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Sociología segundo parcial – Sesión 6

Ideología y aparatos ideológicos del Estado – Althusser


Acerca de la reproducción de las condiciones de producción

Decía Marx que un niño que una formación social, no reproduzca las condiciones de
producción al mismo tiempo que produce, no sobrevivirá siquiera un año. Por lo tanto, la
condición final de la producción es la reproducción de las condiciones de producción. Puede
ser "simple" (y se limita entonces a reproducir las anteriores condiciones de producción) o
"ampliada" (en cuyo caso las extiende).

¿Qué es la reproducción de las condiciones de producción?

Las evidencias (evidencias ideológicas de tipo empirista) ofrecidas por el punto de vista de la
mera producción e incluso de la simple práctica productiva (abstracta ella misma con respecto
al proceso de producción) se incorporan de tal modo a nuestra conciencia cotidiana que es
sumamente difícil, por no decir casi imposible, elevarse hasta el punto de vista de la
reproducción. Sin embargo, cuando no se adopta tal punto de vista todo resulta abstracto y
deformado (más que parcial), aun en el nivel de la producción y, con mayor razón todavía, en
el de la simple práctica.

Considerando que toda formación social depende de un modo de producción dominante,


podemos decir que el proceso de producción emplea las fuerzas productivas existentes en y
bajo relaciones de producción definidas.

Debe, reproducir:

1) las fuerzas productivas


2) las relaciones de producción existentes.

Reproducción de los medios de producción

Por influencia de Marx, todo el mundo reconoce (incluso los economistas burgueses) que no
hay producción posible si no se asegura la reproducción de las condiciones materiales de la
producción: la reproducción de los medios de producción
Cualquier economista (que en esto no se diferencia de cualquier capitalista) sabe que todos
los años es necesario prever la reposición de lo que se agota o gasta en la producción.
Quesnay -que fue el primero que planteó ese problema que "salta a la vista"- y Marx -que lo
resolvió-, podemos decir que la reproducción de las condiciones materiales de la producción
no puede ser pensada a nivel de la empresa porque no es allí donde se da en sus condiciones
reales. Lo que sucede en el nivel de la empresa es un efecto, que sólo da la idea de la
necesidad de la reproducción, pero que no permite en absoluto pensar las condiciones y los
mecanismos de la misma.
{Hilo sin fin} El señor X, capitalista, que produce telas de lana en su hilandería, debe
"reproducir" su materia prima, sus máquinas, etc. Pero quien las produce para su producción
no es él sino otros capitalistas: el señor Y, un gran criador de ovejas, el señor Z, gran
industrial metalúrgico, productor de máquinas-herramienta, etc., etc., quienes, para producir
esos productos que condicionan la reproducción de las condiciones de producción del señor X,
deben a su vez reproducir las condiciones de su propia producción, y así hasta el infinito:
todo ello en tales proporciones que en el mercado nacional (cuando no en el mercado
mundial) la demanda de medios de producción (para la reproducción) pueda ser satisfecha
por la oferta.

Reproducción de la fuerza de trabajo

Si bien la observación de lo que sucede en la empresa, podía darnos una idea aproximada de
la existencia del proceso material de la reproducción, entramos ahora en un terreno en el cual
la observación de lo que pasa en la empresa es casi enteramente ineficaz, y esto por una
razón: la reproducción de la fuerza de trabajo se opera, en lo esencial, fuera de la empresa.
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¿Cómo se asegura la reproducción de la fuerza de trabajo? Dándole a la fuerza de trabajo el


medio material para que se reproduzca: el salario. El salario figura en la contabilidad de la
empresa, pero no como condición de la reproducción material de la fuerza de trabajo, sino
como "capital mano de obra".
El valor (el salario) necesario para la reproducción de la fuerza de trabajo no está
determinado solamente por las necesidades de un salario mínimo interprofesional garantizado
“biológico", sino también por las necesidades de un mínimo histórico (Marx señalaba: los
obreros ingleses necesitan cerveza y los proletarios franceses, vino) y, por lo tanto, variable.
Este mínimo es doblemente histórico, en cuanto no está definido por las necesidades
históricas de la clase obrera que la clase capitalista "reconoce" sino por las necesidades
históricas impuestas por la lucha de clase proletaria (lucha de clase doble: contra el aumento
de la jornada de trabajo y contra la disminución de los salarios).
El desarrollo de las fuerzas productivas y el tipo de unidad históricamente constitutivo de esas
fuerzas productivas en un momento dado, determinan que la fuerza de trabajo debe ser
(diversamente) calificada y por lo tanto reproducida como tal. Diversamente, o sea según las
exigencias de la división social-técnica del trabajo, en sus distintos "puestos" y "empleos".

¿Cómo se asegura esta reproducción de la calificación (diversificada) de la fuerza de trabajo


en el régimen capitalista?
Contrariamente a lo que sucedía en las formaciones sociales esclavistas y serviles, esta
reproducción de la calificación de la fuerza de trabajo tiende (se trata de una ley tendencial) a
asegurarse no ya "en el lugar de trabajo" (aprendizaje en la producción misma), sino, cada
vez más, fuera de la producción, por medio del sistema educativo capitalista y de otras
instancias e Instituciones. Lo que se aprende en la escuela puede ser utilizado en los distintos
puestos de la producción. Se aprenden habilidades. Al mismo tiempo, en la escuela se
aprenden las "reglas" del buen uso, es decir, de las conveniencias que debe observar todo
agente de la división del trabajo, según el puesto que está "destinado" a ocupar (reglas del
respeto a la división social-técnica del trabajo y, a las reglas del orden establecido por la
dominación de clase. Se aprende también a "hablar bien el idioma", a "redactar” bien, lo que
de hecho significa (para los futuros capitalistas y sus servidores) saber "dar órdenes", es
decir (solución ideal), "saber dirigirse" a los obreros, etcétera.

La reproducción de la fuerza de trabajo no sólo exige una reproducción de su calificación sino,


al mismo tiempo, la reproducción de su sumisión a las reglas del orden establecido, es decir
una reproducción de su sumisión a la Ideología dominante por parte de los obreros y una
reproducción de la capacidad de buen manejo de la ideología dominante por parte de los
agentes de la explotación y la represión, a fin de que aseguren también "por la palabra" el
predominio de la clase dominante.
La condición sine qua non de la reproducción de la fuerza de trabajo no sólo radica en la
reproducción de su "calificación" sino también en la reproducción de su sometimiento a la
ideología dominante, o de la "práctica" de esta ideología, debiéndose especificar que no basta
decir. "no solamente sino también", pues la reproducción de la calificación de la fuerza de
trabajo se asegura en y bajo las formas de sometimiento ideológico, con lo que reconocemos
la presencia eficaz de una nueva realidad: la ideología.

Infraestructura y superestructura

Según Marx la estructura de toda sociedad está constituida por "niveles" o “instancias"
articuladas por una determinación específica: la infraestructura o base económica ("unidad"
de fuerzas productivas y relaciones de producción), y la superestructura, que comprende
dos "niveles” o "instancias": la jurídico-política (el derecho y el Estado) y la ideológica (las
distintas ideologías, religiosa, moral, jurídica, política, etcétera).

Índice de eficacia respectivo: Cualquiera puede convencerse fácilmente de que


representar la estructura de toda sociedad como un edificio compuesto por una base
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(Infraestructura) sobre la que se levantan los dos "pisos" de la superestructura constituye


una metáfora, más exactamente una metáfora espacial: la de una tópica. Ésta sugiere, hace
ver alguna cosa. ¿Qué cosa? Que los pisos superiores no podrían "sostenerse" (en el aire) por
sí solos si no se apoyaran precisamente sobre su base.
La metáfora del edificio tiene por objeto representar la "determinación en última instancia"
por medio de la base económica. Esta metáfora espacial tiene así por resultado afectar a la
base con un índice de eficacia conocido por la expresión: determinación en última instancia
de lo que ocurre en los "pisos" (de la superestructura) por lo que ocurra en la base
económica.
A partir de este índice de eficacia "en última instancia", los "pisos" de la superestructura se
hallan evidentemente afectados por diferentes índices de eficacia. ¿Qué clase de índices? Se
puede decir que los pisos de la superestructura no son determinantes en última instancia,
sino que son determinados por la eficacia básica; que si son determinantes a su manera (no
definida aún), lo son en tanto están determinados por la base.
Su índice de eficacia (o de determinación), en tanto ésta se halla determinada por la
determinación de la base, es pensado en la tradición marxista bajo dos formas:
1) existe una "autonomía relativa" de la superestructura con respecto a la base;
2) existe una "reacción" de la superestructura sobre la base.
El mayor inconveniente de esta representación de la estructura de toda sociedad con la
metáfora espacial del edificio radica en ser metafórica: es decir, en permanecer en el plano
de lo descriptivo. Nos parece por lo tanto deseable y posible representar las cosas de otro
modo. Pensamos que a partir de la reproducción resulta posible y necesario pensar en lo que
caracteriza lo esencial de la existencia y la naturaleza de la superestructura. Es suficiente
ubicarse en el punto de vista de la reproducción para que se aclaren muchas cuestiones cuya
existencia indicaba, la metáfora espacial del edificio. Sostenemos como tesis fundamental que
sólo es posible plantear estas cuestiones (y por lo tanto responderlas) desde el punto de vista
de la reproducción.

El Estado

La tradición marxista: el Estado es concebido explícitamente como aparato represivo. El


Estado es una "máquina" de represión que permite a las clases dominantes asegurar su
dominación sobre la clase obrera para someterla al proceso de extorsión de la plusvalía (es
decir a la explotación capitalista). El Estado es, ante todo, lo que los clásicos del marxismo
han llamado el aparato de Estado. Se incluye en esta denominación no sólo al aparato
especializado (en sentido estricto), cuya existencia y necesidad conocemos a partir de las
exigencias de la práctica jurídica, a saber la policía -los tribunales- y las prisiones, sino
también el ejército, que interviene directamente como fuerza represiva de apoyo (el
proletariado ha pagado con su sangre esta experiencia) cuando la policía y sus cuerpos
auxiliares son "desbordados por los acontecimientos", y, por encima de este conjunto, al Jefe
de Estado, al Gobierno y la administración.

De la teoría descriptiva a la teoría a secas

Como señalamos, al referimos a la metáfora del edificio (infraestructura y superestructura),


esta presentación de la naturaleza del Estado sigue siendo en parte descriptiva.
Cuando, al hablar de la metáfora del edificio o de la "teoría" marxista del Estado, decimos que
son concepciones o representaciones descriptivas, no albergamos ninguna segunda intención
crítica. Por el contrario, todo hace pensar que los grandes descubrimientos científicos no
pueden dejar de pasar por la etapa de lo que llamaremos una "teoría” descriptiva.
Esta sería la primera etapa de toda teoría, al menos en el terreno de la ciencia de las
formaciones sociales. Se podría encarar esta etapa como transitoria y necesaria para el
desarrollo de la teoría.
La expresión: "teoría descriptiva" denota tal carácter transitorio al hacer aparecer en la
conjunción de los términos empleados el equivalente de una especie de "contradicción". En
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efecto, el término teoría "choca" en parte con el adjetivo "descriptiva" que lo acompaña. Eso
quiere decir exactamente: 1) que la teoría descriptiva" es, el comienzo ineludible de la teoría,
pero 2) que la forma "descriptiva" en que se presenta la teoría exige por efecto mismo de
esta "contradicción" un desarrollo de la teoría que supere la forma de la "descripción".

Cuando decimos que la "teoría" marxista del Estado, que nosotros utilizamos, es en parte
"descriptiva", esto significa en primer lugar y ante todo que esta "teoría" descriptiva es, sin
ninguna duda, el comienzo de la teoría marxista del Estado, y que tal comienzo nos da lo
esencial, es decir el principio decisivo de todo desarrollo posterior de la teoría.
Toda teoría descriptiva corre así el riesgo de "bloquear" el indispensable desarrollo de la
teoría. Por esto pensamos que, para desarrollar esta teoría descriptiva en teoría a secas, es
decir, para comprender mejor los mecanismos del Estado en su funcionamiento, es
indispensable agregar algo a la definición clásica del Estado como aparato de Estado

Lo esencial de la teoría marxista del Estado

Es necesario especificar en primer lugar un punto importante: el Estado (y su existencia


dentro de su aparato) sólo tiene sentido en función del poder de Estado. Toda la lucha política
de las clases gira alrededor del Estado. Aclaremos: alrededor de la posesión, es decir, de la
toma y la conservación del poder de Estado por cierta clase o por una alianza de clases o de
fracciones de clases. Esta primera acotación nos obliga a distinguir el poder de Estado
(conservación del poder de Estado o toma del poder de Estado), objetivo de la lucha política
de clases, por una parte, y el aparato de Estado por la otra.

