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Libros

Roberto Calasso,
testigo intelectual
Un encuentro con Roberto Calasso, ese pensador mara-
villoso, suscita esta reflexión sobre su obra. I TEXTO Y FOTOS: SAÚL ROLL VÉLEZ

A lbert Camus terminó la conferencia


que daba un día en la Roma de los
primeros años cincuenta. Cuando ya
se disponía a partir, se le acercó un joven ado-
lescente, casi un niño. En una mano tenía una
pluma, y en la otra, que también debía tem-
blarle, su ejemplar de L’Étranger. Camus no
ocultó su sorpresa ante la corta edad de su lec-
tor, especialmente cuando el auditorio había
estado lleno de canosos señores encorbatados
hacía unos pocos minutos. Después de un
breve intercambio de frases, Camus le dedicó
el libro con alentadoras palabras que le augu-
raban un gran futuro. Si Camus sospechó en
ese momento que bajo el velo de la timidez se
ocultaba un intelecto superior, no se equivocó.
Roberto Calasso recuerda aquel episodio
con la íntima y orgullosa satisfacción que a
veces nos permite algún recuerdo de lejana
juventud. Estamos sentados en el magnífico y
otrora decadente bar del Hotel de Milán, a
escasas tres cuadras de La Scala. Nos da la
espalda un retrato de Verdi que recibe a los
visitantes. “Verdi murió aquí después de una
agonía de varios días”, explica Calasso, y
extendiendo la mano hacia la entrada, agrega,
casi como si rememorara, “cubrieron de paja
la calle para amortiguar el ruido de caballos y
El escritor Roberto Calasso comparte con los lectores su exploración del alma humana a través del mito, del arte, de la carretas, y los peatones pasaban por el hotel
literatura, del lenguaje. Leerlo implica ir más allá de las propias creencias. Es descubrir. en silencio o hablando en voz baja para no perturbar la
convalecencia del maestro”. Calasso, autor de libros que
marcan un hito entre lo que el lector creía saber antes y
lo que comprende después de leerlos, está sumergido en

