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LAURA NADER Ideologia armonica un zapoteca PREFACIO nla primavera de 1957 comencé mi trabajo de campo en las montafias de la Sierra Madre de Oaxaca, México, en un pueblo que todavia se estaba recuperando de un choque entre un pequefio grupo de protestantes conversos y el grupo mayoritario de parroquianos catélicos. Los 4nimos esta- ban enardecidos por la negativa de los protestantes a cooperar con las res- ponsabilidades religiosas y civiles que se esperan de todos los habitantes del pueblo. Los protestantes fueron atacados por los demas habitantes, sus casas fueron incendiadas y el gobierno intervino para restablecer el orden. Se obligé al pueblo a pagar una compensacién y una fuerte mula. Por lo pronto los protestantes pasaron a segundo plano. Pero la amargura segufa all{ y mi lle- gada fue recibida con la sospecha de que mi propésito era evangélico. En toda ocasién se me informaba de la unidad del pueblo. La contradiccién entre conflicto y valores arménicos estuvo presente desde el comienzo. A los fuerefios se les presentaba un frente s6lido, postura nada rara en los pueblos oaxa- quefios sumidos en disputas internas (Paddock, 1975; Dennis, 1987). Basé mi trabajo en los pueblos de Talea de Castro y Juquila Vijanos, donde las personas de habla zapoteca estaban al borde de un cambio profundo. La Comisién del Papaloapan, una agencia gubernamental de desarrollo, estaba encargada de completar una carretera de la ciudad de Oaxaca a Ixtlan, cru- zando las montaiias virgenes hacia la zona conocida como El Rincén, donde estén ubicadas Talea y Juquila. La gente de la regién tenfa la expectativa de un mejor acceso a la capital, pero también temia un contacto creciente y descontrolado debido al sistema carretero en desarrollo, que los abrirfa al “exterior”. Ahora, unos treinta afios mds tarde, se estan volviendo realidad las mejores y las peores de sus preocupaciones: ms rinconeros van y vienen; el gobierno y los intereses comerciales externos tienen mayor control e influen- cia en la vida de los pueblos; se erosionan y reconstruyen las tradiciones culturales locales, y llegan nuevas ideas y valores con los nuevos productos y 13 IDEOLOGIA ARMONICA es la nueva tecnologia agricola. Se ha generalizado el impacto econémico por la creciente dependencia del cultivo comercial del café y quiz4s ms notorios sean los cambios demograficos por la constante emigracién. Durante mi primer viaje de campo me interesé estudiar las consecuen- cias sociales y organizacionales de los asentamientos compactos y dispersos (Schmieder, 1930). Como parte de este trabajo sobre espacio y organizacién social, obtuve una muestra de un mes de casos legales de Talea y, con el anilisis de este material (Nader, 1964b), comencé mi exploracién contextual del derecho zapoteco (Nader, 1964b, 1966a, 1969). Los registros en el juz- gado eran ricos en informacién sobre relaciones de poder y sobre los valores que los taleanos luchaban por defender. Regresé en 1959 y 1960 para cum- plir tres meses de intensa investigacién de campo sobre cuestiones de dere- cho y control social que me Ilevarfan mucho més allé del juzgado. A finales de los cincuentas y en los sesentas habfa pocos etnégrafos jurfdicos (Nader, 1965a), y en las ciencias sociales y en el derecho habfa poco interés por la “resolucién de las disputas”. Cuando Duane Metzger y yo colaboramos para analizar el derecho en aldeas ind{genas (1963), la litera- tura sobre el tema era virtualmente inexistente para México. Recuerdo cuan- do E. Z. Vogt, de la Universidad de Harvard, me escribié solicitando mis primeros articulos porque su alumna Jane Collier estaba interesada en estu- diar el derecho de los zinacantecos de México. Pocas universidades de Esta- dos Unidos formaban alumnos en el estudio antropolégico del derecho. Sin embargo, para los afios sesenta los criterios para las etnografias juridicas ya estaban fuertemente asentados en un modo empirico basado en las publica- ciones de Malinowski (1926), Llewellyn y Hoebel (1941), Gluckman (1955), Bohannan (1957), Pospisil (1958), Moore (1958), Schapera (1959) y Gulliver (1963). Desde entonces, las etnografias jurfdicas de sociedades no occiden- tales han sido ricas en descripciones y atin son pocas (Koch, 1967; Fallers, 1969; Collier, 1973; Starr, 1978; Rosen, 1984; Moore, 1986; Williams, 1987). En este libro analizo datos recolectados con técnicas de participacién, obser- vacién y entrevista. Uso principalmente casos de disputas: casos observados en el juzgado que me fueron reportados, que estaban registrados en los archi- Vos, filmados 0 evocados hipotéticamente. Segui algunos casos més alla del juzgado, dentro de la comunidad, utilizando evocacién directa e indirecta. 14 PREFACIO Para el muestreo lancé una red amplia. Con la ayuda de asistentes taleanos y estudiantes, tomé muestras de los casos recibidos en el juzgado durante los trece afios transcurridos entre 1957 y 1969, mientras recababa los casos que podia bajo cualquier circunstancia fuera del juzgado. Este libro incluye lo que ha surgido del andlisis de un espectro completo de material de campo sobre los zapotecos de Talea, del que sélo una parte habfa sido publicado anteriormente. El libro se ha beneficiado con estudios més recientes realizados en Berkeley acerca del juzgado distrital de Villa Alta (Parnell, 1978a, 1989) y con la investigacién sobre las estrategias de adapta- cién de inmigrantes zapotecos en la ciudad de México (Hirabayashi, 1986). También se ha beneficiado del estudio comparativo sobre resolucién de con- flictos realizado por el Berkeley Village Law Project (The Disputing Process, Nader y Todd, 1978) y del Berkeley Complaint Project (1970-80), que tra- bajé sobre denuncias econémicas por productos y servicios en Estados Unidos (No Access to Law; Nader, 1980). Little Injustices (Nader, 1981), una pelicula producida por el Public Broadcasting System como parte de su serie Odyssey, recoge una parte de este material. Las experiencias de campo fuera de la regién zapoteca y una visita a Talea en enero de 1988 han resultado invaluables para entender la transformacién social a través del derecho. La perspectiva que resulta de utilidad para comprender el microcosmos se complementa con una perspec- tiva comparada de las ideologias que han tenido un efecto mundial en la evolu- cién local del derecho (Nader, 1989a). En antropologia, las nuevas formas de conocer Ilegan por oleadas, cuando podrian aprovecharse de manera simulténea. Los evolucionistas se concentraron en los cambios en el derecho a escala global (Maine, 1861), y los estructural-funcionalistas examinaron a las comunidades como microcos- mos de actividad social interconectada como si fueran aut6énomas y des- conectadas de las redes globales (Gluckman, 1955; Bohannan, 1957). Los interesados en los procesos, en el poder y en los sistemas miiltiples, se cen- tran en el individuo activo, mientras que aquellos interesados en la légica cultural interna de la disputa, agregan atin otra dimensién —todos éstos y otros mds estan reflejados en las formas de conocer empleadas por los antrop6logos (ver también Nader, 1979; Salzman, 1988). 15 IDEOLOGIA ARMONICA Este trabajo utiliza los enfoques etnogrdfico, comparado e hist6rico para revelar cémo la organizacién social en general, y la organizacién social del dere- cho en particular, se relacionan con el control, con el poder relativo y con la autonomfa a lo largo de un extenso periodo de colonizacién. Es la historia de lajusticia y del control por medio de los usos de la armonfa. Parece obvio que la logica de la disputa depende de condiciones que evolucionan a lo largo de extensos periodos de tiempo. Aunque una buena parte del libro se centra en las disputas dentro del juzgado, conocer algo acerca de cémo actiian y piensan los zapotecos en rela- cién conel derecho y la controversia requiere de la etnograffa, un método que no afsla lo judicial del resto de la actividad y las organizaciones de control social, ni de la estructura social més amplia. Desde el comienzo no me ha intere- sado el derecho como un sistema social y cultural aislado, aunque puede ser instructivo estudiar la idea del derecho como auténomo —una forma de con- trol hegemé6nico (Gordon, 1982). El trabajo de Malinowski con los habitantes del archipiélago Trobriand en el Pacffico (1926), un pueblo sin juzgados, fue una primera reconsideracion del lugar del derecho en la vida social e, indirectamente, una critica ala idea occidental de un derecho auténomo. Siguiendo la linea de Malinowski, bus- qué los principios de asociacién que ordenan y desordenan la vida social (Malinowski y de la Fuente, 1982). Los estudios de sociedades con juzgados requieren comprender el derecho como un sistema vinculado inextricablemente con la vida social. El estudio del derecho debe ser algo més que la descripcién de un sistema ideal y auténomo para manejar lo bueno y lo malo. Hay una din4mica que debe entenderse, unas veces por medio de la transformacion de instituciones sociales, otras por medio de individuos activos, o como resul- tado de nuevos sistemas de pensamiento. Colson (1953) ya habia atraido nuestra atencién hacia los procesos del control social usando casos extendi- dos de disputas, pero la explicacién requiere comparaciones. La explicacién por medio de comparaciones ha sido fundamental para la antropologia. La historia produce explicaciones espectficas, pero varias historias llevan a la comparacién y a la comprensi6n general. Lo especffico y lo general se entretejen y cada uno alimenta al otro. Un exdmen de los patro- nes de uso en contextos distintos, ha producido la idea de que el derecho 16 an PREFACIO. varia inversamente con otros tipos de control social (Colson, 1953; Black, 1976). Y las comparaciones controladas han sido Gtiles para delinear la rela- cién entre forma jurfdica y morfologia social (Nader, 1965a): la distribucién de las personas en grupos o redes acttia como restriccién al desarrollo de foros para la resolucién de conflictos. Mas tarde las comparaciones pasaron su centro de atenci6n de la estructura social a la relacién entre los elementos del proceso de disputa y al estilo de la disputa (Nader, 1969b). El interés por elestilo de los procedimientos jurfdicos, por el modo de expresién, derivé de Ja filmacién de un juzgado zapoteco en acci6n (To Make the Balance; Nader, 1966a). Me estaba ocupando de dimensiones tanto culturales (El Guindi, 1973) como sociolégicas, buscando especificar aquéllo que genera el estilo de resolver el conflicto. En este libro utilizo la comparacién para entender la variacién interna y la difusién global de las ideas jurfdicas que forman el nficleo de los estilos judiciales. La variacién puede explicarse primero dentro de una sociedad, como la de los zapotecos taleanos, y luego entre sociedades de distintos continentes, pues suele ser cierto que “cuanto mAs sabemos de etnohistoria, tanto més claramente emergen ‘su’ historia y ‘nuestra’ historia como parte de la misma historia” (Wolf, 1982:19). Es en este punto que el interés por comunidades pequefias y aparentemente aut6nomas da lugar a la comparaci6n entre comu- nidades aparentemente aut6nomas (Nader y Todd, 1978) y luego a un interés por la difusién de ideas pertinentes al derecho, proceso que nos presenta a nosotros como parte de la misma historia que la de los zapotecos contemporé- neos y que cuestiona el grado en que cualquier comunidad puede ser tratada como auténoma. El andlisis de Talea cobra fuerza cuando lo particular se coloca en un contexto global, donde el cristianismo y el colonialismo asf como las resistencias y adaptaciones ante estos movimientos globales, se incorporan y aplican a una comprensién més amplia de los zapotecos (Young, 1976; Laviada, 1978). En antropologfa se ha intentado trascender los limites del microcosmos. Sir Henry Maine (1861) se afané por entender en dos civilizaciones el efecto que tenfa sobre el derecho, la transicin de la sociedad basada en el paren- tesco, a la sociedad basada en el territorio. Mas recientemente, Jane Collier (1973) examiné el derecho y la politica entre los zinacantecos de México y 17 IDEOLOGIA ARMONICA. Sally Falk Moore (1986) analizé la transformacién social y econémica de los chagga de Tanzania, quienes cambiaron radicalmente el contexto en el que se utilizaba el “derecho consuetudinario”. Carol Greenhouse ( 1986) tam- bién trascendié la comunidad local para entender cémo los acontecimientos hist6ricos de la guerra civil afectaron draméticamente la forma en que se per- cibe actualmente la disputa entre los bautistas de Georgia que buscan justicia con sus oraciones. La bisqueda de configuraciones culturales, de coherencia cultural, me inspir6 a pasar de lo local a lo global. Para entender el significado de la armo- nfa en una poblacién que promueve pleitos judiciales persistentemente, tuve que buscar en la literatura histérica del periodo colonial datos sobre las practicas misioneras y civiles en relacién con el derecho, y tuve que buscar enolras partes del mundo informacién sobre la interaccién colonial y actual en- tre los cristianos misioneros, el neocolonialismo y los procesos de disputa. La distribucién mundial de las ideas cristianas de armonia y la forma en que los valores arménicos eran y son usados en distintos escenarios, requirieron una aguda visién comparativa y entendimiento de la difusién de los sistemas de ideas y de las ideologfas de control. E] aislamiento de los zapotecos serranos es sélo relativa; son parte del mundo més amplio. Los habitantes actuales hacen peticiones especiales para que se envien a su regién médicos que tengan que hacer su servicio social, acogiendo asf ideas individualistas acerca de la curacién. Grandes ndameros de taleanos se fueron a Estados Unidos de braceros durante la Segunda Guerra Mundial, y los que regresaron utilizaron sus ahorros para comprar cafetos e iniciar el primer cultivo comercial a gran escala de la era moderna; el concep- tode excedente los conecté con los mercados mundiales de café, En compara- ci6n con otros pueblos indigenas de México, la posicién de aislamiento geo- gréfico de los rinconeros les ha permitido controlar parcialmente el grado, tasa y forma de contacto con el exterior. Han ocurrido numerosas intrusiones en los dltimos siglos de colonizacién y desarrollo, Llegan sacerdotes cat6licos ¥ misioneros protestantes, maestros, recaudadores de impuestos, jueces, agen- tes de desarrollo ¢ industriales, con o sin invitacién. Mucho después de que Se van, sus ideas permanecen. 18 PREFACIO. En 1524 los ancianos del Rincén hicieron contacto con soldados espa- foles y misioneros cristianos. Los sistemas de ideas cambiaron con los recién Iegados, quienes a fin de cuentas estaban ahf para convertirlos y explotarlos. La Corona gasté grandes sumas para apoyar las misiones. Habfa dos tipos de eyes y de juzgados: los sagrados y los seculares. En los pueblos de conversos del siglo xvi, el clérigo “administraba justicia, decidia cuestiones de suce- sién, distribuia los bienes de los difuntos entre los varios herederos... Los misioneros se volvieron asf verdaderas autoridades politicas” (Ricard, 1966:139). En las regiones alejadas, los misioneros itinerantes influyeron sobre el pensamiento y comportamiento locales. Desde el momento en que las politicas de la Corona crearon comunidades indfgenas con sus juzgados, el derecho se ha utilizado como herramienta de control politico para derrocar la insurgencia y las revueltas. La colonizacién que comenzé hace mas de cua- trocientos afios, continda actualmente (Whitecotton, 1977). El choque actual de tradiciones legales en la Oaxaca rural, es un cho- que enttre la tradicién legal espafiola arraigada en los ideales de armonia cris- tiana del siglo xv! y la forma juridica opuesta del estado nacional. Los habi- tantes del pueblo tienen una larga historia de relaciones con el juzgado distrital: las multas pagadas a la tesorerfa del pueblo de Talea se traducen comanmente en obras pablicas para el bienestar colectivo, mientras que las “multas” pagadas en el juzgado distrital de Villa Alta generalmente benefi- cian a las autoridades del distrito; las audiencias locales se orientan hacia la compensacién de victimas 0 reconciliacién de los adversarios, y una ideolo- gfa arménica permea los encuentros entre autoridades y las partes, mientras que el derecho del estado, tal y como se practica en el juzgado distrital, se concentra en el castigo mds que en la compensacién. Son de lamar la atencién otras observaciones del derecho estatal y local: las audiencias locales son el resultado de la participacién y acceso abierto, y la actividad se define fuertemente por la accién de demandantes y deman- dados; las audiencias estatales resultan de una definicién profesional de lo que es pertinente, con base en un ideal de aplicacién equitativa del derecho hacia todos. El acceso al juzgado local depende del namero de personas que estén esperando antes de uno; a nivel estatal a veces est4 limitado también por el contenido del caso y por la posibilidad de pagar un abogado u otro 19 IDEOLOGIA ARMONICA intermediario. La estructura y accién se reflejan en distintos sistemas de pen- samiento a nivel local y estatal. Los juzgados estatales han llevado algunos beneficios al Rincén. El més obvio es el papel de tercero que juegan en conflictos y faccionalismos al interior de un pueblo o entre pueblos. Su potencial como valvula de seguri- dad ante los abusos de poder locales es otra funcién importante. Al mismo tiempo, el estudio de Hunt y Hunt sobre un juzgado distrital oaxaquefio (1967) y el trabajo de Parnell sobre el juzgado distrital de Villa Alta (1978a, 1989) indican que los juzgados distritales discriminan: aplican la ley al pie de le letra a los indigenas y una “ley” situacional mds cémoda a los mestizos, més parecidos a ellos. Por otra parte, el ciudadano inocente 0 enojado que ne urre al juzgado distrital en busca de una mediacién o aplicacién imparcial de la polftica local, a menudo no se da cuenta que la riqueza de su oponente es un factor decisivo. El mantenimiento de la autonomia utilizando prdcticas juridicas loca- Jes, ha estimulado en gran medida la solidaridad e involucién legal de los pueblos (Parnell, 1978a). La autonomfa local se ejerce por medio del dere- cho, y las précticas legales consuetudinarias han evolucionado a lo largo de los dltimos siglos de colonizacién. Los zapotecos son un pueblo préctico que desarroll6 una civilizacién con una sofisticada divisién del trabajo mucho antes del contacto con los espafioles. Su panteén inclufa un conjunto de dio- ses encargados de la administracién de justicia, Bajo el régimen extranjero, los Zapotecos continuaron igualando el derecho consuetudinario con la arnt nistracién local. Asf, cuando se prefiere el derecho local, se hacen convenios entre las partes, porque “no hay convenio donde hay leyes”, Cuando no hay acuerdo, pasan el caso al juzgado y hacen un careo, perolos zapotecos taleanos Prefieren lograr acuerdos. En la mente de los taleanos la resoluci6n adminis- a esta separada de la resolucién judicial, y la administrativa es preferi- ones basado en un derecho ajenoa las condiciones socia- Otro mecanismo por medio del cual ha evolucionado el derecho local ¢s la junta o asamblea del pueblo, a la cual determinantemente no fui invi- ioe Es en la junta donde los zapotecos discuten sus relaciones exteriores y londe se establecen y debaten las normas locales, generalmente en zapoteco, 20 PREFACIO. Es en Ja junta donde los hombres deciden que el castigo por las violaciones Jocales de la ley estatal seré compartido por todos los habitantes cuando juz- guen necesario oponerse a dicha ley estatal. Esta btisqueda de unidad y rela- ciones armoniosas ha impedido la devastacién que de otro modo podria resul- tarde la interacci6n del derecho estatal y local. Si no hubiera ningin principio de unidad ante los fuerefios —unidad que apoya el patrén de culpa y de cas- tigo compartido ante las infracciones de la ley estatal—, el Rincén zapoteco al igual que el valle zapoteco siglos atrés, estaria en desorden (Gay, 1881). Mientras el pueblo mantenga su casa en orden, hay una interferencia minima. El poder judicial oaxaquefio ha propiaciado el laissez-faire en sus politicas judiciales referentes al distrito de Villa Alta. Varios altos magistrados estatales me informaron que el poder judicial reconoce una correlacién entre la inter- vencién del sistema legal estatal y un mayor indice delictivo en las zonas alejadas. Mientras no haya conflicto de intereses entre los niveles estatal y local, probablemente continuard esta politica de “vive y deja vivir”. Sin embargo, amedida que desaparece el aislamiento geogréfico y se desarrolla una econo- mfa completamente monetarizada, cambia el panorama y los profesionistas del derecho comienzan a participar en el derecho a nivel local. Una consecuencia de la profesionalizacion en las culturas de origen europeo, ha sido la segregacién entre profesionistas y clientes potenciales, En los afios sesentas se titulaban unos treinta abogados cada afio en la facul- tad de derecho de la Universidad Benito Juérez de Oaxaca, pero en todo el estado no habia més de docientos abogados ejerciendo. El resto emigraba ala ciudad de México a trabajar en despachos. La gente se va a las ciudades porque quiere ascender, y ascender impide regresar a las 4reas rurales, que se estén desnudando de gente. Un presidente del Tribunal Superior de Justi- cia de Oaxaca noté que ser asignado a un lugar como Villa Alta es como un castigo y muchos funcionarios prefieren renunciar a ir alla. Los profesionis- tas calificados no frecuentan las zonas rurales y en Villa Alta a menudo estén vacantes los puestos de juez y ministerio pablico, siendo secretarios locales con experiencia judicial quienes los ocupan, por falta de juez 0 agente de ministerio ptiblico formados en Oaxaca. Reina la autosuficiencia local. De hecho, los habitantes tratan de resolver sus problemas sin recurrir al juz~ gado distrital, eviténdolo intencionalmente. El contacto entre dos sistemas 21 IDEOLOGIA ARMONICA legales, cada uno con una orientacién distinta, da lugar a una