Podemos decir que los clásicos del marxismo siempre han afirmado que:
1) el Estado es el aparato represivo de Estado;
2) se debe distinguir entre el poder de Estado y el aparato de Estado
3) el objetivo de la lucha de clases concierne al poder de Estado y, en consecuencia, a la
utilización del aparato de Estado por las clases (o alianza de clases o fracciones de clases)
que tienen el poder de Estado en función de sus objetivos de clase
4) el proletariado debe tomar el poder de Estado para destruir el aparato burgués existente,
reemplazarlo en una primera etapa por un aparato de Estado completamente diferente,
proletario, y elaborar en las etapas posteriores un proceso radical, el de la destrucción del
Estado (fin del poder de Estado y de todo aparato de Estado).

Desde este punto de vista, lo que propondríamos que se agregue a la "teoría marxista" de
Estado ya figura en ella. Pero nos parece que esta teoría, completada así, sigue siendo
todavía en parte descriptiva, aunque incluya en lo sucesivo elementos complejos y
diferenciales cuyas reglas y funcionamiento no pueden comprenderse sin recurrir a una
profundización teórica suplementaria.

Los aparatos ideológicos de Estado

Lo que se debe agregar a la "teoría marxista" del Estado es entonces otra cosa.
Para hacer progresar la teoría del Estado es indispensable tener en cuenta no sólo la
distinción entre poder de Estado y aparato de Estado, sino también otra realidad que se
manifiesta junto al aparato (represivo) de Estado, pero que no se confunde con él.
Llamaremos a esa realidad por su concepto: los aparatos ideológicos de Estado.

¿Qué son los aparatos ideológicos de Estado (AIE)?

La teoría marxista el aparato de Estado (AE) comprende: el gobierno, la administración, el


ejército, la policía, los tribunales, las prisiones, etc., que constituyen lo que llamaremos,
desde ahora, el aparato represivo de Estado. Represivo significa que el aparato de Estado en
cuestión funciona mediante la violencia", por lo menos en situaciones límite (la represión
administrativa, por ejemplo, puede revestir formas no físicas).
Designamos con el nombre de aparatos ideológicos de Estado cierto número de realidades
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que se presentan al observador inmediato bajo la forma de instituciones distintas y


especializadas.

Con todas las reservas que implica esta exigencia podemos considerar como aparatos
ideológicos de Estado las instituciones siguientes (el orden en el cual los enumeramos no
tiene significación especial):

- AIE religiosos (el sistema de la distintas Iglesias)


- AIE escolar (el sistema de las distintas "Escuelas”, públicas y privadas)
- AIE familiar
- AIE jurídico
- AIE político (el sistema político del cual forman parte los distintos partidos)
- AIE sindical, AIE de información (prensa, radio, T.V., etc.)
- AIE cultural (literatura, artes, deportes, etc.).

Los AIE no se confunden con el aparato (represivo) de Estado.


¿En qué consiste su diferencia?

 En un primer momento podemos observar que si existe un aparato (represivo) de


Estado, existe una pluralidad de aparatos ideológicos de Estado. Suponiendo que ella
exista, la unidad que constituye esta pluralidad de AIE en un cuerpo no es visible
inmediatamente.
 En un segundo momento, podemos comprobar que mientras que el aparato (represivo)
de Estado (unificado) pertenece enteramente al dominio público, la mayor parte de los
aparatos ideológicos de Estado (en su aparente dispersión) provienen en cambio del
dominio privado. Son privadas las Iglesias, los partidos, los sindicatos, las familias,
algunas escuelas, la mayoría de los diarios, las instituciones culturales, etc.

¿Con qué derecho podemos considerar como aparatos ideológicos de Estado instituciones que
en su mayoría no poseen carácter público sino que son simplemente privadas?
Gramsci, ya había previsto esta objeción. La distinción entre lo público y lo privado es una
distinción interna del derecho burgués, válida en los dominios (subordinados) donde el
derecho burgués ejerce sus "poderes". No alcanza al dominio del Estado, éste está "más allá
del Derecho”. El Estado, que es el Estado de la clase dominante, no es ni público ni privado;
por el contrario, es la condición de toda distinción entre público y privado. Partiendo esta vez
de nuestros aparatos ideológicos de Estado. Poco importa si las instituciones que los
materializan son "públicas" o "privadas"; lo que importa es su funcionamiento. Las
instituciones privadas pueden “funcionar” perfectamente como aparatos ideológicos de
Estado. Para demostrarlo bastaría analizar un poco más cualquiera de los AIE.

Hay una diferencia fundamental entre los AIE y el aparato (represivo) de Estado: el aparato
represivo de Estado “funciona mediante la violencia", en tanto que los AIE funcionan
mediante la ideología. Todo aparato de Estado, sea represivo o ideológico, "funciona" a la vez
mediante la violencia y la ideología, pero con una diferencia muy importante que impide
confundir los aparatos ideológicos de Estado con el aparato (represivo) de Estado. Consiste
en que el aparato (represivo) de Estado, por su cuenta, funciona masivamente con la
represión (incluso física), como forma predominante, y sólo secundariamente con la ideología.
(No existen aparatos puramente represivos.) Ejemplos: el ejército y la policía utilizan también
la ideología, tanto para asegurar su propia cohesión y reproducción, como por los 'Valores"
que ambos proponen hacia afuera.
De la misma manera, pero a la inversa, se debe decir que, por su propia cuenta, los aparatos
ideológicos de Estado funcionan masivamente con la ideología como forma predominante,
pero utilizan secundariamente, y en situaciones límite, una represión muy atenuada,
disimulada, es decir simbólica. (No existe aparato puramente ideológico). Así la escuela y las
iglesias "adiestran" con métodos apropiados (sanciones, exclusiones, selección, etc.) no sólo
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a sus oficiantes sino a su “grey”. También la familia y el aparato ideológico de Estado cultural
(la censura, por mencionar sólo una forma), etcétera.

¿Sería útil mencionar que esta determinación del doble "funcionamiento" (de modo
predominante, de modo secundario) con la represión y la ideología, según se trate del
aparato (represivo) de Estado o de los aparatos ideológicos de Estado, permite comprender
que se tejan constantemente sutiles combinaciones explícitas o tácitas entre la acción del
aparato (represivo) de Estado y la de los aparatos ideológicos del Estado?
La vida diaria ofrece innumerables ejemplos. Sin embargo, nos encamina hacia la
comprensión de lo que constituye la unidad del cuerpo, aparentemente dispar, de los AIE. Si
los AIE “funcionan" masivamente con la ideología como forma predominante, lo que unifica su
diversidad es ese mismo funcionamiento, en la medida en que la ideología con la que
funcionan, en realidad está siempre unificada, a pesar de su diversidad y sus contradicciones,
bajo la ideología dominante, que es la de “la clase dominante". Si aceptamos que, en
principio, “la clase dominante" tiene el poder del Estado (en forma total o, lo más común, por
medio de alianzas de clases o de fracciones de clases) y dispone por lo tanto del aparato
(represivo) de Estado, podremos admitir que la misma clase dominante sea parte activa de
los aparatos ideológicos de Estado, en la medida en que, en definitiva, es la ideología
dominante la que se realiza, a través de sus contradicciones, en los aparatos ideológicos de
Estado. Por supuesto que es muy distinto actuar por medio de leyes y decretos en el aparato
(represivo) de Estado y "actuar" por intermedio de la ideología dominante en los aparatos
ideológicos de Estado. Sería necesario detallar esa diferencia que, sin embargo, no puede
enmascarar la realidad de una profunda identidad. Por lo que sabemos, ninguna clase puede
tener en sus manos el poder de Estado en forma duradera sin ejercer al mismo tiempo su
hegemonía sobre y en los aparatos ideológicos de Estado.

Esta última observación nos pone en condiciones de comprender que los aparatos ideológicos
de Estado pueden no sólo ser objeto sino también lugar de la lucha de clases, y a menudo de
formas encarnizadas de lucha de clases. La clase (o la alianza de clases) en el poder no
puede imponer su ley en los aparatos ideológicos de Estado tan fácilmente como en el
aparato (represivo) de Estado, no sólo porque las antiguas clases dominantes pueden
conservar en ellos posiciones fuertes durante mucho tiempo, sino además porque la
resistencia de las clases explotadas puede encontrar el medio y la ocasión de expresarse en
ellos, ya sea utilizando las contradicciones existentes, ya sea conquistando allí posiciones de
combate mediante la lucha.

Sobre la reproducción de las relaciones de producción

¿Cómo se asegura la reproducción de las relaciones de producción?

En lenguaje tópico (infraestructura, superestructuras): está asegurada en gran parte, por la


superestructura jurídico-política e ideológica. Es así, por el ejercicio del poder de Estado en
los aparatos de Estado, por un lado, el aparato (represivo) de Estado, y por el otro los
aparatos ideológicos de Estado. Esto está reunido bajo 3 características:

1) Todos los aparatos de Estado funcionan a la vez mediante la represión y la ideología, con
la diferencia de que el aparato (represivo) de Estado funciona masivamente con la represión
como forma predominante, en tanto que los aparatos ideológicos de Estado funcionan
masivamente con la ideología como forma predominante.

2) En tanto que el aparato (represivo) de Estado constituye un todo organizado cuyos


diferentes miembros están centralizados bajo una unidad de mando -la de la política de lucha
de clases aplicada por los representantes políticos de las clases dominantes que tienen el
poder de Estado-, los aparatos ideológicos de Estado son múltiples, distintos, "relativamente
autónomos" y susceptibles de ofrecer un campo objetivo a contradicciones que, bajo formas
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unas veces limitadas, otras extremas, expresan los efectos de los choques entre la lucha de
clases capitalista y la lucha de clases proletaria, así como sus formas subordinadas.

3) En tanto que la unidad del aparato (represivo) de Estado está asegurada por su
organización centralizada y unificada bajo la dirección de representantes de las clases en el
poder, que ejecutan la política de lucha de clases de las clases en el poder, la unidad entre
los diferentes aparatos ideológicos de Estado está asegurada, muy a menudo en formas
contradictorias, por la ideología dominante, la de la clase dominante.

Si se tienen en cuenta estas características, se puede entonces representar la reproducción


de las relaciones de producción, de acuerdo con una especie de "división del trabajo", de la
manera siguiente: El rol del aparato represivo de Estado consiste esencialmente, en tanto
aparato represivo, en asegurar por la fuerza (sea o no física) las condiciones políticas de
reproducción de las relaciones de producción que son, en última instancia, relaciones de
explotación. El aparato de Estado no solamente contribuye en gran medida a su propia
reproducción (existen en el Estado capitalista dinastías de hombres políticos, dinastías de
militares, etc.) sino también, y, sobre todo, asegura mediante la represión (desde la fuerza
física más brutal hasta las más simples ordenanzas y prohibiciones administrativas, la
censura abierta o tácita, etc.) las condiciones políticas de la actuación de los aparatos
ideológicos de Estado.
Ellos, en efecto, aseguran en gran parte, tras el "escudo" del aparato represivo de Estado, la
reproducción misma de las relaciones de producción. Es aquí donde interviene masivamente
el rol de la ideología dominante, la de la clase dominante, que tiene el poder de Estado. A
través de la ideología dominante se asegura la “armonía" entre el aparato represivo de
Estado y los aparatos ideológicos de Estado y entre los diferentes aparatos ideológicos de
Estado.