10 Domingo, 19 de enero de 2014


un sofá coronado por un inmenso espejo que refleja el en pleno centro de Milán, cuelgan varios dibujos de constituyen una unidad, una visión que abarca el espíri-
domo modernista y el desnudo bronce de alguna diosa. gatos que su íntimo amigo Joseph Brodsky iba pintando tu humano en su totalidad, que explora lo más profundo
Viéndolo allí, disfrutando afablemente una ginebra con cuando venía a visitar a Calasso y a su esposa, la escri- de su esencia, desde los orígenes más ocultos en los res-
tónica, es fácil resistirse a creer que se está en presencia tora suiza-italiana Fleur Jaeggy. Las otras paredes, hasta quicios de nuestra memoria genética, hasta nuestras sen-
de uno de los intelectos más prolíficos y fértiles de los el techo, están ocultas detrás de unos treinta mil libros, o sibilidades más modernas, pasando (es necesario repetir-
últimos siglos. sea, la otra mitad de su biblioteca, la que no está en las lo) por todo.
Horas antes estábamos en su oficina de Adelphi oficinas de Adelphi. No pocos de ellos son importantes Lejos de los formalismos de todas las escuelas, sus
Edizioni, donde me mostraba las pruebas de un libro primeras ediciones, o están dedicadas por el autor, o principios son fieles únicamente a su propia percep-
entonces secreto: una lujosa edición ilustrada de su obra ambas cosas. ción del texto, de la obra de arte. Se diría que interpre-
más conocida, Las bodas de Cadmo y Harmonía, encar- Las horas que no ocupa su vida editorial están dedica- ta el contenido semántico de cada palabra a la luz del
gada por un banco italiano como regalo para sus clientes. das a la escritura. Aunque menos conocido en Colombia, inmenso conocimiento, acumulado tras décadas de cui-
Allí, en su oficina, Calasso maneja la otra mitad de su sobre todo fuera de los círculos estrictamente literarios y dadosa y paciente lectura, para luego transmitirnos el
vida desde hace unos cuarenta años, la de editor y presi- académicos, el nombre de Calasso convive desde hace resultado de su particular análisis con los matices que
dente de la mejor editorial europea. Y es la mejor no por ya años con el de los grandes de cualquier Parnaso. sólo una persona como él (y tan solo existe una perso-
ser la que publica o vende más libros, ni porque lo diga Además de una novela y de algunos ensayos, Calasso ha na como él) puede hacerlo. Calasso no es un divulga-
él, sino porque lo dicen personajes del tamaño de Elías publicado seis libros, obras maestras en sí mismas pero dor que intenta llevar a un público menos informado el
Caneti, que en su momento se refirió al catálogo de que además constituyen la unidad de un proyecto sin resumen de unos mitos, de una historia, de conceptos,
Adelphi como la biblioteca ideal. El encuentro del joven precedentes. En 1983 sale a la luz La ruina de Kash (un de ideas. Ha hecho suyas las historias que cuenta por-
Calasso con Camus fue uno de los primeros en una larga libro que, según Calvino, “tiene dos argumentos: el pri- que ha llegado a los textos, no sólo con un intelecto
lista de notables personajes que siguen enriqueciendo mero es Talleyrand, y el segundo es todo lo demás”). raro y superior, sino también con el bagaje cultural y
sus horas. Por sus prensas, y en muchos casos por la vida Después vinieron Las bodas de Cadmo y Harmonía lingüístico con el que evalúa todo lo que pasa por sus
personal de Calasso, han pasado algunos de los nombres (1988), Ka (1996), K (2002), El rosa Tiépolo (2006), La ojos. Y no en poca medida su acercamiento al texto es
más esenciales del pensamiento y de literatura mundial: Folie Baudelaire (2008) y Il ardore (2010). Estas obras, más preciso porque a Kafka lo leyó en alemán y a
Nabokov, Kafka, Milan Kundera, Faulkner, Djuna esta Obra, es inclasificable: no es ensayo, no es novela, Baudelaire en francés. Y porque ha leído a Ovidio y a
Barnes, Benedetto Croce, Borges, Joseph Roth, Canetti, no es poesía, no es filosofía: es todas las anteriores y Virgilio en latín y a Homero y a Plutarco en griego, y
Thomas Bernhard, Wittgenstein, Karen Blixen, Pessoa, mucho más. Es, por intentar darle alguna definición, una porque ha leído las Vedas y el Mahábharata en sánscri-
Knut Hamsun, Nietzsche, Henry Miller, Cioran, profunda y concienzuda exploración del alma humana a to, lenguas estas que domina con envidiable facilidad.
Czeslaw Milosz, Martin Buber, Brodsky, Isaiah Berlin, través del mito, del arte, de la literatura, del lenguaje. Ya Desde una modestia tan sincera como alto es su inte-
Colette, George Simenon, Paul Valéry, Derek Walcott, en algunos de los títulos se puede vislumbrar que tratan lecto, ha logrado fraguar uno de los monumentos más
Italo Calvino, W. H. Auden, Sylvia Plath, Thomas temas aparentemente lejanos entre sí: la mitología grie- sólidos de las letras humanas. El regalo que Calasso
Mann... y esa es una lista mínima. Faltarán muchos títu- ga, Kafka, Baudelaire, la mitología hindú, Tiépolo. Pero brinda a la humanidad es un límpido espejo en el cual
los en la lista de Adelphi, pero no sobra ninguno. de algún modo, y he aquí la magia única de Calasso, puede contemplarse no sin admiración.
En las paredes de su casa, parte de un antiguo palacio todos estos libros están relacionados entre sí, y en efecto PASA A LA PÁGINA 12 »
GENERACIÓN, una publicación de el COLOMBIANO 11
Libros