situacién donde cada sistema trata de funcionar en exclusién del otro. Como lo expresé un presidente del Tribunal, “el derecho indigena esté orientado a satisfacer las necesidades de subsistencia, mientras que el derecho estatal debe perse- guir la motivacién de la ganancia y de la acumulacién de capital. El sistema estatal, dijo, es mds centrista, mds individualista y menos orientado hacia la comunidad.” Entre los zapotecos taleanos el derecho local opera en el contexto de la organizacién social del pueblo. La relacién entre el juzgado local y los habi- tantes es de interaccién mutua, y mientras los ciudadanos de este pueblo participen activamente en el juzgado, estén definiendo su agenda y la direc- cién del derecho. Sin embargo, entender la dindmica jurfdica en un pueblo requiere comprender el sistema social que esta mAs alld del Rincén. La polf- tica econémica mundial est4 presente en el pueblo junto al sistema local e inmersa en él. Mi interés por el juzgado de Talea se basa en la interaccién de relaciones sociales locales y tradiciones difundidas a nivel mundial, interaccién que se da en la construccién del derecho por medio de la ideologfa arménica. El plan del libro es sencillo. En la parte I, después de presentar los esce- narios locales de disputa en los cuales la armon{a juega un papel importante, me ocupo de las organizaciones de control social y resumo el contexto geo- grafico, econémico, histérico y politico en el que se ubica el derecho. En la parte II describo el juzgado zapoteco, sus autoridades, usuarios y estilos de los enouentros judiciales. La parte II] trata de la sustancia del control cultural que rodea las denuncias relacionadas con género, propiedad y gobierno. Finalmente, en la parte IV, por medio de la historia y la comparacién, planteo la hipétesis de que la ideologia arménica ha sido una parte importante de la transformacién social a través del derecho en la colonizacién occidental de tipo politico y religioso, asi como una clave de los movimientos contrahege- ménicos de autonomfa, Las fuerzas hegeménicas que buscan la pacificacién y resocializacién se vuelven las fuerzas de resistencia y ajuste. Este libro ha sido escrito a lo largo de muchos afios y por lo mismo ha sido un placer intelectual. No tenfa apuro por escribir una obra que enca- jara con el dltimo capricho de la antropologfa. En cambio, he podido incorporar 22 PREFACIO. Ja riqueza de entendimiento que llega con cada nueva contribucién: los estruc- tural-funcionalistas, el interés por el proceso y el poder, un estilo reflexivo que ha obligado una consideracién del paradigma y el lugar de la antropolo- fa critica, las teorfas de los sistemas mundiales y la comprensién derivada de entender el control tanto cultural como social. Aun mas que otras disciplinas, Ja antropologfa no deberfa estar obstaculizada por escuelas de pensamiento 0 por subdivisiones, Cuando comencé mi andlisis lo que me fascinaba era el derecho como control social. Al concluir este trabajo, mi atenci6n se ha ido hacia el derecho como medio de control cultural e inseparable de la coloni- zacién politica y religiosa. Nuestra comprensién del control ideal hegem6nico debe estar vinculada con nuestro conocimiento del control social o institu- cional. En lugar de la adherencia a una escuela particular de teorfa social 0 cultural, en los afios noventas seré una aproximacién compuesta, lo que aumen- taré el poder del andlisis antropol6gico del microcosmos en un sistema global. 23 CAPITULO I. INTRODUCCION uando comencé mis estudios sobre los zapotecos del pueblo de Talea, en México, me llamé6 la atencién el papel de los juzgados en los sistemas de control cultural y social, un problema que hasta entonces no habfan estu- diado los antropélogos. Para explicar lo que estaba observando y su particulari- dad, recurri a la comparacién con otras comunidades y me pregunté: ¢Por qué los zapotecos de Talea contienden con tanta frecuencia, en comparacién con otros grupos indfgenas americanos e incluso en comparacién con otros gru- pos que he estudiado, como los shia del sur de Lfbano? Cuando quise explicar la ideologia taleana de la armonfa (aparentemente contradictoria con la alta tasa de litigios) me result6 dificil encontrar la respuesta en las condiciones particulares del pueblo sin considerar fuerzas externas, fendmenos de gran escala que habfan afectado a Talea. Las ideologfas asociadas con la armonfa pueden haber acompafiado al colonialismo y la expansién paralela de las misiones cristianas occidentales; macroprocesos que, como se ver4, utilizan tanto el conflicto como la armonfa como procesos de control en las disputas. Los perfiles de los juzgados y su uso en Talea tenfan que situarse en una perspectiva comparada ¢ histérica. Los zapotecos observan que “més vale un mal arreglo que una buena pelea”, éPor qué? Mi investigacién sugiere que los modelos de compromiso y, de manera mds general, el modelo de la armonfa, son ya sea estrategias polf- ticas contrahegeménicas usadas por grupos colonizados para protegerse de invasores poderosos 0 estrategias hegem6nicas usadas por los colonizadores para defenderse de subordinados organizados. En el caso de los zapotecos de Talea, he Iegado a la conclusién de que su tradicién arménica tiene origen espafiol y cristiano, idea que me lleva a proponer que los usos de la armonia son politicos. Los estilos legales son un componente de la ideologia politica, que vinculan armonfa y autonomfa o armonfa y control. 25 IDEOLOGIA ARMONICA Los rasgos estilfsticos del juzgado taleano tienen algo en comtin con los modelos presentados por antropélogos y sociélogos sobre pueblos de otras partes del mundo, a pesar de las grandes diferencias organizativas y cultura- les. James Gibbs (1963) observé un modelo de armonfa cuando estudiaba lo que consideraba un proceso terapéutico de solucién conciliatoria de disputas entre los kpelle de Liberia, en Africa. Otros, como Gluckman (1955), Bohannan (1957) y Gulliver (1963), también habjan notado la influencia de modelos de conciliacién o sensatez entre los pueblos africanos que estudiaron. Yo publi- qué un trabajo acerca del modelo arménico (que no debe confundirse con la mediacién) entre los zapotecos (1969b). En otras partes otros han observado cambios en los modelos legales preferidos. Con el desarrollo de los nuevos estados nacionales, el modelo arménico estaba siendo reemplazado por el modelo opuesto para la reso- lucién de disputas (ver Nader y Todd, 1978). Aubert (1969) reporté que Noruega se habia acercado al modelo arménico y alejado del modelo adversativo opuesto con el surgimiento del estado providencia. Una década después, so pretexto de una resolucién alternativa a las disputas, el modelo arménico ya estaba sustituyendo al adversativo en Estados Unidos (Nader, 1979, 1980, 1989; Abel, 1982). éEstos cambios en los modelos legales eran fortuitos o eran parte de un proceso comin? En este libro planteo la armonia como un componente inherente a las organizaciones sociales y a las ideologias que evolucionaron como consecuen- cia de las politicas coloniales de tipo politico y religioso. Reconozco que la armonia puede darse en muchas formas, que puede ser parte de una tradicién local o parte de un sistema de pacificacién que se ha difundido por el mundo junto con el colonialismo occidental, las misiones cristianas y otros sistemas de control cultural a gran escala. Al parecer, los componentes bdsicos de la ideolo- gia arménica son los mismos en todas partes: un énfasis en la conciliacién; un reconocimiento de que la resolucién del conflicto es inherentemente buena y que lo contrario —la continuacién del conflicto 0 controversia— es malo 0 disfuncional; una concepcién del comportamiento armonioso como més civili- zado que el comportamiento de disputa; una creencia en que el consenso tiene més valor de supervivencia que la controversia. La ideologia arménica puede ser poderosa incluso cuando contradice las realidades comunes de la disputa. 26 INTRODUCCION La tesis central de este libro es que la ideologfa arménica en la Talea actual es tanto un producto de casi quinientos afios de encuentro colonial, como una estrategia para resistir la hegemonfa politica y cultural del estado. La relacién actual de la ideologia arménica, la solidaridad local y la resisten- cia estan inmersas en la organizacién social de la comunidad local y refleja- das en el funcionamiento de sus juzgados. La organizacién social de Talea promueve el orden impidiendo la fragmentaci6n o divisiones en las relaciones individuales y de grupo. La ideologia arménica en Talea promueve la soli- daridad local. La ideologfa de las relaciones armoniosas puede explicarse como conse- cuencia de un tipo de organizacién social local y como resultado del contacto que han tenido los zapotecos desde la Ilegada de los espafioles. Talea ha estado geogréficamente aislada por largos periodos y durante mi primera estan- cia estaba comunicada por telégrafo. Las Iineas telefénicas interrumpidas durante la revolucién mexicana no se habfan repuesto y no habja radios. Quizés como resultado de esto Talea se distingue de muchos lugares estu- diados por los antropélogos. Es un lugar donde el sentido de comunidad es fuerte a pesar de los encuentros desiguales con los regimenes coloniales o estatales, La involucién legal es efectiva porque los terceros locales compar- ten normas y valores con sus contendientes, que son participantes plenos del sistema judicial. Los juzgados locales ofrecen modelos tanto de juzgado como de negociacién y manejan proporciones sustanciales de las disputas de una manera que no choca con el estado. En Talea las élites politicas compiten exitosamente con los agentes estatales, conservando la solidaridad local y la identidad cultural, en parte por su ideologta arménica. Los habitantes de Talea trabajan juntos para crear y mantener una identidad local efectiva ante el estado. Con una eficacia admirable, los actores juridicos locales monopolizan el control social institucionalizado. Politica colonial espafiola La dimensién contempordnea es parte de un proceso que comenzé en el siglo Xv. La politica colonial de la Corona espafiola en el siglo xvt result6 de maniobras con los colonizadores y los indfgenas sobre cuestiones de poder 27 IDEOLOGIA ARMONICA, EERIE cats hla each SE relativo. Para protegerse de combinaciones de poder que pudieran rivalizar con su autoridad, la Corona declaré a los indigenas sus vasallos directos, iguales a los mismos colonizadores (Wolf, 1959:190). Después de la primera mitad del siglo xvi, los indigenas fueron nom- brados custodios reales bajo la responsabilidad de autoridades reales y super- visados por la Corona. El siglo xvut trajo consigo una depresién econémica y una decadencia en la minerfa y produccién de alimentos como resultado de la despoblacién (Borah, 1951). Este siglo fue, como observé Eric Wolf (1959: 202), un “abandono de la utopfa”, frase reminiscente de épocas anteriores de dificultades sociales y econémicas en que Mesoamérica se retir6 al campo. Wolf describe dos patrones que emergieron durante este abandono: la hacienda (tierras que eran propiedad privada del colonizador) y la compacta comuni- dad de los campesinos indigenas, la Repiiblica de Indios (ibid.: 202). La hacienda se volverfa un instrumento de dominacién; la comunidad ind{gena una ayenida hacia la autonomfa. La Corona aseguré la identidad legal de cada comunidad indfgena: Una unidad econémica auténoma, con posesién garantizada de 6.5 millas cua~ dradas (unas 1,700 hectdéreas) de tierra agricola, que sus miembros podian ven- der sélo después de una revisin especial del virrey... Las autoridades comuni- tarias debian aplicar la ley a través de los instrumentos de su costumbre tradicional, siempre y cuando dicha costumbré no entrara en conflicto con las exigencias de la Iglesia 0 el Estado. Las autoridades de la Corona conservaban el privilegio de juzgar los delitos mayores y los casos judiciales que implicaran a mds de una comunidad; pero las autoridades indigenas recibian el poder suficiente para garan- tizar la paz y el orden en las nuevas comunas. La autonomia que la Corona negaba al sector indigena en conjunto, la otorgaba gustosa a la unidad social local. [lbid.: 214) El ndicleo de la comunidad indfgena era su sistema de cargos politicos y reli- giosos. Las responsabilidades asociadas con la organizacién religiosa y con el funcionamiento del municipio, donde estaban ubicados los juzgados del pue- blo, se rotaban entre los hombres adultos. Por medio de este sistema politico y religioso, el poder y la responsabilidad se distribufan y redistribufan por inter- valos entre los hombres de la comunidad y se organizaba la vida espiritual. La comunidad indfgena se ha descrito como una en donde el grupo es més 28 INTRODUCCION importante que el individuo, donde la gente sospecha del conflicto, donde los conflictos se ajustan, donde se corrigen periédicamente los desequilibrios econémicos y donde la posicién de un hombre esté asociada con el ntimero y calidad de los cargos que ha tenido. La comunidad defiende sus posesiones contra los fuerefios prohibiendo la venta de tierras a quienes no son miembros y a través de la endogamia. Las diferencias entre unas comunidades indige- nas y otras se definen a menudo con ciertos adjetivos: pueblos abiertos contra cerrados, tradicionales contra progresistas, homogéneos contra heterogéneos, pacificos contra divididos, beligerantes contra pasivos. Estos pares reflejan los elementos de transformacién de estas comunidades. Como han observado otros, las transformaciones nunca son independientes del mundo mds amplio. La politica colonial que dio lugar a comunidades semiauténomas dejé espa- cio para toda una gama de maniobras polfticas, raz6n por la que encontramos distintas estrategias dentro de las mismas regiones. La historia de la formacién ideolégica es m4s borrosa. Poca duda cabe de que las actividades de los misioneros en Oaxaca y el celo de las érdenes religiosas afectaron las estructuras ideolégicas basicas de las poblaciones nati- vas, promoviendo ya fuera sumisién, rebeli6n, ajuste o autonomia. Las “misio- nes de penetracién” se expandieron antes que el control politico espafiol. De hecho, los misioneros eran a veces la avanzada de los soldados espafioles (Wolf, 1959: 174). Hubo un intento de conquista espiritual. Robert Ricard (1966), en su trabajo sobre los métodos de evangelizacién de las érdenes mendicantes de la Nueva Espafia entre 1523 y 1572, enfatizé el caracter holistico de esta penetracién, que debfa imbuir a los pueblos nativos de cris- tiandad. Més de cuatrocientos afios después, s6lo-podemos examinar el resul- tado de esta cristianizacién, cuyo propésito “era... crear un nuevo ambiente, que permitiria el desenvolvimiento de un nuevo espiritu” (Ibid.: 290). Ricard (1966: 290) se refiere a la politica misionera de proteger a los indfgenas del contacto con los europeos. De hecho, los europeos eran exclui- dos de los pueblos nativos y los sacerdotes tenfan un poder formidable, lo que generaba dificultades con la administracién civil. Los misioneros mantenfan la barrera entre ind{genas cristianos y europeos al no ensefiarle el castellano a los primeros, a pesar de las érdenes formales de la Corona. La ignorancia del castellano creaba un abismo que “mantenfa a la masa ind{gena fuera de 29 IDEOLOGIA ARMONICA la evolucién general del pais. Los religiosos servian como gufas de la admi- nistraci6n y como intermediarios entre ésta y los indigenas, pero cuando... su celo se extinguié se rompié el puente... Los indigenas quedaron nuevamente aislados y se retiraron al interior de s{ mismos” (Ibid.: 290). Ricard también sefiala que algunos ind{genas evitaron por completo las iglesias y conventos y escaparon hacia rincones remotos donde estarfan libres de la influencia espa- fiola (Ibid.: 142). Las formas de organizacién dadas a las comunidades ind{genas de Mesoamérica por la Corona espafiola estaban disefiadas para mantenerlas ais- ladas y autosuficientes, con su propia identidad legal, su propio ayuntamiento civil y su propia capilla o iglesia dedicada a un santo patrono, con derechos sobre las tierras y recursos del pueblo. Con juzgados indfgenas especiales, los pueblos indigenas podfan observar mejor la intencién de la Corona de separar a los indigenas de los espafioles (Wolf, 1959: 146). En la Castilla del siglo xvi el acuerdo negociado era el medio ideal y predilecto de resolver las disputas. Se consideraba que los juicios chocaban con la creencia cristiana (Kagan, 1981: 18), no sélo en Castilla sino también en el Nuevo Mundo. La idea de separacién entre la comunidad local con sus juzgados y el exterior le sirvié a la autonomfa indigena y ayudé a asegurar la continuidad fisica de la comunidad, cualquiera que haya sido la intencién original. El niicleo de este libro examina la manera en que esta separaci6n ha sobrevivido hasta el siglo xx. Los zapotecos taleanos se han aferrado a la idea de una comunidad auténoma, lo cual es tanto ficci6n como una gran parte de su realidad. La politica colonial atin tiene influencia en los juzgados de los pue- blos indigenas mexicanos. Disputa, ideologia y autonomia Si bien es cierto que los imperialistas estudian a sus sujetos, es igualmente cierto que los sujetos estudian a sus amos —con gran cuidado y habilidad. ¢Quién Puede decir cudl entiende mejor al otro? (Borah, 1983: 226) La lucha por restringir el impacto del poder supraordinado se realiza... de manera consciente. Ademés de la resistencia directa, aquéllos implicados en la lucha tienen a su disposicién principalmente dos medios: apelar a la tradicién y atender rigurosamente a la legalidad (Colson, 1974: 76). 30 >» INTRODUCCION ‘Alexaminar la organizacién social de Talea y el funcionamiento de sus juzga- dos se revela la herencia de la penetracién. Los procesos de fuerzas internas y externas aparecen en la interconexién de la organizacién social y en los es- tilos de los procesos de disputa. Los pueblos zapotecos del Rincén han esta- do organizados como lugares polfticamente independientes, autosuficientes y endogdmicos, y siguen siendo libres de determinar sus vidas en la medida en que puedan manejarse exitosamente. Los pueblos con pleitos divisorios 0 problemas que pasan hasta la cabecera distrital en Villa Alta, la capital esta- tal o més alla, son vulnerables a la interferencia del gobierno. Para los taleanos Ja habilidad para manejar el mundo més amplio depende de su habilidad para manejar su mundo interno. La ilusién de paz es crucial para mantener la autonomfa o la posibilidad de decidir el propio destino. El estado de Oaxaca esté dividido en distritos. Cada distrito esté divi- dido en un némero de municipios, con érea y poblacién variables. Estos mu- nicipios manejan sus propios asuntos a través de funcionarios municipales electos y también son responsables de pueblos m4s pequefios y asentamien- tos dispersos (rancherias) ubicados en su cercanfa y que en conjunto se de- nominan agencias. En sentido politico, hay varias agencias dentro de cada municipio, varios municipios dentro de cada distrito y todos los distritos se combinan para formar el estado de Oaxaca. Geogréficamente, sin embargo, estas subdivisiones no encajan unas dentro de otras, porque las agencias y los municipios tienen sus propios territorios con Ifmites establecidos, que en algunos casos datan de antes de la conquista espafiola. En cuanto al caso en cuestién, Talea esté en el distrito de Villa Alta y tiene en su jurisdiccién a tres agencias. Durante los afios de trabajo de campo reportados aqui (1957- 1968) estas comunidades tenfan una poblacién combinada de unas dos mil cuatrocientas personas. El edificio municipal de Talea es el més grande del Rincén. En este edificio se ubican las tres autoridades locales de Talea. Los taleanos han dado audiencia a sus propios casos en su juzgado por lo menos desde la fundacién del pueblo en el siglo xvi. El juzgado local da audiencia a todos los casos —familiares, territoriales, calumnia, deudas y demés. Con la excepcién de casos donde ha corrido sangre, el pueblo tiene de- techo, por la ley estatal, de solucionar un caso si las partes asi lo desean. Fl juzgado trata principalmente casos que implican a individuos, aunque tam- 31 \ IDEOLOGIA ARMONICA bién maneja disputas entre grupos tanto del mismo pueblo como entre pue- » blos cuando los usuarios los presentan. En este pequefio juzgado se formulan © y expresan ideas tradicionales, y se aplican o cuestionan las ideas legales | introducidas por el estado. Es un lugar donde se ensefia y premia la conformi- » dad, donde se expresan los valores locales, donde se construyen im4genes 2 del mundo externo y donde se declara la autonomfa del pueblo. Al igual que * Jaendogamia y la prohibicién de vender tierras a fuerefios, los procesos para “manejar las disputas contribuyen a la autodeterminacién del pueblo. ~~~ juzgado taleano es tanto administrativo (se ocupa del asentamiento fisico del pueblo, de eventos del ciclo de vida como nacimientos, matrimo- nios, enfermedad y decesos y de las relaciones exteriores) como judicial (ve y soluciona disputas). Yo estudié a los usuarios de este juzgado, a los usuarios y a las autoridades: quiénes son, qué esperan de una audiencia judicial y hasta qué grado reflejan la dispersion de poder en el pueblo, Pero estudiar lo que hace la gente para resolver los conflictos y lo que hacen las autoridades al respecto, es slo una pequefia fraccién del estudio del litigio. El proceso del litigio no és solamente un proceso para resolver problemas ni tampoco el estudio de la forma en que se abordan dichos problemas. Es un proceso poli- tico por medio del cual se crean o se vencen divisiones, por medio del cual se forman ideologfas (Nader y Todd, 1978; Nader 1984b). Un estudio del litigio se pregunta por qué la resolucién de los conflictos locales se ha dejado en manos de la gente nacida en estos pueblos de la montaia y cémo es que los estilos arménicos se utilizan como adaptaciones internas a poderes supraordinados, a veces de manera bastante consciente: En la presentacién de si mismos, los dirigentes taleanos se empefian en creer y hacer creer a