Lo que recupero de la lectura del libro “Historias del enseñar a leer y escribir” de

Pablo Pineau es que hace hincapié de cómo se fue construyendo esto de leer y
escribir en los distintos momentos de la época de la historia Argentina. En aquella
época la lectura y escritura estaba asociada a lo memorístico todo lo que se leía
debía ser memorizado, no se prestaba atención a la comprensión “Se usaban
cartillas donde se debían aprender de memoria el abecedario después se pasaba
a la silaba generalmente lo que se leían eran texto que se sabían de memoria
ósea ya conocidos” (Pineau, Pablo, 2012, p, 50). La lectura se asociaba a la
sumisión era autoritaria. Se trataba de unificar al otro hay quien lee y quien oye.
Leer eran prácticas diferenciadas, era mucho más común saber leer que saber
escribir. En el siglo xix se crea la escena de lectura moderna aparece un nuevo
método “el nene” pasa de la letra a la palabra y la imagen. Escrito por maestros
argentinos. En 1952 el peronismo manda a escribir libros imponer ideología. En el
71 aparece el libro mi amigo Gregorio para los chicos con dislexia donde d,b,p,y q
son las misma grafema en dista posición estuvieran separadas a lo largo del libro
desaparece ese discurso moralizador y sacralizado. La dictadura va a intentar
frenar esto y vuelve con su discurso normalizador modificando texto como el dulce
de leche, planteando un método que los alumnos solo deben aprender 13 letras s
como plural y ye ejemplo pupi y yo. Hasta hubo libros prohibidos. Por mucho
tiempo los libros para poder circular debían ser aprobados por el estado. Cuando
comienza la democracia se eliminó esto de que aprobaran los libros de texto. Hoy
se escribe y ya entra a la escuela. Lo que se plantea es que los métodos
tradicionales de escrituras conductistas y repetitivas se fueron superando y hoy la
lectura forma a un lector crítico aquel que pueda opinar, criticar y construir.
Lo que plantea Emilia Ferreiro en su dialogo “No es un pecado capital cometer un
error de ortografía" trata de evitar que los niños hagan errores, el maestro evita
que el niño piense por ellos muchas veces elije los textos el maestro, en vez de
dejar al niño que elija, produzca y construya, con conocimientos que ya traen. “El
niño cuando llega a la escuela tiene un camino andado” (Ferreiro, Emilia, 2003, p,
3). Es decir trae un saber previo, sabe algo y es capaz de dialogar con el maestro.
No es un niño ignorante, es un niño activo, curioso e inteligente. Son interlocutores
validos; la idea es que los niños construyan ideas originales y sistemáticas, que
intente interpretar  lo escrito y traten de escribir por sí mismos. Los niños en todo
momento están aprendiendo del mundo.    "Los chicos tienen la mala costumbre
de no pedir permiso para empezar a aprender" (Ferreiro, Emilia, 2003, p, 3). Es
por eso que en todo momento el profesor y los adultos deben tener siempre
presente que son los guías de los niños en el mundo del aprendizaje. Guiarlos
según las condiciones en que se encuentren los alumnos.