En las formaciones sociales del modo de producción "servil" (comúnmente llamado feudal)
comprobamos que, aunque existe (no sólo a partir de la monarquía absoluta sino desde los
primeros estados antiguos conocidos) un aparato represivo de Estado único, formalmente
muy parecido al que nosotros conocemos, la cantidad de aparatos ideológicos de Estado es
menor y su individualidad diferente. Comprobamos, por ejemplo, que la Iglesia (aparato
ideológico de Estado religioso) en la Edad Media acumulaba numerosas funciones (en especial
las escolares y culturales) hoy atribuidas a muchos aparatos ideológicos de Estado diferentes,
nuevos con respecto al pasado que evocamos. Junto a la Iglesia existía el aparato ideológico
de Estado familiar, que cumplía un considerable rol, no comparable con el que cumple en las
formaciones sociales capitalistas. A pesar de las apariencias, la iglesia y la familia no eran los
únicos aparatos ideológicos de Estado. Existía también un aparato ideológico de Estado
político (los Estados Generales, el Parlamento, las distintas facciones y ligas políticas).
En el período histórico pre-capitalista que acabamos de examinar a grandes rasgos, existía un
aparato ideológico de Estado dominante, la Iglesia, que concentraba no sólo las funciones
religiosas sino también las escolares y buena parte de las funciones de información y
"cultura". Si toda la lucha Ideológica del siglo XVI al XVII, desde la primera ruptura de la
Reforma, se concentró en la lucha anticlerical y antirreligiosa, ello no sucedió por azar sino a
causa de la posición dominante del aparato ideológico de Estado religioso.
La revolución francesa tuvo ante todo por objetivo y resultado no sólo trasladar el poder de
Estado de la aristocracia feudal a la burguesía capitalista-comercial, romper parcialmente el
antiguo aparato represivo de Estado y reemplazarlo por uno nuevo (el ejército nacional
popular, por ejemplo), sino también atacar el aparato ideológico de Estado, la iglesia. De allí
la constitución civil del clero, la confiscación de los bienes de la iglesia y la creación de
nuevos aparatos ideológicos de Estado para reemplazar el aparato ideológico de Estado
religioso en su rol dominante.
Puede decirse que la burguesía se apoyó en el nuevo aparato ideológico de Estado político,
democrático-parlamentario, implantado en los primeros años de la Revolución, restaurado
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luego por algunos meses, después de largas y violentas luchas, en 1848, y durante decenas
de años después de la caída del Segundo Imperio, para dirigir la lucha contra la iglesia y
apoderarse de sus funciones ideológicas, en resumen, para asegurar no sólo su hegemonía
política sino también la hegemonía ideológica indispensable para la reproducción de las
relaciones capitalistas de producción.

{El aparato ideológico de Estado que fue colocado en posición dominante en las formaciones
capitalistas maduras, como resultado de una violenta lucha de clase política e ideológica
contra el antiguo aparato ideológico de Estado dominante, es el aparato ideológico escolar.
El aparato ideológico de Estado dominante en las formaciones sociales capitalistas no es la
escuela sino el aparato de Estado político, es decir, el régimen de democracia parlamentaria
combinado del sufragio universal y las luchas partidarias. No obstante, la historia, incluso la
historia reciente, demuestra que la burguesía pudo y puede adaptarse perfectamente a
aparatos ideológicos de Estado políticos distintos de la democracia parlamentaria.}

¿Por qué el aparato escolar es realmente el aparato ideológico de Estado dominante en las
formaciones sociales capitalistas y cómo funciona?

1) Todos los aparatos ideológicos de Estado, sean cuales fueren, concurren al mismo
resultado: la reproducción de las relaciones de producción, es decir, las relaciones capitalistas
de explotación.

2) Cada uno de ellos concurre a ese resultado único de la manera que le es propia: el aparato
político sometiendo a los individuos a la ideología política de Estado, la ideología
"democrática", "indirecta" (parlamentaria) o "directa" (plebiscitaria o fascista); el aparato de
información atiborrando a todos los "ciudadanos" mediante la prensa, la radio, la televisión,
con dosis diarias de nacionalismo, chauvinismo, liberalismo, moralismo, etcétera. Lo mismo
sucede con el aparato cultural (el rol de los deportes es de primer orden en el chauvinismo),
etcétera: el aparato religioso recordando en los sermones y en otras grandes ceremonias de
nacimiento, casamiento, o muerte que el hombre sólo es polvo, salvo que sepa amar a sus
hermanos hasta el punto de ofrecer su otra mejilla a quien le abofeteó la primera. El aparato
familiar.... no insistimos más.

3) Este concierto está dominado por una partitura única, ocasionalmente perturbada por
contradicciones, las de restos de las antiguas clases dominantes, las de proletarios y sus
organizaciones: la partitura de la ideología de la clase actualmente dominante que integra en
su música los grandes temas del humanismo de los ilustres antepasados que, antes del
cristianismo, hicieron el milagro griego y después la grandeza de Roma, la ciudad eterna, y
los temas del interés, particular y general, etc., nacionalismo, moralismo y economicismo.

4) No obstante, un aparato ideológico de Estado cumple muy bien el rol dominante de ese
concierto, aunque no se presten oídos a su música: ¡tan silenciosa es! Se trata de la Escuela.
Toma a su cargo a los niños de todas las clases sociales desde el jardín de infantes les
inculca, con nuevos y viejos métodos, durante muchos años, precisamente aquellos en los
que el niño, atrapado entre el aparato de Estado-familia y el aparato de Estado-escuela, es
más vulnerable, "habilidades" recubiertas por la ideología dominante.

Hacia el sexto año, una gran masa de niños cae "en la producción”: son los obreros o los
pequeños campesinos. Otra parte de la juventud escolarizable continúa: bien que mal se
encamina y termina por cubrir puestos de pequeños y medianos cuadros, empleados,
funcionarios pequeños y medianos, pequeño-burgueses de todo tipo. Una última parte llega a
la meta, ya sea para caer en la semi desocupación intelectual, para proporcionar, además de
los "intelectuales del trabajador colectivo", los agentes de la explotación (capitalistas,
empresarios), los agentes de la represión (militares, policías, políticos, administradores, etc.)
y los profesionales de la ideología (sacerdotes de todo tipo, la mayoría de los cuales son
“laicos" convencidos).
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Cada grupo está prácticamente provisto de la ideología que conviene al rol que debe cumplir
en la sociedad de clases:
-rol de explotado (con "conciencia profesional", "moral", "cívica", "nacional" y apolítica
altamente "desarrollada")
-rol de agente de la explotación (saber mandar y hablar a los obreros: las "relaciones
humanas"): de agentes de la represión (saber mandar y hacerse obedecer "sin discutir" o
saber manejar la demagogia de la retórica de los dirigentes políticos)
-de profesionales de la ideología que saben tratar a las conciencias con el respeto, es decir el
desprecio, el chantaje, la demagogia convenientes.

Se enseñan también en la familia, la iglesia, el ejército, en los buenos libros, en los filmes, y
hasta en los estadios. Pero ningún aparato ideológico de Estado dispone durante tantos años
de la audiencia obligatoria (y gratuita), 5 a 6 días sobre 7 a razón de 8 horas diarias, de
formación social capitalista. Con el aprendizaje de algunas habilidades recubiertas en la
inculcación masiva de la ideología de la clase dominante, se reproduce gran parte de las
relaciones de producción de una formación social capitalista, es decir, las relaciones de
explotados a explotadores y de explotadores a explotados. Naturalmente, los mecanismos
que producen este resultado vital para el régimen capitalista están recubiertos y disimulados
por una ideología de la escuela universalmente reinante. Ésta es una de las formas esenciales
de la ideología burguesa dominante: una ideología que representa a la escuela como un
medio neutro, desprovisto de ideología (porque es laico), en el que maestros de la
"conciencia” y la libertad de los niños que les son confiados (con toda confianza) por sus
"padres” (que también son libres, es decir, propietarios de sus hijos), los encaminan hacia la
libertad, la moralidad y la responsabilidad de adultos mediante su propio ejemplo, los
conocimientos, la literatura y sus virtudes “liberadoras”.

La iglesia es reemplazada hoy por la escuela en su rol de aparato ideológico de Estado


dominante. Está combinada con la familia, como antes lo estuvo la iglesia. Se puede afirmar
entonces que la crisis, que en el mundo sacude el sistema escolar en tantos Estados, a
menudo paralela a la crisis que conmueve al sistema familiar (ya anunciada en el Manifiesto),
tiene un sentido político si se considera que la escuela (y la pareja escuela-familia) constituye
el aparato ideológico de Estado dominante. Aparato que desempeña un rol determinante en la
reproducción de las relaciones de producción de un modo de producción amenazado en su
existencia por la lucha de clases mundial.

1) ¿Qué entiende el marxismo por "sociedad"?

El marxismo entiende por sociedad a aquella forma de organización que tiene el hombre para
subsistir y satisfacer sus necesidades transformando la naturaleza a través de la técnica
(trabajo). Ese cuerpo social, la forma de organización de los hombres, está dada por los
modos de producción imperante en cada sociedad y en los distintos contextos históricos.
Entonces plantea Marx: que la sociedad está construida en distintos niveles articulados entre
sí: la infraestructura (o base económica) que abarca las relaciones y las fuerzas de
producción: y la superestructura que se construye desde esa base económica para servirle a
ésta como soporte, como protección y garantía de su reproducción. La superestructura: tiene
dos instancias: la jurídico-política (abarca el Derecho y el Estado) y la ideológica (abarca los
aspectos religiosos, morales, etc.). la única manera de mantener una formación social es
mediante la reproducción de las relaciones de producción existentes y también la fuerza
productiva.

2) ¿Cómo define Althusser y qué aspectos involucra el problema de la


reproducción social?

Reproducción social: toda formación social debe reproducir las condiciones de producción,
es decir: las fuerzas productivas y las relaciones de producción existentes.
El problema que Althusser agrega a la hora de hablar de las fuerzas productivas, es que no
Sociología segundo parcial – Sesión 6

basta con darle a la fuerza de trabajo las condiciones materiales de su reproducción para que
se reproduzca como tal, sino que se debe asegurar la reproducción de la calificación
(diversificada) de la fuerza de trabajo en el régimen capitalista, fuera de la esfera de la
producción, por medio del sistema educativo capitalista y de otras instancias e instituciones.
Es decir, introduce el concepto (o va "preparando" el camino) de ideología, bajo el imperio de
la cual deben reproducirse las condiciones de producción.

3) ¿Cómo define el marxismo al Estado? ¿Qué aporte hace Althusser a su


definición?

La definición del Marxismo clásico: considera al Estado como el aparato represivo con que
cuenta la clase dominante (la burguesía) para someter al proletario y expropiarle la plusvalía.
El aporte que hace Althusser es incorporar a la distinción clásica entre poder de Estado y
Aparato (represivo) de Estado a los AEI que se presentan junto al AE pero teniendo
diferencias muy marcadas. Los Aparatos Ideológicos del Estado (AIE) funcionan masivamente
con la ideología como forma predominante, y secundariamente, casi de forma simbólica, con
la represión. Además, la diversidad con la que funcionan los AIE, queda unificada bajo la
ideología dominante, que es la de la clase dominante.

Poder y dominación – Weber


 Poder: probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, aun
contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad.
 Dominación: probabilidad de encontrar obediencia a un mandato de determinado
contenido entre personas dadas.
 Disciplina: probabilidad de encontrar obediencia para un mandato por parte de un
conjunto de personas que, en virtud de actitudes arraigadas, sea pronta, simple y
automática.

1. El concepto de poder es sociológicamente amorfo. Todas las cualidades imaginables de un


hombre y toda su suerte de constelaciones posibles pueden colocar a alguien en la posición
de imponer su voluntad en una situación dada. El concepto de dominación tiene que ser mas
preciso y solo puede significar la probabilidad de que un mandato sea obedecido.

2. El concepto de disciplina encierra el de una “obediencia habitual” por parte de las masas
sin resistencia ni critica.

La situación de dominación está unida a la presencia actual de alguien mandando eficazmente


a otro, pero no está unida incondicionalmente ni a la existencia de un cuadro administrativo
ni a la de una asociación; por el contrario, si lo está ciertamente por lo menos en todos los
casos normales. Una asociación se llama asociación de dominación cuando sus miembros
están sometidos a relaciones de dominación en virtud del orden vigente.

Una asociación es siempre en algún grado asociación de dominación por la simple existencia
de su cuadro administrativo. Solo que el concepto es relativo. La asociación de dominación es
normalmente asociación administrativa. La peculiaridad está dada por la forma en la que se
administra, pero el carácter del circulo de personas que ejercen la administración, por los
objetos administrados y por el alcance que tenga la dominación.
Las dos principales características dependen en gran medida de cuales sean los fundamentos
de legitimidad de la dominación.

 Asociación política: su existencia y la validez de sus ordenaciones, dentro de un ámbito


geográfico determinado, estén garantizados de un modo continuo por la amenaza y
aplicación de la fuerza física por parte de su cuadro administrativo.
 Estado: instituto político de actividad continuada, cuando y en la medida en que su
cuadro administrativo mantenga con éxito la pretensión al monopolio legítimo de la
coacción física para el mantenimiento del orden. Una acción que está políticamente
Sociología segundo parcial – Sesión 6

orientada cuando y en la medida en que tiende a influir en la dirección de una


asociación política, en especial a la apropiación y expropiación. Carácter monopólico del
poder estatal, característica esencial de la situación actual. También lo es su carácter
de instituto racional y de empresa continuada.
 Asociación heriocrática: asociación de dominación, cuando y en la medida en que aplica
para la garantía de su orden la coacción psíquica, concediendo y rehusando bienes de
salvación (coacción hierocrática). Su administración puede constituir el fundamento de
su dominación espiritual sobre un conjunto de hombres.
 Iglesia: instituto hierocrático de actividad continuada, cuando y en la medida en que su
cuadro administrativo mantiene la pretensión al monopolio legítimo de la coacción
hierocratica. Es característico su carácter de instituto racional y de empresa
continuada, como se exterioriza en sus ordenaciones, en su cuadro administrativo y en
su dominación monopólica. A su tendencia normal de instituto eclesiástico corresponde
su dominación territorial hierocratica y su articulación territorial (parroquial). El
monopolio de dominación territorial no fue nunca tan especial para la iglesia como para
la asociación política. El carácter de instituto (la condición de que se nazca dentro de
una iglesia, la separa de la secta (que se caracteriza es la unión que solo une
personalmente a los religiosamente calificados).