los fuerefios que sus relaciones internas son armoniosas y equilibradas. Incluso cuando uno se vuelve més del lugar y conoce mu- chas instancias de discordia y divisién entre los usuarios del juzgado, los taleanos prefieren describirse como pacificos y armoniosos. La armonfa, sostie- nen, es lo que los distingue de los demas —los pueblos de la Sierra, del Valle ‘0 de Los Cajonos—, que no son pacificos. De este modo estamos més en el dominio del pensamiento ideoldgico que en el de las circunstancias reales. Los taleanos operan bajo la premisa de que si no vivieran vidas pacfficas y armoniosas, el Estado interferirfa en sus asuntos. Asi, la imagen de la armonia 32 _ INTRODUCCION domina su descripcién de sf mismos ante los de afuera, contacto al que les gusta llamar relaciones exteriores. Esta es su teorfa de cémo se relacionaron primero con la Corona y luego con el Estado mexicano. Como sefialan: “So- mos pactficos en este pueblo, y al ser pacificos y ocuparnos de nuestros asun- tos mantenemos el control de nuestro pueblo. Lo mantenemos en manos loca- Jes y al hacerlo asi podemos conservar una autonomia relativa”. Este intento de presentar un frente unido ante el contacto externo es una reaccién comin frente a la colonizacién y es parte de lo que Eric Wolf (1959: 148) llama “el estira y afloja entre conquistadores y conquistados”. Laefectividad politica del juzgado taleano depende de la participacién ocal, por medio de la cual distribuye el poder y refuerza la solidaridad comu- hitaria. En nombre de la armonia, el juzgado puede responsabilizar al poder privado del bienestar general del pueblo. En nombre de la autonomia, el juzgado fomenta decisiones que son responsabilidad de los habitantes. En nombre de la solidaridad, toma decisiones que reflejan preocupacién por las consecuencias a largo plazo: evitar el faccionalismo. Es por medio de sus procesos legales que el juzgado expresa y jerarquiza los valores sociales que son importantes para el pueblo y para su relacién con el mundo exterior. El juzgado local puede competir eficazmente con el distrital, pues los habitantes generalmente optan por procesos locales para el manejo de los conflictos (Pamell, 1989). Los juzgados son el vehculo con el cual se persiguen los intere- ses politicos, utilizando procedimientos legales fundamentados en los concep- tos de armonfa y equilibrio, que permiten reconciliar los intereses en conflicto. En términos del tratamiento concreto, el modelo armériico presta menos aten- cién alos hechos de un caso especifico que al lenguaje de la disputa en el Juzgado local, en oposicién a los juzgados estatales. Los habitantes mantie- nen a raya al mundo exterior diferenciando conscientemente sus juzgados de los estatales. El valor estético y emocional atribuido al equilibrio y la igualdad, los hechos sociales particulares que exigen cooperacién, los requerimientos de una organizacién social orientada hacia la independencia y autonomfa del Pueblo y en contra de la dependencia del Estado, los tipos de casos presenta- dos en los juzgados, se traten de conducta humana o de distribucién de recur- 9S escasos, todas estas facetas son aspectos de la situacién particular de A . IDEOLOGIA ARMONICA Talea que han resultado en una fuerte concentracién en la armonfa. Si conce- bimos la armonfa como un componente que permea la ideologfa politica, alber- gada en la mente, nos acercamos a entender el significado mds amplio de la avenencia para los usuarios del juzgado. Las autoridades judiciales locales propagan las ideologfas arménicas para validar la autonomfa del pueblo ante Jos fuerefios. Para las autoridades, la ret6rica de la armonfa acttia como palan- ca; también promueve su propia legitimidad, pues se relaciona con el bien social. Los taleanos se refieren a los litigios como validacién de la ideologfa arménica, porque desde el punto de vista de los usuarios del juzgado, la ar- monfa se alcanza por medio del litigio. Para dar cuenta de esta ideologia y organizacién social particulares y hacerlo de un modo claramente simmeliano, uno podria afirmar que la ame- naza externa genera el orden interno. Pero en la Sierra Judrez, y en el distrito de Villa Alta, no todos los pueblos responden a la amenaza externa del mis- mo modo que los taleanos. Los habitantes de Yalélag, un pueblo grande ubi- cado también en la jurisdicci6n de Villa Alta, son un grupo dividido y frag- mentado, con una alta incidencia de violencia (de la Fuente, 1949). El pueblo de Ixtepeji, ubicado en el distrito de Ixtlan en la Sierra Judrez, no se ha carac- terizado hist6ricamente ni por el orden ni por el desorden, y su unificacién derivé de la beligerancia y del allanamiento de otras comunidades (Kearney, 1972). La resistencia y la colaboracién son variadas e inconsistentes en estas montafias, pero los miembros de todas las comunidades concuerdan en que el peligro viene de afuera y todos dicen que est4n unidos. La falta de una polf- tica integrada ha dejado a la gente opciones de respuesta abiertas, adoptadas de maneras distintas a lo largo de los afios. Las descripciones de comuni- dades “cerradas” y “abiertas” reflejan dos de tales respuestas (Wolf, 1959); los términos “tradicional” y “progresista” a veces son sin6nimos de “cerra- do” y “abierto”. Sin embargo, estos cuatro términos no contemplan la cues- tién crucial de la autonomfa, que se relaciona directamente con la ideologia arménica. Generalmente se acepta que un pueblo dividido es mas vulnerable a la dominacién externa, de modo que los pueblos que desean conservar cierto grado de autonomfa desarrollan vias de cohesién interna. Los taleanos son 34 . INTRODUCCION explicitos en este sentido. En los pueblos divididos otros valores anulan el valor de la autonomfa 0, como ocurrié en Talea en los afios ochentas, los pleitos se conciben como formas de resolver la divisién. Sin embargo, en comu- nidades como Talea la estrategia es doble: manejar el mundo interno del pueblo por medio de sistemas de control social y cultural, y desarrollar por medio del jungado y, de modo mas amplio, por medio de las asambleas del pueblo, for- mas de mantener la lealtad local e inculcar una ideologfa unificante. Jane Collier (1973) describe vividamente esta estrategia en Zinacantén, Chiapas, ‘onde los habitantes y el Estado luchan por el control de dominios de poder relativo. Concluye: “El derecho zinacanteco sobrevivird como sistema aparte del derecho mexicano, slo mientras los indfgenas contintien utilizando las “ideas nativas de orden césmico para justificar los procedimientos y los resul- tados” (Ibid.? 264). Yo argumentaria que el derecho zapoteco de Talea sobre- “yivird como sistema aparte del derecho mexicano sélo mientras él derecho Tocal, y no el mexicano, se perciba como ajustado a las necesidades del pue- Blo y s6lo mientras el Estado méxicano (al igual que la Corona espaiiola “anteriormente) continiie considerando al gobierno local para su propio bene- ficio. Mientras el Estado mexicano pueda continuar regulando la economfa (empleo, recursos, consumo) y mientras él desorden local no amenace al Estado, él derecho local del pueblo continuaré como hasta ahora, fluctuando €n torno de asuntos cambiantes, péro siempre pendiénté dé la conexién entre armonia y autonomfa. Meee ome Los antropélogos, sus informantes y la teorfa antropolégica Aunque este libro se ocupa de la relacién entre los procesos de disputa, la organizacién social, la conducta polftica de los gobiernos ¢ instituciones reli- Slosas y la gente sobre la cual ejercen su poder, se plantea cuestiones més Generales, como de dénde obtienen sus ideas los antropélogos y por qué los &ntropélogos han subrayado a veces que la disputa en los pueblos no occiden- S “ est4 orientada a restablecer la armonfa en las relaciones sociales, 0 que . armonfa es funcional en sociedades sin mediadores, o producto de su orga- Nizaci6n social especifica. 35 IDEOLOGIA ARMONICA | ___ Se Un efecto del profundo involucramiento de los antropélogos en los ané- lisis empiricos, es que estén fuertemente influidos por lo que les dicen sus informantes. Y dentro de la buena tradicién empirica, la narracién, que es parte de sus datos, se vuelve también parte de su anélisis. En el caso de Talea, la armonfa es parte de la ideologfa de las personas: su teoria de cémo pueden conservar cierta autonomia del Estado. La ideologia arménica se trans- forma asi en la imagen que presentan los taleanos de si mismos ante los fuerefios y puede reflejar hasta cierto grado lo que los misioneros les han predicado durante mas de cuatrocientos afios: que la armonfa es el modo cris- tiano. Esta ideologia y esta imagen de la vida social taleana no sélo han sido aprobadas por los fuerefios, sino que también han ayudado a mantener la solidaridad del pueblo. La teoria antropolégica adquiere forma, no sélo a partir del mundo occi- dental y de filésofos sociales como Emilio Durkheim, sino también a partir de las ideologias presentadas por los informantes. Que esta ideologfa pueda ha- ber tenido origenes occidentales, vuelve atin més interesante el intento de rastrear las fuentes de las ideas antropolégicas y de responder a la pregunta de por qué los taleanos emplean los principios de la armonfa y del equilibrio para solucionar sus conflictos y tratar con los fuerefios. te me habja centrado en la forma en que los “nativos” utilizan la armonfa (Nader, 1969b), esta cuesti6n particular me ha acercado a la comprensién de c6mo los antropélogos utilizan el modelo arménico de los natives y de c6mo la teorfa antropolégica ha sido moldeada tanto por las pol{ticas coloniales como por el cristianismo tal y como era predicado a los indigenas. En la historia de la teoria antropolégica el estructural-funcionalismo se vuelve més comprensible cuando nos damos cuenta de cémo nuestros informantes han utilizado las polfticas coloniales y de cémo esta gente y sus ideologfas se han reflejado en nuestros anélisis. Asf, la ideologfa y la teorfa antropolégica se vuelven partes de un efreulo coman. Aunque anteriormen- 36 Parte | Organizaci6n social y control yy CAPITULO II. LA EXPERIENCIA DEL LUGAR sur de México que ahora es el estado de Oaxaca como una tierra de qnuchas tribus, lenguas y culturas distintas. Los mapas trazados por estos frailes sefalan la distribucién de por lo menos quince grupos lingiifsticos. El mayor de estos grupos, tanto en 4rea como en ntimero absoluto de hablantes, es el zapoteco, un pueblo descrito a menudo como inteligente, industrioso, adquisitivo y progresista (Nader, 1969c). El zapoteco, que actualmente reune a unos 425,000 hablantes, se enlista en el censo de 1980 como una sola lengua, a pesar de que sus dialectos son L os primeros reportes de los frailes espafioles describieron la parte del de hecho lenguas tan distintas unas de otras como las lenguas romances (Swadesh, 1949). Varios grupos lingiifsticos rodean al zapoteco (mixteco, cha- tino, chuchones, chinanteco, mexicano y popoluca), pero al interior del mis- mo zapoteco estdn los grupos de habla mixe, zoque, huave y chontal. Ade- més, el espa‘iol se encuentra en todas partes, sirviendo a menudo como lingua franca: herramienta especialmente dtil para el comercio entre zapotecos y mixes, zapotecos y mixtecos, y zapotecos y zapotecos. Los zapotecos han vivido durante mds de dos mil afios en lo que ahora es el estado de Oaxaca. El legado de la antigua civilizacién zapoteca perma- nece en las ruinas de Mitla y Monte Albén; el legado de la conquista permane- ceen el lenguaje que ya est siendo remplazado por el espafiol, y en la orga- Nizaci6n social y politica de los pueblos zapotecos. De acuerdo con el censo de 1980, 338,276 hablantes de zapoteco son bilingiies. La colonizacién trajo consigo cambios draméticos: la reorganizacién del trabajo, una fuerte recaudacién de impuestos, el uso de esclavos indige- a ae minas y campos que cambié la divisién tradicional del trabajo entre ~_iibres y mujeres, y la concentracién de indigenas en asentamientos més SFandes y compactos. Fue sélo mucho més tarde, cuando se introdujeron de nuevos cultivos (trigo, cafia de azticar y frutas de varios tipos), nuevas herra- (como el arado de madera y el telar horizontal) y nuevas armas (ma- 39 IDEOLOGIA ARMONICA chete de acero, hachas), que los cambios econémicos beneficiaron a los indi- genas ya las clases mestizas y criollas que se estaban desarrollando.! E] proceso de contacto entre espafioles y zapotecos que comenzé en el siglo XVI todavia contindia. Los zapotecos menos aculturados aGn pueden en- contrarse en las montaias del norte y sur de Oaxaca, a pesar de la temprana entrada de los espafioles en esta filtima region. En el norte los zapotecos hicieron contacto con los espafioles para que les ayudaran en la guerra contra los mixes de Totontepec, y los espafoles répidamente aprovecharon la opor- tunidad para apoderarse de las riquezas locales. Desde el siglo xvi el valle e istmo zapotecos han sido los més abiertos al contacto espaiiol, luego mexica- no y ahora de las misiones extranjeras. El habitat fisico de estos zapotecos es tan yariado como su ambiente lingiifstico: una serie de cadenas montafiosas, picos aislados, profundos ca- fiones y algunos valles dispersos en la regién. Se pueden trazar limites burdos entre los pueblos de la montaia, el valle y el istmo, pero al interior de estas distintas zonas encontramos gran variedad derivada de la organizacién eco- némica. Aunque los zapotecos son descritos a menudo como personas de mentalidad comercial interesados en hacer negocio, la mayoria tiene cultivos de subsistencia, venden el excedente ellos mismos, complementan su base agricola con pequefias industrias regionales y producen cultivos comerciales para mercados nacionales ¢ internacionales. Incluso en las 4reas zapotecas urbanas el comercio y la agricultura van de la mano. EI Rincén zapoteco Los zapotecos sobre los cuales escribo en este libro son gente de montafia, quie- nes hasta hace poco no se lamaban a sf mismos zapotecos. La zona en la que vi- ven, el Rincén (ver Fig. 1), est a unos doscientos kilémetros por carretera al noreste de la ciudad de Oaxaca. Los pueblos del Rincén estan cobijados en los pliegues de un gran sistema montafioso que se eleva desde el sur alrede- dor del distrito de Tlacolula. Una serie de cadenas montafiosas corre hacia la zona del Rincén desde el triangulo montafioso més alto al norte del 4rea mixe, 1 La palabra mestizo se utiliza aqui para referirse a un individuo que ya no habla s6lo zapoteco. A menudo tiene también una herencia cultural y genética mixta (europea y zapoteca).. 40 ntes estén i Pobladores. DISTRITO DE VILLA ALTA ‘CAPITULO TI: LA EXPERIENCIA DEL LUGAR onocide como Zempoatepetl (Veinte Picos), alimentando rfos abundantes ue corren al este hacia el estado de Veracruz, donde forman parte del gran 4 del Papaloapan. Tanto geogréfica como culturalmente, estas vias flu- sirven para vincular las montafias de Oaxaca con los llanos de Vera- wz, conocidos como Los Bajos. se. Comunidades de! GOLFODE ‘MEXICO Comunidades del distrito de Villa Alta y sus alrededores. La importancia de una poblacién administrativo y comercial esté reflejada en el tamaio de la letra. Los asentamientos identificados con letras cursivas. El tamafio y tipo de la letra no indican el 41 IDEOLOGIA ARMONICA E] Rincén es el hogar de estos rios y montaiias septentrionales y, como lo sugiere el nombre, la gente vive entre los picos. El formidable Zempoatépetl, con ms de 3,000 metros de altura, la amenazante y masiva Maceta (la mon- tafia de Siete Picachos) y el Machin rodean a los pueblos del Rincén. No sorprende que los habitantes se llamen a s{ mismos los rinconeros: estan vir- tualmente arrinconados por montafias en tres de sus lados. La tinica salida libre da la vuelta con los rios hacia Los Bajos de Veracruz (ver Fig. 2). Figura 2, Mapa topogréfico de le zona del Rinc6n. El z6calo de Talea esté a 1,580 metros sobre el nivel del mar. 42 ye CAPETULO II: LA EXPERIENCIA DEL LUGAR a Fl rasgo climético que distingue a la regién es la excesiva humedad. Noviembre, diciembre y enero son los meses més frios. Los vientos helados del oeste durante esta época pueden hacer que desciendan las temperaturas hasta -1°C a mediodia. Usualmente, sin embargo, la temperatura durante estos meses és de unos 10°C, pero la combinacién de humedad, lluvias oca- sionales y vientos a menudo hace que incluso esta temperatura sea ineémo- damente fria para los habitantes. Entre febrero y mayo la temperatura puede subir hasta 43°C; ésta es también la época més seca del afio. En mayo comien- an las lluvias de verano, y los nativos se refieren a los meses de mayo, junio ¥ julio como la época de lluvias. Las lluvias menguan alrededor de agosto pero regresan nuevamente en septiembre y octubre. A veces las lluvias son aguaceros torrenciales que duran semanas, aunque generalmente adquieren Ta forma de lloviznas que duran varios dfas. Aun dentro de esta variacién estacional, las condiciones climaticas loca- Tes estan diversificadas, as{ como los cultivos. A menudo hay una cafda de entre 600 y 900 metros desde la casa més alta de un pueblo hasta la seccién a — interior de los pueblos estas diferencias de altitud influyen en el ‘¢lima y afectan las condiciones para cultivar la tierra, resultando en una diversificacion de cultivos, ya que algunos sélo pueden cultivarse en zonas ealientes, otros sélo en las frias y otros en las templadas. Los nativos del lugar on eae las varias zonas, la diversidad de suelos y los cultivos ‘0s usualmente con suelos y temperaturas particulares (ver figura 3). F Esta regién montafiosa se describe a menudo como una ied mas fértiles del estado. Los arboles abundan y aunque hay una notable erosién c eae ee roza y quema, al uso de carbén como a ei a a peri i a is rfos abundantes, es leve en com- ee — cee: ie que rodean a Yalélag o eon la de + Siebel lela ves ixteca oaxaquefia, otf, siempre pa mine por los senderos de la montafia de un pueblo a Bertencs. toe eee consciente de los asentamientos envueltos en erepenne < re = Sa permanecerenla distancia hasta que uno iss Penne ajando por una brecha trillada hasta el centro MSs cdcide ct Cie casas por todas partes, casas hechas de sol, construidas sobre terrazas en los cerros. Hay 43 IDEOLOGIA ARMONICA ‘reseacurtnosz0 0 8600 ZONA CALIENTE HUMEDA OE eat ruck tuleaLaneo oto IRlo SANTA GERTRUDIS (YEGUSIENDA) a uesoR EOE AREA Figura 3. Zonas climéticas de Talea de Castro. un verde vivido que contrasta con las casas cafés, y la vista queda inmediata- mente atrapada en las orquideas que bajan por los arboles, los cafetos en flor y la cana de azticar lista para la zafra. ‘La tierra ofrece una subsistencia a los habitantes en forma de alimentos bésicos —ma‘r, frijol y cafia de azicar— y del principal cultivo comercial, ¢l café, una introduccién de principios de siglo. Como categorfas, la tierra Y el sitio en general se consideran animados. Los cultivos de verduras y frutas (calabaza, yuca, cebolla, chayote, pifia, citricos, mango, platanos y otros) n° son animadas. Se recolecta una gran variedad de plantas silvestres con pro- pésitos alimenticios, decorativos y medicinales. Entre diciembre y febrero los Hios estén lenos de bovos, peces propios de la zona, y truchas. La mejor 6poc? para el camar6n de agua dulce es junio. Los pueblos con buenas dehesas " especializan en ganado vacuno. Las larvas de una avispa llamada panal 4 tierra (villaj en zapoteco) en ocasiones complementan la alimentacién de familia, Entre Ié fauna hay algunos animales cazados por los zapotecos: jab* 44 CAPITULO Il: LA EXPERIENCIA DEL LUGAR nadillo, tapir, tején, conejo, mapache, zorro y uno que otro pavo silves- Los venados, antes cazados regularmente, ahora son escasos. La variedad da como resultado un vigoroso comercio dentro del 4rea y ‘el Rincén y otras zonas (ver figura 1). Talea, por razones histéricas rAficas, tiene la plaza més importante del Rincén y hay plazas menores rn Juan Yace, Lalopa y Villa Alta. Hasta octubre de 1959 no habja carre- sta el Rincén. Los comerciantes tenjan que entrar caminando a la dela Sierra Judrez via Calpulalpan y Maravillas, y este camino pasaba do semanas cerrado en la época de Iluvias en verano. La ruta mas del Rincén a Oaxaca corre hacia el sur por Solaga, Tlacolula y Mitla hacia el noroeste hasta Oaxaca. Hasta octubre de 1959 ésta fue Ja cual se sacaba, en burros, el café de la regién. Ahora, sin embar- as infranqueables que antes “arrinconaban” a los rinconeros erto para conectar al Rincén con el Valle de Oaxaca. mayoria de los rinconeros vive en pueblos serranos apifionados, que sentidos se parecen. Hablan la misma lengua, cultivan los mismos de subsistencia y comparten una organizacién politica y religiosa Se Ilaman a sf mismos bulni (gente) rshidza’. Sin embargo, cuando dia lo representativo de estos pueblos, sus semejanzas son menos que sus diferencias. Las diferencias se presentan como variaciones nel habla, en el vestido, en el lenguaje corporal y en la organizacién al. Aunque el significado de las variaciones fue el punto central de mi Fmonografia sobre los zapotecos (Nader, 1964a), en este libro la idea de se utiliza para explicar las contradicciones que resultan de las arménicas y litigiosas dentro del pueblo de Talea. eblo de Talea de Castro uel Talea de Castro? se fundé en 1525, cuando fray Bartolomé de 'Y St grupo llegaron de la ciudad de México a bautizar y predicar el alos zapotecos del Rincén. Se dice que el afio anterior los ancia- ios pueblos del Rincén (Calpulalpan, Tepanzacualco, Tanetze, Yaee, tuquila, Yatoni, Yoxobe y los ancestros de los taleanos y villaltecanos) os he utilizado Ralu’a, el nombre zapoteco para Talea de Castro. 45 IDEOLOGIA ARMONICA DISTRITO VILLAALTA, TALEADE CASTRO. OAXACA MEXICO Figura 4. Mapa del asentamiento de Talea de Castro, mostrando caminos y brechas, circa 1960. 