VIENE DE LA PÁGINA 11 » entenderlo, pensaron que leían un tratado sobre el Estado


Pero el viaje que el lector debe emprender para llegar perfecto”.
allí no es menos épico que el de Odiseo o el de
Gilgamesh; es el viaje que algunos eligen hacer sabiendo Nótese además, de paso, que Calasso anula con la
que no necesariamente habrán de llegar a buen puerto magistral sencillez de una aparentemente simple frase
(sospecho que somos muchos los que llevamos ya años dos mil cuatrocientos años de interpretaciones de la obra
en este proceso que podría muy bien superar el número de Platón.
de nuestros días). Aunque quisiera, a Calasso no le está Mientras conversamos al ritmo de los sorbos de gine-
dado regalar su conocimiento. Él comparte lo que ha bra con tónica se me ocurre, casi como una revelación,
visto su mente, pero desde su propia mente. El lector debe que cuando Calasso cuenta una anécdota propia o ajena
adaptar su percepción cultural y literaria al océano de me siento como si estuviera leyendo alguno de sus libros.
información que pone a sus pies. Calasso susurra al oído Hay algo en el tono de su voz, en la facilidad con la que
los fragmentos de una verdad universal que el lector debe relata, en la convicción con la que enuncia, que le da una
descifrar, que debe ensamblar a partir de una cuidadosa transparente veracidad a todo lo que dice. Sí, Calasso
lectura. No nos indica un camino, sino varias rutas posi- intercambió algunas palabras con Camus, pero se diría
bles: es necesario que el camino se lo forje el lector. que también vio la agonía de Verdi. Y pienso entonces
Quien quiera sumergirse en la Obra, deberá enfrentarse a que, al leer su Obra, no se puede evitar creer que vio a
un lento proceso de iniciación. En este pasaje de Las Baudelaire semidesnudo en una galería parisina, que se
bodas de Cadmo y Harmonía, que trata sobre Platón y sentó en los andamios acompañando a Tiépolo mientras
sobre el rito de iniciación espartano, Calasso quizás nos pintaba los frescos del palacio del Obispo de Würzburg,
da una idea de lo que espera a sus lectores: que conversó con Kafka en algún café de Praga, que vio
“Pero ¿quién es un iniciado? El que ha tocado un saber al águila de Visnú, Garuda, posada en el Árbol de la Vida
que es invisible desde fuera e incomunicable salvo a tra- ponderando el nombre de Ka, y que estaba en la playa de
vés del mismo proceso de iniciación. Esos seres serán, Sidón cuando Zeus, entonces toro blanco, raptaba a
precisa Platón, necesariamente ‘pocos’ [...]. La iniciación Europa para llevarla allende la mar, a esa tierra en cuyas
platónica es más sutil y ardua”. arenas grabaría su nombre para siempre.
[...] Hay en la historia de las cosas humanas muchos testi-
“Así que un día Platón comenzó a escribir La gos presenciales. Calasso, sin embargo, es probablemen-
República. Y escribió ese texto de aquella forma para que te el único “testigo intelectual”, el único que ha presen-
todos los que quisieran entenderlo fueran sometidos a ciado el milenario periplo de la nuestra mente. Abordar
‘sufrimientos y placeres [...] fatigas y miedos y alteracio- su Obra es comenzar a comprender la auténtica naturale-
nes’. Los muchos que no lo entendieron, y no debían za del espíritu humano I

La vida de Roberto Calasso transcurre entre sus textos, sus investigaciones, su trabajo como editor.