En las asociaciones políticas no es la coacción física el único medio administrativo, ni tampoco


el normal. Sus dirigentes utilizan todos los medios posibles para la realización de sus fines.
Pero su amenaza y eventual empleo es ciertamente su medio especifico y, en todas partes, la
última ratio cuando los demás medio fracasan. Al lado de la circunstancia de que la coacción
física se aplique para el mantenimiento y garantía de sus “ordenaciones”, caracteriza también
a la asociación política el hecho de que la dominación de su cuadro administrativo y de sus
ordenamientos mantengan su pretensión de validez para un territorio determinado y que esta
esté garantizada por la fuerza. Siempre que estas características de reconozcan deben ser
consideradas como asociaciones políticas.

No es posible definir una asociación política señalando los fines de la “acción de la


asociación”. Desde el cuidado de los abastecimientos hasta la protección del arte, no existió
ningún fin que ocasionalmente no haya sido perseguido por las asociaciones políticas, y no
hubo ningún comprendido entre la protección de la seguridad personal y la declaración
judicial del derecho que todas esas asociaciones hayan perseguido. Solo se puede definir el
carácter político de una asociación por el medio en determinadas circunstancias al fin en sí,
que por su esencia es indispensable: la coacción física.
En el uso corriente del lenguaje se busca lo común en el medio: la dominación y la forma
como esta se ejerce por los poderes del gobierno. Puede afirmarse que la definición no es
más que una precisión de lo contenido en el uso corriente del lenguaje, en cuanto se acentúe
la coacción física (actual o eventual). El lenguaje corriente llama “asociaciones políticas” no
solo a aquel soporte de la coacción considerada como legitima, sino también, por ejemplo, a
partidos y clubs, con pretensión de influir sin violencia, en la acción política de la asociación.
Debe separarse esta acción social como “políticamente orientada”, de la acción política de la
asociación.

Tipos de dominación

Las formas de legitimidad

No toda dominación se sirve del medio económico y tampoco tiene fines económicos. Pero
toda dominación sobre una pluralidad de hombres requiere de un modo normal un cuadro
administrativo, es decir, la probabilidad, en la que se puede confiar, de que se dará una
actividad, dirigida a la ejecución de sus ordenaciones generales y mandatos concretos, por
parte de un grupo de personas cuya obediencia se espera.
Sociología segundo parcial – Sesión 6

Este cuadro administrativo puede estar ligado a la obediencia de su señor (o señores) por la
costumbre, de un modo afectivo, por intereses materiales o por motivos ideales (con arreglo
a valores). La naturaleza de estos motivos determina el tipo de dominación. Motivos
puramente materiales y racionales con arreglo a fines como vínculo entre el imperante y su
cuadro implican una relación relativamente frágil. También se le agregan otros motivos:
afectivos o racionales con arreglo a valores.
En lo cotidiano domina la costumbre y con ella intereses materiales, utilitarios, en esta como
en cualquier otra relación. Pero la costumbre y la situación de intereses, no menos que los
motivos puramente afectivos y de valor, no pueden representar los fundamentos en que la
dominación confía. Se les añade otro factor: la creencia en la legitimidad.
De acuerdo con la experiencia ninguna dominación se contenta voluntariamente con tener
como probabilidades de su persistencia motivos materiales, afectivos o racionales con arreglo
a valores. Todas procuran despertar y fomentar la creencia en su “legitimidad”. Según la
legitimidad es diferente el tipo de obediencia. Por eso es determinante distinguir las clases de
dominación según sus pretensiones típicas de legitimidad.

- La legitimidad de una dominación tiene una importancia que no es puramente ideal,


aunque no sea más que por el hecho de que mantiene relaciones muy determinadas con
la legitimidad de la propiedad.
- No toda pretensión convencional o jurídicamente garantizada debe llamarse “relación de
dominación”.
- La legitimidad de una dominación debe considerase solo como una probabilidad. La de ser
tratada prácticamente como tal y mantenida en una proporción importante.
- Obediencia significa que la acción del que obedece transcurre como si el contenido del
mandato se hubiera convertido, por sí mismo, en máxima de su conducta; y eso
únicamente en méritos de la relación formal de obediencia sin tener en cuenta la propia
opinión sobre el valor o el desvalor del mandato como tal.
- El ámbito de la influencia autoritaria de las relaciones sociales y de los fenómenos
culturales es mayor del que se cree. Por ejemplo: la dominación que se ejerce en la
escuela.

Existen 3 tipos puros de dominación legitima. El fundamento de su legitimidad puede ser:

1) De carácter racional: que descansa en la creencia en la legalidad de ordenaciones


estatuidas y de los derechos de mando de los llamados por esas ordenaciones a
ejercer autoridad legal.
2) De carácter tradicional: que descansa en la creencia cotidiana, en la santidad de las
tradiciones que rigieron desde lejanos tiempos y en la legitimidad de los señalados por
esa tradición para ejercer la autoridad tradicional.
3) De carácter carismático: que descansa en la entrega extra cotidiana a la santidad,
heroísmo o ejemplaridad de una persona y a las ordenaciones por ella creadas o
reveladas.

En el caso de la autoridad legal se obedecen las ordenaciones impersonales y objetivas


legalmente estatuidas y las personas por ellas designadas.
En el caso de la autoridad tradicional se obedece a la persona del señor llamado por la
tradición y vinculado por ella (en su ámbito) por motivos de piedad, en el círculo de lo que es
consuetudinario.
En el caso de la autoridad carismática se obedece al caudillo carismáticamente calificado por
razones de confianza personal en la revelación, heroicidad o ejemplaridad, dentro del circulo
en que la fe en su carisma tiene calidez.

- La utilidad de esta división solo puede mostrarla el rendimiento sistemático que con ella
se busca. El concepto de “carisma” (gracia) se tomó de la terminología del cristianismo
primitivo. Rudolf Sohm fue el primero en emplear el concepto.
Sociología segundo parcial – Sesión 6

Dominación legal con administración burocrática

La dominación legal descansa en la validez de las siguientes ideas:

 Que todo derecho, pactado u otorgado, puede ser estatuido de modo racional con
arreglos a fines o racional con arreglo a valores (o ambas cosas), con la pretensión de
ser respetado, por lo menos, por los miembros de la asociación y también
regularmente por aquellas personas que dentro del ámbito de poder de la asociación
(en las territoriales: dentro de su dominio territorial) realicen acciones sociales o
entren en relaciones sociales declaradas importantes por la asociación.
 Que todo derecho según su esencia es un cosmos de reglas abstractas, por lo general
estatuidas intencionalmente.
 Que el soberano legal típico, la persona puesta a la cabeza, en tanto que ordena y
manda, obedece por su parte al orden impersonal por el que orienta sus disposiciones.
Domina la idea de que los miembros de la asociación, no obedecen por atención a su
persona, sino que obedecen a aquel orden impersonal y que están obligados a la
obediencia dentro de la competencia limitada, racional y objetiva.
 El que obedece solo lo hace en cuanto miembro de la asociación y solo obedece al
derecho.

Las categorías de la dominación legal son:

1) Un ejercicio continuado, sujeto a ley, de funciones, dentro de una competencia, que


significa:
- Un ámbito de deberes y servicios objetivamente limitado en virtud de una distribución de
funciones con la atribución de los poderes necesarios para su realización y con fijación
estricta de los medios coactivos eventualmente admisibles y el supuesto previo de su
aplicación.

-Una actividad establecida de este tipo, se llama “magistratura” o “autoridad”.

 Autoridades: en este sentido existen lo mismo que en el estado y la iglesia, en las


empresas privadas, ejércitos y partidos.
 Una magistratura es el presidente electivo de la republica (o el gabinete ministerial, o
los diputados). No toda magistratura posee en igual sentido poderes de mando.
 Jerarquía administrativa: ordenación de autoridades fijas con facultades de
regulación e inspección y con el derecho de queja o apelación ante las autoridades
superiores por parte de las inferiores.
 Las reglas según las cuales hay que procedes pueden ser:
 Técnicas
 Normas
Su aplicación exige en ambos casos, para que se logre la racionalidad, una
formación profesional, Normalmente solo participa en el cuadro administrativo
de una asociación el calificado profesionalmente para ello mediante pruebas
realizadas con éxito. De modo que solo el que posea esas condiciones puede ser
empleado como funcionario.
 Funcionario: forman el cuadro administrativo de las asociaciones racionales, sean
políticas, hierocráticas, económicas o de otra clase.
 Rige el principio de separación entre el cuadro administrativo y los medios
administrativos y de producción. Los funcionarios, empleados y trabajadores al servicio
de una administración no son propietarios de los medios materiales de administración y
producción, sino que reciben estos en especie o dinero y están sujetos a rendición de
cuentas. Existe el principio de separación completa entre el patrimonio público y el
privado. Entre la oficina y el hogar.
Sociología segundo parcial – Sesión 6

 No existe apropiación de los cargos por quien los ejerce. Donde se dé un “derecho al
cargo” no sirve a un fin de apropiación por parte del funcionario sino de aseguramiento
del carácter objetivo (“independiente”), solo sujeto a normas de su trabajo en el cargo.
 Principio administrativo de atenerse al expediente: Fijar por escrito las
propuestas y decisiones, así como en las disposiciones y ordenanzas de toda clase. El
expediente y la actividad continuada por el funcionario hacen que la oficina sea la
medula de toda forma moderna en la actividad de las asociaciones.

Tipos muy importante de dominación racional pertenecen formalmente por su dirigente a


otros tipos:

 Carismático hereditario: monarquía hereditaria.


 Carismático plebiscitario: presidente.
 Otros son materialmente racionales en muchas de sus partes, pero se encuentran
construidos según una forma intermedia entre la burocracia y el carismático:
gobiernos de gabinete.
 Otros están conducidos (ministerios de partido) por los dirigentes (burocráticos o
carismáticos) de otras asociaciones (partidos).

Para la vida cotidiana dominación es administración.

El tipo más puro de dominación legal es aquel que se ejerce por medio de un cuadro
administrativo burocrático. Solo el dirigente de la asociación posee su posición de imperio,
por apropiación, por elección o por designación de su predecesor. Sus facultades de mando
son también “competencias legales”. La totalidad del cuadro administrativo se compone de
funcionarios individuales los cuales:

 Personalmente libres, se deben solo a los deberes objetivos de su cargo en jerarquía


administrativa rigurosa, con competencias fijadas, en virtud de un contrato o sea en
principio sobre la base de libre elección según calificación profesional que fundamenta
su nombramiento en el caso más racional: por medio de ciertas pruebas o del diploma
que certifica su calificación. Son retribuidos en dinero con sueldo fijo, con derecho a
pensión la mayoría de las veces. Ejercen el cargo como su única o principal profesión,
tienen una carrera o perspectiva de ascensos y avances por años de ejercicio, o por
servicios o ambas. Trabajan con separación de los medios administrativos y sin
apropiaciones del cargo, y están sometidos a una rigurosa disciplina y vigilancia
administrativa.

La dominación burocrática se ofrece en forma más pura en donde rige con mayor fuerza el
principio de nombramiento de los funcionarios.

El gran instrumento de la superioridad de la administración burocrática es el saber profesional


especializado, cuyo carácter imprescindible está condicionado por los caracteres de la técnica
y economía modernas de la producción de bienes, siendo totalmente indiferentes que tal
producción sea en la forma capitalista o en la socialista (querer alcanzar iguales resultados
técnicos, daría lugar a un incremento de la burocracia profesional).
Los dominados pueden defenderse de una dominación burocrática mediante la creación de
una contra organización propia, igualmente sometida a la burocratización, así también el
aparato burocrático mismo está ligado a la continuidad de su propio funcionamiento por
intereses compulsivos tanto materiales como objetivos, es decir, ideales.
Sin ese aparato, en una sociedad que separa a los funcionarios, empleados y trabajadores de
los medios administrativos y que requiere de modo indispensable la disciplina y la formación
profesional, cesaría toda posibilidad de existencia para todos con excepción de los que
todavía están en posesión de los medios de abastecimiento (campesinos).
Sociología segundo parcial – Sesión 6

La administración burocrática significa: dominación gracias al saber. Tiene la tendencia de


incrementar aún más su poder por medio del saber de servicio: conocimiento de hechos
adquirido por las relaciones del servicio o depositado en el expediente.