46 ‘CAPITULO II: LA EXPERIENCIA DEL LUGAR 0 ala ciudad de México a solicitar que el nuevo rey Cortés, enviara dores de la nueva religién. Cuando llegaron fundaron Talea. La pobla- Jalea en el siglo xvI era probablemente menor que la de los pueblos de Yatoni y Juquila, pues los mapas de los archivos municipales mues- ‘un pufiado de casas en ese periodo. de su fundacién, sin embargo, Talea ha cambiado de tamafio y com- ‘més que cualquier otro pueblo del Rineén. Los informantes més recuerdan que Talea, al iniciar el siglo XX era una comunidad pe- ja, compacta y principalmente agricola, con una poblacién de unos mil tes. Era importante sélo porque era un incipiente centro comercial ) en la ruta hacia la hacienda de Santa Gertrudis, un asentamiento unos 600 metros hacia abajo de Talea, sobre el Rio de la Cantera. el siglo XIX y principios del xx Santa Gertrudis fue el escenario de ‘mina de oro y plata, que atrajo a trabajadores no agricolas de los ecinos y de la Sierra Juérez. En esa época Talea no tenia plaza, y la le de la regién estaba ubicada en Santa Gertrudis. edor de 1905 las minas cerraron para siempre. Muchos de los , originarios de varios otros pueblos, se asentaron en Talea, donde a cultivar para subsistir. Algunos eran mestizos de fuera de la ) de la Sierra Juérez que hablaban espafiol y zapoteco'serrano; otros ecos monolingiies de pueblos del Rincén como Reagui y Cacalo- administradores de la mina hablaban espafiol. Entre los mineros a el zapoteco del Rincén. Incluso los mineros de la Sierra Judrez que aprenderlo bien. ente a Talea. Por el cierre de las minas, Talea se volvié el centro més importante de la zona del Rincén y actualmente ostenta mu- las bien surtidas. Probablemente no fue ningdn accidente histérico ©4'se volviera un centro comercial, pues el gradual acrecentamiento as de los pueblos vecinos, no habia sido lo suficientemente rapido co- mecer parcelas a todos los recién llegados. Muchos recurrieron al mo un complemento de la agricultura; comenzaron a comprar y © fabricar productos que comprarian personas de otros pueblos. Siguié siendo un pueblo compacto: sus habitantes vi- 47 IDEOLOGIA ARMONICA ven en el pueblo y los que son agricultores caminan diariamente hasta sus campos. A principios del siglo xx se introdujo el cultivo del café. Talea fue el primer pueblo del Rincén en cultivar el nuevo producto, y es muy probable que su aceptacién estuviera vinculada con las ventajas de la produccién de café para un pueblo que sufria la escasez de tierras. Una hectérea de cafetos podfa producir suficiente dinero (si el precio del café era lo suficientemente alto) para comprar la cosecha de varias hectéreas de maiz. Asi que por el momento el cultivo de café alivié la escasez de tierras. El café ofrecié a los taleanos dinero, lo cual les permitié comprar tierras a otros pueblos. Aumenté sus posibilidades comerciales porque legaban co- merciantes y compradores de café de regiones zapotecas del sur, alrededor de Solaga, Yalélag y Los Cajonos. Aun mas importante, el café cambié la rela- cién de Talea con los pueblos vecinos. Aparte del prestigio derivado de la riqueza monetaria producida por el café, Talea se volvié mas dependiente de los pueblos vecinos. Cuanto més tiempo pasaban los taleanos en la produc- cién y comercio del café, tanto menos pasaban en el cultivo de maiz y frijol, los productos de subsistencia. Hasta que se facilité el contacto con el Valle de Oaxaca a finales de los afios cincuenta, el principal proveedor de maiz y frijol para Talea fue el pueblo de Juquila. Al vender su excedente de maiz y frijol a Talea, los juquilefios convertfan sus cultivos de subsistencia en cultivos co- merciales. Otro factor importante para la evolucién del pueblo, ocurrié unos cua renta aftos después del cierre de las minas y de la introduccién del café. En 1946 unos treinta hombres taleanos partieron para trabajar durante uno o dos afios a Estados Unidos, como parte de la fuerza de trabajo migratoria importa- da de México. Los mismos taleanos declaran que antes de esto todos los hom- bres del pueblo usaban la vestimenta tradicional de camisas tejidas a man0- calzones de algodén y huaraches. Con el regreso de los trabajadores llegaron muchos cambios y muchos més trabajadores siguieron su ejemplo y busc- ron empleo en Estados Unidos. Estos taleanos regresaban usando camisas ¥ pantalones de colores y zapatos, y gradualmente, por persuasién intencional, convencieron a otros habitantes del pueblo de cambiar a esta nueva vestl- menta. Alentaron a las mujeres a abandonar las tradicionales blusa y falda 48 CAPITULO Il LA EXPERIENCIA DEL LUGAR nas en favor de la vestimenta citadina, ¢ hicieron un esfuerzo activo la gente aprendiera espafiol. Cuando llegué en 1957 puede decirse 80 y 90 por ciento del pueblo era bilingtie espafiol-zapoteco. do comencé en 1957 mi trabajo con los rinconeros, los pueblos de unos mil habitantes. Los demas pueblos, Yobego, Lachichina Yagallo, El! Porvenir, Yatoni y Otatitlan, tenfan menos de quinientas personas La poblacién permanecié estable durante unos diez afios después orfue de Talea a Oaxaca, y de ahf a la ciudad de México. Este libro amente el periodo de 1957-1968, a menos que se sefiale especi- locontrario. jadamente, la informacién sobre el desarrollo de Talea de 1525, ncipios del siglo x1x es escasa, pero todos los pueblos indigenas mexi- an sido afectados de un modo u otro por la llegada de los espafioles y nosterior crecimiento de México como nacién separada de Espaiia. veces muy disfrazados, los simbolos de la cultura del Viejo Mundo an hasta en las regiones mAs aisladas de Oaxaca, y el Rinc6n no alguna. Las influencias espafiolas y mexicanas se reflejan en la cién religiosa y politica, en el uso de plantas del Viejo Mundo y en que resulta de la comunicacién moderna. El cambio puede haber de manera directa y repentina, ya sea por eleccién o por conquista ‘Como producto del contacto, o puede haber llegado de manera len- . En los recovecos mas remotos e inaccesibles de este gran terri- \ > Oaxaca, la mayor parte del contacto estuvo vinculado con explota- *eonémica. El Rincén fue uno de estos lugares. Eldistrito de Villa Alta, que incluye al Rincén, estuvo vinculado con el '@pesar de su ubicacién remota. Durante el periodo colonial el distrito fue famoso por sus riquezas, particularmente su produccién de Sus minas de oro y plata. Los administradores espafioles rivaliza- “nviados ah{ (Hamnett, 1971: 16-17, 36). El control politico dela 49 IDEOLOGIA ARMONICA zona fue un resultado importante de la organizacién colonial espaiola: cada pueblo debfa ser una unidad auténoma (Gerhard, 1972: 14). La minerfa y la produccién de algodén, que decayeron después de la independencia de Espa- fia, revivieron a mediados del siglo XIX cuando don Miguel Castro, abogado y politico, lleg6 a los alrededores de Talea a reconstruir la industria minera (Pérez-Garcia, 1956: 2,129). Talea florecié y se volvié un pueblo de gran importancia para abastecer de provisiones a los mineros. Habfa suficiente divisién del trabajo como para que doscientas personas hicieran labores no agricolas: mineros, herreros, carpinteros, carboneros, ladrilleros, carniceros, panaderos, fabricantes de velas, tejedores, tortilleros. Cuando cerraron las minas al comenzar el siglo Xx, la gente regres6 ala agricultura de subsistencia, que exprimié la capacidad de la tierra, que de por sf era escasa. Hacia los afios treintas ya habfa desaparecido la mayor parte de la diversidad ocupacional y los habitantes habfan recurrido cada vez més a los cultivos comerciales. En este momento el gobierno mexicano intro- dujo el plan del Papaloapan, disefiado segin el modelo del “U.S. Tennessee Valley Authority”, para integrar la sierra con el resto de México. Nuevamente hubo un auge econémico, seguido de una recesién temporal por la cafda en los precios del café a finales de los cincuentas y principios de los sesentas y por la culminacién de la carretera, que permitié la competencia de las impor- taciones con los bienes producidos localmente (Berg, 1974: 109-110). Las fluctuaciones econémicas han dejado su huella en el desarrollo de Talea. Como ya se mencioné, Talea debe su existencia a los frailes espafioles que la fundaron. Entre tanto asentamiento nuevo que carecfa de la continui- dad residencial de los pueblos vecinos, durante los dltimos cuatrocientos afios ‘Talea ha sido considerada por éstos como un elemento intrusivo en la regién (aunque los ancestros de la mayorfa de los taleanos eran originarios de la regién). Al no ser ni de aqui ni de all, no sorprende que Talea aparentemente siempre haya sido hospitalaria con los extranjeros y que incluso acepte como ciudadanos a habitantes de pueblos vecinos. Los grupos minoritarios a menudo utilizan el reclutamiento como via para obtener mayor fuerza y poder, y Talea no es ninguna excepcién. Talea se volvié un lugar de refugio, un pueblo que atrajo a zapotecos que habfan dejado sus propios pueblos por varias razones, a mexicanos que escapaban a una 50 . ae CAPITULO II: LA EXPERIENCIA DEL LUGAR serie de revoluciones que habfan sacudido al pafs y a mineros desempleados buscaban un nuevo medio de subsistencia. Esta misma gente probable- mente no hubiera sido aceptada como residente en Juquila 0 cualquier otro pueblo del Rincén. Dentro del continuum del cambio, estos hechos sobre el reclutamiento taleano pueden rastrearse hasta su fundacién espafiola y los peneficios econémicos derivados de los mineros no agricultores que llegaron ala zona, y hasta el parcial rechazo inicial y continuo de Talea por parte de otros rinconeros. Estos elementos son una parte integral de la historia del ‘contacto taleano con las culturas espafiola y mexicana. Los habitantes, acos- tumbrados a tratar con extranjeros y a incorporarlos a su organizacién, tam- bién tenderdn a aventurarse més all4 del Rincén. Desde los afios cuarentas “los taleanos han partido para trabajar en Oaxaca, la ciudad de México y Esta- _ dos Unidos, un movimiento que alenté a otros a hacer lo mismo. Aparte de estas actitudes hacia el mundo no zapoteco, las considera- ciones econémicas y ecolégicas que he mencionado figuran en los tipos de contacto externo iniciados por los taleanos. Antes especulé que su interés por el café probablemente se relacioné con la escasez de tierras y con la decaden- “cia de la especializacién ocupacional. Cuando Talea comenz6 a crecer y ade- Pender de un cultivo comercial como el café, necesariamente debié dejar de ‘ignorar la escena nacional mexicana, porque las fluctuaciones nacionales e internacionales en los precios del café afectaban seriamente a la economia taleana, Por otra parte, cuando los taleanos comenzaron a producir grandes fantidades de un cultivo que debia ser enviado al Valle de Oaxaca para ser ‘Yendido y distribuido, se dedicaron a mejorar el transporte y reducir los gas- tos de enyfo. De ahi que los taleanos hayan sido muy activos en la promocién de varios proyectos carreteros financiados por agencias gubernamentales. Los Taleanos desean instalaciones modernas, sean cuales fueren, incluyendo ie ctenal moderna, y muchos taleanos valoran per se el contacto =... rinconeros, Algunos taleanos pueden no simpatizar con esta ; Sn pero ensu mayorfa no han sido polfticamente poderosos. i observamos la historia del contacto con el exterior, prevalecen varios el religioso, el econémico y el gubernamental. Poco después de la iquista, los espafioles, motivados por un fervor tanto religioso como colo- , hicieron contactos con el Rincén que se renovaron en varios intervalos SL IDEOLOGIA ARMONICA posteriores. Durante siglos la sede local de la iglesia catélica estuvo ubicada enel pueblo de Tanetze, y no fue sino hasta 1958 que la ubicacién central de la iglesia catélica en el Rincén se mudé oficialmente a Talea. El éxito de la actividad catélica en la regién se refleja en las elegantes iglesias construidas en Tanetze, Talea y Yagallo. Sin embargo, la mayoria de la poblacién ha par- ticipado en las ceremonias y otras obligaciones catélicas independientemente de toda direccién de la jerarqufa catélica mexicana y, de hecho, en ocasiones incluso en oposicién a ella. El contacto del gobierno mexicano con Talea ha sido esporédico. Los impuestos se recaudan con niveles de eficiencia variables. Las escuelas pabli- cas son administradas por el Estado a través de la cabecera distrital de Villa ‘Alta. Tradicionalmente, los taleanos tratan de obtener todo lo que pueden en forma de ayuda gubernamental, y fueron particularmente activos durante los cincuentas, los afios de auge de la Comisin del Papaloapan. Bajo el auspicio de la Comisi6n, se enviaron ingenieros de caminos, agrénomos, especialistas médicos y maestros a todos los pueblos del Rine6n, como parte de un progra- ma integrado y enérgico por desarrollar esta zona de Oaxaca. Es dificil evaluar el significado de este programa. Ademés de los logros materiales, como conectar finalmente por carretera al Rinc6n con el Valle de Oaxaca, iniciar viveros de cafetos y mejorar y sanear el suministro de agua, la Comisi6n fue un importante catalizador de la occidentalizacién, particular- mente en Talea, como se verd. Ademés de los empleados del Papaloapan, en diferentes épocas estudiantes de medicina han realizado en Talea sus seis meses de servicio social obligatorio, ya sea por contactos personales con taleanos 0 por solicitud de Talea a las autoridades del centro de salud pablica en Oaxaca. Como pueblo, Talea tiene algunos rasgos selectos: suelo suficientemen- te plano para construir y libre de barrancas, agua (pero no tanta como para socavar las construcciones) y buena tierra para la agricultura cerca del centro del pueblo. Aunque es compacto, el pueblo no esta dispuesto en cuadricula, sino que sigue la topografia local. Siguiendo el estilo del Rinc6n, Talea est4 dividida en varias secciones para propésitos de censos y recaudacién de impues- tos. Un individuo puede vivir en una de cuatro secciones: norte, este, sur u oeste. El pueblo ostenta un gran espacio central para su plaza, una iglesia 52 _ CAPITULO Il: LA EXPERIENCIA DEL LUGAR jmpresionante, un gran municipio y varias escuelas. Sus calles son amplias y bien mantenidas y las capillas de cada seccién estén limpias y cuidadas. Hay varias tiendas y algunas cantinas y fondas que atienden a los visitantes y ‘a los que llegan a la plaza de los lunes. Incluso antes de la Ilegada de la carretera, Talea estaba bien surtida con casi todos los productos b4sicos y un buen namero de comodidades. Las casas de cualquier lugar, en su disefio, organizacién y uso del espa- cio, son importantes para entender la organizacién social, ya que buena parte de la vida social ocurre en o alrededor de ellas. El tamafio y disefio de una casa varian con la riqueza: un hombre que puede construir una casa con dos cuartos o més lo hard, y la mayorfa de las familias tiene casas asf. La casa es el lugar donde se preparan y se consumen los alimentos y donde se ofrece Te lo para dormir. Es donde los santos del altar familiar cuidan el bienes- tar de la familia. Es donde nacen y mueren los miembros de la familia. Es donde se almacena la cosecha y donde se hacen las reuniones sociales. Es el lugar donde los nifios pequefios y sus madres pasan la mayor parte de su tiempo, pero no es un sitio de discusién o de chisme entre amigos 0 vecinos. Los pozos y molinos, las cantinas y la plaza proporcionan todos un mejor ambiente para este tipo de actividad. La iglesia de Talea tardé décadas en terminarse. La organizacién que la mantiene refleja una iglesia administrada mds por sus usuarios que por su sacerdote, o por lo menos asi fue hasta finales de los setentas. El presidente del templo, como se le llama a la iglesia, es el principal administrador. Es el vinculo comunicante entre el sacerdote y el pueblo, y se encarga de que el secretario, el tesorero y los ayudantes religiosos (fiscales y sacristanes) cumplan con sus deberes. El edificio en si siempre est4 abierto, un lugar al que los taleanos y los visitantes pueden entrar para orar, meditar o descansar. Las casas, la iglesia y el municipio (que describiré més adelante) son todos claves para entender cémo opera el control social en Talea, como lo son las Muchas agrupaciones que no pueden ubicarse en espacios arquitect6nicos. $3 IDEOLOGIA ARMONICA Talea como parte de la nacién Los zapotecos del Rincén no forman de ninguna manera una unidad polfti- camente organizada. Cada pueblo es en principio una organizacién endogémica en gran medida econémicamente autosuficiente. La gente de cada pueblo es duefia de la tierra que cultiva. En este sentido los pueblos zapotecos son uni- dades auténomas, pero como la estructura politica de estas unidades sigue un patrén establecido por la nacién y el Estado, también se debe considerar a cada pueblo como parte de la escena politica nacional. A medida que acerco el anélisis a cuestiones de derecho y organizacién social, es dtil recordar varios hechos acerca del lugar. La zona de Talea es rica en suelo, agua y minerales. La base agricola de la zona ha absorbido en dis- tintos momentos a trabajadores no agrfcolas. La zona ha estado vinculada al exterior por medio de sus productos —algodén y minerales durante el perio- do de colonizacién espafiola; minerales durante el periodo postindependiente; café durante el periodo postrevolucionario— y ahora lo esta por medio de sus habitantes que se han mudado a centros urbanos. El municipio de Talea tiene en su jurisdiccién a tres agencias: Yatoni, Otatitlén y la hacienda de Santa Gertrudis (ver figura 2). En 1964 estas comu- nidades tenfan una poblacién conjunta de dos mil cuatrocientos habitantes. El patrén de organizacién civil encontrado en el municipio de Talea, es una combinaci6n de influencias indigenas, coloniales y mexicanas. Las funciones municipales se llaman cargos, es decir, puestos, deberes, obligaciones 0 car- gas. Se espera que todos los ciudadanos hombres de un pueblo cumplan varios targos durante su vida. Estos puestos municipales estén acomodados en una jerarqufa. A medida que uno avanza en esta jerarquia hacia las posi- ciones superiores, obtiene experiencia en el gobierno. La responsabilidad y el respeto se acumulan con la experiencia. Hay un ntimero fijo de posiciones para cada pueblo, de modo que el namero de veces que los pueda ocupar cada ciudadano depende del tamafio del pueblo y de las caracaterfsticas del can- didato: su posicién financiera, su escolaridad, su reputacién general en el pueblo. Los cargos municipales ofrecen la forma més importante de prestigio, tanto temporal como duradero. 54 CAPITULO Il: LA EXPERIENCIA DEL LUGAR ccc n cc ce EEE El palacio municipal de Talea es la estructura més grande de su tipo en Jazona del Rincén. Tiene dos salas utilizadas por los funcionarios electos y una carcel para encerrar a los demandados dificiles. La primera es una sala grande, la presidencia, donde cuatro de las autoridades del pueblo —el presi- dente, el sindico (responsable de la policfa y de las indagaciones), el secre- tario y el tesorero— cumplen con sus asuntos oficiales. El presidente tiene ‘un escritorio grande, as{ como el sindico; los demandantes se sientan frente a estos funcionarios. Los regidores se sientan en la presidencia o afuera en los corredores. Los policias se sientan y duermen en los corredores del edificio. En la segunda sala, llamada juzgado, desempefian sus responsabilidades el alcalde y su secretario. El edificio mismo fue construido a lo largo de muchos anos a través del tequio (trabajo comunitario) y del trabajo de los demanda- dos que no podian pagar sus multas en efectivo y a cambio se les pedia que contribuyeran con trabajo. El municipio es el lugar de la ley y el gobierno; es donde los ciudadanos aprenden desempefiando varias funciones de gobierno y donde buscan el desagravio. Los dirigentes mds influyentes de Talea, llamados principales, son las fnicas autoridades sin espacio en el municipio. Estos hombres son consi- derados por los demas y por ellos mismos como los mejor calificados para aconsejar a las autoridades municipales electas. En realidad los principales deciden las politicas del pueblo y a menudo logran Ilevarlas a cabo, Cuando rebasan su funcién, definida por el pueblo como meramente consejera, que- dan expuestos a la critica pablica. Se dice que los principales son elegidos cada afio por el presidente. En Tealidad son un cuerpo de poderosos que se perpettia a s{ mismo. Son ellos quienes nombran a los tres candidatos para presidente, que al ser elegido nom- bra a estos mismos principales como sus consejeros. Durante el periodo estu- diado habja trece principales sirviendo al mismo tiempo. Estos hombres son Teconocidos por cualidades consideradas importantes en los dirigentes taleanos: educacién formal, éxito financiero, sabidurfa basada en experiencia tradicio- nal en el pueblo y conocimiento basado en la experiencia fuera del 4rea cul- tural inmediata. Ser anciano no es un requisito necesario para ser dirigente politico en Talea. En 1957 la edad de los principales variaba entre treinta y cinco y 55 IDEOLOGIA ARMONICA setenta y cinco afios. Tampoco es necesario haber pasado por la jerarquia de la organizaci6n civil, aunque més de la mitad de los trece principales habia ocupado todos los cargos abiertos a un ciudadano de Talea. Estos hombres dan consejo sobre cuestiones administrativas, legislativas y judiciales siem- pre que se requiere. El presidente municipal (elegido de una terna de candidatos presentada por los principales) se elige en una asamblea del pueblo. Sélo los hombres pueden votar. Idealmente, los candidatos para presidente se seleccionan entre los ciudadanos reconocidos por sus habilidades de liderazgo, justicia y por la posibilidad econémica de servir sin recibir un sueldo. Una vez electo, el presi- dente escoge al secretario y tesorero, quienes trabajan con él en su oficina. Tiene la facultad y el deber de convocar las juntas, de tomar decisiones en nombre del pueblo, de resolver quejas y aplicar justicia, de considerar peticio- nes, de celebrar matrimonios y de tomar una parte activa en el nombramiento de otras autoridades municipales. Se espera que el presidente represente a sus conciudadanos y que ‘proteja su bienestar. El que evada sus funciones puede ser reprendido por los principales o por los ciudadanos en la asamblea. El control indirecto a través de la opinién piblica también es poderoso; sélo en raras ocasiones se le puede pedir a un presidente que renuncie. El sindico (también elegido de una tena nombrada por los principales) trabaja en la presidencia y