada lengua Quichua o del Inca
la realidad (y requirió de un suelo meta- (1608). Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, Instituto de Historia, Lima.
físico para colocarlas juntas), encontró Guaman Poma de Ayala, Felipe
una expresión en estos mitos, como una 1980 Nueva crónica y buen gobierno (1615), 3
disparidad pero al mismo tiempo como vol., ed. John Murra y Rolena Adorno, trans.
una conectividad entre los compartimen- Jorge L. Urioste. Siglo XXI, México D.F.
tos del significado que eran personificados Mannheim, Bruce
1991 The Language of the Inka Since the Spanish
como seres suprahumanos, pero que, sin Invasion. University of Texas Press, Austin.
embargo, en sus manifestaciones, no se Marzal, Manuel M.
limitaban a la suprahumanidad. Es así 1988 “La religión andina persistente en Andagua
como la coherencia del cosmos fue afir- a fines del virreinato”, Histórica 12(2):161-
181.
mada, no en una teoría unificadora, sino
Molinié-Fioravanti, Antoinette
por mediaciones sociales por parte de sus 1985 “Tiempo del espacio y espacio del tiempo
habitantes. Fueron los que pusieron en en los Andes.” Journal de la Société des
vinculación todo tipo de seres; fue el rito Américanistes 71:97-114.
lo que mantenía las cosas juntas. 1987 «El regreso de Viracocha», Bulletin de l’Insti-
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N. de E. Frank Salomon es Profesor Emeritus de Antropología de la Universidad de


Wisconsin; Resident Fellow, Obermann Center, University of Iowa.

Nota del Autor

El tema del ensayo aquí reproducido, actualmente se considera en el campo de la


ontología intercultural. Ocho años después de la publicación, de la obra aquí traduci-
da; el etnólogo Eduardo Viveiros de Castro, despertó gran interés en la ontología ame-
rindia con su artículo “Cosmological Deixis and Amerindian Perspectivism” (Journal of
the Royal Anthropological Institute [N.S.] 4:469-488). El debate sobre las diferencias
entre pueblos, respecto a los fenómenos que acreditan como seres, ha generado en
la última década una frondosa literatura conocida como “el giro ontológico” (onto-
logical turn). Una nueva colección de estudios editada por Tamara Bray y publicada
por University Press of Colorado (The Power of Huacas, 2015) aplica algunas ideas
de los “ontógrafos” a los huacas de Huarochirí, esta vez con un novedoso contexto
arqueológico.

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