La dominación burocrática significa socialmente:

 La tendencia a la nivelación en interés de una posibilidad universal de reclutamiento de


los más calificados profesionalmente.
 La tendencia a la plutocratizacion en interés de una formación profesional que haya
durado el mayor tiempo posible.
 La dominación de la impersonalidad formalista: sin amor y sin entusiasmo, sometida a
la presión del deber estricto.

Dominación tradicional

Una dominación es tradicional cuando su legitimidad descansa en la santidad de ordenaciones


y poderes de mando heredados de tiempos lejanos, desde tiempo inmemorial, creyéndose en
ella en mérito de esa santidad.
El señor o los señores están determinados en virtud de reglas establecidas.
La asociación de dominación es una asociación de piedad determinada por una comunidad de
educación. El soberano no es superior sino un señor personal, su cuadro administrativo no
está constituido por funcionarios sino por servidores, los dominados no son miembros sino
compañeros tradicionales.
Las relaciones del cuadro administrativo están determinados por la fidelidad personal del
servidor.

No se obedece a disposiciones estatuidas, sino a la persona llamada por la tradición o por el


soberano tradicionalmente determinado y los mandatos de esta persona son legítimos de dos
maneras:

 Por la fuerza de la tradición que señala el contenido de los ordenamientos, así como su
amplitud y sentido tal como son creídos, y cuya conmoción por causa de una
transgresión de los limites tradicionales podría ser peligrosa para la propia situación
tradicional.
 Por arbitro libre del señor, al cual la tradición le demarca el ámbito correspondiente.
Esta arbitro tradicional descansa en la limitación, por principio, de la obediencia por
piedad.

Existe el doble reino de la acción de imperante materialmente vinculada por la tradición y de


la acción del imperante materialmente libre de tradición.
En el tipo puro de dominación tradicional es imposible la “creación” deliberada, por
declaración, de nuevos principios jurídicos o administrativos. Nuevas creaciones efectivas sólo
pueden ser legitimadas por considerarse válidas de antaño y ser reconocidas por la
“sabiduría” tradicional. Sólo cuentan como elementos de orientación en la declaración del
derecho los testimonios de la tradición: “precedentes y jurisprudencia”.

El imperante domina sin o con cuadro administrativo.


El cuadro administrativo típico puede ser reclutado de modo:

a. Tradicional por lados de piedad de los vinculado al señor. (Reclutamiento patrimonial)


b. Pertenecientes al linaje
c. Esclavos
d. Funcionarios domésticos, en particular ministeriales.
e. Clientes
f. Colonos
g. Libertos
Sociología segundo parcial – Sesión 6

h. Reclutamiento extra patrimonial: por relaciones personales de confianza, por pacto de


fidelidad con el señor legitimado como tal, funcionarios que entran libremente en
relación de piedad.

Dominación carismática

 Carisma: cualidad que pasa por extraordinaria de una personalidad, por cuya virtud se
la considera en posesión de fuerzas sobrenaturales o sobrehumanas (o por lo menos
extra cotidianas y no asequibles a cualquier otro), o como enviados del dios o como
ejemplar y en consecuencia como jefe, caudillo, guía o líder.
 Sobre la validez del carisma decide el reconocimiento nacido de la entrega a la
revelación, de la reverencia por el héroe, de la confianza en el jefe por parte de ls
dominados, reconocimiento que se mantiene por corroboración de las supuestas
cualidades carismáticas.
 El reconocimiento es un deber de los llamados en méritos de la vocación y de la
corroboración a reconocer esa cualidad. Este reconocimiento es, psicológicamente, una
entrega plenamente personal y llena de fe surgida del entusiasmo o de la indigencia y
la esperanza.
 Si falta de un modo permanente la corroboración, si la persona carismática parece
abandonada de su dios o de su fuerza mágica o heroica, le falla el éxito de modo
duradero y sobre todo, si su jefatura no aporta ningún bienestar a los dominados,
entonces esta la probabilidad de que su autoridad carismática se disipe. Este es el
sentido genuinamente carismático del imperio “por la gracia de Dios”.
 La dominación carismática supone un proceso de comunicación de carácter emotivo. El
cuadro administrativo de los imperantes carismáticos no es una “burocracia” y menos
una burocracia profesional. Se es elegido a su vez por cualidades carismáticas: al
profeta corresponden los discípulos, al príncipe de la guerra el sequito, al jefe los
hombres de confianza. No hay ninguna colocación ni destitución, sino solo llamamiento
por el señor según su propia inspiración fundada en la calificación carismática del
volcado.
 La dominación carismática se opone, igualmente, en cuanta fuera de lo común y extra
cotidiana, tanto a la dominación racional, especialmente la burocrática, como a la
tradicional, especialmente la patriarcal y patrimonial o estamental. Ambas son formas
de dominación cotidiana, la carismática (genuina) es todo lo contrario.
 La dominación burocrática es específicamente racional en el sentido de su vinculación a
reglas discursivamente analizables. La carismática es específicamente irracional en el
sentido de su extrañeza a toda regla. La dominación tradicional está ligada a los
precedentes del pasado y orientada por normas. La carismática subvierte el pasado y
es en este sentido revolucionaria. No conoce ninguna apropiación de mando, al modo
de la propiedad de otros bienes, ni por los señores ni por los poderes estamentales,
sino que es legitima en tanto que el carisma de la persona rige por su corroboración,
es decir, en tanto que encuentran reconocimientos.
 El carisma puro es extraño a la economía.
 Las formas típicas de cobertura de necesidades de carácter carismático son: las
mecenisticas (donaciones, fundaciones, soborno, propinas) y las mendicantes (botín,
extorsión violenta o formalmente pacifica).
 El carisma es la gran fuerza revolucionaria en las épocas vinculadas a la tradición. A
diferencia de la fuerza igualmente revolucionaria de la ratio que, o bien opera desde
fuera por transformación de los problemas y circunstancias de la vida, y por lo tanto,
de modo mediático, cambiando la actitud ante ellos, o bien por intelectualización, el
carisma puede ser una renovación desde dentro, que nacida de la indigencia o del
entusiasmo, significa una variación de la dirección de la conciencia y de la acción, con
reorientación completa de todas las actitudes frente a las formas de vida anteriores o
Sociología segundo parcial – Sesión 6

frente al mundo en general. En las épocas pre racionales tradición y carisma se dividen
entre si la totalidad de las direcciones de la conducta.

Rutinización del carisma

En su forma genuina la dominación carismática es de carácter específicamente extraordinario


y fuera de lo cotidiano, representando una relación social y rigurosamente personal, unida a
la validez carismática de cualidades personales y a su corroboración. En el caso de que no sea
puramente efímera, sino que tome el carácter de guerreros o de discípulos, o asociación de
partido o asociación política hierocráticas, la dominación carismática que solo existió en statu
nascendi tiene que variar esencialmente su carácter: se racionaliza (legaliza) o tradicionaliza
o ambas cosas en varios aspectos. Los motivos para esto son:

- El interés ideal o material de los prosélitos en la persistencia y permanente reanimación


de la comunidad.
- El interés ideal más fuerte y el material todavía más intenso del cuadro administrativo:
sequito, discípulos, hombre de confianza en continuar la existencia de la relación y esto
de modo tal sobre una base cotidiana duradera. Restablecimiento de la existencia familiar
o de una existencia “saturada” en lugar de las misiones extrañas al mundo acosmismos,
apartadas de la familia y la economía.

Estos intereses se actualizan de modo típico en caso de desaparición de la persona portadora


del carisma y con el problema de sucesión que surge. La manera de su resolución cuando hay
solución, persiste la comunidad carismática (o nace en ese instante) que determina de un
modo esencial la naturaleza de las relaciones sociales que entonces surgen.

Puede ocurrir los siguientes tipos de resoluciones:

- Nueva busca, según determinadas señales del que, como portador del carisma está
calificado para ser el líder. Por ejemplo, la búsqueda del nuevo Dalai Lama. Entonces la
legitimidad del nuevo portador del carisma está unida a señales, por tanto, a reglas
respecto de las cuales se forma una tradición, o sea, retrocede el carácter puramente
personal.
- Por revelación: oráculo, sorteo, juicio de Dios u otras técnicas de selección. Entonces la
legitimidad del nuevo portador del carisma es una que deriva de la legitimidad de la
técnica (legalización). Por ejemplo, los shofetim israelitas tuvieron este carácter.
- Por designación del sucesor hecha por el portador actual del carisma y su reconocimiento
por parte de la comunidad. Las magistraturas romanas tuvieron este carácter. La
legitimidad se convierte en una legitimidad adquirida por designación del sucesor.
- Por designación del sucesor por parte del cuadro administrativo carismáticamente
calificado y reconocido por la comunidad. Está muy lejos de la concepción de “elección”,
“pre elección” o “propuesta electoral”. No se trata de una selección libre, sino
rigurosamente unid a un deber, no se trata de una votación de mayorías sino de la
designación justa. Esta legitimidad toma fácilmente forma de una adquisición jurídica
realizada con todas las cautelas de lo que la justicia exige y la mayoría de las veces
sujetándose a determinadas formalidades.
- Por la idea de que el carisma es una cualidad de la sangre y que por tanto inhiere al linaje
y en particular a los más próximos parientes: carisma hereditario. En este caso el orden
de sucesión no es necesariamente el mismo que el existente para los derechos
apropiados, o tiene que determinarse con ayuda de los medios.
- Por la idea de que el carisma es una cualidad que, por medios hierúrgicos, puede ser
transmitida o producida en otro (originariamente por medios mágicos): objetivación del
carisma, y en particular carisma del cargo. La creencia de legitimidad no vale entonces
con respecto a la persona, sino con respecto a las cualidades adquiridas y a la eficacia de
los actos hierurgicos, puede ser transmitida o producida en otro por medios mágicos:
Sociología segundo parcial – Sesión 6

objetivación del carisma y en particular carisma del cargo. La creencia de legitimidad no


vale entonces con respecto a la persona, sino con respecto a las cualidades adquiridas y a
la eficacia de los actos hierurgicos.

Carácter indelebilis: separación de las facultades carismáticas, en virtud del cargo, de las
cualidades de la persona del sacerdote.

Con la rutinización del carisma por motivos de la sucesión en el marchan paralelos los
intereses del cuadro administrativo. Solo en statu nascendi y en tanto que el genuino líder
carismático rige de modo extra cotidiano, puede el cuadro administrativo vivir con el señor,
reconocido como tam por fe y entusiasmo, en forma mecenística o de botín o gracias a
ingresos ocasionales. La pequeña capa de los discípulos y secuaces está dispuesta a vivir de
esta forma, a vivir de su vocación solo idealmente. La masa de los discípulos y seguidores
quiere también, a la larga, vivir materialmente de esta vacación.
Por eso la cotidianización del carisma se realiza también:

- En la forma de una apropiación de los poderes de mando y de las probabilidades


lucrativas por los secuaces o discípulos y bajo regulación de su reclutamiento. Esta
tradicionalización o legalización puede adoptar diferentes formas típicas.

El modo de reclutamiento genuino se atiene al carisma personal. En el proceso de rutinizacion


el sequito o los discípulos solo pueden fijar normas para el reclutamiento, en particular
normas de educación o de prueba.

El carisma solo puede ser despertado o probado no aprendido o inculcado. Todas las especies
del ascetismo mágico y todos los noviciados pertenecen a esta categoría caracterizada por el
cierre o clausura de la comunidad formada por el cuadro administrativo.
El jefe carismático genuino puede oponerse con éxito a estas pretensiones, pero ya no el
suceso y mucho menos el elegido por el cuadro administrativo.

Se incluyen todas las prácticas de ascética mágica y guerrera que tienen lugar en las casas
de varones, con ritos de pubertad y clases de edad. Quien no resiste las pruebas de guerra es
una mujer, es decir, está excluido del sequito.

Las normas carismáticas pueden transformarse fácilmente en estamentales y tradicionales


(carismáticos hereditarias).

El cuadro administrativo puede exigir e imponer la creación y apropiación de posiciones


individuales y probabilidades lucrativas en beneficio de sus miembros. Entonces surgen,
según avista tradicionalización o legalización:
- Prebendas
- Cargos
- Feudos los cuales se apropian ahora, en lugar de la originaria provisión, puramente a
cósmica, con medios mesecnisticos o de botín.