como mucho de su trabajo implica una coopera- cién cercana con el presidente, es deseable que ambos hombres puedan tra- bajar juntos como equipo. El sindico administra a los policias, investiga cri- menes serios y administra el programa de trabajo comunitario. Es el repre sentante oficial del pueblo en sus tratos con el gobierno estatal. Tanto el sin- dico como el alealde apelan casos ante el ministerio pablico y el juez distrital en Villa Alta. Cualquier caso apelado més allé de Villa Alta se va al Tribu- nal Superior de Justicia de Oaxaca. Tres regidores se nombran y eligen directamente en una junta y sirven de tiempo completo durante un afio. En el pasado los regidores eran elegidos como representantes de los tres barrios —grupos cooperativos sin ubicacién fisica—, pero como ahora los miembros de uno de estos barrios retine a la gran mayorfa de la poblacién, se ha abandonado la idea de una representa- cién equivalente de los barrios en el municipio. Ahora los regidores se eligen 56 _ CAPITULO Il: LA EXPERIENCIA DEL LUGAR del pueblo en general, con s6lo una ligera consideracién de la afiliacién al parrio. Estos hombres se turnan para ayudar al presidente, ya sea haciendo encargos, sirviendo mezcal en las fiestas o atendiendo a las autoridades guber- namentales que estén de visita. Cada regidor tiene bajo su responsabilidad una de tres Areas: la tesorerfa municipal, el departamento municipal de salubridad y el departamento de policfa. En estos departamentos actfan, més que otra cosa, como observa- dores de las acciones del presidente y el sindico y, en tanto subordinados, a menudo se les permite presenciar los juicios y observar los asuntos municipa- Jes para as{ aprender los modos del gobierno. Los deberes del alcalde incluyen la solucién de todos los casos no resueltos con el presidente o el sindico. El alcalde es un hombre que puede tener interés o conocimiento de cuestiones jurfdicas, un hombre que ya se ha vuelto reconocido por sus habilidades para arbitrar y conciliar intereses en conflicto entre sus conciudadanos. No es elegido como organizador ni como administrador. No es un legislador de reglas. Con la ayuda de su secretario y dos testigos, est4 preparado para ejercer sus talentos como filésofo de pueblo capaz de “hacer el balance” entre los habitantes y entre su oficina y el juz- gado distrital en Villa Alta. La nueva policia es reclutada por la policia saliente al teminar su afio de servicio. Estos policias pueden ser hombres considerados carentes de cua- lidades especiales de liderazgo o inteligencia, aunque generalmente saben leer y escribir. Lo m4s comin es que sean los principales malhechores del afio anterior, reclutados por la policia saliente como una forma de castigo por haberse divertido molestandola. Hay doce policias ordinarios, dos tenientes y un jefe de policia. El hombre més rudo y fuerte generalmente es elegido como Jefe de policia. Todos rinden cuentas al sindico. Los deberes de la policfa varfan. Tienen deberes comunes —patrullar el pueblo con una vigilancia las veinticuatro horas para mantener la paz, Presentar ante la justicia a quienes alteren el orden y detener todas las peleas y altercados pblicos escandalosos. También dan mantenimiento a todas las ‘es y edificios pablicos. Cuando los hombres del pueblo son Ilamados para Sumplir con el tequio, la policfa ayuda a administrar el trabajo y pasar lista. ajan juntos y se turnan para dormir en los corredores del municipio 57 IDEOLOGIA ARMONICA durante la vigilancia nocturna. Como grupo, la policia constituye una unidad s6lida. Evalian el éxito de cada dia con el ntimero de ciudadanos que llevan al juzgado. El sistema de cargos ha estado cambiando, de un sistema graduado segtin la edad, que también era mAs igualitario (todos debfan iniciar la escala como policfa), a un sistema més jerérquico, que ahora tiene elementos de clase incorporados en el proceso de seleccién. A la edad y la experiencia ahora podemos agregar la escolaridad y la posibilidad de servir sin remunera- cién. Si un individuo sube a la escala de cargos como policfa, puede ascender a las posiciones de regidor, sindico, alcalde o presidente. Los hombres ins- truidos que entran al servicio como secretarios nunca sirven como policfas 0 regidores, pues estas posiciones son inferiores a la de secretario. Como grupo, la policfa expresa oposicién y hostilidad directa ante aquellos que no escalaron todo el camino desde el puesto de policfa. Lo que califica a una persona para el liderazgo en una sociedad puede ser terreno de rebelién y pleito en otra. En Talea el liderazgo puede obtenerse tanto por logro econémico como por asignacién. Si un hombre demuestra que puede encabezar a sus concitidadanos —es decir, si puede demostrar que tiene tanto habilidad como poder y conocimiento— es posible que lo haga. Los principa- les de Talea son ciudadanos que han logrado de manera consciente y bas- tante agresiva sus poderosas posiciones sociales. Los taleanos estén mucho més dispuestos a delegar autoridad a estos hombres que los ciudadanos de pueblos vecinos. Los taleanos enfatizan conscientemente el rango social y los rasgos de personalidad especiales al elegir a los miembros de la organizacién civil. En consecuencia, en los pueblos vecinos califica para posiciones de liderazgo una proporcién de hombres mayor que en Talea, pues aqui el rango social est4 desarrollado a tal grado que alguien de afuera puede predecir quiénes ser4n presidentes en los afios venideros y quiénes nunca progre- sar4n en la escala tradicional ms allé del servicio como policfas 0 regidores. Los funcionarios pueden estar operando bajo varias restricciones cuan- do los vemos participar en los juicios. Las expectativas y la responsabilidad son un tipo de restriccién; el servicio no remunerado genera otro; el contacto con el juzgado distrital, otro més. Ademés de tales restricciones a la forma en que los actores juegan su rol, hay consideraciones estructurales. Un sistema 58 CAPITULO II: LA EXPERIENCIA DEL LUGAR serérquico que era bésicamente igualitario, esté operando dentro de un patron ‘cambiante de estratificacién y se esté volviendo mas jerarquizado y semiexcluyente. A veces esta situacién confunde las expectativas de las per- sonas acerca del comportamiento de las autoridades, y puede confundir a los mismos funcionarios. La organizacién general del gobierno municipal est4 ubicada dentro de los lfmites del derecho nacional, aunque, como en el fun- cionamiento de los juzgados, hay margen para ajustarse a las variaciones loca- Jes. En este momento la integracién entre estado y pueblo esté estructurada de modo flexible. 59 parte de las investigaciones que se han hecho desde el siglo xix la resoluci6n de conflictos, especialmente desde que los antro- 1s comenzaron a hacer trabajo de campo sobre el tema, han arrojado cuestionan los supuestos occidentales sobre la ley y el orden, Por cuando los antropélogos descubrieron que en muchas sociedades la | de juzgados, policfa y otras instituciones semejantes no era nece- que hubiera orden, la pregunta pas6 a ser c6mo conservaban el sociedades sin autoridad centralizada, sin agentes de coaccién como . Nos vimos obligados a reevaluar nuestras nociones acerca del or- ué es y cmo se mantiene, y nos vimos obligados a reevaluar el control do més débil de los agentes de coaccién incluso en las naciones con inowski forzé la pregunta crucial en 1926 cuando pregunté por qué e obedece la ley, por qué hay orden en la sociedad: eglas jurtdicas... no estén sancionadas por una mera razén psicolégica, sino ta definida maquinaria social de poderosa fuerza obligatoria que, como esté basada en la dependencia mutua y se expresa en un sistema equiva- te servicios reciprocos lo mismo que en la combinacion de tales derechos #03 de relacién miiltiple. La manera ceremonial como se realizan la ma- de las transacciones, que implica el control piblico y la critica, contribuye "4S a su fuerza unificadora. [1926: 55; version en espafol: 1982: 70] i6n social taleana opera como control en muchas formas sutiles. der las reglas de la vida social es el primer paso para entender el b aunque la verdadera comprensién del mismo llega con el reconoci- a ¢6mo las reglas est4n contextualizadas en las transacciones de la idiana. 61 IDEOLOGIA _ARMON! La idea de que la organizaci6n social y cultural es unay la misma que Ja organizacién del control social no es nueva. Los patrones de organizacién son elementos primarios en la creacién y mantenimiento del orden y el control o desorden y descontrol. Cuando los antropélogos describen la vida social como ordenada por medio de arreglos que coordinan las actividades sociales y organizan las relaciones sociales, el desorden se vuelve un problema que surge de sabotear la idea de comunidad a través del faccionalismo o la inmi- gracién. Hoy en dfa también se reconoce que los sistemas sociales son siste- mas de poder que no sdlo resuelven sino que también exacerban las diferen- cias entre los intereses, derechos y obligaciones sociales e individuales, asi como también producen contflicto. Al describir los aspectos controladores de la organizacién social taleana, defino la organizacién social como las reglas del juego y como el hecho de jugar. Como la adherencia a las reglas varia de un jugador a otro, se desarro- Ilan medidas e instituciones, legales o de otro tipo, especializadas en control, para solucionar las disputas que pudieran resultar de jugadas inusuales; un reconocimiento de que la interaccién social directa entre individuos puede no ser controlada por los sistemas sociales. Este capftulo sirve como introduc- cién a capttulos posteriores que tratan de la organizacién del derecho taleano. Jerarquia, simetria y vineulacién En la organizacién social de los pueblos zapotecos muchos lazos vinculan a los ciudadanos: el parentesco, el lugar, los intereses laborales comunes, la amistad y las obligaciones y valores compartidos. Los individuos y las fami- lias mantienen relaciones con otros grupos, que posiblemente también con- tienen a miembros de la familia. La intensidad de la interaccién con los de afuera del cfrculo familiar inevitablemente afecta las relaciones al interior de la familia. Varias organizaciones econémicas, religiosas, civiles y recreativas tam- bién juegan papeles importantes en la integracién o expresién de los‘intere- ses rivales. ‘Tres dimensiones de las organizaciones sociales taleanas demuestran bien cémo los principios de control social operan fuera del marco guberna- mental. Las tres estén inmersas en la vida taleana, pero, como senalé antes: no coinciden con ninguna esfera de la actividad social. Las tres dimensiones 62 CAPITULO Ill: ORDEN POR MEDIO DE LA ORGANIZACION SOCIAL, entran en todos los niveles de la organizacién social. Los grupos familiares, gubernamentales y religiosos de Talea estan or- jzados sobre lineas jerarquicas con rango basado en el sexo, edad, rique- o experiencia. Como veremos en las reglas familiares, la jerarquia se basa almente en sexo, generacién y edad. Las esposas obedecen a sus ma- deberfan hacerlo, a menos que sean ms ricas que ellos; los hijos e ‘as obedecen a sus padres, y los hijos menores alos mayores. En las organi- jones civiles y religiosas masculinas prevalece un sistema de escalera, 0 ocurre generalmente en las comunidades mesoamericanas indigenas. jida que se ascienden los escalones, se adquiere mayor responsabilidad idad y se logra més respeto. El nivel aleanzado por un hombre y ero de cargos que ocupe antes de retirarse, varian con el tamafio del oy con las cualidades del candidato. En las relaciones de trabajo, de- ndiendo de la tarea en cuestién y de la disponibilidad de tierras, uno es ya patron o trabajador y, nuevamente, la situacién de un individuo puede ar con el tiempo al cambiar las circunstancias. Como la jerarquia se refiere a relaciones de rango donde cada rol se como subordinado al anterior, la dimensi6n niveladora, el valor atribuido tria, puede concebirse como contradictorio o complementario. El con- de nivelacién, de proporciones equilibradas, opera en muchos de los hos contextos donde se encuentra la jerarquia, asi como en situaciones adi- nales. Los mecanismos de nivelacién sirven para mediar los aspectos més eros de la jerarqufa, aunque al mismo tiempo, no sirven para sabotear las re- ones entre superiores y subordinados. En la familia, aunque los hermanos res tienen autoridad sobre las hermanas, se supone que todos los hi- edan por igual. En la celebracién de las fiestas, se espera que la tarea ‘ofrecer comida y bebida sea asumida por aquellos que puedan soportar la inanciera, es decir, funciona como un mecanismo de nivelacién. Los ‘ a funcionarios del pueblo son elegidos por razones similares. La si- : imbién es parte del sentido estético y arménico de estos zapotecos de ee Es poco atractivo ser muy rico o muy pobre, muy gordo o muy flaco,, pu P00 muy feo. La asimetrfa suele ser la causa subyacente de la envidia, Seusaciones de brujeria o las disputas en el juzgado. 63 IDEOLOGIA ARMONICA La importancia de la vinculacién cruzada se encuentra a nivel de la organizacién y estructura del pueblo, a diferencia de las dimensiones de je- rarquia y nivelacién, que permean la ronda cotidiana de actividades. La vincu- lacién cruzada redne a un ndmero de grupos o individuos, a la vez que los divide al vincular a ciertos miembros con otros grupos. El grado en que se cruzan las relaciones entre grupos afecta el desarrollo de oposiciones balan- ceadas 0 facciones en el pueblo. Las personas que son miembros del mismo barrio pueden no ser miembros de la misma organizacién musical. Los veci- nos pueden compartir la pertenencia al barrio con personas de otras partes del pueblo. La manera en que la autoridad, la simetrfa y la vinculacién cruzada operan como procesos de ordenamiento y control, esté afectada por cambios internos y externos, asf como por las relaciones individuales. Las presiones, tensiones y fisuras usualmente terminan en el juzgado o en escenarios funcionalmente equivalentes, ya sea porque estos procesos de control no son suficientes para canalizar el comportamiento, porque el comportamiento cae en los resquicios donde tales procesos operan, o porque los criterios no son homogéneos ni universalmente compartidos. Por el momento, sin embargo, pasaré a ciertos aspectos de la organizacién social de la familia, el trabajo y una variedad de otras formas de relacién. En todos estos contextos, asi como en el contexto legal especificamente, las dimensiones de la jerarquia y de la simetrfa sirven para mantener los valores tradicionales 0 actuales (que pue- den oponerse). La vinculacién cruzada asegura la presencia de terceros para mediar disputas, tanto dentro como fuera del juzgado, porque sin una organi- zaci6n social caracterizada por vinculos y vinculos cruzados no se desarrollan mecanismos de terceros mediadores. Relaciones de parentesco y herencia La familia taleana es idealmente una familia nuclear, generalmente ubicad@ * poca distancia de otros miembros de la familia. En distintas etapas del ciclo de vida alberga a otros miembros aparte de la madre, el padre y los hijos. Ea 6pocas de transiciGn, como al principio del matrimonio o en la vejez, los abuel® o los cényuges de los hijos pueden unirse a una familia nuclear. Lo ideal, sin 64 CAPITULO III: ORDEN POR MEDIO DE LA ORGANIZACION SOCIAL es el ntcleo. Como cualquier ideal, est4 sujeto a cambios y contra- Entre 1957 y 1967 comenzaron a surgir la residencia matrilocal y de madre-hijo, un fenémeno raro en cualquiera de los pueblos veci- ociado a la escasez de tierras en Talea. | patrén residencial preferido entre los zapotecos del Rincén es el o neolocal, financiado por el padre del esposo. Es decir, el padre recién casado hace arreglos para que éste siga viviendo en su casa ovia u ofrece una nueva casa a la pareja, generalmente junto a la nque los taleanos consideran la residencia patrilocal (familia exten- }) o financiada por el padre del esposo (neolocal) la regla cultural de cia, los patrones residenciales reales son mucho més variados. Una e comenzar viviendo con los padres de la novia porque éstos es- nos 0 viejos y necesitan ayuda. Luego puede resultarles m4s conve- vir solos, y el padre de la novia puede asignarles a su hija y yerno un o. El padre del novio puede luego ofrecerles ayuda para cons- sa. Cada grupo de padres deberfa contribuir por igual. Si se sigue la erida de residencia patrilocal, los padres conservan en casa a los » pero no a las hijas. Sin embargo, predecir a quién le correspon- cerca de sus parientes es imposible, sin hacer referencia a los s de transmisiGn de la propiedad. Talea la herencia es bilateral y lineal. Los individuos rara vez here- de sus hermanos o de los hermanos de sus padres. Se supone que res deben dividir sus propiedades en partes iguales entre sus hijos o lunque en realidad las hijas heredan de sus madres y los hijos de sus ‘uso este patrén varia en forma considerable y est4. a menudo muy con la riqueza que ha acumulado cualquiera de los padres. En a la tierra es escasa, los padres pueden heredar sus terrenos de yy su casa a la hija —un arreglo que ha servido para aumentar la afidad en Talea. Esto es una forma de seguro en caso de que no resul- io de la hija —y vaya que son frégiles los matrimonios aqui. 0 0 hija se le puede asignar una proporcién mayor de la heren- ito de casarse. Lo que quede cuando todos los hijos estén casa- Sponde al hijo o hijos que cuidan de los padres durante la enfer- ‘Yejez. Usualmente, aunque no siempre, el hijo menor se queda 65 IDEOLOGIA_ARMONICA para cuidar a los padres. La divisién de la propiedad a menudo provoca dis- cusiones sobre la cantidad que le corresponde a cada hijo, aunque no se discute el derecho de los hijos a heredar. Cuando muere un hombre sin hijos, éson mayores los derechos de su esposa sobre la herencia que los de sus hermanos? éUn hijastro tiene derecho de heredar de su padrastro o madrastra? éTienen los hijos de un segundo matri- monio los mismos derechos sobre la herencia que sus medios hermanos ma- yores? ¢Pueden los ahijados heredar de sus padrinos? éCuéles son los dere- chos de los hijos ilegitimos? Estas y otras cuestiones se discuten regularmente en el juzgado. Hay un tema comin en cuanto a la propiedad: la posesién (casas y terre- nos) es individual. Una propiedad determinada puede ser heredada en conjun- to a un par de hermanos, pero esta posesién conjunta generalmente es tem- poral. Uno de los hermanos puede comprar su parte al otro, o ambos pueden vender la propiedad y repartir el pago en partes iguales. Esta accién se reali- za a menudo para evitar conflictos, pues la posesién conjunta de la propiedad es presagio de discordia. El patr6n de propiedad individual, que en parte est4 determinado por las reglas de la herencia, no implica que el uso de la propiedad sea indivi- dual. Por el contrario, la posesién individual est4 acompafiada por el uso conjunto de la propiedad con el nacleo familiar. La propiedad y la disposicién del dinero producto de su venta pueden ser controlados en conjunto por una pareja casada, pero a final de cuentas, es el duefio individual de una propie- dad quien decide si venderla o prestarla. Consistentes con los ideales de patrilocalidad son los ideales de autori- dad patriarcal: generalmente los hombres mayores son considerados, tanto por los hombres como por las mujeres, las figuras indiscutibles de autoridad en la familia. Cuél cényuge ejerce de hecho la mayor parte de la autoridad en la familia, puede depender de factores como la ubicacién de la residencia, per- sonalidad 0 riqueza relativa, o el hecho de que el matrimonio haya sido arregla- do. Sila residencia de un hombre est4 financiada por los padres de su esposa ¥ si su esposa tiene més propiedades que él, puede ser dificil para el espos° ejercer su autoridad, aunque a los hombres taleanos les gusta pensar que tienen familias ideales con dominio masculino. Si una mujer accede a un 66 CAPITULO Il: ORDEN POR MEDIO DE LA ORGANIZACION SOCIAL trimonio arreglado, entonces sus padres, en particular el padre, se pon- in de su lado en los conflictos maritales. Se supone que los esposos deci- n si sus esposas hacen una peregrinaci6n; los padres deciden si sus hijos in de casa para buscar trabajo en la ciudad; los hermanos mayores tienen ho de ejercer autoridad sobre los menores. Pero la toma real de decisio- 10 est4 tan claramente definida como nos hacen creer algunos informan- Lo que estd claro es que el ideal patriarcal no lo comparten las esposas, ticularmente las que no presumen de pertenecer a la “élite taleana”, si es puedo usar este término. Entre las familias que se dedican principalmen- Ja agricultura de subsistencia, las mujeres esperan que las relaciones esposos sean més igualitarias. Después de las familias nuclear y extendida, las familias no emparenta- pueden vincular por medio del matrimonio y del parentesco ritual. El imonio crea un vinculo de afinidad entre un hombre y una mujer y entre espectivas familias. Como la endogamia dentro de cada pueblo es la a entre los habitantes del Rincén, el matrimonio tiende a establecer vincu- ados entre los del mismo pueblo. Ademés de las relaciones de afini- lad creadas necesariamente por el matrimonio, todo el complejo sistema del matrimonio inicia una serie de relaciones de parentesco ritual. En toda la regién el matrimonio es monog4mico. La mayorfa de los matri- os se lleva a cabo a través de una serie de ceremonias realizadas ‘durante fos meses. Se comienza con las primeras negociaciones formales que la amilia del muchacho inicia con la familia de la muchacha y se termina cuando nilia del novio entrega la dote (generalmente en guajolotes) a la familia Novia, en presencia de parientes y amigos. A cambio, la familia de la entrega a su hija en matrimonio. En general el matrimonio se considera isin la realizacién de las ceremonias civil y religiosa, aunque tradicional- en Talea las parejas no viven juntas sino hasta que se completa la Fémonia de intercambio entre las familias. Una muchacha se casa con un hombre que sus padres le han recomen- ¥ @ quien han aprobado: la obediencia implica su seguridad futura. 