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GENERACIÓN
19.01.2014

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CINE LIBROS CRÓNICA IN MEMÓRIAM PORTADA


JUAN CARLOS GONZÁLEZ SAÚL ROLL VÉLEZ REINALDO SPITALETTA PAOLA A. CARDONA TOBÓN DORIS ELISA BUSTAMANTE
Peter O’Toole, el Un encuentro con El duende que sube Dalí no ha muerto, Creatividad con
Lawrence de Arabia / 4 Roberto Calasso / 10 el volumen / 14 solo duerme / 16 aire argentino / 6
Editorial

»Saber ver »Firmas


Dentro de los temas que tra- JUAN CARLOS GONZÁLEZ
tará Generación este año se Médico
encuentra el del diseño de jc.gonzalez@une.net.co
Dos asuntos lo apasionan, la
objetos. Y aquí presentamos ciencia y el cine. Entre los dos
este reportaje que llega desde transcurren sus días, enriquecidos
Buenos Aires, Argentina, en por la investigación, los viajes y el
donde hay un movimiento de trabajo como editor.
jóvenes que trabajan el dise-
ño con mucho arte, sin olvi- DORIS ELISA BUSTAMANTE
dar los elementos artesanales. Periodista
¿Quienes son? doriselisab@gmail.com
Estudió periodismo en la
U. de A. y en la Universidad de San
Además, en esta edición: Andrés/Grupo Clarín de Argentina,
* La magia de Peter O´Toole país donde se ha desempeñado
en su interpretación de como cronista y editora.
Lawrence de Arabia.
* Un encuentro con ese mara-
villoso escritor llamado SAÚL ROLL VÉLEZ
Escritor
Roberto Calasso.
atup@romanorum.com
* Hay un duende llamado Representa en E.U. a la
Rigoletto y le encanta la librería Herman Lynge &
música. Aquí está de cuerpo Søn, de Dinamarca. Hace
poco publicó la novela Mal
entero, aunque invisible. te perdonarán a ti las horas.
* Salvador Dalí, lo recorda-
mos ahora, cuando se cum-
plen 25 años de su muerte. REINALDO SPITALETTA
*¿Cómo son los ultraortodo- Escritor
xos jaredíes? spitaletta@gmail.com
Es profesor de la Universidad
Pontificia Bolivariana, cronista
y escritor de novelas, cuentos
y ensayos. Un estudioso de

BEATRIZ EN PORTADA Medellín y su historia.


Coloridas botellas propues-
MESA
10
tas por el diseñador y artista
MEJÍA LIBROS Alexei Serrano. Generación MARIO VARGAS LLOSA
Editora habló con él y con otros Escritor
diseñadores de objetos, en
un recorrido por algunas beatrizme@elcolombiano.com.co
tiendas y talleres de Buenos Ganador del Premio Nobel de
Aires, Argentina. Literatura en 2010, es un riguroso

6 analista de lo contemporáneo.
Sus columnas son polémicas,
provocan múltiples reacciones.

DAVID ALANDETE
Periodista
beatrizme@elcolombiano.com.co
Corresponsal del diario El País,
de España, en el Medio Oriente.
Reportajes, crónicas, informes
especiales y perfiles hacen parte

beatrizme@elcolombiano.com.co
CRÓNICA 14 de sus trabajos periodísticos.

GENERACIÓN, una publicación sobre temas contemporáneos que circula los domingos con elCOLOMBIANO
Presidente del Grupo Editorial El Colombiano: Luis Miguel de Bedout Hernández.
Directora: Martha Ortiz Gómez.
Macroeditor PGA: Germán Calderón. Editora: Beatriz Mesa Mejía. Periodista: Paola Andrea Cardona Tobón.
Editora Diseño Revistas: Paula Andrea Montoya Trejos. Diseño: María Camila Valencia Robledo. Fotografía portada: María Sofía Azzaretti. Fotografías: El Colombiano, Bloomberg, ShutterStock, María Sofía Azzaretti, Saúl Roll
Vélez, Teatro Metropolitano, María Camila Valencia. Ilustración: Don’t kill the Repollo. Preprensa y producción: EL COLOMBIANO. “Los contenidos de esta publicación se encuentran protegidos por las normas de derechos de
autor. Se prohíbe su reproducción y/o modificación, total o parcial, sin la autorización de su titular”.

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