Con la rutinizacion o adaptación a lo cotidiano, la asociación de dominación carismática


desemboca en las formas de dominación cotidiana: patrimonial en particular, estamental o
burocrática. El carácter singular originario se manifiesta en el honor estamental carismático
hereditario o de oficio de los apropiantes, del jefe y del cuadro administrativo, y en la
naturaleza del prestigio del mando. Un monarca hereditario “por la gracia de Dios” no es un
simple señor patrimonial, patriarca o jeque; un vasallo no es ningún ministerial o funcionario.
Los detalles pertenecen a la teoría de los estamentos.

La rutinizacion o adaptación a lo cotidiano no se realiza por lo general sin luchas. No se


olvidan en los comienzos las exigencias personales del carisma del jefe y la lucha de carisma
personal con el hereditario y el objetivado carisma del cargo constituye un proceso típico en
la historia.
Sociología segundo parcial – Sesión 6

1. La transformación del poder penitenciario de un poder personal de los mártires y


ascetas en un poder objetivado en el cargo de obispo y sacerdote fue mucho más lenta
en Oriente que en Occidente, debido a la influencia en este del concepto romano de
“cargo”. Revoluciones de jefes carismáticos contra poderes carismáticos hereditarios o
carismáticos objetivados se encuentran en toda suerte de asociaciones desde el estado
hasta los sindicatos. Cuanto más complicadas son las dependencias intereconómicas de
la economía monetaria, tanto más fuerte se hace la presión de las necesidades
cotidianas de los adeptos y con ellos la tendencia a la rutinizacion, que por todas
partes se ha mostrado en acción y que por regla general ha vencido rápidamente. El
carisma es un fenómeno típico de los comienzos de dominaciones religiosas o políticas
que, sin embargo, cede a las fuerzas de lo cotidiano tan pronto como la combinación
está asegurada y, sobre todo, tan pronto como toma un carácter de masas.
2. Un motivo impulsor de la rutinizacion del carisma es siempre, la tendencia al
afianzamiento, es decir, a la legitimación de las posiciones de mando y de las
probabilidades económicas en beneficio del sequito y de los adeptos del caudillo. Otro
es, la forzosidad objetiva de adaptación de las ordenaciones y del cuadro
administrativo a las exigencias y condiciones normales y cotidianas de una
administración. A ello se deben, en particular, los indicios para una tradición
administrativa y jurisprudencial, tal como la requieren tanto el cuadro administrativo
normal como los dominados. Y también una ordenación de las posiciones de los
miembros del cuadro administrativo. Y finalmente, sobre todo de lo que se tratara
luego en particular, la adaptación de los cuadros administrativos y de todas las
medidas administrativas a las condiciones económicas de la vida cotidiana, la cobertura
de los costos con botín, contribuciones, regalos y hospitalidad, tal como se ofrece en el
estadio genuino del carisma guerrero y profético, no constituye en modo alguno el
fundamento posible de una administración permanente de lo cotidiano.
3. Por tanto, la rutinizacion no se resuelve con el problema del sucesor y está muy lejos
de afectar tan solo a este último. Por el contrario, el problema capital estriba en la
transición de los principios y cuadros administrativos carismáticos a los que exige la
vida cotidiana. Pero el problema de la sucesión afecta a la rutinizacion del núcleo
carismático: el caudillo mismo y su legitimación, mostrando en contraposición al
problema de la transición hacia ordenaciones y administraciones tradicionales o
legales, concepciones peculiares y características que solo pueden comprenderse desde
la perspectiva de este proceso. Las más importantes de ellas son: la de la designación
carismática del sucesor y la del carisma hereditario.
4. El ejemplo histórico más importante de la designación del sucesor por el jefe
carismático mismo es, Roma.
5. Los ejemplos más importantes de designación del sucesor por el sequito carismático
son: la designación primitiva de lso obispos, particularmente el Papa, por el clero y su
reconocimiento por parte de la comunidad.
6. El país clásico de la evolución del carisma hereditario fue India

El derecho carismático hereditario de las posiciones de mando se desarrolló de un modo


parecido por todo el mundo. La calificación en méritos del propio rendimiento fue sustituida
por la calificación según descendencia. Este fenómeno se encuentra en todas partes en los
fundamentos de la evolución del estamento hereditario, tanto en la nobleza romana como en
el concepto.

Relación con la economía: La rutinizacion del carisma se identifica en un aspecto muy


esencial con el proceso de adaptación a las condiciones de la economía como fuerza de lo
cotidiano continuamente operante. En medida muy amplia sirve aquí la transferencia que
supone el carisma hereditario u objetivado como medio de legitimación de poderes de
disposición existentes o adquiridos. Particularmente la persistencia de la concepción de la
monarquía hereditaria al lado de las ideologías de fidelidad que ciertamente no son
Sociología segundo parcial – Sesión 6

indiferentes, fue condicionada muy fuertemente por esta consideración: que habría de
conmoverse toda la propiedad heredada y legítimamente adquirida si se derrumbaba la
vinculación intima a la santidad de la herencia del trono, no es, por tanto, cosa casual el que
aquella afección sea más adecuada a las capas poseedoras que al proletariado.

1) ¿Cómo define el concepto de "poder" y por qué es "sociológicamente


amorfo"?

Poder es, para Weber, la probabilidad de imponer, en una relación social, la voluntad propia
sobre la de otro u otros aún contra la resistencia del otro. Para él es “sociológicamente
amorfo” este concepto porque es impreciso, en él pueden entrar múltiples tipos de relación
social.

2) ¿Cómo define el concepto de "dominación" y qué otras dimensiones o


conceptos deben incluirse en su tratamiento? ¿Cuál es la diferencia con
cualquier otro tipo de "poder" o "influjo"?

Weber diferencia “poder” de “dominación”, ya que la dominación implicaría la probabilidad de


encontrar obediencia a determinados mandatos en un determinado grupo de personas. En la
dominación, hay al menos una persona que manda a otra u otras, hay una cierta regularidad
de mando/obediencia dentro de esa relación social. Weber, al hablar de dominación, la enlaza
generalmente (no siempre) con la presencia de un cuadro administrativo, es decir, con un
conjunto de personas cuya actividad específica es hacer cumplir los mandatos en cuestión. Y
señala que debe haber, en los miembros, una cierta “voluntad de obediencia”, o “interés en
obedecer”.

3) ¿Qué es una asociación de dominación? ¿En qué se distingue una asociación


"política" de otras asociaciones de dominación?

Asociación para Weber es toda relación social con una “regulación limitadora hacia afuera”
con un orden garantizado por la conducta de un dirigente o de un cuadro administrativo.
Una asociación de dominación sería entonces toda relación social delimitada cuyo orden está
garantizado por la conducta de un dirigente o de un cuadro administrativo y cuyos miembros
obedecen regularmente a ciertos mandatos específicos, que los cuadros se esfuerzan por
hacer cumplir.
Una asociación política se caracteriza por que la existencia de la misma (¿Qué "misma"? ¿La
asociación? Si es así, OK. O sea, para los que lean, la asociación política es un CASO
asociación de dominación) y la validez de sus pretensiones están garantizadas por el
ejercicio, por parte del cuadro administrativo correspondiente, de la amenaza (en última
instancia) de coacción física, en forma continua y en un territorio determinado. Se diferencia
de otro tipo de asociaciones de dominación como por ejemplo las hierocráticas, cuyo sustento
está no en la aplicación de la fuerza, sino en el otorgamiento o no de “bienes de salvación”
(una coacción psíquica o moral).

4) ¿Qué diferencias pueden señalarse respecto del modo en que el marxismo


piensa la dominación social?

Diferencias con el marxismo: Se podría decir que, para Weber, la dominación puede apoyarse
en lo económico, pero no necesariamente, porque los motivos y los intereses, los medios y
los fines que sostienen a las diferentes formas de dominación son variados.

5) ¿Cuál es el criterio sobre el cual se construye la tipología de la dominación?


¿Cuáles son los tipos ideales que la componen? ¿Cuáles son los tipos ideales
de dominación para Weber?

Criterio sobre el que construye Weber su tipología de la dominación: la pretensión de


legitimidad.
Sociología segundo parcial – Sesión 6

Tipos de dominación:

a) El tradicional, que se basa en que los que obedecen lo hacen “porque lo mandan
costumbres sagradas”, arraigadas, sostenidas “desde lejanos tiempos”. Quien obedece al
“patriarca” porque eso “siempre fue así”, quien obedece al rey porque “es el depositario de la
soberanía desde hace siglos”. Acción tradicional: base de la dominación tradicional: es la más
vinculada con la vida cotidiana, lindante con la irreflexividad. “Doy la vida por mi amo y
señor”.
b) El carismático, que se basa en que los que obedecen lo hacen “porque el líder tiene
cualidades extraordinarias”, es un fuera de serie, tiene “algo” que los demás no tienen
(carisma): coraje, habilidad, visión de futuro, ¡magia! Acción afectiva: base de la dominación
carismática: obedezco al líder porque me mueve mis emociones, mis sentimientos: quiero ser
como él (diría Freud en “Psicología de masas”), él tiene “un no sé qué”. “¡La vida por Perón!”
c) El racional, que se basa en que los que obedecen lo hacen “porque la asociación está
sujeta a reglas formales, procedimientos impersonales que son hechos cumplir teóricamente
por personal idóneo, profesional, capacitado, jerarquizado”: es decir: la tan denostada
¡burocracia! Acción racional: base de la dominación racional: hago la cola en el Anses y llevo
todos los papelitos que me piden funcionarios y empleados porque admito que hay una serie
de reglas impuestas que hacen que todos tengan chance de realizar su trámite: mido mi
acción sopesando mis fines (u obedeciendo a valores): si me peleo con todos y le pego al que
atiende, a) se armaría un despelote y no atenderían a nadie y no me conviene (acción
racional con arreglo a fines); o pienso b) "un buen ciudadano no se pelea con nadie" (acción
racional con arreglo a valores). O laburo como una bestia en cierta empresa con el objetivo
de que, según “el escalafón”.

Historia de la sexualidad, I. La voluntad de saber – Foucault


Analizar la formación de cierto tipo de saber sobre el sexo en términos de poder, no de
represión o de ley.
La palabra poder introduce malentendidos acerca de su identidad, forma, unidad. Por poder
no se refiere al poder como conjunto de instituciones y aparatos que garantizan la sujeción de
los ciudadanos en un Estado determinado. Tampoco indico un modo de sujeción que por
oposición a la violencia tendría la forma de regla. No se entiende por poder un sistema
general de dominación ejercida por un elemento o grupo sobre otro, y cuyos efectos
atravesarían el cuerpo social entero.
Por poder hay que comprender, primero la multiplicidad de las relaciones de fuerza
inminentes y propias del dominio en que se ejercen, y que son constitutivas de su
organización, el juego que por medio de luchas y enfrentamientos incesantes las transforma,
las refuerza e invierte. Los apoyos que dichas relaciones de fuerza encuentran las unas en las
otras, las estrategias que las tornan efectivas y cuyo dibujo general o cristalización
institucional toma forma en los aparatos estatales y en la formulación de la ley.
La condición de posibilidad del poder, permite volver inteligible su ejercicio, no debe ser
buscado en la existencia de un punto centro, en un foco único de soberanía del cual irradiaran
formas derivadas y descendientes; son los pedestales móviles de las relaciones de fuerzas los
que sin cesar inducen, por su desigualdad, estados de poder, pero siempre locales e
inestables.

Omnipresencia del poder: Se está produciendo a cada instante, en todos los puntos, en toda
relación de un punto con otro. El poder está en todas partes, no es que lo englobe todo, sino
que viene de todas partes. El poder en lo que tiene de permanente, repetitivo, inerte, de auto
reproductor, no es más que el efecto de conjunto que se dibuja a partir de todas esas
movilidades, el encadenamiento que se apoya en cada una de ellas y trata de fijarlas.
Sociología segundo parcial – Sesión 6

El poder no es una institución y tampoco una estructura, es el nombre que se presta a una
situación estratégica compleja en una sociedad dada.