10s usualmente casan a sus hijas entre los quince y dieciocho afios + y a sus hijos entre los dieciocho y veintidés. Los individuos que se an fuera de este rango de edades son objeto de chismes. Las muchachas 67 IDEOLOGIA ARMONICA que se casan a edad més temprana son comparadas despectivamente con las de los vecinos pueblos zapotecos monolingiies, que llegan a casarse a los nueve afios. De hecho, hace s6lo algunas décadas los taleanos también se casaban més jévenes. Las costumbres matrimoniales taleanas estén sufriendo cambios que han aumentado las tensiones entre los cényuges, asi como entre los parien- tes afines. Estas transformaciones est4n relacionadas con una cambiante divi- sién de trabajo productivo, una cambiante distribucién de la autoridad y la posibilidad de nuevas opciones en el patron de vida, como la migracién. ‘Ademés de las relaciones familiares consanguineas y de afinidad, los taleanos tienen un parentesco ritual: el compadrazgo. El parentesco ritual se refiere a Ja relacién establecida entre padrinos y ahijado y entre los padrinos y los padres del ahijado (compadres). Estas relaciones forman una red con toda la comunidad y mucho més all4. Cuando los compadres no estén emparentados —y generalmente no lo estén— el compadrazgo sirve para extender la solidaridad y reciprocidad més allé de la familia inmediata y pa- ra integrar a la sociedad alo largo de planos horizontales (dentro de la misma clase) y verticales (entre clases distintas). Entre los zapotecos del Rincén no hay una regla tinica que determine Ja forma en que se eligen los padrinos; son factores el prestigio, el afecto y la conveniencia. Sin embargo, hasta cierto grado los padrinos se buscan entre aquellos de posicién econémica y social mas alta. Asf, el compadrazgo tiende aser asimétrico; es decir, a menudo ocurre entre personas de poder y riqueza desiguales. Los taleanos han hecho un uso complejo del compadrazgo y les ha servido de una variedad de formas: complementando la cada vez més es- casa autosuficiencia econémica de las familias nucleares, al operar como una especie de seguro social; fortaleciendo a la familia o las relaciones intrafami- liares, sea cual fuere la necesidad; aumentando la dependencia de un grupo de personas respecto a otro (los que no tienen recursos con respecto alos que sf los tienen; los zapotecos monolingiies respecto a los bilingiies); y exten- diendo la influencia de Talea més all4 del pueblo, en toda la regi6n. 68 CAPITULO III: ORDEN POR MEDIO DE LA ORGANIZACION SOCIAL divisién del trabajo a division del trabajo en Talea es en varios sentidos una extensién de la anizaci6n familiar y de las dimensiones mencionadas antes: hay lazos ver- les que reflejan la autoridad y la jerarqufa y lazos horizontales que refle- n una preocupacién por la simetrfa y los valores igualitarios. Una familia lear del Rinc6n puede realizar todo el trabajo necesario para mantenerse un nivel de subsistencia. En general, los hombres se concentran en la pre- én y cultivo de la tierra agricola y las mujeres en el cuidado de los hijos, én de alimentos y cuidado de la ropa. Todas las formas de trabajo se n por igual. Tanto los hombres como las mujeres cuidan a los animales, tan lefia, cosechan y venden el excedente que pudieran tener. Algunos bajos estén separados: las mujeres cuidan a los hijos y obtienen un ingreso jos cerdos, los hombres de las vacas. El trabajo del cual no se pueda en- sar la familia nuclear lo realizan otros grupos laborales: gozona (ayuda a), compajifa (socios) y mozos (trabajo remunerado). La creciente im- ancia de estos grupos de trabajo dentro del pueblo, da cuenta de los cre- es grados de estretificacién. Dos tareas son importantes para todas las familias taleanas: que los es trabajen la tierra para subsistir (preparar el suelo, sembrar, desyerbar har) y que las mujeres preparen las tortillas (moler, amasar y cocinar). n Talea dos grupos de parientes masculinos trabajan la tierra juntos: los jos solteros y sus padres. Que los hijos casados trabajen con sus padres es raro como que lo hagan los hermanos, tfos 0 sobrinos casados. Una vez do, sin importar su situacién residencial, un hombre taleano ya no traba- i ‘como parte de su familia nuclear original a menos que trabaje con ellos _ ©omo parte de una relacién de compafifa, gozona 0 mozo. Por lo general un hijo recibe legalmente su porci6n de tierras al momento de casarse, y desde "€8€ momento es responsable de trabajarlas por su cuenta, separade de la “amilia de su padre. Si no hereda al casarse, lo usual es que continte traba- do con su padre. El que un hijo reciba sus tierras al casarse o al morir sus padres, parece implicaciones importantes para la divisi6n del trabajo dentro de la fami- Nuclear y para que ésta siga integrada después de que sus miembros co- 69 IDEOLOGIA_ARMONICA mienzan a formar sus propias familias. En Talea un padre puede desembara- zarse de toda responsabilidad econémica respecto a su hijo después de darle su porcién de tierra al casarse. E] hijo trabaja su tierra solo o en compafiia o gozona, ose las arregla contratando a un mozo 0 trabajando como mozo. Cual- quiera que sea la forma que elija para trabajar, busca ayuda laboral princi- palmente en fuentes no emparentadas, Asf, al casarse, un hijo taleano deja de cultivar con su padre y hermanos solteros y se ve obligado a aliarse con otros miembros de su pueblo, de quienes pasa a depender para que le ayuden a trabajar sus tierras. El trabajo de las mujeres también requiere de cooperacién entre los miembros del grupo familiar. Sélo de las hijas solteras se espera que ayuden en la preparacién de tortillas y en otras tareas domésticas, Una hija casada o nuera que realice diariamente estas tareas para la familia, es usualmente una que comparte casa y hogar con su madre o suegra. Hacia 1960 muchas ma- dres solteras continuaban viviendo en la casa de sus padres y, por supuesto, ayudaban con las tareas domésticas. Una nuera nueva puede vivir de seis a ocho meses con su suegra y ayudarle, antes de separarse con su esposo de la casa paterna. Pero a menudo una pareja pasa sélo unas semanas con los padres del esposo antes de establecer su propia casa. Asf, una madre taleana puede perder a una hija cuando ésta se casa, y cuando se casa su hijo gana una nuera que le ayuda en las tareas domésticas. Asimismo, cuando un hijo se casa en Talea, su padre lo pierde como miembro del grupo de trabajo, y cuando una hija se casa, el padre no gana un yerno que remplace al hijo. La descripcién anterior es un resumen de las regularidades observa- das, lo que los antropélogos interpretacionistas llaman una construccién. Lo es, pero también es parte de la forma zapoteca de presentarse a si mismos- Las circunstancias y las preferencias individuales, sin embargo, determinan modificaciones. Ciertamente es importante hacer notar que la divisién talean@ del trabajo en la familia nuclear se ha modificado con las circunstancias eco- némicas cambiantes y que actualmente contrasta con la de los pueblos veci- nos. Si en afios anteriores el grupo laboral familiar hubiera incluido a los hijos casados y a sus cényuges, las expectativas silenciosas de los cényuges po drian haber ocasionado problemas entre los afines. 70 CAPITULO Ill: ORDEN POR MEDIO DE LA O} El primer tipo de grupo laboral —gozona o gozin en zapoteco— repre- una forma de ayuda mutua entre parientes, amigos y vecinos. Es una acin de servicios de corta duracién y con reciprocidad implicita. Los arios en los que la gente aplica la gozona son particulares de cada pue- y cada comunidad conoce los tipos de gozona que pactica el pueblo Un informante del vecino pueblo de Juquila describié la situacién de diciendo: “Allé en Talea todos hacen gozona para cualquier cosa, aqui *. Efectivamente, la observacin parece correcta. Los taleanos llaman alos ites, amigos y vecinos para construir o reparar casas y para ayudar a la tierra o para arar, sembrar y cosechar. Ofrecen gozona en las bo- funerales y fiestas. Incluso hacen gozona entre comunidades; por ejem- banda y orquesta de Talea han tocado en fiestas de Villa Alta, Yatzona, Yalina y Yace, un servicio apreciado y a cambio del cual los miisicos nen bien. Estas comunidades retribuyen del mismo modo. La gozona en Talea a menudo tiene como excusa el trabajo, pero es més que una forma expedita de realizar tareas que no pueden lograr la ia nuclear o los individuos solos. Algunos taleanos han sefialado que na no es la manera més eficiente 0 econémica de construir una casa. comprobar que es més costosa la gozona para fines de construccién, ejemplo, de lo que serfa contratar trabajadores. Un hombre puede invitar tros quince o veinte para participar en una gozona durante dos dias de struccién. Esto significa que los debe alimentar a ellos y a sus esposas, van para ayudar a preparar la comida, ademas de ofrecerles alcohol. la gozona se vuelve un alegre equipo de trabajo y una festividad. En Talea la gozona es principalmente un asunto entre vecinos, pero en s de los pueblos zapotecos més pequefios del Rincén —Yobego, por mplo— se invitarfa a toda la poblacién, de unos trecientos, a una gozona Construir una casa. En un pueblo asi se festeja, se bebe, se come y se mucho més que en Talea. Cuando la gozona se usa para tareas agricolas participa menos gente, Be aplican los mismos principios de organizacién. Se invita a la gente a ‘par en la cosecha. Se le da comida y mezcal. A la siguiente sema- ta misma gente puede pedirle al anfitrién de la semana anterior que haga a con ellos, y entonces ellos ofrecen comida y bebida. En otras partes Wi. IDEOLOGIA ARMONICA pe UL EOI DROLOGIATARMOMTEA NEES NSN in Ul del mundo, con la aparicién de los cultivos comerciales y del trabajo asalaria- do, los grupos de trabajo recfproco prdcticamente han desaparecido, pero en el Rincén ain se utilizan, La ayuda mutua de este tipo es mucho mas que cooperacién econémi- ca: es una expresién de igualdad, respeto mutuo y cortesfa. Todo aquél que es invitado a la gozona participa en el trabajo. Se considera inapropiado pagarle a un hombre por la gozona, pues es la expresién de los vinculos sociales que unen a los hombres en un contrato no escrito de ayudarse el uno al otro, aquello que en otro contexto Vélez-Ibafiez (1983) llamé lazos de confianza. Los juquilefios también practican la gozona, pero sobre todo en tareas agricolas como roza y quema, arar, sembrar y cosechar. No usan la gozona para funerales, bodas, fiestas o construccién de casas. Consideran que la familia debe encargarse de las bodas, construccién de casas y funerales. En Juquila, a diferencia de Talea, la familia extendida a menudo opera como gru- pode trabajo. En los funerales taleanos no s6lo los amigos, vecinos y parientes echan una mano, sino que cada persona que atiende contribuye con una vela, ade- ms de dinero, frijoles, mafz, café o cigarros. De este modo, el costo del fune- ral se comparte entre todo el grupo, en lugar de ser cubierto por la pequefia familia nuclear. ¥ la familia nuclear taleana retribuye esta ayuda participando en la gozona durante otros veinte o treinta afios. E] uso de la gozona opera en contra del aislamiento que resulta de la divisi6n del trabajo y herencia en la familia, En Talea, como el hombre general- mente hereda su tierra al casarse, corta su dependencia lineal o vertical y cuan- do necesita ayuda la busca entre los miembros de grupos horizontales 0 no emparentados. Aqu{, donde una proporcién menor de la interacci6n total de un individuo ocurre dentro de la familia extendida, encontramos un amplio uso de la gozona. Una posibilidad alternativa para movilizar la mano de obra se conoce como trabajo en compaiifa. Cuando dos personas se asocian, estén trabajan- do en compaiifa. Dos casos reales pueden servir de ejemplo. Una viuda talean2 que tiene buenas tierras para cultivar cafia de azticar trabaja en compafifa con un hombre éuyas tierras son inadecuadas para sembrar cajfia: tienen un 72 i CAPITULO IIL: ORDEN POR MEDIO DE LA ORGANIZACION SOCIAL contrato verbal de acuerdo con el cual ella pone la tierra y las plantas y él Ja mano de obra. El producto se reparte por igual al momento de la ¢osecha. En el segundo caso, un muchacho soltero que mantiene a su madre, una viuda, trabaja en compafifa con su hermano. Ambos aportan tierra, semi- Ila y trabajo, y la cosecha se divide por igual. El trabajo en compafifa dura desde que la tierra se prepara para la siembra hasta que se cosecha. Para la ‘eafia de aziicar esto implica dos afios, suficiente tiempo para que se acumu- Jen las tensiones. La compajifa también se utiliza durante la época de cose- cha, particularmente para el café. Finalmente, el trabajo remunerado puede preferirse ante la gozona o el trabajo en compafifa. Un jefe contrata mozos y les paga salarios. La relacién de trabajo mozo-jefe se encuentra en todo el Rinc6n, aunque con diferencias en el patr6n y el desempefio. En Talea y en el vecino pueblo de Juquila hombres siempre son jefes y nunca mozos, aunque la proporcién de tos hombres es mayor en Talea que en Juquila, donde la mayor parte de la acién masculina puede ser mozo una semana y jefe a la siguiente. En ila la relacién mozo-jefe es simétrica. En Talea esta relacién es cada vez asimétrica, tendiendo a la formacién de clases bien definidas: aquéllos i¢ contratan trabajadores y aquéllos que son contratados como trabajado- Las més de las veces las relaciones asimétricas terminan en el juzgado. i t lominio de un cultivo comercial: el café. El dinero permite que un indivi- © contrate trabajadores y les pague, situacién similar a la que ocurrié a ipios de siglo, cuando la diversidad ocupacional también estimulé que artesanos contrataran empleados. El tequio, el trabajo comunitario realizado por todo hombre capaz en be- io de la comunidad, existe en toda la regi6n y es una agrupacién laboral le, a diferencia de las demés, sélo participan los hombres. Cuando las idades municipales de Talea convocan un tequio, generalmente reclutan alternados de unos diez hombres. El tequio se usa para reparar edifi- Pablicos (el municipio, la iglesia, la escuela y la casa del cura), para Snstruir el sistema ptblico de drenaje y suministro de agua y para mante- calles y brechas en buen estado. La mayor cantidad de tequio se iy 73 IDEOLOGIA ARMONICA realiza justo después de que las nuevas autoridades municipales asumen sus cargos en enero. ‘ A diferencia de los grupos de trabajo recfproco y del tequio, que son predominantemente masculinos, tanto hombres como mujeres participan en las interacciones informales que resultan de las actividades cotidianas: ora- cién, ceremonias, producci6n agricola, preparacién de alimentos, actividad comercial y lavado de ropa. La rutina diaria es particularmente. importante para entender los patrones de interaccién femenina, que son més variados que los de la interaccién masculina. Quizds los contactos sociales més frecuentes e importantes entre las mujeres taleanas son las agrupaciones informales que resultan de Ja rutina cotidiana. Las mujeres se levantan alrededor de las cinco de la mafana y llevan su mafz.a moler a los molinos cereanos. Como generalmente tienen que esperar su turno, es buen momento para platicar con otras, mujeres. Luego regresan a su casa a preparar el desayuno para sus familias y un almuerzo para sus esposos, quienes trabajan en campos que pueden estar a una o dos horas a pie. Durante el dia el pueblo esta ocupado principalmente por mujeres, ni- fos, comerciantes y ancianos que ya no trabajan. Cuando los hijos mayores van a la escuela, una mujer puede cargar al mas pequesio en la espalda e ir a la iglesia durante una hora o dos con su madre o suegra. Las mujeres Tlevan a cabo ciertos deberes religiosos: la oracién diaria, la decoracién de la iglesia con flores y el levantamiento de altares para ciertos santos 0 estatuas de varias virgenes. Después de la iglesia, atin cargando a su hijo menor, generalmente recogeré la ropa sucia de la familia e iré hacia el pozo. Ahf esté en ae fisico y social con sus vecinas. La platica y el chisme hacen de ésta una de sus tareas m4s agradables. También es un escenario importante de conflicto. Enla tarde, si ya terminé el trabajo de la casa, puede acompafiar a una hija 0 hermana, a su madre o a algiin pariente politico a buscar lefa. Més tarde regresa a casa a tiempo para volver al molino y preparar la merienda de sus ij sO que re; san. ar ‘ie deserinclia de cémo una mujer puede pasar sus dfas enfatiza le clara divisién espacial y contextual entre las actividades usuales de Baantee y mujeres. La rutina diaria asocia a las mujeres con otras mujeres. Los hom 74 CAPITULO III, ORDEN POR MEDIO DE LA ORGANIZACION SOCIAL es necesariamente deben pasar sus dias en el campo solos 0 a veces en comparifa de otros hombres, Al atardecer, cuando los hombres regresan de los pos, pueden pasar un rato en las cantinas o tiendas, o simplemente pa- indo en el z6calo y platicando en los portales. Si viven lejos del centro del lo, platican con los vecinos y se retiran después de cenar, El domingo y de plaza, rompen con la soledad del trabajo en el campo. En estos Jos hombres pasan el tiempo trabajando en su casa o salen a tomar. Como stas actividades a menudo desencadenan pleitos entre los esposos, es co- Gin que los lunes el juzgado tenga mucho trabajo. La rutina semanal también -rompe con la celebracién de los santos y otras festividades religiosas, don- -hombres, mujeres y nifios se reanen durante varios dias de festejo. asociaciones basadas en necesidades comunes y valores artidos hecesidades econémicas de las celebraciones religiosas son la base § asociaciones adicionales. En Talea hay tres barrios: San Pedro, La dad y El Rosario. El barrio es un grupo sin ubicaci6n fisica que funciona no banco cooperativo o asociacién de ahorro y préstamo. Se sabe poco rea del origen o desarrollo hist6rico del sistema de barrios enel Rincén, ro hay cierta evidencia de que estos grupos evolucionaron muy a finales ‘siglo pasado con la decadencia del tradicional sistema de mayordomos, cual unos cuantos hombres se turnaban para costear las fiestas religio- sistema de barrios es una de las formas en que los gastos de la fiesta se ferido de un individuo a un grupo. Lo que antes era principalmente presa individual ahora es una empresa cooperativa. El tradicional sis- de mayordomos pasé de ser un mecanismo que distribufa la riqueza a uno que mantenia pobre al pobre y empobreeia al rico, Durante afios el bierno estatal habia desaprobado el sistema de mayordomos. Los barrios n la acumulacién de fondos a través de una organizaci6n que asume de las costosas fiestas, Las fiestas ya no son un mecanismo de obtencién gio para los mayordomos, que ahora simplemente son los encargados de acién del santo. 75 IDEOLOGIA_ARMONICA La mayorfa de los taleanos pertence a uno de los tres barrios, cuyas funciones declaradas son prestar dinero, usar los intereses para celebrar la fiesta del santo respectivo y pagar los impuestos de sus miembros al munici- pio. Hasta que uno de los barrios sobrepas6 excesivamente a los otros en ndmero de miembros, cada uno habia tenido un representante en el ayunta- miento. Como los grupos no estén localizados, la pertenencia esté distribuida por todo el pueblo, vinculando a personas de distintas familias, ocupaciones y secciones. Los hombres adultos de Talea son libres de afiliarse a cualquier barrio. Pueden pasar de un barrio a otro 0 no afiliarse a ninguno, en cuyo caso pagan sus impuestos directamente a la tesorerfa municipal. Sin embargo, lo usual es que un hijo se una al barrio de su padre y que una mujer pertenezca al barrio de su esposo. Cada barrio tiene un santo patrono. En el dfa dedicado a su santo, el barrio recauda impuestos de todos sus miembros y retine los intereses de los préstamos otorgados el aio anterior. Los intereses se usan para celebrar la fiesta del santo y para pagar los impuestos a la tesorerfa. Ademds de recaudar y prestar dinero, el barrio es una unidad terrateniente que presta sus tierras cada afio a los mayordomos para que siembren el maiz y frijol que se utiliza- rén luego en la fiesta. Los taleanos son bastante desapegados y superficiales respecto a su barrio; sus sentimientos se parecen a los que tendrfa un estadounidense ha- cia su banco. Esta actitud contrasta con la de los juquilefios, quienes sienten una fuerte lealtad hacia su barrio. Los juquilefios enfatizan la linealidad en el reclutamiento del barrio (la pertenencia est4 prescrita por nacimiento para un hombre y por matrimonio para una mujer), resultando en fuertes lealtades y apegos. Estas asociaciones pueden ser significativas, ya que el niimero de barrios en cada pueblo puede reflejar alianzas mas amplias que las fami- liares. Los vinculos sociales no se forjan s6lo con base en los intereses biolégi- cos y econémicos ni en Talea ni en ninguna otra parte del Rincén. Ademés de ! organizacién familiar, los grupos de trabajo y los barrios, también ios yalores comunes, asf como la percepcién de Ja necesidad de una organizacién guber~ namental y religiosa para todo el pueblo, generan agrupamientos. 