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ENSAYO DE DERECHO CONSITUCIONAL COLOMBIANO

DESACUERDO CON ASPECTO DEL DOCTOR JUAN ANTONIO GARCIA


AMADO

CARMELO ENRIQUE JULIO PEREZ

PROFESOR
MARCO TULIO BORJA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS, JURIDIAS Y ADMINISTRATIVAS

DERECHO

SEGUNDO SEMESTRE

UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA

MONTERÍA-CÓRDOBA
2019
“VIVIMOS EN EL DESCREDITO DEL LEGISLADOR”
Como manifiesta el respetado filósofo y profesor de la Universidad de León
(España) Juan Antonio García Amado en este título. En este caso
argumentando una postura diferente y haciendo énfasis en la función del
legislador en cuanto a la voluntad del legislador racional, en lo que ese
legislador es representación sustancial de alguna entidad que por definición no
puede errar ni mandar lo injusto o inconveniente: la voluntad general, el espíritu
del pueblo, la esencia de la raza. El legislador que encarna la voluntad general
de la nación va a legislar siempre lo objetivamente correcto (omnisciencia) y
por su suprema voluntad se convierte en derecho cualquier cosa que él mande
(omnipotencia). Se dice que, a principios del Derecho moderno, “el demonio
era el juez y el legislador era Dios”, en este tiempo “el legislador es la peste y la
judicatura la salvación”, pero podría verse de otra manera, fundamentando la
idea que puede haber una armonización en el concepto de ambos casos (el
legislador y el juez), en sentido de que el juez no puede ser considerado
alguien que va en contra sino a favor de proteger los derechos y en su función
prima lo conveniente, enfocando en la voluntad general.
De este modo, las sociedades modernas se convierten en coros de confusión
en los que todos reclaman, en un griterío, sus derechos. Sin conocer su
fundamento, como lo van hacer, sin saber si tienen base. Pero en un griterío.
Además, el abuso del recurso a la ley hace decaer el respeto a la misma. Son
textos de usar y tirar, que hoy aprueban unos y mañana cambiarán otros, de
forma que pierde su carácter sacro. Y así todos reclaman sus derechos, pero
por encima de una ley que nadie respeta porque nadie conoce.
Se puede decir que a favor de tal o cual interpretación está el que la norma
queda estéticamente más bonita así interpretada o el que ese significado es el
que mejor cuadra con las intenciones del legislador. hay normas morales que
son necesariamente y por sí parte del sistema jurídico, aunque los legisladores
y los operadores jurídicos las nieguen o las contradigan, y que el derecho y las
decisiones que como jurídicas acontezcan solo serán correctas, racionales y
verdaderas cuando afirmen esa moral que condiciona la validez de lo jurídico
por ser cúspide de la pirámide de normas, o al menos cuando no la
contradigan.
En conclusión, por mucho que el legislador quiera prever, nunca podrá legislar
con suficiente precisión para cada situación posible, pero tiene la voluntad
general de legislar de acuerdo a lo correcto.

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