 El poder no es algo que se adquiera, arranque o comparta, algo que se conserve o se


deje escapar, el poder se ejerce a partir de innumerables puntos, y en el juego de
relaciones móviles no igualitarias.
 Las relaciones de poder no están en posición de exterioridad respecto de otros tipos de
relaciones (procesos económicos, relaciones de conocimiento, relaciones sexuales),
sino que son inmanentes, constituyen los efectos inmediatos de las particiones,
desigualdades y desequilibrios que se producen, y recipricamente, son las condiciones
internas de tales diferenciaciones. Las relaciones de poder no se hallan en posición de
superestructura, con un simple papel de prohibición o reconducción, desempeñan un
papel de productor.
 El poder viene de abajo, es decir que no hay en el principio de las relaciones de poder,
una oposición binaria y global entre dominadores y dominados, reflejándose esa
dualidad de arriba abajo y en grupos cada vez mas restringidos, hasta las
profundidades del cuerpo social. Las familias, las instituciones, los grupos
restringuidos, sirven de soporte a amplios efectos de escisión que recorren el conjunto
del cuerpo social. Estas forman entonces una línea de fuerza que atraviesa los
enfrentamientos locales y los vincula. Estos últimos proceden sobre aquellos a
redistribuciones, alineamientos, homogeneizaciones, arreglos, establecimientos. Las
grandes dominaciones son los efectos hegemónicos sostenidos continuamente por la
intensidad de todos esos enfrentamientos.
 Las relaciones de poder son intencionales y no subjetivas. Si son intangibles, quiere
decir que están atravesadas de parte a parte por un cálculo: no hay poder que se
ejerza sin una serie de miras y objetivos. Pero esto no significa que resulte de la
decisión de un sujeto individual. La racionalidad del poder es la de las tácticas a
menudo muy explícitas en el nivel en que se inscriben —cinismo local del poder—, que
encadenándose unas con otras, solicitándose mutuamente y propagándose,
encontrando en otras partes sus apoyos y su condición, dibujan finalmente dispositivos
de conjunto.
 Donde hay poder hay resistencia, y no obstante (o mejor: por lo mismo), ésta nunca
está en posición de exterioridad respecto del poder. ¿Hay que decir que se está
necesariamente "en" el poder, que no es posible "escapar" de él, que no hay, en
relación con él, exterior absoluto, puesto que se estaría infaltablemente sometido a la
ley? ¿O que, siendo la historia la astucia de la razón, el poder sería la astucia de la
historia el que siempre gana? Eso sería desconocer el carácter estrictamente relacional
de las relaciones de poder. No pueden existir más que en función de una multiplicidad
de puntos de resistencia: éstos desempeñan, en las relaciones de poder, el papel de
adversario. Los puntos de resistencia están presentes en todas partes dentro de la red
de poder. Las resistencias no dependen de algunos principios heterogéneos; mas no
por eso son engaño o promesa necesariamente frustrada. Constituyen el otro término
en las relaciones de poder; en ellas se inscriben como el irreducible elemento
enfrentador. Las resistencias también están distribuidas de manera irregular: los
puntos, los nudos, los focos de resistencia se hallan diseminados con más o menos
densidad en el tiempo y en el espacio, llevando a lo alto a veces grupos o individuos de
manera definitiva, encendiendo algunos puntos del cuerpo, ciertos momentos de la
vida, determinados tipos de comportamiento. Más frecuentemente nos enfrentamos a
puntos de resistencia móviles y transitorios, que introducen en una sociedad líneas
divisorias que se desplazan rompiendo unidades y suscitando reagrupamientos,
abriendo surcos en el interior de los propios individuos, cortándolos en trozos y
remodelándolos, trazando en ellos, en su cuerpo y su alma, regiones irreducibles. Así
Sociología segundo parcial – Sesión 6

como la red de las relaciones de poder concluye por construir un espeso tejido que
atraviesa los aparatos y las instituciones sin localizarse exactamente en ellos.

Problema a resolver: en el discurso sobre el sexo, en tal forma de extorsión de la verdad que
aparece históricamente y en lugares determinados (en torno al cuerpo del niño, a propósito
del sexo femenino, en la oportunidad de prácticas de restricciones de nacimientos, etc.),
¿cuáles son las relaciones de poder, las más inmediatas, las más locales, que están
actuando? ¿Cómo tornan posibles esas especies de discursos, e, inversamente, cómo esos
discursos les sirven de soporte? ¿Cómo se ve modificado el juego de esas relaciones de poder
en virtud de su ejercicio mismo —refuerzo de ciertos términos, debilitamiento de otros,
efectos de resistencia, contracargas (contre-investissements), de tal suerte que no ha habido,
dado de una vez por todas, un tipo estable de sujeción? ¿Cómo se entrelazan unas con otras
las relaciones de poder, según la lógica de una estrategia global que retrospectivamente
adquiere el aspecto de una política unitaria y voluntarista del sexo? Grosso modo: en lugar de
referir a la forma única del gran Poder todas las violencias que se ejercen sobre el sexo,
todas las miradas turbias que se le dirigen y todos los sellos con que se oblitera su
conocimiento posible, se trata de inmergir la abundosa producción de discursos sobre el sexo
en el campo de las relaciones de poder múltiples y móviles.

i. Regla de inmanencia: No considerar que existe un determinado campo de la


sexualidad que depende por derecho de un conocimiento científico desinteresado y
libre, pero sobre el cual las exigencias del poder –económicas o ideológicas- hicieron
pesar mecanismos de prohibición. Si la sexualidad se constituyó como campo a
conocer, tal cosa sucedió a partir de relaciones de poder que la instituyeron como
objeto posible; y si el poder pudo considerarla un blanco, eso ocurrió porque técnicas
de saber y procedimientos discursivos fueron capaces de sitiarla e inmovilizarla. Portan
en una especie de vaivén incesante formas de sujeción y esquemas de conocimiento.
ii. Reglas de las variaciones continuas: No buscar quién posee el poder en el orden de
la sexualidad y a quién le falta, ni quién tiene el derecho de saber y quién está
mantenido por la fuerza en la ignorancia. Buscar, más bien, el esquema de las
modificaciones que las relaciones de fuerza, por su propio juego, implican. Las
“distribuciones de poder” o las “apropiaciones de saber” Nunca representan otra cosa
que cortes instantáneos de ciertos procesos. Las relaciones de poder-saber no son
formas establecidas de repartición sino “matrices de transformaciones”
iii. Regla de doble condicionamiento: Ningún “foco local”, ningún “esquema de
transformación” podría funcionar sin inscribirse, al fin y al cabo, por una serie de
encadenamientos sucesivos, en una estrategia de conjunto. Hay que pensar en el doble
condicionamiento de una estrategia por la especificidad de las tácticas posibles, u de
las tácticas por la envoltura estratégica que las hace funcionar. Así, en la familia el
padre no es el “representante” del soberano o del Estado, y éstos no son proyecciones
del padre en tora escala. La familia no reproduce a la sociedad, y ésta, a su vez no la
imita. Pero el dispositivo familiar, precisamente en lo que tenía de insular y de
heteromorfo respecto de los demás mecanismos de poder, sirvió de soporte a las
grandes “maniobras” para el control maltusiano de natalidad, para las incitaciones
poblacioncitas, para la medicalización del sexo y la psiquiatrización de sus formas no
genitales.
iv. Regla de la polivalencia táctica de los discursos: Poder y saber se articulan por
supuesto en el discurso. Y por esa misma razón, es preciso concebir el discurso como
una serie de segmentos discontinuos cuya función táctica no es uniforma ni estable.
Más precisamente, no hay que imaginar un universo del discurso dividido entre el
discurso aceptado y el discurso excluido o entre el discurso dominante y el dominado,
sino como una multicapacidad de elementos discursivos que pueden actuar en
estrategias diferentes. Los discursos, al igual que los silencios, no están de una vez por
todas sometidos al poder o levantados contra él. Hay que admitir un juego complejo e
Sociología segundo parcial – Sesión 6

inestable donde el discurso puede, a la vez, ser instrumento y efecto de poder, pero
también obstáculo, tope, punto de resistencia y de partida para una estrategia
opuesta. El discurso transporta y produce poder. El silencio y el secreto abrigan el
poder, anclan sus prohibiciones; pero también aflojan sus apresamientos y negocian
tolerancias más o menos oscuras.
En el S XIX, la aparición en la psiquiatría, la jurisprudencia y también en la literatura
de toda una serie de discursos sobre las especies y subespecies de homosexualidad,
inversión, pederastia y “hermafroditismo psíquico”, con seguridad permitió un empuje
muy pronunciado de los controles sociales en esta región de la “perversidad”, pero
permitió también la constitución de un discurso “de rechazo”. Los discursos son
elementos o bloques tácticos en el campo de las relaciones de fuerza; puede haberlos
diferentes e incluso contradictorios en el interior de la misma estrategia; pueden por el
contrario circular sin cambiar de forma entre estrategias opuestas. A los discursos
sobre el sexo hay que interrogarlos en dos niveles: su productividad táctica (qué
efectos recíprocos de poder y saber aseguran) y su integración estratégica (cuál
coyuntura y cuál relación de fuerzas vuelven necesaria su utilización en tal o cual
episodio de los diversos enfrentamientos que se producen.
Se trata, en suma, de orientarse hacia una concepción del poder que reemplaza el
privilegio de la ley por el punto de vista del objetivo, el privilegio de lo prohibido por el
punto de vista de la eficacia táctica, el privilegio de la soberanía por el análisis de un
campo múltiple y móvil de relaciones de fuerza donde se producen efectos globales,
pero nunca totalmente estables, de dominación. El modelo estratégico debe ser
preferido al modelo del derecho.

Las redes del poder


Varios psicoanalistas intentaron modificar el esquema freudiano de instinto vs. Cultura, e
instituto vs. Represión. Intentaron demostrar que la represión, lejos de ser un mecanismo
secundario, ulterior, tardío, que intentaría controlar un juego instintivo dado por la
naturaleza, forma parte del mecanismo del instinto o por lo menos forma parte del cual se
desenvuelve el instinto sexual, se constituye como pulsión.

La noción freudiana no debe ser interpretada como un simple dato natural o un mecanismo
biológico sobre el cual la represión vendría a depositar su ley de prohibición, sino, según esos
psicoanálisis, como algo que ya está profundamente penetrado por la represión. La carencia,
la castración, la prohibición, la ley, ya son elementos a través de los cuales se constituye el
deseo como deseo sexual, lo cual implica, una transformación de la noción primitiva de
instinto sexual tal como Freud la había concebido al final del siglo XIX. Es necesario, pensar al
instinto como una elaboración, todo un juego complejo entre el cuerpo y la ley, entre el
cuerpo y los mecanismos culturales que aseguran el control sobre el pueblo.
Por lo tanto, Foucault dice que los psicoanalistas desplazaron considerablemente el problema,
haciendo surgir una nueva noción de instinto. Lo que le parece insuficiente es que ellos
cambian el concepto de deseo, pero no cambian la concepción de poder.
Continúan considerando entre sí que el significado del poder, el punto central, aquello en que
consiste el poder, es aun la prohibición, la ley, el hecho de decir que no. El poder es
esencialmente aquello que nos dice “tu no debes”. Pero esta definición es insuficiente, y es
necesario una concepción de poder que permita comprender mejor las relaciones que se
establecieron entre poder y sexualidad en las sociedades occidentales.

Frecuentemente encontramos entre los psicoanalistas, los psicólogos y los sociólogos, esta
concepción del poder según la cual el poder es esencialmente la regla, la ley, prohibición, lo
que marca un límite entre lo permitido y lo prohibido. Esta definición fue elaborada a fines del
siglo XIX, por la etnología.
La etnología intento detectar sistemas de poder en sociedades diferentes en términos de
sistemas de reglas. Y nosotros mismos cuando intentamos reflexionar sobre nuestra
Sociología segundo parcial – Sesión 6

sociedad, sobre la manera en como el poder ejerce en ella, lo hacemos desde una concepción
jurídica: donde está el poder, quien detenta el poder, cuales son las reglas que rigen al
poder, cual es el sistema de leyes que el poder establece sobre el cuerpo social. Por lo tanto,
para nuestra sociedad hacemos siempre una sociología jurídica del poder y cuando
estudiamos sociedades diferentes a las nuestras hacemos una etnología que es esencialmente
una etnología de la regla y de la prohibición.
El problema que siempre reaparece es la prohibición del incesto. A partir de acá, se intentó
comprender el funcionamiento general del sistema.
¿Cómo fue posible que nuestra sociedad occidental, haya concebido el poder de una manera
restrictiva, pobre y negativa?¿Por qué lo concebimos como regla y prohibición?
Se debe a una influencia de Kant, idea según la cual, la ley moral “tu no debes”, la oposición
“debes/no debes” es la matriz de la regulación de toda conducta humana. El problema
consiste en saber si Kant tuvo realmente esa influencia, ¿Por qué fue tan poderosa? ¿Por qué
Durkheim pudo apoyarse en Kant?
En el fondo, en Occidente, los grandes sistemas establecidos desde la Edad Media, se
desarrollaron por intermedio del crecimiento del poder monárquico, a costas del poder feudal.
En esta lucha entre los poderes feudales y el poder monárquico, el derecho fue siempre en
instrumento del poder monárquico contra las instituciones, las costumbres, los reglamentos,
las formas de pertenencia.
El poder monárquico está representado en el derecho. Sucede que al mismo tiempo que la
burguesía que se aprovecha del desarrollo del poder real, y de la disminución, del retroceso
de los poderes feudales, tenía un interés en desarrollar ese sistema de derecho que le
permitiera dar forma a los intercambios económicos, que garantizaban su propio desarrollo
social. De modo que el vocabulario, la forma del derecho fue un sistema de representación
del poder común a la burguesía y a la monarquía.
Ambos, lograron instalar de a poco, desde el fin de la Edad Media hacia el siglo XVIII una
forma de poder que se representaba como discurso, como lenguaje, el vocabulario del
derecho. Y cuando la burguesía se separó del poder monárquico, lo hizo precisamente
utilizando ese discurso jurídico que había sido hasta entonces el de la monarquía, el cual fue
usado en contra de la propia monarquía.
Occidente nunca tuvo otro sistema de representación, de formulación, de análisis del poder
que no fuera el sistema del derecho, el sistema de la ley. Y por eso no tuvimos otra
posibilidad de analizar el poder excepto en nociones elementales, fundamentales, que son las
de la ley, regla, etc.