76 CAPTULO Ii: ORDEN POR MEDIO DE LA ORGANIZACION SOCIAL La masica juega un papel especial en el desarrollo de las alianzas. En la ria de los pueblos de esta regién los mésicos estén organizados en grupos dos bandas. E] némero de bandas, asi como el namero de barrios, varia pueblo a otro: algunos pueblos de trescientas personas tienen dos o tres jas, mientras que un pueblo de dos mil puede tener s6lo una. Estas orga- ones de misicos reflejan més que un interés en la misica per se. Los ésicos generalmente representan facciones opositoras en el pueblo. _ Talea tenfa s6lo una banda hasta alrededor de 1930. En esa época, un nativo de Talea, buscando “civilizar” adn mds a su pueblo de origen, saniz6 un segundo grupo de miisicos, conocido como “la orquesta”. Hay nos treinta hombres en cada organizacién. La pertenencia refleja diferen- en ocupacién y valores. Tradicionalmente, la banda est4 formada con sinos de la parte “conservadora” del pueblo. La orquesta, en cambio, puesta en su mayorfa de campesinos “progresistas”, comerciantes y luctores de café. Cada organizacién tiene su propia casa, donde guarda instrumentos y ensaya, y donde los hombres disfrutan de la companifa A veces los miembros usan estas casas para dormir. Se espera de los méi- que toquen en las celebraciones religiosas, funerales y bodas, y que jan a las autoridades gubernamentales visitantes. Estos hombres estan tos del tequio y de ocupar cargos municipales. omo se dijo, las organizaciones musicales a menudo representan a las facciones de los pueblos, especialmente la enemistad y lucha entre esistas y conservadores y entre j6venes y viejos. En 1957, por primera desde la formacién de la orquesta, ambas organizaciories tocaron juntas tarde. Durante este tiempo los taleanos estaban nerviosos y se sentfan ialmente inseguros acerca de la presentida llegada de la carretera y con ‘un contacto més frecuente con el mundo “exterior”, La armonfa era tema 60, cuando la gente estuvo més sobria, ya no vefa posible tal con- i6n. Entonces los taleanos ya no podfan concebir cémo combinar la ¥ la orquesta sin perder la particularidad, de pronto tan importante, 8 dos tipos de expresién musical. No podfan resolver qué hacer con los 7 IDEOLOGIA ARMONICA dos directores, y ni la amenaza externa era suficiente para conciliar las muy distintas actitudes de cada grupo hacia el cambio. Los taleanos, cuyo amor hacia la asociacién y la participacién civil se exhibe en el creciente nimero de comités, asociaciones y organizaciones en- cargados de cuestiones vecinales y de todo el pueblo, usan las asociaciones sobre todo para tareas especificas. Por ejemplo, todos los hombres cuyas espo- sas lavan en un pozo particular tienen una asociacién cuyo propésito es conser- var ese pozo y su suministro de agua y defender sus derechos en caso de que alguien corte o amenace este suministro. Un dirigente, un secretario-tesorero y dos ayudantes son elegidos por los vecinos por periodos de un afio. Los taleanos también usan las asociaciones para dar mantenimiento a las capillas seccionales, pero el presidente, secretario-tesorero y ayudantes de cada capi- Ila son asignados por el municipio. i La organizacién de la iglesia es més compleja y es en cierta forma paralela a la del municipio, aunque sus autoridades son designadas por las municipales. El presidente, secretario, tesorero, fiscal y sacristanes son de- signados todos para administrar la iglesia en nombre de los habitantes del pueblo. Nunca ha habido un cura residente. El presidente de la iglesia, usualmente un hombre mayor, es el administrador y se encarga de que el secretario, tesorero, fiscal y sacristanes cumplan sus deberes. El tesorero recolecta dinero para la iglesia y es responsable de cuidar la caja de la iglesia. El secretario registra todos los movimientos financieros. Estos dos hombres generalmente tienen unos cuarenta afios de edad. Los sacristanes abren la iglesia, la limpian y realizan todas las tareas que les pida el cura. ‘También fabrican y venden velas, y presentan un reporte financiero de sus ventas al tesorero. Los dos sacristanes, que pueden ser jévenes 0 viejos, s¢ turnan los dias de servicio. El fiscal toca la campana todos los dias y ayuda a organizar las fiestas del pueblo. Es un hombre mayor, de unos cuarenta Y cinco afios, que est a punto de retirarse de toda obligacién de servir al pueblo. Al igual que los barrios, las diversas asociaciones y el pueblo mis- mo, la iglesia es duefia de propiedades en forma de tierra agricola y bienes eclesidsticos. La organizacién de los puestos en la iglesia sigue la persisten- te organizacién escalonada de los sistemas de cargos presente en las orga- nizaciones civiles y religiosas en toda Mesoamérica. 78 CAPITULO Il: ORDEN POR MEDIO DE LA ORGANIZACION SOCIAL Laestructura y funcién del gobierno en todas las comunidades del Rin- sigue un patr6n establecido por la nacién y el Estado y son parte de la a politica nacional de México. (En capitulos posteriores se intercalard discusién de las organizaciones gubernamentales. Aqui me centro en los tos de la organizacién social que se relacionan con el control social.) estructura, en virtud de su naturalea intrinseca, previene 0 provoca isputas y conflictos, y ciertas estructuras de la arena extrajudicial influyen y, echo, a veces determinan la forma en que la gente elige manejar la dispu- el conflicto. Al pensar en la evolucién de la organizacién social taleana, no se pue- gar la cambiante historia econémica y politica de este pueblo que deter- Jos orfgenes plurales de sus habitantes. A lo largo del tiempo llegé gente s pueblos de la regién y de fuera, a asentarse en Talea por distintos ivos. Pero haya sido por motivos econémicos, politicos o personales, la nte que lleg6 tenfa la voluntad de abandonar fisicamente situaciones tradi- ales. Probablemente se mudaron como individuos, 0 cuando mucho en s nucleares, y este movimiento probablemente estimulé a su vez la raci6n de grupos secundarios no emparentados, como barrios, asocia- ypalomillas (sociedades fraternas) como formas de apoyo en ausencia ilias extendidas. Los grupos secundarios se han caracterizado por patrones de-recluta- ito que estimulan el desarrollo de redes personales. Un individuo puede Star vinculado con cierta gente por medio de su pertenencia a un barrio, de trabajo u obligaciones con el pueblo, y con otra gente muy distin- medio del parentesco simbélico. Cuando se consideran los grupos en ; Conjunto, sus miembros se entrecruzan y el resultado es lo que Kroeber 1917: 86-87) llamé en otro contexto “una maravillosa complejidad que garan- : la Proteccién ante la segmentacién, la ruptura o la fisura”. Aunque este Po de integracién social se ha observado en varios escenarios, los comentarios veber acerca de los kuni se aplican también para Talea: Hatro 0 cinco distintos planos de sistematizacién se atraviesan unos a otros y an ast para toda la sociedad una integridad que se perderta répidamente @8 planos se unieran, forentando la segregacién y fisura. Los clanes, las frater- » el sacerdocio, los kivas y en cierta medida las partidas de caza son 79 IDEOLOGIA ARMONICA agentes de divisién. Si coincidieran, las fisuras en la estructura social serfan pro- fundas; al hacer contrapeso entre st producen segmentaciones de una complejidad casi maravillosa, pero que nunca podrén separar la entidad nacional [Ibid.: 86- 87] En Talea los barrios, los grupos musicales y los jefes serfan todos agentes de division si coincidieran. Son lazos que unen a un niimero de hombres como grupo 0 como individuos, pero otros lazos los dividen al vincular a algunos de ellos con grupos distintos. De este modo los grupos organizados son atrave- sados por otras relaciones que forman una vinculacién cruzada entre sus miem- bros. En el uso que dio Gluckman (1959) al término, la “vinculacién” deberfa servir a la cohesién. Este tipo de entrecruzamiento parecerfa tener una fun- cién armonizadora en un pueblo tan densamente poblado como Talea, donde los variados patrones de residencia y la mayor densidad obligan a la gente a vivir cerca de personas no emparentadas. Aunque la vinculacién cruzada puede fortalecer las relaciones entre grupos sociales y asf generar armonfa, este entrecruzamiento cohesivo puede existir a expensas de otros vinculos, como aquellos al interior de la familia. Si esto fuera asf, uno esperaria encon- tar un volumen proporcionalmente mayor de casos referentes a la familia que de casos que no la implican. También se esperarfa encontrar que la mayorfa de los conflictos presentados en el juzgado son entre individuos y no entre gru- pos, 0 que en este diltimo caso ocurren entre grupos como las organizaciones musicales o entre miembros de distintas clases, como jefes y mozos. Antes habia sefialado que las dimensiones jerarquicas y el modelo impositivo en la organizacién social, sirven para estratificar a la sociedad taleana. La estratificacién ha ocurrido en una variedad de contextos. En la familia la creciente ausencia de relaciones igualitarias es mds notoria entre esposo y esposa, una situacién que ahora generalmente se acepta como con- comitante de la occidentalizacién. Es notable sobre todo en Talea, primer? porque este cambio se encontr6 inicialmente entre aquéllos que tenfan un mayor contacto con el mundo externo y, segundo, porque contrasta fuer temente con la distribucién més igualitaria de la autoridad entre los cényuge> de pueblos vecinos como Juquila. En el contexto del servicio municipal, el patrén prehispnico d& estratificacién por edad y experiencia se ha modificado para incluir otras va~ 80 CAPITULO IIL: ORDEN POR MEDIO DE LA ORGANIZACION SOCIAL les como riqueza y educacién. Si cierto nivel educativo garantiza que un mbre no comenzar4 sus deberes oficiales como policfa, 0 sea, que no ten- , que ascender toda la escalera, entonces tenemos el comienzo de un siste- de clases. El proceso atin no estaba completo en Talea, pero las Iineas n trazadas ya desde los afios cincuentas. Nuevamente, el contraste con pueblos vecinos volvié nftida una imagen borrosa. Los taleanos estén mas dispuestos que los habitantes de los pueblos veci- definir claramente los derechos y obligaciones de sus funcionarios y estén is dispuestos a delegar autoridad. En los pueblos zapotecos monolingiies se ospecha de la autoridad delegada. Pero en esos pueblos también se practica n mayor regularidad la brujerfa, que frena tanto la delegacién de poder a s autoridades municipales como su aceptacién. Los cambios més profundos en Talea han ocurrido en lo econémico. mecanismos tradicionales de nivelacién, como el de asignar los cargos ligiosos més pesados a los hombres mds ricos, ya no existen. En cambio, la econémica ha pasado de los individuos ricos al grupo, por medio de i6n de organizaciones de ahorro y préstamo conocidas como barrios. dominio del parentesco ritual, la gente més pobre del pueblo depende vez més de que los ricos asuman obligaciones de padrinazgo hacia sus . Como institucién, el compadrazgo ha comenzado a perder importancia. ervamos la cambiante divisi6n del trabajo, aGn encontramos intercam- equivalentes, como aquellos entre mozo y jefe o entre los que trabajan en pafifa, pero la tendencia va hacia la contratacién de m4s personas por de menos personas (Hirabayashi, 1980). A medida que Talea entra al mundo contempor4neo, los mecanismos de i6n han dado lugar a mecanismos de estratificaci6n. El orden social se Conservado asegurando que los habitantes sean miembros de una varie- d de organizaciones y que compartan las ideas de ciudadano —participa- N ciudadana en el funcionamiento del pueblo—, rinconero —gente psico- amente aislada del exterior— y armonia —tal y como se expresa en las aciones que impiden la intensificacién de los conflictos. 81 CAPITULO IV. AGRAVIOS Y AGENTES DE SOLUCION: COMPARACIONES DE ORGANIZACION SOCIAL ito en la presentacién de los estudios sobre la organizacién social del ravio hay un modelo que emana del concepto de sistemas miiltiples. expresar la idea de manera sencilla, dentro de una sola sociedad varios legales se complementan u oponen entre si, 0 uno puede dominar los demés. Este concepto tiene una larga historia en la antropolo- el Mauss y M. H. Beuchat (1906) describieron la presencia de dos legales entre los esquimales, que los usaban de manera alternada en iones de verano e invierno, y Richardson (1940) encontré patrones entre los kiowa. En 1926 Malinowski describié varios sistemas més 0 menos independientes en el archipiélago Trobriand. En 1942 -discutié la divisi6n tripartita del trabajo juridico entre los briténi- loniales, los musulmanes y los juzgados de derecho consuetudinario de pe de Nigeria. Schneider (1957) exploré de manera similar las diferen- ias de castigo en la isla micronesia de Yap. En su trabajo sobre los de Nueva Guinea, Pospisil afirmé que “cada subgrupo funcional de tiene su propio sistema legal, que en algunos aspectos es nece- amente diferente al de otros subgrupos” (1958: 272)..Lo importante en ‘€tnograffa es una rivalidad en la tarea de regulacién social y control no un pluralismo per se. _ Lainteraccién de los procesos de control social y cultural, de los cuales ol legal no es sino una faceta, es la relaci6n entre aquello que los juris- derecho y aquellas otras agencias que la gente concibe como equi- funcionales del derecho, Estos equivalentes a veces se denominan entes extrajudiciales del derecho. Aquf los inscribo bajo la idea de de solucién para pasar el centro de gravedad de la ley al control. s de servir como foros donde pueden ventilarse los agravios, los agen- 4¢ solucién también pueden actuar como controles o restricciones, ycada teia esta caracterizada por ideas o incluso por ideologias que reflejan S como los de la armonfa social 0 el castigo individual. 83 IDEOLOGIA_ARMONICA La fuerza del juzgado, la familia y los poderes sobrenaturales como con- troles del comportamiento social, ya sea para resolver los agravios 0 para preve. nirlos, varfan segtin la cantidad y expresi6n del poder de estos sistemas y su situacién en las estructuras sociales. Por ejemplo, a medida que aumenta la movilidad fisica, disminuye la autoridad familiar. A medida que disminuye Ja autoridad de la familia, aumenta la del juzgado. La fuerza de estos agentes también varfa con su iniciativa en la formacién de los patrones de uso, como cuando el juzgado o la policfa inician los casos (Nader, 1966b; Black, 1973), Recoleccién de datos sobre agentes de solucién Ha resultado imposible recolectar datos uniformes sobre las actividades de los. agentes de solucién en el Rincén. El hecho de que los taleanos, en contra dela evidencia, nieguen que ocurren conflictos o rivalidades, indica que hay una ideologia arménica. A los visitantes les aseguran de inmediato que en este sentido Talea se compara favorablemente con los pueblos vecinos (aun- que, como descubri més tarde, estas aseveraciones no parecen interferir con la estrategia de perseguir en lugar de evitar los agravios). Ciertamente, algu- nos pueblos del Rincén tienen una reputacién de ser especialmente discordantes, e incluso en Talea los ciudadanos con mentalidad civil distin- guen a ciertos individuos como excepciones a la regla taleana de paz y armo- nfa. En retrospectiva, me doy cuenta que mis datos fueron en parte recolecta- dos por encuentros casuales con las disputas y que se vieron muy fortalecidos por el acceso a los archivos del juzgado. Los primeros materiales que obtuve del juzgado me los recolecté un ciudadano de Talea, quien escribié una breve descripcién de los casos que entraron a la presidencia durante un mes. Luego un secretario recolect6 de la presidencia casos que inclufan registros textuales. Este material fue comple- mentado con documentos de casos copiados de manera intermitente en las of- cinas del sindico y del alcalde entre 1957 y 1965. Ademés de este material oficial, deduje mas informaci6n sobre los agravios a partir de reportes de si- tuaciones resueltas fuera del juzgado. Los recuentos mds completos fueroP aquellos relatados mientras el calor y la indignacién del caso segufan vivo Las entrevistas més formales resultaron ser menos efectivas que las conversé” 84 tro o fuera del juzgado, tienen patrones claros y son porlo tanto predecibles. CAPITULO IV: AGRAVIOS ¥ AGENTES DE SOLUCION cotidianas informales en la produccién de datos sobre las disputas, incitaban a hablar de los ideales arménicos, lo cual se contradecia realidades cotidianas. Los conflictos se desarrollan a partir de una variedad de eventos bidos como afrentas personales, incluyendo adulterio, ebriedad, deu- nbio de mojones, herencia, chisme y robo. Los escenarios donde estos legan al punto en que una o todas las partes buscan una solucién ho, los informantes a menudo describen estos escenarios como “lugares iticos”. Estos lugares probleméticos se pueden tabular para mostrar y estado civil de las personas con probabilidades de enfrentarse en un rio particular (tabla 1). Es probable que una mujer que discute con scerca de una deuda lo haga en el pozo, en la plaza, en la calle, afuera nolino o mientras trabajan juntas cosechando café. Es en la cantina o en a donde los hombres con intereses en conflicto discuten con tal inten- que se vuelve imperativa la btisqueda de una solucién. Las mujeres en cambio, nunca discuten en las cantinas (y critican a sus vecinas ila por hacerlo). Los conflictos de intereses o las rivalidades entre y mujer generalmente se desarrollan en la casa. Esto muestra que los Tabla I es probleméticos” o escenarios para las disputas, por sexo y estado civil Partes en conflicto H(c) vs.M(s)H(s) vs. M(s) Mys. M Hys.H — M(e) vs. H(c) Mis) vs. H(s) Molino Cosecha de café oOmM «Mx -eomMooO onupococo coo@_ooO 85 IDEOLOGIA ARMONICA taleanos tienen ideas fuertes sobre la adecuacién de escenarios sociales parti- culares para la manifestacién de conflicto y biisqueda de soluciones, aunque por supuesto, las manifestaciones a veces explotan fuera de estos puntos. Agentes de solucién en Talea Las soluciones en Talea incluyen lo sobrenatural, la familia y el juzgado. Fl rango va de la autoayuda al juzgado, de la familia al cura, de los santos a los compadres. Fl papel de los poderes sobrenaturales como agentes de solucién es ambiguo y multifacético, pues se apela no sdlo a los brujos, sino también al Dios catélico y a los santos. Ademds de ser solicitados para el desagravio, tanto a Dios como a los santos se les pide que hagan dafio. Dios y los santos, los brujos, los duendes, el Sefior del Cerro y los terrenos malos estdn todos dotados de poderes sobrenaturales a los que se recurre para explicar accio- hes que de otro modo serfan inexplicables y para castigar lo que se considera conducta inapropiada. Por ejemplo, el Sefior del Cerro es un ser sobrenatural al que se le pide dinero y favores, pero el suplicante siempre tiene que pro- meter algo a cambio. As{, cuando ocurrié el primer accidente sobre la nueva carretera, se acus6 al Sefior del Cerro de haber tomado a su primera victima, porque ciertos ciudadanos le habfan prometido que si permitfa la entrada de la carretera, él podrfa tomar cien vidas. Si alguien se cae en cierto lugar y sufre un susto y pérdida del alma, es porque el suelo donde cayé era terreno malo. Entonces es necesario “alimentar riqueza”, en forma de granos de café, mafz o dinero para recuperar el alma y mejorarse. Si un hombre rico padece una infeccién en una pierna, es porque alguien esté usando brujerfa para vengarse de él. Si una mujer muere de céncer, es que Dios la est4 castigando por haber privado a algiin pariente de una herencia que merecia. Los datos indican que los taleanos creen que los poderes sobrenaturales pueden tanto controlar como ofrecer soluciones. Las historias que circulan cons- tantemente vuelven explicitas ciertas normas sociales —que la avaricia es mala, que la tierra debe tratarse con una reverencia especial, que debe des- preciarse la riqueza, que se debe dar a los parientes lo que merecen— y todas contienen un recordatorio de que varios poderes sobrenaturales casti- gan a aquellos que ignoran estas normas. Otro mensaje fuerte y claro es el de 86 CAPITULO IV; AGRAVIOS Y AGENTES DE SOLUCION ra lo sobrenatural en situaciones desesperadas. Por ejemplo, una mu- que no pudo cobrar una deuda antes de que muriera su deudor podria ir a esia a poner velas, es decir, a encender velas y hacer una peticién de Esta apelacién a lo sobrenatural es entonces un diltimo recurso. Sin el sexo 0 el nivel econémico, a los taleanos sin poder les queda el alos poderes sobrenaturales. Si ni siquiera esta apelaci6n lograra ren- tos, se consuelan con la idea de que todo se ajusta al final; todo se La simetria es un pensamiento de consuelo, y los agentes de solucién ativos funcionan como valvulas de escape para las hostilidades. Los taleanos tienen la nocién de que guardarse un agravio es malo para ud. Generalmente no permiten que sus agravios pasen mucho tiempo 1ser solucionados, aunque en la época de esta investigacién podfan permi- ise esperar el tiempo adecuado porque la mayorfa de la gente se quedaba en ueblo toda su vida. Varios informantes declararon que el atractivo de usar a un brujo (hom- € 0 mujer) como agente de solucién era que se podfa cometer un acto agre- vo y vengativo sin ser castigado o despreciado por ello. Por ejemplo, si Maria cuenta de que Juana le estd robando el amor de su esposo y quiere garse, probablemente escogeré encargar la venganza a un brujo porque ‘no tendr4 miedo de ser descubierta. De todos modos, aunque se descu- la brujerfa, no habria pruebas, y sin evidencia practicamente no se la irfa castigar. Un individuo embrujado puede ir con otro brujo a que lo cure. te segundo brujo, por supuesto, puede descubrir quién encargé la brujerfa, 9 nuncale dice al cliente, “porque esto harfa que el conflicto continuara”. La brujerfa se usa para contrarrestar actos previos de brujerfa. Aqué- que se enferman y creen que fueron embrujados pueden ir con un brujo cobrar venganza dafiando al otro individuo por medio de una contrabru- a. El demandante en estos casos est4 iniciando una accién personal contra demandado desconocido para poder remediar un dafio. El brujo no divulga fuién es la persona responsable, pero uno se puede enterar por otros medios. ejemplo, si un tercero se entera de quién es el responsable un tiem- después de que un demandante contrata a una hechicera, entonces ésta © considera exitosa. Si entonces se muere el demandado, se le da crédi- 87 IDEOLOGIA AKMONICA to a la hechicera. La brujerfa esta en contraste directo con el estilo judicial taleano de usar a un tercero para “hacer el balance” o de tratar de minimizar el sentido de injusticia; la brujerfa es “para ajustar cuentas”, Los taleanos no recurren a la brujeria como solucién tan a menudo como lo hacen otros habitantes del Rincén. Los hechiceros taleanos no osten- tan el hecho de ser brujos (oudzao en zapoteco), como lo hacen los de otros pueblos; en cambio, llevan vidas solitarias para evitar la atencién piblica (Nader, 1964a: 218-82). Los taleanos dicen que las Gnicas personas suscep- tibles de ser embrujadas son las que creen en la brujeria, o que los mejores hechiceros est4n en otros pueblos. Pero se deleitan narrando cémo los brujos se conocen y ayudan durante reuniones nocturnas en las encrucijadas de los caminos. Asf, su actitud hacia los