¿Cómo podemos analizar el poder en sus mecanismos positivos?


Lo que podemos encontrar en el libro II del Capital, es, en primer lugar, que en el fondo no
existe un poder, sino varios poderes. Poderes quiere decir, formas de dominación, formas de
sujeción que operan localmente, por ejemplo, en una oficina, en el ejército, en una propiedad
de tipo esclavista, o en una propiedad donde existen relaciones serviles. Se trata siempre de
formas locales, regionales de poder, que poseen su propia modalidad de funcionamiento,
procedimiento y técnica. Todas estas formas son heterogéneas. Se debe hablar de los
poderes o intentar localizarlos en sus especificidades históricas y geográficas.
A partir de este principio ¿Cómo podríamos hacer la historia de los mecanismos de poder a
propósito de la sexualidad?
El sistema de poder que la monarquía había logrado organizar a partir del fin de la Edad
Media presentaba para el desarrollo del capitalismo dos inconvenientes:
- El poder político era un poder discontinuo. El ilegalismo era una de las condiciones de vida,
pero al mismo tiempo significaba que había ciertas cosas que escapaban al poder y sobre las
cuales no tenía control. Entonces, inconvenientes procesos económicos, diversos
mecanismos, de algún modo quedaban fuera de control y exigían la instauración de un poder
continuo, preciso, de algún modo atómico. Pasar de un poder global a un poder atómico e
individualizante, que cada uno, que cada individuo en el mismo, en su cuerpo, en sus gestos,
Sociología segundo parcial – Sesión 6

pudiese ser controlado en vez de esos controles globales y de masa.


- Eran sistemas onerosos, justamente porque la función del poder aquello en qué consistía el
poder era recaudar, de tener el derecho de recaudar cualquier cosa, un impuesto, un décimo,
cuando se trataban de las cosechas que se realizaban, la recaudación obligatoria de tal o cual
porcentaje para el señor, para el poder real, para el clero. El poder era recaudador y
predatorio. Operaba siempre una sustracción económica, que no favorecía el flujo económico,
era su obstáculo y freno. Aparece una segunda preocupación, encontrar un mecanismo de
poder tal que al mismo tiempo que controlase las cosas y las personas hasta en los mínimos
detalles, no fuese oneroso ni predatorio, que se ejerciera en el mismo sentido del proceso
económico.

La gran invención tecnológica de Occidente fue la máquina de vapor. Pero también hubo otras
invenciones tecnológicas, tan importantes como esas. Así ocurrió con la tecnología política,
hubo toda una invención al nivel de las formas de poder a lo largo de los siglos XVII y XVIII.
Por lo tanto, es necesario hacer no solo la historia de las técnicas industriales, sino también
de las técnicas políticas. Ambas se desarrollaron en direcciones diferentes: de un lado existe
la tecnología llamada disciplina. Disciplina es, el mecanismo del poder por el cual
alcanzamos controlar en el cuerpo social hasta los elementos más tenues por los cuales
llegamos a tocas los propios átomos sociales, es decir, los individuos. Técnicas de
individualización del poder. Como vigilar a alguien, como controlar su conducta, su
comportamiento, sus aptitudes, como intensificar su rendimiento, como multiplicar sus
capacidades. La disciplina fue descubierta en el ejército.
En otro lugar aparece la educación. Fue primero en los colegios y después en las escuelas
secundarias donde vemos aparecer esos métodos disciplinarios donde los individuos son
individualizados dentro de la multiplicidad. El colegio trata de ejercer sobre ellos un poder que
será mucho menos oneroso que el poder del preceptor que no puede existir sino entre
alumno y maestro. Tenemos un maestro para muchos discípulos y es necesario, a pesar de
esa multiplicidad de alumnos que se logre una individualización del poder, un control
permanente, una vigilancia en todos los instantes, así, la aparición del vigilante, que en la
pirámide corresponde al suboficial del ejército, aparición de las notas cuantitativas,
exámenes, concursos, etc., y posibilidades, de clasificar a los individuos de tal manera, que
cada uno este exactamente en su lugar bajo los ojos del maestro o en la clasificación que
hacemos sobre cada uno de ellos.

Lo que paso en el ejército y en los colegios puede ser visto igualmente en las oficinas a lo
largo del siglo XIX. Es lo que el autor llama “tecnología individualizante” de poder, y es la
tecnología que enfoca a los individuos hasta en sus cuerpos, comportamientos. Se trata de
una especie de anatomía política, una política que hace blanco en los individuos hasta
anatomizarlos.
También existieron tecnologías que tenían como blanco a la población. El siglo XVIII
descubrió que el poder no se ejerce simplemente sobre los individuos entendidos como
sujetos-súbditos lo que era la tesis fundamental de la monarquía, según la cual por un lado
está el soberano y por otro los súbditos. Se descubre que aquello sobre lo que se ejerce el
poder es la población.
Población: grupos de seres vivos que son atravesados, comandados, regidos por procesos
de leyes biológicos. Una población posee una natalidad y una mortalidad. Una población
puede perecer o desarrollarse.
Todo esto comienza a ser descubierto en el siglo XVIII. Se percibe que la relación de poder
con el sujeto/individuo, no debe ser simplemente esa forma de sujeción que permite al poder
recaudar bienes sobre súbdito, riquezas y eventualmente su cuerpo y su sangre, sino que el
poder se debe ejercer sobre los individuos en tanto constituyen una especie de entidad
biológica que debe ser tomada en consideración si queremos precisamente utilizar esa
población como máquina de producir todo, de producir riquezas, bienes, producir otros
individuos, etc. El descubrimiento de la población es al mismo tiempo que el descubrimiento
Sociología segundo parcial – Sesión 6

del individuo y del cuerpo adiestrable (otro núcleo tecnológico en torno al cual los
procedimientos políticos de Occidente se transformaron).

Se inventó en ese momento, una oposición a la anotomo-política, la bio-política. Aparecen


conceptos como hábitat, condiciones de vida de una ciudad, higiene publica o modificación de
las relaciones entre la natalidad y la mortalidad. Surge el problema de cómo se puede hacer
para que la gente tenga más hijos, o en todo caso, como podemos regular el flujo de
población, como poder controlar la tasa de crecimiento, de las migraciones, etc.

Hay dos grandes revoluciones en la tecnología del poder: descubrimiento de la disciplina y el


descubrimiento de la regulación, perfeccionamiento de una anotomo-politica y
perfeccionamiento de una bio-politica.

A partir del siglo XVIII existen cuerpos y poblaciones. El poder se hace materialista. Deja de
ser esencialmente jurídico.
La vida entra en el dominio del poder, mutación capital, el sexo se vuelve una pieza capital,
porque en el fondo, el sexo esta exactamente ubicado en el lugar de la articulación entre las
disciplinas individuales del cuerpo y las regulaciones de la población. El sexo viene a ser
aquello a partir de lo cual se puede garantizar la vigilancia sobre los individuos y entonces se
comprende porque en el siglo XVIII y justamente en los colegios, la sexualidad de los
adolescentes se vuelve un problema médico, un problema moral, casi un problema político,
porque a través de esto se puede controlar a los colegiales, a los adolescentes a lo largo de
su vida. Entonces, el sexo se tomará un instrumento de disciplinarización y va a ser uno de
los elementos esenciales de la anatomo-política. Pero por otro lado el sexo asegura que la
reproducción de las poblaciones, y con el sexo, con una política del sexo podemos cambiar las
relaciones entre natalidad y mortalidad, en todo caso la política del sexo se va a integrar al
interior de toda esa política de la vida. El sexo es el eje entre la anatomo-político y la bio-
politica.

¿Qué tipo de productividad pretende lograr el poder en las prisiones?

La prisión va a ser un sistema de reeducación de los criminales. Se buscaba la producción de


individuos obedientes. Pero paso todo lo contrario, mientras más tiempo se pasaba en prisión
menos se era reeducado y más delincuente se era. En consecuencia, el sistema de las
prisiones debería haber desaparecido. ¿Por qué las prisiones permanecieron, a pesar de esa
contra productividad? Porque producían delincuentes y la delincuencia tiene una cierta
utilidad económico – política en las sociedades.
- Cuantos más delincuentes haya más crímenes existirán, cuando más crímenes haya más
miedo tendrá la población y cuanto más miedo haya en la población más aceptable y
deseable se vuelve el sistema de control policial. La existencia de ese pequeño peligro interno
permanente es una de las condiciones de aceptabilidad de ese sistema de control, lo que
explica porque en los medios de comunicación se concede tanto espacio a la criminalidad,
como si fuera algo nuevo.
- La delincuencia posee también una utilidad económica: la prostitución, el control de la
prostitución en todos los países de Europa es realizado por personas (proxenetas) y que son
todos aquellos ex delincuentes que tienen por función canalizar para circuitos económicos
tales como el hotelería de personas que tienen cuenta en bancos, lucros recaudados sobre el
placer sexual. La prostitución permitió volver oneroso al placer sexual de las poblaciones y su
encuadramiento permitió derivar para determinados circuitos el lucro sobre el placer sexual.
El tráfico de armas y de drogas, no pueden ser legales y directamente realizados en la
sociedad, pero pueden serlo por la delincuencia que los asegura.

1) ¿Qué diferencias hay entre la concepción "jurídica" y "negativa" del poder y la


concepción "tecnológica" y "positiva" que propone Foucault?
Sociología segundo parcial – Sesión 6

La concepción “jurídica” del poder se basa en la regla que prohíbe, que le otorga al soberano
la capacidad para otorgar o negar “derechos” (dejar vivo o matar, en el caso extremo). Esta
concepción analiza, entonces, al poder como SOBERANÍA, asentada en un territorio
geográficamente delimitado. Es “negativa” porque hace hincapié en aquello que el poder
(soberano) puede NEGAR, puede prohibir. Por eso lo relaciona con la “represión” psíquica,
represión que está originada en el poder exterior (Foucault plantea que esta es la posición de
Marcuse o de Reich: un “superyó” represor originado en la estructura social.)

2) ¿Cómo explica Foucault la supervivencia de la concepción "jurídica" o


"negativa" del poder en Occidente?

Para Foucault, la concepción jurídica del poder se mantuvo en Occidente porque fue utilizada
por las monarquías absolutistas de la Edad Moderna (en las que el rey es el “soberano” y con
el uso del “derecho”, de la regla, justificaba su poder sobre los “poderes locales”,
feudalizantes), y también porque, en un principio, esta concepción le convenía a la burguesía
en ascenso, ya que, con ella, se podía “unificar” un territorio y consolidar los intercambios
mercantiles. El lenguaje de la burguesía revolucionaria es el del “derecho”, el “contrato social”
(Rousseau), y así la “justificación” del estado burgués se mantuvo como justificación jurídica.

3) ¿Cuáles son las modificaciones históricas en el ejercicio del poder que la


concepción "jurídica" o "negativa" no puede hacer visibles?

Para Foucault, la concepción jurídica “oculta” las relaciones de poder que existen en cada
campo específico: las que se dan entre el maestro y su alumno, entre el padre y el hijo, entre
el periodista y el televidente, entre el médico y su paciente, entre el sacerdote y sus
feligreses. Todas estas relaciones de “micro poder” se le escapan a lo jurídico, y dejan
“incompleto” el esquema de relaciones de fuerza. Por eso Foucault habla de un “principio de
doble condicionamiento”, ya que hay una interacción recíproca entre “micro poderes” (locales,
puntuales) y “macro poderes” (efectos de poder global), que se sostienen mutuamente. Si
nos quedamos en el “arriba”, perdemos de vista el otro lado, el “abajo”, que también sostiene
a la “estrategia de conjunto”. Y perdemos, tal como señala el documento de cátedra, que la
dimensión de lo cotidiano también sostiene al ejercicio del poder. Lo jurídico separa el poder
de lo cotidiano; Foucault intenta “reunirlos” y verlos de conjunto.

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