hechiceros es altamente ambivalente. Las mujeres involucradas en intrigas amorosas 0 asimetrias sociales a menu- do los contratan. Los brujos no deben juzgar el caso: el demandante ya deci- dié la culpabilidad del demandado y le pide al brujo que use sus poderes sobrenaturales especiales para dafarlo. En Talea el Dios catélico y los santos son mas visibles como solucio- nes que los hechiceros. Especialmente las mujeres taleanas apelan a estos seres sobrenaturales por medio de la oracién y les piden que las curen o que hagan dafo a otras personas. El tema presente en todas estas apelaciones a agentes sobrenaturales es que los problemas siempre los provoca otro ser humano, En consecuencia, al descubrir quién es el ofensor, alguna solucién puede implicar apaciguamiento, venganza 0 ajuste. La familia juega un papel restringido como agente de solucién. En el caso de conflictos entre dos parientes, los miembros mayores de la familia a menudo actéian como mediadores, Arbitros y jueces, dependiendo de sus re- laciones con los involucrados. El siguiente caso ilustra los procedimientos que se usan cuando la familia interviene como agente de solucién. Caso 1. El hijo de Pedro se habia casado. Como la nuera era hija tnica, la pareja se fue a vivir con su familia. Muy poco después de la boda, la nuera de Pedro trajo a éste la queja de que su esposo siempre estaba borracho, que nunca trabajaba ¥ que no la trataba bien. El papa advirtié a su hijo que se comportara mejor. Pronto la nuera se quejé de nuevo. Esta vez el papé le dio latigazos a su hijo, pero todo esto fue en vano, ast que los padrinos de pafio (padrinos de boda) y luego el cura 88 CAPITULO IV: AGRAVIOS Y AGENTES DE SOLUCION ueblo entraron para tratar de remediar la situacién que ya era mu; i ay Ly seria. noche et hijo legs a su casa muy borracho y golped a su esposa. El conflicto emis en intensidad. La esposa habia probado varios agentes de solucién sin 4Qué le quedaba? Remitié su caso al jusgado del pueblo. mujer generalmente busca a su suegro como agente de solucién si no Is residencia patrilocal o una residencia propiedad de su padre, pero a sus propios padres si vive con sus Suegros 0 en una casa financiada . Asi, en los conflictos entre parientes hay varios agentes de solucién: Jos suegros, los parientes rituales, el cura y el juzgado. Se podria us ya que hay una buena cantidad de posibles terceros para los casos e parientes, que pasarfan al juzgado menos de estos casos. Por otro lado, is las penalidades por disputas entre parientes son tan altas que slo la ilidad de alternativas no es un buen predictor del tipo de casos que en el juzgado. El mayor némero de agentes de solucién podria correlacionado con una mayor cantidad de interaccién en las zonas de licto. En Talea las causas mds usuales de conflicto entre parientes tienen le ver con el cumplimiento de expectativas conductuales en los papeles de -esposo o hermanos, o de obligaciones entre padres e hijos adultos. sos familiares giran en torno al conflicto matrimonial —frecuentemente lo por la incidencia y consecuencias del alcoholismo— y ala distribu- sigual de propiedades heredadas. Cuando ocurre un conflicto entre personas no emparentadas, los crados pueden buscar una solucién a través de la autoayuda o apelan- |juzgado. No hay agencias formalmente designadas aparte del juzgado a uales pueda acudir una persona en busca de arbitraje o mediacién, aun- Se puede recurrir en secreto a una hechicera 0 se puede pedir consejo a mpadres. En casos familiares también est4 el cura del pueblo. Por ejem- ®, si eons no emparentados comienzan a discutir por la divisién de 7: ~osecha producto de trabajo en compafifa, pueden ya sea resolver su to por negociacién directa ©, si se intensifica, uno o ambos pueden var el ; i i E caso ante el juzgado, Sin embargo, si el conflicto es lo suficientemente ‘©omo para amenazar el bienestar de la comunidad, entonces un tercero, “mente un grupo, puede intervenir y mediar la situacién sin que se lo ‘Como en el siguiente caso. 89 IDEOLOGIA ARMONICA ‘ Caso 2. Uno de los pozos de Talea se llama Los Remedios. Como es la costumbre, cada mujer del vecindario tenia su propia piedra para lavar su ropa. A veces cuando una mujer legaba a querer usar su piedra, la encontraba ocupada por otra, Si le pedfa a la invasora que se moviera, ésta la insultaba por falta de gene- rosidad y empezaban a volar las palabras. 0 una mujer salpicaba “accidental. mente” el vestido de otra, y se recordaban antiguos agravios, agregando mds lea al fuego. En otras ocasiones estas rifias se volutan conflictos serios y alguna de las partes las remitia al municipio. A veces simplemente se desvanecian ahi mismo. Un afio se noté que comenzaba a faltar agua en Los Remedios. Este infortunio se atribuyé a la gran cantidad de discusién y pleito que habia ocurrido en el pozo. La asociacién de hombres responsables de este pozo, cuyo deber era protegerlo y darle mantenimiento, se reunié y decidié renovarlo. Quitaron todas las piedras de lavar, antes consideradas propiedad privada heredable, y construyeron dos docenas de lavaderos de cemento, Se declard entonces que nadie podta poser o reservar un espacio para lavar. Se pidié al cura que bendijera el nuevo pozo y desde entonces hubo agua. De este modo, ademas de la autoayuda en los conflictos entre personas no em- parentadas, la solucién se busca a través de intervenciones de terceros, ya sea dentro o fuera del juzgado local. Como dije en el capitulo 2, los juzgados se localizan en dos salas del municipio de Talea, un edificio que los ciudadanos comenzaron a construir durante la segunda década de este siglo. Esté ubicado junto al mercado, en- tre la multitud de casas apifiadas en el centro del pueblo. La Presidencia Municipal esté abierta desde las ocho de la mafiana hasta como las cinco de la tarde. Los dias de plaza, cuando hay una cantidad inusual de actividad, la presidencia cierra hasta las ocho de la noche. El juzgado est4 abierto todo el lunes y durante la semana siempre que el alcalde esté viendo un caso ° esperando a que le refieran uno de la presidencia. Alguien de afuera podri® describir este juzgado como ejemplo de informalidad. Los deberes judiciales de las autoridades que constituyen ¢ de justicia del pueblo por lo comin se describen de la siguiente forms- presidente municipal se ocupa de los problemas més ligeros y de conflicto® que pueden resolverse facilmente, como pleitos entre cényuges, entre acree" dor y deudor o entre borrachos. El presidente también se ocupa de casos © a tribunal 90 CAPITULO IV: AGRAVIOS Y AGENTES DE SOLUCION li6n en las filas”, es decir, cuando los individuos se niegan a cumplir obligaciones como ciudadanos. Los casos de conflicto familiar, deuda azas y agresion por ebriedad no resueltos por el presidente se pasan al a Los casos que no resuelve el alcalde se pasan al juzgado distrital en a Alta. Los tipos de conflicto que tratan el presidente y el alcalde se traslapan. seriedad del conflicto o la intransigencia de las partes, y no el tipo de avio, lo que determina que el caso se pase a manos del alcalde. El s{ndico, sificados como delitos. Es deber del sindico investigar todos los delitos inato y robo. El sindico también emite juicios en los conflictos por dad. Si no puede resolver ciertos casos de propiedad y robo, se los pasa . Se supone que todos los casos de asesinato deben remitirse direc- nte a Villa Alta. ta divisién del trabajo no se respeta estrictamente. Un presidente } poderoso lograré resolver muchos casos que uno incompetente pasaria . Sin embargo, los deberes administrativos o personales de un presi- ueden imposibilitar que esté presente para resolver todos los casos a que se presentan. En estas situaciones el s{ndico lo sustituye. Tanto dente como el alcalde pueden mostrarse reacios a tomar una decisién una venganza, y pueden pasar un caso de un lado a otro hasta que Se retiren o busquen ayuda fuera del juzgado local. Hay otras situa- * que son lo bastante ambiguas para justificar su tratamiento en una cal, con discusién y decisién por medio del voto de los hombres lucién de dltimo recurso que no considero aqui. El deber de las autoridades en el tratamiento de los casos es hacer el hacer que las cosas se equilibren. La palabra justicia se usa en aun cuando se habla zapoteco, pero el concepto de justicia se expre- do el demandante le dice al demandado: “Vamos a hacer el balance”. en que los miembros del juzgado tratan de hacer el balance, el po- “Jercen y los tipos de acciones que emprenden para afectar este ©n particulares de cada pueblo en esta regién. 91 IDEOLOGIA ARMONICA, ‘Tres comparaciones Los antrop6logos a menudo encuentran que las comparaciones son Gitiles para ilustrar las propiedades particulares de lo que sea que estén observando y para mantenerse alertas de lo que podrian estar dando por hecho. Por ejem- plo, puede parecer “natural” que los taleanos (como la gente en todas partes) hayan desarrollado terceros mediadores 0 jueces, pero desde una perspectiva transcultural précticamente no es natural. Algunas sociedades, como la de los jalé de Nueva Guinea (Koch, 1967), nunca han desarrollado terceros media- dores, y muchas naciones que sf las tienen, como Estados Unidos, prefieren la negociacién directa (Best y Andreason, 197). Las condiciones para el desarrollo y uso de arreglos por medio de terceros, como se ver, se encuen- tran en el tipo de organizacién social 0, como se veré después, en el sistema de ereencias prevaleciente. En 1961 pasé un verano estudiando los procesos de conflicto en el pue- blo shia musulmén de Libaya en el sur de Lfbano (Nader, 1965a, b). Los pueblos de’Talea y Libaya compartfan ciertos rasgos comunes: ambos eran pue- blos campesinos de montaiia, bastante aislados, tenfan una endogamia general, cultivos comerciales y poblaciones més 0 menos del mismo tamaho. Sin em- bargo, el mecanismo pablico para la resolucién de conflictos era completa- mente diferente. Una comparacién entre las dos organizaciones me aclaré la relaci6n entre la organizacién social y el desarrollo de mecanismos de litigio y sugiri6-las precondiciones necesarias para el desarrollo de terceros media- dores. ; El pueblo de Libaya estaba dividido en dos facciones endogamicas. Las lealtades eran unidireccionales y dirigidas a la mitad a la que el indi- viduo pertenecfa. Los conflictos dentro de cada faccién generalmente se t€- solvian a través de intermediarios; los conflictos entre facciones 0 entre un miembro de una facci6n y un fuerefio, se arreglaban finalmente en juagados de apelacin en pueblos més grandes, a través de intermediarios que abos ban por los habitantes ante un juez. A nivel del pueblo, los conflictos diviatan® la gente acentuando la hostilidad que los miembros de una facci6n sent és, "hacia los de la otra. La divisién en dos grupos rivales no fomenta el desarro 4 de terceros mediadores en los conflictos. En Talea, como hemos notado, m™ 92 CAPITULO IV: AGRAVIOS ¥ AGENTES DE SOLUCION, s grupos vinculan de manera entrecruzada a los habitantes y la creencia nla armonfa encaja con las estructuras sociales. Las lealtades son multidi- ecionales y ninguna es directamente opuesta al pueblo en conjunto. Hay proliferacién de grupos secundarios no basados en el parentesco. Los ictos entre individuos y entre grupos se resuelven pGblicamente en un judicial que logra poner punto final a la mayorfa de los casos sin mitirlos a juzgados fuera del pueblo. En Libaya los habitantes estan obliga- 9s a usar terceros para ayudar a resolver las disputas entre facciones y el ema de creencias prevaleciente se basa en la oposicién. La comparacién sugiere que los pueblos divididos en dos grupos proba- te son incompatibles con los sistemas locales de juzgado o de jun- la solucién de conflictos o con las ideologias arménicas. También su- el corolario de que donde sea que se desarrollen sistemas judiciales iles (en contraste con los lugares donde se imponen), pueden encontrarse .ciones secundarias que vinculan a los ciudadanos en varios sentidos. omo en Libaya, las lealtades se vinculan sélo con un gran grupo empa- do 0 con una mitad endogdmica del pueblo, esta lealtad compite con ier sistema judicial que pretenda ser imparcial. Los pueblos con una i6n de agrupaciones secundarias que vinculan en varios sentidos a iudadanos, como Talea, ofrecen un buen escenario para la presencia de ‘0 juzgados de conciliacién y arbitraje. _ Una caracterfstica del sistema taleano de solucién de conflictos es el ode agentes a los cuales las personas pueden acudir en busca de ayuda. descripcién anterior sefialé que la disponibilidad no necesariamente ‘un patrén de uso. Una segunda comparacién, esta vez entre Talea y un refin6 nuestra comprensi6n del uso de los agentes de solucién dispo- En ambas comunidades estaba presente el rango de agentes: familia, ‘obrenaturales y autoridades locales. : El patrén de uso de los agentes de solucién en Talea se puede corre- Con varios factores, tales como el sexo de las partes, sus funciones y 9; los subgrupos a los que pertenecen el demandante y el demandado ode conflicto. Las mujeres generalmente llevan las denuncias de ca- al juzgado local, mientras que los hombres suelen llevar las mismas 93 IDEOLOGIA_ARMONICA denuncias a un hechicero. Los conflictos entre personas no emparenta. das s6lo pueden resolverse a nivel de la comunidad, pero entre parientes se pueden resolver por medio de varios agentes. Las familias de buena posicién generalmente resuelven sus rifias fuera del juzgado local; las familias de me. nor posicién tienden a utilizarlo més. Los hombres s6lo a regafiadientes pre- sentan una denuncia contra su esposa, mientras que las mujeres lo hacen casi invariablemente. En la comparacién con Chiapas exploramos la corazonada de que la distribucién del poder para resolver conflictos esta directamente relacionada con la distribucién y especializacién de la autoridad en una sociedad, y que los distintos niveles de control legal actiian unos sobre otros y son interdepen- dientes. En palabras de Donald Black, “el derecho varia inversamente con otras formas de control social” (1976: 107). Nos concentramos en casos entre cényuges. Aunque ambas comunidades habfan heredado juzgados locales parecidos de sus pasados indfgena y espafiol y aunque ambas oftecfan estra- tegias alternativas a la judicial, el patron de uso de los juzgados tenfa una distribucién complementaria. Muy pocos casos entre marido y mujer llegaban al juzgado chiapaneco, en comparaci6n con los muchos casos de este tipo que aparecfan en el taleano. Cuando observamos por qué la gente acudia al juzgado, se volvié claro que los chiapanecos acudfan para romper una rela~ cién, para separarse, mientras que los taleanos lo hacfan esperando reconci- liarse (tabla 2). La familia extendida es un grupo ms significativo en Chiapas que en Talea, tal y como lo muestra, en efecto, su capacidad tanto para sep rar como para reconciliar las relaciones maritales. Ya vimos que Talea se pO blé con familias asalariadas inmigrantes, cuya separacién de sus familias x tendidas estimul6 el desarrollo de sistemas de apoyo alternativos. En la comunidad chiapaneca la familia extendida es el Gnico grupo social significa tivo. En Talea hay muchos grupos sociales importantes ademés de la familia. Los factores tanto demogréficos como hist6ricos son responsables de la dist" bucién de la autoridad en los pueblos. 94 CAPITULO IV: AGRAVIOS ¥ AGENTES DE SOLUCION, Tabla 2 de los conflictos entre marido y mujer en dos comunidades mexicanas Resultado del conflicto 1) Reconciliacién (2a) Separacién _ (2b) Separacién y penalizacién axaca*Chiapas _ Oaxaca*Chiapas Oaxaca*Chiapas x x _ x — —_ x — oem a x itrones de autoridad son centrales para entender la distribucién de la de conflictos. En ambas comunidades los cényuges en conflicto reco- Ja autoridad tanto de los hombres mayores de la familia como del juzga- |. Sin embargo, Metzger y yo (1963) teorizamos que la autoridad de los s mayores de la familia es superior en el pueblo chiapaneco que en por las razones desarrolladas enseguida, y que este contraste se refleja uso que hacen del juzgado los cényuges en ambos pueblos. El hecho es que en el pueblo chiapaneco los jefes de familia tienen derecho sivo de juzgar los conflictos maritales y su juicio no puede ser apelado, s que en Talea los cényuges siguen intentando solucionar su conflicto edio de la apelacién al juzgado local o incluso al distrital. Uno podria tar que un padre de familia puede conservar este tipo de autoridad ‘su hijo s6lo si este dltimo obtiene alguna retribucién. Inversamente, un ‘€st4 interesado en conservar una autoridad tan estricta sélo si se bene- 42 en términos de dinero, poder, posicién o satisfaccién personal. _ Un indicador de la fuerza de la autoridad paterna sobre los hijos es la Stencia de diferentes modos de herencia. En el pueblo chiapaneco la he- #18 comienza para ambos cényuges cuando se casan y continéa de manera mitente hasta que mueren los padres. El objetivo es ecualizar la posicién mica, de cada hijo ajustando su proporcién de herencia para compensar €llos relativamente mds desventajados. En Talea la costumbre de trans- el total de la herencia de un hijo o hija cuando se casa, debilita la posi- td de que el padre mande o influya sobre los hijos casados. 95 IDEOLOGIA_ARMONICA La residencia es otra variable que puede asociarse con la naturaleza de Ja autoridad paterna. Un padre pareceria tener mayor control sobre sus hijos casados cuando éstos viven cerca de él, especialmente si él pone la casa. En Chiapas la mayorfa de las parejas viven cerca, cuando no dentro, de la casa del padre del esposo. Dentro de la casa, el padre controla todos los bienes y recursos escasos y ejerce una considerable autoridad sobre el comportamien- to tanto pdblico como privado de su hijo. Cuando el hijo vive en una casa separada pero cercana, el padre contintia ofreciendo consejos € imponiendo sanciones y es considerado el vocero de su hijo en las decisiones comuni- tarias que conciernen a los jefes de familia. Como sefialé antes, en Talea la escasez de tierras ha Ilevado a la préctica de que los padres dividan sus tierras entre sus hijos y dejen la casa a sus hijas. De ahf que sdlo como una tercera parte de los hombres casados de la comunidad vivan con sus padres 0 jo vive con la familia de su esposa 0 aparte, la influen- cia de su padre se debilita por la baja frecuencia de las interacciones y por la ausencia de control del padre sobre las actividades econémicas del hijo. Otro factor en las distintas estrategias legales de hombres y mujeres en Talea es la proliferacién de pequefias fondas. En el lapso de un mes, doce mujeres presentaron denuncias contra sus esposos en el juzgado local; du- rante el mismo periodo de tiempo solo un hombre presenté cargos contra su esposa. Es posible que las mujeres Ileven los conflictos maritales al juzgado mucho més a menudo que los hombres en gran medida porque no pueden encontrar otra autoridad ante la cual deba rendir cuentas su esposo. El espo~ so ya no es responsabilidad de su padre y a menudo vive lejos de él; su suegro, aunque vivan juntos, no puede exigirle nada. En cambio, la conduct de la esposa parece sujeta a varias restricciones. Primero, es relativamen'é ms probable que se someta a la autoridad de su esposo y de su familia polf- tica, porque si él la abandona, es més facil para él que para ella arreglérsel@5 econémicamente. Ahora un hombre puede comprar sus alimentos en el puc~ blo y asf subsistir sin esposa, pero a una mujer le resulta relativamente dificil aunque no imposible, mantenerse sin esposo. En el pueblo chiapanedo ni los hombres ni las mujeres pueden vivir de manera conveniente sin conyuge a es posible en muchos de los pueblos cercanos a Talea, donde es raro enc” trar tanto a hombres como a mujeres viviendo solos. 96 CAPITULO IV: AGRAVIOS ¥ AGENTES DE SOLUCION, Algunas familias de Talea no sélo niegan asilo a sus hijos casados en 9 de que se separen, sino que se niegan a usar cualquier influencia para el conflicto. Como sefialé antes, es comtin que esta actitud prevalez- ido la pareja se casé sin el consentimiento 0 en contra de los consejos s. Tradicionalmente, las familias arreglaban los casamientos, pero i6n independiente de la pareja se estd volviendo més coman a medida , la edad de matrimonio se pospone para ajustarse a los limites estableci- or la ley mexicana. En cambio, en la comunidad chiapaneca las familias en la responsabilidad de los matrimonios aunque la regla sea la eleccién diente de pareja. En Talea, entonces, la limitada autoridad de los hombres mayores de la td asociada con la herencia temprana, la residencia separada, la dispo- ad de sustitutos tanto para los padres como para los cényuges en cuan- | subsistencia y el sexo, y la negacién deliberada de las familias de res- ilizarse de matrimonios que no arreglaron. El juzgado, que se ha vuelto 'vez mds poderoso a medida que Talea se desarrolla como centro econé- , ha asumido gradualmente la responsabilidad perdida o abandonada familia y ejerce sobre el matrimonio la autoridad que se le ha adjudica- 0 representante del Estado. El término padre del pueblo, que los habi- usan a menudo para describir la funcién del presidente municipal, iza una continuacién de la tradicién, una extensién del papel del ilias en la autoridad judicial. En la comunidad chiapaneca la heren- prolongada, la residencia financiada por el padre del esposo y la ausencia titutos de los padres o cényuges tienden a apoyar la autoridad de los hom- nayores en la resolucién de conflictos entre marido y mujer. Aqui el papel do es residual, particularmente porque la organizacién politica i izada en general esté mucho menos interesada por los aspectos lega- I matrimonio que la organizacién taleana (Nader y Metzger, 1963: 589). ee lo anterior he querido explicar las condiciones necesarias para el » asf como entender por qué una institucién como el juzgado, una , Se puede usar o evitar. Enseguida, en una tercera comparacién, © describir el contexto en el cual la organizacién politica institucio- Se interesa por aspectos cada vez mds amplios de la vida social. En 19:7.

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